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The American Dream by Edward Albee

New York: Coward, McCaan & Geoghegan, 1960

The American Dream es la quinta obra de teatro escrita por Edward Albee.
Pertenece al periodo iniciático del autor, caracterizado por un primer acercamiento
al teatro del absurdo. Sus cinco primeras obras son de un solo acto, y están todas
marcadas con una fuerte crítica a los valores y la moral norteamericana. Estas obras
fueron todas estrenadas en los circuitos no comerciales (off-Broadway) o, incluso,
en Europa antes que en USA.

Edward Albee fue un dramaturgo estadounidense, huérfano, adoptado en el seno


de una familia de empresarios teatrales. Escribió sus primeras obras en el marco de
la escena contracultural del Greenwich Village,: The Zoo Story (1958), The Sandbox
(1959) y the American Dream (1960), para luego alcanzar su consagración en
Broadway con la controversial “Who’s afraid of Virginia Woolf” (1962). En estas
primeras obras propone una americanización del teatro del absurdo europeo en
cuanto a lo formal y una actualización de la filosofía existencialista en cuanto a la
construcción psicológica de los personajes y sus relaciones. En “The American
Dream” podremos encontrar marcados ejemplos de estas características y una
aproximación a los temas que obsesivamente aparecerán en toda la obra de Albee,
“The play is an examination of the American Scene, an attack on the substitution of
artificial for real values in our society, a condemnation of complacency, cruelty,
emasculation and vacuity; it is a stand against the fiction that everything in this
slipping land of ours is peachy-keen.

The American Dream consiste en un solo acto, estructurado en diálogos marcados


por la entrada y salida de personajes de la escena. Toda la obra se desarrolla en un
solo escenario, una sala con dos sillones en un departamento sin mayores
descripciones. En esta sala se nos presentan los personajes Mommy and Daddy,
que están esperando visitas, por lo que la habitación es una sala de espera. El
primer diálogo de Mommy y Daddy marca el tono que tendrá la obra: un
costumbrismo basado en charlas banales repetitivas cercanas al absurdo. Este tono
configura un paisaje mental rutinario, de insatisfacción, en el que se desarrolla una
especie de acción basada en los diálogos y, sobre todo, en la violencia con que
ocurren.

De este modo, el primer diálogo sobre la tardanza de las personas que están
esperando, se transforma rápidamente en un acto de dominación. Mommy relata el
escándalo que hizo cuando compraba un sombrero y nota que Daddy no le está
prestando toda la atención que ella quiere, por lo que lo ataca verbalmente,
comportamiento que va a repetir en toda la obra. Daddy es un personaje sometido
y emasculado, Mommy es manipuladora y dominante, y ambos personajes viven en
una constante insatisfacción con su vida cotidiana y vacía.

A continuación, aparece la figura de Grandma, un personaje confrontativo e irónico,


que es presentada por Mommy and Daddy como una molestia por su senilidad y
sus achaques. Mommy parece odiarla porque le recuerda su infancia pobre, que
contrasta con un presente de bienestar y riquezas conseguidos en base a haberse
casado con Daddy and “let he mount on top of she and bump her uglies”, es una
relación basada en la prostitución. Daddy, en cambio, siente lastima por Grandma,
pero su opinión importa poco, el destino de la vieja es ser recluida, pues es lo que
hace esta sociedad con sus viejos, los silencia, maltrata y finalmente, los abandona
a morir. Grandma se rebela a este destino, ironizando en cada intervención que
realiza y sobre, haciendo lo que ella quiere hacer. Y se queda a esperar junto a su
“familia”.

A continuación, entra en escena Mrs. Baker, que parece ser la persona que estaban
esperando, aunque en realidad no la conocen ni se sabe que viene a hacer. Es un
personaje vacío, viene a intentar satisfacer lo que sea que deseen, arreglarles el
baño o llevarse a la vieja y nunca está en desacuerdo con ningún argumento, sino
que se pone en actitud de esperar las fuerzas que van a definir los mandatos a los
que se someterán las personas. Mrs Baker representa a la sociedad y su relación
con las personas, y como funciona esta relación en cuanto a la construcción
colectiva de significados. Es uno de los personajes más absurdos y caóticos,
utilizando muletillas hasta el paroxismo, llevando la banalidad del lenguaje cotidiano
hasta el ridículo. Al final, sin resolver cuál es el propósito su visita, Mrs. Baker parece
desvanecerse en el sinsentido general, pero es rescatada por Grandma, la voz de
la sabiduría, que le explica quién es ella y que vino a hacer.

Grandma se queda a solas con Mrs. Baker luego de engañar a mommy y daddy
para que busquen cosas que ella escondió en la casa. Luego le revela a Mrs. Baker
que ella ya estuvo ahí como representante de los servicios de adopción y ya cumplió
sus deseos, les vendió un niño, el pequeño “Bumble of Joy”. Sin embargo, como no
les gustaban las cosas que hacía el niño, como mirar con amor a daddy, por
ejemplo, lo que desata los celos y la homofobia de mommy, quien le saca los ojos,
lo mutilan y torturan hasta matarlo. Si bien a Mrs. Baker no parece importarle lo que
le cuenta grandma, le perturba en cambio no recordar la venta. Luego, se une a
mommy y daddy en la búsqueda de los objetos escondidos. En este momento
aparece un personaje inesperado, the Young man, un joven hermoso y vacío que
busca trabajo. Grandma, extasiada por su belleza, lo llama The American Dream.

Grandma encuentra familiar a the Young Man, por lo que le pregunta sobre su
origen. Young Man le dice que es huérfano y que solo tenía un gemelo idéntico,
pero que fue dado en adopción. Luego le explica que es incapaz de sentir, ya que
después de perder a su hermano fue perdiendo toda capacidad afectiva. Grandma
entiende que este proceso es análogo a la mutilación y muerte de su hermano,
Bumble of Joy. Grandma decide cerrar el círculo de la analogía. Le dice a Mrs. Baker
que tiene la solución al dilema que tiene con mommy and daddy: entregarles a
Young Man en adopción, justo a quienes vaciaron su alma.

Grandma abandona el escenario, pues no hay lugar para su sabiduría en esta


sociedad idiota y vacía. Sus integrantes quedan atrapados en su insatisfacción
eterna y sus rituales crueles e hipócritas, en el laberinto del Sueño Americano.
Edward Albee disecciona con precisión una sociedad corroída por el deseo de
posesión, mutilada en los valores que dignifican la vida humana y construye una
alegoría de un siniestro humor negro, que desnuda el absurdo y la hipocresía de la
familia y la sociedad norteamericana, apropiada más que nunca para estos tiempos
en los que la derecha se realinea bajo el mando de Donald Trump y, sobre todo,
bajo la consigna M.A.G.A. (Make America Great Again), el planteo de una regresión
que anule décadas de lucha por la igualdad de minorías raciales y sexuales, a favor
de ridículos ideales de supremacía, es decir la pesadilla americana en todo su
esplendor.

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