Área Social Taller Laboral 2

EL TRABAJO HUMANO

INTRODUCCIÓN

En la historia de la humanidad, el acceso al trabajo, las condiciones en las cuales se realiza y la distribución del
producto logrado a través de él, han sido con frecuencia, fuente de abusos e injusticias.

Ya en el éxodo se narran las penurias del pueblo de Israel, esclavizado por los egipcios y, en la época del
advenimiento de Cristo, se conoce el sometimiento de ese mismo pueblo al Imperio Romano.

Más adelante, la historia nos abisma con el inhumano

maltrato a los pueblos africanos, víctimas de las avaricias y la
crueldad de los traficantes de esclavos. También el despojo de los
pueblos aborígenes de América, ante la fuerza arrasadora de los
conquistadores europeos se hace presente, reprimiendo y
castigando a los indígenas.

En las épocas más recientes, la llegada de la revolución

industrial y el capitalismo liberal del siglo XIX, provocan un masivo
empobrecimiento y sobre explotación de una gran cantidad de
trabajadores, en su mayoría desarraigados del campo y apenas
adaptados a la vida en las nacientes urbes modernas.

Pero así como el ser humano ha sido capaz de endurecerse frente al sufrimiento que el mismo ha provocado
sobre sus semejantes, también ha habido muchos que no han permanecido indiferentes ante tanta injusticia. Gracias
a sus ideales, luchas y permanentes esfuerzos, es que hoy en día podemos conocer “la otra historia”; aquella en que
el aporte y la visión humana y cristiana, por cierto, no la única, permiten defender los sagrados derechos de la persona
humana.

Los jóvenes adolescentes se encuentran en una etapa del proceso de la vida que se
caracteriza por importantes cambios psicosociales, en el que el tema central es la búsqueda de la
propia identidad, que se vive generalmente con un sentimiento de inseguridad producida por la
situación ambigua que tienen en la sociedad.

El joven busca la independencia tanto emocional como económica; desea tener

privilegios de los adultos y un espacio en la sociedad.

Para lograr esta meta debe enfrentar tareas, la forma en cómo las enfrente será determinante en su vida
adulta.

La primera tarea es aceptarse a sí mismo y comprenderse, lo que le facilitará establecer relaciones positivas
con los demás a través de conductas socialmente aceptables, es decir comportarse de acuerdo a las normas de la
sociedad integral.

Además es fundamental que acepte la realidad que le toca vivir, sin que esto signifique resignarse, ya que el
aceptarla le permitirá manejarse con mayores posibilidades de éxito evitando así crear falsas expectativas que generen
frustración.

Es importante que cada joven tenga presente que el futuro se construye día a día y con esfuerzo personal.
Sintiéndose parte de la sociedad, luchará por lograr sus metas, valorando su aporte como algo necesario para la
comunidad y respetando a los seres humanos, sobre una base de v lores que lo dignifiquen como persona.

El joven de hoy necesita capacitación para poder insertarse en el campo de

trabajo, pero el aprendizaje de un oficio no asegura la permanencia en una labor, si
acompañado de esto, no se desarrolla como persona, reconociendo sus deberes y
derechos. Estos valores deben traducirse en actitudes y conductas que le permita crear,
aprovechando las oportunidades que la sociedad le vaya ofreciendo para avanzar en la
vida.

Prof. Especialista Erecia Fuentes Arroyo