You are on page 1of 1

Poned la mira en las cosas de arriba

Colosenses 3:1-4 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque
habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se
manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Cristo pago el rescate de nuestra alma, luego de la victoria en el gólgota, nuestro Señor ascendió a
los cielos y se sentó a la diestra de su padre. Ahora Cristo reina desde su trono.
Puesto que Cristo me salvo y junto con El ahora tengo nueva vida, debo vivir como Cristo. La obra
de Cristo es una obra consumada, en El morimos al viejo hombre y hemos resucitado a una nueva
vida. Esta vida es una realidad, y esta escondida en Cristo en Dios. Pero para que esta vida sea una
realidad en mi vida, debo fijar mi mirada en Cristo.
¿Cómo fijo mi mirada en Cristo?
La mayoría de nosotros respondería, orando, ayunando, asistiendo a la iglesia etc. Si bien es cierto
cada una de esas respuestas, no dan precisamente en el blanco.
Necesitamos afinar la puntería y dar con el blanco. Para ello, debemos entender a que se requiere
poner los ojos en Cristo. Ahora este mirar, no se refiere al mirar con los ojos físicos, sino con el
pensamiento, es tener nuestra atención en Cristo. Es una atención no dividida, es alejar la mirada
de todas las distracciones, con el propósito de contemplar un objeto, es colocar los ojos en Jesús y
no en ninguna otra cosa; es considerar un objeto y mirar con atención, y nuestro objetivo debe ser
Cristo, es decir, no quitar la mirada de Jesús para colocarla en otro lado. Elías le dijo a los profetas
de baal “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? (1 Reyes 18:21) . En Santiago
1:8 nos habla del hombre de doble ánimo y su inconstancia. En Santiago 4:8 nos dice “Limpiad
vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones”.
Como ya hemos aprendido qué se refiere mirar a Cristo, ahora con la ayuda del Señor trataremos
de entender cómo podemos hacerlo. A continuación, revisemos los siguientes puntos:
1. Confianza: hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
2. FE, creer no sólo que me puedo acercar a Dios y verlo, sino también que Dios está siempre
presente, y que puedo conversar cara a cara con El. Moisés conversaba cara a cara con Dios
(Éxodo 33:11-13), leamos 2 Corintios 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria
en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
3. Adoración. Hemos sido creados para adorar (Isaías 43:7 todos los llamados de mi nombre;
para gloria mía los he creado, los formé y los hice)
4. Considerar el galardón (Heb 12:1-2), Filipenses 3:8-11
5. Renovar la mente, romanos 12:1-2, Josué 1:9, ceñíos los lomos 1 pedro 1:13, pensando en
lo bueno Filipenses 4:8

You might also like