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EL SABER FILOSÓFICO

AVISO PARA PRINCIPIANTES


Nunca antes has estudiado “Filosofía”. Seguro que estás desconcertad@. Incluso alguien te ha prevenido
contra esta materia. Sin embargo, nada debes temer si estás dispuest@ a trabajar y a darte una
oportunidad: “Atrévete a pensar por ti mismo”, no des nada por supuesto, deja que la filosofía te llegue,
espera pacientemente mientras trabajas y te esfuerzas por comprender.
No te confundas. No es lo mismo la Filosofía que el punto de vista de cada cual: no valen lo mismo todos los
puntos de vista. La Filosofía no se encarga de dar respuesta a las preguntas que no tienen respuesta: sería
perder el tiempo. La Filosofía no es un saber estéril que se ocupe de lo que la Ciencia no puede resolver.
Y como para empezar a andar no hay nada mejor que saber a dónde se quiere llegar, a continuación tienes
una breve sinopsis de algunas de las preguntas cuya respuesta nos ocupará este curso:
¿Qué es “Filosofía”?: es conocimiento y sabiduría, es la brújula que nos permite vivir nuestra vida con
rumbo, como un proyecto, asumir nuestras dimensiones y participar en la aventura de nuestro tiempo.
¿Qué es ”Ciencia”?: es un conjunto de leyes y teorías, de informaciones al fin y al cabo, que dibujan el
mapa que contiene los diversos caminos por los que hemos de transitar. No hace falta ser un lince para
darse cuenta de que si queremos ir a algún sitio, necesitamos dos cosas: una brújula y un mapa. Hoy no
puede hacerse filosofía de espaldas a la ingente información que nos ofrece la ciencia.
¿Qué somos, de dónde venimos? somos producto de una evolución biológica y cultural. Somos seres
naturales como otros, pero con una particularidad: somos inteligentes y nos hemos dotado de una cultura.
¿Qué hay dentro de nuestra cabeza?, ¿cerebro, mente o las dos cosas? Está claro que hoy día, a la luz de
los datos aportados por las neurociencias, aquello del “alma” no se sostiene sino en principios religiosos. No
obstante algunos autores hablan de nuestros actos mentales como actos neurales y otros afirman que
nuestros actos mentales no pueden reducirse a actos físicos, ya que las propiedades mentales no son las
mismas que las físicas.
¿Qué significa eso que denominamos con la palabra “mundo”?, ¿Qué es la realidad? Veremos cómo lo que
llamamos mundo o realidad es en gran medida construcción nuestra. Pero para contestar así no nos
basaremos exclusivamente en antiguas teorías idealistas, sino en recientes afirmaciones de científicos de
muy diversas disciplinas: neurobiólogos, físicos… La imagen que nos ofrece la Física ha ido evolucionando
con el paso del tiempo: la cosmovisión que nos da la física cuántica y relativista no es la misma que la que
nos daban Ptolomeo o Aristóteles.

¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?

EL ORIGEN

Decía Fiedrich Nietzsche que "el ser humano es un animal enfermo" porque no le basta con solucionar sus
necesidades vitales inmediatas sino que además se pregunta por las cosas intentando buscar sentido tanto
a su vida como a las cosas mismas. Ese deseo de saber, la necesidad de atribuir un sentido a las cosas y a la
propia vida, posee tres rasgos característicos:
1. Parece carecer de todo valor vital. Es, en cierto sentido, un "lujo de la Naturaleza".
2. Es algo inevitable. Lo comporta la propia naturaleza humana tal como está constituida.
3. Es algo problemático. A menudo nos encontramos en una situación de angustia al no hallar respuestas
que nos satisfagan o descubrir que las respuestas que tenemos son erróneas.
No sabemos siquiera si existe una única y verdadera respuesta. Decía Jean Paul Sartre que "estamos
condenados a ser libres", a elegir una propuesta de sentido para nuestra vida y las cosas. Nuestra elección
puede consistir en delegar en una propuesta ajena, la que nos han trasmitido nuestros padres, la escuela, la
sociedad, etc., pero deberíamos intentar construir por nosotros mismos, observando todas esas
propuestas, el sentido que le vamos a dar a nuestra vida.
Inmanuel Kant dice sobre la necesidad de pensar autónomamente: “La Ilustración consiste en el hecho por
el cual el ser humano sale de la minoría de edad. Él mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba
en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de
esta minoría de edad, cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de
decisión y ánimo para servirse con independencia de él sin la conducción de otro. ¡Sapere aude!. ¡Ten valor
de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la Ilustración. La mayoría de los seres humanos,
a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena, permanecen con gusto
bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse
en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que

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reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré
del propio esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan
fastidiosa tarea.” (¿Qué es la Ilustración?)
Hay un fundamento evolutivo en esta actitud que lleva al ser humano a intentar conocer y explicarse
aquello que le rodea. La base se halla en la capacidad que posee para modificar el entorno.
1. Los animales construyen su mundo intentando adaptarse a las nuevas condiciones que van surgiendo.
Viven una realidad determinada por sus necesidades vitales en cada momento. ¿Cómo lo hacen?:
a) Los animales modifican de alguna manera el entorno construyendo nidos, marcando territorios, etc.;
pero, por lo que sabemos, no han creado una cultura.
b) Tienen una relación de inmediatez con su entorno, solucionan los problemas dependiendo de los
elementos naturales presentes en ese entorno, aunque a veces adquieran la categoría de instrumentos.
c) Sus formas de vida se mantienen prácticamente invariables desde hace miles de años. Lo que pueda
aprender un individuo muere con él pues carece de medios de transmisión de lo aprendido.
2. El ser humano, en cambio, es capaz de crear una cultura. Más allá de la realidad biológica, construye su
mundo a partir de su capacidad de pensar abstractamente:
a) No se limita al mero uso de objetos naturales sino que ha aprendido a fabricar instrumentos artificiales
(modificación de los objetos naturales con vistas a una finalidad preestablecida) y a perfeccionarlos.
b) El desarrollo del lenguaje y el pensamiento conceptual le ha permitido transmitir sus conocimientos a
otros miembros de la especie.
c) La creación de cultura que, en un primer momento, tuvo como objetivo el dominio del entorno y la
resolución de problemas acuciantes (cobijarse en una cueva, hacer fuego, preparar trampas, etc.), abrió un
nuevo horizonte al ser humano: pasó a interesarse por las cosas no ya como una respuesta a sus
necesidades sino como el mundo donde se desarrolla su vida. Así surgió la necesidad de encontrar una
explicación a los fenómenos naturales que le sorprenden: ¿qué es la lluvia?, ¿qué es ese disco luminoso que
cruza el cielo, que ilumina y da calor?, ¿qué hay detrás de la muerte?, etc. De esta manera se produjo un
cambio cualitativo: el proceso acumulativo de la cultura causó el paso de las preguntas motivadas por la
necesidad al ejercicio de la curiosidad, de la pregunta por la pregunta: es el paso al porqué de las cosas, a
su sentido. Los seres humanos se hacen preguntas movidos por la admiración y reconociendo su propia
ignorancia. Lo hacen para huir de ésta y no por utilidad alguna.
"Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración: al principio,
admirados por los fenómenos sorprendentes más comunes: luego, avanzando poco a poco y planteándose
problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y la generación del
Universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. De suerte que, si
filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por
utilidad alguna. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían
casi todas las cosas necesarias y relativas al descanso y al ornato de la vida" (Aristóteles, Metafísica).
"Pues he aquí lo que sucede: ninguno de los dioses filosofa ni desea hacerse sabio, porque ya lo es, ni
filosofa todo aquel que sea sabio. Pero a su vez los ignorantes ni filosofan ni desean hacerse sabios, pues
en esto estriba el mal de la ignorancia: en no ser ni noble, ni bueno, ni sabio y tener la ilusión de serlo en
grado suficiente. Así, el que no cree estar falto de nada no siente deseo de lo que no cree necesitar"
(Platón, Banquete).
De modo que es el reconocimiento de la propia ignorancia lo que lleva al ser humano a tratar de conocer, a
intentar encontrar la sabiduría. Es una ignorancia que se pretende superar y, en este sentido, se presenta
como una posibilidad de conocimiento para toda persona que sea capaz de sorprenderse por lo que le
rodea. Para responder estas preguntas y huir de la ignorancia, el ser humano ha elaborado distintos tipos
de discursos interpretativos de la realidad que tienen en común intentar explicar lo que existe, lo que ha
existido o existirá, con la intención de hallar la verdad, es decir, quieren ser una descripción, una predicción
de la realidad o indicar cuál es el comportamiento correcto.
Suele decirse que la filosofía es un saber contemplativo (una actividad teorética o especulativa): pues se
persigue por el puro afán de conocimiento, es decir, por el deseo de saber por saber, y no por razón de
ninguna utilidad (Aristóteles). No es la necesidad práctica o la utilidad la que nos lleva a plantearnos los
problemas filosóficos, sino más bien al contrario. Al menos no la necesidad ni la utilidad inmediatas. En esto
la filosofía se diferencia de la ciencia, que es, tal y como la entendemos hoy, una disciplina eminentemente
práctica. Pero eso sólo es así si entendemos por “práctico” el beneficio pura e inmediatamente económico

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o instrumental (en un sentido capitalista). En filosofía, “práctico” significa otra cosa, más cercana al sentido
original griego de la palabra de la que procede (“praxis”): los griegos distinguían entre:
• Saber teórico (de theorein, ver contemplar): es decir, contemplativo, abstracto y universal más o menos
objetivo y/o desinteresado sobre la naturaleza de las cosas.
• Saber técnico (de techné, arte, actividad manual): es decir, saber práctico y concreto de los medios para
conseguir fines que a su vez son medios para conseguir otros fines distintos.
• Saber práctico (de praxis, acción humana en general): es decir, saber sobre las acciones que son un fin en
sí mismas (que no son medios para otros fines): la acción ética y política en tanto que persiguen el bien.
Como suele decirse también, no hay práctica sin teoría ni teoría sin práctica (aunque sea pura ideología
política al servicio de ciertos intereses, como puso de manifiesto Marx por primera vez). También suele
decirse que no hay nada más práctico que una buena teoría. Y las mejores son las más abstractas, las más
alejadas aparentemente de la realidad inmediata, las que persiguen encontrar un sentido a nuestra vida, es
decir “orientarnos” pues como dice Ortega y Gasset la filosofía surge de una “radical desorientación” en la
vida. Por eso buscamos saber la verdad, por eso nos interrogamos por la totalidad de las cosas, buscando
sus causas últimas o primeros principios (Aristóteles) para orientarnos en la vida. O para descubrir las
“falsas orientaciones” que nos hayan podido dar.
En cualquier caso, para entender la definición original de filosofía (Pitágoras) conviene distinguir entre
• Información: los datos aislados, las unidades mínimas de conocimiento.
• Conocimiento: la explicación de los datos, capacidad de relacionarlos para encontrar sus causas (ciencia).
• Sabiduría: El saber más general posible que relaciona todos los conocimientos para dar respuesta a las
cuestiones más prácticas de la vida: la búsqueda del Bien y la Felicidad (individual y colectiva).
Puede que ese saber total no exista, que sea muy difícil o casi imposible de alcanzar, que nos pasemos toda
la vida buscándolo sin encontrarlo del todo, pero no cabe duda de que a ése saber aspiran en el fondo
todos los seres humanos.
Aunque como vemos, la filosofía es muy difícil de definir, podemos señalar algunas de sus características
principales:
• Es un saber TOTAL (universal): pues pretende alcanzar una explicación racional de toda la realidad (y no
sólo de una parcela de ella: las ciencias son particulares y especializadas), y quiere hacerlo llegando hasta el
principio o principios últimos de todas las cosas. Se pregunta por lo último, por las raíces de lo real y por el
sentido de todo.
• Es, por tanto, un saber RADICAL: pretende llegar a los principios últimos explicativos de toda la realidad.
• Es un saber racional: basa sus afirmaciones en argumentos, es decir en justificaciones coherentes,
objetivas y libres de contradicción.
• Es un saber PROBLEMÁTICO: el filósofo convierte la realidad en un problema, niega las evidencias, niega
lo que el sentido común admite, niega la opinión (doxa) y las creencias, lo destruye todo para
fundamentarlo todo desde cero. Y es, por ello, una actividad crítica, porque quiere ir más allá de lo dado,
de lo inmediato y espontáneo, de las apariencias y de lo establecido. Por eso es subversiva, ya que no se
conforma con lo inmediato ni con lo recibido: su objetivo es el de fundamentar todo saber. No quiere
aceptar nada sin reflexión y por eso replantea constantemente lo establecido sin aceptarlo sólo porque así
ha sido siempre (tradición), porque lo dice la autoridad o porque es lo que cree todo el mundo. En este
sentido la filosofía es antidogmática. Pretende hacer hombres libres.
Recordemos que “crítica” no es una palabra negativa: criticar (de crinein, cribar, separar el grano de la paja)
significa discernir, diferenciar. Dogma (de “doxa”, opinión) significa afirmar algo en bloque, taxativamente,
sin duda ni discusión posible (pero con muy poco fundamento).
En conclusión, la filosofía tiene una doble meta: 1) desentrañar los secretos del universo y el papel que el
hombre tiene en él, descubriendo su verdad (ésta es su dimensión teórica); y 2) aprender a vivir bien, es
decir a organizar nuestra vida y elegir lo que nos conviene (ésta es su dimensión práctica). Aunque tiene
varios campos de estudio, que vamos a ver a continuación, se reduce a estos dos (filosofía teórica y
práctica), que siempre están interconectados entre sí de modo más o menos sistemático (lo que se afirma a
nivel teórico tiene implicaciones prácticas y viceversa). Por otra parte, la filosofía está en constante diálogo
crítico con las ciencias. La dialéctica verdaderamente enriquecedora para el pensamiento es la que va de lo
particular a lo general (del árbol al bosque: cuando el científico se plantea problemas filosóficos) y de lo
general a lo particular (del bosque al árbol: cuando el filósofo desciende a conocer las ciencias).

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Durante mucho tiempo se pensó que la filosofía había sido una invención exclusiva de los griegos. Como si
de un auténtico milagro se tratase, sin padre ni madre, por así decirlo, la filosofía nace en Grecia, y sólo en
Grecia, aproximadamente en el s. VII ane y de ahí se transmite a la cultura occidental. Esta opinión, que se
ha mantenido durante mucho tiempo, no es actualmente admitida. En efecto, en otras culturas y
civilizaciones, como son el caso de la civilización India, China, o Babilónica, existió un pensamiento filosófico
desde muy antiguo, aunque con características muy distintas del pensamiento occidental. Las culturas
egipcia y babilónica provienen del cuarto milenio ane. En ellas existen pensadores que reflexionan a partir
de la observación de cuerpos celestes, como el Sol (objeto de adoración) o bien de la crecida del Nilo, las
cosechas,… con lo que dieron lugar a ciencias como la agricultura, la astronomía, etc. Una segunda creencia
muy extendida sobre el nacimiento de la filosofía es entender su origen como un despertar a la razón en la
Grecia clásica del s. VI ane, frente a las tradiciones mitológicas, esto es, como el paso del mito al logos, de
la Leyenda a la Razón, de una explicación mítica de la realidad a una explicación racional de la misma. El
mito se define como un conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales acerca del mundo, los hombres y
los dioses. En el mito se procede a una personificación o divinización, lo que supone arbitrariedad de la
voluntad divina (es decir, todo sucede según el antojo de los dioses) respecto a los fenómenos que
pretende explicar. El mito apela a la fe, a la aceptación irracional de ciertas verdades. De aquí la necesidad
de una crítica del mito y una elaboración de un saber por causas, de una explicación racional. La explicación
racional, el logos, sólo podrá darse cuando la realidad se comprende bajo supuestos no míticos, sino como
realidades con sus leyes, con su necesidad. En nuestro siglo se ha puesto de relieve una continuidad entre
el mito y la reflexión filosófica. No se pasa del mito al logos con una ruptura lineal, sino que el mito
permanece en el logos, inspira a la reflexión filosófica y sirve de referencia constante para las
especulaciones de la razón. En las relaciones entre el mito y el logos existe una enorme complejidad que no
permite establecer una evolución lineal superadora sin más. Se trata, en este sentido, de ver que los
mismos problemas epistemológicos, ontológicos y existenciales que subyacen a la tradición mitológica
continúan de forma diferenciada en la tradición posterior. Es decir, no podemos pensar que se trató de un
salto radical, que un día se acostaron con narraciones y mitos extraordinarios y otro se levantaron con
inquietudes filosófico-científicas. Los primeros filósofos utilizaron profusamente mitos en sus explicaciones.
La admiración, el asombro, se produce ante un mundo enigmático, que plantea toda suerte de
interrogantes. Uno de ellos preocupa especialmente a los primeros filósofos: el hecho de que, a pesar de

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los cambios que se producen en el universo, y a pesar de lo diferentes que son entre sí los seres que lo
componen, este universo sea un “cosmos”, un todo armónico, y no un “caos”, un desorden. Es preciso
encontrar una respuesta a este gran interrogante. A ello se había dedicado ya la actividad mítica, pero la
filosofía lo hace de otro modo.
¿REALIDAD?
(Cosmos)
MITO LOGOS o RAZÓN

explicar
a través del
 Narraciones o creencias basadas en la imaginación o  Explicaciones basadas en la reflexión o razón.
fantasía. Trata de convencer contrastando argumentos y no
contando historias ni compartiendo emociones.
 Acuden a causas sobrenaturales: fuerzas cósmicas  Se busca la causa de los fenómenos en la misma
personificadas o dioses antropomorfos. naturaleza. La filosofía adquiere un carácter
profano (La reflexión filosófica se pregunta por lo
sagrado para explicarlo y no para reverenciarlo).
 Los dioses poseen un comportamiento caprichoso o  Buscan la regularidad o el orden de la naturaleza.
azaroso:
- Se desarrollan ritos para mantenerlos contentos.
- Se desarrollan técnicas adivinatorias y mágicas
para conocer el futuro o manipular el curso de los
acontecimientos.
 Acríticos (no se cuestionan) e infundados (no se  Crítica.
justifican).

se muestran

Ineficaces
(Por sus incoherencias, por la
inoperancia de los ritos…)
por ello se busca una nueva explicación basada en

El comienzo de la filosofía no es sólo histórico, como un hecho cultural, sino también personal. El ser
humano tiene un deseo irreprimible de saber (ya Aristóteles, uno de los padres de la filosofía, se dio cuenta
de ello). Pero ese deseo arranca de un modo de mirar: de la extrañeza ante las cosas. El mundo, las cosas y
las personas se nos presentan ante nuestros ojos y no nos pasan desapercibidas. Despiertan en nosotros la
curiosidad, la admiración, la extrañeza. Y de una mera contemplación admirada de lo que vemos, sino un
movimiento real de búsqueda de respuestas, una insatisfacción en la ignorancia, un ímpetu que nos mueve
a pensar: a pensar más y de otro modo. La actitud filosófica consiste, pues, en ese “vivir despierto”, en un
constante inconformismo que nos lleva a plantear preguntas. Quien tiene actitud filosófica no se habitúa al
mundo, porque ese ámbito en el que desarrolla su vida le produce una extrañeza tal, que buscar
explicaciones y respuestas se convierte en la tarea de una vida. No puede vivir dormido, ocupado en el
discurrir del tiempo, sino en alerta, despierto y mirando en derredor en continua situación de admiración.
Todos tenemos una actitud filosófica: los niños, con su insistente preguntar, están mostrando su interés por
descubrir un mundo que les asombra, que les produce extrañeza y que les interroga manteniéndolos
despiertos. Sin embargo, poco a poco vamos olvidando esa capacidad, interpretamos la admiración como
ignorancia y dejamos de asombrarnos. Nos “dormimos” y nos instalamos en la actitud natural.
Adoptar ante el universo la actitud descrita da lugar al saber filosófico: la filosofía se caracteriza por ser un
amor a la sabiduría (filo-sofía), una aspiración al saber radical, motivada por la admiración. Pero no puede
empezar a buscar el saber quien cree poseerlo; por eso, si el motor de la filosofía es la admiración, su punto
de partida es la conciencia de nuestra ignorancia: sólo quien se percata de que no sabe puede sentir el
deseo de saber. El filósofo es un intermedio entre el sabio y el ignorante, entre el que ya posee el saber, y
por eso no lo busca, y el que hasta tal punto carece de saber, que ni siquiera lo echa de menos. Por eso, en
su diálogo el Banquete afirma Platón que el amor, el eros, guarda una relación estrecha con la filosofía: el
amor es un echar de menos y un buscar lo que no se tiene. El filósofo, movido por el eros, se afana por
aquello de que carece y echa en falta, por un saber peculiar.
Este saber procede de las dos fuentes de conocimiento de que disponen los seres humanos, la razón y los
sentidos, pero, sobre todo, de la razón, porque es la facultad capaz de unificar lo múltiple y diverso, capaz

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de abrirnos a la unidad y la universalidad de lo real frente al mundo sensible de lo diverso. Yendo más allá
del mundo sensible, la razón se abre a la auténtica realidad.
¿MUNDO?

Deseo de saber (curiosidad) Desorientación o angustia Admiración o asombro o


perplejidad

“Toda pregunta no contestada es impulsan a


una puerta abierta a la
irracionalidad. Y, por lo tanto, de  “Todos somos filósofos”.
retorno a la ceguera inicial”.  “Filosofía”, etimológicamente
proviene del griego; amor
Dudar o reflexionar
(philos)
PREGUNTARSE
(Búsqueda de orden)  y sabiduría (sophía). Amor a
la sabiduría.
“Estudiar filosofía es aprender a
filosofar”.

Concepto clave: DESVELAR.


Tiene tres sentidos, todos interesantes. El primero es el de descubrir, poner de manifiesto (lo cual hace
referencia al intento de la filosofía de desentrañar lo oculto de hacer luz en las oscuridad). El segundo
sentido es el de impedir el sueño, no dejar dormir (tiene que ver con la actitud “despierta” propiamente
filosófica). Y el tercer sentido, figurado, es el de poner gran cuidado y atención en aquello que uno tiene a
su cuidado o cargo (en este sentido, el “desvelo” y la preocupación cuidadosa sobre algo es también propia
de la reflexión y del rigor del pensar).
Muy pronto los filósofos empezaron a interesarse por saber no sólo por el afán de saber, sino también por
el de averiguar cómo ser felices en ese universo que vamos descubriendo Se dice que fue Sócrates, en el
siglo V ane, quien dirigió esa actitud radical propia del filósofo a las cuestiones humanas, y no tanto a las
cósmicas. Puesto que todos los seres humanos queremos ser felices, la gran pregunta qué hemos de hacer
para serlo, individual y comunitariamente: cómo hemos de ordenar los bienes que en nuestra vida
podamos lograr de modo que demos prioridad a los que nos hagan más felices, y cómo hemos de organizar
la comunidad política para que sea justa y permita a los ciudadanos vivir bien.
La filosofía, pues, desde sus orígenes se enfrenta a la doble tarea de saber por saber y saber vivir bien.

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En La Philosophie découvrant la Vérité, una alegoría procedente de la época de la Ilustración, vemos a la
Filosofía (con la luz de la razón en la mano) destapando, develando los conocimientos. Pero si examinamos
más detenidamente esta imagen, veremos que, a su vez, la Verdad desnuda intenta ocultar algo. Debajo del pie
derecho hace callar a una máscara que lleva los ojos vendados y unas orejas de asno: la Estupidez, que
constituye el verdadero fundamento de nuestra civilización.

ALGUNAS CARACTERIZACIONES DE LA FILOSOFÍA

SOCRATES: El filósofo es un obstetra de almas.


El Problema. ¿En qué consiste el trabajo del filósofo? ¿Qué procedimiento de búsqueda es más adecuado
para la consecución de la verdad?
La Tesis. Por medio de una comparación entre el trabajo de la partera y el del filósofo, Sócrates sostiene
que la tarea del sabio no consiste en proponer afirmaciones verdaderas, sino en favorecer el nacimiento de
la verdad en la mente del interlocutor. El trabajo que conduce a este resultado, un auténtico proceso de
gestación, prevé un método de búsqueda mayéutico, basado en el diálogo, en escuchar y objetar, y en el
uso sistemático de la ironía para desbaratar las defensas intelectuales preconstituidas.
 La actividad del filósofo puede ser comparada con la de las comadronas.
 El trabajo del filósofo consiste en ayudar al interlocutor a descubrir la verdad en sí mismo.
 La búsqueda mayéutica de la verdad es a la vez desestabilizadora y fecunda en resultados.
 Para encontrar la verdad hay que buscarla.
PLATÓN: El destino del filósofo y el mito de la caverna.
El Problema. ¿Qué es la filosofía? ¿Cuál es la tarea del filósofo?
La Tesis. El texto con el que se inicia el libro VII de la República, es uno de los más famosos de toda la
historia de la filosofía. La figura del filósofo y sus atribuciones se delinean por medio de una compleja

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metáfora. La caverna oscura es nuestro mundo; los esclavos encadenados son los hombres; las cadenas son
las pasiones y la ignorancia; las imágenes sobre el fondo de la caverna son las percepciones sensoriales; la
liberación del esclavo es la acción liberadora de la filosofía; la aventura del esclavo fuera da la caverna
representa la experiencia filosófica; el mundo fuera de la caverna es el mundo de las ideas, el único
verdaderamente real; el Sol que ilumina el mundo verdadero es la idea de Bien, que guía al conocimiento;
el retorno del esclavo es el deber del filósofo de implicar a la sociedad en la experiencia de la verdad; la
incapacidad del esclavo para readaptarse a la vida de la caverna es la inadaptación social de los filósofos; la
mofa del esclavo es la suerte del sabio.
 La caverna representa nuestro mundo, en el que reina la opinión; las cadenas representan la
ignorancia y las pasiones. La luz representa la verdad; el muro, la separación entre verdadera y falsa
realidad. Las estatuas: las cosas del mundo sensible. Los prisioneros ven sólo las sombras de las estatuas y
las toman por realidad.
 La vía del verdadero conocimiento comienza con la liberación de las cadenas de la ignorancia. No
engañado por la percepción sensible (las sombras), el filósofo ve la verdad.
 Una vez en posesión de la verdad el filósofo deberá retornar al mundo sensible, viendo la verdadera
realidad. El filósofo debe huir de la tentación de extrañarse del mundo.
 Si bien al filósofo puede resultarle difícil vivir en el mundo, posee la fuerza interior de la verdad.
ARISTÓTELES: La Filosofía nace del asombro.
El Problema. ¿Por qué los hombres desean conocer? ¿De qué nace la filosofía?
La Tesis. El deseo de conocer es intrínseco a la naturaleza humana y nace del asombro frente al mundo.
Todo conocimiento produce una sensación de felicidad, sea que se trate de una simple percepción o, con
mayor razón, cuando proviene de una pura intuición intelectual. Por ello también filosofaban los nacidos
antes del advenimiento de la filosofía: porque no es posible vivir sin interrogarse sobre el mundo que nos
rodea. No se puede vivir sin filosofar, al menos en las sociedades económicamente desarrolladas. En efecto,
según Aristóteles, dado que la filosofía es una actividad desinteresada y no inmediatamente útil para
resolver problemas de la vida cotidiana, para que una civilización desarrolle una reflexión filosófica es
necesario que haya resuelto los problemas más urgentes de supervivencia.
 La felicidad producida demuestra que el conocimiento es tanto un placer como un instinto.
 La filosofía nace del asombro frente a los misterios naturales.
 La filosofía es amor al conocimiento puro y desinteresado, es pura actividad contemplativa.
KANT: El tribunal de la razón.
El Problema. ¿Puede la razón analizarse a sí misma?
La Tesis. Si se asume que le conocimiento está condicionado por los esquemas mentales preexistentes en el
sujeto, entonces el análisis crítico de los fundamentos del saber consistirá en el intento de la mente de
analizarse a sí misma. Esta situación paradójica puede ilustrarse con una metáfora de índole jurídica: al
igual que en un tribunal en el que juez y acusado fuesen la misma persona, la razón, si quiere determinar
cuáles son sus propios límites de acción, debe citarse a juicio a sí misma y analizarse a sí misma para
verificar los límites de su propia legalidad: es decir, establecer cuándo y dónde se produce un conocimiento
verdadero y cuándo, en cambio, el error.
 Sólo la mente puede analizarse a sí misma. Sólo la razón puede fundamentar la razón.
HEGEL: La filosofía siempre llega demasiado tarde.
El Problema. ¿Cuál es el objeto de la filosofía?
La Tesis. La filosofía no tiene que imaginar cómo debería estar hecho el mundo, sino limitarse a explicarlo.
Así como la lechuza de Minerva se echa a volar en el crepúsculo, cuando el día está acabado, la filosofía
llega siempre después, cuando la realidad ya está constituida. Su tarea, por lo tanto, es simplemente
interpretativa, y todas las pretensiones de los filósofos que han tratado de establecer cómo debería ser la
realidad, resultan absurdas. El problema está en comprender lo que es, en hacer emerger de la realidad el
contenido racional, puesto que la realidad misma ya es razón de por sí.
 La filosofía no precede, sino que justifica la realidad a posteriori...así como la lechuza echa a volar
sólo después de que acabe el día.
NIETZSCHE: ¿Sócrates? Un hombre muy enfermo.
El Problema. ¿Cómo valorar la pretensión de la filosofía de explicarlo todo racionalmente? ¿Se pueden
conciliar racionalidad e instinto?

