Professional Documents
Culture Documents
#29854252#202413265#20180328112217420
ellos del Código Penal; esto es, haber adulterado y hecho uso de
un documento nacional de identidad con conocimiento de la
falsedad en él inserta.
Iniciada la audiencia, no habiendo
planteado las partes cuestiones preliminares y declarado abierto
el debate se procedió a identificar al procesado, quien optó por no
declarar.
Seguidamente, se produjo la prueba
ofrecida (testimonial de Gerardo Maggi), exhibición del
documento secuestrado en autos y reconocimiento del mismo.
Al debate se incorporó por lectura la nota
por Secretaría de fs. 1; nota de elevación de fs. 2; constancia de
notificación de fs. 24; informe pericial de fs. 29/33; notificación de
fs. 47 vta., 59 vta. y 60 vta.; y nota por Secretaría de fs. 66 y 77.
En oportunidad de alegar conforme el
artículo 393 del Código Procesal Penal de la Nación, el señor Fiscal
General manifestó que no coincidía con las conclusiones arribadas
por el Fiscal de grado. En consecuencia solicitó la absolución del
encartado Leandro G. Romero.
En tal sentido, refirió a que uno de los
elementos que requiere el tipo penal es el perjuicio a la fe pública,
el cual al ser de peligro abstracto, el documento tiene que tener
capacidad para engañar. Al respecto, indicó que resulta relevante
lo manifestado por el testigo Maggi en cuanto a que la cartilla del
#29854252#202413265#20180328112217420
Poder Judicial de la Nación
TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE ROSARIO 2
FRO 31000106/2011/TO1
#29854252#202413265#20180328112217420
capítulo y hasta el concepto de lo falso como noción general en
derecho penal, que, cuando menos, está connotada con la
prestancia de engaño, de la que carece lo que es patente. Lo que
no puede engañar, presentando lo que no es como lo que es, lo
que obviamente muestra que no es auténtico, no puede
catalogarse como falso, sin necesidad de entrar a considerar su
idoneidad para suscitar el peligro en sentido del tipo…”(Editorial
Astrea, 4ta. Edición, página 185).
En este orden de ideas, consideró que
éste es el caso de autos, es decir, no tiene calidad de falso en su
origen; por lo cual no se cumplen los requisitos del tipo penal de
los artículos 292 y 296 del Código Penal.
A mayor abundamiento, se refirió al fallo
“Toledo, Damián Fernando…”, de la sala I de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, que
entiende avala su postura en cuanto que en el mencionado
decisorio se sostuvo: “…cuando nos encontramos frente a un
documento que presenta un aspecto burdo, estamos al margen
del tipo…”.
Por lo expuesto precedentemente,
solicitó la absolución de Leandro Gabriel Romero.
A su turno, el Dr. Gesino, en ejercicio de
la defensa técnica de Leandro G. Romero, expresó que coincide en
lo argumental con la petición de absolución efectuada por el
representante del Ministerio Público Fiscal e invocó la aplicación
#29854252#202413265#20180328112217420
Poder Judicial de la Nación
TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE ROSARIO 2
FRO 31000106/2011/TO1
#29854252#202413265#20180328112217420
impuesto por el mentado artículo 69, exigencia que debe ser
especialmente observada por los señores Fiscales cuando
proponen la absolución del encartado, habida cuenta de las
consecuencias que de ello se derivan.” (CNCP, Sala III “OLIVO, Juan
Ramón” Nº 23.05.3 –Voto Dres. Ledesma, Tragant y Riggi), y que
“…En el marco de sus funciones, les comprende también ejercer el
contralor de la actividad desarrollada por los demás sujetos
procesales. En este sentido, en el caso en que adviertan
irregularidades en el requerimiento absolutorio del Ministerio
Público Fiscal (artículo 393 de la norma ritual) deberán disponer la
anulación del mismo.” (Ídem fallo, voto de la Dra. Ledesma).
En ese sentido, tal como lo sostuvo el
Fiscal General en su alegato, el hecho atribuido a Romero en el
requerimiento de elevación a juicio, esto es “…haber adulterado y
utilizado el documento nacional de identidad Nº 35.291.643 a su
nombre, quitando con corrector el nro. 35 y poniendo en su lugar
el 33 y, -con respecto al año de su nacimiento- reemplazando de la
misma manera 1990 por 1988; al exhibirlo ante el Juzgado en lo
Penal de Instrucción nº 15 de esta ciudad, el día 08/10/2010…” no
configura delito, por no encontrarse acreditados los elementos del
tipo penal previsto en el artículo 296 en función del artículo 292
del Código Penal.
Conforme lo expuesto, resulta razonable
y ajustada a derecho la petición absolutoria formulada por el
señor Fiscal General. En efecto, la pericia obrante en autos y las
#29854252#202413265#20180328112217420
Poder Judicial de la Nación
TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE ROSARIO 2
FRO 31000106/2011/TO1
#29854252#202413265#20180328112217420
obsta a la concreción del delito (D´Alessio, A. J., op. cit., páginas
980 y 996).
Por todo lo expuesto, y atento la
absolución solicitada por el señor Fiscal General y lo resuelto por
nuestro más alto tribunal en las causas “Tarifeño” y “Mostaccio”,
en concordancia con el análisis efectuado por el titular del
Ministerio Público y los argumentos aquí expresados, corresponde
la absolución de Leandro Gabriel Romero por atipicidad.
Asimismo, una vez firme la presente,
corresponde la destrucción de la documental reservada en
Secretaría.
Los doctores Omar Digeronimo y Otmar
Paulucci dijeron:
Que adhieren, por sus fundamentos, al
voto precedente.
Con lo que quedó formulado el Acuerdo
que motivó el presente y fundada la sentencia cuya parte
resolutiva se registró en el Protocolo bajo el Nro. 5/18.-
#29854252#202413265#20180328112217420
Poder Judicial de la Nación
TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE ROSARIO 2
FRO 31000106/2011/TO1
#29854252#202413265#20180328112217420