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Capitulo VII CORPORALIDAD Y SENSIBILIDAD. BASES DE LA ESTETICA 1, LA CORPOREIDAD Si se quisiera formular una primera definicién o descripcin de lo que es un cuerpo tomando como referencia el uso ordinario del lenguaje, 0 de un modo més académico, el diccionario de la Real Academia de la Lengua, obtendriamos una serie de caracterfsticas tales como la ocupacién de un lugar en el espacio, peso, cohesion, etc. Algunas de estas caracterfsticas, como la distensién espacial y temporal, son indiscerniblemente geométricas y fisicas, o bien especificamente geométricas, puesto que la geometria se hace cargo de ellas y las define bien, como son la extensi6n, la figura, el nimero, el reposo y el movimiento. Otras son especificamente fisicas y no pueden definirse en el Ambito de la geometria, como el peso, la temperatura, la densidad, etc. Y otras, finalmente, son geomé- tricas, fisicas y biol6gicas, o bien espectficamente biol6gicas como la organici- dad: se dice que un cuerpo que es orgdnico cuando sus partes son heterogéneas entre si y cumplen funciones diferentes a beneficio de la unidad del cuerpo. ‘Aqui vamos a entender por cuerpo una realidad con caracteristicas especifi- camente fisicas (es decir, una realidad material) y con caracteristicas especifica- mente biolégicas (es decir, una realidad material viva). Un cuerpo fisico tiene diversos aspectos que son estudiados por diversas ra- mas de la fisica: la mec4nica estudia la gravedad, el peso, determinados tipos de fuerza; la termodinamica estudia la temperatura y otros tipos de movimientos y fuerzas que se producen en funcin de las diferencias térmicas, y asi con las de- més ramas de la fisica. Un cuerpo vivo es aquel cuyo principio activo de forma- lizacién, que se ha denominado psique, tiene las peculiaridadses de actividad y reflexividad que ya han quedado sefialadas en paginas anteriores. Por otra parte un cuerpo vivo, en cuanto que es orgdnico, consta de partes he- terogéneas, cada una de las cuales cumple una funcién diversa de las restantes. Desde el punto de vista de la pluralidad de las caracteristicas fisicas irreductibles entre sf, puede verse la organicidad del cuerpo vivo como una especializacién de las partes en funcin de esa pluralidad de caracteristicas. Asi, la funcién o ac- 161 tividad mediante la que un cuerpo vivo capta su propio peso 0 el de otro cuerpo no es la misma mediante la cual siente calor o frfo, y esta diferencia estd en co- rrelaci6n con la diferencia entre energia gravitatoria y energia fisico-quimica Incluso en el caso de que la fisica lograra reducir a unidad la pluralidad de fuerzas actualmente admitidas como elementales y —por el momento— irreduc- tibles, esa unidad se lograria en el plano de la ciencia y, por tanto, en el de la conciencia intelectual, pero eso no alterarfa para nada su irreductibilidad en el plano de las funciones orgénicas. ‘A su vez, si las funciones psfquicas de captacién de la gravedad y la tempe- ratura son heterogéneas, el que un cuerpo vivo capte de algiin modo el peso y la temperatura como cualidades del mismo cuerpo implica una funci6n psiquica que pueda captar a la vez ambas cualidades. Esto significa que la pluralidad de funciones psiquicas se integran unas en otras, de forma que en el “vértice” de esa pirdmide de funciones (independientemente de las caracteristicas de ese “vértice”, si lo hubiera) se darfa algo asi como la unidad del organismo, y, con la unidad de éste, la unidad viva o vivida, de la pluralidad de cualidades fisicas irreductibles entre sf. Este principio explicativo es el que presidia la antigua psicologia de las “fa- cultades” y el que preside también en buena medida la actual psicologia fisiol6- gica y la psicologia cibernética. La correlacién 0 correspondencia entre cualida- des fisicas irreductibles y partes orgénicas o funciones psiquicas heterogéneas, se expresaba en la tradicién aristotélica tomista diciendo que las facultades se es- pecifican por sus actos y los actos por sus objetos, Como es natural, aqui no se va a examinar la cuestin de si existe una “facultad de la psique” para captar el peso y otra para la temperatura; basta con sefialar el modo en que la filosofia antigua y medieval se ocupé de estas cuestiones. Pues bien, si los cuerpos vivos son cuerpos fisicos, y vida significa reflexién en los términos en que quedé sefialado en paginas anteriores, se puede decir que para un cuerpo fisico, estar vivo significa sentir sus propiedades fisicas empezan- do por las mas elementales, a saber, el peso y el calor-frio. Y puede decirse que de algiin modo los organismos unicelulares elementales tienen al menos ese gra- do de sensibilidad. Asf pues, cabe decir que en el cuerpo vivo los aspectos de la