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La Tesis. La grandeza del hombre griego tuvo su fin cuando la filosofía sustituyó la tragedia. Mientras esta
última representaba la vida en su cruda realidad, sin enmascarar la evidencia de un hombre dominado por
las fuerzas incontrolables y superiores a él, a partir de Sócrates prevaleció una actitud de huída respecto a
la vida, una patología cuyos síntomas son temor e inseguridad psicológica unidos a un absurdo deseo de
encontrar explicación racional a cualquier hecho. Con ello, se esterilizó la vitalidad del mundo y de los
instintos mediante el uso de la razón, La historia de la filosofía es una penosa vicisitud de progresiva
decadencia, marcada por el declive de lo dionisíaco y el absoluto predominio de lo apolíneo. Derribando el
orden tradicional de los valores, Nietzsche identifica en la muerte de Sócrates, en su vivo deseo de morir, el
primer y más evidente síntoma de esta enfermedad (la filosofía) que envilece al hombre occidental.
 La racionalidad a toda costa es la tara original de la filosofía.
 La historia de la filosofía es decadencia, enfermedad del espíritu.
 En el pasado, la filosofía fue una renuncia a la vida. Por eso Sócrates quiso morir.

CARACTERÍSTICAS DE LA FILOSOFÍA

1º Pese a su carácter totalizador, la filosofía no tiene un campo ilimitado de actuación. Existe toda una serie
de hechos que le son inaccesibles: aquellos que constituyen el “mundo real”, campo propio de las ciencias.
Por ello, la filosofía no es una ciencia particular, como la Química, ni es un conjunto de ciencias, no es una
Enciclopedia. La filosofía no trata directamente de hechos reales, sino que lo hace a través de la experiencia
cotidiana, de un saber específico que trata de dichos hechos, y de una reflexión previa sobre el lugar y
modo del saber propiamente dicho. La filosofía estudia lo que constituye un problema para la ciencia o
para la sociedad, aborda supuestos que están en la base de una cultura o sociedad dadas, y que no se
cuestionan o plantean. Así, la filosofía no examina hechos como lo harían los historiadores o físicos, sino
que examina conceptos y quiere ver cómo actúan, qué consecuencias tienen, de que supuestos parten.
2º Hay que tener en cuenta que la construcción de un modelo filosófico totalizante de la realidad y de la
acción no significa que dicho modelo explique la realidad y oriente de hecho la existencia del ser humano,
puesto que en otros niveles (psicológico, cotidiano, etc.) podrían estar presentes otros modelos que, a la
hora de motivar y orientar el comportamiento, se impusieran a los modelos filosóficos.
3º La filosofía se enfrenta a problemas, situaciones que incluyen la posibilidad de una alternativa. Para N.
Turnbull, la filosofía consiste sencillamente en ser curioso y hacerse preguntas.

EL SABER FILOSÓFICO - 9
¿Qué tipo de preguntas hacen los filósofos? La necesidad de saber más, de superar los límites de nuestra
situación presente y explorar el “más allá” desconocido, no sólo otorga mayores posibilidades de
supervivencia, sino más interés y sentido a la vida humana. De esta necesidad básica por saber más de sí
mismo y de su entorno, emana la mayor parte de nuestros pensamientos cotidianos. Las preguntas que nos
hacemos a diario son tan poco excepcionales que suelen pasar inadvertidas: ¿cuánto falta para que acabe
la clase?, ¿de qué será el bocadillo?, etc. Pero hay otras que, por su envergadura, no basta para
responderlas con usar el “sentido común”, como son las preguntas técnicas, cuya respuesta requiere la
búsqueda sistemática de información y el análisis de la misma. Hoy día parece que sólo existen dos tipos
básicos de preguntas: las técnicas y las cotidianas. Esta división refleja el hecho de que el mundo moderno
está dividido en dos culturas antagónicas: la experta y la profana. Y una de las creencias más significativas
de la actualidad es que los expertos, armados con su arsenal de conocimientos técnicos, pueden resolver
todos los grandes problemas de la vida. Pero las preguntas cotidianas adquieren, en ocasiones, una
magnitud y una trascendencia tales que parecen anular cualquier otra cuestión: ¿qué vida debería llevar?,
¿qué es lo que nos hace humanos?, etc. Se trata de preguntas que no son técnicas, ya que por muchos
datos que tengamos, no logramos encontrar la respuesta. De hecho, son preguntas que se salen del ámbito
técnico y requieren un planteamiento distinto para obtener una respuesta satisfactoria. Las preguntas que
no son competencia de los técnicos se pueden llamar preguntas filosóficas, que pretenden ir más allá de
nuestras preocupaciones urgentes para que veamos el mundo y a nosotros mismos tal y como somos,
libres de los prejuicios de la vida diaria. Y dado que las preguntas filosóficas son también ordinarias, como
diría Antonio Gramsci, todos somos filósofos en algún momento de nuestra vida.
Son características de los problemas filosóficos:
 En su planteamiento no se presentan datos empíricos, aunque pueden ser relevantes para el filosofar,
pues pueden dar origen y refutar soluciones a problemas filosóficos; pero no pueden presentarse en su
formulación, porque si lo hicieran, los problemas pertenecerían a alguna ciencia.
 No pertenecen a ninguna ciencia particular, ni por su tema ni por su método.
 Son conceptuales, aunque algunos de ellos presuponen un conocimiento científico de ciertos hechos.
 Son irresolubles de un modo plenamente exacto, no tienen solución definitiva.
 No hay criterios para reconocer las soluciones, menos aún, para decidir si una solución dada es correcta.
 Su tratamiento debe armonizar con la lógica: los errores lógicos invalidan el discurso filosófico.
 Su tratamiento no debe chocar con el cuerpo principal del conocimiento científico, y, además, debe estar
al día científicamente.
 Su formulación y elaboración, así como la comprobación de las soluciones propuestas, tienen que
discurrir paralelamente con las correspondientes operaciones de las ciencias.
 Las soluciones propuestas deben juzgarse sólo desde el punto de vista de su valor veritativo,
independientemente de consideraciones no cognoscitivas.
4º Y esos problemas son, básicamente, conceptuales. Definimos concepto como: generalización de rasgos
comunes de hechos semejantes. La expresión lingüística de un concepto se denomina “término”. A los
conceptos más generales se les llama categorías. Los conceptos son conjuntos de objetos con propiedades
comunes. Se puede inferir el concepto de un objeto en base a sus propiedades, y luego, usar información
del concepto para hacer predicciones del objeto. Por ello, los conceptos permiten organizar y simplificar el
conocimiento. Además, permiten referirse a propiedades del concepto en sí, más que a propiedades de sus
elementos. La filosofía procede por conceptos formulados en el lenguaje natural. Aunque éste es
insuficiente para transcribir la estructura de la realidad, que precisa de lenguajes como el matemático y el
científico. El campo propio de la filosofía está constituido por el mundo hecho por los seres humanos
(incluidas las ciencias) y en el que hay siempre, más o menos explícito, un lenguaje.
5º La filosofía también contribuye a explicar la realidad, pero no lo hace siguiendo el modelo de las ciencias
(experimentando), sino que examina los conceptos que usamos cuando pensamos, tanto si son conceptos
de las ciencias como de la política, la religión, el arte o la vida cotidiana. La filosofía es la encargada de des-
plegar los conceptos que utilizamos, examinando sus supuestos, usos, conexiones y consecuencias. Cuando
la filosofía aclara un concepto, éste pierde su carácter problemático. “La filosofía pretende aclarar
conceptos y explicar argumentos, es decir, desplegarlos para que resulten más transparentes y para que
cada cual recupere la libertad intelectual de poder asumir y defender las posiciones que crea más
aceptables” (J.-Mª Terricabras).

EL SABER FILOSÓFICO - 10
6º La filosofía es un sistema ordenado, lógicamente consecuente, de conocimientos; una forma de resolver
problemas fundamentales sobre la Naturaleza o el ser humano, y que no encuentran respuesta apelando
únicamente a otros saberes. Por eso, los problemas filosóficos se llaman “eternos”, no por ser imposibles
de resolver, sino porque en cada época se plantean de forma nueva, al cambiar los conocimientos, la
sociedad, la cultura, la economía, etc.
7º La filosofía es un saber puesto que aspira a proporcionar algún conocimiento o está ligada de algún
modo al conocimiento que proporcionan otros saberes, que trata de aclarar los conceptos que constituyen
la trama del mundo (social, cultural, técnico, artístico, etc.), elaborados por el ser humano. Los conceptos
sirven, entonces, como un instrumento de crítica, permitiendo a la filosofía hacer valoraciones realmente
fundadas, y que presuponen, explícita o implícitamente, alguna visión general acerca de la naturaleza del
pensamiento y de la acción humanas.
8º La filosofía aspira a la demostrabilidad de las soluciones que plantea, al rigor de su argumentación. Sus
conceptos son resultado del procesamiento y síntesis de numerosos datos provenientes de las esferas más
diversas de la actividad humana (no parte de cero, sino que se apoya en los datos suministrados por la
experiencia, las ciencias y otras filosofías).
Rasgo o Finalidad o función como disciplina
característica de
la Filosofía
La Filosofía como  Critica porque pone en duda ciertas cosas que no le parecen suficientemente
conocimiento claras o bien explicadas.
crítico  Desmitifica porque nos libra de prejuicios o mitos que constantemente han
aparecido a lo largo de la historia.
La Filosofía como  Clarifica porque no se conforma con cualquier clase de respuesta o
certidumbre explicación.
radical  Racionaliza porque quisiera llegar a conclusiones más estables y correctas
(perfectamente lógicas y exentas de contradicciones).
La Filosofía como  Explica porque desea saber en qué se basan en qué descansan todos
fundamentadora nuestros conocimientos.
 Justifica porque a esas bases o fundamentos (“primeros principios”) los
considera axiomas del conocimiento, es decir, como elementos que no requieren de
otros principios para tener plena validez, como principios autosuficientes que se valen
por sí y en sí.
La Filosofía como  Globaliza porque en su tendencia a la universalidad, a la visión total o integral
totalizadora de las cosas, aspira a desentrañar el “sentido último”, total, de la vida y el mundo.
La Filosofía como  Orienta porque no se limita al mundo de la teoría, al conocimiento, antes bien
sabiduría práctica es práctica y se convierte en una forma de vida, en un saber existencial profundo
fincado en las propias experiencias y vivencias.
La Filosofía como  Revoluciona porque demuele prejuicios y falsas concepciones, en cierto
praxis sentido despeja el camino y construye nuevas alternativas, mejores mundos.
 Transforma porque no se concreta a “contemplar” el mundo. Incluso, afirman
algunos, para que la Filosofía cobre sentido debe transformar la realidad, ocuparse de
las necesidades de las grandes masas humanas y crear un mundo mejor.
La Filosofía como  Interpreta porque a través de la historia plantea distintas explicaciones sobre
proceso histórico la realidad, sobre el entorno en el que nos encontramos.

DIVISIÓN DE LA FILOSOFÍA

Según los distintos problemas que se intenten aclarar, encontramos distintas preguntas a las que responden
las diferentes disciplinas filosóficas.
¿Qué es esto?, ¿qué es la realidad?: ¿Cómo es? (material, inmaterial, eterna, creada, con un principio en el
tiempo, finita o infinita,...). ¿Qué principios la rigen? (el azar, la necesidad, tiende al orden o al desorden,...).
¿Cómo funciona? (es como un organismo vivo, o como una máquina,...). Estas son cuestiones generales que
trata de estudiar la Metafísica. Cuando intentamos concretar, surge una nueva pregunta: ¿De qué elementos
está compuesta y qué características tienen éstos? (la realidad está constituida por un elemento o por
múltiples, son simples o compuestos, materiales o inmateriales, corruptibles o indestructibles,...). Un objeto y
otro son bien diferentes y sin embargo ambos son objetos y reales: ¿qué tienen en común todos los objetos
que hace que los consideramos como reales? Estas cuestiones trata de estudiarlas la Ontología.

EL SABER FILOSÓFICO - 11
Comienzo por hacerme preguntas, pero he de poder encontrar respuestas. Para poder explicar la realidad
es preciso conocerla. De aquí surge una nueva categoría de preguntas: ¿Qué es conocer? Partiendo del
contacto con la realidad construyo una representación mental que la pretende "captar", "comprender",
"describir",... ¿cómo sé yo que mis ideas se corresponden con la realidad?, ¿cuándo son pura especulación
o son verdad? Aquí se desglosan una serie de preguntas que trata de estudiar la Teoría del Conocimiento,
Gnoseología o Epistemología. ¿Cómo puedo conocer?: ¿Qué método he de seguir para poder conocer?
¿Qué facultades intervienen en el conocimiento y que fiabilidad tienen?, ¿qué peso tienen los sentidos y la
razón en el conocimiento? ¿Cómo saber cuando mi conocimiento es válido? ¿Qué es la verdad? Esto nos
lleva directamente a una segunda pregunta fundamental: ¿Qué puedo conocer?: ¿Qué diferencia existe
entre lo conocido y mi conocimiento de ello?, ¿esa diferencia se puede eliminar completamente? ¿Tiene
límites mi conocimiento?, ¿cuáles? La teoría del conocimiento recibe nombres distintos según trate de
explicar tipos de conocimiento distintos: La Lógica estudia el conocimiento desarrollado a partir de la razón y
prescindiendo de la experiencia. Estudia las leyes del razonamiento correcto. La Filosofía de la Ciencia
estudia el conocimiento científico.
¿Qué somos nosotros?: ¿Qué es el ser humano? (alma, cuerpo,...). ¿Cómo es? (bueno, malo, social,...). ¿Qué
peso tiene la biología y cuál la cultura en él?, ¿nace o se hace? ¿Existe una naturaleza humana?, ¿cómo es?
(inalterable o evoluciona). Esta es la cuestión que trata de estudiar la Antropología. Cuando consideramos al
ser humano analizándolo en su relación con los demás, en su vida en sociedad, surgen dos nuevas disciplinas:
¿Cómo organizar y gobernar la sociedad?: ¿Cuáles son los fundamentos del poder político? ¿Cuáles son las
formas de gobierno justas e injustas? ¿Por qué hemos de obedecer? El análisis de los modelos existentes y la
propuesta de modelos alternativos se realizan desde la Filosofía Política. ¿Cómo he de obrar en mi relación
con los demás? ¿Por qué debo portarme bien? ¿Qué es lo más importante para ser feliz? (egoísmo, altruismo,
tolerancia, solidaridad,...). Sobre el análisis y la creación de valores se centra el estudio de la Ética. Cuando lo
hacemos analizando la acción humana en su dimensión de producción material encontramos otras dos
disciplinas: ¿Qué es una obra de arte?: ¿Qué es lo bello, lo feo, lo sublime, lo horroroso, lo ridículo, etc.? El
análisis de los conceptos ligados a las obras de arte y la reflexión sobre ciertos problemas que surgen
cuando las contemplamos se realiza desde la Estética. ¿Qué incidencia tiene sobre la vida humana y la
sociedad la tecnología? El análisis de las consecuencias que el desarrollo tecnológico ha tenido sobre el ser
humano y su entorno se realiza desde la Filosofía de la Técnica.
Estas no son todas las disciplinas existentes, porque la filosofía se puede plantear preguntas sobre temas
como la historia, la religión, la cultura, el lenguaje, apareciendo así la filosofía de la Historia, filosofía de la
religión, filosofía de la cultura, filosofía del lenguaje, etc.
PROBLEMA DEL CONOCER-------------- FILOSOFÍA DEL CONOCIMIENTO

¿qué significa conocer?, ¿qué tipos de tipos de conocimientos hay?,


GNOSEOLOGIA, TEORIA DEL CONOCIMIENTO
¿podemos conocer la verdad?

¿cuáles son las reglas del funcionamiento coherente de la mente humana? LOGICA

¿qué métodos utilizan las distintas ciencias y hasta qué punto me sirven
EPISTEMOLOGIA
para conocer la verdad?
PROBLEMA DEL SER ----------------- METAFÍSICA

¿qué significa existir? ¿qué leyes cumplen todos los seres? ONTOLOGÍA
¿qué significa ser persona? (ser humano) ¿cuál es el origen de la humanidad?
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
¿cuál es el destino de la humanidad?, ¿soy libre?, ¿mortal?, ¿espiritual?
ORIGEN, NATURALEZA Y DESTINO DEL UNIVERSO COSMOLOGÍA, FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA

¿existe dios?, ¿hay argumentos racionales para hablar justificadamente de su


TEOLOGÍA NATURAL, TEODICEA
existencia?, ¿cómo es dios?

PROBLEMA DEL ACTUAR -------------- FILOSOFÍA PRÁCTICA

¿cómo hacer una obra bella?, ¿qué es la belleza? FILOSOFÍA DEL ARTE, ESTÉTICA

¿cómo hacer para vivir en sociedad de forma humana? FILOSOFÍA POLÍTICA

¿cómo debo actuar para ser persona?, ¿en qué tengo que fijarme para saber
ÉTICA
si una conducta es buena o no?

¿cómo relacionarnos humanamente con la naturaleza? FILOSOFÍA DE LA TÉCNICA

EL SABER FILOSÓFICO - 12
EL SABER FILOSÓFICO - 13
REFLEXIÓN FILOSÓFICA

Amor al Más que un saber, la filosofía es un amor al saber, una tensión al conocimiento. Nunca se da por
satisfecha, siempre se cuestiona y hace preguntas. Es consciente de que cuanto más sabe más ignora.
saber De ahí que sea más apropiado hablar de reflexión filosófica que de saber filosófico.
A diferencia de lo que hacen las ciencias, que están altamente especializadas, la filosofía no parcela la
Universal realidad, acotando unos determinados problemas, sino que se interesa por todo cuanto hay. No hay
ningún problema que sea ajeno a la filosofía.
También lo son las ciencias, pero el nivel crítico de la filosofía es más profundo y, además de renunciar
Crítica a apoyarse en supuestos o verdades que no hayan sido probados previamente, se enfrenta
críticamente con las hipótesis y supuestos que las ciencias han aceptado sin explorar.
Se coloca en una perspectiva de problemas últimos. No le preocupa cómo funcionan las cosas, sino
cuál es el valor, si poseen o no un sentido y cuál es este, ya que de la respuesta a estas preguntas
Radical depende lo que vayamos a hacer con nuestra libertad; y este es nuestro problema fundamental. En
este sentido, si queremos vivir nuestra vida personalmente y no queremos ser unos veletas que en
cada momento nos orientemos hacia donde sopla el viento, necesitamos de la reflexión filosófica.
De segundo Su esfuerzo supone el trabajo previo de las ciencias. Por ejemplo, no sería adecuado preguntarse por
grado el valor y el sentido del ser humano sin tener en cuenta lo que las ciencias han descubierto sobre él.

EL SABER FILOSÓFICO - 14
LA ESPECIFICIDAD DEL SABER FILOSÓFICO

¿Cuál es la especificidad del saber filosófico?


a) En vez de centrarse en un área de la realidad busca dar una explicación de la realidad en su totalidad.
b) La filosofía no tiene ningún conjunto de verdades más o menos universalmente admitidas que se puedan
presentar y enseñar. Es una actividad de análisis conceptual, de clarificación de nuestros conceptos e ideas,
y de reflexión crítica aplicable a cualquier saber teórico o práctico. Al plantear reflexiones críticas sobre
otros discursos, especialmente sobre el discurso científico, pero también sobre los discursos mítico,
ideológico, político, moral, etc. la filosofía adquiere la categoría de metadiscurso.
c) El hecho de filosofar nos ha de enseñar a dar respuestas racionales y críticas (por tanto, siempre
provisionales y abiertas) a aquellas cuestiones que, pese a ser irresolubles científicamente, se han
presentado, y se presentarán siempre, a la mente humana. El discurso filosófico nos puede ayudar a vivir
intelectual y moralmente sin una concepción cerrada y dogmática del mundo. Esto es así porque:
d) Aquello que es característico de la filosofía es la forma de hacer las preguntas y la manera de
contestarlas. Siempre que nos encontramos ante un discurso filosófico hallaremos la defensa razonada de
determinados puntos de vista y no la simple afirmación de una creencia sin ningún tipo de fundamento.
Cuando alguien filosofa da razones, más o menos plausibles, a favor o en contra de una cierta opinión. Y
siempre estará dispuesta a escuchar las razones del contrario y rectificar, si es necesario, su opinión inicial.
La experiencia juega un papel en la filosofía, como una conditio sine qua non, pero la filosofía es obra de la
razón, no de la experiencia. También tiene en cuenta la tradición, ella misma forma una tradición filosófica
multisecular, pero la filosofía consiste muchas veces en superar una tradición determinada. Y esta
diferencia puede aplicarse al mito, a la religión. Respecto de la ciencia, la filosofía tiene numerosas
conexiones. Sin embargo, la ciencia es un saber que versa sobre una parcela de la realidad, mientras que la
filosofía es un saber que versa sobre la realidad en su conjunto. Hay, pues, coincidencia en el uso de la
razón, del método, de la sistematización, pero la filosofía tiene pretensiones de totalidad que la ciencia no
tiene. En este punto la filosofía se diferencia de cualquier ciencia particular.
Una cosa es el mundo y otra la representación que el ser humano ha ido haciendo del mismo a lo largo de
la historia, creyendo siempre que su representación individual y colectiva coincide con el mundo, con la
totalidad de cosas que le rodean. Esta ilusión mantiene a los individuos aferrados a diferentes modelos,
esquemas, etc. que consideran el mundo mismo, sin percatarse, la mayor parte de las veces, de la trampa y
el engaño, así como también del poder que tienen esas ideas y esquemas creados y actuantes sobre ellos
mismos. Entre las primeras formas de representación de la realidad tenemos al arte, el mito, etc.
Cuando hablamos de sociedad humana y de representación del mundo, estamos haciendo referencia a las
ideas propiamente dichas. Por ello, podemos hablar de diferentes conceptos que se adquieren en
dependencia del tipo de relación real que los individuos establezcan hacia la Naturaleza y entre ellos
mismos. A diferencia de los animales, y dependiendo del tipo de relación que establezcan con las cosas, los
seres humanos elaboran diferentes representaciones conceptuales (teóricas) del mundo. Entre los
primeros modos de reproducción teórica de la realidad que aparecen en el mundo antiguo está la filosofía.
No se puede determinar con seguridad cronológica el momento en que surge, ni dibujar con toda precisión
la frontera divisoria entre la producción estrictamente filosófica y las formas prefilosóficas que le
anteceden. Está admitido que la filosofía surge en tres centros fundamentales: La Grecia Antigua (siglos VII-
VI a.n.e.); la India (siglo VI a.n.e.); y China (siglos VI-V a.n.e.). Estos siglos coinciden, en estas regiones, con
el periodo de transición del sistema patriarcal de economía esclavista, cuyo objetivo era la producción
dirigida directamente al consumo, hacia la producción encaminada a lograr el excedente destinado al
intercambio mercantil. El tránsito hacia la producción mercantil dentro del sistema esclavista tiene varias
consecuencias que influyen determinantemente en la aparición del pensamiento filosófico:
1º El aumento de la productividad del trabajo y la aparición de un excedente productivo permite la
aparición de un grupo de personas que se desvinculan del proceso inmediato de producción material,
creándose de este modo la producción intelectual, lo que nos muestra que la filosofía no es producto sólo
de la capacidad de asombro de los individuos, del ocio o de la simple inclinación natural hacia la reflexión.
2º El aumento considerable de la productividad del trabajo humano trae consigo un alza en su poderío
sobre las fuerzas de la Naturaleza, motivando una reflexión sobre el lugar del ser humano (microcosmos)
en el mundo y su relación con la Naturaleza (macrocosmos).

