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MIGUEL ACOSTA SAIGNES

Vida de los
esclavos negros
en Venezuela
Prefacio de
ROGER BASTIDE

Carta-Prólogo de
JULIO LE RIVEREND

1984
CARTA A MANERA DE PROLOGO

Querido Miguel Acosta Saignes:

¿Cómo podría yo, acompañado de Roger Bastide y de ti, intelltar


un prólogo, siquiera fuese en pocas frases? Las palabras compro-
meten porque tienen un mensaje real, y el prólogo, en consecuen·
cia, tendría que ser una suerte de pr<?Ciencia a la indudable sabi·
duría de mis compañeros de viaje. Sería un empeño excesivo para
mí. ¿Cómo escribir y juntar palabras objetivas al decir frecuente
-retórico, claro está- si ellas han de estar transidas de una año-
sa amistad, una acendrada estimación, una duradera admiración?
No, no debo caer en la tentación de prologar tu estudio, ya clásico
por obra de los años y la información, acerca de los negros escla·
vos y el esclavismo en esa tu patria, que fue la de Bolívar creador
y, por serlo, es la de Martí, dos magnos liberadores de pueblos.
No es cosa de explicarte cómo lo he releído en su versióu actual
y cuánto he hallado en él que, por mi alerta insuficiente desde q11e
se editó por vez primera ( 1967 ), había pasado por alto. Como ¡,¡,.
toriador (pues tengo deformaciones formadoras) sé que esto ocu-
rre -me ocurre- y que el leer, una y otra vez, revela siempre
algo que no se ha visto ni calado en el empeíioso laborar ele rm
colega.
Asf, eu estos días en que me obligan unas pocas rc{lc.,ic>llt ·'
acerca de Fernando Ortiz y su manera de hibridacichr cict~ti{ico·so­
cial hallo que eres un historiador, cuya vocaciún y ''olwrtaria, tam-
bibl legítima, adscripción a la cmtropología social tws acerca atlll
más a la comprNr\ión dt• 1111 pawulo que VÍ\'l' c11 las n•souatrc-fa, clt
us trans<:ulturaciotll!..<i.
Otro~ extraigau de allí posibles y Jw<;tcl urgmtc' t'VII'i.ltra' ia
ne~ te&rícas 5ohre eHI ittlafecmulacicíu ck modm d(• I'Ct v fonmr
de abordar /o ~01 ial. Mt• o;itttlo liiJerado de ,•,¡¡ pocit'to'a illcrtcrcum

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y el f'fturo, que al mánd
7 dignafrca la concien. No
Jllfillfii:PI 4 ltz historia. A ello
qus la excluyen 0 la
Meadas, pero la pros-
C(IIflpte y sus epígonos. tora
de lo
fo.r platos rotos. Y a no
nacido hace
IIIBilmD. esclavista por de-
saludo a quien

vas.
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una ininteligible excurswn del autor --obligada para el leotor-
lzacia lo que fue y sin retorno posible. Porque, además, el retorno
sería wz despertar de incomprensión raiga!. Por eso, no necesitas
disfrazarte de amo o de esclavo para sentir lo que fue aquello:
basta cou aprehender que la explotación como sistema corrompe
al explotador y lo convoca a desaparecer, y forma al explotado, lla-
mdudolo a crearse wza nueva vida.
No es, por cierto, de las vetas menores de estas páginas esa
permane12te presencia de las transculturaciones que, si prejuicia-
das, no fueron menos reales y necesarias, y prefiguran la sociedad
actual, más dueña de sí en la medida que va de la mano conduc-
tora de quienes le conocen la cuna. Por donde se ve que esta vida
de los negros esclavos en Venezuela no es un compartimiento es-
tanco: desde ella entramos al mundo caribeño y circuncaribe11o,
sus prístinas similaridades y su vocación de síntesis. Esta América
Latina, mestiza y propia, ha de saber que la dignidad le viene de
todas las etnias despojadas de la podre de antaño y proyectadas en
haz hacia el futuro. Así está en tu obra.
Bien vistas, estas ideas, aquí apiñadas y sumarias no son mte-
vas. Sería injusto callar que ellas volaban como germen en nues-
tras conversaciones, durante los días reafirmadores de El Colegio
de México y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Lo
hemos de recordar siempre como una juventud decisoria que per-
dura sin quebranto. Allí, y a trancos, íbamos de uno a otro cabo
de las edades como vamos hoy, cada cual con lo suyo, soltando
cargas innecesarias o, aún más, indeseables, y acopiando lo nuevo,
porque sólo vivíamos -se vive- hacia el futuro.
¿Cómo decirte esto y muclw más, sin caer en un prologueo no
previsto? Termino. Dejo tu obra en mano de los lectores a las cua-
les nosotros, confabulados, hemos exigido estacionarse, impacien-
tes, en esta carta. Y si he aspirado a decir lo mío, motivado por tu
duradera maestría, estoy seguro que muchos de ellos, una vez ce-
rrado el libro y resumiendo sus impresiones, te enviarán mejores
cartas; las merecen tu ciencia y tu conciencia científica.
Un abrazo más de
Jm.to LE RnnRmw.

Habana, 1983

9
AL LECTOR

Hay prefacios que honran a los autores de las obras presen-


tadas, pero hay obras que honran a quienes las presentan. Tal es
el caso de esta Vida de los esclavos negros en Venezuela.
El doctor Miguel Acosta Saignes, después de los notables tra-
bajos que ha consagrado -y que lo han consagrado a él- a los
indios y al folclor de su país, se ha interesado por la población
negra de Venezuela y, conociendo mi profundo afecto por otra po-
blación negra, la del Brasil, ha manifestado el deseo de que yo
escriba algunas líneas de introducción a este Jibro sobre los escla-
vos negros desde los principios de la Colonización hasta la Inde-
pendencia. Con muchísimo gusto uno así mi nombre al suyo, en
un común afecto por esos hombres de color sin los cuales América
no sería, ni económica ni culturalmente, lo que es hoy, y en nues-
tro común deseo de destruir todos los prejuicios, todas las ideas
preconcebidas, que desnaturalizan con demasiada frecuencia la
obra de aquellos que contaron su historia.
La antropología, cultural o social, no puede prescindir de la
historia, de la verdadera historia, la que se basa en los documen-
tos y en las investigaciones pacientes de los archivos. Los proble-
mas afro-americanos, en particular, no pueden entenderse si no
se remonta uno a su pasado; hay que conocer las tribus importa-
das, las variaciones de los contingentes étnicos según las cporas;
hay que percibir cómo se desarrollaron los procesos de adaptacion
de una sociedad nueva, las sujeciones sufridas en el régimen t•sda-
vista, para comprender mejor los efectos que esas sujccionl's han
implicadCJ en In dcsapariciún, la metamorfosts o ln su¡K'n in·m~ ia
de tal o cunl rasgo cultural ... Y t'S así como d doctor Acostn Snig·
ncs, antes de nhurdar la etuol<wia nt·tual de los \'cm•zoltlnos dl' co-
lor, '>C ha transformado en MI historiadot'.

11
Octavio Ganni llegaron a conclusiones similares para el Sur ue
Brasil.
Pero si el doctor Acosta Saignes ha podido aportar tantos ele-
mentos nuevos a una historia de su país, es por no ser historiador,
sino antropólogo, y por haber renovado la historia por medio de
la antropología. Lo dice él mismo en términos excelentes. Resuci-
ta para nosotros la vida de los esclavos, con sus trabajos y sus su-
frimientos, sus danzas o sus revueltas, exactamente como hubiera
podido contárnosla un antropólogo del siglo XVI o XVIII, si hubiera
habido antropólogos en aquella época. Sus capítulos se integran en
el esquema propio de la antropología: las técnicas de trabajo, el
régimen alimentario, las enfermedades y la manera de curarlas,
el régimen matrimonial y la agrupación en cofradías, en fin, el
lugar ocupado por el esclavo africano o descendiente de africanos
en una sociedad multirracial de castas. Antropología histórica, por
cierto, que se preocupa por las diferencias de épocas, como la an-
tropología social de los pueblos llamados primitivos se preocupa
por las diferencias de lugares. Pero antropología esencialmente,
antropología que sigue la gran regla de Mauss, estudiando los he-
chos sociales como «hechos totales». Libro que abre caminos, por
consiguiente, y doblemente, ya que enseña al mismo tiempo todo
el beneficio que puede lograr la historia de un acercamiento con
la antropología, y todo lo g.ue gana también la antropología al
acercarse a la historia: se meditará, con respecto a este último
punto, la frase de nuestro autor sobre ese aspecto de técnica ex-
post-facto introducido de manera brillante por su obra en la antro-
pología social, que durante demasiado tiempo había permanecido
puramente sincrónica, bajo la influencia de los funcionalistas.
Acabo de leer la última página de la Vida de los esclavos negros
en Venezuela y admiro el arte de evocación desplegado por el au-
tor. La esclavitud transformaba hombres en cosas. Esos esclavos
de un pasado lejano, los vemos, en efecto, revivir ante nosotros
tan netamente como si fueran nuestros contempodneos, en su vida
cotidiana, desde su nacimiento hasta su muerte, así como en sus
grandes aventuras cimarronas; los seguimos en las olas dd mar,
en busca de las perlas, en las plantaciones bajo el sol ardiente o en
Jas casas de sus amos, después de los horrores dl'l barco twgrcro
y la venta en un puerto de la costa. Los compn·ndcmos y los qm·-
rcrnos. ¡Agradczcámoslo a Miguel Aeos!a Saigncs!

RoGI R HAs'tllll
INTRODUCCION

En 1955 comenzamos a investigar en el Archivo General de la


Nación con el propósito de escribir un libro sobre los africanos
y sus descendientes en Venezuela. Desde varios años antes había·
mos realizado trabajos de campo en diversas comunidades de ne-
gros en nuestro país. Nos parecía indispensable intentar una obra
de conjunto, pero pronto hubimos de convencemos de la imposi·
bilidad de examinar en un solo libro toda la historia de los afri·
canos y sus descendientes. Los materiales acerca de la esclavitud
son tan numerosos, que hubimos de planear sólo un primer volll-
mcn para estudiar la vida de los esclavos negros desde el siglo XVI
hasta 1800. Un segundo estudio debería abarcar desde esta fecha
hasta la guerra de la Federación, en cuanto ésta se relaciona estre-
chamente con el proceso de extinción de la esclavitud que culminó
con la libertad, en 1854, y tal vez más de un volumen debería ser
escrito sobre la etnografía de las porciones de población deseen·
dientes de los esclavos que todavía habitan, en condiciones de ser-
vidumbre, en regiones de Venezuela. Naturalmente, deberán tam
bién escribirse otros análisis acerca de los dos primeros períodos
señalados.
Los materiales sobre la esclavitud son inagotables. En la Colo
nia todo, en último término, dependía de los esclavos. Sobre sus
hombros recayó el mantenimiento de aquella sociedad: fueron pes-
cadores de perlas, descubridores de minas, pescadores, agriculto-
res, ganaderos, fundadores de pueblos, buscadores del Dorado, fun-
did()rcs, trabajadores especializados en los trapiches y las minas,
herreros, toreros, cantores, domésticos, músicos. barberos, pulpe-
ros, vcrdug()S, pregoneros, soldados, juglan.·s. Toda la s~>dt•d:ul
colonial descansó en Venezuela sobre las espaldas podt•rosas dt• los
afncanos y ~uc; descendientes; sobre su valor y su cxtraordin.uin

t'i
lia:lm1te el pen~ar de
del nazismo, pues
a quien dcsea-
Arellano More·
de los negros, en
d No ~ólo por simple vía psicologista, sino por la del abso-
esprecio _de los negros, seres humanos tan nobles y aptos
como cualesqmera
. . otros, . conformados en cada e t apa h"1st 6 nca
·
por. las condiCiones e_con?mico-sociales dominantes. Nadie puede
realiZar con verdad c1ent~fica generalizaciones tales. cEI negro .....
ar o cel ?lanco•, o ~el ~manllo», son denominaciones que hace tiem·
an po deJaro? las Ciencias sociales en su lugar. Los hombres no po·
ha ~ cuahdad~s o defectos por el color de la piel, sino por los
ta regtmenes sociales ?ondc viven y por el lugar que en ellos les co-
de rrespo?de. Pero d_eJcmos las refutaciones de expresiones racistas,
re extranJeras o naciOnales, y dediquemos atención a otros asuntos.
ri- Usamos la expresión «negro», solamente con un sentido históri·
co, debido a su abundancia en todas las fuentes. Para nosotros el
color d~ la piel u otro signo somático cualquiera, ningún sentido
peyoratiVO pueden tener. Los hombres se distinguen por cuanto
hacen, y no fundamentalmente por sus características corporales.
Nuestro título Vida de los esclavos negros en Venezuela, alude a la
existencia, durante la primera parte del siglo xvr, de los esclavos
indios. Era necesario diferenciarlos. Nuestro empleo, pues, de la
palabra cnegro•, se adapta a algunos usos tradicionales sin la me-
nor sombra de menosprecio. Por el contrario, intentamos aquí
mostrar el sufrimiento, el esfuerzo, la capacidad de los africanos
y sus descendientes.
Para estudiar la vida de los esclavos negros hemos recurrido
principalmente, como verá el lector, a las fuentes inéditas, a do-
cumentos del Archivo Nacional, de la Academia Nacional de la His-
toria o de otras procedencias, sin desdeñar naturalmente las fuen-
tes publicadas. Pero la mayor parte de los materiales proceden de
documentación inédita, debido a causas normales. Una es la no
utilización de ella por los historiadores del período colonial, en
muchos aspectos. Mientras se han escrito varias monografías acer·
ca de las rebeliones, a nadie se le ha ocurrido pensar en la utilidad
ele otros rasgos de la vida de los esclav?s. Otra es la ?ccc~idad de
ir directamente a las fuentes, pues qmenes han cscnto hbros ya
han realizado su elección entre los documentos, ya han discrimina-
do los que no les vengan a propósito para ~us prcjuido~ .o MI
desdén por los negros. En algunos casos, mcnc10na~1~os t r;¡(hcwm·~
recogidas entre los descendientes actuales de los a{l'll'nnos, obll'OI·
das en trabajos de cmnpo, en diversos lugares de Vcnczul'la.
Dimos un tratamiento múltiple a los materiales. Como sl' t1.1tn
ele un tema de ant10pologfa social e histórica, utiliznmos los mc_(to-
dol de esas ciencias para lu exposición de los mCIICI in les. Ant10po-
17
:
·.::e=~~:==~~·
. lia
del trueoo,
moc1o que babfan
puecido: dejado
aquellos en de
dioses Afn.
á para la rebeldfa, para la huida a los
ll
• .._, . . . la ftlllateDc:ia, para el contapo de la rebelión a los ln·
....,., ,._la cooperaci6n con ellos cuando fuese menester la
del- IICilwa o-la rebelión abierta.
Huaca babo lojera, pereza. desidia o abandono. Siempre resis-
tada, Kdva o pasiva; siempre el sueiio de una libertad futura·
llempre UDa IDdamable decisión de lograr algún día la liberación. EÍ
ftlllmea esclímlta no estimula a sus miembros. La iniciativa se
IUidtuye por la nldeza coactiva; los halagos sucumben ante la
crueldad; la rutbla productiva exprime al hombre y estanca el
Jm)lreiO; el mleclo rige sobre la actividad; la lucha perenne sustitu·
Jea la cooperación que sólo puede existir en sociedades igualitarias.
Siempre acasaron los amos a los esclavos de perezosos, incapaces,
bulc:adores ele vida fácil. El régimen todo conducía a la ineficacia.
Bala esdavltud y la servidumbre, no es posible encontrar gratifica-
. _ sulcleDteL La producción bajo ellos es necesariamente limi-
tilllla. Se aplota al hombre bateosiftmeute y a la tierra en forma
m l'nl aiD tknk:l, sin cleacia Altolapirre y Duvale, al com·
J111r ........_ cleiii&Jo :xvm. apresaba con acierto:
.,._poco
.. loe .....,.""'S,
puede en jusdc:la ooncleune en aiMoluto la apatía
de que 1u Reladones hablan. Para que la acti·
'lllllld • del....te, nec:eaario ea que ele ella se espere al¡una acti·
9ldlld. tDe qa6 les senfa a k» pnederos el fomento de las crías
' a loe ~ el ....aeato de lu CQMchas, al DO encon-
...... qaWa lu CIQIIIPl'Ue en el ~ y llenrlas a los puer-
._ • OOitaba cul taro como lo qae por ellas obtenían?
como el lector
estudiado 1 verá. :drela rIVO a 1os cimarrones.
. Nunca ant~
•.....~_
en Affl..
la . a acti':l ad de ellos en todo su significado. Los
~a los deCimarrones
tres s' ¡ constituyeron
s· un mundo especia,
· ¡ extend'd
I o a
a las in- Ig os. m su estudio, se carece de un fundamento
tester la ..,,_,,rts,nlt~ para comprender el papel de los negros en la lndepen-
~r.;~~lell,CJB Y para: entender algunas fases de la dinámica social venezo-
re resis. Contranam~nte a lo asegurado por algún autor, según quien
futura· negros, al huir, se colocaban fuera de la historia colonial, afir·
lción. EÍ .'~~.JIIl8mc>s que tomab~n en ella otro papel, de tanta trascendencia
ativa se el de pro.d~cir para. la sociedad que los sometía. También
ante la >COnduce el anáhs1s de la v1da de los cimarrones a la necesidad de
:anca el una futura . nomenclatura adecuada a diversos fenómenos de la
SUs ti tu.
época colomal. J:?~beremos e~tudiar en el futuro el empleo de térmi·
nos como crebehon», ualzam1ento», «sublevación» usados hasta aho-
ra por historiadores, antropólogos y sociólogos ~n forma un tanto
confusa, como verdaderos sinónimos. El profesor Brito Figueroa
ba empleado en su reciente estudio sobre las rebeliones de los es-
clavos negros el término «guerrilla», cuyo significado debe tam·
bién analizarse y colocarse históricamente.
Sólo aludiremos a otro tema de significado resaltante para el
historiador y el especialista en ciencias sociales. ¿Debe el autor de
una obra sobre estructura social contentarse con la sola exposi·
ción de lo aprendido en la investigación, como sería grato a la ma·
yor parte de los cultivadores de las corrientes sociológicas nortea·
mericanas, neoagnósticos, paralizados siempre por el terror de las
n.loraciones cualitativas? Nuestra respuesta es no. Por eso expre-
samos nuestras opiniones sobre los caracteres del esclavismo y
por eso concluimos la obra con un intento de caracterización de la
estructura social venezolana alrededor de 1800. Para nosotros sería
imposible -y creemos que para todo científico social progresivo o
revolucionario, pues no se trata sólo de ubicación científica abs-
tracta, sino de colocación social y concreta frente a las realidades
históricas- el permanecer impasibles entre conocimientos como
los mostrados por el capítulo sobre los castigos de los esclavos.
Quien repasa el sadismo, la crueldad, el empecinamiento en la coac-
ción como único método de convivencia humana, propios del régi·
meo esclavista, no puede menos que terminar la lectura de los ma·
terlales donde se halla el memorial tremendo de los esclavos, con
lol ojos llenos de sangre y el corazón pleno de furor con.tm la i_gi~o­
adnia. Y ello conduce, además, a preguntarse hasta cuando v1v1rá
porción de la humanidad sometida a Cl?ndicimws .1 \'Cces .st.'-
....~•J•••••w" a las de la csclavillld, pues todo régnucn de dnscl:i l'n cter-
23
.... u r-
os de
euclaJ
e tu-
:ia eJ
nenes
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md~

CAPÍTULO PRIMERO

EL TRAFICO DE ESCLAVOS

Para referirnos al ingreso de esclavos africanos en Venezuela


resulta indispensable un conocimiento general de la forma com~
fue conducido por la Corona española el tráfico humano en sus
posesiones americanas. Veamos a grandes rasgos la historia de la
trata, como base para situar los acontecimientos relativos a nuestro
país.
cEl tráfico negrero -escribe Pereda Valdés- se autorizó en las
colonias españolas bajo tres sistemas distintos: 1.0 , régimen de 0
las licencias; 2.0 , régimen de los asientos y de las compañfas, y 3. ,
Wgimen de la libertad ... » Como él mismo advierte, el monopolio
fue a veces poco estricto, pues a pesar de las concesiones generales,
otras se contrataban ocasionalmente.1
Aunque por lo general se considera que el régimen de licencias
imperó durante casi todo el siglo XVI, pues sólo' en 1595 se contrató
el primer asiento con pedro Gómez Reynel, algunos autores opinan
que en realidad el primer asiento, considerado como ccontrato he-
cho con propósitos de utilidad pública y para la administración
un servicio público•, fue la cláusula que en la Capitulación fir·
con los Welser, les autorizaba a la importación de cuatro mil
f}f:.-es,cla'VOS 2
No discutiremos la nomenclatura -licencias, asientos, compa-
usada en forma varia por diversos autores. Sólo deseamos
algunos de los principales hechos en materi~ de concesiones
el cumercio esclavista. En 1516 Carlos V ced1ó a un grupo de
lallllellCCIS el de• echo de importar a las colonias americanas cuatro
esclavos muwhncntc. Al año siguiente un genovés compró por
25
IIIDLIOTtCA NACIONAL 1
CARACAS· VENEZUElA
:c.Ll.u....,o~~m· . . . . . . . Jos derechos. En 1519 fueron conccd1das
Introducir esclavos en la Española, adonde:
••!11111 paraaJguDoS desde los primeros años del siglo
IIIJIIII~·~_..~,..,-C outo, ya en 1505 se habían transportado allí r7
X\ 1

~ más de ciento en los cinco año~ siguientes}


1
!518 pJcUeron los Procu~dores de la Espa~ola que se ~once­
a Jos propietarios de la 1sla merced de m11 esclm·os hados.
prot.ele1" la incipiente agricultura de la C.'lña, el tesorero Pa.
,_IDOIIIte ñcomendó aquella petición. Fue el preludio de l a~ que
el lfllo XVIII surgirían de todas partes y que en muchas oca-
eJ . . - - --- hubo de complacer la Real Hacienda. El Presidente de la
;~MWUICI!' de la Española, Rodrigo de Figueroa, informaba en 1520
anterior no había entrado ninguno y señalaba la com·c-
mano en la importanción, para que los indí·
rec1w:in1e con facilidad a pueblos.•
_..IIICIIOD abundante de esclavos produjo allí en los años
:-...-cMI problemas que obligaron al Rey a aconsejar, por
~-- C6dula de 11 de mayo de 1526, ciertas medidas:

CIIIDto soy informado -establecía- que a causa de se


ladinos destos nuestros reinos a la isla Española,
DIIOara y de mú malas costumbres que se ballao, porque acá
quieren servir dellos e imponen aconsejar a los otros ne-
DI8DSCIS que están en la dicha isla pacfficos y obedientes al
~DICIO de sus amos, hao intentado y probado mucbas veces de
alzar y bao alzado e idose a los montes y hecbo otros delitos,
' DOS fue suplicado y pedido por men:ed ac:en:a dello mandáse-
mos proveer de remedio, mandaDdo que agora ni ele aquí adclan·
te en tiempo alguno no se pudiesen llevar los clk:bos uegros (dice
euóueamente indios) ladinos clestos nuestros relDOS ni de otras
partes, si no fuesen bozales...'
J)ebido al predicamento que ad uirían 1 . .
en lugares diversos de las I~ias os favorec1dos con_ h~en·
concesiones mas las de d . ' la Corona trató de hm1tar
' . u as crectentes que había contraído con
a.aqueros genoyeses, partl~ularmente los gastos cuantiosos para la
Ar1118da
· Invenctblc,
· conduJeron
fi a que Feli'pe 11 1es conced'1ese un
ton ce. .eotaJ~SO ~stento, a nes del siglo X'VI. Una Cédul R 1 r b
laS obhgaciOnes del contratista: a ea exp Jea a
fiad s.
roPa.
.1, que
Se obliga al di_cho Pedro Gómez a que de los 3.500 esclavos
que ha de meter ~1vos en cada un año, de los nueve deste asiento,
!.S~-
ll~vará ~os. dos ~11 dellos cada año a los puertos y partes de las
de la dichas mdias Y Islas donde yo le ordenare y fueren necesarios
n 1520 confo:me a la demanda que hubiese dellos, para el beneficio de
conve- las mmas Y otras cosas, apercibiéndole y dándole la orden de las
indr- partes donde los haya de llevar, quince meses antes, por los de
cada año, con que este primero de 1595 ha de llevar la cantidad
que se pudiere, con que no sea menos de seiscientos, y en los
demás todos Jos dos mil enteramente y más los que dejare de
llevar a cumplimientos dellos, el primero apercibiéndole quince
meses antes, según dicho es y con que de los dichos dos mil es-
clavos, ha de ser obligado a llevar la cuarta parte a las islas Es-
pañola, S. Juan y Cuba.
Ytem, es condición y el dicho Pedro Gómez ha de ser obligado
a que en llegando los navíos a los puertos que le fueren señalados
donde ha de llevar los dichos dos mil esclavos [ ... ) se haya de
presentar ante la justicia y manifestar Jos esclavos que lleva,
para que haga luego pregonar cómo han llegado los dichos es-
clavos, para que venga noticia de los compradores y habiendo
hecho esta diligencia, haya de estar veinte días en Jos dichos
puertos; y en caso que en los dichos veinte días no hubiere ven·
dido Jos dichos esclavos, tomando testimonio de la dicha noticia,
de los oficiales de los dichos puertos [ ... ) los pueda llevar a las
otras partes de las indias ...6

El contrato firmado el 30 de enero de 1595, obligaba a Gómc1.


leynel, asociado en la empresa con Ruy Fernández Pc~·cira Y Gil
lernández Ay res, a transportar, en un plazo de nueve anos, _la can·
t1dad de 38.250 negros, a razón de 4.250 anualmente. Se o?h~~ba a
por lo menos 3.500 de ellos llegarían vivos, lo ~ual stgmht•nba
:,;.;~::JI*I:-a el contratista ciertos cuidados y elección de. eJc_mp_lare'> muy
de la mercancía humana. Esta deberla thstnbutr:->l' dl'Slk
de Indias y dos 111il individuos irían t1 los lug~ul'S qlll'
27
lilllcl• la CoiGiaa. No clebeñan entrar en la De8Qclación ni bu.
.... DI trlpuJKioDes holandeas. Aunque el c:ootrato debfa prolon.
pne huta 1604, por alguna causa c:oocluyó en 1600.
Otro portugu6s, luan Rodrfguez Coutlnho, gobernador de Ange>-
Je. tomó la obUgaclón de suplir anualmente las colonias con el mis-
mo n11mero del anterior contrato. Bl c:ootratista pagaría 170.000
daaldos anualmente y presentaba una fianza por 250.000. Los cscla.
ws se repartirfan así:
A la Espaftola, Cuba y Puerto Rico, transportarla anualmc11•
te 600: a Honduras 200; a la Nueva Espa6a 700, y Sta. Marta, Río
ele la Hacha, Marprlta, Cumaná y la Provincia de Venezuela, se
prorratearfaD soo.
Jljlesión de Curnzao, isla que d d
de distribución de csclav es e .entonces ~e convirtió en
lignificó importantes ~odifi os ~egocJados por los holandeses.
~ entonces no se hizo va di~~~~~~=~t~ndel ~rá~co negre~o, que
is- i0)518S americanas. Comenzó , es e ugar~s l<:Janos a
00
entre España y H 1 d , ademas, una extra~rdmana lucha
0 an a, con la concurrencia de otras po-
.a- europeasá,fipor el comercio de las Indias, que se co~~irtió
. tr 1co de contrabando.
el asiento. ~oncedido a Méndez de Sosa y Gómez Angel
D- ~~ predomm10 portugués en el comercio negrero que se ex:
IO VIgorosamente desde 1580 hasta 1640. De este período dice
-e Beltrán:
El comercio negrero se encontraba organizado en forma tal,
que los portugueses se habían convertido en sujetos indispensa-
bles. En efecto, desde que se inició la era de los descubrimien-
tos, comenzaron a fundar los lusitanos factorías en los puntos
claves de las costas del Africa. Desde Arguin hasta Loanda ha-
bían fundado establecimientos fortificados que controlaban el
comercio en las costas. En lo que respecta al comercio de negros,
tres eran los pivotes principales: Cabo Verde, que recibía escla-
vos y mercancías desde el río Senegal basta Sierra Leona. Los
lugares de esta región eran conocidos por el nombre de los nu-
merosos ríos que desembocaban en el Atlántico y llamados en
lo general ríos de Guinea. La capital de esta zona se hallaba en
S. lago, población situada en una de las islas del archipiélago
de Cabo Verde. Esta factoría prosperó especialmente durante la
primera mitad del siglo XVI. A partir de esa fecha, otra factoría.
la de S. Thomé, le arrebató la primacía, pero no fue sino has·
ta 1580 cuando adquirió un auge inusitado. S. Thomé recibía l''>·
clavos de las costas cercanas, especialmente del delta del río
Nfger. En 1600, la factoría de S. Pablo Loanda tomó notable
7
desarrollo al caer la anterior en manos extrañas ...

Como, al rebelarse Portugal, carecían los español;~ de cstnb~cci­


•mos adecuados en las costas africanas para el trahco cschn:Jstn,
ingleses y holandeses presentaron ycntajosas Oll'rt.ns,
la Corona CJrdenó por tercera vez a la Casa de Contrnt.ll'l.lll\
se encargase en 1639, del importantísimo rcnt~lorl l'OIIIl'll'llll.
de que e~ J60<J hnhín fracasado el intl'nto. de qlll' llll':>l' uno
loe ofldalcs de la Cont 1•1tuci{Hl quil'n monopol•znse In ttut.t, y de
eo fecha pol>tCt ¡ • se hnbín p1 oducido un nuc\o iJ.tC.Iso, IH' ~e
01
29
hicieron nuevos asientos desde aquella época hasta 1662. Entre est
dos. fe~as en realidad diversos mercaderes españoles y de ot~~
nacronal~dades intensificaron el contrabando de esclavos.
Por srcte años se concedió licencia a Domingo Grillo y Ambrosio
Lomelín en 1662.
Introducirían su mercancía humana por los puertos de Cartage.
na, Portohello y Vera Cruz, a razón de 3.500 piezas anuales hasta
un total de 24.500. Cada año venderían 3.000 y 500 irían a los asti·
llcros. Estos contratistas se obligaron a embarcar sólo «piezas de
Indias•. es decir, africanos de siete cuartas de altura. Para esta
fecha en la minería y en la agricultura se iban haciendo necesarios
individuos muy fuertes, capaces de resistir una prolongada explota·
ción. A los dueños de ingenios o de cualquier tipo de negocio agri.
cola convenía más poseer pocos individuos de gran rendimiento
que comprar muchos d6bDes, que slplftcaban rieiF para las inver-
siones y escasa producción por el poco ~ ffslco o por la frecu:n·
da de enfermedades. Para un propietario niUitaba muy supenor
transacción la de comprar a 300 pea~ loa JMIII'08 cplezas•, que ob-
teDer baratos varios esclanos de IDIDOI' •~atara 1 relisteDcia. Ello
• - - J I ___ en las cl4usulas del contrato de GriDo y Lomelfn.
U~II!IIA 1.- El Tucutuc.u t•s un np~~~~~~
zolnno para cxpnmir la cana dl'
d ,,,fé u otros productos. Se conoce
l>r chkhaquJ, ~.:hlluichaqui, vic¡a,
qu lleva n 1.1 zona de Barlovento.
ntropóltJ O'i h.m c.ho;.tttido sobre. c;u
Afnc 1
ate DefOclo, como de las que
IDIID8jo de vuestra hacienda ...

La cWcima condición se refería a


te lo& contratistas y las autoridades
paba lo siguiente:

Que se ha de servir V. M. que


dadas por los jueces r-n•ncP·~'"'"'...
te al Real Consejo de
res se les ordene procedan
causas que se les ofrecieren,
mala entrada como en las
turas de fianzas, formaban
ante ellos pendieren, onx:e•die:nc
todas las demás causas
Y asimismo, que todas
juez conservador, estén ooue:aa<illl

Que se le ha de dar cédula


ticia admita demanda de
de negros. ni se pueda alegar
excepto si tuviera gota coral,
babitual de la gravedad de los
saber que padeciese esta
tando que no le sobrevino
tenido en esta condición se
en los lugares donde hayan
tráfico, para que conste a
condición se ponga en las
negros.

