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Estamos festejando el cumpleaños de un sueño que se

hizo proyecto editorial: La colección Un libro por centavos;


un ambicioso deseo que se volvió propósito colectivo
para remediar un vacío notorio en el mundo librero.

Esta iniciativa quinceañera trasciende el ámbito nacional


e iberoamericano y se encuentra en las bibliotecas de las
universidades de Stanford, Harvard, Yale y del Congreso
de los Estados Unidos, así como en las casas de cultu-
ra, cárceles, eventos culturales y literarios, bibliotecas
de universidades, colegios y escuelas de municipios y
corregimientos de todo el país.

En el Caguán, gracias a la complicidad de fundaciones


como La Casita de los sueños y el Círculo de lectura
infantil y juvenil, fundado por la congregación religiosa
de La Consolata, el Externado de Colombia ha hecho
presencia a través de la colección en escuelas de zonas ve-
redales, a cuyos estudiantes invitamos a ilustrar algunos
de los poemas de esta antología n.° 150, Poesía colombiana
para niños, dedicada a la familia como eje de la sociedad.

John Fitzgerald Torres, poeta de la colección, quien estu-


vo a cargo del cuidado y selección de los textos, dice que
esta antología: “ofrece una panorámica literariamente
comprometida, porque escribir para niños es una de las
labores literarias de mayor exigencia y de la más alta
responsabilidad”.
Selección y cuidado de
John Fitzgerald Torres

N.º 150
Diana Carolina Sánchez Pinzón

Poesía colombiana
para niños
Antología

universidad externado de colombia


d e c a n at u r a c u lt u r a l
2018
isbn 978-958-772-

© Universidad Externado de Colombia, 2018


Calle 12 n.º 1-17 este, Bogotá - Colombia
Tel. (57 1) 342 0288
dextensionc@uexternado.edu.co
www.uexternado.edu.co

Primera edición
Octubre de 2018

Imagen de carátula
Luisa Rivera

Diseño de carátula y composición


Departamento de Publicaciones y la colaboración
de niños de instituciones educativas del Caquetá

Impresión y encuadernación
Editorial Nomos S.A.

Impreso en Colombia
Printed in Colombia

Consulte nuestros poemarios publicados durante 15 años en:


www.uexternado.edu.co/unlibroporcentavos
Universidad Externado de Colombia

Juan Carlos Henao


Rector

Miguel Méndez Camacho


Decano Cultural

Clara Mercedes Arango


Coordinadora General
Luisa Rivera es una artista e ilustradora chilena que actualmente
reside en Londres. Ha publicado cinco libros ilustrados, inclu-
yendo la edición aniversario de Cien años de soledad por Penguin
Random House Grupo Editorial en 2017, y ha trabajado con
clientes como The New York Times, O The Oprah Magazine, Lu-
men, Variety, Air Canada, Oxford American, Reservoir Books,
entre otros. Además, su trabajo ha sido exhibido y seleccionado
por publicaciones tales como Latin American Illustration, Creative
Quarterly, Diccionario de Ilustradores Iberoamericanos, y 3x3 The
Magazine of Contemporary Illustration.
contenido

Rafael Pombo
Perico Zanquituerto [10], El ciego [12]
Víctor Eduardo Caro
La gallina Nicaragua [14], El lavadero de las hadas [18]
Carlos Castro Saavedra
Los dos caballos [20], El arbolito verde [21]
Fanny Osorio
Cancioncilla [25]
Jairo Aníbal Niño
Tres gatos atigrados [29], El día es lindo [30],
Es tan azul tu sombra [30]
José Luis Díaz-Granados
Sebastián este es el cuento… [32],
Sinforoso abre una puerta [36]
Celso Román
Valentina [38], María José [39], Natalia [40],
Carlitos [41], Señor burrito [42]
Jairo Ojeda
IIIIIIIIIIIIiiiiiiiiiiii… [45], El parque y las sombras [47]
Gloria Cecilia Díaz
La escoba traviesa [49], Transformación [50],
Una rana [51], El cielo claro [53], ¿Por qué lloras? [54]
María Elena Quintero
Don Sol [56], Son del zapato [56]
Irene Vasco
Brebaje mágico para todo uso [60],
Poderoso sortilegio para desaparecer [60],
Sortilegio para liberarse de la sopa [61],
Sortilegio para que no haya colegio [62],
Un solo conjuro para muchos males [62],
Hechizo para deshechizarse [63]
Clarisa Ruiz
Mefistófeles [65], Acuarela [67], Madriguera [67]
Yolanda Reyes
Balada del fondo del mar [69], Fantasmería [73],
Abracadabra [74], Receta para dormir [75]
Hernán Vargascarreño
Trenes infantiles [77], Inventando palabras [80]
Claramercedes Arango
Mi gato [82], El abuelo Iván [83],
Papel hecho poema [84]
Luisa Noguera Arrieta
Navidad [87], Bailarina [89], Hoy [90], El trato [91]
John Fitzgerald Torres
Monstruos de noche [95], Mi vecindario [97],
La voz de la experiencia [98], Canción de la TV [99]
Francisco Montaña
Escogiste ser serpiente [103], Es color esmeralda [103],
Instrucciones para despertar una mariposa [104],
No tienes que cambiar [105]
Palabras para los “niños” lectores [106]
Palabras para los “adultos” lectores [107]
Rafael Pombo
(1833-1912) Poeta, dramaturgo, traductor y periodista.
Considerado el maestro de la literatura infantil colombiana.
Compuso más de 200 fábulas y fue coronado poeta nacio-
nal en 1905. Libros suyos son: Fábulas y verdades, Cuentos
pintados, Cuentos morales para niños formales, Diario de mil
curiosidades, Método objetivo o cartilla imaginaria, Nuevo método
de lectura, entre otros.
10 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

perico zanquituerto

Perico Zanquituerto
se huyó con un dedal,
y su abuelita Marta
no lo pudo alcanzar.

Él corre como un perro


y ella como un costal,
y apenas con la vista
persigue al perillán.

Bien pronto se tropieza,


da media vuelta y cae,
y ella le dijo: “Toma
¿Quién te mandó robar?”.

Con un palo a dos manos


lo iba alcanzando ya
cuando siguió Perico
corriendo más y más.

De un cubo de hojalata
hizo luego un tambor,
de un huso viejo, espada,
y del dedal, chacó;

Y al verse hecho un soldado


exclama: “¡Caracol!
Ni un escuadrón de abuelas
me hará temblar desde hoy”.
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Yeraldin Zárate Teleche, 7 años – Grado 2.º
Ilustración: “Perico Zanquituerto”
12 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Un ganso en ese instante


el pescuezo estiró
diciéndole: “¡Amigote!
¿Qué tal? clí, clí, ció, cló”.

Ahí sí se echó de espaldas


el vándalo feroz
clamando: “¡Auxilio, auxilio!
¡Que me traga este león!”.

el ciego

En noche muy oscura


Iba un ciego con una
linterna en la mano,
y alguien pasa y murmura:
“¡Vaya un tonto! ¿De qué
le sirve eso, paisano?”.

Y respondióle: “Amigo,
para que otro más sabio
no choque conmigo”.
Víctor Eduardo Caro
(1877-1944) Poeta, editor, periodista y educador. Fundó una
de las pocas revistas colombianas para niños: Chanchito,
que alcanzó 66 números misceláneos. Dirigió el periódico
Santafé y Bogotá. Entre sus libros están A la sombra del alero,
Sonetos colombianos, Chanchito y las aventuras de Tío Conejo,
Los números: su historia, sus propiedades, sus mentiras y verdades.
14 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

la gallina nicaragua

La gallina Nicaragua
puso un huevo en el alar,
puso dos y tres y cuatro,
cinco y seis, y mucho más.

Cada día muy temprano,


con su alegre cloá, cloá, cloá,
anunciaba un blanco huevo,
delicioso al paladar.

La gallina era pequeña,


pero linda de verdad,
y gozaba con sus prendas
del cariño general.

La muy boba, una mañana,


por consejos de un turpial,
cacareó su independencia
y ya no quiso trabajar.

“¿Quieren huevos? ¡Que los compren


o los manden fabricar!
¡Dueña soy de divertirme
y de hacer mi voluntad!”

El cojito Juan Antonio,


cuidandero del corral,
al oír estas razones,
le repuso: “Bien está”.
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Darwin Alexis Olaya Silva, 9 años – Grado 2.º
Ilustración: “La gallina Nicaragua”
16 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

“Con la plata que a tu buche


hecha granza va a parar,
mercaremos un huevito,
dos y tres y muchos más”.

