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DOCENTE
HELIODORA HERMENEGILDA TRASPIRUNDA
MÓDULO
SOCIOLOGÍA
Para el estudio de caso se toma como personaje central el niño que más muestra
un comportamiento machista de los tres mencionados, y que en adelante se
identificará como Estudiante 1. La metodología utilizada incluye además la
observación no participante, una entrevista semiestructurada que se le aplica a
los tres niños, y un taller, el cual se anexa, en el que se trabaja en el aula, a
través del método de caso, el tema del machismo y la violencia de género.
DESARROLLO
Contexto
Antecedentes
Metodología
Según Hernández, Sampieri & Mendoza (2008) (Citado por Sampieri, Fernández
& Baptista (2010), los estudios de caso son considerados como una clase de
diseños que poseen sus propios procedimientos y diseños, estos autores los
definen como “estudios que al utilizar los procesos de investigación cuantitativa,
cualitativa o mixta; analizan profundamente una unidad para responder al
planteamiento del problema, probar hipótesis y desarrollar alguna teoría”.
En la labor docente se percibe cómo cada día los estudiantes constituyen una
población más diversa, en la que las diferencias, - a pesar del esfuerzo del Estado
por promover la inclusión como una forma de reconocer la divergencia, las
diferencias, lo que nos distingue, las múltiples posibilidades del ser humano,
manifestadas en las ideologías religiosas, las nuevas perspectivas de género, las
etnias y las necesidades educativas especiales, entre otras-, alejan, discriminan,
excluyen y en ocasiones generan manifestaciones de violencia, racismo,
intolerancia e irrespeto hacia los demás, aquellos que nos parecen diferentes,
distintos, que no encajan.
Preguntas de Reflexión
El padre del estudiante 1, cada 15 días, durante los días de pago, en los fines
de semana, va a la ciudad o al centro de la vereda a tomar alcohol con los
amigos, cuando llega embriagado, muchas veces se enoja por cualquier cosa y
maltrata a su mamá, ella no le discute porque dice que “a un borracho no se le
hace caso”, pero cuando está sola él la ha encontrado llorando en la cocina o en
el cuarto y ella le dice que es por lo que le hace su papá, pero que como esposa
debe soportar porque están casados por la iglesia y también debe hacerlo por
sus hijos. Su abuela también le ha dicho que a pesar del maltrato del abuelo
lisiado nunca va a dejar “a su viejito solo”, que se casaron fue para toda la vida
y así tienen que hacerlo hasta que alguno de los dos se muera. Sus otros
hermanos son muy pequeños para percibir la situación, pero ya empiezan a tener
actitudes violentas con su hermanita menor.
El estudiante 1 relata que para él siempre ha sido normal eso, que desde
pequeño ha visto a su papá llegar borracho y discutir con su mamá, y muchas
veces lo ha visto pegarle, pero que su mamá siempre ha soportado y solamente
alguna vez, recuerda que le discutió y se le enfrentó, pero que fue peor porque
su papá la golpeó y se fue de la casa por tres días. Desde entonces su mamá
prefiere soportar, no discute y más bien siempre dice que “todo sea por mis
hijos”. El estudiante 1 reconoce que las niñas son el género débil, pero que a
pesar de todo considera que son iguales a los hombres, y cuando una niña lo
molesta en la escuela o durante algún juego algo se complica, él no tiene reparo
en tratarla igual que a otro niño, y si la debe golpear la golpea o si le puede jalar
el cabello se lo jala.
Relata que muchas veces en los juegos en la escuela, ellos no discriminan si son
niñas o niños, por un lado porque dice que son pocos compañeritos en el aula y
en algunos juegos como en el fútbol deben incluir a las niñas, y por el otro
porque a él y la mayoría de sus compañeros nunca les enseñaron que las niñas
debían ser consideradas diferentes, débiles o que tenían que respetarse, al
contrario piensa que es mejor cuando se enfrenta a una niña porque la puede
agredir más fácilmente, se siente más fuerte y dice que eso le da una ventaja
sobre ellas, y por eso a veces actúa de esa manera.
Conclusiones
Sugerencias y Recomendaciones
Referencias
BORZONE, A., & ROSEMBERG, C. (2000). ¿Qué aprenden los niños cuando
aprenden a hablar?. El desarrollo lingüístico y cognitivo en los primeros años.
Buenos Aires: Aique.
1. Por favor describe tu grupo familiar, cuántos son, con cuántas personas vives,
qué hacen, dónde viven, etc.
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2. ¿Sabes que es el género y por qué es importante para nosotros como personas
reconocer los diferentes géneros que hay?
