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4.º 1.

ª (CS)
Economía

El pensamiento
económico (II)
UNIDAD DIDÁCTICA N.º 2: Apuntes teóricos y
actividades (2.ª parte: El pensamiento
económico moderno)

El siglo XX planeó nuevos problemas a la Economía, que por


primera vez debió encarar fenómenos como la inflación y el
desempleo a gran escala. Asimismo, hoy estamos siendo testigos
de una nueva crisis económica mundial.
Esta parte de la unidad didáctica n.º 2 —la segunda— abarca
desde los principales desarrollos de la economía neoclásica hasta
las nuevas tendencias en materia de pensamiento económico.

Escuela de Educación Técnica n.º 2 «Canónigo Narciso Goiburu»


2009
Economía – 4.º 1.ª (CS)

El pensamiento económico moderno: Contenidos conceptuales


La economía neoclásica; diferencias entre el pensamiento clásico y el neoclásico. Keynes: El desempleo y la intervención del
Estado; ideas fundamentales del pensamiento keynesiano; la política monetaria y fiscal. Las nuevas tendencias: Samuelson y la
síntesis neoclásica; la «economía de la oferta»; el desarrollismo o estructuralismo en América Latina.

La economía neoclásica
La escuela neoclásica de pensamiento económico se conformó principal y simultáneamente en Gran Bretaña,
Austria y Suiza entre la segunda mitad del siglo XIX e inicios del siglo XX. Nació, en parte, como una respuesta a la
demanda de rigor científico en la Economía y, en parte, como una reacción contra el historicismo 1 del marxismo.
La economía del último tercio del siglo XIX experimentó un gran salto tecnológico y productivo conocido como
Segunda Revolución Industrial o Revolución Científico-Tecnológica y caracterizado básicamente por el desarrollo de
las industrias química, eléctrica, del petróleo y del acero, destacándose asimismo la introducción del motor de
combustión interna, el desarrollo del aeroplano, la comercialización del automóvil, la producción en masa de
bienes de consumo, la refrigeración mecánica, la invención del teléfono…
Esos cambios materiales implicaron modificaciones significativas en las percepciones sociales y políticas. El
positivismo2 alcanzó en aquel entonces su auge, con una confianza generalizada en que la ciencia podría resolver
los diversos problemas de la humanidad. La conducta del individuo pasó a ocupar un lugar central, como parte del
progreso de la filosofía política liberal3.

Diferencias entre el pensamiento clásico y el neoclásico


Las diferencias fundamentales pueden resumirse así:
Aspecto Escuela clásica Escuela neoclásica
El individuo como protagonista de la
Los agregados sociales, como la nación, la
Sujetos de referencia economía. (La sociedad no es sino una
clase social, etc.
aglomeración de individuos).
Los bienes arriban al mercado sin un valor
Las mercancías llegan al mercado con un
establecido de antemano; este se confunde
valor establecido durante la producción.
con el precio y se define precisamente en el
Luego, las oscilaciones de la oferta y de la
mercado. El problema a estudiar es,
demanda pueden elevar o disminuir
entonces, el proceso de formación de
Teoría del valor y la ligeramente el precio respecto del valor
precios.
formación del precio real.
Rige la teoría subjetiva del valor, según la
Se aplica la teoría del valor-trabajo, pues
cual el valor de un bien depende de la
el valor de un bien depende directamente
satisfacción que este brinda al deseo o la
de la cantidad de trabajo que lleva
necesidad del individuo (utilidad) y no del
incorporado.
costo de producción del mismo.
En consecuencia, desde la óptica neoclásica:
1. La actividad económica es realizada por el individuo porque siente una serie de necesidades y busca
satisfacerlas, debiendo elegir el uso a dar a los medios escasos con que cuenta para ello.
2. La realidad económica puede reducirse a una red de transacciones comerciales en el mercado, teniendo que
explicar tres fenómenos: (a) la oferta, (b) la demanda y
(c) el precio.
3. Si el sistema económico es un conjunto enorme de
mercados interdependientes, el problema a estudiar es
el proceso de formación de precios, más allá de las
fluctuaciones u oscilaciones del mercado; esa
explicación es la llamada teoría subjetiva del valor o
teoría de la utilidad marginal.

Las leyes de la conducta humana según


Gossen
Hermann Gossen (alemán, 1810-1858), partiendo del
supuesto de que el objeto de toda la conducta humana es lograr el máximo de goce o placer, define dos leyes sobre
este último:
1
Historicismo: Tendencia filosófica que considera toda la realidad como el producto de un devenir histórico.
2
Positivismo: Corriente filosófica para la cual el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, el que solo puede
obtenerse a través del método científico. Encuentra sus orígenes a inicios del siglo XIX en la obra del pensador francés Auguste
Comte y del británico John Stuart Mill.
3
Liberalismo: Sistema filosófico, económico y de acción política que promueve las libertades civiles y el máximo límite al poder
coactivo de los gobiernos sobre las personas, y que se caracteriza principalmente por: (a) el individualismo (el individuo por encima
de todo aspecto social), (b) la libertad como un derecho inviolable, (c) la igualdad entre las personas (en los campos jurídico y
político), (c) el respeto a la propiedad privada.
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 Primera ley: La satisfacción adicional obtenida del


M áxima utilidad
consumo de un bien disminuye progresivamente a medida 12
total
que aumenta la cantidad consumida del mismo, y se anula 10
al alcanzar la saciedad. Esto se denomina utilidad4
marginal5 decreciente. Un ejemplo sencillo y cotidiano es 8

la saciedad del hambre, con el goce decreciente que 6


producen los bocados sucesivos de alimento.
4
 Segunda ley: Cuando un consumidor deba satisfacer
simultáneamente varias necesidades diferentes sin 2
disponer de tiempo suficiente para lograr el máximo goce
0
en cada caso, lo hará de tal manera que, en todo 0 1 2 3 4 5 6 7 8
momento, la intensidad o el grado de satisfacción de cada
x =B ocados de alimento
una de ellas sea la misma. Ello, puesto que es imposible
obtener todo el placer posible satisfaciendo todas las
necesidades a la vez; esta es la base del problema
5
económico: siempre se sufre alguna escasez. A la
restricción de tiempo hay que adicionar la restricción de 4
dinero: no se cuenta con tanto dinero como para comprar 3
todos los bienes que producen placer.
2
Por consiguiente, para Gossen, el valor de un bien será mayor
Utilidad marginal
si es capaz de proporcionar más goce. Así como el placer 1
nula
define la utilidad de un bien, el dolor determina lo contrario, 0
esto es, su desutilidad. 0 1 2 3 4 5 6 7 8
-1
Gossen define el trabajo como dolor. En este orden de ideas, x =B ocados de alimento
el individuo trabaja en tanto y en cuanto el dolor que le -2

causa trabajar sea menor que el placer que le reportan los -3


bienes que puede adquirir con la remuneración.

