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01. Sistema Urinario.

Introducción
El sistema urinario humano es un conjunto de órganos encargados de la producción de orina
mediante la cual se eliminan los desechos nitrogenados del metabolismo (urea, creatinina y ácido
úrico), y de la osmorregulación. Su arquitectura se compone de estructuras que filtran los fluidos
corporales (líquido celomático, hemolinfa, sangre).

El aparato urinario humano se compone, fundamentalmente, de dos partes que son:

Los órganos secretores: los riñones, que producen la orina y desempeñan otras funciones.

La vía excretora, que recoge la orina para expulsarla al exterior.

Está formado por un conjunto de conductos que son:

Los uréteres que conducen la orina desde los riñones a la vejiga urinaria.

La vejiga urinaria es una bolsa muscular y elástica en la que se acumula la orina antes de ser
expulsada al exterior. En el extremo inferior tiene un músculo circular llamado esfínter, que se abre
y cierra para controlar la micción (el acto de orinar).

La uretra es un conducto que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior. En su parte inferior
presenta el esfínter uretral, por lo que se puede resistir el deseo de orinar. La salida de la orina al
exterior se produce por el reflejo de micción.

Los desechos son llevados por la arteria renal hasta los riñones, los cuales se encargan de crear la
orina, con ayuda de las nefronas.

Después de crear la orina, la sangre en buen estado es comprimida en las nefronas en su parte
superior, las cuales transportan la sangre en buen estado por medio de la vena renal de nuevo al
corazón y pulmones para oxigenarla.
Infecciones del Tracto Urinario (ITU)
El tracto urinario produce y almacena la orina, uno de los productos de desecho
líquidos del cuerpo. El tracto urinario incluye las siguientes partes:

 Riñones, los cuales producen la orina al remover agua y los desechos de la


sangre
 Uréteres, los tubos que llevan la orina desde los riñones hacia la vejiga
 Vejiga, el contenedor de forma de saco para almacenar la orina
 Uretra, el tubo que lleva la orina desde la vejiga hacia el exterior del
cuerpo

¿Qué es la infección del tracto urinario?


La orina normal no contiene bacterias (gérmenes). Algunas veces, sin embargo,
las bacterias del exterior del cuerpo entran al tracto urinario, y causan infección e
inflamación. Esto es una infección del tracto urinario. La infección puede
involucrar a la uretra (una condición llamada uretritis), los riñones (una
condición llamada pielonefritis) o la vejiga (una condición llamada cistitis). La
cistitis es el tipo más común de infección del tracto urinario.
¿Cuáles son los síntomas de la infección del tracto urinario?
La infección del tracto urinario causa que la cubierta interna del tracto urinario se
torne rojiza e irritada, lo cual puede producir algunos de los siguientes síntomas:

 Dolor en el flanco (costado), abdomen o en el área pélvica


 Presión en la pelvis inferior
 Necesidad de orinar frecuentemente (frecuencia)
 Dolor al orinar (disuria)
 Necesidad urgente de orinar (urgencia)
 Incontinencia (goteo de orina)
 Necesidad de orinar durante la noche
 Color anormal de la orina (orina turbia)
 Sangre en la orina
 Olor fuerte o fétido de la orina

Otros síntomas que pueden estar asociados a la infección del tracto urinario
incluyen:

 Dolor durante las relaciones sexuales


 Dolor en el pene
 Dolor en el flanco (costado del cuerpo)
 Fatiga
 Fiebre (temperatura superior a los 100o F)
 Escalofríos
 Vómitos
 Confusión o cambios del estado mental

¿Qué causa las infecciones del tracto urinario?


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Las infecciones del tracto urinario las causan los microorganismos – usualmente
bacterias – que entran en la uretra y la vejiga, causando inflamación e infección.
Las bacterias pueden también subir hacia los uréteres e infectar los riñones.
Más del 90 por ciento de los casos de cistitis son causados por E.coli, una
bacteria normalmente hallada en los intestinos.
¿Cómo de comunes son las infecciones del tracto urinario?
Las infecciones del tracto urinario son muy comunes, y ocurren en 1 de cada 5
mujeres en algún momento de sus vidas. Del uno al 2% de los niños desarrollan
infecciones del tracto urinario. Cada año, de 8 millones a 10 millones de
consultas médicas son por infecciones del tracto urinario.
¿Quién adquiere las infecciones del tracto urinario?
Cualquiera puede adquirir una infección del tracto urinario, pero estas son más
comunes en las mujeres. Esto es debido a que la uretra en las mujeres es más
corta y cercana al ano, donde las bacterias E.coli son comunes. Los adultos
mayores también tienen un riesgo mayor de desarrollar cistitis. Este incremento
del riesgo puede ser debido al vaciamiento incompleto de la vejiga relacionado a
varias condiciones médicas, incluyendo un agrandamiento de la próstata o el
prolapso de vejiga (por ejemplo, caída o deslizamiento de la vejiga de su posición
habitual). Si adquieres frecuentes infecciones del tracto urinario, tu médico puede
solicitar pruebas para descartar otros problemas de salud – como la diabetes o un
sistema urinario anormal – que pueden estar contribuyendo a tus infecciones.
¿Cómo se diagnostican las infecciones del tracto urinario?
Tu médico utilizará las siguientes pruebas para diagnosticar infecciones del tracto
urinario:
 Urinálisis - Examen de orina para buscar en la orina glóbulos rojos,
glóbulos blancos y bacterias (El número de glóbulos blancos y rojos
pueden indicar una infección.)
 Cultivo de orina para determinar el tipo de bacteria en la orina. Esto es
importante para ayudar a determinar el tratamiento apropiado.

