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El significado del camino de la vida es el de ponerte en armonía con las leyes del
Universo. Al hacerlo, construirás dentro de ti las fuerzas que están en armonía con las
fuerzas que están en la luz. El único lugar en el que podemos encontrar la fortaleza del
Universo es en nuestra gran abertura interior. Allí encontraremos una enorme fuerza.
Lo que tenemos que lograr es que las capas en nuestro interior se hagan receptivas a
estas fuerzas, dejar que estas fuerzas penetren en ti. Para la luz somos seres hechos de
materia tosca y depende de nosotros ponernos en armonía con la luz. Todo está dentro
de la luz; sólo estamos construyendo una copia burda de la luz en nosotros, nuestro “Yo
soy”: la gran abertura interior. En la luz podemos hallar cualidades como completitud,
durabilidad e invariabilidad. Ponernos en armonía con la luz significa, que asumimos
esas mismas cualidades en nuestro yo. Tendremos un mundo para explorar. La luz
resplandeciendo en nuestro interior tiene un enorme poder. Mientras más
profundamente vayamos, más cortas y poderosas serán estas longitudes de onda. Y con
esta energía podremos mover montañas.
Pero el problema es la duda y el evitar rendirnos a la vida pura y verdadera. También
tenemos resistencia a la luz. Y esta es el área en que tendremos que trabajar.
Al hacerme receptivo a la luz, la luz puede crear una matriz dentro de mí. La luz penetra
y me marca o, en otras palabras, me sella.
Esta es la manera de recibir la luz en armonía con las leyes del Universo. Cuando os
hacéis receptivos para amar todo cuanto existe, estaréis en armonía con la fuente de la
vida.
A través del trabajo en vuestro interior sentiréis cambios en vosotros; pero las viejas
situaciones permanecerán también. Lo que recibiréis será algo extra.
Moverse tiene un significado diferente en el mundo espiritual que en el mundo material.
Tiene que haber buena disposición para experimentar nuevos eventos. Algunos eventos
son señales desde arriba.
Tenéis que aceptar y aprender de estas señales. No os escondáis de ellas. Reaccionad y
buscad la confrontación, pero de un modo adecuado. Miradlas manteniendo vuestra
mente en vuestro objetivo.
No os quejéis por mucho tiempo. No viváis en el pasado ni en el futuro, sino en el
ahora.
No penséis que seréis guiados si vivís en el pasado.
Sin esforzarte será imposible alcanzar la unidad contigo mismo. Una vez alcances la
unidad, la vida se convertirá en una gran aventura: La aventura de alcanzar la
completitud.
Hay situaciones o eventos que te deprimen o te sacan de tus casillas, al punto en que
pierdes la unidad con la luz. En ése momento deberás formularte estas cinco preguntas:
¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Dónde? y ¿Quién? Estas cinco preguntas,
independientemente de la situación, tienen siempre las mismas cinco respuestas.
4. ¿Quién? Y esta pregunta ha de ser respondida siempre con un ‘Yo’. Esta es siempre
una condición para alcanzar la corrección. No tienes que saberlo, mas tienes que estar
convencido de esto.