La primera generación neoclásica


Como dijimos, esta corriente se conformó conjuntamente en Gran Bretaña, Austria y Suiza en la segunda década
del siglo XIX. Sus principales protagonistas fueron William Jevons, Carl Menger y Léon Walras, líderes del
marginalismo, escuela y teoría económica enfocada —por medio de la subjetividad— en la satisfacción del
consumidor (utilidad marginal).
 Para William Jevons (británico, 1835-1882), las leyes económicas pueden reducirse a unos cuantos
principios derivados de los grandes resortes de la acción humana: los sentimientos de placer y
dolor; deben tener carácter general y ser susceptibles de expresarse en modelos matemáticos , por
tratarse de cantidades, como las leyes de la Física.
En relación al valor, afirma que depende enteramente de la utilidad que el bien brinde al
individuo, a quien define como una máquina de placer cuyo fin es maximizar tal goce. Dicha
utilidad es, por tanto, subjetiva; no depende de una cualidad intrínseca del bien (no es objetiva),
sino de la percepción que cada individuo tenga de él.
«No puede caber ninguna duda de que es extraordinariamente deseable difundir las verdades de la Economía política
entre todas las clases de la población y por todos los medios disponibles, pues de la ignorancia de esas verdades nacen,
en su mayoría, los peores males sociales». – William Jevons
 Carl Menger (austríaco, 1840-1921) fue el fundador de la escuela austríaca de Economía o escuela
de Viena. Sostiene que, para entender las conductas económicas de una sociedad, es preciso
llegar a su elemento básico: el individuo (el «átomo» de la sociedad).
Define la Economía como la ciencia de la escasez, entendiendo que interesan los bienes que sean
escasos, pues aquellos que son ilimitados no constituyen un problema económico.
Según su concepción, el intercambio de mercado ocurre no por una simple propensión a trocar –
como explicaba Smith–, sino porque distintos individuos tienen distintas percepciones de la
satisfacción que consiguen de cada bien: se desprenden de los que les reportan menos placer para
obtener a cambio aquellos que le generan más goce, variando esto de sujeto a sujeto (lo que no interesa a uno,
sí interesa a otro). Por ende, en el comercio pueden ganar todos, siendo el intercambio una actividad
provechosa, que permite a sus participantes lograr más utilidades de las que poseían previamente.
 Léon Walras (francés, 1834-1910) aportó al esquema neoclásico su teoría general del equilibrio, en la cual
realizó una demostración matemática, mediante un sistema de ecuaciones múltiples, de la afirmación clásica de
que el mercado es el mejor asignador de los recursos. Para este autor, en un mercado donde rija la libre
competencia6, el equilibrio se logrará cuando se igualen la oferta y la demanda, a partir de sucesivas
4
Utilidad: Capacidad que tiene un bien de dar satisfacción a una necesidad. Sensación de placer o satisfacción que se obtiene del
consumo.
5
Utilidad marginal: Variación de la utilidad total obtenida al incrementar en una unidad la cantidad consumida de un bien.
6
Libre competencia: Principio económico por el cual la oferta, la demanda y la iniciativa privada son las variables que determinan el
equilibrio del mercado.
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aproximaciones entre una y otra. Ilustra esto con el caso de un remate: se pregona públicamente un precio
ofrecido, los compradores responden con otro (la demanda), se vuelve a pregonar otro, y así
sucesivamente hasta que se alcanza una igualdad entre la oferta y la demanda y se determina el
precio.
Según Walras, todos los mercados de los distintos bienes operan a la vez y el equilibrio al que
se llega es el simultáneo entre todos esos mercados. Así, un comprador deberá no solo acordar
con su vendedor, sino también estar atento a lo que ocurre en los otros mercados, donde se
están negociando otros bienes que le interesan; a la vez, tiene que distribuir su dinero dándole
óptimo uso.
El método de análisis walrasiano destaca la interdependencia de todos los precios del sistema
económico y, además, atenúa la distinción entre los enfoques micro y macro de la economía.

La segunda generación neoclásica


En la segunda generación neoclásica se destacaron economistas como Alfred Marshall, Friedrich von Wieser, Eugen
von Böhm-Bawerk y Vilfredo Pareto. En el siglo XX aparecieron exponentes como Friedich von Hayek, Lionel Robbins
y Milton Friedman.
 Alfred Marshall (británico, 1842-1924) fue el fundador de la escuela de Cambridge y el
neoclásico inglés más importante. De espíritu abierto, con una sólida formación matemática,
histórica y filosófica, introdujo en sus enseñanzas las críticas a la escuela clásica inglesa
procedentes del historicismo alemán y del socialismo, así como también de la escuela
marginalista.
Estableció como determinantes del valor de un bien tanto el costo de producción como la
utilidad. A partir del valor del bien, la formación de los precios vendría dada por la confluencia
de la oferta y la demanda; la primera, determinada por los costos de producción, y la segunda,
por la utilidad marginal.
También instituyó una relación entre precio y cantidad demandada cuya sintaxis gráfica (curvas
de oferta y de demanda) sigue vigente hoy día. El concepto de demanda como una tabla de relaciones entre
precio y cantidad era crucial para este estudio, siendo necesaria una reducción en el precio para inducir a
comprar más. Por otro lado, dado que los consumidores tenían que escoger entre más de un bien y menos de
otro(s) para maximizar su utilidad, debían hallar la distribución óptima de gastos entre los diferentes bienes.
A la vez, era importante considerar las condiciones en que los productores estaban dispuestos a vender sus
bienes. Se suponía que ellos buscaban racionalmente el máximo beneficio, lo que implicaba minimizar los
costos.
A los factores de la producción clásicos (los definidos por Smith: la tierra, retribuida con la renta; el trabajo,
remunerado con el salario; y el capital, recompensado con el interés) añadió uno nuevo: la organización
industrial o capacidad empresarial, retribuida con el beneficio, definiéndola como aquella «cuya función
característica es la de organizar y combinar los factores productivos, planificar y dirigir el sector productivo para
satisfacer las necesidades del sector consumo». Según esto la importancia de las labores de combinación de
factores es la característica fundamental del empresario.
«Toda frase breve acerca de economía es intrínsecamente falsa». - Alfred Marshall
 Friedrich von Wieser (austríaco, 1851-1926) fue uno de los fundadores de la escuela austríaca. Se
refería a la economía social, a medio camino entre el liberalismo clásico y las corrientes
económicas socialistas.
Acuñó el término utilidad marginal y dio forma al concepto. Una de sus aportaciones
fundamentales fue, además, la teoría del costo alternativo, ahora llamada teoría del costo de
oportunidad, referida a lo que renuncia el comprador, en términos de disposición, aceptando pagar
el costo de la opción elegida. Este sería el comienzo de la distinción entre el costo contable («costo
de obtención») y el costo económico («costo de obtención» más «costo de oportunidad de no poder
obtener otra alternativa»).

