You are on page 1of 2

INSTITUTO DE PROFESORADO “CONCORDIA” D-54

Filosofía del Lenguaje - 2005


Prof. Mauricio Rohrer

¿Por qué estudiar el nominalismo de Guillermo de Ockham como una


filosofía del lenguaje?

Las diferentes posturas teóricas que problematizan el tránsito de la baja edad media a la
modernidad, allende las disputas sobre las continuidades o rupturas entre estos dos momentos históricos,
señalan al siglo XIV y a sus producciones intelectuales como la bisagra que aúna ambos términos.
En el siglo XIV, en efecto, el aristotelismo constituye un problema para su integración con las
verdades reveladas. Las sucesivas condenas del tomismo exigen, a los filósofos del momento, intentos
de nuevas síntesis del saber; la nueva lógica se expande y desarrolla en los centros universitarios
europeos; Marsilio de Padua y Guillermo de Ockham delinean una nueva concepción del poder político en
su relación con el Papado; surge el movimiento de los místicos renanos que influenciará profundamente la
religiosidad popular; el humanismo de Dante, Petrarca y Bocaccio es ya una realidad en Europa.
Esta es la densa urdimbre histórica en la que se desarrolla la filosofía de Guillermo de Ockham
(circa 1285-1349).
El pensamiento de Ockham ha sido objeto de múltiples y hasta contradictorias interpretaciones,
tanto en su significación como en sus proyecciones históricas. El ejemplo de dicha profusión de lecturas lo
plantea, entre otros, Alain de Libera:

“...Muchas fórmulas han sido ensayadas para calificar globalmente la


‘revolución’ ockhamista: desencantamiento ontológico (P. Alferi), desglosamiento
lingüístico del mundo (R. Paqué), criticismo y escepticismo (K. Michalski),
pansemiotismo ( U. Eco); no agregaremos una nueva. El programa filosófico de
Ockham se emparienta con el del neopositivismo en la medida en que él apunta a la
reducción drástica de la ontología (principio de economía); es logicista, en la medida en
que se inviste a la lógica de una función ‘doxolítica’ general (la pars destructiva de la
filosofía de Ockham es muchas veces más importante que su pars construens); es
naturalista en el sentido en que se emplea este término con referencia a J. Dewey o a
W. James (...) El conjunto hace una doctrina empirista y antiplatónica, articulada sobre
un realismo gnoseológico...” 1

En la base del pensamiento ockhamista está, en primer lugar, su voluntarismo teológico fundado
en el principio de la omnipotencia divina, según el cual la metafísica de las esencias es un elemento
helénico, extraño a la fe cristiana, ya que introduce una necesidad en el ente finito que coarta la libertad
divina.
En segundo lugar, el principio del reduccionismo ontológico traducido en la célebre premisa
metodológica: entia non est multiplicanda sine necessitate, constituye una de las claves de comprensión
de las tesis metafísicas, gnoseológicas y antropológicas ockhamistas, cuyo centro de gravitación es la
exaltación del individuo, negando toda posibilidad de existencia de entidades universales, lo que requiere
que el proceso de abstracción sea reemplazado por la intuición (sensible y abstractiva) como una vía
cognitiva de acceso a lo real.
La relevancia del abordaje de esta temática en este autor se justifica, principalmente, por las
siguientes consideraciones:

 Relevancia desde una perspectiva histórica:


A. La via modernorum abierta por la especulación de Guillermo de Ockham en el siglo XIV, prologa el
desarrollo del espíritu de la filosofía moderna. En este sentido, después de los estudios de Gilson
(Études sur le role de la pensée médiévale dans la formation du systéme cartésien, 1930) que
mostraron la relativa dependencia –antes que la ruptura absoluta- de la filosofía moderna respecto de
los pensadores de la edad media tardía, muchos investigadores han desarrollado sus trabajos en
esta dirección.
B. Una de las innovaciones ‘revolucionarias’ de Ockham consistió en haber destruido el esquema
gnoseológico del conocimiento como ‘imagen’, ‘species’ - típico de todo el pensamiento griego y de la
rehabilitación aristotélica del siglo XIII- y en haberlo sustituido con el esquema, germinalmente
agustiniano, del conocimiento como signo.
C. La concepción del conocimiento como signo, resaltada por los estudios de Paul Vignaux 2, marca,
como sostiene Andrea Grazioso 3 el tránsito filosófico del paradigma de la representación al
1
LIBERA, Alian de., (2000). La filosofía medieval. Buenos Aires, Docencia, pág. 427
2
Cfr. VIGNAUX, Paul., (1931), Nominalisme. En Dictionnaire de théologie catholique. columnas 717-
784
3
Cfr. GRAZIOSO, Andrea., (1997), Guglielmo d’ Occam filosofo del linguaggio. En Miscellanea
francescana. Tomo 97, I-II, Roma, págs. 140-143
paradigma lógico-lingüístico; hipótesis audaz para la interpretación de la transformación de la crítica
de la razón en crítica del lenguaje en la filosofía moderna y postmoderna 4.
D. La historiografía filosófica está concibiendo cada vez con mayor claridad que en Ockham se
encuentra una primera versión, germinal, del criticismo antimetafísico y del pragmatismo lingüístico
que caracterizó a la filosofía posterior; en este autor hay claves de la modernidad que hoy se
impugna;
E. En Ockham hay un replanteamiento importante de las relaciones entre razón y fe, razón y ciencia,
pensamiento y lenguaje; problemas que hoy siguen vigentes en la reflexión filosófica;
F. En el autor existe la inquietud por conservar lo genuinamente cristiano frente a la naturalización
helénica; aquí aparece el inveterado problema de la helenización del cristianismo, también actual y
presente en los debates teológicos.

