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Desde el cuartel:

Otra visión de Guatemala


(Conversatorio del Libro)

El libro del coronel Edgar Rubio Castañeda, nos confronta con una parte de nuestra
historia y cuestiona el frágil papel de nuestra democracia.
Porque parte de la historia de este país es que las políticas públicas educativas
son: No educar al pueblo, mantenerlo bruto, y mientras más bruto mejor, el ideal de
la oligarquía, es que fuéramos simiescos esclavos, que desde los 5 años y sin paga
alguna, trabajáramos en el corte de algún monocultivo, las maquilas y los servicios
de limpieza, hasta que reventáramos, digamos, 20 años después, mientras se
prepara en otros, un ejército laboral de reserva, para continuar manteniendo sus
privilegios y confort.
El coronel Jacob Árbenz, fue uno de los presidentes que marcó la diferencia como
presidente de Guatemala de 1951 a 1954 ya que gobernó de una manera muy
democrática y rompió monopolios de las familias que conforman la oligarquía, por
ello el pueblo lo llamo, El soldado del pueblo.
Con excepciones de Juan José Arévalo y Jacob Árbenz Guatemala no ha tenido
líderes que se puedan considerar estadistas, que se comprometan para su
transformación, política, económica y social del país.
Cuando hablamos de oligarquía nos referimos a las pocas familias privilegiadas,
que conforman la elite económica del país, estas transciendes fronteras y son
conocidas internacionalmente. Lo conforman 5 familias, las cuales son: la familia
Castillo, Herrera, País, Novella y Gutiérrez Bosch. Se dice que por cada una de
estas familias multimillonarias hay 380 mil familias pobres.

 La familia Castillo: monopolio de cervezas y bebidas.


 Familia Gutiérrez: monopolio de, harina y trigos.
 Familia Herrera: oligopolio de azucarera.
 Familia País: oligopolio de supermercados.
 Familia Novella: monopolio de cemento.

Estas familias financian a los partidos políticos, hay que recordar que los partidos
políticos en Guatemala son organizaciones con fines de lucro no conductores de
políticas sociales intermediarios entre el estado y el pueblo.
Incluso se considera que al estado le saldría más barato financiar las campañas de
los partidos políticos con reglas claras y justas para todos.

 Redescubriendo nuestra historia


El libro pega desde el principio, con su defensa del coronel Árbenz, frente a
esa conspiración gringo-guatemalteco para derrocarlo. Conspiración en la que está
demostrado que el Ejército fue comprado y traicionó a su máximo líder, a un oficial
con brillo y prestigio en sus diferentes campos de acción y que, como consecuencia
de esa artera traición, ejecutada con el apoyo de la oligarquía guatemalteca, tuvimos
esos terribles años de gobiernos contrainsurgentes y políticas de terror de Estado.
El Estado guatemalteco desde la conquista y la colonización, y que podemos
rastrear perfectamente hasta la actualidad, pues sus apellidos forman parte del
consorcio económico más poderoso del país y sus marcas comerciales forman parte
de nuestras vidas, pues su modus operadis siempre ha sido el monopolio del país.
Al fin y al cabo, allí están los polleros Gutiérrez Bosch, los cerveceros y los
cementeros Novela, a la par de una docena de familias que dominan en grandes
líneas, la economía del país y con ello, las políticas de Estado, que no pagan
impuestos y que como quedó demostrado con el asunto de Aceros de Guatemala
de la familia de origen judío, los Gabriel, que además de no pagar impuestos le
roba al Estado guatemalteco, mediante el cobro de créditos fiscales; que si no fuera
por la fuerza que le dio la Embajada de los Estados Unidos a la CICIG y al Ministerio
Público, jamás les hubieran cobrado la millonaria multa que les cobraron.

 Entre monocultivo y minería


En el resto de las líneas, su autor nos enseña el despropósito de los monocultivos
y las industrias extractivas en Guatemala. No porque no se deban explotar los
recursos naturales de forma debida, si no por lo lesivo de los contratos, donde el
1% que muchos de ellos, tiene como beneficios, no sólo no paga los derechos de
explotación, si no son un verdadero ejemplo de la desvergüenza que tienen las
autoridades, al regalar nuestros bienes. Y en las mismas líneas de los mineros
extractivos, el horror que significa la minería a cielo abierto, la cual además de no
beneficiar a Guatemala y a los guatemaltecos, puede condenar por generaciones a
una comunidad a que sus recursos queden envenenados y no se dé la vida.

 El circo político
El autor nos enseña como los partidos políticos en Guatemala son una franquicia
que compra cada cuatro años la oligarquía y que por ello, tenemos una democracia
de papel, una república cooptada por un grupo de familias que controlan al Estado
vía los políticos y los políticos insertos en las diferentes instituciones del gobierno,
quienes en su momento, tiene que pagarles la factura de sus cargos con defensa
de sus intereses, omisión de los delitos de saqueo al Estado y favores, para poder
robar las riquezas nacionales, sin ninguna responsabilidad.