Keynes: El desempleo y la intervención del Estado


¿Quién fue Keynes?
John Maynard Keynes (inglés, 1883-1946), uno de los economistas más influyentes del siglo XX,
nació en el seno de una familia de académicos. Estudió en Cambridge y tuvo como profesor a
Marshall. Se destacó tanto en el mundo de los negocios como en la vida académica. Aceptó una
cátedra de economía en Cambridge, desde la cual comenzó a construir su reputación. Pronto fue
nombrado para la Comisión Real para la Moneda y Finanzas de la India, donde mostró considerable
talento para aplicar la teoría económica a los problemas prácticos. Fue el máximo exponente de
la delegación del Tesoro británico en la conferencia de paz que siguió a la Primera Guerra Mundial
(Paz de Versalles) y jefe de la comisión de su país para la organización del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo. Ocupó el cargo de Consejero Financiero de

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la Corona y de Presidente del Banco de Inglaterra. Se desempeñó, además, como director de varias compañías y de
periódicos y publicaciones especializadas.
En 1936 publicó su principal obra: La teoría general del empleo, el interés y el dinero.

El desempleo y la intervención del Estado


Por su formación, Keynes llegó a ser considerado un brillante exponente de las doctrinas neoclásicas, en una época
en que las posturas en contrario eran consideradas signo de incompetencia. Esa pertenencia y aceptación le
permitieron ejercer gran influencia entre sus colegas.
Keynes criticaba a los neoclásicos porque suponían que los factores de la producción estaban ocupados en su
totalidad. Una economía con desempleo, según ellos, era considerada anormal. El libre juego de las fuerzas de
mercado conducía la economía hacia una situación de equilibrio con pleno empleo; cualquier perturbación
resistente era atribuida a la injerencia del Estado o de los monopolios privados.
Los neoclásicos creían en las posibilidades ilimitadas de expansión de los mercados libres, tanto internos como
externos. A inicios del siglo XX, pese a acontecimientos como la Primera Guerra Mundial o la Revolución Rusa, el
clima general era de optimismo sobre la evolución de la economía capitalista.
Sin embargo, hacia 1929 esa economía fue arrastrada a la depresión, produciéndose en octubre el «jueves negro» o
crack de la Bolsa de Wall Street. La producción cayó drásticamente, la demanda se desplomó y el desempleo se
disparó, siendo las «fuerzas del mercado» incapaces de moderar esos efectos.
La Gran Depresión hizo caer en crisis la teoría económica tradicional, la cual afirmaba –por aplicación incondicional
de la ley de Say7- que era imposible que sucediera lo que en la realidad estaba sucediendo.
Si bien Keynes fue respetado en el campo doctrinario 8, fue en el de la política económica donde más se destacó. De
hecho, esta llevó la impronta keynesiana desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta los setenta. Ejemplos
típicos son las medidas del Presidente norteamericano Roosevelt conocidas como el New Deal y la continua
intervención estatal a través de la construcción de grandes obras de infraestructura tras la finalización de la
Segunda Guerra Mundial.

Ideas fundamentales del pensamiento keynesiano


La teoría general
Según Keynes, las elaboraciones de sus predecesores representaban solo «una teoría particular», ya que concebían
únicamente el equilibrio de mercado con pleno empleo. La teoría keynesiana es, en cambio, general, pues se
ocupaba de todos los equilibrios posibles en una economía de mercado, lo que incluía las situaciones en que había
pleno empleo, pero también las de desempleo. En la realidad, el sistema económico moderno no se adapta
normalmente al pleno empleo, siendo este solo un caso especial.

La preferencia por la liquidez


La gente demanda dinero por tres motivos: transacciones (medio de intercambio), precaución (gastos inesperados)
y especulación (incertidumbre, temor a la pérdida de riqueza).
Lo que hoy llamaríamos coloquialmente «guardar bajo el colchón», Keynes lo denomina preferencia por la
liquidez. El autor pone mucho énfasis en el miedo al futuro que existe entre los individuos; este temor al riesgo es
el motivo por el que muchos eligen atesorar, o sea, conservar ese dinero en efectivo o disponible, y no invertirlo
para que dé ganancias (en una empresa, p. ej.) o intereses (prestarlo a un particular o a un banco, etc.). Por
ejemplo, que el precio de los bonos disminuya implicaría una pérdida al venderlos, por lo que sería preferible
sacrificar el rendimiento que puedan producir y mantener la riqueza en forma de dinero.
Sin embargo, Keynes sabe que esa preferencia no es infinita, sino que puede «convencerse o, mejor aun, tentar a
los individuos para que cedan su dinero a cambio de un interés». Así, para él, «la tasa de interés es el premio por
no atesorar dinero», y por eso depende de la preferencia por la liquidez y de la cantidad de dinero (en circulación y
en depósitos).

La inversión
Keynes sostiene que esta cumple una función determinante para el empleo. La inversión abarca actividades como
elaborar o construir todo tipo de bienes que no sean para consumo directo e inmediato (fábricas, casas,
ferrocarriles, rutas…) e implica el empleo de trabajadores para dicha labor. Los trabajadores percibirán un salario
con el que, a su vez, comprarán bienes; en consecuencia, otros empresarios decidirán contratar más empleados al
ver que sus productos se venden y necesitan reponerlos. Esos nuevos empleados comprarán nuevos bienes,
motivando la contratación de más trabajadores, y así sucesivamente hasta alcanzar la situación de pleno empleo.
Pero, si la inversión es insuficiente no se podrá salir de un nivel de desempleo alto.

7
Ley de Say: «La oferta crea su propia demanda».
8
Doctrina: Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, económicas, etc., sustentadas por una persona o grupo.
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El rol del Estado


Si los privados no invierten por causa de la «irracionalidad psicológica por el miedo a la inestabilidad del futuro»,
la única salida para alcanzar el pleno empleo será la inversión que realice el Estado ; de ahí la relevancia de su
papel.

La política monetaria y la política fiscal


Para Keynes, los determinantes inmediatos del ingreso nacional
-el cual se encuentra fuertemente interrelacionado con el
empleo- son el consumo de las familias y la inversión de las
empresas. El gasto público (el del Estado) constituye una adición
al gasto total, mientras que los impuestos se convierten en una
reducción de la corriente de ingresos. Cuando el consumo y la
inversión resultan insuficientes para mantener el pleno empleo,
el Estado debe estar dispuesto a incrementar la corriente de
ingresos por medio del manejo del gasto público (y de los
impuestos). La secuencia es: aumento del gasto público, aumento
de la demanda agregada (global), aumento de la producción y el
empleo, y aumento de la inversión (de empresas privadas para
atender la mayor demanda), generándose un ciclo virtuoso. Es por ello que Keynes puso acento en impulsar la
demanda agregada.
Keynes apunta directamente a la política económica aplicada, la cual debe resolver los problemas de la crisis del
29-30: el desempleo y la caída del nivel de precios (deflación). Ello supone un rol dinámico del Estado, el cual ha
de intervenir en los mercados, direccionando las distintas variables macroeconómicas y moderando sus
fluctuaciones. Para esto cuenta con dos herramientas fundamentales: la política monetaria y la política fiscal.