EL SABER FILOSÓFICO - 15
3º La aparición de la producción mercantil trae consigo la necesidad de la abstracción, germen del
pensamiento teórico, al aparecer la relación de compraventa regulada por el dinero, donde éste lleva en sí
el valor de diferentes mercancías sin ser ninguna de ellas, lo que supone un nivel de idealización y
abstracción desconocidos por la producción dirigida solamente al consumo.
4º El cuestionamiento de la tradición establecida, de las creencias compartidas, apareciendo una actitud
crítica ante las verdades establecidas y aceptadas como definitivas. La sociedad dividida en clases sociales
quiebra la autoridad de la tradición y es cuestionada, sobre todo, la visión de la realidad (no puede ya
hablarse de una visión general única, unánimemente aceptada, porque la sociedad está dividida en clases
con intereses distintos y opuestos). En el terreno de las representaciones existía un antecedente inmediato:
la mitología, con su función cosmológica, regulativa-moral, gnoseológica. También se produce el desarrollo
incipiente del conocimiento científico particular ligado a la solución inmediata de las demandas de la
práctica productiva, pero aún no diferenciado en formas especificas de saber teórico. Comúnmente se ha
pensado que la filosofía surge como una racionalización del mito, de forma que el camino transita del mito
al logos. Este punto de vista, sin embargo, requiere ser precisado. La filosofía no surge directamente de la
mitología y mucho menos del mito oral. Su antecesor inmediato es el mito “racionalizado”, sistematizado,
escrito, como lo fue en la Grecia Antigua la obra de Hesiodo y Homero. Pero aun cuando la filosofía hereda
de la mitología su visión generalizadora, debe tenerse en cuenta que entre la filosofía y la mitología existe
un momento de ruptura fundamental. El deslinde entre ambas producciones no debe pensarse como una
continuación del mito a un nivel superior de abstracción, sino como la ruptura con las nociones que el mito
ofrece y que ya son insuficientes. El desarrollo socio-económico y político, así como el desarrollo incipiente
de los conocimientos científicos (que responden a las nuevas exigencias prácticas: la producción, la guerra,
la navegación, la medicina, etc.), demandan un conocimiento distinto, un conocimiento objetivo,
empíricamente efectivo. Aparece una contradicción insalvable con las leyendas míticas, ya insuficientes
para explicar el mundo. Por estas razones aparecen en diferentes regiones de la Grecia Antigua, los
filósofos y la filosofía como forma de saber específico, que desde sus inicios se distingue como tal. Ante las
preguntas “eternas” de quiénes somos, cuál es nuestro lugar en el mundo, qué es el mundo, si se puede o
no conocerlo, etc., surgen nuevas respuestas. Ahora, podemos establecer ya determinados rasgos de la
filosofía que la hacen un tipo de saber específico:
1º La filosofía no es un simple amor por la sabiduría como tradicionalmente se define. No es suficiente
tener amor por el saber. La filosofía es, de hecho, un tipo de saber “profesionalmente” desarrollado a lo
largo de la historia que existe por la demanda de este tipo de reflexión.
2º El saber filosófico es un saber acerca del presente y desde el presente. Es un saber que puede
presuponer otros saberes previos como son los técnicos, políticos, matemáticos, físicos, etc. Así como un
determinado nivel de desarrollo de la vida política, socioeconómica y cultural.
3º La filosofía es un tipo de conocimiento general sobre el mundo, que se cuestiona no los hechos
individuales y aislados sino los nexos estables, fundamentales, de los procesos de la realidad, dedicándose
entonces a problemas generales, es decir, sobre la relación del ser humano hacia el mundo.
4º Generalmente, se dice que de la filosofía se desprendieron las ciencias particulares. Sin embargo, la
filosofía surge sobre la base de conocimientos, aún rudimentarios, de las ciencias que comienzan a
diferenciarse. Además, a la filosofía le preocupa no el saber exacto, la descripción de los hechos reales, sino
cuestiones generales, el todo y no una esfera particular de la realidad.
5º La filosofía cumple también una función metodológica, de orientación para las demás formas del saber
humano. Aquí se hace necesario añadir que las ideas y principios filosóficos son básicos en el cuadro
científico general de una época.
6º Así, la filosofía puede ser definida como un saber teórico que expresa la relación activa y multifacética
del ser humano hacia el mundo a través de conceptos (no de imágenes artísticas, descripciones de hechos
o de dogmas religiosos) que se caracterizan por ser generales, y que sintetizan un determinado grado de
desarrollo de la práctica humana. La filosofía es la apropiación practico-intelectual del mundo de carácter
sintético-totalizador. Es la representación teórica que fija en conceptos filosóficos los resultados del
pensamiento humano. Y estos conceptos se forman sobre la base de las muchas actividades de los seres
humanos: prácticas, cognoscitivas y valorativas. 7º Además, este saber es un saber crítico, un saber que
desde sus inicios pretende oponerse a las verdades compartidas tradicionalmente, a los mitos, y se eleva
por encima del sentido común que deja al mundo tal cual es sin cuestionarse su origen o su legitimidad. La
filosofía es un saber que busca más allá de lo establecido, de lo inmediato y perecedero, pero al mismo

EL SABER FILOSÓFICO - 16
tiempo puede ser, y es en efecto, un saber que expresa intereses y puntos de vista de alguien, ideas que
pretenden establecerse, dándose por universales y válidas para todos, aunque sean las aspiraciones y la
racionalización de una clase social, de un grupo, en una época. La filosofía, por tanto, debe, desde la crítica,
evitar convertirse en una ideología.
LAS TAREAS DE LA FILOSOFÍA

Aristóteles afirmaba que "todos los hombres desean saber por naturaleza". Evidentemente necesitamos
saber muchas cosas, se trata de conocimientos prácticos y útiles que nos hacen más fácil y cómoda nuestra
existencia. Actualmente, una gran parte de este saber proviene de la ciencia. La investigación científica
hace que aumente el conocimiento general sobre el mundo y sobre nosotros mismos y, también, da lugar a
la tecnología, que crea una gran diversidad de artefactos que nos sirven para vivir mejor. Ahora bien, ¿se
acaba aquí todo?, ¿esto es todo lo que necesitamos saber? Si reflexionamos sobre lo que nos preocupa, nos
daremos cuenta que además hay otro tipo de preguntas más generales que también nos inquietan
profundamente y para las que no hay respuesta científica, preguntas como ¿quiénes somos?, ¿qué
hacemos en esta vida?, ¿por qué me he de comportar bien con mis compañeros?, ¿con las personas que no
conozco, también tengo obligaciones?, etc. Por lo tanto, el discurso filosófico responde a la necesidad
humana de preguntarse sobre una serie de cuestiones básicas. Las preguntas filosóficas aparecen de forma
más o menos natural cuando nuestra inteligencia se ha desarrollado adecuadamente y ha alcanzado un
cierto grado de madurez.
"Alrededor de los catorce años mucha gente comienza a pensar por su cuenta en problemas filosóficos:
sobre aquello que realmente existe, si podemos saber algo, si una cosa es realmente buena o mala, si la
vida tiene algún significado, si la muerte es el final. Se ha escrito mucho sobre estos temas durante miles de
años, pero la materia prima filosófica proviene directamente del mundo y de la relación que tenemos con él,
no de los escritos del pasado. Esta es la razón de que estos problemas se los planteen aquellos que nunca
han leído nada" (Thomas Nagel: ¿Qué significa todo esto?).
Así pues, en cierto sentido de la palabra, todos los seres humanos somos filósofos, porque todos nos
quedamos perplejos ante el gran interrogante que es nuestra vida. Stephen Toulmin afirma: "De mal o buen
grado, todos hemos nacido filósofos, igual que hemos nacido críticos, morales, pensadores políticos e
incluso científicos" Podemos filosofar porque somos seres capaces de pensar libre y racionalmente. Claro
está, además existen los filósofos en el sentido académico del término, personas que han estudiado la
filosofía en la universidad. Ello implica el aprendizaje de una serie de conceptos y de métodos, así como el
estudio de las ideas más importantes de la historia de la filosofía.
Todo el mundo participa, como punto de partida, de las interpretaciones existentes en su sociedad, que
toma acríticamente como verdaderas: es lo que se denomina prejuicios o saber común. En la medida en
que somos conscientes de nuestra propia ignorancia las ponemos en tela de juicio sometiéndolas a la
crítica desde la razón. Cuestionar lo que tenemos delante, nosotros mismos, nuestra propia vida, parece
remover los cimientos sobre los que ésta se asienta y pone de manifiesto la necesidad de construir un
nuevo fundamento, una nueva comprensión que permita llevar un nuevo modo de existencia justificado y
crítico. Las nuevas ideas a las que lleguemos no se pueden sustraer a la crítica, convertirse en dogma o
ideología, perder su sentido filosófico. Se ha de aceptar su provisionalidad y su constante revisión según
vayamos avanzando en nuestra experiencia y nuestros conocimientos. Este es el reto que la filosofía nos
propone: una forma diferente de mirar el mundo y nuestra propia vida.
1. Para algunos pensadores, la misión de la filosofía consiste en reflexionar sobre las generalidades del
saber adquirido mediante otras especialidades. Así, sus funciones serían: la generalización de aseveraciones
hechas por las ciencias particulares (con cuidado, pues afirmaciones que son correctas en un marco
determinado de problemas, pueden convertirse en falsas si son aplicadas indiscriminadamente); el
planteamiento de problemas que afectan a determinados supuestos de un saber dado y a sus límites,
cuestionando presuntas evidencias de la experiencia común; la argumentación, preocuparse por algo más
que del contenido real de lo dicho, por el hilo del debate, descubriendo las falacias del contrario o
criticando posiciones que adolecen de consistencia; la racionalidad, analizando y describiendo las funciones
de la razón, así como sus posibilidades y límites; la conceptualización, inventando conceptos para expresar,
resumir o aclarar determinadas cuestiones de las que trata en general.
2. Para otros, la función principal de la filosofía en la actualidad es la de ser herramienta de la ciencia, bien
mediante la búsqueda de una metodología y un lenguaje lógicos comunes y aplicables a la totalidad de las

EL SABER FILOSÓFICO - 17
ciencias (ideal del neopositivismo), bien como un análisis lógico del lenguaje para “curarse” de los
problemas epistemológicos generados por un uso incorrecto del mismo en las proposiciones científicas
(ideal de la filosofía analítica).
3. Otros entienden que la filosofía sirve para transformar la realidad, sobre todo mediante reflexiones
morales, políticas (luchando contra los mecanismos ideológicos de alienación, al desposeer al ser humano
de alguna de sus cualidades o productos, y que supone la carencia de consciencia de la propia situación y la
asunción por parte del individuo de los mecanismos políticos e ideológicos de dominación o represión) y
sociales. Sus funciones serían: la moralidad, determinando la fundamentación de una ética inspirada en
criterios no confesionales o religiosos, estableciendo las nociones de bien, justicia o ley moral; la práctica,
buscando ideales de justicia y libertad, proponiendo principios y llevando a cabo acciones guiadas por ellos
tendentes a la transformación de la sociedad a través de aquellos; cultural, en cuanto que la filosofía ha
contribuido a la génesis y difusión de conceptos políticos, sociales, etc.
4. Por último, para algunos filósofos, la tarea fundamental de la filosofía es la crítica: más que contribuir a la
creación de nuevos conocimientos, su función debe reducirse a señalar los límites epistemológicos de la
ciencia y combatir racionalmente cualquier forma de dogmatismo (político, ético, religioso) y cualquier
ideología manipuladora de las consciencias. El horizonte del quehacer filosófico sería la construcción de un
pensamiento crítico y autónomo.
LOS DIEZ USOS MÁS COMUNES DE LA FILOSOFÍA
La Filosofía -pese a ser un sustantivo singular- es algo plural y heterogéneo; es decir, no existe una sola
Filosofía sino varias. Veamos, pues, ese variado elenco de filosofías:
Uso uno: La Filosofía tuvo su razón de ser y su justificación en el pasado, pero hoy nada tiene que hacer:
ha muerto. No ella, sino las ciencias particulares, deben dar respuesta a los problemas. La Filosofía, antaño
frondoso árbol que con su savia daba vida a tantas ramas del saber como ciencias existentes, conoció una
sequía progresiva que, con el correr del tiempo, llegó a darle muerte. En lugar del milenario árbol, ha habido
una reforestación con nuevos arbolillos, independientes unos de otros. El árbol de la Física, por ejemplo, es
el que tiene que responder a las cuestiones relativas a la eternidad del espacio; el árbol de la Biología será
el encargado de estudiar los problemas del origen de la vida, etc. El filósofo ya no tiene oficio ni beneficio;
es cierto que quedan todavía algunos filósofos que se ganan la vida haciendo juegos de palabras,
invocando inexistentes misterios o suscitando pseudoproblemas, pero su sino es la extinción.
Uso dos: La Filosofía sigue valiendo, pero tiene por objeto único y exclusivo la crítica teórica: crítica de los
valores morales (Nietzsche) o culturales (Escuela de Francfort). En cierto sentido, la crítica teórica excluiría
la acción práctica: así como las preocupaciones de la vida cotidiana no nos dejan pensar en profundidad,
así también la ocupación práctica es lo contrario de la Filosofía.
Uso tres: La crítica teórica es insuficiente. Arma de revolución, la Filosofía debe transformar la realidad
social. Tal es la tesis de Marx al afirmar: "Hasta ahora los filósofos se han limitado a interpretar el mundo, de
diversas formas. De ahora en adelante hay que cambiarlo".
Uso cuatro: La Filosofía no es teórica ni práctica, sino una actividad cercana a la poesía o al arte. Su
función es legitimar simbólicamente las creencias, es decir, dar a lo que de suyo no es estrictamente
racional una cierta estructura lógica. Si Platón consideraba a la poesía como Filosofía a medio camino,
ahora se estima que la Filosofía es poesía a medio camino.
Uso cinco: La Filosofía es salvación del hombre, su reino no es de este mundo; ni teoría ni práctica ni
poesía, sino arte de llevarnos ante la presencia de Dios. La Filosofía sería un sustituto de la fe cuando ésta
falta, o una preparación y consolidación de la misma cuando existe.
Uso seis: Filosofía es, en cierto modo, todo. Se dice de muchas maneras, y así, cualquier humano, al
preguntarse por la vida actúa como filósofo en la medida en que tiene inquietud, ansia de saber.
Precisamente aquí radica lo específico de la Filosofía: su flexibilidad, su capacidad de acogida, mayor que la
de ningún otro conocimiento humano. Es el querer ir siempre más allá, y cada vez más precisamente, lo que
da unidad filosófica a la pluralidad de inquietudes humanas.
Uso siete: La Filosofía es historia de la cultura a nivel profundo, "el reflejo de su tiempo expresado en
pensamientos" (Hegel), es decir, racionalización y sistematización de lo ocurrido a todos los niveles -social,
cultural, político, etc.-. Por ello, el filósofo debe contentarse con expresar el pasado; filosofar es no vivir
como protagonista activo, vivir activamente como protagonista histórico es no filosofar. El filósofo, como el
búho de Minerva (símbolo de la sabiduría), levanta el vuelo cuando el día ya ha pasado.
Uso ocho: La Filosofía es esencialmente una actividad consistente en valorar los límites y las posibilidades
del conocimiento humano. Ésta es la línea surgida en los siglos XVII y XVIII con el racionalismo y el
empirismo, y que alcanza su máxima cumbre en Kant y Husserl. Si, en efecto, se descubre que la razón
humana es tan limitada que no llega a abarcar los intrincados problemas que viene planteándose, ¿para
qué especular más sobre ellos? Labor de la Filosofía sería entonces evitar avariciosas aspiraciones que no
se pueden alcanzar.

EL SABER FILOSÓFICO - 18
Uso nueve: La Filosofía se define por su relación con la ciencia. Para Ayer, son la predicción y la conexión
con la experiencia -rasgos característicos de la ciencia- los que no cumple la Filosofía. Según Ayer, la
Filosofía carece de sentido porque no permite hacer predicciones ni nos mantiene próximos a la
experiencia. Para otros, en cambio, la Filosofía no es algo ajeno a las ciencias; su función es la de coordinar
y unificar los resultados de las ciencias particulares: es nada menos que la "ciencia de las ciencias", afirma
Fichte, no porque se trate del saber más elevado, sino del saber con más capacidad de sistematización.
Bacon, padre del empirismo moderno, defendió que la función del filósofo es la de dividir y clasificar las
ciencias, suministrando a éstas los métodos. En la misma línea, Augusto Comte, fundador del positivismo
en el siglo XIX, reservaba para los filósofos el papel de "especialistas en generalidades", coordinadores de
los resultados de las ciencias positivas. Finalmente, en nuestro siglo, el Círculo de Viena, será partidario de
entender a la Filosofía como aquella disciplina que logre una ciencia unificada.
Uso diez: La Filosofía es análisis del lenguaje, que es lo más propio del ser humano. Según Wittgenstein,
mientras las ciencias de la naturaleza se ocupan de la totalidad de las proposiciones verdaderas, la
Filosofía, que no es una ciencia natural ni una doctrina, es una actividad consistente, no en formular
proposiciones, sino en aclararlas, delimitando con precisión aquellas ideas que de otro modo serían
irremediablemente confusas. A la Filosofía le corresponde, entonces, una labor terapéutica, liberadora de
los equívocos e incorrecciones que amenazan el uso del lenguaje. La Filosofía busca expresar el universo
en los términos limitados del lenguaje, a fin de evitar que la falta de rigor en el mismo conduzca a callejones
sin salida. “De lo que no se puede hablar es mejor callar”.

LOS MÉTODOS DE LA FILOSOFÍA

Aunque hay una relación estrecha entre reflexión (poder de replegarse sobre las propias ideas,
examinarlas, modificarlas o combinarlas de varios modos) y método, los métodos de la filosofía no pueden
deducirse de la estructura de la reflexión; pues ésta se realiza distintamente según el tipo de problema, el
punto de partida y la intención cognoscitiva por la que se desarrolla. Por esta razón debe aceptarse para la
filosofía un pluralismo de métodos:
 Formación de conceptos lógicos: la reflexión filosófica es lógico-conceptual porque diferencia un saber
previamente dado en momentos diferentes y muestra como distintos los conceptos de esa diferenciación,
para sintetizar lo así dividido. Este método de recapitulación por desmembramiento, de síntesis por
división, de concreción por abstracción, significa la pérdida de la inmediatez y la renuncia a una
universalidad intuitiva en favor de la posibilidad de una universalidad y fuerza vinculante puestas
conscientemente. La determinación (aquello que hace que una cosa sea lo que es) de lo general depende
aquí primeramente de representaciones dadas contextualmente de un mundo ya interpretado, que
preceden a la formación lógica de conceptos como tal. La objetividad de los objetos, que se deriva de los
contextos mencionados, da objetividad y fuerza vinculante a los análisis lógico-conceptuales en el marco de
tales presupuestos, pero éstos mismos quedan todavía sin fundamentación.
 Análisis empírico: la pretensión de objetividad de los conceptos analizados debe cerciorarse sobre una
base empírica, sin la cual el análisis lógico quedaría sin contenido. El procedimiento empírico-analítico de
reconstrucción del mundo por generalización de experiencias (conocimientos que se adquieren con el uso o
la práctica), formación de hipótesis, deducción y comprobación de las predicciones en el experimento,
vincula de nuevo los conceptos a las estructuras de la experiencia de lo real en el espacio y el tiempo,
determinada por las teorías de las ciencias naturales. A primera vista, esas estructuras parecen invariantes
y neutrales. El análisis empírico, como método filosófico de invención de conceptos con validez universal,
vive del reconocimiento de la actitud científica, de la objetividad de hechos reproducibles, explicables y
pronosticables, cuya verificabilidad, en aras de la estricta validez universal, se paga al precio de una
objetividad empírica en principio de igual tipo. Pero el análisis empírico de condiciones espaciotemporales
de una realidad experimentable u observable incluye un procedimiento lógico y estipulaciones teóricas que
superan el contexto mismo de la experiencia. Relaciones entre conceptos o juicios, suposiciones sobre
procedimientos de argumentación y posibilidades de prueba (aquello que tras una experimentación o tras
una demostración, da las razones para reconocer la verdad de una proposición) que remiten a elementos
lógicos, metodológicos y teóricos que entran en el análisis empírico, pero no pueden justificarse en él. La
explicación empírica de hechos de la experiencia descansa en el análisis de factores o elementos, y no da
razón de los presupuestos teóricos y lógicos que la posibilitan.
 Reducción y deducción: en tanto el método no sirve para constatar las determinaciones empíricas de la
realidad de un objeto, sino para averiguar aquellas interrelaciones teóricas que superan el contexto de la

EL SABER FILOSÓFICO - 19
experiencia, el análisis empírico se convierte en análisis lógico de estructuras lógicas. El fin no es ya la
explicación, sino la fundamentación. En la fundamentación está en juego una interrelación conceptual, que
se logra por razonamiento. La fundamentación puede deducirse en forma axiomático-deductiva (de lo
general a lo particular) o analítico-reductiva (de lo particular a lo general). La lógica capta los métodos de la
fundamentación teorética y los traduce a reglas.
 Regresión trascendental-crítica: Una vez que se ha entrado por el camino de la fundamentación, su
ruptura pondría en tela de juicio el procedimiento entero. Pero como no puede llevarse a cabo una
regresión infinita, lo general, desde lo cual se fundamenta, ha de estar legitimado por otro método. El
procedimiento de la fundamentación, y el pensamiento conceptual en general, requiere una justificación,
que él no puede aportar por sí mismo. Ahora bien, en cuanto el procedimiento de fundamentación se pone
a sí mismo bajo su propia exigencia y pregunta por su propia legitimación, la reflexión lógico-conceptual se
hace trascendental crítica. Este giro del pensamiento conceptual sobre sí mismo es designado por Kant
como “giro copernicano”, porque el punto de orientación de la verdad ya no ha de ser el objeto, dado
previamente al pensamiento, sino la constitución trascendental de la representación y del objeto. Este
curso trascendental no conduce linealmente en el ámbito objetivo a un objeto absoluto, que da la
fundamentación última, sino a los momentos constitutivos para el conocimiento objetivo y su progreso.
Este procedimiento se llama trascendental en cuanto dirige al pensamiento conceptual mismo la pregunta
de la constitución y, con ello, también la de la validez. Este método es crítico en cuanto, frente a un
dogmatismo racionalista de los conceptos, muestra los límites del pensamiento conceptual.
 El método histórico-narrativo: El enfoque riguroso de los lógicos podría resultar adecuado para un
mundo determinista e inmutable, gobernado por leyes universales, pero no parece tan adecuado para un
mundo probabilista, gobernado por las contingencias y el azar, un mundo en el que siempre es preciso
explicar hechos únicos. El método histórico-narrativo es probablemente el único enfoque válido, científica y
filosóficamente, para explicar hechos únicos. El objetivo más importante de una narración histórica es
descubrir factores causales que contribuyan a lo que ocurrió más tarde en una secuencia temporal. La
causación en situaciones complejas es una reconstrucción a posteriori, es decir, que la causación consiste
en una serie de pasos que, tomados en conjunto, se pueden considerar “la causa”. Todo hecho es el
resultado de dos causaciones diferentes, que podemos denominar causa próxima (funcional) y causa
remota (evolutiva). Todos los hechos en los que se cumplen instrucciones de un programa tiene casaciones
próximas. Éstas son respuestas a la pregunta ¿cómo? Las causas remotas son las que dan origen a nuevos
programas o a la modificación de los ya existentes, es decir, las causas que originan los cambios en los
procesos evolutivos. Son los acontecimientos del pasado que alteraron el presente. No se pueden
investigar con los métodos de la física y de la química, sino que hay que reconstruirlos mediante inferencias
históricas, poniendo a prueba narraciones históricas. Suelen dar respuesta a la pregunta ¿por qué? Las
causas remotas (evolutivas, históricas) intentan explicar porqué un hecho es como es, entendiéndolo como
producto de la evolución. Las causas próximas afectan al “fenotipo”, las remotas ayudan a explicar el
“genotipo” y su historia. Las causas próximas son en gran medida mecánicas, ocurren aquí y ahora, en
momentos o fases concretos; las causas remotas son probabilísticas, han actuado durante largos períodos,
en el pasado evolutivo.
METODO CARCATERÍSTICAS IMPLICACIONES ACTUALIDAD
Mayéutico-dialéctico Es la forma de descubrir la Implica una filosofía En desuso
Es el primer gran método verdad que todos llevamos polémica abierta a los
filosófico. Creado por dentro mediante el diálogo. problemas humanos y
Sócrates y desarrollado por Tiene dos momentos: ironía sociales. Ofrece una visión
Platón. Se desarrolla en los y mayéutica. optimista del conocimiento.
siglos V y IV ane.
Físico-ontológico Nos acercamos a la La experiencia y el Se le acusa de
Es el empleado por Naturaleza desde la raciocino están conectados. excesivamente metafísico
Aristóteles o Tomas de experiencia sensible, pero La inteligencia es activa y al
Aquino. continua aplicando la razón. recibir los datos de los
Uniendo experiencia y sentidos buscamos
percepción es posible hacer racionalmente su razón de
inteligible la naturaleza. ser.
Racionalista Es de naturaleza deductiva, Confianza absoluta en la Sin exageraciones, ofrece
Empleado por Descartes en parecida al empleado en razón que no solo se armas críticas de
el siglo XVII. matemáticas. desvincula de la considerable ayuda.
experiencia sino que la
concibe como fuente de

EL SABER FILOSÓFICO - 20
error. Solo la razón produce
conocimiento seguro.
Empirista La mente humana es una Recuperan facultades Se lo relaciona con el
Desarrollado por el página en blanco que se humanas como la desarrollo de la ciencia
empirismo inglés(siglos limita a recibir información imaginación o los moderna y es recogido por
XVII-XVIII).Tiene su de la naturaleza mediante sentimientos desconfiando las tradiciones positivistas
exponente en David Hume. los sentidos. Es de la razón. de los siglos XIX y XX.
básicamente inductivo.
Trascendental Lo importante no es Lo importante no es el Ha sido reabsorbido por
Creado por Kant en el siglo describir las cosas sino dar objeto conocido sino el otras metodologías
XVIII. razón de ellas, estudiar sus sujeto cognoscente. Hay posteriores.
condiciones de posibilidad. que mirar el mundo desde
las posibilidades de
conocer del sujeto.
Analítico-lingüístico Los problemas filosóficos Analizar el lenguaje es Es uno de los métodos de
Desarrollado sobre todo en tienen su raíz en un mal analizar la experiencia que pensamiento más usados
el ámbito anglosajón. Tiene uso del lenguaje. Habrá es comunicable y publica. hoy día. Se muestra
su representante en que recurrir a un lenguaje El propio lenguaje es insuficiente al estancarse
Wittgenstein (siglo XX). formalizado ideal o al revelador de tomas de en problemas muy laterales
lenguaje cotidiano en el que posición no conscientes. del lenguaje.
el problema se expresa.
Fenomenológico Hemos de aprender de Hay que mirar el mundo Ha ofrecido grandes
Creado por E. Husserl en el nuevo a mirar la realidad rompiendo con la actitud aportaciones de la mano de
siglo XX. dejando de lado los natural y adoptando una Sastre en literatura, de
presupuestos para actitud personalista. Hay Merleau-Ponty en
concentrarnos en lo que recuperar la psicología y de M. Eliade y
esencial. experiencia y el mundo R. Otto en religión.
humanos pero desde el
sujeto despojado de
prejuicios.
Hermenéutico Proviene del método Atención prioritaria al Es el más usado
Se constituye como método fenomenológico, que es lenguaje, pero buscando actualmente, aunque
en el siglo XX de la mano inaplicable porque no alcanzar la experiencia que admite matices.
de Heidegger, Gadamer y podemos dejar de lado todo lenguaje comunica.
Ricoeur. Su gran precursor nuestra cultura. De modo
fue F. Nietzsche en el siglo que la misión de la filosofía
XIX. es explicar los
presupuestos que guían
toda comprensión.

