You are on page 1of 2

PUNTOS DE VISTA MARX EN TLC

El análisis de las ideas políticas de Marx se ha visto obscurecido por distorsiones


provenientes, en primer lugar, de la asociación que normalmente se establece entre estas
ideas y las políticas seguidas principalmente por la Unión Soviética. Sin embargo, resulta
aconsejable estudiar la teoría política de Marx en sí misma, independientemente de la
vinculación antes mencionada.

Con esta separación analítica no se pretende negar que la aplicación de la teoría política
de Marx, y las formas totalitarias que adopta, constituyen un serio problema para la
interpretación del pensamiento de Marx. Pero el énfasis del presente trabajo se pondrá en el
análisis de las ideas políticas de Marx que han debido ser revisadas en aspectos esenciales
con motivo del descubrimiento y pensamiento en el TLC.

Por lo cual el objetivo de esto Marx tendría las bases lógico-ideológicas paradigma de
los denominados “Tratados de Libre Comercio” (TLC) Continuación de las prácticas
estadounidenses iniciadas en la década de 1980-1990 (la década perdida) conocidas como
PAE´s (Programas de Ajuste Estructural) impuestas por el FMI y el BM, como
condicionantes de sus préstamos para el “desarrollo de la región” y, en el más de los casos,
para el pago de la deuda externa (eterna) de los países latinoamericanos. Todo ello en la
lógica del denominado “Consenso de Washington”.

Es decir, una producción ideológica específica propia de la economía política y filosofía


política burguesas del siglo XVII y XVIII que impulsan un individuo natural y
libre (además racional-calculador) que busca y permite evadir los imperios y abusos
provenientes del sistema feudal, clerical y absolutista-arbitrario del poder reinantes;
haciendo del trabajo y del consentimiento de cada cual el fundamento de la riqueza y de la
legitimidad de los gobiernos.

Este mundo moderno binario enfrenta los intereses privados (individuales) y los
intereses colectivos. Crea igualmente una sociabilidad objetiva donde las relaciones son
mediadas por el Mercado, todo logra ser equivalente a través de la abstracción del Dinero
(la cosa en sí), que genera el proceso de cosificación del mundo circundante y la reificación
de la subjetividad. Los sujetos modernos terminan siendo alienados por aquello que les
emancipa.

De ese modo, es imposible imputar a Marx una mentalidad globalmente romántica y,


en esa medida, antimoderna por el TLC. Pero, por otro lado, es innegable la presencia, en
su pensamiento, de un fuerte arribo refractario al sistema institucional de la modernidad, y
no sólo a su status quo capitalista. Y aquí, Aron dio en el blanco. La médula de lo que hay
de sentimiento antimoderno en Marx es su repugnancia por la autonomía de lo económico,
por el universo de la creciente división de trabajo de la ubicua circulación monetaria

You might also like