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R E V I S T AR E

DVEIS
LAT AC E
D PE A L A7 4C E
• PA
ALG O7S4 T O 2001 21

La gestión pública
orientada a la inversión
y al crecimiento

Ricardo Martner

Director, Dirección de
Gestión Pública y Regulación, En este artículo se pone de relieve el papel central que desem-
Instituto Latinoamericano peñan mercados imperfectos o incompletos en la propagación
y del Caribe y persistencia de las situaciones recesivas. La persistencia ge-
de Planificación Económica nerada por la volatilidad de la demanda es un hecho cierto que
y Social (ILPES)
sólo puede ser atenuado por políticas sostenibles de estímulo
rmartner@eclac.cl
al nivel de actividad. Las reglas macrofiscales, importantes
para mejorar la mermada credibilidad de la acción pública,
deben combinar dos principios fundamentales: la responsabili-
dad y la estabilidad. Esto supone preservar los mecanismos de
regulación para estabilizar fluctuaciones macroeconómicas
excesivas. Lo mejor que pueden hacer las autoridades es pre-
venir tales fluctuaciones con políticas flexibles de interven-
ción. El nuevo paradigma de gestión pública por resultados
supone así establecer reglas fiscales claras, con metas de me-
diano plazo y capacidad de estabilización en el corto plazo,
pero también avanzar en la asignación de proporciones cre-
cientes del gasto público de manera plurianual. Para garantizar
un crecimiento económico estable y una adecuada ejecución
de los planes y programas votados por la ciudadanía, la ges-
tión pública enfrenta tres desafíos fundamentales: respetar una
regla macrofiscal a lo largo del ciclo, identificar la aparición
de déficit estructurales y eliminar el tradicional sesgo contra la
inversión. En este artículo se reseñan algunas experiencias
recientes en que se ha procurado enfrentar explícitamente es-
tos serios obstáculos, con normativas legales que toman en
cuenta las consecuencias de las incertidumbres asociadas a la
marcha cíclica de la economía y a la estimación de su poten-
cial de crecimiento de largo plazo.

A GINVERSION
LA GESTION PUBLICA ORIENTADA A LA O S T O 2 0Y0 1AL CRECIMIENTO • RICARDO MARTNER
22 REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001

I
Introducción

La filosofía económica dominante postula el carácter to. La ausencia de coordinación de metas e instrumen-
esencialmente transitorio de las perturbaciones tos puede llevar así a una cierta dilución de responsa-
macroeconómicas y el carácter perverso de las inter- bilidades, puesto que ninguna autoridad tiene objeti-
venciones públicas. Las políticas de estabilización se- vos ni debe rendir cuentas por lo que ocurre en el
rían totalmente ineficaces en su objetivo de aumentar ámbito del nivel de actividad, la estabilidad real y el
el crecimiento de largo plazo, y, más aun, agudizarían desempleo. En el último tiempo, la combinación de
las fluctuaciones. Sería preferible entonces no entor- políticas aplicadas en la región no ha sido siempre la
pecer el normal ajuste hacia el equilibrio: hacer y des- más adecuada, con consecuencias negativas y consi-
hacer podría ser más costoso que no hacer nada. Se- derables para el desempeño agregado. La política fis-
gún esta ley de abstinencia, las buenas políticas son cal también tiene un papel no menor en la prevención
aquellas que otorgan credibilidad al aislarse de las de fluctuaciones excesivas, y este aspecto no se ha
presiones intervencionistas. Congruentes con esta filo- considerado en las reformas recientes.
sofía, en América Latina la mayoría de las reformas Las dificultades para conocer la estructura de la
del sector público y las recientes leyes de responsabi- economía y para prever las consecuencias de los cam-
lidad fiscal han procurado eliminar o restringir el pa- bios no tienen por qué incitar a una gestión macroeco-
pel de regulación macroeconómica que se les atribuye nómica que se limite a administrar. La incertidumbre
tradicionalmente a las finanzas públicas. obliga a las autoridades a enfrentar, de manera recu-
Llama la atención, sin embargo, la gran distancia rrente, dos problemas de compleja solución: por una
que separa la certidumbre de las recomendaciones con parte, contener los estados de ánimo de los agentes
la intensidad de la discusión teórica y la fragilidad del macroeconómicos (como la euforia o el pesimismo),
análisis empírico. Por una parte, la teoría económica ofreciendo una garantía de estabilidad que prolongue
tiene debates fundamentales sobre las causalidades en el horizonte temporal de las decisiones y, por otra parte,
la explicación de las patologías macroeconómicas, el conservadurismo sistemático y la pérdida de opor-
como la inflación, el desempleo y la propia insolven- tunidades que éste conlleva.
cia fiscal. Por otra, el problema de la identificación es El presente artículo, que sintetiza un trabajo más
lo suficientemente grave como para incitar a los eco- detallado, consta de tres secciones, además de esta in-
nomistas a la modestia; la complejidad de la interacción troducción. En la sección II se revisa la literatura re-
entre variables observables y no observables hace di- ciente que hace hincapié en el papel que desempeñan
fícil identificar regularidades estadísticas y, por lo tan- mercados imperfectos o incompletos en la propagación
to, demostrar empíricamente cualquier hipótesis inicial. y persistencia de las situaciones recesivas. La volati-
Según Greenspan (1996), no existe un modelo simple lidad de la demanda induce a una subutilización de los
de la economía que pueda efectivamente explicar los factores de producción, lo que a su vez genera persis-
niveles de producto interno bruto (PIB), de empleo y de tencia e histéresis. Para muchos autores, la única mane-
inflación. En principio, podría haber un conjunto in- ra eficaz de atenuar la volatilidad y la incertidumbre y
creíblemente complejo de ecuaciones que lo haga. Pero de enfrentar la debilidad persistente de la demanda
no hemos sido capaces de encontrarlas, y no creemos global y sus devastadores efectos sobre la oferta agre-
tampoco que alguien lo haya hecho. gada, es a través de políticas sostenibles de estímulo
La coexistencia de situaciones recesivas prolon- fiscal.
gadas, de entidades monetarias con algún grado de au- En la sección III se plantea que las reglas macro-
tonomía en el establecimiento de sus metas y de leyes fiscales deben respetar dos principios fundamentales,
de responsabilidad fiscal extremadamente rígidas ha como son la responsabilidad y la estabilidad. El pri-
producido situaciones curiosas, en que a la autoridad mero ha sido, por lo general, el único objetivo de las
monetaria sólo le preocupa la evolución de la inflación reformas recientes de nuestros países; el segundo ha
y al sector público las metas de corto plazo de saldo, tenido un espacio bastante menor. Este último, enten-
por cierto imposibles de cumplir en un entorno incier- dido como el objetivo de mantener a un nivel alto la

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producción y el empleo, no es incorporado explícita- nificación y presupuesto, entendido como la necesidad


mente en las leyes de responsabilidad fiscal de Amé- de asignar proporciones crecientes del gasto público de
rica Latina. Sin embargo, la credibilidad de las políti- manera plurianual para cumplir eficientemente los pla-
cas se garantiza combinando adecuadamente tales prin- nes y programas públicos. La gestión pública moder-
cipios, lo que supone disponer de mecanismos de in- na debe enfrentar tres desafíos: respetar una regla ma-
tervención para estabilizar fluctuaciones macroeconó- crofiscal a lo largo del ciclo, identificar con anticipa-
micas excesivas. La aplicación de reglas anticíclicas en ción la aparición de déficit estructurales para no reali-
tiempos normales, pero preservando la discrecionalidad zar ajustes abruptos, y eliminar el tradicional sesgo
para enfrentar situaciones imprevistas, puede represen- contra la inversión que se produce cuando existen con-
tar una respuesta a los desafíos planteados por la ex- tracciones de gasto. La tarea es difícil, pero no impo-
traordinaria volatilidad de las economías latinoameri- sible: reseñamos aquí algunas experiencias recientes en
canas. que se ha procurado enfrentar explícitamente estos
La sección IV retoma algunos temas relativos al graves obstáculos al nuevo paradigma del modelo de
nuevo modelo de gestión pública y al nexo entre pla- gestión por resultados.

