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CERVANTES

O LA CRÍTICA
DE LA LECTURA
En la obra de Shakespeare el rey Claudio hace in
terrumpir la representación porque la
IX imaginación empieza a parecerse peligrosamente a
la realidad.
Como la España de la Contrarreforma, Don Quijote
navega entre dos aguas y pertenece a dos mundos.
En el nuevo mundo de la crítica, don Quijote es
Don Quijote, junto a su fiel escudero Sancho
un caballero de la fe. Esa fe proviene de una
Panza, se encontraban en una venta donde se
lectura. Y esa lectura es una locura.
anunció la representación en un retablo de la
Don Quijote se empeña en restaurar el mundo de obra de títeres, ‘El retablo de la libertad de
la certeza unitaria: se empeña, física y Melisendra’ y en el que el titiritero no es otro
simbólicamente, en la lectura única de los que Maese Pedro (personaje que aparece en el
textos e intenta trasladarla a una realidad que primer libro y que fue uno de los esclavos en
se ha vuelto múltiple, equívoca, ambigua. Pero galeras que liberó el Hidalgo, aunque no es
porque es dueño de esa lectura, don Quijote es reconocido por éste ni por su escudero al llevar
dueño de una identidad: la del caballero un vistoso parche verde en el ojo izquierdo).
andante, la del héroe antiguo.
Durante la representación de la obra (en el
De ser el dueño de las lecturas previas que le que don Gaiferos libera a su amada
secaron el seso, don Quijote pasa a ser, en un esposa Melisendra, mientras que son perseguidos
segundo nivel de lectura, dueño de las palabras por soldados moros) don Quijote sufre una de
del universo verbal del libro Quijote. sus habituales alucinaciones y cree estar
presenciando una persecución real, por lo que
Deja de ser el lector de novelas de caballería y desenvaina su espada y en pleno delirio se lía a
se convierte en el actor de sus propias Enespadazos
la obra con
de los títeres don
Cervantes del Quijote
retablo se
con lanza
el fin
aventuras. de ayudar
contra “La atiterera
escapar amorisma”,
la pareja dede Maese
enamorados.
Pedro
porque lo representado empieza a parecerse
Harry Levin compara la famosa escena del “play w
peligrosamente a la imaginación.
ithin the play” en Hamlet, con el capítuodel suc
eso con Maese Pedro en el Quijote.

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Claudio desea que la realidad fuese una mentira: estructurado por Dios. Nacido de la lectura, don
el asesinato del padre de Hamlet. Don Quijote Quijote, cada vez que fracasa, se refugia en la
desea que la fantasía fuese una verdad: el lectura.
cautiverio de la princesa por los moros.
La sinonimia (relación de igualdad) de la
La identificación de lo imaginario con lo lectura, la locura, la verdad y la vida en don
imaginario remite a don Quijote a la lectura. Quijote son de una evidencia llamativa cuando
Don Quijote viene de la lectura y a ella va: Don pide a los mercaderes que se encuentra en el
Quijote es el embajador de la lectura. camino que confiesen la belleza de Dulcinea sin
haberla visto nunca, pues “lo importante es que
Y para él, no es la realidad la que se cruza sin haberla visto lo creyeres, confesares,
entre sus empresas y la verdad, sino los jurares y defendieres”. Ese es un acto de fe.
encantadores que conoce por sus lecturas.
Nosotros sabemos que no es así, que es sólo la Las fabulosas aventuras de don Quijote son
realidad la que se enfrenta a la loca lectura de impulsadas por un propósito avasallante: lo
don Quijote. Pero él no lo sabe, y esto crea un leído y lo vivido deben coincidir de nuevo, sin
tercer nivel de lectura. “Mire vuestra merced, las dudas y oscilaciones entre la fe y la razón
dice continuamente Sancho… Mire que aquellos que introducidas por el Renacimiento.
allí se parecen no son gigantes, sino molinos de
viento”. Pero don Quijote no mira, don Quijote Pero el siguiente nivel de la lectura empieza a
lee y su lectura dice que aquellos son gigantes. minar esta ilusión. En su tercera salida don
Quijote se entera, por noticias del bachiller
Don Quijote quiere meter al mundo entero en su Carrasco que Sancho le transmite, de la
lectura mientras cree que esa lectura es la de existencia de un libro llamado El ingenioso
un código unitario y consagrado: el que hidalgo don Quijote de la Mancha.
identifica el hecho ejemplar de la historia con
los hechos ejemplares de los libros. Don Quijote Al entrar a la segunda, don Quijote ha sido tema
cree que entre las gestas ejemplares de la de la relación apócrifa escrita por Avellaneda
historia y los gestos ejemplares de los libros para aprovechar el éxito de la primera parte del
no puede haber fisuras, pues por encima de ambos libro de Cervantes. Los signos de la singular
está el código consagrado que los rige, y por identidad de don Quijote se multiplican. Don
encima de éste, la visión unívoca de un mundo Quijote critica la versión de Avellaneda. Pero