Si tu infección no responde al tratamiento o si tienes infecciones repetidamente,


tu médico puede utilizar las siguientes pruebas para buscar enfermedades o
lesiones en tu tracto urinario:

 Pielografía intravenosa (PIV), una serie de rayos-X de la vejiga, riñones


y uréteres después de inyectar una sustancia de contraste especial. (La
sustancia de contraste ayuda a mostrar mejor las estructuras en los rayos-
X)
 Ultrasonido, una prueba que utiliza ondas de sonido para formar
imágenes de los órganos internos
 Cistoscopía, una prueba que utiliza un instrumento especial compuesto
por una lente y una fuente de luz (cistoscopio) para ver el interior de la
vejiga desde la uretra
 Tomografía computarizada (TC, CT por sus siglas en inglés), un tipo
de rayos-X que toma secciones transversales del cuerpo (como rebanadas)
– mucho más preciso que los típicos rayos-X

¿Cómo se tratan las infecciones del tracto urinario?


Los antibióticos, medicinas que matan a las bacterias, se usan para tratar las
infecciones del tracto urinario. Tu médico elegirá el medicamento que mejor trate
la bacteria causante de tu infección. Los antibióticos que se usan comúnmente
incluyen:

 Nitrofurantoína
 Sulfonamidas (medicamentos sulfas)
 Amoxicilina
 Cefalosporinas
 Trimetoprim/sulfametoxazol (Bactrim®)
 Doxiciclina
 Quinolonas (como ciprofloxacino [Cipro®])

Es muy importante que sigas las instrucciones de tu médico para tomar las
medicinas. No dejes de tomar el antibiótico porque tus síntomas hayan
desaparecido y empieces a sentirte mejor. Si tienes historial de infecciones del
tracto urinario frecuentes, podrías recibir una receta de antibióticos que tomarás a
la primera aparición de los síntomas. Otros pacientes pueden recibir antibióticos
para tomar todos los días, un día sí y otro no, o después de tener relaciones
sexuales, para prevenir infecciones. Si la infección no se trata por completo con
todo el curso de antibióticos, ésta puede volver.
¿Cuáles son las complicaciones de la infección del tracto urinario?
La infección del tracto urinario que no se trata puede llevar a una infección más
seria de los riñones.
¿Pueden prevenirse las infecciones del tracto urinario?
Existen algunos pasos que tú puedes tomar para reducir tu riesgo de desarrollar
infecciones del tracto urinario:

 Mantenga buenas prácticas de higiene del área genital (especialmente las


mujeres). Luego de evacuar, los genitales deben de limpiarse de adelante
hacia atrás para reducir la probabilidad de arrastrar bacterias E.coli desde
el área rectal hacia la uretra.
 Orina frecuentemente. Esto barre las bacterias fuera de la vejiga y puede
reducir el riesgo de cistitis en aquellos que están predispuestos a
infecciones del tracto urinario. Beber abundantes líquidos promueve el
orinar frecuentemente. Evita líquidos y alimentos que irritan la vejiga,
como el alcohol, los jugos cítricos, bebidas que contienen cafeína y
comidas muy condimentadas. También evita fumar durante ese tiempo.
 Orina inmediatamente antes y después de las relaciones sexuales. Esto
puede ayudar a eliminar las bacterias que pueden haber sido introducidas
durante las relaciones sexuales. Lávete el área genital con agua temperada
antes de tener relaciones sexuales.
 Utiliza una crema vaginal que contenga estrógenos en mujeres post-
menopáusicas para reducir el riesgo de infecciones del tracto urinario. Tu
médico decidirá contigo si esto es algo que puede beneficiarte. La crema
de estrógeno cambia en pH de tu vagina y la hace menos susceptible a
infecciones.
 Bebe al menos 6-8 vasos de agua al día
 No utilices duchas vaginales
 No utilices desodorantes femeninos en tu área genital
 Cambia las compresas femeninas y tampones frecuentemente
 Utiliza un lubricante a base de agua durante las relaciones sexuales si
tienes sequedad vaginal
 Consulta con tu médico si piensas que tu diafragma está causando la
infección
 Utiliza ropa interior de algodón
 Toma duchas en lugar de baños
 Evita vestirte con ropas ceñidas y pantimedias
¿Qué es la glomerulonefritis?
La glomerulonefritis es un problema que afecta a las diminutas unidades renales encargadas
del proceso de filtrado, conocidas como glomérulos. Cuando una persona tiene
glomerulonefritis, sus glomérulos se inflaman (se hinchan y se irritan) y sus riñones dejan de
funcionar adecuadamente. Esto puede ocasionar problemas como una acumulación excesiva
de líquido en el organismo, lo que puede cursar con hinchazón en distintas partes del cuerpo,
como la cara, los pies, los tobillos y/o las piernas. La glomerulonefritis también puede terminar
ocasionando una nefropatía (enfermedad renal) y una insuficiencia renal, aunque se trata de
algo muy poco frecuente.