Punto muy importante en las


na fue el de sus representantes
cWabDa cuarta establecía a tal
Que reapecto de ser
pua10I y partes de las Indias
111a aep'OI, es condición
lla de conceder V. M. facultad y permisión para que
uavfos destinados a este tráfico apresar los piratas
~ilii'blll'banm y embarazaren este comercio, dcspachándosc\cs
que los virreyes, presidentes y gobernadores, ante
presentados los nombramientos que hicit-rcn lu~
~~~··~ eu. DOIDbre de V. M., recordán-
éaaceclidas. Para que con más
"""""......-.:•~--.... 11801 que 1011 de corsarios como
todaé . . marea, costas y puertos
- acti-
:IISto del
Guinec;
COntar.
lllpañta
!11cada
selavo
innaba
de
pa. desde las Indias, .los efectos que en éstas tuvieren, •ajustando
... ftetes C?n los capitanes y dueños de dichos navíos o en los pro-
pios .del ~1ento ... Y que los efectos que vinieren en ellos con justi-
ficación mstrumental de pertenecer a los asentistas han de ser
Ubres de todos y cualesquiera derechos de entrada en Éspaña ... "·
. Com.o en todos l~s asientos anteriores, se hacía obligatoria la
mspecc1ón de los afncanos que llegasen a puerto, por autoridades
que llamaríamos «Sanitarias». Si algún negro moría antes de ven·
derse, de todos modos serían pagados los derechos por los asentís·
tas y los enfermos serían desembarcados para recibir mejores cui-
dados en tierra, en los almacenes o casas que para ello se constru·
yesen y mantuviesen por la Compañía. No era obligatorio que ven·
diesen los cargamentos en un solo puerto. Podían trasladarse donde
les conviniese y recibirían •reales, barras de plata y tejos de oro».
En caso de que los navíos negreros hiciesen presas de barcos
piratas, venderían los géneros en Cartagena o Portobello, donde se
guardarían hasta la época de las ferias respectivas, bajo el cuidado
de los oficiales reales.
Podían llevarse por los asentistas, desde Europa o desde las
colonias británicas a las posesiones españolas, medicinas, vestuario,
provisiones necesarias a los negros y empleados y materiales nece·
sarios para la reparación de las embarcaciones.
Muy importante era la cláusula 35. En ella se asentó

que, para refrescar y mantener con salud a Jos esclavos negros


que se han de introducir en las Indias Occidentales después de
tan largo y penoso viaje, y prevenirlos de cualquier mal conta·
gioso y destemplanza, se ha de conceder libertad a los factores
de este asiento de arrendar las porciones de tierra que pareciesen
convenientes en las cercanías de los lugares donde se establecieren
las factorías, con el fin de cultivar las tierras que así se arrcn·
daren; y de hacer plantíos en que recoger provisiones frescas
para su alivio y sustento; cuyo cultivo y beneficio se haya de
hacer por los naturales de aquel país y por los esclavos negros
y no por otros; sin que en esta forma pueda ningún ministro
de S. M. embara1.arlo.

Los negros de mala entrada deberían ser indultados por los fal:-
torel, por el tiempo y precio que juzgasen conveniente. Pot· ca~a
nepo de mala entrada los ascntistas pagarían 33 pesos y un tcrcto,
.. iDdultárseles.
En caso de guerra, la Compaf'Ha debería retirar en el til·mpo de
39
alo y medio lOS peneoeada de Ju llllilla o de l!apafia, si allí se
hubiesen traDsporDdo y los ...W. DenrfaD distintivos suficientes.
El tratlldo ccmc:lufa uf:

Jllaalmelde. COIIICIIide S. 11. a dkllos uentistas, su~ agentes.


r.ctores. adalllros, ~ polftlcos y mUltares, así en r. r
CCIIIIO • tlllta. liDdiiiJ • paciu. privlleslos, franquezas v ~en.
d . - .... • Mblef• ccmc:edldo en Jos asientos prcceclcntcs
U S
.!llt
de los arreglos pactados
- . ...........u
tratante de
_,.1,.r.n•m
a tener toda clase de
'",._tivo negocio. Más de
. . .lOS, a favor del lucro de la
Naturalmente, hubo diversas
lldvkf8des esclavistas contratadas,
t1111;ro Patii\o encargó a Dionisio de
a no
lmen- - minuciosa averiguación de las x:::~==~~~~~
qaejaba la Corona española de que, c1
ndna
díiD de esclavos, Inglaterra había inst-., ·r:~r:==~~
Jot puertos de América, quienes fo~ el
Ba 1743 España se opuso a renovar el OQDb'ato,
tnblta aftos pactados y después de ~ IDI;IdiiiiiiC-
e
UD arreglo en 1750, según el cual lng~ rec1b1rJa
de como indemni7.ación .
teriormente se concedieron liceaí::IM • mere•••-- ele
su nacionalidades, entre los cuales s• ~ :~:=~~
ses J portugueses. Hasta 1789 se mant1ft0 el~
dhenos interesados, hasta cuando ea ea ~ se dll.*lllll
el tdfic:o.•
Alpnos sucesos internacionales int ldieniD la. CDIIICI•I
UD CGDtrato duradero hasta el 14 de ~de 176$. c:amcllot~·
ftl'ios aspirantes, fue preferido por la ~
Su asiento se firmó por diez años. En c:ada-11110 dellllll'la
1.500 esclavos a Cartagena y Portobello, UIOO a
1111 y Campeche y un total de 500 a 600 para cabrirl!"~~-~~
de Cumaná, Santo Domingo, Trinidad, ~==~a
to Rico, •considerando la escasez de
&tasa. Para favorecer a este asentista • :~::~~
de 1765 una Cédula Real, mediante la éaal
derecho de marca a los negros. Se
pueato anual a los propietarios de ese:_..~
de aquel ingreso. El gaditano Uriarte
nesro• a más de 290 pesos y a
Ea 1772 se declaró en quiebra y
CODtinuación del asiento con la ·,n,,.•
macla por Aguirrc y Adstcgui.
del derecho de marca, durante cinco
d6a en los at\os que siguieron a la
- . . . - o cepo, siempre que éste no se les pusiese en l b
• b
se autonza a a 1os d1ucnos
-
y mayordomos a dar 25 azo t esa . ca c1.a
. '
~ 'd bl .
Y se CODSI erase cu pa es, con mstrumento suav a qute·
)os nes 'ó f ·, e que no les
:les. causase ~nt us1 n gr~ve o e uston de sangre. Sólo los tribunales
re. podrfan Juzgar de dchtos mayores y el Procurador Síndico actuarí
siempre como defensor de los esclavos. a
en Los puertos habilitados para la venta fueron: en la Provincia de
'en-
es
earacas, Puerto Cabello; en la Español~, Santo Domingo; en Cuba,
La Habana y, para .sólo tratantes espanoles, Santiago de Cuba.
15 Aqu~las regulaciOnes fo~aban parte. de las enmiendas que Car-
en los 111 mtroducía en su pohttca económ1ca, a la cual imprimía una
de flexibilidad que le permitiese no sólo enfrentarse a los nuevos suce-
En sos internacionales, sino a las propagandas del abolicionismo que
se camenzaban a levantar ~n Inglaterra. Por una parte, procuraba
ida hacer tolerable la esclavitud, recomendando suavidad en el trato,
para que no calasen las prédicas libertarias en los esclavos. Por
otro lado, se disponía a tomar en el tráfico negrero el puesto que
Inglaterra iba a dejar. Para estimular a los propios espafloles, el
monarca expidió una Real Cédula, el 28 de febrero de 1789, por la
cual se acordaba una prima de cuatro pesos por cabeza de escla-
vos, a los españoles que los importasen en embarcaciones de su
pais. Para los extranjeros se ofrecían también especiales garantías.
Esta disposición se prorrogó en 1791 por dos años. Un año antes se
habfa dispuesto que los españoles pudiesen extraer de las Colonias
el valor de los esclavos en dinero y frutos, con excepción del cacao
de Caracas. Permanecía libre la introducción de esclavos, pero se
cobrarla un 6% de derechos sobre la extracción de los frutos.
En 1792 se dictaron disposiciones para facilitar en América la ir~­
portación de herramientas para la agricultura. En este ~~o se ab?h?
la capitación de dos pesos anuales, destinados al serviCIO domcstt·
co. Se eliminó también la cláusula que había venido rigiendo de
que se importasen tres hombres por cada mujer, dejando a !os
comerciantes elegir a su arbitrio el sexo de los esclavos que habtan
de vender. Como en la Cédula de 1789 se daba a los tratantes sólo
un plazo de 24 horas para vender su ~erca~cía hu~ana, en J792 se
aumentó el tiempo a ocho días. La tnpulac1ón podna ser nutad es-
paAola y mitad extranjera. . . .
El 24 de enero de 1793 se concedieron nuevos pnvtlegt.os, a los
, . , · 1 trat ·1 Se les ex unta dl'l
espaftoles que habtan tcntdo cx1t0 en · a , •e •th'tt·casen
· · el ob·
t·ou
..,O de impuesto sobre las mercancws que n • • · •
Jeto de trocarlas por esclavos así como de los clrrechos d~ .t·xtt.\1\·
jerfa sobre buques adquiridos' fucn1 de Espafin. Se cstnbkcto ~·uton-
43
IJ:1MI'el capitán, serían den

. . . .rla1ta continuó durante los(¡¡


iMWIIraaroe del siguiente. La última R
el22 de abril de 1804: 1
CAPÍTULO 11

LA TRATA EN VENEZUELA

La prtmera concesión de que se tiene noticia para Venezuela


es- el ~ que recibió Gerónimo de Ortal para introducir cien
IIIIJ'OI en el Golfo de Paria. Según Saco, cigual concesión se hizo
a otro1 dos espai\oles llamados Cedeño y Heredia». No explica el
lfiD IUtOr cubano si se trató de cien esclavos para cada uno, o un
centenar para ambos.•
SI aD memorial sin fecha sobre Nueva Andalucía, anónimo, se
Nlere a aquellos permisos, como parece, habríamos de entender
la DOlida de Saco en el sentido de lOO esclavos para Cedeño y 100
,.... Beredia- Dice el memorial: cQue trescientos esclavos que se
......,... meter en la Nueva Andalucía, para el beneficio de la tic-
ID, dMido S. M. las licencias, dentro de seis años los meterá .....
OoiDo le ve, era para el primer tercio del siglo XVI escaso el ritmo
del td&o esclavista.l
Aloe después suplicaba licencia para introducir en la misma
- 500 esclavos Hernando de Velasco, quien además aspiraba a
_., se le eximiese de todos los derechos, incluso el de almojarifaz-
ID' IObre los esclavos, que habían de ser traidos de Portugal, Cabo
\Wdey Guinea.3
No sabemos si fueron introducidos aquellos cargamentos para
. . caalel solicitaba autorización. En realidad, durante todo el si-
. . Xfl y ya desde sus primeros años, menudeaban las peticiones
• .todu clases y de todas partes. La Corona procedía cautamente.
lá 1521, al concederse a los Wclser la Gobernación de Venczuc-
' - dio también con fecha 12 de febrero, y confirmación del
abril, facultad para importar 4.000 esclavos. No significó esto
~···rlclld. pues ya en 1529 la Corona autorizó en Tierra Firme
iJi~l'-···apttula~ con los alemanes no podemos haber uno po
cara [sic.]. Por no darlos al precio p rometido, n~
luego con las necesidades los venderán carisimos.
los

3 nego.
por lo

Por 1598 entraban esclavos de la cADtmta cll G6mez:


como consta en carta de los Contadanl . . . _ de
cada esclavo se pagaban 32 ducados -,IDidlo.
La un:nldll
coaatmtte, pues en algunos años no te ftlllsliaball.-llnl·~
En las últimas décadas del ~iglo ftllll aldea
may idtensa en Venezuela. En realidad. el imPGidbillll
datol que hasta ahora se poseen el DIIIIDin ;~~~=~=ñ
Alpnos autores han contado como edl. .diiiUIII
pedciones. Asf sucede, por ejemplo,
s.adlo Briceño. Los autores difi
fl8l habrúl logrado para las iones~lilii!IIM
• 1589. El caso de Simón de
pnMDtar un largo pliego de pct
• Le6a 4e Caracas, es demostrativo
- J lop-os. Algunos autores , caut
lllllw116 para solicitar tres mil
••taa que obtuvo la licencia. E
lit'••- peticiones concedidas,
eldawo Introducido en la jurÍSdic
• ·-....- el duelo un peso de oro rlllo·
~-~~~~~· de la ciudad, que poseía muy ~
Jos bes ~ escla~~ pedidos en la llli.
• • • · lu apreuuantes sohcJtudes continuaron
~~~la 6Jtima clkada de la decimosexta cen.
1596, ~nzá.lez de Silva, vecino y Pro.
f!.:al..lad ele Caracas, pedía al Ayuntamiento que s~
quialentos o mil negros que deberían introdu.
llllrilildl.a de la CompaMa de Guinea, •para la labor de
otras snmJerías que de mucha importancia se
...........uhacer en esta tierra, lo cual cesa por falta de
y

abril de 1599 se trató en el Cabildo la com·cnicncia de


S. M. quildentos uegros que se concediesen fiados, Jos
Jle!IIUfal:l a plazos. Así conchda el siglo xn, en medio de
~~~~~--- la mano escla\ a que
M•ICICIIGD del país.12
~!l;l~~s. Ell7 de junio de
Caneas:
c0C'ed.I~.
leyes y reglamentos, amena7.ando
jUtisdic. permiso si no se castigaba a Fajardo en
oro fino CanicaS, en el mismo año, continuaba su
luy esca: Bl 30 de julio de 1603 se acordaba un nill~~!ttl~·

en la tni-
tmuaron 11a de suplicar a S. M. haga a esta ciUllad ~~--~---~
·9~itíilíiMIII' a los contratadores de negros traigan a c!l•·• •. .~••·:~
!Xta ccn. -~i?,A:,illllllial y procurar hacer asiento de manera que tf..llllll*~llllili"·:~
lO y Pro- '';;J)~~-~- por cuatro años a Jos vecinos desta golt>crmll·l~l•i··
' que se ..,...,..,r_ _.pleen en la labor de las minas de oro( ... ] .-·.- -
introdu- los vecinos dcsta tierra puedan hacer la paga IM:r4111A1il
abor de en las reales cajas de Cartagena, la
.lncia se "•tiiiiiiMI y han de ser obligados a emplear a Jos
de de las dichas minas y no en otra cosa, ni se ._,..._ ...........,.11(
!;.'_.o'.'l1!•:11111. . . aobemación ...
El jefe por año
El subjefe por año
El tesorero por año

& 88ea de noviembre de 1714, la dire~:-lltritlit,JaCG•~r.


- ' • IU agente en Barbados comprar ti1WI. . . .
• Balovuto y paro la de Caracas. I..u
Jllll8ma que, a pesar <.Icl convenio
·~--. Director representante de S. M

•••lO
...., .. . menos de cuatto ncgit)S po•·
para Caracas y ot•os sitios,
,~~~~~- .W, DO dmero sino frutos de
mites fijados en Cumaná y Maracaibo, para facil itar la
~n~ a~
Toda Ja costa venezolana quedó, para las OJ>erac·
Compaftfa inglesa, bajo el comando de Dudlcy Woobri~~~es de
tuvo algunos dolores de cabeza por el comportamiento d · En t•,
te de nombre Jonathan Sisson, quien recibió 22 negros ; ~n ~
Santo Domingo y los vendió en Maracaibo, sin cm·b.r ~lados t:!
ninguna clase a la di.rección ~cncrnl. Permanecía en Cu~tas de
el pretexto de prcvemr operaciOnes fraudulenta~ de lo hola d...~
pero según los informes de Woodbridge, justnmcntc él mi~-~
bfa trasladado 25 de allí a Barbados. La Dirección de la com 0 ~
resolvió que se tratase con toda clase de consideraciones ni~
te, en caso de que dccididicsc pronto rendir cuentas. Parn taso
contrario, autori;r.nba a Woodbridgc a proceder por todos los ~
dios legales.
Juan de U~ina, vecino de Caracas, Caballero de
rernttló a la Nueva España dos esclavas
Rosa, avaluadas en 3.200 reales, por lo qu~
te! de la derechos de exportación, 2.720 maravedíes .
. En 1/17 concluyó c~m una Real Orden de embargo con-
un agen. bieneS de los mglcses en la provincia de Caracas
~jados en
ele los del asiento de negros•. Se reflejaban en 1~
rentas d e íi!llllie~ti:>S internacionales. Se procedió a cumplir la or-
I.Z3o, con y en el acta se mencionan los bienes que
!andes es •DPaftila en La Guaira, así como 4 balandras. Para la
ismo ha: Sisson parece que había entregado ya cuentas sa-
ompañía sus operaciones, pues figuraba como factor de la
al agcn- nombt-e pidió alimento y sustento para ocho
lra caso dllttilrtci16n y 23 marineros y criados del Real Asiento.
los me- ordenó se les suministrase harina, biLcochos,
200 pesos del producto de una venta de negros, el
1719. Desaparecidas momentáneamente las tensio-
se devolvieron los bienes confiscados el 3 de
obediencia a una Real Cédula.:za
de Inglaterra presentó reclamación con·
Corona había concedido a don Juan Chourio,
lllfllaü.bo. quien se disponía a fundar una villa en Peri-
su intento se le había autorizado para introducir
·----·- cpiezas de Indias•. Los a....entistas recordaron
octava de asiento, era de su cxclush-a in·
l..tllltr'l[)(lllCC.IOn de esclavos. El 31 de julio de 1722, por
se dispuso que, efectivamente, Chourio ocurrie-
de Inglaterra y le comprase los negros que nece·
de los precios estipulados, que no podían ser más
pieza.
don Jonathan Sisson, quien continuaba como
Asiento de Inglaterra, hacía pingües negocios, im-
divcrsos. En abril de 1723 importó por l..n
de harina, 765 frascos de aguardiente y 400
pagando, naturalmente, el diez por ciento que
~~-I'Clnxmciia al derecho de alrnojarifuzgo. Para fine:;
Barbados t 12 arrobac; de harinu, 50 ha·
........a. 20 barrilitos de mantequilla, 4 harrilitos lk
~)IIJo,nc·íllcls de velas de sebo.~
habría de intervenir· como clcmcnh> mu)'
comercio de esclavos la Compaiiín Guipu:r.connn.
frerlte a In nueva situnción los n-;cntistns
.. - ,..._ a Sisson, como factor general, por S:unu
rec~1 C<.
._,
4e
,.__t6
..... - . . . . IIRI,J actiw en 1730. Al año siguiente una
DOS informa sobre el aspecto intcrcs<~nte del ~rnac~
e.cJnoos: los pagos en frutos. Santiago Gómez Igua}o ha~rcc~
.._., en la provincia de Barinas, algunos negros a carnb ¡¡ ~
~ Pero las autoridades impedían el paso de e .te ~~ de 1
llliefa el centro. Conet reclamó, basado en las cláusulas del asi:
to, y se le concedió razón.
Al a6o siguiente hubo otra protesta de Collet. Comenzaban
;u.~,~;~~IGIIIB:IDI con la Guipuzcoana. Esta colocó guardias en las cmb: 1
;.~jiii:JP~~í8 ,del Real Asiento y se hubo de emitir una Real Cédula, con
de octubre de 1731, en la cual se «manda al referido ea.
ltW-.""L""" en adelante ni in.
evitar el contra.

••••Ja de 15 de julio
asistieran •al
ili!llbm~ciOJnes:•. La opos~
basaba en otra,
cual se prohibía
guardias a bor·
de Inglaterra,
la bao de tener los
auüJiar de Patton, y el médico de la factoría de La Guaira D .
Caw iDfonnaron que ya no había peligro. Las au toridnde~ a"•d
....; ordenaron la visita del médico del puerto, pero a I>Csaes~~a­
su dictamen favorable, el Cabildo, ante el peligro de una epid: ~e
en tierra, deseaba tener plenas seguridades y nombró a dos m~~
cos especiales, quienes tampoco hallaron enfermedad alguna. A t
eJ dictamen también favorable de don Domingo Lópcz de Urru~ e
factor director del asiento por parte de S. l\1. Cntólica, Lardizáb~Í
ordenó el desembarco el 16 de julio.34
739 volvió «La !sabela», con un cargamento de 53 cnbc?.as
edad crecida y viejos•. Tal vez no can•zca <le
ampliamente,
arribada forzo.
atodos de cuen·
ban sido, natu·
.,._..provincias [ ... ) le parecía se hiciese presente
wmnrenir a~ asien~o de negros titulado Aristcgui
loM•Inlilo de Cádtz, surtiera aquellas provincias de los
cómodos como debe hacerlo consiguicntc-
a,..-~1• que V. M. se dignó concederle en Real Cédula
de 1773, ampliándole las que le habla dispensado
de junio de 1765 en que se aprobó el mencionado

una Real Orden se mandó que se consultase n la


cuántos negros se habrfan de introducir
y que indagase entre los haccnda-
lllilei:'IBS&·rio y los precios que podrían pagar, así como
que juzgaban prudentes. El 12 de junio el
una cifra cauta sería la de 4.000, pues se
desde hacía tres años y que se conservase el
68, cuando la Compañía Guipuzcoana había ven-
Indias a 240 pesos, a 220 el mulecón y 200 el mu-
dictamen del Ayuntamiento
esclavos que le deban corresponder a cada afio,
utes se ofrezca judicialmente su introducción a
arraigado, admitiéndose como uno a la Real
~luiJ(IIUlEC(li8Ilta, que quiera conducirlos por los precios
al contado o al fiado, por tres años, aumcntándoselc
treinta pesos por cabeza, unos con otros, a razón
por cada año, sacando cacao, cueros, añil, para traer

Guipuzcoana, don José de Amenabar, no quiso


proposición, como «administrador de agenos in-

de Echezuría, don Juan Echeniquc y don


hacendados, declararon: cNo nos halla-
•~•o correspondiente e inteligencia capaz de d~s-

la exclusiva, que se le permitiese compmr hu


que pagaran como de esta provincia y que Sl' k
por diez af\os; que pudiese sacar cualquier pn)-
duelo, lacluaiwe mulas; que se le permitiese traer los v!rerts
necesarias al transporte de los negros; que se le ace Y
.....,. fM&
.._ comprar y vender negros en cualquier parte, excepto ~
CuraDO; que traerla 10.000 negros en ocho o diez años; que r
derfa 8 2M pesos pieza; 230 mulecón y 210 mulcquín. Las tran en.
doDes serian al contado o fiadas, a su juicio. Pedía además sac.q
su juez fuese sólo el Gobernador y que en ca:.o de guerra •se uele
diesen las dispensas necesarias. Se le deberla permitir embarcar
en cada caso mayor número del pre\·isto para las entradas, Pues
así compensaría las pérdidas de las travesías. Tnn excesivo pliego
naturalmente no encontró ningún apoyo.
>s \iw·--
• -Q y
se le ace
e.."(cepto P.
>s· e¡¡
. • que ,.en.
..ns tran
de....... sac..
4-....s, que
ucrra se le
r embarcnr
~das, PUes
~SI \"0 pliego

••.r de la Real Hacienda de Maracai-


de la provincia dar autorización para
~;aiolllos, ya que para los bozales sólo el

lilítf'AI'nn en Cumaná 557 esclavos. De ellos,


t)JIIIdlo J.amán, comisario francés. Se ven-
•llllorHM~ y 40 muleques a ochenta rom-
los Ministros de la Real Hacienda en
de la introducción del cargamento y
en el término de un año sólo habfan
en otro año llegarían apenas mil,
••ceslta el adelantamiento de estas dos
__ ::.::::-
. : : .._
. .:: .- ..


-
UMJt;~ 2
el scnor ( ' to Burqutllo<;, dese
E lado Mmmd.1
"l"ata Du Prat, quien habfa tomado
\ he- necesarias para alojar las
l.Stos eaeblutos económicos debido a
d.ól ·,Jo~-· Qnno Saavedra aconsejaba que
• en • enviasen hacia Cuba, los ed'
rtes, ·iiiiiii!IIIB rleqo de resultar inútiles.
•latOI' ele Du Prat recibía desde
' en
in.
pre-
........
lo!t precios que 6ste asignaba a las
Al comenzar el afio de 1785 pidió el
c::.r.:u, a don Juan Ignacio de
ta HabaDa,
cio..
-·La que cubriese
Corona tomó algunas uJO•vu,,. ..._
111ema. como la de rebajar los deJ~ecl:tos•
JIIIIII"'O• para que descendiesen los .-n'""'_..
acrajeseD la atención de los hacen
.-o Di clase, se pagarían nueve pesos
, . , importante queda clara en carta
..,., de 1785. Se expresa, después de
--.rias, asf:

Tunbi~n me dice V. S. las


~ento para pagar. Fue
..SO.; que esas provincias no
o6mero y que si S. M. no dispone
b caudales suficientes al pago de
parten y vendan en esta isla o
-=uentes armazones, serán ciertos
a S. M. por los gastos en conse
.UO. muerau, al mismo tiempo que
la dilatación en percibir sus
blbd salido de sus aflicciones y
mJsma urgencia, pues habrá visto
de enero se manda que las cajas

"*
60.000 pesos para que V. S. lo
de la carta de V. S.,
cb aqW desde Trinidad, 962 caoc~zas
-.oree...
le soluc:ton6 aquella crisis
81a'Ca0Cfa. Pero Urriza no
tiempo, pues, se presentaba, como problema
-~ .--miiiiDa. Ja necesidad de consumir lo que el propio

de 1787, don JOS«! Oráa, comisionado de la Inten·


a 'Q I•IIIII. iDformaba a Saavedra sobre la marcha del trá·
lallta m aquella ciudad asf:
s.• Jl8lllen4o suficientes COIIIP..tDra para el Dómero que
&'<.B".:.<illlit,-
..... caa ptoporcl6n •.la seguricllld y c:a1ktad de aquBlos, se hace
• ~ equitativamente, dbiclieDdo en tres clases cada
. _ y onteaando de tal sue_rte, que ~ el mbnero que pidan,
fOI' cuaJquier parte que emp1~ a ~· pueda salir con igualdad
de • aspectos y representaciones atenores, sin permitir elección
nos ~-e. 181
~Dtal'U~Dpida, para que de este modo puedan los del medio y úl-
Pob~ diDO. ucar de las clases los que pidan o se les franqueen sin
de ella, .,.aaja Di mejora unos más que otros. 4: Los que enfermaren
IX>Inocte ~ la estancia en dicha casa, podrán separarse y recogerse
u~ ea aaa pieza que se construyó para ese fin, y si fuese de gravedad
:ado P<>r mJDdarlos al hospital. 5: Inmediatamente que se haga la entrega
los que 11 primer comprador, siempre que éste saque de todas clases,
• El nú. 18 debe arreglar la formación de nuevo interpolando entre los de
[Ue aqui JDCJor presentación los que no tienen la estatura, aspecto y atrac-
[ .1 tivo que los demás, aunque de suyo estén sanos, para que de este
IIIOdo a todos toque de lo bueno y de lo menos bueno. 6: En-
u-epdo el número que quepa a cada uno de los compradores, se
)la ele otorgar recibo, con expresión de quien sea el fiador y si
• quiere con qué plazo y éste no debe exceder de los tres aJios,
por terdas partes en el que saque mayor número. 7: Si hubiere
eompndor de Puerto Cabello o La Guaira, o de otro destino ma·
rftimo, se hacen las escrituras de obligación en este puerto, con-
c:arrieDdo propietarios o fiadores o sus poderdantes. 8.• Una de
lis CIODdk:ioDes más esenciales para que no puedan ocultar las
eafenDedades habituales y aun actuales que suelen procurar di-
almalar por corto tiempo, es el que se reciban 24 horas después
qae eatál en tierra, si acaso de parte de los capitanes y condición
de CODtrata no baya impedimento que exista, pues de lo contrario,
- porque se hallan amenazados de los mismos capitaneS, o por-
cp repupan volver a bordo, suelen manifestar vigor y sanidad,
~ que a poco tiempo se descubren por la imposibilidad
ele lllfrir Jos males, y así es que alguna vez nos han engai\ado, a
pellr de las más activas precauciones. Con las reglas propuestas
J CCIIl conocimiento de la calidad de los compradores y fiadores,
• que 10 debe poner especial cuidado, desde luego se harán las
- con re¡ularidad y sin que resulte perjuicio a la Real Ha-
diada, que es cuanto puedo decir a V. S. en el particular.

clara reladón de Oráa completa los conocimientos que ya


• • • IObre d modo como se procecUa con los esclavos recibi·
71
CIClO la madre, que se le abone 20 ó 25 pesos por cada
p

.)¡. ,_olvió Saa\ ~dra. H abían de. pagar la cuota e rcspccth a·


o sujetos a qUlenes hayan cabtdo [los niños) en c1 repar·
~
ro al celo desplegado por lo-, comisionados, así como por el
en- ~--~-casas de alojamiento, don José Cubas, el Intenclcnte les
ne- ilíiiíCill• uua gratificación de 250 pesos, cuando se verificó la dc<;-
en- dll cMossley Hilb.
lte 25 de abril, después de haber recibido todas las cuentas del
Yiaje del cMossley Hilb, que había coincidido con 1::1 Se·
:m- __..Santa, y de todas las cargazones, según el cuadro demostrn·
en Saavedra escribió al Marqués de Sonora, dándole cuenta de
la . . . . del tráfico. Recordaba que según la contrnta con Baker
ría .-weoa. éstos deb(an introducir 2.000 africanos y le informaba
1
....... precios forzosamente habían descendido hasta 21 pesos me-

CONTRATA DE BARRY
- -- ~~ - ---- ---
Precio
Precio Precio Precio
Muleques Mulequmes
por pieza Mulccones
...... Negros Pesos Pesos Pesos

150
Pesos

520 187 167


187 167 150
572 151
281 188 168
188 168 151
324 151
118 1&8 168
ISO 160 142
147

Total 1.962

CONTRATA DE BAKER Y DAWSOS

148 130
439 168 129 25
543 167 147

Total 982
-- ----- 73
CI!IJmle• atranjeru, mil mulas,
-IDO -~a~Ua, para retornar el producto
mes se c:lespacbó un barco hacia
CIIICaO que correspondfan a pagos de
1717 remitió el Intendente a las ~
~OilllleD por la cual se prorrogaba por seis

Orden prohibió que se gratificase a los


. .c:lelllda por trabajos extraordiDarios. Algunas
eD el año anterior, se babfan ordenado
celo eo las prolongadas transacciones.
coacedió permiso al navfo •Princesa Real•
......u.-- después de haber vendido parte de un

do la Junta de Real Hacienda de Caracas


problema. Este babfa ordenado el 20 de
tmpleue la renta del tabaco para comprar
de Barry. Se venderfan a cambio de cacao
o6d•hnente en La Guaira a 13 pesos y el
15 U y 11 reales, según la calidad (sobre-
f.....• Pero a fines del 78 babfan subido los
de esclavos a c:mlito pedfan pagar a
que contrajeron la obUgación. Se agra-
apoUc:ión de la Junta, porque ya babfa
cuarta parte de 101 negros vendidos y,
M.co por los bacendados tardaba por lo
compra, mientras aprendfan la lengua
. . .-delpafl.
........ de JlaclMM'a, de fecha 29 de
75
~4~--Dto de la agricultura, tu\'c a bien mandar n
proposiciones hechas para la introducción
Wl JIIU de Cuba, Sa?to Domingo, Puerto Rico y
o.;.:as. a fin de acudir n In estrecha necesidad con a.B'•a11ild'-'
') • estoS brazos, sin los cuales no pueden prosperar 1 láin~eir•.lll
1 de prodUCir al Estado las inmensas riquezas que ofre~ •
llla J fertilidad de sus t~rrenos; y habiéndose tratado cstl • .,......,
na. aunto con la reflex1ón que merece su importancia, . . ...UO.
lo ea c:aJj~d de P?r ~hora .. q~e se haga este .comercio b* JMI'ellu
1 coadiclones sigmenl~~· lodo vasallo m1o, avccinadct-0 ~
)ll).
ea &paila. o en lndms, podrá pasar en embarcacidD propia, 0
ftetada de su cuenta, n comprar negros a cualquier ,.aJe doade
...,_ mercado, o repuesto de el!os, llevando el dinero 1 fruto que
geceslte para su compr~; ~ su mtroducción en dichaa illu J pro.
vlnclaa de Caracas sera libre de todas contribuciona; pero coa
espresa prohibición de que los buques que salgan dq dldlu c:olo-
Jilas para hacer este comercio, retornen otro ningún electo comer-
dable, quedando por el propio hecho sujeto el mismo 'buque J su
carp a la pena de confiscación y demás impuestas por 1M l.e,a
del Reino a los contrabandistas. Bien entendido q• célaltalldo
por certificación del Administrador, o Ministros de Real B'lldeDda,
doode hayan introducido los negros se de\·olverá hasta el Importe
de su valor.
2.• Para que a los que quieran hacer el citado ~ •
Uenclo de los puertos de esta península, les sirva de eatfDíblo el
DO llevar sus buques vacíos, se les pernutirá conducir ~ de
frutos y géneros e ir en derechura a los parajes doDde • lilll
de proveer de dichos negros, para después arribar coa eiiDI. 1
coa los géneros y frutos a los puertos por donde • ,_.... ta
eatrada; o yendo con los frutos y géneros a estos ,....., . .
desde ellos al comercio de negros, y voh·er al mismc,.. . . . •
ullda; y si no los pudieran vender allf, les será lib~
a cualquiera otro de los habilitados para su intro~
3: Se pennitirá a los extranjeros por el tiempo......, de dol
dos, contados desde la publicación en Indias de lila JBt a.l
C:.Wla, conducir negros a los puertos habilit;tdos G11D la IDlala
expresa prohibición de llevar en sus buques otro tliletO llaUDO
c:omen:lable, bajo las mismus penas que se impom~a a IIIIIJIIIO-
... J derogo para este solo caso, la:. Leyó de lm- . . . pi'Qido
._la entrada y cornctcio de los extr:mjcro.; en ... ~ele
tlltuellos mis dominios; debiendo gozal' la misnn1 r........... di-
. . _ en la introducción de negros <1uc Jos c........
•d'acf.1os por la extracción de plata y frutos
a ........... de sus rentas. «t11e
..,..,.... y Jos extranjeros que por tiempa de
• • • JIIII"'S a las expresadas islas y provincias de C:::.
-¡r,::.~COil= ellos, los podrán vender libremente a 1
lil con los compradores, sin que por Parte :
Municipal se les ponga tasa alguna. Ni en e~
Intervención que la de estar a la mira Para
~f-CI.-ni!)mMIO y celar que los negros sean de buenas castas

~r'-"ll'uop:ICO se ha de hacer cargo a los Ministerios Reales de


que arribaren a los puertos habilitados, ni pagarles al
pua despu6s venderlos a quienes lo necesiten; sino qu~
quedar a cargo, cuentas y riesgo de los que los conduzc:
llllltlllll CODduclr para venderlos cuando puedan, como otro cuaJ.111
tfecto comerciable.
6.• Loe oecros han de ser de buenas castas, la tercera parte a
.... de hembras y las otras dos varones y no se permitirá la
•llal:la y ftllta de los que sean inútiles, contagiados o que padcz.
.afermedades habituales, obligando a los que lleven alguno o
ií&t~.;_'~P- de esta clase, a que los vuelvan a extraer.
7.• Se p-atificará por las Reales Cajas a razón de cuatro pesos
i.r:f.i;,· ~~':. . .- Cllda aearo. a los españoles que los introduzcan de buena ca-
ea b citados puertos de su cuenta en embarcaciones nade>
. . . . para que sirva de estúnulo este comercio y p roporcionar
par elle mecUo la abundancia.
&.• Como mi principal objeto para la concesión de libertades,
"f dnoea y ¡racias en este comercio se dirige a fomentar la agri·
&llltun, declaro que por cada negro que no se destinare a ella Ya
.... tnba,Jo. de in¡enios, haciendas y usos campestres, sino ol
_...., doméstico de los habitantes en las ciudades, \ illa:; ) pue-
..._ • laa de satisfacer la capitación anual de Jos pesos desde el
dfa de Ja publicación de esta mi Real Cédula, para moderar el ex·
• e.ta parte y concurrir al pago de las gratifical:wncs que
de latiafac:er la Real Hacienda con arreglo a lo prc:w nido en el
;,tltlcalo precedente.
,......... que tes dicte su celo para evitar que el abuso d
~ 1 . e~
___.... obll,ue a revocar as, smo que me expongan y reprc ~
• - Ja expenenc1a
c:G~Dto • · 1es mam"fies t e ser prec1so
· para log~cnt­
...
..,or beneficio y utilidades de mis vasallos y consiguientcrar el
de 1a prosperidad y aumento del comercio. Y pnra que tcn:ente
debido cumplimiento las gracias especificadas en los doce art~~ d
anteriores, derogo todas las leyes, cédulas y rentes órdenes Os
se opongan o .sean ~ontrarias a. ellas, y ~;¡mio a mi Consejo\~
pnmo de Ind1as, VIrreyes, Pres1dentes, Gobcrnadore:; e Intende .
tes, Justicias, Ministros de mi Real hacienda, y a cualesquiera 1 ~.
bunales a quienes corresponda o pueda corresponder, que guar.
den, cumplan, hagan guardar, cumplir y ejecutar cuanto en cst·
mi Real Cédula se previene...49 J
~·"hl. . . causas tienen cura en breve tiempo a
;:;:¡¡rnllf:'tila Jos lobanillos es habitual, pero no lo inuh

'M •so
~ de los negros habían sido educados en Cu ~~:.lfl!l~
a su desembarco en nota razonada que

Se ba observado que los csclaYos criollos o c~dllcli..


cOJonias extranjeras son perjudiciales en estas
11a cuales tampoco hay proporc1ón para ocupar a
fUIItivos. por lo cual se ha servido S. M . mandar ......... .............--.:¡
110 'SUSpenda el cumplimiento de las Cédulas
deJa libertad de éstos y que no se introduzcan ncgftll- ._IDPI'IIIdlolíP<:
o prófugos de las colonias referidas ...

... los vecinos de esa provincia puedan pasar p•


ad+mados en embarcaciones propias o fletadas u~.:i. .IJIIIIIIft!.·PI!'I"'IID
41rectMDente a cualesquiera parajes donde haya :llliiiiÍI!..
..-eo de ellos, llevando solamente frutos de la or~. . . . . . . .
......., con prohibición absoluta de llevar ningún
Jlr& ellaa, que si no encontrasen negros en los ~-....(HIIJIII!I•
por ellos, puedan retomar en dinero el va
~
• 91.400

la balandra
allí, fueron
17 hembras.
cargamentos
y regresaban
por don
5 de julio.
Ciarach.
d ~e cl9
eJa: .out:
babí·
ml'J* eaero Mateo Higgins reclamó que en 1790 habr
tllcldo SI...,. bozales en la goleta esp~ñola •La Clara•• da llltr~
. . . . . GnDada, y que en mayo de ese m1smo año, al re r CSde la
..... Jot Ministros le impusieron 12 %. Perdió su ap~t;~~ Con
. . . .,. .te. ac..,n tl
8D abril se publicaron algunas disposiciones relativas al tráfl
cMiedo con las costas africanas. El 17 de ese mes llegó a La G ~co
el bergantín cS. Pablo•, procedente de S. Tomás, con 64 n~a~~
boales que conducía a La Habana. Algunas averías y Ja csc~se~
de vfveres, que sólo alcanzaban a un saco de arro1. y un quintal d ·
pan de mala calidad, según el reconocimiento que se verificó le
Jdcleron arribar de paso a La Guaira. •e
Dep"os en la goleta

vez asociado con


Wll!llllnlbaiD que en nin·
iiiiPjlactcliS de extracción.
CODOCer, pues se
•IUelllCUlS prc\cfa:
Pemándc:z: 1948, 159. Proba~.a de Collado: Academia:
de la Htstoria, Caracas. Coptas de Documentos del Ar
tolDO VI.
a S. M. Academia de la Historia, Carneas. Copia del Archl·
Hacienda, 1574, tomo VII. •Libro de Acuerdo de los Oficta·
. Boletín del Archivo Nacional, XXIX, n.• 113, 44.
-:-.~-~!IDil de Nicolás de Peñalosa. Pubhcada por Arcllano Moreno: 1950,

dll los Contadon;s Reales. Academia de la Historia. Copla de Do-


,..,,-~~·.; Archivo de lndtas.
en su libro Polklorc y cultura, se indina por la cifra
di...~~~ acla~o;>· atribuid~s a la lice~cia de Sanc~w Hriccno, pero, en
la mtstón de Bohmr se eqUivoca, pues d1ce que cp!diú v ob·
traer tres mil esclavos africanos•. En las Actas del Cahil·
(1, 136) se encuentra referencia, con fecha 23 de marw de 1590
--c~··,_..ca...,,...... dd antepasado del Libertador, así: «Simón de 13oif\'or [ .. ) nom:
.......~.... ir por procurador general a Espaiia [ ... ]. Suplicar a S. M. haga
dicba gobernación de tres mil licencia~ de ese!;\\ os negro~ de

=
que se naveguen o truigan a esta dicha gobernación ~· pro\'incia de
...,.. que se repartan entre los vecinos de las ciudade!> de espaiiolc~
diGba ao~Jernación que son nuc\'C, es a saber: Santiago de I.eón, Coro,
Naeft Sqovia de Barquisimclo, Carora, el Toeuyo, la l.aguna de
la ciudad de Valencia del Rey y S. Sebasuán de los Reyes; por
* auen a la mayor parte de los \'ecinos de dichas ciudades de
1 hacienda y haber muchas minas en la dicha gobernación, que
,. escJavos no se labran. • Sobre pettción de Cnrora· Actas del
QMN¡; Caracas. 1,125.
del Cabildo de Caracas: J, 431.
·-..·--- del Cabildo de Caracas: I. 509.
del Cabildo de Caracas, 11, 16.
del Cabildo de Caracas, 11, 153.
del Cabildo de Caracas, 11. 136.
;\J~jí~~ de Cuentas de Francisco de la
Arclúvo de Indias.
el tomo 1 de la Sección de Reales Cédulas de Archho G neral de
11 encuentra una de la cual se m·isa que dos nav!os habían
11=r.=~ hacia Angola en bu::.ca de negros. Dcblan ser embargados
·~ donde tocasen.
General de la Nación. Reales Cédulas: Sección I, t. I, 2;
t. Vlll, 139.
y General de Real Hacienda, N.o 33. Archh·o General
1930, 1, 107.
de la Nación. Reales C.:dulas: Scccion ll, t. 111, 1

de documento!' rcl:ltivos a la inlr OÜIIllCÍon dr


esta Provinda.• l ft'l Guair.l, 17 de l'nt•r<• de 1701, Dow
a-.ii!IRIIIRO General de la Nación no clastflcado Cll 1955.
General de la Nación. Reales Cédulas: Sección ll, 1 !V, 1
t. VIJI, 154.
M. Archivo General de la Nación. Reales Cédulas: Sección 11, t. \
SecdóD ID. t. V, 125. • . • 125,
25. OJayarriap, en su famoso 11_1forme, notifica que de 1714 a ¡
718
IU'OD 113 pesos perteneciente al asiento de la Compañía de Ponu¡¡a¡ lll&rt.
26. Archivo General de la Nación. Sección Gobernación y Capi~fa
_..., t. 11. Reales Cédulas. Sección Il, t. VIII, 158. Ce.
zt. Donnan: 1931. 1, 168, 169, 183; 11, 199.
21. Donnan: 1931: 1, 210. 215-219, m. 228, 229. Archivo General de 1 N
clóa. Sección Real Hacienda, tomos XXXIX y XL. S ección Gobemac~n a.
Capit&Día General, t. 1, 2, 5. y
29. Archivo. General de l.a Nación. Doc~ml!ntos relati~os a los Andes \' .
.aezolanos, cop1ados en Archtvos de Colombta por don Lu1s Eduardo Pach e
Reales Cédulas, 11. Sección Real Hacienda, t. XLIII. ceo.
30. Archivo General de la Nación. Sección Gobernación y Capitanía Ge.
aenl, t. 11.
Sección del Archivo Gobernación y Capitanía General, t. 11 •
.la .NKióo. ~Cíchdu: Sección 11, t . XI, 168.
la Jüdda. Gobemación Y Capitanía Ge.

llll!lil!!l!!llla de Bjúcito y Real


J 19; t. V, doc. 163;
XVI, docs. 27 ) 128.
. . . . . de Bj6rcito y Real
. . .liCia de Bjúcito ) Rt':ll
,_._. 611 ..........,_ ea 1567- YiDo a estas ClOIIM •
lliiiM [ ...) COil CIIDtidad de men:aderia y de -
. . ea la costa de GuiDea babia robado ( ...] Bala
-~Y•IIIIII• se babia rescebdo otra muy ¡p:ao ~
waderfM coo este iDBlá y otros fraDcaCS J ,....
. . . CQitUIIlbre deilo•••

do de 1567 el ConsejO dellUO de la Hacba di!Ciibl6


juDio. para referir los intentos de antbD de los
de d08D Buentiempo. que ~ ~ cla
• atrU ~Den:adedas····· Cuando ,. • cnllla . . .
....t.._. . .ttarc• nuevos problemas:
noche se hizo a la vela con harta desesperación y tristeza [
Jamente suplicamos a V. M. que nos conceda dos cosas: la 1u~
que sea servido de hacernos merced de lo producido de lo na.
,ros que d1"ehos m
"gleses d"cJaron, pues por nuestro valor pasne.
que los ganamos, para que se reparta entre los vecinos de ~~
dudad...

Parece, pues, que dos años después de la visita de Hawkins, los


habitantes del Río de la Hacha trataban de obtener In bencvolcnc
lavar sus culpas, iguales a las de todos los pr~
1Mr.t~~la1rol en la costa oriental de Tierra Finnc.4
Nueva Scgo\ia,
• '•lhlentie1mpo, Lo-
!i.!JIIblll'tad a los mercaderes y sobre ello les diesen
de Ruiz de Vallejo se sugiere un remedio para
r.1110\riDCi8 y para el mejor ordenamiento en cuanto
Ja capital de la Provincia se mudase de Coro a
ato, el Licenciado Riego explicaba el ardid de que
lié:~•:rcad4~rc:~s y funcionarios para legalizar los tratos,
~~~~~~j~ceiiO incoado contra quienes se entendieron con