 Universidades mediocres y en silencio


El pobre papel de algunas universidades privadas, que más que enseñar son
empresas lucrativas donde lo que menos importa es la calidad de la educación.

 El papel de ejército
Con más de treinta años de pertenecer a las fuerzas armadas del país, el autor
desnuda al Ejército de Guatemala en toda su podredumbre y estima que el mismo,
además de corrupto y criminal, sólo ha sido un capataz y verdugo de los
guatemaltecos al servicio de la oligarquía nacional, quienes lo han usado cuando y
como les conviene, como sus feroces cancerberos en momentos de crisis, para
después desecharlos en el fondo de la basura, como al general Otto Pérez Molina.
Señala también Rubio, que el Ejército no ha cumplido con su papel de garante de
la soberanía guatemalteca y que en la actualidad, gracias a su sombría alianza con
universidades clasistas y racistas, se han convertido en simples empresarios.

OLIGARQUIA, MEDIOS DE COMMUNICACION Y EL ESTADO


El poder económico oligárquico así como el poder mediático son los dos poderes
reales que existen en este país, ambos se necesitan para manejar agendas de
beneficio sectorial. Ignacio Ramonet dice: ’’Los medios de comunicación hoy día
juegan un papel cada vez mayor a la hora de transmitir información y crear opinión,
por lo que el poder mediático se ha convertido en el poder más importante después
del económico’’. Agrega que por eso, es urgente desarrollar una reflexión sobre la
manera en que los ciudadanos pueden exigir a los grandes medios de comunicación
mayor ética, verdad, respeto a una deontología que permita a los periodistas actuar
en función de su conciencia y no en función de los intereses de los grupos, las
empresas y los patrones que los emplean y que los medios de comunicación son
utilizados como un arma de combate. En Guatemala se complementa
extraordinariamente los poderes económicos y mediático. Por una parte, el poder
económico necesita manejar a las masas y entretenerlas con temas superfluos del
diario vivir a efecto que la opinión pública sepa lo más mínimo, por otra parte el
poder mediático necesita de los oligarcas para sobrevivir con las pautas publicitarias
de las grandes empresas y promueven en la población una opinión sesgada del
acontecer nacional.

PROCESOS ELECTORALES
En algún momento paso por nuestra mente que a partir de la apertura democrática
en 1986 la situación política, económica, social y militar, iba hacer impactante y de
beneficio para nuestra sociedad. Tristemente ha sido todo lo contrario, aquel
proceso electoral de 1985 que despertó sueños y anhelos se ha convertido en
frustraciones y desesperanzas que empeoran en cada proceso electoral. La
población se mantiene alejada de las elecciones porque no ve en ellas algún
consuelo ni motivo de satisfacción. Estos procesos, la gran farsa neoliberal
disfrazada de democracia, han cumplido únicamente con la formalidad democrática,
no así con el fondo, carecen de legitimidad y representatividad. La legitimidad la dan
las mayorías de los empadronados o aptos para emitir su sufragio apoyando al
candidato de su simpatía o quien cree que esa mayoría resolverá sus problemas
sociales.
Esta democracia no es real, ni legitima. En los últimos siete procesos electorales
para elegir presidente vemos un promedio de 55% de abstencionismo. El reto es
motivar a la población votante con planteamientos valederos y reales de que
podemos separar al neoliberalismo de la democracia.

LOS IMPUESTOS REGRESIVOS QUE RECAUDA EL ESTADO Y


LOS PRIVILEGIOS FISCALES PARA LA OLIGARQUÍA
Si reconocemos nuestro problema tributario tendremos la mitad de posibilidades
para resolverlo. Los impuestos deben llegar de manera eficiente y directa a los más
necesitados por medio de servicios de primera calidad de modo que se vele por el
bien común y no el bien particular. Sin embargo, ese bien particular se estableció
desde la independencia en 1821 cuando la oligarquía con los llamados próceres o
criollos decidieron independizarse de la corona por dos razones:
A) No seguirle pagando impuestos al imperio en virtud de considerarlos injustos y
B) Por la ola de independencia que se venía dando en la región latinoamericana.
A lo largo de 59 años la carga tributaria solamente ha crecido en pocos puntos
porcentuales, evidenciando la baja recaudación tributaria que hemos tenido en ese
periodo. Esto obedece al modelo fiscal regresivo que aún prevalece. Se suman la
exoneración, evasión, y elusión de impuestos de la súper cúpula económica.