Con el pico entre las plumas,


bajo el techo familiar,
la gallina Nicaragua
esa noche durmió mal.

¿Le pasó por la cabeza


que debemos trabajar
y ayudarnos mutuamente
para que haya dicha y paz?

¿Con temor miró adelante


recordando lo de atrás?
Francamente, yo no sé,
lo que piensa un animal.

El hecho es que al otro día,


tempranito y muy formal,
la gallina Nicaragua
puso un huevo en el alar.
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Balsillas,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Marbel Andrea Ortiz, 11 años – Grado 6.º
Ilustración: “El lavadero de las hadas”
18 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

el lavadero de las hadas

Rayando la aurora salí de mi casa


y vi que en las cercas y arbustos en flor
las ropas que habían lavado las hadas
estaban secándose al sol.

Vi tenues encajes y diáfanas gasas


con miles de perlas de inmenso valor
volví al mediodía, mas ya no hallé nada
de tanta riqueza y primor.

Mi abuelita dice: “Son telas de arañas”


telas de las hadas yo digo que son…
Hemos apostado. Veremos mañana
quién tiene razón de los dos.
Carlos Castro Saavedra
(1924-1989) Poeta y periodista de hondo compromiso social.
Autor de numerosos libros para niños, publicó entre otros:
Canciones infantiles, Donde canta la rana, Jugando con el gato,
El libro de los niños y Matrimonio de gatos. También publicó
la novela Adán Ceniza.
20 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

los dos caballos

Un día dos caballos


cansados de viajar,
se quedaron dormidos
a la orilla del mar.

Las olas comenzaron


a cubrirlos de sal,
y los pobres caballos
no podían nadar.

El viento sacudía
sus crines al pasar,
y los peces de plata
pusiéronse a llorar.

No los dejaba el agua


siquiera respirar,
y la espuma en su pecho
los iba a sepultar.

Parecía que el cielo


se iba a derrumbar
y que nadie en el mundo
los podría salvar.
Colección Un libro por centavos 21

De pronto comenzaron
los dos a parpadear,
y fuéronse volviendo
caballitos de mar.

Y las olas azules


que los iban a ahogar,
con los niños del mundo
pusiéronse a bailar.

Esta pequeña historia


no se puede olvidar,
y en vez de ser contada
se debería cantar.

el arbolito verde

En el patio de mi casa
hay un arbolito verde,
que todo el día se mira
en el agua de una fuente.

Por la noche mi arbolito


entre la sombra se pierde,
pero una estrella dorada
le nace sobre la frente.
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Paula Alejandra Gutiérrez Sánchez, 8 años – Grado 2.º
Ilustración: “El arbolito verde”
Colección Un libro por centavos 23

Con el viento y con la lluvia


baila mi arbolito verde,
en el invierno mojado
y en verano caliente.

No habían visto mis ojos


arbolito más alegre,
ni más bueno con los pájaros,
ni más dulce con la gente.

Es tan bello mi arbolito


y tan feliz y tan verde,
que las hormigas lo besan
con sus boquitas ardientes.

Si no me ha oído Santiago
y Pablito no comprende,
voy a comenzar de nuevo
este poema inocente.

En el patio de mi casa
hay un arbolito verde,
que todo el día se mira
en el agua de una fuente…
Fanny Osorio
(1926-1988) Poeta, narradora y periodista. Entre sus libros
de cuentos están Copito de canela, Llanto en el bosque, Cuentos
infantiles y Milagro de navidad. En poesía publicó entre otros:
El niño que mató a la muerte, Nocturno del gamín, La cruz de
mayo, Escarabajo y El pastorcito que soñó ser rey.
Colección Un libro por centavos 25

cancioncilla

Doña Caracola
y don Caracol
toman en la playa
un baño de sol.

Su bella casita
de nácar y sal
parece un anturio
de rosa y coral.

Están fatigados
de tanto viajar;
los trajo a la orilla
la mano del mar.

Conocen la historia
de los marineros
hablan con los peces
y con los luceros.
Institución Educativa Rural Arenoso, San Vicente del Caguán,
Caquetá. Profesora: Doris Amparo Escudero
Nikolas Virgües, 7 años – Grado 2.º
Ilustración “Cancioncilla”
Jairo Aníbal Niño
(1941-2010) Narrador, dramaturgo y poeta. Entre sus nume-
rosos libros para niños se cuentan Zoro, De las alas caracolí,
Dalia y Zazir, Los papeles de Miguela, Aviador Santiago, Fútbol,
goles y girasoles y Preguntario. Dos de los poemas incluidos
proceden del libro La alegría de querer y su publicación fue
autorizada por Panamericana Editorial.
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Balsillas,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Yenli Patricia Vela, 15 años – Grado 10.º
Ilustración: “Tres gatos atigrados”
Colección Un libro por centavos 29

tres gatos atigrados

Tres gatos atigrados


hicieron su casa
en un zapato morado.

El zapato era el palacio


de un pie aterciopelado
de la princesa china
que inventó los helados.

La princesa viajaba mucho


y con ella su pie
y con su pie el zapato
y con el zapato morado
los tres gatos aterciopelados.

Y se puede pensar
que el pie aprisionaba
a los tres gatos atigrados,
pero no fue así
ya que todo era un sueño
de aquel zapato morado
que era el palacio
de un pie aterciopelado
de la princesa china
que inventó los helados.
30 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

el día es lindo

El día es lindo
y desde que amaneció
no ha hecho más que crecer
como si fuera un árbol,
y tiene a esta hora
una rama que canta como un pájaro
y una fruta que vuela en forma de avión
y un perfume que trepa en forma de sol.
El día es lindo
porque todavía no sabe
que a ti te cambiaron de colegio.

es tan azul tu sombra

Es tan azul tu sombra


que te sigo paso a paso
sin ninguna otra intención
que la de poner a navegar
sobre tu sombra azul
a mis barquitos de papel.
José Luis Díaz Granados
(1946) Poeta, narrador y periodista. Entre sus libros para
niños más conocidos están: Juegos y versos diversos, Cuentos y
leyendas de Colombia, Mitos colombianos, El zoológico insólito,
Sebastián y Alejandra van de excursión, El hombre caimán y otros
cuentos colombianos y Felipe en vacaciones.
32 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

sebastián, este es el cuento...


 
1
Sebastián, este es el cuento
de un gallo con una pata
de caballo, y de una gata
con orejas de jumento.
¿Otra vez te cuento el cuento?
Sebastián, había una vez
un gallo, pero al revés,
un caballo con un pico
y un girasol con hocico...
¿Te cuento el cuento otra vez?
 
2
Bueno, ocurrió que en un huevo
dormía feliz un gusano
hasta que llegó un enano
y dijo: “yo me lo llevo...”
¿Te cuento el cuento de nuevo?
Un gusanito dormía
dentro de un huevo, mi tía
lo regaló a un enanito
y este se comió el huevito.
¿Te cuento el cuento otro día?
 
Colección Un libro por centavos 33

3
Resulta que una vez hubo
un rey peludo y muy viejo,
tenía patas de cangrejo
y vivía dentro de un cubo.
Nunca riquezas él tuvo,
pero tenía una manzana
donde habitaba una rana
que le preparaba el pan...
Este cuento, Sebastián,
te lo contaré mañana...
 
4
Y te cuento la aventura
de una lechuza amarilla
que una vez de una bombilla
se enamoró con locura.
Tomó un frasco de pintura
y al espejo, con afán,
se vio como un tulipán
toda roja refulgente...
¿Tú quieres que te lo cuente
hoy de nuevo, Sebastián?
 
5
Una lechuza amarilla
siempre en la noche despierta
descubrió que en una puerta
se encendía una bombilla.
¿Te gusta la fabulilla?
34 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Pues bien, la pobre lechuza,


enamorada y confusa,
alimentando su antojo
se pintó toda de rojo:
parecía una caperuza...
 
6
La bombilla no entendía
por qué la triste lechuza 
cambiaba su tez gamuza
por una roja sandía.
Bella no le parecía
cuando de nuevo la vio,
pues una guerra entrevió
contra la naturaleza,
entonces con gran tristeza
la bombilla se apagó.
 
7
Olvidaba relatarte,
mi querido Sebastián,
el cuento del alacrán
que con rebuscado arte
emponzoñó en mala parte
con sus pinzas a un ratón:
clavó duro el aguijón
al ratón fuerte y obeso,
pero este con un gran queso
arrinconó al escorpión.
Colección Un libro por centavos 35

8
Si te lo cuento otra vez
lo disfrutarás mejor,
pues el cuento del roedor
y el alacrán, como ves,
al derecho y al revés
es lección con moraleja
y para aquel que se queja
porque se ve acorralado,
se le enseña que a su lado
siempre hay quien lo proteja.
 