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la existencia de otro libro sobre él mismo le múltiples puntos de vista, leído y obligado a
hace cambiar de ruta e ir a Barcelona. leerse, asimilado a los propios lectores que lo
leen y, como ellos, obligado a crear en la
Seguramente, ésta es la primera vez en la imaginación a “Don Quijote”. Doble víctima de la
historia de la literatura que un personaje sabe lectura, don Quijote pierde dos veces el juicio:
que está siendo escrito al mismo tiempo que vive primero, cuando lee. Después, cuando es leído.
sus aventuras de ficción. Pues ahora, en vez de comprobar la existencia de
los héroes antiguos, deberá comprobar su propia
Este nuevo nivel de la lectura, en el que don
existencia.
Quijote se sabe leído, es crucial para
determinar los que siguen. Don Quijote deja de Lo cual nos conduce a otro nivel de la lectura
apoyarse en la épica previa para empezar a crítica. En cuanto lector de epopeyas que
apoyarse en su propia epopeya. Pero su epopeya obsesivamente quiere trasladar a la realidad,
no es tal epopeya, y es en este punto donde don Quijote fracasa. Pero en cuanto objeto de
Cervantes inventa la novela moderna. una lectura, empieza a vencer a la realidad, a
contagiarla con su loca lectura: no la lectura
Don Quijote, el lector, se sabe leído, cosa que
previa de las novelas de caballería, sino la
nunca supo Amadís de Gaula. Y sabe que el
lectura actual del propio Quijote de la Mancha.
destino de don Quijote se ha vuelto inseparable
del libro Quijote. Y esa nueva lectura transforma al mundo, que
empieza a parecerse cada vez más al mundo del
Su integridad de héroe antiguo, nacida de la
Quijote. Para burlarse de don Quijote, el mundo
lectura, es anulada, no por los galeotes o las
se disfraza de las obsesiones quijotescas.
burlas de Maritornes, no por los palos y
pedradas que recibe en las ventas que imagina Pero, como dice Salvador Elizondo en su “Teoría
castillos o en los campos de pastoreo que del disfraz”, nadie se disfraza de algo peor que
confunde con campos de batalla. de sí mismo. El mundo disfrazado de quienes han
leído el Quijote dentro del Quijote revela la
Su fe en las lecturas épicas le permite
realidad sin disfraces del mundo: su crueldad,
sobrellevar todas las palizas de la realidad. Su
su ignorancia, su injusticia, su estupidez.A
integridad es destruida por las lecturas a las
semejanza de don Quijote, el mundo tampoco sabe
que es sometido. Y estas lecturas le convierten
ya dónde está ubicada la realidad.
en el primer héroe moderno, escudriñado desde