relaidad fisica, la gravitacién y la temperatura, por ejemplo, a través de determiandas media- ciones fisiolégicas saben de sf, 0 que son “autoconscientes”, puesto que un cuer- po vivo es una realidad ffsica, material. Y también desde este punto de vista puede verse la inmaterialidad como rasgo esencial de lo psiquico: lo psfquico es la reflexién, mediada por los procesos fisiol6gicos, de lo fisico sobre s{ mismo. Que un cuerpo fisico sienta su propio peso quiere decir que “sabe” de su gra- vitacién, que la gravedad “se siente a sf misma” en ese cuerpo, pero, como re- sulta obvio, la reflexién de lo ffsico sobre sf mismo ya no es algo fisico, pues ca- rece de sentido decit que un cuerpo fisico, por sentir su propio peso o al sen- tirlo, pese mas. Y, de otra parte, carece de sentido decir que lo que la psique sienta sea el peso de su acto de sentir, puesto que el acto de sentir no pesa nada. La psique, en tanto que principio vital activo es reflexiva, pero no es la reflexi6n de ella sobre si misma, sino la reflexién del cuerpo fisico. mediante los procesos fisiol6gicos. 162 Después de esto puede decirse, de manera que resulte comprensible, que la pregunta acerca de qué es y cémo es ese saber de si del cuerpo es la pregunta por la sensacién, y, en general, por la sensibilidad. Entre los diversos puntos de vista desde los que se puede estudiar la sensibi- lidad, los que aqui interesan més son tres: a) el punto de vista de la fisiologia, b) el punto de vista de la psico-fisica y c) el punto de vista de la fenomenologia. Se trata de averiguar si esa parte de la sensibilidad que son los exteroceptores (los lamados “cinco sentidos”: vista, ofdo, olfato, gusto y tacto) captan suficien- te y adecuadamente los diversos aspectos de la realidad fisica, 0, dicho de otro modo, cual es el alcance de la reflexién de la realidad fisica sobre sf misma. a) En el campo de la fisiologia se acepta convencionalmente que los estudios sobre la sensacién se inician con Miiller, quien formulé la ley de la energta es- pecifica de las fibras nerviosas. Segin dicha ley, la cualidad sensible que se sien- te no depende de la energfa fisica externa que incide sobre el receptor orgénico (ondas luminosas, sonoras, etc.) sino de la energia especifica de los receptores orgénicos. Asi, si se estimula de un modo inadecuado la funcién visual (por ejemplo, dando un golpe en el ojo incluso con el parpado cerrado) el resultado que se produce es una sensacién visual, y lo mismo con los demés érganos. ‘Aunque desde los estudios de Miller hasta el momento actual la investigacion sobre los receptores ha avanzado mucho, hay en su planteamiento una cuestion de permanente interés filoséfico. La ley de Miiller parecta confirmar, en el plano empirico, la tesis kantiana de que lo que el sujeto capta depende mas de su propia estructura subjetiva que de la realidad externa, pero también podria entenderse como una confirmacién de la tesis tomista de que los sentidos son “especializaciones” del “alma sensitiva”. Por otra parte, la ley de Miller ha recibido una cierta refutaci6n desde el cam- po de la fisiologia comparada, pues en las diversas especies animales los érganos sensoriales estén menos o més especializados y adaptados a la energia de los es- tfmulos externos del medio en que viven. Dicho de otra manera, hay una evo- lucién de los sistemas de receptores en la escala zooldgica en el sentido de un ajuste cada vez mayor entre receptores espectficos y estimulos externos adecua- dos como ha puesto de manifiesto K. Lorenz'. Por otra parte, aunque un esti- mulo mecdnico en el ojo, o en el nervio dptico, produzca sensaciones visuales, es también muy cierto que el ojo “ve” mejor cuando mira unos objetos ilumi- nados que cuando lo golpean, al menos el ojo humano: la estimulacién luminosa es la més adecuada para ese receptor, y no la estimulacién mecénica. Con todo, cabe decir que Miiller tiene raz6n en cuanto que, ciertamente, hay una especificidad de los receptores, pero eso no quiere decir que la luz “depen- da” del nervio éptico: la luz es de suyo lo que es. Lo que si depende del receptor éptico es el modo en que se capta la luz. Los receptores de una medusa, una mosca y un hombre, por ejemplo, la captan de manera diferente. En una medusa la adecuacién entre estimulo luminosa y re- 1. La critica de K. Lorenz a Kant va en la linea de sefialar que lo que el fildsofo lama los @ priori del sistema cognoscitivo humano son, en realidad, los a posteriori de la especie, 0 sea, lo adqui- ido en el proceso de evolucién del sistema nervioso. Esta critica alcanza slo enparte al plantea- miento kantiano. Cfr. J.L. Pinillos, Principios de psicologia, Alianza, Madrid, 9." ed., 1981, pp. 108-118. 163

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