El secuestro y la extorsión de la deuda interna


(Terrorismo Financiero Oligárquico)
Hace dos siglos dice John Adams que hay dos formas de conquistar y esclavizar
una nación y ellas son: por la espada y deuda. La deuda interna del país promueve
y facilita la corrupción para los políticos que dirigen los destinos del estado
favoreciendo a la oligarquía con los altos cobros en intereses. El estado no tiene la
capacidad para cumplir los compromisos financieros y adquirir más deuda. Oscar
Berger, Álvaro Colóm y Otto Pérez privilegiaron la adquisición de la deuda interna
con la externa para beneficiar a los dueños de los bancos públicos así que ellos son
los principales de la deuda pública con ello surge el problema de seguir sin
refacciones, falta de libros y con carencia de maestros es decir sin educación al
país, sin medicinas, sin hospitales, sin doctores, sin salud y sin seguridad en el país.
Todos los impuestos que se pagan son para beneficiar el desarrollo de la oligarquía.
Los dos tipos de deuda que tiene el estado son: la interna en donde es adquirida
por los acreedores privados o sea los 18 bancos del sistema nacional de las familias
poderosas y externa adquirida por los organismos multilaterales e instituciones de
crédito. Las beneficiadas del endeudamiento interno son las familias: Castillo,
Torrebiarte, Gutierrez Bosch, Herrera, Novella y con las que tienen acciones
importantes en el Banco Industrial, Castillo y Botrán en el Banco GyT Continental,
Herrera y Novella en el Banco Agrícola Mercantil ( BAM) y el banco de desarrollo
Rural. Son esas familias las que se reparten los altos intereses que reciben de la
deuda interna.
Un buen gobierno honrado y transparente debe denunciar ante el pueblo de
Guatemala y la comunidad internacional el terrorismo financiero. Urge crear otro
sistema financiero honesto, democrático, equitativo y humano que ayude a erradicar
la pobreza en nuestro país.

¿Habrá lavado de dinero en el Sistema Financiero?


En Guatemala, el narcotráfico está infiltrado en las instituciones del Estado y en
instituciones privadas en las que este sector se da el lujo de financiar candidatos a
puestos de elección popular como presidentes, alcaldes y diputados. Nadie se
atreve a denunciar aunque exista el lavado de dinero por medio de ello. Los
oligarcas temen la propuesta de ley para levantar el secreto bancario, por ello
cierran filas para impedir que las entidades oficiales recaudadoras de impuestos
tengan acceso directo a la estructura financiera, porque se sabría de todo el dinero
que circula entre el sistema bancario y que no coincidiría con lo que producen,
compran y venden sus monopolios y oligopolios, dejando al descubierto una mega
estructura de lavado, evasión, efusión y contrabando.

Los Monocultivos y la seguridad Alimentaria.


Por medio del interés chantajes y mentiras, las familias mayas, garífunas, xincas y
ladinas perdieron grandes propiedades de tierras siendo robadas por los políticos
superiores. El objetivo era proteger los intereses de los latifundistas y terratenientes
ante las supuestas invasiones de tierras.
Los monocultivos afectan a millones de personas al pasar de áreas donde se
siembran granos básicos a la siembra de caña de azúcar o palma africana. Con la
escasez de tierra para sus cultivos trae una inadecuada e insuficiente alimentación
provocando desnutrición crónica y severa en millones de niños rurales porque sus
padres no pueden llevar maíz, frijol y arroz a sus humildes ranchos. Los
monocultivos no solo alteran el uso del suelo, matan de hambre a niños, mujeres y
ancianos; contaminan y desvían ríos, deforestan bosques afectando la flora y fauna,
y reducen la producción de granos básicos. El Estado se ha olvidado del Derecho
Humano a la alimentación, a pesar de tener la obligación de dar alimento cuando
los pobres no tienen medios ni las posibilidades de autoalimentarse. La pobreza
rural tiene su origen en el escaso acceso a la tierra por parte de los segmentos con
menos privilegios de la sociedad rural. Lamentablemente, ahora no son solo los
legítimos dueños de las tierras por haber sido despojados por medio de presiones
y amenazas, si no que los convirtieron en trabajadores explotados y dependientes
como en tiempos pasados.
En la Reforma Agraria del Decreto 900 en el año 1952, por primera vez en la historia
de Guatemala, a los indígenas se les ofrecieron tierras en lugar de ser despojados
de ella. Fue el motivo principal para votar a un gobierno por intereses económicos
transnacionales.
Nuestra seguridad alimenticia no depende de otros países si no de nosotros
mismos.
El ilegal monopolio cementero
Es ilegal el monopolio cementero de la familia Novella llamado Cementos Progreso,
porque la Constitución Política de la Republica, lo prohíbe en su artículo 130de
manera contundente.
Cemento Progreso ha t4enido un crecimiento que ronda el uno por ciento, anual en
los últimos 5años.de 65.7 millones sacos de cementos producidos en las planta San
Miguel ubicada en Sanarate el Progreso.
De igual manera los precios no se quedan atrás de Q26.00 que costaba el saco
paso a Q80.00 la inflación en esos años llego al 73 porciento
Esto quiere decir que el saco de cemento debiera de ser a Q55.00 o menos tomando
como referencia la inflación. Es de realzar que estos incrementos afectan la
población y la economía en general.