II
Fluctuaciones macroeconómicas
y bienestar agregado

“La Economía es la ciencia de pensar en términos de mo-


delos, unida al arte de escoger los modelos que son idóneos
para el mundo contemporáneo”.
John Maynard Keynes, Carta a Roy Harrod, 1938

Para algunos, la fuente principal de las fluctuaciones competencia perfecta, con ausencia de costos de tran-
macroeconómicas es el carácter distorsionador de las sacción y la presencia de un conjunto completo de
intervenciones públicas. Como lo plantea la célebre mercados. Existe un agente representativo, lo que en-
máxima de Friedman (1968), ‘las políticas deben pre- tre otras cosas elimina los problemas de riesgo y de
caverse en sí mismas de ser una fuente importante de información asimétrica. Para explicar las fluctuaciones
perturbaciones económicas’.1 El mercado se autorre- macroeconómicas, los teóricos de la corriente de los
gula, y las fluctuaciones son necesarias para asegurar nuevos clásicos ponen de relieve las perturbaciones
la eficiencia global de la economía. Para otros, en tecnológicas, las sustituciones intertemporales entre
cambio, tales fluctuaciones son inherentes a fallas de trabajo y ocio, o los ciclos reales provenientes de cam-
mercado y dañinas para el crecimiento; las políticas bios en la oferta agregada. Los clásicos continúan in-
públicas deben ser muy activas para aminorarlas cuan- terpretando el ciclo económico dentro de un modelo
do existen mercados incompletos. A la hora de esco- con mercados sin fricciones a la Arrow-Debreu. En una
ger el modelo apropiado para nuestro mundo contem- economía walrasiana pura, el nivel de producto que
poráneo, corresponde entonces explicar estas dos vi- prevalece con precios totalmente flexibles es óptimo.
siones antagónicas. La incapacidad de los herederos de Walras de
Los economistas emblemáticos de las escuelas de describir el mundo real fue denunciada por el mismo
los nuevos clásicos basan sus teorías en modelos sim- Keynes (1936) en su Teoría General: ‘nuestra crítica
ples de mercados caracterizados por información y de la economía clásica consiste menos en revelar los
errores lógicos en su análisis que en poner en eviden-
cia el hecho de que las hipótesis implícitas en él nun-
1 En este artículo, las citas entre comillas simples corresponden a ca se realizan, y por ello es incapaz de resolver los pro-
traducciones del idioma original hechas por el autor. blemas del mundo concreto’. Las imperfecciones son

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la principal diferencia entre el mundo real y el mode- Las fluctuaciones macroeconómicas pueden ser
lo walrasiano de Arrow-Debreu. En palabras de Green- las consecuencias perversas de condiciones no compe-
wald y Stiglitz (1993), ‘dejar estos aspectos fuera del titivas (Mankiw; 1985, 1989 y 1993; Blanchard y Ki-
modelo es como dejar al príncipe Hamlet fuera de la yotaki, 1987; Romer, 1993). En un régimen de compe-
obra’. tencia perfecta, las empresas bajan sus precios en res-
Durante algunos períodos, a menudo largos, existe puesta a una reducción de la demanda agregada, evi-
un exceso de oferta de trabajo al nivel de salario real tando la caída de la producción. Pero es posible que
prevaleciente. En otras palabras, existe desempleo in- pequeñas barreras en los procesos de ajuste de precios
voluntario. El nivel agregado de la actividad económica y salarios basten para transformar reducciones de poca
fluctúa marcadamente, ya sea que ésta se mida por el magnitud de la demanda agregada en costosas recesio-
grado de uso de la capacidad, por el PIB o por la tasa nes. Las fricciones mencionadas hacen que, para cada
de desempleo; estas fluctuaciones son de mayor mag- empresa individual, las ganancias de bajar sus propios
nitud que las que pudieran provenir de cambios de precios sean pequeñas. En un régimen de competen-
corto plazo en la tecnología, en los gustos de los con- cia monopolística2 las empresas fijan sus propios pre-
sumidores o en la demografía, por ejemplo. cios y aceptan las ventas reales como una restricción,
Como lo recuerda Tobin (1993), el gran debate en contraste con un régimen de competencia perfecta,
entre Keynes y sus oponentes se refería a la eficacia en el que empresas competitivas tomadoras de precios
de los mecanismos naturales de ajuste de las econo- pueden decidir sobre su producción.
mías de mercado para restaurar el equilibrio de pleno En un régimen de competencia monopolística la
empleo, cuando alguna perturbación negativa de de- caída de la demanda se traduce en precios que no cam-
manda ha sacado a la economía de ese equilibrio. bian y en una recesión. Las empresas no tienen mu-
Keynes y los keynesianos afirmaban que esos meca- chos incentivos para reducir sus precios cuando la
nismos eran débiles, posiblemente inexistentes o per- demanda por sus bienes es menor, por lo que sus de-
versos y que, por lo tanto, se necesitaba la interven- cisiones tienen externalidades. Como plantean Blan-
ción de políticas públicas. Para Blanchard (1996), en chard y Kiyotaki (1987), la externalidad de demanda
medio de la Gran Depresión era irresponsable esperar agregada indica que las decisiones de las empresas
que la economía volviera por sí misma a su nivel na- individuales afectan a todas las otras a través de la
tural, y tratar de equilibrar el presupuesto público no demanda agregada.3 Podemos definir la externalidad de
sólo era estúpido, sino también peligroso. En este demanda agregada como la ganancia de bienestar que
marco, la premisa es que el desempleo persistente y se daría si hubiese un cambio desde un régimen de
las fluctuaciones económicas son problemas centrales equilibrio monopolístico a otro de competencia perfec-
y continuos: las recesiones y depresiones representan ta, puesto que en este último estado la demanda agre-
fallas de mercado a gran escala, según la expresión de gada sería más alta.
Mankiw (1993). Cuando se combina un régimen de competencia
Muchos autores hacen hincapié en el papel que monopolística con rigideces de precios, pequeños cos-
pueden desempeñar mercados imperfectos o incomple- tos (de segundo orden) en los ajustes de precios pue-
tos en la generación, amplificación, propagación y
persistencia de las fluctuaciones macroeconómicas
(Greenwald y Stiglitz, l989 y 1993; Stiglitz, 1999;
2 El concepto de competencia monopolística, contradictorio en sus
Dreze, 1997 y 2000). Un tema común es que en mer-
términos, se refiere a una economía compuesta por firmas que pro-
cados que carecen de mecanismos de regulación auto- ducen bienes que son sustitutos imperfectos de los demás bienes
mática, las cantidades varían mucho porque los precios (Blanchard y Kiyotaki, 1987). Como resultado, cada empresa tiene
cambian muy poco y muy tarde. Estas imperfecciones algún poder monopólico y, por ende, la facultad de fijar sus pre-
cios. La condición es que cada firma tiene una función objetivo
en los ajustes del mercado están en el centro de las diferenciable en sus propios precios, es decir, que puede cambiar-
explicaciones de los procesos recesivos prolongados. los marginalmente con respecto a sus competidores sin que sus
Diversos elementos pueden explicar la ausencia de ventas caigan a cero.
3 En palabras de esos autores: ‘si el punto de partida es un equili-
mercados que se autoequilibren: situaciones de mono- brio de competencia monopolística y una firma reduce su precio,
polio, incertidumbre, costos de transacción, costos ello llevaría a una pequeña baja del nivel de precios y a un pequeño
hundidos y costos de información, entre otros. Nos aumento de la demanda agregada. Como las otras empresas y los
consumidores se beneficiarían de este incremento de la demanda, la
concentraremos en seguida en las dos primeras expli- firma que redujo su precio no puede capturar todos los beneficios
caciones. de su acción y por lo tanto no tiene incentivos para hacerlo’.

