Professional Documents
Culture Documents
org/psiquiatra-escribe-articulos/107-neurociencia-cognitiva-otro-inconsciente-por-ivan-sandoval-
carrion.html
“Creo que podemos decir que los discernimientos de Freud sobre la naturaleza de la conciencia concuerdan con
los puntos de vistamás avanzados de la neurociencia contemporánea.” ANTONIO DAMASIO 1999.
El epígrafe sorprenderá a todos los que proponen que el psicoanálisis es una teoría caduca y una práctica clínica obsoleta a
causa delprogreso de las neurociencias y de la psicología cognitiva. Parece irónico que Antonio Damasio, uno de
los más prominentes neurocientíficos de la actualidad nos invite a revisitar la obra de Sigmund Freud, el padre
del psicoanálisis.
Sin embargo, si se lee los textos neuropsicoanalíticos -y hay algunos muy atractivos e interesantes-
es evidente que la revalorizaciónde las propuestas freudianas no equivale a
la aceptación del inconsciente freudiano y lacaniano y de
los conceptos fundamentales delpsicoanálisis. Después de todo, un Neuropsicoanálisis no es el Psicoanálisis.
El asunto de la informática. Los expertos en informática de la NC han establecido que la conciencia como función mental
y comoexperiencia fenomenológica de “aquí y ahora”es un proceso que maneja una cantidad muy limitada de unidades d
e información encada segundo, desde 1 hasta 16 bits, según Gerald Edelman, neurocientífico Premio Nobel
y versado en informática y filosofía de la mente. Para los neurocientíficos resulta casi inevitable admitir que la
mayor parte de los procesos mentales de aprendizaje, memoria ypensamiento cursan a través de procesos de
los que la conciencia no tiene ninguna noticia, y suponen el manejo de una cantidad inimaginable de bits por segundo.
En este punto conviene recordar que Freud sostenía que conciencia no es sinónimo de mente,puesto que casi toda la vida
mental discurre fuera de la conciencia.
El asunto de la clínica.Se articula con los dos anteriores. Hoy como en tiempos de Freud, la psicología y la clínica de
la conciencia nopermite una explicación satisfactoria de algunos fenómenos clínicos.
Si una pretensión básica de muchas prácticas científicas es laexplicación, parece que la NC no puede esquivar el asunto de
lo inconsciente. Actualmente la mayor parte de
los neurocientíficoscomo Kandel, Edelman, Damasio y Panksepp, admiten que lo inconsciente es algo más que la serie de
actos motrices y automáticosque ejecutamos cotidianamente, como pensaba la neurociencia de hace 30 años.
Las teorías acerca de lo inconsciente en la NC no son una piedra angular en su edificio teórico. El cuerpo conceptual
de esta disciplina gira más bien alrededor de la conciencia, y
de ella se desprenden los intentos de explicación sobre lo inconsciente. Esto eslógico. En este aspecto,
la situación no es muy diferente a la que imperaba en los primeros tiempos de Freud, cuando él señalaba que en
la filosofía de su época, en la psicología oficial y en la elaboración teórica de los clínicos de su tiempo, como Pierre Janet,
el inconsciente era considerado como un no-consciente, o como una segunda conciencia paralela con
la misma dinámica y propiedades que la conciencia oficial.
Con estos antecedentes, los trabajos sobre lo inconsciente en la NC giran básicamente alrededor de
dos aspectos fundamentales y relacionados entre si: el asunto de la “localización” de lo inconsciente y el de
los modelos funcionales.
Estos descubrimientos impulsaron a otros investigadores a buscar las áreas cerebrales que controlan el funcionamiento de
diversasfunciones sensoriales y mentales en las décadas siguientes. Esta vía llevó posteriormente a plantear el problema e
n términos ingenuosy estrechos, bajo el supuesto de que había un lugar anatómico circunscrito para cada función o para ca
da síntoma.
No es raro que en esta lógica muchos se hayan planteado la pregunta por el lugar anatómico del inconsciente freudiano, ig
norandoque Freud indicó en varias ocasiones que su inconsciente no era un lugar anatómico.
Edelman comienza con una amplia definición de la conciencia y la presentación de su modelo de funcionamiento.
La conciencia no es un lugar anatómico estático,
dice, es más bien un proceso dinámico, especializado y permanentemente fluido. Para explicar este proceso propone
la hipótesis del núcleo dinámico.
A Edelman, neuro científico brillante y buen lector de Freud (no son términos contradictorios como creen algunos),
le resultaimperativo proponer una hipótesis para explicar el funcionamiento del inconsciente. La expone y
la desarrolla aclarando que suesfuerzo sólo explicaría algunas propiedades del inconsciente, pero no pretende explicar la r
elación del inconsciente con el deseo, talcomo la formula Freud
y como la desarrolla Lacan, puesto que admite que el conocimiento y el marco teórico de la NC no sirven paraello.
El modelo de Edelman le permite intentar explicar algunos fenómenos clínicos, como ciertos síntomas de las neurosis obs
esivas, lascrisis disociativas histéricas y algunos eventos cotidianos, especialmente cierto tipo de actos fallidos como los la
psus verbales, los de la escritura, el olvido de propósitos y los errores en
la ejecución de actos. Este autor no pretende verificar la propuesta freudianarespecto a
los sueños como realización de deseos, puesto que su teoría no tiene alcance para trabajar sobre el concepto del deseo en
el psicoanálisis, según él mismo lo admite.
El trabajo de Edelman es muy sugestivo e interesante, aunque pone en evidencia cierto sesgo fundamental de la
NC omnipresente en sus teorías sobre la conciencia y el inconsciente: la NC se ocupa fundamentalmente de
la mente como procesamiento de información(conciente e inconsciente)
y emisión de respuestas y su correlato neurofisiológico. Algunas categorías conceptuales fundamentales delpsicoanálisis,
como el deseo, el goce, la represión primordial, el complejo de Edipo, la pulsión y el sujeto del inconsciente, no
conciernen a la NC en virtud de su estatuto epistemológico y su aparato conceptual. Por otra parte,
el inconsciente freudiano no esun mero dispositivo de procesamiento de
la información, empezando por el hecho de que la noción de la información está cuestionada en el discurso psicoanalítico.