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LOS MILAGROS

DE JESÚS
exégesis y proyección pastoral

EDICIONES
WB4R

SalvadorCarrillOAlday ft£p£
SALVADOR CARRILLO ALDAY, M.Sp.S.

Los milagros
de Jesús
Exégesis y proyección pastoral
Comentario final del P. Emiliano Tardif, M.S.C.

Ediciones Dabar
México, D.F.
Diseño de portada:
Ricardo Aguilar
Tipografía y armado:
índice
Irma Garría Cruz

Bibliografía 9

Bibliografía especial 11
NIHIL OBSTAT
Abreviaturas 13
Carlos Zesati Estrada
M.Sp.S. Prólogo 15

Introducción 19
IMPRIMATUR I. Actividad taumatúrgica de Jesús 19
II. Inventario de los milagros 21
Jorge Ortiz CJonzález, M.Sp.S.
Superior de la Provincia de México. III. Los milagros en cada evangelista 24
IV. Claves para la interpretación
de los milagros 27
V. La realización de los milagros 29
VI. El sujeto de los milagros 30
VII. Curaciones y exorcismos 31
VIII.Jesús y el judaismo carismático
© EDICIONES DABAR, S.A. de C.V. de su tiempo 34
Calzada del Acueducto 165-D
Col. San Lorenzo Huipulcro
Apartado Postal 69-710
14370, México, D.F.
CAPITULO I
Tel. y Fax: 6-55-03-96
Tel. 5-73-87-78
LOS MILAGROS DE JESÚS EN
EL EVANGELIO DE SAN MARCOS
(Y LUGARES PARALELOS)

ISBN: 968-7506-08-3
Introducción 37
Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial No. 2500
Impreso y hecho en México, marzo 1995.
I. El endemoniado de la sinagoga de Cafamaúm
(Me 1,21-28; Le 4,31-37) 41
CAPITULO II
La suegra de Simón-Pedro
LOS MILAGROS DE JESÚS EN SAN MATEO
(Me 1,29-31; Mt 8,14-15; Le 4,38-39)
Y SAN LUCAS
3. Curación de un leproso
(Me 1,40-45; Mt 8,1-4; Le 5,12-16) Introducción 121
Un paralítico y el perdón de los pecad
(Me 2,1-12; Mt 9,1-8; Le 5,17-26) 1. LOS MILAGROS EN MATEO-LUCAS 124
5. El hombre de la mano paralizada 1. El criado del centurión de Cafarnaúm
(Me 3,1-6; Mt 12,9-14; Le 6,6-11) (Mt 8,5-13; Le 7,1-10) 124
2. El endemoniado ciego y mudo
6. La tempestad calmada
(Mt 12,22-28; Le 11,14-20) 128
(Me 4,35-41; Mi 8,23-27; Le 8,22-25)
7. El endemoniado de Gerasa 2. MILAGROS PROPIOS DE SAN MATEO 132
(Me 5,1-20; Mt 8,28-34; Le 8,26-39) 1. Curación de dos ciegos (Mt 9,27-31) 132
8. Curación de la hemorroísa 2. Un endemoniado mudo (Mt 9,32-34) 134
(Me 5,21-34; Mt 9,18-22; Le 8,40-48)
3. MILAGROS PROPIOS DE SAN LUCAS 135
9. Resurrección de la hija de Jairo
(Me 5,35-43; Mt 9,23-26; Le 8,49-56) 1. La pesca milagrosa (Le 5,1-11) 135
10. Primera multiplicación de los panes 2. Resurrección del hijo de una viuda
(Me 6,34-47; Mt 14,15-23; (Le 7,11-17) 140
Le 9,12-17; Jn 6,1-15) 3. La mujer encorvada (Le 13,10-17) 143
11. Jesús camina sobre las aguas 4. Curación de un hidrópico (Le 14,1-6) 146
"(Me 6,48-52; Mt 14,24-33; Jn 6,16-21) 5. Los diez leprosos (Le 17,11-19) 148
12. La hija de una sirofenicia 6. Curación de la oreja de Maleo
(Me 7,24-30; Mt 15,21-28) (Le 22,49-51) 151
13. Curación de un sordo tartamudo
(Me 7,31-37)
14. Segunda multiplicación de los panes
(Me 8,1-10; Mt 15,32-39)
CAPITULO III
15. El ciego de Betsaida (Me 8,22-26) LOS MILAGROS DE JESÚS EN EL EVANGELIO
16. El endemoniado epiléptico DE SANJUAN
(Me 9,14-29; Mt 17,14-21; Le 9,37-43)
17. Elciego dejericó (Me 10,46-52; Introducción 155
Mt 20,29-34; Le 18,35-43) 1. El agua convertida en vino (Jn 2,1-11) 157
18. La higuera estéril 2. El hijo de un funcionario regio (Jn 4,46-54) 161
(Me 11,12-14. 20-25; Mt 21,18-22) 3. El tullido de Bethesdá (Jn 5,1-18) 164
4. El ciego de nacimiento (Jn 9,1-41) 169 Bibliografía
5. La resurrección de Lázaro (11,1-44) 179
6. Aparición de Jesús y la pesca milagrosa

(Jn 21,1-14) 190


B.A. Dumas, Los milagros de Jesús. Desclée, Bilbao
Epílogo 197 1984.
Comentario final J. Gnilka, Jesús deNazaret. Mensaje e historia. (Giracio-
del P. EMILIANO TARDIF, M.S.C. 201 nes y milagros, p. 145-172). Herder, Barcelona 1993.
J.I. González Faus, Clamor del Reino. Estudio sobre los
milagros deJesús. Sigúeme, Salamanca 1982.
A. Lefévre, Miracle. Dictionnaire de la Bible. Supplé-
ment. T.V. Letouzey et Ané, París 1957. Col. 1299-1308.
X. Léon-Dufour (Ed), Los milagros de Jesús. Cristian-
dad, Madrid 1979.
J. Peláez del Rosal, Los milagros de Jesús en los Evangelios
Sinópticos. Morfología e Interpretación. Institución San Jeró-
nimo, Valencia 1984.
C. Quelle, Los Milagros. Ediciones Paulinas, México
1993.
A. Richardson, The Miracle-Stories oj the Gospels. SCM
Press Ltd, London 1959.
L. Sabourin, The Diviné Miracles discussed and defended.
Catholic Book Agency, Roma 1977.
H. van der Loos, The Miracles ojJesús. EJ.Brill, Leiden
1968.
Varios autores, Los milagros del Evangelio. Cuaderno
bíblico 8. Verbo Divino, Estella 1980.
G. Vermes, Jesús eljudío. (Jesús y el judaismo carismá-
tico p. 63-87). Muchnik Editores, Barcelona 1979.

9
A. Weiser, ¿A qué llama milagro la Biblia? Ediciones
Paulinas, Madrid 1979. Bibliografía especial
L . C o e n e n - E . B e y r e u t h e r - H . B i e t e n h a r d , Diccionario
Teológico del Nxwvo Testamento (4 volúmenes): Dynamis, Se-
meion, Teras. Ediciones Sigúeme, Salamanca 1980-1984.

H.Balz-G.Schneider, Exegetical Dictionary of the New Además d e la bibliografía g e n e r a l , h e utilizado


Testament (3 volúmenes): Dynamis, Semeion, Teras. Eerd- para el estudio de los milagros de Jesús u n a a b u n d a n t e
m a n s Publishing C o m p a n y , G r a n d Rapids, Michigan bibliografía especializada, sobre todo artículos de revistas,
1990. según los resúmenes q u e presenta la publicación New
Testament Abstraéis d e 1981 a 1994.
G.KJUel-G.Friedrich-G.W.Bromiley, Theological Dic-
tionary of the New Testament: Dynamis, Semeion, Teras. Eerd- El análisis de esos artículos nos manifiesta el interés
m a n s Publishing C o m p a n y , G r a n d Rapids, Michigan mayor o m e n o r q u e cada milagro evangélico h a suscitado
1985. en nuestro tiempo. Hay relatos q u e h a n sido muy estudia-
dos, p o r ejemplo: La primera multiplicación de los panes
(16 artículos), el vino d e Cana (16 art.), la resurrección
de Lázaro (16 art.), la historia de la mujer sirofenicia (15
art.), el paralítico y el p e r d ó n de los pecados (11 artícu-
los), la higuera estéril (11 art.), el ciego de nacimiento
(10 art.).

Otros milagros h a n captado gran interés, a u n q u e en


m e n o r escala, p o r ejemplo: El ciego d e Jericó (9 artícu-
los) , el paralítico d e Bethesdá (9 art.), el e n d e m o n i a d o d e
la sinagoga de Cafarnaúm (8 art.), el e n d e m o n i a d o de
Gerasa (8 art.), la hemorroísa (8 art.), la pesca milagrosa
en J n 21 (8 art.). Alguno q u e o t r o milagro n o h a sido d e
particular atención para los especialistas d e la Biblia.

El beneficio mayor al entrar en contacto con esa


amplia bibliografía (216 artículos, publicados en 103 re-
vistas) es constatar y apreciar los diversos énfasis, o dife-
rentes centros d e interés, o variados enfoques, con q u e
han sido estudiados los relatos d e los milagros d e Jesús.
Son otras tantas posibles aproximaciones a los textos
evangélicos.

Unos autores estudian en tal o cual perícopa el


problema sinóptico y su d e p e n d e n c i a de las fuentes; otros

10 11
hacen un análisis diacrónico, echando mano del método Abreviaturas
histórico-crítico en toda su riqueza.
Estos prefieren hacer una lectura sincrónica, me-
diante un análisis semiótico, descubriendo la estructura
del texto; aquéllos más bien eligen aplicar a un determi-
nado pasaje los cánones del análisis narrativo o retórico o
pragmático o social o cultural.
No faltan quienes se interesan por discernir el fondo
rabínico o tradiciones targúmicas de alguna escena; y Antiguo Testamento
quienes realizan la aproximación a un milagro desde la
Biblia de Jerusalén, Nueva edición. 1975.
psicología general, del psicoanálisis, o de la psicología
profunda. Confronte, véase tal texto.
No es raro encontrar interés por una lectura herme- Nuevo Testamento
néutica -llamada también "actualización"- de tal o cual
acontecimiento, aplicándola a situaciones actuales; y hay New Testament Abstráete
quienes investigan el sentido alegórico de alguna narra-
ción. página

Estos se empeñan por descubrir en un relato las lugares paralelos


perspectivas propias de la comunidad cristiana en la cual
Traduction Oecuménique de la Bible, París 1972.
y para la cual fue escrito el milagro; aquéllos estudian tin
pasaje a partir de la historia de las religiones. versículo
Como se puede fácilmente ver, "los milagros de Jesús"
narrados en los evangelios, lejos de desmerecer la aten-
ción de los escrituristas, se han convertido en terreno
privilegiado para poner en practica muy diferentes méto-
dos actuales de interpretación bíblica (cf Pontificia Comi-
sión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia. PPC,
Madrid 1994).

13
12
Prólogo

LOS MILAGROS DE JESÚS son, sin d u d a alguna, u n


tema evangélico de s o r p r e n d e n t e actualidad.

1. Con frecuencia se escucha q u e en la Iglesia católi-


ca se están volviendo a dar los "cansinas de curaciones",
c o m o se e x p e r i m e n t a r o n en la Iglesia d e Jerusalén des-
pués d e Pentecostés, y en las primeras c o m u n i d a d e s cris-
tianas (Hch 2,43; 4,30; 5,12-16; IGo 12,9; 2Co 12,12). En
esa forma surgen p o r todas partes p e q u e ñ o s grupos de
intercesión y se multiplican las reuniones d e oración en
las q u e se pide a Cristo resucitado, vivo en la c o m u n i d a d ,
q u e sane a los enfermos de cuerpo y alma.

En estas circunstancias, u n estudio exegético y pas-


toral d e los milagros realizados p o r Jesús d e Nazaret nos
p u e d e p r o p o r c i o n a r criterios luminosos, sanos y seguros,
p a r a discernir, con la claridad del Evangelio, el p o r q u é y
el para qué de esas "acciones de poder", q u e el Señor está
h a c i e n d o en el m u n d o y en la Iglesia de hoy.

2. Hasta hace algunos años, m u c h o s que leían o


reflexionaban sobre los milagros d e Jesús, lo hacían cons-
ciente o inconscientemente a partir de u n a crítica racio-
nalista o s o l a m e n t e d e s d e ciertas ciencias h u m a n a s
recientes, principalmente las vinculadas con la psicología.
De allí se concluía fácilmente a negar la realidad de los
milagros; y mientras más sorprendentes parecían, eran
calificados de m e n o s reales.

Ante tal situación, se i m p o n e u n a seria investigación


científica más amplia, practicada desde otros ángulos, en

15
particular desde las perspectivas religiosas d e la misma revelación, tanto del p o d e r d e Dios y d e su misericordia,
Biblia. U n a reflexión crítica d e los Evangelios h a h e c h o c o m o d e la salvación integral ofrecida al hombre, en su
ver q u e los milagros de Jesús n o se p u e d e n j u z g a r adecua- espíritu, en su alma y en su c u e r p o .
d a m e n t e sino a la luz del a m b i e n t e religioso e n q u e se
p r o d u j e r o n y del objetivo q u e tuvo el S e ñ o r al realizarlos. Por la simple lectura del Evangelio se ve q u e Jesús
realizó sus milagros sobre todo en favor de las personas
Desde luego, e n los evangelios los milagros son lla- abiertas e n fe a la acción d e Dios en Jesús, esto es, d e los
mados "prodigios o portentos" (en griego "térata"), p e r o "pobres de espíritu y humildes d e corazón"; en cambio se
sobre t o d o "dynámeis", esto es, acciones d e p o d e r (Mt 7,22; resistió a darlos a los q u e se creían sabios e inteligentes
11,20.21.23; 13,54.58; Me 6,2.5.14; Le 10,13; 19,37). Este (Me 8,11-13; Mt 11,25; J n 9,39-41). ¡Cuan necesaria nos es
t é r m i n o recvierda, en lenguaje bíblico, "la fuerza o elpoder la gracia de Dios para descubrir sus grandezas! El salmista
deDios" manifestado en las obras admirables q u e él realizó hacía esta oración: "Ábreme los ojos y contemplaré las maravi-
en la creación o en la historia d e su Pueblo. Es la "geburáh" llas de tu voluntad" (Sal 119,18).
d e Dios, cantada en la Escritura, especialmente p o r los
Salmos (20,7; 21,14; 65,7; 66,7; 71,16.18; 80,3; 106,2; Inclusive a sus discípulos.más allegados, q u e habían
145,4.12; 150,2). sido testigos oculares d e innumerables milagros y signos,
Jesús les reprocha su falta d e percepción y d e entendi-
Los milagros son llamados también "signos" (en he- miento: "¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la
b r e o "ot" y en griego "seméion"), vocablo igualmente mente embotada ? ¿ Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís?"
bíblico q u e designa u n a admirable obra sensible, realiza- (Me 8,17-18).
da o a n u n c i a d a p o r Dios a fin d e que el h o m b r e crea en
u n a palabra suya, cuya profunda realidad sólo p u e d e ser 4. Ahora bien, el mensaje del Evangelio es y será
aceptada e n la fe (Ex 4,8-9; 7,3; 8,19; Is 7,11.14). siempre actual, pues está destinado para todos los tiem-
pos, hasta el fin del m u n d o (Mt 28,20). C o m o consecuen-
Se c o m p r e n d e así el alcance d e las palabras de Jesús, cia, el estudio d e los milagros del evangelio es u n a
repetidas con frecuencia, después d e obrar alguna sana- invitación p a r a q u e abramos hoy los ojos del espíritu y así
ción: "¡Vete en paz, tu fe te ha salvado!" (Mt 9,22; Me 5,34; p o d a m o s discernir en la historia presente, c o m o "signos
10,52; Le 8,48; 17,19)'. de los tiempos", las intervenciones milagrosas del p o d e r
de Dios, que sigue llevando adelante su plan de salvación
3. Por otra parte, los milagros d e Jesús n o d e b e n ser para el m u n d o .
leídos y juzgados fuera de su contexto, pues sólo se com-
p r e n d e n en la perspectiva de la proclamación e instaura- La h e r m e n é u t i c a bíblica tiene como objetivo gene-
ción del Reino d e Dios, y d e la revelación progresiva q u e rar, a partir del sentido literal histórico, u n sentido p r o p i o
Jesús fue h a c i e n d o del misterio d e su p r o p i a persona, para el h o m b r e de hoy; esto es, h a c e actual y significativo
c o m o Mesías e Hijo de Dios (cf Mt 8,27; 14,33). para el creyente el análisis literal crítico. Así, la h e r m e n é u -
tica actualiza, aplicando al hoy d e la vida, los datos de la
Dios se quiso revelar a su Pueblo en el AT m e d i a n t e exégesis.
"obras y palabras". Pues bien, ese mismo m é t o d o fue
utilizado p o r j e s ú s . Su evangelización fue e n palabras y e n En vista de esto, h e m o s q u e r i d o hacer, después del
acciones. En esta forma, sus prodigios aparecen estrecha- estudio d e cada milagro, u n a "actualización en plegaria",
m e n t e vinculados a su mensaje y son i n s t r u m e n t o d e o "actualización en oración", sirviéndonos para ello de los

16 17
mismos conceptos y términos q u e presenta el relato evan-
gélico.

Introducción
* * * * * * * * *

A la luz de estos principios, y después de u n a intro-


ducción general al tema, trataré d e analizar cada u n o de I. Actividad taumatúrgica de Jesús.
los 34 milagros de Jesús, que en forma circunstanciada
e n c o n t r a m o s en los cuatro evangelios. H e p e n s a d o dividir Los testimonios post-pascuales insisten sobre la acti-
ese material en tres capítulos. vidad taumatúrgica de Jesús. Camino de Emaús, Jesús
p r e g u n t ó a los dos viajeros: "¿De qué discutís entre vosotros
El p r i m e r capítulo estará dedicado a los milagros de mientras vais andando?"Ellos se detuvieron con aire entris-
Jesús en el evangelio de san Marcos, pues en él estos "actos tecido, y le respondieron: "Lo deJesús elNazoreo, que fue un
d e p o d e r " forman como la estructura sólida del libro, que profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el
da consistencia a su mensaje doctrinal. Al texto de Marcos pueblo" (Le 24,17.19).
añadiremos n a t u r a l m e n t e las consideraciones q u e b r o t e n
de los lugares paralelos. El día d e Pentecostés, Pedro dio testimonio de Jesús
con estas palabras: "Varones israelitas, escuchad: Jesús, el
En el segundo capítulo se verán los milagros q u e Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros,
presentan Mateo y Lucas, y que están ausentes en los prodigios y señales, que Dios hizo por su medio entre vosotros,
demás evangelios. como sabéis... " (Hch 2,22).
El tercer capítulo estudiará los milagros propios del T i e m p o después, el mismo P e d r o proclamaba en
evangelio de san J u a n . Cesa rea: "A Jesús de Nazaret Dios lo ungió con el Espíritu Santo
y con poder, y pasó haciendo el bien y curando a todos los
¡Que Jesús de Nazaret, que pasó h a c i e n d o el bien, oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él" (Hch 10,38).
continúe o b r a n d o , en el p o d e r del Espíritu y p a r a gloria
d e su Padre, numerosos "signos y prodigios", a fin de que
conozcamos más y más quién es él, y veamos con nuestros / . Jesús, profeta-taumaturgo.
propios ojos la realización de su historia de salvación en
el m u n d o y en el h o m b r e d e hoy! En el Antiguo Testamento Dios acostumbraba h a c e r
milagros y prodigios a través de los profetas. Elias y Elíseo
fueron enviados de Dios, dotados con especiales dones
carismáticos (IR 17,14-24; 2R 4,8-37.42-44).

Pues bien, Jesús aparece c o m o u n h o m b r e singular,


a quien Dios asiste (Jn 3,2), y a través del cual actúa con
p o d e r (Le 5,17). Así, no es de extrañar q u e con frecuencia

18 19
Le 4,40-41; 5,15.17; 6,18-19; 7,21; 8,2; 9,6.11.
los evangelios le d e n a Jesús el título d e "profeta" (Mt 16,14;
J n 2,23; 3,2; 6,2; 12,37; 20,30.
21,11.46; Me 6,15; Le 7,16.39; 24,19; J n 4,19; 9,17).
2 S Jesús prodiga sus milagros d u r a n t e t o d o su minis-
Para la fe cristiana, Jesús n o sólo es u n profeta, sino
q u e es "elProfeta " a n u n c i a d o p o r Moisés (Dt 18,15;Jn 6,14; terio evangélico, a partir de su bautismo en el J o r d á n hasta
7,40; H c h 3,22-26). Sin embargo, a partir de Pentecostés, su m u e r t e y resurrección. H e a q u í algunos ejemplos:
c u a n d o c o m e n z ó a difundirse en la Iglesia el carisma
a) Al principio d e su ministerio: Sanación del pose-
profético (Hch 2,17; 11,27), el título de "profeta" d a d o a
so de Cafarnaúm (Me 1,21-28; Le 4,31-37); y el agua con-
Jesús, fue cayendo en desuso, y fue suplido p o r títulos
vertida en vino en Cana (Jn 2,1-11).
específicamente más cristológicos.
b) A la mitad d e su vida pública, d u r a n t e la s e g u n d a
2. El testimonio de los evangelios. Pascua (año 29): La multiplicación de los panes (Me 6,30;
Mt 14,13-21; Le 9,10-l7;Jn 6,1-15: el único milagro narra-
El Evangelio presenta ajesús a c t u a n d o p o r su p r o p i o do p o r los cuatro evangelistas); y el caminar de Jesús sobre
p o d e r . Para obrar u n milagro, Jesús exige la fe, n o en Dios las aguas (Me 6,45-52; Mt 14,22-23;Jn 6,16-21).
c r e a d o r y todopoderoso, sino en su propia persona y en
su misión. A dos ciegos q u e se acercaron a él, pidiéndole c) En los últimos días d e su vida: La resurrección d e
su salud, Jesús les p r e g u n t ó : "¿Creéis que puedo hacer eso?". Lázaro (Jn 11,1-44). El ciego d e j e r i c ó (Me 10,46-52; Mt
Ellos le contestaron: "Sí, Señor". Entonces les tocó los ojos, 20,29-34; Le 18,35-43). La higuera maldita (Me 11,12-
diciendo: "¡Hágase en vosotros según vuestra fe!". Y se les 14.20-25; Mt 21,18-22). La sanación de la oreja d e Maleo
abrieron sus ojos (Mt 9,28-30; cfjn 14,1). (Le 22,50-51 ; c f j n 18,10).

1Q Su g r a n d e actividad taumatúrgica es atestiguada d) Después d e su resurrección: La pesca milagrosa


p o r u n a serie de 34 milagros particulares y p o r repetidos n a r r a d a e n j n 21,3-14.
sumarios y resúmenes:

— "Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinago-


gas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda II. Inventario de los milagros.
enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama llegó a. toda
Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enferme-
dades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralí- 1. Milagros concretos.
ticos, y los curó" (Mt 4,23-24).
Los milagros concretos y particularizados descritos
— "fesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en en los evangelios suman u n total de 34. Esta cifra es
sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanan- aproximada, pues n o toma en cuenta problemas críticos
do toda enfermedad y toda dolencia" (Mt 9,35). especiales de algunos d e ellos. Por ejemplo:
Ver además: — ¿Hubo históricamente dos multiplicaciones d e
panes y peces o solamente u n a , la cual h a sido redactada
M t 8 , 1 6 ; 12,15; 14,14.35-36; 15,30-31; 19,2; 21,14.
dos veces en los evangelios? (Mt 14,13-21; 15,32-39).
Me 1,32-34.39; 3,10-11; 6,54-56.

21
20
— El relato del centurión, q u e pide la sanación de 9) El e n d e m o n i a d o epiléptico (Mt 17,14-20;
su siervo (Mt 8,5-13), ¿será el mismo caso del funcionario Me 9,14-29; Le 9,37-43).
regio q u e suplica la curación de su hijo (Jn 4,46-54)? Los 10) El ciego de Jericó (Mt 20,29-34; Me 10,46-52;
dos milagros tienen lugar en Cafarnaúm. Le 18,35-43).
— La higuera sin higos, que se secó después d e la Mateo-Marcos-Juan:
palabra dejesús, ¿esun milagro p r o p i a m e n t e dicho, o más 1) Jesús camina sobre las aguas (Mt 14,24-33;
bien u n a acción simbólico-profética? (Mt 21,20-22; Me Me. 6,48-52; J n 6,16-21).
11,12-14.20-25).
c) Seis milagros son de doble tradición:
— La pesca milagrosa narrada p o r Le 5,1-11 ¿no será
la misma consignada p o r J u a n , en el apéndice de su Mateo-Marcos:
evangelio (Jn 21,3-14)? 1) La hija de u n a mujer cananea (Mt 15,21-28;
Me 7,24-30).
2. Los milagros segiín las tradiciones evangélicas. 2) La segunda multiplicación de los panes
(Mt 15,32-39; Me 8,1-10).
3) La higuera estéril (Mt 21,18-22;
a) Sólo un milagro es presentado por la tradición evangélica
Me. 11,12-14.20-25).
cuádruple:
Mateo-Lucas:
1) La primera multiplicación d e los panes
1) El criado del centurión de Cafarnaúm
(Mt 14,15-23; Me 6,34-47; Le 9,12-17; J n 6,1-15).
(Mt 8,5-13; Le 7,1-10).
b) Once milagros pertenecen a la triple tradición: 2) La sanación de u n poseso ciego y m u d o
(Mt 12,22; Le 11,14).
Mate o-Ma reos-Lucas:
1) La suegra de Simón-Pedro (Mt 8,14-15; Marcos-Lucas:
Me 1,29-31; Le 4,38-39). 1) Un e n d e m o n i a d o en la sinagoga d e Cafarnaúm
2) Curación de u n leproso (Mt 8,1-4; Me 1,40-45; (Me 1,21-28; Le 4,31-37).
Le 5,12-16).
d) Dos milagros son propios de Mateo:
3) U n paralítico y el p e r d ó n d e los pecados
(Mt 9,1-8; Me 2,1-12; Le 5,17-26). 1) Curación d e dos ciegos (Mt 9,27-31).
4) El h o m b r e de la m a n o paralizada (Mt 12,9-14; 2) Curación d e u n e n d e m o n i a d o m u d o
Me 3,1-6; Le 6,6-11). (Mt 9,32-34).
5) La tempestad calmada (Mt 8,23-27; Me 4,35-41;
Le 8,22-25). e) Hay dos milagros narrados sólo por Marcos:
6) El e n d e m o n i a d o de Gerasa (Mt 8,28-34;
Me 5,1-20; Le 8,26-39). 1) U n sordo t a r t a m u d o (Me 7,31-37).
7) La h e m o r r o í s a (Mt 9,20-22; Me 5,25-34; 2) El ciego d e Betsaida (Me 8,22-26).
Le 8,43-48).
8) La hija de Jairo vuelta a la vida (Mt 9,18-19. f) Lucas: ofrece seis milagros:
23-26; Me 5,21-24.35-43; Le 8,40-42.49-54).
1) La pesca milagrosa (Le 5,1-11).

22 23
2) El hijo de la viuda de Naín (Le 7,11-17). otorgada sobre todo a los pobres y sencillos es un regalo
3) La mujer encorvada (Le 13,10-17). y una gracia que bien cuadra en todos los tiempos.
4) Curación de un hidrópico (Le 14,1-6).
5) Curación de los diez leprosos (Le 17,11-19). MATEO:
6) Jesús cura la oreja cortada (Le 22,50-51). 1) Curación de un leproso (Mt 8,1-4).
2) El criado del centurión (Mt 8,5-13).
g) Seis milagros son propios deJuan: 3) La suegra de Simón-Pedro (Mt 8,14-15).
4) La tempestad calmada (8,23-27).
1) El vino de Cana (Jn 2,1-11). 5) Los endemoniados gadarenos (Mt 8,28-34).
2) El hijo del funcionario regio (Jn 4,46-54). 6) Curación de un paralítico (Mt 9,1-8).
3) El paralítico de Besthesdá (Jn 5,1-18). 7) La hemorroísa (Mt 9,20-22).
4) El ciego de nacimiento (Jn 9,1-41). 8) La hija de Jairo vuelta a la vida
5) La resurrección de Lázaro (Jn 11,1-44). (Mt 9,18-19.23-26).
6) La pesca milagrosa (Jn 21,3-14). 9) Curación de dos ciegos (Mt 9,27-31).
10) Un endemoniado mudo (Mt 9,32-34).
11) El hombre de la mano paralizada (Mt 12,9-14).
12) El endemoniado ciego y mudo (Mt 12,22-24).
III. Los milagros en cada evangelista. 13) Primera multiplicación de los panes
(Mt 14,15-23).
Al leer los relatos de los milagros hay que tener en 14) Jesús camina sobre las aguas y Pedro con él
cuenta, para una lectura correcta y fructuosa, tres niveles: (Mt 14,24-33).
15) Curación de la hija de una cananea
— El primer nivel correspondería al momento histó- (Mt 15,21-28).
rico en que Jesús obró el milagro. Este nivel, por el tiempo 16) Segunda multiplicación de los panes
transcurrido entre el acontecimiento y su consignación (Mt 15,32-39).
por escrito en los evangelios, nos es difícilmente contro- 17) El endemoniado epiléptico (Mt 17,14-20).
lable. 18) Los dos ciegos dejericó (Mt 20,29-34).
19) La higuera estéril y seca (Mt 21,18-22).
— El segundo nivel lo constituye el objetivo que tuvo
tal o cual evangelista al narrarlos milagros de Jesús dentro MARCOS:
de la trama de su escrito, en vista a la instrucción que 1) El endemoniado de la sinagoga de Cafarnaúm
quería dar a la comunidad a la que dirigía su obra. Es el (Me 1,21-28).
relato tal como lo leemos en los evangelios. 2) La suegra de Simón Pedro (Me 1,29-31).
3) Curación de un leproso (Me 1,40-45).
— El tercer nivel es la "aplicación o actualización" de 4) Un paralítico y el perdón de los pecados
un milagro de Jesús para nuestro momento actual. ¿Qué (Me 2,1-12).
nos dice hoy tal o cual milagro de Jesús? Un signo puede 5) El hombre de la mano paralizada ((Me 3,1-6).
cumplir su misión en determinada época, y no serlo más 6) La tempestad calmada (Me 4,35-41).
en otra; así Dios puede ciertamente dar signos adecuados 7) El endemoniado de Gerasa (Me 5,1-20).
a cada etapa de la historia. Sin embargo, la sanación 8) La hemorroísa (Me 5,25-34).

24 25
9) La hija d e Jairo vuelta a la vida (Me 5,21-24.35-43. 2) El hijo del funcionario regio (Jn 4,46-54).
10) Primera multiplicación d e los panes 3) El paralítico de Bethesdá (Jn 5,1-18).
(Me 6,34-47). 4) La multiplicación d e los panes y los peces
11) Jesús camina sobre las aguas (Me 6,47-52). (Jn 6,1-15).
12) La hija de u n a sirofenicia (Me 7,24-30). 5) Jesús camina sobre las aguas (Jn 6,16-21).
13) U n sordo t a r t a m u d o (Me 7,31-37). 6) El ciego d e nacimiento (Jn 9,1-41).
14) Segunda multiplicación de los panes 7) La resurrección de Lázaro (11,1-44).
(Me 8,1-10). 8) La pesca milagrosa (Jn 21,3-14).
15) El ciego de Betsaida (Me 8,22-26).
16) El e n d e m o n i a d o epiléptico (Me 9,14-29).
17) El ciego de Jericó (Me 10,46-52).
18) La higuera estéril (Me 11,12-14. 20-25).
IV. Claves para la interpretación
de los milagros.
LUCAS:
1) U n e n d e m o n i a d o en la sinagoga de Cafarnaúm Jesús realizó su evangelización con "palabrasy obras",
(Le 4,31-37).
en "obrasy palabras". Así lo proclama la Constitución "Dei
2) Curación de la suegra de Simón (Le 4,38-39).
Verbum" a propósito d e la revelación (DV 2), y lo recuerda
3) La pesca milagrosa (Le 5,1-11).
el Catecismo de la Iglesia Católica al hablar de Cristo, el
4) Curación de u n leproso (Le 5,12-16).
Mijo d e Dios (Cat.Igl.Cat. n. 426). Así también hoy, la
5) El paralítico de Cafarnaúm (Le 5,17-26).
nueva Evangelización tiene que realizarse con la procla-
6) El h o m b r e de la m a n o paralizada (Le 6,6-11).
7) El criado del centurión de Cafarnaúm mación del mensaje y con las obras que Dios quiera
(Le 7,1-10). realizar a través d e nosotros.
8) El hijo de la viuda de Naín (Le 7,11-17).
El testimonio de los Evangelios es claro:
9) La tempestada calmada (Le 8,22-25).
10) El e n d e m o n i a d o d e Gerasa (Le 8,26-39). — A la pregunta que Jesús hacía a los discípulos de
11) Curación de la hemorroísa (Le 8,43-48). Emaús, ellos respondieron: "Lo de Jesús el Nazoreo, que fue
12) La hija de Jairo vuelta a la vida un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo
(1x8,40-42.49-56). el pueblo" (Le 24,19).
13) La multiplicación de los panes (Le 9,12-17).
14) El e n d e m o n i a d o epiléptico (Le 9,37-43). — Al paralítico, llevado entre cuatro, Jesús le dijo:
15) El poseso ciego y m u d o (Le 11,14). "Hijo, tus pecados te son perdonados ". Y luego agregó: "Para
16) La mujer encorvada (Le 13,10-17). que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de
17) Curación de u n hidrópico (Le 14,1-6). perdonar pecados—dice al paralítico—: ¡Levántate, toma tu
18) Los diez leprosos (Le 17,11-19). camilla y vetea tu casa!"Yc\ paralítico se levantó (Me 2,5-12;
19) Curación del ciego de Jericó (Le 18,35-43). cfMcl,22.27; 4,39-40; 6,2-3).
20) Curación de la oreja del siervo (Le 22,50-51).
— C u a n d o la resurrección d e Lázaro, Jesús dijo
JUAN: primero: "¡Yo soy la resurrección!"Y después gritó: "¡Lázaro,
1) El vino de Cana (Jn 2,1-11). salfitera!"Qn\\,25AS).

27
l e La evangelización de Jesús fue, pues, con "pala- 7,13), p a r a acreditar su misión mesiánica (Mt 11,4-6;
bras" y con "obras"; y los milagros d e Jesús estuvieron 16,1-4), p a r a d a r garantía a su palabra (Me 2,10) o p a r a
siempre ligados a su enseñanza. Si, p o r hipótesis, de los manifestar algún aspecto de su p r o p i o misterio (Jn 2,18;
evangelios se extirparan los milagros, se produciría u n 4,48.54; 6,26.30; 11,25-26). Entonces accede a u n a peti-
vacío e n o r m e , y muchas palabras y actitudes d e Jesús, al ci|ón o él mismo toma la iniciativa (Jn 5,6).
igual q u e numerosas reacciones de la gente, q u e d a r í a n
sin c o m p r e n d e r s e . El ejemplo más claro d e esto sería el 7Q En relación a la fe: Si Jesús hizo prodigios para q u e
evangelio de Marcos, en caso de q u e se le privara de sus creyeran en él o en su misión (Me 2,10; J n 11,42), más
dieciocho milagros. f r e c u e n t e m e n t e los realizó p o r q u e creían en él (Me
5,34.36; 10,52; Le 5,20). Por tanto, si es h e r m o s o y admi-
2D Los milagros n o son, en m a n e r a alguna, u n a rable creer en Jesús p o r sus milagros, más admirable y
sobrecarga a la doctrina d e Jesús, sino más bien u n a parte h e r m o s o es creer en los milagros a causa de Jesús. La fe
esencial e indispensable d e su mensaje. Son c o m o la
n o reposa en los milagros; la fe es adhesión a Jesús.
expresión perfecta y acabada de su revelación (Me 2,8-11).

3 Q Los milagros d e Jesús son ciertamente "hechos


portentosos" (térata) y "acciones de poder" (dynámeis) q u e
manifiestan en él u n dominio extraordinario sobre la V. La realización de los milagros.
naturaleza y sobre las personas; y, tomados en su conjunto,
aparecen realizados p o r vina virtud divina q u e él posee
c o m o propia (Me 4,41; J n 11,43). 1. El n ú m e r o de milagros concretos consignado en
los evangelios es muy discreto (34 casos), y son casos muy
4 B Pero, además, los milagros son "acciones-símbolos", valiosos p o r su naturalidad, sobriedad y precisión.
son "signosreveladores " (seméia), semáforos, q u e están muy
estrechamente vinculados a su persona y a su misión. Cada 2. Los prodigios son realizados sin ostentación, pero
milagro proyecta u n mensaje p r o p i o . Por eso, n o basta con suma autoridad. Con frecuencia, basta u n a sola pala-
afirmar de manera global q u e los milagros son "acciones bra (Me 3,5). Lo serio, sencillo y simple de los milagros de
d e poder", sino q u e es preciso percibir y escudriñar el Jesús son u n a fuerte garantía de autenticidad.
significado o el mensaje q u e proyecta cada u n o d e ellos
(Jn 9,5-7). 3. Algunas curaciones p o d r í a n explicarse p o r u n a
influencia psíquica, y esto es legítimo (Me 1,30-31); pero
5 a A h o r a bien, el signo es percibido sólo p o r la fe. En la mayor parte s u p o n e n u n p o d e r sobrenatural.
el acontecimiento se encierran dos realidades: el h.echo
sensible q u e p u e d e ser constatado p o r todos, y el signo q u e 4. Los milagros no son p o r sí mismos p r u e b a de la
es la interpretación q u e sólo proviene d e la fe. El creyente divinidad d e aquel q u e los realiza. H a habido, en efecto,
r e c o n o c e en el h e c h o u n signo q u e Dios le ofrece (Jn en la historia religiosa de la h u m a n i d a d muchos tauma-
6,26). turgos. Sin embargo, en el caso de Jesús hay que examinar-
la m a n e r a , el sentido, la autoridad y la finalidad con que
6Q Jesús jamás realiza u n milagro p o r vanagloria o él realiza esas acciones. U n a consideración global de los
exhibicionismo, sino p o r u n fin superior: p o r compasión milagros p u e d e constituir u n dato que conduzca a cierta
y misericordia hacia los pobres (Me 1,41; 6,34; 8,2; Le manifestación d e su divinidad (Mt 8,27; 14,33).

28 29
VI. I</ sujeto de los milagros. 14) El paralítico de Bethesdá (Jn 5,1-18).
15) El ciego d e nacimiento (Jn 9,1-41).
16) Curación de la oreja de Maleo (Le 22,50-51).
I. Ocho milagros en la naturaleza:
3. Siete exorcismos.
1) K.I vino de Cana (Jn 2,1-11).
2) La pesca milagrosa al inicio del ministerio Tres exorcismos solos:
(Le 5,1-11). 1) El e n d e m o n i a d o de Cafarnaúm (Me 1,21-28;
3) La tempestad calmada (Mt 8,23-27; Me 4,35-41; 1x4,31-37).
Le 8,22-25). 2) El poseso de Gerasa (Mt 8,28-34; Me 5,1-20;
4) Primera multiplicación d e panes y peces Le 8,26-39).
(Mt 14,15-23 y paralelos). 3) La hija de la cananea (Mt 15,21-28; Me 7,24-30).
5) Jesús camina sobre las aguas (Mt 14,24-33;
Me 6,47-52; J n 6,16-21). Cuatro exorcismos con curación:
6) Segunda multiplicación d e panes y peces 1) El niño epiléptico m u d o (Mt 17,14-21;
(Mt 21,18-22; Me 8,1-10). Me 9,14-29; Le 9,37-43).
7) La higuera seca (Mt 21,18-22; Me 11,20-25). 2) El poseso m u d o (Mt 9,32-34).
8) La pesca milagrosa después d e la resurrección 3) El poseso ciego y m u d o (Mt 12,22-23; Le 11,14).
(Jn 21,3-14). 4) La mujer encorvada (Le 13,10-17).

2) Dieciséis curaciones: 4. Tres resurrecciones:

1) La suegra de Simón Pedro (Mt 8,14-15; 1) La hija de Jairo (Mt 9,18-26; Me 5,21-43;
Me 1,29-31; Le 4,38-39). Le 8,40-56).
2) Curación de u n leproso (Mt 8,1-4; Me 1,40-45; 2) El hijo de la viuda d e Naín (Le 7,11-17).
Le 5,12-16). 3) Lázaro (Jn 11,1-44).
3) Sanación de u n paralítico (Mt 9,1-8; Me 2,1-12;
Le 5,17-26).
4) El h o m b r e de la m a n o paralizada (Mt 12,9-14;
Me 3,16; Le 6,6-11). VII. Curaciones y exorcismos.
5) La hemorroísa (Mt 9,20-22; Me 5,25-34;
Le 8,43-48). 1. A propósito de las curaciones o b r a d a s p o r Jesús es
6) Curación de dos ciegos (Mt 9,27-31; Me 7,31-37). útil h a c e r estas reflexiones:
7) El ciego de Betsaida (Me 8,22-26).
8) Ciego(s) d e j e r i c ó (Mt 20,29-34; Me 10,46-52; 1) El milagro-curación es p e r c i b i d o c o m o el resulta-
Le 18,35-43). d o de u n a "acción de poder" d e Dios (su dynamis o su
9) El siervo'del centurión (Mt 8,5-13; Le 7,1-10). enérgeia), que quiere la salvación integral del h o m b r e . El
10) El hijo del funcionario regio (Jn 4,46-54). inslrumento de Dios es Jesús (Le 5,17; 6,19; Jn 3,2; Hch
11) U n s o r d o m u d o (Le 11,14). 2,22; 10,38).
12) Curación del hidrópico (Le 14,1-6).
2) Se produce en u n a m b i e n t e g e n e r a l d e implanta-
13) Los diez leprosos (Le 17,11-19).
ción de "el Reino de Dios"; y es c o m o "signo sensible" de la

30 31
presencia d e ese reinado con su fuerza sanadora, auxilia- algo q u e se i m p o n e desde fuera, sino q u e se p r o d u c e y
d o r a y salvadora. Los milagros son acontecimientos caris- salta desde d e n t r o , gracias a la "virtud-dynamis-enérgeia"
máticos q u e p r o c l a m a n lo nuevo y s o r p r e n d e n t e del divina. N o es de extrañar, p o r consiguiente, q u e para q u e
r e i n a d o d e Dios (Mt 12,28). se logre u n a sanación intervengan las mismas energías
q u e Dios ha puesto en los seres creados p o r él mismo
3) Los milagros son también manifestaciones d e la (células, órganos, psicología, etcétera).
lucha contra el Mal, q u e misteriosamente continúa ac-
t u a n d o con p o d e r en el m u n d o , a pesar de q u e en princi- — Por tanto, la sanación n o es u n h e c h o extraordi-
pio ya haya sido d e r r o t a d o (Jn 12,31; 16,33). La victoria nario realizado fuera o contra las leyes de la naturaleza,
definitiva está ciertamente d e parte d e Dios. Los exorcis- sino sobre las leyes ordinarias de la misma, c o n c r e t a m e n t e
mos de Jesús eliminan el t e m o r al d e m o n i o y ayudan a en tal o cual individuo. La curación sobrenatural es u n
vencerlo. f e n ó m e n o natural cuya rapidez y amplitud s u p e r a n las
reglas habituales. Así, el milagro n o viola, sino q u e supera
4) N o r m a l m e n t e las curaciones milagrosas se expe- las leyes naturales.
rimentan en la fe:
6) Jesús n o utiliza esquemas rígidos, ni técnicas com-
— La fe es la puerta de acceso a la curación. El papel plicadas, ni gestos siempre habituales. Lo q u e más aparece
d e la fe es m e n c i o n a d o frecuentemente en los evangelios es su palabra o m n i p o t e n t e , y ésta a u n a veces sólo se
(Me 2,5; 5,34.36; 9,23-24; 10,52; 11,23-24; Mt8,10.13; 9,22. supone.
29; 15,28; Le 7,50; 8,48; 17,19; 18,42;Jn 4,50-51; 11,25-27).
Los milagros d e Jesús, queremos repetir, n o sólo son
— La fe de Jesús es única y excepcional; y c u a n d o el acciones curativas (como p u e d e ser la actividad médica),
h o m b r e se adhiere a esa fe d e Jesús, la acción de Dios se sino q u e son "acciones salvíficas", signos sensibles d e sal-
p r o d u c e con toda certeza y s e g u n d a d (Me 9,23-24). vación espiritual. Prueba d e ello es q u e en numerosas
ocasiones en q u e Jesús sana corporalmente, m e n c i ó n a l a
— La fe es más q u e la confianza en el p o d e r s a n a d o r fe y el verbo salvar, diciendo: "Tufe te ha salvado, vete en
d e Jesús. Es u n a entrega total a él y a su p o d e r (Le 8,50). paz".
5) En cuanto a la curación misma:
7) Jesús sana d e las enfermedades sufridas p o r el
— O r d i n a r i a m e n t e hay u n a oración d e "implora- p u e b l o p o b r e d e su época: fiebre, lepra, parálisis, hemo-
ción". rragias, epilepsis, sordera, mutismo, ceguera, hidropesía,
encorvamiento, etc.
— La curación o sanación se realiza en el enfermo,
cuyas células somáticas o energías psíquicas o espirituales 8) Finalmente, los milagros d e Jesús (particularmen-
son sanadas y vigorizadas p o r la virtud divina. te las tres resurrecciones) se c o m p r e n d i e r o n mejor a la
luz pascual de la exaltación y glorificación d e Cristo resu-
— La sanación se p r o d u c e en el h o m b r e d e a c u e r d o citado, h e c h o el Señor d e cielos y tierra.
a la función que Dios h a establecido en cada parte del
organismo h u m a n o q u e él mismo ha creado. 2- Respecto a los exorcismos realizados p o r Jesús.