9
¿Otro cuento? No sé más...
Ah, sí, Sebastián, hay otro
sobre la vida de un potro
que se llamaba Jonás,
que bailaba y que además
quería leer y escribir
y le gustaba reír
con su aspecto carilargo...
Pero es un cuento muy largo
y ya es hora de dormir...
36 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

sinforoso abre una puerta


 
Sinforoso abre una puerta,
De la puerta sale un oso,
El oso tiene un rubí,
Dentro del rubí hay un pozo,
En el pozo hay un espejo,
En el espejo hay un gnomo,
El gnomo tiene un conejo,
El conejo me da un 8,
El 8 es la lotería,
La lotería me da oro,
Con el oro compro un barco,
En el barco voy a Oporto,
En Oporto bebo vino,
Con el vino me emborracho,
Me emborracho con el vino,
Con el vino bebo Oporto,
Con Oporto voy al barco,
En el barco compro el oro,
El oro es la lotería
Y la lotería es el 8,
El 8 me da un conejo,
El conejo tiene un gnomo,
En el gnomo hay un espejo,
En el espejo hay un pozo,
El pozo tiene un rubí,
Dentro del rubí hay un oso,
Del oso sale una puerta
Que la cierra Sinforoso.
Celso Román
(1947) Médico Veterinario y Maestro en Bellas Artes de la
Universidad Nacional. Galardonado con varios premios
nacionales e internacionales como el ENKA de Literatura
Infantil, el Netzahualcóyotl, de Méjico, y el premio Lati-
noamericano Norma-Fundalectura. Becario Fullbright y
del Taller Internacional de Escritores de la Universidad de
Iowa. Sus publicaciones para niños, jóvenes y adultos se
acercan a los 60 títulos.
38 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

valentina

Valentina
tenía un ángel
sentadito
al borde
de la cunita.
Una estrella
la cuidaba
en la esquina
de su ventana.
Y un lucero
la llevaba
de la mano
de la luna.
Valentina
despertaba
y en su carita
brillaban
un lucero,
una estrella,
una luna
y la sonrisa
del ángel
que la cuidaba.
Colección Un libro por centavos 39

maría josé

María José
tiene, yo lo sé,
un lunar
en la frente
y en su risa
tiene ríos
que la llenan
de alegría.
Cuando sueña,
es la dueña
de las nubes,
las palomas,
y los gorriones
que la invitan
a volar y navegar.
María José
vive, yo doy fe,
con un jardín
en el corazón
y cada noche
visita el país
de los colores.
40 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

natalia

Natalia tiene
en su pelo
pececitos
de colores.
Si Natalia
va al mar
el cardumen
de su cabeza
con las olas
viene y va.
Ella juega
con las olas
con la espuma
y con la sal.
Sus amigos,
los corales,
las tortugas
de carey
y también
las caracolas
la llaman
niña marina.
Colección Un libro por centavos 41

carlitos

Este niño
tiene un triciclo
que lo lleva
hasta las nubes.
Este aparato
sin duda es
mágico,
porque lo lleva
desde el parque
hasta Méjico.
Tiene ruedas
hechas de luz,
un manubrio
de luceros,
los pedales
son estrellas,
usa el sol
como un farol
y la luna
es la bandera
de su triciclo
de amor.
42 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

señor burrito

Señor Burrito
se puso
las gafas,
se sentó
en la butaca
y abrió
su periódico.
“Qué idioma
tan raro”
se dijo
extrañado,
“Yo, que soy
tan sabio…
¡y no puedo
entender!”
Y lo que pasaba,
era que tenía
¡el papel
al revés!
Colección Un libro por centavos 43

Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,


San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Santiago Andrade Ortiz, 10 años – Grado 5.º
Ilustración: “Señor burrito”
Jairo Ojeda
(1948) Compositor, músico y poeta. Pionero de la música
infantil en Colombia. Gran parte de su trabajo se reúne en
el disco Todos podemos cantar. Los poemas incluidos en la pre-
sente antología proceden del libro Cantos de la noche oscura y
su publicación fue autorizada por Panamericana Editorial.
Colección Un libro por centavos 45

iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…

Ese pequeño, tan pequeñísimo,


tan diminuto y fragilísimo,
¿de dónde saca esa voz de violín
tan violintísimo?
En dónde tiene, si es que tiene,
me pregunto,
el cerebrísimo,
para jugar a voluntad
con mis deseos de descansar,
con mis deseos de dormir en paz?

No es sino que apague la luz


y el diminuto, diminutísimo
como un niñísimo
a esas horas, precisamente,
quiere jugar.

¿Cómo se orienta en la oscuridad?


¿Es que además tiene radar?
Canta, vuela, gira, se va y regresa,
sube, baja
quieto en el aire
hace piruetas.
46 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Luego aterriza, sin darme cuenta,


en mis narices, en mis orejas
y me repite su cantaleta
Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…

Yo me despierto.
La luz enciendo.
Y el cruel se esconde,
se queda quieto.
guarda silencio,
espera atento
a que otra vez vuelva
…la oscuridad.

Señores,
yo les pregunto
si este minúsculo
hijo de Drácula,
trasnochador,
tienen cerebro para jugar,
para cantar, para volar
¿por qué nosotros
tan grandulófonos
no somos capaces
de vivir en paz?
Colección Un libro por centavos 47

el parque y las sombras

¿Quiénes son, quiénes serán, de dónde vienen,


para dónde van?
Nadie los ve, nadie los cree, pero ahí están.

La soledad del parque, naciendo entre la noche,


se llena de misterio, de pasos y de voces.
Alguien juega en las ramas de un árbol que se duerme,
otros tiran piedras al agua de la fuente.
La estatua del guerrero, cuando nadie la mira,
afloja su figura, bosteza y se estira.
Un duende sombrerón conversa en las esquinas.
Con pedazos de sueño dejados por el día,
Lee los papelitos tirados en la vía: citas de amor,
cuentas de cobro, alguien reclama un beso,
una canción de amor.

Esto usted no lo sabe, esto usted no lo cree


aunque yo se lo cuente.
Esto usted no lo siente,
porque a estas horas, afortunadamente,
a estas horas, precisamente…
usted duerme.
Gloria Cecilia Díaz
(1951) Poeta y narradora. Doctora en literatura. Recibió en
1984 el premio Barco de Vapor por El valle de los cocuyos y
en 2006 el Premio Iberoamericano de Literatura Infantil
y Juvenil. También es autora de La bruja de la montaña, El
sol de los venados, La otra cara del sol y Óyeme con los ojos. Los
poemas incluidos son de El árbol que arrulla y su publicación
fue autorizada por Panamericana Editorial.
Colección Un libro por centavos 49

la escoba traviesa

La brujita llora,
llora sin consuelo.
Su escoba se ha ido
detrás de un lucero.

Los pájaros vienen,


le ofrecen sus alas;
el río, su espuma;
las estrellas, sus galas.

La luna redonda
le brinda su luz,
el viento sus vuelos,
la noche su tul.

La bruja no quiere
tanta maravilla,
le bastan su escoba
y el cielo que brilla.

Escoba traviesa
regresa ligero,
tu dueña está triste,
cura su desvelo.
50 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

La escoba regresa
bien iluminada,
de luz de lucero
todita bañada.

La brujita ríe
ríe de contento
y juntas se van
por el firmamento.

transformación

Una nube
es un rompecabezas
volador,
que se convierte
en grillo,
en pájaro
o en flor.
Colección Un libro por centavos 51

una rana

Una ranita inconforme,


aburrida de ser verde,
en pato se convirtió.

Pero pronto, sin saberlo,


se aburrió de su plumaje
y a ser gatica pasó.

Corría por los tejados,


pero en vez de decir ¡miau!
siempre decía ¡cro, cro!

Y la ranita inconforme
decidió volverse vaca
y a los campos se lanzó.

Pero su lengua trabada


cuando quería decir ¡muu!
solo decía ¡cro, cro!

Se volvió caballo, yegua,


pajarillo y hasta gallina,
diciendo siempre ¡cro, cro!
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Kenia D.D.A., Grado 5.º
Ilustración: “Una rana”
Colección Un libro por centavos 53

Aburrida de las burlas,


extrañando su laguna,
a sus hermanas y a la Luna,
a ser rana regresó.

Su ¡cro, cro! lo oyó más lindo,


vio la laguna brillante,
pero pensó la tunante:
¡Qué bueno ser elefante!

el cielo claro

En el verano
cielo sin nubes,
azul clarito,
cielo infinito.