La glomerulonefritis puede ser aguda (lo que significa que sucede de repente) o crónica (lo
que significa que se desarrolla a lo largo de varios años). Su tratamiento difiere según el tipo
de glomerulonefritis que se padezca. La buena noticia es que la mayoría de las veces la
glomerulonefritis mejora por sí sola y, de no hacerlo, los médicos pueden hacer muchas cosas
para que remita.

¿Cómo funcionan los riñones?

Los riñones, unos órganos que tienen el tamaño de un puño y la forma de un poroto, se
encuentran en la espalda de la persona. Funcionan en cierto modo como un sistema de
recogida y eliminación de residuos. Nuestros cuerpos no pueden utilizar todo lo que comemos
y bebemos, de modo que parte de lo que ingerimos acaba en nuestra sangre a modo de
residuo, junto con otros productos de desecho que fabrica nuestro organismo de forma
natural. Nuestros riñones filtran la sangre y eliminan, a través de la orina (o pis), los productos
de desecho y el exceso de líquido que se acumulan en el organismo.

El proceso de filtrado de la sangre ocurre en unas diminutas estructuras denominadas


nefronas. Cada riñón tiene aproximadamente un millón de nefronas. Y cada nefrona tiene un
glomérulo. Esta bola de diminutos vasos sanguíneos es donde se inicia el proceso de
eliminación de los productos de desecho y del exceso de líquido que contiene la sangre. Si los
glomérulos no hacen bien su trabajo, pueden ocasionar problemas de salud.

Causas

Entre los factores que pueden causar una glomerulonefritis aguda, figuran los siguientes:

 una infección por estreptococos del grupo A (las bacterias que desencadenan la
amigdalitis estreptocócica)
 un problema en el sistema inmunitario o enfermedades como el lupus y la
infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que afectan al sistema
inmunitario
 una hepatitis

A pesar de que los médicos saben que estores factores pueden causar una glomerulonefritis
aguda, en muchas ocasiones no saben por qué la gente desarrolla glomerulonefritis crónicas.

Signos y síntomas

Los signos iniciales de la glomerulonefritis abarcan los siguientes:

 sangre en la orina (orina rojiza o de tonalidad marrón)


 orina de aspecto espumoso
 hinchazón de cara, ojos, tobillos, piernas y abdomen, sobre todo por la mañana
 hipertensión (tensión arterial elevada)

En la glomerulonefritis aguda, estos síntomas suelen aparecer de repente, posiblemente tras


una infección cutánea o una amigdalitis estreptocócica. La glomerulonefritis crónica puede
tardar varios años en desarrollarse, de modo que la persona puede no percatarse de que la
padece (a menos que un médico la evalúe con análisis).

Si la glomerulonefritis no se detecta pronto, existe la posibilidad que acabe evolucionando a


daño renal e, incluso, a insuficiencia renal. Los síntomas de la insuficiencia renal son los
siguientes:

 orinar con más frecuencia de la habitual


 orinar cantidades reducidas de pis
 falta de apetito
 náuseas y vómitos
 pérdida de peso
 calambres musculares por las noches
 fatiga
 palidez
 hipertensión
 dolores de cabeza
 acumulación de líquido en los tejidos

Es posible que una persona, a pesar de presentar algunos de estos síntomas, no padezca
insuficiencia renal porque estos síntomas también pueden obedecer a muchos otros procesos.
De todos modos, si presentas cualquiera de los anteriores síntomas, ve al médico lo antes
posible para averiguar qué es lo que te pasa.

Qué hacen los médicos


Si notas que se te hinchan algunas partes del cuerpo, tienes sangre en la orina o
presentas cualquier otro síntomas de glomerulonefritis, habla con uno de tus padres y
pide hora de vista con tu médico. Él te pedirá información sobre tus síntomas y lo más
probable es que también te pida muestras de orina y de sangre para analizarlas.

A veces los médicos también solicitan estudios de diagnóstico por imágenes, como una
ecografía, para acceder visualmente al riñón. En algunos casos, es posible que el médico
necesite extraer una pequeña muestra de tejido renal (lo que recibe el nombre de biopsia)
para analizarla en un laboratorio médico. Este tipo de pruebas ayudan a los médicos a saber
qué es lo que le ocurre al riñón y a determinar si existe daño renal.

Tratamiento
Glomerulonefritis aguda

A veces la glomerulonefritis aguda remite por si sola. Cuando esta afección requiere
tratamiento, lo mejor es empezar lo antes posible. Así, se reducirán las probabilidades de que
la glomerulonefritis ocasione daño renal. Si los riñones no funcionan como es debido y no
pueden limpiar la sangre de toxinas y líquidos residuales, es posible que la persona necesite
recibir diálisis.

La forma en que un médico trata una glomerulonefritis aguda en un adolescente depende de


cuál sea su causa, de qué muestren las pruebas (como una biopsia de riñón), de la gravedad
de las lesiones renales detectadas y del estado de salud del paciente.