 Los recursos naturales:


Los recursos naturales a los que nos referimos son: petróleo, gas, minerales,
potencial hídrico, y bosques. Dada su importancia estratégica para el desarrollo y
progreso de los países que los tienen y los saben aprovechar para beneficios de
sus pueblos.
Todos son sumamente importantes debido a que el mundo no podría generar
actividades políticas, económicas, sociales, militares, científicas ni tecnológicas.

 El petróleo:
Un año después de la caída de Árbenz Guzmán en 1954, se emitieron nuevas
disponibilidades legales relacionadas a la exploración y explotación del petróleo.

 Los minerales:
Estamos regalando a las empresas transnacionales nuestros recursos mineros,
metálicos como oro, plata, cobren níquel, además contamos con uranio este último
no ha sido explotado no obstante se encuentra en toda nuestra faja volcánica.
Hablamos de 14 familias que son las del mismo grupo concentrador de poder y
riqueza de elite económica. Tienen importantes inversiones en petróleo,
hidroeléctricas y minerías y alianzas estratégicas transnacionales.
Presidentes, Oligarcas neoliberales e indicadores sociales
Lamentablemente los presidentes de que hemos tenido, a quienes se les ha
confiado legal o ilegalmente (fraudes electorales) el “poder para gobernar en
beneficio de la mayoría, no lo han hecho debido a que muchos de ellos han
permitido sistemáticamente el debilitamiento del estado para favorecer a sectores
muy poderosos económicamente. Nuestro estado comenzó a colapsar desde la
conquista en 1524, luego en la independencia de 1821 siguió colapsando, en la
revolución liberal de 1871 y en la contrarrevolución de 1954. Este colapso se ha
convertido en un aspecto cultural de profundo arraigo en la mente de los
guatemaltecos al creer que “el Estado no sirve absolutamente para nada aunque
ellos (los oligarcas) si saben para que sirve” estos oligarcas argumentan una y otra
vez sus ya desgastadas frases que “El Estado es ineficiente, el Estado es un
desastre, de acuerdo a la filosofía de esos sectores reaccionarios.
Estas son las mentiras más temibles que repiten los neoliberales. El debilitamiento
estatal, que los progresistas debemos hacer todo un proceso para revertir ese
pensamiento. Ese ataque y debilitamiento permanente al estado, ha sido posible
principalmente en las últimas décadas por el soporte del ejército en conservar y
mantener el modelo neoliberal impuesto por el consenso de Washington y seguido
y ordenado a los políticos por la súper cúpula económica que desde siempre ha
mantenido el poder real para llevar a cabo la opresión y represión permanente al
pueblo
Este neoliberalismo ha sido tan dañino para el pueblo que no pudimos reaccionar y
esperamos siempre lo peor ya que los hombres y mujeres cuanto más se les
maltrata más se acostumbran a aguantar las injusticias, por estas injusticias es que
el pueblo se desencanto del estado, pues ya no esperaban nada del estado porque
ya lo conocían lo suficiente como para saber lo que les esperaba.
Las pocas y muy breves luces sociales que hemos tenido han sido apagadas
rápidamente, la prueba de ello son los 10 años de primavera democrática. Los
dueños del país siguen siendo los más poderosos gracias a sus grandes fortunas,
pero no pueden ser felices porque les abunda la pobreza espiritual, moral y egoísta
pues esta pobreza los acompaña a donde sea que ellos vayan.
El estado de Guatemala se encuentra tan débil que se requiere con urgencia un
gran cambio profundo y contundente para sacarlo de ese fango en el que se
encuentra para luego poderlo refundarlo y así ponerlo al servicio de todos los
ciudadanos.
Pero con esta generación tan malvada de oligarcas y políticos no tenemos
posibilidad de poder progresar y evolucionar para sacar al país del subdesarrollo en
el que se encuentra. Este grupo apocalíptico de oligarcas y políticos esta echado a
perder exactamente igual como se echaron a perder las generaciones anteriores a
ellos. El modelo neoliberal tuvo un fuerte impacto en Guatemala porque ha servido
para generar pobreza e indigencia. En todos los indicadores sociales realizados por
organismos nacionales e internacionales serios y objetivos todos relacionados con
la salud, educación, alfabetismo, nutrición y transparencia entre otros y Guatemala
ocupa los últimos lugares a nivel mundial.
El estado está diseñado y estructurado para generar pobreza a la mayor parte de la
población. En el informe del PNUD, de 2002, Guatemala ocupo el, puesto 120 de
173 países, 11 años después, en 2013 ocupó el puesto 133 de 187 países, lo cual
evidencia estancamiento y rezago en el desarrollo humano.
Guatemala ocupa el último lugar en el desarrollo humano. A nivel centroamericano
en ingresos, en salud y educación. En este último el promedio de escolaridad es de
4.1 años, siendo más que duplicado por Costa Rica, pese a los avances logrados a
lo largo del tiempo el país va aún muy a la zaga en cuanto a desarrollo humano.
Barack Obama, presidente de Estados Unidos de América, lo decía en su discurso
de toma de posesión en su segundo periodo “Nosotros el pueblo, entendemos que
nuestro país no puede tener éxito cuando unos pocos que cada vez son menos
viven bien y que las mayorías en aumento apenas si salen a flote. Creemos que la
prosperidad debe descansar sobre los hombros de una pujante clase media” al
menos allá la clase media logra salir a flote, acá no solo logra salir a flote sino que
va en camino de aumentar los porcentajes de pobreza y una pobreza extrema.
Debemos enterrar en lo más profundo del relleno del sanitario al neoliberalismo para
así darle vida a ese estado rector y regulador que tanta falta hace en todos los