EL SABER FILOSÓFICO - 21
A MODO DE RESUMEN

CARACTERÍSTICAS DE LA FILOSOFÍA
Uno de los elementos que caracteriza el saber filosófico está planteado a partir de la capacidad de
Asombro

asombro que tiene el ser humano. A partir de un recorrido histórico podríamos identificar diferentes
cuestiones que tradicionalmente han inquietado al ser humano y lo han conducido a la búsqueda
de respuestas explicativas, a saber: la libertad, el alma, el sentido de la vida, el conocimiento, los
valores, etcétera.
Aunado a la capacidad de asombro que posee el ser humano se encuentra la actitud crítica de
dudar, de cuestionar la tradición, la autoridad, lo cual implica la utilización de la duda como
Duda

condición existencial, la misma que se expresa a través de experimentar angustia, intranquilidad o


desasosiego ante la realidad, o como método en la que se establece como condición de posibilidad
para la generación del conocimiento.
Estrechamente vinculado a la capacidad de asombro y duda que caracterizan la filosofía,
Reflexión
racional

encontramos un tipo de reflexión ordenada, coherente, fundamentada en razones, lo cual le otorga


el título de ser un saber de reflexión racional. En este sentido, las explicaciones que otorga son
aceptadas en la medida en que están fundamentadas en argumentos, que pueden ser discutidos y
sometidos a crítica; es decir, las explicaciones que presenta no son dogmáticas.
A lo largo del tiempo, algunos filósofos han considerado que otro rasgo que caracteriza a la
totalizadora

filosofía es que ofrece una visión totalizadora de la realidad, en tanto que tiene un objeto de
estudio distinto de las demás ciencias, pues abarca todas las cosas; esto significa que es el más
Visión

amplio, ya que no se centra en segmentos o parcialidades de la realidad, sino en la totalidad de lo


real. Así, al tener por objeto de estudio la totalidad de cuanto existe, se encarga de poner de
manifiesto los aspectos esenciales de la realidad para tratar de llegar a una visión de conjunto de
lo real para tratar de descubrir su fundamento último.
Otro de los aspectos que caracteriza a los planteamientos filosóficos se evidencia a partir de la
estructura con la que plantea las cuestiones que han sido de capital importancia a lo largo de los
Pregunta

siglos. Los grandes problemas de la filosofía están expresados en forma de preguntas; por
ejemplo, para Aristóteles la filosofía puede ser entendida como una indagación causal, en tanto
que es una búsqueda que interroga por el ser, la sustancia, el hombre, la realidad, etc., desde su
fundamento último. De esta manera, la pregunta cobra importancia en la medida que siempre está
orientada hacia la búsqueda– respuesta de los grandes problemas de la filosofía.
Afirmar que la filosofía se caracteriza como un amor a la sabiduría podría implicar, por un lado, el
Amor a la
sabiduría

reconocimiento de nuestra propia ignorancia y, por otro, la necesidad de ir a la búsqueda de la


verdad. Así, la actividad filosófica consiste en el puro deseo de conocer y contemplar la verdad,
esto es, un amor desinteresado por la verdad a partir del cual es posible reconocer que la filosofía
constituye una pasión libre por la sabiduría. De este modo, la filosofía constituye un fin en sí
misma porque tiene como objetivo la búsqueda, contemplación y deleite de la verdad.
Hemos de reconocer que la filosofía tiene múltiples formas de expresión, entre las más comunes
diálogo

podríamos mencionar el ensayo, el tratado y el diálogo. El diálogo es entendido como una


El

discusión organizada mediante preguntas y respuestas entre individuos (o uno mismo) interesados
por una misma cuestión que se intenta precisar y responder, y respecto de la cual se pueden
mantener inicialmente puntos de vista distintos.
DISCIPLINAS FILOSÓFICAS
Estudia el concepto más genérico de cuanto es posible, de lo que existe, el ente. Investiga qué
Ontolo

clase de entidades constituyen la estructura de la realidad. Trata de establecer las características


-gía

esenciales o modos de ser de todo cuanto existe, a partir del análisis de sus propiedades y
estructuras.
Etimológicamente el término alude al “estudio del conocimiento” y proviene de las raíces griegas
Gnoseo-

gnosis: conocimiento y logos: teoría, así que puede considerarse el área de la filosofía que se
logía

encarga de estudiar los problemas relativos al conocimiento. Tales problemas han sido planteados
tradicionalmente a partir de un estudio crítico para tratar de determinar las condiciones de
posibilidad del conocimiento en general...
Proviene del griego epistéme: conocimiento o ciencia y logos: teoría o estudio, y es la disciplina
Epistemo

filosófica ubicada dentro del área de la gnoseología a la que se le atribuye como objeto de estudio
logía

el conocimiento científico, es decir, aquel tipo de conocimiento que está sujeto a comprobación, ya
sea empírica o formal. Por tanto, se le atribuye la función de ocuparse de la ciencia y del
conocimiento científico como objeto propio de estudio.
La palabra lógica proviene del griego logos, cuyo significado es palabra o razón. Esta disciplina
Lógi
-ca

instrumental de la filosofía está centrada en el estudio formal de los métodos y principios que
permiten distinguir los razonamientos correctos de los incorrectos.

EL SABER FILOSÓFICO - 22
AxiologíaEsta área filosófica también es conocida como filosofía de los valores (axios: valor y logos: estudio
o tratado). Debido a que es posible considerar que todo acto implica siempre una elección entre
varias posibles acciones, dicha elección siempre está sujeta a una escala de lo que consideramos
valioso. El valor, cualidad que se predica de un ser, tiene algunas características que comúnmente
se le atribuyen, por ejemplo: polaridad, jerarquización y preferibilidad.
Como disciplina filosófica, la ética tiene por objeto de estudio la moral. El término moral es
entendido como el conjunto de normas, costumbres o prácticas que rigen la conducta del hombre
Ética

en función del bien general. El término ética proviene de la palabra griega ethos, que significa
morada, costumbre, forma de ser, y será entendido como la reflexión racional para tratar de
establecer qué se considera una conducta buena y en qué se fundamentan los juicios morales.
Es la parte de la filosofía que está orientada al estudio de la belleza. Tiene por objeto de estudio
Esté
-tica

las características y los valores relacionados con la belleza, de igual manera, busca reflexionar
sobre las categorías que están presentes dentro de la actividad artística.
Esta disciplina aborda el fenómeno religioso como realidad humana desde un enfoque racional y
religión
Filosofí
a de la

objetivo, considerando tanto las características definitorias que comprende la naturaleza de la


religión, así como todas aquellas ciencias que estudian algún aspecto del hecho religioso, como la
sociología de la religión, psicología de la religión, etc.
Tiene por objeto de estudio reflexionar sobre gobierno, política, autoridad, derechos y los valores
política
Filoso-

relacionados con las formas de gobierno: libertad, justicia, etc., para busca establecer los principios
fía

o fundamentos que las sustentan, mismos que nos permitan tener una perspectiva crítica de la
práctica política.
Esta disciplina busca explicar el fenómeno de la cultura a partir del conjunto de aspectos que la
ía de la
cultura
Filosof

constituyen. Su objetivo es situarnos críticamente en el desarrollo de la vida cultural para poder


reconocer los valores que tienen una destacada presencia en las formaciones culturales, y desde
un contexto global se incluye la reflexión sobre las diversas prácticas culturales.
LA EXPLICACIÓN DE LA REALIDAD
¿Qué es para Causas a través ¿Qué piensa del ¿Qué clase ¿Qué tipo
él la realidad? de las cuales conocimiento? de opinión de
explica la tiene? explicación
realidad es?
Cualquier Todo lo que le Causas aparentes, No duda que Opinión Empírica
persona rodea. lo que supone que conoce la verdad a ingenua
es. través de los
sentidos.
Científico La naturaleza, Causas Inmediatas Duda de la Crítica Científica
el hombre y capacidad de
sus creaciones nuestros sentidos
para conocer la
verdad.
Filósofo El hombre, su Causas primeras No está de acuerdo Opinión Filosófica
cultura, el dentro del orden en qué pensar crítica con
universo… natural sobre nuestra sentido
capacidad para filosófico
conocer la verdad
FILOSOFAR, ¿PARA QUÉ?
Nuestro mundo está marcado por dos rasgos, que parecen hacer superfluo el saber filosófico:
- La celeridad de los cambios sociales más parece exigir leer la prensa para orientarse en la vida que
dedicarse a un saber de lo universal y lo profundo.
- Los saberes que se valoran son los positivos, que permiten controlar la realidad e intervenir en ella. Aunque,
paradójicamente, también atraen los “saberes” esotéricos y milenaristas.
Sin embargo, necesitamos más que nunca un saber como el filosófico que trate de llevar adelante las tareas que le
competen y que podrían resumirse en las siguientes
 Intentar desentrañar cuáles son los fines que podemos y debemos proponernos racionalmente.
 Tratar de alcanzar la dimensión de lo universal, rebasando la particularidad de las ciencias y la de las culturas y
sociedades determinadas, cuando se trata de lo que todos necesitamos para vivir bien.
 Proveernos de criterios para la crítica racional, que nos ayuden a combatir los dogmatismos.
 La argumentación o reflexión filosófica ha de proporcionar un saber integrador de los distintos saberes tanto
en el conocimiento como en la acción; tanto en lo que se refiere a la búsqueda de la verdad como en lo que afecta a los
fines últimos de la vida humana.
La falta de vida filosófica genera desorientación vital, porque falta un saber integrador de los restantes, capaz de
universalidad y de crítica, que trate de acceder a la verdad radical y se pregunte por los fines últimos de la vida humana.

EL SABER FILOSÓFICO - 23
LOS PROBLEMAS FILOSÓFICOS EN SU HISTORIA

Es muy difícil definir lo que es la filosofía porque su definición ha cambiado mucho a lo largo de la historia.
Podemos dividir esa historia en tres períodos:
Periodo Metafísico (Antiguo y Medieval). Pregunta por el SER o REALIDAD.
Es un periodo esencialmente METAFISICO, dominado por las preguntas sobre el SER y la NATURALEZA. Los
griegos inician la marcha: insatisfechos de las explicaciones míticas se ponen a investigar acerca de la
naturaleza del cosmos. La investigación debía ir más allá y más al fondo de las simples apariencias. Se
trataba de conocer la esencia de las cosas, la idea o estructura íntima que hacía que las cosas sean tal y
como son. Identificaban entre realidad, razón y palabra. Además, querían conocer las causas últimas.
Aunque las primeras preocupaciones de los filósofos-científicos griegos son “cosmológicas” (origen y forma
del universo) el pensamiento no olvida su dimensión practica: a partir del siglo V, se produce el llamado
"giro antropológico", al preocuparse más por los problemas de la vida del hombre en sociedad que acarreó
el régimen democrático que sustituyó al viejo poder aristocrático y religioso. Coincidiendo con la llegada de
la democracia en Atenas (siglo de Pericles) los problemas ETICO-POLITICOS pasan a primer plano. Así de la
preocupación por las leyes naturales se evoluciona hacia el planteamiento de la ley política (nomos), es
decir, se busca una nueva base racional -no impuesta por presuntos dioses, sino por el pueblo
autogobernándose de forma libre- de una nueva sociedad en la que imperase la justicia. Sócrates señala un
antes y un después en la filosofía al poner el problema de la definición del BIEN por encima de cualquier
otro problema filosófico.
Con Sócrates la democracia griega alcanza su máximo esplendor, pero también su mayor fracaso (es
condenado injustamente a muerte por el pueblo, de modo totalmente democrático) y a partir de ahí,
comienza la larga decadencia del pensamiento clásico. A la democracia ateniense le sucede el Imperio de
Alejandro y posteriormente la conquista romana, que en el siglo I deja de ser república para convertirse en
el mayor Imperio occidental. Con la libertad política morirán poco a poco la libertad de pensamiento y de
expresión y con ellas, la propia filosofía y aún la ciencia, siendo sustituidas por una nueva religión (el
monoteísmo judeocristiano) más apta para el control de las masas. El imperio durará cinco siglos, pero en
los dos últimos, los de mayor crisis económica y político-social, en los que las desigualdades se
incrementaron exponencialmente, se convertirá oficialmente en cristiano.
Pero, coincidiendo con la decadencia y caída del Imperio Romano de occidente, el cristianismo se convierte
en la principal fuerza espiritual de Europa. La unificación política alcanzada y su correlato religioso, el
monoteísmo, se disgregan: surgen tres grandes bloques (cristianismo trinitario occidental, cristianismo
ortodoxo bizantino, Islamismo, además del Judaísmo repartido en todos ellos).
La filosofía nace en Grecia como crítica de los antiguos mitos y a la vez que la ciencia, en un contexto de
libertad política (la democracia) y por tanto de pensamiento y expresión que poco a poco se fue apagando,
desapareciendo por completo a finales del Imperio Romano y comienzos de la Edad Media con el retorno
de la tiranía y de las religiones en general. Pitágoras inventó el término filosofía, definiéndola no como
“sabiduría” sino, más modestamente como “amor o inclinación por la sabiduría”.
Sócrates situó el comienzo de esta en el reconocimiento de la propia ignorancia. La duda también está en
su origen: la incertidumbre, la conciencia de no saber y la necesidad de conocimiento nos mueven a
filosofar. La filosofía surge en el mundo cuando el hombre descubre las cuestiones radicales y no tiene
certidumbres suficientes. Reconocer nuestra propia ignorancia es el comienzo del saber. “Sólo sé que no sé
nada” dijo Sócrates, y su ignorancia fue capaz de alumbrar toda una teoría sobre la realidad humana.
Platón habló del amor por el saber. Por tanto, nace de un sentimiento: la necesidad que todo hombre tiene
de formarse una concepción unitaria de la realidad, de dar un sentido a su vida. No soportamos el caos ni el
sinsentido: por eso buscamos una explicación.
Aristóteles afirmó que la filosofía nació de la admiración ante la realidad (es decir, ante un mundo
enigmático que plantea toda suerte de interrogantes) están en su origen (Aristóteles).Según Aristóteles
"Concebimos al filósofo como conocedor del conjunto de las cosas. El que tiene las nociones más rigurosas
de las causas y que mejor las enseña es más filósofo que todos los demás en todas las ciencias. Es la ciencia
teórica de los primeros principios y de las primeras causas".
1. Es el saber más general y elevado, ya que versa sobre las esencias y causas últimas de todas las cosas.
2. Es un saber que va más allá de las apariencias sensibles físicas. Las esencias de las cosas no son
perceptibles, sino inteligibles.

EL SABER FILOSÓFICO - 24
3. Se afirma que este saber es el fundamento último de todo conocimiento.
4. El presupuesto general de este saber es la racionalidad de lo real.
Los presocráticos, verdaderos fundadores de la filosofía, se centraron en el estudio de la naturaleza (physis)
y del origen del universo. Para los griegos en general (y también para los medievales) el universo es una
especie de gran organismo vivo pero cuyos cambios se producen desde dentro, no de forma sobrenatural y
regidos por un orden (cosmos) constante y regular que la razón debe descubrir y plasmar en leyes. Este
orden les lleva a considerar que debe haber una arjé, un principio, materia común y causa de todos los
cambios del que surge toda la realidad. Sólo Demócrito plantea el modelo materialista /mecanicista
(atómico) moderno, pero no tiene apenas trascendencia. Las ciencias griegas más avanzadas son las más
teóricas y racionales: lógica y matemáticas. También la astronomía y, en parte, la medicina.
Sofística y Sócrates: Aunque ni ellos mismos ni sus contemporáneos los consideraban filósofos, sino
retóricos y pedagogos, los sofistas contribuyeron al llamado "giro antropológico", al preocuparse más por
los problemas de la vida del hombre en sociedad que acarreó el régimen democrático que sustituyó al viejo
poder aristocrático y religioso.
Pensadores como Platón y Aristóteles relacionan sistemáticamente ambas cuestiones, la teórica
(cosmológica) y la práctica (antropológica) creando los primeros sistemas filosóficos completos y los de
mayor influencia en la historia posterior (especialmente notable en el cristianismo). Platón (427-347 a.n.e.)
fue el fundador de la Academia y el iniciador del idealismo. Creador de la primera UTOPIA POLITICA de la
historia, sus concepciones del mundo IDEAL, del conocimiento matemático y astronómico (pitagorismo)
como único conocimiento verdadero, del Alma de la vida tras la muerte y sobre todo de la Sociedad
PERFECTA influirán decisivamente en la formación del pensamiento cristiano. Lo mismo puede decirse de
Aristóteles (384-322 a.n.e.), su principal discípulo, quien fundó el Liceo e inició una línea filosófica más
empirista y realista, pero igualmente metafísica en su fondo y muy influyente en la posteridad (su física
geocentrista sería defendida por la Iglesia católica a partir del siglo XIII como una verdad oficial).
Durante el Imperio Romano, el giro antropológico se acentúa: decae la investigación científica, se aceptan
como verdaderas sin apenas crítica las doctrinas cosmológicas de Platón y Aristóteles, se evoluciona hacia
un monoteísmo racional y en lo político la progresiva dictadura de una república cada vez más imperial
impone una huida de la política y una retirada general hacia la vida privada. El Epicureismo, Estoicismo, etc.
(escuelas morales) serán las filosofías éticas dominantes: El carácter básicamente ético de estas escuelas se
plasmó en el diseño y la aplicación de una verdadera filosofía de la vida individualista y desengañada. El
ideal de un sabio bueno y feliz, pero esencialmente a-político se generalizan: la pregunta es ¿cómo se
puede ser bueno y feliz individualmente, dado que la sociedad es injusta y no hay rebelión posible? La
actitud y la mentalidad que predicaron ejercieron una gran influencia durante toda la época romana, e
incluso después de la desmembración del Imperio, y son perceptibles en la resignación cristiana.
Ya en el Imperio, la filosofía se escora cada vez hacia la religión. Y esta vuelve a primer plano, mientras la
ciencia languidece en Alejandría. El imperio acaba con la libertad política y también, de paso, con la de
pensamiento y expresión. Se impone el Neoplatonismo: Corriente fundada por Plotino. Se caracteriza por
dotar de un sentido más religioso y dogmático a la doctrina de Platón. Ejercerá una gran influencia en la
filosofía cristiana posterior. Hacia el siglo III, la mayor parte de la población del imperio ya no será ni pagana
ni agnóstica, sino cristiana. La FE simple resignada a la esperanza en otra vida y consolada por una falsa
caridad le resultará políticamente más útil a los poderosos que las dudas de la filosofía y las certezas
complejas de la ciencia para controlar a las masas. Pero el monoteísmo filosófico griego y el monoteísmo
religioso judeocristiano se complementarán bastante bien para tal propósito, aunque no sin roces.
Patrística: época de la antigüedad cristiana postapostólica que se caracteriza por los esfuerzos de los padres
de la Iglesia (de ahí su nombre) por desarrollar la doctrina cristiana con la ayuda de la filosofía antigua y por
defenderla contra el paganismo y el gnosticismo. Constituye más bien una fase de transición desde la
apología de la vida cristiana hasta la teología académica o escolástica. Los pensadores cristianos de este
período más influyentes en la filosofía medieval fueron Boecio (480-524) y Agustín de Hipona (354-430).
Occidente, arrasado por los bárbaros se convierte en un conjunto disperso de reinos más o menos feudales,
atrasados, de economía básicamente agrícola –sin apenas ciudades ni comercio- y en lo cultural, sólo
unificados por una Iglesia que intenta constante e inútilmente resucitar el viejo Sacro Imperio Romano
(ahora también, “Germánico”). Poco a poco, la FE desplaza a la RAZON en el mundo tardo-romano y
medieval y la filosofía se convierte en “sierva (ancilla)” de la TEOLOGIA. Dicho de otro modo, no hay más
posibilidad de pensamiento que la que coincide con la METAFISICA cristiana, heredera de la tradición

EL SABER FILOSÓFICO - 25
platónico-aristotélica y del judaísmo (DIOS es el SER, la única verdadera realidad). El CREACIONISMO (Dios
creó el mundo de la NADA concepto ajeno al pensamiento griego, que siempre afirmó que el mundo es
eterno, no creado) y el TEOCENTRISMO (Dios, único ser NECESARIO, omnipotente y omnisciente es el
centro del universo medieval, no el hombre) son las características de la nueva teología, que añade nuevos
conceptos al pensamiento (libertad, linealidad del tiempo y de la historia, etc.) pero lo somete por
completo a la FE. Toda otra sabiduría queda relegada al olvido, al anatema o la herejía. Y en cuanto a la
investigación científica especializada, tal como se practicó en el periodo helenístico en Alejandría,
prácticamente desaparece condenada por las autoridades eclesiásticas como magia, brujería o hechicería.
Son malos tiempos para el pensamiento y la ciencia “libres”.
Escolástica: Es la corriente filosófica más importante durante la Edad Media. Estuvo básicamente centrada
en cuestiones teológicas y metafísicas, aunque también se interesó por otros temas independientes de la
religión, como la lógica. En la Alta edad media será el platónico e idealista Agustín de Hipona quien marque
las líneas generales del pensamiento cristiano posterior. Sólo a partir del siglo XIII (Baja Edad media) la
Iglesia se verá obligada a modificar ligeramente sus planteamientos para adaptarlos a una realidad más
urbana y más realista, que se enfrenta nuevos problemas (crecimiento de la burguesía, contacto cultural
con el Islam, etc.). El aristotélico y más realista o mundano, pero igualmente fideísta, Tomás de Aquino
(1225-1274) representa la culminación de la escolástica cristiana medieval y permanece hasta hoy como el
filósofo oficial del catolicismo, entendido como ideología universalista de la aristocracia feudal europea.
Nominalismo: Esta corriente filosófica supone el abandono del Medioevo y la entrada en la Modernidad. En
filosofía significó un giro radical al defender que no existen las ideas universales, sino individuos
particulares semejantes entre si y términos generales para referirse a dichas semejanzas. Guillermo de
Ockham (1298-1349) es su máximo representante y anticipa muchos aspectos de la modernidad (al
delimitar la razón como independiente de la fe) y de la posterior rebelión protestante con sus críticas a la
ideología escolástica tomista y al Papado.
Periodo Gnoseológico (Moderno). Pregunta por el CONOCER.
La Razón se emancipa lentamente de la FE, al tiempo que una incipiente burguesía asciende socialmente
hasta acabar con el sistema feudal y el antiguo régimen, en varias fases bien conocidas (reforma
protestante, revoluciones inglesa, americana y francesa). En efecto, a partir del siglo XV, la burguesía
empieza a oponerse al feudalismo imponiendo en lo económico un capitalismo comercial y reclamando
cada vez mayores derechos políticos frente a la aristocracia y el clero. En lo ideológico todo ello supondrá la
crítica cada vez más profunda y despiadada del catolicismo. Es un proceso largo y complejo pero sus raíces
se encuentran en tres grandes corrientes del Renacimiento:
- El Humanismo: que, recuperando a los autores clásicos greco-romanos sustituye el geocentrismo
medieval por un antropocentrismo en el que el hombre empieza a ocupar el lugar de Dios, con una visión
más positiva del universo y de la naturaleza (que ya no se contempla como un mero lugar de paso).
- La Reforma Protestante: que cuestiona la unidad ideológica católica, el papado y sobre todo introduce un
individualismo religioso más acorde con los intereses de una burguesía nacionalista.
- la Revolución científica, que se realiza desde el siglo XV en el ámbito de la matemática, la física y, sobre
todo, la astronomía, con el heliocentrismo de Copérnico. Se abandona la concepción aristotélico-
ptolemaica del mundo, y la ciencia (especialmente la física matemática) aparece por primera vez como algo
claramente distinto a la filosofía. Las características principales de la nueva ciencia (nuova scienza) son:
• Heliocentrismo: el sol es el centro, no la tierra.
• Mecanicismo: El universo no es ni un organismo vivo (Grecia) ni una criatura de Dios (Cristianismo) sino
una máquina perfecta que funciona sola según las leyes naturales y que podemos estudiar racionalmente
(más bien “medir matemáticamente”: importa cada vez más el cómo suceden las cosas, no el “porqué”).
• Matematización: visión cuantitativa de la realidad, no cualitativa (como se deduce de lo anterior).
• Experimentalismo: no se busca sólo conocer por conocer sino controlar, dominar y transformar la
naturaleza de modo práctico. Las teorías deben ser probadas por la observación y, sobre todo, útiles.
El movimiento humanístico de los siglos XIV- XVI se propuso restaurar el ideal educativo de la Antigüedad a
través de un cierto tipo de cultura general basada en las artes del lenguaje. La Reforma, cuyo caldo de
cultivo se sitúa en el humanismo del siglo XV, se despliega a principios del XVI. Erasmo de Rótterdam (1469-
1536) criticó la corrupción eclesiástica y las inútiles discusiones escolásticas. Martin Lutero (1483-1546)
cuestiona la representatividad del Papa y de la jerarquía eclesiástica. Se gestan los primeros estados
nacionales; la política se independiza de la ética en la obra de Maquiavelo (1469-1527).

EL SABER FILOSÓFICO - 26
El cambio de perspectiva de la ciencia se produjo sobre el avance en dos campos: la geometría celeste y la
mecánica. Respecto a la primera, Galileo (1564-1642), Copérnico (1473-1543) y Kepler (1571-1630)
cambiaron nuestra visión del universo. Respecto a la mecánica, se avanzó enormemente en el estudio de la
caída y el movimiento de los cuerpos. Uno y otro campo quedaron fundidos por Newton (1642-1727) con
su teoría sobre la gravitación universal. Los nuevos descubrimientos fueron acompañados de radicales
innovaciones metodológicas. El heliocentrismo desplaza al hombre del centro del universo y siembra las
primeras dudas sobre la existencia de Dios.
Con Newton y la formulación de la ley de la gravedad universal se completa la primera gran revolución
científica: la física matemática se convierte en la reina de las ciencias (la primera en especializarse) y el
MATERIALISMO MECANICISTA se convierte en la filosofía dominante en la modernidad, hasta bien entrado
el siglo XX. El universo es una gran máquina compuesta de partículas materiales, y animada por diversas
formas de energía que se estudian durante el período.
La nueva ciencia, decimos, pretende formular mediante leyes matemáticas universales y necesarias lo que
aparece a nuestros sentidos (los fenómenos) sin preocuparse demasiado por sus causas últimas
(metafísicas). De este modo, se evitan las cuestiones político-religiosas conflictivas, se declara insignificante
a la metafísica o se deja la batalla ideológica contra la Escolástica en manos de filósofos profesionales, cada
vez más diferenciados de los (“neutrales”) científicos. Sin embargo, la ciencia moderna, de modo explícito o
implícito defiende cada vez más una metafísica muy concreta: el materialismo atomista y ateo
(formalmente “agnóstico”) de Demócrito. Y en el terreno epistemológico, su curiosa síntesis de teoría
matemática y experiencia sensible tendrá unos fundamentos muy poco sólidos, que se convertirán en el
centro de atención del pensamiento moderno, más preocupado ahora por la cuestión del CONOCER
(¿cómo conocemos las cosas, cuál es y debe ser el verdadero método científico) que por la del SER.
En cualquier caso, la ciencia parece triunfar donde la filosofía había fracasado: su progreso parece
imparable desde el Renacimiento hasta principios del XX en el que la Teoría de la relatividad y la mecánica
cuántica ponen en cuestión los fundamentos de la ciencia positivista, así como del materialismo
mecanicista que dominará el pensamiento moderno hasta nuestros días, tras haber extendido su imperio
incluso a las ciencias biológicas con la segunda gran revolución científica: la representada por la teoría de la
Selección natural defendida por el evolucionista Charles Darwin en su The Origin of Species (1859).
Hay una desconfianza de la razón metafísica, identificada con la vieja escolástica. Locke intuyó que la
filosofía había andado siempre por un camino equivocado al suponer que la realidad y la razón coinciden.
La filosofía se aleja de la investigación sobre la naturaleza (que se deja en manos de la ciencia) y más que
centrarse en la realidad en sí misma, se centra en el análisis crítico del modo de acceder a ella. Esta nueva
etapa no sólo se caracteriza por la definitiva autonomía de la razón respecto a la fe religiosa, sino también
por la búsqueda de un nuevo método, no sólo para las ciencias, sino capaz de hacer progresar la filosofía
como lo está haciendo la propia ciencia. Así, la filosofía se convierte primordialmente en crítica del
conocimiento, en EPISTEMOLOGIA. Tal es la orientación de las dos principales escuelas modernas:
racionalista y empirista, que ya no se ocupan tanto del SER como del “CONOCER”. El racionalismo afirma
que la nueva ciencia es, básicamente “matemática”. El empirismo, por su parte, afirma que esta es sobre
todo “experimentación”, experiencia sensible. Kant supone una nueva concepción de la razón: cree que es
posible justificar la síntesis de razón matemática y experiencia sensible, pero al precio de que la razón ya no
se identifica con la realidad, y no es capaz de conocer las cosas tal y como son en sí mismas. La razón se
encuentra encerrada en unos límites muy estrechos: sólo se puede conocer aquello que se puede
experimentar intersubjetivamente (de modo fenoménico). Ir más allá de la física (de modo metafísico,
absolutamente objetivo) es imposible. De este modo, se negó la posibilidad de un conocimiento metafísico,
y la filosofía se convirtió en crítica del conocimiento, pero también de la religión y de la sociedad
(inspirando las primeras teorías POLITICAS democráticas, antiabsolutistas y republicanas modernas). La
autonomía de la razón se consuma: es capaz de juzgarse a sí misma, de señalar sus propios límites, pero
también de delimitar sus conocimientos como verdaderos (ciencia) frente a un falso saber o una falsa FE en
el conocimiento de la totalidad. Pero también es capaz de autogobernarse, de dictar normas prácticas
ético-políticas puramente racionales, sin subordinación alguna a la fe religiosa. Ya dijimos que la ilustración
representa el triunfo de la ideología burguesa que conducirá a las revoluciones liberales del XIX y del XX,
empezando por la francesa. El republicanismo democrático y antiabsolutista ya se percibe desde el
Renacimiento en todo el pensamiento moderno, pero cuaja en la Ilustración Inglesa, Francesa y finalmente