~~:.-.IP'-aosta de Venezuela -escribía Riego- Cabo de la Vela y


a.:Jiídlia ( ... ] rescató un Juan Aquins. inglés, y otros corsarios,
.iMit';'JCiillticll8d de esclavos y mercaderías [ ... ] Han hallado una
~Jatellclón los rescatantes y es que toman un hombre, el
--~y perdido que hay en la tierra, y éste hacen que com-
~..~o y así guardan la palabra de la ley ...

otro informe del mismo Riego en 1571,


CIOIIMI~'III•• cómo ciertos funcionarios precisamente nombrados
• • • a los corsarios, se beneficiaban del tráfico ilegal de
esdl&lii¡;,fiiiJIIQ1ta Riego:
:~~-·:ii*Jimtn escala de extranjeros que viene a costear o comer·
:-~••-J•• partes de la isla de Margarita, donde y en las comar-
-~-~-IM!ell de bastimentas y lo necesario, sin que prohibicio-
!lc•IDilw:ioJles basten [ ... ] don Luis de Cabrera fue nom·
que no consintiese saltar corsarios en tierra e
los tratos y contratos con extranjeros. En una rcfric-
...._.,,_...A ciertos franceses y por los presos parece que le
~._-esclavos en rescate ...

Cabrera, beneficiado por los contrabandistas de


en el mismo año de 1571 un informe sobre su gcs·
llllll'l·•:nulabta a los margariteños de proteget' u los corsa·
tres meses -atinna- pasaron m:'ls "'' doce naos
•hilOS y de franceses corsarios, los cuales vienen n
IIIIWIMkiS muchos dellos de negros y todo género de
• 1~. que vend~ a los vecinos comardcanfos ... • Según revela.
... IDI Jasticlas de la JSia no s61o se enten an con los COrQri
. . , c8IID los hospedan y alb~rgan Y. abasteccl'_l. ..•. os,
El propio Cabrera pretend~a selVJr a cabahdad su misión. Ve:¡.
_....para concederle derecho a descargo, pues conocimos la ac
:l8d6n que le bada Riego, su propia ver:.ión de un episodio: u.
Uegó al puerto de la isla -escribe- un corsario francés lla.
mado Caxim [ ... ] Mandé le prometiesen cierta cantidad de cafia.
fútola para entretenerlos y asegurarlos y poderlos tomar en tie-
rra, pues en la mar no era poderoso para ello [ ... ] Vinieron por
Ja caftaffstola. Aunque venían con muchas picas y arcabuces, di
en ellos y Jos maté y prendí [ ... ] Ciertos esclavos y otras cosas
todo valió más de dos mil y pesos ...1
• • CODt:lnuaron exportando es_<:la,;o·~·-·•·1._
Jl8da laS costas de Venezuela,
\'laS DO sólo de aftos posteriores, sino 1aa
en.lol el tdfico intérlope continuaba, queda elato ea
gus~ ele 21 de noviembre de 1596, en la cual se ordeaaba el
o!
lt~ ,... lOS culpables de haber comprado esclavos a lbgleses 1
castiiO" ell )larpr!ta. Cuman~ y Río de la Hacha.•
f~tDel de(sl¡lo XVI con~nuaron la~ ~ctividadel de Jos c:ona-
. ~ aaoJdplicaron las carnbadas mahcwsas•. Naios procedell-
le
riOS ctifGI08 ¡ugares alegaban toda clase de preteadal para ser
tes ibidOS en ~rtos de las cos~as. venezolanas. Veamos •Jannns
:SOS que DOS informan en los tramites algunas cii."CUDStaDCial diat
nas dec::onocerse: en el Libro de Acuerdos de los Oficiales R.ea&el
(lS s-1607) se encuentra la cCue~ta y Razón de los negros que,¡..
3 a esta ciudad en el nav1o nombrado la Trinidad, maistre
·eron
fuan F~ y Capitán Manuel Sánchez ... •. llabia partido ele
AngOla para el Brasil y los e tiempos contrarios» lo oblipron a reca-
lar a La Qaaira, donde llegó el 16 de octubre de 1595. Conozcamo&
cómo se repart1aD las 195 piezas que allí vinieron:

Manuel ferD6ndez, maestre del dicho navío . 23 piaM


8 •
Ana de c.tro. pasajera de dicho navío . 147 •
ManUd 56DcbeZ, capitán 2 •
Manuel Presa. marinero . 1 •
Manuel Luys, marinero . 1 •
Bastián Gonález, marinero . 1 •
Bastián y Antonio, marineros 1 •
Mclchior Gooz6lez, marinero 1 •
Melcbor GoDzález, marinero
195 piezas
Total

A contimlación se inserta en la cuenta un párrafo de extraOrdi-


nario conteDiclo: cVinieron asimismo en el dicho aavfo, dos piezas
de dicho Manuel Sánchez, la una loca y la otra comida la ~­
ta de cáncer, 1u cuales alargó él, Manuel Súnc., para SU MaJes-
tad Y se murieron luego, antes que se le diese lk:ellda para vender
~ ansf no debSan derechos.» Es decir, eran cc<.llckia paclos:;n;jte
Rey dollldavos que estaban a punto de nlodr. e6ID con :
to de DO Jtalll' loa derechos que de otro modo. bnpJrahlemeDte,
95
CaMIIa CDblabe por medio de sus oficiales. Tampoco pagab
c.tli""6'6 ...-ve criaturaS de pecho, como se hacía constar. an en ta¡
BD el caso de ese navío se ve cómo todo el mundo d
capilliD basta los pasajeros, t~ían esclavos para comer~¡ escte e¡
.ntb6 a La ~ el de abn.I de
17 15?5. Se l.lamaba cNu::tn?tro
'lOra del Rosano• y había partido, baJO la dtrccción del m Se.
Heru'n Daries y el capitán Lope Vácz de Gama, del Brasil h a~stre
tsla Ten:era. •Tiempos contrarios• lo habían desviado. Vcnfa~c~ 1~
92 piezas de esclavos. El 30 de abril del m ismo año de 1595, llegó~~
teroer barco cargado de negros. Se trataba del «Santiago• parrct 1
del no Grande de Guinea para la isla de Cabo Verde. Co~ el 0
· · t t 1 ' • ·
texto de 1os mconvemen es me eoro og¡cos, traJO 192 piezas de es. Pre-
~~~:144eDI41IneJilte recordemos Melchor de Acosta Montero
,...'fllit&llllt.es, •de marfil,., como

t~B. Isidro•, que arribó


!I"!!''III.,..'WI!.,..
punto de partida
. ....... de la nave fueron
. . .. 41le en este caso no
~~~~~~~-· se declararon perdí·
WIIMI~• en pública almo-
Mientras las cm·
teda clase de compJi.
Rlfalii•IO de no traer negros,
fuerte con.

otra manera de
•los navíos de nc
11--'lltro o sin él, dcbicn·
.: ......... luego que llll'gan
paauen los dcre-
•40 ó50óm3s
t;ali-•1111 dempo corren
ltllllllllna y se mueren
• •• por una sol;~
-bcas;en hasta seiscientos negros ") se iban :.~guíen
es decir. que a fines del siglo XVI rccrudcc 1a pam
~::e¡ problema de las arribadas maliciosas, cada -vez más
-&ar Otro de los severos castigos que desde España se or-
k traSe. otra vez, en Células y prO\ isiones rcales.ll
1 ~estre
~•lialiOS visto en el primer capitulo, a fines del siglo xv1
~la ~~~~ildlm~:n legal medaante el cual se concedían licencias .1
:man aqu¡ esclavos y cesaron igualmente los intento<> por
llego un itíiildtuc:ioJnes del Reino de monopolizar la trata. En 1595 se
• Partido rJdilltellll8 de los •asientos», el cual se mantuvo durante todo
n el Pre- ello se originaron naturalmente cambios en las
as de es. l#·imdficio~;as y en la mala entrada de esclavos. Desde el pri-
Montero fl1"1matdo con Gómez Reyncl, se fijó el número de cscla·
h. como ~leberfan venderse en Indias. Como las condiciones eran
pera los asentistas, esto contribuyó, sin que lo hiciera
del todo, a la disminución del contrabando de esclavos.
mltores venezolanos, siempre ansiosos de mano de obra
constantemente al tanto de las arribadas mali·
Jos naufragios que solían ocurrir en las cercanías de las
el 30 de julio de 1604, los Oficiales Reales conocieron
un navío negrero perdido en la costa de Capatárida.
después de algún accidente, del cual quedaron sólo
en esta región, el buque había podido continuar hasta
donde se vendieron los esclavos en pública almoneda.
Reales tenían órdenes reales de retener cualquier nú-
W'II!scllav,os. pues regía el asiento contratado con Ro?ríguez
áte había fallecido recientemente. Por ello :;e JUZgaba
accidentado, perteneciente a las cargazones. de Rodri-
en realidad a la Real Hacienda. Se encontro una solu·
a las autoridades de .Maracaibo vendiesen los ~e-
subido precio posible, para beneficio del real ernno.
los funcionarios de Caracas que la almoneda no
realizado en Coro, donde, aseguraban, 5e podían obtener
•lclos.13
. .IOCliO al margen del régimen de asicnt~s, ?.cu~i6 ~~ 1612,
Oiiate Mcndizábal en carta del ano saguacntc.

DaV{o de Antonio Rodríguc:t. dl' Aco..;ta llcgt'> :1 Cmnr~o pro-


de Guinea con cargamento de negros pCIIctw,·acntc n
Un corsario francés lo ntncó y, de pués de
a los pri~cipalcs del barco, se dhigió hndn Trinid,ld, Maa
r la coata de Carneas. pero no pudo pmcticnr l csc<~ll' nl•u·
Q7
• ele -=~avos, por lo cual desmanteló el navío y lo dejó
aBmeDtos para sólo dos días. Los negros se al7.aron enton:n
8IIIUT8I"OD a los traficantes portugueses. El barco fue conduct Y
a Curazao y el Real Contador, salido desde Coro, ante el ¡ do
taate aviso enviado de la isla, contó 207 pie1.as de esclavos mhJlOr.
. . • orn.
'bnl 1 mujeres. La venta d e cmco ptezas en Curazao PCrrnif
OOiteU' los patos de transporte hasta Coro, donde el cargam 16
_ . . cnto
Jmmeno fue vendido a e rédito por un ano y vemte ptczns se d'
.n¡a. a Sancho Alquiza para las minas de la Grita. Je.

lt.lillllbl comunicación que dos años más tarde, en 161 5, cscnbta


GlróD, tal remesa de esclavos resultó la mejor vista en estas
J:U:~~:~~ea~:iar de los Ríos. Seaún García Girón, estos negros
tWIICIIQ mú valioloe que los de Angola y se lamen.
P.,IICIC)I fijados p OJiate Mendizábal en las opc-
en 1692 recibió por cinco -
en travesía de Lisboa a ¿:~~!?r~os los dercc~os de la
•'~F'.ifllliDeD de los asientos. En 1696 Y quedó a~t cerrado
·~-~iiílllpajllfa R 1 d G . . un extenso convento con la
, 1779. ea e mnea mauguró el sistema que h ab'ta d e 'urar
1

1!D 1634, al apoderarse


. . los holandeses de Cura zao, se a1tcraron
~te los proce.d Imientos de los corsarios contrabandistas de cs-
dlfoS· Muchos deJ~ron de acudir a los puertos venezolanos, pu~s
.sfiDptemente negocta?an en aquella isla. Este hecho contribuyó, con
4 ,qtmen de lo~ asientos •. a que durante el siglo xvn disminuyese
:;, escribía él m1mero '! la 1mport~nc1a d.e las arribadas maliciosas, muy difi-
en estas Cultadas, mtentras du:o. ~1 régimen de las Compañías el cual, como
negros «abamOS ~e ver~ se IniCIÓ en 1696. Cuando, a fines del siglo xvn,
e lamen- 18 estableció la libertad del comercio de esclavos, volvieron a fre-
las ope- cuaatar puertos venezolanos buques desviados de su ruta.
Acerca del siglo XVIII encontramos datos numerosos en los libros
éle Hacienda. Los negros de mala entrada eran compuestos, es decir,
Ieplizaba su entrada, mediante el pago que debían verificar los
~~Uotn,..,.c de las Compañías contratantes, de 33 pesos y un tercio
pieza. Las estrictas regulaciones que hacían cumplir Jos factores
las Compañías, redujeron la importancia de las malas entradas,
en corto número. Casi siempre los libros de hacienda seña·
apresamiento de individuos aislados o en pequeña cantidad.
contribuía no solamente la vigilancia de las Compañías, sino
J)OlSibiilidlad de compra de esclavos, por parte de los hacendados
.'j¡me:roJ:anos, en las Antillas, donde podían adquirirlos a cambios de
productos agrícolas o pecuarios.
Transcribiremos datos de los libros de Hacienda del siglo XVIII
que se vea cómo constantemente y en todo el territorio de la
·~<it18iab:lie~l. se apresaban individuos de mala entrada. A veces las
i~~-limiD&iCÍ<>nc~s de los libros de Hacienda aparecen curiosamente al-
.~~I!II'IGill o no fi guran a pesar de los títulos que las anuncian. Así,
ejemplo, en el libro número 35 «Común y General de la Real lla·
(1709·1712), se anota en el índice la partida «cargo de ~\e~:l'­
esclavos por cuenta del asiento de !ortugal», p~n~ t.:S!·~~~
las páginas correspondientes, del follo 151 al 156 tnd;t~t:~: .
MJIDejaJlte ocurre en el libro 42, donde se cstahkcl~ en el md.tr~·
•ru1da de composiciones de negros de mala c•11tratla l'~ 1 l:.t pagt·
en el libro se salla de la 225 a la 239. En l'l tndtl'l' dd
la partida siguiente: .. ncrl'chos ~ll' l .... cl,\\~>s
pero la numcraciún ~alt.t en l'l lthto tkl to·
99
mu) antigua: la Real Cédul
-.u~. en la cual se ordenó someter a c-n.,,ntlliliil
ar t~~ttrada q ue se encontrasen sometidos a ~-a.:t~••
~·(
te #1IP contin~aba, después de pagar lo corr<:sp,oadlll•e.
entrada de la posestón, )3 plenamente legali7.ada, de lo. •alalll.•
entO!; d~ 8D ciertos períodos, debido al rígido control de
PUes en 111 Compañías negreras, las malas cm rudas pareclll
lales. Tal casas. aunque naturalmente cabe pensar sólo seda - -- · - ·
osa, obc. los descubrimientos de esa condición. Así, ea el -.~a~l<.u•~•
111
jurisdic. 1718, según el info rme de Olavarriaga, sólo ~e ob'hPIHI._ - Ptljw
quiene, ~iones de negros di.! mata entrada, 437 pesos y seis ....-.,
e la, e. a~ A veces , en lugar dl' componer a los esclavos obtfllkk»
J~nneDte, se les decomisaba. Así ocurrió con •dos cabala
dlrOll una pieza» en Tucacas, pertenecientes a Gupar JOI6
111, en 1718. En l'sta región se habían decomisado otroa
~~Clavos en febrero del mismo año, los cuales se veadleraa.
A veces, para gnrantizar el pago de los derechos de com¡ald!lll
JD1 oficiales de la Real Hacienda, al descubrir a propietarios .......~
llrel, procedían sin más a embargar bienes ~;uficieotel ,_..
t111r el cumplimien to de la composición. Así ocurrió, lei6D' DOI
fenDaD los datos del libro de Hacienda n.o 41, en 1720.
I!D tal año, llegaron a las playas de Higuerote tres iadlos J
._.,os, quienes, según informaron, habían salido a peiC8I'
llm'tinica, y fueron arrastrados por las corrientes. No eraD
. . . casos. Parecen significar a veces huidas coasdentes.
-=a de nuevos amos. :.ino tal vez de la posibilidad de lnt::o11Ml•~~
a 1M cumbcs de Tierra Firme.
Ro era raro que bienes embargados en raz6n de COIIIQI-.Iidllllil•
• papda~ se rematasen. Encontramos, por ejemplo, e ea
XLII de Real H acienda, el siguiente registro:
1730 eran muy abundantes las detenciones de esclavos en
t,lt-;;;t. 4111wnc:ll Jupres. Algunos serían realmente de mala et1trada.
como indicamos, simples fugitivos, procedentes de opc
q~enes bufan en .b!lsca de cumbres. Según el lí:
de Haaenda, el22 de diCiembre de 1730 se regularon 2
w·:c:uaiDU cuartas, con un total de 30 cabezas, por 666 peso\2
habla del Hoyo. Al alio siguiente
Junio de 1731, recibió el
flniP:JOS por don Samucl
82 cabezas que se
sido a presados por
a razón de 33 peso~

. .. . . . de irregulari·
343 piezas de
altregó 55 pesos
11Cia1ae, regulados en
• eor-
de venderlo. en esta dicha Provincia , como a st· es tamos m
del refcndo negro. Pedimos se sirva mandarlo asegurar en
11 Qrc:el ...
qued.a. allí sugerido, l?s propios esclavos, segurmncnte
no rectbmn buen. tratamtcnto, denunciaban a los amos. El
s en enero. ~e 1773, L~us Angel Romero, Teniente de Justicia de
CJI(IIDO. remtttó a l Capttán General un individuo «Bruno Moreno
ope. ( ••,) escla~o de don ~1 anucl Hcmándcz, vecino del pueblo de Ca·
~Ih- t;n~ta. dic1e~do que ~1cho su amo lo tiene de contrabando, quc al
n 22 tJempo del mdulto, d1cho su amo no lo quiso presentar .. . ». A con-
eso, :Je~CUC~lcia de tal acusación, el Capitán General ordenó el 30 de mar·
ente • aJsuiente que s~ abr iese cau~a contra Hernández.
~ el .l veces eran stmples guanhas de la costa quienes apresaban a
tnuel .-.os de reciente desembarco: el 14 de marzo de 1774, don Manuel
lJe Ap'eda, desde Puerto Cabello, ponía a la orden del Capitán Ce·
·)lenl un esclavo negro desembarcado de una goleta holandesa y
lfnsado por los guardias en el valle de Cuyagua.
AJaunos negros h uían desde las Antillas por causa del mal trato.
~ Cúpira comunicaba don Francisco Fajardo al Gobernador, el
15 de septiembre de 1775 : «En la boca de Tacarigua arribó un ne-
illgll!s en un bote, sin tener otra cosa que un remo y un pedazo
trapo por vela. [ ... ] Dice que se tiró huyendo del capitán, desde
Tortuga, isla española, que distará seis horas de navegación des-
y en ella están continuamente los ingleses haciendo

veces los d ueños de esclavos pedían merced por el contrn·


de esclavos: el I ntendente Abalos escribía al Ministro Gáh•cz,
ele mayo de 1778, comunicándole cómo cE! contador del Ejér-
de Cumaná me pasó una representación que le hit.o ac~ucl T:
solicita ndo el indulto de la transgresión en que han mcurn·
vecinos con la introducción clandestina de esclavos ... »
consideraba carecer de poderes para rcsolvc1· e~ t:~l a.su~!o
t~e~ím su opinión, correspondía íntegramente a la JUrtSdiCl~JOn
pero recome ndab a el indulto «en bien de aquellos pobn.:s ."asa·
provecho de su erario ... » Dos años dcspué~, en cnmb10, el
IDC:Iellte ordenaba se penase con el cuatro por c1cnto a don Juan
quien h abíu vc•ndido, según testimonio ckl notwmador de
u no'> negros de contra1)arH1o.1'> .
ftnes del siglo xv 111 cuando ya se había dcclnrmlo tu. lt\)(•t tnd
Ml..,.r,.iin d e los cscl~tvos, con nnulnl'ic'm dl'l nHH.IOpolto cll' l.'t~
, !ioHa n loe; barcos nC!'l cto'> cmpkar el onhd de .tscgtu m
10'
"--ll..411•.~1141iiii11U:a 'T otroa puaJes de Tierra Firm~. se ha
IDI:rtll:lllc:ctc:in de negros, con el de.
IJII•on~ y Ministros Rea.
de salida a los com.
negros de legítima
dar licencias P.lra
Jalas, con cualqui~r
ll"O\<!er.
os Y el
IS COrno
Coro'"
ndcnté:
~brc el
ucdo al
e dicto

~.se ha
1 el dc-
·os Rca.
)S com.
CAPÍTULO lV

EL COMERCIO DE ESCLAVOS EN VENEZUELA

Pues ya conocemos las generalidades de la trata, examinemos


ahora las características del comercio de esclavos en Venezuela.
Desde luego, hubo rasgos comunes a los países hispanoamericanos,
pautados por las disposiciones legales, pero en cada país surgieron
interpretaciones y prácticas particulares, conservadas en la extensa
documentación relativa a la esclavitud.
Antes de referirnos a nuestro país conviene recordar algunas
cuestiones relativas al traslado de los esclavos desde Africa. Allí
eran obtenidos por diversos procedimientos: uno consistía en una
caza directa, realizada por ejércitos . de mercenarios organizados
por los negreros; otro, en negociaciones de éstos con sobras (jefes},
comisionados para provocar guerras entre tribus. Los prisioneros
de los distintos bandos eran adquiridos por los tratantes. Estos
tenian que pagar a veces hasta sesenta pesos por pieza, cuando los
negros tenían entre 15 y 35 años de edad, pues con éstos lograban
las mejores coti1.acioncs en los puertos americanos. Todo individuo
a quien se calculaba más de 35 años era depreciado.
La travesía significaba sufrimiento y muerte para un enorme
porcentaje de los esclavos, quienes viajaban encadenados. En gene-
ral, el periplo total de Jos negreros españoles -España-Africa·Amé·
rica-España- tenía una duración de año y medio. Los capitanes de
los buques recibían permiso para cargar un número mucho mayor
de aquel que se pensaba vender, con el objeto de cubrir las incvita·
bles bajas que solían llega¡· hasta el cincuenta por ciento. Los trafi·
cantes, no contentos con las fabulosas ganancias que el indigno
tráfico les producía, se acogieron desde temprano en el siglo XVI,
107
a ~ que erm europeos. Un.¡ Re
Cldúla de 14 ele juDo ele 1556 esas negociacione5;.
tilla wz embarcados los tnD mancornados de dos e
dol por pies y mallOS y que1mhn ueprados, además, por otrar
ilqol)as, al piso correspoodleat& A. 'ftiCCS se instalaban entre dher.
- cubiertas, plataformas especiales, cuando la mercadería human;¡
resultaba muy numerosa, coa JO cual aumentaban los indecibles
sufrimientos. Las muertes por safocación eran frecue ntes. El .)rca
media calculada por los bistoriadolel, destinada a cada esclavo, era
ele cinco pies y seis pulpdas de Jarao por dieciséis pulgadas de an.
cbo. Asf, un barco de doscleDtas toneladas era capaz de trnnsportar
hasta doscientas cincuenta plaaa.
La partida desde Africa se bada de noche. Lágrimas, bmcnt 0 , y
canciones de amup las tinieblas. Duwntc el
trayecto, se mano a los esclavos, para
que comiesen. totalmente de las cadc.
DU mientras le despul-s, bajo el
..,_.. del de sus g• illos.
11 aii'NIIto en media botella

.,..,
da aa- al A
liáladdil~~==mal oazas
y la tarde, de ñame,
de carne salada en

W -::J=:::~
t~
y a \CCCS lnU)
a los tristes pa·
fllilljiiiNS no solían consumir.
maarilla, la \'irucla y el
leOS. lll.! R
.:l.:lOD cs. e dos, se trataban sus heridas con p~ utdllllílillil!l
dos de dos e-- jorar el aspecto lamentable que les dejaba la -::~=~~~
sentinas y se les acondicionaba de la mejor maoera para
Además de los artificios con que se procuraba meJ-:U ~==;,¿-:;~;
nao;, P<>r otra
m entre dh·er. to, los negreros empleaban determinadas fórmulas pela :
1Jcna hulllan.J reclamaciones. Una decta así, al negociar un esclavo: eOlio
los indccibh.•l con todas sus tachas buenas y malas, públicas y MCI'flt88 J
ente<;. El .irca todas aquellas por las que me lo podríais devolver...• Oln dedil:
la esclavo, era •Con todas sus tachas que tiene y puede tener, públicas y sec:ntM';
ulgadas de .::!J. y enfermedades y tales cuales ellos son.• Una tercera rezaba: cA16-
t ransportar gurándohls de borrachas, fugitivas, ladronas ni enfermas, nl que
tengan enle1medad de gota coral, ni otra falta pública ni aec:retL•
Y una í1ltima sostenía: •Os lo vendo por sano de cuerpo y que DO
es endemoniado ni tiene gota coral ni mal encubierto•, o bicD:
¡;:>'o.4i.J.vos- para cOuc no es fugitivo ni está endemoniado, ni tiene gota coral nl JDI1
las cade- encubierto... ,.2
bajo el Ya hemos conocido la clasificación que se hacia para la venta:
negros piezas, los que tenían siete cuartas de altura. Cuando no
gnllos. llegaba un esclavo a tal estatura. se completaba la pieza COD medi-
ia botella da de albrún chico, si lo habla. En caso de ser todos adultos, IC
de ñame, median las cuartas totales y se di\·idían por siete, para obteoer el
salada en número de piezas. Los menores, hasta los seis años, eran denoma.-
dos mulcquincs; de los seis a los doce. se les llamaba mulequa J
de esa edad a los dieciocho, mulecones. Cuando Uegaban los escla-
\OS, eran denominados bozales.
En general se dio este nombre a Jos que no hablaban sino lea-
guas africanas. En las ordenanzas de la Española, en 1518, se iD-
cluyó esta deftnición:
Esclavo Bozal es aquel que hubiere menos de un a6o que WIO
a esta isla, de Cabo Verde o Guinea. salvo si el tal esclavo fuere
ladino cuando de allí viniere, que baya C$tado alpn tiempo ~
c1do en Cabo Verde y en Santomé y que eo todos b demú ~
que sean cerrados de la dicha babia, estando eD esta laJa m4s de
un afto, sean tenidos por ladinos. ..s
Algunos autores opinan que el primer pais continental al cual
llegaron esclavos negros fue Panamá, donde ya 1e mencionan en
1513. A Venezuela llegaron en el primer cuarto delll¡lo XVI a Nueva
Cádiz, la ciudad de la isla de Cubagua, pues se IDcluyen replaclones
en las primeras Ordenanzas.
Durante el primer tercio del slllo XVI los oaYepDtes intentaron
109
i.tldl:mcfaclles-- que en nin·
COllllilrUáis pasar a la•
~o. ningún e~
trafdo de allá, n
con morisco, aunque
tlrante tal se¡urldad de la dicha deuda de los dic:bos IICifOI. Y lo alnDU'OD
la Reina de sus nombres ...s
'• En 1~34
mo CSCla En esa época hasta la venta de UD solo esclavo tanta era la
aegros en
tr en caJ.i.
escasez de la provincia de Venezuela, era motivo d~ UD asiento o
resolución especial. En el Libro Común y General de Hacienda se
encuentra esta partida:
le en nin· El 27 de marzo de 1565, tocaron a S. M. 12 pesos y un tomfn,
'lSar a la• por razón de cierta deuda que don Pedro de Ursúa debla a S. M.
ÜDgún CS· y procedió de un negro llamado Diego, que por informes pareció
allá, m ser del dicho Pedro de Ursúa y traído a esta Gobernación por el
aunque tirano l.opc de Aguirre y mandado a vender por justicia real.
Despul(S de vendido, el Licenciado Alonso Bernáldez mandó por
sentencia, como Gobernador de esta Provincia, que los dichos 123
pesos y un tomín se percibiesen por la Real Hacienda con cargo
a los Oficiales Reales de la Provincia (de Venezuela), como consta
en la sentencia. Gerónimo de la Peña, Teniente Gobernador, por
Diego Ruiz de Vallejo...6