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¿Logran burlarse de don Quijote, Dorotea cuando El paso decisivo por el castillo de los Duques
se disfraza de Princesa Micomicona, Sansón permite a Cervantes plantar tres picas en el
Carrasco cuando le desafía disfrazado de campo de su crítica de la lectura. Una cosa, es
Caballero de los Espejos, los Duques cuando la idea que don Quijote tiene de una
escenifican las farsas de Clavileño, la Dama coincidencia épica entre sus lecturas y su vida:
Adolorida con sus doce dueñas barbudas y el una fe nacida de los libros y totalmente
gobierno de Sancho en la ínsula Barataría? ¿O es definida por la manera como don Quijote ha leído
don Quijote quien se ha burlado de todos ellos, esos libros.
obligándoles a entrar, disfrazados de sí mismos,
al universo de la lectura del Quijote? Mientras esta coincidencia mental mantiene su
supremacía, don Quijote no tiene dificultades
Lo indiscutible es que don Quijote, el para convivir con cuanto existe fuera de su
hechizado, termina por hechizar al mundo. propio universo: el hecho mismo de que la
Mientras leyó, imitó al héroe épico. Al ser realidad no coincida con sus lecturas le
leído, el mundo le imita a él. permite, una y otra vez, imponer la visión de
sus lecturas a la realidad.
Cervantes nos conduce a un nivel más de lectura.
Cuando el mundo se quijotiza, don Quijote, cifra Pero cuando lo que sólo pertenece a sus lecturas
de la lectura, pierde la ilusión de su ser. unívocas encuentra equivalentes en la realidad,
la ilusión cae hecha pedazos. La coherencia de
la lectura épica es derrotada por la
incoherencia de los hechos históricos.
Cuando ingresa al castillo de los Duques, don
Quijote ve que el castillo es castillo, mientras
que en las ventas más humildes podía imaginar
que veía un castillo.

La realidad le roba su imaginación. En el mundo Don Quijote debe vivir esta realidad histórica
de los Duques, ya no será necesario que imagine antes de alcanzar el nivel definitivo propuesto
un mundo irreal: los Duques se lo ofrecen en la por Cervantes: el nivel de la novela en sí,
realidad. síntesis entre el pasado que don Quijote pierde
y el presente que lo anula.

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Como indica Dostoyevski, don Quijote sufre una ardiente búsqueda de la identidad, una triste
“nostalgia del realismo”. conciencia de todo lo que pudo haber sido y
nunca fue.
Pero, ¿de cuál realismo? ¿El de las imposibles
aventuras de magos, caballeros sin tacha y Y en contra de esta des-posesión, una afirmación
descomunales gigantes? Exactamente. Antes, todo de la existencia total en la realidad de la
lo dicho era cierto, aunque fuese fantasía. No imaginación, donde todo lo que no puede ser
había fisura alguna entre lo dicho y lo hecho en encuentra, en virtud, precisamente, de esta
la épica. negación fáctica, el más intenso nivel de la
verdad.
Don Quijote recobra la razón y esto, para él, es
la suprema locura: es el suicidio, pues la Dostoyevski escribió que Don Quijote es una
realidad le remite a la muerte. Don Quijote, novela donde la verdad es salvada por una
gracias a la crítica de la lectura inventada por mentira. La profunda observación del autor ruso
Cervantes, vivirá otra vida: no le queda más va mucho más allá de la relación entre el arte y
recurso que comprobar su propia existencia, no la historia de una nación. Dostoyevski nos está
en la lectura única que le dio vida, sino en las hablando de la más ancha relación entre lo real
lecturas múltiples que se la quitaron en la y lo imaginario. Hay un fascinante momento del
realidad añorada y coincidente pero se la libro de Cervantes: En Barcelona, don Quijote
otorgaron, para siempre, en el libro y sólo en rompe definitivamente los amarres de la ilusión
el libro. realista y visita una imprenta, entra al lugar
mismo donde sus hechos se convierten en objeto,
Octavio Paz ha escrito, memorablemente, que la en producto legible. Don Quijote es remitido a
aventura de la novela moderna puede resumirse su única realidad: la de la literatura. De la
entre dos títulos: Las grandes esperanzas y Las lectura salió, a las lecturas llegó.
ilusiones perdidas. Y Don Quijote es la primera
novela de la desilusión. Es la aventura de un Y sólo liberado de su lectura, pero prisionero
loco maravilloso que recobra una triste razón. de las lecturas que multiplican hasta el
infinito los niveles de la novela, sólo desde el
Quizás, por ello, Don Quijote es la más española centro de su verdadera realidad de papel,
de todas las novelas. Su esencia poética es solitariamente solo, don Quijote clama: “¡Crean
definida por la pérdida, la imposibilidad, una en mí! ¡Mis hazañas son reales, los molinos son