EL SABER FILOSÓFICO - 27
se autofundamenta en la obra de Kant (ilustración alemana) que representa la máxima autonomía de la
razón frente a la fe tanto en el plano teórico como en el práctico.
Sin embargo, aunque en general la Ilustración triunfa, el kantismo sólo tiene influencia en el continente y
pronto es superado/criticado, coincidiendo con el desengaño que produce la Revolución Francesa en
muchos aspectos. El internacionalismo ilustrado se convierte en nacionalismo imperialista burgués, sobre
todo en Alemania, pero en general en todo Occidente. Tras arrinconar al Idealismo romántico alemán, el
empirismo/positivismo se convirtió en la escuela más influyente de los siglos XIX y XX coincidiendo con la
expansión mundial del dominio capitalista anglosajón. Sin embargo, no fue la única: contra ella o al lado de
ella surgen otras corrientes cuya influencia se hará sentir en el siglo XX en todo el continente, a raíz de la
crisis económica, política e ideológica de ese modelo (el modelo capitalista liberal burgués) y de las dos
guerras mundiales que provoca (Marxismo, Vitalismo, Fenomenología, Existencialismo etc.). La burguesía
racionalista e ilustrada, una vez en el poder, impone un nuevo dominio casi dictatorial sobre el resto del
mundo, representado ejemplarmente por el imperialismo anglosajón dominante en lo económico
(capitalismos comercial, industrial y financiero) y en lo político (las pseudo-democracias bipartidistas).
Lógicamente, el pensamiento crítico se revuelve contra lo que cada vez se revela más como una nueva
religión dominante: la tecno-ciencia Y sus justificaciones ideológicas (empirismo, positivismo, etc.)
El racionalismo es la primera gran corriente filosófica del mundo moderno. Su inicio en la obra de Descartes
(1596-1650) coincide con la fase final de la revolución científica. Los principales exponentes del
racionalismo moderno tras Descartes fueron Spinoza (1632-1677), G. W. Leibniz (1646-1716) y Christian
Wolf (1679-1754). El nombre de esta corriente del pensamiento alude a la confianza absoluta en la razón,
siempre que emplee un método correcto. De ahí que para los racionalistas la búsqueda del método para
llegar a la verdad constituyera la cuestión cardinal de la reflexión filosófica. En esta tarea fue determinante
la fascinación de los racionalistas por el modelo matemático, axiomático-deductivo, que tantos y tan
excelentes progresos aportó en la física de Galileo. A partir de una serie de ideas innatas y tomando como
modelo la deducción matemática, la razón puede por sí sola, sin recurrir a la experiencia, descubrir todo el
entramado de la realidad. En la medida en que los racionalistas concedieron gran relevancia a los primeros
principios evidentes, se infravaloró el papel de la experiencia sensible, cayendo en el dogmatismo.
El empirismo suele considerarse la corriente opuesta al Racionalismo. El empirismo sostiene la importancia
determinante de la experiencia y la inducción como factores constitutivos del conocimiento. El origen y el
valor del conocimiento dependen de los datos de la experiencia sensible, a partir de los que se construye
inductivamente -no deductivamente- todo conocimiento. Toda pretensión de rebasar los límites de la
experiencia está condenada al fracaso, de ahí la crítica empirista a la metafísica y hacia las ideas innatas.
Pero con estas tesis (psicologistas) el conocimiento humano pierde la consideración de absolutamente
verdadero para convertirse en meramente “probable” lo que les lleva inevitablemente al polo opuesto al
dogmatismo: el escepticismo. La tradición empirista se desarrolló principalmente en el ámbito cultural
británico. Los principales autores de esta corriente son John Locke (1632-1704), G. Berkeley (1685-1753) y
David Hume (1711-1776), quien condujo el empirismo a su formulación más coherente y radical. Si en lo
teórico, los empiristas son sensualistas y antimetafísicos, en lo político serán antiabsolutistas,
antiintolerantes y pro-republicanos, defendiendo la democracia parlamentaria como nueva forma de
gobierno, basada en la soberanía popular.
Ilustración: La ilustración, en general, representa el pensamiento o la ideología de la burguesía plenamente
emancipada que conducirá a las revoluciones inglesa, americana y francesa (democracia: republicanismo y
parlamentarismo liberal). Pero, en el terreno de la teoría del conocimiento el gran intento de síntesis de
racionalismo y empirismo (y en general de todas las ideas de la época) es realizado por Inmanuel Kant
(1724-1804). Su pensamiento (y de todos los ilustrados) recoge la herencia del racionalismo, el empirismo y
la ciencia newtoniana. Es el más importante filósofo del siglo XVIII, abrió nuevos caminos al pensamiento y
determinó toda la filosofía posterior. Kant cree que el conocimiento sólo puede partir de la experiencia
sensible, si bien no todo él procede de ella. Nuestra mente posee una forma específica (a priori) de captar
la realidad que condiciona todo aquello que conocemos. El resultado es que no conocemos las cosas como
son en sí mismas (objetivamente) sino determinadas o condicionadas por nuestra mente, aunque eso sí, de
un modo intersubjetivo y por tanto, científicamente válido. Con matices, el kantismo viene a coincidir en
esto con el empirismo: el conocimiento metafísico no es tal conocimiento, sólo es conocimiento el
conocimiento científico. Pero los matices son muy importantes y darán lugar a escuelas de pensamiento
muy distintas (el idealismo alemán y sus derivados y el positivismo inglés y sus derivados).

EL SABER FILOSÓFICO - 28
Periodo humanista (CONTEMPORANEO). Pregunta por la NATURALEZA HUMANA.
Coincidiendo con las primeras crisis serias del capitalismo industrial y financiero, desde finales del siglo XIX
la Ilustración y el pensamiento moderno entran también en una considerable crisis, de la que parece ser
reflejo a su vez la “crisis de fundamentos” de las ciencias físico-matemáticas que vivimos actualmente: por
un lado las ciencias particulares no alcanzan a conocerlo TODO, (se cuestiona incluso su progreso) y por
otro el racionalismo burgués es cuestionado desde distintos puntos de vista (Marxismo, Fenomenología,
Hermenéutica, Existencialismo, etc.) hasta acabar en un relativismo postmoderno casi generalizado.
En efecto, aunque en la ciencia el materialismo mecanicista parece alcanzar su apoteosis al extenderse, de
la física-química, a las ciencias biológicas, gracias a la teoría de la evolución del hombre, formulada por
Charles Darwin hacia la mitad del siglo, su triunfo no durará mucho. Se produce la explosión de las ciencias
humanas, cada más independizadas de la filosofía (Antropología, Sociología, Psicología, etc.): el hombre
aparece como un ser natural más (un animal evolucionado) y por tanto como OBJETO DE ESTUDIO para sí
mismo, paradoja donde las haya. El siglo XIX es el siglo del PROGRESO y la EVOLUCION: todas las ciencias
especializadas se desarrollan enormemente, estimuladas por el capitalismo industrial burgués triunfante.
Sólo a fin de siglo este modelo económico político (la democracia liberal) empieza a entrar en crisis,
conduciendo a las dos guerras mundiales. El socialismo, el comunismo y el anarquismo atacan el modelo
liberal-capitalista por la izquierda. Por la derecha, la democracia burguesa comienza a ser cuestionada por
los totalitarismos fascista y nazi (los nacionalismos radicales), al tiempo que la religión no ha desaparecido
de la escena y sigue contando con una notable influencia política. Paralelamente a la crisis política de la
Ilustración a finales de siglo también entra en crisis el modelo científico privilegiado: el materialismo
mecanicista, por causa de la tercera revolución científica: la formulación de las teorías RELATIVISTA
(EINSTEIN) y CUANTICA. El continuo espacio-tiempo resulta ser relativo y la materia se disuelve en energía.
Las leyes universales y necesarias de la ciencia, el propio determinismo de las explicaciones científicas, se
empieza a cuestionar: en el mundo subatómico no rigen tales leyes. ¿Crisis de la razón ilustrada o crisis de
la razón en general? ¿Crisis burguesa o crisis humana? La filosofía acusa seriamente todos estos fenómenos
históricos, dirigiendo su interés al hombre que conoce y actúa, es decir, a los intereses humanos que
subyacen a todo conocimiento.
Avanzado el siglo XX la filosofía desplaza de nuevo su campo de investigación y realiza un giro lingüístico:
particularmente el empirismo anglosajón se reformula como neopositivismo y se consagra al estudio del
lenguaje, vehiculo de comunicación privilegiado en el que de algún modo por determinar se expresaría el
conocimiento objetivo. El planteamiento sigue siendo epistemológico, pero cambia de perspectiva: ahora
se analiza el lenguaje científico para saber qué lo hace diferente del resto. Con ello se completa el ciclo: de
la realidad a la razón y de ésta a la palabra. Kant había admitido que era posible pensar acerca de objetos
no experimentales (metafísicos), aun cuando el verdadero conocimiento sólo es el científico, el expresado
en el lenguaje intersubjetivo de las ciencias. El empirismo, con matices, había llegado a idénticas
conclusiones, pero su desprecio de la teoría y de la metafísica va aún más lejos. Una de las últimas
corrientes filosóficas, el neopositivismo, afirmó que también el lenguaje tiene sus límites: sólo tienen
sentido los términos que son empíricamente verificables. En consecuencia, las cuestiones metafísicas no
son sólo incognoscibles, sino también impensables e inexpresables. De este modo, la filosofía derivó hacia
el análisis del lenguaje tanto del ordinario o natural como del artificial (científico), especialmente en el
ámbito anglosajón. Pero en cualquier caso, no parece nada fácil fundamentar el conocimiento científico y
su predominio sobre toda otra forma de saber. A pesar de todos los esfuerzos por demostrar lo contrario,
no parece haber nada en el lenguaje científico que lo distinga cualitativamente de otras formas de
expresión, menos “objetivas”. El conocimiento objetivo parece estar seriamente contaminado de intereses
muy subjetivos y humanos (históricos, de clase, sociológicos, de poder, etc.) La metafísica parece difícil de
matar y la ciencia misma no acaba de imponer su objetividad, quizás porque más que haber matado a la
metafísica lo que ha hecho es “ocultar” sus propias bases metafísicas (¿sus intereses?). Las diferentes
escuelas antes citadas (todas ellas más o menos antiburguesas, antiliberales, anticapitalistas y
antianglosajonas) parecen coincidir en esta crítica, que desplaza la atención del problema del conocimiento
al de los intereses más o menos humanos que lo sostienen. Incluso la propia filosofía del lenguaje
anglosajona ha acabado por reconocer tal relatividad del conocimiento, sin saber muy bien cómo salir de
este atolladero.
A pesar de vincularse estrechamente al pensamiento de Kant, el idealismo representa un ambicioso
resurgimiento de la metafísica, aunque quizá también su agotamiento. Se trata de una filosofía romántica

EL SABER FILOSÓFICO - 29
que recoge todas las inquietudes de una época agitada y enormemente creativa. Su principal
representante, Hegel (1770-1831) que resume históricamente el proceso triunfal de la burguesía
racionalista europea hasta conseguir establecer un poder nacional-estatal que se verá como “cuasi-divino”
(el Estado es Dios) ejercerá una influencia considerable en la filosofía posterior, hasta el punto de que
habrá hegelianos y antihegelianos, hegelianos de derechas y hegelianos de izquierdas (Marx).
Positivismo: La ciencia adquiere una notable expansión con la aparición de nuevas ramas y disciplinas y el
desarrollo espectacular de la técnica. Esto explica el surgimiento del positivismo, que encuentra en la
ciencia el modelo de todo el conocimiento y el principal instrumento de la transformación social y el
progreso humano. El positivismo nace en Francia y su fundador y máximo exponente fue August Comte
(1798-1857). En al primera mitad del XIX, el positivismo defendió que había llagado el momento de que la
ciencia substituyera definitivamente a la filosofía. Este debía ser el resultado del progreso del espíritu
humano. El positivismo recogía una idea de Hume: el conocimiento de la realidad sólo puede ser
conocimiento de hechos. Pero a comienzos de nuestro siglo el positivismo y la ciencia entraron en crisis. Ya
a finales del XIX científicos como Mach y Hertz reconocieron expresamente los límites de la ciencia, lo cual
significaba abrirle terreno de nuevo a la filosofía. Según Husserl, por ejemplo, el positivismo nos roba el
mundo de la vida, el mundo de nuestra experiencia y lo substituye por el mundo abstracto de la ciencia. Lo
mismo dirá Dilthey respecto a la historia: la ciencia oculta su historia, roba la historicidad del pensamiento.
Además de una corriente filosófica iniciada por Karl Marx (1818-1883), el marxismo es toda una visión del
ser humano, de la sociedad y de la historia destinada a la transformación revolucionaria del mundo. Marx
invierte el idealismo hegeliano y lo convierte en materialismo dialéctico, sin renunciar, por tanto al fondo
idealista del pensamiento de su maestro, pero sustituyendo el estado nacional-burgués como fin último de
la historia por el estado internacionalista proletario y comunista. Se trata quizá de la corriente que más
influencias y repercusiones tiene en el ámbito político, económico y social de la historia más reciente,
provocando las primeras revoluciones COMUNISTAS (no liberales) de la historia (Unión Soviética, 1917)
El psicoanálisis no es sólo un método terapéutico, sino también un sistema de conocimientos acerca de la
naturaleza del ser humano, una psicología general que aspira a explicar otros fenómenos culturales: la
moral, la creación artística, la religión, el desarrollo social, etc. Fue fundado por Sigmund Freud (1856-1939)
y su influencia en la historia del pensamiento es enorme. Especial conmoción produjo en la concepción
tradicional del ser humano su descubrimiento del inconsciente.
En la época de transición al siglo XX surge una fuerte reacción contra el hegelianismo y el positivismo
recuperando aspectos olvidos o menospreciados por la tradición del pensamiento occidental, como el
instinto, el carácter espontáneo y creativo de la naturaleza, la intuición, la libertad, la vida... Friedrich
Nietzsche (1844-1900) es el principal representante, y cuya obra constituye sin duda la crítica más radical
que se le ha dirigido a la cultura cristiana occidental, pero también al racionalismo ilustrado y una de las
fuentes de inspiración del irracionalismo y del fascismo.
También la fenomenología surge como reacción al cientificismo y al positivismo predominante durante el
siglo XIX. La principal aportación de la fenomenología es situar al sujeto, al yo, en el centro de a reflexión
filosófica y considerar que la filosofía ha de ser una descripción de la realidad fenoménica; no la física y
cuantificable por la ciencia, sino la que se muestra tal y como es a la conciencia. Edmund Husserl (1859-
1938) y Max Scheler son sus principales representantes.
A pesar de las diferencias entre el neopositivismo y su heredera actual, la filosofía analítica, ambas
corrientes se caracterizan por su clara inspiración empirista y por su interés por la ciencia Pero sobre todo
destacan la dedicación al lenguaje, pues, según esta corriente, muchos de los problemas filosóficos tienen
su origen en una errónea interpretación de aquél. La labor de la filosofía consistiría, pues, en analizar y
clarificar el lenguaje, sobre todo el científico. Especialmente, en una época de crisis tan profunda de
fundamentos como la que experimentan las ciencias a principios del XX. Son sus principales representantes
Bertrand Russell (1872-1979), Ludwig Wittgenstein (1889-1970) y el Círculo de Viena.
De inspiración fenomenológica, el existencialismo constituye una filosofía de la existencia humana en un
momento histórico de especial crudeza (guerras mundiales). Se caracteriza, sobre todo, por la creencia
radical en la libertad y el desamparo del ser humano, el individualismo antiestatista y antihegeliano, así
como por la convicción del sin sentido de la existencia. Son sus principales representantes Martin
Heidegger (1889-1976) y Jean Paul Sartre (1905-1980).
El estructuralismo surgió como método de estudio de las ciencias humanas, basado en la convicción de que
él ámbito de lo humano (cultura, lenguaje, historia...) forman sistemas y que éstos deben estudiarse

EL SABER FILOSÓFICO - 30
analizando su estructura. La expansión de este método y las consecuencias que de él se desprenden lo han
convertido en una corriente filosófica caracterizada por proclamar la próxima desaparición del ser humano
en el estudio de las ciencias humanas. Son sus principales representantes Claude Lévi-Strauss, Louis
Althusser (1918-1990) y Michel Foucault (1926-1984).
Hermenéutica: Al igual que el estructuralismo, se trata, en principio, de un método propio de las ciencias
humanas. Ahora bien, por los supuestos de que parte y las conclusiones a las que llega, constituye
plenamente una concepción y una corriente filosófica. Se caracteriza por reivindicar que el ámbito de lo
humano no puede ser conocido mediante una descripción objetiva, sino que requiere una comprensión o
interpretación (hermenéutica) inevitablemente subjetiva. Son sus principales representantes Hans George
Gadamer (1900-2002) y Paul Ricoeur.
Escuela de Frankfurt: De inspiración freudomarxista, surgió como reacción a un mundo tecnificado en el
que las prioridades eran exclusivamente la eficacia y la productividad a cualquier precio. Esta corriente
propone una crítica radical de la ciencia, la técnica, el consumismo, la cultura de masas... es decir, de todo
aquello que contribuye a deshumanizar nuestra sociedad. Son sus principales representantes Max
Horkheimer (1895-1973), Theodor Adorno (1903-1969) y Jürgen Habermas.
Postmodernidad: heredera de las filosofías de la sospecha (Marx, Nietzsche y Freud) pone en cuestión los
fundamentos racionalistas de la Ilustración y su idea de progreso, cayendo en un relativismo
epistemológico, cultural y moral. Sus principales representantes son M. Foucault, Deleuze, Derrida, etc.

EL SABER FILOSÓFICO - 31
LA FILOSOFÍA EN EL CONJUNTO DE LOS SABERES

¿QUÉ ES UN SABER?

El saber es un conjunto articulado de conocimientos construidos por un individuo en relación con un


contexto cultural, que le permitan dar sentido al mundo que le rodea, ser un miembro activo y reaccionar
frente a dicho entorno.
Además de un saber vulgar o de sentido común que nos enseña cómo se nos presentan las cosas, por
ejemplo, que el fuego quema o el agua moja, etc. y que todo ser humano dispone de una manera u otra,
existen distintos tipos de saberes que nos sirven para dar sentido a la realidad que nos circunda. Mitos,
religiones, relatos literarios, etc., intentan comprender y explicar la realidad, proporcionan un sentido a
nuestras experiencias aunque no siempre se fundamenten en argumentos racionales. Ciencia y filosofía
hará lo mismo pero utilizando exclusivamente la argumentación racional.

EL SABER COMÚN

Las personas mantenemos a menudo afirmaciones que no están justificadas (ni en muchos casos son
justificables) racionalmente, pero que parecen convincentes. A estas afirmaciones se les llama “opiniones”
o “prejuicios”. Al conjunto de las opiniones y prejuicios vigentes en un grupo social se le llama “saber
común”. Ejemplos de prejuicios son ideas tales como “el mal con mal se paga”, “España para los
españoles”, “todos los hombres son iguales”, “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, etc.,
etc. (si os buscáis un refranero hallaréis una completa lista de prejuicios). En general, todos los enunciados
irracionales se basan en ideas acerca de las que no se permite o no se da un grado suficiente de reflexión.
Así, los que afirman que algo es verdad por voluntad, emotividad o sensibilidad, no evalúan críticamente las
ideas que realmente mueven su voluntad, su “corazón” o sus sentidos a creer en esa supuesta verdad. Estas
ideas nos parecen convincentes por experiencia propia (una experiencia informal y privada, no científica),
por generar una fuerte inclinación emotiva a su favor (porque favorezcan nuestros intereses, porque
confirmen ideas en las que creemos ingenuamente, etc.), o por simple fe en la autoridad de ciertas
personas que consideramos sabias (El llamado “argumento de autoridad” es aquel que pretende justificar
la verdad de un enunciado en la supuesta autoridad del que originariamente lo enuncio. Este presunto
argumento es irracional, sobre todo si uno concede dicha autoridad a alguien por voluntad (fe), por
simpatía o por que le parece, sin más, que la tiene: el argumento de autoridad concedido a alguien al que
entendemos racionalmente como experto en lo que dice no es irracional, a no ser que nuestra concesión de
autoridad fuera ilimitada y carente de crítica), o en lo que “siempre se ha dicho” (es desde luego posible
que sea verdadero lo que mucha gente dice, pero no tiene por qué serlo, la mayoría de la gente, por
ejemplo, pensaba hace siglos que la Tierra era plana, o que los esclavos o las mujeres eran seres de inferior
humanidad…), es decir, en la tradición. Hoy en día, a la tradición se le han unido otras fuentes de opiniones
y prejuicios, como la ciencia (o más bien, la vulgarización de la ciencia) o los medios de comunicación (la
televisión, internet, etc.). Así, cientos de opiniones pasan hoy por verdades racionales bajo la capa de
“científicas” (Es frecuente hoy en día que la gente justifique sus opiniones con el “está demostrado
científicamente”, aunque en la mayoría de los casos no tenga idea de dicha demostración ni de lo que, en
general, significa una demostración científica) o por efecto de la demagógica (Demagógico es todo aquello
que se dice o hace con el fin primordial de lograr el apoyo del pueblo. Para lograrlo, el demagogo utiliza sus
dotes comunicativas para halagar a su público y confirmarle en sus prejuicios, diciéndole lo que quiere oír)
“seducción” que ejercen los medios de comunicación.
Características del conocimiento vulgar:
Sensitivo: Aunque parte de los acontecimientos, el conocimiento se estructura con lo aparente, no trata de
buscar relación con los hechos.
Superficial: No profundiza en el proceso de conocer y solo hace referencia a la simple observación
sensorial.
Subjetivo: La descripción y aplicación de los hechos depende del capricho y arbitrariedad de quien los
observe: por cuanto sus afirmaciones se sustentan en la realidad interna del que conoce y donde las
opiniones, aptitudes y valores personales son los elementos que orientan su obtención o internalización.

EL SABER FILOSÓFICO - 32
Dogmático: Se basa en la aceptación táctica de actitudes corrientes o en nuestra propia suposición
irreflexiva se apoya en creencias y supuestos no verificables o no verificados.
Estático: Los procedimientos para lograr los conocimientos se basan en la tenacidad del principio de
autoridad, carecen de continuidad e impide la verificación de los hechos.
Particular: Agota su esfera de validez en si mismo, sin ubicar los hechos singulares en esquemas más
amplios.
Asistemático: Porque la apariencia y conocimientos se organizan de manera no sistemática, sin obedecer a
un orden lógico: por que se da de forma aislada, sin conexión con otros elementos que le puedan servir de
antecedentes o consecuentes.
Inexacto: Sus descripciones y definiciones son poco precisas.
No acumulativo: La explicación de los hechos es siempre arbitraria, cada cual emite su opinión, sin
considerar otras ideas ya formuladas.
DIFERENCIAS ENTRE EL CONOCIMIENTO CRÍTICO Y EL CONOCIMIENTO COMÚN

CONOCIMIENTO CRÍTICO CONOCIMIENTO COMÚN


Tipo de No universal, produce un conocimiento válido
conocimiento que Universal, produce un conocimiento válido para la resolución de un conflicto en un
produce para toda la comunidad humana. contexto determinado.
Método que utiliza Obtiene el conocimiento a través de un Utiliza la experiencia propia y de los demás,
método estandarizado, método científico, el método poco estandarizado y que no utiliza la
cual utiliza la replicabilidad y el consenso. replicabilidad y el consenso.
Utilidad del Amplia y acumula conocimientos, siguiendo Da solución a determinados problemas, para
conocimiento un conjunto de determinadas reglas, para ello no utiliza reglas.
obtenido aplicarlo en instrumentos útiles para la
especie.
Técnicas que utiliza Observación directa y registro de hechos tal y Deforma la información a través de prejuicios,
como suceden en la realidad. motivaciones personales,...
Relación que Establece una fuerte relación entre la causa Establece una débil relación entre la causa y
establece entre la y el efecto, ejerciendo gran control sobre las el efecto al no ejercer ningún tipo de control.
causa y el efecto variables de investigación.

El sentido común es:


 Los instrumentos cognitivos comunes con los que los seres humanos nos enfrentamos a la realidad,
recoger datos e interpretarlos.
 Experiencias propias y de otras personas, todo ello mezclado. Esto nos conduce a la interpretación
para adelantarnos a los distintos acontecimientos.
 Un instrumento cognitivo o común a todos los seres humanos que empleamos para interpretar la
realidad, usa experiencias propias, pasadas, tanto con respecto a las personas como a los hechos.
El sentido común es muy útil pero no está exento de limitaciones, éstas son:
Las generalizaciones que se establecen no están fundamentadas en la realidad, en la experiencia.
Debido a lo anterior y a la memoria, donde se almacena el conocimiento cotidiano, se produce la
deformación de la realidad con prejuicios, motivaciones personales, emocionales,...
Realiza una selección subjetiva de los datos, interpreta rápidamente la realidad, atendiendo
exclusivamente a una parte insignificante de la misma.
No sigue un procedimiento de ejecución específico, es decir, es poco sistemático.
Ante un suceso determinado establece una relación causa-efecto muy débil. Ejemplo: CAUSA: Está
nublado → EFECTO: Dolor de cabeza.

LOS MITOS

Durante la mayor parte de la historia de la especie humana las explicaciones sobre la Naturaleza y la
sociedad tuvieron un carácter mítico, y aún hoy pervive en muchas culturas este tipo de explicación.
También las religiones son de carácter fundamentalmente mítico.
Entre las preguntas más básicas planteadas por los seres humanos están aquellas sobre los orígenes;
¿Cómo surgió la especie humana? ¿Cómo fue creada la Tierra? ¿Por qué tenemos noche y día? ¿Por qué
muere la gente? A ninguna sociedad humana le faltan respuestas a esas preguntas. Aunque varían mucho

EL SABER FILOSÓFICO - 33
en los detalles, son, para los pueblos primitivos en conjunto, similares en su forma básica: la gente y el
mundo existen porque fueron traídos a la existencia por una serie de actos creativos. Más aún, esta
creación es habitualmente considerada como la obra de seres o fuerzas sobrenaturales. Los relatos de las
formas en que estos agentes sobrenaturales formaron la tierra y la poblaron son conocidos como mitos
sobre los orígenes. Hasta el surgimiento de la ciencia moderna, los mitos sobre los orígenes proporcionaron
los únicos tipos de respuestas posibles a tales preguntas. De este modo, los mitos personificaron el estado
y limitación del pensamiento humano sobre los orígenes durante más del 99% de la historia humana.
Aunque los mitos sobre los orígenes son usualmente asignados a la esfera de la religión, contienen un
elemento de ciencia: pretenden ser una explicación. A pesar de que pueda haber lecciones morales
esparcidas aquí y allá a lo largo de ellos, los mitos sobre los orígenes son básicamente maneras de explicar
las cosas tal y como son. Lo que distingue a la ciencia de la mitología es la verificación. La ciencia no sólo
propone respuestas, procede a probar esas respuestas, y si las respuestas se prueban incorrectas, deben
ser desechadas o modificadas. El mito ofrece una explicación que debe ser creída. Aceptación, no
verificación, es lo que exige. Los antiguos vikingos creían que la aurora boreal (Luces Norteñas) eran reflejos
de luz de los escudos de las doncellas guerreras, las Valkirias; los astrónomos modernos nos cuentan que
son causadas por vientos solares interactuando con el campo magnético de la tierra y los gases
atmosféricos. Ambas son explicaciones, pero sólo una de esas explicaciones puede ser verificada.
¿Qué es explicación? En el fondo, equivale a traducir lo desconocido en lo conocido, lo extraño en lo
familiar. ¿Y qué es lo que los seres humanos conocen mejor?: a sí mismos. Saben cómo la gente piensa,
siente y actúa. Y desde una etapa muy temprana de la cultura, la gente ha proyectado pensamientos y
emociones humanas en el mundo exterior, dotando a objetos y fuerzas de la Naturaleza de personalidad
humana y poder sobrehumano. A los seres sobrenaturales impersonales así creados, se les asignó el rol de
proporcionar explicaciones plausibles y satisfactorias para lo desconocido. De esta forma, nacieron los
mitos. En el corazón de la explicación yace la causalidad. Entre los Indios kuikuru del Brasil central, por
ejemplo, una causa es rápidamente encontrada cuando sucede algo adverso o inusual. Así, un hombre
atribuyó un dolor de muelas a que alguien había hecho brujería sobre un pedazo de caña de azúcar que él
había masticado. Otro hombre, cuya huerta de yuca había sido arrasada por pecaríes, determinó que un
enemigo había puesto un dibujo de un pecarí en su huerta para atraer a esos animales a ella. No obstante,
el tipo de causalidad empleado por los pueblos primitivos es de una clase muy especial. Es una causalidad
personal. Es decir, el agente responsable de una acción generalmente tiene los atributos de una
personalidad humana. La causalidad impersonal, propia de la ciencia moderna, es considerada insuficiente
por los pueblos primitivos. Las fuerzas impersonales pueden ser la causa inmediata de algo, pero siempre
subyacen bajo causas últimas, que son generalmente personales. Así, los kuikuru saben que fue el viento el
que hizo volar el tejado de una casa, pero llevan la búsqueda de explicaciones un paso más allá y se
preguntan, "¿Quién envió el viento?" Su suposición implícita, que nunca parece cuestionarse, es que alguna
personalidad, humana o espiritual, tuvo que dirigir la fuerza natural del viento para producir su efecto.
¿Cómo podría ser de otra manera? Los miembros de una sociedad pre-alfabetizada posiblemente no
pueden conocer las causas físicas de las tormentas ciclónicas generadas a gran altura en la atmósfera por
complejas fuerzas meteorológicas.

