Historial agrícola de los terrenos, donde se implementará la practica
3.1 Cultivo anterior: Avena 3.1.1 Duración del ciclo biológico: Planta anual de verano, tiene su ciclo entre marzo y diciembre; se encuentra en estado vegetativo de marzo a junio, florece de junio a octubre y fructifica de agosto a diciembre (Villarreal, 1979). 3.1.2 Fecha de siembra Bajo condiciones de riego, se sugiere sembrar del 15 de octubre al 30 de noviembre, mientras que para siembras de temporal la mejor época de siembra comprende del 25 de junio al 30 de julio, una vez establecido el temporal. 3.1.3 Fecha de cosecha La época de cosecha depende de la variedad y de la fecha de siembra; sin embarga, el mejor momento es cuando el grano ha alcanzado su madurez (104 a 140 días de la nacencia) y tiene entre 12 y 13% de humedad. 3.1.4 Otras 3.2 Practicas de manejo del suelo 3.2.1 Subsoleo. Con el transcurso de los años, el paso contínuo de la maquinaria y con el pisoteo de los animales cuando se pastorea, hacen que la capa abajo del suelo se apriete o compacte. Esto dificulta la penetración de las raíces y el agua. Para evitar dicha compactación se requiere utilizar el arado de subsoleo. La labor de subsoleo debe efectuarse, por lo menos, cada tres años y a una profundidad de 60 centímetros. 3.2.2 Barbecho. Su finalidad es romper, voltear y aflojar la capa arable para promover su ventilación y que el sol destruya los huevecillos de plagas que viven abajo del suelo. Además, sirve para incorporar los residuos vegetales de cultivos anteriores y destruir las malas hierbas que al descomponerse sirven como abono y mejoran el contenido de materia orgánica En los suelos ligeros para siembras de temporal, esta labor debe efectuarse antes del inicio de las lluvias, en terrenos arcillosos o pesados conviene barbechar antes de que se pierda la humedad residual. En general, el barbecho debe realizarse a una profundidad entre 25,14 y 30 centímetros. 3.2.3 Rastreo. Después del barbecho, es necesario dar uno o dos pasos de rastra para terminar de desbaratar los terrones. Con esta actividad se forma una capa de suelo suave y bien mullida; se facilita la distribución de la semilla y sirve para que el agua dentro del suelo se mueva con facilidad y las raíces puedan penetrar fácilmente. Se sugiere dar el primer paso de rastra en el sentido de la cruza del barbecho y el segundo en el sentido perpendicular al primero. 3.2.4 Nivelación o emparejamiento. Esta actividad se debe realizar progresivamente año con año, con el fin de evitar que se formen encharcamientos que puedan perjudicar tanto a la germinación de la semilla como al desarrollo del cultivo, además de lograr un mejor aprovechamiento del agua tanto de riego como de lluvia y hacer una mejor distribución de la semilla y fertilizantes. 3.2.5 Trazo de riego Es una labor complementaria de la nivelación, se realiza con el fin de no tener desniveles sobre el terreno y así lograr un mejor, fácil y eficiente riego. La pendiente del trazo debe ser de entre 10 a 20 centímetros por cada 100 metros de largo, considerando que el riego es por trasporo o minado. 3.3 Practicas de manejo de malezas 3.3.1 Productos químicos y efectos residual Maleza de hoja ancha: Aplicar 2.4-DAmina en dosis de 1.0 a 1.5 L/ha. La calibración del equipo de aplicación (tractor o mochila) es importante para determinar la cantidad de agua que se requiere, Otra alternativa para el control de maleza que permite el sistema de siembra en surcos es mediante escardas, con las cuales se aporca el cultivo, y con ello se reduce el problema del acame.
3.4 Practica de manejo de plagas y enfermedades
3.4.1 Productos químicos y residualidad Pulgón del cogollo y pulgón del follaje. Aplicar Malatión 1000 E o Paratión Metílico 720 en dosis de 1.0 LJha o Thiodan 35%. en dosis de 1.5 Wha cuando se observen de 5 a IO pulgones por planta. El insecticida se diluye en 200 litros de agua. Los productos químicos sólo deben aplicarse cuando estén presentes altas poblaciones de pulgones. Sobre todo, en la etapa de llenado de grano. que es cuando los daños son de importancia económica. Roya del tallo. Esta es la principal enfermedad que ataca al cultivo de avena, una forma muy rentable de prevenir daños es la siembra de variedades resistentes y tolerantes. Sin embargo, en caso de observar los primeros síntomas de la enfermedad se recomienda aplicar Folicur 250 CE en dosis de 0.5 L/ha. Aunque las variedades recomendadas son tolerantes a esta enfermedad. no se debe descartar la posibilidad de presencia de nuevas razas de roya que puedan afectar el cultivo. Bibliografía