Mediante la política monetaria9, el gobierno puede, en general a través de sus Bancos Centrales, hacer variar la
cantidad de dinero o bien la tasa de interés. Ante una situación de desempleo, Keynes recomienda lanzar dinero a
la economía a los efectos de lograr una reducción de la tasa de interés y, por tanto, viabilizar una mayor cantidad
de proyectos de inversión.
Si la recesión10 es muy profunda y el miedo al futuro es tan alto que ninguna tasa de interés –por reducida que sea–
puede motivar la inversión, el Estado debe movilizar sus propios recursos e invertir, produciendo bienes y servicios
(sobre todo, proyectos públicos, como carreteras y otras construcciones) y pagando salarios por ello; estará, de
este modo, poniendo en práctica su política fiscal11.
Como parte de la política fiscal, el gobierno podrá recurrir también a la reducción de impuestos para aumentar el
ingreso disponible de las familias, incentivando un mayor consumo y una mayor inversión de las empresas.
«Pienso que modificando el capitalismo, sabiamente, puede volverse probablemente más eficiente para alcanzar los
fines económicos que todos los sistemas alternativos hasta el momento, pero este sistema es, en muchos aspectos,
extremadamente criticable». – John Maynard Keynes

9
Política monetaria: Política económica que usa la cantidad de dinero como variable de control para asegurar y mantener la
estabilidad económica.
10
Recesión: Período en el que se produce una caída de la actividad económica de un país o región.

11
Política fiscal: Política económica que usa el gasto público y los impuestos como variables de control para asegurar y mantener la
estabilidad económica. El gasto público son las erogaciones que realiza el Estado para comprar bienes y servicios y así atender las
necesidades públicas. Los impuestos (tributos) constituyen un ingreso de recursos para el Estado, estando los particulares obligados
a pagarlos.
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Las nuevas tendencias


El monetarismo de Friedman
Milton Friedman (estadounidense, 1912-2006, miembro de la Escuela de Chicago, Premio Nobel de
Economía 1976) ha sido uno de los continuadores más importantes de las ideas de Smith. Para él, el
Estado debe mantenerse completamente alejado de los asuntos económicos, debido a que su
naturaleza despilfarradora produce un permanente déficit presupuestario 12; ello hace suponer el
rechazo de Friedman hacia las ideas keynesianas.
Entiende que el Estado debe ser un simple veedor de las relaciones entre los particulares, dejando
en libertad las fuerzas del mercado y regulando la emisión de dinero.
Según este economista, las variaciones en la cantidad de dinero circulante son la causa esencial del problema
económico. Como la cantidad u oferta de dinero depende del volumen de transacciones y del nivel general de
precios, en la economía debe haber una cantidad de dinero que permita mantener esas transacciones. Las
autoridades (del Banco Central) deberían limitarse a ejercer un control eficaz sobre la oferta de dinero,
programando una determinada tasa de crecimiento de la cantidad de dinero. De la precisión con que la oferta
monetaria se maneje depende, en parte, la inflación 13, pues, para Friedman, esta última es un fenómeno
monetario causado por el excesivo crecimiento de la cantidad de dinero.
«Los gobiernos nunca aprenden; solo la gente aprende». - Milton Friedman

Samuelson: La síntesis neoclásica


Aunque la crítica keynesiana sobre cuestiones macroeconómicas se consideró valiosa, el
enfoque marginalista seguía siendo visto como un enfoque riguroso especialmente para
explicar el comportamiento microeconómico de ciertos aspectos. Es por eso que algunos
autores trataron de construir un enfoque más amplio que sintetizara las ideas más valiosas de
ambos enfoques, el resultado se conoció como «síntesis neoclásica» o «neokeynesianismo»,
siendo ambos nombres equivalentes aunque preferidos por unos autores o por otros en gran
medida dependiendo de sus simpatías ideológicas.
Paul Samuelson (estadounidense, n. 1915, Premio Nobel de Economía 1970) es el autor del libro Economía, el más
vendido de todos los tiempos. Este economista desarrolló la «síntesis neoclásica» sobre la base del pensamiento
económico tradicional (anterior al keynesiano) y del moderno (keynesiano). Dicha síntesis afirma que los países
pueden controlar tanto la inflación como la recesión por medio de políticas monetarias y fiscales.
«Un primer curso de economía no permite dominar todos sus intrincados y esotéricos temas, pero puedo decirle
basándome en la experiencia de estudiantes de todo el mundo que el mejor curso de economía es el de introducción.
Una vez que haya entrado este nuevo y extraño jardín de ideas, el mundo nunca será igual. Y cuando dentro de unos
años recuerde la experiencia, incluso lo que no entendía mucho entonces habrá madurado claramente». - Paul
Samuelson

La «economía de la oferta»
A los economistas que asumen una posición crítica frente a los planteamientos teóricos de inspiración keynesiana
(encarados desde el lado de la demanda) se los conoce con el nombre de economistas del lado de la oferta o
supply siders.
Estos sostienen que si el Estado rebajara los
impuestos, generaría un verdadero círculo virtuoso en
la economía, pues habría más incentivos para trabajar
y producir: las familias pueden demandar más y las
empresas tienen más dinero para contratar personal,
invertir y satisfacer esa mayor demanda. Al haber más
actividad económica, el Estado percibirá más en
impuestos.
El economista estadounidense Arthur Laffer explica
que si en un país dado los impuestos fueran 0, no
habría Estado; y si fueran del 100%, nadie se
molestaría en trabajar; pero puede determinarse una
tasa óptima T que permite maximizar la actividad económica y los ingresos públicos.

El desarrollismo o estructuralismo en América Latina


Un rasgo distintivo del desarrollismo o estructuralismo, el cual alcanzó su auge a mediados del siglo XX, fue el
cuestionamiento de la doctrina ideológicamente dominante: el liberalismo clásico y neoclásico, incluyendo el
esquema de división internacional del trabajo.