campos del “poder” nacional por medio de una nueva constitución política,
plenamente consensuada, tomando en cuenta que en esta época de periodo de
paz, hay algo que la historia revela: nuestras ultimas constituciones políticas son
fruto de acuerdos sectoriales en pleno enfrentamiento armado. No obstante ahora,
si podemos dignificar a nuestro capital humano siendo este el recurso más valioso
del que disponemos para darle el lugar que se merece.
La oligarquía lo único que nos ha dejado es una inmensa pobreza. En 35 años se
ha reducido la pobreza en un 11.8% lo cual es un raquítico descenso que sigue
condenado a la pobreza ya la pobreza más extrema a esto se le llama indigencia, a
más de la mitad de la población.
No esta demás decir que muchas familias especialmente los campesinos e
indígenas, viven por debajo de la línea de la pobreza, con menos de dos dólares al
día y con el apoyo de la remesas que reciben logran superar en mínimo parte de la
pobreza. La política de Estado que si ha existido permanentemente es la de
expulsar a nuestros compatriotas a buscar oportunidades de empleo y de
superación en otros países de manera especial en los Estados Unidos de América,
ya que en Guatemala no se encuentran por ningún lado aunque en su recorrido para
lograr el sueño americano corran el riesgo de perder la vida.
Prueba de ello son todos esos guatemaltecos que han emigrado a ese país a pesar
de que ese estado los expulsa al no darles ninguna oportunidad de empleo ellos
con su trabajo en el extranjero ayudan a miles de personas de la población
guatemalteca beneficiaria de remesas. Este caso también se da con la juventud, ya
que son muchos los que emigran año con año a dicho país, ya que en nuestro país
no encuentran las oportunidades necesarias para poder laborar o seguir estudios
universitarios, y la falta de empleo les impide poder entra en una universidad
privada, y esto los lleva a abandonar el país para buscar el tan anhelado sueño
americano.
Los más de millón y medio de héroes que lograron cruzar las dos fronteras de
México y Estados Unidos de América para alcanzar dicho sueño, les permite que el
nivel de pobreza en el que se encuentran sumergidos les permita elevarse a un nivel
un poco más alto y reducir un poco el índice de pobreza extrema.
Debemos proponer un cambio, pero un cambio verdadero que sacuda y cambie las
bases y las estructuras del Estado. El mejor ejemplo de optimismo que podemos
obtener es el del presidente de Ecuador quien dijo “la pobreza no es un fruto de la
escasez de recursos si no de la inequidad y esta a su vez consecuencia de las
perversas relaciones de poder donde pocos dominan todo”.
En Guatemala se resume en que debemos cambiar las relaciones de poder, que el
modelo neoliberal es disfuncional e inviable para el progreso y desarrollo de los
pueblos porque privilegia a las elites económicas que son la minoría sobre las
mayorías, por lo que hay que sustituirlo por un modelo social incluyente, sin
inequidades, y surgen varias preguntas que son: ¿Cómo se habrá sentido el
presidente Otto Pérez al escuchar los argumentos del presidente Rafael Carrera,
que son contrarios a todas las políticas que el impulso para beneficiar a la oligarquía
que le financio sus dos campañas presidenciales y los hizo general del ejército? Y
¿Cómo se habrá sentido el presidente Otto Pérez, con la altura política de un
presidente que es reelegido y goza de tanta popularidad real y no mediatrica, que
es profeta en sus tierra y en el mundo, que tiene una clara visión de Estado, y que
pasara a la historia como uno de los mejores presidentes de su país?
Sin temor a equivocarnos creemos que Otto Pérez no le afecto en lo absoluto. Solo
le interesa lo que piensa la oligarquía de él, no el pueblo. Pero eso no fue todo: el
Presidente Rafael Carrera recordó a uno de los mejores presidente que ha tenido
Guatemala y lo hizo con mucho respeto al decir: “un abrazo entrañable a la tierra de
Jacobo Árbenz”. A quienes lo consideramos así, se nos erizo la piel porque recordó
a un peso pesado de la política nacional e internacional.
Otro ejemplo es la reducción de la pobreza en Uruguay en 28 puntos porcentuales
llevados a cabo, primero como funcionario de Estado y luego como presidente, por
el estadista José Mujica, en tan solo nueve años. Nuestros presidentes no han
podido reducirla porque cada gobierno va en la dirección que los conduce
humillantemente a los caminos de la oligarquía y al neoliberalismo pleno y puro.
En efecto la reducción de la pobreza y la pobreza extrema, eleva el nivel de vida de
todos los ciudadanos en particular de los más necesitados, así como devolverles su
dignidad a los marginados y excluidos, son las misiones más importantes de un
estadista: “persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado”.
Estamos hablando del presidente que piensa en las pasadas, presente y futuras
generaciones, el que piensa en la educación tecnológica científica, en el progreso
general del país, en el fortalecimiento del estado y de sus instituciones, el que
enfoca sus esfuerzos en los que menos tienen, impulsa políticas sociales, apoya a
los empresarios para que compitan en igualdad de condiciones sin privilegios, el
que piensa en la paz mundial, todo con la finalidad de ir cerrando las brechas
abismales de riqueza y pobreza.
Como militares progresistas estamos plenamente conscientes de que si seguimos
el rumbo trazado por la elite económica (conservadores y liberales), pasaremos de
un Estado débil y disfuncional a un Estado fallido y a la vez intervenido por
organismos internacionales como le sucede a la Republica de Haití, intervenido por