Entre las indicaciones que puede dar un médico, se incluyen las siguientes:

 restricción de la ingesta de líquidos (reducir la cantidad de líquidos que se beben al


día)
 una dieta baja en proteínas, sal y potasio
 diuréticos (medicamentos que favorecen la micción)
 medicamentos que bajan la tensión arterial (si hay hipertensión)
 antibióticos (se usan cuando la causa de la glomerulonefritis es una amigdalitis
estreptocócica)
 corticoides y otros medicamentos que deprimen la respuesta inmunitaria (cuando
la causa de la glomerulonefritis es un problema en el sistema inmunitario)

En la mayoría de los casos de glomerulonefritis aguda, las lesiones que afectan a los
glomérulos suelen acabar remitiendo. La duración del proceso de recuperación dependerá de
cuál haya sido la causa de la glomerulonefritis, del tiempo durante el cual haya estado
actuando esa causa y de cuándo se haya iniciado el tratamiento.

La mayoría de los adolescentes con glomerulonefritis pueden llevar vidas normales y participar
en las mismas actividades que sus compañeros. Es muy raro que una persona con
glomerulonefritis aguda no responda al tratamiento.

Cuando un paciente no responde al tratamiento, su glomerulonefritis se puede convertir en


crónica.

Glomerulonefritis crónica

La glomerulonefritis crónica puede tener dos orígenes distintos:

1. Una persona ha padecido glomerulonefritis durante muchos meses seguidos o


incluso durante años sin presentar ningún signo de esta enfermedad hasta que su
riñón estaba tan afectado que el daño ya era irreversible.

2. Una glomerulonefritis aguda se ha convertido en crónica porque el paciente no ha


respondido al tratamiento.

Puesto que no hay ninguna forma específica de tratar la glomerulonefritis crónica, el médico
puede recomendar al paciente cambios en su estilo de vida para minimizar lesiones
posteriores y/o enlentecer el avance de la nefropatía.

Si padeces una glomerulonefritis crónica, es posible que tu médico te recomiende:

 limitar la cantidad de proteínas, sal y potasio que contiene tu dieta


 reducir la cantidad de líquidos que ingieres
 tomar suplementos de calcio
 ingerir alimentos saludables y hacer abundante ejercicio físico

Si la glomerulonefritis sigue dañando los riñones, a la larga éstos podrían dejar de funcionar.
Cuando ocurre ésto, la persona puede necesitar recibir diálisis o bien someterse a un
trasplante de riñón. Pero la mayoría de los adolescentes con glomerulonefritis no necesitan
someterse a éstos procedimientos y pueden seguir participando en actividades deportivas o
de otro tipo y llevar vidas como las de sus compañeros.
Los niños con demasiada proteína en la orina (pis), aumento repentino de peso e hinchazón
en varias partes del cuerpo pueden tener algo que se conoce con el nombre de síndrome
nefrótico.
El síndrome nefrótico ocurre cuando pequeñas estructuras en los riñones
llamadas glomérulos dejan de funcionar de manera adecuada y dejan pasar demasiada
proteína a los riñones. En los niños, esto es habitual debido a una afección renal
llamada enfermedad con cambios mínimos que afecta los glomérulos. El síndrome nefrótico
es más común en los niños que en las niñas, especialmente en los menores de 5 años.

Afortunadamente, la mayoría de los casos (incluso aquellos causados por enfermedad con
cambios mínimos) se pueden tratar de manera efectiva con medicación. La mayoría de los
niños que padecen síndrome nefrótico a causa de una enfermedad con cambios mínimos
eventualmente se curan solos antes de los diez años.

Funcionamiento de los riñones

Los riñones son dos órganos con forma de frijol que se encuentran en lo profundo de la
cavidad abdominal, justo encima de la cadera. Los riñones eliminan los desechos y el
excedente de agua de los alimentos que comemos, y devuelven los químicos que el cuerpo
necesita (como sodio, fósforo y potasio) al flujo sanguíneo. El excedente de agua se combina
con otros desechos para convertirse en orina (pis).

Las unidades funcionales principales de los riñones, donde se filtra la sangre, son pequeños
órganos llamados nefronas. Cada riñón tiene aproximadamente un millón de nefronas y cada
nefrona tiene un glomérulo (una bola de pequeños capilares o vasos sanguíneos). El
glomérulo es el filtro de la nefrona. Aquí es donde comienza el proceso de eliminación de
desechos y fluidos de la sangre.

Cuando los glomérulos no realizan el filtrado de manera adecuada, dejan que salga
demasiada proteína de la sangre. Las proteínas ayudan a retener los fluidos dentro de la
sangre; por lo tanto, cuando disminuye la cantidad de proteínas en la sangre, los fluidos
pueden escaparse de los vasos sanguíneos a otras partes del cuerpo y provocar un tipo de
hinchazón (edema) en la cara, la panza, las manos, los brazos o extremidades inferiores.
Cuando esto sucede, se denomina síndrome nefrótico.