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gigantes, los rebaños son ejércitos, las ventas El Siglo de Oro —Cervantes, Lope, Quevedo,
son castillos y no hay en el mundo doncella más Góngora, Calderón— florece a medida que el poder
hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin de España se marchita.
par Dulcinea del Toboso! ¡crean en mí!”.
La situación de Cervantes era conflictiva,
La realidad puede reír o llorar al escuchar interiorizada, matizada, sujeta a realidades
semejantes palabras. concretas y a opciones literarias, humanas y
políticas más exigentes.
Pero la realidad misma es invadida por ellas,
pierde sus propias fronteras definidas, se
siente desplazada, contagiada por otra realidad
de palabras y papel.

Cervantes ha vencido a la épica en la que se


apoyó, ha puesto a dialogar a Amadís de Gaula
con Lazarillo de Tormes y en el proceso ha
disuelto la normatividad severa de la
escolástica y su lectura unívoca del mundo.

Américo Castro, en “España y su historia”, la


llama la historia de una inseguridad.

Para el español, es puro problema, o problema


puro. Las pulsaciones de su triple cultura,
cristiana, musulmana y judía, laten irresueltas
en la cabeza y el corazón de España. España ha
sido incapaz de participar de los valores
modernos de Europa, definidos por una
articulación racional del mundo objetivo y el
ser subjetivo. La eficacia política y económica
de España, concluye Castro, ha sido escasa, sus
aportes científicos y técnicos, relativos, pero
su capacidad para el arte ha sido absoluta.

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X

¿Cuáles son los valores específicos que


Cervantes pretende instalar en el corazón de la
realidad?

La respuesta la encontraremos en la relación


Erasmo1 - Cervantes. Don Quijote, extensión
española de un elogio de la locura que es
idéntico a un elogio de la utopía, contiene una
ética del amor y de la justicia. Una realidad
moral ocupa el centro de la imaginación de
Cervantes, puesto que no puede ocupar el centro
de la sociedad en la cual vive Cervantes.

Amor y justicia.

Don Quijote, el loco, está loco no sólo porque


ha creído cuanto ha leído. También está loco
porque cree, como caballero andante, que la

1 Fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo.


Quería utilizar su formación universitaria y su
capacidad para transmitir ideas, para aclarar
las doctrinas católicas y hacer que la Iglesia
permitiera más libertad de pensamiento.

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justicia es su deber y que la justicia es Don Quijote, a pesar de sus constantes desastres
posible. como desfacedor de entuertos, nunca flaquea en
su fe al ideal de justicia. ¿Y en qué idea se
Sabemos qué clase de gratitud recibe Don Quijote sustenta la búsqueda quijotesca de la justicia?
de aquellos a quienes socorre: es burlado y En la de la Utopía de la Edad de Oro.
golpeado por ellos. Los pobres y miserables y
perseguidos a los que Don Quijote auxilia, no Don Quijote, una noche, se dirige de esta manera
quieren ser salvados por él. a un grupo de cabreros:

Cervantes observa en el pueblo una capacidad de Nada de esto, concluye Don Quijote, es cierto en
crueldad semejante a la de sus opresores. “estos nuestros detestables siglos”, y por ello
él se ha convertido en caballero andante “para
El comentario implícito es que una sociedad defender las doncellas, amparar las viudas y
injusta pervierte a todos sus miembros, los socorrer a los huérfanos y menesterosos”. El
poderosos y los débiles, los de arriba y los de concepto quijotesco de la justicia es
abajo. un concepto del amor. Y a través del amor, la
justicia abstracta de Don Quijote adquiere una
“Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a
plenitud concreta.
quienes los anti- guos pusieron nombre de
dorados, y no porque en ellos el oro, que En el capítulo XXV de la primera parte de la
en nuestra edad de hierro tanto se estima, se novela, Don Quijote decide hacer penitencia,
alcanzase en aquella venturosa sin fatiga vestido sólo con paños menores, entre las peñas
alguna, sino porque entonces los que en ella de Sierra Morena. Le pide a Sancho que viaje a
vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y la aldea del Toboso y allí informe a la dama de
mío. Eran en aquella santa edad todas sus pensamientos, Dulcinea, sobre los grandes
las cosas comunes… Todo era paz entonces, todo hechos y sufrimientos con los que el caballero
amistad, todo concordia… la honra. Puesto que Sancho no conoce a ninguna
soberana y alta señora llamada Dulcinea en la
Entonces se decoraban los conceptos amorosos
miserable población del Toboso, persiste en
del alma simple y sencillamente, del mesmo
inquirir. En este extraordinario momento, Don
modo y manera que ella los concebía… No había
Quijote revela que sabe la verdad: Dulcinea,
el fraude, el engaño ni la malicia mezclándose
con la verdad y la llaneza. La justicia se
estaba en sus propios términos, sin que la
osasen turbar ni ofender los del favor y los 9
del interés, que tanto ahora la
menoscaban, turban y persiguen”
dice, no es otra sino Aldonza Lorenzo, una joven En Don Quijote, los valores de la edad
campesina del lugar. caballeresca adquieren, a través del amor, una
resonancia democrática. Y los valores de la vida
La respuesta de Don Quijote es una de las más democrática adquieren la resonancia de la
conmovedoras declaraciones de amor jamás verdadera nobleza.
escritas. Sabe quién es y qué es Dulcinea. Sin
embargo, la ama, y porque la ama, vale más que Si la crítica de la lectura de Cervantes es una
“la más alta princesa de la tierra”. negación de los aspectos rígidos y opresivos de
la Edad Media, también es una afirmación de
El contenido social, ético y político de Don antiguos valores conquistados por los hombres y
Quijote es obvio en esta reunión del amor y la que no deben perderse en la transición hacia el
justicia. mundo moderno.

La lectura moral del Quijote, en vez de ser


impuesta desde arriba por el autor, circula por
El mito de la Edad de Oro es su centro ideal:
la criba de las múltiples lecturas de múltiples
una utopía de la fraternidad, la igualdad y el
lectores que están leyendo una obra que está
placer. La Utopía ha de realizarse en una fusión
criticando sus propios presupuestos artísticos y
de los valores que nos vienen del pasado con los
éticos.
valores que somos capaces de crear en el
presente. La justicia, insiste Don Quijote, se Al radicar la crítica de la creación dentro de
encuentra ausente de los tiempos actuales. Solo la creación, Cervantes ha fundado la imaginación
el amor puede darle presencia, y el amor del moderna: la poesía, la pintura y la música
cual nos habla Don Quijote es un acto reclamarán después idéntico derecho de ser en sí
democrático, que sobrepasa las distinciones de mismas y no dóciles imitadoras de una realidad a
clase y encarna en la más humilde muchacha la que mal sirven reproduciéndola.
campesina. Pero a este amor, en la visión
quijotesca, deben otorgársele los valores A través de un personaje de papel, Cervantes
constantes y antiguos de la caballerosidad, el traslada los grandes temas del universo
riesgo personal en la búsqueda de la justicia, descentrado y del individualismo triunfante,
la integridad y el heroísmo. pero azorado y huérfano, al plano de la
literatura como eje de una nueva realidad. Habrá

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niveles múltiples de la lectura que sometan a
prueba los múltiples niveles de la realidad.

XI

Resulta que Ginés de Pasamonte está escribiendo


un libro sobre su propia vida. ¿Está terminado
el libro?, pregunta Don Quijote. Y Ginés le

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contesta: ¿Cómo va a estarlo, si mi vida aún no
termina?

Esta es la última pregunta de Cervantes: ¿quién


escribe los libros y quién los lee? ¿Quién es el
autor del Quijote?

Cervantes, como don Quijote, es leído por los


personajes de la novela Quijote, libro sin
origen autoral y casi sin destino, agonizante
apenas nace, reanimado por los papeles del
historiador arábigo Cide Hamete Benengeli, que
son vertidos al castellano por un anónimo
traductor morisco y que serán objeto de la
versión apócrifa de Avellaneda. El círculo de
las lecturas se reinicia.

Cervantes deja abierto un libro donde el lector


se sabe leído y el autor se sabe escrito.

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