12
Déficit presupuestario: Por oposición a superávit presupuestario, es la situación en la cual los gastos realizados por el Estado u
otras entidades públicas en un determinado período de tiempo –normalmente un año– superan a sus ingresos.
13
Inflación: Aumento sostenido en el nivel general de precios en la economía de un país, implicando la pérdida de poder adquisitivo
de la moneda.
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Los economistas desarrollistas, entre los que se encuentran los argentinos Raúl Prebisch, Julio Olivera y Aldo
Ferrer, explican que, como la oferta de productos intermedios, de bienes de capital y de productos alimenticios es rígida (no
varía), al ampliarse la demanda con el desarrollo de la economía, crecen los precios. Proponen un desarrollo
económico continuado, con el que se corregirán las deficiencias estructurales básicas. Lentamente, a largo plazo,
ello reducirá las tendencias inflacionarias.
El crecimiento14 de los países no desarrollados depende principalmente de la evolución de sus exportaciones, que
son fluctuadas y poco diversificadas. El esquema centro industrial-periferia agrícola (países desarrollados-países
subdesarrollados), con el consecuente deterioro de los términos de intercambio, reproduce el subdesarrollo y
amplía la brecha entre países desarrollados y países subdesarrollados.
Por lo anterior, afirman que los países no desarrollados deberían tener Estados activos con políticas económicas que
impulsaran la industrialización para alcanzar una situación de desarrollo autónomo. Sugieren, a la vez, prevenir las
contracciones de la economía mediante transformaciones estructurales que diversifiquen el sistema productivo, y
construir obras de infraestructura que reduzcan costos.

Bibliografía básica
 MAAS, PABLO y CASTILLO, JOSÉ: Economía, Aique Grupo Editor, Bs. As., 2005, cap. III.
 BELAUNDE, CÉSAR: Economía política, Editorial Troquel, Bs. As., 1986.
 MOCHÓN, FRANCISCO y BEKER, VÍCTOR: Elementos de micro- y macroeconomía, Mc Graw Hill, Bs. As., 2005, cap. V.
 WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/.
 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 22.ª edición, 2001, http://drae.rae.es/.

Actividades
1) Durante la Gran Depresión de la década de 1930, ¿cuál fue la propuesta del
keynesianismo?
a. El gobierno debe aumentar los impuestos para equilibrar el presupuesto.
b. El gobierno debe incrementar el gasto.
c. El gobierno no debe reducir los precios, sino bajar la producción.
d. El gobierno debe ahorrar tanto como sea posible.
2) ¿Quiénes sostienen que la inflación es un fenómeno monetario causado por el excesivo crecimiento de la
cantidad de dinero?
a. Los keynesianos.
b. Los marxistas.
c. Los monetaristas.
d. Los neoclásicos.
3) ¿Quiénes son los economistas que sostienen que los cambios en la demanda tienen un efecto significativo y du-
radero sobre la producción?
a. Los clásicos.
b. Los neoclásicos.
c. Los keynesianos.
d. Otros. (Indicar quiénes).
4) ¿Qué línea dirían que seguía Domingo Cavallo durante su desempeño como Ministro de Economía, entre 1991 y
1996, sabiendo que rebajó impuestos para estimular la inversión de las empresas?
a. Monetarista.
b. Supply sider.
c. Neoclásica.
d. Otros. (Indicar quiénes).
5) Afirmaban que los países no desarrollados deberían tener Estados activos con políticas económicas que
impulsaran la industrialización y permitieran superar otras fallas estructurales para así alcanzar una situación
de desarrollo autónomo:
a. Los marxistas.
b. Los keynesianos.
c. Los neoclásicos.
d. Otros. (Indicar quiénes).
6) Se enfocan en el individuo, desarrollan la teoría subjetiva del valor y determinan los precios de mercado a
través de la interacción de la oferta y la demanda, aplicando considerablemente la Matemática:
a. Los clásicos.
b. Los neoclásicos.

14
El concepto de crecimiento económico se refiere al incremento porcentual del producto bruto interno de una economía en un
período de tiempo. Un concepto más amplio es el de desarrollo económico, que incluye, además, aspectos estructurales como la
educación de la población, indicadores de mortalidad, esperanza de vida, etc., y nociones más abstractas como la libertad política, la
seguridad social, etc.
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c. Los monetaristas.
7) En el siguiente texto, tachen lo que consideren incorrecto.
Para Friedman, la función del Estado es/no es la de un simple veedor de las relaciones entre los particulares que
mueven la economía, su rol es regular/dejar en libertad las fuerzas del mercado y dejar en libertad/regular la emi-
sión de dinero para mantenerla a un ritmo variable y dependiente del crecimiento de la actividad económica.
Para Keynes, el temor al futuro hace que los individuos atesoren/se desprendan del dinero, pero puede tentárselos
mediante un interés.
8) ¿Cómo podría salir un país de una crisis económica? Planteen una posible solución y expliquen en qué conceptos
teóricos se basan. Digan quién fue el economista creador de la teoría.
9) Imaginen un país que intenta aplicar la teoría keynesiana para sus políticas económicas. ¿Qué acciones concre-
tas podría llevar a cabo? Citen dos ejemplos en distintos campos de la actividad económica.
10) Unir las opciones que se encuentren vinculadas:
a. Ley de Say 1. Síntesis neoclásica
b. Inflación 2. Supply siders.
c. Recesión 3. Aumento generalizado y sostenido de los precios de una economía.
d. Política monetaria 4. Curvas de oferta y de demanda
e. Costo contable 5. Interdependencia de todos los precios del sistema económico
f. Costo económico 6. Gasto público e impuestos como variables de control
g. Alfred Marshall 7. Cantidad de dinero como variable de control
h. Política fiscal 8. Utilidad marginal decreciente
i. León Walras 9. Aumento porcentual del PBI de un país durante un período.
j. Paul Samuelson 10. «La oferta crea su propia demanda».
k. Primera ley de Gossen 11. Costo de obtención + Costo de oportunidad
l. Tasa impositiva óptima 12. Caída de la actividad económica.
m. Crecimiento 13. Costo de obtención