Causas

Varias son las afecciones que pueden dañar los glomérulos y causar síndrome nefrótico. Pero
en los niños, habitualmente, es debido a la enfermedad con cambios mínimos. Al padecer
enfermedad con cambios mínimos, los glomérulos no parecen estar afectados cuando se los
observa con un microscopio regular. Por tal motivo, la afección se llama "con cambios
mínimos". Los cambios en los glomérulos solo se pueden ver con un microscopio electrónico.

Se desconoce la causa de la enfermedad con cambios mínimos, pero esta se puede


relacionar con infecciones, tumores, reacciones alérgicas y uso excesivo de medicamentos sin
receta como el ibuprofeno y acetaminofeno. Afortunadamente, la mayoría de los niños se
curan de la enfermedad con cambios mínimos cuando llegan a los diez años.

Otras afecciones pueden dañar los glomérulos, lo que incluye otras enfermedades renales,
problemas en el sistema inmunitario, infecciones o enfermedades como cáncer y diabetes. En
determinados casos, una reacción alérgica a la comida o una picadura de abeja, el uso de
ciertas drogas legales e ilegales, o la obesidad mórbida pueden provocar síndrome nefrótico.

Síntomas

Algunos niños no manifiestan síntomas obvios de síndrome nefrótico y no saben que padecen
de esta afección hasta que se diagnostica por una prueba de orina.

Cuando los síntomas sí se manifiestan, la hinchazón y el aumento de peso suelen ser los más
comunes. La hinchazón es provocada por la acumulación de fluidos y sal en el cuerpo.
Generalmente, esto puede ser suficiente para causar un incremento rápido e involuntario de
peso.

La hinchazón aparece comúnmente en:

 la cara, especialmente alrededor de los ojos


 el abdomen (la panza)
 los brazos y las piernas, particularmente alrededor de los tobillos y los dedos de
los pies

Algunos niños con síndrome nefrótico notan hinchazón en los tobillos después de estar un
tiempo prolongado parados o sentados. Otros pueden notar más hinchazón alrededor de los
ojos en cuanto se levantan por la mañana. Otros signos comunes son: falta de apetito, diarrea,
ganas de hacer pis menos frecuente y orina con una apariencia oscura y espumosa.

En casos aislados, la afección que causa el síndrome nefrótico puede provocar otros síntomas
y complicaciones, como daño renal con insuficiencia renal, trombosis (coágulos de sangre en
los vasos sanguíneos) o infección causada por la pérdida de proteínas, las cuales ayudan a
combatir las infecciones.

Diagnóstico

Si su hijo presenta síntomas de síndrome nefrótico, consulte con un médico. Es probable que
el médico le pida una muestra de orina de su hijo para verificar si hay un exceso de proteínas.
El médico también podría tomar una pequeña muestra de sangre para realizar un análisis.

Si los análisis indican que su hijo tiene síndrome nefrótico, el médico determinará cuál es la
causa subyacente y luego decidirá cuál es el mejor tratamiento. Para esto es posible que su
hijo deba someterse a análisis de sangre adicionales. En raros casos, el médico puede
solicitar una pequeña muestra de tejido renal para analizar causas específicas de síndrome
nefrótico. Esto se conoce como biopsia renal.

Tratamiento

El síndrome nefrótico es, casi siempre, tratable pero el tratamiento depende de la causa. Para
tratar la enfermedad con cambios mínimos, los médicos habitualmente recetan un
medicamento llamado prednisona. Una de las funciones de la prednisona es modular el
sistema inmunitario, lo que puede ayudar a que los glomérulos funcionen de la manera
esperada.

La prednisona es muy efectiva en el tratamiento del síndrome nefrótico, aunque, en ocasiones,


puede tener efectos adversos. Habitualmente, los médicos recetan otros medicamentos para
atenuar o suprimir los efectos adversos cuando una persona toma prednisona.

En algunos casos, el síndrome nefrótico no responde a la prednisona. Cuando esto sucede, es


posible que el médico quiera realizar una biopsia renal para determinar la causa. Otras causas
del síndrome nefrótico se pueden tratar con otros medicamentos o terapias.

Cuando los niños tienen síndrome nefrótico, es probable que los médicos prescriban
medicamentos llamados diuréticos para ayudarlos a orinar con más frecuencia. Esto puede
ayudar a controlar la hinchazón en el cuerpo hasta que los niveles de proteína en sangre
vuelvan a la normalidad.
En casa, los niños deben llevar una dieta baja en sodio para ayudar a reducir la hinchazón. No
es necesario reducir la cantidad de proteínas en la dieta del niño. Para conocer otras
sugerencias sobre la dieta, consulte con un médico o nutricionista.

Perspectivas

Afortunadamente, en la mayoría de los niños con síndrome nefrótico, la afección desaparece


antes de los diez años de edad y no deja daños en los riñones. Mientras tanto, es posible que
los niños deban tomar medicamentos durante unos meses o más.