En el mismo libro se asienta, en 1565, la partida siguiente:

Corresponde a S. M. la suma de 27 pesos y 3 reales por Almo-


jarifnzgo, a razón de siete y medio por ciento, de 365 pesos a que
monta el evalúo de 12 esclavos negros criollos que manifestó Bar-
tolomé Garda, de esta ciudad y son los siguientes: Angelina, de
edad de 24 años, en 55 pesos: Francisco Joaquín de, de 16 aftas.
en 40 pesos; Juanilla, de cerca de 10 afios, en 20 pesos; una ber·
manita llamada Teresa, de 7 años, en 20 pesos; otra bermaDB lla-
mada Marica de S v medio años. en 20 pesos. Todos éstos son
hijos de Ma;ía, cuy~ valor era de 30 pesos. A¡ustina. tambiál
de 30 pesos, era madre de Villante, de 7 aAos, en 20 pesos. Otra
hermana llamada Sebastiana, de 5 años, en 20 pesos; otro herma·
no, Blasillo, de 10 y medio años, en 10 pesos. De los dichos 27
pesos de S. M. se hizo cargo el Tesorero y, en su nombre, el Te-
niente Joaqu(n RodrJguez.7

En 1569 la Corona dictó una disposición que no pasó de un


eosayo, pues nunca se cumplió: prohibla se vendiese ningún esclavo
cristiano.•
En 1571, el I.iccncindo Riego consultó al Rey acerca de un pro-
111
:tJit;;jl_ _... dar orden para lo presente y en lo
IIIIIIIIMIIdlllle cargado negros, más de los que Para
GaiDea, se muriesen ?<'r la mar n<~"ros, de
aiU se cargaron demasiados, aquí sólo entru
cuantos había despachados con licencia y re
~-Ido de los vivos, se tomarían por perdidos Jo1
c:argaron demasiado [ ... ] La Audiencia diñcrt

. .DUO en el mismo afio. Los permisos conc\:di do~ a


autorizaban a embarcar hasta el doble de los n~·
llepr vivos a América y por consecuencia sólo
- ._,..., cargar los impuestos respectivos.9
.la esc:a-. ea la pi'OVincia de Venezuela.
alo, eD Seadllo de León, aparece en el
•·,:a::au• R.ealea.Ja aJaulente relación:
_..,.._,lulz ele Vallejo, contador general y jue1
clt- ~y Joan de Rtbcro,
de S. K. desta dicha gobem3·
llaltre se6or D. Luis de Rojas,
,,.~;;:- S. 11. delta dlcba gobernación,
!!11 dllda y proa~mcl•d• por el dtcho
,,¡re:¡~eiJa;; puece por condenados CinCO
l'l a lUdios y tres hembras,
1111'811MDie por la clicba sentencia se
~ ll8orel oficiales dijeron que,

~-- ....... • wadaD Jueao por el riesgo


• ia tierra de presente, no ha)
poder (11111' 7 qae ..-fa bien que se
• - - de lbrU primero venidero,
~r llt; 7 CCIIl esto se \"Cndan
_,.,- ,,..-. . . . . . . . . . Gobernador; el ~ ual
••• • 41 lo 1t, .wqo qae era del parc, rr
del siglo xvn, fue un, neg~e~o portugués residente en Caracas.
primero de los que aqu1 dec1d1~ro~ quedarse, también portugués,
encontramos en 1590. El 2 de Jumo se trató su petición de rcsi-
~ Y en lo ~ en el Ayuntamiento de Caracas, así:
que llara
egt'os, de En este cabildo pareció Rui Gómez Bravo, candilero, fidalgo
lo entra. que dijo ser de la casa del Rey .:Xuestro Sefior y natural de la ciu·
cta y n-. dad de Lbbon, en los reinos de Portugal, y presentó petición por
hdos los la cual dijo que él había venido al puerto de Catia desta Provincia
a difiert de Caracas [ •.. ) con un navío de esclavos que traía con lkencia
y registro del Rey nuestro señor, para la ciudad de Cartagena, de
la costa de Tierra Firme, y por venir con mucha necesidad arribó
'elido, a a dicho puerto; y que en esta ciudad había vendido la mayor par·
los n c- te de los esclavos, por la falta que había de ellos, de lo cu¡¡J había
s ólo venido, de argento y derechos reales, más de seis mil ducados
que se han metido en la real caja: y porque desea vivir y pcrma·
neccr en esta tierra y tener en ella su casa y asiento, por le pare·
cer esta ciudad cómoda para su vivienda ( ... ] pidió y suplicó ( ... ]
Admitieron por tal vecino [ ... ) Se le provee el solar que pide...u

De tal modo, este portugués figura en el primer censo de extran-


jeros que se realizó en Venezuela, en 1607 con la designación de «Un
factor de negros que se quedó en Venezuela,..
El 14 de abril del mismo año el Cabildo había resuelto que por
cada esclavo introducido en la provincia, se pagase, como fondo de
propios de la ciudad de Santiago de León, la suma de un peso de
010 fino ccomo vengan para venderse, con que para este efecto se
hayan descargado de tal nado o barco en que vinieren y se ha) an
de vender en esta dicha ciudad o pasarse por esta gobernación para
otras partes ..... ,IZ
En 1592 se presentó al Cabildo caraqueño un curioso problema.
Babia comprado el Ayuntamiento un esclavo, el cual destinó al
convento de S. Francisco. Pero Antonio, que así se llamaba, logró
bulr. Los munícipes trataron sesudamente la conveniencia de man·
clarlo prender, pero en vista de que eso significaría un g~sto exccsi·
110, imposible de sufragar por las arcas del cuerpo, resolvieron c~n:'o
lo mejor ordenar se vendiese en donde fuese apresado y se rcnuue-
ae a Caracas el pmducto de la tnmsacción, para comprar otro negro
oecra menos lcvantiscos.13 •
Ya hemos visto, en otro capítulo, cómo por 1595 se comisionó
don Simón de Bolívar para pedir cuatro mil negros, que no le
'\tllltr'On concedidos, l'll Espaiia. P;1m esta fecha comenzaba un fuerte
113
desarrollo agrícola y los propietarios de haciendas clamaban
mano esclava, aunque no se abandonaba aún el mito de la rnin Por
El 8 de enero de 1596 Gard González de Silva, vecino y procu~::U·
de Caracas, pidió al Cabildo se importase buena cantidad ~r
negros: e

Conviene a esta ciudad -afirmaba- para labor de las minas


que vuestras mercedes pidan a S. M. le haga merced de manda
a los contratadores de Guinea traigan a esta ciudad 500 0 lll.i~
negros para la dicha labor y otras grangerías que de mucha im.
portancia se pueden entablar y hacer en esta tierra, Jo cual cesa
por la falta de dichos esclavos.. .!•

go:beJ:naci<l•n apenas podía atender a los


esclavos para los tra.
carta por el gobcr.
Reales, para que
gll:ocllW::d<l•n se pudiese
-~ P<>r Hasta para pagar un alcalde se necesitaba del trabajo
Inerfa. humanos sometidos a la inhumana explotación de
·:u-actor
ad de 1601 duraba t~vfa el. espejis"!o del oro. Diego Gibaje es-
ea ese año: •S• esta tterra tub1ese negros, sería muy rica
.-pecto del oro que hay en ella..... Pronto aprendieron los ilusio-
tn.ina¡¡ Jillos, que sólo ganadería y agricultura podían significarles fuentes
landar clll riqueza. Para lograrlo, intensificaron sus compras de esclavos.
Oini} a. acostumbraba venderlos, como propios para minas, cuando po-
ha irn- _.. cualidades físicas suficientes, lo cual significaba un más alto
t..l cesa pnc10. La vida qu~ los esclavos n:vaban en _los establecimientos
iJIIDifOS, será estudwda en otro capitulo espectalmente dedicado al
UUDtO, como ocurría a mediados del siglo xvu.t6
UtJgios del Cabildo de Caracas con los representantes de asen-
dalll, fueron frecuentes durante todo ese siglo. Veamos un ejem·
plD. eo la reunión del Cabildo de Caracas el 4 de mayo de 1621:
En este Cabildo propuso el dicho procurador general que ha
llegado a su noticia, y es público, que por parte del factor del
contrato se pide que se vuelvan a embarcar los esclavos de un
D&VÍO que llegó al puerto, y ha vendido algunas piezas con su con·
1011timlento y de los dueños de los negros, habiéndose evaluado y
manifestado en conformidad de una real cédula ganada a pedí·
mento del mismo contratador y porque los vecinos compraron a
buena fe y no es justo que reciba daño la república (sic.) y con·
viclle se defienda esta causa y que asimismo, pues es tan notorio
la necesidad que hay de esclavos, y por esta y otras justas causas,
está puesto en razón que la dicha armazón de escla\'OS se quede
pa¡ando el interés de los reales derechos al contratador, o por lo
menos las piezas que trae, más de las registradas, pues las tiene
manifestadas; por tanto, pide y suplica al dicho Cabildo prO\'Ca Y
le ordene lo que en este caso se debe y puede hacer; el dicho
cabildo habiéndolo connmicado y platicado, acordó que el di·
cbo procurador en este caso, pida todo aquello que más viere
que conviene al procomún y utilidad pública, en todo lo que se
debiere y pudiere hacer conforme a derecho ante el juez que
delta causa puede y debe conocer...
ese modo trataban los representantes de los asentistus de
fórmulas legales para solucionar J?roblemas. ~rcados sc-
~IICJltC por los beneficios que ellos obteman, al facJhtat· la ven·
esclavos trnfdos poi' ba•·cos no autorizados.l1
liS
P -=rto reates para quedars7 con 31 esclavos, quienes representaban,
sus ma- del valor de los Impuestos, la seguridad de producción
to. En
e escia. A fines del s iglo X\'ll concluyeron las principales actividades de
urt:t so- 111 filibusteros, ul d:sapareco:-r C~)J:no centro de sus operaciones la
siguien. • de la Tor!uga. m golpe dCCI~I\'0 a esos traficantes ilegales de
a 1637. 101 mares lo d1o el Tr:'tac.lo _d_e Utrecht, en 1713. Como es durante el
silla xvrn Cl;lnndo se m!cns1hca extraordinariamente el comercio de
:ancisco ddaVOS, deJemos al sJgl~ X~'ll con las solas noticias que hemos
~cla\os tc6alado y pnsemos nl sigUiente, pues allí encontramos en toda
'·~ucs­ JDidurcz los si:.temas y medíos de tráfico de esclavos dentro del
rlito Ro- ,-.. Ilustraremos en orden cronológico algunos de los caracteres
incia de felaltantes.18
basti- Durante el siglo xvn, como se verá al tratar detenidamente acer-
ca de Jos cimarrones, se practicó el contrabando tan extensamente
como en el siglo XVI, con el auxilio de los cumbcs, comunidades de
eiC)avos que escapaban al yugo de los amos.
Algunos vivían sin domicilio fijo, trasladándose de unos n otros
cwmbes y acercándose a los pueblos de españoles en ocasiones pro-
pidas para no ser atrapados de nuevo. A principios del siglo x-.m
~ en plena nctividnd los esclavos que ser\'ían de intermedia-
nos a contrabnndistas y a ,-cces quienes les compraban los géneros
• Ufcita introducción eran sometidos a proceso, ya que no sólo
Cllllltravenían las disposiciones acerca de comercio leg-al, sino que
lllcunian en desacato a las leyes de Indias, que prohibían a Jos
..Uvos la posesión de cualesquiera bienes de fortuna . En 1729 fue
mrmacto un expediente contra dos pulperos, Luis de Armas y Do-
~-···-·- Martfn, por haber comprado géneros a un negro. cscla\O de
UJim¡paJ:tla de Guardacostas. Los dos comerciantes hubteron de pa-
·~-r :H- 25 pesos de multa. lo cual sin duda resultaba sólo una19especie
. .i?;JJilll¡mpucsto para las buenas ganancias que habría_n hecho. •
Como es de esperar, ya que Jos esclavo~ se cons1~eraban simples
s, Jos propietarios eran objeto de despoJO con pretextos
•vl!'!t"§ll... En 1730, encontramos un caso ilustrativo. Comparece ante
autoridades Juan de la Vega Arredondo, y en nombre de don
de la Colina, Alcalde pdncipal de Coro, declara:
Que tcnit-ndo dicho 111 ¡ parte siete negros esclavos en ~u es tan·
cia de Acua Vh.1 y hacienda de Chkhiri\ichc, de lícita Jnttoduc-
clón, "omprndo~ los 5 cis de ellos :'' ~cal Asienlo. :le lnglat~:~ •' e~
afio pas<tdO de 1729, y otro, curnphnucnto a los s1ct~, de ttn( qu~
compró del Real A.. u:nto de l'ranci<~, el año de set('Cil'Jitos ) ~;;llol•
117
ce [ ... ] aconteció que el Teniente de S. Nicolás, don Fernando
Abrahán, con sus guardias y los de don Manuel Cnmcjo, violenta.
mente y sin justificación ninguna, entró en dicha hacienda y hato
y extrajo dichos siete esclavos y doscientos setenta y ocho JlCsos
en plata y los llevó al pueblo de S. Nicolás, donde se halla, supo.
nicndo ser de comiso, agregando ellos otros dos que parecen
serlo, pues no se ha conocido su dueño ...211

En este siglo hubo constante actividad de trueque con esclavos.


Se consideraba normal el exportar a las Antillas diversos productos
agrícolas y pecuarios, y traer, en cambio, esclavos. Pero las ncg 0•
elaciones se también dentro del país. Eran particular.
Los facto.
el 13 de octubre de 1733, cuando compra dalla
~o~~~~:.m:a.
Y paga en tesorerfa, un esclavo de aambre
doi!Wio a S. M. por don Gaspar del Hoyo. 150 pelOS
Un esclavo era regalo eminente: podfa
venderse, podía servir como valor para
liii!IIDenltos del siglo XVIII se encuentran numerosas dis-
esclav?s; A veces se manumitían, en agradecimiea-
de servtcJos, o a hechos sobresalientes en favor de
la mejor herencia, anhelada por todos, era la de
de .esclavos sanos, fuertes y trabajadores. Ellos
de la nqueza o la escasa capacidad económica; de las
8ont::ientc's o de los modestos logros. En el testamento
bien conocido por todos los venezolanos José de
el historiador, otorgado en 1739, se expli~ba que
se case? no babia aportado más bienes que un negro,
de CádlZ, y escasas alhajas de uso personal.
encuentran destellos de humanidad en los propietarios
A la bora de la muerte resultaban proclives a la consi-
que los esclavos eran capaces también de tener y des-
Asf, en el testamento de don Miguel de Omaña Riva-
, se lee: cDeclaro que yo le hice donación a la
de una negrita mi esclava, sujeta a servidumbre,
lllllclllolra. Mando se le entregue, sin entrar en cuenta de
bleaes, respecto de que desde que la compré la ha tenido
suya....
testamento se encuentra una reclamación sobre
operación realizada con una esclava. Omaiia Riva-
que don Salvador Santander le vendió una esclava
J osefa, de 250 pesos, ccon cargo de que se obligase a
misma cantidad, a favor del Santo Cristo de Burgos
de S. Antonio, cuya escritura de reconocimiento y
la ha querido otorgar hasta el presente, ni ha pagado
cr6ditos que debe, desde el afio de noventa. Mando
a su exhibición y al otorgamiento de la escritura del

q~tetarlo posefa varios esclavos que se mencionan, como


testamentos: cinco esclavos, una negra con cuatro
-~~~~~to11, una mulata con cuatro hijos y una mulatica,
IOD mios propios, los unos comprados en venta
~JIIII••¡a de escrituras que pasan en mi poder y los otros
en m1 poder.. . •.
119
Declaro que a daa FiM* Mlf CaDtreras le vendí un e sclavo en
cantidad de 200 peeoe, coa ...... de pagarme rédito de e~ta can.
tldad a ru6n clel 5 "· bMa . . . , completara el valor de d1cho
esclavo, el que ea ~ ~ me pagó al cabo de 7 u 8
dos, sin satlafacerlile de ~ i1 • fue un afio; por cuyo motho
me parece queda ~ ~ doe c:ar¡as de cacao que el d·
tado Coatreru .-cO MI ~ que recibí y fueron treinta
peeoe...
' e frc- Gudip uzcoana, co~ asistencia de su factor, don Julián de
su llllPctu y e1 presente ao;;Icnto, que es como sigue:
>m~ • . . . .¡.
...
cual no le
orgucn en Pie7.a Cuartas Pulgadas
1 7 2
.n CSC] ;"t\Q
. 1
1
7
7
1

1 7
cscla\ o en 1 hembra 7
· esta can.
r de dicho Mulecos Cuartas Pulgad<~s
de 7 u 8 1 6 2
motho 1 6 1
Ue d CÍ· 1 6 1
treinta 1 6 1
1 hembra 6 3

Mulequitos Cuartas Pulgadas


1 S 4
1 S 3
1 hembra S 6
1 hembra S 1
l hembra 5 4

El comercio irregular dentro de la propia pro\·incia no era


frecuente, a Ycces con cscla,·os que hablan entrado legalmen-
los cuales se trasladaban o \'Cndían sin permiso, para librarse
pago de impuestos, o con otros de mala cmratla. No era raro
se cursaran denuncias al Capitán General, como sucedió en
. El isleño don Bcrnabé Méndcz Carrillo fue acusado por Sai-
Pereira de haber cxtrafdo dos esclavos de la capital, secrc-
Barinas, con la agravante de que procedían de ilícito

En 1774 continuaban Jos problemas originados por la disposi-


de que no se exportasen mulas para obtener cscla\'oS. El 6 de
de 1774 se emitió en El Pardo una Real Cédula sostl.'nicndo la
y así lo notificó don José Carlos de Agiicm al gober-
dc la pmvinda de Harinas el 17 de mayo de 1775. A vcccs
propictaJ ios obtcnínu pt•rmisos pnra trasladar mulns, t•n el pro-
pafs, con cuyo producto comprab;m esclavos, lo cual wnfa a
l:iDIISDio trueque de mulas por ese.
f.~IICIIIDID permiso don Félix Rafael Pac;
a Valencia unas mulas con las cuate~
que emplearla en la compro de algunos

~
,del día 6
Mt!t~de=~·~~778~ otros afortunados negociantes logra.
de octubre, para exportar
~.IIIIUIIJaS
y retomar negros. He aqu( la lista de los
cautidad de productos que podrían embnrcar:
hubiese sido vendido varias veces poclfa 1Je.
wlor Imposible, si se acumulaban todol b IDa-
que corresponderfao a los traspasos. Esta obler-
a una breve enumeración de los impuestos que
lalrtesescla,vos. Además de lo que pagaban por las
• debúm pagar en los lugares de desembarco
Bate derecho, de origen árabe, correspondfa al
babfan llamado de puerto y conservó aquella de-
AII:Wriica. Desde 1509 se comenzó a cobrar por todas
que desembarcaban, el 7 % de almojarifazgo. Un
diciembre de 1720, pagaron José de Acevedo y Juan
ir41en!ICbo de almojarifazgo, 10.238 maravedíes. Introdu-
cS. José, Las Animas y S. Agustín•, 370 fanegas
de cazabe y un mulato esclavo, evaluados en 8 rea-
de sal, 12 reales cada carga de cazabe y 2.400 reales

correspondiente al siglo XVIn era el de anruufa:


de tnl, pagó don Francisco Aguirre, por entrada
desde Santo Domingo le envió Antonio Rodríguez.
JCIM Campuzano, la cantidad de 544 maravedies.
de Glcdbala se pagaba por las ventas, ya dentro del
de marzo de 1723, don Pedro Ferrer, escribano pú-
a la Real Hacienda 21.106 maravedíes, cobrados por
. . . .,. de esclavos a precios distintos, entre los que se
li:llltui«mtes pagos: don José Fernández de Miranda, 28
- . .......- de una esclava en 300 pesos a don Pedro Gonzá..
don Juan Bautista Salas, 80 reales por la venta de
SOO pesos a don Juan María Piñango; don José An-
32 reales por la venta de un negro en 200 pesos a
de Castro. Este impuesto se pagaba no sólo por la
_.P"U.. sino de cualquier producto. Es de notar que
cancelar la aJCtJbala en el caso de que se libertase
en la misma fecha señalada, don Andm del Pino
sobre el precio de doscientos pesos por la libertad
Bafemia del Pino.
mencionado las Composiciones, que se pagaban para
lituaclón de los esclavos de mala entrada. Un so-
I.'.PIIIIbaD los comerciantes denominado •Armadilla de
destinado a sostener una armada que protegfa la
Caribe, el cual se cobraba en un dos y medio por
derecbol de almojarifazgo. A veces, por causa de
Jmpoafan las llamadas pePIIIS de Cdmara, que c:on-
l2S
lO .: p era p~ra emplearlos allí; otras, para venderlos. Allí eran
o a Ul" en dl\•ersns lab~~cs, ya en la ganadería, ya en la agrieul·
tr..1 t.:tb..! de -espccus.ll del ami ) tabaco.ll
que la cs. intervenía en las peticiones de esclavos para ser
a otros dueños. En efecto, establecfan las leyes que, cuan-
Otros de. maltratados, o para contraer matrimonio, o por otras
Jo CScl • vale~ern s, lo_s escla\'os podía~ pedir que otros los compra-
aba, POdt.¡ duenos dcbmn acceder, segun los dictámenes de las auto·
ó con don A veces •. r~husaban insistentemente. Así, el 10 de scptiem·
1 permiso 1783, escnb•a el gobemador al teniente de Chuao:
n canccla
Por la última que dirigí a \'. m. con este mismo portóldOI', prc·
viniéndolc hiciese s<~ber al dueño de este negro ratilicase la llcen·
cla que le: había dado para la \'enta a otro dueño, h:u-i v. m. saber
al dicho nrno exponga los motivos sin perjuicio de su esclavo parn
DO asentir a aquella primera licencia, avisándome \', m, de las
resultas, no padeciendo en ninguna manera el dador de ésta hasta
mi última rcsolución ...3t
veces, cuando los esclavos eran rebeldes, no conseguían com·
Los dueños, entonces, preferían regalarlos a la Corona,
de tal modo se significab:m como leales servidores. Veamo'i
el 6 de octubre de 1783, Fernando de Lozada y Noboa
al gobernador de ~taracaibo, don Francisco de Arce, remi·
un esclavo que le habían adjudicado en 200 pesos. Expli·
su propósito:
No conviniéndome tenerlo en esta su hacienda, desde luego
'fOluntariamcnte, hago donación graciosa de él a S. M. [ .. ] para
que sus fortalezas lo ocupe V. S. y sc~on.•:; J~lini s tros. de Real
HaciencL"'I en lo que tuvieren por com·ementc. Con el mtsmo con·
ductor Juan de Avila, remito a la superioridad de V. S . el mcn·
caonado esclavo Domingo, y he determinado a ascg~rarlo con, u~
par de esposas, porque no tome alguna derrota, suphcando a \ · ~-
le me devuelvan ...

el caso escribía el 23 de dicicmbn.• de 178J don J_oaquín de


y Arráit., ministro de Real lla~i~nda de l\.~lmc.ubo, al In·
don FrniH:isco Suavcdrn, expllcandoll' IJUl.

at la adjudicación que se hizo de algunos c~C'Iti\'OS l"<mfisc.H~s '


1

b reos comprendidos en la IIIUl~rte de don José At mero d,• ~oto·


12'i
_,..., CNicW. a.a qae - • ~ le tocó uno de c:Uos
a cloD PaiMiido Load~~, • ..... • ll'lo cuyo valor de dos.
c~eato. .,_.de m a.I6D ..... ......, en estas reales cajas
c1eatro del támiDo que Je . . . . .........,. para en parte de pa¡;o
ele mú de 6.000 .,_,.que ....... la lleal Hacienda en las suar.
dlu que le c:uatoclfano ea vlnad de orden del Virrey de Sta. Fe
[...] Pero como dicho eiCJaro ..... 8Jaunas propiedades malas
recelolo el citado Lcada que .. iafeltare los suyos, hizo grnci~
de il, a S. M. 1 8UDqUe se pa. • almoaeda, no pareció compra.
dor; por esta ru6o se - - el a matenerlo como propio suyo,
mas en estas fortaJau DO hay obras en que! ejercitarlo. Me ha
parecido, salvo el mejor NDtlr de V. 8., pues en las de esa pro-
vincia DUDe& faltan átu, se podrfa dar a ellas, ya fuc~c para
que ae venda(...] o J8 pua tn1ba,Ju eo otras obras ...

El caso C0DC1uJe COD la ordeD clfc:ad1 el 28 de enero de 1784,


CUIDdo se ordenó aW se colocase en
I(IJI~p:auu. simplemente de
claade podría ser con-
"·m.,,._, ....... ..
r-::::.d .........
1
11
. . . . aate
mendedo COIDIIIIlc:ar • la . . . . . da la
ele 1111 expedieate que sobre 111 venta fue c:anMo
II'IINDu y CGmO quiera que sobre no _. parte ea el ......

- ·- - feaecido ate oeaocio CCIIl la eoqaud6D que ldclmae


eec:lava, la que fue cntrepda por orden del JDilmo tri-
al comprador, m cuyas c:iramstaaclas y las de haber' taclldo
tiDdo expediente especies wlnerables del boDor' de Mlpd
y ofendiáldoaos a dicha vista, coa proteeta de elevu' ea
:aec:esario nuatroe recursos al Real Trono de S. A...

apto fue denepda la vista por el Alcalde de sepmda


llliUriiiDeote para impedir un escándalo•.u
de esclavos estaban sujetos a los vaivenes de lasco-
propietarios de haciendas debfan a veces pedir morato-
las cin:uDstaoclas naturales no eran favorables. Asf.
ADtloDio ele Landaeta se dirigió al Superintendente, el 16
...... de 1789, ea los siguientes t6rminos:

D111J1» Aataalo de Laadaeta, vecino del pueblo de Petare, COD


la ...,_. NWaiiDda &epreNDta a V. S. que el a6o puado de U
tilm6 a 8. 11. [ .•.) cuatro nepitos bozales en cantidad de 570 po-
- · coa IIIIÚ 101 ñclltos, a pagarlos c::on sus cosechas, pero como
,.._ babia aldo DOtoriamente escasas, por cuya ruón no babia
podido el supUcute acudir a las cajas de S. M., a V. S. tupUca
qae lutllleedo Ubndo despecho sobre la mencionada cantidad, ba
_......, a Clllllta 300 pesos de plata en la tesorerfa de esta capital
J pide a W. SS. • llnan prorrogarle por el momento basta el
-ele jaldo pñadmo, o utes, si le entn al&uDa candd8cl...M

Bra frec::ueate que lol eadaws fuesen depositados por sus due-
• ID8DO ele terceru penonas, para veri8car traDiaCdones di-
~;...___ Bu dJclembfe de 1789 se dirig(a don Josf GutWrrez al Go-
••dor a propóUto de UD CIISO tal:
T_,. • cllpóltto un eldavo que te dice _.ele don Manuel Ma-
., .---. r-- pira ...wne1o a don R.am6D Valdeapino y c::omo c!ate
• • - • • • · ao • ba poclldo ftl'l8car dlaba wata, por cuyo
- - .• .-aaatlraba - ml poder, - al ........ participo •
ti 6llo .-o .... lo ... ..,... ele ml lado par
..,................ • Alc::üll de a-t-a...._ a lo que ao he IMciD

127
r:.i]l..i!JilllliiiiL S61o, s1 hacer presente a V. S. que el r~:.cr¡do
abolo mortal y que, estando en la Prlsicn h
--r·• *
á.'liillilll- UD
mayor su maJ... lS ' a
-ac:
11
aefta1ar aquí que cuando existían du~as sobre negros
asf como cuando eran embargados, sm tener ingeren.
deudas y litigios, Jos esclavos eran cncar·celados. En
una Real Provisión, dirigida al Teniente de Justicia
.,_..,._.. de la Victoria, para que fuesen extra ída~ del PQ..
tuviese, dos esclavas que debían ser embargadas
mU pesos de multa a doi\a Ana Bárhara Dml ,
las csctará'~
n-e. negrc,
!r In<>cren•
•lados. En
!e Justicia
las del po-
nb:u·gadas
u-a Dwz y
CScla\':lS

U\II'I:A ' Trnba¡o c.ulccti\<J p.u.l ,~~i;J~


a un rupo de dl'SCvldicntcs de nfr,rl
en la opcr a~iór dcn<>minnda aPI-·AI9
real 1.1 un o.:orto tlH1\ 'te , ~·n el cu::JI:; • •
cnrroz con coco .
~··El 4 de mayo de 1790 ordenó el Intendente Guillelmi a
los Ministros de Real Hacienda:
Prevendrán vs. ms. y vigilarán que lo cumpla el veedor y al-
macenero de afl.il que se recibe en pago de negros por la Real Jla.
denda, abra todos los zurrones, los deshaga y reconozc:a con mu-
cha prolijidad, a fm de que en corazón o centro no est~ mezc:lado
con otro de inferior calidad, pues si se hallare alguno de este
modo debe requisarse y admitirse sólo por el de la calidad menor,
como se acostumbra por el comercio aquí y en Espafta...

El 10 de junio siguiente, el veedor notificaba al superintendente


el modo como procedía:
Debo hacer presente a V. S. que la práctica que he tenido en el
Reino, ha sido de abrir la mochila por la costura en toda su lon-
aitud, desde la cabeza al fondo, sacar desde ésta en toda su exten-
sión, como de las cabezas, centro y costados, varias porciones con
pala hecha por el intento y examinar la calidad o desigualdad de
ella a fin de graduar la legítima. La merma que he observado ha
sido tres cuartos por ciento escaso en unas partidas; medio por
dento en otras; uno y medio en otras; dos y tres cuartillas en
otras y muy cerca de tres en otras [ ... ] Dimanan de dos causas.
La una, de que viniendo el añil a venderse sin haber depuesto
aquel resto de humedad imperceptible al tacto, que conserva por
algún tiempo, lo deja en poder del comprador o a bordo del bajel
en que lo envía [ ... ] y la otra de los cueros en que van enzurro-
nados, que si éstos son de yaca o de novillo de poca edad, pesando
en lo que es propio, rebajan [ ...] obligan a los que conocen, y a
quitar el cuero con que viene el añil de los Valles de Aragua y
no teniendo el precio proporcionado a la tasa que rebajan [ ... ) a
ponerle otro que lo sea. En cuanto a las calidades, lo que alguna
vez se ha reconocido es que alguna parte de lo que de aquí por
flor superlor han estimado en Cádiz por regular y en otra parte al
contrario [ ... ) Como el reconocimiento debe hacerse al sol, la
araduaclón depende de la vista [ ... ) el color en las distintas horas
del día, siendo la propia de reconocer el aftil, no un dfa que no
hay sol n1 en el que le hay, sino de las nueve hasta las once de la
maftana, según los inteligentes ...JS

El 5 de julio de 1790 tocó el problema de los trueques a los


c:ultivadores de cacao. En efecto, en tal fecha, Guillelml prohibió
129
S
:. al.tnat':é
jesde ~ La entrada de buques negreros no
.>s, en las del tinal de las negociaciones con las
hubie~en de conocer la •cuenta de venta de cien
' " rnismo en la goleta inglesa "Post Chaise", su
11 que lo~ el expendio en esta provincia, en
~gas que ción el 23 de noviembre de 1793,
m se que. enumeran las fechas en que se
.tenientes precios, y se indica el sexo.

Año de 1793 Comprador

23 de agosto Nicolás Machado


24 de agosto Josefa López
Martín de Tovar
María N. Perera
25 de agosto Juan de Orta
26 de agosto Juan J. Echenique
TI de agosto Guillermo White
Benjamín White
José D. Blanco
28 de agosto Antonia Méndez
JO de agosto Juan Trujillo
Ana F. Núñez
Joaquín Aristigueta
1 de sept. J. Cocho de Iriarte
2 de sept. M.• Luz Pacheco
2 de sept. F. Palacios y Sojo
2 de sept. Agustín Ruiz
19 de sept. Manuel Margo
Feo Blanco y Mijares
y Manuel Mecero
Quedan sin vender

Totales

A veces los importadores


como hacía la Real Halct~~naa,
do 1794, pidió permiso don
exportar a Curazao 650 pesos en
te de recta. Jilll)izar el propósito, pues a fines
ducldo ningún cargamento.47
Una vez desembarcados los
Jtener tOda la almoneda. Humboldt nos ha
r C'.arboneii do de esclavos de Cumaná:
~s muy res-
-1 año pa~a­ Una parte de la pla1a
te Y W hitc- querías sobre las cuales se
:;¡edía se le de madera que son
hite estaba ción servía para la
ca [ ... ] Los escla\'Os n ..·..rttu·•<
a veinte años. Todas las
para que se fl-otasen el cuerpo
so. A cada momento se
estado de la dentadura,
esclavos, abriéndoles la boca
cados con los caballos ...48

l. Saco: 1938; 111. 71, 72, 74;


1953, 105.
2. Rojas: 1956, 1.279.
3. Malagón: 1956, 960.
4. Cedulario de Encina~. 1946; IV,
5. Cedulario de Encinas, 1946; IV
6. •Libro de Acuerdos de los
ral de la Nación, n.• 113.
7. •Libro Común y General de
ueral de la Nación, n.• 113.
S. Cedulario de Enema~. 1946; IV,
9. •Carta del Lkcnüado Ri<•go•,
Aead. Nac. de la Histodin, Caracas.
10. •Libro de Acuerdos de lo~
neral de la Nación, n • 113.
11. •Acta~ del Cabildo de Caracas•.
12. •Acta~ del Cabildo de Caral'as•,
ll. •Acta~ del Cabildo ele Ca• uc:ts•,
14 •Actas del Cabildo de C~u-acas•.
15 Documentos del Archivo de 1
tolDo IX, (anu u.
U •Acta\ del Cabildo de Carneas•,
17 oActu del (;ahlldo de Caracas•,
1953, 253, 26s.

Capitanía Gen~.

EMI'dtto y Real Hacienda: V, 332.