En el invierno
cielo con nubes,
gris, desolado,
cielo nublado.

Cielo, cielito,
cielo azulado
me gustas siempre
bien despejado.
54 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

¿por qué lloras?


¿Quieres un gorrión?
¿Una serpentina?
¿Un rayo de sol?

¿Una mariposa?
¿Un lirio?
¿Un turrón?

¿Por qué tanto llanto?


¿Quieres un bombón?
María Elena Quintero
(1951) Poeta y pedagoga. Entre sus libros están Puertos,
Aprendiz de maga, La banda de las chicharras, Polla pochola,
Cumpledías y La lora Loreta.
56 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

don sol

Con un sombrero
de mariposas
iba don Sol a salir
en lindo coche
de girasoles
a despertar a las coles
y a las matas del jardín.
Pero una nube reloca
se metió por el motor
y solo pudo el señor
hacer llover
todo el día
sobre el verde que tenían
mis lindas hojas de col.

el son del zapato

Este es el son
del zapato
que está triste
en un rincón
porque le duele
la suela,
la puntera
y el tacón.
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Geiner Cortéz Sánchez, 12 años – Grado 5.º
Ilustración: “El son del zapato”
58 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Este es el son
del zapato
que del camino llegó
lleno de arena
y de agua
que por un roto le entró.
Oye, zapato sin punta,
buen zapato sin talón,
¿dónde estará tu camino,
dónde quedó tu color?
Irene Vasco
(1952) Narradora y promotora de lectura y escritura. Ha
publicado Como todos los días, Sin pies ni cabeza, El dedo de
Estefanía, No te vayas a aburrir, Don Salomón y la peluquera,
Las sombras de la escalera, Cambio de voz, Letras al carbón y
Abril celeste y el acertijo de la sopa verde, entre muchos otros.
Los poemas incluidos proceden de Conjuros y Sortilegios y
su publicación fue autorizada por Panamericana Editorial.
60 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

brebaje mágico para todo uso

En un gran caldero, picados o enteros,


se echan dos tomates y dos disparates,
tres kilos de sal y uno de cristal,
un poco de niebla y otro de pimienta,
dos tazas de hiedra y un kilo de piedra.

Todo esto se bate, se echa otro tomate,


si le falta sal, se agrega al final, si no
queda bueno, se le agrega un trueno,
y si ya está listo, se agrega un pellizco.

No hay que cocinar ni tampoco hornear.


En cualquier lugar o necesidad,
se toma una gota
y el resto…
se bota.

poderoso sortilegio para desaparecer

Si quieres ser invisible,


no creas que es imposible.
Sobre tres telas de la misma araña
se colocan siete pestañas,
se agita un enorme pañuelo
y se dice con voz de trueno:
Colección Un libro por centavos 61

trueque pereque
mírete florete

Agita de nuevo
el enorme pañuelo
y en voz bien bajita
repite al revés:

ESTE LAGARTIJO ES UN ENREDIJO


Y POR ESTA VEZ, YA NO ME VES

sortilegio para liberarse de la sopa

Si no te antoja un día la sopa,


recita este verso
antes del almuerzo:

EN EL NORTE HAY CHOCOLATES


EN EL OESTE HAY HELADOS,
EN EL SUR HAY CARAMELOS,
HAY POSTRES POR TODOS LADOS.

DUENDE CHICLE, DUENDE CHICLE,


CON TU VARITA DE MIEL
CAMBIA PRONTO ESTA SOPA
Y DÉJAME UN PASTEL.
62 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

sortilegio para que no haya colegio

Se recita este presagio


y se repite hasta el cansancio:

QUE MAÑANA NO HAYA COLEGIO


QUE MAÑANA NO HAYA COLEGIO
QUE MAÑANA NO HAYA COLEGIO
QUE MAÑANA NO HAYA COLEGIO
QUE MAÑANA…

Al decir este sortilegio, se cruzan los dedos índice


y corazón de las dos manos.
Es necesario concentrarse intensamente en las
palabras mágicas.
No siempre funcionan.

un solo conjuro para muchos males

Agua de panela
para el dolor de muela.

Agua de limón
cura el corazón.

Agua de cereza
si te duele la cabeza
Colección Un libro por centavos 63

Para evitar el catarro


prueba un masaje de barro.

Jarabe de granadilla
te sanará la rodilla.

Un poco de ajonjolí
siempre es bueno para ti.

hechizo para deshechizarse

Si un día pierdes el juicio


a causa de un maleficio,
a nadie pidas permiso
para invocar este hechizo:

POLVO DE ESTRELLAS
ESPUMA DE MAR
VIENTOS POLARES
AURORA BOREAL

Si dices estas sandeces


y las repites mil veces,
es posible que en un mes…
te sientas bien otra vez…
¡Tal vez!
Clarisa Ruiz
(1955) Poeta y promotora de artes y cultura. Ha publicado
entre otros: Trabalalengua Lengualatraba (Premio ACLIJ),
Palabras que me gustan, El cartero enamorado, La voz de los
hermanos mayores, Moniya Amena y Sardinos, colección de
colombianismos. Y en coautoría los títulos El libro de los días,
La voz del Jaguar, Una noche en el tejado y Los días del año son.
Colección Un libro por centavos 65

mefistófeles

Escuchen sus pasos en el tejado,


cierren la puerta con el candado,
no tengan pena del despiadado,
no caiga nadie por descuidado.

De cuerpo negro lleno de pulgas,


un ojo tuerto y uñas filudas
es confianzudo si lo saludas
y se hace el santo por si las dudas.

Nombre de diablo tiene este gato


que es el tormento del vecindario;
gato malvado y mal educado
es Mefistófeles, ¡zape de aquí!
66 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Balsillas,


San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Fredy Pardo Ruiz, Grado 11.º
Ilustración: “Acuarela”
Colección Un libro por centavos 67

acuarela

A trapados en la
C aja de acuarela,
U n cielo, el sol,
A rboles,
R osas,
E l camino hacia la casa,
L a nube que viene y pasa, y el
A rco iris.

madriguera

Pequeña, una bolsita,


la madriguera
en lo profundo escondida,
da la penumbra y el aire tibio
para que al arrullo de la tierra
sueñen los críos.

Afuera la noche, fría y fosforescente,


y la sombra de alguien feroz.
Afuera, que vuelvan pronto,
la madre y el padre corren,
hacen visitas, buscan el pan,
mientras suspira la madriguera.

Y están todos, desayunados y perezosos,


cuando se filtra en la madriguera
el polvoriento brillo del Sol.
Yolanda Reyes
(1959) Narradora, poeta, periodista, editora y educadora.
Entre sus libros tenemos El terror de sexto B, María de los
Dinosaurios, Los agujeros negros, Cucú, Ernestina la gallina, Mi
mascota, Un cuento que no es invento y Examen de miedo. Para
jóvenes ha publicado: Los años terribles, Una cama para tres,
El libro que canta y Volar, entre otros.
Colección Un libro por centavos 69

balada del fondo del mar

No hay silencio profundo


en el fondo del mar
las criaturas marinas
parlotean sin cesar.

Imagina una selva


con su ruido animal,
imagínate el caos
de una inmensa ciudad.

Las ballenas ensayan


sus canciones de amor,
sus lamentos profundos
van volando hasta el sol.

Y los peces pequeños


y el feroz tiburón
y los pulpos gigantes,
todos tienen voz.

Hay medusas, cangrejos,


hay estrellas de mar
y hay delfines rosados
que no paran de hablar.
70 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,


San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
María Alejandra Soto Díaz, 9 años – Grado 5.º
Ilustración: “Balada del fondo del mar”
Colección Un libro por centavos 71

Se oyen gritos, gemidos,


se oye el agua vibrar,
se oye el viento silbando
y la tierra, al girar.

Se oyen muchas historias


en el fondo del mar.
Las sirenas las cuentan
con un triste cantar.

Y los barcos hundidos,


con corazas de sal,
son fantasmas que arrullan
desde el fondo del mar.
72 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Institución Educativa Rural Arenoso, San Vicente del Caguán,


Caquetá. Profesora: Doris Amparo Escudero
José Daniel Maya Ovalle, Grado 9.º
Ilustración: “Fantasmería”
Colección Un libro por centavos 73

fantasmería
(Para decir al ritmo de rap)

Zumba el viento por las rendijas


se oyen suspiros, suenan cadenas.
Es noche cerrada, ¿quién será?
Son los fantasmas que vienen y van.