Lecturas sobre las crisis


Domingo 12 ago 2007
Turbulencias en los mercados financieros
Las claves de una crisis financiera global que ya se siente en Argentina 15
Los problemas con las hipotecas en EE.UU. se difunden y su alcance es aún incierto.
1 ¿Cómo empezó la crisis?
Se inició con la burbuja inmobiliaria en EE. UU. y el aumento de las hipotecas impagas. Al aumentar la tasa de interés,
comenzó a incrementarse la morosidad, sobre todo en los créditos hipotecarios que fueron otorgados a tasa variable con
pocas exigencias, mercado al que se denomina subprime. La tasa de referencia en Estados Unidos -fijada por la Reserva
Federal- subió desde el 1% en 2004 al 5,25% actual.
2 ¿Cuál fue el detonante de la baja de los mercados?
La calificadora de riesgo Standard & Poor's pasó en julio de estable a negativa la perspectiva para el banco de inversión
Bearn Stearns, por la tenencia de hipotecas de baja calidad en su cartera de activos. Los inversores comenzaron a retirar
el dinero de los fondos de hipotecas, y la compañía American Home Mortgage anunció a fines de julio que podría ir a la
quiebra. Sus acciones cayeron más de 80% en un solo día y otras entidades financieras comenzaron a soportar fuertes
bajas, que terminaron difundiéndose a otros sectores. Desde Wall Street el desplome se contagió al resto de los mercados
mundiales.
3 ¿Adónde va el dinero que se retira de los fondos y las acciones que se venden?
Principalmente, a Bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Cuando el temor domina los mercados, se produce lo que se
denomina flight to quality (vuelo a la calidad). Los inversores buscan los activos más seguros, que están representados
principalmente por los Bonos del Tesoro de Estados Unidos. Por eso sus precios crecen.
4 ¿Cómo llegó la crisis a los bancos europeos?
Los grandes bancos de muchos países, como el francés BNP Paribas, administran fondos que incluyen títulos respaldados
por hipotecas de los Estados Unidos. Los inversores quieren poner a resguardo su dinero y cuando piden rescatarlo, los
bancos se encuentran con que no tienen liquidez. Por eso el BNP tuvo que recurrir a una suerte de "corralito" para
preservar dos de sus fondos. Otro banco muy expuesto es el alemán IKB.
5 ¿Qué logran la Reserva Federal y el Banco Central Europeo al inyectar liquidez?
La intervención de los bancos centrales al proveer de fondos busca frenar la liquidación de activos en las principales
plazas financieras para evitar un crac. Cuando la liquidez desaparece se puede generar una reacción en cadena que se va
transmitiendo por los mercados. Una entidad no puede hacerse de dinero para devolvérselo a otra que tampoco podrá
cumplir con una tercera. Entre el jueves y el viernes la Reserva Federal y el BCE aportaron alrededor de US$ 280 mil
millones, y prometieron más.
6 ¿Por qué cae Argentina?

15
CLARÍÍN.COM – 2007 – Las claves de una crisis financiera global que ya se siente en Argentina –
http://www.clarin.com/diario/2007/08/12/elpais/p-02001.htm
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Economía – 4.º 1.ª (CS)

Los sacudones llegan a través de los mercados. Cae Wall Street y retroceden también las acciones de otros países,
incluidas las de Argentina. Pero aquí están resultando muy golpeados los títulos públicos, por cuestiones al margen de la
crisis internacional. La desconfianza respecto del manejo de los índices y las acusaciones a los bancos habían provocado
una tendencia bajista que venía de antes y se agravó.
7 ¿Puede dispararse acá el dólar?
Nadie lo cree posible. Hay consenso en que el dólar podría dispararse sólo si el Gobierno lo permitiera. Como tendría
efectos peligrosos, se cree que el Banco Central seguirá manteniéndolo controlado. Tiene la fuerza de US$ 44 mil
millones de reservas.
8 ¿Qué efectos tendrá en Argentina?
Un primer efecto es el de la dificultad para financiarse, tanto el Estado como las empresas. El Gobierno tuvo que recurrir
a Venezuela, y muchas empresas suspendieron sus planes de colocar deuda. Aunque el Central está tratando de evitar
una suba de las tasas, los particulares también podrían soportar mayores costos, sobre todo si la crisis se extiende. Si esto
ocurre también podría afectar el crecimiento de la economía.

Publicada 22/09/2008
Al inicio de la semana / Roberto Cachanosky
La crisis del 29 y la actual16
Un análisis de las diferencias y semejanzas entre ambas crisis financieras, junto con algunas observaciones respecto al papel de
la Argentina.
Muchos se preguntan si la crisis financiera que está viviendo el mercado internacional, particularmente EE. UU., puede
llegar a ser igual a la de 1929 que luego se prolongó en una depresión. Mi impresión es que –si bien el desenlace depende
de lo que hagan el gobierno americano y el resto de los países– esta crisis puede ser más corta y no tan profunda como la
del 29 en relación al impacto sobre la economía real.
¿Cuál fue la causa que inició la crisis de 1929? En ese entonces, el derrumbe de la bolsa de Nueva York fue consecuencia
de la política monetaria llevada a cabo por la Reserva Federal a partir de 1924. El objetivo de esa política monetaria
había sido depreciar el dólar para estimular las exportaciones americanas y bajar la tasa de interés de modo tal que los
capitales fluyeran hacia Europa para que se fortalecieran las monedas que habían quedado debilitadas, especialmente la
libra esterlina, como consecuencia de los costos asumidos durante la I Guerra Mundial.
La baja de la tasa de interés en EE.UU. generó un auge de la bolsa norteamericana que llevó el índice bursátil de 79,8
puntos en 1920 a 260,2 en 1929. Es decir que, en 9 años, la bolsa subió un 226%. La libra esterlina mejoró notablemente
su cotización frente al dólar, pero no por mejoras en la productividad inglesa, sino por la política expansiva de EE.UU.
(algo parecido, a mi juicio, a la relación dólar-euro de los últimos años). Lo mismo ocurrió con el franco francés a partir
de 1926, cuando Poincaré se hizo cargo de la administración de las finanzas públicas en Francia.
Si uno observa el inicio de la crisis del 29 y la compara con la actual, encuentra que hay un denominador común: la
política monetaria laxa de la Reserva Federal. Es que, luego del atentado a las Torres Gemelas, la Reserva Federal bajó
fuertemente la tasa de interés para estimular la economía que había quedado afectada por el ataque terrorista.
¿Otro denominador común? En ambos casos la expansión monetaria generó auges bursátiles artificiales (si bien en la
actualidad se recurrió a diferentes instrumentos financieros más sofisticados), presiones inflacionarias y la depreciación
del dólar frente a las otras monedas.
Además, tanto en 1927 como en 2004, la Reserva Federal comenzó a revertir la política de bajas tasas de interés para
frenar o disminuir la inflación y el auge bursátil.
¿Qué provocó la suba de la tasa de interés en EE.UU. en 1927? Se desaceleró la economía y el índice bursátil empezó a
disminuir hasta terminar en pánico con masivos retiros de fondos en el conocido octubre de 1929.
¿Qué pasó con la suba de la tasa de interés en EE.UU. en los últimos años? Primero afectó los créditos hipotecarios, las
famosas hipotecas subprime, dado que en EE.UU. esos créditos son a tasa variable, la gente se encontró con que no
podían pagar los préstamos. Las carteras de los bancos perdieron valor y comenzó el efecto desplome derivando en los
commodities. Es decir, en ambos casos, primero tenemos políticas monetarias expansivas que generan auges artificiales
en los mercados financieros. Cuando esas políticas expansivas se tornan peligrosas por las burbujas financieras y las
presiones inflacionarias, se empiezan a subir las tasas generando caída de activos, pérdidas patrimoniales, impacto sobre
el nivel de actividad económica y crisis financieras. Es decir, los mismos que generan las burbujas luego las pinchas
cuando se asustan por el tamaño que adquieren.
Un dato a destacar, sobre todo en el caso de la crisis del 29: no fue el mercado libre ni el patrón oro los que generaron la
crisis, sino justamente el intervencionismo estatal en las políticas monetarias, al igual que en la actual crisis que estamos
viendo actualmente.
¿Qué diferencias encuentro, por ahora, entre esta crisis y la del 29? La crisis del 29 fue profunda y larga porque el
gobierno trató de paliarla actuando sobre el sector real de la economía con regulaciones al por mayor, no solo en EE.
UU., sino en buena parte del mundo occidental. Aumentos del gasto público, cierre de la economía, nueva expansión
monetaria, regulaciones de precios. Por ejemplo, en EE. UU. se aprobaron subsidios para que los productores
agropecuarios norteamericanos dejaran de producir. La idea es que si frenaban la producción los precios se recuperarían.
También se declaró la inconvertibilidad del oro en EE.UU. Lo que se hizo en los años 30 fue trabar la economía y
prolongar la agonía. Es decir, en vez de dejar que los precios volvieran a su valor normal luego de la burbuja, el Estado
norteamericano aplicó el New Deal que produjo más distorsiones de precios profundizando la recisión y prolongándola en
el tiempo.
A diferencia de la crisis del 29, en la actual no se observa que el gobierno norteamericano, por ahora, intervenga en el
sector real de la economía con medidas como las del New Deal, regulando los precios, aumentado absurdamente el gasto
en obras públicas o cerrando la economía al comercio exterior. Su intervencionismo, que por cierto es altamente
16
ECONOMÍÍA PARA TODOS – 2008 – La crisis del 29 y la actual – www.economiaparatodos.com.ar
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Economía – 4.º 1.ª (CS)