Real Hacienda: VII, 232:
Nac.:XLI.
el An:b. Gral. de la
D; Real HacicnliJ:
ados ~
IN ;¡e_
ra!: IU,
531 In.
332. CAI'llULO V
·n. 232:
· de la PROCEDENCIA DE LOS AFRICANOS EN VENEZUELA

Entre nosotros, hasta ahora, se ha ido más de los rasgos cultu-


rales al posible origen, que de los datos de los documentos al reco-
aocimiento de las características de los pueblos africanos que
tuvieron representantes en Venezuela. Un párrafo de Juan Liscano
muestra bien los elementos con que hubo de trabajar en su mono-
pafia sobre los instrumentos africanos. Allí escribe:

En Vcnezuel:1 se puede afirm:1r que la cultura negro-africana


predominante fue quizá la Bantú, sin entrar a precisar las regio-
nes de donde provenía. En nuestro folklore afro encontramos
numerosas huellas de esa procedencia, así como en nuestro léxico
criollo. Los bailes de Jos chimbangueleros, en honor de San Be-
nito, que se practican en los Estados Zulia y Trujillo, son de
franca procedencia Bantú y se asemejan, tanto en los instrumen·
tos usados cuanto en el ámbito general de la fiesta y en sus dan·
zas, a manifestaciones similares afr<Hliilericanas clasificadas ya
como congas. Ln mayoría de los pueblos afroidcs que pueblan la
costa son igualmente de origen congo. Hablan elocuentemente de
estos orfgenes: Ln íonna de los chimbángueles, los conejos con el
santo en parihuela, bailando alegremente, las banderas y sayas
que usan los vasallos de S. Benito y, en la costa, las denomina-
ciones de las tonad:~s de tambor como la simba, los sangueos, los
loangos, el mnlemhc, la con.•tJgrafía de muchas danzas abiertas de
pareja y la existcnci:1 de instrumentos como el carángnno ... '

El mismo autor señala que hasta ahora sólo por inferencias se


ha tratado de averigua¡· el origen preciso de nuestras poblnctones
137
se re- haber anibedo a este puerto, Jft'OC*I-•Iw e
éalta de GuiDea. el belauz •El ......... Clllll-
r-m.. de DIICi6a amerk:8Da, coa 'D ....-. .a Clll
Milite de lo aecesario. hari S. M. llp 11 le 8CIIIIDO"
Wllderlos en esta prowtDCia, a ......., ~
Plijlllli..SO por s. M. para este ~..
m•Nfinp.
• 30 • 33 aftos.
t•dm'a pequefta.
f---110 ., bien parecido.
ciniiJ~aDI),la
familia del negro José
¡)rocedente de la isla extranjera
·udad de Tambi~n en fuentes impresas se
· el SCiior HaJDboldt, al relatar su ascensión a
li. QUe lo Los guías que llevaban
>.;:la, o etl ban poco n poco pnm ncostum·'--..;¡¡¡w·•..,
6, que b
que se habían quedado admiraba ~!;~!~~~
r Mayor, go, que llevaba en la cabcT.a una -.
mantenla constantemente en
ve de Jos peñascos ...•o

usado >

Hácesele cargo al tesorero PIÍIIIIfi•dil.


cual el hacen 200 reales, que el día t.• ctl•:llll!l*-
LOren- mitió o esta C<mtaduría don
vlncia de composiciones de
en que compuso Pedro José
RosaUa, vecina del Puerto de la
rfa Soledad, de nación Loanga,
ellflüriCIS •. sitios diferentes. De todos modos, estos gentilicios son
indiciO de las procedencias, ya que seguramente no serian
~~l'Cl.l
'Os226 .mkos los. individu.os según su origen, sino que habría otros afri-
·Oc{)ro: ~ de Igual región. En efecto, en listas del siglo siguiente ha-
llaiDOS nuevos datos.
tes lis.
·o de-J Nos suministra valiosa información el documento titulado •Ma-
den al nifestaciones y composiciones de negros, hechas por don Juan An-
den a gel de la Rca, en la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto ...
ltonio 28 de diciembre de 1729•.•4
D ape- El modo como se redacta el documento puede verse en el si·
se en- guiente párrafo:

El 28 de diciembre de 1729 [ ... ] don Juan Angel de la Rea,


comisionado para el indulto y composición de negros esclavos de
ilícita introducción, en virtud de los poderes del factor General
del Real Asiento de Inglaterra, don Samuel Collet. .. Un negro lla·
mado Pablo, de nación Mina, de doce o trece años, compuesto en
60 pesos. Otro llamado Francisco, de nación Mondongo, de doce
años, compuesto en 70 pesos; otro llamado José, de nación Tarí,
de 13 años, compuesto por 70 pesos; otro llamado Vicente, de
nación Tarí, de 9 años, compuesto por 50 pesos; una negra Ha.
mada Gracia, de nación Tarí, de 12 años, compuesta por 70 pesos;
otra llamada María, de nación Chara, de más de 40 años, que por
estar tuerta, renga y de ningún servicio, se compuso por 25 pesos.
todos los cuales fueron medidos y aforados. En dicho día hizo
manifestación Felipe Canelón de un negro llamado Francisco, de
nación Loango, de lO años, indultado y compuesto por 50 pesos...

Estas composiCiones, que eran, como sabemos, la legalización


de los esclavos que habían sido de «ilícita introducción•, indica-
ban muy cuidadosamente todos los defectos corporales y en esa
lista de Barquisimeto aparecen como muy abundantes. Pero deje-
mos tal aspecto y veamos el resumen de los gentilicios que alll se
indican. Se compusieron en c~a ocasión 156 esclavos, de los cua·
les 96 eran varones y 60 hembras. Entre los hombre hubo uno lla-
mado Bernardo cquc no M! supo de qué nación era•; 7 emn •crio-
Uos de Curnzao• y uno cm «criollo de Barbados•. Entre las mu·
Jercs hubo tres de cuya p1occdcnda no se consigna dato y cinco
eran •criollas de Curn:r.ao».
143
Hombres Nmnero
Arará . 1
Bemba 1
Cafo . 1
Congo 9
Chara . 1
Jirí 2
Luango 29
Lucumino 1
Mandinga 1
Mina . 29
Mondongo 3
Nago . 3
Tacanga 1
Tarí 14
Total 96

Se hallaban además algunos indeterminados, criollos de San


Tomas, criollos de Curazao, criollos de la tierra y tres sin lugar
determinado. Las mujeres aparecen repartidas así:

Mujeres Número
Arará . 1
Arobí . 1
Congo 2
Chara. 1
Guachi 1
Guaza 1
Guinea 2
Luanga 17
Mina 12
Monda 1
Nago 4
Soso 1
Tarí 20

Totnl 64
145
de Curazao, una •que no ~e
cSlerraa y una •sin lugano. Resu.
lli!ldlllicios presentadas, encontramos los

(~). Arará, Aradae, Arobf.


! no se
·. Resu.
nos los
M
Jfabala, Malemba, Mandele, Man<lllll
JIMI. Monda, Mondongo, Mosanga,

N
.Nqo.
p
Popó.

o
Quibuto, Ouinenc. Ouisongo, OuisuiD.

S
Sape, Soso, Suchi, Sundi.

T
Tacanga, Tarf.

Como la simple lista significa


dalizados en lenguas o culturas
1'SÜellte dar alguna noticia sobre -:=~~=~tJ
CUIIes nos hablan los autores que 1!1
dot africanos en América Latina. TQIIII!Mtlli~
cuales podemos obtener algunas
Aneota. Los Angulas parecen hal~~~~
tna noticias dispersas sobre ese
4111 ori¡en de tal gentilicio escribe
Los pueblos de habla K
entre los ríos Dande y Kwa•
brlmlentos formaban un reino
0 sario
OAra-
<mcesa
-iscano

Ctmtbuta. Advierte Orti7. que existe como toponfndco


sn y se inclina a creer esa voz africaua, a peear da ..,.....1.,.
autores la hacen derivar del tupi-guaran1. La aparlci6D
tiUc:io en nuestras listas parece darle la 1'Q6n.21
Carabalf. Se denomina así a los naturales de C&labw; -..~;1
portaron Carabalís en Cuba, México, Bnsll, Venezáela 1
otros paises.
Congo. Como es bien conocida la rep6D clel Co1J8o, 0111.....
cualquier explicación geográfica, pero sf traDICrib~ la
vaci6n de Ortiz referente a los grupoa de aepos del ea..
10 conocieron en Cuba, pues tiene que ,... COil algnMI da
t101 pntilicios. Dice don Fernando: cSoD Coap: lol Ma•llíl
Mambona, Musundf, Mumbala, Mo~, Cabenda,
M•inp, Banguela, Munyaca, Loaogo, Jlntombo, M1UU:Iallllbll.
1010, E.ntótera, cte... •

Bmbuila. Los Embuila son Congal.


Potopo. Se trata sin duda del
lllt"":
En los mapas del siglo xvu
M6alado el ducado de Casan, que
localidad actualmente conocida
0 ~ los Laf, mis conocidos en los documentO\
.''!illa•lle par Pelupes, y hoy agrupados dentro d e los Dyolas. lo$
cllvJden, se¡ún Berenguer, en nueve gntpos... Segrq¡
a 61timos aftos del siglo xvn los europeos ya 11(¡
liill!llln:lllllla coo los Pelupes, a quien el célebre escritor cahlica
ÍIIIIIII8DMillle salvajes...23

Dice Aguirre Beltrán, a propós ito d e los negros Gangá


liftjftimn a México: '
Advierte Ortiz en su «Glosario de afronegrismos• que

de
vocahabl~ Haussa .. S_egún Gilberto Freyre, los Haussa son
IIIIIIÍIIidi'JOS m1tas, Y qu1za de bereber.Zl
Qd1aetl. Baste. recordar, a. propósito de este gentilicio, que Ar·
tbiD' RaJDOS cons1dera la rcg10n de Guinea como una subárea del
CoPIO·
Gangá, Es de una importancia tan considerable -escribe- que algu·
nos investigadores la estudian separadamente del área del Congo.
Frobenius hace de ella ( ... ] el hábitat de su cultura atlántica. Esta
región fue la que suministró mayor número de esclavos al Nuevo
Mundo. Y sus culturas son consideradas como las más típicas
dentro de las culturas africanas, del mismo modo que, para la
antropología física, sus representantes humanos son los más puros
de la raza negra ...28

Lutmgo. Loango es región situada al norte del río Congo. Hubo


aW factoría de franceses para la trata de negros. cKandas, Luen-
ps y Loangas -escribe Aguirre Beltrán- reciben hoy la denomi·
aaclón de Ba·Vili ... ,. 29
Mabala. Entraron a México con el nombre de Bala, derh·ado,
según Aguirre Beltrán, de Mbala. Añade que los pueblos Lunda y
Crowke, cque Verhulpen hace venir del este del actual Congo Bel-
P. invadieron el reino de Angola en el siglo \ '1, fundando en el
territorio señalado tres reinos famosos: el de Matamba al ~orte,
el de lmbangala al centro y el de Malemba al Sur .. ».J>
Mandele y Mandinga. Los Mandinga forman parte del grupo
llamado Mandé, de manera que Mandele podemos tomarle como
llnónimo de Mandinga, gentilicio muy célebre en Aml!rica, que ~e
eDDvirtió en calificativo con el significado de «malvado•, o de cdJa·
blo•, como en Venezuela. Ramos escribe:
Contemplamos, desde fines del siglo XI hasta la segunda mitad
del XIIJ la formación de la hegemonía de los Solinkcs, que lu.:
luego d~minada por la fuerte raza de los Malinkes o Mam.lingas,
ya cstabledda desde hada mucho tiempo en los \'alks del ~il't~.:·
pi y del Nígcr. Este pul'hlo, al que los negros t.t.amahan l\tan~hn·
ps, los espafíole!: Mandimcnca y Masmol Mnnung<t _(d~·l r:Hhcal
Mall o mani, hipopt',t:uno, ya que eran pueblo' 1<>1<'1111<'11~, , . la
terminación nkc, pueblo), l'l'll de iudok gu<'ttCI'II \' rrud. N<: ohs·
tante la lnflucucin rnnhomrtuna, -.us comp<nH'lll<'5 rr.lll <'Oustclrt,l
Jlil
ti tercer lugar después de
Ollialtalase en este grupo la~
¡rande expansi6~
occidental, pues ya
J el Sussu o Soso y
de af vestigios. .n
que la denominación de Minas para los esclavos de
de Janci~ c:omprcndla todos los negros que no perteoecfan
illl pupo Bantu, mcluyendo a esclavos procedentes de 1a Costa de
Jll¡rfU, de Oro Y de. los Esclavos. La confusión perdura a(m hoy
eatre nuestros erud1tos. ~l nombre de negro de Mina parece p~
_.ur del fuerte de El .M.ma o de Mina, gran emporio ponugu~
del mercado. de e~clavos e~ la Costa Occidental Africana. En
BaJúa -escr1b~ Nma Rodn~es a principios de siglo- la tra-
dJdón de los Mmas se halla b1en conservada. Los africanos distin·
1endQla pn perfectamente dos especies de Minas: Minas·Ashanti, a los
que en general llaman Minas-Santés y Minas-Popós. Estos últimos
ton negros de Lengua Tsch que atravesaron el Volta y ocuparon
una pequeña zona del territorio de los Geges ...l4

Advierte en otra parte Ramos que en el Brasil se había asegu·


JW1o a veces que eran Nagos, pero que se trata de negros dahome-
JIIIOI·
Morulongo. Se trata de un grupo de Congos, que conservó, sin
embar¡o, el gentilicio en diversos lugares de América, aunque en
ob'OI simplemente se les denominó Congos. Ya don Fernando
Ordz había sospechado que la palabra Mondongo, a pesar de
sela]arse como u n andalucismo, podía tener origen africano. No
cabe duda que al menos vinieron africanos de la tribu Mondonga,
como consta p or nuestras listas y por las observaciones de Aguirre
Beltñn en México. Sobre ese grupo escribe: cAl norte del río Li·
ala se hallan hoy d ía unas cuantas villas habitadas por la tribu
llcmdnnga. que fue ampliamente conocida en México y en algunos
otros lugares d e América como Haití y las islas danesas de las
Antillas. E sta t ribu. en "ias de dcsintergación, probablemente ha·
bltaba el territorio de Mpangu ...,.»
Juan Liscano recuerda que Ndongo es viejo nombre de la ac-
tual Angola, de modo que el gentilicio está unido, al de ~ngola, 9uc
Ja hemos examinado. Exic;tínn Mondongos, segun la mformac1ón
de llclefonso Pereda Valdés, en Jos tiempos coloniales, en Buenos
Aires...l6
Na1o. Dice d e este gentilicio Arthur Ramos:
Con este nombre se conocen los idiomas sudaneses, del grupo
paineo, ga, tsch i, cwc y yowba. m idioma Nago, es decir, funda·
tnentalmente el Yoruba, se convirtió en la lengua JlOpul:.r entre
153
Lostcrrn.¡
· cui tos , ::;:: el nombre actual de los Zapés es Kpwes;
~ori&lnatv de Zapas y Bagas como de una misma t ribu. aunque
1 Sistema ces.
~ora la su. La confusión -es~ribe- resulta e~plicable cuando sabemos
oplatense a1l que J~s auto~s colon•ale" ~omprendían con el nombre de 7.apés
• casi la to talidad de la~ tnbus de Sierra Leona, con la excepción
! b comarra ele los Mendé. A~ var_ez d Almada ~ice que lo~ Zapé,, que ocupaban
onoc1dos en ..,.m él, el tern tono que_ s_e _extJende desde Cabo Verga hasta los
ián informa· bajos de S~nt a Ana, se dJvJdlan en Bagas, Tagunchos, Zupés pro-
piamente. d1chos, _Bo~o~s. Temenes, Limbas, Italcs y Jalungas. f:.s,
hacia el E\te pues, posible que md1v1duos de las tribus arriba enumeradas havan
a la ma rgen eatra~o a México b?jo el común denominador de Zapé, gentilicio
isletas pan. ampliamente conoc1do por nuestros esclavistas ...
sugerente
remo de Es evidente que la observación del autor puede aplicarse igual·
con los
mente a Venezuela,.,
les ofrecían Soso. Se conocie ron e n México bajo el nombre de Xoxos. Se
Y fueron adenden desde el río Núñez hasta el río Scarclcs. Estos, según
AauJrre Beltrán, detuvieron a los Cumbá-Manez, que hablan ven·
ciclo a los Zapés, después de la desintegración del imperio roan·
cliDp. En compañía de pueblos mandingas acudían los Sosos a
ralizar transacciones comerciales con los europeos establecidos
eo S. 1orge de Mina .41
Suruli. Son africanos, llamados en su continente Ba-Sundi.

Formaban -escribe Aguirre Beltrán, al informar que en M6i·


co entraron con el nombre de Sundi, que ahora hallamos también
en Venezuela- un estado semi-independiente dentro del reino del
Congo, conocido por Barbot con el nombre de ducado de Sundo;
quien lo hace limitar con el Anzico. Su territorio se cxti~mlc
actualmente desde Boma hasta Stanlcy Pool y lo ocupan tnbus
cooocldas con Jos nombres de Ba-Sundi, Mayombc Y Ba-Buemle.
Los nombres tribales enumerados cons¡ituycn lo que los francc~cs
denominan el g1upo Fiotc ...42

Tui. Fueron muy numerosos en Venezuela Y ha ~uedado, l:n


ti ltatado Yaracuy, el to po nímico Taría. Fuero~ muy n.~P~ 1 t~ntc~
• cofradías coloniales de Caracas. No los mene tona Ort•z l n Cuha .
u.._, s e
• .wJUCO conoc1.e ron con e1 mtsmo
·
non tbre que en Vetwzut'ia .
~ Beltrán dice al respecto:
DISTRIBUCION
DE LOS ESCLAVOS
EN VENEZUELA. HACIA 1.800