Arrastran sus pasos con dificultad


andan sin zapatos, para no asustar
van en fila india, todos al compás
son inofensivos, déjalos pasar.

No te asustes
ni te espantes
ni te asombres
si a los fantasmas
sientes llegar.

Entre las tinieblas tienen que viajar


a sus reuniones del más allá
ellos atraviesan la ciudad
en cinco segundos, no demoran más.

No pegues un grito si los ves volar


todos silenciosos en la oscuridad.
Hazte el dormido, déjalos en paz
si les dices algo, se pueden esfumar.
74 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

No te asustes
ni te espantes
ni te asombres
si a los fantasmas
sientes llegar.

abracadabra

Abracadabra...
Quiero ser tu hada madrina
¿me das permiso?

Tengo entre el bolsillo


mi varita mágica
para convertirte en duende.

Tengo también
una calabaza enorme
para transformar en carroza
y pasear por las calles contigo.

Pero si prefieres ir volando


hay una escoba en la cocina.
La puedo embrujar
especialmente para ti.
Colección Un libro por centavos 75

Y los dos, hechizados,


saldremos a dar
una vuelta al mundo
mientras gira la tierra
y todos duermen.

Quiero ser tu hada madrina


tu ángel de la guarda
tu bruja de cabecera
o, simplemente,
tu amiga secreta.

¿me das permiso?

receta para dormir

Para que el sueño venga, se recomienda


cerrar los ojos, contar ovejas
oír el canto de las estrellas
comer manzana con mejorana
y tomar agua de toronjil,
sentir que el viento mece la cama,
tocar la almohada con la nariz.
Para que el sueño venga y se quede quieto
toda la noche, cerca de ti
pídele al mundo que haga silencio
dile que el sueño quiere dormir.
Shhhhhhhhhh...
Hernán Vargascarreño
(1960) Poeta, editor, traductor y docente. Director de la
revista Exilio. Para niños ha publicado El niño que no sabía
jugar a la paz y en coautoría Cuentos de la escuela.
Colección Un libro por centavos 77

trenes infantiles

¡Qué alegría! viene el tren,


ya escuchamos su pitazo,
quien no corra como a cien,
se merece su tortazo.

Los que vamos encantados


a mirar su travesía,
saltamos alborozados
y con gran algarabía.

Viene lleno de ilusiones,


cachivaches, mercancías,
músicas de bandoneones
y azuladas alegrías.

Y el que tenga una gran pena


que se venga a la estación,
y la lance cuando suena
el rugido del dragón.

Cuando el tren pasa y encanta


a nuestra antigua estación,
todas las penas espanta
y nos llena de emoción.
78 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,


San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Santiago Varón Ibáñez, 10 años – Grado 5.º
Ilustración: “Trenes infantiles”
Colección Un libro por centavos 79

Pasa el tren con su aureola


de señor puntual con bríos,
dice adiós su fumarola
y se pierde tras los fríos.

Y en el tonto corazón
el tren pinta una tristeza…
cuando pasa con su son
y se pierde en la belleza.

Esta noche soñaremos


con trencitos de juguete
y en el sueño gozaremos
de las diez hasta las siete.

Y mañana hacia las tres


cuando pase el grandulón,
volveremos otra vez
a elevar el corazón

¡Ay cómo nos gustaría


cuando el tren vuelva a rugir,
atraparlo en la alegría
para no dejarlo ir!
80 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

inventando palabras

Juan era un niño que nunca leía


porque le daba mucha perecía,
y como todo le daba aburrición,
el abecedario le producía miedón.

Cierto día pasó un zorrito intelijando


y le gritó a Juan –¡Niño bobando!
¡Si no quieres ir a la escuela,
te vas a quedar como una burruela!

Juan se quedó muy preocupado


y decidió empezar por las vocales :

Escribiendo la A duró una semaneja.


Dibujando la E le dio migraña y rabieja.
Intentando con la I casi se vuelve miopí.
Ensayando con la O se enfermó de tosó.
Y no pudo con la U porque le dio un calambrú.

Volvió a pasar aquel zorrito graciocindo


Y le gritó a Juan –¡Niño bobindo!
Leer y escribir puede ser muy divertecho:
¡Pero debes coger el libro al derecho!
Claramercedes Arango
(1961) Poeta y cuentista. Licenciada en lenguas modernas y
magister en estudios hispánicos de la Universidad Católica
de Lovaina (Bélgica). Coordina la Decanatura Cultural de
la Universidad Externado y la Colección poética Un libro
por centavos. Ha publicado En la memoria me confundo, El
hombre que sembraba árboles (versión del francés), Poética de
los poetas, La poesía es revolucionaria y en coautoría Me duele
una mujer en todo el cuerpo II.
82 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

mi gato

“¿Quién le dirá que el otro que lo observa


es apenas un sueño del espejo?”
Jorge Luis Borges

Orfeo me mira
mirándose al espejo
para que nos veamos
más cercanos
en otra dimensión.
Lo acaricio,
levanta su lomo
y se arquea
como si fuera a desdoblarse.
Se ovilla
y no sé cuál de los dos
esconde las garras
en sus guantes de seda
y golpea el cristal.
El gato quiere entrar
en el sueño del espejo.
Ojalá
me llevara con él.
Colección Un libro por centavos 83

el abuelo iván

consiguió un empleo de fantasma


en los bosques de Ontario,
eso dicen los niños
que han hablado con él
de cosechas de pinos
y de pájaros.
El abuelo se fue a Canadá
a ver crecer los árboles
que sembró en Medellín
–en su finca de Caldas–
y se llevó los brazos
para medir los troncos
y la mira de altura
de sentirlos subir.
El abuelo aparece de pronto
en lugares distintos
con la ropa de siempre
y el cabello más blanco,
solo para sus nietos
que padecen su ausencia.
Aprendieron los niños
que el abuelo
siempre los espera
donde quieran buscarlo,
no importa que se esconda
como ahora,
debajo de un ciprés.
84 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

papel hecho poema

Frente al papel en blanco


armo un rompecabezas de palabras.
Por colores y formas
separo las piezas
y acerco sus bordes
para hacer el poema.
Lo leo varias veces
en silencio y voz alta
y lo dejo reposar.

Pero me asombra descubrir


que las palabras
se salieron de margen,
los adjetivos, las puntuaciones
y los verbos se acomodaron
como fueron llegando.

En la mañana
mientras lo releo,
Niebla, la gata
compañera de mi soledad
irrumpe en su ritual cotidiano
de poner sobre mi cuerpo
la tibieza de sus garras ocultas
bajo guantes de seda.
Colección Un libro por centavos 85

Y dando un zarpazo
me arrebata el poema,
lo manotea, lo rasga,
lo muerde, se enrolla en él,
y se convierte
en la palabra imprescindible
que rueda hecha poema.

Confirmando
–que la poesía como Dios­–
está en todas partes
y no se deja ver.
Luisa Noguera Arrieta
Narradora, poeta y editora. Ha publicado los libros para
niños Un lugar para ti, El globito azul, Monstruos en mi almo-
hada, La cocinera de hechizos, Mi amigo inglés, ¡Yo te cuido!,
Ella es la muerte y El nido atortolado, entre otros. Los poemas
aquí incluidos pertenecen al libro Del amor y otros bichos y
su publicación fue autorizada por Panamericana Editorial.
Colección Un libro por centavos 87

navidad

La rata del entrepiso


de una antigua construcción
observaba preocupada
una extraña discusión.
La familia alborotada
no lograba decidir
qué adorno colocaría
a la entrada del jardín.

¿Un trineo con tres renos


Y un gordito grandulón?
o un gran muñeco de nieve
con bufanda y gorro alón.
¡Ay, qué tontos! –rio la rata–.
¿No se han fijado en el sol?
El invierno vive lejos,
aquí no hay esa estación.

¡Con qué nieve jugaría


el muñeco de algodón?
Los renos se enfermarían
sofocados de calor.
Corría la rata atrevida
del escondrijo al jardín,
olvidando a su enemigo
que acechaba por ahí.
Circulo de Lectura Infantil y Juvenil El Caguán,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesoras: Angélica Alarcón,
Patricia Duque y Ledy Tafur
Wendy Katerine Cogollo
Ilustración: “Navidad”
Colección Un libro por centavos 89

Se acercó el ladino gato


sorprendiendo al roedor,
y agarrándolo en su zarpa,
le susurra el socarrón:
–¡Deja ya de preocuparte!
–maulló el peludo animal–.
En el polo o en el trópico
¡a mí me gustas igual!

bailarina

Con su vestido naranja


de larga cola brillante,
se desliza lentamente
coqueta y muy elegante.