Naciones Unidas. Si realmente queremos llegar al poder para revolucionar al Estado
socialmente debemos tener mucha madurez política y humildad para entender
nuestra idiosincrasia. Lamentablemente, no tenemos las mismas actitudes que los
suramericanos donde de las mismas bases sociales salen los lideres, porque
satanizados mediáticamente o encarcelados al tildarlos de terroristas y comunistas
por los neoliberales.
Por amor a Guatemala, por amor al prójimo, al pobre, al necesitado, debemos actuar
y provocar el cambio que apremia. Ha llegado el momento de sacrificar a la minoría
oligárquica, negándoles más privilegios y obligándolos al pago de impuestos
progresivos directos y a su desvinculación de todos sus oscuros negocios realizados
a la sombra del Estado. Ahora se debe gobernar para el pueblo. Joseph Stiglitz lo
dice “tenemos que moderar los excesos de la parte de arriba, fortalecer la parte de
en medio y ayudar a la parte de abajo, para así evitar que la desigualdad se
consolide aún más y, más temprano que tarde, explote este país y perdamos
absolutamente todos.
Por eso planteamos la necesidad de corregir esa gran brecha que separa a los
súper pobres de los súper ricos. La desnutrición se aferra a vivir en nuestra niñez y
el estado secuestrado por la oligarquía se encuentra totalmente limitado para asistir
con programas de alto impacto para contrarrestar esa tragedia de la humanidad.
Estos repugnantes reportajes serían más que suficientes para armar una profunda
revolución social, o será que ya perdimos nuestra sensibilidad humana o no
alcanzamos a dimensionar el drama en que vivimos o, en último caso, estamos con
los ojos vendados por la manipulación mediática para no ver nuestra triste realidad.
“La desnutrición es mucho mayor entre los niños de la áreas rurales que entre los
urbanos” siendo “mucha más alta entre los grupos indígenas que entre los no
indígenas.
Más allá de cifras, datos y estadísticas vemos consecuencias gravísimas para la
sociedad debido a que se quedó en nuestro diario vivir la cultura de la violencia y la
muerte sino también el dolor. Por cada homicidio 4 personas de la familia se quedan
con el inmenso dolor que provoca la pérdida de un ser amado, sin contar con estos
datos fríos a las personas heridas y dañadas físicamente. Hay que agregar que
aproximadamente 3 millones de familias guatemaltecas han sido objetos de robos,
asaltos, extorsiones por causa de la misma.
No hay familia que no haya padecido una agresión a su integridad, salvo los de la
oligarquía. Tenemos claro que los caminos de la muerte que no solo se dieron en la
guerra, sino también en los actuales tiempos de una paz que no existe, porque: 1.
En la época del enfrentamiento armado interno, o conflicto armado, los pobres
pusieron los muertos y también a los heridos con los daños colaterales a sus
familias. 2. En la época de paz son los mismos pobres quienes siguen poniendo a
los muertos y los heridos con los daños colaterales familiares que esto implica.
No hay quien detenga esa vorágine de violencia, ese incomprensible desprecio por
la vida y la persona, pero los neoliberales de la supercupula económica siguen
bombardeando mediáticamente cualquier intento de reivindicación social para
ponerle costó a esa cultura de muerte.
Joseph Stiglitz dice “que las personas que están en la cárcel son en la mayoría de
todos los casos personas que tienen pocos estudios y proceden de grupos que
padecen de una alta tasa de desempleo.
La frase de Luis Córdova y Aragón nos eriza la piel al referirse a los indígenas y su
pobreza debido a que es ese sector donde más se concentra la pobreza y la pobreza
extrema.
El soldado del pueblo, Jacobo Árbenz, lo definía muy atinadamente en su discurso
de toma de posesión el 15 de marzo de 1951 “es la armazón económica de nuestro
país donde reside la fuente de nuestros males. Al estudiar durante laboriosos meses
el estado de la alimentación del pueblo, de su indumentaria, de sus casas de
habitación, de las medicinas que puedan mantener su salud, de su grado de
educación y de cultura, hemos podido sacar en claro que solo orientando nuestro
esfuerzo hacia un cambio en la estructura económica, modificando las
características de nuestra economía, aumentando y diversificando la producción en
todas sus ramas es posible conquistar mayores beneficios y bienestar para la
población.
Una de las funciones primordiales de un estado y de un gobierno es reducir los
niveles de pobreza extrema y elevar la calidad de vida de todos sus habitantes sin
distinción alguna. Pero también deben establecer las normas que regirán a todos
los sectores. Estas deben ser de carácter general de manera que permitan el
desenvolvimiento normal de cada sector. Pero también debe de haber leyes y
normas temporales para sectores de la población que se encuentran en condiciones
de pobreza.
La debilidad del estado es ganancia para los dueños del país y perjudicial para la
sociedad en su conjunto. “A los ricos también les preocupa que haya un gobierno
fuerte, un gobierno que pudiera utilizar su poder para corregir los desequilibrios de
nuestra sociedad, a base de quitarles a ellos de sus riquezas y dedicárselos a las
inversiones públicas que contribuirían al bien común o que ayudarían a la gente de
abajo.
Privilegios legales para la oligarquía
Las exenciones y privilegios tributarios consolidados por medios legales ocurren
desde tiempos de la conquista “durante la administración del presidente Mariano
Gálvez, el gobierno aprobó las dos primeras leyes para promover la industria, una
de estas autorizaba al ejecutivo a otorgar por doce años de privilegios exclusivos