— La sanación brota desde d e n t r o del enfermo: de 1) Si dejamos d e lado los sumarios y resúmenes, el
sus células, d e su psijé o d e su espíritu. La sanación n o es n ú m e r o d e exorcismos narrados p o r los evangelios es muy

32 33
discreto: son siete. Cuatro exorcismos van a c o m p a ñ a d o s la curación de los físicamente enfermos y e m p l e a b a los
de curación de alguna enfermedad; y sólo tres son exor- exorcismos para liberar a los poseídos.
cismos puros.
Jesús mismo hace alusión a esa tradición c u a n d o
2) Los exorcismos de los evangelios sinópticos n o son p r e g u n t a : "Si yo expulso los demonios por Beehebul, ¿por quién
sino los signos sensibles d e la gran victoria espiritual de los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán nuestros jueces"
Jesús sobre Satanás, p o r cuyo influjo e n t r ó el p e c a d o en (Mt 12,27; cf Le 11,19). En efecto, la historia del rabinismo
el m u n d o (Gn 3), y bajo cuyo dominio vive esclavizado el ha conservado los n o m b r e s d e dos personajes carismáticos
h o m b r e (Mt 12,28; Le 10,17-20). del siglo I: H o n í y H a n i n a ben Dosa (cf Geza Vermes, Jesús
el Judío. Muchnik Editores. Barcelona 1977, p . 74-84).
3) San J u a n , p o r su parte, no h a querido n a r r a r
Sin embargo, el caso de Jesús es excepcional. De él
n i n g ú n exorcismo; p e r o ha hablado del terrible combate
se afirma q u e sanó a numerosos enfermos y q u e echó
de Jesús contra el Príncipe de este m u n d o y h a afirmado
fuera a muchos demonios, p e r o lo hizo sin acudir a ritos
la victoria definitiva y total de Cristo, al aceptar la voluntad
esotéricos y sin utilizar expresiones mágicas o gestos com-
del Padre de morir en la cruz, d a n d o voluntariamente su plicados. T o d o lo realizó en la más g r a n d e naturalidad,
vida (Jn 10,17-18; 12,31-33; 14,30; 16,11). con u n a ética impecable y en u n ambiente de intensa
religiosidad.
4) Así pues, para u n a correcta interpretación de los
exorcismos — c o m o también de los demás milagros—, n o Además, los motivos p o r los q u e Jesús obró sus por-
basta verlos como f e n ó m e n o s liberadores o curativos a la tentos y curaciones eran — c o m o lo acabamos d e decir en
luz de las ciencias h u m a n a s , como la psicología, el psicoa- el párrafo anterior— totalmente diferentes a los d e sus
nálisis o la psicología profunda; ni considerarlos sólo en c o n t e m p o r á n e o s . La mayor parte d e sus milagros fueron
la línea del judaismo carismático de su tiempo; sino q u e realizados en referencia a la venida y al establecimiento
es preciso discernirlos en conexión estrecha con la misión del reinado d e Dios y a la destrucción del dominio de
que recibió Jesús de salvar al m u n d o del d o m i n i o de Satanás (Mt 12,28).
Satanás, de la esclavitud del pecado y d e las consecuencias
del mismo; en definitiva, a la luz de la salvación integral Por tanto, si p o r u n a parte Jesús d e b e ser situado y
del h o m b r e (Le 19,10; J n 4,42; l j n 4,14). c o m p r e n d i d o d e n t r o del Judaismo carismático del siglo I,
c o m o ejemplo sobresaliente de los j u d í o s religiosos o
jasidím del siglo I; p o r otra, aparece c o m o u n a figura fuera
de serie, única y excepcional, como el Enviado u n g i d o p o r
VIII. Jesús y el judaismo carismático el Espíritu de Dios para establecer en la tierra el Reino de
de su tiempo. los Cielos.

Dios quiso que Jesús naciera del Pueblo J u d í o , con


su propia tradición y cultura religiosa. Es, pues, legítimo
y conveniente, más a ú n necesario, ubicar a Jesús d e n t r o
de las corrientes religiosas del J u d a i s m o . Entre ellas, exis-
tía "la tradición carismática judía", q u e se interesaba p o r

35
34
Los milagros
de Jesús en el
Evangelio de
San Marcos y
lugares paralelos

Introducción

/. Los milagros en el plan del Evangelio de san Marcos.

En el evangelio según san Marcos se puede discernir


el siguiente plan:
Introducción: 1,1-13.
I. Proclamación del Reino de Dios: 1,14-3,6.
II. Vocación y misión de los Doce: 3,7-6,33.
III. Quién es Jesús: 6,34-8,30.
IV. Jesús anuncia su pasión y resurrección:
8,31-10,52.
V. Ministerio en Jerusalén: 11,1-13,36.
VI. Pasión y resurrección: 14,1-16,20.

37
D e n t r o d e este marco, y esparcidos a lo largo d e su 14) S e g u n d a multiplicación de los p a n e s
libro, el evangelista h a q u e r i d o consignar dieciocho mila- (Me 8,1-10).
gros d e Jesús de Nazaret. El Señor nos h a e n t r e g a d o el 15) El ciego d e Betsaida (Me 8,22-26).
Evangelio del Reino de Dios n o solamente con palabras, 16) El e n d e m o n i a d o epiléptico (Me 9,14-29).
sino también con acciones manifestativas del poder q u e el 17) El ciego d e j e r i c ó (Me 10,46-52).
Padre le ha c o m u n i c a d o . Si Jesús hablaba con autoridad, 18) La higuera estéril (Me 11,12-14, 20-25).
ésta se manifestaba sobre todo c u a n d o iba a c o m p a ñ a d a
d e u n a "obra de poder".
2. El bautismo de Jesús en el Jordán.
Los dieciocho milagros del evangelio de san Marcos
son c o m o el esqueleto sólido que da fírmezay consistencia
U n p u n t o d e partida esencial para c o m p r e n d e r la
a todo el c u e r p o de la doctrina e n s e ñ a d a p o r Jesús.
actividad taumatúrgica de Jesús es u n a reflexión sobre lo
En cada u n o d e los milagros hay que descubrir u n q u e significó para el Señor su bautismo en el J o r d á n . H e
doble mensaje: 1Q Lo q u e Jesús quiso revelar c u a n d o a q u í el relato d e Marcos.
realizó ese "acto d e poder", esa "dynamis", ese milagro. 2fi
Lo q u e el evangelista intentó e n s e ñ a r al n a r r a r ese h e c h o , Sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de
ese admirable acontecimiento, d e la vida d e Jesús, predi- Galilea, y fue bautizado porJuan en elJordán. En cuanto
cado a l.as c o m u n i d a d e s cristianas d e la p r i m e r a hora, y salió del agua vio que los cielos se rasgabany que el Espíritu,
luego escrito para bien de sus lectores. en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía
de los cielos: "¡Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco!"
H e a q u í la lista d e los dieciocho milagros: (Me 1,9-11).

1) El e n d e m o n i a d o d e la sinagoga d e Cafarnaúm Según este texto, J u a n bautizó a Jesús con agua; y al


(Me 1,21-28). salir del J o r d á n , fue bautizado p o r el Padre con el Espíritu
2) La suegra de Simón P e d r o (Me 1,29-31). Santo. ¿Cuál es la naturaleza d e esta tinción con el Espíritu
3) Curación de u n leproso (Me 1,40-45). q u e recibió Jesús?
4) U n paralítico y el p e r d ó n de los pecados
N o se trata de u n a efusión d e Espíritu Santo q u e
(Me 2,1-12).
santifique a Jesús. El es "elSanto"y lleno del Espíritu Santo
5) El h o m b r e de la m a n o paralizada (Me 3,1-6).
desde el m o m e n t o d e su concepción, en el seno purísimo
6) La tempestad calmada (Me 4,35-41).
de la Virgen María (Le 1,35).
7) El e n d e m o n i a d o d e Gerasa (Me 5,1-20).
8) La hemorroísa (Me 5,25-34). La unción de Espíritu Santo q u e recibe ahora Jesús
9) La hija d e Jairo vuelta a la vida se sitúa en la línea de su actividad mesiánica y profética.
(Me 5,21-24.35-43). El debe proclamar e inaugurar el Reino de Dios, y, p o r
10) Primera multiplicación de los panes tanto, desplazar y echar fuera el imperio del Mal.
(Me 6,34-47).
11) Jesús camina sobre las aguas (Me 6,47-52). Para ello, Jesús Mesías, según los anuncios de los
12) La hija de u n a sirofenicia (Me 7,24-30). profetas, debe ser lleno del Espíritu de Dios: "Y reposará
13) U n sordo t a r t a m u d o (Me 7,31-37). sobre él el Espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría y de inteligen-

38 39
cia, espíritu de consejo y de fuerza, espíritu de ciencia y de temor
de Yahveh" (\s 11,1-2).
1. El endemoniado de la
sinagoga de Cafarnaúm
Pero Jesús será también el Profeta-Siervo d e Dios,
a n u n c i a d o p o r Isaías; y p a r a realizar esa misión d e b e r á ser (Me 1,21-28; Le 4,31-37).
u n g i d o con el mismo Espíritu divino: "He aquí mi Siervo a
quien yo sostengo, mi Elegido en quien se complace mi alma. He
puesto mi Espíritu sobre él, y dictará ley a las naciones " (Is 42,1). El p r i m e r sábado d e Jesús: "La j o r n a d a de Cafar-
n a ú m " (1,21-34).
Lleno d e Espíritu Santo, Jesús p o d r á i n a u g u r a r los
tiempos mesiánicos y establecer el r e i n a d o de Dios. Con El relato qtie Marcos nos entrega en este texto es u n a
la sabiduría del Espíritu proclamará con autoridad la Bue- jornada-tipo del p r i m e r ministerio de Jesús. Es u n día d e
na Nueva, el Evangelio del Reino; y con la fuerza y el poder shabbat en el pueblo. Hay de todo: enseñanza, expulsión
del Espíritu sanará los corazones destrozados, liberará a de demonios, curación de enfermos y multitudes que se
los cautivos, dará vista a los ciegos, abrirá el oído a los agolpan en torno ajesús. Hay amigos y g e n t e desconocida;
sordos y p r e g o n a r á u n a ñ o d e gracia de parte d e Dios (Is sinagoga y casa familiar; en público y en privado.
61,1-3).
1. Jesús enseña en la sinagoga (1,21-22.2 J7a.28).
3. La proclamación del Reino de Dios y los milagros
21
(Me 1,14-20). Llegaron a Cafarnaúm y, cuando llegó el sábado, entró
en la sinagoga y se puso a enseñar. 22 La gente estaba
San Marcos abre la actividad mesiánica y profetica de admirada de su enseñanza, porque los enseñaba con auto-
Jesús, e n t r e g á n d o n o s el grito inaugural de su predicación: ridad y no como los escribas. 27a Todos quedaron asombra-
"¿El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca. Conver- dos y se preguntaban unos a otros: — "¿ Qué es esto ? ¡Una
tios y creed en el Evangelio! " (Me 1,15). doctrina nueva, expuesta con autoridad!" 2S Pronto se
extendió su fama por todas partes, en toda la región de
T o d a la labor ministerial d e Jesús se desarrollará en Galilea.
t o r n o al establecimiento del Reino de los cielos, m e d i a n t e
palabras llenas de autoridad y acciones cargadas d e p o d e r . Al regresar d e r j o r d á n a Galilea, Jesús llega a Cafar-
naiím ("Aldea del consuelo"), a orillas del lago de Tibe-
I n m e d i a t a m e n t e después del "grito inaugural", Mar- rías. Entra en la sinagoga el día d e shabbat, y toma la
cos narra el llamamiento de los cuatro primeros discípu- palabra para c o m e n t a r la Escritura. T o d o s los oyentes se
los: Simón y Andrés, Santiago y J u a n (1,16-20). Jesús q u e d a n asombrados p o r q u e Jesús n o se contenta con
necesita colaboradores para su misión. Todavía n o es el repetir las enseñanzas q u e transmitían los rabinos, sino
llamamiento para "ser apóstoles". Este vendrá más tarde q u e interpreta las Escrituras con u n a autoridad que le
(3,13). Se diría que aquí se trata de llamar a colaboradores viene —fácilmente se c o m p r e n d e — del Espíritu de sabi-
laicos d e tiempo completo, al servicio del Reino. Sin d u r í a (Is 11,1-2) q u e h a recibido e n su bautismo en el
e m b a r g o , en este relato se presiente ya, p o r anticipado, la J o r d á n . Es la inauguración de la misión mesiánica de
vocación apostólica posterior. '* Jesús.

40 41
Es u n a ¡doctrina nueva, expuesta con autoridad! H a b l a En el caso presente, basta u n a palabra de Jesús, y el
con tanta persuasión q u e su fama corre luego p o r toda la d e m o n i o sale. De allí la admiración d e la g e n t e : "Manda
comarca. hasta a los espíritu inmundos y le obedecen " (v.27b). Este p o d e r
también le viene — c o m o era el caso de su sabiduría— del
Espíritu q u e ha recibido en su bautismo, y que lo h a c e más
2. Expulsión del demonio. fuerte q u e J u a n el bautista (1,7) para luchar contra Sata-
nás y sus secuaces.
23
Había precisamente en la sinagoga un hombre poseído
por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: 24 "¿ Qué El p r i m e r milagro de Jesús proclama q u e el p o d e r
tenemos nosotros contigo, Jesús deNazaret? ¿Has venido a del d e m o n i o toca a su fin, y q u e el reinado d e Dios h a
destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios". 2 5 Jesús, llegado con la fuerza del Espíritu (Hch 10,38).
entonces, le conminó diciendo: "Cállate y sal de él". 26 Y
agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte El d e m o n i o reconoce q u e Jesús es "El Santo de Dios".
Este título manifiesta q u e el d e m o n i o ve en Jesús u n
grito y salió de él.
profeta a quien el Espíritu de Dios h a u n g i d o con sus
En tiempos d e Jesús, el m u n d o p o p u l a r atribuía cansinas (Is 61,1). Es u n profeta a la m a n e r a d e Elias ( I R
numerosas enfermedades congénitas, mentales, corpora- 17,18). El profeta es u n "santificado", u n "consagrado" p o r
Dios para realizar u n a misión (Jr 1,5; J n 10,35-36). En
les, vicios y pecados a la influencia nefasta de los d e m o -
Lucas, este exorcismo manifiesta c ó m o j e s ú s va realizando
nios, llamados "espíritus impuros". Creados p o r Dios
la e n c o m i e n d a d e liberación que Dios le h a confiado al
c o m o "espíritus b u e n o s y puros", se habían convertido en
llenarlo d e su Espíritu y enviarlo a evangelizar a los pobres
impuros o i n m u n d o s p o r su rebelión contra Dios. El relato y a liberar a los cautivos (Le 4,18-19). Misión q u e continúa
d e Marcos p r e s u p o n e simplemente esa creencia popular. hasta el día de hoy.
Esa manera de pensar tenía su explicación, ya que, La admiración y el asombro d e la g e n t e manifiestan
al m e n o s en su origen, el sufrimiento, la e n f e r m e d a d y la
el t e m o r sagrado al descubrir en Jesús u n p o d e r extraor-
m u e r t e son consecuencia del pecado, inducido en el
dinario q u e acusa u n a presencia particular de Dios en él
m u n d o p o r el diablo (Gn 3; Sab 2,23-24; cf Le 13,16).
(cf 4,41; 5,15; 6,50; 7,37; 10,26.32; 16,8).
En este contexto, si Jesús proclama que "el reinado de
Dios ha llegado", es fácilmente comprensible q u e también ACTUALIZACIÓN
h a llegado el m o m e n t o d e liberar a los h o m b r e s del p o d e r
perverso del demonio. Jesús Maestro:
Marcos no dice cuál era la e n f e r m e d a d del paciente, Q u e r e m o s escucharte. Habíanos con la autoridad
sólo subraya el estado d e opresión en q u e se e n c u e n t r a y del Espíritu y con q u e el Padre te h a u n g i d o .
el p o d e r soberano que ejerce Jesús sobre los d e m o n i o s . Enséñanos tu doctrina siempre nueva.
Tú, el Santo d e Dios, has venido
El relato contiene los cinco elementos de u n exorcis- a liberar al h o m b r e , a restaurarlo y a redimirlo.
mo: El encuentro d e Jesús con la persona e n d e m o n i a d a , Echa fuera de nosotros todo lo q u e n o sea tuyo;
la descripción de los efectos de la posesión, el exorcismo, n o nos dejes caer bajo el dominio del mal,
la expulsión del d e m o n i o y la impresión causada en los y sobre todo líbranos del Maligno.
cincu listantes. Amén.

42 43
En Mateo la situación es diferente. N o se m e n c i o n a
2. La suegra de Simón a n i n g ú n asistente; sólo aparecen Jesús y la enferma. Jesús
(Me 1,29-31; Mt 8,14-15; la ve; está echada en cama, con fiebre. Nadie le pide nada.
El toma la iniciativa. Toca la m a n o d e la enferma y con
Le 4,38-39). sólo su contacto físico, la fiebre desaparece. Jesús obra con
i n d e p e n d e n c i a absoluta y con señorío total. Ella sola se
levantó, como liberada d e u n a parálisis d e p e c a d o (Mt
La casa de Simón se encontraba muy cerca de la 9,2); y "sepuso a servirle" a j e s ú s solo.
sinagoga. Actualmente se p u e d e n ver los vestigios arqueo-
lógicos de esa modesta casa de pueblo. Marcos m e n c i o n a
a los cuatro discípulos recientemente llamados. ACTUALIZACIÓN
29
Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan Jesús amigo nuestro:
a casa de Simón y Andrés. 30 La suegra de Simón estaba en Ven y entra en nuestro h u m i l d e hogar.
cama con fiebre; y le hablan de ella.31 Se acercó y, tomándola Mira nuestras necesidades.
de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a Tal vez son en sí mismas pequeñas,
sentirles.
p e r o nos impiden realizar el trabajo
La curación de la suegra d e P e d r o es u n o de los con el que colaboramos contigo para
milagros más sencillos del evangelio. Se trata de u n a fiebre construir el m u n d o .
c o m ú n y corriente. Le participan con naturalidad a Jesús Acércate, Jesús, y tómanos de la m a n o .
el caso. N o hay ni petición d e milagro, ni exigencia d e fe, Levántanos, que q u e r e m o s servirte.
ni palabras conminatorias. Jesús la t o m ó simplemente d e Amén.
la m a n o y la levantó. Y la fiebre la dejó y se puso a servirles. 32
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los
Ese milagro es u n a manifestación clara, sin ostenta- enfermos y endemoniados; 33 la ciudad entera estaba agol-
ción alguna, de la misión de Jesús: él h a venido a sanar a pada a la puerta. 34 Jesús curó a muchos que se encontraban
los enfermos, sean quienes sean, y a suprimir t o d a clase mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios.
d e mal. La fiebre, síntoma de enfermedad, era considera- Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
da c o m o u n a maldición, efecto de la infidelidad a Dios
(Lv 26,16). Se p u e d e ver también en la sanación d e la Con la aparición de las primeras estrellas terminaba
suegra de P e d r o u n tributo a la amistad. aquel p r i m e r shabbat del ministerio de Jesús. Las expul-
siones de demonios y las curaciones de enfermedades
La tradición de Marcos es la más antigua. Lucas y h a b í a n sino numerosas. El r e i n a d o de Dios se iba estable-
Mateo presentan esta curación a d a p t á n d o l a según sus ciendo, y echaba fuera el reinado del mal.
propios enfoques teológicos. En Lucas, esta acción de
Jesús tiene valor de exorcismo. La fiebre es fuerte, pero Jesús "Y no dejaba hablar a los demonios... ". Jesús prohibe a
es más fuerte. Jesiís n o t o m a de la m a n o a la enferma, ni la los demonios q u e manifiesten quién es él. Es el secreto
toca; sino que, inclinándose sobre ella, c o n m i n a a la mesiánico. Jesús no quiere ser reconocido como Mesías.
fiebre, y ésta al p u n t o la deja. La mujer q u e d ó liberada, y Corría, en efecto, p o r aquel tiempo la idea de u n mesia-
se puso a servirles (cf Le 4,35.41; 8,24; 9,42; 13,11.16). nismo nacionalista y triunfante; yjesús n o traía esa misión.

44 45
Su mesianismo debería ser espiritual y — a la m a n e r a del Galilea e n t e r a (v.39). Es necesario que "predique" p o r
Siervo sufriente— m a r c a d o p o r la cruz. todas partes el mensaje del Reino o del r e i n a d o d e
Dios. Lucas e m p l e a vina frase que encierra u n a urgencia
Además, según la tesis d e Marcos, si las autoridades del plan divino: "Es necesario que yo evangelice el Reino de
supieran q u e Jesús admite ser el Mesías, n o lo aceptarían, Dios".
sino q u e lo perseguirían hasta darle muerte. Ahora bien,
ésta ciertamente Jesús la d e b e sufrir, p e r o sólo c u a n d o El brillante texto de Isaías, sobre el mensajero de
haya llegado la h o r a marcada p o r Dios. C u a n d o ese mo- b u e n a s noticias y h e r a l d o de paz, se aplica ante todo a
m e n t o se presente, Jesús mismo manifestará ante el S u m o Jesús; y más tarde se aplicará también a los Apóstoles:
Sacerdote su p r o p i o mesianismo, y esto le acarreará la "¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que
c o n d e n a c i ó n (Me 14,61-64). anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación,
que dice a Sión: Ya reina tu Dios!" (Is 52,7).
En efecto, llegado el m o m e n t o , el S u m o Sacerdote
le p r e g u n t ó : "¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?" A. lo q u e "Para eso he salido" (Me). "Para eso he sido enviado"
Jesús contestó: "Sí, yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado (Le). Jesús alude a la misión que h a recibido del Padre y
a la diestra del Poder y venir entre las nubes del cielo". Entonces p a r a la cual h a sido enviado al m u n d o : él es el evangeliza-
el S u m o Sacerdote se rasgó la túnica y dijo: "¿Qué os d o r p o r excelencia. J u a n insistirá en el envío de Jesús al
pareceV'Y todos j u z g a r o n que era reo de m u e r t e . Leer la m u n d o y en su r e t o r n o al Padre: "Salí del Padre y vine al
nota de la BJ sobre el "secreto mesiánico", a propósito de mundo; ahora dejo el mundo y voy al Padre" (Jn 16,28).
Me 1,34.

2. Curación del leproso.

3. Curación de un leproso Marcos c o n d e n s a n d o toda la actividad de Jesús en


(Me 1,40-45; Mt 8,1-4; Galilea, escribe: "Yfue predicando en sus sinagogas por toda
Le 5,12-16). la Galilea, echando fuera los demonios". Marcos ilustra toda
el ministerio en Galilea con la narración de u n solo
milagro: la curación de u n leproso.
40
1. La tarea evangelizadora dejesús Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas,
(Me 1,35-39; Le 4,42-44). le dice: "Si quieres, puedes limpiarme". 41 Compadecido de
él, extendió su mano, le tocó y le dijo: "Quiero; queda
Jesús ora. El e n c u e n t r o personal con su Dios será la limpio". 42 Y al instante, se fue de él la lepra y quedó
fuente del éxito de su ministerio apostólico. Lucas insiste purificado.
en la oración a solas que Jesús practicó a lo largo de su
Por lepra la Biblia entiende toda afección contagiosa
vida (Le 5,16; 6,12; 9,28-29; 22,32).
de la piel. La lepra era u n a advertencia para evitar el
Simón y los c o m p a ñ e r o s lo buscan y lo e n c u e n t r a n . p e c a d o , o inclusive castigo p o r el mismo (Lv 13,45-46; Dt
La gente lo espera. Pero Jesús n o p u e d e quedarse sola- 28,27.35). El enfermo debía p e r m a n e c e r fuera de la co-
m e n t e en Cafarnaúm. Su c a m p o de evangelización será la m u n i d a d para n o contagiar a los d e m á s .

46 47
Si era sanado, n o bastaba c o m p r o b a r la curación d e Nuevamente el secreto mesiánico. Al t i e m p o q u e
la lepra; era necesario además u n rito de purificación: Jesús supera la Ley, es respetuoso de la misma; p u e s él n o
inmolación de u n a víctima, d e r r a m a m i e n t o d e agua viva lia venido a abolir la Ley, sino a llevarla a su p l e n i t u d (Mt
y liberación de u n ave viva. Este último detalle subraya la 5,17-20); y p o r eso o r d e n a al leproso q u e c u m p l a con el
salvación de u n a esclavitud (Lv 14,1-9). rito de su purificación.

La ofrenda q u e presente el enfermo constituirá u n


El leproso se acerca, suplica, se arrodilla y habla:
doble testimonio: sera, p o r u n a parte, la c o m p r o b a c i ó n
Audacia, oración y adoración, envueltas en profunda hu-
efectiva de la curación p o r parte del sacerdote, según el
mildad: "Si quieres, puedes...". La frase encierra u n acto de
m a n d a t o d e la Ley (Lv 14,2-32); y, p o r otra, servirá de
fe y d e esperanza, y u n a b a n d o n o total a lo q u e Jesús
signo para r e c o n o c e r el p o d e r sanador de Jesús. D e n t r o
quiera. del rito de purificación, repetimos, el detalle de "soltar al
campo el ave viva" (Lv 14,7) es u n h e r m o s o símbolo d e la
Jesús, p o r su parte, se conmueve en sus entrañas; y,
liberación adquirida, después de u n e n c a d e n a m i e n t o de
n o p u d i e n d o resistir a la fe y a la h u m i l d a d del leproso,
p o r vida.
extiende su m a n o y lo toca. S u p e r a n d o las prohibiciones
de la Ley, Jesús toca al leproso, pues sabe que, lejos de 45
Pero él, así que sefue, se puso a pregonar con entusiasmo
verse contaminado, él -la pureza- purificará al leproso con
y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía fesús
el solo contacto físico d e su h u m a n i d a d . El está tan cerca
presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se
d e Dios q u e p u e d e h a c e r desaparecer hasta la más terrible
quedaba en las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a
impureza.
él de todas partes.
Jesús accede, pues, p u n t o p o r p u n t o : "¡Quiero! ¡Sé El e n f e r m o comienza a "pregonar" y a "divulgar la
purificado!". La escena brilla p o r la majestad, la sobriedad
palabra", es decir, el acontecimiento. La popularidad d e
y el p o d e r de la palabra creadora de Jesús. "Y al punto se
Jesús llegó a tal p u n t o q u e n o podía e n t r a r libremente en
fue de él la lepra, y quedó purificado".
las aldeas, sino q u e p e r m a n e c í a en lugares desérticos,
Mateo coloca la curación del leproso inmediatamen- pero hasta allá iba la gente a buscarlo.
te al bajar del monte, después del S e r m ó n inaugural del
Lucas aprovecha la o p o r t u n i d a d p a r a recordar q u e
Reino de los cielos. El relato se presenta más austeramente
q u e en Marcos. Por su parte, Lucas sitúa la escena en u n a Jesús buscaba la soledad y se entregaba a la oración: "Pero
d e las ciudades del recorrido galileo. élpermanecía en lugares solitarias y oraba" (Le 5,16).

Los dos evangelistas p o n e n en los labios del enfermo


ACTUALIZACIÓN
el título d e "Señar", para dirigirse a j e s ú s . Lucas, según su
costumbre, subraya la gravedad del mal: el enfermo era
"un hombre lleno de lepra ".
Jesús:
H e m e aquí leproso e i m p u r o .
"'-' Le despidió al instante, prohibiéndole severamente: Llénate d e compasión p o r mí.
44
"Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al E x t i e n d e tu m a n o , tócame y purifícame.
sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Si quieres, tú lo p u e d e s hacer.
Moisés, para que les sirva de testimonio ". Gracias, Señor.

48 49
que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les
4. Un paralítico y el perdón anunciaba la Palabra.
de los pecados (Me 2,1-12; Es p r o b a b l e m e n t e la casa d e Simón. Desde allí Jesús
Mt 9,1-8; Le 5,17-26). a n u n c i a b a la Palabra. "La Palabra", en absoluto y sin
c o m p l e m e n t o , es la Buena Nueva, el Evangelio (Me 4,14-
20.33; Hch 4,4.29.31. Al t é r m i n o de la revelación del NT,
esta Palabra n o será ya solamente lo q u e Jesús dijo e hizo,
/. Las cinco controversias (2,1-3,6). sino su Persona misma: "El Verbo, la Palabra de Dios"
(Jnl,l).
Marcos coloca en este sitio de su evangelio u n con-
junto d e cinco controversias entre Jesús y escribas y fari- 3
Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro.
seos. Los temas son: 4
Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron
l fi Jesús y el p e r d ó n de los pecados (2,1-12). el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura
2 S Jesús y los pecadores (2,13-17). que hicieron descolgaron la camilla donde yacía el paralíti-
3° Jesús y las prácticas ascéticas del judaismo co. 5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: "¡Hijo,
'(2,18-22). tus pecados están perdonados!"
4Q Jesús y las espigas arrancadas en shabbat
En este caso, la presencia de los cuatro h o m b r e s es
'(2,23-28).
importante. Su interés p o r la sanación del amigo es paten-
5 S Jesús y la curación de la m a n o paralizada (3,1-6).
te. La ayuda prestada al necesitado es generosa. Su inter-
La afirmación sobre el p o d e r q u e Jesús tiene para vención es decisiva. Son intercesores valiosos.
p e r d o n a r los pecados, el llamamiento del publicarlo Leví
para q u e sea su discípulo, el admitir la convivencia con La relación entre "fe y milagro", como entre "fe y
pecadores, el no ayunar a la m a n e r a d e los discípulos de p e r d ó n d e los pecados" es frecuente en los evangelios (Me
J u a n y de los fariseos, y el no observar minuciosa y mate- 9,22-24; Mt 8,13; 9,22.28-29; Le 7,48-50). Lo interesante
rialmente las reglamentaciones sobre el shabbat, provo- en esta circunstancia es que la fe n o es precisamente la del
can el p r i m e r enfrentamiento de escribas y fariseos contra enfermo, sino la de los que llevan al paralítico. Este dato
Jesús y sus discípulos. La primera y la última controversia es pastoralmente digno de tenerlo en cuenta. Nuestra fe
coinciden con saltaciones obradas p o r Jesús. p u e d e servir de ayuda decisiva en m o m e n t o s en q u e el
enfermo n o p u e d e ni siquiera orar.
En este conjunto literario se percibe, p o r u ñ a parte,
la situación de la Iglesia primitiva judío-cristiana d e Gali-
"¡Hijo, tus fjecados están perdonados!' 'La afirmación de
lea, q u e se va liberando de ciertas observancias de la Ley
Jesús es nítida y directa. El verbo es pasivo y en tiempo
j u d í a , practicadas p o r la Sinagoga; y, p o r otra, se adivina
presente. Los pecados del enfermo h a n desaparecido. El
la actividad misionera entre los Gentiles.
autor d e ese p e r d ó n y de esa remisión p o d r í a ser Dios,
p e r o aquí todo indica q u e es Jesús quien reivindica para
2. Soñación del paralítico. sí ese poder.
6
2
't Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poro tiempo había Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en
corrido la voz de que estaba en casa. 2 Se agolparon tantos sus corazones:7 "¿Por qué éste habla así? Está blasfemando,

50 51
¿quién pwde perdonar pecados, sino sólo Dios?" 8 Pero, al
liberado de la parálisis corporal para indicar q u e tiene
instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensa-
autoridad y p o d e r p a r a salvar de la parálisis espiritual.
ban en su interior, les dice:"¿Por quépensáis así en vuestros
corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus El p e r d ó n d e los pecados aparece c o m o u n a verda-
pecados están perdonados', o decir: 'Levántate, toma tu dera sanación. Es como la cara interna de la restauración
camilla y anda'? de la creación, e l e m e n t o importante en el Reino de Dios
La argumentación de los escribas, conocedores d e p r o c l a m a d o p o r Jesús.
las Escrituras, es perfecta. Sólo Dios, en efecto, p u e d e
Pero, antes d e d a r la orden, Jesús h a p r o n u n c i a d o
p e r d o n a r el p e c a d o , pues es u n a ofensa contra él. La
dos palabras d e suma importancia: Ia El es "el Hijo del
maldad de los escribas está más bien en el juicio excesivo
hombre", y 2Q "tiene sobre la tierra poder para perdonar los
q u e bacen contra Jesús. El ciertamente h a d a d o a enten-
pecados".
d e r q u e de él d e p e n d e ese p e r d ó n , p e r o ¿por q u é juzgarlo
d e "blasfemo = pecador" antes de dilucidar el p o r q u é h a
I a ¿Quién es ese "Hijo de hombre"? Es la p r i m e r a vez
dicho eso?
q u e Jesús se da ese título, y se encontrara 14 veces más en
Al m o m e n t o , Jesús manifiesta q u e él conoce los el evangelio de Marcos (2,28; 8,31.38; 9,9.12.31; 10,33.45;
pensamientos de los corazones d e sus o p o n e n t e s . Ese • 13,26; 14,21.21.41.62).
nuevo carisma, lo debe también al Espíritu q u e lo h a
u n g i d o (Me 1,10).Jesús les va a dar entonces u n a p r u e b a Se ha p e n s a d o que podría estar simplemente en
sensible e irrefutable del p o d e r q u e tiene para p e r d o n a r lugar del p r o n o m b r e personal "yo". ¿Qué j u z g a r d e esto?
los pecados. Así como es fácil decir: "Tus pecados están Este significado p o d r í a ciertamente convenir alguna vez
perdonados"; así es igualmente fácil decir: "¡levántate y (cf Me 8,27 y Mt 16,13); p e r o la frecuencia y sobre todo
camina!". Sí, decir u n a u otra cosa es igualmente fácil; p e r o los m o m e n t o s trascendentales en q u e j e s ú s se atribuye ese
realizarlas, ¿lo será? título hacen pensar q u e es u n a referencia directa y cons-
ciente a la profecía d e Dn 7,13-14. Es decir, Jesús se
10
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la identifica con ese Hijo d e h o m b r e q u e viene en las nubes
tierra poder de perdonar pecados —dice al paralítico—: del cielo y se dirige hacia el Anciano (Dios), para recibir
11
'A ti te digo: ¡Levántate, toma tu camilla y vete a tu el dominio, el h o n o r y el reino, y u n p o d e r e t e r n o q u e
casa!'". 12 Y se levantó y, al instante, tomando su camilla, nunca pasara.
salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos
"La alusión oculta al Hijo del h o m b r e d e Daniel nos
asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: "Jamás huiría-
parece de importancia primordial p a r a la inteligencia de
mos visto algo así".
los Evangelios, y en particular para la comprensión d e la
Entonces Jesús, mediante u n a simple palabra, q u e se conciencia q u e j e s ú s podía tener de su dignidad soberana:
trasforma en orden, dice al paralítico: "¡Levántate, toma tu ello nos muestra que en el curso de su carrera terrestre, y
camilla y vete a tu casa!". El evangelista, para describir el aun desde el principio de su ministerio, Jesús se veía como
resultado milagroso inmediato, h a c e eco, p u n t o p o r p u n - el personaje escatológico investido d e Exousía q u e h a b í a
to, al m a n d a t o de Jesús: "Y se levantó, y, al instante, tomando c o n t e m p l a d o Daniel" (A.Feuillet).
su camilla, se fue a la vista de todos". La catequesis "en
palabra y en obra de p o d e r " h a sido perfecta. Jesús h a 2 9 En cuanto a la palabra griega "exousía". Empleada
para designar el "poder", es más fuerte q u e otras palabras

52
53
griegas, c o m o "dynamis o isjys". Exousía indica el p o d e r y y la sanación realizada porjesús, la aceptación o el rechazo
la autoridad q u e se i m p o n e n p o r sí mismas y se manifies- de sus enseñanzas, su identidad como Hijo del h o m b r e e
tan con u n simple m a n d a t o . Expresa sobre todo la auto- Hijo de Dios.
ridad y la realeza de Dios, cuya palabra es o m n i p o t e n t e y
creadora. ACTUALIZACIÓN
Después de su resurrección, Jesús dirá: "Me ha sido
dado todo poder en el cielo y en la tierra" (Mt 28,19); p e r o ya Jesús, Hijo del h o m b r e :
desde su ministerio en Galilea muestra q u e él posee ese Mira nuestra fe:
p o d e r c o m o propio; ese p o d e r es suyo. La m e n c i ó n de "la es sencilla, a u n q u e débil y tal vez utilitaria.
tierra" p u e d e ser también u n a referencia, p o r oposición, P e r d o n a nuestros pecados.
al cielo p o r d o n d e camina el Hijo del h o m b r e en la Te presentamos a nuestros familiares
profecía de Daniel. El Hijo del h o m b r e , lleno d e autori- y amigos enfermos. Levántanos, Señor,
dad en el cielo, la posee y la ejerce también sobre la tierra. d e nuestras enfermedades corporales;
p e r o sobre todo, lili ranos de toda parálisis espiritual.
La reacción d e la g e n t e es d e g r a n d e a s o m b r o ante Padre, te glorificamos y te d a m o s gracias
lo insólito y extraordinario del milagro. Se sienten sobre- p o r h a b e r puesto en Jesús, nuestro h e r m a n o ,
cogidos ante la presencia de algo divino. Y, en consecuen- el p o d e r de salvarnos del pecado
cia, glorificaban a Dios, diciendo: "Jamás habíamos visto y aliviar las enfermedades de nuestro cuerpo.
algo así!". Lucas, al éxtasis y a la glorificación, a ñ a d e el Amén.
"santo temor", y comenta: "¡Hoy hemos visto cosas increíbles!"
(Le 5,26).

Este relato, en el evangelio de san Mateo, termina 5. El hombre de la mano


con u n a nota muy importante: "Y al ver esto, la gente temió
y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres" (Mt
paralizada (Me 3,1-6;
9,8). Para el p r i m e r evangelista lo maravilloso e inaudito Mt 12,9-14; Le 6,6-11).
n o es tanto el milagro, c u a n t o el p o d e r divino de p e r d o n a r
los pecados, d a d o a los h o m b r e s .

El plural "a los hombres" se refiere a los ministros d e 1. Las controversias con escribas y fariseos.
la Iglesia q u e h a n recibido de Cristo este p o d e r (Mt 18,18;
J n 20,23), y lo ejercen en tiempos del evangelista. En esta La curación del h o m b r e d e la m a n o paralizada está
conclusión se perfila el sacramento de la reconciliación. precedida p o r tres discusiones de Jesús con los escribas y
Ya el mismo profeta Daniel anunciaba q u e los privilegios fariseos.
del Hijo del h o m b r e serían participados también p o r el
Pueblo d e los santos del Altísimo (Dn 7,22.27). 1° Jesús y los pecadores (Me 2,13-17).

Por varios aspectos, la doble sanación del paralítico Jesús entra en u n nuevo conflicto con los escribas y
d e Cafarnaúm (Me 2,1-12) es como u n breve r e s u m e n del fariseos. La causa son las relaciones q u e él tiene con
Evangelio. Los temas característicos son: la fe, el p e r d ó n pecadores. ¡Qué escándalo! Jesús llama para que forme

54 55
parte del g r u p o d e sus discípulos a Leví d e Alfeo, q u e es na. "Este versículo, q u e falta en Mt y en Le, p u d o ser
publicarlo, es decir, q u e trabaja como r e c a u d a d o r de a ñ a d i d o p o r Me en u n a época en que el nuevo espíritu
impuestos, y p o r tanto vive m a n c h a d o y es i m p u r o p o r su del cristianismo había relativizado definitivamente la obli-
contacto con los r o m a n o s paganos. gación del sábado: cf Le 5,39" (BJ p.1438).

Además, Jesús admite la convivencia con los publica- b) "El Hijo del hombre también es señor del sábado" (v.28).
nos y los pecadores (es decir, aquellos q u e n o practicaban Jesús es el Hijo del h o m b r e , Jefe del Reino mesiánico y
la Ley, o q u e eran infieles a la Alianza, o q u e simplemente e n c a r g a d o de instaurar su nueva economía. El tiene auto-
eran p a g a n o s ) . Esto ocasiona u n a de las palabras más her- ridad para interpretar la Ley d e Moisés (cf Mt 5,17).
mosas d e Jesús, e n q u e se manifiesta su opción f u n d a m e n - Además, esta era nueva es superior a la antigua, p o r q u e
tal: "¡No necesitan médico los que estánfuertes, sino los enfermos; "aquí hay algo mayor que el Templo " (Mt 12,6).
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores!" (v.17).

2 a Las prácticas ascéticas de los j u d í o s (Me 2,18-22). 2. La curación del hombre de la mano paralizada.

Jesús h a traído al m u n d o u n a profunda novedad. I la Marcos termina la serie de controversias con u n a


venido a instaurar el Reino d e Dios. Son los tiempos escena llena d e dramatismo:
mesiánicos. La era de la Alianza nueva. Pues bien, a era
3 1
nueva d e b e n r e s p o n d e r nuevas instituciones: "Nadie echa - Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre
vino nuevo en odres viejos, pues el vino reventaría los odres y se qiie tenía la mano paralizada. 2 Estaban al acecho a ver si
echaría a perder tanto el vino como los odres: ¡el vino nuevo, en le curaba en sábado para poder acusarlo.
odres nuevos!" (v.22).
Jesús se e n c u e n t r a de nuevo en la sinagoga. Es shab-
San Lucas advierte: "Nadie, después de beber el vino bat. Los discípulos n o son mencionados. Sólo aparece él
añejo, quiere del nuevo, porque dice: 'El añejo es el bueno'" (Le con el enfermo. Los demás (escribas y fariseos) son ene-
5,39). "El vino nuevo q u e ofrece Jesús n o es del gusto de migos. Se siente u n a diferencia total d e actitudes en
los q u e h a n b e b i d o el vino añejo d e la Ley. Esta idea refleja relación al p r i m e r shabbat en Cafarnaúm, c u a n d o Jesús
quizá la experiencia de Lucas, discípulo de Pablo, q u e fue causa d e admiración para todos (1,21-28).
conoce las dificultades de la misión e n t r e los judíos", q u e
n o quieren dejar las observancias del j u d a i s m o y se opo- Los adversarios p e r m a n e c e n en silencio, p e r o están
n e n t e n a z m e n t e a la novedad del Evangelio (cfBJp.1466). al acecho. Se diría q u e desean, más a ú n esperan, q u e j e s ú s
cure al enfermo a fin d e p o d e r acusarlo. En su interior ya
3 B Las espigas arrancadas en shabbat (Me 2,23-28). h a n t o m a d o la decisión contra Jesús, sólo esperan t e n e r
u n a p r u e b a para actuar.
Este episodio termina con dos frases fuertemente
doctrinales: Lucas hace notar q u e j e s ú s p e n e t r a sus pensamien-
tos. Se va a entablar el debate. Jesús t o m a la iniciativa. En
a) "El sábado ha sido instituido para el hombre y no el Mateo son los contrarios quienes provocan la interven-
hombre para el sábado" (v.27). La obligación del reposo ción d e Jesús (Mt 12,10).
sabático, a u n c u a n d o sea d e institución divina, cesa cuan-
3
d o su observancia se convierte en d a ñ o grave para el Dice al hombre que tenía la mano seca:"¡Levántate ahí en
h o m b r e . El sábado d e b e subordinarse a la caridad frater- medio!"

56 57
Luego interroga a sus adversarios acerca de u n prin- 6
En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los
cipio moral: herodianos contra él para ver cómo eliminarle.
4
Les dirá: "¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del De la alternativa propuesta p o r Jesús, los escribas y
mal, salvar una vida en vez de destruirla?" Pero ellos fariseos escogieron "hacer el mal", eliminando a Jesús.
callaban. Para lograr mejor su intento, los enemigos se entrevista-
ron con los herodianos, j u d í o s políticos al servicio del rey
La p r e g u n t a d e Jesús, e n toda su intencionalidad, H e r o d e s Antipas, tetrarca de Galilea, d e quien d e p e n d í a
supera el caso del enfermo, y no se refiere tanto a la en definitiva c o n d e n a r a Jesús.
curación d e la m a n o seca, cuanto a las intenciones secre-
tas que están m a q u i n a n d o sus enemigos. Es shabbat. Pues Reflexiones a propósito de este relato:
bien, ¿qué es lo q u e es lícito hacer: el bien o el mal? Jesiís
quiere hacer el bien, s a n a n d o la m a n o paralizada; en cam- 1. La m a n e r a como Jesús a r g u m e n t a va de a c u e r d o
bio, ellos quieren hacer el mal, i n t e n t a n d o destruir la vida d e con los métodos rabínicos d e interpretación de la Ley. A
Jesús. ¿Qué será, pues, lo lícito? una posible interpretación para actuar (halakáh), rígida
y estrecha: "no curar en sábado sino de u n a e n f e r m e d a d
El v. 5 es el climax de la escena: mortal", Jesús o p o n e otra interpretación (halakáh) más
amplia e igualmente válida: "curar en sábado d e cualquier
5
Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de enfermedad, en vista del bien del prójimo necesitado". Y
su corazón, dice al hombre: "¡Extiende la mano!" El la Jesús actúa conforme a esta s e g u n d a interpretación.
extendió y quedó restablecida su mano.
2. El relato como lo leemos en Marcos refleja posi-
El evangelista descubre dos sentimientos e n j e s ú s de b l e m e n t e la posición de u n ambiente judío-cristiano, que
Nazaret: cuestionaba la legitimidad o necesidad de curar en sábado
de u n a enfermedad q u e n o era grave; otra m a n e r a de
l e "Mirándolos al derredor con ira". Es la indignación pensar tenían las c o m u n i d a d e s gentil-cristianas, q u e ac-
legítima ante el mal y ante la peiversidad del corazón. Este tuaban con u n criterio más amplio y abierto.
sentimiento de ninguna m a n e r a va contra la misericordia,
la cual p e r m a n e c e siempre ofrecida. 3. El relato está c o n s t m i d o a base de tres grandes
oposiciones, q u e el texto subraya: lo lícito y lo prohibido,
2 a "Contristado por la dureza de su corazón". Jesús lia el bien y el mal, salvar la vida o dar muerte.
venido a salvar al h o m b r e , y h e a q u í q u e éste no sólo n o
abre su corazón al a r r e p e n t i m i e n t o y a la conversión, sino
ACTUALIZACIÓN
q u e lo cierra y se e n d u r e c e . El p e c a d o es la elección libre
d e algo contra la voluntad de Dios; p e r o el endurecimien-
Señor Jesús:
to voluntario del corazón es todavía u n p e c a d o mayor.
¡Mírame! Soy u n inválido.
Entonces Jesús actúa sobre el enfermo con u n a sola Estoy corporal y espiritualmene atrofiado.
palabra d e imperio: "¡Extiende la mano!" Y aquella m a n o Llámame y m e colocaré delante de ti.
árida y seca al instante q u e d ó restablecida. Sana mi cuerpo y salva mi vida.
Restabléceme en mi integridad total.
Desenlace de la escena: Gracias, Señor.