 Relevancia desde las perspectivas de la Filosofía del Lenguaje:


La reflexión filosófica sobre el lenguaje es, actualmente, un vasto campo en el que convergen
diferentes corrientes de pensamiento y tradiciones. Sin pretender establecer filiaciones ni relaciones de
diversas teorías filosóficas contemporáneas con el proyecto de Ockham, no deja de ser fecundo el
establecer analogías entre las temáticas que éste aborda y aquéllas.
La afinidad de preocupaciones y propuestas resalta la potencialidad teórica que posee la filosofía
ockhamista para una reflexión sobre el lenguaje. Algunas de dichas analogías son:

A. El problema de la naturaleza del vínculo entre palabra y realidad es fundamental en la filosofía de


Ockham; problema que es abordado, explícita o implícitamente, en toda filosofía del lenguaje (así los
pensamientos de Nietzsche, la corriente analítica y pragmática, Austin, Foucault, Derrida, Gadamer,
Ricoeur, entre muchos otros);
B. La filosofía de Ockham es fundamentalmente semántica, uniendo de modo indisociable teoría del
conocimiento, teoría del signo (semiótica) y teoría de la referencia (semántica);
C. Las diferentes modalidades de la suposición lingüística que Ockham considera permiten la distinción
entre el lenguaje como objeto de estudio y un metalenguaje como teoría del lenguaje;
D. Las teorías de la significación y de la suposición, en Ockham, pueden leerse como precedentes para
la introducción de la distinción de Gottlob Frege entre sentido (Sinn) y referencia (Bedeutung);
E. El postulado ockhamista de la existencia de un lenguaje mental, presupuesto del lenguaje que se
expresa verbalmente señala el problema de la relación entre pensamiento y lenguaje; Jean Grondin
expresa, a propósito de la tesis de Gadamer sobre el olvido del lenguaje:

“...La question du rapport de la pensée au langage a donc toujours été


supplantée par celle du rapport de la pensée au monde, le langage étant ravalé au rang
d’ un instrument pour l’ expression des pensées. Le nominalisme, qui tend à réduire les
mots à des désignationes d’ êtres individuels pour en faire des signes d’ une pensée
essentiellement logique ou noétique, n’ en fut que l’ expression la plus franche. Par son
nominalisme latent, toute la pensée occidentale aurait succombé selon Gadamer à un
oubli du langage...” 5

F. Uno de los aspectos de mayor dificultad de interpretación es la posición ockhamista del lenguaje
como límite del conocimiento –lo que propiamente se conoce no son las cosas, sino las
proposiciones sobre ellas- que puede releerse desde la perspectiva gadameriana en relación a la
pretensión de validez universal de la hermenéutica filosófica.

4
Cfr. LLANO, Alejandro., (1997), Metafísica y lenguaje. Pamplona, EUNSA, págs. 13-92
5
GRONDIN, Jean., (1999), Introduction à Hans-Georg Gadamer. Paris, Du Cerf, págs. 192-193: “El
problema de la relación entre el pensamiento y el lenguaje ha sido siempre suplantada por el de la
relación entre el lenguaje y el mundo; el lenguaje ha sido relegado al rango de instrumento para la
expresión del pensamiento. El nominalismo, que tiende a reducir las palabras a modos de designación de
los seres para hacerlas signos de un pensamiento esencialmente lógico y noético, no fue más que la
expresión más cabal de esto. Por su nominalismo latente, todo el pensamiento occidental sucumbió,
según Gadamer, a un olvido del lenguaje”

You might also like