You are on page 1of 2

BATRACHOCHYTRIUM SALAMANDRIVORANS

SIGNOS CLÍNICOS Y DESCRIPCIÓN DEL CASO


1. Alojar tejidos y órganos infectados
El órgano principal donde se observa la patología es la piel (Martel et al., 2013; Gray et al., 2015)
2.
Observaciones groseras y lesiones macroscópicas.
B. salamandrivorans parasita las células epidérmicas de las salamandras, causando ulceraciones en la piel
con degradación significativa de la epidermis, deterioro de las funciones vitales de la piel y posterior
muerte de especies susceptibles en dos o tres semanas (Martel et al., 2013;
Gray et al., 2015; Laking et al., 2017). Los signos clínicos de la enfermedad causada por hongos del
género Batrachochytrium son en general variables y no patognomónicos, aunque las lesiones relacionadas
con B. salamandrivorans se caracterizan por ulceraciones cutáneas marcadas, en contraste con las
causadas por B. dendrobatidis, que típicamente induce hiperplasia epidérmica y hiperqueratosis (Martel et
al., 2013 y 2014). Como consecuencia, los signos clínicos por sí solos no son un medio adecuado para el
diagnóstico
3. Lesiones microscópicas y anormalidad tisular
Las lesiones histopatológicas consisten en ulceraciones epidérmicas focales con altos números de tallo
colonial de B. salamandrivorans (Martel et al., 2013)

MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO
Definición de sospecha
Altos niveles de mortalidad en poblaciones de anfibios con o sin enfermedad erosiva de la piel
Métodos de prueba presuntos
Se puede hacer un diagnóstico presuntivo sobre la base de la histología y la identificación de las lesiones
cutáneas características y de los talos coloniales (Martel et al., 2013). Por lo tanto, este método solo es
adecuado para el diagnóstico clínico casos.

Métodos de prueba confirmatorios


El diagnóstico puede confirmarse mediante PCR o cultivo. Actualmente, el método más confiable y
ampliamente utilizado para la detección de B. salamandrivorans es PCR cuantitativa (qPCR) (Blooi et al.,
2013).
Blooi et al. (2013) también describieron un protocolo de PCR (Duplex Real-Time PCR) que permite la
detección y cuantificación simultáneas de ambos B. dendrobatidis y B.salamandrivorans en muestras de
anfibios. La inmunohistoquímica puede usarse para detectar B.salamandrivorans en muestras
almacenadas en formaldehído (Thomas et al., N.d.). El aislamiento por métodos de cultivo tiene una baja
sensibilidad (Martel et al., 2014)

MODOS DE TRANSMISIÓN
2.1. Rutas de transmisión (horizontal, vertical, indirecta) El agente patógeno transmite
horizontalmente. Puede persistir en el entorno como no móvil o móvil esporas (Stegen et al.,
2017). No se sabe si el contacto directo de animal a animal es epidemiológicamente importante.
2.2. Depósito Según las características de B. dendrobatidis, se espera que las esporas resistentes
no móviles puedan sobrevivir en el agua y el suelo (Johnson & Speare, 2003). Las personas que
sobreviven a la enfermedad pueden ser infectadas persistentemente (Martel et al., 2013; Martel
et al., 2014). 2.3 Factores de riesgo (temperatura, salinidad, etc.) B. salamandrivorans prospera
mejor a temperaturas alrededor de 15 ° C (Martel et al., 2013). Salamandras han sido
demostrado experimentalmente que no debe ser colonizado por B. salamandrivorans a
temperaturas superiores a 25 ° C (Blooi) et al., 2015a). Las zoosporas nadan activamente en el
agua, el hongo es depende del agua, y la desecación es fatal para toda la vida etapas (EFSA,
2017).

MÉTODOS DE CONTROL
Se ha desarrollado un protocolo para tratar salamandras infectadas (Blooi et al., 2015a, Blooi et al.,
2015b). Se demostró que las salamandras infectadas expuestas a temperaturas de 25 ° C durante 10 días
no presentan infección. sin embargo, el el margen entre la temperatura requerida para eliminar B.
salamandrivorans y el límite térmico superior tolerado por la mayoría de los urodelanos es estrecho (Blooi
et al., 2015a). Alternativamente, se ha demostrado que las combinaciones de antibióticos similarmente
efectivo, pero solo los animales criados o capturados pueden ser tratados. El comercio de salamandras se
considera el camino más probable para la entrada de B. salamandrivorans en nuevas regiones geográficas
(Yap et al., 2015; Grant et al., 2016). Se deben implementar restricciones de movimiento para limitar la
introducción de patógenos y la detección temprana a través de la vigilancia de áreas de alto riesgo para
controlar la invasión de patógenos.

You might also like