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den provocar grandes cambios (de primer orden) en el afectada por las utilidades, que representan un residuo
producto, en caso de que se generen variaciones no- de decisiones anteriores en materia de precios y canti-
minales. Debido a las distorsiones preexistentes pro- dades. Para mantener el mismo nivel de costos en un
pias de la fijación monopólica de precios, los benefi- contexto recesivo, con menor liquidez debido a utili-
cios para la sociedad ocasionados por una caída de los dades inferiores, las empresas deben endeudarse más.
precios pueden ser importantes, aunque sean pequeños Pero esta mayor deuda ocasiona una probabilidad más
para la empresa. La microeconomía de los ajustes de alta de que los futuros ingresos no sean suficientes para
precios es decisiva para la macroeconomía de las rigi- enfrentar las nuevas obligaciones. En consecuencia,
deces nominales. percibir utilidades menores en un contexto recesivo y
La explicación de las fluctuaciones se encontra- con racionamiento de crédito induce a las empresas a
ría en el comportamiento averso al riesgo de las em- invertir menos y a producir menos.
presas (Greenwald y Stiglitz, 1993). Las decisiones de Un tercer elemento importante es el cambio en los
éstas se ven afectadas por su percepción de los ries- precios relativos, que tiene efectos importantes en el
gos, asociados con la incertidumbre sobre las conse- acceso al endeudamiento, en las tasas de interés paga-
cuencias de sus acciones y sobre el valor de sus acti- das y, por lo tanto, en la liquidez y la riqueza neta de
vos. Al menos tres factores influyen en la evaluación las empresas. Un aumento de las tasas de interés
de los riesgos por parte de las empresas. erosiona muy rápidamente la riqueza neta de empre-
El primero es la situación de la economía global. sas ya endeudadas. La alta velocidad con que se ajus-
Cuando existe pesimismo ante la situación prevista, tan el precio de los activos y las tasas de interés a las
esta propia percepción tiene consecuencias reales, perturbaciones, combinada con las imperfecciones en
puesto que afecta a todas las decisiones de la empre- el mercado de capitales que limitan la capacidad de las
sa, desde la fijación de precios hasta el gasto en inver- empresas para diversificar los riesgos, tiene profundas
sión, pasando por el volumen de empleo. En otras implicaciones para la oferta agregada de la economía.
palabras, las expectativas influyen fuertemente en las Como los diversos precios se determinan de dis-
decisiones y generan efectos multiplicadores que pue- tintas maneras, y se ajustan a distintas velocidades, las
den alcanzar una gran magnitud. En palabras de perturbaciones conducen a cambios de gran magnitud
Keynes (1936), ‘la sabiduría universal enseña que es en los precios relativos, que a su vez exacerban fuer-
mejor para la propia reputación fracasar con las con- temente las fluctuaciones macroeconómicas. La curva
venciones que tener éxito en contra de ellas’. La for- de oferta agregada se desplaza marcadamente hacia
mación de expectativas es un fenómeno eminentemente abajo si la economía entra en una recesión. El riesgo
social, y su autovalidación es uno de los riesgos ma- de producir aumenta y la capacidad de las empresas
yores del sistema capitalista moderno. para enfrentar este riesgo merma.
La incertidumbre significa que el entorno econó- Dada una perturbación contractiva de la deman-
mico del futuro no se conoce hoy. Los mercados com- da agregada, una eventual deflación de salarios y pre-
pletos representan una utopía según la cual los agen- cios no hace que la economía retorne a su nivel de ple-
tes económicos pueden intercambiar todos los bienes no empleo, ni siquiera en un régimen de competencia
y servicios de manera condicionada al entorno econó- perfecta. Para Stiglitz (1999), la simultaneidad de gran-
mico futuro. Los mercados son incompletos cuando la des caídas de los precios y de los salarios reales y del
cobertura de riesgos es limitada, es decir en el mundo nivel de actividad en algunos países durante la recien-
real. Así, una relación macroeconómica fundamental, te crisis asiática ha vuelto a demostrar que la flexibili-
el equilibrio entre el ahorro y la inversión, se ve cons- dad de precios y salarios en presencia de imperfeccio-
tantemente perturbada por el grado de incertidumbre nes de mercado puede tener efectos negativos mucho
percibido por los agentes económicos, puesto que de mayores que los analizados en la literatura tradicional.
ello va a depender la realización efectiva del gasto en Para Dreze (2000), ‘la incertidumbre y los mer-
inversión. cados incompletos generan una volatilidad de la de-
Un segundo factor tiene que ver con la posición manda y una rigidez de precios y salarios cuya con-
de los activos líquidos de las empresas. En un mundo junción conduce a equilibrios de oferta múltiples y
en que existe racionamiento de crédito y comporta- restringidos, que reflejan una insuficiencia de coor-
miento averso al riesgo la liquidez de la empresa ad- dinación que puede generar persistencia’. La dispo-
quiere gran importancia. La posición de liquidez es nibilidad de los factores de producción fija un límite

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superior a la producción, pero no existe límite inferior. la demanda sean sostenibles consiste en concentrarlas
Hay múltiples y prolongados períodos de subutilización en inversiones que tengan rendimientos sociales ade-
o despilfarro de recursos tan importantes como el tra- cuados, como inversiones en vivienda social, renova-
bajo y la capacidad de producción. ción urbana, transporte urbano. El hecho de promover
Existe una perfecta sincronía entre la producción estas inversiones en períodos en que otras inversiones
y la inversión, lo que implica que la volatilidad de la privadas se han reducido transitoriamente es una ma-
segunda repercute en la variabilidad de la primera. Para nera eficaz de atenuar la volatilidad, la debilidad per-
la empresa, el hecho de posponer la decisión de inver- sistente de la demanda global y sus devastadores efec-
tir tiene consecuencias de segundo orden sobre los be- tos sobre la oferta agregada.
neficios esperados, pero consecuencias de primer or- ii) La existencia de rigideces salariales y de pre-
den si se reduce significativamente la demanda global cios es inevitable, lo que hace que las políticas de ajuste
de inversión. La mera existencia de mercados incom- automático sean muy costosas. Es preciso atenuar los
pletos, entonces, es razón suficiente para generar vola- efectos de las rigideces con políticas específicas y tran-
tilidad en la demanda agregada. La volatilidad genera sitorias, como mecanismos de moderación salarial ex
subutilización de los recursos existentes y, al poster- ante para enfrentar situaciones recesivas, impuestos
gar la inversión, de los recursos futuros. sobre el trabajo variables según la tasa de desempleo
Si hay subutilización, ésta persistirá por ausencia y políticas destinadas a aliviar la situación financiera
de coordinación mientras no cambien las condiciones de las PYME.
del mercado. La subutilización genera persistencia, por iii) No se puede desestimar los problemas de
al menos tres razones: un débil nivel de actividad hoy coordinación y de asimetría de mercados. La posibili-
tiende a alimentar expectativas de un débil nivel de dad de una insuficiencia de coordinación está siempre
actividad mañana; un bajo nivel de inversión hoy re- presente. El vicio de los problemas de coordinación es
duce el potencial de oferta de mañana; y un débil ni- su potencial recurrencia, lo que invita a mantener de
vel de actividad hoy tiende a empeorar la situación fi- manera continua una ligera presión de demanda, pre-
nanciera de mañana, pues las rigideces de los precios viniendo el sesgo inflacionario con políticas dinámi-
pueden impedir la recuperación de los márgenes de cas de oferta.
ganancia. Como lo dice Dreze (2000): ‘el debate en torno a
Es importante diferenciar el concepto de fallas de la política económica me ha convencido que el princi-
mercado que se asocia a la existencia de mercados pal obstáculo a la implementación de políticas efica-
imperfectos (y por lo tanto perfectibles con la intro- ces viene de lagunas de la teoría macroeconómica, en
ducción de competencia o de una regulación adecua- particular de su desdeño relativo por la demanda agre-
da) y la noción de mercados incompletos, la que se gada’.
explica por la existencia de expectativas probabilísticas Si se considera que las teorías de histéresis4 tie-
en un mundo con cobertura limitada de riesgos. A su nen alguna validez, un desafío importante para las
vez, estas expectativas probabilísticas, perfectamente autoridades es evitar una gestión excesivamente con-
racionales, se asocian a la incertidumbre respecto a los servadora. En la medida en que no exista un relajo de
escenarios futuros. Ya no se trata de anticipar situa- la política económica cuando las condiciones así lo
ciones a partir de un modelo macroeconómico que todo ameriten, el desempleo puede persistir, y, por la vía de
el mundo conoce, como en la teoría neoclásica con la histéresis, validar estimaciones demasiado altas del
expectativas racionales, sino de asignar probabilidades desempleo estructural. El conservadurismo es de este
en un contexto de incertidumbre. modo autovalidante (Alsopp y Vines, 1998): se esti-
El programa, entonces, no se limita a promover ma un dato de desempleo estructural alto (y un PIB po-
la competencia, sino también a reducir la volatilidad. tencial inferior), lo que lleva a una política económica
De lo expuesto hasta aquí se desprenden tres conclu-
siones de política (Dreze, 2000):
i) Es necesario buscar soluciones a la volatilidad 4 En estricto rigor, la palabra histéresis debería utilizarse sólo cuan-
de la demanda. Se debe estar consciente en todo mo- do el equilibrio estacionario depende de su trayectoria (por ejem-
mento de la posibilidad de que se subutilicen los re- plo, si la tasa de desempleo efectiva afecta la tasa de desempleo de
cursos de trabajo y de capacidad de producción. La vía equilibrio). Con mayor frecuencia se utiliza el término para carac-
terizar situaciones en que las condiciones actuales afectan las con-
natural para garantizar que las políticas de estímulo de diciones de equilibrio por un tiempo prolongado.