58 59
Í.Jesús instituye el g r u p o de los Doce (3,12-19).
6. La tempestad calmada 2. Es rechazado p o r algunos grupos (3,20-35).
3. Colección de parábolas (4,1-34).
(Me 4,35-41; Mt 8,23-27; 3 ' . Colección de milagros (4,35-5,43).
Le 8,22-25) 2'. Jesús es rechazado en Nazaret (6,1-6).
3 ' . Misión de los Doce (6,7-33).

/ . Introducción. 2. La tempestad apaciguada.

El evangelista Marcos coloca este episodio de la vida


En el centro d e la g r a n d e sección dedicada p o r
de Jesús en la tarde de aquel m e m o r a b l e día del "Discurso
Marcos a la vocación y misión de los Doce (Me 3,7-6,33),
en parábolas sobre el Reino d e Dios". El interés del pro-
el evangelista h a q u e r i d o colocar cuatro milagros de Jesús,
digio está sobre todo en su significación teológica.
d e los más asombrosos y espectaculares (4,35-5,43). En
ellos brilla la majestad del "Hijo del hombre" y el d o m i n i o 4,35
Este día, al atardecer, les dice: "Pasemos a la otra
del "Señor" (Mt 8,25), q u e tiene autoridad, imperio y orilla". 3 6 Despiden a la gente y le llevan en la barca, como
p o d e r sobre las fuerzas de la naturaleza, los h o m b r e s estaba; e iban otras barcas con él.
a t o r m e n t a d o s p o r el d e m o n i o , los propios d e m o n i o s , los
seres vivientes (animales), los enfermos e inclusive sobre Jesús despide a la m u c h e d u m b r e , q u e lleva en su
la misma m u e r t e . corazón la riqueza d e la doctrina sobre el reinado d e Dios,
h e c h a comprensible p o r los ejemplos sencillos y las para-
Antes d e la narración d e esos milagros, el a u t o r bolas elocuentes q u e h a n escuchado de labios del Maes-
lleva a d e l a n t e su p r o y e c t o , p r e s e n t á n d o n o s p o c o a tro. Luego, Jesús sube a la barca. El artículo d e t e r m i n a d o
p o c o la figura del Señor. Para ello nos ofrece u n admira- hace pensar también en u n a barca determinada; ¿sería
ble c u a d r o : las multitudes corren en pos de Jesús (Me acaso la d e Simón?
3,7-12). A este propósito, en 1986, a orillas del Mar de
La fama de Jesús corre p o r todas partes. El c o n t i n ú a Galilea, entre Tiberíasy Gafarnaúm, se e n c o n t r a r o n restos
su ministerio en Galilea, p e r o ya su fama h a c u n d i d o p o r de u n a barca del siglo I o principios del siglo II d e nuestra
t o d o el país, llegando a j u d e a y j e r u s a l é n y p a s a n d o al otro era. Esa barca proporciona u n a imagen viva de la p e q u e ñ a
lado del J o r d á n ; inclusive lia cruzado la frontera hasta embarcación en q u e navegó Jesús.
Tiro y Sidón. Jesús sigue s a n a n d o enfermos y liberando a Marcos proporciona algunos detalles q u e imprimen
los oprimidos p o r espíritus malos: "Curó a muchos, de suerte frescura al relato. Jesús es llevado "como estaba", indicando
que cuantos padecían dolencias se le echaban encimapara tocarle. con ello la naturalidad y sencillez del Maestro, después de
Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y u n a fuerte j o r n a d a de trabajo. Desea ir a la otra orilla del
gritaban: '¡Tú eres el Hijo de Dios!'. Pero él les mandaba enérgi- lago; p o r el relato siguiente, sabemos q u e se trata del lado
camente que no le descubrieran" (v.10-12). oriental del m a r de Galilea. Lo a c o m p a ñ a n otras barcas.
El g r u p o de los cuatro milagros forma parte d e u n 37
En esto se levanta una gran borrasca de viento y las olas
más amplio conjunto literario en forma de quiasmo (3,12- irrumpían contra la barca, de manera que ya se anegaba la
6,33):

61
60
barca. 3 8 Pero él estaba en la popa, durmiendo sobre un e n t r e g a d o de verdad a Jesús, deberían t e n e r confianza
cabezal. Lo levantan y le dicen: "Maestro, ¿no te importa plena y total en él.
que perezcamos?"
41
Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros:
La descripción n o p u e d e ser más breve y enérgica, a "Pues ¿quién es éste, al que hasta el viento y el mar
la vez que contrastante. P o r u ñ a parte, la tempestad se en- obedecen?"
furece; i m p o n e n t e s olas chocan contra la barca; y la pe-
queña nave corre ya peligro de hundirse. Y, p o r otra, Jesiís Reflexiones 11
d u e r m e tranquilamente, en la popa, sobre u n cabezal.
l e A la inversa d e otros milagros, el d e la tempestad
Para despertar y levantar a Jesiís, Lucas, s u m a m e n t e calmada no intenta suscitar la admiración ante las obras
expresivo, manifiesta la angustia: "¡Maestro, Maestro: Pere- de Dios, sino q u e se interesa directamente p o r u ñ a mani-
cemos!". En Mateo se percibe u n cierto t o n o litúrgico: festación de Jesús. En el AT, sólo Dios tiene p o d e r sobre
"¡Señor: sálvanos, perecemos!". Marcos nos entrega casi u n el viento y el m a r (Sal 65,8; 89,10; 107,25.29; J b 38,8-11;
r e p r o c h e p o r parte d e los discípulos haciaJesús: "Maestro, 2M 9,8). Pues bien, Jesús, al ordenarles silencio y quietud,
actúa como el mismo Dios.
¿no te importa que perezcamos?"
30 Este tema es expuesto particularmente p o r Marcos,
Y, habiéndose levantado, increpó al viento, y dijo al mar:
quien traspone a Jesús las expresiones q u e se aplican a
"¡Calla, enmudece!" Y el viento se calmó y sobrevino una
Dios en el Salmo 107,29; cf Me 4,39. Esta trascendencia de
gran bonanza. la acción de Jesús obliga a los discípulos, como actualmen-
Marcos h a percibido en la tempestad, —viento hura- te al lector del relato, a preguntarse sobre la identidad de
c a n a d o y mar agitado—, como la acción de espíritus ese misterioso personaje: "¿Quién, pues, es éste?"
"malos", a los que Jesús se dirige con suma autoridad c o m o
2 a El relato d e la tempestad en Mateo recuerda la
a seres vivientes. El, de pie, los increpa con todo p o d e r y historia de Jonás 2,1. En la Biblia, las aguas, q u e frecuen-
p r o n u n c i a u n exorcismo sobre la creación material, ma- t e m e n t e se tragan al h o m b r e , son a m e n u d o símbolo de
nifestando así la amplitud y la eficacia del Reino d e Dios, la m u e r t e (Jon 2,6-7; Sal 42,8; etc.). En este contexto, es
q u e él h a venido a establecer, y del que h a h a b l a d o pocas fácil pensar en que Jesús, d o r m i d o y luego despierto,
horas antes. m u e r t o p e r o después resucitado, tiene p o d e r sobre las
40 potencias de la m u e r t e y concede a los h o m b r e s liberarse
Y les dijo: "¿Por qué estáis así de miedosos? ¿Cómo no
de la m u e r t e total y definitiva.
tenéis fe?"
3 n Este pasaje evangélico es u n a intensa catequesis
Sólo después de la o r d e n dada a los elementos de la
sobre la fe. Los discípulos son invitados a p e r m a n e c e r en
naturaleza, Jesús se dirige a sus discípulos. A este propósi-
la fe en Jesús, suceda lo q u e suceda, sobre todo ante la
to, Marcos escribe: "¿Cómo no tenéis fe?" Lucas p r e g u n t a : muerte; y a confiar en él como en Dios mismo para ser
"¿Dónde está vuestra fe?". Y Mateo dice: "¡Hombres de poca salvos. Marcos y Lucas invitan a pasar de la ausencia de fe
fe!"Si los discípulos h a n despertado ajcsús y h a n clamado
a él, es q u e tienen al menos algo de fe en Jesús; p e r o esa
fe es aún frágil y débil; todavía n o es p l e n a m e n t e vigorosa. 1 M.E.Boismard, Synopse (ks Quatre Evangiles II Du Cerf, París 1972,
A esa fe todavía le falta u n a lógica estricta: si se h a n p. 108.

63
62
a la fe; en tanto que Mateo anima a crecer de una fe inicial episodio de los puercos. Además, varias expresiones acu-
a una fe perfecta. san un sustrato arameo de la tradición evangélica.
4Q Estos énfasis cristológicos, soteriológicos y cate- Numerosas incongruencias saltan a la vista después
quéticos que emergen del relato de la tempestad calmada de una lectura atenta y cuidadosa. He aquí solamente
enriquecen el tema eclesiológico sobre la Iglesia compa- algunas de ellas. En el v.2 el endemoniado viene al en-
radaaunaNave ala quejesiís guía y defiende, aun cuando cuentro de Jesús; en el v.6 lo ve de lejos, corre y se postra
parezca ausente o dormido (Tertuliano). Mateo y Lucas ante él. En los v.l-lOa se trata de un solo demonio; en los
favorecen este rico simbolismo al no mencionar las otras versículos siguientes, son Legión. Finalmente, estando
barcas sino sólo la de Jesús, en la que van sus discípulos Gerasa a 50 kms del Lago, fue preciso corregir el texto
(Mt 8,23; Le 8,22; cf Me 4,36). aludiendo a alguna población más cercana y de nombre
parecido: Gadara o Gergesa. Partiendo de una tradición
del siglo III, actualmente se señala la localidad de Kursi,
ACTUALIZACIÓN sobre la ribera oriental del Mar de Galilea, como el lugar
del milagro descrito por Marcos.
Maestro bueno, Jesús:
Descansa tranquilo en nuestra barca. Este enigmático pasaje evangélico ha sido estudiado
Duerme a gusto y sosegadamente. desde diferentes ángulos y utilizando variados métodos de
Queremos ofrecerte un poco de reposo. interpretación, como son: el análisis histórico-crítico; la
Que contigo se esfuman nuestros miedos. lectura estructuralista, sociológica y antropológica; la her-
¿Cómo no vamos a tener fe en ti? menéutica psico-analítica y la psicología del profundo.
Y cuando surja de improviso peligrosa tempestad,
¡despierta, Señor, y sosiega, con tu palabra soberana, Conscientes de la importancia de estos problemas
los vientos impetuosos y las olas del mar, literarios, es lícito, sin embargo, tratar de recoger, en una
por donde cruza la frágil y pequeña nave lectura sincrónica, el mensaje que el último redactor
de nuestra vida! quiso comunicar en este sorprendente milagro de Jesús,
Amén. que pone de manifiesto, en defintiva, la decisiva y escato-
lógica confrontación entre Satanás, opresor del hombre,
y Jesús, el salvador y liberador universal de la humanidad.
5,1
Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los
7. El endemoniado de Gerasa gerasmos.
(Me 5,1-20; Mt 8,28-34; Jesús ha tocado por primera vez tierra de paganos.
Le 8,26-39). Es la orilla oriental del Lago, en el territorio de la Decá-
polis (v.20). La Decápolis era un conjunto de diez ciuda-
des, situadas en su mayor parte al este y sudeste del Jordán,
La historia literaria de este relato es muy compleja. que gozaban de ciertos privilegios políticos desde tiempos
Marcos le consagra veinte versículos; Lucas, catorce; y de Pompeyo. Es natural que Jesús se enfrente de inmedia-
Mateo solamente siete. Muy probablemente ya en Marcos to con los demonios, pues es un territorio que, se diría,
se han fusionado dos relatos diferentes: un exorcismo y el les pertenece.

64 65
9
/. El exorcismo sobre el poseso: v.2-10. Y le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Le contesta: "Mi
nombre es Legión, porque somos muchos".10 Y le suplicaba
2 con insistencia que no los echara fuera de la región.
Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los
sepulcros, un hombre con espíritu inmundo 3 que moraba Jesús p r e g u n t a al d e m o n i o su n o m b r e . C o n o c e r el
en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni n o m b r e d e otro es t o m a r posesión de él, y d a r el p r o p i o
siquiera con cadenas, 4 pues muchas veces le habían atado n o m b r e es entregarse. El n o m b r e del d e m o n i o es "Le-
con gallos y cadenas, pero él había roto las cadenas y gión, p o r q u e somos muchos". La palabra latina p e r t e n e c e
destrozado los grillos, y nadie podía dominarle.5 Y siempre, al vocabulario militar y evoca la idea de ejército, d e domi-
noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, nio, d e lucha, de guerra, de confrontación. En el lenguaje
dando gritos e hiriéndose con piedras. c o m ú n , el término "legión" parece haberse convertido en
u n proverbio para indicar "multitud".
Era u n p o b r e h o m b r e , víctima d e posesión demonía-
ca. Excluido de la c o m u n i d a d , vivía en los sepulcros (men- Los demonios —Legión— n o quieren irse de la
cionados 3 veces), sitio d e descomposición de cadáveres y región, q u e consideran hasta ese m o m e n t o c o m o su pro-
m o r a d a de los muertos. Por u n a parte, estaba d o t a d o de pio a m b i e n t e y su p r o p i o territorio. Pero reconocen q u e
fuerzas sobrehumanas; p e r o , p o r otra, era u n desecho de Jesús es más poderoso que ellos, y q u e tiene también
h u m a n i d a d : sin vestido, sin sosiego alguno ni d e día ni de
d e r e c h o sobre esas tierras. En Lucas 8,31 los d e m o n i o s le
n o c h e , viviendo entre sepulcros y montes, gritando y
piden q u e no los arroje "al abismo", esto es, a las profun-
tasajándose con las piedras.
didades de la tierra, que son su mansión normal y defini-
6
Al ver de lejos ajesíis, corrió y se postró ante él7 y grifó tiva (Ap 9,1-2.11; 11,7; 17,8; 20,1.3).
con gran voz: "¿ Qjié tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios
Altísimo'? Te conjuro por Dios que no me atormentes". 8 Es 2. El episodio de los puercos: v. 11-13.
que él le había dicho: "Espíritu inmundo, sal de este hom-
bre". 11 Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie
La iniciativa viene del poseso q u e corre hacia Jesús. del monte; 12 y le suplicaron: "Envíanos a los puercos para
que entremos en ellos". 13 Y se lo permitió. Entonces los
Si se postra ante él, es que el d e m o n i o e x p e r i m e n t a la
espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la
superioridad del Señor. Presiente la misma hostilidad q u e
piara —unos dos mil— se atrojó al mar de lo alto del
en la sinagoga de Cafarnaúm: "¿Qué tengoyo contigo?". El
precipicio y se fueron ahogando en el mar.
sabe q u e Jesús es "Hijo de Dios Altísimo". Ya había externa-
d o esto mismo en Cafarnaúm (Me 1,24). "¿Has venido aquí El d e m o n i o vencido suplica ajesús que n o lo e c h e al
para atormentarnos antes de tiempo?" (Mt 8,29) .Yes q u e j e s u s abismo, sino q u e al menos le permita entrar en u n a piara
h a b í a d a d o al d e m o n i o la o r d e n de salir y dejar libre a de cerdos q u e había en aquel lugar. Hay que recordar que,
aquel h o m b r e . según la Ley, los puercos eran animales impuros, q u e
contaminaban al h o m b r e . Su custodia y su multiplicación
La frase "antes de tiempo" p u e d e referirse a la implan-
eran, p o r tanto, contra la Ley d e Dios.
tación del Reino de Dios, ya sea definitivamente e n la
Parusía, ya sea inicialmente con la resurrección d e Jesús, Los demonios sienten que, al m e n o s , esos animales
el envío del Espíritu Santo en Pentecostés, y la evangeliza- son lugar propicio para refugiarse. YJesús se lo permitió.
ción del m u n d o (Mt 28,29).

67
66
Pero los mismos puercos fueron derrotados, arrojándose Muy p r o b a b l e m e n t e la historia primitiva, p o r lo q u e
al mar. ¿Podría, así, imaginarse victoria mayor d e Jesús toca a aquel h o m b r e liberado p o r Jesús, se desarrollaba
sobre los espíritus del mal, a u n en tierra d e paganos? El de la siguiente manera:
demonio-legión fue arrojado al mar, símbolo de m u e r t e .
Esta derrota es figura y a n u n c i o de la futura victoria total I a El relato contaba el exorcismo q u e Jesús había
d e Cristo liberando la tierra de toda impureza satánica y realizado en la zona d e Gerasa. 2 a El e x - e n d e m o n i a d o
d e toda corrupción. pide a Jesús el privilegio de ser admitido e n t r e el g r u p o
de los discípulos. 3 a Jesús rehusa p r o b a b l e m e n t e p o r los
orígenes paganos d e aquel h o m b r e . No h a llegado todavía
3. Los relatos se entrecruzan: v. 14-17.
el m o m e n t o , en su plan de salvación y d e evangelización,
14 de abrir las puertas a los gentiles. 4 e Sin e m b a r g o , hay u n a
Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por
m a n e r a fundamental para anunciar el Evangelio: procla-
las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había
ocurrido. 15 Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al mar, predicar, anunciar entre los propios el testimonio
que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano personal d e lo q u e el Señor, en su misericordia infinita,
juicio, y se llenaron de temor. 1Cl Los que lo habían visto les h a h e c h o p o r nosotros. Así, el ex-endemoniado p e r m a n e -
contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. 17 ce en su tierra c o m o precursor de la misión cristiana e n t r e
Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término. los gentiles.

P o r u ñ a parte, el e n d e m o n i a d o h a cambiado radical- Jesús ya p u e d e atravesar de regreso el lago. Se diría


m e n t e su m a n e r a de ser. Ahora está tranquilo, a r r o p a d o , q u e ha ido a tierra de gentiles para implantar allí el Reino
r e c u p e r a d o en su razón, sentado a los pies d e Jesús, c o m o de Dios, e c h a n d o fuera los demonios, liberando al h o m -
u n discípulo (Le 8,35). H a sido totalmente liberado p o r b r e terriblemente o p r i m i d o y dejando ya en esa región d e
Jesús. paganos u n evangelizador, que p u e d a contar la misericor-
dia que Dios le ha h e c h o a través de Jesús.
Por otro lado, Marcos deja e n t e n d e r q u e la preocu-
pación d e los gerasenos es lo q u e les h a sucedido a los
puercos; y, llenos d e t e m o r religioso, piden a Jesús q u e ACTUALIZACIÓN
mejor se aleje de sus tierras. Simón había tenido, c u a n d o
fue llamado, u n a reacción semejante: "¡Aléjate de mí, que Jesús, Hijo d e Dios Altísimo:
soy un hombre pecador!" (Le 5,8).
Tú, q u e has venido para liberar al h o m b r e
no sólo de todo mal,
4. Desenlace de la historia: v. 18-20. sino d e la raíz misma de sus males:
¡Establece en nosotros, con el p o d e r de tu Espíritu,
18
Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado el reinado de Dios;
le. pedía estar con él. 19 Pero no se lo concedió sino que le y expulsa todo imperio de Satanás!
dijo: "Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Libéranos totalmente. Señor;
Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti". y envíanos a proclamar p o r todas partes
20
El se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo las maravillas q u e has h e c h o con nosotros
quejesíis había hecho con él, y todos quedaban maravilla- y la compasión que nos has tenido.
dos. Amén.

68 69
sinagogal, o a los miembros más p r o m i n e n t e s de la comu-
8. Curación de la hemorroísa nidad j u d í a .
(Me 5,21-34; Mt 9,18-22; La descripción de Marcos está llena d e viveza. Viendo
Le 8,40-48). a Jesús, el jefe de la sinagoga cae a sus pies y le suplica con
insistencia, diciendo: "Mi hija está en las últimas; ven, impon
tus manos sobre ella, para que se salve y viva". Mateo afirma
La saltación d e la hemorroísa y la resurrección d e la q u e acababa ya d e morir. Con esta precisión, el evangelista
hija d e Jairo muy p r o b a b l e m e n t e fueron dos relatos inde- exalta, p o r u n a parte, la fe de Jairo, y, p o r otra, magnifica
p e n d i e n t e s en u n p r i m e r m o m e n t o d e la tradición evan- el p o d e r d e Jesús n o sólo sobre la enfermedad, sino sobre
gélica. La r e d a c c i ó n final del evangelio d e Marcos, la misma m u e r t e . A pesar de la urgencia, Jesús n o se
seguido p o r Mateo y Lucas, presenta ambas narraciones inquieta ni apresura, g u a r d a n d o totalmente su libertad.
c o m o u n a sola u n i d a d literaria. El actuará a su tiempo. Lucas adicionalmente nota q u e la
niña tenía como 12 años.

1. Introducción: v.21-24. "¡Impon tus manos! "Jairo tiene fe en el efecto salvador


y vivificador del contacto físico de Jesiís. La "imposición de
21
Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se manos " es u n gesto bíblico cargado d e significaciones muy
aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del diversas q u e brotan de contextos diferentes. En el Antiguo
mar. 22 Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, Testamento, la imposición de m a n o s p u e d e ser u n gesto
de bendición (Gn 48,14-20), o de sustitución victimal (Lv
y, al verle, cae a sus pies, 23 y le suplica con insistencia
1,4; 3,2; 4,4), o de consagración p a r a u n ministerio en el
diciendo: "Mi hija está a punto de morir; ven, impon tus
Pueblo d e Dios ( Ex 29,10.15.19; N m 8,10-14; 27,15-23; Dt
manos sobre ella, para que se salve y viva". 24 Y se fue con
34,9).
él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.
En el Nuevo Testamento, la imposición d e m a n o s
Ante todo, hay q u e n o t a r la dimensión del relato en
p u e d e ser u n signo d e bendición (Mt 19,13-15); o u n gesto
cada evangelista. Marcos le dedica 14 versículos y es, p o r
de curación (Me 6,5; 7,32; 8,23-25; Le 4,40; 13,13; etc.); o
tanto, la narración más rica; Lucas 9; y Mateo solamente
u n rito de consagración d e u n creyente para u n a misión
5. En cada relato, a la curación d e la mujer p r e c e d e la
particular en la c o m u n i d a d (Hch 6,6; 14,23); o u n a expre-
petición de Jairo en favor de su hija q u e está a p u n t o de
sión d e solidaridad en la oración en favor d e u n h e r m a n o
morir.
enviado a misión (Hch 13,3).
Jesús ha regresado en barca del otro lado del mar,
La Iglesia h a conservado este gesto para los sacra-
tierra de paganos. Se e n c u e n t r a a orillas del Lago de
mentos: confirmación, reconciliación, u n c i ó n , ordena-
Tiberías. Gran multitud se agolpa sobre él. Lucas dice q u e
ción, etc. Sin embargo, de a c u e r d o a los textos bíblicos, la
lo estaban e s p e r a n d o .
imposición d e manos, — q u e n o es u n a d e m á n mágico,
En esas circunstancias, Jairo, "uno de los principales de sino u n signo visible de a m o r fraterno, y expresión de
la sinagoga" (Me) o "eljefe de la sinagoga" (Le), se llega a c o m u n i ó n y de solidaridad—, n o está reservado necesa-
Jesús. El título de "jefe"designaba al responsable del culto riamente a los sacramentos, ni es exclusivo de los mismos.

70 71
"Salvary vivir" son verbos impprtantes en la misión Jesús, c o m o j u d í o piadoso y observante, llevaba en su
d e Jesús, fuente de salvación y manantial de vida. El m a n t o las borlas o flecos o r d e n a d o s p o r la Ley. El fleco,
ejercicio vivo de la fe está muy vinculado a la salvación. De con su hilo d e color p ú r p u r a , servía para r e c o r d a r el
allí la expresión "la fe que salva". cumplimiento de los preceptos d e Dios y manifestar q u e
Israel era u n Pueblo consagrado aYahveh (Nm 15,38-41;
Dt 22,12).
2. La hcmorroísa; v. 25-34.

25
En la literatura religiosa de Mesopotamia y en el
Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde Antiguo Testamento, "agarrar del m a n t o " significa "im-
hacía doce años, 26 y que había sufrido mucho con muchos plorar fervientemente" (1S 15,24-27). La mujer quiere
médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho tocar la borla del m a n t o de Jesús, impulsada p o r su fe, y
alguno, antes bien, yendo a peor, 27 habiendo oído lo que se
n o p o r u n a creencia en lo mágico.
decía defesíis, se acercó por detrás entre la gente y tocó su
manto. 2S Pues decía: "Si logro tocar aunque sea sólo sus La mujer logró, pues, tocar ajesús, y al p u n t o se secó
vestidos, me salvaré". 29 Inmediatamente se le secó la fuente la fuente de su sangre, y sintió en su c u e r p o q u e había sido
de sangre y sintió en su cuerpo que había sido sanada del sanada d e su mal.
mal.
30
A l instante, fesús, dándose cuenta de lafuerza que había
De los tres evangelistas sinópticos es Marcos quien salido de él, se volvió entre la gente y decía: "¿ Quién me ha
nos p r o p o r c i o n a , según su costumbre, u n a descripción tocado los vestidos ? " 31 Sus discípulos le contestaron: "Estás
con mayor animación. Sin embargo, cada u n o intenta viendo que la gente te oprime y preguntas: '¿ Quién me ha
comunicar, a través del relato, sus propios énfasis doctri- tocado?'" J2Pero él miraba a su alrededor para descubrirá
nales. la que lo había hecho. 3r} Entonces, la mujer, viendo lo que
había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró
Por razón de su enfermedad, la mujer q u e se acercó ante él y le contó toda la verdad. 34 El le dijo: "Hija, tufe
a j e s ú s era considerada i m p u r a según la Ley, y debía p o r te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad ".
tanto m a n t e n e r s e aislada (Lv 15,19-27). De allí su discre-
ción al acercarse p o r detrás, entre la gente. La mujer había El evangelista destaca e n é r g i c a m e n t e "la fuerza"
o í d o "de lo que hacía" Jesús. Su fe e n él es g r a n d e , p u e s (dynamis) que e m a n a del Señor. Es tan real, q u e Jesús
piensa q u e con sólo tocar la orla de su m a n t o alcanzará la siente q u e ha salido d e él, y h a llegado y beneficiado a
salvación: "serésalva". N o es difícil r e c o r d a r a este p r o p ó - alguien. Esa "fuerza" es concebida como u n a energíafísica
sito la palabra d e H a b a q u q : "He aquí que sucumbe quien no a cuyo simple contacto se obran las curaciones (cf Me 1,41;
tiene el alma recta, pero el justo por su fidelidad xrivirá" 3,10; 6,56; 8,22; Le 5,17; 6,19).
(Hab2,4).
"¿Quién me ha tocado?"Esta p r e g u n t a n o tanto indica
El evangelista, para hablar de la sanación d e la mujer, ignorancia en Jesús, ya q u e él va a mostrar q u e conoce lo
emplea el verbo fuerte "salvar". Por lo demás, Jesús lleva, q u e hay en el corazón de la mujer; sino más bien sirve para
en su p r o p i o n o m b r e , la misión d e "salvar". Ysalva c u a n d o realzar y elogiar la gran fe que la mujer tiene en él.
p e r d o n a el p e c a d o (Le 7,50), c u a n d o sana d e tina enfer-
m e d a d (Me 6,34), c u a n d o libera del d e m o n i o (Le 8,36) y El relato termina con cuatro palabras dcjesiis, llenas
c u a n d o levanta de la m u e r t e (Me 5,23). de a m o r y de ternura:

72 73
— "¡Hija!" La mujer ya n o es u n a simple desconoci- bien p e n s a r e n u n a tradición d e origen judío-cristiana,
da; h a pasado a ser su hija, y él es su p a d r e . palestinense y d e lengua aramea.
35
— "¡Tufe te ha salvado!". Su fe es el p u n t o d e partida Mientras estaba hablando llegan de la casa deljefe de la
d e su salvación. sinagoga unos diciendo: "Tu hija ha muerto; ¿para qué
molestar ya al Maestro?" 36 Jesús, que oyó lo que habían
— "¡Vele en paz!". La paz, en h e b r e o "shalóm", viene dicho, dice al jefe de la sinagoga: "¡No temas! ¡Solamente
d e u n verbo q u e significa "estar entero, ser perfecto, cree!".
completo, cabal". En este caso, la ex-hemorroísa se va
restaurada totalmente en su alma y en su c u e r p o : h a sido La g e n t e piensa q u e el p o d e r d e Jesús n o p u e d e ir
h e c h a u n a nueva creación. más allá d e la m u e r t e (Jn 11,21.32). Pero Jesús reacciona:
"¡No temas! ¡Solamente cree!". Fe, es sólo lo q u e Jesús pide.
— "¡Queda curada de tu enfermedad!". Al ser sanada, h a U n a fe vigorosa echa fuera todo temor. En Jesús hay
r e c u p e r a d o la pureza exigida p o r la Ley, y h a q u e d a d o también u n p o d e r de resurrección.
también reintegrada a la vida d e la c o m u n i d a d .
37
Y no permitió que nadie lo acompañara, a no ser Pedro,
Santiago y Juan, el hermano de Santiago. 38 Llegan a la
ACTUALIZACIÓN casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que
lloraban y otros que daban grandes alaridos. 39 Entra y les
Jesús: dice: " ¿Por qué alborotáis y lloráis ?La niña no está muerta;
Permítenos tocar tu h u m a n i d a d santísima, está donnida". 40 Y se burlaban de él. Pero él, después de
sacramento de Dios entre nosotros. echarfuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la
Danos fe, inmensa fe, para acercarnos a ti, madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.
sabiendo que d e ti brotará
u n a fuerza divina q u e nos dará salvación. Jesús se aparta d e la gente e inclusive deja a sus discí-
Comunícanos tu paz, haznos criaturas nuevas pulos. Sólo toma consigo a Pedro, Santiago y j u a n , quie-
y d a n o s la sanación q u e necesitamos. nes lo a c o m p a ñ a r á n también más tarde como testigos de
Amén. la Transfiguración (9,2) y d e la agonía en Getsemaní (14,
33). Manda fuera a flautistas y plañideras, y entra a d o n d e
estaba la niña sólo con las cinco personas mencionadas.

"La criatura no ha muerto, sino duerme". Con esta pala-


9. Resurrección de la hija b r a — q u e m a l a m e n t e los presentes aprovechan p a r a bur-
d e J a i r o ( M c 5 , 35-43; l a r s e d e J e s ú s — , él i n t e n t a tal vez d i s m i n u i r la
Mt 9,23-26; Le 8,49-56). espectacularidad de lo q u e va a suceder. El N T llama
f r e c u e n t e m e n t e "sueño"•& la m u e r t e (Mt 27,52; I C o 11,30;
15,6; l T s 4,13-15).
41
Marcos nos ofrece u n c u a d r o a n i m a d o , c o n detalles Y tomando la mano de la niña, le dice: "Talitá, kum",
q u e i m p r i m e n colorido a la escena e invitan a admitir el que quiere decir: "Muchacha, a ti te digo, levántate". 42 La
r e c u e r d o d e u n acontecimiento histórico. Esto hace tam- muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues

74 75
tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Pero a h o r a q u e r e m o s h a c e r caso a tu palabra:
43
Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo "¡No temas; solamente ten fe!"
que le dieran a ella de comer. Quítanos los temores y acrecienta nuestra fe.
T ó m a n o s de la m a n o , Jesús, y despiértanos
U n a vez más aparece el contacto físico d e Jesús, del s u e ñ o de nuestra e n f e r m e d a d o m u e r t e .
u n i d o a su palabra poderosa. T o m a de la m a n o a la n i ñ a Dinos con imperio: "¡Levántate!"
y le dice en arameo: "¡Talitá, kum!" = "¡Muchacha, levánta- Así seremos capaces de seguir adelante
te!" Y al instante se puso de pie. U n a serie d e verbos: en el caminar de nuestra vida.
"dormir, despertarse-levantarse, ponerse d e pie", son ya Amén.
u n a n u n c i o d e la resurrección espiritual q u e el cristiano
recibe mediante el bautismo (Ef 5,14).

La niña tenía doce años, igualando así el tiempo de


e n f e r m e d a d de la hemorroísa. La gente q u e d a llena d e
t e m o r religioso (1,27). La resurrección de la hija d e Jairo * * * * * *
manifiesta la trascendencia de Jesús, que supera a u n a los
dos g r a n d e s profetas del AT: Elias y Eliseo ( I R 17,17-24;
2R 4,8-37). Mientras que Marcos insiste en el "secreto Marcos termina esta sección de su evangelio narran-
mesiánico", Mateo alude a la fama que corrió a causa del do u n a visita q u e Jesús hizo a su patria, Nazaret, y la
acontecimiento. p r i m e r a misión d e sus Doce discípulos.
Mateo cuenta la resurrección de la hija d e Jairo en — Visita a Nazaret y recorrido p o r el c o n t o r n o (Me
u n relato breve y conciso. Desde u n principio, el evange- 6,1-6).
lista nos había dicho q u e la niña estaba ya muerta. Lo q u e
ahora intenta es mostrar la majestad y la soberanía p l e n a Marcos, al igual q u e Mateo, concluyen esta sección
d e Jesús. Aparece él solo, y la niña. Y, sin dirigirle palabra del evangelio con u n a visita de Jesús a Nazaret, su patria.
alguna, la tomó d e la m a n o ; y al p u n t o ésta se levantó. Hay desconcierto. Por u n a parte, la sabiduría y el p o d e r
Luego, p a u s a d a m e n t e , Mateo comenta: "Y se divulgó esta de Jesús son innegables. Pero, p o r otra, ¿cómo es eso
noticia por toda aquella comarca ". posible, siendo q u e Jesús es simplemente el carpintero del
pueblo, el hijo de María y h e r m a n o de Santiago, Joset,
La narración d e la h e m o r r o í s a y d e la resurrección
J u d a s y Simón? Y sus hermanas, ¿acaso n o están allí?
d e la hija de Jairo muestran al vivo el interés salvífico de
Jesús en favor de la mujer, n o importe la e d a d q u e tenga.
En Nazaret se escandalizan de Jesús y sus parientes
En el nuevo Israel n o habrá distinción entre varón y mujer,
lo rechazan. Pero él lo sabe bien: "Un profeta sólo en su
c o m o t a m p o c o entre judío y gentil.
patria, entre sus parientes y en su casa, carece de prestigio ". El
contraste n o podía ser mayor. A la gran fe de la hemorroí-
ACTUALIZACIÓN sa y de Jairo, se o p o n í a la incredulidad d e los suyos. YJesús
"se maravilló de su falta de fe".
S e ñ o r Jesús:
¡Cuántas veces nos h e m o s e n c o n t r a d o a p u n t o de morir! Siendo así, — c o m e n t a sabrosamente Marcos— n o
Y ¡cuántas h e m o s estado ya cspiritualmente muertos! podía h a c e r allí ningún milagro, a excepción de unos

76 77
lo que habían visto hacer a los discípulos del Maestro. Se el alimento q u e necesita. El es el principio y la fuente de
acercaba la fiesta de la Pascua. Era la primavera del a ñ o 29. la vida, tanto material c o m o espiritual (cfjn 6,22-59).

El lugar p e r m a n e c e impreciso. Marcos p a r e c e colo-


car la multiplicación de los panes en algún p u n t o sobre la 3. El prodigio (v.35-44).
ribera noroeste del Lago. Lucas habla d e Betsaida, en la
35
orilla noreste. Restos arqueológicos del siglo IV muestran Era ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron
q u e los antiguos peregrinos fijaron el r e c u e r d o de la sus discípulos y le dijeron: "El lugar está deshabitado y ya
multiplicación d e los panes en la actual fuente de et-Tabg- es hora avanzada. 36 Despídelos para que vayan a las aldeas
ha, a dos kilómetros d e Cafarnaúm. y pueblos del contorno a comprarse de comer". 31 Les
contestó: "Dadles vosotros de comer". Ellos le dicen.: "¿ Va-
mos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para
2. Jesús predica y sana (v. 34). darles de comer? " '* El les dice: "¿ Cuántos panes tenéis ? Id
a ver". Después de haberse cerciorado, le dicen: "Cinco, y
s4
Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de dos peces".
ellos, pites estaban como ovejas que no tienen pastor, y se
puso a enseñarles muchas cosas. El lugar era deshabitado, sin e m b a r g o había aldeas
cercanas. Esto h a c e pensar más bien en la orilla noroeste
Al ver tanta gente, Jesús sintió compasión, pues le del Lago. La reflexión de los discípulos era sensata. Es
parecía que eran c o m o ovejas sin pastor (Za 9,16; I R 22; Jesús quien los s o r p r e n d e i n e s p e r a d a m e n t e con su reac-
Ez 34). Estos textos del AT manifiestan la solicitud d e Dios ción: "Dadles vosotros de comer". I n m e d i a t a m e n t e piensan
en favor d e su Pueblo, guiado en otros tiempos p o r pasto- en la c o m p r a de p a n q u e tendrían q u e hacer. ¿De d ó n d e
res q u e él les h a b í a puesto: Moisés, Josué, David. A h o r a sacar doscientos denarios? U n d e n a r i o era eljornal d e u n
carecen de pastores.Jesús quiere mostrarse c o m o el Pastor trabajador agrícola. Y habría que añadir: Y ¿dónde encon-
mesiánico, a n u n c i a d o p o r el profeta Ezequiel (Ez 34,23; trar tanta cantidad d e pan? H e c h a la investigación sobre
37,24), o como imagen d e Dios, el Pastor d e Israel en el los panes q u e tenían, la respuesta fue: Cinco, más dos
desierto (Sal 78,52-53; cf Sal 23,1; 74,1; 80,1). peces.
39
En Mateo, esa "compasión" lo había movido para Entonces les mandó que se acomodaran todos por gru-
enviar p o r primera vez a sus discípulos a predicar (Mt pos sobre la hierba verde. 40 Y se acomodaron por grupos de
9,36). Ese mismo sentimiento lo impulsa a h o r a para reali- cien y de cincuenta. 41 Y tomando los cinco panes y los dos
zar el milagro-signo q u e sera a n u n c i o d e la futura Euca- peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición,
ristía. La evangelización y los sacramentos (en especial la partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se
Eucaristía) son inseparables; y ambos brotan del a m o r los fueran sirviendo. También repartió entre todos los dos
misericordioso del corazón d e Cristo. peces.

YJesús se puso a enseñarles muchas cosas. Lucas dice La m e n c i ó n de la "hierba verde",junto con el tema del
q u e el tema era "el Reino de Dios". Jesús es el Maestro pastor, del reposo y del pan, r e c u e r d a n el Salmo 23, q u e
incansable del Reino. Mateo y Lucas señalan que Jesús presenta a Dios c o m o el b u e n Pastor d e Israel. El a c o m o d o
hizo curaciones d e enfermos. Además de Maestro, él es p o r grupos de cien y d e cincuenta evoca la organización
médico de almas y de cuerpos. Más aún, dará a la multitud de Israel d u r a n t e los años del desierto, considerada c o m o

80 81
el o r d e n ideal para el Pueblo d e Dios (Ex 18,21.25; N m 5Q También repartió los dos peces.
31,14; Dt 1,15; 1M 3,55).
Muy p r o b a b l e m e n t e en el m o m e n t o histórico del
El v.41 es la c u m b r e histórica y teológica del rela- prodigio, los peces tuvieron la importancia q u e se mere-
to. Cinco acciones se suceden c o m o eslabones de u n a cen en u n a comida. Pero, como el milagro fue percibido
cadena. El colorido eucarístico impreso al relato es evi- más tarde c o m o u n a n u n c i o de la Eucaristía en la q u e el
dente. p a n y el vino son los elementos del sacramento, los peces
fueron p e r d i e n d o relieve y aparecen c o m o u n e l e m e n t o
1° Jesús tomó los cinco panes y los dos peces. suplementario (cf Mt-Lc).
N o sólo le son presentados los panes y los peces, sino En esa forma, el pez n o formó parte del rito eucarís-
q u e él mismo los toma. tico; sin embargo, pasó al cristianismo como u n acróstico-
sigla de Jesús: Cristo, Hijo d e Dios, Salvador. En griego,
2Q Levantó los ojos al cielo. pez se dice "IXTHYS". Cada letra indica el inicio d e u n
Este gesto debió ser muy característico de Jesús. Lo título: I = J e s ú s / X = Cristo/ ThY = Hijo de D i o s / S =
h a c e c u a n d o sana al sordo m u d o (Me 7,34), c u a n d o Salvador.
resucita a Lázaro (Jn 11,41), c u a n d o ora a su Padre en el 42
Comieron todos y se saciaron. 43 Y recogieron las sobras,
Cenáculo (Jn 17,1). Aquí el "levantar los ojos al cielo"
doce canastos llenos y también lo de los peces. 44 Los que
tiene u n a connotación soteriológica. Este gesto h a pasado
a las liturgias eucarísticas de muchos ritos: r o m a n o , bizan- comieron los panes fueron cinco mil hombres.
tino, copto, etíope, sirio, maronita, etcétera. Al igual q u e en el desierto, la gente "comióy se sació"
a (Ex 16,12; Nm 11,11-23; Sal 78,24-29). T r a s p o n i e n d o los
3 Pronunció la bendición.
sentidos, Jesús Eucaristía es u n alimento de Dios q u e sacia
La bendición es la oración de alabanza y d e acción toda h a m b r e profunda que pudiera tener el corazón del
d e gracias (Todáh) q u e se hace en la liturgia j u d í a , al h o m b r e . La multitud constaba de cinco mil h o m b r e s .
r o m p e r el pan. Esta bendición servía para r e c o r d a r los Mateo agrega, hiperbolizando: "sin contar mujeres y niños".
beneficios d e Dios a su pueblo. La liturgia cristiana la h a
En J u a n , el recoger los fragmentos sobrantes obede-
enriquecido con u n sentido nuevo, a la luz d e la Pascua
salvífica del Señor. ce a u n a o r d e n de Jesús: "para que nada se pierda" (6,12).
En esta recomendación, algunos Padres antiguos (Tertu-
4 a Partió los panes y los dio a los discípulos para que los liano, Orígenes) h a n visto u n a indicación para recogerlos
distribuyeran. fragmentos de la Eucaristía. N a d a de lo q u e Dios ha d a d o
se debe p e r d e r . N o es difícil, además, adivinar en los "doce
Jesús es quien parte los panes, p e r o los da a sus canastos1''un símbolo de los "Doce"apóstoles, que serán los
discípulos para q u e ellos los distribuyan. Marcos insiste en encargados y responsables de la futura Eucaristía.
la invitación que Jesús hace a sus discípulos para q u e
colaboren con él (v.38.39.41.43). Les está d a n d o u n a Los sinópticos n o h a n conservado la reacción d e la
'formación en acto'. Lo q u e j e s ú s h a c e lo d e b e r á n h a c e r gente a la vista del prodigio. J u a n , p o r su parte, comenta:
también ellos. Serán sus seguidores y colaboradores (cf Le "Los hombres, al ver el signo que había hecho, decían: 'Este es
22,19). verdadermente el Profeta que iba a venir al mundo'. Pero Jesús,

82 83
conociendo que iban a venir a apoderarse de él para hacerlo rey, Fue u n a impactante lección práctica d e formación p a r a
se retiró de nuevo al monte él solo" (6,14-15). los apóstoles. Jesús mostró su inmensa capacidad de aco-
gida, su compasión sin límites y su invitación a t o d o m u n -
La gente intuyó q u e algo político-mesiánico estaba
d o a participar gratuitamente d e u n mismo b a n q u e t e .
aconteciendo. Pensaron q u e Jesús podría ser el Profeta-
como-Moisés, a n u n c i a d o para el futuro (Dt 18,15-18). El
2 a C o m o un"signo" d e la presencia o p e r a n t e d e los
entusiasmo popular llegó a su m á x i m u m y quisieron apo-
tiempos mesiánicos (Jn 6,14; Dt 18,15.18).
derarse de Jesús para proclamarlo rey, esto es, reconocer-
lo c o m o "el Mesías". P e r o Jesús eludió ese peligro, pues n o 3 Q C o m o u n a n u n c i o d e la futura Eucaristía (Me
correspondía a la misión q u e Dios le había e n c o m e n d a d o .
6,41).

