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La pegadura por la geometría del agujero ocurre cuando existe conflicto entre la
forma del aparejo de fondo (BHA) y la forma del agujero. El BHA no pasa a través
de esta porción del pozo. Para evitar la pegadura el BHA debe estar en movimiento
en el área donde ocurre el conflicto. En otras palabras, la sarta de perforación debe
estar en movimiento hacia arriba o hacia abajo para evitar que se pegue en alguna
parte del agujero debido a su geometría.
Generalmente no existen restricciones en el área de flujo debido a que el área de
flujo de la sección transversal del anular no ha disminuido. De esta manera, si la
tubería estaba en movimiento antes de pegarse, y no se tiene incremento en la
presión después de haberse pegado, entonces el mecanismo de pegadura probable
es por la geometría del agujero.
A pesar de que la mayoría de las pegaduras de la tubería se deben a un
empacamiento y pegadura por presión diferencial, la geometría del agujero
relacionado a la pegadura continúa siendo un problema serio. En los 1950’s, se
pensaba que los ojos de llave eran la causa principal de las pegaduras de tubería
alrededor del mundo. Con la introducción de la perforación direccional, las
pegaduras empezaron a ocurrir al correr en el agujero un aparejo más rígido que el
utilizado para construir el ángulo. Conforme a perforación direccional evolucionó
para incluir motores de lodo y lingadas de 28 m, la pegadura en micro-severidades
(patas de perro) se ha incrementado.
La relación de las pegaduras por la geometría del agujero se puede dividir en 4
categorías principales:
Patas de perro
Escalones
Formaciones plásticas
Bajo calibre del agujero
Patas de Perro
La mayoría de los problemas con la geometría del
agujero están relacionados con las patas de perro.
Las patas de perro conducen al ojo de llave,
escalones, grandes cargas laterales y torque,
cementaciones pobres alrededor de la tubería de
revestimiento, problemas al correr la tubería de
revestimiento y al tomar registros, fallas en la sarta
de perforación, fallas en el equipo de producción y
desgaste de las tuberías de revestimiento cuando
se perfora. También incrementan el riesgo de pegadura diferencial y empacamiento.
El problema más relacionado con las patas de perro es el ojo de llave, por lo que se
discutirá primero.
Ojos de Llave
La geometría del agujero primeramente relacionada
con los problemas de pegaduras de tubería es el ojo
de llave. El ojo de llave tomó este nombre por la
figura que adquiere el agujero del pozo si hacemos
un corte transversal a este. Al rotar la tubería de
perforación en la pata de perro se genera una ranura
en la formación que es menor que el BHA. Cuando
se saca el BHA del agujero, la tubería de perforación
pasa a través del ojo de llave, pero la parte más
grande del BHA tiende ha acuñarse en la ranura de
diámetro más pequeño y se pega.
Mucho trabajo de investigación relacionado con
problemas de ojos de llave fue realizado en los años
1950s, durante la perforación de pozos verticales
profundos en la cuenca Anadarko. Muchos de estos
pozos excedían los 7,620 m (25,000 pies) TVD. Regularmente tomó más de un año
el perforar estos pozos. Las formaciones eran duras, las barrenas duraban
solamente 8 horas y había viajes frecuentemente. Cualquier pata de perro en la
parte alta del pozo llevó a la sarta de perforación a fallar y a formar ojos de llave.
Por esto, se enfatizó en evitar patas de perro en la parte superior de los pozos.
A medida que la perforación direccional avanzaba en los años 80s, muchos
perforadores exasperados demandaban saber por que a 1° la pata de perro era un
problema en pozos verticales, y por el contrario con ángulos de 90° no se presentan
problemas en pozos horizontales. La respuesta tiene que ver con las condiciones
que se presenten al crear un ojo de llave.
Factores que Inciden en la Formación de Ojos de Llave
Para que se forme un ojo de llave, se debe rotar la tubería con suficiente carga
lateral contra la pata de perro durante un tiempo considerable para que se desarrolle
el ojo de llave (Fig. 10-3). Por lo tanto estas presentan cuatro condiciones:
Debe existir una pata de perro para que el “ojo de llave” sea creado en ella
Una carga lateral suficiente al rotar la tubería contra la formación
La tubería debe estar rotando para cortar el ojo de llave
La tubería debe rotar un tiempo suficiente largo para cortar en ojo de llave en
la formación
Factores que inciden en la formación de ojos de llave
Los cuatros factores que afectan la formación de
ojos de llave son: la severidad de la pata de perro,
la tensión en la tubería, la rotación de la tubería y el
tiempo de rotación.
Los cuatro factores deben de estar presentes para
formar ojos de llave.
Un incremento en cualquier de estos factores
incrementaría la tendencia de la formación de ojos
de llave
Cada una de estas cuatro condiciones deberá cumplirse para que se forme un ojo
de llave. Si una de estas no se presenta, el ojo de llave no se puede formar. El
tiempo requerido para formar un ojo de llave depende de que tan dura sea la
formación. Los ojos de llave se pueden formar en material extremadamente duro si
se hace por suficiente tiempo y con suficiente carga lateral. Se requiere menos
tiempo en formaciones suaves o si las otras tres condiciones son más extremas.