EL SABER FILOSÓFICO - 34
También los seres humanos están interesados en cuestiones más remotas y perdurables. ¿Quién fue el
primer hombre? ¿Cómo aprendió la gente a sembrar? ¿Qué ocurre después de la muerte? Durante decenas
de miles de años la gente ha estado fabricando respuestas a esas preguntas, respuestas que se han
encarnado en el vasto conjunto de imaginativos relatos que llamamos mitos. Durante los últimos cientos de
años, los antropólogos han desarrollado un vivo interés sobre los mitos y han realizado compilaciones y
análisis muy amplios sobre ellos. Ciertos mitos son casi universales, y su extensa distribución certifica su
gran antigüedad. El mejor ejemplo de esto es el famoso mito del Diluvio. La historia del Diluvio registrada
en la Biblia no fue de ninguna manera originaria de los antiguos hebreos, sino que fue derivada por ellos del
anterior poema épico babilónico de Gilgamesh. Pero la versión babilónica a su vez se perfiló de un
preexistente mito del Diluvio que sin duda se remonta a miles de años antes. Tan antiguo es el mito del
Diluvio que tuvo la oportunidad de difundirse por todas partes. De hecho, es conocido por prácticamente
todas las sociedades humanas desde los aborígenes australianos hasta la Tierra del Fuego. No se debe
cometer el error de creer, no obstante, que sólo porque un mito es conocido por todo el mundo, debe
necesariamente reflejar un acontecimiento real.
Los mitos no son meramente explicaciones, sino que hacen la función de asegurar, alentar, e inspirar. Son
también creaciones literarias: epopeyas narrativas, llenas de drama y romance, de novedad e imaginación,
de búsqueda y conflicto. Pero aunque a menudo tienen gran valor literario, los mitos no deben ser
considerados como la obra de unos pocos genios creativos. Son, en cambio, el producto de innumerables
narradores quienes, contando y volviendo a contar un mito, lo han embellecido aquí, eliminado un
personaje allá, transpuesto dos incidentes, aclarado una parte críptica, dando un mayor motivo o
justificación a una acción, y así sucesivamente. Debido a que continuamente cambian, no hay una versión
"oficial" de un mito. De hecho, incluso dentro del mismo pueblo se pueden obtener fácilmente media
docena de versiones del mismo mito.
Definimos mito como: relato imaginario, simbólico y tradicional, que cuenta o dramatiza las acciones,
muchas veces caprichosas pero siempre ejemplares, creídas y ritualmente recordadas, de dioses o seres
extraordinarios en un pasado prestigioso y lejano.
El mito posee dos características negativas: habla de cosas que no se ajustan a las reglas del razonamiento
(es irracional), y que no existen ni tenemos medios de saber si alguna vez han existido (es irreal).
El mito es:
 Un relato simbólico, con un orden y una estructura más cercanos a la literatura que a la filosofía, donde
el comienzo y el final están claramente determinados y enlazados por su propia lógica (no es absurdo), con
objetos y personajes ambivalentes que se transforman unos en otros. Posee múltiples significados,
admitiendo diversos grados de interpretación (desde la literal a otras más alegóricas), y dispuesto siempre
a adoptar nuevas significaciones.
 Tradicional, pues es transmitido de generación en generación, siendo su fecha de composición
indeterminada; y es de propiedad colectiva, pertenece a la memoria de una sociedad (es “popular”). La
rememoración del mito es al mismo tiempo reactualización de lo que narra: regresa al tiempo del relato y
se repite lo que hicieron sus personajes.
 Dramático, pues el relato mítico está lleno de acciones, de seres enfrentados que luchan entre sí, lo que
implica una carga emocional (identificación con una de las partes y rechazo de la otra).
 Caprichoso, pues las cosas que suceden en el relato podrían no haber sucedido (la idea de necesidad es
posterior y pertenece a una fase de racionalización). Y acrítico: no da razones de sí mismo ni explica ni
analiza su propia metodología. Injustificado: se limita a hacer afirmaciones, pero sin demostrarlas; lo que
afirma puede ser verdadero o falso, pero no hay forma de demostrar su verdad ni su falsedad.
 Ejemplar: los comportamientos que describe constituyen modelos de conducta para las actividades
humanas más significativas. El mito no sólo transmite normas morales, sino patrones de comportamiento
que podrían considerarse a la vez sociales, morales e incluso estéticos.
 Objeto de creencia. No es un relato inventado sino una explicación relacionada con los problemas más
fundamentales de la existencia humana.
 Ritualizado. Los mitos sólo pueden escucharlos los iniciados y no pueden ser contados en cualquier
momento. El rito es la forma de repetir lo que ya ocurrió, pero no se puede celebrar si no se conoce el
origen, lo que se ha hecho por primera vez, es decir, si no se conoce lo que cuenta. Las ceremonias del rito
encuentran su justificación en la narración mítica que, a su vez, se perpetúa a través del rito.

EL SABER FILOSÓFICO - 35
 Está poblado por seres extraordinarios, personajes (dioses, héroes) cuyas actuaciones no son comunes,
que están por encima del comportamiento ordinario de la mayoría de los humanos. Y sus acciones
transcurren en un tiempo pasado lejano y prestigioso. El tiempo del mito no es el cronológico, sino el del
origen, en el que el acontecimiento tuvo lugar por primera vez. El tiempo que va desde aquél momento al
actual no tiene valor. La vuelta al tiempo primigenio se realiza a través del rito y supone una renovación del
mundo, de la sociedad o del individuo.
 Es antropocéntrico, ya que para explicar el mundo, los seres humanos proyectan sobre él las
motivaciones y vivencias propias; y como consecuencia de ello, el mundo y todo lo que ocurre en él se
convierte en el resultado de la acción de unos seres que son como los humanos pero que poseen mucho
más poder que ellos. Es decir, proyecta sobre el mundo y los dioses las motivaciones y experiencias de los
humanos: los dioses tienen, como los humanos, una personalidad o manera de ser y una voluntad libre,
esto es, unos deseos, intereses y necesidades parecidas a los humanos. Todo cuanto sucede en el mundo se
puede entender como el resultado de la voluntad de las divinidades implicadas.
 Modelo mágico. El futuro del mundo y de la humanidad está determinado por los deseos de los dioses.
Para prever y conocer el futuro habremos de anticipar cuáles son sus intenciones. Eso es posible gracias a
diversas técnicas de adivinación que pretenden conocer la voluntad de los dioses, bien preguntándoles a
ellos directamente (por ejemplo, a través de un Oráculo), bien analizando procesos azarosos que los dioses
pueden modificar a su gusto (por ejemplo, lanzando cartas), bien mediante la búsqueda de signos o
portentos especiales (por ejemplo, la interpretación de los sueños, el análisis de las vísceras de los animales
sacrificados, etc.) El interés por influir en la voluntad de los dioses genera un conjunto de cultos, rituales,
ofrendas, plegarias, etc. en los que la magia se convierte en un instrumento que permite ejercer un poder
sobre la Naturaleza y las personas.

Los mitos cumplen las siguientes funciones:


 Poética: por su belleza y, sobre todo, por su capacidad de hacer realidad, al menos para quienes creen
en él, lo que está contando. El mito crea a través de la palabra, pues cada palabra va ligada estrechamente

EL SABER FILOSÓFICO - 36
a una acción concreta: la cosa está presente en el nombre y el nombre en la cosa (existe una coincidencia
completa entre lenguaje y realidad).
 Explicativa: El mito permite la integración de los acontecimientos naturales y sociales mediante una
donación de sentido a los mismos. Pero esa explicación tiene dos rasgos propios: no responde a preguntas
abiertamente formuladas, o, si existen, no se encuentran dentro del relato, sino fuera; y es concreta, a base
de símbolos (no hay nada semejante a una cadena de razonamientos o argumentación). Estos símbolos se
organizan formando una estructura cerrada que constituye el mundo mítico, que es jerárquico (con niveles
diferentes y subordinados), dicotómico (dividido en dos partes antagónicas), regido por una metamorfosis
interna (las partes antagónicas se transforman, en determinadas ocasiones, en sus contrarias), y en lucha
(las partes antagónicas no permanecen estáticas, mantienen entre sí un enfrentamiento continuo que
termina con la victoria final y el dominio definitivo de una de las partes sobre la contraria; la parte
victoriosa reordena el mundo, imponiendo su poder, determinando los niveles y asignando las funciones).
 Social: Los mitos constituyen el conjunto de creencias y valores de una sociedad determinada que,
transmitidos en el tiempo, le dan estabilidad y mantienen su unidad. La explicación mítica, por su misma
concreción, propone determinadas formas de comportamiento y rechaza otras. En él no existe separación
entre teoría y práctica, y no se dirige sólo al individuo sino a la colectividad.

EL SABER FILOSÓFICO - 37
El mito es una de las señas de identidad de una sociedad o cultura; fundamenta y justifica con la finalidad
de señalar lo que los miembros de esa sociedad o cultura deben hacer y advertir de lo que puede pasar. Así,
el mito se hace didáctico, convirtiéndose en la primera y más básica forma de enseñanza. También cumple
una función terapéutica, sirviendo de descarga a las tensiones sociales: la identificación emocional con sus
personajes permite liberar los impulsos reprimidos y satisfacer ilusoriamente los deseos. Los mitos van
acompañados de tabúes que prohiben determinados actos, y que son, en cierto modo, arbitrarios, pero
necesarios: sin un mínimo de prohibiciones no hay organización ni garantía de la continuidad del grupo (si
todo está permitido, no se privilegia ninguna estructura y nada se relaciona con nada). La fuerza del mito se
basa en la autoridad de la tradición (que no se cuestiona) y en su asentimiento social.
El mito aparece frecuentemente asociado a la magia y a la religión. Probablemente en la antigüedad
estuvieron estrechamente unidos, y fue el desarrollo cultural posterior el que progresivamente los
diferenció, sin hacerles perder completamente su antigua relación: el mito se vuelve profano, la religión se
racionaliza y la magia desaparece públicamente ante el avance de las ciencias y las técnicas. La magia
consiste en un conjunto de actos puramente prácticos que son celebrados como medio para un fin. En
cuanto práctica, recurre al mito tratando de justificar su poder. Otros términos que designan el mismo
fenómeno son hechicería (de hechizo, cosa hecha) y brujería. La magia surge de una actitud emotiva: es
una manera que tiene el ser humano de enfrentarse con situaciones que escapan a su control. La base del
acto mágico parece estar en la confusión entre el deseo y su satisfacción: el ser humano llega a creer que
algunas acciones (gestos, sonidos, etc.) realizados de una determinada manera influyen directamente en el
fin que se quiere conseguir. La magia, en todas sus formas, se compone de:  El hechizo, fórmula ritual en
la que se distinguen tres aspectos: gestos que simbolizan fenómenos naturales que, al ser imitados, pueden
producirse de modo mágico; el uso de palabras que invocan y ordenan el propósito deseado; y alusiones
mitológicas, referencias a aquello de lo que se ha heredado el poder mágico.  El rito, acción ceremonial
que puede ser la dramatización de un estado emocional o la imitación del resultado o la aplicación del
poder mágico. Son condiciones para hablar de rito: tratarse de una serie de conductas diversas
perfectamente engranadas, que se repite periódicamente, siempre igual, que supone una ruptura del
trabajo ordinario (la celebración del rito trate consigo la paralización del resto de las actividades y, como

EL SABER FILOSÓFICO - 38
consecuencia, el tiempo y lugar del rito son diferentes del tiempo y lugar cotidianos), estar relacionado con
un problema humano importante.  La competencia del oficiante: el hechicero, en cuanto poseedor del
hechizo, debe someterse a una serie de condiciones, puesto que es el receptor de la magia. También, a
semejanza del mito, la magia es tradicional, nunca creada por el que la posee. Su transmisión de un
individuo a otro se realiza de acuerdo con reglas muy estrictas de filiación, iniciación e instrucción. La magia
concibe la Naturaleza como un organismo, como un todo, una entidad viva en sí y animada en cada una de
sus partes, ligadas por una causalidad inmanente que asegura su armonía. La Naturaleza se puebla, así, de
fuerzas que conectan y vinculan las partes por medio de la simpatía, y, del mismo modo, la antipatía
cumple la función de preservar la especificidad de cada parte, permitiendo a la analogía erigirse en
principio organizador. La analogía es la base de la magia que busca la influencia favorable de las fuerzas de
la Naturaleza a través de imitaciones o figuras alegóricas construidas con materiales afines, y el
fundamento sobre el que habrá de apoyarse el conocimiento mágico, permitiendo engarzar al ser humano
con el resto de la Naturaleza.

LA RELIGIÓN

Definimos religión como: conjunto de creencias y comportamientos relacionados con seres, poderes y
fuerzas sobrenaturales.
La religión tiene importantes efectos tanto en el individuo como en la sociedad. Cabe destacar, como
efecto psicológico, que proporciona consuelo y seguridad, y produce efectos como la integración y el
control social por parte de la clase dirigente. Los orígenes de la religión son antiquísimos, parece ser que ya
los neandertales practicaban algún tipo de ceremonia religiosa al enterrar a sus muertos. El origen de la
religión, según Edward Taylor, habría que buscarlo en el asombro frente a lo desconocido, principalmente
la muerte. También destaca la importancia de los sueños y los trances en relación con el origen de la
religión. ¿Cómo se explicaba el hombre primitivo la naturaleza del sueño o el estado del trance? Según
Taylor el hombre primitivo pensaba que el cuerpo está habitado por dos entes, uno de ellos activo durante
el día y otro activo durante la noche. Cuando el doble abandona el cuerpo, éste se muere. Por tanto, el
origen de la religión habría que relacionarlo directamente con la creencia en el alma (ánima en latín, de ahí
el término animismo). El animismo sería, por tanto, la creencia en seres espirituales, de carácter no
corporal. Taylor pensaba que la religión era originada por la ignorancia y el desconocimiento que provoca
en nosotros angustia y miedo. En la medida en que la ciencia avanza y aumenta nuestro conocimiento, es
de esperar, siempre según Taylor, que las religiones retrocedan y pierdan importancia.
RELIGIÓN FILOSOFÍA

Fundamenta su saber en los dogmas de fe, es decir, en La filosofía no puede admitir de forma acrítica ningún tipo
verdades reveladas por Dios de las que no se puede dudar, de verdad simplemente porque se haya aceptado que así lo
y que sirven de base para todo conocimiento posterior. Es, sea. La filosofía se desarrolla gracias a su espíritu crítico, a
por tanto, dogmática. no conformarse nunca con ninguna respuesta, a revisar
continuamente sus propias certezas y a poner en duda todo
conocimiento.

El conocimiento religioso es un medio para la salvación, El conocimiento filosófico es un fin en sí mismo, es la


para lograr de la mejor manera encontrar el camino hacia respuesta a la necesidad humana de entender aquello que
Dios y superar la imperfección del hombre. le rodea y entenderse a sí mismo.

La religión acepta ideas que son incompatibles con la La filosofía no puede aceptar como válida ninguna idea que
razón, pero considera correctas porque vienen de Dios. no se fundamente en presupuestos racionales y que no
pueda ser contrastada con la realidad. De ahí una de las
preocupaciones históricas de los filósofos, ¿hasta dónde
puedo conocer?

Funciones de la religión:
 Un dominio en el que la religión juega un papel importante es la ecología cultural. El comportamiento
motivado por creencias religiosas en seres, poderes y fuerzas sobrenaturales puede ayudar a las personas a
sobrevivir en sus entornos materiales. La gente de la India adora a la vaca, protegida por la doctrina hindú
de ahimsa, un principio de no violencia que prohíbe matar animales en general. Los expertos occidentales
en desarrollo económico citan a veces el tabú hindú sobre el ganado vacuno para ilustrar la idea de que las
creencias religiosas pueden ser un obstáculo para decisiones económicas racionales. Los hindúes parecen

EL SABER FILOSÓFICO - 39
estar ignorando de forma irracional un alimento valioso (la carne de vacuno) debido a sus tradiciones
culturales o religiosas. Los desarrollistas económicos también comentan que aquellos no saben como criar
adecuadamente el ganado, señalando a los flacos cebúes que merodean por el campo y las ciudades. Los
planificadores occidentales lamentan que los hindúes se mantengan en sus trece. Atados por la cultura y la
tradición, se niegan a desarrollarse racionalmente. Sin embargo, tales asunciones son tanto etnocentristas
como falsas. Realmente, el que el ganado vacuno sea sagrado juega un importante rol adaptante en un
ecosistema indio que ha evolucionado durante miles de años (Harris). El uso que los campesinos hacen del
ganado vacuno para tirar de los arados y de los carros es parte de la tecnología agrícola. Los campesinos no
precisan de un vacuno voraz y de gran tamaño del tipo que prefieren los especialistas en desarrollo
económico o los comerciantes de carne. Estos animales flacuchos tiran de los arados y de los carros y no se
comen la hacienda y el hogar de sus propietarios. ¿Cómo podrían unos campesinos con una tierra limitada
y unas dietas pobres alimentar a supernovillos sin quitarse su propia comida? Los indios utilizan el estiércol
del ganado vacuno para fertilizar sus campos. No se recoge todo el estiércol, puesto que los campesinos no
dedican demasiado tiempo a vigilar su ganado, que se mueve y pasta libremente durante ciertas
estaciones. En la estación húmeda, parte del estiércol depositado por el ganado en las laderas de las colinas
es arrastrado a los campos. Más aún, en un país en el que los combustibles fósiles son escasos, los
excrementos secos del ganado, que se queman lentamente y de forma regular, son un combustible básico
para cocinar. Lejos de ser inútil, como pretenden los expertos en desarrollo, el ganado vacuno sagrado es
fundamental. Adaptado biológicamente a una tierra pobre en pastos y a un entorno marginal, el flacucho
cebú proporciona combustible y fertilizante, resulta indispensable en la agricultura y es asequible a los
campesinos. Los hindúes sitúan todo el poder de la religión tras el mandamiento de no destruir un recurso
valioso incluso en tiempos de extrema necesidad.
 Si los que tienen fe interiorizan verdaderamente el sistema de recompensas y castigos religiosos, su
religión se convierte en un poderoso medio de control de sus creencias, de sus comportamientos y de lo
que enseñan a sus hijos. La religión funciona movilizando las emociones, alegría, ira, sentido de la justicia y
bien de la gente. Emile Durkheim describió la "efervescencia” colectiva que se puede desarrollar en
contextos religiosos. El poder de la religión afecta a la acción. Cuando las religiones se encuentran, pueden
coexistir de manera pacifica, o sus diferencias pueden ser la base para la enemistad, incluso para
combatirse. El fervor religioso ha inspirado las cruzadas de los cristianos contra “el infiel” y ha llevado a los
musulmanes a lanzar jihads contra las gentes no islámicas. De todas formas conviene precisar que, a este
respecto, no todas las religiones son iguales. El proselitismo de las dos grandes religiones monoteístas ha
originado un conflicto de grandes dimensiones. ¿Qué significa que los cristianos y musulmanes sean
proselitistas? Que intentan convencer a los demás para que se adhieran a su credo. Las dos pretenden ser
religiones universales y estar en posesión de la única Verdad. El choque es, por tanto inevitable. Muy
diferente es, por ejemplo, la religión judía, que no tiene interés en convertir al judaísmo a la humanidad
entera. Se considera el pueblo elegido por Dios y no quiere compartir ese privilegio.
 También se ha utilizado la religión para movilizar a la sociedad, o a segmentos de una sociedad, contra
grupos particulares. La discriminación sobre la base de la religión es un tema recurrente en la historia
nacional y mundial. ¿Cuantos líderes religiosos movilizan a comunidades y, al hacerlo, obtienen apoyo para
sus propias políticas? Una de las formas es mediante la persuasión; otra, inculcando odio y temor.
Tomemos como ejemplo las acusaciones de brujería. Las cazas de brujas pueden ser un medio poderoso de
control social porque crean un clima de inseguridad y peligro que afecta a todos, no solo a las personas con
posibilidades de ser acusadas. Nadie quiere parecer desviado, ser acusado de brujo/a. Las cazas de brujas
suelen apuntar hacia personas que pueden ser acusadas y castigadas sin la más mínima posibilidad de
represalias. Durante la gran caza de brujas en Europa, que tuvo lugar entre los siglos XV y XVII, la mayoría
de las acusaciones y condenas fueron contra mujeres pobres con escaso apoyo social. Para garantizar el
comportamiento adecuado, las religiones ofrecen recompensas, por ejemplo, el compañerismo de la
comunidad religiosa, y castigos, como la amenaza de ser expulsado o excomulgado.
 Las religiones, en especial las que cuentan con una organización formal y son típicas de las sociedades
estatales, suelen prescribir un código moral que guía el comportamiento. Los Diez Mandamientos judaicos
imponen un conjunto de prohibiciones contra el asesinato, el robo, el adulterio y otras fechorías. Los
pecados son grietas en la disciplina religiosa del mismo modo que los delitos lo son de las leyes seculares.
Los códigos morales son formas de mantener el orden y la estabilidad, se repiten de manera constante en
los sermones religiosos o los catecismos. Pasan a ser psicológicamente interiorizados y orientan el

EL SABER FILOSÓFICO - 40
comportamiento y producen arrepentimiento, culpa, vergüenza y la necesidad de perdón, expiación y
absolución cuando no se siguen.
 Las religiones también mantienen el control social resaltando la naturaleza temporal y fugaz de esta
vida. Prometen recompensas (y/o castigos) en la otra vida (cristianismo) o reencarnación (hinduismo).
Tales creencias sirven para reforzar el status quo. La gente puede aceptar lo que tiene ahora, sabiendo que
pueden aspirar a algo mejor en la otra vida, si siguen las directrices religiosas. Bajo el esclavismo en los
estados norteamericanos del Sur, los terratenientes enseñaban a los esclavos partes de la Biblia como la
historia de Job, que resaltaba el sometimiento. Sin embargo, aquellos se quedaron con la historia de
Moisés, la tierra prometida y la liberación.
La religión es un universal cultural pero a la vez es parte de una cultura particular y funciona como reflejo
de un determinado orden social. Wallace distinguió cuatro tipos de religión relacionados a su vez con
cuatro tipos de sociedad: a) chamanismo. Un chamán es un cargo religioso a tiempo parcial, fuera de las
ceremonias religiosas es uno más y debe trabajar como el resto. La función del chamán es servir de médium
entre las gentes y los seres o fuerzas sobrenaturales. El chamanismo es propio de las sociedades cazadoras
y recolectoras que carecen de estratificación social. b) religiones comunales. Es un tipo de religión más
estructurada que la anterior: existen varias deidades (politeísmo) que tienen como función controlar los
ritmos de la Naturaleza (lluvias, vientos, etc.). Tampoco en este caso hay especialistas a tiempo completo.
Las religiones comunales se constituyen sobre la base de ritos y ceremonias que marcan los momentos
claves de la vida: nacimiento, adolescencia, matrimonio, muerte, etc. Este tipo de religiones las
encontramos entre las tribus ganaderas y agricultoras, y reflejan una sociedad ordenada y cohesionada
pero sin estratificar. c) religiones olímpicas. Llamadas así por referencia a la religión de los griegos.
Aparecen con el Estado y aportan especialistas a tiempo completo, sacerdotes, que son mantenidos por el
pueblo. Al igual que el propio Estado, el sacerdocio está organizado de manera jerárquica y burocrática. Los
dioses suelen ser antropomorfos con funciones claramente especializadas: dioses de la guerra, el mar o el
comercio. Este tipo de religión funciona como legitimación del Estado, y, en ausencia de la filosofía y la
ciencia, es el único medio que tiene el individuo para explicarse a sí mismo, a la sociedad y al mundo. d)
religiones monoteístas. Son las religiones propias de las sociedades que han entrado en contacto con la
filosofía y la ciencia. La potencia y el carácter crítico de estos conocimientos hacen mella en la religión, que
debe someter a crítica sus propios principios y cuyo resultado es una concepción cada vez menos
antropomórfica y más abstracta de la divinidad. Lo sobrenatural aparece ahora como un principio o ente
eterno, omnisciente, omnipotente, omnipresente.
Pueden utilizarse otros criterios clasificatorios para estructurar el mundo religioso. Según el modo en que el
creyente busca y encuentra la divinidad o vive la experiencia religiosa, y según sea la conducta considerada
adecuada en relación con ello, una religión puede ser: a) Sacramental. Busca la divinidad en contacto con
las cosas sagradas en que aquella se manifiesta; se interesa por los actos rituales y los objetos sagrados. La
mayoría de las religiones primitivas en que se divinizan seres y fuerzas de la Naturaleza, son de esta clase;
en ellas el cumplimiento estricto del ritual tiene una enorme importancia. b) Profética. Busca la divinidad
en acontecimientos históricos y se manifiesta en personajes inspirados (profetas) y en revelaciones; da un
valor fundamental a los textos sagrados, que facilitan todo tipo de conocimiento y orientan los actos del
creyente; la fe, así como la conducta dictada por ella, ligan al ser humano con la divinidad. El judaísmo, el
cristianismo y el islamismo son formas proféticas de religiosidad. c) Mística. Busca la divinidad, antes que
en un ser personificado o una fuerza trascendente, en una experiencia íntima de vivencia de lo divino en el
propio individuo. Lo fundamental es el camino hacia la contemplación y la unión con lo divino; los rituales,
la revelación y las normas son momentos de esta unión. El hinduismo y el budismo son formas místicas de
religiosidad. En cualquier caso, los elementos proféticos, místicos y sacramentales están presentes a veces
en fusión y armonía, a veces en conflicto, en todas las religiones de gran desarrollo. Donde más evidente se
hace el conflicto es en el cristianismo: en el siglo XVI la lucha entre lo profético y lo sacramental produjo
una profunda escisión en la conciencia europea con la revolución de Lutero y Calvino; también el elemento
místico difícilmente ha encajado entre lo ritual y lo dogmático.
Intereses similares: Comparten inquietudes y problemas: el sentido de la existencia, la
COINCIDENCIAS trascendencia del ser humano, la existencia de Dios…
FILOSOFÍA- Dimensión práctica: Pretenden mostrar qué es una buena vida, por lo que nos ofrecen preceptos
RELIGIÓN o normas de cómo deberíamos actuar.