4. Jesús despide a la multitud y se queda solo (v.45-46). 2. La multiplicación de los panes fue u n aconteci-
m i e n t o central en la vida apostólica de Jesús. El h e c h o y
45 el relato intentan manifestar la identidad d e Jesús y su
Inmediatamente obligó a sus discípulos a subir a la barca
y a ir por delante hacia Betsaida, mientras él despedía a la misión de sei-vicio. La narración evangélica evoca ya la
gente. 46 Después de despedirse de ellos, se fue al monte a institución d e la Eucaristía (Me 14,22). Por otra parte, la
orar. Iglesia h a m o d e l a d o la celebración eucarística sobre los
elementos de este episodio de la vida d e Jesús:
¿Por q u é obligaría a sus discípulos a subir a la barca
y partir? ¿Sería para evitar la tentación mesiánica del P J e s ú s predica = Liturgia d e la Palabra
p u e b l o , q u e podría apoderarse también de ellos? Y ¿poi- 2Q T o m ó los panes = El ofertorio
q u é no los a c o m p a ñ ó él mismo? ¡Es el misterio de Jesús! 3 9 P r o n u n c i ó la bendición = La Plegaria eucarística
4 a Partió los panes = La fracción del p a n
C o m o la gente, también los discípulos d e b e n partir. 5Q Los distribuyó = La c o m u n i ó n
El d e b e p e r m a n e c e r "en el monte, a solas, para orar", entran- 6 a Despidió a la gente = Despedida a la C o m u n i d a d
d o en comunicación personal e íntima con su Padre-Dios,
c o m o lo había h e c h o ya en m o m e n t o s trascendentales d e
su vida, p o r ejemplo: antes de su bautismo en el J o r d á n ACTUALIZACIÓN
(Le 3,21) y antes de elegir al g r u p o d é l o s Doce (Le 6,12);
y c o m o lo liara más (arde: antes d e preguntarles a los Jesús, Pastor y Maestro:
discípulos quién piensan q u e es él (Le 9,18) y e n el Somos c o m o ovejas descarriadas, sin pastor.
m o m e n t o de la transfiguración (Le 9,28-29). Mateo termi- Ten compasión d e nosotros.
n a su relato con u n a frase q u e impacta e impresiona: "Al Sé nuestro Pastor y nuestro Maestro.
atardecer estaba solo allí". Nuestra vida avanza m o m e n t o tras m o m e n t o ,
y p u e d e ser ya tarde.
Reflexiones: Danos d e comer, q u e tenemos h a m b r e .
R e ú n e n o s en c o m u n i d a d de h e r m a n o s .
1. El milagro d e la multiplicación de los panes p u e d e T o m a el pan, levanta tus ojos y p r o n u n c i a la bendición.
considerarse en tres niveles: Pártenos el pan y dánoslo en abundancia.
l s C o m o u n a expresión viva y concreta d e la compa- Ansiamos vivir de "vida eterna",
y esperamos que nos resucites en el último día.
sión y misericordia d e j e s ú s hacia los pobres (Me 6,35-37).
Amén.

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debía a u n fuerte viento contrario, q u e había alebrestado
11. Jesús camina sobre las olas. U n m a r alborotado es símbolo del caos primordial
las aguas (Me 6,48-52; y de las potencias del mal.
Mt 14,24-33; Jn 6,16-21). A la inquietud natural p o r la agitación del mar, se
sumó la aparición de u n a persona q u e caminaba sobre el
m a r y q u e "queríapasarlos". Este último gesto provoca más
El recuerdo de Jesús c a m i n a n d o sobre las aguas del fuertemente la reacción de los navegantes. Llenos d e
Lago de Galilea nos h a sido transmitido p o r Marcos, turbación y espanto, p e n s a n d o q u e era u n fantasma, co-
Mateo y J u a n . En c u a n t o a Lucas, hay q u e n o t a r "la gran m e n z a r o n a gritar. P o r otra parte, el verbo "pasar d e largo"
laguna" d e episodios que, existiendo en Me 6,45-8,27 y en evoca el paso de la gloria d e Dios delante de Moisés y d e
Mt 14,22-16,12, faltan en Le entre 9,17 y 9,18. Elias (Ex 33,19.22; 34,6; IR 19,11).

Juan no d e p e n d e d e la tradición sinóptica, sino q u e Pero al p u n t o , Jesús se dirigió a ellos, diciéndoles:


sigue su camino personal. "¡Confiad, yo soy, no temáis!". Con estas palabras, él los invita
a dos actitudes: t e n e r confianza y echar fuera el miedo; y
Mateo introduce en los v.28-31 u n a noticia propia, la razón es p o r q u e "El es".
p o n i e n d o de relieve la figura d e P e d r o .
La palabra "Yo soy" (en griego: egó eimí) significa,
en su sentido p r i m e r o y natural, yo soy Jesús, n o se trata
1. Jestís camina sobre el mar agitado.
d e u n fantasma; p e r o , al mismo tiempo, ese "Yo soy" está
6 48 indicando, en terminología bíblica, u n a epifanía divina,
- Viendo qiie ellos se fatigaban remando, pites el viento ya q u e es Yahveh quien se revela "caminando sobre el
les era contrario, a eso de la cuarta vigilia de la noche viene
mar" (Jb 9,8; Sal 77,20), d o m i n á n d o l o (Sal 65,8; 77,17;
hacia ellos caminando sobre el mar y quería pasarlos de
89,10), o "pasando delante", c o m o pasó la gloria de Dios
largo. *9 Pero ellos, viéndole caminar sobre el mar, creyeron
ante Moisés y Elias en el Sinaí (Ex 33,19.22-23. 34,6; I R
que era un fantasma y se pusieron a gritar, ?úpues todos le
19,11-13).
habían visto y estaban turbados. Pero él, cd instante, les
habló, diciéndoles: "¡Confiad, yo soy, no temáis!"
Con la palabra "Yo soy ", Jesús deja traslucir, discreta
Jesús había d a d o a los discípulos la o r d e n d e t o m a r p e r o fuertemente, q u e él aplica a su p r o p i a p e r s o n a el
la barca n i m b o a Betsaida (Me) o a Cafarnaúm (Jn). Esta N o m b r e divino: "Ehyéh = Yo soy" (Ex 3,14; Is 41,4;
nota supone de nuevo, para la multiplicación d e los panes, 43,10.13). En el evangelio de J u a n , Jesús emplea el térmi-
u n sitio sobre la ribera noroeste del Lago. n o "Yo soy" p a r a revelar su preexistencia e inculcar su
p e r t e n e n c i a a la esfera d e Dios (Jn 8,24.28.58; 13,19;
Los evangelios, sin contarla, dejan s u p o n e r u n a muy 18,5.6).
difícil travesía, ya que, habiéndose e m b a r c a d o p o r la
tarde, se encuentran todavía en plenas aguas, a m u c h o s El "¡No temáis!" recuerda la palabra q u e Jesús dirigió
estadios de la orilla (un estadio son 185 mts), hacia la a Jairo: "¡No temas, solamente cree!". Al animar a los discípu-
cuarta vigilia d e la n o c h e , o sea, entre las tres y seis de la los a q u e tengan confianza y echen fuera el miedo, Jesús
m a ñ a n a . Mateo subraya q u e la dificultad p a r a r e m a r se los está invitando a creer en él.

86 87
2. Jestísy Pedro (Mt 14,28-31). entregarse a Jesús y seguirlo confiadamente y sin t e m o r a
d o n d e q u i e r a q u e él vaya, a u n más allá d e lo q u e parece
28
Pedro le respondió: "Señor, si eres tú, mándame ir a ti h u m a n a m e n t e posible.
sobre las agitas. 29 Y le dijo: "¡Ven!". Y, habiendo bajado
de la barca, Pedro caminó sobre las aguas y fue a Jesús.
50 3. Y el viento se calmó.
Pero, viendo el viento, le entró miedo; y, como comenzara
a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!". 31 Y al punto Jesús, 51
Subió entonces donde ellos a la barca, y amainó el xiiento,
extendiendo la mano, lo agarró y le dice: "Hombre de poca
y quedaron en su interior completamente estupefactos,
fe, ¿por qué dudaste?" 52
pues no habían, entendido lo de los panes, sino que su
Con éste y otros dos episodios referentes a P e d r o , mente estaba embotada,.
Mateo quiere p o n e r d e relieve q u e u n a relación particular
U n a vez q u e Jesús subió a la barca, el viento se calmó.
existe e n t r e J e s ú s y P e d r o (Mt 16,16-20; 17,24-27). Simón
H e a q u í u n nuevo prodigio. El viento y el m a r se tranqui-
Pedro, q u e sera más tarde el jefe y pastor de los discípulos
lizan y los viajeros p u e d e n c o n t i n u a r su navegación hasta
(Jn 21,15-17) y deberá confirmar en la fe a sus h e r m a n o s la orilla (Jn). C u a n d o Jesús está presente, todo se facilita
(Le 22,32), es invitado p o r Jesús en esta circunstancia a y cambia.
u n p r i m e r reto y desafío en la fe.
Marcos insiste en la incomprensión d e los apóstoles.
Hay q u e distinguir dos m o m e n t o s en la escena. En Lejos d e intuir con fe sobre el acontecimiento, p e r m a n e -
u n p r i m e r instante, a la o r d e n de Jesús: "¡Ven!", P e d r o cen p r o f u n d a m e n t e turbados. Su m e n t e está opacada,
c a m i n ó sobre las aguas y se llegó a Jesús. El prodigio de entenebrecida. N o h a n c o m p r e n d i d o aquello d e lo q u e
n o h u n d i r s e o ser tragado p o r el mar, se obró, gracias al son signo los milagros: la multiplicación de los panes y el
p o d e r d e j e s ú s . P e d r o participó del privilegio del Maestro. caminar sobre las aguas del m a r (cf Me 9,32; 10,24.26.32).
En Jesús se manifiesta el p o d e r de Dios q u e sacia a su
En u n s e g u n d o m o m e n t o , Pedro, h a c i e n d o a u n lado p u e b l o y d o m i n a el mar, como había sucedido en tiempos
la acción poderosa dejesús, comienza afijarse en el viento del éxodo y del desierto.
y en su propia condición, y c o m e n z ó a h u n d i r s e . Este
m o m e n t o es el p e d a g ó g i c a m e n t e más i m p o r t a n t e . P e d r o La lección e n Mateo es diferente: "Los que estaban en
n o p u e d e menos q u e clamar p i d i e n d o auxilio: "¡Señor, la barra se postraron, ante él, diciendo: " Verdaderamente eres Hijo
sálvame!". Si Jesús salva de la enfermedad y d e la m u e r t e , de Dios". Se trata de u n progreso en la fe. Los q u e estaban
salva también d e los peligros d e la naturaleza. El n o en la barca, los apóstoles, c o m e n z a r o n a percibir más el
solamente es el Señor capaz de calmar la tempestad y misterio d e la persona de Jesús. N o sólo se p r e g u n t a n ,
c a m i n a r sobre el mar, sino el q u e salva en el m o m e n t o c o m o c u a n d o la tempestad calmada: "¿ Quién es éste, a quien
mismo q u e nos vemos en peligro de sucumbir. hasta los vientos y el mar obedecen?" (Mt 8,27), sino q u e ahora
confiesan q u e v e r d a d e r a m e n t e Jesús es Hijo de Dios.
Jesús b o n d a d o s a m e n t e le tiende la m a n o a P e d r o , y
le dice: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?" Esta palabra, La barca también a q u í es figura de la Iglesia, la cual
más q u e u n reproche, es u n a ardiente invitación a P e d r o navega sobre aguas tranquilas c u a n d o j e s ú s va con ella. La
para q u e crezca en la fe. Es c o m o si le hubiera dicho: "Si Iglesia se postra y adora a Jesús, su Señor, q u e la salva del
comenzaste bien, ¿por q u é n o continuaste?" Creer es peligro de sumergirse en las profundidades del abismo.

88 89
El c a m i n a r de Jesús sobre el m a r es, en el evangelio Apenas desembarcaron, los reconocieron y comen-
d e J u a n , c o m o u n a teofanía; n o sólo es u n milagro, sino zaron a traer a los enfermos en camillas a d o n d e oían q u e
también u n signo q u e proyecta u n mensaje sobre la per- Jesús estaba. Y d o n d e q u i e r a q u e entraba, en pueblos,
sona d e j e s ú s . H a c e p e n s a r en los pasajes q u e p r e s e n t a b a n ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos e n las plazas
a Yaliveh c a m i n a n d o sobre las aguas del Mar Rojo p a r a y le p e d í a n q u e tocaran siquiera la orla d e su manto; y
conducir a su Pueblo (Sal 77,19-20; 78,13-14; 107,25-30). cuantos la tocaron q u e d a b a n salvados.

Este signo, colocado p o r j u a n entre la multiplicación A continuación, se presentan algunos fariseos y escri-
d e los panes (6,1-15) y el discurso eucarístico (6,22-58) bas q u e introducen la discusión. Las controversias versan
tiene u n a función especial: quiere ir inculcando q u e el sobre ciertas tradiciones h u m a n a s q u e se h a n ido tejiendo
p o d e r divino de Jesús, ejercido a h o r a sobre los elementos a lo largo de los años. Los temas son:
d e la naturaleza (el viento y el agua) y de su p r o p i o c u e r p o
(para n o h u n d i r s e en el m a r ) , entrará en acción p a r a l e C o m e r sin antes lavarse las m a n o s (Me 7,1-8).
realizar en el porvenir el misterio de la Eucaristía, convir-
tiendo el pan en su p r o p i o c u e r p o y el vino en su propia 2 e Violación del p r e c e p t o d e h o n r a r a los padres
sangre. (7,9-13).

3 Q Jesús declara puros todos los alimentos (7,14-19).


ACTUALIZACIÓN
4 a ¿Qué es lo q u e c o n t a m i n a al h o m b r e ? La palabra
Jesús, 'Yo soy": d e Jesús consignada en este sitio es muy impor-
H e a q u í q u e navegamos en tinieblas, tante: "Lo que sede del hombre, eso es lo que contamina
y nuestra n o c h e avanza. al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hom-
Soplan contra nosotros vientos contrarios, bres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos,
q u e nos impiden bogar con seguridad. asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude,
Ven, Jesús, sobre las aguas y sílbete a nuestra barca. libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.
Sabiendo q u e eres Tú, estaremos seguros. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan
Sosiega el viento, tranquiliza las olas, y haznos oír: al hombre" (7,20-23).
"¡Tened confianza! ¡Yo soy! ¡No temáis!"
Amén.

12. La hija de una sirofenicia


* * * * * * * (Me 7,24-30; Mt 15,21-28).
Marcos continúa su relato evangélico diciendo que,
t e r m i n a d a la travesía, Jesús y sus discípulos llegaron a 24a Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro.
tierras de Genesaret (Me 6,53-56). Las precisiones geográ-
ficas difícilmente se p u e d e n compaginar. Según Marcos Después de la multiplicación d e los panes, Jesús deja
iban a Betsaida (6,45); según J u a n , a Cafarnaúm (Jn 6,17). la Galilea y toma el camino del norte, a las ciudades
Genesaret se e n c u e n t r a e n t r e Cafarnaúm y Mágdala. fenicias d e Tiro y de Sidón. ¿Cuál sería la causa?

90 91
P o r el evangelio d e J u a n sabemos que, después del En Mateo la escena parece realizarse en tierra d e Is-
discurso q u e Jesús p r o n u n c i ó en la sinagoga d e Cafar- rael , pues "la mujer había salido de aquel territorio "y es presen-
n a ú m sobre el "comer su carne y b e b e r su sangre" (Jn tada con gran solemnidad (15,22). Estilísticamente el rela-
6,51-58), muchos d e sus discípulos dijeron: "Dura es esta to m a t e a n o está muy bien trabajado, con gran fuerza dra-
palabra, ¿quién puede escucharla?... Y a partir de entonces, mática. La mujer dispone de tres instancias para e x p o n e r
muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con su necesidad; y hay u n crescendo en cada intervención.
él". Inclusive Judas, u n o de los Doce, comienza a sentirse
inquieto y a disgusto con Jesús (Jn 6,60.66.71). Primera intervención.

La mujer c a n a n e a gritaba diciendo: "¡Ten piedad de


El m o m e n t o fue decisivo. La época del entusiasmo
mí, Señor, hijo de David. Mi hija está malamente endemonia-
p o p u l a r había t e r m i n a d o . Jesús opta p o r apartarse u n
da!".
poco del país. Se dedicara a seguir f o r m a n d o a sus discí-
pulos con más tiempo y libertad. El título d a d o a Jesús: "Señor, hijo de David" tiene
La región de Tiro y Sidón es la Fenicia, d e cultura fuerte sabor mesiánico. Pero él n o le respondió palabra.
griega, habitada en tiempos antiguos p o r los cananeos. Este silencio equivale a no q u e r e r h a c e r caso a esa peti-
ción. Sin e m b a r g o , esa actitud n o es u n rechazo definitivo,
24b
Y entrando en una casa, quería que nadie lo supiese, pues el Evangelio está destinado a todos los pueblos (Sal
pero no logró pasar inadvertido, 2Í sino que, en seguida, 87,4-7; Mt 28,19); es sencillamente la manifestación d e
habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba q u e la h o r a de la misión a los paganos todavía n o h a
posdda de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. llegado (cfJ n 2,4).
26
Esta mujer era griega, sirofenicia de nacimiento, y le
rogaba que expulsara de su hija al demonio. 27El le decía: Pero sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Concé-
"Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien deselo, que viene gritando detrás de nosotros". El evangelista
tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos ". 28 Pero presenta a los apóstoles d e s e m p e ñ a n d o u n papel activo.
ella le respondió: "Sí, Señor; pero también los perritos bajo Aun c u a n d o su intervención haya sido sólo tal vez para
la mesa comen de las migajas de los niños". 29El, entonces, liberarse de los gritos de la mujer, no obstante resultó
le dijo: "Por lo que has dicho, vele; el demonio ha salido de positiva.
tu hija". J 0 Volvió a su casa y encontró que la niña estaba
echada en la cama y que el demonio se había ido. Jesús va a actuar; p e r o antes responde: "No he sido
enviado más que a las ovejas perdidas de la Casa de Israel". Con
Jesús estaba en tierra de gentiles y deseaba pasar esta respuesta, Jesiís o quiere p r o b a r la fe de la mujer, o
desapercibido; p e r o , ¡imposible! Su fama había llegado intenta definir la misión q u e ha recibido: ir en busca de
hasta allá, y la fe en él había b r o t a d o inclusive en u n a las ovejas perdidas d e Israel (cf Mt 10,5-6). Si es así, la
mujer, a quien el texto presenta como "griega", más bien sanación concedida sera anuncio p o r anticipado del acce-
p o r su cultura, ya que p o r su raza era sirofenicia de so a la salvación de q u e los paganos gozarán después de
n a c i m i e n t o , d e s c e n d i e n t e d e los a n t i g u o s c a n a n e o s . la m u e r t e y resurrección de Jesús.
"Griega" a q u í equivale a gentil o p a g a n a .
Segunda súplica.
Pues bien, esta mujer tenía u n a hija a t o r m e n t a d a p o r
u n espíritu malo. Viene, se postra a los pies de Jesiís y le Pero la mujer, postrándose ante él, insiste humilde-
pide q u e expulse d e su hija al d e m o n i o . m e n t e en su plegaria: "¡Señor, socórreme!". A lo que Jesús

92 93
responde: "No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a
dad d e abrirse a la aceptación de los paganos a la fe, en
los perritos". La frase es muy dura, a u n q u e parezca atenua-
un universalismo de salvación.
da p o r el diminutivo "perritos" (cf Mt 7,6). Los israelitas
son hijos de Dios en virtud d e la Alianza. Los gentiles p o r Finalmente, colocado después d e la multiplicación
el m o m e n t o están excluidos del Pueblo de Dios, p e r o de los panes y de las disputas con los fariseos (Me 7,1-20),
t e n d r á n también acceso a la mesa d e familia c u a n d o Jesús este episodio aparece como u n a n u n c i o de la futura evan-
haya d a d o su vida en redención p o r todos (Mt 20,28; gelización d e los gentiles y de su participación en el
26,28; Rm 1,16). b a n q u e t e eucarístico. Las menciones de "pan" son n u m e -
rosas en el contexto (Me 6,41.52; 7,2.28; 8,6.14-21).
Tercera instancia.
En la actualidad ese pasaje tiene u n mensaje para las
La sirofenicia, lejos de intimidarse, vuelve a la súpli-
relaciones entre cristianos y no-cristianos, invitándolos a
ca. Es ya la tercera vez que pide. "¡Sí, Señor, pero también los
superar m u t u a m e n t e prejuicios y tratar d e vivir en comu-
perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos".
n i d a d h u m a n a de participación.
Marcos escribe: "También los perritos bajo la mesa, comen de
las migajas de los hijos". La mujer acepta, en parte, la
palabra de Jesús: ¡De acuerdo! Ella no p r e t e n d e igualarse ACTUALIZACIÓN
a los hijos de familia, p e r o advierte q u e migajas d e p a n
caen d e la mesa d e los amos y las aprovechan los perritos. Señor, Hijo d e David:
A la fe se suma u n a profundísima h u m i l d a d . La fe, u n i d a En el m u n d o hay m u c h o mal.
a la plegaria h u m i l d e y constante, c o n m u e v e n el corazón Nuestro e n e m i g o nos oprime y nos esclaviza.
d e Cristo y arrancan las gracias de Dios (Mt 8,10.13; 9,29; Tú has sido enviado a las ovejas perdidas d e Israel;
15,28). pero tu r e b a ñ o lo formamos
las ovejas del redil universal.
Respuesta d e Jesús. Muéstranos, Señor, a todos tu misericordia.
Fortalece nuestra fe y hazla "grande".
En la narración de Mateo, la respuesta d e Jesús Jesús, Salvador de los hombres, sálvanos!
manifiesta u n gran asombro y es u n elogio admirable a la
fe inmensa de esa cananea, sirofenicia, griega, pagana:
"¡Oh mujer, grande es tufe. Hágasete como quieres!". Y su hija
fue sanada desde aquella hora. 13. Curación de un sordo
El milagro obtenido p o r la mujer pagana manifiesta tartamudo (Me 7,31-37).
q u e , si Israel es por el m o m e n t o el depositario de las
promesas divinas, sin e m b a r g o la salvación está destinada
a todos, sean j u d í o s o gentiles, y que, en definitiva, todos J1
Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, porSidón,
formarán parte del p u e b l o escatológico d e Dios. al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
Ese acontecimiento evangélico sirvió p a r a p r e p a r a r Esta información geográfica, imprecisa, sólo preten-
la misión a los paganos, y fue d e importancia capital para d e decir q u e j e s ú s se e n c o n t r a b a en territorio de paganos.
q u e las iglesias judío-cristianas c o m p r e n d i e r a n la necesi-

95
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52 "Dio un gemido" o "suspiró". Más que u n sentimiento
Le presentan un sordo que, además, hablaba con di-
ficultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. 3J El, d e compasión hacia el enfermo, este suspiro o g e m i d o es
apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en u n llamado al p o d e r divino para obrar la sanación del
los oídos y con su saliva le tocó la. lengua. 34 Y, levantan- sordomudo.
do los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: "Effatá",
Y exclamó "¡Effatá!" = "¡Ábrete!". Es u n imperativo
que quiere decir "¡Ábrete!" 35 Se abrieron sus oídos y, al
pasivo: "¡Sé abierto!". Oír y h a b l a r son dos verbos impor-
instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correc-
tantes para la fe. Primero: oír, escuchar, a p r e n d e r ; para
tamente.
después hablar y d a r testimonio. Esto hace p e n s a r en el
C o m o c u a n d o se trataba del paralítico (2,1-12), a q u í "¡Escucha, Israel...!" (Dt 6,4). "Escuchar" es el verbo d e
también se realza la fe de quienes llevan al enfermo a Jesús quien se abre a la revelación divina; es el verbo d e la
para q u e le imponga la m a n o . El caso d e este p o b r e aceptación de la fe y d e la acogida personal; y el acto d e
h o m b r e sordo que, además, era casi m u d o , evoca el texto fe se realiza con la palabra, confesando que Jesús es el
mesiánico d e Isaías: "Entonces se despegarán los ojos de los Señor (Rm 10,9.17). El Salmo 40,6-8 y el Cántico del
ciegos, y las orejas de los sordos se abrirán. Entonces saltará el Siervo (Is 50,4-6) aluden a la apertura d e oídos q u e se
cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo ". requiere para c o m p r e n d e r las cosas d e Dios, y luego
(Is 35,5-6; cf Ba 6,40-41). Jesús realiza las Escrituras (Mt proclamarlas.
11,4-6). 36
Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto
Marcos describe los gestos d e Jesús para o b r a r esta más se b prohibía, tanto más ellos lo proclamaban.
curación. En ocasiones el Señor n o rehusó e m p l e a r ele-
Si Jesús o r d e n a b a que callaran era p o r motivos de su
m e n t o s q u e el pueblo sencillo utilizaba para conseguir
sanación d e sus enfermedades. Así,Jesús se h a c e t o d o para "secreto mesiánico"; p e r o en cuanto a los agraciados es
todos. preciso q u e ellos proclamen las maravillas de Dios. "Pro-
clamar" es el verbo p r o p i o del kerygma.
"Lo lleva aparte", pues las obras d e Dios n o se h a c e n 37
con ostentación, sino en la simplicidad y en el silencio. Y se maravillaban sobremanera y decían: "Todo lo ha
hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos ".
"Metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la
lengua". A la hija de la cananea Jesús la había s a n a d o a C o m o del Dios creador se decía q u e "todo lo que había
distancia; ahora entran e n j u e g o , como instrumentos d e hecho era muy bueno" (Cn 1,31), así de Jesús decían: "Todo
salvación-sanación, los d e d o s y la saliva d e Jesús, p e r o son lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos ".Jesús
los d e la h u m a n i d a d del Hijo de Dios h e c h o h o m b r e . Más es el Señor de la creación.
tarde, los elementos materiales en los sacramentos (agua, C o l o c a d o s d e s p u é s d e las c o n t r o v e r s i a s c o n los
aceite, pan y vino) serán instrumentos para comunicación fariseos a c e r c a d e los ritos d e p u r i f i c a c i ó n (7,1-23),
d e la gracia espiritual. el caso d e la sirofenicia y del s o r d o - m u d o p r o c l a m a n
"Levanta sus ojos al cielo". Jesús se dirige a su Padre, q u e la v e i d a d e r a p u r e z a viene del i n t e r i o r , b r o t a d e l
entra en c o m u n i ó n con él. El hace sólo lo q u e el Padre le c o r a z ó n , d e la fe q u e Dios p u e d e d a r a u n a los p a g a -
nos.
h a m a n d a d o h a c e r (Jn 5,19).

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ACTUALIZACIÓN s e n t a n d o u n a tradición anterior al m i s m o evangelista, él
ha q u e r i d o integrarla a su obra definitiva.
Jesús:
H e m e aquí, Señor, que ni oigo, ni p u e d o hablar.
2. La multiplicación de panes y peces.
Toca con tu m a n o salvadora mis oídos y mi lengua.
Pronuncia sobre m í tu milagroso "¡Eífatá!" "¡Ábrete!" s 1
Haz q u e yo oiga tu palabra y la c o m p r e n d a , - Por aquellos días, habiendo de nuevo mucha gente y no
para luego proclamarla p o r todas partes. teniendo qué comer, llama Jesús a sus discípulos y les dice:
2
Amén. "Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días
que permanecen conmigo y no tienen qué comer. 3 Si los
despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino,
y algunos de ellos han venido de lejos ". 4 Sus discípulos le
14. Segunda multiplicación respondieron: "¿ Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos
aquí en el desierto ? " 5 El les preguntaba: "¿ Cuántos panes
de los panes (Me 8,1-10; tenéis ? " Ellos le respondieron: "Siete ". 6 Entonces él mandó
a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete
Mt 15,32-39). panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus
discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la
gente. 7 Tenían también unas pocos pececillos. Y, pronun-
/. Hacia la profesión de fe de Simón Pedro (Me 8,1-30). ciando la bendición sobre ellos, mandó que también los
sirvieran. * Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos
El conjunto literario de Me 8,1-26 presenta u n nota- sobrantes siete espuertas. 9 Fueron unos cuatro mil: y Jesús
ble paralelismo con la sección p r e c e d e n t e (Me 6,30-7,37): los despidió. !(> Subió a continuación a la, barca con sus
discípulos y se fue a la regían de Dalmanutá.
- U n a multiplicación d e panes 6,30-44 8,1-9
- U n a travesía del m a r 6,45-56 8,10 El paralelismo de esta narración con la p r i m e r a
- Controversias con fariseos 7,1-23 8,11-13 multiplicación de los panes es evidente. Las diferencias
- Discusión sobre el pan 7,24-30 8,14-21 son accidentales: tres días de estar con Jesús, siete panes
- U n a curación 7,31-37 8,22-26 y siete espuertas, cuatro mil h o m b r e s .

Mateo ofrece más o menos la misma situación. Lucas Aun c u a n d o el relato de la segunda multiplicación
(9,17-18), en cambio, ignora la sección q u e leemos en Me de los panes sea u n duplicado, sin embargo, al consignarla
6,45-8,26; y de allí que consigne sólo u n a multiplicación en sus evangelios Marcos y Mateo tuvieron u n motivo:
d e panes. Por su parte, también el Cuarto evangelio nos quisieron transmitir un mensaje doctrinal, a saber: la
h a conservado el recuerdo de u n a sola multiplicación de segunda multiplicación de los panes es un a n u n c i o feliz
los panes (Jn 6,1-15). en favor de los gentiles. Jesús ofrece a los paganos no
solamente "las migajas de los hijos", sino la sobreabundan-
Ante esta situación, numerosos especialistas piensan cia del b a n q u e t e eucarístico. También los gentiles, llega-
q u e Me 8,1-26 n o es p r o b a b l e m e n t e sino u n d u p l i c a d o d o el tiempo, recibirán el don d e la fe, de la salvación, de
literario muy antiguo d e Me 6,30-7,37; y que, repre- la Eucaristía.

98 99
La mención de los tres días revela u n colorido pos- En cualquier forma, la historia de la multiplicación
pascual. La cifra 4, multiplicada aquí p o r mil, es símbolo d e los panes debió h a b e r sido muy i m p o r t a n t e en la Iglesia
d e los cuatro p u n t o s cardinales y del universo e n t e r o . En primitiva; de allí q u e aparezca hasta seis veces e n los
la Iglesia d e Jesús son invitados al b a n q u e t e eucarístico evangelios.
j u d í o s y gentiles, h o m b r e s y mujeres.

Las dos tradiciones describen el milagro a la luz d e ACTUALIZACIÓN


acontecimientos del AT, particularmente la multiplica-
ción d e aceite y pan p o r Elíseo (2R 4,1-7.42-44), y el Jesxis Maestro:
episodio del m a n á y de las codornices (Ex 16; N m 11). Así Millones de seres h u m a n o s sufren de h a m b r e .
se mostraba q u e en Jesús se realizaban esos textos q u e , en T e n compasión de tantos pobres q u e hay en el m u n d o ,
el judaismo de la época, eran releídos c o m o a n u n c i o de necesitados en c u e r p o y alma.
grandes obras de Dios y del Mesías al final d e los tiempos N o permitas q u e desfallezcamos en el c a m i n o .
(Tobp.149). C o n c é d e n o s la gracia de e n c o n t r a r t e y vivir cerca de ti.
Sacíanos, Señor, con "el p a n d e la vida".
Los elementos eucarísticos aparecen también clara- Amén.
m e n t e en esta segunda multiplicación de los panes: el
t o m a r los panes, la "acción de gracias" (o b e n d i c i ó n ) , la
fracción del pan, la distribución del mismo, la recolección
d e fragmentos y la despedida. Estos gestos de Jesús fueron 15. El ciego de Betsaida
queridos p o r él mismo y entendidos desde la más antigua (Me 8,22-26).
tradición como u n a preparación del alimento escatológi-
co p o r excelencia, la Eucaristía.

La primera multiplicación de panes es u n a tradición /. Ambientad'ón.


más arcaica, colocada en la orilla occidental del Lago, y
habla de doce canastos, cifra d e las Tribus de Israel y de Antes de la curación del ciego d e Betsaida, Marcos
los Apóstoles. Esta tradición proviene de las Iglesias j u d í o - presenta en su evangelio dos pasajes: u n a discusión con
cristianas de Palestina. los fariseos, q u e piden u n a señal del cielo; y luego u n a
enseñanza de Jesús sobre la levadura de los fariseos y de
La segunda, q u e p r o c e d e con toda probabilidad H e r o d e s (8,11-21). El contenido es importante. Los discí-
d e Iglesias cristianas de origen gentil, sitúa el aconteci- pulos, a pesar de los milagros q u e h a o b r a d o el Maestro,
m i e n t o en territorio p a g a n o , a la orilla oriental del Lago, n o h a n c o m p r e n d i d o ni e n t e n d i d o nada. Tienen la m e n t e
y habla de siete espuertas, cifra de las naciones de Canaán c o m o e m b o t a d a . T e n i e n d o ojos, n o ven; y teniendo oídos,
( H c h 13,19) y de los diáconos helenistas ( H c h 6,5). Los n o oyen. En estas circunstancias, Jesús va a sanar a u n
evangelistas quieren mostrar q u e la obra de Jesús se ex- ciego.
tiende a tierra de gentiles. La expresión "algunos de ellos
han venido de lejos" insinúa la lejanía d e los pueblos paga- Es u n milagro parecido a la sanación del sordo-tarta-
nos q u e tienen finalmente acceso a la fe (Is 60,4-6; Ef m u d o , y sirve también como aquél p a r a d a r u n a enseñan-
2,13.17). za precisa.

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2. Soñación del ciego.
gresiva en dos tiempos. ¿Cuál es el p o r q u é d e estos gestos
misteriosos?
Jesús está de nuevo en la tierra de Israel. Después de
u n ir y venir p o r el Lago, p o r la tierra de Tiro y de Sidón, Ante la incomprensión d e los discípulos, — a u n des-
y nuevamente p o r el Mar d e Galilea, llega finalmente a pués de la segunda multiplicación de los panes—, Jesús
Betsaida (Me 6,45.53; 7,24.10.22). Betsaida estaba situada ofrece en este ciego, que recobra la vista en dos tiempos,
en la ribera norte del Lago, al este del J o r d á n , y era la u n símbolo d e los pasos y superaciones que los discípulos
patria de Pedro, Andrés y Felipe (Jn 1,44; 12,21). tienen q u e ir d a n d o para llegar a u n a fe "plena y clara" en
22 el misterio d e su persona: él es el Mesías y el Hijo d e Dios,
Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican p e r o también es el Hijo del h o m b r e , q u e tiene q u e pasar,
que lo toque. 23 Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera -como el Siervo deYahveh-, por el sufrimiento y la m u e r t e
del pueblo, y, habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso a la gloria de la resurrección. Este misterio lo c o m p r e n d e -
las manos y le preguntaba: "¿ Ves algo?" 24 El, alzando la rán sólo c u a n d o él haya resucitado d e entre los muertos
vista, dijo: "Veo a los hombres, pues los veo como árbo- (Me 8,31-33; 1x24,45-46).
les, peto que andan". 2 5 Después, le volvió a poner las
manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó Además, la sanación del ciego y luego la confesión
curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las que P e d r o hace de Jesíís como el Mesías (8,27-30) p o n e n
cosas. 26 Y le envió a su casa, diciéndole: "Ni siquiera entres t é r m i n o a u n a sección del Evangelio de Marcos e introdu-
en el pueblo ". cen la siguiente que tiene como tema la identidad de
Jesús: Hijo del h o m b r e , Hijo de David, Hijo de Dios.
Una vez más está e n j u e g o lafe de los amigos, quienes
presentan a Jesús u n ciego para q u e lo toque. Es u n a El ex-ciego no debe entrar en el pueblo; se d e b e
oración de intercesión. Colocado este episodio en el con- g u a r d a r el secreto mesiánico. Pero, como el ex-endemo-
texto presente, el "ciego" es figura de los discípulos q u e niado (Me 5,19), ¡que regrese a su casa y proclame a los
espiritualmente d e b e n abrirlos ojos, c o m p r e n d e r , enten- suyos lo q u e Dios ha h e c h o con él y la compasión que le
der, desembotar la m e n t e y oír (cf Me 8,15-21). P r o n t o ha tenido!
Jesús hablará del misterio de su pasión y resurrección.
Ellos deberán abrir su m e n t e y ¡creer! (Me 9,30-32).
ACTUALIZACIÓN
Jesús utiliza u n a vez más los elementos d e su ser hu-
m a n o : (orna al ciego de la m a n o , lo saca fuera, le p o n e sa- Jesús:
liva en sus ojos y le i m p o n e las manos. Y luego le p r e g u n t a : Estamos espiritualmente ciegos
"¿ Ves algo?" A lo q u e el enfermo respone: "Veo a los hombres y no podemos comprender
como árboles que andan". Esta respuesta h a c e s u p o n e r q u e ni el misterio de tu persona, ni tu plan de salvación,
aquel ciego había gozado a n t e r i o r m e n t e d e la vista, p u e s ni los signos de los tiempos.
conocía a los hombres. Después d e u n a s e g u n d a interven- Llévanos de la mano, sácanos d e la oscuridad,
ción d e Jesús, el ciego p u d o ver claramente. impon tus manos sobre nosotros,
abre poco a poco los ojos de nuestro espíritu
Jesús, que con su p o d e r absoluto ha sanado con u n a y envíanos luego a proclamar las maravillas
sola palabra (Me 1,41) o inclusive a distancia (Me 7,25), d e tu misericordia.
en este caso hace con toda intención u n a curación p r o Amén.

102 103
1° Después, saliendo de allí, iban c a m i n a n d o p o r
16. El endemoniado epiléptico Galilea. El n o quería q u e se supiera, p o r q u e iba enseñan-
(Me 9,14-29; Mt 17,14-21; d o a sus discípulos; y su instrucción era: "ElHijo del hombre
será entregado en manos de los hombres; le matarán, pero a los
Le 9,37-43). tres días de haber muerto resucitará". Pero ellos n o enten-
dían lo q u e les decía y les d a b a miedo p r e g u n t a r l e (Me
9,30-32).
/. El relato en su contexto.
Enclavado en ese repetido contexto d e revelación
a
I I n m e d i a t a m e n t e después d e q u e Simón P e d r o sobre la misión dolorosa y gloriosa del Hijo del h o m b r e ,
hizo su profesión d e fe en la mesianidad d e Jesús, con las q u e sólo p u e d e aceptarse con fe y c o m p r e n d e r s e en la fe
palabras: "¡Tú eres el Mesías!", Jesús c o m e n z ó a enseñarles -y a la q u e son invitados también sus discípulos-, se encuen-
q u e el Hijo del h o m b r e debería sufrir m u c h o , q u e lo tra el cuadro del m u c h a c h o e n d e m o n i a d o q u e sufría de
matarían, p e r o q u e a los tres días resucitaría (8,31). epilepsis.

2fi P e d r o , n o c o m p r e n d i e n d o ni a c e p t a n d o lo q u e 2. El milagro.
Jesús les h a dicho, quiere apartarlo d e ese camino; p e r o
el Señor, r e p r e n d i é n d o l o , le dice: "¡Quítate de mi vista, Por la longitud q u e este relato tiene e n el evangelio
Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de de Marcos es fácil c o m p r e n d e r q u e será más rico en
los hombres" (8,33). detalles q u e el p r e s e n t a d o p o r Mateo o p o r Lucas. Los
principales protagonistas d e la escena son Jesús y el p a d r e
3 9 Convoca luego a sus discípulos y a toda la gente, y
del n i ñ o , si bien el hijo será el beneficiado d e la p o d e r o s a
les p r o p o n e las condiciones p o r si quieren seguirlo: "Si
intervención del Señor.
alguno quiere venir en pos de mí, niegúese a sí mismo, tome su
cruz y sígame" (8,34). El carácter mismo de la narración revela q u e este
exorcismo fue u n acontecimiento real en la vida de Jesús,
4° Seis días después tuvo lugar la transfiguración d e ya q u e ha sido conservado en varias tradiciones y difícil-
Jesús en la m o n t a ñ a alta (Me 9,2-8). P o r el evangelista m e n t e se podría h a b e r inventado u n a historia tan desfa-
Lucas conocemos q u e la conversación d e Jesús con Moisés v o r a b l e p a r a los d i s c í p u l o s . El caso m a n i f i e s t a el
y Elias versaba sobre "supartida, que tendría que cumplirse en extraordinario p o d e r d e Dios en Jesús.
Jerusalén", m e d i a n t e su pasión y resurrección (Le 9,31).
14
Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les
5 a Sigue luego u n a aclaración sobre la venida de rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Toda
Elias, de que hablaban los escribas, (basándose en Mala- la gente, al ver//', quedó sorprendida y corrieron a saludarle.
quías 3,23-24); y Jesús les dice q u e esa Escritura ya se 16
El les preguntó: "¿De qué discutís con ellos?"
cumplió en J u a n el Bautista (Me 9,13; Mt 17,13).
Jesús ha bajado del l a b o r . Al llegar e n c u e n t r a a sus
6B A continuación, al bajar del m o n t e , se presenta el discípulos enfrascados en discusión con u n o s escribas.
caso del m u c h a c h o epiléptico, q u e sera el tema d e n u e s t r o Esta versaba sobre el problema d e u n n i ñ o enfermo, a
estudio (Me 9,14-29). quien los discípulos n o habían p o d i d o curar. La g e n t e los

104 105
rodeaba. Al ver llegar a Jesús, todo m u n d o se s o r p r e n d i ó Ante la presencia de Jesús el Señor, el d e m o n i o se
y corrió a saludarlo. inquieta, pierde el equilibrio y quiere manifestar especta-
cularmente su poder. Jesús se m a n t i e n e tanquilo y s e r e n o .
17
Uno de entre la gente le respondió: "Maestro, te he traído El es el más fuerte (Le 11,22). El breve p e r o intenso
a mi hijo que tiene un espíritu mudo 18 y dondequiera que diálogo en I re Jesús y el p a d r e del n i ñ o es la c u m b r e
se apodera de él, le derriba, le hace echar espumarajos, doctrinal del pasaje:
rechinar los dientes y le deja rígido. He dicho a tus discípulos
que lo expulsaran, pero no han podido". "Si algo puedes, ¡ayúdanos, compadécete de nosotros!"

En Mateo el p a d r e del niño se prosterna ante Jesús, En el p a d r e está figurado todo h o m b r e . T i e n e fe en


el Señor, e intercede p o r su hijo. Es señal de que tiene fe Jesiís, p e r o ésa parece ser mínima. No es todavía u n a fe
en Jesús. En Marcos y Lucas, Jesús es llamado "Maestro". fuertemente cimentada, pues se manifiesta en condicio-
nes "Si puedes...". Es u n a fe utilitaria, q u e busca n o a la
Recogiendo los detalles dispersos en los tres evange- persona d e Jesús, sino el provecho p r o p i o en m o m e n t o s
lios, la situación del m u c h a c h o n o podía ser más lamen- difíciles: "¡Ayúdanos, compadécete de nosotros!".
table: e n d e m o n i a d o , sordo, m u d o , lunático (epiléptico),
a merced de los cuatro elementos de la naturaleza: la luna Jesús, en cambio, se sitúa en otra dimensión y en el
(aire), la tierra, el fuego y el agua; en peligro de q u e d a r nivel s u p r e m o . Para él todo es posible, p o r q u e su fe en
m u e r t o en cualquier m o m e n t o . Y todo esto ¡desde n i ñ o ! Dios su Padre es absoluta y total: "Qué es eso de 'si puedes'.'
o ¡desde siempre! Los discípulos h a n sido incapaces de ¡Todo es posible para el que cree!" Esto es, todo es posible para
sanarlo. mí, p o r q u e tengo confianza plena y absoluta en mi Padre,
19 y no hago sino lo q u e es de su agrado (cf Mt 21,21; Me
El les responde: "¡Oh generación incrédula! ¿Hasta
11,22-24; Le 17,6; J n 8,29).
cuándo estaré con vosotros? ¡Traédmelo!".
A lo q u e el p a d r e del niño respondió: "¡Creo! ¡Ayuda
Este apostrofe d u r o , dirigido en general a t o d o in-
crédulo (Dt 32,5-6), engloba también a los discípulos, mi falta de fe!" Lie aquí u n acto d e crecimiento en la fe, y
cuya fe todavía es raquítica, débil e inmadura; aún n o h a n u n a súplica para ser sanado y fortalecido en el c a m p o
llegado a tina fe plena (Mt 17,19-20). Sin e m b a r g o , más mismo de la fe (Le 17,5).
q u e r e p r o c h e , la palabra del Maestro es u n a invitación a 25
Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu
crecer en la fe, a creer más fuertemente.
inmundo, diciéndole: "Espíritu sordo y mudo, yo te lo
20
Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó mando: sal de él y no entres más en él". 26 Y el espíritu salió
violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolca- dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó
ba echando espumarajos. 21 Entonces él preguntó a su como muerto, hasta el punto de que muchos decían que
padre: "¿ Cuánto tiempo hace que le viene sucediendo esto?" había muerto. 2 7 Pero Jesús, tomándole de la mano, le
Le dijo: "Desde niño ". 22 Y muchas veces le ha arrojado al levantó y él se. puso en pie.
fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo puedes,
Jesús pronuncia u n exorcismo solemne: "Yo te lo
ayúdanos, compadécete de nosotros". 2JJesús le dijo: "¡Qué
mando: ¡sal de él y no entres más en él!" En Jesús reside todo
es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!" 24 Al
p o d e r . El obra en virtud propia y con toda autoridad. El
instante, gritó el padre del muchacho: "¡Creo, ayuda mi
d e m o n i o pocha manifestar su rabia extrema, i n t e n t a n d o
falta de fe!"