cuestionable, está centrado en el sistema financiero. Lo que está haciendo es cubrir los quebrantos financieros con los
recursos de los contribuyentes y, probablemente, con una política monetaria expansiva que privilegia la reactivación por
sobre la inflación, lo cual puede traer nuevas consecuencias en el futuro. Además, deja de lado la teoría de la sanción
moral y sale como el séptimo de caballería a salvar bancos y entidades financieras, con lo cual está sentando las bases
para que, en el futuro, nuevamente los inversores asuman riesgos desmedidos con la esperanza de que si se equivocan
venga el Estado a salvarlos.
Si el gobierno americano no comete los mismos horrores económicos que cometió Roosevelt con su New Deal, podría ser
que esta crisis sea más corta y menos profunda que la del 29 o, en el peor de los casos, que sean tan profunda como la
del 29 pero no tan larga, dado que, una vez asumidas las pérdidas de la explosión de la burbuja, los precios relativos se
reacomodarían rápidamente y la economía podría comenzar a reactivarse nuevamente.
¿Y por casa cómo andamos?
Dediquemos algunos párrafos a la Argentina. Los comentarios de Cristina Fernández de Kirchner de que el primer mundo
se cae como una burbuja y nosotros estamos bárbaros muestran el poco conocimiento de la presidente en materia
económica.
Primero, porque si la crisis afecta el precio de las commodities, se acabaría el salvavidas que durante todos estos años le
permitió al matrimonio mantenerse a flote a pesar de los destrozos económicos que hicieron. Ya no tendrían que luchar
para intentar revivir la resolución 125, sino que les sería imposible sostener los actuales niveles de impuestos a las
exportaciones. Y esto significaría, ni más ni menos, que la caja se les agotaría más rápido de lo que se les está agotando
actualmente. Puesto en términos políticos, no habría caja para sostenerse en el poder. De manera que no entiendo la
alegría con que denuncia al primer mundo, salvo que, por su escasa formación intelectual, no termine de advertir cómo
esta crisis puede llegar a golpear a su propio gobierno.
Segundo, que intente convencernos de que el modelo argentino es “el modelo” a imitar refleja que todavía no se enteró
de que en Argentina hay inflación, pobreza e indigencia crecientes y ausencia de inversiones. Y creer que no pagar la
deuda y defaultear los bonos ajustables por CER es una genialidad financiera también luce como pretender vendernos que
hacerse fama de mal pagador de las deudas aumenta la capacidad crediticia. Toda una nueva teoría económica.
En definitiva, es cierto que la Reserva Federal –sobre todo bajo la gestión de Alan Greenspan– cometió gruesos errores,
pero los americanos todavía tienen que recorrer un largo camino para alcanzar los dislates de los Kirchner. Por lo tanto,
mejor que Cristina remueva la viga en el ojo propio antes de concentrarse en ver la paja en el ojo ajeno.

El crac financiero, ayer y hoy17


En 1929 el mundo se sumergió en la peor crisis del siglo; a 80 años de aquellos días, la economía internacional vuelve a temblar
Lunes 16 de marzo de 2009 | 11:39
A 80 años del crash de Wall Street y el comienzo de la mayor depresión del último siglo, las comparaciones con la
incipiente crisis económica global son inevitables, aunque aún sea prematuro intentar determinar cuál será su intensidad
real o analizar su duración y su alcance.
La crisis actual parece contener similitudes con muchas de las pasadas grandes turbulencias, aunque combinada con
elementos nuevos. Algunos de ellos provenientes de la propia complejización del sistema financiero, sumados a la fuerte
intervención estatal, producto de las enseñanzas dejadas por otros períodos críticos, según expresaron los especialistas
consultados por lanacion.com.
La intensa contracción del producto y el comercio de las principales potencias económicas y su impacto sobre los países
emergentes, la ralentización del crecimiento de los precios o la deflación, la reaparición de medidas proteccionistas de
las naciones -como intentos de no empeorar sus saldos comerciales- son algunas de las indeseadas consecuencias ya
sufridas en otros contextos, con variadas intensidades. Esto se suma a la aparición de complejos instrumentos financieros
que pusieron en evidencia problemas estructurales en los sistemas bancarios.
Dentro de este panorama, la principal diferencia con la mayor crisis sufrida por el capitalismo se centra en que "ahora sí
se empiezan a tomar las políticas monetarias contracíclicas para evitar la recesión y su prolongación en una depresión",
según advirtió el profesor emérito de la Universidad de San Andrés Roberto Cortés Conde.
"Pero ahora que se están implementando las medidas necesarias, sigue siendo dudoso el alcance de estas políticas. Con la
visión histórica de lo que pasó en los años 30, están actuando rápidamente a contramano de la inacción pasada, pero por
ahora no se ve que esto surta mucho efecto", agregó.
En los Estados Unidos, los precios minoristas mostraron una nueva tendencia desde el comienzo de la crisis y cayeron
consecutivamente en los últimos cinco meses de 2008, avivando los temores de deflación, como se registró en la Gran
Depresión. Cortés Conde asegura que los precios no experimentarán mayores variaciones por la compensación entre el
gran aumento de la demanda de dinero y la masiva ampliación de la oferta. "Si la oferta de dinero se multiplica como lo
hizo, uno esperaría que suban los precios, pero hay una enorme demanda de liquidez, que aumentó igual que la oferta, y
eso mantiene los precios", indicó el especialista en historia económica.
"La crisis del 29 duró cuatro años en su primera fase, todo el gobierno de [Herbert] Hoover. Se había formado una burbuja
especulativa financiera y para contrarrestarla no se les ocurrió nada mejor que subir las tasas y restringir la liquidez",
analizó el economista de Fimades Luis Palma Cané. Así, agregó, "terminó la burbuja pero todo llevó a una recesión
terrible. Después llegó Roosevelt y con él las políticas keynesianas, pero el empujón final para salir de la crisis lo da la
Segunda Guerra Mundial".
También destacó la velocidad de expansión con la que actúa el fenómeno en la actualidad: "A diferencia de lo ocurrido en
el ´29, hoy la crisis es global desde el día siguiente a su comienzo".