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conservadora y a un desempleo persistente que se una asimetría entre los episodios de expansión y de
transforma en estructural. contracción de demanda. Los primeros aumentan el
En los modelos de histéresis, la tasa de desempleo bienestar social y los segundos los disminuyen. La
natural está determinada por la política macroeco- asimetría entre expansiones y recesiones es posible
nómica y por su propia historia. El desempleo cíclico, desde el momento en que la tasa natural del producto
generado por un entorno recesivo prolongado, puede está por debajo de su nivel óptimo de manera persis-
transformarse con el correr del tiempo en desempleo tente, dados los supuestos de competencia imperfecta.
estructural. Por el lado de la oferta de trabajo, el des- Las caídas del producto respecto de su nivel de
empleado de largo plazo se adapta a su situación, re- equilibrio tienen entonces grandes costos en términos
nunciando incluso a buscar un trabajo formal. Esto se de bienestar si afectan las decisiones de inversión y,
traduce en una tasa natural de desempleo más alta, en por ende, el producto potencial. De ser correcto este
la medida en que estos desempleados no presionan la punto de vista, las políticas de estabilización
evolución de los salarios (Blanchard, 1997). Por el lado contracíclicas podrían significar ganancias significati-
de la demanda, el empresario privilegia la contratación vas de bienestar (Romer, 1993). Así, la alta variabili-
de desempleados recientes más que de cesantes de dad de algunos precios, combinada con la rigidez re-
mayor tiempo, simplemente porque su inserción pue- lativa de otros, tiene un papel importante en la propa-
de ser más sencilla. Estos comportamientos también gación y ampliación de las perturbaciones. Los ries-
conducen a una tasa de desempleo natural más eleva- gos asociados al ajuste de los precios pueden ser su-
da. Con tasas de desempleo persistentemente altas, el periores a los vinculados a ajustes de cantidad, y por
concepto de tasa de desempleo neutral es un indica- ello las cantidades pueden variar fuertemente. En un
dor engañoso para la política económica. marco de incertidumbre y de rigideces de precios la
Como pone de relieve Stiglitz (1999), las conse- volatilidad real es superior a la nominal.
cuencias de las acciones no son sólo inciertas, sino En el planeta globalizado, las fuentes de incerti-
también costosas de revertir. Será difícil recuperar un dumbre se multiplican y las autoridades se ven enfren-
cliente cuando éste ha encontrado otro proveedor, y aun tadas a numerosos desafíos, pues deben conjugar la
más difícil recontratar a un trabajador que ha encon- credibilidad de sus acciones con la flexibilidad nece-
trado otro trabajo. El supuesto de histéresis, entendido saria para superar situaciones imprevistas. En esta
como la irreversibilidad producida por shocks negati- encrucijada (la credibilidad supone reglas del juego
vos, tiene importantes consecuencias de política. estables durante un tiempo prolongado, la flexibilidad
En la visión convencional del ciclo económico las implica capacidad de respuesta ante cambios en las
fluctuaciones no representan otra cosa que desviacio- condiciones externas al sistema), muchos privilegian
nes temporales en torno a una tendencia del producto. como único objetivo de la política económica la cre-
En los modelos de histéresis, en que cambios tempo- dibilidad de corto plazo, la que se lograría establecien-
rales (por ejemplo, movimientos de la demanda agre- do metas presupuestarias rígidas, con la renuncia vo-
gada en conjunto con ajustes lentos de precios) tienen luntaria a cualquier posibilidad de reacción frente a
efectos persistentes si un shock nominal en un marco eventos adversos. Ante frecuentes perturbaciones
de precios rígidos produce una caída en la demanda, asimétricas entre países, regiones y sectores, el crite-
el nivel de producto va a ser inferior al que se hubiese rio de disciplina no puede ser el único ni el dominante
dado en ausencia de la perturbación, incluso después cuando las autoridades se enfrentan a múltiples situa-
de que los precios se ajusten completamente. Los ciones que requieren de intervenciones discrecionales
modelos que incorporan rigideces tienen así impactos y transitorias por naturaleza, que son fundamentales
muy diferentes en términos de bienestar, pues suponen para atenuar los fenómenos de persistencia.

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III
Reglas macrofiscales para la
inversión y el crecimiento

En presencia de incertidumbre no hay lugar para re- bles exógenas al sector público. Lo adecuado es incor-
glas estrictas y concepciones rígidas, como tampoco porar en la propia programación cálculos conservado-
para la improvisación y la incapacidad de reacción. Si res o, en su defecto, contemplar mecanismos explíci-
los objetivos de la política fiscal son los de acometer tos de desviación. No se puede calificar como un es-
de manera simultánea metas de crecimiento económi- quema de gestión eficiente a aquel, tan común en nues-
co y de sostenibilidad de sus propias cuentas, es pre- tra región, en que se producen ajustes continuos de
ciso adecuar las normas según criterios complementa- gasto por desviaciones respecto a metas trimestrales de
rios de disciplina fiscal y flexibilidad presupuestaria. saldo difíciles de cumplir.
La incertidumbre obliga a realizar frecuentes acciones En algunos países se plantea en la ley que la tasa
discrecionales estabilizadoras y a evitar una gestión real de incremento del gasto público primario no po-
excesivamente conservadora. drá superar la tasa de aumento real del PIB. Dado el
De manera inédita, en la mayoría de los países de entorno incierto en que se desenvuelven las finanzas
América Latina se han echado las bases de una ges- públicas, normas de este tipo parecen excesivamente
tión sana y eficiente de las finanzas públicas, con la rígidas. Por un lado, no se pondera adecuadamente el
promulgación reciente de leyes de responsabilidad fis- principio de estabilidad, al eliminar la capacidad de
cal. Pero quedan desafíos pendientes, especialmente en reacción de las autoridades ante situaciones recesivas
lo que se refiere al tratamiento del ciclo macroeconó- (por ejemplo, con programas extraordinarios de em-
mico en la programación presupuestaria y al papel pleos de emergencia). Por otro lado, se impone un
estabilizador de la política fiscal, aspectos fundamen- techo poco realista de crecimiento del gasto, al esta-
tales para lograr una adecuada complementariedad blecerse sobre el PIB efectivo (conocido ex post) y no
entre inversión pública y privada. Parece la ocasión sobre el PIB potencial (definido ex ante). Parece más
para plantear estrategias de mediano plazo que dejen adecuado establecer criterios de crecimiento del gasto
atrás los conflictos coyunturales. A pesar de los avan- primario a partir del PIB potencial, eliminando así los
ces en materia de programación presupuestaria, y ha- efectos no deseados de las fluctuaciones cíclicas sobre
bida cuenta de las crónicas dificultades de financia- la programación y la ejecución del gasto e introducien-
miento del sector público, las recientes reglas de polí- do un significativo componente anticíclico.
tica fiscal tienden aún a privilegiar metas de corto pla- Las normas de gasto no están sin embargo exen-
zo, que no sobrepasan el ciclo presupuestario y que no tas de riesgos, por cuanto el tamaño del sector público
incorporan cláusulas que permitan integrar las situa- depende de factores que no están directamente bajo el
ciones imprevistas que se producen de manera recu- control de las autoridades, como las variables demo-
rrente. El propio Manual de transparencia fiscal (FMI, gráficas y económicas. Para una muestra de 125 paí-
2001) advierte sobre el particular. Dicho Manual pro- ses, Rodrik (1998) establece una relación positiva en-
pone que cualquier regla adoptada por un gobierno tre el tamaño del Estado —medido como la relación
debe estar claramente especificada. Obviamente, para entre el consumo del gobierno y el PIB— y el grado de
que una regla fiscal sea duradera tiene que haber al- apertura al exterior. En palabras del autor: ‘la asocia-
guna flexibilidad en su aplicación cuando una desvia- ción estadística entre la apertura y el gasto de Gobier-
ción se justifica por las condiciones económicas. no parece ser robusta. No es una relación espuria ge-
En algunos casos, se establecen metas cuantifica- nerada por variables omitidas. Ni es un artilugio de la
das por ley, lo que elimina la posibilidad de que los muestra de países seleccionados o de una fuente de
estabilizadores automáticos operen plenamente y, por datos específica. La cuestión es por qué esta relación
lo tanto, no contempla los efectos del ciclo sobre el existe’. La explicación parece estar en que las econo-
presupuesto. No puede existir sanción social o exter- mías más abiertas tienen una mayor exposición a las
na al desempeño presupuestario por cambios en varia- turbulencias de los mercados mundiales, y que estos