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106
tuvieran u n a fe fuerte y vigorosa, así fuera tan p e q u e ñ a
d a r m u e r t e a su presa. Pero, él n o es el señor ni de la vida, c o m o p e q u e ñ i t o es u n g r a n o d e mostaza! La fe n o a d m i t e
ni d e la muerte. Ese es privilegio de Dios, presente en condiciones. Es adhesión plena a j e s ú s y obra prodigios.
Jesús. Por eso, Jesús lo toma de la m a n o y lo levanta; y el Es la fe q u e necesitaran más tarde los apóstoles al ir p o r
m u c h a c h o se puso en pie. el m u n d o a sembrar el Evangelio. Con ella "nada les será
imposible" (cf Me 16,17-18).
Lucas, que había dicho que se trataba de u n "hijo
único", ahora nos informa q u e Jesús "increpó al espíritu Pero a propósito de la fe es útil h a c e r u n a distinción.
inmundo, curó al niño y lo devolvió a su padre". Con estas U n a es la "fe teologal" p o r la q u e el h o m b r e se salva (creer
palabras, Lucas, el evangelista d e la misericordia y d e la en Dios y en su misterio d e salvación en Cristo: H c h 16,31;
b o n d a d , muestra la compasión del corazón de Cristo. Rm 1,16-17: Ef 2,8); y otra es la "fe carismática", q u e obra
Lucas termina su relato, diciendo "que todos quedaron ató- milagros, d o n del Espíritu Santo para la edificación d e la
nitos ante la grandeza de. Dios" (9,43). Iglesia, y q u e n o es concedido a todos ( I C o 12,9; H c h
14,9). Esto p u e d e explicar también q u e n o necesariamen-
te es p o r falta de fe, c u a n d o n o se alcanza lo q u e se pide.
3. Enseñanza de Jesús.
Enclavado en ese repetido contexto de revelación
C u a n d o todo h u b o terminado, Jesús y sus discípulos acerca de la misión dolorosa y gloriosa del Hijo del hom-
regresaron a casa. Entonces aprovechó la o p o r t u n i d a d bre, a la q u e son invitados sus discípulos, p e r o q u e sólo
para instruir a sus discípulos aparte. Les ayuda a sacar lec- p u e d e aceptarse y c o m p r e n d e r s e en la fe y con la fe, se
ciones tanto del fracaso de ellos, c o m o del milagro o b r a d o presenta el caso del p a d r e angustiado p o r su hijo enfermo
p o r él mismo. Las lecciones serán complementarias. y endemoniado.

Marcos d a u n a explicación: Este episodio, si bien es u n a impactante sanación, es


28
ante todo u n a sólida catequesis y u n a fuerte exhortación
Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en pnvado a la fe. Solamente con fe se p o d r á aceptar el misterio al
sus discípulos: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?" q u e Jesús se va a enfrentar d e n t r o d e poco tiempo: su
29
Les dijo: "Esta clase con nada puede ser arrojada sino m u e r t e y su resurreción.
con la oración ".
Además, la sanación de este p o b r e y miserablejoven
Esta enseñanza d e Jesiis es u n a exhortación a la enfermo desde siempre, con toda clase de limitaciones y
oración intensa y constante, en particular c u a n d o se trata flaquezas, sanado en u n instante p o r Jesús mediante su
d e circunstancias difíciles. Según algunos manuscritos, a palabra llena d e p o d e r , es anuncio en acto d e la gran obra
la oración hay que añadir el ayuno, d e salvación que, mediante su m u e r t e y resurrección,
Jesús va a realizar en favor del m u n d o . La salvación q u e
Mateo da otra razón: da Jesús es integral para todo el h o m b r e .
17,20 "Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: 'Desplázate ACTUALIZACIÓN
de aquí allá', y se desplazará, y nada os será imposible".
J e s ú s Maestro!
Aquí la enseñanza de Jesús es u n a catequesis sobre El mal nos d o m i n a y nos esclaviza.
la fe, e invitación a crecer en ella. ¡Ojalá los discípulos

109
108
Enfermedades físicas, mentales, Y en eso:
sicológicas y espirituales, 46
y a veces desde la primera infancia. Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado
Con frecuencia p o r el cúmulo de p e n a s desús discípulos y de una gran muchedumbre, Bartimeo (el
y sufrimientos, de angustias y dolores, hijo de Timeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al
que nos llevan hasta el borde de la m u e r t e camino. 47 Al enterarse de que era Jesíts de Nazaret, se puso
y cuyas causas n o p o d e m o s discernir, pensamos q u e es a gritar: "¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!"
48
el Enemigo mismo quien nos o p r i m e . Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba
Sabemos que tu fe y confianza en Dios tu Padre mucho más: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".
es total y absoluta; y, p o r tanto, todo lo puedes.
Jesús llega a Jericó. Lucas aprovecha la o p o r t u n i d a d
¡Ven, Jesús, y compadécete d e nosotros.
para n a r r a r l a conversión de Zaqueo, q u e termina con u n a
A u m e n t a nuestra poca fe.
frase grandiosa d e salvación universal: "El Hijo del hombre
Pronuncia, en la fuerza de tu Espíritu,
tu palabra todopoderosa, ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido " (Le 19,1-10).
y haz desaparecer de nosotros todo mal. Luego sale d e la ciudad y se encamina a Jerusalén
Hazlo, Jesús, para gloria tuya y gloria de tu Padre.
para llevar a cabo la realización plena de su misión. Va
Amén.
con sus discípulos y con u n a gran m u c h e d u m b r e . Se tiene
la impresión de u n cortejo triunfal. De p r o n t o aparece en
escena Bartimeo, u n m e n d i g o ciego, sentado junto al
camino.
17. El ciego de Jericó
(Me 10,46-52; Mt 20,29-34; Mateo habla de dos ciegos; Lucas ha colocado el
episodio a la entrada de Jericó, y ha organizado el relato
Le 18,35-43). con u n a estructura quiástica, centrada en el grito del
ciego: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".

Después de impartir diversas enseñanzas (Me 9,33- Al enterarse p o r la algarabía de la m u c h e d u m b r e


10,31), Jesús — c a m i n o a Jerusalén— hace el tercer a n u n - que era Jesús d e Nazaret quien pasa! \, Bartimeo c o m e n z ó
cio de su pasión y resurrección: "Mirad que subimos a a gritar: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!" . Este
Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos grito parece a n u n c i a r ya las aclamaciones mesiánicas de
sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán la multitud, el día de las Palmas, y las controversias con los
a los gentiles, y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le fariseos acerca del Mesías "hijo o Señor de David" (Me
matarán, pero a los tres días resucitará" (Me 10,33-34). 11,10; 12,35-37).

En seguida, con motivo d e la petición q u e Santiago A los reclamos para que se callara, Bartimeo gritaba
y J u a n le hacen para ocupar en la gloría su d e r e c h a y su con mayor fuerza. El tenía fe en Jesús y sentía q u e podía
izquierda, Jesús les da u n a instrucción sobre el "servicio", sanarlo.
t e r m i n a n d o con una frase p r e ñ a d a de sentido: "ElHijo del
49
hombre no ha venido a ser servido, sino a sen/ir y a dar su vida Jesús se detuvo y dijo: "Llamadle". Llaman al ciego,
como rescate por muchos " (Me 10,45). diciéndole: "¡Animo, levántate! Te llama". 5(> Y él, arrojan-

110 111
do su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. 51 Jesús, Con este milagro — q u e es u n paso de la ceguera a la
dirigiéndose a él, le dijo: "¿Qué quieres que te haga?" El visión, y de las tinieblas a la luz— colocado después del
ciego le dijo: "Rabbuní, ¡que vea!'"52 Jesús le dijo: "Vete, tu tercer a n u n c i o de la pasión-resurrección de Jesús, y de la
fe te ha salvado ". Y al instante, recobró la vista y le seguía afirmación categórica sobre el servicio de "dar su vida en
por el camino. redención de muchos", y antes d e e m p r e n d e r su subida
definitiva a Jerusalén, el evangelista quiere enfatizar la
Jesús se detiene, m a n d a llamar al ciego. En m e d i o de necesidad absoluta y a p r e m i a n t e de abrir los ojos y con-
aquella apoteosis, Jesús tiene tiempo p a r a Bartimeo, u n templar con mirada d e fe cuanto va a acontecer c o n Jesús
p o b r e ciego. Sí, él h a venido para los enfermos y los en los próximos días: será la culminación de su misión
pecadores. redentora.

Bartimeo avienta su m a n t o y, s u p e r a n d o los obstácu- El milagro del ciego de Jericó es como u n evangelio
los d e su ceguera, salta y se llega ajesús. Este bien conocía en miniatura, pues c o m p r e n d e : fe, proclamación, en-
la ceguera d e aquel h o m b r e , p e r o quiere escuchar d e sus cuentro personal con Jesús, súplica, liberación y segui-
propios labios la necesidad más apremiante y el deseo más miento de Jesús. Es también m o d e l o acabado del a n h e l o
u r g e n t e de su vida. de salvación q u e bulle en el corazón del h o m b r e sumido
en el sufrimiento, en la enfermedad y en la pobreza.
— "¿ O?'* quieres que te haga ? "
— "Rabbuní ¡queyo vea!" El ciego Bartimeo, p o r su parte, u n a vez iluminado,
— "¡Vete, tufe te ha salvado!". se transforma en discípulo q u e sigue a j e s ú s , — c o m o u n
discípulo a su maestro—, en su subida a Jerusalén y en su
"Rabbuní" = "Maestro mío", es u n título más solemne camino a la cruz, q u e es instrumento d e liberación total.
q u e el simple "Rabbí" y e m p l e a d o con frecuencia para
dirigirse a Dios (Jn 20,16). "¡Que yo vea!". Lo q u e aquel El relato acusa u n origen judío-cristiano, y posee
h o m b r e más ambiciona es la luz d e sus ojos. Y Jesús le fuerte colorido bautismal: el paso de la oscuridad a la luz,
c o n c e d e al instante la vista. y el tránsito de la inactividad al seguimiento activo en pos
de Jesús.
Mateo dice q u e "Jesús, movido a compasión, tocóstis ojos,
y al instante recobró la vista ". Marcos agrega: "Y le seguía por En u n a lectura hermenéutica, actualizante, pode-
el camino". La fe n o sólo lo h a salvado-sanado, sino q u e lo mos ver en el ciego la situación de todo marginado, a
quien la sociedad quiere tener callado, p e r o cuya esperan-
impulsa a seguir a j e s ú s , convirtiéndolo en su discípulo.
za lo lanza a seguir suplicando. Jesús actúa contra la
¡Cuántas veces u n a sanación n o es sino el llamamiento
actitud d e los circunstantes y otorga gratuitamente al
para u n a conversión, u n cambio de vida, y u n seguimiento
ciego la vista que tanto deseaba, liberándolo de las tinie-
en pos de Jesús. La vida le h a cambiado!
blas en q u e vivía.
Lucas subraya q u e el ciego "le seguía glorificando a
Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó aDios". Lucas n o se cansa ACTUALIZACIÓN
d e inculcar en sus lectores el deber, la necesidad y la
alegría de dar gloria a Dios p o r sus obras d e misericordia Jesiís de Nazaret, Hijo d e David!
y compasión. Aquí estoy p o b r e y ciego,

112 113
sentado a la vera del camino d e mi vida. — De d ó n d e le viene a j e s ú s autoridad p a r a h a c e r lo
N a d a p u e d o hacer; mi ceguera absoluta m e lo impide. q u e hace: triunfo mesiánico, expulsión de los traficantes
Detente, Jesús, ante mi miseria, q u e quiero ver. del área del T e m p l o , curación de enfermos en ese lugar
C o m p a d é c e t e d e mí. Dame la luz, Maestro mío. (Me 11,1-19.27.33; Mt 21,14).
Llénate d e misericordia y toca mis ojos.
Gracias, Jesús, p o r lo que me has d a d o . — Denuncia clara, p e r o puesta en parábola, del
Quiero seguirte y ser discípulo tuyo. crimen q u e planean las autoridades del pueblo (12,1-12).
Yo te alabo y te b e n d i g o .
Amén. — Con el p u e b l o j u d í o o con los Romanos, ¡decíde-
te!: El tributo debido al César (12,13-17).

— Intento de irrisión contra Jesús, a propósito de la


resurrección de los muertos (12,18-27).
18. La higuera estéril
— En definitiva, ¿qué piensas? Para ti ¿cuál es el
(Me 11,12-14.20-25; m a n d a m i e n t o principal d e la Ley (12,28-34)?
Mt 21,18-22). — YJesús cierra las controversias con u n a pregunta,
a la q u e n o p u e d e n contestar: ¿Quién es mayor: David o
el Mesías (12,35-37)?
/. La higuera estéril en su contexto literario.
Mientras q u e la gente le oía con agrado y se maravi-
llaba de él, las autoridades, calladas y vencidas p o r Jesús,
La sección del ministerio de Jesús en Jerusalén está
trataban d e d e t e n e r l o , p e r o n o lo hicieron p o r miedo a la
d o m i n a d a p o r la oposición tenaz, d u r a y sistemática de los
gente (12,12.27.34).
jefes religiosos d e l J u d a i s m o contra Jesús (Me 11-13). Tras
las autoridades de la nación, Jesús ve, a la m a n e r a d e los En medio d e este contexto e n c o n t r a m o s el último
antiguos profetas, a t o d o el Pueblo elegido c o m o u n a milagro de Jesús en el evangelio d e san Marcos:
u n i d a d . Esta visión no es fácil de c o m p r e n d e r y p e r m i t e
distinciones.
2. La higuera estéril se secó de raíz.
Por u n a parte, el p u e b l o sencillo le tributa a Jesús
h o n o r y reconocimiento en la e n t r a d a mesiánica en Jeru-
I a Nota de crítica literaria.
salén (11,1-11). Pero p o r otra, las autoridades supremas
del pueblo, el gran Sanedrín: sacerdotes, escribas y ancia- Los evangelios sinópticos n o m a r c h a n p o r u n cami-
nos, a los q u e se suman los herodianos, se o p o n e n abier- n o único al p r e s e n t a r los acontecimientos d e estos últimos
tamente a Jesús y tratan con insistencia de s o r p r e n d e r l o días. Esto se explica p o r el trabajo d e redacción sobre las
en algo a fin d e poderlo c o n d e n a r (11,27; 12,13). tradiciones evangélicas.
Los temas tratados en las controversias son de prime- — Mateo y Lucas colocan en el mismo día la entrada
ra imporancia: mesiánica d e Jesús en Jerusalén y la expulsión de los

114 115
p r e n d i d a como "gesto simbólico" o "signo" o "parábola en
m e r c a d e r e s del T e m p l o . Marcos coloca esos aconteci-
acción", a la m a n e r a d e los gestos simbólicos de los profe-
mientos en diferente día.
tas (cfjr 18,1-12).
— Mateo cuenta el episodio de la higuera maldita
En esta perspectiva, al maldecir la higuera q u e n o ha
q u e se secó, c o m o sucedido de inmediato, en el mismo d a d o frutos, Jesús n o quiere ocuparse del árbol c o m o tal,
día y en el mismo m o m e n t o . Marcos coloca la maldición sino c o m o símbolo o figura de Jerusalén, estéril y castiga-
en la m a ñ a n a d e u n día, y sólo hasta el día siguiente da. En la Escritura, tanto la higuera c o m o la viña son
perciben q u e la higuera se h a secado. frecuentemente símbolos de Israel (Jr 5,17; 8,13; Am 4,9;
Os 2,14; H a 3,17; Jl 1,7.12).
— C o m o en Lucas no aparece el pasaje de la higuera,
p r o b a b l e m e n t e esta historia es u n elemento a ñ a d i d o pos- Más aún, colocado este episodio e n t r e dos visitas de
teriormente a u n a redacción más antigua, utilizada p o r jesús al T e m p l o , la h i g u e r a estéril p o d r í a referirse más
Lucas. c o n c r e t a m e n t e al T e m p l o de Jerusalén, en el q u e Jesús
Mesías n o h a e n c o n t r a d o fruto. "Las hojas brillantes d e la
— El episodio de la higuera es u n a "acción-símbolo", higuera son tal vez el símbolo d e las bellas construcciones
a la m a n e r a d e ciertas acciones d e los profetas del AT, del T e m p l o , c o n d e n a d a s p o r su esterilidad religiosa"
portadora de u n fuerte mensaje (Me 11,12-14.20-21). (TOB) (cfjr 8,13; Os 9,16-17; Mi 7,1;J1 1,7).
— Finalmente, p o r atracción de ideas, el evangelista Este prodigio es u n a p r u e b a del p o d e r de Jesús. "Por
ha colocado a continuación tres palabras de Jesús sobre u n a vez, h a querido hacer u n milagro q u e n o fuera direc-
la fe, la oración y el p e r d ó n (Me 11,22-25). t a m e n t e d e beneficencia, sino q u e p u d i e r a servir d e lec-
ción útil a sus discípulos" (Lagrange).
2fi Maldición de la higuera (11,12-14.20-21).
12 La aplicación y actualización de esta lección, rica en
Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre. posibilidades, p e r m a n e c e siempre abierta a otras situacio-
1J
Y, viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si-
nes, ya sean colectivas o personales. Así, algunos autores
encontraba algo en, ella; acercándose a ella, no encontró más
piensan que la higuera estéril y maldita es símbolo d e la
que hojas. Es que no era tiempo de higos.14 Entonces le dijo:
Ley, q u e h a d a d o ya sus frutos y d e b e terminar; o del Israel
"¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!" Y sus discípu-
infiel (cf Le 13,6-9); o de la multitud que ha a b a n d o n a d o
los oían esto.
a Jesús; o del fin del imperio r o m a n o (D. Ellul); o d e la
20
Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba c o m u n i d a d cristiana a la q u e Marcos dirige su evangelio
seca, hasta, la raíz. 21 Pedro, recordándolo, le dice: "Rabbí, (E. L a V e r d i e r e ) .
¡mira!, la higuera que maldijiste está seca ".
3 a Cateqtiesis sobre la fe, la oración y el p e r d ó n (Me
La maldición d e la higuera, h e c h o insólito y e x t r a ñ o , 11,20-25).
t o m a d o sólo en su materialidad, provoca i n m e d i a t a m e n t e
esta pregunta: ¿Por q u é maldecir a u n árbol c u a n d o a) El podei" d e la fe.
n a t u r a l m e n t e "no era tiempo de. higos'"? Esta reacción es 22
Jesús les respondió: "Tened fe en Dios. 23 Yo os aseguro
lógica en el plano natural; p e r o Jesús, s u p e r a n d o este
que quien diga a este monte: 'Quítatey arrójate al mar'y
nivel, ejecuta u n a acción dramática q u e d e b e ser com-

117
116
no vacile en, su corazón sino que crea que va a suceder lo
ACTUALIZACIÓN
que dice, lo obtendrá.

La virtud d e la fe tiene como t é r m i n o a Dios mismo. Señor Jesús:


La fe consiste en entregarse a él y confiar p l e n a m e n t e en T ú me has d a d o la vida y m e has llenado de gracias.
su palabra. Por otra parte, aquí se trata d e la fe-carisma. Ya tienes h a m b r e de mis frutos b u e n o s .
Más tarde san Pablo aclarará que p o r encima de la fe Señor, ¡te h e sido infiel! Y n a d a tengo q u e ofrecerte.
carismática, q u e obra prodigios, está el amor-caridad Pero, ¡compadécete y ten misericordia d e mí!
(IGo 13,2). Cf Le 17,5-6. No vayas a p r o n u n c i a r sobre mí
u n a palabra d e esterilidad.
Este logion o palabra d e j e s ú s es u n testimonio d e su A u m e n t a mi fe y fortalece mi plegaría.
propia experiencia. La intención fundamental d e esa P e r d o n a mis infidelidades,
palabra es u n a invitación a u n a fe incondicional y a u n y d a m e la fecundidad necesaria para p r o d u c i r
c o m p r o m i s o total con la obra d e Dios q u e quiere u n a fin tos de vida eterna.
renovación escatológica. Amén.
b) Eficacia d e la oración.
24 »por eso os digo: ¿0({0 cuanto pidáis en la oración, creed
que ya lo habéis recibido y lo obtendréis".

El p o d e r que se predicaba de la fe se traslada a q u í a


La acción simbólica de la higuera maldita es el último
la fuerza que tiene la oración, c u a n d o va a c o m p a ñ a d a de
milagro de Jesús o "manifestación de su poder", q u e
la fe (cí'Mt 18,19).
Marcos h a consignado en su evangelio.
c) Necesidad de otorgar el p e r d ó n , antes d e orar.
En seguida viene el Discurso escatológico (13,1-37),
25
"Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si que tiene c o m o tema la ruina del T e m p l o y la gran
tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, tribulación d e Jerusalén. Es la descripción, en estilo apo-
que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas. 26 Mas si calíptico, de la crisis mesiánica q u e se avecina, y de la
vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en salvación q u e se concederá a los elegidos (v.20).
los cielos perdonará vuestras ofensas ".
De h e c h o , con la ruina de Jerusalén y, sobre todo,
Esta palabra de Jesús sobre el p e r d ó n que d e b e m o s con la destrucción d e su T e m p l o (y con ello el término de
otorgar a quien nos haya ofendido revela u n secreto de todo culto de inmolación de víctimas), c o m e n z ó para el
p r i m e r a importancia para q u e nuestra oración sea acepta p u e b l o j u d í o u n a fase nueva de su milenaria historia, en
ante Dios y goce de eficacia. la q u e se e n c u e n t r a hasta el día de hoy.

El v.26 r e p r o d u c e el dicho de Mt 6,15. H e a q u í Después del Discurso escatológico, Marcos narra la


algunos textos q u e completan el tema sobre la oración: realización de la Pascua de Jesús a través de su pasión,
Mt 7,7; 17,20; 18,19-20; 21,21-22; Me 11,24; Le 11,9-13; m u e r t e y resurrección (Me 14-16). Es el cumplimiento de
18,l;Jn 14,13; 15,7; 16,23; Sant 1,5-6; l j n 3,22; 5,14-15. los tres anuncios que Jesús había h e c h o d u r a n t e su vida
(Me 8,31; 9,30-32; 10,32-34).

118
119
II

Los milagros
de Jesús en
san Mateo
y san Lucas

Introducción

1. Evangelio de san Mateo.

El evangelista Mateo ha guardado en su evangelio


diecinueve milagros concretos.
I 9 Compartí: con los otros tres autores la primera
multiplicación de los panes (Mt 14,13-21 y paralelos).
2° En diez casos coincide con la triple tradición
sinóptica:
1) La suegra de Simón-Pedro (Mt 8,14-15;
Me 1,29-31; Le 4,38-39).
2) Curación de un leproso (Mt 8,1-4; Me 1,40-45;
1x5,12-16).
3) Un paralítico y el perdón de los pecados

121
2Q Diez milagros se e n c u e n t r a n en la triple tradición:
(Mt 9,1-8; Me 2,1-12; Le 5,17-26). Mt-Mc-Lc.
4) El h o m b r e de la m a n o paralizada (Mt 12,9-14;
Me 3,1-6; Le 6,6-11). 1) La suegra de Simón-Pedro (Le 4,38-39;
5) La tempestad calmada (Mt 8,23-27; Me 4,35-41; Mt 8,14-15; Me 1,29-31)
Le 8,22-25). 2) Curación d e u n leproso (Le 5,12-16; Mt 8,1-4;
6) El e n d e m o n i a d o de Gerasa (Mt 8,28-34; Me 1,40-45)
Me 5,1-20; Le 8,26-39). 3) Un paralítico y el p e r d ó n de los pecados
7) La h e m o r r o í s a (Mt 9,20-22; Me 5,25-34; (Le 5,17-26; Mt 9,1-8; Me 2,1-12 ).
Le 8,43-48). 4) El h o m b r e d e la m a n o paralizada (Le 6,6-11;
8) La hija d e Jairo vuelta a la vida (Mt 9,18-19. Mt 12,9-14; Me 3,1-6).
23-26; Me 5,21-24.35-43; Le 8,40-42.49-54). 5) La tempestad calmada (Le 8,22-25; Mt 8,23-27;
9) El e n d e m o n i a d o epiléptico (Mt 17,14-20; Me 4,35-41).
Me 9,14-29; Le 9,37-43). 6) El e n d e m o n i a d o d e Gerasa (Le 8,26-39;
10) El ciego de Jericó (Mt 20,29-34; Me 10,46-52; Mt 8,28-34; Me 5,1-20).
Le 18,35-43). 7) La hemorroísa (Le 8,43-48; Mt 9,20-22;
Me 5,25-34).
3 Q Presenta, con Marcos y Juan, a Jesús c a m i n a n d o 8) La hija de Jairo vuelta a la vida (Le 8,40-42.
sobre las aguas (Mt 14,22-23; Me 6,45-52;Jn 6,16-21). Con 49-54; Mt 9,18-19.23-26; Me 5,21-24.35.43).
Marcos nos entrega tres milagros: La hija de u n a mujer 9) El e n d e m o n i a d o epiléptico (Le 9,37-43;
c a n a n e a (Mt 15,21-28; Me 7,24-30); la segunda multiplica- Mt 17,14-20; Me 9,14-29).
ción de los panes (Mt 15,32-39; Me 8,1-10); y la higuera 10) El ciego d e Jericó ( Le 18,35-43; Mt 20,29-34;
estéril y maldita (Mt 21,20-22; Me 11,12-14.20-25). Me 10,46-52).

4Q Coincide con Lucas en presentar dos milagros: el 3 e Con Mateo conserva el r e c u e r d o de dos curacio-
criado del centurión de Cafarnaúm (Mt 8,5-13; Le 7,1-10) nes: la del criado del centurión (Le 7,1-10; Mt 8,5-13); y la
y el e n d e m o n i a d o ciego y m u d o (Mt 12,22; Le 11,14). del poseso m u d o (Le 11,14; Mt 12,22-24); y con Marcos la
sanación del e n d e m o n i a d o en la sinagoga d e Cafarnaúm
5Q Finalmente nos ofrece dos milagros propios: la (Le 4,31-37; Me 1,21-28).
curación de dos ciegos (Mt 9,27-31) y la de u n e n d e m o -
niado m u d o (Mt 9,32-34). 4 9 Finalmente, nos entrega tina serie d e seis milagros
q u e n o aparecen en los otros evangelios.

2. Evangelio de san Lucas.

El evangelio de san Lucas n a r r a veinte milagros cir-


cunstanciados.

I 9 Entre ellos, c o m p a r t e la multiplicación de los


panes con los otros tres evangelistas (Le 9,10-17 y parale-
los).

122 123
Nazaret (Jn 2,12). En el acontecimiento intervienen estos
I. MILAGROS personajes: Jesús, el centurión, u n g r u p o de ancianos y el
enfermo.
EN MATEO-LUCAS.
Según la organización del Imperio r o m a n o , el "cen-
turión" era u n militar q u e tenía a cargo cien soldados (una
centuria). Sobre el centurión estaba el "tribuno", encar-
1. El criado del centurión g a d o de u n a cohorte, formada p o r seis centurias, equiva-
de Cafarnaúm lentes a seiscientos soldados. Finalmente, diez cohortes
constituían u n a "legión", que contaba con seis mil hom-
(Mt 8,5-13; Le 7,1-10). bres.

Mateo presenta al criado "paralítico y con terribles


sufrimientos". Lucas, según su costumbre, insiste en la
T a n t o en Mateo como en Lucas, la curación del
criado del centurión viene después del Discurso evangéli- gravedad en q u e se e n c o n t r a b a el enfermo: "estaba mal y
co (Mt 5-7; Le 6,20-49). La sanación del criado es el a p u n t o de morir".
s e g u n d o en la serie d e diez milagros que Mateo coloca en
El centurión, n o sintiéndose digno d e presentarse
la sección narrativa dedicada a la predicación del Reino
p e r s o n a l m e n t e a Jesús, envía u n a embajada formada p o r
d e los Cielos (Mt 8-10). En esta forma, a la predicación
con palabras sigue u n a predicación en obras d e p o d e r , notables de la ciudad. Estos apoyan la petición del centu-
u n a "evangelización en acción". rión, pues a u n q u e se trata de u n pagano, sin e m b a r g o es
b i e n h e c h o r de la comunidad, pues les ha construido la
La narración de Mateo es concisa y solemne, y termi- sinagoga; es, sin duda, a la m a n e r a de Cornelio, simpati-
na con u n a palabra importante sobre el llamamiento de zante del judaismo (Hch 10).
los paganos al gran festín mesiánico. El relato de Lucas es
6
más circunstanciado. Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió
el centurión a unos amigos a decirle: "Señor, no le molestes,
H e aquí el relato de Lucas: porque no soy digno de que entres bajo mi techo, 7 por eso ni
7,7 siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mán-
Cuando hubo acabad/) de dirigir todtis estas palabras al
dalo con una palabra y mi criado quedará sanado. 8 Porque
pueblo, entró en Cafarnaúm. 2 Se encontraba mal y a punto
también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis
de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste.
? órdenes, y digo a éste: 'Anda', y va;y a otro: 'Ven', y viene;
Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde él unos
ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara y a mi siervo: 'Haz esto', y lo hace".
a su siervo. 4 Estos, llegando donde Jes-ús, le suplicaban
El centurión había oído lo q u e Jesús hacía, y la
insistentemente diciendo: "Merece que se lo concedas, 5 por-
fe había nacido en su corazón. Su fe era tal que no sen-
que ama a. nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la
sinagoga ". tía necesaria la presencia física d e Jesús ante su siervo.
Bastaba con que lo ordenara con su palabra poderosa, así
El h e c h o sucede en Cafarnaúm, la ciudad q u e Jesús fuera a distancia: "¡Dilo con una palabra, y mi criado quedará
había escogido como su residencia, después d e dejar sano!".

124 125
El centurión era u n jefe subalterno. Pues bien, si a Para ello, Mateo utiliza las imágenes clásicas tradicio-
pesar d e ser subalterno, tenía autoridad y era o b e d e c i d o nales: la del b a n q u e t e para hablar d e la felicidad celestial
p o r sus subditos: ¡cuánto más la enfermedad obedecerá a (Is 25,6; 55,1-2); y la d e las tinieblas exteriores con llanto
jesús, que goza d e u n p o d e r propio y absoluto, y dejará y r e c h i n a r de dientes para describir la ira y el d e s p e c h o d e
libre al enfermo! El centurión reconoce h u m i l d e m e n t e los impíos hacia los justos y en definitiva el castigo eterno
en Jesús u n señorío muy superior al suyo. Además, tal vez (cf Sal 35,16; 37,12;"Mt 13,42-50; 22,13; 24,51; 25,30).
el centurión quería evitarle a Jesús u n conflicto, pues
El Reino de los Cielos, q u e estaba destinado a los
estaba p r o h i b i d o e n t r a r en casa de u n p a g a n o (cf H c h
judíos, h e r e d e r o s naturales d e las promesas, llamados "los
11,2-3).
hijos del reino", (Dt 1,31; Is 63,16), a h o r a pasará como
9
Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose dijo herencia a los paganos. El b a n q u e t e mesiánico es el festín
a la muchedumbre que le seguía: "Os digo que ni en Israel de la nueva Alianza ofrecida ahora a todo el m u n d o (Ex
he encontrado una fe tan grande". 24,9-11; H b 12,22-24). El adjetivo "muchos" equivale en
h e b r e o a "incontables", a "milesy miles"; inclusive a "todos".
Mateo escribe más enfáticamente: "En verdad os digo:
en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande". La fe San Pablo más tarde dirá q u e el rechazo de Israel
del centurión p a g a n o provoca la admiración d e Jesús. entra en el plan d e salvación de Dios y q u e n o es definitivo:
Israel, el pueblo elegido p o r Dios, p o r su larga experiencia "No quiero que ignoréis, hermanos, este misterio: el endurecimien-
histórica, debería ser ejemplo d e fe en el p o d e r de Dios to parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la
presente en Jesús. Sin embargo, n o fue así. T a m b i é n a totalidad de los gentiles, y así, todo Israel será salvo" (Rm
aquella pagana cananea, q u e h u m i l d e m e n t e le suplicaba ll,25-26a).
la sanación d e su hija, Jesús le dijo: "¡Mujer: grande es tufe;
Mateo termina su relato h a c i e n d o énfasis en la fe del
hágasete como deseas!" (Mt 15,28). centurión: "Y dijoJesús al centurión: 'Anda; que te suceda como
Y c o m o climax del relato y a b r i e n d o las perspectivas has creído'. Y en aquella hora sanó el criado". Lucas comenta
d e la salvación a todos los pueblos, Mateo agrega: más simplemente: "Cuando volvieron a la casa, hallaron al
siervo sano ".
11
Y os digo que vendrán muchos de oriente, y occidente y se
pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino ACTUALIZACIÓN
de los Cielos, 12 mientras que los hijos del Reino serán
echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el Señor Jesús:
rechinar de dientes ".
Mira a nuestros enfermos que tanto sufren,
Se trata de dos afirmaciones capitales: p r i m e r o , u n a o están en peligro de muerte.
palabra venturosa sobre la vocación d e los gentiles a Ven a visitarlos; o, si prefieres,
participar del b a n q u e t e mesiánico, a n u n c i a d o en las Es- p r o n u n c i a sólo u n a palabra y sanaran.
crituras (Gn 12,3; Is 2,2-3; Sal 47,10; 107,2-3; cf Rm Conforta, Jesús, nuestra fe;
11,11.15); y, segundo, u n a palabra terrible sobre el recha- e invítanos a participar
en el b a n q u e t e
zo de Israel infiel, p r e l u d i a n d o tesis fundamentales qxie
del Reino de los Cielos.
tocará al final de su evangelio (Mt 21,28-32; 22,1-10; 23,13-
Amén.
39; 26,28; 28,19-20).

126 127
frecuencia en el Evangelio, y viene del Salmo 89,4-5.21-22
2. El endemoniado ciego (cf Mt 9,27; 15,22; 20,30-31; 21,9.15).
y mudo (Mt 12,22-28; Por el contrario, los fariseos decían: Es en virtud d e
Le 11,14-20). Beelzebul, príncipe d e los demonios, c o m o éste expulsa
los d e m o n i o s . '''Beelzebul"'es el n o m b r e d e u n dios c a n a n e o ,
cuyo significado es "Baal el príncipe"; de allí el derivado
"Príncipe de los demonios". En algunas versiones se lee
Este milagro, relatado en forma sencilla y rápida, "Beelzebub", c o m o se e n c u e n t r a en 2R 1,2. M e d i a n t e u n
brinda a Jesús la o p o r t u n i d a d para e x p o n e r la razón cambio de consonantes y con u n j u e g o burlesco de pala-
última y definitiva de su actividad liberadora, en virtud de bras, de Zebul se pasó a Zebub (que significa "mosca"), de
la cual rescata al h o m b r e del p o d e r y del imperio del d o n d e se deriva el título despectivo "Baal de las moscas".
demonio.
Hay, pues, u n a irreductible contraposición en las
Lo que está en juego es u n a lucha implacable y u n apreciaciones: o bien Jesús obra en virtud d e u n a fuerza
duelo a muerte. Jesús ha venido a establecer en el m u n d o superior, venida d e Dios; o bien es instrumento de Sata-
"elReino de Dios". Pues bien, como consecuencia lógica, el nás. El problema se había t o r n a d o v e r d a d e r a m e n t e serio.
reinado de Satanás será desplazado.
25
El, conociendo sus pensamientos, les dijo: "Todo rano
Los personajes q u e entran en escena son: Jesús, el dividido contra sí mismo queda asolado, y toda ciudad o
ciego-mudo, la gente del pueblo y u n g r u p o de fariseos. casa dividida contra sí misma no podrá subsistir. 26 Si
Satanás expulsa a Satanes, contra sí mismo está dividido:
12,22 Entonces le fue presentado un endemoniado ciego y
¿cómo, pues, va a subsistir su reino? 27 Y si yo expulso los
mudo. Y le curó, de suerte que el mudo hablaba y veía. 2J Y
demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros
toda la gente atónita decía: "¿No será éste el Hijo de
hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. 2 * Pero si por el
David?" 24 Pero los fariseos, al oírlo, dijeron: "Este no
Espíritu de Dios exfndsoyo los demonios, es que ha llegado
expulsa los demonios más que por Beelzebul, príncipe de los
a vosotros el Reino de Dios.
demonios ".
Jesús penetra los pensamientos y el corazón de sus
U n caso más en que la enfermedad, ceguera y mutis-
adversarios. Allí hay un milagro de o r d e n intelectual.
mo, es presentada n o simplemente c o m o u n padecimien-
to físico, sino c o m o efecto de u n a influencia maléfica del Viene luego u n a cerrada argumentación de tres breves
d e m o n i o . Lucas emplea la frase: "un demonio que era mudo". argumentos, con los q u e j e s ú s esclarece y define su propia
Los evangelistas c u e n t a n sencillamente que jesús curó al actividad liberadora.
poseso-enfermo, y r e c u p e r ó su habla y su vista.
1Q Un a r g u m e n t o de principio.
P e r o dos reacciones contrapuestas se p r o d u j e r o n en
Un reino, u n a ciudad o u n a casa (edificio, clan o
el auditorio. La gente sencilla, los pobres d e espíritu,
familia) que sufre divisiones internas, necesariamente
llenos d e estupor ante lo insólito del caso y p e r c i b i e n d o
perecerá. Pues bien, si Satanás luchara contra sí mismo,
algo de s o b r e h u m a n o , se p r e g u n t a n : "¿No será éste el Hijo
estaría ya p e r d i d o . Por tanto, c u a n d o Jesús expulsa a
d e David, es decir, el Mesías esperado?" "El Hijo de David"
Satanás n o p u e d e ser en virtud del mismo Satanás.
era u n título p o p u l a r d a d o al Mesías, q u e a p a r e c e con

129
128
2 S U n a r g u m e n t o "ad h o m i n e m " . f e n ó m e n o , éstos se ven obligados a confesar a n t e Faraón:
"¡El dedo deDios está aquí!" En el caso d e Jesús, él echa fuera
Los discípulos d e los fariseos practicaban exorcismos los d e m o n i o s "por el dedo deDios", esto es, gracias al p o d e r
sobre los enfermos. Pues bien, ¡que digan ellos en virtud divino q u e le lia sido comunicado. Jesils es el nuevo
d e quién arrojan fuera los d e m o n i o s : o en n o m b r e d e Moisés, a n u n c i a d o en Dt 18,15.18.
Dios, o en virtud de Beelzebul! Verán q u e sus mismos
seguidores están de parte d e Jesús. Algunos autores piensan que la expresión "el d e d o
d e Dios" p u e d e ser u n a alusión a Dt 9,10, d o n d e el hagió-
3 e El a r g u m e n t o decisivo "ex contrario". grafo escribe: "Yahveh me dio las dos tablas de piedra escritas
por el dedo de Dios, en las que estaban todas las palabras que
Aquí está la razón y la explicación última de la
Yahveh os había dicho de en, medio del fuego, en la montaña, el
actividad carismática-liberadora de Jesús: "Si por el Espíritu
día de la asamblea". En este caso Jesús sería p r e s e n t a d o
de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a nosotros el
c o m o u n nuevo Moisés Legislador.
Reino de Dios". Sí, Jesús arroja los demonios; y esa actividad
la ejerce con vina fuerza s u p r e m a y u n s u m o p o d e r . Esa El texto d e Mateo es más rico. Jesús h a recibido la
Fuerza y ese P o d e r es el Espíritu de Dios, presente y plenitud del Espíritu de Dios (Mt 3,16). Pues bien, es en
actuante en él. Además y en consecuencia: al echar fuera virtud de esa Fuerza divina como él expulsa los d e m o n i o s .
los d e m o n i o s , Jesús está destruyendo el reinado d e Sata- El Espíritu d e Dios arroja fuera los espíritus del mal. Y si
nás e i m p l a n t a n d o el Reino d e Dios. El Reino d e Dios, q u e Jesús expulsa a los demonios p o r la fuerza del Espíritu d e
era presentado próximo en Mt 4,17, es aquí a h o r a u n a Dios, eso es signo d e q u e el reino d e Satanás está t o c a n d o
realidad ya presente. a su fin. El reinado d e Satanás, Principe d e este m u n d o ,
sera desplazado p o r el reinado de Dios (Le 10,18s; J n
Ese reinado divino q u e Jesús está estableciendo en 12,31s).
el m u n d o es u n reinado único, p e r o en el q u e e n t r a n Dios,
Jesús y el Espíritu Santo. Es el r e i n a d o de Dios-Padre, El p u n t o central del pasaje es, pues, la revelación d e
establecido por Jesús-Mesías, en el p o d e r del Espíritu la venida del reino de Dios, q u e h a h e c h o irrupción en la
Santo. persona d e Jesús y en su misión, y la consiguiente d e r r o t a
del imperio d e Satanás.
Lucas presenta u n a variante al final de este pasaje:
"Pero si por el dedo de. Dios expulso yo los demonios, es que hn
llegado a vosotros el Reino de Dios " (Le 11,20). ACTUALIZACIÓN

T a n t o en Mateo c o m o en Lucas, la idea es la misma. Jesús, Hijo d e David:


Las dos expresiones "el Dedo de Dios" y "el Espíritu de Dios" Libéranos de las asechanzas
designan el P o d e r d e Dios. Estos pasajes inspiraron la u opresiones del E n e m i g o .
apelación del Espíritu Santo en el h i m n o "Veni Creator" Ábrenos los ojos y suelta nuestra lengua.
c o m o "ElDedo de la diestra del Padre". Establece en nosotros el R e i n o de los Cielos
en el p o d e r del Espíritu Santo,
El texto d e Lucas es u n eco d e É x o d o 8,15. A n t e la con q u e has sido u n g i d o .
evidencia de la plaga de mosquitos enviada p o r Yahveh y Amén.
la propia impotencia de los magos p a r a r e p r o d u c i r el

130 131
II. MILAGROS PROPIOS aclamación y el mismo gesto sanador: Jesús toca sus ojos.
La virtud curativa brota de la palabra eficaz d e Jesús, u n i d a
DE SAN MATEO. a su contacto físico corporal.

Otros detalles distinguen los dos casos: en éste, Jesús


se halla en su p r i m e r ministerio en Galilea, u r g e el "secre-
3. Curación de dos ciegos to mesiánico", y exige la fe; en aquél, Jesús sale d e Jericó,
está a p u n t o de subir a Jerusalén para la gran Semana, y
(Mt 9,27-31). sana a los ciegos c o m o signo d e q u e los tiempos mesiáni-
cos se h a n cumplido (cf Is 29,18; 35,5). Cada milagro tiene
en el evangelio su significado p r o p i o .
Entre el S e r m ó n d e la m o n t a ñ a y el Discurso a los
Apóstoles, san Mateo ha colocado u n a serie de diez mila- Los ciegos siguieron a Jesús. Este detalle, t e n i e n d o
gros de Jesús, que forman u n abanico d e situaciones muy en c u e n t a la ceguera d e aquellos h o m b r e s , es importante.
variadas: un leproso, u n a sanación a distancia, u n a mujer Manifiesta el interés de los ciegos, p e r o sobre t o d o su fe y
con simple fiebre, u n a tempestad calmada, los e n d e m o - la esperanza de ser sanados. Se diría q u e van en segui-
miento de Jesxís Maestro, como discípulos suyos.
niados paganos, u n paralítico, la mujer hemorroísa, la
resurrección d e u n a niña, dos ciegos y u n e n d e m o n i a d o
Y "gritaban". El grito, i m p l o r a n d o piedad y misericor-
m u d o (Mt 8-9). Esta gama tan rica d e prodigios es u n a
dia, es la expresión sensible de quien percibe la trascen-
"evangelizarían con obras", al servicio d e la proclamación
dencia de u n m o m e n t o tal vez único en la vida. ¡Sus ojos
del Reino de los Cielos, hecha p o r Jesús (Mt 5-7) y q u e
están en tinieblas! P r o b a b l e m e n t e ha llegado la h o r a para
después continuarán sus discípulos (Mt 10).
salir de su triste situación.
A este conjunto pertenece la sanación d e dos ciegos. "¡Hijo de David!" Es u n título p o p u l a r d a d o al Me-
En el cuadro de Mateo todo desaparece. Sólo se e n c u e n t r a sías, que parte de textos mesiánicos del AT (2S 7,1-14;
Jesús; y ante él, los dos enfermos. Am 9,11; Os 3,5; Is 11,1; J r 33,17.21-22; Ez 34,23-25; Za
9,27 12,8-10).
Cuando Jesús se ilm de allí, al pasar le siguieron dos
ciegos gritando: "¡Ten compasión de nosotros, Hijo de
Con frecuencia el NT, desde los Evangelios hasta el
David!" 2S Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y
Apocalipsis, da a Jesús este título, q u e él admite sólo
Jesús les dice: "¿Creéis que puedo hacer eso?" Dícenle: "Sí,
discretamente, dada la carga h u m a n a y nacionalista q u e
Señar". 29 Entonces les tocó los ojos diciendo: "¡llágase en
encerraba (Mt 15,22; 20,30-31; 21,9.15; Le 1,32; Hch 2,29-
vosotros segiín vuestra je!" 30 Y se abrieron sus ojos. Jesús
34; 13,22-23; Rm 1,3; Ap 22,16). A este t í t u l o j e s ú s prefiere
les ordenó severamente: "¡Mirad que nadie lo sepa! " 31 Peto
más bien el misterioso apelativo: "el Hijo del hombre" (Mt
ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda
8,20).
aquella comarca.
El diálogo, que ya en la intimidad de la casa se teje
Este milagro tiene u n paralelo muy semejante en Mt
entre Jesús y los dos ciegos, es el corazón de la escena. La
20,29-34, en d o n d e hay también dos ciegos, la misma
clave es doble: En Jesús, su poder; en los ciegos, la fe.

132 133
— "¿ Creéis que puedo hacer eso ? "
— "Sí, Señor.
m . MILAGROS PROPIOS
— "¡Hágase en vosotros según vuestra fe!" DE SAN LUCAS.
Y Jesús tocó los ojos d e aquellos ciegos, y "sus ojos se
abrieron".