A M bvcs

1. • Ouinocntos esclavos
1a denominación de Tnr( entraron a México
las cercanías del Popó. Barbot menciona por
Tary y nos infonnn que era conocido por los
nombre del río Poupou. Hoy podemos ident
IO'a t,• -.. rio Mono, que desemboca en el Gran Popó. Es -===rl
COil la denominación de Tan fueron introducidos •
~~~;·b·~Pop6. Los situados inmediatamente al Norte de ~ •la
;c, derecha del Mono, sobre el afluente Ana, en el 8ar de
a-roa.
~~!~•m.. ......rteJ11ec:en n la Tribu Ana, de la misma familia
procedencia de estos negros que, como los .........
~-CIGIII.eDZ&I:'OD n entrar a México a fines del siglo X\'J •• •J

hemos visto en las listas de Barquisimcto y C<lcorote, el


,-,,.,~...,.._-
mayor corresponde a los gentilicios Luango, Miaa, Tan '1
SJ¡uen en importnncia numérica Angolas, Carnbaliel "1 MODo
a Onlz: IDf.
. . . . . .: 1M3, 117.
'Z/. Pre,re: 1M3, u, 159.
a Ramo.: 1M3, SP.
2t. Alu1rre Beltrm: 1946, UJ.
30. Aauirre Beltrm: 1946, 1G.
31. Ramos: 1943, Z76.
32. Mendoza: 1915, 43.
33. Ramos: 1943, 60; F.,re: BG, I!D.
34. Ramos: 1943, 270.
35. A¡uirre BeltréD: 1946, 140.
36. Pereda Valdá: 94.
CAPiTULO VI

PESCADORES DE PERLAS Y MINEROS

..•..,.••.:.•~A~-.. es bien sabido, los indígenas fueron los primeros pesca-


de perlas y durante muchos años sufrieron las feroces con-
~~·lllil•ea que les imponían los traficantes españoles. Pero entre Jos
.;jMIIillros oficios de los africanos en Venezuela, estuvo también la
perlas, así como la minería. Sabemos la fecha v las cir-
:~·~IIIIÍIIImc:ias de la sustitución de los indios por negros, médiante la
:?J..IIII1Z8 de méritos que en 1690 presentó Gaspar de Bicm, como
IIIPDte a ciertas mercedes reales. Allí hace constar que cm por-
1572, por órdenes de Pedro Fernández de Bustos, se
que Jos indígenas practicasen la pesca de perlas. Cuenta,
su estancia en Margarita durante 22 años, en el tráfico de
,.,_....._•.. _ «especialmente en el ministerio de las perlas, sacando
de ellas y enseñando a muchos negros, que fue
por razón que Vuestra Alteza mandó quitar los indios,
los que las sacaban, de tal suerte que de siete c.anoas que
aquel tiempo, son hoy poco más de 65 ... ». gs decir, la
de los africanos multiplicó la obtención de las perlas,
este portugu6s les enseñó el ar!e de obtcn.erlas. Ya
tal circunstancia había producido c1crtos camhtos, _como
en 1587 don Luis de Rojas, Gobernador de la l'n~mlClll:
!llllaD1er1te -escribía- he tenido aviso de In isla Margat •tu [ ... ]
herejes corsarios dieron en la granjería tk lus pcl'I:Js, don·
mucho daiio, así en prender nrgro., tk la gr:mll'rl.l dl'
como de qucmarks y romperles los nudos l'll qu.: pt•:.·
1
• • p.u
llep'os crnn sol icltados tam 1)Jl'll , •,1 ]'l' JIU\'{'''
.,.
ll'llÍil l•Onl<l

.
en otras rcg10nes. . e·urt'l
J'~~~ un.1 •, ,•J.,nso
,, ~ l'~dwco, rn

159
~ para navegar la laguna de Marncaibo en varias d
cbasta dos docenas de esclavos_ negros para la boga, Por:c-
deti7DM de Jos naturales, aunque ello!> todos l~s dfas de esta,~
lit~ para sus tratos•. Deseaba una concesión por diez nfi
ti moaopolio de la navegación en esa zona.2 os l
Los dueños de canoas con derechos a e:ttraer perlas presen
baD constantes peticiones al Cabildo, a fines del siglo )..YI. As(, d~
Sim6D de BoUvar, a nombre de los tra_!jcantcs de perlas, pedta al
Cabildo de Caracas, el 3 de marzo de b90, que no :;e les embarga.
leDo en caso de deudas, las canoas y esclavos dedicados a cst
actividad, es decir, deseaban un fuero, debido a la importancia qu!
para Ja Gobernación tenía en el Oriente el tráfico de ese producto
el cual llegó incluso a ~ccptarse como u~a vcrdad~ra moneda par~
toda clase de transacciOnes. Tal era la Importancia de las perlas
las probanzas de méritos se recordaba~
P!I!Milílllll el fomento de su obtención.
:• • • - - • • deiCII"fk:ios que en 1596 reJa.
• • • 'tiempo en Margarita y
~-... Según aseguraba,
Sevilla a la isla de
_ ,_._ de Peralta en un
negros y mucha ha-
·•·,
Mllcllhv, a principios del
de las cuales lo
fuDcionarios contra
........ Asf, el 26 de ~
kWI•IO de Contreras, fJS-
declaraba al Cabildo
ck San Juan ('n la comunidad de Acua Negro.
..,JIIII!oat•
por patrón a S.m Ju.tn Bautista Estado "1 a rae m.
tua libertad si descubría algún yacimiento de oro. En 1552
Villegas la mina de cNuesra Señora• y concedió la liberta;xploro
riormente al esclavo. llOste.
Otms minas descubrió Villegas también por medio de s
co: la de Chirgua. Cuando se extendió la fama de la \'eta d~ ~éc:u.
todos Jos individuos poseedores de esclavos decidieron acom u~.
a Villegas y así se fueron muchos desde el Tocuyo y ~ueva Psatiar
via. La condición era, siempre, la de poseer negros que labo eg().
Según la Residencia abierta a Villegas, en el Tocuyo no llegó ~a~en.
dar ningún esclavo negro, con perjuicio para los trabajos d~u~.
ro~ 3
Otro l'sclavo de Villegas, llamado Cris tóbal, logró adquirir ci,
ta notoriedad, pero prevalido del predicamento en que su a~~
le tenía, llegó a abusar de su condición. En Chirgua se atreyió a
azotar a una india y se le trasladó a Borbura ta, donde se le con.
denó severamente. Los trabajadores de estas minas fueron trasJa.
dados a las de Nueva Segovia posteriormente, con detrimento de
la población del lugar.?
Los negros expertos en minería recibían, a veces, no la libertad,
sino la autorización de gozar de las mismas garantías de los mi·
neros espafioles. Asf ocurrió en 1573, cuando Agustín de Ancona
hizo una petición al respecto, al Cabildo de Caracas. El 4 de fe-
brero de ese año rogó al Ayuntamiento cdarle licencia para que
traiga por minero, con su gente, a un negro suyo llamado Fran-
cisco [ ... ] Dieron licencia para que el dicho negro Francisco pue-
da andar por su minero en las minas que al presente se labran en
esta tierra y pueda gozar de las libertades que los demás mineros
gozan .. . •.•
Tan importantes eran los poblados que se fundaban alrededor
de las minas, cuyos habitantes eran principalmente negros, .qu7 el
Ayuntamiento de Caracas, el 4 de febrero de 1573, dictó la qgmcn·
te dis posición: cOrdenamos y mandamos que en el real o rcalc'
de minas que estuvieren poblados en todos los términos de cs!a
ciudad, haya un alcalde de minas, el cual sea elegido por el C:tbll-
do y éste tenga en razón o justicia los dichos reaks de mina~.~
Rlllllj iiJIIIilliism, ui españolea como m:gro~ e !li-

le Leda tala activo como sicnlJ*'• ~~1


•~<aBil doA Ílm6a de BoUvar insistil·~" "~1
u..ru memorial de Jl{'C't'' '
tiiA•1•• • 111 miDu. Aai, al rt•f('drse
(C:::;2 t:),;
enaJ P -' 3 ele mayo de 1590, a tal comisión, se asentaba en el acta del
Po tr. CllbiJdo:
de ~u técn¡_ Por cuanto dcsta ciudad y gobernación se envía por procurador
ta de Burfa ,eoeral d~ toda ella al Secretario Simón Bolívar, vecino y regidor
ncom~ ele esta c1udad, ni Real Con~ejo de las Indias y, en la instrucción
~:Jeva ~ que se le ha dado ~e las mercedes que ha de pedir al Rey Nuestro
! labo <'¡¡(). Sei\Or. ~tá un cap1tulo de!la por el cual se le suplica haga merced
rasen a esta c1udad Y gobcmac1ón de cierta cantidad de esclavos para
ll~ó n que. labrar las minas de oro que en ella hay; y para que S. M. haga
)ajos de la
la dicha merced y sea informado de cómo las dichas minas son
ricas y en ellas se puede labrar, haciendo la dicha merced, acor·
tquirir cier. daron de conformidad el dicho Gobernador y oficiales reales, que
ue su :uno de su caja y Real Hacienda se saquen veinte puntos de oro bruto
e atrevió a que en ellas cst:ín, así como se sacaron de las dichas minas, que
se le con. pesan del dicho oro bruto 438 pesos y un tomín, que resumido a
trasiJ. oro fino son 383 pesos y tres tomines [ ... ) y que del dicho secre-
de tario se reciba recaudo del entrego que se le hace del dicho oro
para descargo de los oficiales reales ...JO

Debido a los conocimientos que los negros adquirían sobre las


minas, hubo constantemente gran vigilancia acerca de sus activi-
dades. No se les permitía andar solos por sitios donde se pudiese
descubrir oro. Asf, el 12 de febrero de 1592, dispuso el Cabildo de
Caracas:
Se manda al Alcalde de la Hermandad y a los alguaciles ma·
yores y menores, que tengan cuidado de \isitar las quebradas y
el negro que hallaren, lo traigan a la cárcel y le den cincuenta
azotes por la primera vez, y se apregone que los dichos negros no
vayan a las quebradas, si no fuere yendo por agua ...11

Muchos autores han pensado que la petición de cuatro mil nc·


gros que Jlevó don Simón de Bolivar a España y que no le fue
concedida, se debía a necesidades de agricultores. No. Apenas co-
menzaban labores de l>iembra y de cría a fines del siglo X\ 1 con
intención de grandes producciones. La economía, para entonces,
tenía un carácter feudal, cerrado, pues la producción de las enco-
miendas servía solamente para sobrevivir. No habían comenzado
las grandes explotaciones ganaderas y agrícolas que florecieron en
el siglo XVIII. En realidad el asiento de la Corona, en 1595, con
Gómez Reinel, tenía, para América, el significado de una importa·
ción de esclavos para las minas y no para las labores rurales.
163
1 l)e$dc muy temprano hubo en Cub;~zua escla,o~ n<'&ros. 01\cnas auto-
r¡¡adolleS e111n dada~ parn que se comprnsen negros. especialmente para 1
sei"Yido doméstico. Sm cmbarr.o. cit-rtas disposiciones ha<Xn dudar de si no
fueron empleados en la ~c¡uerta cle perl;~s antes de la lecha expresada por
de &lera El 12 dl' ~r. ro de 1526, por ejemplo. d Rey conccd10 a Juan de
urrutia penniso •par., q11e concl'rl:1'ldose con las persona~ que tkncn c.,~o
de pasar a aquellas parles los cuutro Jlli! negro'> csda\<h de la HcuH:m clcl
nurstro ma\orclomo mayor Y pagándole los dcrcd10s que por ello hubiere
de haber. podáis pasar Y pas<'is a la dicha isla de Cubagu,, hast,, trrltltn es-
clavos negros •· ,:Se trnt:~ba de iudi' iduos para d s-.rviclo dom<'Mico? El
primero de junio del :~no siguil•nte se dio permiso ¡¡ Diego Cah:~lkm para
que •• \OS o a la penonn <JIIC p:.ra dh, n•c~lro poder hubiere, vos dejen
tener los dichos doce c·sclavos en la dicha pesquería y c·ontratación de las
dachas perlas •· El hcnefiC'iado po<lia lkvarlos, ya de C:~bo Verde, ~a de
otro I~J~ar. Es posible que, a través del til-mpo, se ens:l\:1se a \eccs con
esclavos nrgro~. que n la postre, prevalecieron como pe.~c·adurcs de perlas.
Los pcnnisos dichos se cncut•ntrnn en el Cedulario de Cuha ...ua: 1961, 1, 5 y
23. La proban1a de Gaspar de Bll'ra 'e encuentra en los Documentos copla·
dos en el Archho de India~. en la Academia Nacional de la Historia, Cara-
cas. Lo mismo la carta de don Luis de Rojas a que aludimos.
2. Cana de Alonso l'achcco. Documento~ del Arc-hi\·o de Indias Copias
en la A. N. H. de Carneas, tomo VI.
3. •Actas del Cabildo de Carneas•, 1, 145, infonnc de Peralta: Documcn·
105 del Arch. de Indias, A. K H., tomo XXXIII.
4 •Actas del Cabildo de Carneas•, 11, 14647. En d ano nntcrtor (1602),
Suircz dt'l Castillo hnbfa prc~~ntado una seria acusacion contra los po cedo
zu de canoas pcrlc.-ras: que a pretexto de 'us pcsqu.s.1s, enviaban las p1m
cuas a entenderse con •piratas herejes, ingles~:!~ v cscoc. C';, franceses Y na
DICIIC05 •
5. Doc. del Arch. de lndws A N. 11., Caracas.
6. Doc. del Arch. de Indias A. N. 11., Carneas
7. Hermano Ncctnno Morfa· 19'i..! 83, 84, 85, &7. 89, '10. 117, 1111, 1~
l. •Actas del Cabildo de Car e" •. 1, 3, 4.
9. •Actas dd Cabildo de Carneas•, 1. 4.
10. •Labro de Acucidos < bs Ofica_lcs Reales• (1~3S.II'07) Bol \rch r\
• 113, p. ~2
11 •A 1 s del C-abildo dc Car.'~·•S• 1, 181
12 (arta de Oic<>o de Villanu¡;v.l. Doc. Art:h. Indias A N. H, tomo XI 1'\
114 Atl s d 1 ( 1b!ldo de Carneas•. 111, 4' Allol.1guinc v Um.•k·. 19'i4 4~

J61j
C.\1' IT lLO VII

VIDA DE ESCLAVOS NEGROS EN LAS


MINAS DE COCOROTE, DURANTE
EL SIGLO XVII

Existen, clasiticados en la secc1on Real Hacienda, del Archivo


General de la Nación, en Caracas, cinco libros señalados con los
DÚIDeros 226, 227, 228, 229 y 230, los cuales contienen los datos,
con toda minuciosidad expuestos, de la contabilidad de las minas
ele cobre de Cocorote, desde 1632 hasta 1664. En ellos se explican
detalladamente Jos gastos de la mina y su análisis interesa tanto
a la historia de la producción minera en Venezuela como a la
reconstrucción de las condiciones de vida y de trabajo de los nc-
¡ros e indios, n mediados del siglo xvu.
Cocorotc es una localidad del Estado Yaracuy, mas no se puede
asegurar que en sus inmediaciones se hayan desenvuelto los traba·
jos reseñados en los libros dichos, a pesar de que todos ellos se
refieren, en su título, estampado en la vieja portada original, a las
•Minas de Cocorote». Ya en 1769 éstas eran arqueológicas y había
confusión sobre el lugar donde se había verificado el laboreo. En
la Relación titulada «Valle de Aroa•, publicada por Altolaguirre y
Duvale, se lec lo siguiente:
No se ha podido rastrear el tiempo en que en este valle se la·
boró una mina de cobre ... ni cuándo se desamparó la fábrica y
sólo se cree puedan hallarse noticias puntuales en los archivos
de Barquisirncto o alguno de Caracas y en tanto se ha procurado
tomar la posible razón para ella. Habiendo ocurrido a la Historia
de la Conquista y Población de esta provincia, su autor don José
Ovledo y Baf\os nos dice: «Tiene minas de estaf\o en diferentes
167
.--v. wc1no de
ele Coc:orote unas de cobre que dcscubnó
Barquisimeto, de grande opul~
-::::..:~·de su cuenta, mucho tiempo, sacando Porci~
f. de metal que se llevaban a España para r
:..tDierfa y ~s. habic!ndolas empcfiado en canti:
...-. c:on ciertas condiciones a don Francisco Martln,
Caneas, 6ste las despobló, aplicando los esclavos y a¡>e.
labor a otras fundaciones de mayor conveniencia PI'Q.
iliít.'•'•ata es toda la noticia que nos franquea el autor... , no
liJII!IDIIcMe en este valle, donde no se encuentra el lugar o paraje
CcXXlmte en que sitúa las minas y éstas sí y ve que hay de
(que se halla a poco menos de una legua de S. re.
Q más de la v• J 'P.do el cerro aho dividente
..... ~ todas que convencen
.,
,..,__ la

que J& . . . . . . . . .:
al sitio de las nunas,

mJna de cobre, singub-

cuenta de
Cocorote, que dcscubrio
la Real Ha-
Bapda abundancia de
811JDeria, y habicndob
t4*~111J Fnacisc:o Martín, éste

~J.Ii-muaci<»n de Q\·iedo l
11 terreno y accptán·
11an dado diferente~
Mac-Phcrson, por
scubno do
•o ll
II'M•':"AI!IIIIIie se ve que, para el autor,
- pu encia_
Oporc_: Aroa y Cocorote, enteramente
a P4ra fuo. CIIIDblo, en el Informe geológico y . . . .,... ...
en cantidad u oo~Jre de Aroa, Estado Yaracuy,
seo Martín tal ea 19U, se dice:
~\"OS\ a~
uencia Pro. Las Minas de AJ"Oa descubiertas <$el lllo ICIIS por daD ~
1utor ., no de Oviedo, vecino de Bnrquisimeto. S. 1m 11 Gobemlldor de V•
lr o Paraje nezuela don Francisro Núiiez de M. . . tmpa6 a ~
:¡ue hay de con permiso del Rey. Su sucesor, doa. au; ~ ele P'uelmla-
de S. Fe. yor, continuó su beneficio hasta que •deta1DID6 dllriM eD U'ftiDo
dividen te damlento o empeño, en vista de rcsultu' ODII'OI& su aplot8d6D.
com·encen
las minas, Parece. por lo visto, que se identificann los ,aclmieDtos de
se encuen. Aroa y Cocorote, sobre todo si se tiene en c:ueata que eo este in-
forme no se nombra para nada a Cocorote.2
Sea como fuere, no interesa aquí ctiluddar el problema de la
existencia de uno o dos centros mineros, eo lo que ea hoy territo-
rio del Estado Yaracuy, mas nos ha puecldo iDdlspeosable .-..
lar cómo ya desde el siglo :wm esto era c:ueatl6a que preocupaba
a quienes debían realizar algunas tareas ldst6rlc:u. No es Impo-
sible que, aun estando en las cercanías de .Arca, las millas se e»
nominasen de Cocorote, por alguna raa1D toponfmica que abola
desc::onocemos. A nue:.tro propósito sólo intaesa aquf la ~
trucción del modo de vida en aquellas miDas, de DepOS e IBdloL
Como de todos modos, según se lec en la pord6o traascrlta de la
lteJación de Barquisimeto, la distancia eDtre .Arca y Coc:oiC* •
corta, aunque estén situados en valles cllfenDtel. dejamDI ¡lila
otros, o para oportunidad diferente, la i.cleutlfke<:l4a IUpOifdca.
La explotación de las minas de Cocorote C!Qiloeaw4, ..... k
formación de Arellano Moreno en su libro Otfc..a • llllél•8dil:
v~laiUl, por 1620. Los libros que bemOl egmlpedp
chivo General de la Nación abarcan dellcle 1632
que se vea la acuciosidad con que se 11~ lu •••~
formar el contenido del índice del libro tltuli4o
lo.t que se hicieron en la mina de Coc010te
Hay listas detalladas sobre acero.
bueyes, brea. Siguen cnpítulos titulad
nccite;:~3EI~=~~:
CCIDipran .., cDe los cobres v:trindos»
•De loa esclavos que se mucreu•, "1
lol ettribos•, cLicm:o que se gasta»,
1'111•, •De las medicinas•, cDcl metal
ifiíl'-•ldcl••, •De los cueros de
Wlr.:.,,.IIO •:nae se consume., •Claras
llliiii...I "G - le llevan al PUerto clt
eros de
«Cla\"'s
erto de
contab¡.
erro en Echar a pelar para curtir, cubrir UD I'8I:IID JllN
maizal, hacer maquilas para cargar el ....._ .._.
ayuntar bueyes, zurrones para bajar el metal a la
callones de dos pares de fuelles, hacer 101111 para atllill•
biertas para cargar ban-as de cobre al Puerto, tapar
se coge en el conuco, hacer árganas en que carpr el
para la arria, hacer dos bastidores para reslldl' el fut•':diJ 1
hornos, para que no se queme la casa de la fuDcllc:I6D, JMS.a•• •
amarrar los bastidores en los hornos, tapar el carbdD
bonera, látigos para amarrar el corral, remelldar loa . . .._
de la carboneru, sogas para cabrias de las m6quiDu, blarl'
nes para cargar piedra de metal, tapar la c:arboDen del
sogas para las cimbras de los ingenios de la flmdk:!4n.
maíz que se coge en el conuco, por los .......,s: lnlllftll-
cargas maíz, mangas de fuelles para los iDpaios ea la fuiiMBcllllíl.
fuelles nuc,·os, cañones para los fuelles.
en los
5 laron
... en tne-
r el des.

s de gas.
s lo que
nue<;tras
materia
que \an
cont<lb,.

Arrieros Fabric:aaMI . .
Cargadores de cobre Fundicllnll ...
Boyero Fundldana di ._. .~t.-~r'!'~
Camarero Ho..-v~
Carboneros Minetoa de-la .-a
Carpinteros Sac~
Carreteros Serv. . . .
Conuquero Vaq~
Curtidores

Seguramente a algunos de los ofic:b 111111111'4!11'.•


también otros, entre los restantes.
brla más de tres esclavos, en el l'('''"rft t¡rlllllll)Uli.... .
Y tal vez corno vaqueros y boyeros nui.JIIIIII.., . . . .ij
de los contados. Poseernos datos
mayor parte de los indígenas que se cqiítii·IN~fll
Sus ocupaciones eran:

AJTieros 5
Boyero l
Cargadores de cobre 5
Canoeros ó
Cortadores 4
Todo ello da un total de 35 indígenas. Como algunos est rf
aco.mpañados por sus mujeres y otros desempeñarían labore~ an
~e~antes a las señaladas, calculamos unos cincuenta indios en se.
VICIO. ser.
Nótese cómo en el número de esclavos negros, que era en totaJ
de 114, el número de hombres alcanzaba a 89 y el de mujeres sól
a 25. Se guarda así aproximadamente la proporción de una mujc~
p~r cada tres ~ombres, pautada por las le~es para las concentra.
cwncs de serv1dumbres de esclavos. Conv1cne también observa
cómo los indios libres trabajan en las mismas labores de los
gros. Sus condíciones no parecen haber sido muy superiores a las
n:
de los esclavos. Para la historia de la formación del pueblo vcnc.
zolano, y el estudio de los procesos de transculturación, importa
recordar cómo negros e indios desempeñan ocupaciones, conjun.
tamente, en las minas y en el campo. Los africanos aprendieron,
sin duda, de los antiguos habitantes muchas prácticas, en la com.
trucción de casas, en la manera de vencer las dificultades de la
selva. A su vez aportarían sus propios métodos. De allí nacieron
muchos de las características de nuestros campesinos.
Los empleados españoles o criollos de la mina recibían adelan-
tos en dinero o en productos. También los individuos pertenecien-
tes a otras castas, así como los indígenas. A los esclavos no se les
suministraba nunca dinero, sino objetos diversos. Una de la par.
tidas de gastos nos informa sobre un mulato: •Cuenta de Domin·
go de León, mulato que yo concerté para vaquero del hato de Aroa
y arriero y lo demás en que se ocuparen en el servicio de esta~
minas y sueldo que gaDa son 24 pesos en cada un año, 17 de sep-
tiembre de 1639.• A veces se contrataban obras especiales, adcmá.~ Sl
de los trabajos que los individuos debían realizar en la mina. El
4 de septiembre de 1663, asentaba el Administrador: e Pagué n ~i·
colás veinte pesos de a ocho rca·
Jes... por Ja manps de fuelles QUC hiZO
nuevas pua 1o1 pqos no se hacían l'n 1?
mina, lino a cobrar a alguna de las otict·
DU de la Fue muy frecuente qul'
kle 101 producto~ .dl'
alol•bu al precio ini.:tal.
IIN..Mic'',kiiJIO campanas. ahnirrrr~.
No figurn nuncJ
a{ parn lo~ indt·
tres rC'ale,
A \ C l' se
os esbo ..._
bhore~ '<lll eDtretabadinero a los indios,
dios Se. ~ de manutención. Anualmente
en ser.
quedos
mayo deque parece
1650, recibir,~~~!~!E!~
preferían fueron
por ejemplo,
e~ en total para pagar a los indios
lUJeres Sólo pre, y a los indígenas a \'eces. se
una lllujer ras de lienzo para confeccionar ropas.
concentra. camisetas•. El lienzo servía para cenoeJar Cl1WllM
n observar genas. como se ve en los siguientes aa.atos:
_de los ne. cEn seis días del mes de marw de 639, atiDIIo •
lores a las t\roa, socorrí a los dichos indios con ocho vara de
1eblo vene. raiión.•
importa
conjun. En 8 de junio de 639 años pa¡u6 y remaÑ a lol -a~•·olll!l!
todo lo que han trabajado en este dlc:bo Ido 1 el _ __
forma siguiente: A Fernando Piloto, cuatro ftl'al de a-
ocho que le dí en el socorro pasado, arriba amr.ido,
varas por cuatro meses y medio que ba .nido. A daD llflpit.]
cuatro varas y media, con que le ...... tDdo lo que • le
A Andrés Saruro, seis y media; a Alejmldro. - y media..
se les queda adeudando y montó este ptp""'DIO a 8
media...
En 29 de junio de 44 años recil*raD ptp loa IDdioe ........
a 6 \'aras de lienzo cada uno: don llfaiMII Guasamo. ftii:X..,
Macaisán, Clemente, Tomás, don SaDc:llo Artu, GabrieL
monta 42 varas este socorro.
...., audo • repartir a los esclavos y escla\as des A
. . . miDa J a loa indios del pueblo de S. Nicolás y del p~ l. tn
.. c... .. J los que sirven en el hato de A roa de s. M:~ llt
81 miamo cUa, mes y afio dicho, se gastaron más de 104 vaJrasla4.
Jleazo de algodón de la tierra... por no haber alcan7.ado el CT\1llt
para todos. d!.

-dOIIlel, cuando los arrieros debfan trasladarse a centro·


IIOIDIIM• ae lea IWDinistraba cantidad adicional de lienzo para s~
15 de junio de 1652, por ejemplo, •se gastaron nue\
1
crudo en vestir a Loreazo, indio a rriero del sen¡
.lln:,n para los trabajadores de la miDa del
tnjo los tablones para las c:ureftas de las fuer-
ietenta Y dos reses. Murieron sólo once en la
reses todos los días, sino los martes y sábados.
dos, a veces tres. Dependerfa de la abundancia
en el hato, pues en cierta~
~,lllmlin111ir el sacrificio, hasta que aparecen otras im-
pnaderos de Barquisimeto. '
por ejemplo, las siguientes partidas, correspon-
que se había obtenido para completar las racio-
en el hato: e 1648, martes 3. Se mató tres reses.
una que despaché a los canoeros.•
~lblldo Santo. Se mató cuatro reses, las tres para
di a nuestro Nicolás por su cuenta.• El jueves y
Uf como en otros de guardar, se adquiría pescado
CODSUmo de todos. Seguramente la alimentación, a
1 carne, se completaría con algunos frutos cultiva-
adyacente a la mina. Excepcionalmente se adqui-
alimentar a los enfermos. En noviembre de 1638
de gastos esta partida: eCuatro gallinas que
líiiiJIWIIO para Miguelito, arriero, el cual trajeron descala-
donde se ponen las barras de cobre.• Y el J.o de
año otra: eCuatro reales que costaron dos
Dcmms:o Bufón, el cual se pasmó en el horno de la
•· m~n~u.• Ncmc:ta tanto más importante cuanto que, ade-
~Rrlantos que a los enfermos se les daba gallina como
cual se practica hoy también en la provincia ve-
la creencia en el epasmo• . diagnóstico multifor-
II!M!Iterilza a extensas regiones campesinas de Venezuela.
hoy, a mediados del siglo xvn se le asignaba
t.1a1ca y curativa al caldo y carne de gallina. Tanto,
Dep'OI esclavos eran alimentados con ellos, para que
ele ¡raves accidentes. Esto nos lleva al terreno de
III[(IIC~Ies y los medicamentos c.on que se curaba a.lo.s ne-
1639 escribía el Amimstrador: e En 9 de JUhO de
cargo de dos botijuelas de aguardiente que me
tesorero. .. para curar los negros esclavos de la
ele octubre de 1644 se lee: eMe hago cargo de c:ua-
ele lpl8rdiente que me entregó el mayordo~o Ga·
a quien las entregó el mayordomo Franctsco de
de Jot negros enfermos de esta mina.• En 1648,
177
BD 24 de febrero de 1648 años, remitieron los señores ~
....... coo Francisco Rodriguez de Vergara, para curar los 0
c¡ae S. M. tiene en esta mina, las cosas siguientes: Dos lib~~
0
elbacem•. una libra ~e azufre, tres ~n~s de cardenillo, CU:t:
oazu de canela, una hbra de sen, med1a hbra de solimán, tOd
cual entregué luego a Diego Ximénez Lozano, para que corn: 1?
najmo de esta m1sma
· e~
· 1o distn·buya en 1as cosas necesarias
mma
de servicio. Trajo esto Francisco de Casanova.

titas minas el c:o¡¡.


de S. M. y demás
IÍIII...Itell: una botija de
llbna de albayalde,
-m, cuatro olll3S
.. eatno, una libr:1
..,.__ Ubn de carde-
pera vendas Y
media libra de
p se ~ran .los esclavos .della. En 8 de octubre de 638 se
eGab6 la media p1rulera de rmel de abejas que me entregó mi
aaeecesor• En 20 de mayo de 640. Se acabaron dOS piruiCHIS de miel
que te gast~n en las cosas arnba contenidas.»
En las üstas de gastos de esos productos que ha recibido el
AdmiJlistrador, se apre~den algunos de los usos dados a los medi-
(:dlefttos. En 1638 es~nbfa: •En 9 de abril de este año de 638, se
pstó un poco de sohmán que me entregó mi antecesor en curas
que se han hecho a negr?s bubosos, y en curarles los esclavos de
pieS y manos.• Se advertan a continuación que la cañafístola se ha-
bJa gastado en p urgas Y bebedizos, la miel de abejas en bebedizos
y curas. el sen «en purgas para dichos esclavos».
En una partida sobre las existencias de la botica se encuentran
at¡unos elementos no señalados ni en los recibos ni en los gastos.
Tales son: dos ventosas de vidrio, dos jeringas, ungüento amarillo,
azófar, una docena de ventosas, azafrán, flor de manlanilla, pimien-
ta, clavo, manta para vendas y trapos. Las vendas y trapos se ob-
tenfan, según explica la partida que se asienta el l." de diciembre
de 1659: «Di u n par de estlibos de lujo, por seis pesos de a ocho
reales, para comprar dos camisas de ruan ya scn·idas, para tra-
pos, para curar postemas y heddas a Jos esclavos de S. M.•
Así como a los negros enfermos se les daba a \'eces caldo de
gallina, para reconfortarles, se les suministraban modos de abrigo
no comunes. Dice u na partida: cEn 4 de junio de 66-t, entregué a
dicho Diego Lozano, tres mantas para abrigar Jos negros enfermos
que están en la enfermería y sirviendo a los negros enfermos las
seis mantas de lana que se me entregaron en Caracas.» En abril
de 1649 había informado el administrador: «Me entregó el conta-
dor Felipe García de Mcndoza en la ciudad de Barquisimeto, doce
mantas del Reyno, para el abrigo de los enfermos dcstas minas. De
estas doce mantas se dio una al capitán Bias Jolofo, por ser 'icjo
y tener mucha necesidad de ella para abrigarse, con que son once
las que quedan en ser...
Como se ha visto había un médico cirujano, quien se encargaba
de la botica. Curaba n los enfermos, como residente t.'n la mina.
Parece que antes del nombrado había ejercido allí sus conoci~iCf!·
tos de curandería u na partera, segurumente por· no hallarl!e nmgun
~co en la regi<Jn. Esta partera había aparecido el t.·• d.c t.•ncro
de 1639, asf: «Seis pesos par·u Maria de la Mota, po~·quc 'mo_ de~·
de los Valles a part c~ll' a una negra llarmlda Marganta.» Al_ <lno sl·
~~dente, el J.o d e ma 1•10 de 1640, se dice: «Com·.ert~ n :\lar~a de la
Mota, mujer viuda, p~11 a que asistiese en esta táhnt.'a dt.• ~. ~t. ni
179
.,....... a..,ne¡ras Y curar los negros de las
•ted'ae y la CC?D~rté por treinta pesos c~Crrne.
desplá sería sustituida por el médico ciru · ta<la
_.r.,.......~qujen ej~fa su ci~ncia en la mina po~~f~eo
........ para conclwr lo relativo a las medicinas ·
1
ae emplease como curativo, pero sí era' s:mtaba.
. . . .lteiiDellte a los negros, por lo cual es de Pen ill!s.
.liDallclad de preservarlos de las mordeduras dcsar se
-~-lllllela Jnc:Ugena sobre la eficacia del tabaco en tale cuJe.
ID1tet;nunente a los españoles y se conserva en el ca~e¡.
posible ~ue se sumini~trase a los escla\·o,, atn~
'.4lii1W118S otras VIrtudes. En diversas fe<.:has se comprab .
julio de 1657, compré media arroba de tabaco pa~
fundidores en la fundición, que m_c costó dos pe.
-~-h~~- de noviembre... compré med1a arroba de
-~IM\IID.OS de la fundición, que me costó tres pesos, que 13.
...).IIJICiad Incluía, naturalmmte, los nacimientos y muer.
I ¡41Kiilavos. Como instrumentos de producción, recibían el
económico que las plumbas, los tasises, los
el libro de las cuentas, desde 1637 a 1653, existe ull3
el sl¡uiente titulo: «Memoria de los negros y negras
en mi tiempo.. Los nacimientos, según se comprueba
~.---muy abwldaates. Recuádese cómo existían solamen-
ádela. entre las cuales pocas serian solteras y algunas de-
'riejas para proc:reu. Ba eaa lista se anotan nacimientos
de aaosto de 1639, lO de febnl:o de 1640, 9 de agosto de 164~.
lebrero de 1643, 10 de IIU.JO de 1643, 4 de julio de 1643,
~ ...-IU de 1643, 13 de cfldembn, de 1643, 2 de ma)O de 1644,
de 1644, 8 de CIICiíllln de 1644, 15 de mayo de 16-16,
..,tiealaDre de 1648.
1e ve, 110 era auv: ~ Ja reproducción en el grupo de
• :la11'0S. Acleftv's eaa • wellcfad pocas las parejas que pro-
' • seis. De Jos trece ninos que
J1Mta eJ J.o de septiembre de
,... ,.._jas de negros casndos '
caw» M " da el nombre del p:t-
~"~~t~f:Jif!IM'Jilll~·· ~ de esos 13 ninos, en
..
••'·~~~~·ili\~~~¡JII"•. otro matnmonio cst~nl.
J¡ai!Q• tfeaen hijos en dos oca·

Mda1rrfa quedaban sufic¡cn


•.
i~iiiiJ\ alelo mayor. Supon rno~
fu 1 '(• loe nombres de !os individuo_s y, algunas veces, cierta
•--r .·
........._ -Hcativa. Por eJemplo, se dice cnegro soltero,. 0 COn.
CtfllA.
WI.Jol•· Se anotan nacliDlentos y muertes a veces sirnpt ...:
te par el nombre cManueb, cAntón•; o se añade un apcllidoe~eQ.
Clldvo. a veces, de oficio•. como cMiguelito ~rricro,., 0 cAnto~ IIldi.
»fDtero•, y en otras ocasiOnes se refiere a Circunstancias uisr Car.
No tratamos tal punto detenidamente aquí, pues se encucnt~tas.
el capítulo dedicado a los gentilicios de los africanos. Para nu~
tro propósito en el presente capítulo basta conocer cómo se
1
distinguía. Los indígenas llevaban, o sus vit•jos apellidos u 01 / '
originados en la condición de su trabajo, como en el c:a~o de 1~~
No se anotan, en la contabilidad de la mina, dcfuncione~
.llllen1tos de indios, por no ser pertenecientes a ella.
todos los esclavos se disinguió, especialmente en la vida
de Cocorote, uno llamado Pedro Quiroga, quk·n merl'
llnnn·~ de que, en medio de números y cifras de obtcncio.
perdidas, se estampase una brevísima pero muy sig·
biografía, que, completada con otras partidas, tambi~n a
ft!llfmi!Dt:es. nos indican cómo, cuando algunos esclavos lograban
ll1.eclall:au:"Se, constituían gran preocupación para sus amos. Pedro
r.,;cJWn•. en efecto, aparece como uno de los esclavos productores
Jll810r ganancia visibles a S. M.
BD el libro de las cuentas correspondientes a l período 1637-1653
escribe lo siguiente:

Cuenta de lo que sirve Pedro Quiroga, negro fundidor, en 13


IQ)rica de S. M., y lo que se le da por cuenta de Cli}O fuese el
dicho esclavo. Fuese Pedro Quiroga a dos de mayo de 639 años.
Volvió el dicho negro a 11 de agosto del afio 639. Voh ió'r a huir a
12 de febrero de 640 aftos. Volvió por orden del señor Gobernador
que lo remitió de Marac:aibo a primero de marzo d~ 642 años. Tlll·
¡ole dado ocho varas de crudo para vestirse en 25 dr enero M
644 aftos, en presencia de Felipe GoDZÁiez y Francisco th: C<~s.mO\J,
ministros de la mina. A 24 de octubre de 45 año~ ~ali<> ck aquí
por orden del contador Peralta, la cual orden 1n~ la
Volvió el dic:ho l'l·¡;ro
al irse ocho 'Jru'
le df en punlcro
ta con.
en de
emen.
o, Ülcij.
IIl Car.
-tintas.
tr.l en
nues.
se Je~ Del cobre que labró Pedro Quir<>alll • esta f6brica de S. 11.
otros M42: Primeramente fundió una campea por el me1 de abril que
de Jos fue a los fines de dicho mes, en el aJio de 642, que es la primera
ciones obra que empieza a hacer, El 12 de maJO ele clicbo do de 642
fundió una campana. En ocho de agOifO de dicbo do fuDcli6 uaa
c:empana. En 20 de dicho mes, fundió UD& campana. En 4 de sep.
dembre fundió un perol. En 19 de dicbo mes fundió un perol. Ba
9 de octubre fundió un fondo. En 19 ele cHcbo mes fuDd16 uaa
pailita. En 30 de dicho mes, otra pailita. BD 12 yl8 ele DOViembn.
pailitas. En cuatro de diciembre, un almirez. En 20 ele dicbo 11111,
otro almirez.

Se enumeran as( los trabajos de Pedro Quiroga desde 1642 bu-


la 1647, siempre con igual actividad. Uaa muestra de los beDefi.
dDI ele su producción se obtiene al conocer el destino y alor de
1fFDa.s de las piezas por él trabajadas en UDa partida qae se e
..m.:
•Del cobre labrado que :;e vende, del que funde Pedro Quirop,
•la "brica de S. M.» Tomamos de allf sólo algunos reaa'oN' au-
8cleatemente elocuentes:
eran destinados en la mina a
especializados en los trabajos de
' II tra. otros eran ocupados como arrieros
O !!gro ifii\:•auer<>S guías de los bueyes, carreteros' c.J!'llllllllaíallit)
fuertes Jlir-1ir811 de(llCllOCIS al servicio general de las ca~atJ de . .
erreros 1 había un ~clavo sacristán.
) e pC: neccsana pa~ mantener al personal se obteafa ele
\ erda. era dependencia de la mina, situado 111 AroL El
táfllicldltda en los conucos cercanos a la mina. En oclñl:lll•!ílllt
lo a los o maíz de Barqu_isimeto, cuando las sequfas lm~~e~UIIII
), como la&illtt.eDción de cosechas sufic1entes y ocasionaban muertes
estado en el hato.
bato parece haber sido especial sitio de convivencia ele_.
q ue \a.
-.e indios. Grupos de Caquetíos acudían cada afta a contratarse,
~te en época de cosecha o de trabajo del pnaclo. llu:llM
di oaa denominación, como Aliles y Saruros, habfan vealdo de
• ., eran trabajadores permanentes en la mina, en el CODUCO o
•el bato. En la formación del campesino de la región fue ele la
. . . importancia esta convivencia de negros e indios. Mu~
J¡prenrlerían métodos de obtener beneficios de la naturaleza y
- y otros se adiestraron en el trabajo del ganado, dando oripn
a f'ataros vaqueros expertos del campo venezolano.
llieDtras Jos negros recibían como paga solamente el alimento
Jtifaunas varas de lienzo que anualmente se les suministraban, los
.......... obtenían contratos en los cuales podfan adquirir alg6D
. . . _ pero en general había la tendencia a pagarles también COD
J~~Nramientas fabricadas en la mina o con ,·aras de lienzo. Eran los
. . . .los españoles y criollos quienes obtenían buenos salarios
-•-•meda, que algunas veces debían ir a recoger en las de~
ele la Real Hacienda en ciudades importantes. Tambi6n red-
ID objetos de los fabricados en la mina, lo cual les
Wl!lllclarfa mucho más que el pago en moneda, pues recibirlaD
~!.d~Jctos a precio hajo y podrían venderlo!~ a las cotizllclones
de los mercados coloniales.
ne¡ros realizarían sus trabajos en la mina J las fundiciones
_ _ _..t desnudos. o simplemente con un ~ de uenzo al·
de la cintura pam cubrir los órganos sauaJes. El escaso
que ae les suministraba anualmente no :alcanzaba para tener
una muda de ropa. r.os indígenas, quienes reaUzabaD pre-
l!tiiB~~mt:e 1as labores de transportes. usn• ínn alluna mayor can-
vestiduras. Poo;cfan hachas y :llgunns otral herramientaS.
a cuenta de stl salario.
llllien.
caso de
'O U S;:s

lCJa, COn
s irnpuJ.
lS. Otros
lS o con
~ada so¡.
dad, de. C.\PÍll.!LO VIII
.ltos. Ta¡
tumbres EXPLORADORES, AGRICULTORES Y GANADBaOS
stizaban
~n todo~
condi. No sólo fueron los esclavos exploradores en busca de 1111-..
y ne. v»Jeron en solicitud de la mar del Sur, del Dorado, de puertae J
da men. ...,.das; de ríos y lagunas, de cumbres y quebradal. No bubD
~ sin esfuerzo de los negros. En 1549 salló de Marprlta
PraadscO Ruiz en un extraordinario viaje que termiD6 en 'EuDja.
Ba IU probanza, años después, se asentaba:
Para la dicha jornada salió con ocbe:Dta caballos y caa . . . -
y con muchas armas, así para se defeader ele los indios poi' c:u,a
tierras pasaba, como para abrir los JDODtes y sierras y para .._.
CGOaS y balsas [ ... ) En el dicho desc::ubrimieDto esbMercla dol
dos, hasta llegar a la ciudad de Tunja [ •••] ComierOa .-.ata
caballos de los que traían, entre los cuales se comleroa lal Cllbao
llos de dicho capitán Francisco Ruiz.

No fue la primera ni la única vez que los esclavos salf8D. .S.


IIIÚ, a pelear contra los indígenas, de modo que sirvieroD taJnhMn
como conquistadores y, muy frecuentemente, como bue de lol
papos para combatir a los corsarios. Siempre se ~
loa esclavos entre las armas de los jefes combatientes. Asf, ea UDU
dlllpnc:ias realizadas en Santa Marta en 1570, se relataroD lol •
r.azo. para rc!iistir a Juan de Bucntiempo, c:uando M pnaentó pGI'
"PIIUas regiones. La lista de los capitanes y armu que lo coal't•
daon estaba encabezada por «el capltéll Gonzalo de Vep. COD •
llflda y una albarda y una celada y UD caballo coa uaa laDa J
•IICiavo• y e Juan de Azpclcta, con eiJ*Ia Y11DA . . . Y un-'tr
•· Un negro era, pues, un instru..-10 . . . de~
Siempre se inclufn en las probanza~, la puWdrrda P 101
Ju conquistas y descubrimientos
y prez del amo. En el memorial d~ll'
··-~· redactado en 1623, se lec: «Me vine a 1 Cflr>
he sido vecino mucho tiempo y he sus:~
~....... y esclavos, la defensa de l cnemigo ... a• enta.
llillllll ele esclavos creció cons tantemente desde corn·
pues si al principio se usaron especialmente e re¡¡.

y mmeros, d uran t e e 1 s •tg1o srgutcntc
· • orno
si"·rel'tl•
:)Milarllb'IICIC)n, para sojuzgar a al_gunos grupos de indígena,
camiaos. Aun a finales del srglo X\'111, cuando ya habrar;
oficios y especialidades, continuaban !os
IDcllspenSable para las aventuras de los uJ.
BJ S de noviembre de 1781 el Gobernador
doa ADtonio Pereda, remitía al Inten.
cPor el adjunto l'Xpt'di~nte
por los morenos Joaquín Perera
11(-·~ aa la expedición del cargo d~l
llM~II.IDr_I.A~IZ ele la Puente, del.pach.1da
••~"l'llr'llllte•••• Como cuando Fernán-
XVI, fundó a Guanare,
J!lebDDI:D otros a fines del X\11!
siempre, :oec:esitaron dc:>l valor, 13
áiiii'OI. Por cierto, el subdC'Iegado
II.I:Ma Jos morenos dichos, pero (1
1111 p rincipales designios la
. . . . .. NllpODdiió ordenando se PJ&l"
propias tierras y posterior
el siglo xm. Ellos la
De allí pasó a las islas de
J)espués llegó nl Nuevo Mundo.
la caña desde ~a Española, aunq118 110 se cu1J:':
. fecha, pues, ~o~o hemos ~. en el Orleate
mi en- las romas fueron el umco sueño de 1a primera parte
como Pero ya e_n 1568 comenzaban al¡pmos a mirar 1a Deo
.ieron fuentes de nqueza más estables. En la capitu1aclón que
senas, Andalucía firmó Fernández de Serpa con Felipe U
tabtan
m los
lee: cSup~ica a V. A. le haga merced, para que puem;
los ve~mos y _robl~dores de la dicha tierra, de apa
o s úJ. para molinos e m gemos de azúcar y para otras cosu
y esto se entiende perpetuo para ellos y sus herederos
••• 5
cuando la provincia de Ve nzuela realizaba esfuerl.ol
c:Jase para progresar, se concedió a Jos cafticultores UDa
que poco antes, como vimos, habían pedido los duelos
y canoas para la pesquería de perlas. El ZS de abril de
se Ida en el Cabildo d e Caracas un mandamiento del

)bodamos que agora y de aquí adelaDte [ ...] Por JdD&UDU


de ninguna cantidad y calidad que .ean, desde el dfa que
auestra carta fuere pregonada en la cticba isla Espa6ola 1
de ella y dende en adelante, no se puede hacer Di te
ejecución en los dichos ingenios ni en los nepos, Di en otrU
necesarias al aviamiento y molienda de ellos [ ...] So pueda
en los azúcar es y frutos de los dichos tnpo~oa.••

los productos podían ser cmbarg&dosr pero DO lo;'


de su producción, entre los cuales contaban en pn-
los e sclavos. Y, por cierto, en la misma C6lula se
satisfacción a Jos pcsc~dores de perlas: ~
y ejecute [ .. .1 con los yccmos de la dlcba P lila
que tuvie re n canoas de sacar perlu en la dk:ba
y río de la Hacha y otras parteS, pa.,a lo que:_~
canoas, y pertrechos de ellas, para ..,- 1110 se ar-
•ld<im de cllo ... » 6 ~~-que en ella
DO dejó de cr ecer. riorcc•cnte la _._.:a-_,..,..
-"~lalll~;au de la cana Y el ~(mlcl'o de ..,........~ boldt eo
do del siglo X\ 111 • Uno de sus ttQdl :1011
daDde se cultivaba dice: cPasam?s siete días muy agradable
Ja Mcieoda de Cura, hen una cas1ta r~~eadda de_ boscajes;
la C8lll situada en la ennosa p 1antacwn e cana de azúcar
Po:q:
bll mrectada con bubas, enfermedad de la piel muy común ~~la.
• valles entre los esclavos..... tl-
El cacao, otro fruto en cuyo cultivo se emplearon innu
bies esclavos negros, comenzó a merecer .
la atención de los hrnaera.
cen.
dados después que la dcañLa a.d s pnmeras 7xportac~oncs se hicie.
ron en 1620. No nos ~ten remos a exammar .el mcrcmcnto de
este fruto durante el s1glo XVIII. Pasaremos a mformaciones d,
siglo siguiente, sobre los esclavos de las haciendas cacaotcras. e~
.._t:Qe.Jlce:m(>S por un cálculo del Conde de San Javier en 1745, al cstu.
posib•illc:iacles de ganancias en el cultivo de este f1uto. Se.
apllcaiiHl, 10.000 árboles requerían a lo menos la atención de
joraaleros, cuyos salarios por 200 días, al precio corriente
tres reales, equivaldrfan a 750 pesos. El mayordomo debía ga.
200 pesos; las hen'8Dlientas y otros gastos añadirían 100 pesos
_, "'· -..•• y el transporte de las correspondientes 100 fanegas de cacao,
r...-,·íG=tclie la hacienda a Caracas, requerían aún otros cien pesos. Ade.
mú ele esto, en lugares como el valle de Capaya los cálculos eran,
por lo general, precisos, pero el acarreo costaba dos pesos por
faaep, y en otras comarcas, como el Valle del Tuy, se neecsita-
bml 15 peones para las mismas diez mil matas. Fijaba en ocho
pesoe por fanep el precio del cacao.7
Desde luego, todavfa podían encontrarse distancias entre los
dJcalol comerdales de San Javier y la realidad a que lo-; hacen·
dadas aomettan a las esclavitudes. Don Esteban Femándcz de
Le6D escribía desde la Sabana de Ocumarc al Capitán General,
el 1.• de apto de 1775:
c:ables ~ porque siendo grande la propensión de los esclavos a esta
• Porn
~r -'tUe dan en su cange el mencionado fruto, suqrayéndolo de
. • ~ta. )U bldendas con el mayor exceso. La primera causa no es fácil
un en es. de precaverse, pues los hacendados se consideran exceptos de
~UbftD!r con otros .socorros a sus escla\'os, que con darles el día
'tlnutnera. -'~Jado, cuyo. trabaJO no puede .sufragar a su manutención y ves·
)S hacen. tuario. especialmente a los pensiOnados con familia, a que se agrc-
"e hicie. p la contingencia de una enfermedad [ ... ] Cuatro famosos alam·
~ento de biques había de:-truido en esta jurisdicción y últimamente, ayer,
one· de: 31 de julio, otros dos en los confines con la del Valle de la Pas~:ua:
era~. Ce. el uno, de José Hernúndez, isleño y otro de María del Rosario
• al estu. Dfaz, la que se ejercita en este tráfico tan sin ningún rebow que
to. Se. te precia siempre de haberlo mantenido a costa de composiciones.
de teoiendo la osadía de proponerle en la presente ocasión en que se
le encontraron cinco canoas de una especie de guarapo (que ce;
equivalente al vino para el aguardiente de uva) ...'

Veremos, al tratar sobre los esclavos cimarrones, cómo se de-


dll:lroll a actividades de contrabando entre otras. Añadamos b
llllildóD de que Cltistieron diferencias en la intensidad requerida
.-a el trabajo de diversos productos agrícolas. El más fatigoso
fue la caña. Los cscla\·os trabajaron, además. como hc.mos visto,
• Jlllclendas de cacao, en las de café, en las de añil , en la sicm-
111a de tabaco, especialmente en Barinas, y en el culti\'O de los
llimldos frutos menores, casi siempre complemento, en las ha-
deudas, de otros productos principales.
l!n las regiones de cacao se fundaron muchos pueblos de es-
daos. Casi siempre el proceso se iniciaba en el cstablecimient~ de
cierto número de matas para cultivo. Una \'ez que la cscla\'ltud
. . numerosa, los dueños ~olicitaban se les concediese la funda·
dda de una capilla. Esta llegaba a ser iglesia de importancia Y
caatro de un pueblo, que existía a yeces en forma t~ispcrsa. En
Olla ocasiones llegaban a constituirse en pueblos anttguas comu·
Dldldes establecidas parn indígenas. Otras, se formab;t una po·
blld6n central en lugar inmediato a diYcrsas plantaciones de ca·
C10 o de café. El obispo Martí nos suministra un t•jcmplo, en una
..... relaciones de su famosa visita:
Estos dos valles de Chuao y Sepc -escribe..- e~tán inmcdi,lto:s
al mar, hay en ellos varias haciendas de cac:~o Y la ptinclp.tl
población está en Chuno, con los muchos negros csdmns que cul
tiYan la hacienda 111ás cunntlosa que ocup:t el propio ynllc: la

191
esta formación de Mari[ sobre Urarna Y

ft11e dos rfos, llamados Urama y Temerla [ . 1li~


..,..,,,_"" ~ a la dióc:eses y campa de Nirgua, donde

• •P que quiere ( ... ] El fomento de estos \'alk-s de.


.t.bitaates, que actualmente se aplican todos
..,...,,.., les .pennite la extensión de su territorio.
• • • M • otra que ser labradores. No hav
J.IIUIUo::<o::n el \'alle...
ejemplo. El 30 de marzo de
seftores don Fernando de
~llilllll. ministros de Real Hacienda.

Consecuente a la orden ~=scribían·Aií~·'l:;a


ble, m que nos faculta que podamos ntlill.l"íiildílil
e mteligcncia en el conocimiento de
eate encargo con los que 1.e
[ .] t\)
pmento de Jos débitos de los negros ell:lat-. :.::::-.:~
ta, donde aimido de él don Santiago Morales, toailldo 1o1 ~
-:illes de- aecesarlos de varios comerciantes de cludlid (Cancu) coa
an tOdos el fin de que recaiga la elección en s~ a quila ~ ello
~rritorio.
c:has cualidades, p~1ra evitar en su recaDOclmleato todo pavamea
No hay a la Real Audiencia y al cuerpo de deaclorel, lol c::ualel CODteatel
DOI han expuesto ser el más aparea&e para el efecto el aepo
Eusebio Gon1.ález, en cuya virtud lo biiiDal llilllllbndo • ....
fecha y ha reconocido el añil entregado por a JCIM IJIIIICio ele
Pumar, lo que le avisamos para su i.Dfell.........u

AJaunas de las especialidades de los ada11W eD sus tnhajaa


apuecen enumeradas en los avisos inserJOS eD Ja Gccta á c...
ca, un poco despu~s de la época a la cual DOI llmltamal, pelO
como resultado de Jos mbmos modos de 'VIda del alalo ~ Be
lqUf una oferta de gratificación del 18 die oc:IUbn de 1115:

Aviso. De la h:lcienda de la estancia JIOPia de claa J...a cll


Madrid, en el valle de Aragua Arriba, ~ de la Vll~~e;"'l
se ha profugado el 17 de setiembre liD J1111!110 aombndo .... . .;
de buena cara, muy retinto y bastante fclnddo. ~ - dalldll•
¡rande de una úlcer3 en la pierna llr¡uiei'Cia, por dllbajo
pantorrilla. Es buen destilador de aguanliellte; libe IIMir
y papelones y es aficion3do a tocar el ~ o la .,.,....., a.,•IW'j
cen cien pesos de gratificación al que lo ~ J lo
¡ue a su dueito ..
Nuevo. con criados [es decir, esclavos], máquinas, hcrramicn
animales de labor, casa, a~m~cenes y oficinas su ficientes..... ta
Las más valiosas descnpc10oes de cómo eran las haciendas
el óJtimo año del siglo XVIII las ha dejado Humboldt. Const tn
mente explicó aspectos de la vida de los esclavos. En su fa~te.
mje relata: 1(¡

La noche antes de llegar a las Adjuntas la pasamos en


plantación de caña de azúcar, la hacienda, de don remando ~na
Muñoz. Una casa cuadrada contenía cerca de 80 negro~ que d~.
mían en cueros de res tendidos sobre el suelo. Había cuatro e~
clavos en cada compartimiento de la casa y ello semejaba un
~&41. Uoa docena de fogones babia encendidos en el patio de
la flaca, donde se ocupaban de guisar la comida ...

De la hacienda de Mocundo nos da valiosos datos v trata d~


IU::allll' la productividad de los esclavos. ·
Mocnodo -explica- es una rica población de caña de :IZ\Ícar
perteDecieote a la familia Toro. Se encuentra allí, lo cual es raro
ID esa paf.ses, basta un clujo de la a¡ricultura•. un jardín, bos-
cajes plantados y a la vera del qua. en una peña de gneis, un
pabellón con un mirador o belvedere. Gózase allí de una vhta
delk:iosa sobre la parte occidental del lago, sobre las montañas
111 derredor y sobre un bosque de palmeras que separa a Guacm
de la c:iudlld de Nuewa Valeocia. Las campiftas de caña de azúcar,
por el tlernQ wntor de los tallos nuevos, se asemejan a una
asta pradera. Todo demuestra la abundancia, pero esto e~ a
costa de la libertad de los cultivadores. Con 230 negros culth'3D<e
que cada UD3.
de 200 a 2-10
mienta
·"' • Veoezuela. Sólo en el siglo X\"lll
::ndas en cidD de color en los Llanos, donde
m~ tan te- taDcla que en la Costa.
famoso Ya entrada la dccimoactaHI
Jos Llanos trabajadores esclavos.
desempetiar oficios de capataces. P<:J:u~l!lillilt;
,; en una escala que agricultores. Cuando cstud
.ndo Ke,· cómo, después de 1750, hubo muchos
que do;. nuras. quienes seguramente habían
uatro es. naderfa y por eso podían subsistir,
marrones. Veamos ahora otras
un
tio de en el servicio dorné:;tko y en las .....,.__...
CAI'hll.O IX

DOMESTICOS Y VERDUGOS

PnDclsco Depons, quien visitó a Caracas en los primeros ailos


dlllfllo XIX, decribe algunos caracteres de la esclavtitud que co-
iiiiJIODden también a la segunda parte del siglo xvm.
Los esclavos domésticos -explica- son muy numerosos en
Cuacas. Se cree que la riqucla de una casa está en proporción al
..m.ero de esclavos de ella. En cada casa debe haber cuatro veces
.... que los realmente necesarios. Lo contrario pasa por tacafte.
da denunciadora de pobn.-z:1 y ésta se ha de esconder cuanto se
pueda. Cualquier blanca, aunque su fortuna no se lo pennita, va
a misa seguida de dos esclavas negras o mulatas. Las verdaderas
rtcu llevan cuatro o cinco esclavos, y si una persona de la mis-
. . casa va a otra Iglesia, lleva consigo igual número de esclavos.
ID Caracas hay casas que tienen doce o quince esclavas, sin con-
..,. con los sinientes de los hombres. Para mitigar el dal\o que
Mlllejante lujo ocasiona a los trabajadores agrfcolas, seria un
.-dio infalible establecer un impuesto crecido sobre cada sir·
'lleate doméstico superfluo, d..: modo de reducir su número ...

No creemos este argumento de Depons. Más bien habria de


,_.... en cuál seda el número de esclavos dedicados a la pro-
dliodóD en las haciendas de propietarios capaces de dedicar a su
-.teto doméstico hasta quince de ellos. En el centro de Venc-
...... abundaron los escla\Os (kdicados a toda clase de oficios Y
tl .. ~sticos se ejercía pot' parte de quienes no eran directa·
..... dedicados a labores productivas agrícolas o ¡x..-cuarias.
ta • el siglo XVI, como vimo-., se trajeron negros para el ser-
. . . doiMatlco. Cuando d 1nHic·o de esclavos se intensifit'ó y es
dam~ el sillo XVIII, los negros pasaron a ocupar
1.1t1oe ele los indígenas en el servicio personal de ¡
0
el propio Depons, aún a principios del siglo x1x ~
el utiguo precepto, procedente de las enco111iendas
aervfdores domésticos debían ser indoctrinados. •EÍ
_ _,..IICI:-= Depons- es el inquisidor del esclavo; le obliga a
-===~ los piadosos ejercicios prescritos por el ft·rvor 0
~ por la costumbre y le priva, hasta donde le es posi.
toda ocasión de entregarse a la incontinencia .... •
esclavos llevaban comúnmente el apellido de los dueños y
.lllliiCilOS de ~tos, además, bautizaban a algunos de los desccndicn.
'tlll de africanos nacidos en sus fincas. El 20 de agosto de 1954 se
pubUcó en el diario El Nacional, de Caracas, copia fotostática de
la partida de bautismo de un esclavo a quien había apadrinado el
Ubertador, en San Antonio de los Altos. Así nacían toda clase de
aaos posibles dentro del horrendo régimen de la esclavitud que
separaba, como si fuesen de otra especie biológica, a los esclavos
de sus amos. Dedicados al servicio de las casas, aprendían innume-
rables artes y oficios acerca de los cuales se encuentran numero-
80S infonnes. Examinemos algunos. El 6 de septiembre de 1797 se
pubUcó una requistoria con el siguiente titulo: cSeñas de la pcr·
- de un nepo llamado Juan, esclavo del señor Contador Mayor
del Tribunal de Cuentas de Caracas, don Ignacio Canibel.•
La descripción, que debía ser leída por los pregoneros oficialc~.
lo piDtaba asf:

Pue compndo en 20 de jullio de 1786 eo la isla y ciudad de


Sato Domla8o. a don Jos6 Con y Sola, vecino de ella, por el
dGaluua QnlJWmi, aieado Coatadol' de artillerfa alli, que
. . ,., m ~~-~ en Caneas como un e~·
. .lllliii .~HCI-iiO 1 coehelo, buta 18 de mayo de 1796
pua 8spda a clicbo seftor Contador
camisas bastas y finas, blancas, y unos cuantos pares de
'.e~IIODeS de g6neros también finos, bastos y blancos, todo de uso.
Puede que trate de embarcarse a Santo Domingo, su antiguo do-
:addJio.
Se ofrece gratificadón correspondiente, además de satisfacerse
._ gastos de aprehensión siempre que se le coja y remita bien
aeaurado a poder de su amo ...

Jle allf un estupendo retrato. El esclavo, fugitivo, no era un


#.(~l!lra·te a cimat-rón, no había huido para irse a un cwnbe. Sim·
~-~?"'lilibllelltle, como ocurrió muy numerosamente a fines del siglo xvn1,
\~~t~~: ganarse la vida con los diversos oficios aprendidos, había
,.: declararse en libcrta(I.2
como en los primeros tiempos de la trata se intentaba ha·
en los esclavos gran fortaleza física y salud, ya para la fecha
aaminamos habían cambiado los alicientes para la compra.
DUeVe esclavos pertenecientes a don Santiago Mancebo, rema-
por don Isidro Méndez, el 18 de noviembre de 1789, se ex-
~j!a-lba: «Almoneda que se hace de nueve esclavos pertenedcn-
don Santiago Mancebo, que se rematan para hacer pngo a la
Hacienda, por cantidad de pesos que le adeuda, avaluados el
{lj)ill8llbntdo Pedro José, Juan de Jesús, Francisco, Santiago, José
Francisco Antonio en 255 pesos cada; Maria Isabel, con
~~~-1Dcipk1s de cocinera y planchadora, en 265, y Maria Josefa,
mismas habilidades, en 260 y en 140 pesos Antonio, criollo,
edad de 7 años, que importan la cantidad de 2.195 peSO!> ... » J
No sabemos si los dueños practicarían en Caracas las procedi-
fii!Jrstos empleados en Montevideo, donde se llegó hasta a rifar a
dotadas de habilidades y conocimientos varios. Pero si
:~~-ICeilDCJIS, por los avisos publicados a principios del siglo XIX en
de Caracas, cómo los escla\OS adquirían en los oficios
~JII161tic:os toda clase de conocimientos, y algunos llegaban hasta
J'ifelnlm&~r a leer y escribir. Enumeremos rápidamente los oficios
J'8111klos a esclavos que huían. A don Juan Ribero c-,capó en ju-
1809 un esclavo criollo, de unos 50 años de edad, capliC"ado
enfermedades enseras». En fchrl'ro del mismo ano m b;~b.t
•eatntl~ro don Manuel Fajardo qm: se le lmbía pn>tug,tdo ller·
~..-.110, de quien inlonnabn: «Sahc tocm· nrpa, guittwm. l·ant.11·
bacer figuras de l'sculturn, nunque mal...•. En el mi mo
de casa de don Julián r~rcz. José Secundino, cpcón de
._.llrlla•, quien snbfa leer y escribir. 0110, muy dado ni juego
abandonó a don .losé i'ndrón en lllnt"LO de 1810 Y ('lliH'
a 8pto ele ese año, •Miguel
ea el alle de la Pascua de los 'U!"
de la propiedad de don José Manu j
de sastre y cocines;o•. andaba prcsumie~.
. . . . .. . . u,.a•... Damada Damtana•, que sí era libre
Alj~los como José, esclavo de don Manuci
IICillr.lotaiS. 12 de octubre de 1810 se ofrecía gratJ.
noticias de su paradero. • Posee -decía el
ldlcJIDIIlS inglés, francés y español... • •
que constituían en el siglo XVIII una verdadera
las negras y negros, comenzaron en el siglo xv1.
~e~mt=mlt)re de 1597 resolvió el Ayuntamiento de Ca~;1cas
•·••:Uda higiénica en relación con el lavado de ropa: «Trató5c
Cabildo de que es perjuicio de esta ciudad que las negra\
lavanderas lavan la ropa del camino que va para las e~·
y valle desta ciudad para arriba. respecto de cogerse c1
que se gasta en ella de la parte cloade lavan para abajo, y
clello resultar enfermedades a los vecinos ... • Se comisio-
Mba, .temás, al Alcalde Ordinario. Debfa seftalar los sitio~ apro-
piados a las lavanderas.'
Entre los oficios de los negros se eocontró abundantemente el
de benero y el de cargador. Humboldt contaba de La Guaira:

Es mú bien una rada que UD puerto [ ... ] El cargamento se


efectúa con dific:ull.t y la altura de las ondas impide que se
puedan embarcar abf mulas. como eo Nueva Barcelona y ca
Puerto Cabello. Los nepos y mulaa Hbres que llevan el cacao
a bordo de las emban::adoaes ... una clase de hombres de una
fuerza muscular muy DOCable• ••

En las óltimu ...,..,., del sialo xvm se encont raban mucho'


lupres de Jaeao cladestino. cloacle participaban con f rccucncia
aclavos. Ruta eD .,. Jlnclos de Buea Gobierno se prC\ .:n!a con·
de enero d" 1725. ~·
Lugo. Tl·nit·n·
Di tenga jut'gl1'
en daño d~ 1.1
familia. l''cl·1
destinada' :t
los dh1~ de
la 1\\1~1
"\1.;guel, e - de l~s esclavos fugitivos se convertían en juglares o
l de los Lla profestones con cuyo ejercicio se trasladaban librcmen-
José Manuci pueblo en pueblo. El S de enero de 1788 el Gobernador en-
1 presumien.
al Teniente de Justicia ~1ayor de Santa Lucía una orden de
" era libre
don MnnueÍ
lfrec-u grati- Tiénese noticia de que en ese pueblo se halla un esclavo de
e -decía el Dofta Isabel Monroy, mulato, zurdo, fornido y picado de ~ii'Uelas,
ejercitado en hacer de banderillero en las corrida~ de toros que
.a verdadera se están corriendo en él [ .. ) Prevengo a v. m. lo mande asegurar
el siglo xv1. y remita a ésta, recogiendo el dinero que se le encuentre, para
de Caracas que entre en poder de su amo, quien satisfará los gastos, hecha la
· cTratósc entrega en esta ...•
las negra.;
ra las e.;. Bn cuanto a las mujeres, a quienes ya hemos visto cmno la-
cogcr"c el ftllderas, se empleaban en el trabajo doméstico en incontables
abajo, ) espec:ialidades. Contdbuían al trabajo de la cocina, a la atención
comisio- aeaent de la casa, donde realizaban el llamado • servicio de aden-
apro- tro... actuab:m como asistentes de las niñas y jóvenes hijas de los
amos. Atendían a sus aderezos, las cuidaban en las enfermedades,
wian por los achaques de todos, acudiendo, cuando se necesitaba,
coa cataplasmas, agua caliente para los baños de pies y de asien-
IID. Preparaban tisanas; emplastes bebedizos, y hasta practicaban
se alcio de algebristas, reduciendo torceduras y sobando cdescom-
posturaS• de las extremidades.
Las esclavas tuvieron, naturalmente, una importancia inmensa
ea la vida sexual de la colonia. Bastaría para ello recordar el nú·
IDei"' de mulatos que concurrían a la formación del sector de los
pudos. Cuando las esclavas eran dedicadas al servicio doméstico
lepban a constituir problema especial para las dueñas, pues és-
• debían cuidar diversas posibilidades: la de que los propios
~. o sus hijos varones, llegasen a tener relaciones con las que
faesen atrac tivas y la de que éstas se enamorasen de los esclavos,
aiD lo cual se perderían para el servicio doméstico, o peor aún,
el permiso para casarse con c~clavos de otros dueños.
"-·....-·~ ha transmitido la siguiente información: cEn d campo Y
en In ciudad, encierran de noclw, y ha.io llaVl', n J,•s
· ·~~S.,IUI:blldlas esclavas, dc::.de que cumplen diez años has t., que se
Espían todos sus pasos y las picrtkn dl' vislll, lo 111enos po·
pero esta incómoda vigilancia st• halla muy dtstuntc de ser
·~~lea. .. Y añadfn un comcn!Lirio caustico par.1 la sockd.1d vl.'nC·
de principiOS del :.igJo de la etli(IIICÍpaci6n: •CUflntns s('t\1.)-
201
la colonia, se encargaban de soUcitar doade hu·
ea los alrededores de las casas, la sébila, la
el llant~n. la salvia, todas las plantas que aer-
los catarros, para aliviar los •pasmos•, para
periodos menstruales, para curar los dolores reu-
~tar a los espíritus. Los negros y negras eran
cescapularios•, •reliquias•. •oraciones•, como la
Juez, para desaparecer en los casos de peligro;
lfprialno, que preservaba de las culebras; la del Padre
para invocar a Mandinga; la Magnífica, que, en
para ahuyentarlo de modo fulminante, etcétera.
ele los esclavos andaba siempre la leyenda, la bru-
y de su propio mundo fabuloso se proyectaban al
amos creencias y supersticiones, procedimientos
feUcidad, que en los negros era sólo ansia de liber-
de libertinaje; métodos para invocar a las po-
lll!lfic:as y a ciertos dioses cuyo origen no conocían ni los
ele los africanos ni sus amos, pero que llegaban a
infalibles. Tanto penetraba en el mundo esclavista
IDtiiiCilón fantástica que de sus necesidades y anhelos de
DI'Cl,ecta1baD los esclavos, que a veces surgieron leyendas
llderiida por Besson en su Historia del Zulia. Al enumerar
del siglo XVII, refiere el autor:
eate mismo afto de 1607 vivían en Maracaibo los esposos
;J'rla:ilc:o Ortiz y Doña Inés del Basto, personas acaudaladas,
._,.diO venido en 1600 y habían fundado una ermita bajo la
de Santa Ana, a la que habían hecho donación de unas
y cantidad de ganado, y resolvieron levantar un hospital
misma advocación de Santa Ana, y en el mismo lugar
la ermita (la licencia le había sido concedida en
ele 1608). Los esposos vivían en la entonces Calle Real
a cUc:ba ermita, en su hato, que tenía una gran casa, embu-
.-Jmas, [.ric], que daba al fondo del Lago, situada donde
la plaza Bustamante. Don Francisco formó después parte
administrativo de la Compañía Guipuzcoana y era el
Mayor de la Laguna, ciudad de Maracaibo. Doi\a Inés no
por ella firmó los documentos relativos a la ermita
IIIIIIPlltal, uno de los testigos, Gonzalo Millán. Eran muy cris-
, ..._ _ Yartos esclavos y les enseñaban catecismo. Todos
del Anaclus, congregaban a toda la servidumbre
lllllllkl•do bato y rezaban el rosario. Las crónicas cuentan
203
u:¡; \t\"O de de Tío Tigre y Tío
amando Pata ilrílíJill¡aclión de narraciones
r.ll, P<lra C\i- ~~-MI&J'CIS días de labio en
Inés. 'icndo ·.:.ti!í_..orta de manumisas; de re,~•H•rriln
~cerio ~r p•: de campo en campo y de e
na que rezar gieDtOI educativos y explicativos de
más la jacu.
u-rado; pero
,...ron el Océano y tomaron etre n01!9CI:~=-~::r1nrl
t1o Conejo y Tío Tigre. En el Sudán p
La•, él force, cada: en Bajo Nígcr es la tortuga el ac;tor ln.td. . .lli
la se perdió partes quien combate por la justicia y la fti'CI8d 111
e Carnbobo pre trente a anim~les feroce~. ear~iccros, IDcaiMICD
entonces sd Jtrclos, armados solo de la vtolencta.
Tales relatos debían conservarse; el esclavo, 1laJo
bl)wmano, personificaba en el Tigre de sus relatos al --"•--" ·~•""
utucla de Tío Conejo era un triunfo subjetivo
esperanza y mantener la vida interior; era una
dr, un aliento para el convencimiento fntJmo de que
'no Tigre representaba, en la simbolo¡fa de los esclavo.,
en Tfo Conejo, inteligente, hábil, de iJ1810table bwen~
Ubre y ágil, encarnaba la autoimagen de los propios e.cla&

del-
cimarrón que huía a un cumbe sentíase Tlo Conejo; CUiiDiillla.
taba cacao no hacía sino rescatar de Tfo Tipe cuanto a
pertenecer, porque lo había culti\·ado y en patrimonio
pactas a la fuerza, al látigo, al cepo, al poder del I:W'IJIGCI.;
Asf pasaron Mandinga, Tío Conejo, Tfo 'l18re. a.ilelldl•
res a medias sobrenaturales ,. a medias eDC&ll'Didcmtll ·~~~9~
mundo venezolano. Nutnerm; las ansias DUDCa ftiiiCililu••
t8d de los esclavos hasta cuando comeazaroo a llepr
be auevos vientos, recientes concepci<JIIel, teorfas de llbi1114.
talda por el propio e::.fuerzo. Entonces el cooejo •· cadilldtl):~
CDDspirador, para seguir a Andresote, para ofr al
para ir tras Gual y España o para iac:orpol'an8. cliiiP*'~
lluates de la Independencia.
Como fruto de las contradiccionea de la tacWIId • • •
GCroa oficios, opuestos a los domésticOI,eu.- ~~~- ·~··--·
..
a los esclavos: si las nodrizas daban la ~
IMp'Oc debfan ser st·pultureros. Ya diSide :::==-=~lrJI
N les habfa asignado a los cscla,•os
Madez de Ovicdo cuenta, a propú!>ilo - ·l•• ~-;-~~·•11!11-*•
entonces
~~-ICZAI)lano. quecruzahan
en 1537 en todas d·~~:;a:=~~~=~a
nnduvicron
el Tinaco. Llc\ab:m tres negros.
- • • a átos y alegaban, al
--icloaariDS, que aquéllos habfan
IDIIDG'ill ~ueiiOs negros a los en.

• -=Javos negros, era d


!*~~!f'-,~Íiilllll'bl, 8Utores de un crimen
:aban, al iiii._las con~dicc_iones _de la sociedad esclavista, cruel y te·
> habían
e b1pócnta; sadica y cobarde.
los en. alime_ntaba Y cuidaba esa sociedad a los esclavos, nervio
empuJe y sostén de la vida en ella?
, era el ·¡J~IJIIliO el esclavo era un instrumento de producción, estaba so-
<"rimen a Jas r~glas de ella: obtener la mayor ganancia con el me·
psto pos1ble. Pe~o por e~o mismo, la alimentación variaba
los esclavos, segun el ofic1o al cual se les dedicaba, según la
:umaná. según su capacidad de producción.
de este una vez más a Francisco Depons, quien pinta las
· la con. :.gdilci~)n~=s que enc_o~tró en Ve~ezuela en los albores del siglo XIX,
contra ·'ii-•do ya las condiCiOnes de v1da de los esclavos habían mejora-
en muchos aspectos, debido a las circunstancias históricas del
AIUI)clO, cuyas consecuencias se extendían irremisiblemente a Ve-
DaueJa: cAl amo le es indiferente que el tiempo sea propicio o
jlverso, que la cosecha sea escasa o abundante, en una palabra,
que al esclavo le sobren víveres o carezca de ellos. Robos, agot:~­
mlento, mortalidad, fácil es comprenderlo, han de ser las conse-
~ necesarias de semejante régimen ... »
En realidad hubo muchas otras: los africanos se vieron ohliga-
clol a aprender de los indígenas el aprovechamiento de la natura-
liZa americana. De ellos aprendieron el cultivo del maíz, de la
pa, de los frutos menores, con los cuales a \'eces podían esta-
lllcer conucos, permitidos por amos, pues de tal modo, sin gasto
.a¡uao, lograban que los propios esclavos contribuyeran para !>a-
111facer sus necesidades alimentarias.15
De Africa habían traído, además, los esclavos, el hábito de com-
;Jetar sus dietas de origen vegetal, con la cacería. Así, los negros
dedicaron desde la primera llegada a Venezuela, en el siglo XVI,
caza de venados, conejos, aves, lapas, cachicamos, todo lo
continuó, después de la Independencia y de la Federación,
·.i'!!l_...., Ja fuente de proteínas del campesino venezolano. Las con·
:.;;:~~mes en que tendían a colocarlos sus dueños, les obligaban a
IIIIDI<lttatctó'n exhaustiva de las posibilidades naturales. Así, Hum·
·:!;~MOkllt encontró algunos procedimientos curiosos.

Tornamos a Puerto Cabello de Jos Valles de Ar:lg\ta -narr.l-


deteni~ndonos en la hacienda de Bárbula, por la cual se cst¡\ trn·
.-.do el nuevo camino de Valencia. Hada varias srmnna-; qn1'
blbfamo1 oído hablar de cirrto árbol cuvo jugo es una krhc ali
IOalticla. Llámunlc árbol de la v-.tca y asl'gurábascnos que los nl'-
11'01 de la hacienda que hcl>cn en ahtuulandfl l'Slu leche \1·gctal,
207
. . . . . . . [ .•] Cuando se hacen lile¡.
tMIIG':'illitla VIlla. da en abundancia una
clesprovlsta de toda acritud Y
.llllllldl:lO muy ap'adable. Nos la llevaron en
tocumo. Coosiderables cantidades de ella
...- ele acoatarnos y por la mañana, sm
IIIII•MII efecto nocivo alguno. Solamente la visco-
..,_ la bace un poco desagradable. Los negros v
que trabaja ea Jaa plantaciones la beben mojanu~
mara y de yuca, es decir, arepa y Ca7ab,•. Nos ase.
•lfcirdOD:lO ele la hacienda que los esclavos cngonl;:m srn.
la estación en que el pelo de vaca les prowc má,
el 101 es cwmdo abunda más esta fuente vcg~tnl.
~-~;:::u:c4mo llepD de todu partes los negros y lo~ ,.,
llil de poaadls: .......,••• con que aparan la leche
-~-. .~- amarillea T• e1p11a. Los unos apuran sus cscu.
laiiiDo ~ IDe OCIOs las Uevan a sus hijos. Cree.
~ye la Jc,he
n me . únicos vestidos que reciben
la\1:! lllídcios-- son llamados de libres
tud ;, acompai\:ldos de sus amos. 'Tan
:on en quedan completamente desnudos ~:1r:
ecUa IDcliiJDOS de llamarse ve~tidos. Por el 01
13, sin cultores como sin•ientes, en las colonias flfaradl•
\'lSCo- JU,Ie\'0 por lo menos una vez al año ...
~ros y
1jando cómo en las minas de Cooorote, 111M:Id
IS ase- lo valioso de In producción, los esclavol n~::lllflll~
n sen. ~iliíli:IIID mejol'. Allí, según vimos, comían carne, y H IDIIUIW
e má, 1
::?,&_..., veces a In semana.
de imaginar cómo se atendería a los enfermo~.
11 mismo Depons lo cuenta:

Cuando se halla enfermo el esclavo ~ queda 11111•1111111


do a su propia naturaleza. No hay haci<mda que teaaa
y muchas veces no lo hay en todo el pueblo. El arte DO • • •..
otro recurso al escla\o cuya salud ha sido altenda por la
sino algunas hierbas indicadas y admini8tndaa a dleltra y
tra por las vtcjas. Rara yez se llama al m6dk:o u•
Interés se alarme al ver en peligro la propiedad. Al.-
que han obligado a sus c:.clavos a pagar - JDidic&IMDU•
do les han supuesto algún escaso peculio o c::uaodo liaD . . . . . ..
6os de alguna industria y tal conducta, me baD UIIIPII'IIMoiÍiilia~
considerarse como regla general...J1

,..,..,...".tal era el modo de tratamiento de los esclavos • la 1111lifll~


y a comienzos del siglo XIX, fácil es peDI8l' ID lol
de los tiempos precedentes. Recordemos .._m
minas de Cocorotc. Allí eran cuidados lol JIIIIOe nn·.ra-•
pues tuvimos ocasión de examinar las aaedidl'•
del botiquín. Y no olvidemos una partida . . . la
IIPraJ:-on •cuatro gallinas para Miguclito, arrlem, ll ._.... ....
abrado del puerto donde se ponen lai blm•·•~·--·i~\'loi
: •Cuntro rcaks que costaron clOI ¡alUD..
--~~~u. el cual se pnsm<'J en el horno de
de diciembre de lh3R ... » Como ya .~~~::li:!~~:J
compa!>ióu, siuo de la nccl'sid:4
nda cant, dil ícil de oh tener Y . . . . . . . . . .~-.~~~~~~
ocurrían cpidcmins, cundía
IWift'1~tlm del grande consumo que ha habido en la epidemia
1a tlaaaa de tamarindo, pues un dfa con otro pasa de
1 DO consta en la tarifa el precio de ella, se pregunta
que se podrá asignar de modo que ninguno salga per·
~~=: presente [ ... ] que aquí por su mucha abun.
!!11 m Ja puerta a un real el almud, para cuyo
destinen para
del batallón,
a. Enton.. que no habían venido por él, volví nuevamente a re-
1 Srandcs mandase por el mencionado esclavo, Jo cual no se ha
lS de pre. f.JiidlcadO ~ta el pr~sen~e. ~n esta atención suplico a v. S., le
· de Real requenr ocurra sm dllac•ó~ por su mencionado e<~clavo y que
.adlfap el costo de manutención que estoy sufriendo y de no
_.ur por él V. S. me dirá lo que debo hacer en el asunto...»
epidemia
l ~sa de el contrario, podía ocurrir que los amos rehusasen enviar
pregunta i'llli•ldavc>s requeridos por las autoridades, a causa de las nece-
;alga per- de sus servicios. Esto ocurría especialmente cuando se
:ha abun. de embargar a los esclavos. El 18 de diciembre de 1794 fue
·ara cuyo • ...- al Alcalde Ordinario de Caracas esta comunicación:
.nen para
batallón, José Remigio Ochoa, a nombre del Presbítero Sebastián Palo-
mo y Burguillos, en los autos de despojo de un esclavo contra
Dofta María Reynoso [ ... ) digo: que por la contumacia de esta
de liti- mujer en no remitir dicho esclavo como se le tiene repetidas ve·
A cea preceptuado, se le puso muchos días ha, guardia a la parte
de su casa, primero de un soldado y después de dos, cuyo [roto]
está sufriendo el Presbítero don Sebastián...21

Bra frecuente que los esclavos huyesen de sus amos y busca·


... refugio en la casa de presuntos compradores. No todos los
...,.,.ban. El 22 de enero de 1789, don José de Zúñiga se dirigía
lll Gobernador sobre un caso:
Ayer noche, después de las ocho delta, se presentó en mi casa
aaa esclava nombrada Susana, perteneciente a los bienes de Doña
llabel Peláez, difunta mujer que fue de don Pedro Alvarez, soli·
dtando amo, y sabiendo que viene descarriada y sin licencia de
IUS amos, la he entretenido en casa, para que no se oculte, hasta
presentarla a V. S .... n
que los esclavos, cuando su·
excesivas incomodidades, o quisiesen casarse con los de
duefios, podían pedir que se les vendiese a otros ~mos. Ilus·
.il!Jl•aoa con algunos casos: el 30 de octubre de 1789 dcc1a don Ma-
Matero al Gobernador:
En los autos en que se me obliga a vender a mi esdavo Jos~
Lorenzo Vclis, parczt:o ante V. S., en la forma que haya lugar
por derecho y digo que desde muchos tiempos antes de uhora,
211

(
~vo. que pretcnd¡.¡ su
aftluado por perno, llero
IMIJIDCIGIIIo que andarse este rnismo
M!JM.ose de la servidumbre en
Ja de servir V, S., pre¡¡.
IOiicite sujeto que le com.
a mi servicio Y que entre
c:úcel, porque me temo
•.ataacl• veces sin el más leve
te dca su
to, I>Cro
te OUSrno
tun'!:lre en
S • Pre!i-
! le corn.
¡ue entre
me terno
más leve

!eño, en.

lo que
que en
poder
CAPÍTliLO X

FESTEJOS Y COFRADIAS

Las aut.oridadcs coloniales permitieron, desde el siglo XVI, a los


~ c1ertos dfas de fiesta y aún que tomasen parte orpnlza-
. . . .te en rumbosos desfiles. Se trataba, no de complacer a los
IJpOI. sino de facilitarles la ilusión de cierto albedrio, cultivar-
el sentimiento de que podían realizar sin trabas ciertas acti-
~ propias. Por eso pudieron conservar los tambores, D-
....,. bades, canciones poco a poco modificadas hasta contellel'
reminiscencias, a tra\·és de vocablos africanos que perdieroa
~e~~tido, de otras tierras, de otros tiempos, de selvas libres, ele
'M' pudos felices.
Ea Ja segunda mitad del siglo xnu cambiaron las regulacioDel.
ya los esclavos no añoraban un pasado remoto y descoDoCI-
& Voces procedentes del Caribe traían más bien la espenuza del
ansias de luchar por la libertad, visiones de otras IOCieda-
ea Jas cuales los negros tuviesen derechos como c:ua1quler oii'O
bumano. Comenzaron entonces las limitaciones a los .,......
permanente para reducir a los esclavos a regoc:yc. •
"(~m101, dentro de las haciendas o repartimientos. Para eat01 tWal-
f.aestas populares servían para la upansi6n de ios pudol
existían ya muchos negros libres, los esclavos so1faD COD-
}t!•ille con éstos durante las festividades patronales o de otra fD.
Vllnmte el siglo :XVI y gran parle del XVD, la feiU)aclóll de tillo
f tejos populaH·s concspontlía al Cabildo. Delde 111111 temo
fueron tomados en cuenta lo-; l'sclavos, qul_. clebfaD _..
IICUerdo con Ciertos ICglluncutos. VeuDOI la reeoludde dtl
en fecha 10 de m •• yo de 1619:
- CIIWido se acordó que, por cuanto en las fiesta
lifill~-l'lllll Crt.eO 8CIOStumbra esta ciudad hacer las dcmo tl'll/ de
>::.11¡¡).'\~..:;~ihlo.. 1 d ciJc:ho día está muy próximo, y porque c1 Al~:
Juaa Queypo está ausente y el dicho alfére/ mayor, su co
~ DO puede solo acudir a esta disposición como con\ier.11).
._Jo 'CU81 se acordó, mediante la brevedad del tiempo ,,A .e
.- , le llay para poder hacer comed1a, . Bcrnahé de Oii;\le y'"""Ya
el con
tildar Baltazar de Escobcdo, se encarguen de qu e en la procesió~
.. hlpn unos pasos de figuras mudas que haga n que la reprc.
_.taclón sea más conveniente y que la regocijen; y que P~ra 1
aeceurlo a esto, les ayude el regidor Antonio Gáml'/ y que lo~
reafdores Diego de Villanueva y Bias Correa dl' Benavides, se en.
car¡uen de hacer una danza de muchachas mulatas. Y que el re.
pdor Diego de Villanueva y Diego de Lcdesma, hagan una dan 1a
de las indias de su repartimiento. Y que las cofradías dl' negros
y mulatos hagan las danzas que se acostumbmn.1

.• IUIIlto el nó.mero de los pardos. creció el de rcgu·


;1111e11• 'J, aunque siempre se permitieron ciertos t cgoci.
lu autoridades, en la ..,,neta parte del siglo X\llt,
a ~ en lo poüble. DO solamente en Caracas,
IQda la pbenw:ióo. Los Comlaartol del Santo Oficio ll"·
talel Umltaciones, pan ...,.._ Bn t771, por ejemplo, don
Cebrfu de la eu.dn. cara . . . J¡lesia parroquial de Gua-
Comturio del Santo O&:lo. dJJflfa a los curas u na comum·
C1UJO caateaido clebfaa leer • ]lo8 lela.
~I~;t!fl-11 a Db N. S. 1•••o 1 dalol espirituales de la Re-
-.t.&rllll&...- que ~ lo son comedidas, cn-
. II!MI. cOlclqaiDI 1 ,....., fand•naos y daru:as, de la
de an litio a o tro en lo~

~
_.IIII'GI!IIMII•
~~;~~§§!!~~i~~~I,....
queen
les1as
suelen
de destreza,
CQil
-lllll~
adornar,
casas pa rricu·
altnrl'c; por
titulo de dcHtción,
de párvulos d ifun·
y h o m brl'!> r . 1
de mujcn·~ . :tdul·
IIJiilbiUiru y o tras ftlll'l..
d8 noche ni dl' th.t se
atremoses, col<>qu k>~
dfa en esta t•wd td '
o. 1.15 fic ta ~ del
' d~mostrnc 1ones
orque el Alcalde
• ma~or, su cotn.
como com·icnc:
l uernpo, que va
· Oñatc y el ~n­
. en la Procesión
m que la rcprc.
t; Y que para ¡0
iámez y que Jos
des, se t'n.
Y que el re-
'.-....-....... no se nombra allí a Jos esclavos, su presencia queda im-
eran quienes actuaban en los arrabales y en lo~ cnrn-
y, como los indios, bailaban en cuanta ocasión
interesante resulta el conocer las ideas de aquel pi-
las fiestas populares. Sus cquimeras• no eran sino las
el de rcgu-
sobre libertad que por entonces comen1aban a es-
regoca-
Siglo X\ JJJ,
entre los esclavos e indígenas. Durante las tres últimas
del siglo XVIII encontramos gran?c~ esruerw~. por eso,
en Caracas,
en lo posible reuniones, para hmatar 1:1~ relaciOnes de
to Oficio te- estratos sociales, para aislar a los esclavos. Duartc
ejemplo, don
escribe a tal propósito:
uial de Gua-
Con la \Cnida del primer Intendente don José de Abalos, en
1m, y de don Esteban Femández de León, quien trajo luego e~
car6cter de Director General de la renla de tabaco, csaancad
ea 1779, Caracas cambió de aspecto y de costu~brcs [ .], El car-
Daval se modificó. Después de oír misa el domrngo, los esclavos
1e di'llertían baftándose con agua de olor, pintur:~s. Y haciendo
1110 de todo, mdusive las consabida~ jeringas; pero todo entre
ellos y nada más . .3

dlsposkione-; del Intendente pose•a · n e1 sen!


