COMENTARIO LITERARIO DEL POEMA “CANTO A LA GUITARRA” DE VICTORIANO CREMER

Este es un poema de Victoriano Cremer, autor de Canto a la guitarra, perteneciente a su libro

“Fábulas Domésticas”. El tema es “la soledad como una forma de afrontar las críticas de la
sociedad”, expresado por el yo lírico a través del tono disfórico que se emplea a lo largo del
poema, el yo lírico uso una actitud carmínica para expresar lo dicho.

Desde el punto de vista formal vemos que hay una serie de 36 versos de diferentes medidas,
pero todos ellos son de arte menor. Existen octosílabos, nonecasílabos y heptasílabos. Tienen
una rima libre. Posee una versificación irregular. Este es un poema lírico, se dan a denotar los
sentimientos del yo poético, que se lo observa con melancolía. En cuanto a la estructura
temática, podemos dividir el poema en tres partes.

La primera abarca los versos del uno al ocho. Aquí el yo poético presenta como es que se siente,
que es lo que le está ocurriendo, al momento de decirnos,

Me aprieto la guitarra
y siento la madera.
Se llenan de música
Las oscuras cavernas…
Yo soy yo, limitado
Por carne sorda y venas.

En esta parte del poema el yo lírico nos expresa la melancolía que siente, del mismo modo por
las palabras que usa como “oscuras cavernas”, para expresar la soledad en la cual se refugia para
no poder conllevar las críticas sociales emitidas hacia su persona. Por otro lado, los puntos
suspensivos que lleva al final del verso cinco, expresando la secuencialidad de este vacío dentro
del yo lírico, como quien decir que la soledad en una de las formas donde puede refugiarse para
no sentir el dolor a causa de las criticas sociales.

Si alguna vez levanto

Los ojos de las cuerdas,
Me siento fugitivo
De lo que vale y cuenta.

El yo lírico expresa que si alguna vez él intenta desprenderse de la soledad en la cual se refugia,
al utilizar “los ojos de las cuerdas”, es decir, que si alguna vez intenta salirse del mundo en el
que esta, para sentir todo el dolor que puede sentir con todo lo que pasa en su alrededor.

A continuación, el yo lírico da un final melancólico a esa incertidumbre y a ese algo inalcanzable

en los versos siguientes, que dicen “que canto para adentro, porque no tengo afueras”. Además
habla de una sociedad que critica a todas las personas, sin embargo él usa la forma de afrontar
todo esto, usando como un método a la soledad.