Jesús les u r g e g u a r d a r el secreto mesiánico, p e r o 5. La pesca milagrosa


ellos p r e g o n a n p o r toda aquella tierra el beneficio que
h a n recibido. La nueva evangelización, evangelización d e
(Le 5,1-11).
hoy y para el m u n d o de hoy, requiere palabras ardientes
y signos visibles, a los qtie debe seguir u n a proclamación
de testimonio vivo y convincente. Pero el secreto para q u e Lucas es el ú n i c o de los sinópticos q u e narra la pesca
el prodigio se obre es ¡la fe en el p o d e r del Señor Jesús! milagrosa, escena q u e reemplaza el relato de la vocación
de los cuatro primeros discípulos, contada p o r Mateo y
Marcos (Mt 4,18-22; Me 1,16-20). Este llamamiento, colo-
ACTUALIZACIÓN
cado p o r Lucas en el centro de "acciones liberadoras" d e
Jesús (Le 4,31-44 + 5,1-11 + 5,12-6,11), d e b e ser conside-
Jesús, Hijo d e David:
r a d o c o m o parte del c u m p l i m i e n t o de la profecía de
Abre los ojos de nuestro c u e r p o y d e nuestra alma.
Isaías, proclamada p o r Lucas (Is 61,1-2; Le 4,16-30).
Creemos q u e tú lo p u e d e s hacer.
Deseamos proclamar p o r todas partes Este episodio tiene u n paralelo notable en el evange-
las maravillas q u e haces en nosotros. lio de san J u a n (Jn 21,1-13). A pesar d e las diferencias de
Amén. t i e m p o y d e circunstancias bastante considerables, Lucas
y J u a n tienen u n fondo c o m ú n . Tres detalles son particu-
l a r m e n t e típicos: I a la pesca milagrosa tiene lugar después
de u n a n o c h e d e trabajo gastada inútilmente; 2Q a pesar
4. Un e n d e m o n i a d o mudo de la gran cantidad d e peces, la red n o se rompió; 3Q el
(Mt 9,32-34). relato de Lucas, como el de J u a n , termina con u n a palabra
d e Jesús a P e d r o sobre su futuro apostolado. P e r o u n a
divergencia es esencial: en Lucas esta pesca milagrosa
9 3Z sucede al principio del ministerio d e Jesús, mientras q u e
< Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo
endemoniada. 7 J Y expulsado el demonio, rompió a hablar en Juan es u n a aparición de Cristo resucitado.
el mudo. Y la gente, admirada, decía: "Jamás se vio cosa
T o d o esto parece sugerir q u e tanto Lucas c o m o j u a n
igual m Israel". J4 Pero los fariseos decían: "Por el Príncipe
d e p e n d e n de u n a fuente c o m ú n anterior a la última
de los demonios expulsa a los demonios ".
redacción de ambos evangelios. Y respecto al tiempo del
Este milagro tiene u n paralelo muy p a r e c i d o en el suceso, algunos exégetas piensan q u e la pesca milagrosa
mismo Mateo (Mt 12,22-28), cuyos e l e m e n t o s ya h e m o s fue primitivamente u n relato d e aparición d e Jesús resu-
estudiado. citado. En tal caso, el último redactor d e Lucas lo trasladó

134 135
al principio del ministerio de Jesús y, mediante retoques 34.61; 24,12; H c h l,15s; 2,14; etc.). Esto explica tal vez la
y adaplaciones, lo transformó en u n relato de vocación de anticipación q u e Lucas ha h e c h o del a c o n t e c i m i e n t o .
P e d r o , Santiago y J u a n (cf M.E.Boismard, Synopse des
Q u a t r e Evangíles, p.100-101). También J u a n había anticipado, a la p r i m e r a semana
del ministerio dejesiís, el nuevo n o m b r e d e "Kefá-Roca",
Conscientes de ese p r o b l e m a de crítica literaria, d a d o a Simón, hijo d e Juan, síntesis d e su futura misión
¿cuál será el mensaje q u e Lucas h a querido transmitirnos ü" M2).
en este milagro, colocándolo al principio de su evangelio?
4
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Boga mar
5 1
' Estaba él a la orilla del lago de Genesaret y la gente se adentro, y echad, vuestras redes para pescar". 5 Simón le
agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, 2 cuando vio respondió: "Maestro, hemos estado bregando toda la noche
dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores y no hemos pescada nada; pero, en tu palabra, echaré las
habían bajado de ellas, y lavaban las redes. 7 Subiendo a redes". 6 Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces,
lina de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara de modo que las redes amenazaban romperse. 7 Hicieron
un poco de tierra; y, sentándose, enseñal)a desde la barca a señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran
la muchedumbre. en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas
Los personajes y elementos q u e entran en escena que casi se hundían.
son: Jesús, la gente en la orilla, y las dos barcas con sus Simón es invitado p o r Jesús a dejar la orilla, internar-
respectivos pescadores, q u e son c o m p a ñ e r o s . De e n t r e se en aguas profundas y lanzar las redes al mar. ¡Inútil
ellos destacan tres: Simón en u n a barca; y en otra, Santia- tarea, pues ya n o es h o r a de pescar, y lo q u e agrava la
go y J u a n . situación es q u e h a n pasado toda la n o c h e e n esfuerzos
En esta página evangélica, elaborada con notable vanos! Simón conocía bien su oficio; y, a pesar de eso,
arte literario, Lucas recuerda la predicación q u e Jesús muestra docilidad y obediencia a la o r d e n del Maestro,
solía hacer a orillas del Lago, y cómo la gente se agolpaba envueltas en fe respetuosa, que es entrega a su palabra:
para escuchar "la Palabra de Dios", la Buena Nueva del "En tu palabra, echaré las redes ".
Reino. C o m o en Me 3,9; 4,1 y Mt 13,2-3, Jesús sube a u n a
El término griego "Epistátes", traducido por "Maes-
barca para dar desde esa cátedra su enseñanza a la multi-
tro", marca u n a fe más profunda en la autoridad de Jesús,
tud. En Marcos y Mateo se trataba d e la predicación del
q u e el habitual título didáskalos = maestro (cf Le 8,24.45;
Reino de los Cielos en parábolas.
9,33.49; 17,13).
Lucas informa q u e había dos barcas, y q u e Jesús
escogió la de Simón. Este detalle y la secuencia del relato Y el milagro se produjo. Ahora bien, si todo milagro
manifiestan que Lucas n o sólo quiere r e c o r d a r u n acon- es "signo", en éste la carga significativa es mucho más
tecimiento, sino c o m u n i c a r u n i m p o r t a n t e mensaje doc- intensa. Recogieron tal cantidad d e peces q u e las redes se
trinal respecto a Simón Pedro. H a q u e r i d o e ufa tizar, ya r o m p í a n . La cantidad d e peces aquí, c o m o la abundancia
desde el principio de su evangelio, la relación personal d e vino en Cana (Jn 2,1-11) y la multiplicación de panes
q u e Jesús guardará con ese Apóstol. Quiso subrayar, desde en la soledad desértica (Le 9,12-17), son signos de la
el p r i m e r m o m e n t o , la misión particular q u e en la Iglesia sobreabundancia d e los dones mesiánicos q u e brotan d e
le será e n c o m e n d a d a a P e d r o (cf Le 9,18-21.28; 22,31- la ilimitada generosidad divina.

136 137
p o r primera vez, c o m o adicionalmente, p e r o c o m p a ñ e r o s
Para la tarea evangelizadora futura, simbolizada en
de Simón. Andrés (curiosamente n o n o m b r a d o aquí) iba
la abundantísima pesca, se requiere, ante todo, la presen-
s e g u r a m e n t e en la barca d e Simón.
cia de Jesús: él es el s u p r e m o protagonista; él es el Evan-
g e l i z a d o r p o r a n t o n o m a s i a ; l u e g o es n e c e s a r i a la La palabra d e Jesús: "¡No temas; desde ahora serás
colaboración eficaz de compañeros. El trabajo d e b e ser pescador de hombres!" se dirige solamente a Simón, a pesar
c o m p a r t i d o y las gracias serán numerosas para todos: "las de q u e Santiago y J u a n h a n sido n o m b r a d o s . Simón retie-
dos barcas se llenaron de tal manera que casi se hundían". ne toda la atención de Lucas. Con esto el evangelista
8
Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: quiere p o n e r de relieve la misión de Simón Pedro. La
"¡Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador!". 9Pues escena hace recordar el llamamiento q u e Dios hizo a
el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él g r a n d e s personajes de la primera alianza: Moisés, Isaías,
estaban, a causa de los peces que habían pescada. 10 Y lo Ezequiel.
mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "¡No temas. El verbo griego utilizado p o r Lucas y traducido aquí
Desde ahora serás pescador de hombres!" p o r "serás pescador", originalmente significa "capturar
vivo". La idea de la metáfora es, p o r tanto: "Capturaras
Simón Pedro j u e g a u n papel p r o t a g o n i c e El tenía fe hombres", esto es, los ganarás para el Reino d e Dios.
en Jesús; p e r o su impresión y estupor llegaron al colmo
c u a n d o vio la manifestación del p o d e r divino en el Maes- En los relatos paralelos de Mateo y Marcos la palabra
tro, y cayó a sus rodillas. P r o b a b l e m e n t e Jesús c o n t i n u a b a de Jesús está en plural, dirigida a Simón y a Andrés, y es
sentado en la banca de la p o p a d e la barca. n a t u r a l m e n t e aplicable a Santiago y J u a n .
/;
P e d r o cae a sus rodillas en actitud d e profunda Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, lo siguie-
adoración, e x p e r i m e n t a n d o la distancia abismal q u e exis- ron.
te entre la santidad d e Dios y el p e c a d o del h o m b r e . Simón
Solamente Lucas subraya que "lo dejaron TODO"pan
recibe u n a doble iluminación: p o r u n a parte, Jesús es "el
seguir a Jesús. Es el radicalismo en el desprendimiento,
Señor", en quien está presente Dios; y, p o r otra, él es u n
exigido p o r la vocación apostólica. Lucas se complacerá
p o b r e h o m b r e pecador. Esta doble experiencia era clásica
en señalarlo con frecuencia a lo largo d e su evangelio (Le
en los antiguos profetas (Is 6,1.5).
5,28; 9,57-62; 12,33; 14,33; 18,22).
El doble n o m b r e "Simón-Pedro", q u e es m u y frecuen-
te en el evangelio de J u a n (17 veces), aparece en Lucas ACTUALIZACIÓN
solamente aquí. Con mucha probabilidad el evangelista
tiene en ello intenciones particulares. Este n o m b r e doble Jesús Maestro:
parece hacer referencia tanto a la condición p r o p i a de Predícanos la Palabra d e Dios.
Simón, p e c a d o r como todo h o m b r e , c o m o a su carisma Habíanos del Reino de los Cielos.
d e Roca, sobre la cual Jesús edificará su Iglesia. Invítanos a bogar contigo y o r d é n a n o s
lanzar al agua nuestras redes p a r a pescar.
El t e m o r ante la presencia d e lo divino sobrecogió a
Somos pecadores, p e r o q u e r e m o s ser
Simón, lo mismo que a Santiago y J u a n , n o m b r a d o s a q u í
colaboradores tuyos en la gran empresa

138 139
En otras dos ocasiones el evangelista notará q u e el
de salvar el m u n d o . beneficiado d e u n a obra de misericordia d e Jesús era
Dinos: "¡No temas! u n a hija o hijo ú n i c o (la hija d e j a i r o : 8,42, y el m u c h a c h o
¡Desde ahora serás pescador de hombres!" epiléptico: 9,38), lo cual r e d u n d a b a en gracia para los
Amén. p a d r e s . A d e m á s , ese r a s g o r e c u e r d a la historia d e
Elias, q u e vuelve la vida al hijo de la viuda de Sarepta,
q u e Lucas tiene presente y en alguna m a n e r a imita, subra-
yando, sin embargo, la superioridad de Jesús (1R17,17-24;
cf 2R 4,8-37). El énfasis cristológico del pasaje es muy
6. Resurrección del hijo claro.
de una viuda (Le 7,11-17). Con tres rasgos subraya Lucas la tristeza d e aquella
situación: u n joven difunto, u n hijo único, u n a m a d r e
viuda.
Este milagro de resurrección, p r o p i o d e san L u c ^ '
prepara y justifica la respuesta q u e Jesús dará a los e n v i 3 ' 1?
Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: "¡No
dos de J u a n : "Id y contad aJuan lo que habéis visto y oído: L°s llores!". 14 Y, acercándose, tocó la mortaja. Los que la
ciegos ven-, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos llevaban se pararon, y él dijo: "Joven, a ti te digo: ¡Leván-
oyen, los muertos resucitan, y se anuncia a los pobres la Buen*1 tate!". 1S El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se
Nueva..." (Le 7,22). lo dio a su madre.

Los actores en esta escena son Jesús, la viuda y su hijo "El Señor". Con este título Lucas designa a Jesús
m u e r t o . El acontecimiento es u n a visita consoladora de c o m o el salvador q u e inaugura el Reino de Dios y marca
Jesús, d a d o r de vida, al pueblo d e Naín. El t e m a es la la soberanía divina y el p o d e r misterioso q u e hay en él (Le
alegría d e la c o m u n i d a d q u e convive j u n t a . El c e n t r o de 2,11).
la narración es el milagro; las indicaciones geográficas son
periféricas. Al ver a la pobre m a d r e viuda, Jesús "se conmovió en
sus entrañas". El verbo indica la profunda compasión q u e
11
Y sucedió que a continuación se fue a una ciudad e x p e r i m e n t ó el Señor ante la aflicción de aquella mujer.
llamada Naín, e iban con él sus discípulos y una gran Jesús ha t o m a d o verdaderamente nuestra naturaleza hu-
muchedumbre. 12 Cuando se acercaba a la puerta de la mana, capaz de sufrir y d e compadecerse d e nuestras
ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su flaquezas.
madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente
de la ciudad. Esta compasión es en Jesús el Jésed = a m o r d e mise-
ricordia y de ternura, que caracteriza a Dios (Os 2,25; Is
El caserío de Naín se e n c u e n t r a en el valle d e Esdre- 54,7; J r 31,20; Sal 103,8-13). Jesús es la transparencia del
lón, entre Afula y el m o n t e Tabor. Dos n u m e r o s o s g n i p o s Padre. Quien ve a Jesús está viendo al Padre. El es la
h u m a n o s se entrecnizan: Jesús entra al p u e b l o c o n sus imagen visible del Dios invisible (Jn 14,9; Col 1,15). Este
discípulos y u n a gran m u c h e d u m b r e , c u a n d o j u s t a m e n t e a m o r compasivo lo impulsa a t o m a r la iniciativa para
sale de allí u n cortejo fúnebre: m u c h a gente a c o m p a ñ a b a actuar.
a u n a mujer viuda, cuyo hijo único había fallecido.

141
140
Tocó la mortaja y dijo: "Joven, ¡levántate!". Un contac-
ACTUALIZACIÓN
to físico con los restos mortales envueltos en la mortaja, y
u n a o r d e n imperiosa mediante u n a sola palabra: "¡leván-
tate!". ¡Qué distancia tan e n o r m e entre la sencillez y auto- Señor Jesús:
Conmuévete de tantas madres q u e sufren
ridad suma de Jesús, c o m p a r a d a con los gestos penosos y
y lloran p o r sus hijos muertos o desaparecidos.
las oraciones instantes del profeta Elíseo!
A cada u n a de ellas, diles: "¡No llores!";
El verbo griego "egeiro", e m p l e a d o en este texto, es y a cada hijo, ordénale: "¡Levántate!";
s u m a m e n t e expresivo. H a sido utilizado para hablar d e la y, en tu compasión, devuélvelo a su m a d r e .
Amén.
resurrección de los muertos desde los orígenes de esta
creencia (Dn 12,2), c o m o también para referirse a las
resurrecciones obradas p o r Jesús, a la resurrección del
mismo Jesús, a la resurrección en el último día, al mensaje
pascual primitivo, y a la resurrección espiritual en el
7. La mujer encorvada
bautismo (Le 7,22; 8,54; 9,22; 20,37; 24,6.34; H c h 3,15; (Le 13,10-17).
4,10; ICo 15,4; Ef 5,14).

"Ylo dio a su madre". Esta cita d e I R 17,23 manifiesta El análisis esmerado d e la estructura d e esta narra-
q u e Lucas tiene ante su m e n t e la historia d e Elias. ción, d e su situación en el contexto y d e sus alusiones al
16
AT, hace d e este pasaje evangélico u n a p e q u e n a j o y a de
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, teología lucana, con implicaciones cristológicas, soterio-
diciendo: "Un gran profeta se ha levantado entre naso- lógicas, eclesiológicas y escatológicas.
tros", y "Dios ha visitado a su pueblo". ,7 Y lo que se decía
de él, se propagó por toda Judea y por toda la región El episodio presenta dos cuadros y u n a conclusión.
circunvecina.
Primer cuadro: La curación de la mujer.
Ante lo insólito del acontecimiento, la multitud es l3 10
' Estaba un sábado enseñando en una sinagoga, ¡1 y
invadida p o r u n t e m o r s a g r a d o , da gloria a Dios y exclama:
había una mujer a la que un espíritu tenía enferma ha-
"¡Un gran profeta ha surgido entre nosotros! ".Jesús es recono- cía dieciocho años; estaba encornada, y no podía en
cido como "un gran profeta", semejante a los personajes del modo alguno enderezarse. 12 Al verla Jesús, la llamó y te
AT q u e habían o b r a d o resurrecciones inauditas. N o es dijo: "¡Mujer, queda desatada de tu enfermedad!". 13 Y le
todavía el reconocimiento d e él c o m o "elProfeta"anuncia- impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba
d o p o r Moisés (Dt 18,18), ni c o m o "el Señor". a Dios.
"Dios ha visitado a supueblo". El AT habla d e Dios que De numerosos pasajes del Evangelio p o d e m o s dedu-
visita a su pueblo, tanto c u a n d o le hace gracia, c o m o cir q u e Jesús ejercía su actividad salvadora, liberadora y
c u a n d o lo castiga (Ex 3,16; Ez 34,11-12). Lucas h a here- sanadora, particularmente el día d e shabbat. Es lógico
d a d o esta imagen (Le 1,78; 19,44). suponerlo, pues era el día en que la c o m u n i d a d j u d í a se
congregaba en la sinagoga para el culto semanal (Le
La "Judea"designa aquí todo el país d o n d e viven los 4,31-37. 38-39; 6,1-5. 6-11; 14,1-6).
judíos.

143
142
En la sinagoga estaba presente u n a mujer q u e desde sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a
hacía dieciocho años estaba j o r o b a d a , sin poder endere- abrevar? 16 Ya ésta, que es hija de Abraham, a la que ató
zarse. Su e n f e r m e d a d la atribuye el evangelista a u n a Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla
influencia del d e m o n i o . En el AT hay textos que conside- de esta ligadura en día de sábado?"
ran la cabeza agachada c o m o signo de u n a actitud espiri-
A la acción liberadora d e Jesús sigue la controversia
tual humillada (Gn 4,5; Ec 1,15; Sal 30,2-3; 57,7; Ba 2,18). „
con el jefe d e la sinagoga. El título d e "Señor", q u e Lucas
Dios tiene el p o d e r de levantar al h o m b r e de esa postra- ¿
da a Jesús, subraya su autoridad y su p o d e r . En el plu-
ción. El Salmo 146 proclama que el Señor se ocupa d e los
ral "¡Hipócritas!" q u e d a n incluidos todos los q u e en la
ciegos, de los encorvados, de las viudas y de los huérfanos
asamblea pensaban igual, y p r o b a b l e m e n t e también los
(v.8-9).
escribas fariseos, responsables d e u n a interpretación de-
Jesús tomó la iniciativa: vio a la mujer, le impuso las masiado material y rígida de la ley del reposo sabático, el
manos y le dijo: "¡Mujer; queda desatada de tu enfermedad!". cual, p o r otra parte, p r e t e n d í a imitar s a n t a m e n t e el ritmo
El verbo utilizado p o r Jesús está muy cargado de sentido. del descanso divino (Gn 2,1-3; Ex 31,13-17).
N o se trata sólo de u n a curación, sino de u n a liberación
Con su actuación Jesús insiste n u e v a m e n t e en q u e el
d e ataduras sufridas p o r m u c h o s años. Posiblemente la
shabbat está o r d e n a d o a dar culto a Dios y a practicar la
mujer ha padecido d u r a n t e la mayor parte de su vida, ya
c a n d a d con el prójimo. Dios h a establecido el shabbat
q u e la cifra 18, m e n c i o n a d a dos veces, es perfecta (3 x 3 para el h o m b r e y n o el h o m b r e para el shabbat (Me 2,27);
= 9 x 2 = 18) y, p o r tanto, susceptible de u n simbolismo y más todavía c u a n d o se trata d e u n a liberación de atadu-
q u e p u e d e indicar u n a muy larga duración. ras espirituales, c o m o es el arrancar del imperio de Sata-
nás a esta "hija de Abraham", es decir, a esta mujer q u e no
Y al p u n t o q u e d ó enderezada. Nada p u e d e o p o n e r s e era u n a pagana, sino u n a creyente, hija del pueblo de
a la acción soberana de Jesús. Y comenzó a glorificar a Dios.
Dios. La alabanza y glorificación a Dios p o r sus beneficios
se identifica con la acción d e gracias. Es nota característica Esta sanación, c o m o otras m u c h a s en Lucas, hay q u e
en el evangelio de san Lucas (5,25.26; 7,16; 17,15.18; etc.). c o m p r e n d e r l a en el contexto de la batalla escatológica
librada porJesiís contra Satanás, y d e la implantación del
En el presente caso, la liberación del mal corporal es Reino de Dios realizada p o r él.
signo claro y evidente de liberación interior, p u e s la en-
f e r m e d a d física era efecto de u n a atadura espiritual. Si Conclusión:
Jesús cura el cuerpo, es p o r q u e quiere sobre t o d o liberar 17
el alma y el espíritu (Le 5,17-26). Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban
confundidos, mientras que la gente se alegraba con las
S e g u n d o cuadro: Las reacciones de los jefes. maravillas que hacía.
14
Pero eljefe de la sinagoga, indignado de queJesús hubiese Jesús es y sera signo p e r p e t u o de contradicción. Los
hecho una curación en sábado, decía a la gente.: "Hay seis sencillos y humildes perciben en las obras q u e él hace las
días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a maravillas d e Dios, pues tienen u n a mirada de fe; mientras
curaros, y na en día de sábado". 15 Replicóle el Señor: q u e sus adversarios — c o m e n t a el evangelista— "quedaban
"¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en cubiertos de vergüenza".

144 145
Finalmente, este pasaje evangélico descubre los sen- enfatiza la misma actitud compasiva d e Jesús y su misión
timientos de amplia comprensión del corazón de Cristo salvífica y liberadora.
en favor d e la mujer. Es digno de notar el lugar q u e Lucas
c o n c e d e a las mujeres a lo largo de su evangelio. Además 14,1 Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno
de hablar de María, la m a d r e de Jesús, de Isabel y d e Ana de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban
(Le 1-2), presenta a la viuda de N a í n (7,11-17), a la observando. 2 Había allí, delante de él, un hombre hidrópi-
p e c a d o r a p e r d o n a d a (7,36-50), a las mujeres liberadas de co. 3 Entonces preguntó Jesús a los legistas y a los fariseos:
opresión y convertidas en seguidoras de Jesús (8,1-3; "¿Es lícito curar en sábado, o no?" 4 Pero ellos se callaron.
23,49.55), a Marta y María (10,38-42), a la mujer q u e Entonces le tomó, le curó, y le despidió. 5 Y a ellos les dijo:
bendice a la m a d r e del Señor (11,27-28), a las mujeres d e "¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo
Jerusalén (23,27-31), y posiblemente a la mujer adúltera en día de sábado y no lo saca al mámenlo ?"6Y no pudieron
(Jn 8,1-11). replicar a esto.

Hay que a t e n d e r a las circunstancias especiales en


ACTUALIZACIÓN q u e Jesvis hace esta curación. Era shabbat, y él había sido
invitado p o r u n o de los jefes de los fariseos a comer. La
Señor Jesús: En nuestra sociedad r e u n i ó n era de carácter socio-religioso. Allí también esta-
hay mujeres disminuidas, ban presentes "legistas", h o m b r e s especializados en el
obligadas a caminar encorvadas conocimiento de la Ley. El enfermo de hidropesía era
d u r a n t e largos años. muy p r o b a b l e m e n t e u n o d e los comensales.
T o m a la iniciativa, impon tus m a n o s
El h e c h o supone que los asistentes h a b í a n e n t r a d o
sobre ellas y p r o n u n c i a tu palabra soberana:
en a n i m a d a discusión acerca de la interpretación d e la ley
"Aluje)', ¡queda desalada de tu enfermedad!"
del reposo sabático: ¿Cómo hay q u e interpretar el manda-
R o m p e sus cadenas y haz q u e se e n d e r e c e n .
to de la Toráh?
Y q u e nosotros nos alegremos al e x p e r i m e n t a r
las maravillas de tu b o n d a d y d e tu p o d e r . Jesús aprovecha la ocasión para hacer, n o u n a inter-
Amén. pretación académica con sólo palabras, sino u n a impac-
tante interpretación e n acto. P o n e p r i m e r o u n a p r e g u n t a
provocadora: "¿Es lícito curar en sábado, o no?" Nadie res-
p o n d e nada. ¿Cómo iría a recibir el enfermo allí presente
8. Curación de u n hidrópico u n a respuesta negativa de quienes compartían el mismo
(Le 14,1-6). b a n q u e t e sabáticoPAl p e r m a n e c e r todo m u n d o en silen-
cio, Jesús entra en acción: T o m a al e n f e r m o hidrópico, lo
sana y lo despide (en paz).

Este milagro, realizado e n día d e shabbat, es paralelo En seguida e x p o n e la argumentación q u e justifica la


a la sanación del h o m b r e d e la m a n o seca, y la lección es obra realizada. Y, a c u d i e n d o al p l a n o existencial de la vida
muy similar (Le 6,6-11; Mt 12,9-14; Me 3,1-6). Además, está concreta, deja a los legistas-fariseos sin p o d e r replicar:
en cercana relación con la sanación de la mujer en corvada ¿Quién d e vosotros n o actúa en sábado, si su hijo o su buey
(Le 13,10-17), f o r m a n d o c o m o u n díptico, en el q u e se se le cae en u n pozo?

146 147
ACTUALIZACIÓN La subida d e Jesús a Jerusalén h a sido m a r c a d a
g r a d u a l m e n t e p o r el evangelista en tres etapas: I a etapa:
O h Jesús: de 9,51 a 13,21; 2 a etapa: d e 13,22 a 17,10; y nuestro relato
Tu n o m b r e y tu misión, Señor, es salvar. abre la 3 a etapa: de 17,11 a 19,28.
Para ti n o hay descanso sabático.
¡Tómame de la m a n o , y sáname! Jesús pasaba p o r los confines entre Samaríay Galilea,
¡Sácame del pozo en q u e me e n c u e n t r o h u n d i d o ! esto es, bajaba p o r el valle de Yizreel hacia Betshán, p a r a
Mira q u e soy criatura tuya. seguir luego el curso del río J o r d á n hasta Jericó (18,35) y
Más a ú n : ¡Soy tu hijo! d e allí subir a j e r u s a l é n .
Gracias, Jesús, p o r q u e me has sanado. 12
Y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez
hombres leprosos, que se pararon a distancia 13y, levantan-
do la voz, dijeron: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de
nosotros!" 14 Al verlos, les dijo: "Id y presentaos a los
sacerdotes". Y sucedió que, mientras iban, quedaron lim-
9. Los diez leprosos pios.
(Le 17,11-19). Los diez leprosos n o se acercan sino q u e se mantie-
n e n a distancia, respetando el p r e c e p t o d e la Ley, según
la cual el afectado p o r la lepra, además d e estar enfermo,
17,11 y sucedió que, de camino ajerusalén, pasaba por los será considerado i m p u r o mientras le d u r e la enfermedad,
confines entre Samaría y Galilea. habitará solo y t e n d r á su m o r a d a fuera del c a m p a m e n t o
(Lv 13,45-46).
Bien conocido es q u e el evangelio d e Lucas p r e s e n t a
u n a g r a n d e e importante sección, integrada p o r linos diez Al divisar ajesiís, le gritan: "Jesús, Maestro, ten compa-
capítulos, con el tema: "La subida de Jesús ajeryísalén" (Le sión de nosotros! "E\ título "Epistátes=Maestro "es puesto sólo
9,51-19,27). En Le 9,51 Jesús toma la firme decisión de en labios de los discípulos; p r o n u n c i a d o a q u í p o r los
subir definitivamente a la Ciudad Santa d o n d e se realizara leprosos, insinúa tal vez q u e llegará u n día en q u e también
"su asunción", esto es, su é x o d o de este m u n d o al P a d r e a los excluidos d e la c o m u n i d a d serán invitados a ser discí-
través d e su pasión, m u e r t e y resurrección (9,31). pulos de Jesús y a beneficiarse de su salvación. La curación
misma q u e van a recibir es u n signo y preludio de la futura
Es preciso leer esta sección en u n sentido más teoló- participación en los beneficios d e la redención.
gico q u e geográfico: Jesús camina resuelta y l i b r e m e n t e Jesús también, como los leprosos, se muestra obser-
a su Pascua! Jerusalén es el lugar sagrado escogido p o r vante de la Ley, y les ordena que se presenten al sacerdote
Dios para q u e Jesús lleve a cabo su o b r a salvífica, q u e para q u e éste c o m p r u e b e su sanación (Lv 14,1-32).
llegará a su culminación el día d e Pentecostés con la
efusión del Espíritu Santo (Le 24,49). A partir d e ese "Mientras iban, quedaron limpios". La curación n o fue
m o m e n t o , se abrirá definitivamente para todos los h o m - instantánea, sino hasta después de c o m e n z a r a o b e d e c e r
bres el acceso a la fe y a la salvación. Comenzara e n t o n c e s la o r d e n d e Jesús. Allí se percibe u n a p r u e b a y exigencia
el t i e m p o d e la Iglesia. d e fe. Los leprosos creyeron en la palabra de Jesús, y en el
camino consiguieron su purificación.

148 149
15
Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a d e la fe, principio d e salvación: "¡Levántatey vete; tu Je te ha
Dios en alta voz;16 y, postrándose rostro en tima a los pies salvado!".
deJesús, le daba gracias. Y éste era un samaritano. 17Tomó
En el c e n t r o del milagro está Jesús, que nos confron-
la palabra Jesús y dijo: "¿No quedaron limpios los diez? Los
otros nueve, ¿dóndeestán?IS ¿No ha habido quien volviera ta a todos con su p r e g u n t a , como si nos dijera: ¿Cuál es tu
a dar gloria a Dios sino este extranjero?" 19 Y le dijo: relación conmigo y con el Reino de Dios que te h e parti-
"¿Levántate y vele; tu Je te ha salvado!". cipado? ¿Acaso m e h e a r r e p e n t i d o y h e retirado d e ti
a l g u n o de los d o n e s q u e te h e regalado?
Al verse curado, u n o de los leprosos —"y éste era
samaritano"', subraya Lucas— regresó d o n d e Jesús. Aquel
ACTUALIZACIÓN
samaritano estaba excluido d e la c o m u n i d a d n o sólo p o r
su lepra, sino también p o r ser u n extrajero.
Jesús Maestro:
Tres gestos exteriores descubren la actitud íntima de Mira q u e somos leprosos:
su ser: glorificaba a Dios en alta voz, daba aJesús el tributo enfermos, impuros, desechos d e la h u m a n i d a d .
d e su veneración-adoración, y le expresaba su gratitud. Ten compasión d e nosotros, purifícanos
T o d o esto indica q u e el samaritano había e x p e r i m e n t a d o e intégranos a tu c o m u n i d a d santa.
en su interior u n a nueva relación con Dios, q u e lo había N o permitas q u e seamos ingratos contigo.
sanado, liberado y salvado a través de Jesús. Lucas aprove- Q u e r e m o s serte siempre agradecidos
cha siempre la ocasión para inculcar en sus lectores la y glorificar a Dios p o r las b o n d a d e s
obligación de glorificar y alabar a Dios p o r sus beneficios q u e El nos ha h e c h o a través d e ti.
(Le 2,20; 5,25-26; 7,16; etc.). Amén.

Jesús, u n tanto extrañado, pregunta: "¿No quedaron


limpios los din? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido
quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?"

La queja del Señor se vierte sobre los otros nueve


10. Curación de la oreja
sanados, pertenecientes al Pueblo d e Dios. De ellos se de Maleo (Le 22,49-51).
esperaría n a t u r a l m e n t e la gratitud y mayor glorificación
d e Dios. Nótese q u e j e s ú s n o les retira el regalo q u e les h a
concedido, a pesar de su falta de a g r a d e c i m i e n t o . La La escena del p r e n d i m i e n t o d e Jesús y la intempesti-
lección es suceptible de muchas aplicaciones personales va intervención d e Simón fueron para los apóstoles de
ante los d o n e s de Dios: ¿He sido siempre y p e r s o n a l m e n t e singular i m p a c t o , ya q u e los cuatro evangelistas nos
agradecido con el S e ñ o r p o r los beneficios q u e m e h a h a n conservado ese r e c u e r d o (Mt 26,51-52; M e 14,47; J n
c o n c e d i d o a lo largo de mi vida? 18,10-11). Sin embargo, l a s a n a c i ó n de Maleo, manifesta-
"El extranjero" parece ser mejor q u e los hijos del ción extraordinaria de la misericordia y d e l p e r d ó n de
Pueblo elegido. En la parábola del b u e n s a m a r i t a n o es Jesús, sucedida e n el H u e r t o d e Getsemaní, la n o c h e
también el p a g a n o quien j u e g a el papel edificante (Le misma del p r e n d i m i e n t o , h a sido conservada solamente
10,29-37). El relato termina p o n i e n d o de relieve el valor1 por Lucas.

150 151
22,49 yiendo fas qUe estaban con. él lo que iba a suceder, Pasadas u n a s horas, c u a n d o Jesús sea clavado en la
dijeron: "Señor, ¿herimos con espada?" 50y uno de ellos cmz, p r o n u n c i a r á r e p e t i d a m e n t e la palabra del s u p r e m o
hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja derecha. p e r d ó n . En efecto, el evangelista escribe: "YJesús decía:
51
Pero Jesús dijo: "¡Dejad! ¡basta ya!" Y tocando la oreja '¡Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen!'" (Le 23,34).
le curó.

J u a n ofrece algunas precisiones más: "Entonces Simón ACTUALIZACIÓN


Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al siervo del Sumo
Sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Maleo. Jesús:
Jesús dijo a Pedro: "Vuelve la espada a la vaina. La copa que me Gracias p o r darnos ejemplo
ha dado el Padre, ¿no la voy a beber?" d e misericordia y de p e r d ó n
a u n en los m o m e n t o s supremos d e tu vida.
Maleo era siervo del S u m o Sacerdote. Si el vocablo Señor, enséñanos a p e r d o n a r
griego "doulos" equivale al h e b r e o "ebed", p u e d e tratarse y ser misericordiosos y compasivos c o m o lo eres T ú .
n o d e u n simple criado sino de u n personaje importante Amén.
al seivicio de la máxima autoridad del T e m p l o . ¿Seria
acaso el representante del S u m o Sacerdote en aquella
escolta? Si así fue, en aquel siervo, Jesús estaba ofreciendo
sanación y p e r d ó n , p o r anticipado, al mismo S u m o Sacer-
dote, q u e después d e u n a s horas ¡lo iba a c o n d e n a r !

La circunstancia es más q u e significativa. En el mo-


m e n t o en q u e Jesús es apresado y cae en m a n o s d e sus
enemigos, realiza u n a acción de misericordia y compa-
sión, y ejerce u n acto s u p r e m o de p e r d ó n . Jesús bien sabe
q u e más allá de lo q u e p r e t e n d e n los j u d í o s , está la
voluntad del Padre: "La copa que me ha dado el Padre, ¿no la
voy a beber?".

Y Jesús había dicho: "Amad a vuestros enemigos; haced


el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa
será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los
ingratos y los perversos" (Le 6,35). Pues bien, e n esta h o r a
del p o d e r de la Tiniebla, Jesús p o n e en practica la ense-
ñanza q u e tantas veces había d a d o .

Toca la oreja de Maleo y lo sana. Por última vez, antes


d e entregar su vida, la fuerza divina q u e hay e n él entra
en acción y, al contacto físico de su santa h u m a n i d a d ,
aquella oreja cortada q u e d a restaurada. La historia n o nos
ha dicho qué fue después d e Maleo...

152 153
III

Los milagros
de Jesús en el
evangelio de
San Juan

Introducción

El autor del Cuarto Evangelio, al t e r m i n a r su obra,


ha querido manifestar la finalidad q u e tuvo al escribir su
libro: "Así pues, otros muchos signos hizoJesús ante sus discípu-
los, que no están escntos en este libro; pero éstos han sido escritos
para que creáis queJesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que
creyendo tengáis vida en su Nombre" (Jn 20,30-31).

El evangelista llama "signos - semeia" a los prodigios


q u e Jesús hizo, y q u e los Sinópticos llaman "actos de poder
- dynámns". En el evangelio de J u a n estos "signos" tienen
u n objetivo: h a c e r b r o t a r la fe en Jesús, Mesías e Hijo de
Dios. El primer título coloca aJesús en la línea vé tero-tes-
tamentaria de las expectaciones mesiánicas; el s e g u n d o lo
descubre en sus relaciones filiales únicas y exclusivas con
respecto a Dios, a q u i e n él llama su Padre.

155
La primera parte del Cuarto Evangelio (Jn 1-12) lleva 1. El agua convertida en vino
justamente el título de "Libro de los signos", porque en él (Jn 2,1-11).
se narran siete signos concretos oblados porjesús durante
su ministerio público; en la segunda parte (Jn 13-20)
llamada "Libro de la gloria" se pueden discernir una
acción simbólica: el lavatorio de los pies (Jn 13,1-20), y el Este acontecimiento cieña gloriosamente la Semana
gran signo de su "elevación", o regreso a su Padre, por la inaugural del ministerio de Jesús (Jn 1,19-2,11). El reíalo
cruz y la resurrección (Jn 18-20). estáformado poruña introducción (2,1-2); un diálogo de
la madre con su hijo (v.3-5); la conversión del agua en vino
Al llamar "signos" a los milagros que Jesús hizo, el (v.6-10); y una conclusión (v.ll).
autor del evangelio quiere decirnos que cada uno de 2 }
ellos es como un semáforo que tiene una doble función: - Y al tercer día se celebró una boda en Cana de Galilea y
proyectar una luz (roja, amarilla o verde) y mandar en estaba la madre de Jesús allí. 2 Fue llamado también Jesús
ella un mensaje (¡alto! ¡atención! o ¡siga!). Así también y sus discípulos a la boda.
cada milagro del evangelio de san Juan manifiesta una Al tercer día del encuentro de Jesús con Natanael, se
"obra de poder" realizada porjesús, que cualquier lector celebró una boda en Cana de Galilea, pueblecito situado
percibe, pero además a través de esa obra hay que descu- a unos trece kilómetros al noreste de Nazaret.
brir un mensaje. Y este mensaje es lo más importante en
el signo. Al escoger una escena de bodas para coronar la
semana de la epifanía deJesús, el evangelista tiene motivos
Los siete "signos" o milagros del Cuarto Evangelio particulares. Por su carácter de fiesta alegre y de conviven-
son: cia popular, la celebración de nupcias es considerada a
menudo como símbolo de los tiempos mesiánicos (Mt
1) El agua convertida en vino (2,1-11). 22,1-14; 25,1-13; Le 12,35-38; Ap 19,7-9). Además, el ban-
2) La curación del hijo de un funcionario regio quete de Cana, leído a la luz de Is 25,1-9, aparece como
(4,46-54). un signo mesiánico:Jesús ofrece a los pobres y necesitados
3) El paralítico de Bethesdá (5,1-15). el vino del banquete escatológico, por largo tiempo espe-
4) La multiplicación de los panes (6,1-15). rado.
5) Jesús camina sobre las aguas del mar (6,16-21).
6) El ciego de nacimiento recibe la vista (9,1-41). El evangelista parece centrar su atención en la madre
7) La resurrección de Lázaro (11,1-44). de Jesús, nombrándola en primer lugar. Sólo después
añade que también Jesús fue invitado con sus discípulos.
Además, en el apéndice al evangelio, Juan narra un ?
signo más: Y, habiendo faltado vino, la madre de Jesús le dice: "No
tienen vino". 4 Le diceJesús: "¿Que hay entre túy yo, mujer?
8) Aparición de Jesús y la pesca milagrosa (21,1-14). ¡Todavía no llega, mi hora! " 5 Dice su madre a los sirvientes:
"Haced lo que él os diga ".
Habiendo ya tratado, a propósito de los milagros en
san Marcos, la multiplicación de los panes y el caminar Dejando a un lado otros detalles, Juan fija su interés
sobre las aguas, nos quedan seis por examinar. en el vino que se había terminado. El "vino" es en los

156 157
profetas símbolo de la felicidad futura (Am 9,14; Os 2,24; La reacción d e María: "Haced lo que él os diga" indica
J r 31,12; Is 25,6; Jl 2,19; Za 9,17); y en el N T el "vino nuevo " que, aun c u a n d o Jesús n o dé ese vino futuro, sin e m b a r g o
es imagen d e la era mesiánica y del festín escatológico (Me va a intervenir de alguna manera.
2,22; Mt 26,29; Le 22,18). 6
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para la purifi-
Ante la falta de vino, la m a d r e se dirige a su hijo, cación de los judíos, que contenían cada una dos o tres
participándole el embarazo de los esposos. N o le pide medidas. 7 Les dice Jesús: "Llenad, las tinajas de agua ". Y
explícitamente u n milagro, p e r o sus palabras incluyen la las llenaron hasta arriba. s Les dice luego: "Sacad ahora y
esperanza d e qtie él intervenga. llevad al maestresala". Ylellevaron. 9 Asíque el maestresala
gustó el agua hecha vino (y no sabía de dónde venía, pero
La respuesta dejesús, en parte convertida en pregun- los simientes que habían sacado el agua sabían) llama el
ta, no deja d e ser fuerte y lacónica: "¿Qué hay entre tuyo, maestresala al esposo 1(> y le dice: "Todo hombre pone
mujer? ¡Todavía no llega mi hora!" La primera frase es primero el buen vino, y cuando están bebidos el menos
utilizada en la Biblia para indicar q u e u n a oposición h a bueno. ¡Tú has guardado el buen vino hasta ahora!".
c o m e n z a d o a surgir entre dos personas (Jue 11,12; 2S
16,10; I R 17,18). Esto h a c e pensar que María y su hijo se Había allí seis tinajas para el agua de los ritos de
están moviendo en diferentes niveles, p e r o Jesús la invita purificación q u e los j u d í o s hacen antes de comer. Cada
a caminar al mismo ritmo y en igual dirección. u n a contenía u n o s cien litros. Jesús o r d e n a llenarlas d e
agua. Y el agua q u e d a convertida en vino. Si los seiscientos
En cuanto a la palabra "Mujer", lejos d e indicar litros indican u n a e n o r m e cantidad d e vino, el comentario
menosprecio, sugiere q u e Jesús quiere subrayar en su del jefe del b a n q u e t e : "¡Tú has guardado el buen vino hasta
m a d r e , además de su oficio maternal q u e n u n c a le faltará, ahora!" pone de relieve la fina calidad del mismo.
u n a nueva relación con respecto a él: en adelante será su
c o m p a ñ e r a en la empresa evangelizadora q u e está p o r La frase incidental: "los sirvientes sabían de dónde ha-
comenzar. bían sacado el agua", indica que los empleados sabían q u e
el agua venía del pozo; pero q u e aquel vino nuevo venía
Finalmente, "la Hora" de Jesús, q u e todavía n o h a dejesús, y, así, el cumplimiento del A T s e realizaba a través
llegado, es la h o r a d e su glorificación p o r su exaltación en de Jesús.
la cruz y p o r su resurrección (Jn 7,30; 8,20; 12,23.27:13,1;
;;
17,1). Esto hizo Jesús como principio de los signos en Cana de
Galilea. Y manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos.
Esta escena, de clásico estilo j u á n i c o , c u b r e dos sen-
tidos. María se refería simplemente al vino de la boda; Este prodigio fue "el principio de los signos" de Jesús,
peroJesús quiere interpretarla sugerencia d e María c o m o p e r o a la vez será también la clave de las demás "señales":
si le pidiera el vino definitivo q u e sólo p o d r á d a r c u a n d o Jesús es y sera el d o n a d o r de los bienes mesiánicos. Siendo
llegue su hora. De allí el a p a r e n t e rechazo o al m e n o s la éste el p r i m e r signo, lleva también u n significado muy
incomodidad de Jesús. En definitiva, la p a l a b r a de Jesús particular:
n o es u n r e p r o c h e a su m a d r e , sino u n a invitación para
que, s u p e r a n d o el nivel de la boda d e Cana, considere la El vino que se ha terminado simboliza la p r i m e r a
b o d a mesiánica del Reino q u e está p o r v e n i r c u a n d o Alianza, q u e ha llegado a su fin. Los ritos j u d í o s de puri-
llegue su hora. ficación serán reemplazados p o r los d o n e s d e una nueva

158 159
Alianza. C u a n d o llegue la H o r a d e Jesús, —la H o r a d e su C o n c é d e n o s la gracia d e seguir
exaltación p o r la cruz y d e su resurrección— comenzará siempre su maternal consejo:
la era mesiánica, y se sellará la Alianza nueva, a n u n c i a d a "¡Haced lo que él os diga!"
Q u e r e m o s seguir siempre tus pasos
p o r los profetas (Jr 31,31-34) .Jesús es el novio de la b o d a
y escuchar y cumplir tus m a n d a m i e n t o s .
mesiánica (Mt 22,2). Entonces, para el b a n q u e t e regio, él
Manifiéstanos c o n s t a n t e m e n t e tu gloria,
dará también u n vino nuevo, generoso y a b u n d a n t e , q u e
y c o n c é d e n o s la gracia d e "creer" siempre e n ti.
n o se acabará. Clara y discreta alusión al futuro vino de la
eucaristía (cf Me 2,22; Le 22,18.20).