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REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001 29

riesgos se transmiten con mayor intensidad a las eco- iniciativa interesante es la planteada en Australia. El
nomías domésticas. El gobierno cumple una función Business Council of Australia (Gruen, 2001) ha pro-
de aislamiento de las turbulencias, siendo un sector puesto que los instrumentos pertinentes debieran ser los
“seguro” en comparación con el sector transable en el impuestos al ingreso, tanto de las personas como de
ámbito internacional. La vulnerabilidad externa puede las sociedades. No sería necesario modificar las tasas
empujar hacia un mayor peso del sector público en la legisladas por razones coyunturales si se introdujese un
economía en las etapas de transición, por lo que progra- ponderador variable según la posición de la economía
mar de manera automática el gasto primario sin con- en el ciclo. El parámetro fiscal sería fijado inicialmente
siderar estos mecanismos puede ser difícil de lograr. por el poder ejecutivo en un rango de 0.97 a 1.03, lo
En general, las leyes de nuestros países son mu- que significaría un amortiguador tributario no superior
cho más severas que las vigentes en los países desa- a un punto del PIB.
rrollados (Martner, 2000). Curiosamente, se busca ga- Por el lado de los gastos, los cambios necesitan
nar credibilidad macroeconómica por vías legislativas; por lo general de autorización presupuestaria; además,
pero la fe en las reglas o en las leyes no puede reem- el diseño y evaluación de los proyectos toma tiempo.
plazar el ejercicio de políticas responsables. La credibi- De hecho, en la historia de los Estados Unidos muchos
lidad de las políticas tiene más que ver con la capacidad de los estímulos discrecionales se han aplicado cuan-
de internalizar externalidades, es decir con cuerpos do la recesión ya estaba técnicamente terminada
legales que integran las consecuencias de cambios en (Gruen, 2001). Otro problema muy serio es el riesgo
el entorno. Los objetivos principales de la política fis- de irreversibilidad asociado a los impulsos fiscales, en
cal deberían definirse de la siguiente manera: principio transitorios. La tendencia al sesgo de déficit,
– En el mediano plazo, mantener finanzas públicas generado por la dificultad de revertir los procesos, es
sanas: i) estableciendo prioridades de gasto y de uno de los principales argumentos para impulsar el
tributación de manera de evitar alzas insostenibles establecimiento de reglas obligatorias que limiten este
de la deuda pública y/o tasas tributarias excesi- tipo de acciones discrecionales.
vas y ii) asegurando, en la medida de lo posible, A pesar de los riesgos, cabe destacar la posición
que los costos de los servicios que se consumen de Ball (1996) respecto de la combinación óptima de
sean pagados por la misma generación que se políticas: ‘Los rezagos más cortos (en su impacto so-
beneficia del gasto público; bre el gasto) son la principal ventaja para usar la polí-
– En el corto plazo, ayudar a la política monetaria: tica fiscal (más que la política monetaria) como herra-
i) permitiendo el pleno funcionamiento de los es- mienta macroeconómica. Si los hacedores de políticas
tabilizadores automáticos en su papel de suavi- usaran sus instrumentos fiscales cometerían menos
zamiento de las fluctuaciones macroeconómicas errores. Y los errores podrían corregirse más rápida-
cuando existen variaciones de la demanda agre- mente’.
gada, y ii) cuando sea prudente y apropiado, otor- La siguiente ecuación del déficit público ilustra
gando ayuda adicional mediante cambios en las bien la problemática de la política fiscal:
políticas discrecionales.
Por cierto, los objetivos de corto y de mediano d = de – (α + β) GAP
plazo están vinculados entre sí. Por ejemplo, la posi-
bilidad de ayudar a la política monetaria a estabilizar donde d es el déficit público efectivo, de representa el
la economía durante un episodio recesivo depende de componente estructural del déficit público, α la sensi-
la fortaleza de la posición financiera de mediano pla- bilidad marginal del déficit a la brecha de PIB (o défi-
zo del sector público. cit cíclico), β la reacción discrecional de las autorida-
Hay, sin embargo, un problema crítico con las des al ciclo (o déficit discrecional) y GAP la brecha
instituciones fiscales. Cuando los acontecimientos de PIB. Cualquier regla macrofiscal debe tener en cuenta
aconsejan un giro en la orientación de la política fis- estos tres elementos: un objetivo de déficit estructural
cal, el cambio es muy difícil de lograr rápidamente, por de mediano plazo, cláusulas de excepción y de transi-
la propia complejidad organizativa del sector público. toriedad cuando existan fluctuaciones macroeconó-
Por ejemplo, las variaciones de impuestos requeridas micas imprevistas, y algún margen de maniobra para
por la coyuntura pueden llevar a intensas y largas ne- afrontar situaciones recesivas persistentes (Buti, Fran-
gociaciones legislativas. Existen variadas propuestas co y Ongena, 1998). Es lo que se hace en las legisla-
para lograr una mayor autonomía en este ámbito. Una ciones más recientes de algunos países.

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30 REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001

Por ejemplo, en Nueva Zelandia la Ley de respon- de hoy, que benefician principalmente a los contribu-
sabilidad fiscal (Fiscal Responsibility Act) de 1994 yentes actuales, no se traspasará a las generaciones
estableció como criterios ‘mantener a niveles pruden- futuras. Por el contrario, la inversión de hoy benefi-
tes la deuda pública asegurando, en promedio y a lo ciará tanto a las futuras generaciones como a las ac-
largo de un período razonable, que los gastos corrien- tuales. Ello no implica que el gasto en capital tenga un
tes no excedan los ingresos corrientes’.5 La definición rango automáticamente superior al gasto corriente;
de un nivel “prudente” de deuda que permita un cierto ambos juegan un papel, y ambos tienen efectos dura-
margen de maniobra en la eventualidad de eventos deros en la economía. La regla de oro se aplica a la
futuros adversos no se especifica en la legislación. No inversión neta; se implementa usando una definición
existe un nivel de deuda que pueda ser considerado de la cuenta corriente del sector público cercana al
prudente para todos los tiempos. Todos los factores concepto de Cuentas Nacionales, de manera que la
relevantes, como la vulnerabilidad ante shocks exter- depreciación del capital público se incluye como gas-
nos, el costo del servicio de la deuda, las presiones to corriente. Se asegura así que los contribuyentes
demográficas y otros, cambiarán probablemente a lo actuales pagan el costo de mantener el stock de capi-
largo del tiempo. tal. La definición de Cuentas Nacionales es transparen-
Los gobiernos pueden apartarse temporalmente te y evita la tentación de hacer pasar gastos corrientes
del principio de prudencia, pero la legislación estipula por gastos de capital para cumplir la regla. En cuanto
que se deben precisar las razones de esta desviación, a la segunda regla, el Gobierno estipula que, todo lo
y cómo se prevé volver a tal nivel. El propósito es evi- demás igual, es deseable reducir por debajo del 40%
tar los problemas asociados con los objetivos numéri- la deuda pública neta a lo largo del ciclo. Un objetivo
cos en la legislación; la dificultad de anticipar el futu- de deuda definido a lo largo del ciclo permite tomar
ro lleva a la necesidad de alguna flexibilidad de corto en cuenta el entorno macroeconómico, al cual este
plazo, pero con desvíos temporales y transparentes. indicador es muy sensible, especialmente en cuanto al
Las leyes del Reino Unido se guían por una filo- diferencial entre tasa de crecimiento y tasa de interés
sofía similar. El Código de estabilidad fiscal, aprobado sobre la deuda.
por la Cámara de los Comunes en diciembre de 1998, Otra normativa legal de gran importancia es la del
establece los criterios que deben guiar la formulación e Pacto por la Estabilidad y el Crecimiento de la Unión
implementación de la política fiscal. Las reglas fiscales Europea, la que establece objetivos de mediano plazo
gubernamentales inicialmente fueron fijadas en julio de respecto de posiciones fiscales en equilibrio o en su-
1997 en el Informe financiero y presupuestario y fue- perávit, y compromete a sus miembros a presentar
ron confirmadas en el presupuesto de marzo de 1998. programas de estabilidad trianuales que especifiquen
Nótese que no se incorporan en el código de estabili- las trayectorias contempladas para acometer tales ob-
dad fiscal, sino en las leyes anuales de presupuesto.6 Una jetivos. La resolución de Amsterdam supone que la
aproximación alternativa sería incluir estas reglas fisca- “adhesión al objetivo de una posición presupuestaria
les en la Ley, pero ello sería excesivamente restrictivo, cercana al equilibrio o en excedente permitirá a todos
puesto que el proceso en marcha podría requerir que las los Estados miembros enfrentar las fluctuaciones cícli-
reglas fuesen complementadas. Más aun, según el cri- cas normales, manteniendo el déficit dentro del valor
terio imperante, le corresponde a cada gobierno elegido de referencia de 3% del PIB”. El intervalo de tiempo
escoger y anunciar los objetivos y reglas de sus políti- que permite interpretar el mediano plazo es el ciclo
cas, siempre que sean consistentes con los principios macroeconómico.
fiscales establecidos en la Ley. El gobierno establece dos Para juzgar el grado de cumplimiento de los ob-
reglas para la legislatura: i) la regla de oro: a lo largo jetivos de mediano plazo, en la práctica se debe eva-
del ciclo, el gobierno se endeuda sólo para invertir y no luar la incidencia probable de la coyuntura sobre la
para cubrir gastos corrientes; ii) la regla de inversión evolución actual y futura de las cuentas públicas, con
sostenible: la deuda pública se mantendrá, como propor- algún método aceptado por todos los Estados miem-
ción del ingreso nacional, a un nivel estable y prudente bros. Tanto los Estados miembros como el Comité del
a lo largo del ciclo. Banco Central Europeo7 consideran el método de los
La regla de oro promueve la ecuanimidad entre
generaciones, al asegurar que la cuenta de los gastos
7 Véase en Consejo de la Unión Europea (1998) la opinión del
5 Véase Nueva Zelandia, The Treasury (1995). Comité Monetario sobre el contenido y formato de los programas
6 Véase Reino Unido, Her Majesty’s Treasury (1998 y 1999). de estabilidad y convergencia.

