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A través de los materiales expuestos en el aula y los contenidos adicionales correspondientes a

este tema se nos plantean una serie de cuestiones fundamentales: ¿existe la juventud como un
grupo social? ¿está el sistema educativo capacitado para otorgar una formación integral a dichos
jóvenes? Para dar respuesta a esta problemática debemos, primero, retrotraernos al origen del
término “juventud” como designación de un grupo social definido.

En su artículo, Enrique Martín Criado establece cómo la estructuración de clases de edad que
hoy conocemos se ha visto transformada desde la época pre-industrial europea. Durante este
periodo, por ejemplo, no existía una noción de “juventud” o “adolescencia”. Las dinámicas
económico-sociales de este momento histórico, de las que se esperaba que un individuo se
incorporara rápidamente al mundo laboral, no permitía si quiera una separación substancial
entre la infancia y la adultez. Sería, pues, a partir del siglo XVIII con la publicación de la obra de
Rousseau, Emilio, cuando la concepción moderna de infancia y adolescencia comienza a
asentarse en el imaginario colectivo. Rousseau define la etapa adolescente como una época
especialmente turbulenta y pasional, que hará necesaria la presencia de una tutorización
constante por parte de los miembros adultos de la sociedad a través de la institución educativa.
Esta noción se extenderá y consolidará a lo largo del siglo XIX hasta dar lugar a la enorme
afluencia de discursos de intervención en torno a la “problemática de la juventud” del siglo XX.

Con la definición de “la juventud” por parte de las teorías sociológicas nace también una serie
de expectativas de futuro que se requieren de esta, así como una nueva industria que de salida
a las necesidades de estos nuevos “consumidores”. Se crea así la llamada “cultura juvenil”, que
no hace sino legitimar la existencia de este grupo social, diferenciándole del resto de grupos de
edad y negando la existencia de diferencias sociales y materiales dentro del mismo.

Se crea o no en la existencia verídica de “la juventud” como un grupo social homogéneo, tanto
en condición como en comportamiento, no podemos olvidar la problemática real que afecta al
sistema educativo actual: el descontento que este produce entre la población adolescente. Si
bien el caso representado por una popular youtuber mexicana, conocida como La Mars, puede
verse como extraordinario debido a su condición familiar y económicamente estable, no es
menos cierto que cada día son más los jóvenes que deciden abandonar los caminos de una
educación que perciben como caduca y poco atractiva.

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