En su pequeña pecera
que para ella es el mundo,
mi graciosa bailarina
da muchas vueltas sin rumbo.

Cuando está sobre mi mesa


ella solo alcanza a ver
mi cubrelecho estampado
y mi lámpara de papel.
90 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Mi pequeña bailarina
no conoce otro lugar,
ni la corriente del río
ni la inmensidad del mar.

No sabe que sopla el viento


ni que el sol entibia el agua,
en su redonda pecera
ve la vida siempre igual.

Da mil vueltas solitaria


sin saber que más allá
el mundo no se contiene
en un marco de cristal.

hoy

¿Y por qué es tan importante


lo que algún día seré?
¿Abogado, navegante
o profesor de ajedrez?
¿Carpintero, limpiapisos,
ingeniero constructor,
modisto, chef, cirujano
o de un camión conductor?
Colección Un libro por centavos 91

¿Cultivador de uvas verdes


o del clima observador?
Tal vez payaso de un circo
o mejor el director.
¡Ya sé! Yo domaré fieras
con látigo y una silla,
o quizás con chistes flojos
y una sesión de cosquillas.

¿Y por qué me angustio ahora?


apenas un niño soy,
mi deber y obligación
es sentirme feliz hoy.

el trato

No te entiendo aunque lo intento,


para mí eres un misterio.
Aunque muchos te han amado,
yo no sé qué por ti siento.

Solo sé que me confundes,


que me llevas al abismo,
y sé, desde que te veo,
que a veces dudo que existo.
92 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Me angustia que otros te quieran,


que se diviertan contigo.
¿Por qué yo no puedo hacerlo?,
dime, ¿hay algo malo conmigo?

El tiempo pasa volando,


muy pronto no seré un niño.
¿Qué voy a hacer con mi vida,
si siempre contigo riño?

No podré ser ingeniero,


contador ni economista.
¿Habrá alguna profesión
que no te tenga en su lista?

Pero te propongo un trato:


si no me atacas, lo intento.
Me acercaré muy despacio,
comenzando desde cero.

Enteros y decimales,
fracciones, primos e impares,
desiguales y sumas,
cuadrados y radicales.

Con cuidado, paso a paso,


sin hacerme sentir tonto,
Aritmética querida
un trato yo te propongo:
Colección Un libro por centavos 93

Yo te aprendo si prometes
que te quedarás conmigo
y me ayudarás con las cuentas
que me encuentre en el camino.

Evitarás que me roben,


que me timen como a un tonto,
que no me paguen lo justo,
¿lo prometes?, te propongo.
John Fitzgerald Torres
(1964) Narrador, poeta y docente de escritura creativa.
Como autor para niños y jóvenes obtuvo en 2013 el Premio
de Literatura El Barco de Vapor con Por favor, ¡no leas este
libro! También es autor de El Club de los Somnolientos, Los
Espantos y los Espantadores, Monstruos de noche, Adivinario,
Animales en los tejados y El robo real que nunca fue, entre
otros libros.
Colección Un libro por centavos 95

monstruos de noche

Tienen cuernos, escamas, fieros OjOs,


colas de espinas, alas de serpiente,
diez patas, cien garras, pelos rojos,
son arrugados, tercos y malolientes.

Lo que más temes son sus dientes


y que a su antojo se hacen invisibles;
poco importa que te hagas el valiente:
son un ejército invasor, ¡son miles!

De veras que son espeluznantes:


como enormes arañas muy oscuras
trepan por las paredes, y en los solares
sus sombras saltan y te rasguñan.

Parece que ríen, oyes sus voces,


pero cuando abres bien los OjOs
todo está en calma, pues veloces
escapan haciéndose los tontos.

Es que son más rápidos que tú


pues desaparecen al instante
pero si te atreves a apagar la luz,
¡en la sombra están esperándote!

En el cajón, tras la puerta o el ropero


debajo de la cama o tras el sillón,
hay uno en cada habitación
¡Y nadie puede huir de ellos!
96 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,


San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Hermeson Daniel Zea Tovar, 8 años – Grado 3.º
Ilustración: “Monstruos de noche”
Colección Un libro por centavos 97

Dirás que son como el revés


de los ángeles guardianes:
a cada uno el de cada quién,
pero su misión es asustarte.

Ahora, mira detrás de ti,


…¡sin voltearte!

mi vecindario

El señor Ramiro es un vampiro,


cojo, flaco y sin un diente,
y su esposa tiene un colmillo
¡que le sale por la frente!
En el piso alto hay una bruja
que duerme colgada de un hilo,
nadie sabe para que usa
una escoba y un cocodrilo.

Y bien debajo de mi cama


permanece muy escondido
el esqueleto de un fantasma
que en trampas es entendido.

Y en el fondo de mi armario
bajo un bombillo encendido
98 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

duerme bien un dinosaurio


calientito sobre un nido.

Y más allá hay uno que canta


más perdido que un perdido
con una voz sin esperanza:
¡Que me lleven a un asilo!

Y es curioso que no hayas visto


a los zombis en la terraza
bailando a oscuras y sin ritmo:
¡buscan la cabeza que les falta!

Y del sótano, ¡qué decir!,


Allí crece un árbol sin leña
con su novia una cigüeña,
que nunca vino de París.

Parece cosa demente,


y hasta cuesta imaginarlo,
que en mi casa vive la gente
¡más rara del vecindario!

la voz de la experiencia

-¡No saltes, que pareces cabra!


-¿De dónde sacaste esa palabra?
-No corras más por allí
-¡Te estás burlando de mí!
-Que tu hermana no es un mono
Colección Un libro por centavos 99

-¡No te sueltes ese moño!


- Que te va a dar un catarro
-¿Por qué no me haces caso?
-¡Termina de comer primero!
-¿Qué has hecho con el dinero?
-Que la tele no es tu amiga
-¡No esperes que lo repita!
-Se te van a caer los hombros
-¡Silencio, hablas como loro!
-Ya es hora de los deberes
-¡Te entras si ves que llueve!
-¿Cuándo fue tu último baño?
-¡Mucho dulce te hace daño!
-¡Esa no es toda la verdad!
-De la nariz no te sacas pan
-¡Baja los codos de la mesa!
-Lo primero es la limpieza
-¡Organiza ya ese zaperoco!
-¡No te saques más los mocos,
que ya me tienes harto!

O estamos todos locos…


O ellos fueron unos santos.

canción de la tv

A oscuras le miras
y suspiras entre dientes:
“¡Ah, si pudiera siempre
tenerla encendida!”
Institución Educativa Rural Guillermo Ríos Mejía, Sede Playón,
San Vicente del Caguán, Caquetá. Profesora: Luz Adriana Cadena de Balsillas
Karen Vanessa Sánchez Díaz, 9 años – Grado 3.º
Ilustración: “Canción de la TV”
Colección Un libro por centavos 101

No hay mejor compañía


si del cole retorno
el que soy hecho polvo,
al terminar el día.

O en las vacaciones
cuando son aburridas,
me salva la vida
sin explicaciones.

¡Cuéntamelo todo
que eres mi amiga,
aunque mamá diga
que me vuelves bobo!

Elefantes, boas, leones,


criaturas desconocidas,
mil historietas divertidas,
países, extrañas regiones…

Todo a un clic, me anima


a “canaliar” en colores,
y el tiempo a montones
pasa sin medidas.

Pero ojo: muchas razones


hay para que digan
que en esa piscina
¡hay tiburones!
Francisco Montaña Ibáñez
(1966) Narrador, poeta y traductor del ruso. Autor entre
otros libros para niños y jóvenes de Los tucanes no hablan
(premio White Ravens, traducida al holandés y catalán), No
comas renacuajos, El amor por la tinieblas, La muda y El gato y
la madeja perdida. Ha publicado también Manzanas o pomas
y El mar y María. Es profesor del Instituto de Investigaciones
Estéticas de la Universidad Nacional.
Colección Un libro por centavos 103

escogiste ser serpiente

Escogiste ser serpiente.