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REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001 31

servicios de la Comisión como apropiado y útil para para analizar la posición cíclica de la economía. Tam-
examinar para cada Estado miembro los saldos públi- bién deben presentarse los supuestos técnicos sobre la
cos cíclicamente ajustados. evolución de las tasas de interés, dado su impacto so-
Todos los países someten, a partir de 1999 y a bre las finanzas públicas. Ante las dificultades prácti-
principios de cada año, al Consejo y a la Comisión cas para el uso de un conjunto común de proyeccio-
programas trianuales de estabilidad (para los países de nes macroeconómicas, el Comité prefirió que los paí-
la zona del euro) o de convergencia (para los restan- ses miembros establezcan sus propias previsiones so-
tes) que responden al criterio del Pacto. Según el pri- bre la economía doméstica y la situación mundial. Sin
mer reglamento del Consejo,8 que tiene vigencia legal embargo, si existen diferencias significativas con las
desde el 1 de julio de 1998, los programas de estabi- proyecciones de la Comisión, el país miembro debe
lidad y convergencia deberán presentar la siguiente justificar sus presunciones.
información: ii) Los programas deben incluir análisis de sensi-
i) El objetivo de mediano plazo de una posición bilidad, estimando cómo afectaría los cambios en los
presupuestaria cercana al equilibrio o en excedente y principales supuestos económicos al saldo y a la deu-
la trayectoria de ajuste hacia este objetivo para el sal- da pública. Este análisis debe ser complementado por
do del Gobierno General, y la trayectoria esperada para un estudio sobre el impacto de diferentes supuestos de
la relación deuda sobre PIB del Gobierno General; tasa de interés sobre el déficit y la deuda.
ii) Los principales supuestos relativos a los acon- iii) La información sobre las trayectorias del dé-
tecimientos esperados y a las variables económicas que ficit y de la deuda del Gobierno General y de los su-
son relevantes para la realización de los programas de puestos sobre las principales variables económicas
estabilización, como el gasto en inversión de Gobier- debe cubrir al menos los tres próximos años, dejando
no, el crecimiento del PIB, el empleo y la inflación; abierta la posibilidad de presentar un período más lar-
iii) Una descripción de las medidas presupuesta- go si algún país miembro así lo desea.
rias u otras que se proponen para lograr los objetivos iv) Las actualizaciones anuales debieran mostrar
del programa y, en el caso de las medidas presupues- cómo se han comportado las variables respecto de los
tarias principales, una estimación de sus efectos cuan- objetivos del programa anterior y, cuando ocurren
titativos sobre el presupuesto. desviaciones significativas, incluir las etapas conside-
iv) Un análisis de cómo los cambios en los su- radas para rectificar la situación.
puestos económicos principales tienen incidencia en el El Pacto permite, sin embargo, interpretar el ob-
saldo y en la deuda pública. jetivo de saldo de manera más flexible, aceptándose
La información referida a las trayectorias del sal- déficit superiores, aunque acotados, originados en fac-
do público, de la deuda y de las principales variables tores cíclicos transitorios. Los procedimientos están
económicas reseñadas se entregará sobre una base estipulados en el Protocol on Excesive Deficit Procedu-
anual y deberá cubrir el año anterior, el año en curso re,9 artículo 2:
y los tres siguientes años. Los Estados miembros de- i) El exceso de déficit de gobierno por sobre el
berán hacer públicos sus programas de estabilidad y valor de referencia será considerado excepcional cuan-
convergencia anualmente. El Comité ha elaborado un do resulte de un evento inusual fuera del control del
informe técnico, entendido como un código de buenas gobierno miembro y que tiene un impacto significati-
prácticas, relativo al formato y al contenido de los vo sobre la posición financiera del gobierno general,
programas de estabilidad y convergencia, de manera a o cuando resulte de un severo cambio coyuntural des-
facilitar su examen y discusión. Los principales ele- favorable. Además, el exceso será considerado transi-
mentos de estos programas son los siguientes: torio si los servicios de previsión de la Comisión indi-
i) Los supuestos sobre el crecimiento del PIB y de can que el déficit volverá a situarse por debajo del valor
las fuentes esperadas de este crecimiento deben ser de referencia después de que termine el evento inusual
fundamentados, proveyéndose suficiente información o el cambio coyuntural desfavorable. La corrección del

8 Véase en Consejo de la Unión Europea (1997a) la Council 9 Véase en Consejo de la Unión Europea (1997b) la Council

Regulation (EC) sobre el fortalecimiento de la vigilancia de las po- Regulation (EC) N° 1467/97 respecto a acelerar y aclarar la aplica-
siciones presupuestarias y la vigilancia y coordinación de las polí- ción del procedimiento de déficit excesivo, vigente a partir del 1 de
ticas económicas. enero de 1999.

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déficit excesivo debería completarse dos años después citos y una gestión de corto plazo más atenta a las fluc-
de su ocurrencia, y un año después de su identifica- tuaciones macroeconómicas. Estos elementos ayudan
ción, a menos que existan circunstancias excepciona- a mejorar la eficiencia y eficacia de las políticas pú-
les. Las estadísticas utilizadas para la aplicación del blicas, al alargar el horizonte de la gestión pública, y
protocolo serán provistas por la Comisión. reservar márgenes de maniobra para enfrentar situacio-
ii) La Comisión considerará, como una regla, que nes imprevistas. Esto es posible sólo en la medida en
el exceso de déficit será excepcional sólo si existe una que exista transparencia y mecanismos claros de ren-
caída interanual del PIB de por lo menos 2%. dición de cuentas. La combinación de metas de me-
iii) La Comisión decidirá si la situación es excep- diano plazo debidamente informadas (una situación
cional en el caso de caídas menores al 2% y existe un cercana al equilibrio o en superávit en condiciones
exceso de déficit, tomando en cuenta las observacio- normales en la zona euro, equilibrio en cuenta corriente
nes realizadas por el país miembro, en particular rela- en el ciclo y deuda pública estable en el ciclo en el
tivas a lo abrupto de la recesión y a la acumulación de Reino Unido) y de una programación presupuestaria
pérdidas de PIB respecto de las tendencias pasadas. en que se define la trayectoria para acometer esos
Se trata de combinar disciplina con flexibilidad, objetivos permite apreciar la situación de las finanzas
con una programación plurianual con objetivos explí- públicas y su orientación.