En ocasiones, el niño puede tener una recaída, en la cual el síndrome nefrótico vuelve
después de haber desaparecido. En ese caso, se comenzaría nuevamente con el tratamiento
hasta que el niño se cure de la afección o se mejore solo.
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA EN NIÑOS

El fallo de los Riñones, también conocido como insuficiencia renal, ocurre cuando los
riñones disminuyen su capacidad o dejan de filtrar desperdicios del cuerpo apropiadamente, lo
cual puede ocasionar el incremento de desperdicios y sustancias tóxicas en la sangre. El fallo
de los riñones también puede ser agudo (lo cual significa repentino) o crónico (a través del
tiempo, generalmente de larga duración o permanente).

El fallo de los riñones agudo puede deberse a infecciones bacterianas, lesiones, shock, fallos
cardiacos, envenenamientos o sobredosis de drogas. El tratamiento incluye corregir el
problema que ocasionó el daño, y en ocasiones poco comunes, diálisis.

El fallo crónico de los riñones incluye el deterioro de la función renal a largo plazo. En los
niños y en los adolescentes puede ser una consecuencia del fallo renal agudo sin mejoría,
defectos de nacimiento, enfermedades crónicas del riñón, o tensión alta crónica y severa.
Cuando se diagnostica a tiempo, el fallo crónico de los riñones puede tratarse. La meta del
tratamiento generalmente es disminuir el fallo de los riñones con medicamentos, controlar la
tensión arterial y la dieta. En un momento determinado, puede que un trasplante de riñón sea
necesario.

Enfermedades renales de los niños(as)

Las Enfermedades Renales más comunes de los niños(as) están presentes desde el
nacimiento. Las más comunes incluyen:

Obstrucción de la Válvula Posterior de la Uretra (Posterior urethral valve


obstruction): Esta obstrucción o estrechez de la uretra afecta solamente a los varones.
Puede diagnosticarse antes de que nazca el bebé o inmediatamente después y puede ser
tratada con cirugía.
Hidronefrosis Fetal (Fetal hydronephrosis): Este aumento en el tamaño de uno o ambos
riñones es ocasionado o bien por una obstrucción en el tracto urinario en desarrollo o una
condición denominada reflujo vesiculouretral (vesicoureteral reflux (VUR)) donde la orina
fluye anormalmente en el sentido opuesto de la vejiga a los uréteres. La Hidronefrosis Fetal
suele diagnosticarse antes de que nazca el bebé y los tratamientos varían considerablemente.
En algunos casos, la condición solamente requiere una monitorización continua, en otros, es
necesaria la cirugía para remover la obstrucción del tracto urinario.
Enfermedad Poliquística del Riñón (Polycystic Kidney Disease):Esta es una condición
que genera el desarrollo de quistes rellenos de liquido en ambos riñones. Los quistes pueden
multiplicarse en número y en tamaño de tal manera que pueden ocasionar el fallo renal. La
mayoría de las formas de Enfermedad Poliquística del Riñón se heredan. Los doctores pueden
diagnosticar la condición antes o después del nacimiento del bebé. En algunos casos, no se
presentan síntomas; en otros, la Enfermedad Poliquística del Riñón puede ocasionar
infecciones del tracto urinario, cálculos en el riñón, y tensión arterial alta. El tratamiento para la
Enfermedad Poliquística del Riñón también varía considerablemente. En algunos casos, la
Enfermedad Poliquística del Riñón puede tratarse mediante cambios en la dieta; en otros, se
necesita un trasplante renal o diálisis – un tratamiento médico que ayuda al cuerpo a filtrar sus
desechos cuando los riñones no pueden hacerlo.
Riñón multiquístico: Esto ocurre cuando quistes grandes se desarrollan en un riñón que no
se ha desarrollado de forma adecuada, eventualmente causando que éste deje de funcionar.
(Mientras que la enfermedad poliquística afecta los dos riñones, la enfermedad multiquística
generalmente afecta un solo riñón.) Afortunadamente, el riñón no afectado trabaja por los dos
y la mayoría de las personas con riñón multiquístico tienen función renal normal.
Generalmente se diagnostica con una ecografía prenatal antes que le bebe nazca, los
doctores controlan la enfermedad de riñón multiquístico monitoreando la presión sanguínea y
monitoreando la presencia de infecciones urinarias. En extremadamente raras circunstancias,
remover el riñón quirúrgicamente puede ser necesario.
Acidosis Tubular Renal (Renal tubular Acidosis): Esta es una condición en la que los
riñones no pueden regular apropiadamente la cantidad de ácido en el cuerpo. Puede
ocasionar cálculos en el riñón y afectar el crecimiento del niño(a), pero generalmente puede
ser tratada con medicamentos.
El Tumor de Wilms (Wilms Tumor): Un tipo de cáncer infantil que afecta al riñón.
Generalmente es diagnosticado durante los primeros dos años de vida y puede tratarse con
cirugía y quimioterapia.
Glomerulonefritis (Glomerulonephritis): Inflamación o infección de los glomerulos, las
partes de los nefrones que contienen pequeños vasos sanguíneos. Puede afectar la habilidad
de los riñones de filtrar apropiadamente los desechos del cuerpo, conllevando a hinchazón,
sangre en la orina y una reducción en la producción de la orina. Algunos casos pueden
tratarse con medicamentos, mientras que otros requieren diálisis o un trasplante de riñón.
Síndrome Nefrótico (Nephrotic syndrome): Esto ocurre cuando el cuerpo pierde gran
cantidad de proteínas a través de la orina, generalmente debido a algún cambio en los
nefrones. Usualmente se diagnostica después de que el niño(a) ha cumplido un año de edad.
La hinchazón del rostro, abdomen y extremidades figuran entre los síntomas que
generalmente son aliviados con medicamentos.
Problemas Congénitos del Tracto Urinario: A medida que un niño se desarrolla en la
matriz, una parte del tracto urinario puede crecer anormalmente en su tamaño o posición. Este
tipo de problemas incluyen:
 Duplicación de los uréteres, donde un riñón tiene dos uréteres en vez de uno.
Esto puede ocasionar infecciones del tracto urinario a medida que transcurre el
tiempo y puede ser tratada con medicamentos o cirugía.
 Riñones en Herradura (Horseshoe Kidney), donde los dos riñones están
unidos en forma de un riñón arqueado que generalmente funciona con normalidad,
pero que es más proclive a desarrollar problemas con los años. Un riñón en forma
de herradura sin complicaciones no necesita tratamiento médico o cirugía, pero
necesita ser chequeado regularmente por los doctores.