Tener todo tu cuerpo sobre la tierra.
Moverte ágilmente
en silencio
llamando con tu lengua
a sabios y ancestros
que ni siquiera recuerdas.
Reptando vas hasta la caverna
donde tantas pieles tuyas has dejado.
Tus ojos juntos apuntan adelante.
Tu lomo se arquea al cielo
abriendo tu corazón.
La caverna es tibia y seca.
Justo lo que necesitas
para enfrentar esa sorpresa que te espera:
no eres uno.
Hay otro igual frente a ti.

es color esmeralda

Es color esmeralda.
Traslúcido.
Fresco y alegre.
Te lanzas de cabeza
y nadas en su agua.
Te hundes y te sorprende
no sentir la diferencia.
104 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

Puedes saber dónde


está cada cosa.
Pero no dónde empiezan
ellas y terminas tú.
Te abrazas.
Sigues acá.
Nada pasa.
Nada, nada en el estanque verde.

instrucciones para despertar


una mariposa

Tienes un tesoro.
Algo que nadie más tiene ni conoce.
Solo tú.
De manera que puedes no temer.
Une las plantas de los pies.
Siente todo lo que pasa entre ellas
y también lo que no pasa.
Estira la espalda
y asómate a las nubes.
Respira un poco de ese aire
mientras tus piernas empiezan a moverse
arriba y abajo
para sostenerte.
Ya lo viste.
Son tus alas.
Elévate.
El cielo es tu medida.
Colección Un libro por centavos 105

no tienes que cambiar

No tienes que cambiar de nombre


ni ponerte coronas o gorros con punta.
No es en una escoba que vas a volar.
Respira.
Mira las formas de las nubes
enróscate como una bola
en las piernas de tu mamá
cuando veas en el espejo
sobre tu cara
que sus ojos son los tuyos
y que mueves los pies al caminar
igual a tu papá.
Habla por teléfono
descubre un tomate para tu almuerzo
en la huerta o en la nevera
poco importa.
No tienes que hacer nada
especial para saberlo:
Eres un mago.
106 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

palabras para los “niños” lectores


Este libro reúne una colección de poemas escritos
especialmente para ti. Son para que, cuando los leas –o
te los lean–, te diviertas mucho. Puedes aprendértelos,
cambiarles las palabras o las letras, soñar con sus perso-
najes, pensar en lo que dicen, continuar con su historia,
pintarlos (puede ser en la misma página), ponerles músi-
ca y después cantarlos o bailarlos, o regalarlos a alguien
que quieras de verdad. Y de pronto –quién sabe– tal vez
te animes a escribir los tuyos.
Hay unos que tienen rimas y otros no, pero así
funcionan. Los hay que parecen trabalenguas o adivi-
nanzas. Otros cuentan historias o te dan escalofríos;
unos te arrullan y otros te despiertan; con unos ríes
mucho y con otros no tanto; algunos tratan de animales,
otros de sueños y otros de recuerdos; a veces hablan de
personas que están a tu alrededor o de objetos que ves
todos los días, o de cosas muy locas, o también de cosas
que todavía no conoces.
Pero, lo mejor de estos poemas, es que son para que
los disfrutes siempre, es decir, toda la vida.
Colección Un libro por centavos 107

palabras para los “adultos” lectores

Una antología es, siempre, una colección de presencias


y de ausencias. Y si bien, por la naturaleza de aquella,
estas no debieran argumentarse, hay ocasiones en que
las circunstancias lo precisan.
El lector “adulto” encontrará en esta antología, dos
ausencias singulares. Una primera es la relacionada con
algunos célebres poemas de Rafael Pombo considerados
por décadas como los precursores de nuestra poesía para
niños: “El Renacuajo paseador”, “La pobre viejecita”,
“Simón el bobito”, entre otros. Esto obedece a que
son ya ampliamente conocidos, y a que, por otro lado,
fueron incluidos acertadamente en el volumen número
80 de esta colección.
Sin embargo, iniciamos estas páginas con un poema
suyo igual de excepcional, aunque bastante menos céle-
bre. El hecho de que muchos de los poemas infantiles de
Pombo fueron recreaciones de antiguos textos ingleses
efectuadas a petición de una editorial norteamericana,
ha hecho gravitar alguna bruma sobre su genio. Pero tales
adaptaciones son verdaderas creaciones en sí mismas
que rebasan de lejos cualquier referente inicial. Pombo
es ciertamente un autor muy original cuya singularidad
y destreza le sostienen, fuera de toda duda o sospecha,
en su pedestal de precursor de la literatura infantil
colombiana.
El segundo silencio alude a nuestro gran José Asun-
ción Silva (1865-1896). Pese a que la infancia fue para
Silva un motivo frecuente de su poesía –como añoranza
de lo perdido, abandono de esa edad dorada en la que
108 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural

el mundo aún no se revela con sus amarguras, un esce-


nario feliz pero tristemente efímero evocado desde un
presente de desventura–, posiblemente sería el primero
en manifestar total desacuerdo con que alguno de sus
versos integrara esta antología. Silva jamás escribió un
solo verso para lectores infantiles (como tampoco lo
hicieron Ricardo Carrasquilla y José Manuel Marroquín,
destacados cultores de versos festivos).
Que, posteriormente, los programas educativos
encontraran en algunos de los poemas de Silva –espe-
cialmente en “Crepúsculo”, “Infancia” y “Los Maderos
de San Juan”– una manera de subsanar entonces la poca
producción poética destinada a los niños, es cosa que le
habría hecho arder las fibras más profundas. Silva apre-
ciaba a Pombo por asuntos literarios y extraliterarios que
relegaban sus versos infantiles, versos que para el poeta
del “Nocturno” resultaban probablemente fruslerías
encantadoras, caprichos divertidos de un poeta mayor
con voluntad pedagógica, una licencia que jamás se le
pasó por la mente concederse pero que quizás hubiera
intentado más tarde, de no haberse apuntado al corazón
aquella fatal noche de mayo.
En particular, “Los Maderos de San Juan” –que por
muchos años integró las lecturas infantiles– es un poema
desesperanzado que, sin eufemismos, habla de presagios
de muerte y de una vida penosa por venir; un poema
lúgubre escrito por un Silva atribulado aún por la muerte
de su hermana, y en el que la inserción del estribillo
de una antigua cancioncilla española –entonces muy
popular a lo largo de América, y lo cual ha originado el
equívoco–, busca el contraste para introducir esa atmós-
Colección Un libro por centavos 109

fera sombría de profunda angustia muy vinculada a la


poesía de Silva. En nuestra opinión no es, propiamente
–y pese al estribillo–, un poema para niños.
Pero hay aún un tercer silencio que no se quisiera
presente en esta colección: ese en que nuestras letras
–quizás no sus poetas, sino las instituciones, las editoria-
les, la academia– (por causas próximas al devenir político
y social de la accidentada historia del país, pero también
a la idea consuetudinaria de la niñez como un incidente
desestimable), desatendieron a los niños lectores –y pre
lectores– durante casi cuarenta años, como si hubieran
entrado en una larga hibernación. Un silencio que se
prolongó de las primeras décadas del siglo XX hasta
comienzos de los 70s. Un silencio apenas atravesado
por las sonoridades de Pombo y en el que despuntan
prácticamente solitarios Víctor Eduardo Caro y, más
tarde, Octavio Amórtegui, Castro Saavedra, Fanny
Osorio y otros pocos más.
Los autores aquí reunidos han encontrado en las
últimas décadas el reconocimiento entusiasta de los
pequeños-grandes lectores, y, por fortuna, su dedicación
ha satisfecho con creces ese saldo en rojo. Por tanto, esta
es una panorámica que, si bien breve, se antoja feliz y
estimulante, necesaria y oportuna y, por supuesto, lite-
rariamente comprometida, porque escribir para niños
es una de las labores literarias de mayor exigencia y de la
más alta responsabilidad, toda vez que abre las puertas
al camino de los nuevos lectores presentes y futuros, los
ciudadanos de ahora y de mañana.