La carga lateral es un factor importante. Las
tuberías mas duras son forzadas contra la
formación y la formación del ojo de llave
puede generarse mas rápido. La carga
lateral depende de la pata de perro. Entre
más grande es la pata de perro, mayor es la
carga lateral. La carga lateral también
depende de la tensión que hay en la sarta,
esto explica el porqué las patas de perro son
más dañinas en la parte superior de pozos.
Los pozos verticales profundos también tienden a requerir de BHA pesados. La
rotación de la sarta en el fondo con un BHA grande incrementa enormemente la
carga lateral contra la pata de perro. Esto se considera una práctica no
recomendada en pozos verticales profundos.
Una pata de perro severa en el agujero es una combinación desastrosa cuando se
perforan pozos profundos verticales. Sin embargo cuando se perforan pozos
horizontales se puede construir una pata de perro mayor y rotar la tubería a través
de esta, pero sin crear ojos de llave problemáticos. Esto es porque no hay una gran
carga lateral a través de la pata de perro. La carga lateral viene de la tensión. La
sarta de perforación esta normalmente en compresión mientras se rota a través de
la pata de perro en el fondo del pozo. Si creamos un ojo de llave este será en el
lado de abajo de la pata de perro. Cuando levantamos la sarta esta queda en
tensión, la tubería se moverá fuera del ojo de llave hacia el lado alto del agujero
En nuestros días hay menos pegaduras en ojos de llave que en los años 50´s y 60´s
debido a que existen BHA’s más cortos y mejores herramientas direccionales. Ahora
las patas de perro en general son menos severas que las encontradas en el pasado
y los BHA cortos generan menos carga al gancho y por lo tanto menor carga lateral
contra las patas de perro. También se perfora cada sección con menos horas de
rotación debido a la tecnología mejorada. Con barrenas de mayor duración además
de realizan menos viajes.
Cuando Podemos Tener Ojos de Llaves
Se pueden esperar ojos de llaves cuando hay una
mayor carga lateral y largas horas de rotación
contra la pata de perro o escalones. Una carga
lateral alta existe cuando hay patas de perro
pronunciadas cerca de la superficie y BHA´s
grandes. La rotación en el fondo crea mayor
tensión a través de la pata de perro. Si rotamos en
el fondo por un periodo de tiempo grande,
debemos estar alerta por la posible creación de
ojos de llave.
Un agujero que atraviesa formaciones duras y
suaves intercaladas es factible la creación de ojos
de llave. Las intercalaciones de capas conducen a
patas de perro o escalones en las que pueden
formarse ojos de llave. El ensanchamiento del agujero puede poner a descubierto
escalones donde un ojo de llave se puede formar. Intercalaciones, aun en ligeras
patas de perro, conducen a zonas lavadas que exponen escalones duros que
pueden causar los ojos de llave.
Señales de Alerta para Ojos de Llave
Las señales de alerta para ojos de llave incluyen las condiciones que las originan.
Si existen patas de perro, cargas laterales y largas horas a rotación, entonces
estamos advertidos de que puede existir un ojo de llave. Las tendencias de
perforación que nos alertan de la formación de patas de perro incluyen:
Incremento en el torque y arrastre durante el viaje o perforando.
Arrastre cíclico durante el viaje. Puede
haber un punto de jalón máximo, a medida
que las juntas de tuberías son jaladas a
través de un ojo de llave. Pequeños ojos de
llaves se forman a través de escalones
duros proveen un claro punto de sobre
jalón cada 9 m (30 pies). Ojos de llaves
mayores formados a través de patas de
perro graduales pueden aún provocar
patrones de arrastre cíclico, pero no
siempre serán tan obvios. Varias juntas de
tubería estarán a lo largo del ojo de llave al
mismo tiempo. Y aún el arrastre podrá ser mayor en una sección del ojo de
llave que envíe una señal cada 9 m (30 pies). O puede haber alguna
fluctuación en el arrastre conforme al número total de juntas fluctúa en el ojo
de llave.
Una “señal” tradicional en la tendencia ojos
de llave es un incremento progresivo en el
sobrejalón en viajes subsecuentes a través
de la misma sección del agujero1. Se
espera observar un decremento en el
arrastre, no un incremento en viajes
subsecuentes debido al ensanchamiento
del agujero. Pero si se ha creado un ojo de
llave, el arrastre tiende a incrementar
porque el ojo de llave será más profundo
en cada viaje. Nótese que ahora no se hacen tantos viajes entre una tubería
de revestimiento y otra como en el pasado, por lo que no tenemos el lujo de
ser advertidos por esta tendencia. Cuando se realizan múltiples viajes esta
tendencia debe ser monitoreada.
Muchos perforadores han sido sorprendidos al atorarse en un ojo de llave a pesar
de haber estado alerta de la tendencia mientras realizaban los viajes. En la mayoría
de los pozos, se observaron varios ciclos altos de sobrejalón mientras se sacaba la
tubería del pozo, pero con movimiento hacia abajo fue posible liberar la tubería. Las
juntas de tubería eventualmente ensanchan el ojo de llave, causando una reducción
en el sobrejalón y un falso sentimiento de que el problema sea eliminado. Cuando
los lastrabarrenas alcanzan el ojo de llave, quedan atorados y no pueden ser
liberados con el movimiento hacia abajo.