17
LANACÍON.COM – 2009 – El crac financiero, ayer y hoy – http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1108446
Página 11 de 12 Unidad didáctica n.º 2, segunda parte
Economía – 4.º 1.ª (CS)

Para Palma Cané, las políticas implementadas por la Reserva Federal y el Tesoro de los Estados Unidos son adecuadas.
"Hicieron lo que hay que hacer. Diseñaron políticas diferentes y adecuadas a las pasadas. En vez de retringir la liquidez y
subir tasas, se hizo lo contrario", analizó.
El economista señaló que la aparición de medidas proteccionistas en la actualidad es una coincidencia entre ambos
períodos y algo que debe tratar de evitarse. "Ese tipo de medidas son las que hicieron que la Gran Depresión dure más. La
teoría indica que el comercio internacional acorta la crisis, si bien en un primer momento puede complicar un poco la
situación, a mediano plazo la alivia", destacó.
Consecuencias
El desempleo fue otro de los grandes dramas producidos por la crisis desatada en octubre de 1929. El índice, que ese año
se situaba apenas por encima del 3% en los Estados Unidos, se disparó por encima del 8% en 1930 y rozó el 25% en su peor
momento, 1933.
El avance de la proporción de ocupados respecto de la población activa también es un problema en la actualidad. La tasa,
que rondó el 4,5% durante todo el 2007, se ubicó en 4,8% en febrero de 2008 y trepó hasta el 8,1% -nivel que no
alcanzaba desde fines de 1983- en el mismo mes de 2009, según informó recientemente el Departamento de Trabajo
estadounidense.
Al respecto, Palma Cané aseguró que la cifra no llegará a los niveles que experimentó durante la Gran Depresión, por las
activas políticas estatales que harán que "todo sea más suave", según el economista.
En general, todos los indicadores de la economía mostrarán caídas más moderadas, para el especialista: "Es impensable
que el PBI vaya a caer un 35%, el nivel general de la bolsa un 75% y el desempleo llegue al 25%. Los desempleados
llegarán a lo sumo al 10%", dijo. Y añadió que las políticas que se están diseñando son las adecuadas, pero que "ahora hay
que implementarlas eficazmente y coordinadamente con todos los países".
Palma Cané consideró que, si se aplican las medidas de manera eficaz, el comienzo de la salida de esta crisis en los
Estados Unidos "no debería extenderse más allá de fin de año".
"Desde septiembre hasta ahora, la Fed y el Tesoro han hecho de todo para evitar la recesión", señaló, por su parte, Cortés
Conde. "Bernanke hizo lo contrario a lo que se había hecho en el 30. Inyectaron mucha liquidez en el sistema, pero hoy el
problema tremendo es el miedo. El interrogante es la solvencia de los bancos, en un momento en que todos los
instrumentos monetarios ya se usaron", añadió.

Conclusiones
Tres causas que se han constituido en el denominador común de las crisis 18
1. La anarquía del sistema financiero que asumiendo los dictados de la maximización de su propia rentabilidad,
direcciona fondos hacia la economía especulativa evitando direccionarlos hacia la economía real.
2. El manejo discrecional de la tasa de interés que primero baja para tentar al mundo a comprar, endeudándose con el
sistema financiero y luego sube para imposibilitar el pago de los créditos tomados con garantía real, permitiendo que
unos pocos especuladores se apropien del excedente económico que queda como residuo de tal mecanismo.
3. La permisividad excesiva de la aplicación de los postulados del liberalismo económico (y lo que es peor del
neoliberalismo) que impide que el Estado intervenga tempranamente frente a posibles crisis. El error consiste en
requerir la ayuda estatal cuando ya es demasiado tarde, es decir, cuando emulando a un peligroso virus infecto-
contagioso, la crisis desparrama sus efectos nocivos en toda la economía, permitiendo que unos pocos se enriquezcan
a costa de una inmensa mayoría que quedará sin trabajo, sin bienes y sin futuro.
Principales efectos en nuestro país19
 El ritmo de crecimiento y el nivel de empleo se ven afectados por el tembladeral planetario.
 La caída en el precio de las materias primas a escala internacional afecta irremediablemente la economía del país y el
financiamiento del Estado, que depende en parte de las retenciones a las exportaciones de granos.
 La producción industrial se ve afectada doblemente. Por un lado la Argentina no puede permitir una devaluación de la
moneda tan veloz como la que está ocurriendo en Europa o Brasil, por sus posibles consecuencias inflacionarias, de
modo que las condiciones de competitividad industrial se verán afectadas. Por otro, al reducirse el ritmo de
crecimiento local y desaparecer el crecimiento global, las compañías extranjeras con inversiones en Argentina han
comenzado ya a reducir sus inversiones e, incluso, a despedir personal.
 Otro problema importante para la economía argentina tiene que ver con el financiamiento del sector público y
privado. En este sentido, la crisis financiera no afectó demasiado las condiciones de financiamiento externo del país,
que por diversos motivos (desde el default previo hasta la desconfianza actual) ya no tenía acceso a los mercados
crediticios internacionales. Así las cosas, el Gobierno tuvo que recurrir a Venezuela, y muchas empresas suspendieron
sus planes de colocar deuda.
En resumen, la Argentina parece estar en mejores condiciones que en crisis mundiales anteriores para enfrentar el
terremoto actual, pero de todas formas es evidente que la crisis está desencadenando efectos importantes también aquí.

18
FBA XXÍ – Dos crisis mundiales y un denominador común – http://buenosaires-xxi.org/crisis-mundial.pdf
19
EDUCARED, CALEÍDOSCOPÍO – La crisis económica internacional – http://www.educared.org.ar/enfoco/caleidoscopio/2008/11_04
Página 12 de 12 Unidad didáctica n.º 2, segunda parte

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