IV
Una gestión pública para el futuro

A medida que la estabilidad macroeconómica permite ticipar para actuar a favor de un futuro deseable li-
visualizar un horizonte de mediano plazo, se hace cada bremente consensuado, tal es el objeto de la prospec-
vez más posible y necesario el rescate de la planifica- tiva.
ción, como un instrumento fundamental de la gestión Podemos distinguir dos visiones polares de la
pública en América Latina. Este proceso se ha ido prospectiva: una de naturaleza exploratoria, que parte
profundizando de una manera gradual y no en la for- del presente para recorrer el espectro de los futuros
ma de un proyecto previamente concebido. La plani- posibles, y otra normativa, que parte de una visión del
ficación debe ilustrar las perspectivas a mediano y futuro deseable y construye el itinerario de las accio-
largo plazo para el conjunto de los ciudadanos, clari- nes necesarias para realizarlo. Si se parte de la reali-
ficar las alternativas de decisión de las autoridades dad, el riesgo es quedarse en ella, sin cambiar nada, o
públicas, explorar las nuevas estrategias económicas y sólo en el margen. Si se parte del imaginario, el ries-
sociales posibles y deseables. La planificación cons- go también es quedarse en él, construyendo sueños. Lo
truye un puente entre los grandes objetivos políticos y natural es buscar imágenes del futuro a partir del pre-
económicos del Gobierno y la ejecución de sus planes sente, pero el itinerario inverso, partir del imaginario,
y programas. es atractivo, pues lo esencial es romper las inercias y
Realizar un esfuerzo de prospectiva para incorpo- movilizar energías. El desafío, en este último caso, es
rar anticipación y un horizonte de largo plazo en el transformar estas ideas en nuevas estrategias económi-
proceso de toma de decisiones es una de las tareas cas y sociales que permitan enfrentar los grandes pro-
decisivas de la gestión pública. Como herencia de los blemas de la región.
ajustes realizados desde los años ochenta, el grueso de Preparar la gestión pública para el futuro supo-
los países de América Latina tiene horizontes tempo- ne avanzar en siete áreas bien definidas (OCDE, 2001a):
rales muy limitados. Pese a ello, es misión indelegable i) reglas macrofiscales, ii) presupuestación plurianual,
del Estado preparar el futuro, mejorar la capacidad de iii) presupuesto base cero, iv) relajación de controles
anticipación, resistir a la “tiranía destructiva del corto internos, v) contabilidad y gestión sobre base de-
plazo”, ofrecer visiones de largo alcance. La anticipa- vengado, vi) evaluación de resultados y vii) convenios
ción es una condición de la acción, y ésta no puede de desempeño. Nótese que esta clasificación supone una
confundirse con una mera gestión de las urgencias. El secuencia. Así, la evaluación de resultados sólo tiene
porvenir no sólo se prevé, también se construye: an- sentido si se implementan las reformas anteriores.

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Como es sabido, la gestión pública ha evolucio- naza de sanciones legales o financieras, sino de la
nado del presupuesto por programas al enfoque por necesidad de las partes de tener relaciones claras y
resultados. La técnica de presupuesto por programas acuerdos estables (OCDE, 1999).
procuraba establecer vínculos estrechos entre el pro- La transformación de la administración pública
ceso presupuestario, la planificación y la evaluación de puede generar una incompatibilidad entre la necesidad
los programas públicos. En su concepción más amplia, de control central de las operaciones y la libertad
el enfoque por resultados busca más bien enriquecer gerencial requerida para mejorar el desempeño. En este
la discusión presupuestaria en un marco flexible (véa- tema es muy importante no confundir, por el lado de
se Marcel, 1998). El proceso de modernización de la las oficinas de presupuestos, los nuevos sistemas de
gestión de las instituciones está muy vinculado en la gestión pública con los ajustes fiscales de corto plazo,
actualidad al modelo denominado modelo de gestión y por el lado de los gerentes, las reformas con una li-
por resultados, lo que supone avanzar simultáneamen- cencia para gastar como quieran (Shick, 2001). La
te en una cierta autonomía en la toma de decisiones innovación gerencial supone nuevos modelos de rela-
de los centros gestores y en la construcción de siste- cionamiento entre “gastadores” y “asignadores”, para
mas apropiados de evaluación. Esta última debe ser a buscar un adecuado equilibrio entre la necesidad de
la vez interna, a través de indicadores y de metas de flexibilidad en la implementación de planes y progra-
desempeño, y externa, a partir de rondas evaluatorias mas y la disciplina que supone formar parte de un
realizadas por otros organismos. Los criterios orienta- sector público con reglas macrofiscales explícitas.
dores tienen que ver con la planificación estratégica de Resulta indispensable clarificar las decisiones
los organismos públicos, el tipo de vinculación entre políticas con una visión plurianual. La realización de
la asignación de recursos y el desempeño institucional, planes y programas públicos debe insertarse en un
la transparencia del accionar del Estado, y, como co- marco de presupuestación plurianual, y ello no es otra
rolario de lo anterior, la búsqueda del cambio de cul- cosa que planificar con sentido estratégico. Hasta hace
tura organizacional de las entidades públicas. algunos años la plurianualidad era sinónimo de rigidez
Este proceso no está exento de dificultades, pues presupuestaria, entendida como la acumulación de
debe enfrentar obstáculos en las propias deficiencias compromisos sectoriales radicalmente incompatibles
actuales (pasar de una cultura de procedimientos a una con los objetivos globales. Esta “mala” plurianualidad
de resultados, orientada al usuario) y en las limitacio- ha dado paso a una visión más optimista de programa-
nes externas (continuos cambios refundacionales que ción de las finanzas públicas. Hoy en día, el ejercicio
impiden la emergencia de una estructura orgánica ade- de una “buena” plurianualidad es la consecuencia na-
cuada, con recursos humanos especializados). Cada tural del auge de los convenios de desempeño y de los
experiencia es única; los factores específicos a cada instrumentos de evaluación de las políticas públicas.
país e institución hacen que instrumentos y procedi- No es nuevo utilizar la perspectiva multianual para la
mientos difieran en cada caso. gestión pública; la innovación consiste en lograr una
Pero es claro que la gestión por resultados sólo articulación creciente entre plan, presupuesto y evalua-
pasará a ser una realidad cotidiana si se refuerza la ción de resultados, formalizar procesos en torno a es-
capacidad de autonomía de las agencias, a través de tos instrumentos de manera de asegurar consistencia-
convenios de desempeño. Estos convenios tienen va- temporal en la toma de decisiones, diseñar un eslabo-
rios propósitos: aumentar la eficiencia/eficacia, la res- namiento que le otorgue viabilidad al modelo de ges-
ponsabilidad (accountability) y la capacidad gerencial, tión por resultados.
pasar de un enfoque de insumos y reglas a otro de La gestión pública podría facilitar el proceso de
productos y resultados, construir confianza. En gene- toma de decisiones y los arbitrajes, tanto a nivel cen-
ral, los contratos de desempeño no son legales, sino tral como regional, si es diseñada a partir de ejercicios
mutuamente negociados sobre la base de acuerdos prospectivos y de planes estratégicos, con reglas fis-
entre ministros y jefes ejecutivos, o entre direcciones cales de mediano plazo, programación presupuestaria
y agencias. Estos contratos se generan a partir de acuer- plurianual, convenios de desempeño, instancias de
dos, los que sirven de base para resolver disputas, coordinación efectiva y sistemas abiertos de evaluación
enfrentar contingencias o ajustes cuando existen even- de planes y programas. Si la planificación ha de des-
tos no previstos. Los contratos de desempeño se cons- empeñar adecuadamente sus funciones, se hace nece-
truyen sobre la base de un modelo contractual “rela- sario introducir más pragmatismo y establecer las ba-
cional” y no clásico, y sacan su fuerza no por la ame- ses de una gestión flexible, descentralizada y con

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34 REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001

mayor responsabilidad y capacidad de acción de sus ble a los desaciertos de previsión sobre el potencial de
actores. crecimiento de las economías, y estos errores tienen
Para hacer consistentes las reglas de mediano efectos permanentes en las finanzas públicas. Si el PIB
plazo con la gestión del gasto público, el nuevo régi- efectivo es inferior al tendencial estimado durante el
men de planificación y de control debe evitar, por una lapso considerado en los planes de Gobierno, el resul-
parte, la tendencia al cortoplacismo en las decisiones, tado es una merma estructural de la posición financie-
y el incrementalismo en el manejo del presupuesto, y ra del sector público.
por otra, el sesgo negativo que generalmente afecta al Es importante entonces tomar en cuenta explíci-
gasto en inversión. La clara separación de los gastos tamente la posición de la economía en el ciclo y adop-
corrientes, incluyendo la depreciación, y de capital, y tar supuestos moderados de crecimiento en la progra-
la asignación de proporciones crecientes del gasto mación plurianual. De manera deliberada, y aprendien-
público de manera plurianual son aspectos que sin duda do de las lecciones del pasado, como la observación
pueden ser decisivos en la ardua tarea de construir un de que la principal causa de fracaso de las experien-
entorno institucional favorable a la estabilidad y el cias de programación plurianual del presupuesto es el
crecimiento. excesivo optimismo respecto del crecimiento de me-
Asegurar un entorno apropiado para la inversión diano plazo, se debe emprender una estrategia pruden-
privada y administrar adecuadamente los escasos re- te, que permita ajustarse a las fluctuaciones macroeco-
cursos disponibles para la inversión pública, supone nómicas.
una gestión capaz de enfrentar tres desafíos fundamen- Parece necesario encarar este “sesgo de optimis-
tales: el primero, respetar una regla fiscal a lo largo del mo” (en que los episodios positivos son considerados
ciclo, para evitar los costos económicos y políticos de como permanentes y los negativos como transitorios)
los ajustes fiscales abruptos; el segundo, identificar con para asegurar una programación fiscal más consisten-
la debida anticipación los déficit estructurales, de te y más transparente. Los análisis de sensibilidad no
manera a evitar un endeudamiento público excesivo deben limitarse a construir escenarios con distintos
que represente una carga para las futuras generaciones; valores de las previsiones del PIB a un año, sino también
y el tercero, eliminar el sesgo en contra de los gastos contemplar trayectorias menos optimistas respecto del
de capital. Estos son en general más sensibles a los PIB tendencial. Se dispondría así de una trayectoria plu-
ajustes fiscales que los gastos corrientes, por su pro- rianual prudente, requerida en un entorno incierto para
pia naturaleza. Postergarlos o no realizarlos, también asegurar márgenes de seguridad e internalizar de esta
constituye una carga para las generaciones futuras. manera la eventualidad de imprevistos y de errores de
En lo que se refiere al primer desafío —respetar medición en la propia programación presupuestaria.
la regla fiscal a lo largo del ciclo—, se trata de desarro- Orientar la política fiscal en función de un obje-
llar instrumentos que orienten el proceso presupuesta- tivo estructural de mediano plazo va mucho más allá
rio hacia un esquema de disciplina y flexibilidad, en de un simple criterio, pues supone efectuar medicio-
que se identifiquen con claridad los factores transito- nes sistemáticas de la posición de la economía en el
rios y se asegure una conducción consistente con el ciclo, y por ende de los elementos que están afectan-
ineludible pacto fiscal que requieren nuestras socieda- do el PIB potencial. La gestión pública debiera tener un
des. El criterio relevante parece ser buscar una posi- fuerte componente de análisis macroeconómico, mu-
ción financiera corregida por las fluctuaciones del ni- cho más intenso de lo habitual en nuestros países.
vel de actividad, lo que equivale a programar los gas- En cuanto al tercer desafío —eliminar el sesgo en
tos e ingresos con una visión de mediano plazo en el contra de los gastos de capital—, es importante reco-
manejo de las finanzas públicas. Cuando se diseñan las nocer explícitamente en la programación presupuesta-
políticas presupuestarias, se debe tomar en cuenta que ria la diferencia económica entre el gasto corriente y
la marcha cíclica de la economía es inevitablemente el de capital. El Estado tiene como deber alcanzar o
incierta y que las proyecciones de los determinantes de mantener el stock de capital necesario para la econo-
ingresos y gastos son necesariamente imprecisas. mía y asegurar que su componente público se conser-
Para enfrentar adecuadamente el segundo desafío va en buenas condiciones. Un nivel inadecuado de
—identificar con la debida anticipación los déficit es- inversión pública puede dañar irremediablemente el
tructurales—, es necesario asegurar una trayectoria plu- desempeño de largo plazo de las economías.
rianual consistente con la regla fiscal. La mayor parte En muchos países se están realizando grandes
de los errores en la programación plurianual es atribui- esfuerzos para adecuar sus propios procesos presupues-

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REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001 35

tarios al objetivo de estimular y proteger el gasto en De esta manera, se asegura un mayor vínculo
inversión pública. Es útil para ello planificar y gestio- entre el proceso de planificación del gasto y la regla
nar separadamente los gastos corrientes y de capital. fiscal, contabilizándose los gastos de las agencias so-
En el modelo de gestión por resultados, planificar, bre la misma base que se utiliza para realizar las pro-
gestionar y contabilizar los gastos debe hacerse sobre yecciones fiscales. Vale la pena notar, sin embargo, que
una base de devengado, registrando en el momento en el sistema de caja seguirá siendo relevante, por ejem-
que ocurren los costos del capital, como la deprecia- plo, para contabilizar las necesidades financieras del
ción e intereses de la inversión pública y de los res- Gobierno. Más aun, la previsión de impuestos conti-
tantes activos. De esta manera, se asegura un mayor nuará basándose en una base caja.
vínculo entre el proceso de planificación del gasto y Se ha implementado plenamente una contabilidad
la regla fiscal. con base devengada en Australia, Canadá, Nueva
La experiencia reciente del Reino Unido10 parece Zelandia, Islandia e Italia; otros países están desarro-
particularmente interesante, pues se establecen planes llando estos sistemas en la actualidad (ver OCDE ,
“a firme” de tres años para todas las reparticiones de 2001b). La alta calidad de la información es la base
Gobierno, a través de los Departmental Expenditure para una buena política de toma de decisiones.
Limits (DEL). Se espera que estos límites (más o me- La gestión pública debe así combinar un diseño
nos la mitad del gasto total) representen una base só- transparente, con reglas que aseguran el control de las
lida para la planificación y un fuerte incentivo para finanzas públicas a mediano plazo, y un nuevo régi-
administrar los costos de manera eficiente. El Gobier- men de planificación presupuestaria, basado en la asig-
no busca también una mayor flexibilidad de gestión nación plurianual de proporciones crecientes del gas-
para mejorarla, aceptando que las agencias tengan la to público. Estos dos pilares son inseparables; el pri-
libertad de trasladar cualquier parte de sus gastos in- mero (las reglas fiscales) le otorga factibilidad técnica
cluidos en los DEL de un año a otro. al segundo (la programación plurianual), al establecer
Cuando el gasto no puede, razonablemente, ser normas independientes del ciclo macroeconómico, y el
objeto de un plan trianual, es sujeto de un escrutinio
segundo, otorga mejores incentivos a las agencias para
anual como parte del proceso presupuestario, y se le
manejar de manera más eficiente sus presupuestos y
denomina gasto administrado anualmente, Annually
contribuir así al cumplimiento de las metas a lo largo
Managed Expenditure (AME). La mayor parte de estos
del ciclo.
gastos tienen que ver con la Seguridad Social y están
La estrategia debe entonces enfatizar la planifica-
sujetos a un riguroso control anual. De manera con-
ción de largo plazo, poner el acento en los productos
sistente con la regla fiscal, los gastos corrientes y de
más que en los insumos; distinguir con claridad los
inversión son planificados y gestionados separadamen-
gastos corrientes y de capital, y finalmente basarse en
te, tanto dentro de los DEL como de los AME.
la prudencia y la estabilidad, creando un margen para
A partir del 2000, se implementa un nuevo siste-
enfrentar las inevitables incertidumbres. Los desarro-
ma contable para el sector público sobre una base
llos expuestos dan cuenta de interesantes cambios en
devengado, el que complementará las cuentas actua-
les base caja. El uso de principios de la contabilidad la manera de encarar la gestión pública. Luego de casi
base devengado reconoce que los efectos económicos dos décadas de declinación, la planificación, guiada por
de los gastos de capital no son los mismos que los de planes plurianuales y programas, permite revertir la
gastos corrientes, y además registra los gastos en el administración por sectores e instituciones. El enfoque
momento en que se han incurrido y no cuando se han normativo da paso a la gestión estratégica y a la pros-
pagado. El Resource Accounting and Budgeting (RAB) pectiva. Ello supone incorporar la dimensión plurianual
se propone planificar, gestionar y contabilizar los DEL en planes de inversión y marcos presupuestarios; el
sobre una base de devengado, registrando en el mo- desafío es coordinar las inversiones públicas y priva-
mento en que ocurren los costos del capital, como la das para el crecimiento.
depreciación e intereses de la inversión pública y de En un entorno dominado por desequilibrios y
los restantes activos. conflictos emergentes y variados, se trata de construir
nuevos andamiajes institucionales, con esquemas pru-
denciales orientados a internalizar lo más posible
externalidades positivas y negativas a través de reglas,
10 Véase al respecto Reino Unido, Her Majesty’s Treasury (2000). procedimientos y protocolos de excepción. No se trata

LA GESTION PUBLICA ORIENTADA A LA INVERSION Y AL CRECIMIENTO • RICARDO MARTNER


36 REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001

de decretar credibilidad por ley, sino de desarrollar ren leyes de responsabilidad fiscal que ponderen ade-
estrategias de largo aliento comprometidas con la res- cuadamente el principio de responsabilidad, pero tam-
ponsabilidad, la estabilidad y el crecimiento. El asun- bién es necesario pensar en leyes de estabilidad y cre-
to no es meramente semántico: nuestros países requie- cimiento. ¡La diferencia no es menor!

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