EL SABER FILOSÓFICO - 41
- Constituye una forma de saber racional y crítica que, a menudo, comporta
Filosofía incertidumbre y duda. Sus herramientas son la razón y los sentidos.
DIVERGENCIAS - El origen y fundamento de sus verdades reside en la naturaleza y la experiencia.
FILOSOFÍA-
RELIGIÓN - Es una forma de saber que se caracteriza por la creencia en las verdades
absolutas, definitivas y acríticas. Su herramienta es la fe.
Religión
- El origen y fundamento de sus verdades es Dios que se revela a través de las
Sagradas Escrituras.

LA CIENCIA

Los primeros en elaborar discursos racionales sobre la realidad fueron los filósofos “presocráticos”. La
filosofía en sus inicios aparece como una nueva visión global del mundo contrapuesta a los discursos mítico
y religioso. Filosofía y ciencia nacen juntas e indiferenciadas y se mantienen así hasta la revolución científica
de los siglos XVI-XVII. En el discurso racional, a diferencia del mítico: 1. Se abandona el intento de explicar
las cosas por la acción de seres divinos o sobrenaturales. 2. Busca explicaciones naturales a los fenómenos
de la Naturaleza y lo hace mediante teorías que interrelacionan conceptos. 3. No es resultado de la
revelación o la inspiración divina, sino de la indagación racional. 4. Busca justificar sus afirmaciones a través
de argumentaciones o razonamientos. 5. No es un discurso dogmático sino crítico, que se caracteriza por
revisar y contrastar constantemente sus teorías.
Para Jesús Mosterín, "la ciencia es una compleja actividad social, que se lleva a cabo por parte de las
comunidades científicas establecidas en las universidades y centros de investigación, los resultados de la
cual se presentan en congresos, revistas especializadas y libros de texto. Estos resultados son, por un lado,
descripciones o historias detalladas de ciertas áreas de la realidad observadas con minuciosidad o
provocadas en los laboratorios, y, por otra, teorías abstractas que pueden ser utilizadas como instrumentos
intelectuales en la explicación de los datos registrados en las historias o en la predicción de futuras
observaciones o de los resultados de futuros experimentos o en el diseño de nuevas tecnologías o
aparatos. Los resultados expuestos por los científicos son públicos y están sometidos al análisis, la crítica y
el control de todo el mundo y en especial de los colegas, deseosos de refutar los resultados de sus
compañeros para aumentar, de esta manera, su propio prestigio dentro de la comunidad científica"
(Grandes temas de la filosofía actual).
Definimos ciencia como: expresión ordenada y sistemática del conocimiento crítico racional objetivado
sobre alguna parcela de la realidad; como la disciplina o conjunto de conocimientos organizados que
utiliza el método científico con la finalidad de hallar estructuras generales (leyes), y tiene por objeto
hechos directa o indirectamente contrastables por la experiencia sensorial humana.
De todos los saberes que el ser humano ha construido para describir, comprender, dominar y transformar
la realidad, ha considerado que unos llevan a un mejor conocimiento de ésta frente a otros que sólo la
simulan, inventan o trascienden. A esos conocimientos específicos se les llama ciencias. Para M. Bunge el
conocimiento científico es:
1. Más verdadero que cualquier modelo no científico del mundo.
2. Capaz de probar, sometiéndola a contrastación empírica, esa pretensión de verdad.
3. Capaz de descubrir y de corregir sus propias deficiencias.
Frente a las explicaciones y descripciones míticas existe otra forma de explicación basada en la capacidad
del ser humano para razonar. El modelo racional no recurre a seres sobrenaturales sino que interpreta la
realidad como producto de fenómenos y fuerzas naturales. Las explicaciones no se aceptan por la autoridad
de la tradición, sino por argumentos y razones. Es un modelo abierto: las explicaciones y su vigencia social
pueden modificarse en virtud de nuevos datos o investigaciones. La realidad, así descrita, forma un sistema
donde todo está relacionado con todo.
Para J. A. Moore (Science as a Way of Knowing), una cierta actividad puede considerarse como ciencia si:
 Está basada en datos recogidos en el campo o en el laboratorio por observación o experimento, sin
invocar factores sobrenaturales.
 Responde preguntas reuniendo datos, y respalda o refuta conjeturas realizando observaciones.
 Emplea métodos objetivos para reducir al mínimo los posibles prejuicios.
 Elabora hipótesis consistentes con las observaciones y compatibles con el marco conceptual general.

EL SABER FILOSÓFICO - 42
 Pone a prueba todas las hipótesis y, si es posible, elabora hipótesis alternativas y compara su grado de
validez (capacidad de resolver problemas).
 Explica los acontecimientos sin invocar factores sobrenaturales. Las generalizaciones deben tener validez
universal dentro del dominio en cuestión.
 Para eliminar la posibilidad de error, sólo acepta plenamente un hecho o descubrimiento si lo confirman
(repetidamente) otros investigadores.
 Perfecciona continuamente las teorías por sustitución de teorías incompletas o defectuosas, y por la
solución de problemas anteriormente desconcertantes.
Así, cuando se habla de ciencia nos referimos a un ámbito del saber con unas características propias que
nos ayuda a transformar la realidad y es modelo frente a otros saberes como la magia o las seudo-ciencias;
a un cuerpo sistemático y organizado de conocimientos que conforman tanto un contenido (teorías, leyes,
sistemas, modelos) como una actividad humana (tecnologías, laboratorios). La labor de la ciencia consiste
en inventar y proponer nuevas explicaciones y su posible contrastación en la experiencia posible en cada
momento. La Ciencia se aplica a la práctica mediante la tecnología y está condicionada, a su vez, por
factores sociales, políticos, económicos, industriales, etc. “Cada época se caracteriza por el campo de lo
posible definido, no ya tan sólo por las teorías o las creencias en curso, sino también por la misma
naturaleza de los objetos accesibles al análisis, el utillaje para estudiarlos, la manera de observarlos y de
hablar de ellos.” (F. Jacob: La lógica de lo viviente). En cada momento de la Historia se hace la ciencia y la
filosofía que es posible hacer (no hay filosofías ni ciencias eternas en sus contenidos).
CARACTERÍSTICAS DEL SABER CIENTÍFICO (particular)
característica Definición contraposición
Mito (basado en la
RACIONAL Basado en la razón
imaginación)
Todas las partes de una ciencia están relacionadas entre sí, es decir, Conocimiento
SISTEMÁTICO forman un conjunto en el que todas las partes tienen que ver con todas, espontáneo o natural:
y si falta o falla alguna, repercute a todo el resto. conversación
Las afirmaciones científicas requieren, necesitan para serlo, una prueba. La opinión, que puede
DEMOSTRABLE Pero existen varios tipos de demostración, porque la prueba no tiene tener fundamento, pero
que ser siempre del mismo tipo. no prueba
En la opinión o en el
El conocimiento científico evita la interferencia subjetiva por parte de la
arte no importa y, a
OBJETIVO persona que cultiva la ciencia, quien, por su condición de científico, no
veces, hasta se precisa
refleja sus sentimientos o simpatías a la materia.
la subjetividad
Sus afirmaciones son válidas para todos los casos del mismo tipo. Algo
UNIVERSAL Experiencia particular
raro o diferente, la excepción, no sirve para establecer una ley científica.
Son postulados del conocimiento científico:
 De la realidad: existe un mundo independiente de nuestras concepciones y consciencia. No existe
ninguna prueba definitiva que apoye la relación subjetiva de todo enunciado (aunque existan ilusiones
ópticas o nuestro conocimiento esté determinado en gran parte por el lenguaje). La suposición de que el
mundo exterior existe, es una hipótesis que se puede corroborar.
 De la estructura: el mundo está estructurado, hay simetrías, invarianzas, etc. Los principios de orden, las
estructuras, son objetivos y reales.
 De la continuidad: entre los diferentes ámbitos de la realidad existe un contexto continuo, histórico y
causal; si se piensa en la emergencia de nuevas propiedades o en saltos por mutación, habría que hablar de
cuasicontinuidad.
 De la consciencia ajena: otros individuos también tienen impresiones sensoriales y consciencia (su
negación acarrea el solipsismo).
 De la reciprocidad: nuestros órganos sensoriales están afectados por el mundo; el pensamiento y la
consciencia son funciones del cerebro, de un órgano natural.
 De la explicabilidad: los hechos de la realidad pueden ser analizados, descritos y explicados por medio de
leyes de la Naturaleza.
 De la objetividad: los enunciados científicos son objetivos, se refieren a la realidad postulada
hipotéticamente. Son criterios de objetividad: la comprensión intersubjetiva (todo enunciado relevante se
ha de formular y comunicar en un lenguaje común); la independencia de sistemas de relación (el punto de
vista del observador, su personalidad o su estado emotivo han de ser irrelevantes); la contrastabilidad
intersubjetiva (cualquiera ha de poder controlar y comprobar los enunciados); la independencia del método

EL SABER FILOSÓFICO - 43
(la exactitud de un enunciado no puede depender del método utilizado para su comprobación); la no
convencionalidad (la exactitud de un enunciado no puede depender de un acto arbitrario o convencional).
CIENCIA FILOSOFÍA
Problemas que abarcan una parte,
Objeto de sector o región de la realidad. La Problemas que abarcan la totalidad de lo que hay.
estudio: ciencia estudia objetos ya dados en Se trata de un saber universal e interdisciplinar.
el ámbito químico, biológico, etc.
Las ciencias de la naturaleza siguen,
La filosofía es un saber radical y último. En cuanto radical, se trata
en general, el método hipotético-
Método de de un saber que pretende explicar lo real desde sus raíces,
deductivo; y las ciencias formales
estudio: reconstruyendo el proceso de su génesis; en cuánto último, ofrece
(las matemáticas y la lógica), el
una explicación más allá de la cual no se puede llegar.
método formal-axiomático.
Subjetiva: La verdad de sus teorías no se puede confirmar por
medio de la experiencia (sólo se busca la coherencia lógica). Esta
Objetiva: Al científico le preocupan
condición provoca una situación de diversidad dentro de la filosofía
los fenómenos que pueden
(escuelas y autores diversos). Los filósofos han de determinar
Carácter: observarse y medirse. Comprueba
desde qué perspectiva se van a ocupar de la realidad. En este
sus teorías a través de la
sentido la filosofía es un saber histórico: la filosofía se va
experiencia.
realizando a través de la constante revisión crítica de su saber, a
través de la autocrítica histórica.
El filósofo está movido por el deseo de saber y de encontrar la
felicidad. También podemos afirmar que la filosofía pretende
posibilitar la libertad, debido a que se trata de un saber crítico que
Aplicación tecnológica.
Interés o busca combatir el dogmatismo, los prejuicios,...
Descubrir leyes para predecir e
utilidad: En este sentido el saber filosófico es un saber normativo, puesto
intervenir en los acontecimientos.
que pretende ofrecer normas o propuestas que orienten la
transformación individual y colectiva de la realidad. De ahí que la
reflexión filosófica aliente modos de convivencia democráticos.
Diferencias entre filosofía y ciencia:
Como ya sabemos, todo conocimiento se expresa mediante proposiciones. Podemos clasificar las
proposiciones de dos maneras:
1. Según la cantidad de objetos a los que afecte el predicado:
a. Proposiciones singulares. Expresan un hecho concreto que ocurre en un momento determinado
del tiempo. Sólo son verdaderas aquí y ahora: “la pizarra de la clase es verde”, “todos los alumnos de 1º
son inteligentes” (aunque parece universal, equivale a un número finito de proposiciones singulares: el 1º
de la lista de 1º es inteligente, el 2º de la lista de 1º es inteligente….”)
b. Proposiciones universales. Expresan no un hecho concreto, sino una ley: que una propiedad
determinada es poseída, sin excepción alguna, por todos los objetos de una clase cuyo número de
miembros es indefinido. Pretenden ser siempre y en cualquier lugar verdaderas: “el granito es una roca
magmática”, “la luz se desplaza a una velocidad de 300.000 km. por segundo”.
c. Proposiciones particulares. Expresan que una propiedad determinada es poseída por un número
indefinido de una clase dada: “algunas personas se enfadan si se les dice que no”, “cuando hay cirros, casi
nunca llueve”.
2. Según la relación entre el sujeto u el predicado:
a. Proposiciones Analíticas. En estas, el predicado simplemente explica el sentido y el significado que
tiene el término que hace de sujeto de la proposición. El predicado nada nuevo añade al concepto o
significado del sujeto, se limita a expresar el resultado del análisis del significado del sujeto (de ahí lo de
analíticas). “un extraterrestre es un habitante de otro planeta”, “un triángulo es un polígono de tres lados”.
Estas proposiciones no hablan ni expresan algo de las cosas, sino de cómo se utiliza el lenguaje. Por ello no
se puede decir que sean verdaderas ni falsas, sino sólo correctas o incorrectas.
b. Proposiciones sintéticas. El predicado no es la expresión del significado del término que hace de
sujeto, sino que se añade al sujeto como algo nuevo (de ahí su nombre: síntesis significa adición, unión). A
diferencia de las anteriores, estas si hablan de las cosas y de los hechos (expresan estados de cosas: “los
extraterrestres son verdes”), Por ello pueden ser verdaderas o falsas, pues hablan de lo que sucede.
Tanto la filosofía como la ciencia expresan sus conocimientos utilizando proposiciones universales y
sintéticas. La ciencia consta de leyes que expresan el comportamiento de la realidad en alguno de sus
campos (“el agua se evapora a cien grados centígrados”), la filosofía trata de alcanzar conocimientos
válidos para toda la realidad (“¿qué es la realidad?”). Sin embargo no se puede entender dicha
universalidad de la mima manera en una y otra.

EL SABER FILOSÓFICO - 44
UNIVERSALIDAD INDUCTIVA FRENTE A UNIVERSALIDAD ESTRICTA.
Las proposiciones científicas gozan de una universalidad inductiva, son fruto de la generalización inductiva
a partir de múltiples observaciones sensibles concretas (por ello son a posteriori). Por ello solo gozan de un
determinado grado de probabilidad respecto a su verdad, no son absoluta y necesariamente verdaderas,
por ello se podrían encontrar contraejemplos: “el calor dilata los cuerpos”, “el cloruro de sodio se disuelve
en agua”. Las proposiciones filosóficas, no son fruto de la generalización, por ello no son probablemente
verdaderas, sino necesariamente verdaderas; no necesitamos recurrir a ejemplos, ni a ninguna observación
empírica o sensible para descubrir su verdad (son a priori). Su universalidad es estricta: “una persona,
cuando actúa sin libertad no es responsable”, “no es posible que se dé un color sin que se vea extenso”
LA CIENCIA EXPRESA HECHOS CONTINGENTES, LA FILOSOFÍA NECESARIOS.
Las proposiciones de las ciencias, que presentan universalidad inductiva, expresan estados de hechos
objetivos pero contingentes, mientras que las de la filosofía expresan estados de cosas objetivas necesarias.
Contingente hace referencia a lo que es como es, pero podría ser de otro modo e incluso dejar de ser. Que
la pizarra de la clase es verde es un hecho contingente, pues podría ser de otro color y no dejaría de ser
pizarra, aunque sí esta pizarra de la clase de aquí y ahora. Que la proposición científica “los cuerpos se
atraen en razón directa al producto de sus masas”, expresa un hecho contingente: lo muestra el hecho de
que podríamos pensar en otros mundos distintos del nuestro en el que los cuerpos no se atrajeran en razón
directa a sus masas, como ocurre en los mundos que describe la ciencia ficción. Necesario hace referencia a
lo que es como es y no puede ser de otro modo a como es. Ningún novelista podrá presentarnos jamás un
mundo en el que seres carentes de libertad sean responsables de lo que hacen, pues sin libertad es
imposible la responsabilidad. Los estados de cosas necesarios no pueden ser de otra manera, es absurdo.
LOS HECHOS CIENTÍFICOS NO SON PLENAMENTE INTELIGIBLES, LOS FILOSÓFICOS SÍ.
Las proposiciones científicas expresan estados de cosas que no son plenamente inteligibles. Esto significa
que, aunque la ciencia tiene como tarea fundamental encontrar explicaciones acerca de por qué ocurren
las cosas como ocurren, ante cualquier respuesta encontrada por la ciencia siempre cabe seguir
preguntando por qué, pues los estados de cosas de los que trata la ciencia son contingente, podrían ser de
otra manera en otros mundos posibles e incluso no ser. Cualquier químico sabe que los gases nobles no se
combinan entre sí. Ante tal estado de cosas cabe preguntarse ¿por qué los gases nobles no se combinan
entre sí? La respuesta que daría un científico sería porque su capa externa de electrones está compuesta
por ocho electrones, salvo el helio que está compuesto por dos electrones. Ante esto, cabría seguir
preguntando y ¿Por qué los gases compuestos por esta carga de electrones no se combinan entre sí? Y así
podríamos seguir preguntando sucesivamente. En el caso de las proposiciones filosóficas, no cabe seguir
preguntando indefinidamente acerca del estado de cosas del que tratan “¿por qué esto es así?”, pues su
intelección es plena, expresan estados de cosas sobre cuya comprensión no cabe pregunta alguna, por
carecer de sentido. Así, en el caso de la siguiente proposición “dos cosas iguales a una tercera son iguales
entre sí” no cabe preguntarse por qué esto es así, no tiene sentido. Se comprende o no se comprende.
CIENCIA FILOSOFÍA
La ciencia busca soluciones a las preguntas que nos La filosofía no brinda soluciones sino respuestas, las
hacemos sobre la realidad, es decir, contestaciones que cuales no anulan las preguntas sino que nos permiten
satisfacen de tal modo la cuestión planteada que la anulan convivir racionalmente con ellas aunque sigamos
y la disuelven. Cuando una contestación científica funciona planteándonoslas una y otra vez. Por muchas respuestas
como tal ya no tiene sentido insistir en la pregunta (una vez filosóficas que conozcamos a la pregunta de “qué es la
establecido que la composición del agua es H2O deja de justicia”, por ejemplo, nunca dejaremos de plantearnos
interesarnos seguir preguntándonos por la composición del esa cuestión ni descartaremos como superadas las
agua). respuestas dadas al respecto por filósofos anteriores.
Recordemos que la filosofía es una actividad crítica.
La ciencia pretende conocer el mundo ordenando la La filosofía reflexiona y explica qué significan esas cosas
información que recibimos de éste según principios para nosotros. Relaciona el conocimiento con las
generales. Su objetivo es explicar cómo funcionan las opciones vitales o valores que podemos elegir, intentando
cosas. establecer cómo vivir mejor de acuerdo con lo que
sabemos. La filosofía, pues, intenta ir al fondo de las
cuestiones que se plantea, es radical.
Las ciencias tratan cuestiones concretas, “parcelas” de la La filosofía es un saber universal: abarca todos los
realidad, es decir, fragmenta y especializa el saber (física, ámbitos de la realidad.
biología, matemáticas, medicina, psicología, economía...) La filosofía intenta relacionarlo todo con todo lo demás, es
decir, pretende ordenar y unificar los distintos ámbitos de
la realidad y de la experiencia desde una clarificación
racional, coherente y crítica..
La ciencia busca saberes y no meras suposiciones. La filosofía quiere saber lo que suponen para nosotros el

EL SABER FILOSÓFICO - 45
conjunto de nuestros saberes. Es un medio para
cuestionar y aclarar los supuestos e ideas que nosotros, e
incluso los científicos, usamos cada día sin pensar en
ellas, por ejemplo: la superstición presente en mucha
gente; el "progreso" que no respeta la dignidad, libertad y
felicidad humanas; o que no tiene en cuenta la destrucción
del medio ambiente; los que atentan contra el ser humano
convirtiéndolo en un medio para el provecho de otros. Etc.
Estas características hacen que la filosofía sea una
actividad crítica y clarificadora.

A MODO DE RESUMEN

 Narraciones o relatos que explican e interpretan los orígenes de la naturaleza y la sociedad, el orden
social interno y el destino de una comunidad.
 Antropomórfico: Los grandes fenómenos actúan dramáticamente encarnados en agentes naturales
EL MITO

personificados.
 Animista: La naturaleza está poblada de espíritus vivos, conscientes e intencionales.
 Indeterminista: Lo que acaece en la naturaleza sucede de forma arbitraria y azarosa, dependiendo de
la voluntad imprevisible de las fuerzas que rigen el cosmos y no un sistema regular de causas.
 Prescriptivo: De la narración se siguen pautas o patrones normativos de conducta, como rituales,
tabúes, etc.
 De dominio: Mediante la magia, una casta socialmente privilegiada (brujos, chamanes) pretende poseer
un saber y unos procedimientos de control y de predicción sobre los fenómenos naturales y espirituales.
LA MAGIA

 Procedimental: Los magos saben ejecutar con rigor y eficiencia determinados ritos pautados, unidos a
ceremoniales y fórmulas ocultas, en virtud de los cuales suceden los acontecimientos previstos y esperados.
 Privado: El saber de la casta no es público o intersubjetivo sino secreto. Se transmite de manera
endogámica entre los iniciados de la casta elegida.
 Dogmático: Por su carácter privado no es posible ni está permitido que sus resultados puedan ser
cuestionados o criticados aun en el caso de que no resulten adecuados. Por otra parte, no se admite que los
resultados insatisfactorios invaliden la supuesta eficacia de los procedimientos rituales.
 Omnipotencia: El sentimiento religioso comienza con el reconocimiento de la existencia de poderes
muy superiores a las fuerzas de la naturaleza y de los seres humanos.
LA RELIGIÓN

 Trascendencia: La religión hace referencia a que tales poderes absolutos están más allá de la misma
naturaleza, incluso más allá de las fuerzas inmanentes que la rigen.
 Misterio: La relación de los poderes trascendentes con el mundo y con el ser humano no se rige por
patrones de conducta predecibles, regulares, ni siquiera comunes. Lo absoluto de manifiesta de modo
extraordinario, sus expresiones se apartan de lo normal y cotidiano (milagro).
 Presencia: Designa la posibilidad que tiene el ser humano por diversos medios (sacrifico, oración,
visión mística, ceremonial, sacerdocio) de sentirse vinculado interiormente o religado de forma racional o
irracional, predecible o imprevisible, a lo santo (tremendo y fascinante) y lo numinoso (inefable).
 Práctico: Se trata de un conocimiento que se sustenta en reglas basadas en el ensayo y error. Además,
LA TÉCNICA

no se fundamenta en unos conocimientos teóricos previos.


 Especializado: Tiene su origen en la división social del trabajo, resultado de la evolución cultural, y en
la subsiguiente clasificación de las múltiples categorías técnicas.
 Público: La técnica es un saber de predicción, control y dominio, pero, a diferencia de la magia, sus
reglas y procedimientos son progresivamente compartidos, no esotéricos ni exclusivos.
 Revisable: El carácter público o intersubjetivo convierte a la técnica en un saber sometido a la revisión
y al perfeccionamiento continuo de sus reglas.
 Causal: Aunque el objeto de conocimiento sea el mismo que en el mito, la explicación no está sometida
a interpretaciones antropomórficas, animistas o sobrenaturales. Se trata de una explicación mediante causas,
LA FILOSOFÍA

por más que esas causas sean de orden especulativo o racional. Esto significa que la realidad es un orden
(cosmos) regular y necesario, sometido a principios y leyes que la razón humana puede descubrir.
 Realista: Los principios y leyes naturales pueden ser pensados y representados tal y como son en sí
mismos, en su apariencia y en su fundamento, sin tener que recurrir a relatos legendarios o simbólicos.
 Argumental: La explicación racional no recurre a justificaciones externas (tradición, autoridad, misterio),
sino a las razones que puedan aportarse en el curso de la investigación de los fenómenos y de sus causas.
 Crítico: Las conclusiones obtenidas pueden ser criticadas y cuestionadas, siempre que los argumentos
presentados así lo exijan.
 Experimental: Como la filosofía, la ciencia es un saber racional y causal, pero no puramente
LA CIENCIA

especulativo, sino también experimental, recurriendo al control artificial, público y repetible de un fenómeno en la
investigación de un problema.
 Metódico: Se aceptan como conocimientos científicos sólo aquellos que han sido obtenidos tras
superar de manera conveniente los momentos o etapas de un método minuciosamente definido y presentado.
 Tecnológico: Al ser un saber de control y dominio, la ciencia tiene una continuidad insoslayable en las
tecnologías, diferentes de las técnicas, que se bastan y justifican así mismas.
 Especializado: Es un conocimiento clasificado o dividido en disciplinas cada vez más especiales.