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3. ¿Por qué crees que a las mujeres se les deba tratar diferente y con respeto?
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4. ¿Piensas que cuando un hombre maltrata o agrede a una mujer, por el sólo
hecho de su condición hombre o ser más fuerte que ella, lo hace más hombre?
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SIEMPRE ____
LA MAYORÍA DE LAS VECES SÍ ____
ALGUNAS VECES SI, ALGUNAS VECES NO ____
LA MAYORÍA DE LAS VECES NO ____
NUNCA ____
Por qué
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6. Qué piensas cuando en tu familia o algún conocido, te explica que las mujeres
son iguales a los hombres y por esa razón deben respetarse y tratarse con
igualdad?
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Con el objeto de comprender las causas del comportamiento violento hacia las
mujeres se les pide a los estudiantes que piensen en una situación en la que
últimamente hayan «explotado» hacia una compañera de clase, y que escriban
en una hoja lo que ocurrió en cada una de las situaciones según el siguiente
esquema:
Hecho: (qué pasó, qué sentí, qué hice o dije, qué dijo o hizo la otra persona).
Consecuencias a corto plazo:
Consecuencias a largo plazo:
¿Qué me proponía? ¿Lo conseguí?
¿En qué momento empecé a perder la paciencia?
¿Qué es lo que ahora cambiaría de lo que dije o hice? ¿por qué?
Juan era el capitán de un barco, su barco era muy particular pues solamente
tenía mujeres en la tripulación, una mujer cocinaba, otra mujer lavaba los platos,
una mujer lavaba la ropa, otra mujer izaba las banderas, otra tiraba el ancla,
otra mujer lavaba la cubierta del barco, otra cuidaba los motores y les echaba
la gasolina, y sólo un hombre manejaba el bar, mientras tanto Juan solamente
timoneaba y era le capitán del barco, él decidía dónde ir, cuándo ir, dónde
detenerse y cuándo detenerse, pues para eso él era el capitán y mandaba en el
barco.
Cuando Juan se levantaba de mal genio llamaba a gritos a la mujer que cocinaba
y le pedía el desayuno con rabia, la mujer no comprendía por qué Juan lo hacía
y cuando se lo preguntaba se respondía a sí misma: “Juan es el capitán, y donde
manda el capitán, no manda el marinero”. En algunas ocasiones Juan se tomaba
en las tardes una cerveza para calmar la sed del calor del océano, y llamada al
hombre que manejaba el bar, y le pedía el favor de que le sirviera una cerveza,
y en ocasiones lo invitaba a sentarse con él a tomarse una cerveza también.
Cuando Juan se daba cuenta que a su ropa se le había caído un botón, le tiraba
la ropa a la mujer que lavaba la ropa y le gritaba que ella era la culpable y que
la debía arreglar lo más pronto posible. Ella se ponía triste y no entendía por qué
si ella no se colocaba la ropa de Juan, sería la culpable de haber perdido el botón,
pero se decía a sí misma: “Juan debe tener la razón, porque donde manda el
capitán, no manda el marinero”. Cierto día Juan le pidió el favor al hombre del
bar que le sirviera una cerveza para calmar la sed, pero el hombre del bar le
contestó que la cerveza se había acabado que le sugería tomarse un jugo de
naranja, que lo refrescaría y era a la vez saludable. Juan aceptó la sugerencia
del marinero y se tomó el jugo de naranja. Una vez iban navegando hacia unas
islas lejanas y el motor se paró de repente, Juan enfadado mandó a llamar a la
mujer que cuidaba el motor y le preguntó enojado qué había pasado. Ella le
explicó que al parecer el motor se desgastó por lo viejo y falló, porque tenía la
gasolina necesaria pero no arrancaba. Juan, el capitán del barco, se enojó con
ella y le ordenó que tenía que remar para llevarlos a puerto, ella le dijo que lo
mejor era que él como hombre, por ser más fuerte físicamente le ayudara y
entre los dos remaran para llevar el barco de vuelta. Pero Juan ofendido por la
sugerencia de la mujer, la tomó fuerte del brazo y le dijo: “Tú eres mujer y yo
soy el hombre, en mi barco manda el capitán, no una marinera, así que ponte a
remar o te tendré que castigar”, la mujer sintió temor por el castigo, y tristeza
de saber la tarea que le esperaba, pero se dijo a sí misma: “Tiene razón, él es
el hombre, él es el capitán, y donde manda el capitán, no manda el marinero” y
se puso a remar, hasta que sus brazos no aguantaron y quedaron a la deriva.
Preguntas de reflexión: