Arresto San

Poder Judicial de la Nación
CAMARA FEDERAL DE SAN MARTIN - SALA I-SEC. PENAL N° 1
FSM 67793/2017/17/CA5 (12.640), Carátula: “Incidente Nº

17 IMPUTADO: OLIVERI, RICARDO PABLO
s/INCIDENTE DE PRISION DOMICILIARIA”, del Juzgado
Federal de San Martín n°2, Secretaria nº6
Registro de Cámara: 11.419
San Martín, 3 de mayo de 2018.
VISTOS Y CONSIDERANDO:
Llega el legajo a estudio del Tribunal, a raíz del
recurso de apelación deducido por la defensa oficial de Ricardo
Pablo Oliveri, contra el auto que no hizo lugar a su arresto
domiciliario (Cfr. Fs. 74/76 Vta.).
Analizadas las constancias agregadas al expediente,
entiende el Tribunal que la situación del causante no se
enmarca en ninguna de las hipótesis contempladas en la
normativa invocada, que habilite a acceder a la pretensión
articulada.
En efecto, la ley N° 26.472, que modificó el artículo
32, de la ley N° 24.660, estableció que el juez de ejecución, o
juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena
impuesta en detención domiciliaria: a) Al interno enfermo
cuando la privación de la libertad en el establecimiento
carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su
dolencia y no correspondiere su alojamiento en un
establecimiento hospitalario; b) al interno que padezca una
enfermedad incurable en período terminal. Idéntica redacción
recibió el Art. 10 del ordenamiento sustantivo.
El legislador, al crear tal disposición le otorgó
facultad al juez para aplicarla, para lo cual deberá evaluar,
Fecha de firma: 03/05/2018

Alta en sistema: 07/05/2018
Firmado por: MARCELO DARIO FERNANDEZ,
Firmado por: JUAN PABLO SALAS,
Firmado por: MARCOS MORAN
Firmado(ante mi) por: JOSÉ LUIS BADORREY, Prosecretario de Cámara
#30489504#204408922#20180507090122774
en cada caso particular, la conveniencia, o no, de disponer la
excepción a que se alude.
De las constancias de autos, se evidencia que Ricardo
Pablo Oliveri, presenta un cuadro de VIH y le falta el bazo.
Respecto de esa patología, se dejó constancia que no había
iniciado tratamiento alguno y que, a partir de la evaluación
del médico infectólogo del Complejo Penitenciario de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, se le indicó el tratamiento
antirretroviral (Cfme. Fs. 6/vta.).
La magistrado, oportunamente, encomendó al Cuerpo
Médico Forense, la confección de un amplio informe médico y
psicológico respecto del encausado, conforme lo establecido en
la ley 24.660 (ver Fs. 10 y 26).
También se requirió la elaboración al Programa de
Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, de una entrevista
socio-ambiental en el domicilio del incuso y su hermana, a los
fines del dispositivo electrónico de vigilancia (Cfr. Fs. 26 y
47).
De la reseña elaborada respecto del estado de salud
física, los médicos del Cuerpo Médico Forense de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, concluyeron que la patología
estaba bajo tratamiento médico, y que ello no impedía su

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alojamiento en el complejo carcelario, con el estricto
cumplimiento de las indicaciones de los profesionales que lo
asistían (Fs. 6/vta., 19, 20/5 y 37).
Por su parte, la asesora médica, integrante del
Cuerpo de Peritos y Consultores Técnicos de la Defensoría
General de la Nación, María del Pilar Amabile, sostuvo que
Oliveri se encontraba clínicamente compensado, hipotetizando
que debido a sus padecimientos, el ámbito carcelario podía
poner en riesgo su salud, debido a que la facultativa
consideraba que existía la posibilidad de contraer enfermedades
infecciosas, por las características propias de la institución
penitenciaria (ver Fs. 12/14vta.).
El informe socio-ambiental del Programa de Asistencia
de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, estableció, a partir
de los dichos de la hermana de Oliveri, que en el año 2016 se
le había diagnosticado la afección inmunodepresora y que el
eventual tratamiento se podía llevar a cabo en el Hospital
Álvarez (ver Fs. 70/2).
Por su parte, la unidad médico asistencia del HPC II,
del Servicio Penitenciario Federal, hizo saber que al 8 de
enero del corriente año, el paciente presentaba buen estado
general, afebril, clínica y hemodinámicamente compensado (Fs.
41).

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En tales condiciones, la Sala, en coincidencia con lo
desarrollado por la Sra. Juez a Fs. 74/6vta., no advierte que
se den las particularidades que conlleven a la aplicación de la
detención domiciliaria, ya que la privación de libertad que
sufre el causante en el establecimiento carcelario no ha
impedido atender su dolencia, ni ha incidido negativamente
sobre su actual cuadro de salud. Antes bien, a partir de esta
situación se ha dado inicio y continuidad a dicho tratamiento.
Lo expuesto contraviene los postulados que, con
carácter excepcional, autorizan a modificar las condiciones de
detención de aquellos internos que se encuentren en alguno de
los supuestos taxativamente contemplados en el artículo 32,
incisos a) o b), de la ley 24.660, según ley 26.472 (CFCP, SALA
I, C. 11.477, “Scalzone, Alberto s/recurso de casación”, Reg.
14.088, del 16 de junio de 2009).
En esa dirección y más allá de la enumeración que
realizó la asistencia de oficio al motivar el recurso de
apelación, en cuanto a la parcial atención médica que el
detenido recibió en el pasado (Cfr. Fs. 78/81vta.), lo cierto
es que no se ha demostrado que el alojamiento intramuros
conduzca, indefectiblemente, al agravamiento de su condición
sanitaria, o que la circunstancia de encontrarse fuera de la
unidad carcelaria, asegure que reciba el tratamiento adecuado

