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Valeria Llobet es y el orden social con mayor perento- Por supuesto, este consenso punitivo
especialista en temas riedad y con un valor de verdad que no es una fuerza que avasalla tierra
parece indiscutible. yerma. El Poder Ejecutivo no es “for-
de ciudadanía infantil, zado” a adoptar la voluntad popular.
juvenil y políticas Un conjunto similar de emociones mo- Podemos ver, en otros conflictos, cuán
sociales destinadas a rales constituyó, por ejemplo, el escena- sordo es el gobierno a las manifesta-
niños y adolescentes. rio en el que se configuró el tratamiento ciones colectivas. Si opta por el po-
diferencial de delito cometido por niños pulismo criminológico (esto es, por
En este artículo de aquel cometido por adultos. El pá- brindar la respuesta más “sencilla” al
contribuye a una nico moral de inicios del siglo XX en clamor punitivo yendo por los jóvenes
comprensión más nuestro país1 se dirigía hacia los niños de sectores populares que componen la
profunda del debate y jóvenes de sectores populares que se población de preferencia para el accio-
anticipaban como futuros delincuentes nar represor de la policía) no es porque
sobre la reforma del por sus condiciones miserables de vida y no existan otras opciones o no puedan
sistema penal juvenil, la falta de guía de sus padres. También esbozarlas. Sus posiciones en materia
poniéndolo en una entonces la reforma legal estuvo en el penal juvenil deben ser leídas bajo la
perspectiva histórica, centro de la escena, pero se pensó en misma clave que su posición activa en
sentido opuesto: no tratar a los niños la criminalización de la protesta social
analizando críticamente como adultos, porque de ese tratamien- (esto es, el tratamiento de la protesta
sus supuestos y to indiferenciado sólo se obtendría un como delito) y en la deslegitimación y
dando cuenta de su joven delincuente profesional. sospecha de tales demandas colectiva-
complejidad. mente organizadas, los reclamos gre-
Podemos detenernos en el argumento miales docentes, por poner un ejemplo.
histórico y mostrar los diversos mati-
ces del tratamiento de aquellos jóve- Ello no quiere decir ni que haya que
CONSTRUCCIÓN DE LOS nes y niños que eran sospechados de producir el movimiento simétrico y
ENEMIGOS SOCIALES Y cometer un delito o de “estar en ries- opuesto, victimizar a los jóvenes que
CONSENSO PUNITIVO go” de cometerlo. Pero como muestra cometen delitos, reclamando su ino-
la prensa del presente, ciertas asocia- cencia y su incapacidad de elección.
A partir del asesinato de un niño de ciones automáticas siguen sirviendo No es necesario que se trate de “ino-
catorce años en diciembre de 2016, a los efectos de la construcción del centes víctimas” para que defendamos
una nueva oleada de clamor punitivo delincuente prototípico, aquel que va un tratamiento democrático del delito
se alzó para pedir la cabeza de los me- a encarnar el desorden social. El “ase- juvenil. Tampoco es necesario minimi-
nores de dieciocho años que cometen sino de Brian que tiene 15 años”, a la zar la cuantía de los delitos callejeros,
un delito. Hoy mismo, un poco más de sazón un niño hijo de padres inmi- que componen la base de la “sensación
tres meses después, “caso Brian” brin- grantes, irresponsables moralmente en de inseguridad”, para pedir responsa-
da más de 14 millones de noticias en la tanto “lo habían ayudado a escapar”,
web, con titulares como “Murió Brian, es el opuesto simétrico de su homóni-
el chico de 14 años que fue baleado en mo muerto, hijo de una familia argen-
la cabeza por motochorros”, “Cayó el tina, de trabajo, responsable. Un siglo
asesino de Brian: tiene 15 años y sus atrás o un mes atrás, son evidentes y
padres lo habían ayudado a escapar”, sistemáticos los componentes de clase,
“El desgarrador relato de uno de los raciales e ideológicos que están en la
médicos que atendió a Brian”. Un con- base de la construcción de los enemi-
junto de emociones (indignación, im- gos sociales, y son especialmente útiles
potencia, deseos de venganza) se con- para la construcción de consensos pu-
jugan alrededor de un asesinato que se nitivos, en parte por su propia capaci- Como muestra la
visualiza como gratuito y especialmen- dad de conducir y catalizar o producir prensa del presente,
te violento. Como todas las emociones emociones colectivas.
en el espacio público, constituyen un
ciertas asociaciones
hecho social y político, y bajo deter- automáticas siguen
minadas condiciones, pueden movilizar sirviendo a los efectos
transformaciones sociales profundas y 1. Aunque vale señalar, este tipo de temo-
duraderas. Su vinculación con la con- res y respuestas similares, se dio en muy de la construcción del
diversos países, como Estados Unidos,
figuración de algunas muertes infan- Francia, Gran Bretaña, Suecia, y en el ám- delincuente prototípico,
tiles como las víctimas por excelencia,
permite, a quienes se entregan a ellas,
bito latinoamericano a partir de la labor
expansiva de los Congresos Panamerica-
aquel que va a encarnar
enarbolar ciertas ideas sobre la justicia nos de Pediatría. el desorden social.
PARAJUANITO 7
[ ENSAYO / REFLEXIÓN ]
8 PARAJUANITO
[ ENSAYO / REFLEXIÓN ]
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“visibles” que construimos como otros desde más temprana edad, ¿de qué
amenazantes. Deseos de venganza, cas- maneras la alianza gobernante garan- * Valeria Llobet
tigo y de producir dolor a un otro que tizará cumplir con sus obligaciones en
se visualiza como carente de los mis- materia de la protección de sus dere- Profesora en la Escuela
mos derechos, y sobre todo, demandas chos? Esto es, ¿cómo garantizará el de Humanidades de la
de venganza como forma de cuestionar acceso a la educación de niños y niñas Universidad de San Martín.
a las instituciones democráticas que se encerrados, cuando en enero de este Investigadora Independiente,
visualizan como blandas, incapaces de año desmontó el programa de Educa- CONICET.
proteger al “buen ciudadano”. ción en Contextos de Encierro, deján-
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