Más aún: al tratar de u n a Alianza nueva viene tam-


bién a la m e n t e la idea de u n "Pueblo nuevo" y d e u n a 2. El hijo de un funcionario
" H u m a n i d a d nueva" q u e está p o r nacer. Por tanto, son
necesarios u n "nuevo Hombre" y u n a "nueva Mujer". Así se regio (Jn 4,46-54).
c o m p r e n d e el inusitado título con q u e Jesús se dirigió a
sil m a d r e , llamándola "Mujer", y q u e repetirá al estar
clavado en la cruz. Allí esa mujer, siendo la m a d r e dejesús, La sanación del hijo de u n funcionario regio tiene
será también la Madre Sión, m a d r e del nuevo Pueblo de parecido con la curación del siervo de u n centurión ro-
Dios, m a d r e de la Iglesia (cf J n 19,26-27). El vino nuevo m a n o , n a r r a d a p o r Mateo y Lucas (Mt 8,5-13; Le 7,1-10).
será d a d o debido a u n a intervención maternal d e la m a d r e Ambas curaciones acaecieron en Cafarnaúm, sólo q u e en
d e jesús, q u e como nueva Mujer y nueva Eva, a c o m p a ñ a r á la p r i m e r a Jesús estaba a u n o s 40 kilómetros de distancia.
y colaborará con el nuevo H o m b r e - n u e v o Adán, en su Discuten los especialistas si se trata del mismo caso o son
misión mesiánica.
diferentes. Tal vez, con mayor probabilidad, es cuestión
Finalmente, tanto la expresión: "Al tercer día", q u e se d e acontecimientos diversos.
lee al principio del relato, c o m o el c o m e n t a r i o del evan- 4 46
gelista: "Y (Jesús) manifestó su gloria...", p o n e n e n relación < Llegó, pues, nuevamente a Cana de Galilea, donde
— c o m o inclusión semítica— la s e m a n a inaugural d e la había hecho el agua vino. Había un funcionario regio, cuyo
epifanía d e Jesiís con la semana de la Pascua d e Jesús, hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. 47 Este, habiendo oído
c u a n d o al viernes d e su exaltación en la cruz, siga el que Jesús venía dejudea a Galilea, fue donde él y le pedía
silencio del sábado, y luego, "al tercer día", manifieste "su que bajara y curara a su hijo, pues estaba a punto de morir.
48
gloria" mediante su resurrección. Entonces, la fe d e los Díjole, pues, Jesús: "Si no veis signos y prodigios, no
discípulos, inicial en este m o m e n t o , llegará a su plenitud. creéis".

Jesús se e n c u e n t r a en Cana, d o n d e había o b r a d o el


ACTUALIZACIÓN p r i m e r signo: la conversión del agua en vino. El evange-
lista, e c o n o m i z a n d o detalles, presenta solamente a Jesús
Jesús Mesías, nuevo Adán: y a u n funcionario público, llamado "basilikós". Este era
Por mediación e intercesión d e tu m a d r e , u n oficial gentil, cercano tal vez al rey H e r o d e s Antipas,
la nueva Mujer, la nueva Eva, tetrarca d e Galilea, p e r o muy p r o b a b l e m e n t e al servicio
d a n o s siempre el vino a b u n d a n t e y g e n e r o s o d e d e Roma.
la nueva Alianza: ¡la Eucaristía!

161
160
30b
Creyó el hombre en la palabra que le dijo Jesús e iba de
El funcionario tiene a su hijo rmiy enfermo en Cafar-
camino. 51 Ya cuando él bajaba, sus siervos le salieron al
n a ú m , aldea q u e está a unos 40 kms de distancia, con u n
encuentro, diciéndole: "Tu niño vive". 52 Les preguntó
desnivel d e 500 metros d e altura. H a oído acerca d e Jesús, luego la hora en que se había puesto mejory le dijeron: "Ayer,
y la fe h a b r o t a d o en su corazón. Va al e n c u e n t r o de Jesús a la hora séptima, lo dejó la fiebre". 5 J Conoció entonces el
q u e regresa de J u d e a y con insistencia le ruega que baje a padre que en aquella horafue cuando Jesús le dijo: "Tu hijo
Cafarnaiím. Si el p a d r e pide la sanación d e su n i ñ o , es vive". Y creyó él y su casa entera.
p o i q u e tiene fe.
Aquel b u e n h o m b r e "creyó en la palabra" de Jesús y
Jesús escucha, p e r o , s u p e r a n d o el gesto sencillo y se m a r c h ó . Si había llegado movido p o r la fe, a h o r a
lleno de angustia de aquel padre, pasa a u n plano diferen- regresaba con u n a fe m u c h o más viva y robusta. En efecto,
te. Sólo así se explica su respuesta enérgica que, más q u e u n a cosa es creer que Jesús hace milagros, pues éstos se
rechazo, es invitación para pasar a u n a fe m u c h o más ven y se palpan. Un segundo paso es creer en su palabra,
profunda. pues el resultado p u e d e n o ser tan evidente. Y el tercer
grado es creer directamente en Jesús, es decir, en su
La palabra d u r a d e Jesús, trasladada a estilo directo, persona (cfjn 14,1).
equivale a decir: "¡Creed! a u n c u a n d o no veáis ni signos
ni prodigios". Se trata, pues, de u n llamado exigente a u n a Al ir bajando hacia Cafarnaúm se e n c o n t r ó con sus
fe vigorosa y pura, q u e n o se apoye sólo en milagros sino criados q u e habían subido a buscarlo a fin de comunicarle
q u e se finque directamente en la persona d e Jesús (cf Jn la b u e n a noticia de q u e su hijo ya estaba bien. El evange-
20,29). La respuesta del Señor supera, pues, los alcances lista, según su costumbre, precisa la hora de los aconteci-
d e la petición del oficial, el cual es como representante de mientos: fue la hora séptima, es decir, la u n a de la tarde.
u n a colectividad. Así, la palabra de Jesús y el m o m e n t o d e la curación del
n i ñ o habían coincidido. Además, no hay q u e olvidar q u e
49
IJ> dice el funcionario regio: "¡Señor, baja antes de el n ú m e r o siete es símbolo d e plenitud. Es la plenitud de
que muera mi niño!" 50a Dícele Jesús: "¡Anda, tu hijo los tiempos mesiánicos (cfjn 4,35).
vive!".
El resultado de aquel maravilloso acontecimiento
El funcionario, sin arredrarse ante la desconcertante fue q u e el funcionario con sus familiares, sus amigos, sus
palabra dejest'is, insiste. Su insistencia revela ya u n afian- allegados creyeron en Jesús. Por semejanza al final del
zamiento o crecimiento en la fe. Ante la actitud perseve- p r i m e r signo, d o n d e se dice que "sus discípulos creyeron en
rante de aquel h o m b r e , Jesús accede y otorga a distancia él" (2,11), se p u e d e deducir también a q u í q u e la fe de
el favor solicitado. aquella familia tuvo como término la persona misma de
Jesús: "Creyó ély toda su casa" en Jesús.
Pero hay que p o n e r atención al lenguaje e m p l e a d o
p o r Jesús. El Señor no le dice: "Tu hijo h a sanado", sino Este pasaje evangélico es u n a evangelización e invi-
"¡Anda, tu hijo VIVE!". En este "ww?"hay u n sentido pro- tación poderosa a un crecimiento en la fe. J u a n termina
fundo. Este "vive" se o p o n e al "morir" de los v.47.49, y es su narración relacionando este prodigio-signo con el pri-
c o m o tui estribillo repetido hasta tres veces (v.50.51.53). m e r signo realizado también en Cana de Galilea: "Esto hizo
En este relato están en j u e g o dos ideas: "morir y vivir", de nuevo Jesús como segundo signo cuando regresó de Judea a
"muerte y vida". Pues bien, Jesús es el d a d o r d e la vida. Galilea".

162 163
ACTUALIZACIÓN quedaba sano de cualquier enfermedad en que estuviera
aprisionado.
¡Señor Jesús, fuente y manantial de vida!
Dame u n a fe vigorosa en ti, La fiesta a que alude el evangelista p u e d e ser la fiesta
y realiza en m í u n prodigio: de las Siete Semanas (Pentecostés), o la d e los Taberná-
c o m u n í c a m e tu vida p a r a vivir de ti culos. El n o m b r e de la piscina es "Betjesdá", es decir,
y líbrame de todo peligro d e m u e r t e eterna. "Casa d e misericordia".
C o n c é d e m e b u e n a salud; y q u e ella sea signo sensible
Al lado oriental d e la piscina de los cinco pórticos se
d e la vida eterna q u e m e has regalado.
p u e d e n ver todavía restos de u n santuario p a g a n o con
Amén. baños medicinales, dedicado a Esculapio, dios de la me-
dicina. En aquel lugar se daban cita creencias religiosas
envueltas en supersticiones, y acudía allí la g e n t e del
pueblo en busca de alivio. Jesús n o desdeña e n t r a r a ese
3. El tullido de Bethesdá lugar y encontrarse con los enfermos. Al obrar la curación
(Jn 5,1-18). de u n tullido, se manifestara a los ojos de la fe c o m o la
verdadera "Casa de misericordia"'y eficaz s a n a d o r de enfer-
m e d a d de c u e r p o y alma, tanto para j u d í o s c o m o para
paganos.
La sanación del tullido d e la piscina d e Bethesdá
tiene parecido con otras curaciones obradas p o r Jesús, Algunas traducciones, partiendo de ciertos manus-
c o m o la del paralítico d e Cafarnaúm (Me 2,1-12) y la d e critos, prefieren omitir c o m o inauténtico el v.4. La razón
la mujer encorvada (Le 13,10-17). Sin e m b a r g o , J u a n va es q u e la idea de u n ángel q u e comunica p r o p i e d a d e s
m u c h o más allá de la curación, p e n e t r a n d o e n el sentido sanadoras al agua es u n a superstición. Por nuestra parte,
profundo de ese "signo". t e n i e n d o en cuenta otros manuscritos igualmente impor-
tantes, creemos q u e es preferible m a n t e n e r l o .
El evangelista h a tejido en su narración cinco en-
cuentros: Jesús y el tullido (v.5-9); los j u d í o s y el h o m b r e En esta opción, el evangelista, sin pronunciarse so-
sanado (v.lO-13);Jesúsy el antes enfermo (v.14); el h o m - bre el valor d e las creencias populares tejidas sobre aquella
bre y los j u d í o s (v. 15-16); y Jesús y los j u d í o s (v.17). Los piscina, h a q u e r i d o pasar esa tradición q u e sirve admira-
v.1-4 sii-ven d e introducción; y el v.18 es la conclusión. b l e m e n t e para su teología: en adelante, n o será ya nece-
sario esperar el instante preciso en q u e el agua sea puesta
Introducción: La piscina d e Bethesdá (v.1-4). e n movimiento, así fuere p o r u n Ángel del Señor, ni la
sanación estará ya vinculada a ese lugar d e t e r m i n a d o .
í,}
Después de esto, había una fiesta de los judíos y subió Jesús es el verdadero "Enviado del Señor" q u e e n t r a en
Jesús ajerusalén. 2 Hay en Jerusalén junto a la puerta de acción, y la auténtica "Casa de misericordia" d o n d e se halla
las Ovejas, una piscina, llamada en hebreo Bethesdá, que la salud y la vida.
tiene cinco pórticos. 3 En ellos yacía una multitud de
enfermos: ciegos, cojos, impedidos, paralíticos, que espera- I 9 La curación del tullido (v.5-9a).
ban el movimiento del agua, 4 pues un Ángel del Señor de 5
Había, pues, un hombre allí que tenía treinta y ocho años
tiempo en tiempo bajaba a la piscina y se agitaba el agua; en su enfermedad. 6 ViéndoloJesús tendido y conociendo que
así, el primero que bajaba después de la agitación del agua

165
164
tenía ya mucho tiempo, le dice: "¿Quieres quedar sano?" se excusa. N o conocía ajesús. P r o b a b l e m e n t e en el verbo
7
Le respondió el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me "nosabía"'el evangelista deposita dos sentidos: el paralítico
arroje a la piscina cuando se agita el agua; pues en tanto n o sabía efectivamente quién era Jesús, p e r o m e n o s a ú n
que llego yo, otro baja antes de mí". 8 DíceleJesús: "¡Leván- conocía el misterio de su persona. Jesús, p a r a evitar u n
tate, toma tu camilla y camina! " 9a Y al instante quedó sanó movimiento popular, se había deslizado e n t r e la m u c h e -
el hombre y tomó su camilla y caminaba. dumbre.

En los pórticos yacía u n tullido. T e n í a ¡treinta y o c h o 3° Jesús y el h o m b r e sanado (v.14).


años! de estar así. T o d a u n a vida. Con esta cifra el evange- 14
Después de esto, lo encuentra Jesús en el Templo y le dijo:
lista subraya lo incurable de la enfermedad. Por tanto, la
"Mira, has quedado sano; ya no peques, para que no te
sanación será u n "signo" de algo muy importante.
suceda algo peor".
Algunos comentadores recuerdan a este propósito
Jesús e n c u e n t r a en el T e m p l o al ex-tullido. Lo en-
que Israel anduvo errante en el desierto treinta y o c h o
cuentra n o tanto al azar, sino p o r u n designio providen-
años, antes de entrar en la Tierra prometida (Dt 2,14). En
cial. El verbo sugiere u n a búsqueda. La palabra q u e Jesús
esta perspectiva, el tullido representa al Pueblo de Israel,
le dice al h o m b r e sanado requiere explicación: "Ya no
para quien h a llegado la h o r a de e n t r a r en u n a nueva
peques, para que no te suceda algo peor".
tierra prometida: la era mesiánica, inaugurada con la
venida d e Jesús. Pero, para p o d e r e n t r a r en esta nueva Jesús parte de la creencia c o m ú n de q u e la enferme-
Tierra de promisión, se requiere u n a gracia q u e sólo viene d a d es consecuencia del p e c a d o (Sal 38,5; 107,17); y esta
d e Dios. creencia se deriva a su vez de otro principio bíblico: el
dolor entró en el m u n d o p o r el p e c a d o (Gn 3,16-19).
La descripción p o n e de manifiesto el sentimiento de
Siendo así, Jesús n o necesariamente estaba atribuyendo la
compasión de Jesús y su conocimiento sobrenatural. Se
actual e n f e r m e d a d del tullido a u n p e c a d o personal, sino
teje luego u n corto diálogo. Sin exigir acto alguno d e fe,
Jesús p r o n u n c i a u n a palabra s o b e r a n a m e n t e eficaz q u e q u e confirmaba la creencia c o m ú n : hay u n a misteriosa
devuelve al instante la salud al tullido. conexión general entre p e c a d o y enfermedad.

2Q "Pero aquel día era shabbat" (v.91>13). Luego pasa Jesús a hacerle u n a exhortación: "No
peques, para que no te suceda algo peor". El p e c a d o es u n a
%
Pero era shabbat aquel día. 10 Decían, pues, los judíos al ofensa contra Dios; y quien lo comete sufre u n a muerte
que había sido curado: "Es shabbat y no te es lícito cargar espiritual, q u e es en sí misma u n mal mayor q u e una
tu camilla". n Mas él les respondió: "El que me sanó, ése parálisis de treinta y o c h o años.
•trw dijo: 'Toma tu camilla y camina'". 12 Le preguntaron:
"¿ Quién es el hombre que te. dijo: 'Tomay camina'?"13 Pero 4 S El ex-tullido y los judíos (v.15-16).
el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido 75
Se fue el hombre y anunció a los judíos que Jesús era quien
entre I/i muchedumbre que había en el lugar.
lo había sanado. 16 Y por eso perseguían los judíos ajesús:
Cargar algo el día de shabbat era c o n s i d e r a d o c o m o porque hacía estas cosas en shabbat.
u n a violación al reposo sabático exigido p o r la Ley (Jr
La información q u e el recién sanado da a los j u d í o s
17,19-27; Ne 13,15-22; Me 2,23-28). Se entabla e n seguida
hay q u e e n t e n d e r l a bien. El de n i n g u n a m a n e r a intenta
u n a discusión entre el beneficiado y los j u d í o s . El sanado

166 167
d e n u n c i a r a Jesús, e c h a n d o sobre él la responsabilidad d e Este episodio evangélico, q u e había e m p e z a d o p o r
cargar la camilla en shabbat; antes bien, en su gratitud y u n a curación llena d e misericordia en favor d e u n p o b r e
sencillez, quiere darles a conocer, proclamarles, anunciar- tullido, fue la ocasión para q u e el evangelista subiera a
les, hacerles saber, comunicarles u n a b u e n a nueva: ¡Es proclamar la filiación divina d e Jesús.
Jesús quien lo h a curado!

5Q Jesús y los j u d í o s (v.17). ACTUALIZACIÓN


17
Pero Jesús les respondió: "Mi Padre hasta el presente Jesús, Hijo de Dios!
trabaja, y yo trabajo ". ¡Casa d e misericordia!
Continúa realizando con el Padre,
Jesús acostumbraba hacer sus curaciones en shabbat en tu eterno shabbat,
y esto ocasionó en muchas ocasiones la ira d e escribas y
la obra q u e él mismo te ha e n c o m e n d a d o .
fariseos, pues s u p o n í a n que con ello Jesús violaba el des-
Pronuncia sobre nosotros tu palabra
canso sagrado (Me 1,21.29; 2,23; 3,6; Le 13,10-17; 14,1-6).
siempre eficaz y o p e r a n t e :
Pero en las circunstancias presentes el p r o b l e m a se sana nuestras debilidades corporales;
agravó, debido a la respuesta de Jesús: "Mi Padre trabaja levántanos de nuestras parálisis espirituales;
hasta el presente; también yo trabajo". En esta palabra, los y, más aún, resucítanos,
j u d í o s perciben que Jesús está h a c i e n d o dos afirmaciones c o m u n i c á n d o n o s vida eterna.
d e alcances trascendentales: Amén.

1Q Confiesa q u e él tiene u n a filiación particular y


exclusiva en relación con Dios: q u e Dios es su Padre y q u e
él es su Hijo. Y corno consecuencia d e ello, él se estaba 4. El ciego de nacimiento
h a c i e n d o igual a Dios.
(Jn 9,1-41).
2Q Jesús n o infringe e n m a n e r a alguna la ley del
shabbat, antes bien la lleva a plenitud, ya q u e él y Dios
están realizando en c o m ú n u n a misma obra, así sea shab- La historia del ciego de nacimiento es u n a obra
bat. La obra q u e en el p r e s e n t e hace el P a d r e y q u e maestra del genio literario d e san J u a n . Su potencial
también Jesús realiza es, en las perspectivas del Cuarto dramático alcanza u n a muy elevada c u m b r e . Este relato
Evangelio, "dar vida eterna" a aquellos q u e el Padre le ha e m e r g e c o m o u n a d e las páginas más herniosas del evan-
d a d o (Jn 3,14-17; 4,34; 5,36; 6,37-40; 17,4). Pero, si h a c e
gelio. C o m o los otros milagros del Cuarto Evangelio, la
la misma obra q u e Dios, Jesús se está h a c i e n d o igual a
curación del ciego d e nacimiento es u n "signo" cargado
Dios.
d e simbolismo. Por más d e u n detalle, este acontecimien-
Conclusión (v.18). to recuerda la curación d e N a a m á n , realizada p o r el
profeta (2R 5). Jesús es u n nuevo Elíseo.
18
Por esto, pues, más lo buscaban los judíos para matarlo,
porque no sólo violaba el shabbat, sino que también llamaba El d r a m a se desarrolla en siete actos, dispuestos en
a Dios 5M propio Padre, haciéndose igual a Dios. u n a estructura concéntrica.

168 169
I u I,a curación del ciego (v.1-7). más, la vida de Jesús es como u n día d e trabajo, limitado
p o r la n o c h e de su muerte.
''•' Y al pasar vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le
6
preguntaron sus discípulos diciendo: "Rabbí, ¿quiénpecó: Habiendo dicho esto, escupió en tierra e hizo lodo con la
éste o sus padres, para que naciera ciego?" 3 Respondió saliva y ungió con el lodo sus ojos. 7 Y le dijo: "Anda a
Jesús: "Ni éste pecó, ni sus padres; sino para que se mani- lavarte a la piscina de Siloám" (que significa Enviado).
fiesten las obras de Dios en él. 4 Nos es preciso obrarlas obras Fue, pues, y se lavó, y regresó viendo.
del que me envió mientras es de día; viene la noche, cuando
Bien h u b i e r a p o d i d o Jesús p r o d u c i r la curación al
nadie puede obrar". 5 Mientras estoy en el mundo, Luz soy
instante y con u n a sola palabra. Sin embargo, prefirió en
del mundo.
este caso e n r i q u e c e r el signo con varios elementos.
Jesús ha salido del T e m p l o , tal vez p o r la escalinata
Es conocido el valor curativo q u e los antiguos atri-
sur q u e mira hacia Siloé. Al ir c a m i n a n d o , e n c u e n t r a a u n buían a la saliva tratándose de enfermedades d e los ojos.
ciego d e nacimiento. A la vista del enfermo, los discípulos Jesús quiso b o n d a d o s a m e n t e adaptarse a esta práctica
interrogan al Maestro p a r t i e n d o de la creencia p o p u l a r p o p u l a r (cf Me 7,33; 8,23). Pero ante todo lo q u e preten-
j u d í a , según la cual la e n f e r m e d a d es consecuencia d e los dió fue h a c e r u n a acción simbólica al estilo profético,
pecados personales (Le 13,2); y en caso de q u e u n recién u n i e n d o dos elementos: su saliva, la saliva del Verbo-he-
nacido sufra de algo, es que está cargando el p e c a d o de cho-carne; y el polvo, con el q u e Dios hizo b a r r o y plasmó
sus padres (Ex 20,5; 34,7; N m 14,18; Dt 5,9). al p r i m e r h o m b r e (Gn 2,7). Se diría q u e a h o r a se trata
c o m o d e u n a nueva creación. Y con ese lodo "ungió" los
Jesús supera estas ideas: "Ni éste pecó, ni sus padres". Y ojos del ciego. El simbolismo es manifiesto: él, "el Ungido",
va más allá: en el caso de ese ciego, su e n f e r m e d a d sirve se sirve d e u n a unción para obrar el prodigio.
para q u e se manifiesten en él "las obras de Dios" (5,36;
10,32.37; 11,4; 14,10). Además, como en otras ocasiones, va a exigir del en-
fermo u n heroico acto de fe: "¡Anda a lavarte a lapiscina de
Antes de la curación, Jesús p r o n u n c i a u n a palabra de Siloám!". Sí, p e r o la piscina n o está allí cerca, sino q u e se
p r o f u n d o significado que descubre de a n t e m a n o el senti- e n c u e n t r a al sur d e la antigua ciudad d e Jerusalén, al pie
d o del milagro. "¡Luz soy del mundo!". Jesús es la Luz del de la colina del Ofel, cerca de la confluencia del Cedrón
m u n d o . El es la Palabra luminosa y resplandeciente q u e y del Tiropeón, a bastante distancia del T e m p l o para u n
estaba en Dios (Jn 1,1); y q u e ha venido para iluminar a ciego q u e tiene q u e descender, paso a paso, hasta llegar.
t o d o h o m b r e q u e entra en este m u n d o (Jn 1,9). El es la
luz a n u n c i a d a p o r el profeta Isaías 42,6. J u n t o con esa exigencia de fe, hay u n simbolismo en
ir a tal piscina. "Siloám", c o m e n t a el evangelista con liber-
La curación del enfermo es todo u n símbolo d e la tad etimológica, quiere decir "Enviado"; p o r tanto, esa
luz espiritual q u e Jesús tiene el encargo d e proyectar. El piscina lleva u n o de los calificativos más característicos de
ciego pasó de las tinieblas a la luz, n o sólo física, sino Jesús, "elEnviado"por excelencia (3,17.34; 5,36).
también espiritualmente. Esa iluminación es u n a d e las
obras q u e el Padre le ha e n c o m e n d a d o al Hijo. Algo El ciego fue, pues, a la piscina, se lavó y regresó ya
nuevo, — c o m o sucedió en la p r i m e r a creación—, ha viendo. Por primera vez, aquel h o m b r e recibió la luz en
c o m e n z a d o con este signo realizado p o r Jesús-Luz. Ade- sus ojos, gracias a la u n c i ó n con lodo, h e c h o de tierra y

170 171
saliva d e Jesús, y al contacto benéfico de las aguas del más abiertos a la luz, se resisten a aceptar ese juicio
Enviado. Las aguas q u e ofrece la piscina d e Siloám son negativo sobre Jesús, y se p r e g u n t a n : "Pero, ¿cómo puede un
también todo u n símbolo del Espíritu Santo, el Agua viva hombre pecador hacer tales signos?" Y había divisiones e n t r e
q u e brota del interior de Jesús (7,37). ellos (Jn 7,43).

2Q Comentarios entre los conocidos (v.8-12). En c u a n t o al antes ciego, las discusiones e n t r e las
I autoridades lo h a n h e c h o reflexionar. U n a nueva luz
8
Los vecinos, pues, y los que lo conocían antes como un espiritual h a p e n e t r a d o en su espíritu, y gracias a ella
mendigo, decían: "¿No es éste el que se sentaba y pedía intuye en su b i e n h e c h o r u n misterio más p r o f u n d o , en
limosna?" 9 Unos decían: "El es". Otros decían: "No, pero q u e n o h a b í a p e n s a d o hasta ese m o m e n t o . Jesús n o p u e d e
se le parece". El decía: "Yo soy". 10 Decíanle, pues: "¿Cómo ser u n h o m b r e cualquiera. E interrogado n u e v a m e n t e
se te han abierto los ojos?" n El respondió: "El hombre

I
r e s p o n d e : "¡Es un profeta!".
llamado Jesús hizo lodo y ungió mis ojos y me dijo: 'Anda a
Siloám y lávate'. Una vez que fui y me lavé, vi. 12 Y le
dijeron: "¿Dónde está, ése?" Dice "No sé".
4Q Actuación d e los padres ante los fariseos (v. 18-23).
18
El ciego era u n m e n d i g o que acostumbraba tal vez Pero los judíos no creyeron que había sido ciego y que
colocarse en alguna de las puertas del T e m p l o . Su cura- había adquirido la vista, hasta que llamaron a los padres
ción causó gran asombro. Para el ciego, -hay q u e notarlo-, del hombre que veía, 19 y les preguntaron diciendo: "¿Este
su b i e n h e c h o r n o es en este m o m e n t o sino "el hombre" es vuestro hijo, del que vosotros decís que nació ciego?
b u e n o y compasivo, a quien llaman Jesús. ¿Cómo, pues, ve ahora?" 20 Respondieron entonces sus
padres y dijeron: "Sabemos que este es nuestro hijo y que
3 S El ciego y los fariseos (v.13-17). nació ciego; 21 pero, cómo ahora ve, no sabemos; o quién
13
almo sus ojos, nosotros no sabemos. Preguntadle, edad
Llevan ante los fariseos al antes ciego. 14 Ahora bien, era tiene; él hablará por sí mismo ". 22 (Esto dijeron sus padres,
shabbat el día en queJesús hizo lodo y abrió sus ojos. I5 De porque temían a los judíos, pues ya habían establecido los
nuevo, pues, le preguntaban también los fariseos cómo * judíos que si alguno lo confesaba Mesías, fuera excluido de
había visto. Y él les dijo: "Puso lodo sobre mis ojos, y me la Sinagoga. 2B Por eso sus padres dijeron: "Edad tiene,
lavé, y veo". 16 Decían, pues, algunos de los fariseos: "Este preguntadle").
hombre na es de Dios, porque no guarda el shabbat". Pero Entran ahora en escena los j u d í o s . Se trata d e las
otros decían: "¿ Cómo puede un hombre pecador hacer tales autoridades religiosas d e Jerusalén. N o creen q u e Jesús
signos?" Y había división entre ellos. 1' Dicen, pues, nue- haya obrado la curación y p o r eso llaman a los padres del
vamente al ciego: "Ya que te abrió los ojos, ¿tú qué dices de ciego. Estos reconocen q u e efectivamente es su hijo y q u e
él?" El dijo: "¡Es un profeta!". había nacido ciego.

El ciego fue llevado a los fariseos. Era s h a b b a t el día Los signos obrados p o r Jesús en Jerusalén habían
e n q u e Jesús hizo lodo y abrió los ojos del ciego. En esta llevado a muchos del p u e b l o a ver en él al Mesías (2,23).
p r i m e r a entrevista, los fariseos p a r e c e n a c e p t a r la cura- La sanación prodigiosa o b r a d a sobre su hijo había llevado
ción milagrosa. Pero, estando p r o h i b i d o el trabajo en p r o b a b l e m e n t e a los p a d r e s del ciego a c r e e r en Jesús. Sin
shabbat, u n o s d e ellos concluyen: "Este hombre no puede embargo, n o lo confesaron abiertamente p o r temor a los
venir de Dios" (Dt 13,l-5;Jn 5,16.18). Otros, sin e m b a r g o , j u d í o s , pues éstos habían p r o n u n c i a d o p e n a de excomu-

172 173
nión para aquellos q u e confesaran a Jesús c o m o Mesías queréis oírlo de nuevo? ¿Acaso también vosotros queréis
(7,13). haceros discípulos suyos?

Esta p e n a d e expulsión de la Sinagoga nos refleja la La malevolencia d e los fariseos crece; quieren escu-
situación polémica e n t r e la Iglesia y el J u d a i s m o hacia char n u e v a m e n t e los detalles para sacar partido contra
fines del siglo I. Durante su ministerio, Jesiís a n u n c i ó a sus Jesús. Pero el ciego p e r m a n e c e seguro en su afirmación y,
discípulos q u e serían arrojados de la Sinagoga (Mt 10,17; a la insistencia d e aquéllos, reacciona con fina ironía.
Le 6,22); p e r o esto n o aconteció d u r a n t e la vida del 2S
Maestro, sino m u c h o más tarde. Y lo insultaron y dijeron: "Tú eres discípulo de ése, pero
nosotros somos discípulos de Moisés. 29 Nosotros sabemos
En el libro d e los H e c h o s vemos a los Apóstoles ir al que Dios ha hablado a Moisés, pero de éste no sabemos de
T e m p l o (I Ich 3-5); inclusive todavía en tiempos más avan- dónde es". y° Respondió el hambre y les dijo: "Pues en esto
zados (año 58) e n c o n t r a m o s a Pablo c u m p l i e n d o en el está lo admirable, que vosotros no sabéis de dónde es y me
T e m p l o los preceptos o r d e n a d o s p o r la Ley (Hch 21,26). abrió los ojos. J1 Sabemos que Dios no oye a pecadores, pero
La r u p t u r a total entre la Iglesia y el J u d a i s m o se llevó a si alguno es religioso y hace su voluntad, a éste lo oye. 32
cabo entre los años 85 a 90, y fue entonces c u a n d o los Nunca se oyó que alguien haya abierto los ojos de un hambre
judío-cristianos fueron excomulgados definitivamente de nacido ciego. 33 Si éste no fuera de. Dios no podría hacer
la Sinagoga. nada ".
5 e De nuevo el ciego ante los fariseos (v.24-34).
Los fariseos acuden al insulto; rechazan la posibili-
Se teje luego, en cuatro interlocuciones, u n diálogo dad de llegar a ser discípulos de Jesús y se refugian en
lleno d e viveza y colorido. La refutación q u e el ciego Moisés. La frase "De éste no sabemos de dónde es " está p r e ñ a d a
ignorante va a hacer a las autoridades cultas es u n o de los de sentido. Las mismas autoridades se declaran 'ciegos'
más admirables trozos del evangelio d e san J u a n . respecto de Jesús. Ceguera culpable, pues Jesús n o se ha
cansado d e manifestar el secreto d e su persona (3,31;
24
Llamaron, pues, al hombre por segunda vez, al que había 8,23). En cambio, el ciego, h o m b r e ignorante, p o b r e y
estado ciego, y le dijeron: "Da gloria a Dios. Nosotros sencillo, que ha recibido la vista, va de claridad en clari-
sabernos que este hombre es pecador". 25 Respondió entonces dad, p e n e t r a n d o en el misterio d e Jesús.
aquél: "Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que siendo ciego,
ahora veo ". La última intervención del ciego es u n a argumenta-
ción magistral en defensa d e su b i e n h e c h o r , a pesar de no
"Dar gloria Dios" es u n a fórmula bíblica d e j u r a m e n - conocerlo todavía, y llega en ella a u n a intuición más
to para exigir a alguno que diga la verdad (Jos 7,19; 1S profunda sobre quién es Jesús.
6,5). El ciego sabía q u e era shabbat y conocía las prescrip-
ciones. Sin embargo, u n a cosa le h a c e pensar q u e Jesús Si había ya confesado que Jesús es u n profeta, ahora
está sobre esas prescripciones minuciosas, q u e más q u e de está p e r s u a d i d o de que es u n "hombre de Dios". Además, el
Dios, son de los hombres: el h e c h o d e haberle abierto los énfasis puesto en abrir unos ojos subyugados p o r las
ojos. tinieblas desde el m o m e n t o de nacer, a la vez q u e subraya
26 lo insólito del portento, es u n a invitación a ir descubrien-
Dijéronk, pues: "¿ Qué te hizo ? ¿ Cómo te abrió los ojos ? "
27 d o en él u n simbolismo escondido.
Respondióles: "Os lo dije ya y no creísteis; ¿para qué

175
174
El diálogo termina con u n a terrible injuria llena de r e s p o n d e : "¡Y lo has visto! ¿Y el que habla contigo, ése es!". El
vileza d e p a r t e d e los fariseos, q u e consideran la enferme- expresivo "lo has visto" con toda su actualidad, revela la
d a d del ciego c o m o u n a maldición divina: realidad espiritual q u e se h a o b r a d o en aquel h o m b r e . El
texto griego utiliza el verbo en tiempo perfecto, subrayan-
34
Respondieron y le dijeron: "En pecado naciste todo tú, ¿y d o la actualidad d e la acción: "Lo estás viendo". La ilumi-
tú nos enseñas?" Y lo arrojaron fuera. nación de sus ojos n o era sino el símbolo d e la iluminación
espiritual d e la fe. Ahora sí está viendo con toda claridad
Consciente o i n c o n s c i e n t e m e n t e los fariseos, los y en toda plenitud.
maestros, los sin pecado, los q u e ven, los b u e n o s , se
cierran para n o c o m p r e n d e r , p a r a no ver el misterio d e Pues bien, aquel p o b r e ciego ignorante cree en Jesús
Jesús. En cambio, el ciego, el nacido en pecados, el igno- y acepta su misterio sobrenatural. L e n t a m e n t e los ojos de
rante, sumido p o r tanto en las más densas tinieblas espi- su espíritu se h a n ido iluminando. Al principio n o veía en
rituales y materiales, es librado d e sus pecados e iluminado Jesús sino a u n simple "hombre", p e r o con n o m b r e teofó-
en sus ojos p o r Jesús, Luz del m u n d o . rico 'Yahveh salva"; después pasó a considerarlo c o m o "un
profeta"; en u n tercer m o m e n t o pensó en él como en u n
6Q Jesús, el Hijo del h o m b r e (v.35-38). "hombre venido de parte de Dios "; luego lo confesó c o m o "el
35
Hijo del hombre". Y ahora finalmente lo a d o r a c o m o a su
Oyó Jesús que lo habían arrojado fuera, y habiéndolo "Señor". Admirable progresión y crecimiento en la fe. En
encontrado, le dijo: "¿Tú crees en el Hijo del homlrre?" Jesús se realizan todas las esperanzas q u e Israel e n c u e n t r a
36
Respondió él y dijo: "¿ Y quién es, Señor, para creer en en sus libros sagrados y en sus tradiciones vivientes.
él?" 37DíjoleJesús: "¡Ylo has visto! ¡Yel que habla contigo,
ése es!" 3S Y él dijo: "¡Creo, Señor!" Y lo adoró. "Ylo adoró". Esta expresión, q u e de suyo n o designa
sino u n a prosternación de profundo respeto, incluye tal
Diálogo breve y conciso en q u e la iluminación espi-
vez en la m e n t e del evangelista su sentido cabal y completo
ritual para el ciego llega a su c u m b r e . Oyó Jesús q u e lo
d e adoración divina, ya q u e el verbo "adorar" sólo aparece
h a b í a n arrojado de la sinagoga y lo e n c u e n t r a . Este hallaz-
en el evangelio para designar la adoración de Dios (Jn
go n o es fortuito, sino consciente y p r e t e n d i d o . Mientras
4,20-24; 12,20).
q u e los j u d í o s rechazan a aquel p o b r e h o m b r e , Jesús lo
busca y lo e n c u e n t r a (Jn 9,37; Sab 6,16).
7B Ultima reflexión de Jesús (v.39-41).
Jesús p r e g u n t a al q u e había sido ciego: "¿Crees tú en 39
Y dijo Jesús: "Para un juicio vine yo a este mundo: para
el Hijo del hombre?" Es decir, en el Mesías; p e r o con ese que los que no ven, vean; y ¿os que ven, se vuelvan ciegos".
carácter particular con q u e lo presenta la profecía d e 40
Algunos de los fariseos que estaban con él oyeron esto y le
Daniel: u n ser misterioso, de origen celestial, q u e supera dijeron: "¿Acaso también nosotros somos ciegos?" 41 Les dijo
la condición h u m a n a , p e r o que d e b e ser elevado, y así
Jesús: "Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora decís:
atraer a todos hacia sí. En el evangelio d e san J u a n , Jesús
'Vemos'. Vuestro pecado permanece ".
se presenta con m u c h a frecuencia con este título trascen-
d e n t e (Jn 1,51; 3,13-14; 6,62; 8,28; 12,23.34; 13,31). Esta reflexión completa el significado p r o f u n d o de
la curación del ciego y revela u n a cierta nostalgia en Jesús.
El ciego se muestra totalmente abierto p a r a recibir
"Los que no ven " son los humildes y sencillos como el ciego;
la revelación: "¿Quién es, Señor, para creer en él?" Y Jesús le
y éstos verán. "Los que ven"son los q u e creen ver, bastán-

176 177
Renueva y a u m e n t a en nosotros
dose a sí mismos. Mientras q u e el ciego, d e su ceguera la iluminación recibida en nuestro bautismo.
física pasó a u n a luz resplandeciente d e fe, los enemigos Creemos en ti y postrados ante ti
de Jesús recorren la trayectoria opuesta: creen ver y se te rendimos el culto d e nuestra suprema adoración.
h u n d e n en la ceguera espiritual más tenebrosa.
Amén.
Lo oyeron algunos d e los fariseos y le dijeron "¿Acaso
también nosotros somos ciegos?". Jesús respondió: "Si frierais
ciegos, no tendríais pecado". Si los fariseos aceptaran "no
saber" a fin de ser iluminados, n o serían culpables. Pero 5. La resurrección de Lázaro
no. Fiados en su ciencia, se cierran a las iluminaciones d e (Jn 11,1-44).
Jesús, Luz. del m u n d o . Por eso Jesús concluye: "Pero ahora
decís: 'Vemos'; vuestro pecado permanece". ¡Frase terrible q u e
descubre u n a t r e m e n d a dureza de corazón!
La m u e r t e y resurrección d e Lázaro son, en la trama
Perspectivas bautismales. del Cuarto Evangelio, como el preludio de la m u e r t e y
resurrección del mismo Jesús. Este signo portentoso, es
La Iglesia, desde los primeros tiempos, descubrió en sin d u d a el más g r a n d e de los siete narrados p o r el
el milagro del ciego de nacimiento motivos bautismales. evangelista en el cuerpo de su obra.
Las unciones y el uso de la saliva en el bautismo provienen
d e nuestro relato. Padres de la Iglesia c o m o Ireneo, Am- "Jamás había sido n a r r a d o en Israel u n milagro más
brosio, Agustín, y comentadores m o d e r n o s e n c u e n t r a n extraordinario; jamás la b o n d a d de Jesús se había mani-
también relaciones sacramentales entre la sanación del festado de u n a m a n e r a más sensible. Es u n a c u m b r e en
ciego y el bautismo. q u e su figura irradia esplendor divino" (MJ.Lagrange).
P u e d e ser q u e la práctica del bautismo en la Iglesia Según el evangelio d e J u a n , este gran milagro provo-
primitiva haya influido en la redacción del relato evangé- có la reacción definitiva del Sanedrín que, r e u n i d o en
lico; p e r o a su vez, la narración del evangelio suministró sesión formal, d e t e r m i n ó d a r m u e r t e a Jesús (11,47-53).
detalles al rito y a la reflexión teológica del sacramento. Además, la impresión profunda causada en el p u e b l o p o r
este acto fuera de toda expectación estaba todavía fresca
ACTUALIZACIÓN en los sentimientos de todos el día de la entrada triunfal
de Jesús en Jerusalén (12,9-12).
¡Oh Jesús, h e r m a n o nuestro, profeta enviado p o r Dios,
Hijo del h o m b r e y Luz del m u n d o ! Sin embargo, u n gran p r o b l e m a surge a propósito de
Toca nuestros ojos, úngelos con tu p o d e r s a n a d o r la resurrección de Lázaro. Si las cosas fueron c o m o las
y purifícalos con el agua de tu Espíritu. narra Juan, ¿cómo explicar el absoluto silencio q u e los
Haz desaparecer de nuestra mirada Sinópticos m a n t i e n e n en torno a la resurrección d e Láza-
las espesas tinieblas q u e nos envuelven ro? La tradición sinóptica, en efecto, ignora ese prodigio
y en las grandes discusiones de Jesús con saduceos, escri-
desde nuestro nacimiento, y haz brillar
bas y fariseos, situadas en los días precedentes a su pasión,
tu luz divina en los ojos d e nuestro espíritu,
n o aparece la m e n o r alusión a ese acontecimiento.
para conocerte a ti y al Padre, en el Espíritu Santo.

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178
El p r o b l e m a es serio y real, p e r o n o insoluble. 1Q Viendo en él el anuncio de la propia m u e r t e y
resurrección de Jesús; y de allí su presentación a l t a m e n t e
Para algunos comentadores radicales el problema se teológica, cuya c u m b r e está en los v.25-26.
soluciona fácilmente, n e g a n d o la historicidad de tal resu-
rrección. En ese caso, la narración de J u a n es ficticia, 2Q Subrayando la conexión q u e tal prodigio tuvo en
elaborada p o r el a u t o r con fines teológicos, a saber, ense- la determinación del Sanedrín para d a r m u e r t e a Jesús
ñ a r q u e Jesús es la fuente d e la vida, más atín, q u e él es la (v.45-53).
Vida.
Según u n análisis estructural de la narración, el
Acerca de esta hipótesis d e b e m o s decir que éste sería cuadro presenta cinco escenas, cuya c u m b r e teológica
u n camino fácil, siempre q u e se trate de solucionar difi- está en el centro: "Yo soy la resurrección y la vida ", dice Jesús.
cultades reales y graves. Es la negación superficial de todo La m u e r t e n o cuenta más, puesjesús, Resurrección y Vida
h e c h o histórico s o r p r e n d e n t e . N o c o m p r e n d o , luego n o p e r m a n e c e para siempre.
existió.
I a Lázaro está enfermo (v.1-6).
Para u n a posible explicación d e la resurrección o de
u 1
la resuscitación de L á z a r o — c o m o alguno prefiere llamar- < Había un enfermo, Lázaro de Betania, de la aldea de
la— hay que t e n e r en cuenta dos principios. María y de Marta su hermana. 2 (María era la que ungió
al Señor con perfume y enjugó sus pies con sus cabellos, cuyo
1 ° U n dato de la tradición evangélica detallada es q u e hermano Lázaro estaba enfermo). 3 Enviaron, pues, las
Jesús volvió la vida a la hija de Jairo, n a r r a d a p o r los tres hermanas a decirle: "Señor, mira, al que amas está enfer-
sinópticos (Mt 9,18-26; Me 5,21-43; Le 8,40-56); y al hijo mo". 4 Pero, habiendo oído fesús, dijo: "Esta enfermedad
d e la viuda d e Naín (Le 7,11-16). A h o r a bien, J u a n en no es para muerte, sino en vista de la gloria de Dios, para
m u c h o s p u n t o s representa u n a tradición personal e inde- que sea glorificado el Hijo de Dios por ella ". 5 (Amabajesús
p e n d i e n t e d e la tradición sinóptica, en la q u e conserva a Marta y a su hermana y a Lázaro). 6 Habiendo, pues,
otros h e c h o s y palabras de Jesús, n o recogidos p o r los oído que estaba enfermo, sin embargo se quedó en el lugar
otros evangelistas. Pues bien, la resurrección de Lázaro donde estaba dos días.
bien p u e d e ser u n o d e esos casos con q u e J u a n completa
nuestra tradición evangélica. Así, en la resurrección de El evangelista comienza i n t r o d u c i e n d o a los tres
Lázaro hay u n núcleo histórico d e base. personajes que entraran en j u e g o : Lázaro, el enfermo;
María y Marta, sus hermanas. Vivían en Betania, la actual
2B Por otro lado, es bien sabido q u e J u a n teologiza
El' Azariyeh, aldea al este d e j e r u s a l é n , atrás del M o n t e de
p r o f u n d a m e n t e sobre las obras realizadas p o r Jesús (cf
5,1-47; 6,1-58; 9,1-41). La razón de esto es q u e p a r a el los Olivos, d o n d e Jesús se h o s p e d a b a c u a n d o visitaba la
evangelista "las obras" n o son ú n i c a m e n t e h e c h o s , sino Ciudad Santa ( M c T l l , l l ; 14,3; Le 10,38-42).
"signos" q u e encierran u n sentido profundo y q u e proyec-
U n paréntesis anacrónico (v.2) aclara p o r anticipado
tan u n mensaje. En este descubrir y r e p e n s a r a la luz del la identificación de María como aquella mujer q u e ungió
Espíritu las obras de Jesús está el genio y la o b r a personal a Jesús en Betania, seis días antes d e la Pascua, en casa de
del evangelista. Simón el leproso (Mt 26,6-13; Me 14,3-9; J n 12,1-11).
En esta forma, J u a n supo explotar el a c o n t e c i m i e n t o María es diferente d e la pecadora (Le 7,38), y también de
María la Magdalena (Le 8,2).
significativo d e la resurrección de Lázaro:

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14
Enviaron, pues, las h e r m a n a s d e Lázaro u n mensaje Entonces, pues, les dijo Jesús abiertamente: "Lázaro
a Jesús diciendo: "¡Mira, al que amas está enfermo!". Esta murió. ^ Y me alegro por vosotros de no haber estado allí,
frase denota q u e ellos eran discípulos d e Jesús y que u n para que creáis. Pero, ¡vayamos a él!" 16 Dijo, entonces,
lazo de especial afecto los u n í a con él. Las hermanas, al Tomás, el llamado Mellizo, a stis condiscípulos: "¡Vayamos
p r o p o n e r su pena, n o le piden a j e s ú s explícitamente u n también nosotros para morir con él!".
milagro, p e r o le insinúan delicadamente q u e venga a
Los v.7-16, que tratan d e la decisión d e j e s ú s de volver
intervenir. En la m e n t e del evangelista, Lázaro, a quien
a j u d e a , parecen cubrir dos estratos en la redacción de
Jesús ama, es representante de los cristianos, objeto del
esta historia, a saber: v.7-10.16 y v.11-15, ambos d e sabor
a m o r d e j e s ú s (cfjn 13,23; 19,26); y así como dará la vida
netamente juánico.
a Lázaro, también la dará a los discípulos que lo amen y
lo sigan. — Primer estrato: v.7-10.16.
El comentario d e j e s ú s revela de a n t e m a n o la impor- Esta sección q u e no m e n c i o n a a Lázaro se u n e per-
tancia del milagro (9,3). La enfermedad de Lázaro n o fectamente con los capítulos precedentes en q u e los Ju-
terminará en muerte, sino en glorificación de Dios y del díos querían m a t a r a j e s ú s (7,19; 8,59; 10,31.39), y en q u e
Hijo de Dios. La gloria d e Dios y la gloria del Hijo n o son Jesús se presentaba c o m o la Luz del m u n d o (8,12; 9,5). La
sino u n a sola. Si la resurrección de Lázaro va a glorificar p e q u e ñ a parábola del día y de la n o c h e encierra dos ideas:
a Dios y a Jesús, no es sólo p o r el milagro mismo, sino
p o r q u e ese prodigio va a d e s e n c a d e n a r los motivos q u e * La vida d e j e s ú s es como u n día d e camino, d u r a n t e
llevarán ajesús a su m u e r t e y a su resurrección, los cuales el cual debe realizar su misión. No tropezará, esto es, n o
constituyen la verdadera glorificación del Padre y del Hijo morirá, mientras n o llegue su hora, la n o c h e de su m u e r t e
(12,23-24; 17,1). (13,30).