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para su enfermedad.
En este aspecto, destacó la magistrado, al momento de
resolver, que las autoridades del servicio penitenciario le han
proporcionado alimentos de refuerzo acorde con la dieta
específica que su patología requería (ver Fs. 75).
En tales condiciones, el decisorio apelado habrá de
ser homologado, sin perjuicio de que un eventual cambio de ese
cuadro de situación, merced a la producción de nuevos estudios,
permita reexaminar el caso.
Ello como consecuencia de lo ordenado por el juzgado
instructor de verificar, regularmente, que en el lugar de
alojamiento se cubran las necesidades que el cuadro médico
requiere y se cumplan, estrictamente, con las indicaciones que
ordenen los profesionales que asisten a Oliveri (Punto II de
Fs. 76vta.).
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I. CONFIRMAR el auto apelado en cuanto fuera materia
de recurso.
II. TÉNGANSE PRESENTES las reservas formuladas.
Regístrese, notifíquese, hágase saber a la Dirección
de Comunicación Pública de la C.S.J.N. (Acordada 15/13 y ley
26.856) y devuélvase.-

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MARCOS MORÁN
MARCELO DARÍO FERNÁNDEZ JUAN PABLO SALAS
JOSÉ LUIS BADORREY

Prosecretario de Cámara

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FSM 67793/2017/17/CA5 (12.640), Carátula: “Incidente Nº

San Martín, 3 de mayo de 2018.

Llega el legajo a estudio del Tribunal, a raíz del

recurso de apelación deducido por la defensa oficial de Ricardo

Pablo Oliveri, contra el auto que no hizo lugar a su arresto

domiciliario (Cfr. Fs. 74/76 Vta.).

Analizadas las constancias agregadas al expediente,

entiende el Tribunal que la situación del causante no se

enmarca en ninguna de las hipótesis contempladas en la

normativa invocada, que habilite a acceder a la pretensión

En efecto, la ley N° 26.472, que modificó el artículo

32, de la ley N° 24.660, estableció que el juez de ejecución, o

juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena

impuesta en detención domiciliaria: a) Al interno enfermo

cuando la privación de la libertad en el establecimiento

carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su

dolencia y no correspondiere su alojamiento en un

establecimiento hospitalario; b) al interno que padezca una

enfermedad incurable en período terminal. Idéntica redacción

recibió el Art. 10 del ordenamiento sustantivo.

El legislador, al crear tal disposición le otorgó

facultad al juez para aplicarla, para lo cual deberá evaluar,

Fecha de firma: 03/05/2018

excepción a que se alude.

De las constancias de autos, se evidencia que Ricardo

Pablo Oliveri, presenta un cuadro de VIH y le falta el bazo.

Respecto de esa patología, se dejó constancia que no había

iniciado tratamiento alguno y que, a partir de la evaluación

del médico infectólogo del Complejo Penitenciario de la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires, se le indicó el tratamiento

antirretroviral (Cfme. Fs. 6/vta.).

La magistrado, oportunamente, encomendó al Cuerpo

Médico Forense, la confección de un amplio informe médico y

psicológico respecto del encausado, conforme lo establecido en

la ley 24.660 (ver Fs. 10 y 26).

También se requirió la elaboración al Programa de

Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, del

Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, de una entrevista

socio-ambiental en el domicilio del incuso y su hermana, a los

fines del dispositivo electrónico de vigilancia (Cfr. Fs. 26 y

De la reseña elaborada respecto del estado de salud

física, los médicos del Cuerpo Médico Forense de la Corte

Suprema de Justicia de la Nación, concluyeron que la patología

estaba bajo tratamiento médico, y que ello no impedía su

Fecha de firma: 03/05/2018

FSM 67793/2017/17/CA5 (12.640), Carátula: “Incidente Nº

alojamiento en el complejo carcelario, con el estricto

cumplimiento de las indicaciones de los profesionales que lo

asistían (Fs. 6/vta., 19, 20/5 y 37).

Por su parte, la asesora médica, integrante del

Cuerpo de Peritos y Consultores Técnicos de la Defensoría

General de la Nación, María del Pilar Amabile, sostuvo que

Oliveri se encontraba clínicamente compensado, hipotetizando

que debido a sus padecimientos, el ámbito carcelario podía

poner en riesgo su salud, debido a que la facultativa

consideraba que existía la posibilidad de contraer enfermedades

infecciosas, por las características propias de la institución

penitenciaria (ver Fs. 12/14vta.).

El informe socio-ambiental del Programa de Asistencia

de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, estableció, a partir

de los dichos de la hermana de Oliveri, que en el año 2016 se

le había diagnosticado la afección inmunodepresora y que el