Otros Problemas de los Riñones

Algunas veces un niño(a) puede presentar otros problemas que afectan el funcionamiento de
los riñones. Estos pueden incluir:

Tensión Arterial Alta o Hipertensión. Los riñones controlan la tensión arterial regulando la
cantidad de sal en el cuerpo y desarrollando la enzima renin la cual, conjuntamente con otras
sustancias, controla la vasoconstricción de los vasos sanguíneos. Las diversas causas que
originan la tensión arterial alta incluyen las condiciones que hemos detallado anteriormente,
factores genéticos como la conocida “tensión arterial alta esencial” la cual es el tipo más
común de tensión arterial en los adultos; y la obesidad, la cual se ha convertido en un factor
importante.
Piedras o Cálculos en el Riñón. Pueden formarse como resultado de la acumulación de
sales cristalizadas y minerales como el calcio en el tracto urinario, o después de una infección.
Si el cálculo del riñón es lo suficientemente grande para bloquear el riñón o el uréter, pueden
causar dolor abdominal severo. Pero los cálculos generalmente se expulsan atravesando el
tracto urinario por sí mismos. En algunos casos, necesitan removerse quirúrgicamente, ser
tratados con medicamentos o con modificaciones en la dieta. Algunas veces, los primeros
síntomas son dolor y sangre en la orina. Los cálculos en el riñón son más comunes en los
adultos que en los niños.
Nefritis. Esta condición es una inflamación del riñón. Puede ser causada por una infección,
una enfermedad autoinmune (como el lupus) o una razón desconocida. Los primeros síntomas
de la nefritis son niveles altos de proteína y sangre en la orina.
Infecciones del Tracto Urinario (ITU). Las ITU son típicamente causadas por bacterias como
la E. coli. La mayoría de las ITUs ocurren en el tracto urinario inferior, en la vejiga y la uretra, y
pueden causar dolor al orinar y fiebre. El tratamiento con antibióticos debe comenzarse con la
mayor brevedad posible para que la infección no llegue a los riñones, donde puede ocasionar
daño irreversible. En los bebés, las ITUs tienden a ser más comunes en los niños que en las
niñas quizás porque los niños son más afectados por problemas del riñón congénitos que los
predisponen a las infecciones. Más adelante las niñas también tienen predisposición a
contraer este tipo de infecciones ya que tienen uretras más pequeñas. Los malos hábitos
pueden contribuir al desarrollo de ITUs - los ninos que resisten la necesidad de ir al baño, o
los que se limpian después de hacer sus necesidades en la dirección opuesta (la dirección
correcta es desde el frente hacia la parte de atrás, para evitar que la bacteria de las heces
fecales no entren en contacto con la uretra). Entre los adolescentes, las niñas tienen más
predisposición a desarrollar ITUs que lo chicos, generalmente debido a que su uretra es más
pequeña o por mantener relaciones sexuales con la vejiga llena.

Síntomas de Problemas Renales

Los signos y síntomas de problemas en el tracto urinario o en el riñón son diversos e incluyen:

 fiebre
 hinchazón alrededor de los ojos, rostro, pies y tobillos (también conocido como
edema)
 ardor o dolor al orinar
 incremento significativo en la frecuencia de orinar
 dificultar en controlar la orina en los niños(as) que son lo suficientemente grandes
para usar el cuarto de baño
 niños(as) con recurrencia de episodios de mojar la cama (en niños(as) que no han
mojado la cama durante meses)
 sangre en la orina
 tensión arterial alta

Diagnóstico de Cálculos en el Riñón

Si su pediatra piensa que su niño(a) padece de cálculos en el riñón, él o ella probablemente


desarrollarán una historia médica, realizarán un examen físico y ordenarán pruebas de orina,
exámenes de sangre, estudios de imagen o una biopsia para hacer un diagnóstico. Este tipo
de exámenes son generalmente sugeridos por un nefrólogo, un doctor especialista en el
diagnóstico y el tratamiento de cálculos en el riñón.