A pesar d e la noticia, Jesús no subió para c u r a r al * La segunda idea gira e n t o r n o a j e s ú s mismo. El es


enfermo. N o era falta d e interés, ni menos arín falta de la verdadera Luz del m u n d o (8,12; 9,5). Estar con él es
cariño. J u a n deja e n t e n d e r veladamente el c o n o c i m i e n t o caminar a su luz (12,46). Si alguno se aparta de él entra
sobrenatural qtie Jesús tenía de la situación. en la n o c h e y tropezará irremisiblemente, p o r q u e "en él
no está la luz ".
2 a Jesús va a j u d e a (v.7-16).
Tomás, sin c o m p r e n d e r el alcance de las palabras de
7
Luego, después de esto, dice a los discípulos: "Vamos a Jesús, dice a sus c o m p a ñ e r o s : "¡Vayamos también nosotros
Judea nuevamente". 8 Le dicen los discípulos: "Rabbí, para morir con él!".
ahora los judíos te querían apedrear y ¿de nuevo vas allá?"
9
Respondió Jesús: "¿Acaso no son doce las horas del día ? — S e g u n d o estrato: v.l 1-15.
Si alguno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de
este mundo; w pero si alguno camina de noche, tropieza, Esta sección es la secuencia normal del v.6. Pasa-
porque la luz no está en él" 1} Dijo esto, y después de esto les dos los dos días, Jesiís dice a sus discípulos: "Lázaro, nues-
dice: "Lázaro, nuestro amigo, se ha dormido, pero voy a tro amigo, se ha dormido, pero voy a despeñarlo". Palabra de
despertarlo". 12 Dijéronle entonces los discípulos: "Señor, si dos sentidos, c o m p r e n d i d a p o r los discípulos del sue-
se ha dormido, será salvo". 1J Jesús había hablado de. su ñ o natural. Pero Jesús, aclara el evangelista, hablaba del
muerte, pero ellos pensaron que hablaba del reposo del sueño. sueño de la m u e r t e . Este j u e g o de sentidos, a doble ni-

182 183
vel, es clásico en el Cuarto Evangelio (2,20s; 4,15; 6,27s; gica del relato y descubre p o r anticipado la significación
7,33-36). profunda del "signo" extraordinario q u e j e s ú s va a realizar
(v.21-27).
En la expresión "serásalvo" (v. 12),Juan deposita dos 21
significados: la recuperación de la vida y la salvación Dijo, pues, Marta a Jesús: "Si hubieras estado aquí, no
espiritual. En el v. 14 Jesús revela claramente la m u e r t e de halma muerto mi hermano; 22pero aun ahora sé que cuanto
Lázaro, y manifiesta la finalidad q u e tiene de ir allá a pidas a Dios, te lo dará".
volverle la vida: hacer q u e sus discípulos "crean". La resu-
La palabra de Marta encierra dos pensamientos: 1Q
rrección de Lázaro será u n a r g u m e n t o decisivo para q u e
expresa, j u n t o con u n a delicada queja, su c e r t i d u m b r e
los discípulos crean en Jesús y p r e p a r e n sus m e n t e s para
total en el p o d e r sobrenatural de Jesús (v.21); y 2 9 la
el misterio terrible q u e se avecina: su muerte; p e r o a la
convicción plena de q u e Dios le seguirá c o n c e d i e n d o a
q u e seguirá su resurrección gloriosa.
Jesús cuanto le pida (v.22). Sin embargo, Marta n o llega
La finalidad q u e aparecía en el v.4 era la gloria de a formular u n a petición formal; se detiene en u n deseo,
Dios y del Hijo. Aquí, en el v.15, es "hacer n a c e r la fe". La en u n a sugerencia vaga de u n a cosa q u e bien p o d r í a Jesús
gloria y la fe aparecían unidas también en el signo del vino hacer, p e r o q u e a b a n d o n a confiadamente a su b o n d a d .
d e Cana (2,11). Marta, en efecto, estaba al tanto de quejesiís en ocasiones
había vuelto a la vida a personas q u e habían fallecido (Me
3 a Jesús y Marta (v. 17-27). 5,41; Le 7,14). Pero en este caso, h a n pasado ya cuatro
días.
17
Habiendo, pues, llegado Jesús encontró que ya tenía
23
cuatro días en el sepulcro. ls Betania estaba cerca de Le diceJesús: "¡Resucitará tu hermano!"
Jerusalén, como a quince estadios, 19y muchos de los judíos
habían venido a Marta y a María para consolarlas por su Frase corta e impactante, capaz d e d o b l e sentido,
hermano). 20 Cuando Marta oyó quejesús venía, le salió p e r o q u e Marta c o m p r e n d e , n o d e u n a resurrección in-
al encuentro, mientras María permaneció en la casa. mediata, sino d e la del último día (Dn 12,2; Me 12,18; J n
5,28-29; 6,39-40; H c h 24,15).
Después d e la m u e r t e de Lázaro, numerosos j u d í o s 24
d e Jerusalén habían ido a Betania, distante quince esta- Le dice Marta: "Sé que resucitará en la resurrección, el
dios (tres kilómetros) d e la ciudad. Al llegarJesús, h a b í a n último día". 25 Le dijo Jesús: "Yo soy la resurrección y la
ya pasado cuatro días de la m u e r t e de Lázaro. Esto quiere vida". El que cree en mí, aun cuando muera vivirá, 26 y
decir q u e Lázaro murió i n m e d i a t a m e n t e después d e q u e todo el que vive y cree en mí no morirá eternamente. "¿ Crees
sus h e r m a n a s habían enviado a Jesús la noticia d e la esto?".
enfermedad. El día d e camino q u e hizo el mensajero, más "¡Yo soy la Resurrección y la Vida!" Frase llena de
dos días q u e se q u e d ó J e s ú s , más el día d e c a m i n o d e Jesús solemnidad y de denso c o n t e n i d o doctrinal. Jesús es "la
a Betania son los cuatro días del v.17. Resurrección", p o r q u e él es "la Vida". El Padre le ha d a d o
al Hijo t e n e r la vida en sí mismo; y, siendo así, p u e d e
Oyó Marta q u e j e s ú s venía y salió a su e n c u e n t r o . El
vivificar a quien él quiera. Esta es la c u m b r e teológica del
evangelista nota q u e María estaba en casa; hasta después
relato. Es la afirmación suprema. T o d o lo demás será la
supo q u e j e s ú s estaba allí (v.28). Al llegar Marta a Jesús,
se entabla u n diálogo q u e es el centro y la c u m b r e teoló- consecuencia (cf 4,26; 5,21.26; 6,35.51; 8,12; 10,9-10).

184 185
32
"El que cree en mí, aun cuando muera, vivirá...". La Así que Alaría llegó a donde estaba fesús, al verlo cayó a
m u e r t e es la consecuencia necesaria del pecado. El h o m - sus pies, diciéndole: "Señor, si hubieras estado aquí, no
bre d e b e morir. Pero gracias a la fe en Jesús, volverá a la habría muerto mi hermano". 33 Entonces fesús, así que la
vida, resucitará para n o morir más. Este logion, referido vio llorar, y llorar a los judíos que venían con ella, se
a la resurrección futura, p u e d e también mirar, en cone- conmovió en su espíritu, y se turbó, 34 y dijo: "¿Dónde lo

xión con el v.26, a u n sentido espiritual, a saber: quien habéis puesto?" Le dicen: "Señor, venaver". Llorófesús.
36
crea en Jesús, aun c u a n d o haya m u e r t o espiritualmente, Decían, pues, los judíos: "¡Mirad cómo lo amaba!" 3>1
p o d r á vivir, esto es: gracias a la fe en Jesús volverá espiri- Pero algunos de ellos dijeron: "¿No podía éste que abrió los
tualmente a la vida y n o morirá j a m á s (cf 3,15-16.36; 4,14; ojos del ciego hacer también que éste no muriera?"
5,24-25.40; 6,40.47-48; 8,51; 10,28).
La escena corre llana y natural. María, a los pies de
27
Dícele: "Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Mesías, el Jesús, recuerda el cuadro de Le 10,39 yjn 12,3. La palabra
Hijo de Dios, el que ha de venir al mundo". de María es u n duplicado d e la de Marta. Los v.33 y 35
manifiestan a Jesús en la sencilla y conmovedora realidad
La confesión de Marta denota u n a fe ya de tiempo,
de sus sentimientos h u m a n o s . Sufre el contagio del dolor
c o m o la d e P e d r o (6,69), no c o m o la del ciego de naci-
y d e la pena, y se conmueve ante u n sufrimiento moral
miento que empieza a creer (9,38). Marta da a Jesús tres
c o m o es la m u e r t e d e u n a persona a quien se ama entra-
títulos: "el Mesías, el Hijo de Dios, y el q u e viene al
ñablemente.
m u n d o " . Tres títulos q u e e n c o n t r a m o s e n J n 1,41.49; 6,14.
Sin embargo, no ha llegado a c o m p r e n d e r p r o f u n d a m e n - "fesús lloró". Frase corta, p e r o plena de sentimiento.
te q u e sijesús se ha proclamado "la Resurrección y la Vida" Calladamente brotan las lágrimas d e los ojos de Jestís. No
p u e d e , en esos mismos momentos, p r o d u c i r vida. Esto se
es u n llanto clamoroso. Losjudíos c o m e n t a n : "¡Miradcómo
verá claro en la reacción de Marta: "Señor, ya huele mal... "
lo amaba!". Algunos, c o n o c i e n d o ya más a Jesús, se pregun-
(v.39). Marta, pties, c o m o otros personajes del Cuarto
taban: "¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho
Evangelio, p e r m a n e c e en u n nivel de incomprensión res-
que Lázaro no muriera?".
pecto d e la palabra d e Jesús en su sentido más p r o f u n d o
(cf3,4; 4,11.15; etc.). 5 a Lázaro vuelto a la vida (v.38-44).
4 9 Jesús y María (v.28-37). 38
fesús, pues, nuevamente conmovido en. sí mismo, viene
28
Y habiendo dicho esto, se fue y llamó a María su al sepulcro. Era una cueva, y una piedra estaba puesta sobre
hermana, diciéndole en secreto: "El Maestro está aquí y te ella. 39 Dice fesús: "¡Quitad la piedra!" Dícele Marta, la
llama". 29 Ella, así que oyó, se levantó rápidamente y fue hermana del difunto: "Señor, ya huele mal, pues es el cuarto
hacia él. 30 (Todavía no había llegado fesús a la aldea, día". 4(' Dícele fesús: "¿No te dije que, si crees, verás la gloria
sino que estaba aún en el lugar donde Marta le salió al de Dios?"
encuentro). 41
Quitaron, pues, la piedra. Y fesús levantó sus ojos hacia
31
Los judíos, pues, que estaban con ella en la casa y que la arriba, y dijo: "¡Padre, te doy gracias porque me has oído.
42
consolaban, viendo que María se había levantado rápida- Yo sabía que siempre me oyes, pero por lamuchedumbre
mente y que había salido, la siguieron, pensando que iba al que está presente lo he dicho, para que crean que tú me
sepulcro a llorar allí. has enviado!".

186 187
43 Jesús n o reclama n a d a para sí, t o d o lo o r d e n a a su
Y habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: "¡Lázaro,
acá, fuera! ". 44 Salió el muerto atado con vendas los pies y Padre: ¡Que él sea glorificado y q u e se reconozca su obra
las manos, y su rostro estaba envuelto con un sudario. de vida al h a b e r enviado a su Hijo al m u n d o ! La certidum-
Díceles Jesús: "¡Desatadloy dejadlo ir!". bre de q u e la oración es escuchada n o d e b e ser solamente
privilegio d e Jesús sino también del verdadero discípulo
Jesús llega al sepulcro. Nueva c o n m o c i ó n h u m a n a . q u e ora en su N o m b r e (Jn 14,13-16; Mt 7,7-11; Me 11,24;
El sepulcro era u n a cueva y u n a losa lo cerraba. Jesús etc.).
o r d e n a : "¡Quitad la piedra!". Marta observa: "Señor, ya huele
mal, pues es el cuarto día". Ante la terrible realidad del H a b i e n d o t e r m i n a d o su oración,Jesús con fuerte voz
cadáver descompuesto, Marta n o piensa en la posibilidad gritó: "¡Lázaro, acá, fuera!". Y salió el m u e r t o con vendas
d e su resurrección en este instante. Las palabras enigmá- en los pies y manos, y envuelto su rostro con u n sudario.
ticas del Señor no le habían h e c h o c o m p r e n d e r q u e él iba YJesiís les dijo: "¡Soltadloy dejadlo ir!".
a intervenir aquí y a h o r a para devolverle la vida a su
La narración termina a b r u p t a m e n t e aquísin d a r m á s
h e r m a n o . El milagro será tanto más grandioso, c u a n t o
detalles. Con esta brevedad impresionante, J u a n quiere
m e n o s posibilidad había de recuperación natural.
inculcar una vez más lo esencial: Jesús es la Vida. Y el
Jesús replica: "¿No te dije que, si crees, verás la gloria de h e c h o de h a b e r d a d o la vida física a Lázaro es u n "signo"
Dios?" Alusión a la fe y llamado explícito a creer. La sensible p o r anticipado de q u e él mismo dará y recuperara
"gloria" (en h e b r e o "kabod", y en griego "doxa") es la su propia vida (Jn 10,17-18), de q u e p u e d e c o m u n i c a r a
manifestación sensible de la presencia o m n i p o t e n t e de los h o m b r e s "vida eterna" en este m u n d o , y d e q u e p o d r á
Dios. El tema de "la gloria" engloba, en inclusión semítica, volverlos a la vida física p o r la resurrección, en el último
t o d o el relato. En efecto, ya Jesús le había dicho al men- día (5,19-30; 6.39.40.44.54).
sajero: "Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria
de Dios, para que sea glorificado el Hijo de Dios por ella " (y A).
Y a Marta le había revelado q u e él era "la Resurrección y la ACTUALIZACIÓN
Vida".
¡Oh Jesús, amigo mío! Ya sé q u e me amas.
Pues bien, ha llegado el m o m e n t o de actuar p a r a H e m e aquí delante d e ti, semejante a Lázaro,
la glorificación del Padre y del Hijo. Quitan la piedra. espiritualmente enfermo o m u e r t o .
Jesús eleva sus ojos al cielo para orar. N a d a le pide a Dios. Ven, glorifica a tu Padre, y glorifícate
El Padre conoce ya, desde siempre, lo q u e hay en el a ti mismo, salvándome.
corazón d e su Hijo. Sólo hay necesidad d e alabar y d a r las Tú eres la Luz de la vida.
gracias. Líbrame, Señor, de este letargo p r o l o n g a d o
y p r o f u n d o en que me e n c u e n t r o .
En la breve oración q u e Jesús dirige filialmente a su
Despiértame d e este terrible sueño d e m u e r t e .
Padre, brilla con esplendor la u n i ó n d e voluntades q u e
existe entre los dos. "¡Para que crean que tú me has envia- Tú eres, Jesús, "la Resurrección y la Vida".
do...!" Las obras de Jesús le son dadas p o r el Padre para Resucítame y c o n m u n í c a m e vida eterna.
q u e los h o m b r e s crean que él es el Enviado d e Dios Yo creo en ti, y sé que, aun c u a n d o haya m u e r t o , viviré.
(5,30.36; 9,3; 10,32.37). Contigo, no moriré e t e r n a m e n t e .

188 189
Creo q u e eres el Mesías, que eres el Hijo de Dios, dos de sus discípulos. 3 Díceles Simón-Pedro: " Voy a pescar".
q u e eres el que debía venir al m u n d o . Dícenle: "Vamos también nosotros contigo". Salieron y
Conmuévete, Jesús, y ten piedad de mí. subieron a la barca y en aquella noche nada cogieron.
Derrama tus lágrimas a causa de mi enfermedad mortal.
El m a r de Galilea, así como había sido el teatro de la
Detente y manifesta en m í la gloria de Dios. primera actividad de Jesús (Me 1,16-20), es a h o r a el lugar
Dale ya gracias a tu Padre, q u e siempre te escucha. de la última aparición de Jesús a sus discípulos en el
Y ahora, Jesús, p r o n u n c i a fuertemente mi nombre, evangelio de san Juan. Siete discípulos se e n c u e n t r a n
y con tu palabra o m n i p o t e n t e devuélveme a la vida. reunidos: Simón-Pedro, Tomás, Natanael, Santiago, J u a n
Amén. y otros dos anónimos. A iniciativa de Pedro van a pescar.
Man pasado la n o c h e en la tarea, p e r o sin resultado
alguno.

6. Aparición de Jesús y la pesca Varias consideraciones:

milagrosa (Jn 21,1-14). a) El evangelista no había dicho c u á n d o regresaron


de Jerusalén esos discípulos, ni p o r q u é se e n c u e n t r a n
ahora reunidos en Galilea. Lo que le interesa es contar
q u e fueron a pescar, p e r o que nada lograron.
El capítulo 21 del evangelio de J u a n es considerado
c o m o un apéndice a la obra. La narración presenta u n a b) ¿Habían ya vuelto los discípulos a su antiguo
estructura característica del Cuarto Evangelio, p o r lo cual trabajo? o ¿estarían todavía e s p e r a n d o algo de Jesús, q u e
la autenticidad juánica está fuera de discusión. había muerto, p e r o a quien h a n visto vivo en algunas
ocasiones?
Sin embargo, este acontecimiento presenta u n deli-
cado problema d e crítica literaria e histórica, d e b i d o a las b) El n ú m e r o de discípulos es siete. No sería extraño
semejanzas que existen entre este pasaje del evangelio de q u e el evangelista haya querido ver u n simbolismo en esa
J u a n y la pesca milagrosa narrada p o r Lucas en 5,1-10. Los cifra. J u a n no desaprovecha las oportunidades, y ésta
estudios críticos invitan a m a n t e n e r el h e c h o c o m o u n p u e d e ofrecerle u n detalle elocuente. El siete simboliza
acontecimiento postpascual y a ver en el relato l u c a n o u n a perfección, plenitud, totalidad. Además, Simón P e d r o es
cristofanía, colocada anticipadamente c o m o u n a narra- el dirigente del p e q u e ñ o grupo. Es ya c o m o u n a iglesia en
ción vocacional. miniatura: allí está Simón-Pedro, hay representantes de
los Doce, y también se e n c u e n t r a n otros discípulos.
En el relato p o d e m o s descubrir u n a estructura en
cuatro escenas. 2 a La pesca milagrosa (v.4-6).
4
I a En el mar d e Tiberías (v.1-3). Siendo ya de mañana, se presentó Jesús en la ribera. Sin
embargo, no sabían los discípulos que era Jesús. 5 Díceles
2I¡1
Después de esto, se manifestó de nuexio Jesús a los Jesús: "Muchachos, ¿no tenéis algo que comer?" Le respon-
discípulos en el mar de Tiberías. Se manifestó así. 2 Estaban dieron: "No". 6 Pero él les dijo: "Lanzad la red hacia la
juntos Simón-Pedro y Tomás, el llamado Mellizo, y Nata- parte derecha de la barca y encontraréis ". Lanzáronla, pues,
nael de Cana de Galilea, y los dos hijos de Zebedeo y otros y ya no podían jalarla por la multitud de los peces.

190 191
El estilo teológico de J u a n se revela en la frase "no que cogisteis ahora". n Subió entonces Simón-Pedro y sacó
sabían que era Jesús". C o m o María Magdalena, a h o r a los la red a la tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y
discípulos n o r e c o n o c e n ajesús (20,14). María lo recono- tres. Y, siendo tantos, no se rompió la red.
ció p o r u n a palabra: "¡Mariám!", a h o r a el discípulo a
A primera vista, el relato ofrece solamente el recuer-
quien Jesús a m a lo reconocerá p o r u n prodigio.
do de u n gran prodigio. Pero, en la m e n t e d e J u a n , esa
Para reconocer ajesús, q u e ya n o es d e este m u n d o , pesca milagrosa es u n poderoso y elocuente "signo", a la
p e r o q u e vive y h a subido a su Padre, se requiere siempre m a n e r a de los siete que h a consignado en la primera parte
u n a superación en el o r d e n del conocimiento. Jesús resu- de su evangelio.
citado sólo p u e d e ser objeto de fe. Sin embargo, u n detalle
d e tipo sensible, q u e b o n d a d o s a m e n t e él quiera dar, pue- ¿Cuál es el simbolismo q u e allí se encierra? Este brota
d e servir d e instrumento y p u n t o d e partida para subir al del análisis de los elementos del relato, y éstos son tres:
nivel de la fe. Simón-Pedro, los ciento cincuenta y tres peces, y la red
q u e n o se rompió.
La p r e g u n t a del desconocido: "¿No tenéis algo que
comer?" suponía ya u n a respuesta negativa; p e r o a la suge- a) Simón-Pedro es el personaje principal.
rencia d e aquel h o m b r e , los pescadores acceden con
sencillez y lanzan la red. La pesca resultó tan prodigiosa, El hizo la invitación de ir a pescar y él vigiló el trabajo
q u e n o p o d í a n jalar la red a causa de la multitud de peces. n o c t u r n o ; ahora él dirige la faena, se arroja al m a r y saca
la red con los pescados capturados.
3 S "¡Es el Señor!" (v.7-8).
b) Los ciento cincuenta y tres grandes peces.
7
Dice luego a Pedro el discípulo aquel a quien amaba Jesús:
"¡Es el Señor!". Entonces Simón-Pedro, habiendo oído que Ante todo, son peces buenos que valen la pena, pues
era el Señor, se puso su vestido, pues andaba desnudo, y se se les llama "grandes". Y a la calidad se a ñ a d e la cantidad.
arrojó al mar. 8 Los otros discípulos vinieron en la barca, En la cifra ciento cincuenta y tres debe esconderse con
arrastrando la red de los peces, pues no estaban lejos de la toda probabilidad u n simbolismo, p e r o q u e no es fácil
tierra, sino como a doscientos codos. descifrar. Entre muchas y diferentes hipótesis, h e aquí dos
posibilidades:
Nuevamente aparecen aquí Simón y el discípulo a
— Los zoólogos griegos decían q u e 153 eran todas
quien Jesús a m a (Jn 13,23; 20,2). Aquel se caracteriza p o r
las clases d e peces. Es pues, u n a cifra símbolo de totalidad.
su impetuosidad y su entrega; éste p o r su fina e intuitiva
percepción de jesús. Simón-Pedro se lanza al m a r querien- — Por otra parte, la cifra 153 es la suma d e los 17
d o llegar c u a n t o antes a d o n d e estaba Jesús. Al discípulo primeros números: 1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12+13+
a m a d o le basta u n a sola mirada y conoce p o r intuición 14+15+16+17= 153. Y153 puntos se p u e d e n a c o m o d a r e n
q u e es el Señor. La barca estaba a u n o s 90 metros de forma de u n triángulo equilátero con 17 puntos en las
distancia. líneas base. Es, pues, u n n ú m e r o d e especial interés geo-
métrico, u n n ú m e r o triangular, a partir del n ú m e r o u n o
4Q En la playa (v.9-14).
hasta el 17, n ú m e r o primo. Es u n a figura geométrica q u e
9
Cuando descendieron a tierra, ven puestas unas brasas y indica cohesión, totalidad, plenitud y perfección. N o cabe
un pez sobre ellas y pan. 10Díceles Jesús: "Traed de los peces u n p u n t o más. Además, 17 es la suma d e los cinco panes

192 193
también ellos, como creyentes, participen del b a n q u e t e
y los doce canastos d e fragmentos recogidos c u a n d o la que Jesús va a ofrecer.
multiplicación de los panes.
b) Al darles Jesús del pan y del pez q u e él había
c) La red es única y no se rompió. p r e p a r a d o , la escena toma otra dirección. T o d o comienza
a desarrollarse en un ambiente eucarístico, q u e r e c u e r d a
En el relato d e la pesca milagrosa q u e ofrece Lucas,
la multiplicación de los panes, en la q u e cinco mil h o m -
las redes se rompían y las barcas eran dos (Le 5,6-7).
bres fueron alimentados con cinco panes y algunos pece-
El simbolismo e n c e r r a d o en este signo de la "pesca cillos, y los d i s c í p u l o s r e c o g i e r o n d o c e c e s t o s d e
milagrosa" en san J u a n parece ser: La gran pesca espiritual fragmentos (Me 6,34-44). Esta eucaristía es c o m o la cele-
que los discípulos harán en el próximo futuro. Será una pesca bración epifánica del Señor resucitado.
posible, porque intervendrá Jesús: sin él nada es posible (Jn 15,5).
Será una pesca bajo la dirección de Simón-Pedro. Será una pesca En la primitiva iconografía eucarística el pescado
universal; por eso es capturado un pez de cada especie. Será, una sustituye con frecuencia al vino. Sin embargo, n o consta
pesca, perfecta, y única; f>or eso es una red y no se rompe. Una de q u e el pescado haya formado alguna vez la materia del
las notas de la Iglesia es "ser una". Sobre la pesca futura de sacramento.
los tiempos mesiánicos había hablado Ezequiel y el mismo
Jesús (Ez 47,10; Mt 13,47-48). El evangelista concluye su relato, escribiendo: "Esta
fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos,
12
'Diceles Jesús: "¡Ea, comed!". Y ninguno de los discípulos resucitado de entre los muertos" (v.14).
se atrevía a preguntarle: ¿ Quién eres tul, sabiendo que era
elSeñor.] 3 Viene Jesús y toma el pan y se lo da, e igualmente ACTUALIZACIÓN
el pez.

Después del prodigio, los discípulos h a n abierto los Señor Jesús:


ojos de su espíritu y reconocen al Señor. Sin embargo, ese Q u e r e m o s trabajar en la barca d e tu Iglesia
Señor-Jesús, aun c u a n d o es el mismo que conocieron, da para conquistar h o m b r e s para el Reino de los Cielos.
la impresión d e ser ahora diferente, de ser d e otro m u n d o . Deseamos realizarlo bajo la dirección de tu Vicario,
el S u m o Pontífice.
Jesús los invita a comer. Pero hay u n detalle curioso. Guíanos tú, Señor, en esta noble tarea
Sólo les ofrece del pez y del pan q u e él mismo había y en esta entusiasmante empresa,
p r e p a r a d o . ¿Qué ha pasado con los peces capturados q u e pues "sin ti rinda podemos hacer".
él les había o r d e n a d o traer? La escena sufre, en este Dinos hacia d ó n d e hay que lanzar nuestras redes.
detalle, u n a ruptura; y era el m o m e n t o crucial: ¡gozar de Recibe nuestro h u m i l d e trabajo
los peces ahora mismo capturados! y particípanos de tu fecundidad.
La solución p u e d e ser ésta: Danos mirada limpia para reconocerte,
e invítanos a tu mesa para participar
a) Los peces capturados simbolizan los futuros cre-
en el b a n q u e t e eucarístico
yentes conquistados para la fe. Por lo tanto, en el "signo"
q u e tú mismo nos has p r e p a r a d o .
esos peces no están destinados a la m a n d u c a c i ó n . Se diría
¡Jesús, bendito seas!
q u e la o r d e n de Jesús d e traer de los peces es para q u e

195
194
Epílogo

H e m o s t e r m i n a d o el estudio d e LOS MILAGROS DE


JESÚS c o m o los presentan los cuatro evangelistas, c o n sus
diferentes énfasis y con sus propios fines doctrinales. Paso
a paso h e m o s p o d i d o c o n t e m p l a r la figura de Jesús de
Nazaret, q u e a nuestra vista iba surgiendo en toda su
grandeza: p o r u ñ a parte, su inmensa compasión hacia los
enfermos, los pobres y los marginados; y, p o r otra, la virtud
divina que, e m a n a n d o de él, calmaba tempestades y sana-
ba a todos (M 4,39; Le 6,19).

1. Los milagros de Jesús de Nazaret-lo h e m o s dicho-


n o se c o m p r e n d e n en su verdadera dimensión sino a la
luz de la evangelización del Reino de los cielos, cuya
venida, establecimiento y presencia él p r o c l a m ó con pala-
bras de sabiduría divina y con toda clase de obras realiza-
das con p o d e r (Mt 12,28).

Pero el gran milagro d e Jesús fue la entrega de su


propia vida, ofrecida día con día a Dios su Padre, en favor
de los h o m b r e s sus h e r m a n o s , y hecha patente en toda su
amplitud y sublimidad en el d e r r a m a m i e n t o de su sangre
d u r a n t e su pasión, y en su exaltación en la cruz. Allí lo dio
todo, se dio todo.

Mas Jesús n o murió para q u e d a r en el sepulcro


e t e r n a m e n t e . Nosotros creemos y sabemos q u e ha resuci-
tado y vive "constituido Hijo-de-l)ios-con-poder" (Rm 1,4). En
Jesús resucitado actúa el p o d e r del Espíritu Santo que lo
ha u n g i d o con sus d o n e s y carismas, y n o sólo p u e d e
realizar, sino q u e de h e c h o realiza en la historia de la
Iglesia y del m u n d o de hoy las "obras de p o d e r " con q u e
continúa llevando a cabo la obra de la evangelización del
m u n d o , que el Padre le ha e n c o m e n d a d o .

197
Ahora bien, sus milagros son y serán siempre "sig- conocido m u n d i a l m e n t e como u n gran evangelizador. La
nos"; p o r consiguiente, para poderlos discernir es preciso Nueva Evangelización, en efecto, a la q u e S.S.Juan Pablo
abrir los ojos del espíritu y percibir con luz divina las II n o cesa de impulsarnos, para q u e sea auténtica y eficaz
maravillas d e su misericordia y d e su poder. d e b e acudir a sus fuentes; y d e b e ser "nueva en su ardor, en
sus métodos y en su expresión". Pues bien, el m u n d o contem-
2. Pero hay u n elemento importante. Jesús, ya duran- p o r á n e o necesita ver y experimentar el p o d e r siempre
te su vida, quiso asociar a sus apóstoles a su propia misión antiguo y siempre nuevo de Cristo Jesús, C r e a d o r del
evangelizadora y les confirmó autoridad para q u e en su universo y Señor d e nuestra historia, presente en su Iglesia
n o m b r e realizaran signos y prodigios, siempre en función hasta el fin del m u n d o .
del establecimiento del Reino d e los Cielos (Mt 10,1.7-8).

N o será extraño, p o r tanto, q u e d u r a n t e el tiempo


d e la Iglesia lo quiera seguir realizando a través d e após-
toles a quienes él elija en forma particular para ese minis-
terio, q u e manifiesta tan e l o c u e n t e m e n t e la misericordia
y el p o d e r de Chisto resucitado, presente y actuante en su
Iglesia: "En xxnd.ad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará
él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo
voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para
que el Padre sea glorificado en el Hijo " (Jn 14,12-13).

3. A este propósito, S.S. Pablo VI, en su catequesis del


16 de octubre de 1974, refiriéndose a los d o n e s carismá-
ticos en la Iglesia, dijo: "Esta forma carismática de dones,
que son dones gratuitos y d e suyo n o necesario, p e r o
dados p o r la sobreabundancia d e la e c o n o m í a del Señor,
q u e quiere hacer a la Iglesia más rica, más a n i m a d a y más
capaz d e autodefinirse y a u t o d o c u m e n t a r s e , se d e n o m i n a
precisamente "la efusión d e los cansinas". Hoy se habla
m u c h o d e ello. Y, si bien d e b e m o s t e n e r en cuenta la
complejidad y la delicadeza del tema, n o p o d e m o s sino
a u g u r a r que vengan esos dones, y ojalá con a b u n d a n c i a .
...Quiera al Señor q u e a u m e n t e todavía u n a lluvia de
carismas para hacer fecunda, hermosa y maravillosa a la
Iglesia, y capaz de imponerse incluso a la atención y al
estupor del m u n d o profano, del m u n d o laicizante".

En vista d e esto, h e m o s q u e r i d o t e r m i n a r este libro


ofreciendo u n comentario final sobre "los milagros de
Jesús hoy", escrito p o r el P. Emiliano Tardif, M.S.C.,

198 199
Comentario final
del P. Emiliano Tardif, M.S.C.

Los milagros de Jesús h o y

P. Emiliano Tardif, M.S.C.


Santo Domingo
República Dominicana

31 de diciembre de 1994.

Estimado Padre Camilo:

Unas palabras a la carrera para desearle feliz y santo


año nuevo; y a la vez para enviarle una pequeña reflexión
que escribí después de leer su interesante estudio sobre
los milagros de Jesús.
No sé si en algo corresponderá mi reflexión a lo que
me pidió por escrito cuando estuvo por aquí. Me siento
muy pequeño para agregar una palabra a un estudio tan
serio... Y, como siempre, traté de hacer algo a partir de
algunos testimonios.
Si le puede servir de algo, trate de corregir mi texto,
de agregar o de quitar, como le parezca. Y si no es eso lo
que me pedía, sencillamente lo puede dejar a un lado, sin
mayor problema.
Sin otro particular, atentamente le saluda, siempre
unidos en la oración,

Emiliano Tardif, M.S.C.

201
En el ambiente cultural y religioso q u e conocemos,
Es para mí u n placer decir u n a palabra a nuestros
vivimos y respiramos, parece i n a d e c u a d o hablar d e mila-
amigos lectores a propósito de este estudio tan profundo
gros. Incluso son m u c h o s los supuestos especialistas q u e
q u e h a c e el Padre Carrillo sobre los milagros d e Jesús. Se
están tratando de vaciar el evangelio de su contenido,
me hace muy fácil creer en los milagros que Jesús hacía
d u r a n t e su vida pública, ya que él los repite hoy delante b u s c a n d o explicar los milagros d e Jesús d e m a n e r a psico-
d e nuestros ojosy nos vuelve a decir, como a sus discípulos: lógica, atribuyendo todo al p o d e r de la mente, a ciertas
"¡Bienaventurados los ojos que ven lo que ustedes ven...!". influencias psicológicas o a f e n ó m e n o s d e autosugestión.
Claro q u e necesitamos distinguir la fe y la ingenua credu-
Conozco a u n a niña, llamada Isabela María Pimen- lidad q u e p u e d e e n g e n d r a r desórdenes espirituales y psi-
tel, q u e nació ciega el 16 de octubre de 1993 en Puerto cológicos.
Piala, República Dominicana. Sus padres, muy a p e n a d o s
p o r la enfermedad d e su hija, la llevaron a muchos médi- Sin embargo, los hechos están ahí. Y el S e ñ o r viene
cos, incluso a u n gran oculista d e Miami, el cual dijo, a recordar a nuestra generación incrédula su p o d e r d e
después de u n e x a m e n muy serio, q u e la niña tenía el sanar a los enfermos, h a c i e n d o hoy lo mismo q u e hacía
nervio óptico atrofiado y q u e eso n o se podía operar. El d u r a n t e su vida pública. N o sólo se habla hoy de curación,
médico le dijo a la m a m á que tenía q u e resignarse a t e n e r —lo cual es algo digno de atención—, sino que realmente
u n a hija ciega. La m a d r e volvió a Santo Domingo muy hay curaciones, lo cual es otro h e c h o . Se encuentra gran
triste p o r la respuesta del médico. afinidad entre los textos evangélicos que hablan de curaciones y
los testimonios actuales: la misma actuación centrada .<•/* d
En marzo d e 1994, estábamos celebrando u n a misa perdón de los pecados y la fe, importancia del gesto concreto, la
d e sanación en la Casa d e la Anunciación, en Santo •misma confesión deJesús Salvador, siendo la curación una señal
D o m i n g o . La niña tenía entonces cinco meses. La mamá para los que creen y un signo de contradicción para los que no
llevó a su niña a la misa de sanación. T o d o s le teníamos
creen.
mucha compasión a la cieguita, y oramos p o r ella en la
misa, después de la c o m u n i ó n . Y el mismo Jesús q u e sanó
Sin q u e r e r establecer como en Lourdes u n a oficina
al ciego d e Jericó hace dos mil años, sanó a Isabela María
para constatar las curaciones q u e hoy hace el Señor,
d e su ceguera. Los días siguientes, la niña c o m e n z ó a ver.
somos testigos de q u e toda clase d e enfermedades psíqui-
Sorprendidos, los padres llevaron d e nuevo a su niña cas y físicas se h a n d e t e n i d o inmediata o progresivamente
al doctor J u a n Battle, oculista d o m i n i c a n o , q u e se asom- p o r el ejercicio del carisma de sanación. Las curaciones
bró. El no tenía explicación a este f e n ó m e n o y o p i n ó q u e psíquicas son las más corrientes, p e r o hay m u c h o s casos
era u n milagro... C u a n d o la mamá volvió d u r a n t e la terce- de enfermedades físicas consideradas incurables, en las
ra semana de julio de 1994, con la niña en los brazos, para q u e tínicamente p o d e m o s constatar que, p o r el m o m e n t o
d a r testimonio d e lo que había pasado y dar gracias al y con la ciencia actual, somos incapaces d e explicar racio-
Señor p o r tan hermosa sanación, le dije al público: "El nalmente su curación. Y Jesús sana hoy c o m o como lo
médico n o tiene explicación a lo q u e pasó; p e r o la expli- hacía durante- su vida pública; y nos recuerda que él n o
cación la tenemos nosotros: ¡Es queJesús está vivo! Y él puede sana para p r o b a r n o s que él es Dios, sino q u e sana p o r q u e
hacer hoy lo mismo que hacía durante su vida pública, porque es Dios. Su p o d e r d e sanar viene de su mismo ser.
tiene el mismo poder y la misma compasión por los que sufren que
cuando andaba por los caminos de Galilea, sanando enfermos y C o m o lo nota el Padre Carrillo en este estudio, Jesús
liberando a los que estaban oprimidos por el diablo ". realizó su evangelización con "palabrasy obras", en "obras

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delante de ellos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa,
y palabras". Así lo proclama la Constitución Dei Verbum a
glorificando a Dios" (Le 5,24-25).
propósito de la revelación (DV 2), y lo recuerda también
el Catecismo de la Iglesia Católica al hablar de Cristo, el Jesús nos recuerda hoy día lo mismo. En el mes d e
Hijo de Dios (Cat. Igl. Cat. n.426). Así lo vemos también septiembre pasado, estaba yo p r e d i c a n d o u n retiro en la
hoy en la nueva Evangelización. ciudad d e San P e d r o de Macorís, en República Dominica-
Pero notamos que esos signos se realizan particular- na, y d u r a n t e la misa de sanación, después de la comu-
m e n t e c u a n d o proclamamos el kerigma, q u e vienen a nión, oré p o r los enfermos. Recibí en mi corazón u n a
confirmar. N o acostumbran realizarse c u a n d o se presenta palabra del Señor — q u e llamarnos "palabra d e conoci-
u n a sólida tesis de teología, pues en este caso n o hacen miento" ( I C o 12,8; H c h 14,9)—, y a n u n c i é q u e u n a per-
falta signos para confirmar lo q u e se afirma, p o r q u e los sona, q u e sufría d e parálisis, estaba sintiendo algo muy
argumentos bastan p a r a confirmar la tesis. Pero los signos fuerte en su organismo y q u e se estaba s a n a n d o . Pedí a la
se manifiestan en particular c u a n d o se proclama el primer p e r s o n a q u e se levantara en fe y caminara.
anuncio, el kerigma: "Estas son las señales que acompañarán Al p o c o rato u n a señorita de 19 años, paralítica, q u e
a los que creen..." (Me 16,17). había sufrido d e u n a parálisis cerebral a la e d a d d e cuatro
meses y q u e n u n c a había p o d i d o caminar, se levantó, y
Así, p o r ejemplo, h e m o s visto la sanación d e Alberto
con m u c h o esfuerzo comenzó.a caminar. Alguien la quiso
Parolini, d e Lago di Como, en Italia. Alberto era sordo-
ayudar; p e r o yo le grité: "¡No, no la ayude. Déjela c a m i n a r
m u d o de nacimiento, y a la e d a d d e 22 años, el Señor lo sola para q u e se vea la gloria d e Dios! "Y delante d e las dos
sanó d u r a n t e u n a misa de sanación. ¡Qué alegría en la mil personas presentes, la paralítica comenzó a caminar,
asamblea c u a n d o él se acercó al micrófono y c o m e n z ó a bien despacio, como u n n i ñ o que da sus primeros pasos,
repetir palabras q u e yo le invitaba q u e dijera! Su prime- p e r o sola, sin la ayuda d e nadie. Y se acercó hasta el altar,
ra palabra fue ]E-SUS..., y luego él repitió c o n m i g o MA- d o n d e yo estaba celebrando la misa. Bajé y le acerqué el
RI-A... micrófono, p r e g u n t á n d o l e : "¿Cuánto tiempo h a c e q u e
Ud. n o podía caminar?" Ella me contestó: "Nunca. N u n c a
Los milagros d e Jesús son signos d e su victoria sobre h e p o d i d o caminar sola. Es la p r i m e r a vez". Entonces le
el pecado. El vino a liberarnos del p e c a d o y nos libera p r e g u n t é : "¿Cómo se atrevió Ud. a levantarse y a caminar?"
p e r d o n á n d o n o s . Y da signos d e su p o d e r d e p e r d o n a r los Ella m e dijo: "Durante la oración sentí algo muy fuerte en
pecados destruyendo consecuencias del p e c a d o original, mi organismo, c o m o si fuera u n a corriente eléctrica q u e
c o m o son la enfermedad y la m u e r t e , s a n a n d o e n f e r m o s me invadió el c u e r p o , y entonces acepté la invitación q u e
y resucitando muertos. Y la gran señal d e su victoria sobre Ud. m e hacía a levantarme y a caminar. Y a q u í estoy." No
el p e c a d o fue su propia resurrección. El resucitó p a r a n o era u n a corriente eléctrica q u e la invadió; era "el Espíritu
volver a morir. El liene en la m a n o la llave de la m u e r t e de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos" (Rm 8,11)
(Apc 1,18). El es el primogénito de entre los m u e r t o s . q u e la invadió, sanó su parálisis cerebral, y ella se puso a
caminar. Y, c o m o en el evangelio, "todos alababan al Señor"
Vemos, c o m o dijo Jesús a los fariseos q u e n o c r e í a n (Mt9,8).
en su p o d e r de p e r d o n a r los pecados: "Pues, para que los
hombres sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para Así vemos q u e Jesús es el mismo hoy, ayer y siempre.
perdonar pecados, —dijo al paralítico—: A ti te digo: ¡Levánta- Y él sigue, s a n a n d o a su pueblo. El h a venido para eso:
te, toma tu camilla y vete a tu casa!' Y al instante, levantándose

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perdonar, liberar y sanar a su pueblo. La sanacion puede
ser una respuesta del Señor a la fe del enfermo, como
vemos en el caso de la hemorroísa (Le 8,48); y también
puede ser una respuesta del Señor a la fe de los que oran
por el enfermo, como en el caso del paralítico del evan-
gelio de Marcos: "Viendo Jesús la fe de ellos" (Me 2,5). En
otros casos, la sanacion puede ser un llamado a la fe, como
hemos visto en la Universidad católica de Taiwan, en
septiembre de 1993.
I labia allí un estudiante pagano, que caminaba con
dos muletas a causa de un accidente automovilístico sufri-
do meses antes. Interpelado por la gran multitud de gente
que estaba dentro y fuera de la capilla, quiso acercarse
para ver lo que pasaba allí. Y llegó justamente durante la
oración de sanacion. El estudiante, tocado por la gracia
de Dios, soltó sus muletas y comenzó a caminar. Y con
mucha emoción, se acercó al altar y aceptó dar su testimo-
nio. Comenzó diciendo: 'Yo no soy cristiano, no soy bau-
tizado. Andaba por aquí y quise entrar por curiosidad a
ver lo que pasaba en esa gran multitud. Y sentí una
sanacion muy fuerte en mis piernas y en mi columna. Solté
mis muletas, como me invitaron a hacerlo, y comencé a
caminar. Ahora estoy muy agradecido por lo que me pasó,
y deseo conocer a Jesu-Cristo". Para él, la sanacion sido un
llamado a la fe.

Emiliano Tardif, M.S.C.

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