John Fitzgerald
Colección Un libro por centavos
1. Postal de viaje, Luz Mary Giraldo
2. Puerto calcinado, Andrea Cote
3. Antología personal, Fernando Charry Lara
4. Amantes y Si mañana despierto, Jorge Gaitán Durán
5. Los poemas de la ofensa, Jaime Jaramillo Escobar
6. Antología, María Mercedes Carranza
7. Morada al sur, Aurelio Arturo
8. Ciudadano de la noche, Juan Manuel Roca
9. Antología, Eduardo Cote Lamus
10. Orillas como mares, Martha L. Canfield
11. Antología poética, José Asunción Silva
12. El presente recordado, Álvaro Rodríguez Torres
13. Antología, León de Greiff
14. Baladas – Pequeña Antología, Mario Rivero
15. Antología, Jorge Isaacs
16. Antología, Héctor Rojas Herazo
17. Palabras escuchadas en un café de barrio, Rafael del Castillo
18. Las cenizas del día, David Bonells Rovira
19. Botella papel, Ramón Cote Baraibar
20. Nadie en casa, Piedad Bonnett
21. Álbum de los adioses, Federico Díaz-Granados
22. Antología poética, Luis Vidales
23. Luz en lo alto, Juan Felipe Robledo
24. El ojo de Circe, Lucía Estrada
25. Libreta de apuntes, Gustavo Adolfo Garcés
26. Santa Librada College and other poems, Jotamario Arbeláez
27. País intimo. Selección, Hernán Vargascarreño
28. Una sonrisa en la oscuridad, William Ospina
29. Poesía en sí misma, Lauren Mendinueta
30. Alguien pasa. Antología, Meira Delmar
31. Los ausentes y otros poemas. Antología, Eugenio Montejo
32. Signos y espejismos, Renata Durán
33. Aquí estuve y no fue un sueño, John Jairo Junieles
34. Un jardín para Milena. Antología mínima, Omar Ortiz
35. Al pie de la letra. Antología, John Galán Casanova
36. Todo lo que era mío, Maruja Vieira
37. La visita que no pasó del jardín. Poemas, Elkin Restrepo
38. Jamás tantos muertos y otros poemas, Nicolás Suescún
39. De la dificultad para atrapar una mosca, Rómulo Bustos Aguirre
40. Voces del tiempo y otros poemas, Tallulah Flores
41. Evangelio del viento. Antología, Gustavo Tatis Guerra
42. La tierra es nuestro reino. Antología, Luis Fernando Afanador
43. Quiero escribir, pero me sale espuma. Antología, César Vallejo
44. Música callada, Jorge Cadavid
45. ¿Qué hago con este fusil?, Luis Carlos López
46. El árbol digital y otros poemas, Armando Romero
47. Fe de erratas. Antología, José Manuel Arango
48. La esbelta sombra, Santiago Mutis Durán
49. Tambor de Jadeo, Jorge Boccanera
50. Por arte de palabras, Luz Helena Cordero Villamizar
51. Los poetas mienten, Juan Gustavo Cobo Borda
52. Suma del tiempo. Selección de poemas, Pedro A. Estrada
53. Poemas reunidos, Miguel Iriarte
54. Música para sordos, Rafael Courtoisie
55. Un día maíz, Mery Yolanda Sánchez
56. Breviario de Santana, Fernando Herrera Gómez
57. Poeta de vecindario, John Fitzgerald Torres
58. El sol es la única semilla, Gonzalo Rojas
59. La frontera del reino, Amparo Villamizar Corso
60. Paraíso precario, María Clemencia Sánchez
61. Quiero apenas una canción, Giovanni Quessep
62. Como quien entierra un tesoro. Poemas escogidos, Orlando Gallo Isaza
63. Las contadas palabras. Antología, Óscar Hernández
64. Yo persigo una forma, Rubén Darío
65. En lo alto del instante, Armando Orozco Tovar
66. La fiesta perpetua. Selección, José Luis Díaz-Granados
67. Amazonia y otros poemas, Juan Carlos Galeano
68. Resplandor del abismo, Orietta Lozano
69. Morada de tu canto, Gonzalo Mallarino Flórez
70. Lenguaje de maderas talladas, María Clara Ospina Hernández
71. Tierra de promisión, José Eustasio Rivera
72. Mirándola dormir y otros poemas, Homero Aridjis
73. Herederos del canto circular, Fredy Chikangana, Vito Apüshana, Hugo Jamioy
74. La noche casi aurora, Eduardo Gómez
75. Nada es mayor. Antología, Arturo Camacho Ramírez
76. Canción de la vida profunda. Antología, Porfirio Barba Jacob
77. Los días del paraíso, Augusto Pinilla
78. Una palabra brilla en mitad de la noche, Catalina González Restrepo
79. El tiempo que me escribe. Antología, Affonso Romano de Sant’Anna
80. Poemas infantiles y otros poemas, Rafael Pombo
81. Trazo en sesgo la noche, Luisa Fernanda Trujillo Amaya
82. Reposo del Guerrero, Eduardo Langagne
83. Todo nos llega tarde, Julio Flórez
84. El pastor nocturno, Felipe García Quintero
85. Piel de náufrago, Xavier Oquendo Troncoso
86. Yo me pregunto si la noche lenta, Juan Pablo Roa Delgado
87. Soledad llena de humo, Juan Carlos Bayona Vargas
88. Antes de despertar, Víctor López Rache
89. Péndulo de arena, Carlos Fajardo Fajardo
90. ¿Dónde quedó lo que yo anduve?, Marco Antonio Campos
91. Somos las horas. Antología poética, Abelardo Leal
92. Dos patrias tengo yo, José Martí
93. Visibles ademanes. Antología, Eugenia Sánchez Nieto (Yuyin)
94. Los días son dioses, Robinson Quintero Ossa
95. Oscura música, Amparo Osorio
96. Como acabados de salir del diluvio, Horacio Benavides
97. Como se inclina la hierba, Manuel Iván Urbina Santafé
98. En la memoria me confundo, Claramercedes Arango M.
99. Poemas para leer en el bus, Rubén Darío Lotero
100. Memoria del olvido, Manuel Mejía Vallejo
1 01. Vivo sin vivir en mí, San Juan de la Cruz
102. Soledades. Antología, Antonio Machado
103. La risa del saxo y otros poemas, Fernando Linero
104. Poesías, Guillermo Valencia
105. Me duele una mujer en todo el cuerpo i, Antología femenina
106. Me duele una mujer en todo el cuerpo Ii, Antología femenina
107. ¿Cómo era, Dios mío, cómo era?, Juan Ramón Jiménez
108. Mordedura de tiempo, María Ángeles Pérez López
109. Poemas escogidos, Rafael Maya
110. Rimas escogidas, Gustavo Adolfo Bécquer
111. Con los que viajo, sueño. Antología (1978-2003), Víctor Gaviria
112. Que muero porque no muero, Santa Teresa de Jesús
113. Festejar la ausencia. Antología, Beatriz Vanegas Athías
114. Polvo serán, mas polvo enamorado. Antología poética, Francisco de Quevedo
115. Antología poética, Carlos Arturo Torres
116. Poner bellezas en mi entendimiento, Sor Juana Inés de la Cruz
117. Poesía Afro Colombiana 1849-1989
118. En un pastoral albergue. Antología poética, Luis de Góngora
119. Casa paterna. Antología poética 2003-2015, Fátima Vélez Giraldo
120. Antología poética de Nicolas Pinzón Warlosten y Santiago Pérez
121. Del dolor y la alegría, Emilio Coco
122. De acá y de allá. Antología, Jesús Munárriz
123. El gran amor. Poemas, Cicerón Flórez Moya
124. De noche un pájaro, Miguel Andrés Tejada Sánchez
125. Verde que te quiero verde. Antología poética, Federico García Lorca
126. Animal de oscuros apetitos. Antología personal, Nelson Romero Guzmán
127. Memoria lírica, Eduardo Castillo
128. Partículas. Antología, Mauricio Guzmán
129. Estoy en lo más profundo del abismo. Antología poética, Jean-Arthur Rimbaud
130. ...Y el arroyuelo azul en la cabeza. Antología, Eduardo Carranza
131. Yo en el fondo del mar..., Alfonsina Storni
132. Mi corazón se desató en el viento. Antología, Pablo Neruda
133. El humo de la noche rodea mi casa, Henry Alexander Gómez
134. Romances del Río de Enero y otros poemas, Alfonso Reyes
135. Arde Babel, Camila Charry Noriega
136. Para llegar a este silencio, Santiago Espinosa
137. Cantos sueltos, Giacomo Leopardi
138. Una forma de orgullo. Antología, Luis García Montero
139. El amor se parece mucho a la tortura, Charles Baudelaire
140. El libro blanco de los muertos, Álvaro Miranda
141. El mundo por dentro. Antología, Carlos Castro Saavedra
142. Destino. Antología, Jorge Galán
143. La hierba abre su latido. Antología, Yenny León
144. ¡Imagínate...! Antología, Basilio Rodríguez Cañada
145. Sonetos, William Shakespeare
146. Imagen (in)completa, Carolina Dávila
147. Desastre lento, Tania Ganitsky
148. Polifonías Dispersas, Carolina Bustos Beltrán
149. Cae sobre mí una sombra. Antología, Diana Carolina Sánchez Pinzón
150. Poesía colombiana para niños. Antología
Editado por
el Departamento de Publicaciones
de la Universidad Externado de Colombia
en octubre de 2018

Se compuso en caracteres
Goudy Old Style de 11 puntos
y se imprimió
sobre papel bulky de 60 gramos,
con un tiraje de
10.000 ejemplares.
Bogotá, Colombia

Post tenebras spero lucem

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