para que se desarrollara y creciera la industria en esa época.
Para el periodo de 1871 a 1944 existen documentos que contienen solicitudes para
extensiones de impuestos gubernamentales en apoyo al desarrollo de industrias
específicas, incluyendo la cervecería centroamericana, cementos novella ahora
cementos progreso y cantel. Otro dato histórico es que en 1885 el gobierno acepto
la solicitud otorgando a la cervecería centroamericana el privilegio exclusivo de
producir cerveza”. El gobierno de este tiempo autoriza la constitución de un
monopolio cuando la administración de Abraham Lincoln en Estados Unidos de
América enfrento, años antes, al monopolio mundial del algodón que termino en la
abolición de la esclavitud.
Estas mismas familias siguen buscando proteger sus intereses, sea por medios
legales como la ley de zonas francas.
Otro dato es que 2,179 empresas han solicitado por canales correspondientes su
cancelación para mantener un ciclo de apertura y cierres que permita seguir
gozando de exoneraciones fiscales debido a que las leyes de zonas francas y
maquilas limitan a 10 años de plazo la dispensa tributaria. Consideramos que la
negativa de las familias de no pagar sus impuestos es un aspecto no solo cultural,
sino también de egoísmo, evadiendo una responsabilidad esencial para que el
estado funcione.
Resulta sorprendente que cada nueva generación de familia del estado reclama
nuevos privilegios y siempre los consiguen, a la vez pregonan falazmente que solo
habrá desarrollo para todos si ellos gozan de un trato preferencial y así los estratos
sociales más bajos recibirán, como consecuencia, beneficios sociales del derramen
económico, lo que nunca ocurre.
Lo absurdo es que obedeciendo a estas familias oligarcas, los gobiernos limitan la
competencia, cuando esta palabra es repetida como letanía en la universidades
privadas, mas principalmente en la universidad de Francisco Marroquín.
Joseph Stiglitz dice en el precio de la desigualdad: “Hay dos formas de llegar a ser
rico: crear riqueza o quitársela a los demás. La primera añade algo a la sociedad.
La segunda habitualmente se lo resta. Un monopolista (oligopolista) que cobra un
precio excesivo por su producto le quita dinero a las personas a las que les están
cobrando de más”. Cuando roban al estado le están robando a la sociedad.
Las familias Gutiérrez Bosch, Castillo, Herrera, País y Novella para iniciar y
desarrollar sus empresas, se vincularon con los presidentes de turno apoyándolos
financieramente o haciéndolos accionistas minoritarios, en el mejor de los casos
para ellos. “El presidente Chacón fue identificado por el cónsul estadounidense
como el accionista silencioso.”
Los oligarcas, por lo que han hecho históricamente y siguen haciendo, son unos
descarados, corruptos y vulgares rufianes, disponen de miles de millones de
quetzales y quieren más privilegios para seguir acumulando riquezas. De los
privilegios legales se desprenden cinco puntos importantes. 1. El estado de
Guatemala sigue siendo su trampolín para iniciar y hacer crear sus negocios
familiares. 2. Su vinculación a la política consolidad sus negocios con enormes
privilegios y exenciones tributarias. 3. El estado es para ellos un medio para
alcanzar fines lucrativos empresariales. 4. Han utilizado al estado para amasar
fortunas por los privilegios legales que tienen y 5. Estar entrelazados entre ellos
mismos les permite de manera exclusiva presionar al poder políticos de diferentes
maneras especialmente en privilegios tributarios. La frase del estratega militar Carl
Von Clausewitz dice: “La política es la continuación de la guerra por otros medios”,
y para la oligarquía, los matrimonios entre ellos mismos son la continuación
económica por otros medios, ya sean políticos o de corrupción.
Esa política de privilegios continúa con nuevas reservas y parecidas leyes solas que
como ley de promoción, Inversión y empleo, promovida por el presidente Otto Pérez
y actualmente engavetadas en el Congreso de la Republica, que podrá resurgir en
cualquier momento con otro nombre.
Si no fuera por las presiones internacionales, ya que la Organización Mundial de
Comercio estableció en consenso con los países que la conforman. Uno de los
considerandos de la ley de zonas francas se establece “que es de interés nacional
orientar la economía hacia el desarrollo integral del país, mediante la generación de
empleo.
Lo peor de toda es cultura de privilegios es que lleva a estas familias a consolidar
su poderío político del cual harán uso contra cualquier presidente que sea honesto
y transparente o que intente revertir esos privilegios que afectan a todo un pueblo.
¡Ay de aquel presidente que con ciega locura sus privilegios pretenda eliminar
porque le espera la extradición, el exilio o la cárcel!
El estado debe contener con mano calificada, con niveles promedio en educación
de 12 años en la población; jóvenes en las edades entre 17 y 19 años con nivel
medio aprobado y muchos de ellos inscritos en las universidades.
Necesitamos un verdadero pacto social que se vea reflejado en una nueva
constitución política, en la cual quede establecido que en los servicios esenciales
del estado debe tener una participación significativa a afecto de que parte
importante de los recursos que generen dichos servicios se invierta en salud,
educación, arte, deportes, ciencia y tecnología.
Lo que debemos hacer con el nuevo estado es dar facilidades a las mipymes y
cooperativas para que tengan oportunidades de desarrollarse para generar empleo
digno y decente y en consecuencia ser el motor del desarrollo económico.