EL SABER FILOSÓFICO - 46
EL SABER FILOSÓFICO - 47
EL SABER FILOSÓFICO - 48
FILOSOFÍA E IDEOLOGÍA

El término ideología fue creado en 1796 por Destutt de Tracy para designar a la ciencia de las ideas.
Sociológicamente, la ideología es el conjunto de creencias, imágenes (mitos, modelos) y valores de una
sociedad en un momento dado. La ideología realiza una importante función de legitimación del sistema
social establecido. Crea la cohesión social y genera la adhesión de los individuos. Su única validación es que
es aceptada por la sociedad. En sentido estricto, las ideologías no son “saber”. Sólo requieren que se las
crea verdaderas, aunque no lo sean.
Definimos ideología como: forma colectiva de pensamiento consistente en un conjunto organizado y
coherente de percepciones, valores, creencias y representaciones del mundo y de la historia, de origen
variado, cuyo fin es explicar y legitimar el orden social, político y económico existente, en función de
unos intereses prácticos inmediatos; está dirigida a justificar la situación social de un grupo o colectividad
y propone además una determinada orientación para la acción de ese grupo o colectividad.
Características de las ideologías:
 Pretenden ser racionales: al ser sistemas de creencias, valores y representaciones de la realidad, se
presentan como racionales y en ocasiones como científicas. Por eso suelen tener una lógica y una
coherencia interna satisfactoria. Además esclarecen y explican las situaciones que viven los sujetos en su
sociedad y les infunden seguridad, confianza.
 Defienden siempre unos intereses de grupo o unas situaciones de hecho para justificarlas o criticarlas,
basándose en unos valores, tradicionales o nuevos.
 Sirven para identificar a un conjunto de personas y para unirlas en una acción colectiva: dotan a sus
seguidores de una fuerte conciencia de pertenencia a un colectivo (clase, nación, partido) y les propone
una acción común, unos objetivos a realizar en la historia y en la sociedad.
 Suponen un complejo fenómeno psicosocial: mediante las ideologías, los individuos canalizan sus
energías, sus creencias, sus valoraciones y se organizan para actuar de un modo determinado en contra de
otros grupos ideológicos. Existe un fuerte movimiento de identificación con un “nosotros” que vehicula
estas aspiraciones individuales.
K. Marx fue el primero que usó el concepto de ideología dándole unas connotaciones de visión falsificadora
y perversa de la clase burguesa que imponía sus valores a toda la sociedad mediante las leyes, los medios
de comunicación, la educación, la religión, etc. Esta visión de la ideología tiene implicaciones
epistemológicas, sociológicas y culturales negativas ya que está relacionada con el concepto de alienación.
Sin embargo, con Max Scheler, y sobre todo con Karl Mannheim, esta noción de Marx fue considerada por
la sociología del conocimiento como demasiado simple, lo que llevó a redefinir el concepto de ideología y a
situarlo en un ámbito más amplio que el de la lucha de clases. Si Marx había entendido la ideología como
falsificación de la imagen de la realidad por parte de las clases sociales dominantes, Mannheim y otros (M.
Horkheimer, H. Marcuse o L. Kolakowski), van a entender la ideología de forma universal. Así, todos los
grupos sociales tienen una conciencia de la realidad deformada y desviada de la verdad debido a sus
intereses particulares. Como señala Horkheimer, se trata de un nuevo concepto de ideología que supera la
visión clasista de Marx, y que tiene el mérito de situar el tema en un marco más amplio que el de
considerar la visión de la realidad como puro reflejo de las condiciones materiales de la vida individual y
social. En realidad, la crítica a la ideología que realizó Marx ha permitido a la sociología del conocimiento
actual incluir ciertos aspectos de aquella como parte de su propia concepción y entender, de un modo
histórico y dialéctico, que los límites de las cosmovisiones de todos los seres humanos están marcados por
su pertenencia a un grupo social y cultural determinado, lo cual no significa que no sea una aproximación a
la verdad. Los seres humanos, hoy lo sabemos mejor que en el siglo XIX, somos sujetos determinados
biológica, psicológica y socialmente, pero capaces de aportar ideas, valoraciones y expresiones diferentes y
superiores a nuestras determinaciones de sexo o clase social.
La crítica a la ideología es siempre la autocrítica de nuestros preconceptos y prejuicios. Las ideologías no
han muerto como vaticinaba Daniel Bell en 1960 al referirse al fin de la ideología comunista (por lo que
podían ser substituidas por el control de la ciencia, o por planes racionales, según R. Aron) sino que toda
ideología forma parte del sistema de representaciones y valores que todo ser humano tiene desde su
posición social y cultural. La pregunta clave sigue siendo de qué modo cada ser humano puede y debe acer-
carse a la verdad y tratar de ser crítico con su propia visión parcial e interesada del mundo y de la sociedad.
El problema filosófico sigue siendo el del conocimiento objetivo de la realidad, el de la búsqueda honesta y

EL SABER FILOSÓFICO - 49
objetiva de la verdad. Si la filosofía no fuera más que el reflejo de su época, se convertiría en ideología.
Pero es crítica de su época y, por tanto, debe conducir a la acción transformadora. La filosofía no puede
estar desvinculada de la acción (“los filósofos, hasta ahora, únicamente han interpretado el mundo de
modos diversos; ahora se trata de transformarlo”, K. Marx). La ideología expresa el modo como los seres
humanos viven la realidad en que están insertos. Pero, como la realidad es social, es muy fácil que los
grupos sociales dominantes impongan su ideología al resto de la sociedad. Sólo después de que
históricamente se hayan producido los cambios correspondientes en la realidad natural y social, se podrá
apreciar el engaño ideológico en que vivían los seres humanos que tomaban como verdaderamente real lo
que no era más que la aceptación forzada de un modo imaginario y falso de vivir la realidad. La filosofía se
distingue de la deformación interesada y práctica de la realidad, en que consisten las ideologías.

LA CRÍTICA

La Crítica incluye el examen de los supuestos y de los contextos dentro de los cuales funcionan los
conceptos, así como el de los modos como han sido usados y entendidos por otros. Pensamos críticamente
cuando hacemos juicios razonados sobre qué pensar o cómo actuar ante situaciones relevantes o
problemáticas de la vida cotidiana. Pensar críticamente no supone encontrar una solución predeterminada,
verdadera y definitiva; si no más bien enjuiciar y valorar desde criterios racionales las opciones o respuestas
posibles en un contexto dado. Pensamiento “crítico” se opone a “acrítico”, que acepta las conclusiones sin

EL SABER FILOSÓFICO - 50
una evaluación de los supuestos y los criterios, que decide y actúa sin previo análisis de la situación, sin
evaluación de las alternativas posibles, las dificultades y recursos disponibles.
Siguiendo a Fernando Leal, podemos distinguir los siguientes sentidos del término crítica:
1. El concepto clásico: la crítica como erudición: No está totalmente claro cuándo aparecen los términos
griegos krísis, kritiké, kritikós por vez primera en el sentido de una disciplina particular. Lo cierto es que el
concepto es anterior al término, como ocurre con tanta frecuencia. La disciplina como tal, es decir, el
concepto de tal disciplina, se remonta a la edad de oro de Atenas, en el siglo V a.n.e. Ese concepto cristaliza
completamente en la obra de Aristóteles, y quienes siguen después se llamarán y serán llamados philólogoi,
grammatikoí, kritikoí, es decir, respectivamente: amantes de los textos, estudiosos de las letras,
discernidores. Se trata de la disciplina y formación por la cual se llega al discernimiento (krísis) de los
buenos autores y los buenos libros, es decir a la capacidad, cultivada a lo largo de muchos años y con un
esfuerzo considerable, de distinguir (krínein) los autores que escriben y piensan bien de los que escriben y
piensan menos bien. La persona que de tal manera se cultiva es un ‘crítico’ (kritikós), es decir un
‘distinguidor’, un ‘discriminador’, un ‘discernidor’. ¿Por qué surge la crítica en este sentido? La razón es
sencilla: Los textos son productos lingüísticos que fijan un estado de la lengua. Pero la lengua se transforma
a lo largo del tiempo, mientras que los textos siguen hablándonos en el tono y la tesitura del estado
anterior. Por ello, los textos se van volviendo incomprensibles: los cambios en la pronunciación, el
vocabulario, la construcción de frases y oraciones, las imágenes, los giros, las metáforas, en la manera de
comenzar y terminar un texto, en la manera de titularlos o no titularlos, etc., los hacen incomprensibles. Si
alguien lo duda, bastará que abra el Cantar de Mío Cid para cerciorarse de que no puede entender un texto
que conserva el estado que el español guardaba hace siete siglos. Cualquiera buena edición del Mío Cid
tiene que ser una edición ‘crítica’ en este sentido: una edición que nos enseñe a leer correctamente ese
texto, a apreciar sus bellezas y bondades, el sistema de pensamiento de su autor, las alturas poéticas que
alcanza, las estructuras sintácticas antiguas, el significado de los vocablos, etc.
2. El primer concepto moderno: la crítica como ciencia: Los dos grandes usurpadores del término crítica
son Immanuel Kant (CRITIK der reinen Vernunft, 1781) y Karl Marx (Zur KRITIK der politischen Oekonomie,
1859). Comencemos con la usurpación del término crítica por Kant,: “Pero no entiendo por esta frase una
crítica de los libros y sistemas, sino una crítica de la capacidad misma de razonar con respecto a todos los
conocimientos a los que la razón aspira independientemente de la experiencia, [con otras palabras entiendo
por “crítica de la razón pura”] la decisión acerca de la posibilidad o imposibilidad de una metafísica como
tal, y la determinación tanto de sus fuentes como de su extensión y límites, todo ello empero a partir de
principios”. La palabra decisión es particularmente importante en este pasaje: corresponde justamente al
griego crisis. Este último término designa la actividad crítica por excelencia, el decidir, discernir y
discriminar; sólo que en Kant ya no será decidir entre un buen autor y uno no tan bueno, entre una obra
bien escrita y otra menos bien, entre un pensamiento o un sistema de pensamientos mejor fundado y otro
peor, etc. ¿Cuál es ese procedimiento? Consiste en delimitar (otra vez krínein), en encontrar y establecer
los límites de la razón o, más generalmente, de las capacidades e incapacidades del aparato cognitivo
humano. Resumiendo: la crítica antigua es una de las disciplinas (junto con la retórica, la lógica, la
gramática, la poética y la lexicografía) incorporadas a la práctica interpretativa (herméneia, hermeneutiké)
de los textos clásicos; entre dichos textos se encuentran primordialmente las leyes; la jurisprudencia es en
buena medida un arte interpretativo de las leyes que utiliza la crítica; la visión que tiene Kant depende
completamente de la metáfora del jurisconsulto, y en particular del juez, que debe discernir el contenido
de la ley y su aplicabilidad al caso en cuestión; el caso en cuestión es el del alcance y límites de las
capacidades cognitivas humanas; la ley cuya aplicabilidad debemos discernir es el conjunto de reglas,
principios, postulados, analogías, axiomas e ideales que de manera explícita o implícita son invocadas por
los metafísicos y científicos. Si se toma todo eso en serio, se verá que la crítica de la razón que busca Kant
es un hijo legítimo de la gran tradición crítica europea que arranca del mundo antiguo.
3. El segundo concepto moderno: la crítica como ciencia erudita o erudición científica (como ciencia
social informada por la erudición): El segundo sentido moderno de la palabra crítica cristaliza con la
publicación de Zur Kritik der politischen Oekonomie de Karl Marx. ¿En qué consiste la peculiaridad de este
nuevo concepto? En que sintetiza el concepto clásico de lectura cuidadosa de textos y autores con el
concepto kantiano de exploración del alcance y límites de las capacidades cognitivas humanas. ¿Cuál es
entonces el elemento nuevo en el concepto que inaugura Vico y que Marx introduce como un nuevo
significado para el viejo término de crítica? Se trata justamente de la idea de que el alcance y límites del

EL SABER FILOSÓFICO - 51
entendimiento y la razón humanas, de las clasificaciones y explicaciones que en nuestras ciencias damos de
los fenómenos, en una palabra: del conocimiento de que somos capaces, no están solamente determinados
por la génesis y estructura naturales de las que partimos y que son un producto de la evolución, lo cual era
aceptado por Marx, que en eso era discípulo de Kant tanto como de Darwin, sino también están
determinados por la clase de sociedad a la que pertenecemos, por el nivel tecnológico que alcanzamos,
por la estructura del sistema industrial y comercial en que nos desenvolvemos, por el lugar que en todas
esas relaciones ocupamos: estos modos de determinación sociales resultan tan importantes como los
modos de determinación naturales y es igualmente urgente estudiarlos e investigarlos.
4. Tres conceptos vulgares de crítica:
4.1. El concepto más cotidiano, el que primero oímos, de crítica, corresponde al de criticar como hablar
mal de alguien o de algo, encontrarle defectos reales o imaginarios que lo hagan desmerecer a los ojos de
los demás. La crítica, en su sentido clásico, nos enseña a apreciar a los buenos autores y las buenas obras y
a distinguirlas de las menos buenas. Esta disciplina requiere de muchas lecturas y muchos conocimientos
lingüísticos, históricos, filosóficos, retóricos, etc. No cualquiera puede aspirar a ella. Pero hablar mal de
alguien y compararlo con otra persona que en nuestra opinión es buena o al menos mejor, nos parece en la
vida diaria algo que todos podemos hacer. Espero que aprecien la diferencia entre ser crítico en el sentido
clásico y crítico o criticón en el sentido cotidiano.
4.2. Este uso cotidiano, sin embargo, se extiende fácilmente y vemos con gran frecuencia criticar a los
autores y textos que se leen. Los critican exactamente en el mismo sentido que se critica a los amigos y
familiares, en el mismo sentido que se critica a la sociedad y las costumbres, es decir: en la feliz ignorancia
(sancta simplicitas) que es propia de la juventud. La crítica en este segundo sentido vulgar no es sino una
forma de la rebeldía. Tal rebeldía es necesaria e inevitable, parte de la lenta y dolorosa integración a una
sociedad y cultura, que no han creado y que no consiguen comprender. Y ciertamente no está exenta de
utilidad: ¿de dónde vendrían los cambios si no de esa rebeldía? Sin embargo, esa rebeldía no constituye
autoridad ninguna, por cuanto se basa en no saber ni entender gran cosa. Esta crítica equivale a que,
cuando se lee a un autor, se debe, en primer lugar, tratar de dar una opinión propia. No se trata de
entender el texto, sino de decir si parece que el autor dice algo que es correcto o incorrecto.
4.3. Un tercer concepto vulgar de crítica se reduce a que, dado un texto o un autor, se trata de mostrar que
ese texto o ese autor son un producto de una supuesta ortodoxia de derecha, a la cual hay que oponer una
crítica invariablemente de izquierda. Lo importante aquí es constatar que este tercer concepto vulgar
asociado con el término crítica es un concepto ideologizado y politizado. Parece que su origen es claro: el
uso que del término crítica hizo en su momento Karl Marx. Pero en Marx el verdadero sentido del término
es muy distinto de este concepto vulgar, y que depende, para su recta comprensión, del concepto clásico
de crítica como erudición tanto como del concepto moderno de crítica como ciencia: aquél en que se trata
de explorar el alcance y límites del conocimiento humano al hilo de una lectura disciplinada de los textos y
autores de una tradición con una continua referencia a las circunstancias históricas (todas) en que los
autores escribieron los textos.
5. El pensamiento crítico supone:
 Problemas relevantes: los problemas propicios para el pensamiento crítico conllevan tener que
enfrentarse a ellos con procesos cognitivos complejos, como analizar y comprender, inferir y razonar,
evaluar y tomar decisiones. El pensamiento crítico se activa en contextos relevantes para el sujeto, en los
que se exige un juicio o valoración razonada. Serían cuestiones críticas: comprender y analizar la realidad
física, sociocultural y personal, partiendo de las aportaciones de las diversas ciencias; decidir qué metas o
valores perseguir; determinar qué vías son las adecuadas para llegar a esas metas; etc.
 Recursos: Nos enfrentamos a los problemas valiéndonos de nuestros conocimientos y experiencias
previas, así como de las destrezas con que manejamos tales conocimientos. Éstos incluyen conocimiento
sobre el conocimiento y su estructura, sobre los procedimientos, estrategias y heurísticas para desarrollarlo
y optimizarlo. Pero la estructura cognitiva necesita energía para ponerla en marcha, y por ello se requieren
también motivaciones, intereses y valores como recursos imprescindibles.
 Respuestas racionales: Las respuestas a los problemas planteados por el pensamiento crítico deben ser
de calidad, es decir, sensibles y ajustadas al problema planteado. No se trata de ni dar una respuesta
definitiva ni de dar cualquier respuesta. El pensamiento crítico no es dogmático ni relativista. Para
considerar como crítica una respuesta es preciso evaluarla no tanto como resultado, sino como proceso de
conocimiento y control.

EL SABER FILOSÓFICO - 52
Definimos crítica como: examen o análisis de un enunciado o juicio, de tal manera que se someten sus
fundamentos o su valor a prueba, especificando los requisitos que debe cumplir para ser racional.
La crítica es un conjunto de instrumentos formados por conocimientos, instituciones o, incluso, cuerpos,
que puede ser considerado como capaz para actuar como canon, medida o modelo para contrastar
(discriminar, distinguir), en un tema dado, la presencia de unas partes que interesa destacar de otras que se
rechazan o, simplemente, se ponen a un lado. Igual que criterio, el término crítica tiene origen jurídico: es
la sentencia que cierra un proceso acerca de lo justo (o justificado). Hay muchas formas de crítica, según
sea aquello sobre lo que se juzgue (ej. la critica artística es un juicio acerca de las pretensiones de valor
estético o belleza). El primer gran crítico fue Sócrates. Él no pensaba poseer la verdad, pero cuando alguien
le exponía su presunto saber y, por tanto, se consideraba sabio, le proponía examinar si era verdad lo que
decía. Comenzaba así la crítica, dirigida por el mismo Sócrates. Con frecuencia el otro se irritaba al tener
que abandonar su opinión. Sin embargo, Sócrates pensaba que se encuentra en mejor situación el que
termina por saber que no sabe, ya que entonces investigará, que el que, por creer saber, no está dispuesto
a autocriticarse. Aunque prácticamente no ha habido ningún filósofo que no haya ejercido la crítica, ésta se
convierte en actitud predominante a partir del siglo XVIII, gracias sobre todo a Kant: “Nuestra época es, de
modo especial, la de la crítica. Todo ha de someterse a ella. Pero la religión y la legislación pretenden de
ordinario escapar a la misma. La primera a causa de su santidad y la segunda a causa de su majestad. Sin
embargo, al hacerlo despiertan contra sí las mismas sospechas justificadas y no pueden exigir un respeto
sincero, respeto que la razón sólo concede a lo que es capaz de resistir un examen público y libre.” (Crítica
de la Razón Pura). Criticar es “llevar ante el tribunal de la razón”. Ello significa que la razón es la guía última,
el juez supremo, del ser humano. Que, por tanto, es preciso que el ser humano se atreva a pensar y no crea
sino aquello que racionalmente piense que puede creer. Pero la crítica ilustrada se concentró en el análisis
de la justificación racional de las creencias. A partir del siglo XIX los maestros de la sospecha (P. Ricoeur),
abren nuevos frentes para la crítica: se trata ahora de desvelar los presupuestos irracionales de las
creencias: Marx hace ver que las ideologías están social y económicamente condicionadas, ocultan
intereses de clase; Nietzsche indaga en los orígenes de las creencias y los instintos que las sustentan; Freud
descubre sus posibles motivaciones inconscientes.
6. ¿Qué puede ser objeto de crítica?
No se critica a la Naturaleza: carece de sentido. En cambio, toda actividad o creación humana puede y debe
ser criticada, ya que es producto de un ser humano que es esencialmente falible y susceptible de engaño.
Los tipos de temas sometidos a crítica pueden ser: lingüístico, constituido por palabras que expresan
opiniones, teorías, creencias; o corpóreo, constituido por cosas reales tales como acciones, instituciones,
utensilios, etc. Los instrumentos para ejercer la crítica, por tanto, también podrán ser lingüísticos o
corpóreos. Así, podemos tener cuatro tipos de crítica (G. Bueno): a) dialógica: crítica de teorías u opiniones
mediante teorías u opiniones opuestas; b) logoterápica: crítica mediante el lenguaje de cosas reales
(acciones humanas, instituciones); c) translógica: crítica mediante cosas reales de opiniones o teorías; d)
ontológica: crítica de una cosa real mediante otra cosa real.
La actitud crítica sincera es manifestación de honestidad intelectual o de una “voluntad de verdad” (W.
James). En este sentido, la crítica nunca puede ser sólo negativa: descubrir el autoengaño es abrir campo a
la verdad. Uno tiene que poder dar razón a los demás, y sobre todo a sí mismo, de sus propias creencias.
Pero también tiene que ser capaz de ponerlas a prueba. Dogmatismo y escepticismo son las dos
manifestaciones extremas del espíritu crítico: su ausencia absoluta o su exacerbación. Dogmatismo es la
actitud del que rehúsa criticar, o no lo hace de hecho, sus propias creencias; escepticismo, la del que las
critica hasta tal punto que concluye que no se puede cree en nada. El dogmático cree, normalmente, más
de lo que racionalmente puede creer; el escéptico, mucho menos. Subjetivamente, tanto el dogmático
como el escéptico exigen una certeza absoluta en sus creencias. El primero teme perderla, quizá porque en
realidad no está tan seguro de poseerla, si pasa a la crítica; el segundo se da cuenta de que nunca podrá
alcanzarla. El dogmático, por serlo, jamás se criticará a sí mismo. En este sentido, su postura es irracional: la
ausencia de crítica denota temor o desprecio de la razón. Pero, curiosamente, tampoco los escépticos, pese
a ser hipercríticos, parecen haber realizado la crítica del escepticismo. Sin embargo no faltan argumentos
en su contra: 1. Se contradice: “Si alguien pretende que no sabemos nada, ignora asimismo si esto puede
saberse, puesto que confiesa ignorarlo todo. Sin embargo, quiero concederle que pueda saber esto. Pero, le
pregunto, no teniendo experiencia de lo que es la verdad, ¿cómo sabe lo que es “saber” e “ignorar”, de
dónde ha sacado la noción de “verdad” y de “falsedad”, qué le enseñó a distinguir lo verdadero y lo falso?”

EL SABER FILOSÓFICO - 53
(Lucrecio: De la naturaleza de las cosas). Pero no sólo el escéptico se contradice teóricamente, sino que
también se encuentra en contradicción con su propia vida: “La naturaleza es siempre demasiado fuerte
para la teoría y el primer y más trivial suceso en la vida pondría en fuga todas sus dudas y escrúpulos, ya
que la raza humana ha de actuar, razonar y creer” (D. Hume: Investigación sobre el conocimiento humano).
2. Exige que todo se demuestre, lo cual lleva a un regreso al infinito y, por tanto, a la imposibilidad de
probar nada: “El argumento propuesto como prueba de una cuestión determinada reclama él mismo otra
prueba y ésta, a su vez, otra, y así hasta el infinito, de tal modo que, no disponiendo de un principio seguro,
nos vemos obligados a la suspensión del juicio (epoché)” (Sexto Empírico: Hipótesis pirrónicas). Criticar no
significa intentar demostrarlo todo, sino examinar si nuestras creencias están o no racionalmente
justificadas. A lo que sí suele conducir la crítica es a un escepticismo parcial. La pretensión dogmática de un
saber universal y absoluto parece imposible de justificar.

EL ANÁLISIS FILOSÓFICO
Para empezar, lo haremos con un ejemplo: beber un vaso de agua. Este hecho tan simple puede verse
desde diversos puntos de vista y con diferentes planos, desde lo más superficial a lo más profundo.
Ángulos (o puntos de vista):
- desde lo biológico: en el acto de beber concurren diferentes mecanismos óseos, musculares, voluntarios,
órdenes cerebrales que detectan la necesidad de reemplazar líquido perdido por la sudación excesiva, por
haber jugado mucho, por el calor, etc.
- desde la química: uno sabe que el agua contenida en el vaso es un compuesto de dos átomos de
hidrógeno y un átomo de oxígeno, más otras partículas en suspensión -según la impureza que tenga el
agua-, más otros productos, como el cloro, que impiden que el agua transmita ciertas enfermedades, etc.;
más que agua parece que uno se toma un cóctel extraño atómico-molecular
- desde la física: se sabe que para que el agua llene el vaso el aire contenido en él debe salir, con lo que la
posición del vaso debe ser la adecuada, la presión del líquido también para que las paredes del vaso la
puedan soportar, etc.
- desde la psicología: es posible que tengamos una fuerte ansiedad por alguna cosa y que al no poder
conseguirla, la desviamos tomando mucha agua (podemos suponer).
- desde la medicina: es necesario beber dos litros de agua diarios para conservar la salud de nuestro
sistema urinario, para ayudar a la depuración de los fluidos y desechos solubles, filtrados por la sangre y
excretados por la orina.
- desde la cultura: beber un vaso de agua puede ser un lujo, que hay que administrar con mucho cuidado,
como en los países sometidos a enormes sequías y escasez de agua, o un despilfarro en otros países,
apenas significativo, dada la abundancia del líquido elemento, etc.
Planos (o niveles):
♦ el más superficial (nivel 1): el agua sale del grifo; la tomo y ya está.
♦ un segundo plano menos superficial (nivel 2): es un líquido que debe estar a determinada temperatura, en
adecuadas condiciones de potabilidad, que se toma con un vaso...
♦ un tercer plano en profundidad (nivel 3): lo que antes hemos denominado ángulo científico, de su
composición química, y del plano médico, de la necesidad de beber y de depurar el organismo, etc.
♦ un cuarto plano, más profundo (nivel 4): vamos a llamarle más filosófico, aunque este ejemplo no sea
demasiado rico en matices. Hay determinadas corrientes filosóficas que nos enseñan la necesidad de
unirnos con el Universo, mediante nuestra integración en él a través de los elementos más ‘naturales’, como
el agua, el aire, etc.: es decir, la adquisición de una forma de vida lo más ‘natural’ posible y de una vida
‘sana’. Tan sólo a través de ello alcanzaremos el sosiego y la paz de espíritu necesarias.
Un caso menos corriente: la Filosofía.
Como ves, el tomar un simple vaso de agua, lo que da de sí. Imagínate de un tema más complejo, como la
vida, la felicidad, el ser humano, etc., lo que podría decirse. Pero lo que interesa resaltar es la existencia de
una diversidad de ángulos y de planos en el tratamiento de cualquier tema, por nimio que parezca ser. Y
esto es lo que ha pasado con la definición de las grandes palabras, como Amor, Vida, Felicidad, etc. Como
hay muchos planos distintos y ángulos diversos, la gente ha usado el ángulo y el plano que más le
interesaba y lo ha presentado como si fuera el único existente; de ahí que su uso haya creado más
confusión que aclaración. Vamos a verlo con el concepto Filosofía.
Ángulos (o puntos de vista):
♦ Ángulo etimológico: palabra compuesta proveniente del griego: filo- (amor por, deseo de) + sophía
(ciencia, sabiduría), cuyo significado completo sería: amor por (deseo de) el saber. Todo aquello que es
objeto de saber, sin distinción alguna, cae dentro de este ángulo.
♦ Ángulo científico: conjunto de principios y conceptos generales de una teoría (de las matemáticas, de la
Física, de la Biología, etc.). Se halla restringido a una filosofía de la ciencia.
♦ Ángulo onto-epistémico: causas, principios y verdades últimas de las cosas y de los fundamentos del
conocimiento (qué son las cosas, cómo se conoce algo...). Es una preocupación más metodológica.

EL SABER FILOSÓFICO - 54
♦ Ángulo práctico: conjunto de normas y principios que regulan el comportamiento humano, tanto el ideal
como el real, de lo que se ocupan la Ética y la Moral, el Derecho, etc.
♦ Ángulo social: estudio del ser humano en todas sus actividades en tanto están relacionadas con un
contexto social. Es propio de la Sociología, no sólo como ciencia humana sino como explicación de los
comportamientos, conocimientos y creaciones culturales humanos.
♦ Ángulo cultural: estudio de las producciones humanas como el arte, la literatura, la técnica, el cine, etc.,
que hacen pueblos concretos en determinados momentos históricos.
Planos (o niveles):
♦ Plano superficial (nivel 1): manera de ver, interpretación de la vida o del mundo que hace una persona (‘mi
filosofía es que hay que disfrutar de la vida todo lo que se pueda’). Aquí la palabra filosofía se puede
sustituir por ‘postura’ o ‘interpretación de’ algo. No es rigurosa y carece de método para generalizar.
♦ Plano siguiente, aunque aún poco profundo (nivel 2): conformidad con que se soportan las contrariedades
o contratiempos (cuando se dice: ‘me tomo las cosas con filosofía’, es decir, me conformo ante la
adversidad, la admito como inevitable, y no me desespero por ello). También aquí la palabra filosofía se
puede sustituir por ‘conformidad’. Es un modo de encarar las cosas, que algunos filósofos han utilizado,
como los estoicos, Séneca, Confucio, etc.
♦ Plano más profundo (nivel 3): cada una de las teorías de los llamados filósofos: por ejemplo, la filosofía de
Platón, de Descartes, etc. Este nivel es más complejo y para entender lo que significa filosofía debe
conocerse previamente todo lo que dicen los filósofos acerca de los múltiples planos de la realidad. En
último término, la filosofía se toma aquí como ‘filosofía de tal filósofo’ o ‘conjunto de pensamientos de tal
autor’; ya contiene un método y un procedimiento de universalización de los problemas y de su solución.
♦ Plano de mayor profundidad (nivel 4): las descritas en los ángulos científico y epistemológico. Aquí la
palabra filosofía se podría sustituir por ‘fundamentos y principios últimos’, sinónimo de ‘naturaleza de’
(naturaleza de la argumentación; naturaleza de la conducta humana, etc., entendido como fundamentos o
principios últimos que explican algo), lo que manifiesta un ámbito de aplicación, muy importante, pero
limitado a las ciencias. Tiene gran importancia entre muchos filósofos y científicos por su rigor de método.
♦ Plano más profundo (nivel 5): “reflexión radical y crítica sobre los problemas fundamentales a los que se
enfrenta el ser humano y el interés por una comprensión esclarecedora del mundo y de la vida que permita
su orientación y la organización de su experiencia”. Esta descripción (más que definición estricta) nos
parece más completa y necesaria.

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