A través de un urinálisis (un tipo de examen de orina), el doctor de su niño(a) podrá detectar
rápidamente anomalías (como por ejemplo demasiados glóbulos rojos) que pueden significar
una inflamación o irritación en el tracto urinario. Un urinálisis también puede detectar un
exceso de glóbulos blancos, generalmente asociado a infecciones en la vejiga o en el riñón.
Algunos exámenes de sangre pueden indicar a los doctores cuán bien los riñones están
filtrando los productos de desecho y como están equilibrando la composición química del
torrente sanguíneo.

Dos importantes herramientas de diagnóstico que un doctor puede utilizar son la tensión
arterial y las medidas de crecimiento. Conjuntamente con el corazón, los riñones son órganos
cruciales en determinar la tensión arterial. La tensión arterial alta en un niño(a) es señal de
que los riñones necesitan ser evaluados. Medidas exactas del crecimiento pueden
proporcionar datos importantes para diagnosticar enfermedades renales porque los niños(as)
con enfermedades crónicas del riñón generalmente no se desarrollan óptimamente.

El doctor de su hijo(a) puede que obtenga una biopsia del riñón del niño(a) para evaluar el
funcionamiento de sus riñones. Una biopsia es un procedimiento mediante el cual una
pequeña pieza del tejido del riñón es extraída con una aguja. Llevado a cabo bajo anestesia,
es un procedimiento simple que puede proporcionar un diagnóstico exacto sobre un problema
en el riñón en nueve de cada 10 casos. El procedimiento es especialmente útil en el
diagnóstico de nefritis y nefrosis.

El doctor también desarrollará una historia médica preguntándole sobre sus preocupaciones y
síntomas en relación con la salud de su hijo (a), su historial de salud en el pasado, la salud de
la familia, medicamentos que han tomado y otros temas.

Además pruebas radiológicas comunes, los doctores pueden utilizar otras pruebas
radiográficas para ayudar a diagnosticar enfermedades de los riñones. Estas pruebas
incluyen:

Ultrasonido

El estudio por imagen más comúnmente utilizado, un ultrasonido no es doloroso y no requiere


exposición a los Rayos X o preparación especial. Un ultrasonido renal muestra detalles de la
anatomía de los riñones y de la vejiga. Puede descartar o diagnosticar obstrucciones,
anomalías del desarrollo, tumores, cálculos en los riñones y en el tracto urinario.

Tomografía Computarizada (CT)

Una tomografía computada ayuda a revelar la anatomía de los riñones o de la vejiga, y en


algunos casos, es mejor que una prueba de ultrasonido para detectar cálculos en el riñón.
Igualmente, puede ilustrar si los riñones se han desarrollado normalmente o si el flujo de orina
está bloqueado por un cálculo o una anomalía del desarrollo.

Escáner Renal Nuclear

Un escáner renal nuclear incluye un material especial radioactivo que se inyecta en la vena.
La dosis de radiación es inferior a la de una simple prueba de Rayos X. El escáner muestra
ambos riñones comparándolos entre sí en tamaño, forma y función. Igualmente, puede
detectar heridas u otra evidencia de infecciones renales crónicas o recurrentes.

Cistouretrograma de Evacuación (Voiding Cystourethrogram


(VCUG))

Un cistouretrograma de evacuación es comúnmente utilizado para evaluar la vejiga y los


uréteres. Este procedimiento incluye introducir una sustancia tinte en la vejiga para
diagnosticar si existe una obstrucción cuando el niño(a) orina.
Insuficiencia renal crónica en el niño

La insuficiencia renal crónica es una afección poco frecuente en el niño pero que
sin embargo necesita un tratamiento adecuado y muy especializado. Las
etiologías principales son las anomalías congénitas de los riñones y de la vía
urinaria, anomalías genéticas y glomerulares. Gran parte de las hipodisplasias
renales pueden ser diagnosticadas durante la etapa prenatal. Otras veces el
diagnóstico puede ser más tardío, cuando los síntomas no se detectan por ser casi
siempre inespecíficos y de desarrollo progresivo. Entre los signos de alarma cabe
citar un síndrome de poliuria-polidipsia o, a la inversa, la presencia de edemas,
hipertensión arterial, hematuria macroscópica, astenia, anorexia o retraso de
crecimiento. Los estudios biológicos y ecográficos determinarán la gravedad, la
repercusión y, probablemente, la etiología de la afección renal. En el niño, la
función renal puede ser evaluada por el aclaramiento de la creatinina, que se
calcula con la fórmula de Schwartz (36,5 × estatura [cm]/creatininemia [μmol/l]). El
tratamiento consiste en tratar la causa siempre que sea posible y en medidas de
nefroprotección y tratamientos conservadores. Asimismo, cualquier factor
agravante debe ser prevenido y tratado. Los tratamientos medicamentosos
(suplementos vitamínicos, quelantes de potasio y de fósforo, eritropoyetina,
hormona del crecimiento, etc.) se van adaptando según la vigilancia clínica y
biológica. La evolución hacia la insuficiencia renal terminal plantea la necesidad de
una depuración extrarrenal (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o de un trasplante
renal, que debe ser prioritario siempre que sea posible.

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