De la guerra en las montañas, a la guerra en las áreas urbanas, y


rurales y su vínculo con la educación.

Pasamos de la guerra a la fratricida en las montañas a otra guerra igualmente


fratricida en las áreas urbanas y rurales producto de los rezagos sociales que
existen desde hace siglos. Las muertes violentas son efecto del sistema neoliberal
enraizado en los más profundos cimientos del estado. Para revertir esa tendencia,
no con el afán de bajar las estadísticas como simples números fríos, sino de valorar
su justa dimensión la vida humana y dignificar a nuestros conciudadanos, debemos
cortar de raíz ese sistema neoliberal hecho a la medida de las familias más
poderosas. De lo contrario seguiremos llenando de sangre y deshumanizando
totalmente el don de la vida dado por el Creador del Universo.
La cultura de la violencia sigue transmitiéndose de generación en generación y
terminara por ahogarnos a todos.
Tenemos otros aspectos importantes que se deben complementar con la educación
para que esta sea integral. Nuestros niños y jóvenes no solo deben asistir a materias
académicas sino que como política social deben recibir clases de deporte, según
sus habilidades y capacidades físicas, así como de música, canto, arte, danza,
pintura y baile que aprecien la vida, pero sobre todo que amen a su prójimo como a
ellos mismo.
Por no solucionar los problemas reales de la sociedad vivimos esta nueva guerra
que, como en años anteriores, es consecuencia de la desigualdad y del modelo
neoliberal. Y así viviremos hasta que algún gobierno entienda que para terminar con
esta guerra interna de las áreas urbanas y rurales, que bien podrían llamarse guerra
civil por la cantidad de muertos a diario, el estado debe de tener como una prioridad
en sus políticas públicas duplicar la inversión en la educación, porque será esta la
que nos alejara de la violencia y nos acercara, a pesar de nuestras diferencias, a la
tolerancia y el respeto al prójimo.

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