- ido de logrnr
.
' .. "bl , dec·r el de cxplotnr cxhnu~tt\a
produccaon posa e, es 1
• • : ~ d, 1 dm d 20 d~·
los esclavos. Así, el nombrado J·crn.ml1~'-. e • '
de 1786, c.Jccín a don Baltazar Pndron.

1 b" o la nt'ÍS cstdclll onlcn prvhi·


Se ha expedido por· e go ter~!"· en '105 pueblos de l.t Vkto-
~ las facsta 5 de toros Y comc' 1"1s
217
Jlata simple disposición ~os revela uno de l<?s aspectos de la
,f·1!11111Dd~:ta, que tanto entusJaSma a los econom1stas y sociólogos
~, Si en sentido general trajo ciertos aspectos progre.
111oe al país, en otro significó un esfuerzo para la mayor explota.
clda de Jos trabajadores en general, y en especial de los esclavo
IObre quienes caian todas las tareas fundamentales de la produc:
ci6D. Esos trabajadores del tabaco, a quienes se cortaban las di.
-~~~es posibles, eran principalmente esclavos negros. Pero ésto
se dejaron vencer por las regulaciones oficiales. Si bien se
\JI!Ddllllelnlu en las ciudades, como ya hemos visto, las fiestas P<>-
los campos continuaron vivas las fiestas de S. Juan,
l. y de otros santos a quieDes veneraban los escla\o ,
CDIDO miembros del santoral católico, sino como deidades ca-
cle dar apa o sol, descanso y esperanza, inspiraciones ~
:'fiJ•IICI•:Ia. De8de la región doDde se euc:uentran los límites entre
Bll8dos Miranda y Anzo6teguf, hasta el Estado Yaracuy, como
-tola unidad, veoeraben todos a S. Juan. El 24 de junio sona·
-los tambores en su booor, como si fuese una deidad africana
...,._ IIIU8J'diente coo csus esclaos•, parrandeaba con csus n ·
...... Incansables, redoblüaa los tambores en la cNoche Buena
da S. Juan•. Ct11JW'01 y miDas, t:aJDbores redondos y curbetas to-
... retambabln desde Cdpira hasta Parriar. Gritos, lamentos, pe-
dclnna, pmidcw. 'VOCeS 8p'lldecldas. iban toda la noche hacia 1
tlelcllld milda. Se volria DO UD amo, siDO un Dios, capaz de d s..
peasuto todo: el alimeato y la salud, la buena lluvia y el sol a
tiempo; la llpreza pera la halda y Ja Jaisteocla ante la im de lo
-= la ~ de ~ para olvidar las penas ur
_ . . . , Y dolar 1ID puado coafuso y la fortaleza para soportar
... mllerl8t hala el clfa de la lmlda a UD cumbe. Los africanos 'i
.......__ liD saberlo. remotos rituales de sol ·
1'- lu del tiempo "''eDfa la devoción, antes
Blado laal cc.a la Naturaleza, transfonnados
nbeldfa. • Ylll6n brumosa de otros
Naaca IDe .tavoe rezaron a S. Juan

i,~={l=l~t:;:::: .... ,
lal JIIII'GI, simbiosis de nugu
,.. mm...deladeIOiidarid
los propio nn
d P
Y Villa de Cura ea la Noche Buena propia la c:.d-. ele un •ldlii•IIIIIID
secba de t:lbaco · a través de medio país.
lnistros encarga: Occidente fue S. Benito. Con sus e~
distintos, se le honró, no en junio sino a finea ~
las fiestas pascuales, regocijo de las clases &CI)IIliDdlldllti \;~
aspectos de la bailaban desde las tierras bajas del Lago de MIIIW»•'·1::>.
IS Y sociólogos las cumbres merideñas y valles trujiUanos. ~
pectos progre. promesas, hacían sonar extrañas 8autas coa 1&
nayor explota. prolongadas romerias al son de los tambor.-
e los escla-vos También allí se estremecían las colectividadel al
de la produ c~ que llegaron a impresionar a sectores no esclPoe,
las di. el culto.
s. Pero éstos estas fiestas tuvieron el sentido de conservar la concia-
Si bien se solidaridad. Los amos, sabedores de cómo la resistencia
:,estas po- tiene un límite, no se atrevian a impedir en los campoa
de S . Juan, tales festejos. Incluso añadian ciertas aparieoclu de
los escla\os pues durante algunas horas baclan concebir a los nepos
deidades ca~ de mandar, o de que sus santos eran tan poderosos que
. .)Uab¡m la autoridad de los amos. Restos de ceremcmias coa
se han conservado en Venezuela. En 1956 pudimos preo
durante las fiestas de S. Benito en Betijoque, cómo el
cuando se marcha del pueblo, después de haberlo bonndo
presencia durante una noche y parte de un dia, entra. COG-
en andas. en la cárcel y liberta a quienes hayan sido ap,.
durante su fiesta . Los gobemantes de ese afio cumpUan el
rito, el cual tendía a mantener en los esclavos el CODftlll-
de que S. Benito era mis poderoso que los terratenlea-
eac:~v·istiaS. Con lo cual, a la postre, S. Benito resultaba COD-
•modo a la resignación de quienes tanto le reverendaban 1

•n•L&wa<~::.
ciudades desaparecieron, a fuerza de prohibi~,
toques de tambor de los esclavos Y negros Ubres.
imaginar a los chimbdngueles sonando en c:aracas ~
del siglo xvm, cuando hoy sólo se les encuentra~
de la República. O que en Carora se escucharaD
tambores africanos. En 1795 debfa obtenerse
ta':
:C:des
Of.
permiso. El 12 de abril de este afio, •:: Gobemador:
y el Procurador General de Carora ped1an
ció delta ciudad • ha acostumb•
Por cuanto desde la fundn ° Bautista eo la ,.......
do celebrar In fiesta. de su ~a~~ .-mdD [ . ) y ID
quJa de ella con nusa, t<~rc1a I R - - Y
a..:-1••• ....,., c:omeclias. carreras a caballo
. -.....1"11111. rqocijos, sin que jamis seha)/
.U.Stos algunos[ ... ] siendo siempre a co~
lllalldl• 1 Sfndico Procurador e~ costo de las funcio.
, fuegos y comedias que hacen a lU
....,Ojos a costa de los vec.:inos que volun.
b que les parecen. Mas porque en este año
dichos Alc:alcles representar t res comedía~ en 1)
11empre se )la acostumbrado [ ... ] suplican rcnllída.
1. ee sirva concederles su lice ncia para pulsar tam.
• • • tres comedias y algunos saraos o fandan l!o~, •
as a caballo •parrandea _cm~ suc; negros•, dicen alli; se emborrach a
más se h:l,~ día 24 de J ~nto Y cuando celebran el día de S. Pedro
Slcmprc a <'os- el 29 del m1smo mes. S . J uan acude p resuroso a con-
de la" func1o. Pero todos le dicen, desde tiempos colo-
e h:let"n a su va, S. Juan. Ya tu santo pasó.» S. J uan llora de t ris-
lOS QUC' 'liO)un. r.'lllelpecbo, y sus lágrimas son la lluvia de esos días buena
~ en e<tc año cosechas. s.incretismo de algún antiguo dios afri~ano de
.:t::nedia" en J.¡ con el Batmsta, pues sólo son lágrimas las gotas pluviales
1 can rend1cta. f'Cireenc:tas de la gente primitiva.
a pulsar tam. prohi.bicion~s, reglamentos, admoniciones y castigos,
mdango~ .• defcndtcron Siempre su música y sus cantos, que hoy
a través de su s descendientes, e l folklore venezolano,
en 1799, anotaba en Cumaná:

Cuando al bajar por el río nos aproximamos a las plantacio-


o charas, vimos los alegres fuegos encendidos por los ne·
Elevábase un humo tenue y ondulante hacia la cima de las
dando un color rojizo al disco de la luna. Era un do-
por la noche y los esclavos bailaban al son ruidoso y
.aaótono de la guitarra. Los pueblos de Africa [ ... ] poseen en
• carácter un fondo inagotable de mov;Jidad y regocijo. Después
Cfle se han entregado a penosos trabajos durante la semana, prc-
lel'e el esclavo en Jos días de fiesta, mejor que un prolongado
il-~i-6o. la música y la danza. Cuidémonos de vituperar esta mez-
* de indolencia y ligereza que mitiga los males de una vid.'l
llaa de privaciones y dolor...'
a comienzos del siglo >•Yn, como vimos a propósito de una
del Cabildo de Caracas, existían cofradías de cscla\'os.
esta b an rígidamente reglamentadas y las hubo
diversos e s tame ntos de la sociedad colonial. Examinemos
materiales para comprender la estructura de las cofradías
y el papel e n ellas de los esclavos.
capítulo d edicado a las cofradías y henntmtladcs el~ la
itucioncs Sy nodales del Obispado de Vcnam•la Y S.lll-
de León d e Caracas», de Baños y Sotomayor, se ll'l':
Por disposicicjn d e los Sagrados Cünolll's Y Santo Cunl'llw dc-
.. ,. ,¡.. tO<las hs cofrathliS Y lwrnHuHI.t·
toc.t 11 no-; 1a \ 'IS I ·• ~ • • • · • 1'
que es tá n fundttdns, nsi en las iglesias de llllt'sli.l ¡un se ".
en l a~ de los regul.trl'S; el tmna¡· lao; rm·nt.ts lt sus
:ílllbt»rulon~o~ y O fidnlcs V el H'conoccr si pcrsc' Ct.lll en Sil toahk
22 1
IDstituto y si se ¡uardan IUS cooatituaiooes. Concurra el Go~>er.
udor como Vicepatrón, o la Justicia Secular, en lo que m ra
esta Constitución, guardáDdose Jo c:üpuesto por la I.ey XXI;
libro I, UtuJo II y Ley XXV, libro 1, título IV de la RccopiJ~
ción. Con cuya calidad se le da el paso; Y con la de que
visita del Ordinario y tomar las cuentas sea o se entienda en
las cofradías aprobadas, en que no hay costumbre en contrario
o que tengan excepción, por breve de S. Santidad, pasado por
el Consejo, o por otros IDOChoe '1 prhilqios, o porque en 1a
fundeci6D . . . . .--~
Manci•--. ·~-•~•o·
Ta el Gobcr-
. que mira
l Ley XXU
la Recopila:
:1 de que Q
entienda en
en contrario
pasado por
arque en la

mde de n ue- Mandamos -establecía- que en toda Ju juntal


prcsentc pciones que hicieran cualesquier cofradfM y belraumdlídlll
y bie- elegir Mayordomo y demás oficiales, asista
deo, acompañado del Notario, y que • eUja IIIIYOirdalllllt'Y
bas·
y la
dales según las constituciones que tuvieren y que
a hacer antes de entrar a elecciones, poi' el Notuto, pua que
que pueden y deben hacer.
de her·
den tro En cada un año se han de hacer dic:bas jUDtal y • . .
buen DOmbrar Mayordomo. Y siendo COilftllleDte y en evldlale
dad de las cofradías, podrán elelir el Mayordomo qae
por otro ailo no más, estando caafOIIII&!IIa mayor parte
y no en otra manera. Y rnandalaoa que las dlcbas ellallaa•
juntas que se celebraren, se halpD COD amor ele pez. - --·-
caridad, sin mover ruidos ni IIMiar palabru
Y pareciendo a la hermandad flllll'du• a aJauao, o ........ .
ella, por ser de naturales inquietos, 1 que tmbeD la pa
demás, nos den cuenta de ello COD Dl*trO Vic:aio,
proveamos el rem\."dio comcnieate. Toa los ab •
cuenta a los Mayordomos que IIC8baroo ele .-lo,
sean nue\'amentc reelectos para el .....,.., ato; J ..-·- .--
mos nuestra comisión a Jos vicario~, a C8da aDO e
a la jurisdicción. Y cobren y hagao cobrar, pCII' la .U.po~dclifll
derecho cualesquier cantidades ele dloerO, que por
cofradías se hiciere alcance a 101 Ma)01'4om01. n.-.iiii.W!alilll
reservamos, a Nos y a los Visitador'el que aod••~·
ta y aprobaci6n de dichas cueatu. MIIDdlaa•
que dieren los mayordomos de Ju ~ 1 Jllil'llll·ll!ll-rfll

chos Mayordomos los gasto~ qlle por ~ 1r


faDa hubieren hecho de los b. . _ • t
::::::=
ante cualesquier jueces nuestra~~, DD • ... puf ...... - - •

lo mandado y establecido por lla o:==~~~~~~=~


lfte a ellas, dcbcu dist ribuii'Ml IIIIIIMOt (t
dichac; oofr:1días. Permitimos y damos licencia para que l<>s M
)Ordomos y Diputados de las cofradías y hermandades que en~
Semana Santa sacaren procesión pública por las calles, que PU:.
dan pedir, y pidan, un día de Semana Santa , por toda la ciudad
lirnoslao;, para ayudar del gasto de cera y demás costos que h~
ccn en ella. Y así mismo, Jue,·es Santo, a las puerta5 ue las
Iglesias, donde están erigidas y fundadas; Y entre aiio, en el día
que !\os a cada uno señalaremos y nuestros \ icarios señalaren
en su Distrito y jurisdicción. Nmgún Mayordomo de cofradías.
ni otra persona, a cuyo cargo estuviere el celebrar fiestas , 01 •
vas, u otras, en cualquier manera, pueda, de su propia autondad,
convidar, ni señalar predicadores, para predicar en dichas fiestas
en esta ciudad de Caracas sin que primero preceda licencia nues-
tra, o de nuestro Provisor y en las demás de Obispado, la dl' los
Vicarios o Curas, por su ausencia.•

En todas las ciudades de alguDa importancia existían cofradía~.


Se regían por las disposiciones generales señaladas y por sus pro-
pios reglamentos, en los cuales se ac:ogfan las circunstancias cspc·
ciales de la ciudad, de la iglesia o la condición de quienes la
constituyesen. En las ciudades principales existían varias. A prin·
cipios del siglo XIX estaban establecidas en Caracas las de Santa
Rosalía y Santísimo Sacramento, que funcionaban en la iglesia de
Santa RosaHa; Santo Sepulcro, en la Catedral; Nuestra Señora
de Guia y S. Juan en la iglesia de S. Mauricio; Nuestra Señora de
los Dolores y S. Juan Evangelista en Altagracia; Nuc::.tr:l Señora
de la Candelaria en Caodelaria; el Santísimo Sacramento y Santi·
sima Trinidad en la iglesia de S. Pablo; la Divina Pastora y S. Ju·
das Tadeo en la Pastora. y la de Nuestra Señora de los Remedios
en la iglesia de la Trinidad. Durante el siglo XVIII habían llegado
a ser más numeroaas.
Recordaremos aquf al¡t•us caracteristicas de la cofradm de
S. Juan Bautista, pues estuvo constituida por escla\'OS y negro'
libres Taris. Fue full4acla en 1611 y funcionaba en la iglc,ia de
S. Mauricio. Se CGIIIpC.!Gfa de dos clases de chermanos•: trihuta·
rios Y recUmJdoa. Lo. primeros pagaban ocho reales por l'l asknto
Y cuatro cada ale, • junio y noviembre. Los otros, redimido,,
pagabell u.aa IOJa. va liete pesos cuatro reales y la cot 1'4Hh.l ~,·
obUpba a ~ atad4 y a realizar diversos oficios rdigioso' .!1
1U muerte, * O(llaliO a uompa6ar solemnemente el l'lltkll'l 1 l·l
Nll..-ato ...,,..., ......,,, ..UtencJa ea caso de l·nfcrnwd.ld
1111 la ~ a.• 15 le atatufa: •Se ordena que cu.llld<l hu·
1 que 1 M.::..
-esqe ~ 1
es Que p e-
da la ctuda
tos Que ha:
_:nas de las
no, en el dta
os sena rcn
je cofradtas
tiesta, ,.01¡
ia autondad
lichas fiesta~
icencia nues-
do, la de los

lAMINA 7.- Descendiente de africanos tocador de «m.u·imha», ins-


trumento musical de ongcn .1lric~'no <'OOsl'nado en 1.1 rc¡;ii>n tk
Bl Guapo, l!stado Mir;111da
Jaermano enf~~o de peligro. si fuere pobre. _ . ob&-
a as1shrle de noche y para ello se le ~
cite dos hermanos o hermanas que le asistan C8da
les suplica y ruega no se excusen de ejercitar obra ta
¡t~Dtcta reglamentación a que eran sometidas las cofradfu
toda actividad que no fuese religiosa. No parece que
intervenido nunca para lograr aminoramiento de pe-
de los esclavos o siquiera traspaso de
a otros. Las cofradías quedaban tácitamente bajo la
de otras leyes más generales que las Constituciones
cuales se regía su funcionamiento.
eeo los esclavos escapaban a los cumbes, se volvfan cima-
o estaban prestos a alzamientos y asonadas. Sólo en oca-
ele violencia funcionaban los lazos de solidaridad que la
social por sf creaba, pero eran obstaculizados por toda
y reglamentos o encauzados en forma inofensiva J
ilil:lc:lldo,ra, como en las cofradías.
ahora a ver otro de los aspectos de la vida de relación
esclavos: sus matrimonios.

1, 412.
1941; l, 426. 1 f lkl
Dueatro trabajo cLas cofradlas nepu Y e O ore•.
IIUeltro traba jo • Las cofradlas neiP"lls y el folklore•. f
DUeltro trabajo • Las cofradías ne¡ras Y el folklore•, PI~ re.:
lot libros del Archivo Nacional donde hemos enc:ontra o
• • • • de las cofradlas de Caracas.
CAPiTULO XI

LOS MATRIMONIOS DE ESCLAVOS

Para el siglo XVII había quedado establecido que los amos de-
bflll dar toda clase de facilidades a los esclavos que descaran
ClllfSO. En esto, como en tantos renglones que aparentemente so-
Jac:loDaban las Leyes de Indias o las Reales Cédulas, o las Prag-
m6dcas, mucha distancia había de lo teórico a lo real; de la dispo-
ski6D emitida en España a la realidad cumplida en América. De lo
mo a lo pintado, de la letra muerta a la ejecución real y verda-
clen, Iba una tremenda distancia de sufrimiento, de dolor, de
esfae:rzo muchas veces inútil, realizado por los esclavos que tra-
lllla de acogerse al espíritu de la ley que se suponía vigente y
...,._te~ Ya el propio obispo don Diego de Baños y Sotomayor,
ea • •Constituciones Sinodales», redactadas en 1687, denuncia-
ba las transgresiones, que se verificaban contra las disposiciones
de la Corona, e incitaban a los párrocos a velar por la recta apli-
'*'dD de cuanto concernía al matrimonio de esclavos. En el ca-
..., •Del matrimonio de esclavos e indios» establecía:

Porque nos tiene enseñado la experiencia que muchas \'Cces


b casamientos que se hacen entre los escla,·os Y aun entre
iDdios encomendados, suele intcr\'enir violencia por parte. de
amos, obligándoles n casar contra su \'Oiuntad, Y otras tm-
••••Jes el que lo hagan, por causa de asegurarlos, Y a los
encomenderos v mayordomos, por el n:cdo de que
al servicio y :; las indias porque se mudan n °1~~:"
ftl,.CIODel&, de donde r csultnn muchos danos Y oh:nsa; a ~a . ~­
Majestad ocnsion'mdolos a vivir c:n mal estado. 'r ast nll'>·
IIIUcbos ' esclavos • los m altrataban con P''.· 5 '<' 11 1' ·s•• h·tst·l
• · '
que

. . 1 1 t
de rigor y Opr tnlldCJS de lll::t lu •"'lo Jos ohltg:an n qm:

227
.e casen, 0 a casarse con quien los amos quieren, COnf
~ con Jo dispuesto por el Santo Concilio de Trcnt or.
Lim-se mandamos que los dichos amos, mayordomos 0 Y
~.. ' . 1 • • enco.
nderos y demás personas que v1o entaren e •mpidiercn la
me
lun tad de los contrayentes, en la conformidad referida. incu Vl).
lpso faeto en pena de excomum"ón mayor, v1tae. sententiae. y!Tan
or.
denamos a nuestros curas, que llegando a su noticia que
105
tales esclavos o indios se quieren casar, siendo voluntad de
3m.
bos. los amonesten y casen, y SI• 1os amos, encomenderos 0 rna.
yordomos lo embarazasen, nos den cuenta o al Vicario del Par.
tido, paro que proceda con censuras y otras pen:ts, hasta que s
consiga y los dichos curas lo cumplan y ejecuten, pena de cua~
tro pesos de a ocho. Y si después de casados los castigaren por
haberlo hecho, los declaramos por incursos en dichas penas y
mandamos a nuestros vicarios les hagan causa...•

..__lr-·llljUIIIIIel Obispo Baftos y Sotomayor sobre


xvm. A pesar de que en 1761 se
'!'IIIDIIItltu:d<DII Sinodales»», bajo el severo
don Dteeo Antonio Dfaz Madroñero, tam-
,==~=
~
del siglo XVIII se oponían los dueños
de c!stos, con la misma contumacia que
••J•• CODduddo a imponer las más graves penas
-..--&o~~.. t!lpecllllll&es de la Sección • Disensos y Matri·
!lj~líiJb~IOIIJiel'al de la Nación, comprueban, además,
de esclavo por las enemistades y
lildltfaD muchas veces entre los propietario~.
........ ea ti cual se comprueba precisamente un
•'-~•-·•" de 1199 la esclava Maria Polonia se dirige
·l'P~I*:á General en los siguientes términos:

.J"411C11na de loa hencleros del seftor don Fr:m-


-~:aaM~d a a pla de V. S. de por amor de
,.,.,._, que me flnorezcan en el dc>am·
8ltoy fualttva del poder de mis :uno~.
du- papel de veota teniendo como ll'D·
r••:•drlo CG1DCt Jo aPoDIO en el nwrnori~l
CUil 'Pftlllllto al aeftor Slndko Pn~l-u·
.w..userme el dicho sl'nor
l'fl-'t~lif.lt:•llr ·lillcllo mJ ama con d Sl'tÍOI
• I;:I..,J."'CIIDa Tomú Sanabria; 6·
~~~~-·· para que no nll' dt'·
0• ] Hasta ahora me habla tenido .
COrt!or. mandar a la h acienda para .en la CIUdad y ahora
Trento y
humano... Me hallo s'in del"~shga~mc donde no halle
OS, e.nc:o.
que m e hiciese dar pa"";eo Yd s lo, sf, me presenté
"eD la '\"Q. · ·
incurnn de pnstones, amenazada... ~d s e .venta • por hnb
• erme
necesario como rcz~ • e cas~•go Y fnlta de todo
ae. y or. • .u e 1 memonal qu
paro yo b uscar que comer. e acompaño, y
que los
d de am.
o" o ma. de venta» a que alude la esclava s. rcfi 1
que se encontraban los amos previo ~·ct lcrcn . d~
3
del Par.
.a que se u sus ~davos. cuando éstos' no cstnban
• amcrrt JU t·
con ormcs
1 de cua. ~0~\'tCnc recordar, también, que, como se
aren por ~xt stl a ~n d~rocurador de pobres, encargado
IIQ)()!illl¡;¡o,n,
penas y a os ese avos e m •os que no podían pagar. Rcsultn
la esclava con fesase hallarse fugitiva. Esto es posible
la fecha, 17~~· cuando todo ocurría. Ya para fin~s del
la Revolucw n. ~rancesa, el caso de Santo Domingo y
habían a h vtado un poco la antigua condición de
A pesar de CM>, véase cómo se les trataba en el cxpe-
Marfa Polonia remitía al Procurador de pobres:

·--·· .. de los herederos del Sr. don Francisco de Tovar, Ar·


que fue de esta catedral... en súplica a Ud. me dé mi
de venta porque me hallo acosada del poco alimento que
dan mis amos, que es medio cuartico de casabe y caldo dia·
sin más carne ni cosa que me ayude a mantener, ni tiempo
puar un medio real que me pudiera servir para alimen-
A eso se agrega el maltrato de mi persona, que me da
a buscar otro amo, pues bien lo manifiesta mi flaquc7.a Y
lúnchados de estar en el cepo, pues habiéndome valido del
para que me h iciese dar papel de venta, me entregó a mis
( ... ] Yo n esa casa me vendí por mi marido, y por el ser-
al Sr. Arcediano [ ... ] Yo no quiero servir a los herederos.
el dinero que se nos avalúe, pueden comprar oti·os esclavos
111 quieran servi r ...
después, el 16 de agosto de 1799, la cscla\'a insi,tl'
. . .ae de Primera Elección y declara:
. h · 11 lu••itha lll' I.L cas.t
Ud. expongo que hace d.as .me ¡· ·' o ·., oy ¡npd p;u.t • .
~l)o
aDlOS pOr<(UC habiendo pc d 1(1O ICl'lll'l• • ' 11. 1
' •¡ t' •) lJIIl ll'llgll Jl• •
otro amo, m e lu han ul'gado. 1: 1110 IH ·
~ es que quiero casarme con José Ramón, CScla\o
•taama R--"-
mJ UINIU'"
de la 1\.fadriz y en el• poder de
• de los amos que ten,
110 be de poder efectuar e1 matnmumo ...
10
El 22 de agosto de 1799 rcsp.ondc la. duc.~a d e lu escla\n a un
requerimiento del Alcalde de Pnmcra Elcc<.:•on :

En una cosa tan corriente y obvia no hay ne<.:csidau de pie


to [ ... ) Conforme a la Real Cédula del tratamiento de los c~e,;.
vos, no es prt•ciso enagcnarlos para ~uc se casen, si los amos
1o1 mantienen dentro de una m•sma c1udad o pueblo, o cuando
Ju haciendas de su residencia están inmediatas, pl'rrnitiendo
W!lcamente cuando viven tan retirados, que no puedan nw r·tal.
mente cohabitar. Yo no me opongo al matrimonio dl• Marín Po.
lonia y me allano además a comprar al citado José Ra rnón por
a. 111 evaláo, li sus dueftos quie ren venderlo, aunque
~~a·¡ea ata capital y puede verificarse el matdmonto sin
....clda de oinaamo. Para efectuarlo no es nccc:.ariu que
tic.~ fuera de mi casa, de donde se ausentó desde

,......lóD
juaio, sin saber su paradero. Se presenta ahora con
de casamiento.

•1111111:1110 el sereno alegato al Alcalde, quien ordenó,


María Polonia volviese a casa de s u ama, re-
que perdonase la fuga y permitiese a la cscla·
DICeS8rias diligencias para el matrimonio.
del expediente es la licencia q ue en 2 de scp-
CGIICede don Manuel Morón a su e:.clavo José
Cle presente en el tribunal o t ribunales donde

•"•*
!111!1••
pncdcar las diligencias que conduzca n n \ Cri·
que pretente contraer con María Polonia [ ... ]•.
ecude José Ramón al Alcalde de Primera Elec·
IUa amos están dispuestos a comprar a ¡\lana
IIIDI» DO han permitido salir de las diligencias
~~•JIIIIItklllle la venta a los amos d e él. • por h:•llar·
a Dú siempre fuera dr. r,la
en Puerto Cabello, en
que estando uqu• ll'l11:0
iftldeDtoe Pllllii:O mi vida ( ... ] ».

lliiiii5~~~ •para
La rcspuc,ta
conon·r la'
l' '
jurfdlca, y un.a l'O·
6n, cscla\o de Gobernador y Capitán General
se le ha hu'd • en 1a cual declara
amos que ten- fue ta ~-~ dos veces, por conseJo de Morón
- m len ama de .\tarla Polonia como lo
el dueno. actual
. . de .José
·. Ramó n. 0 uc u' pesar de
esclav-a a un . d es
. d e pnnc1p10s
.. _de Jumo ha.,ta
- • el 15 d e Jll
. 1'10, no
nmgun c?sllgo. Respecto de las '>alid.'ls alega: •lla·
alguna dificultad en esto, ya temerosa de que se me
:sidad de plei. ya recelosa de tr~to ilícito con su pretendiente y vu
1 de los esda. que no es ella s~no el varón quien debe diligenci~1 r
, si los amos " Añade la duen~ que. 1~ esclava •dese<• pretexto
blo, o cuando la calle, faltando a nu serviCIO, y para comunicarse tor·
, permitiendo Jos hombres, como sin duda haría en los tiempos de
tedan marital- ocultaciones». Ai\adc que, además, cuando la esclava se
de Maria Po- Auditor no habló de matrimonio, pues lo que desea es
Ramón por de su antiguo amo, Morón, quien, con su mujer, le

sacado a mi pretendida de esta cuidad y entregándosela


José Antonio Hernández, con un par de grillos y orden de
1e los pusiese y procurase desvelarla, lo que si no pudiese
tratase desde lueco de comprarla el mismo Hcrnándcz
soliditare amo en el P~rtido de Petare, donde cst:í aposen·
[ ... ) fue conducida en el silencio de la noche a la estancia
dicho Hcrn.-'mdez tiene en el sitio de Manches. ,\\11 se halla
compañia de otra mujer, viviendo casi del todo desnuda,
hombres, a la vista de los criados y peones, c;-¡puesta a
lilftjld¡¡Mtlan;e y corromperse, porque para todo b~inda proporcio-
soledad y el estar habitando en una ca~tlla que apenas
dos c:uarticos o piezas, de los cuales en u~~ ~-m:rmc Polo-
' en el otros los hombres. sin puertas de dl\'t<~on ..

el ama de la esclava como su prctcndicntl' tr~ta~n~.¡~~


1
al tribunal señalado el aspecto s~'ual d~ ~ .. 1
mientras el ama la acusaba. el nO\'IO la de ''{~~~~· .a
de María Polonia contestó, el 2-1 dl' l'ncn> lk~ ' ·
. . . \ ·uJlll'lÍOj ~U~ o,--..ullt'
de su Jct1 n l:1s n•pcwl:ls tug.l~ qut ( ·t ., 10 Jl.ll'll ,,,Jir
• . nJtJ-- to son pt< l
.. ] El matrunon1o V 11 • ' 1 . • . . 011 Jos tuuubn·'
faltar a servido Y :111dar ''11 llll!l'-'Z•~' l
231
.a apecUente otra comunicación de José Ram6n quic
111 .Jepto, y el 8 de febrero es citado don José 1Ícrn~
qu1eD rinde infonnaci~n. Dice que le dieron la cscla\~
~~1DDIIlell".. presa en la hac1enda, pero oye a vece~ misa en
-'""'"" sólo con miedo de que se cprofuguc• le perrniten
_.11...... Aftade que se encuentra de continuo con otras com.
y posee cdos mudas de ropa, una que llevó de su casa y
-"" .,,._ le ha hecho el declarante». Acusa a Morón de incitar a la
y cuenta haber recibido su visita en la finca que Hcrnán.
Bello posee a orillas del Anauco. Morón le suplicó adquirics~
eeclava y luego se la vendiese.
No se explica en ninguna parte cuál era el especial intcré5 de
llorón en tener de nuevo bajo su jurisdicción a su antigua c._;,cla·
... pero en vista de su insistencia, la dueiia de María Polonia, doña
illll'prita de TOYar, pide que Morón le entregue su escritura de
poteaión de los esclavos Maria Polonia, su marido Tadco y ~u hija.
Seaam esto, a)guDa Irregularidad babia existido en la situación de
la etclaft en lo relativo a los tftulos de posesión. Se ve que, adc-
.-. de haber tenido marido, existía una hija, a pesar de lo cual
lá:llatfa m casarse con José Ramón.
So ordenó a Mor6o que presentase al tn'bunal las escrituras y
a:at~Mtó ballane en la imposibilidad de hacerlo, puc.-; se cncon-
tnlla eavuelto m UD litigio con don Felipe de la Madriz. Según
"''plb, babfa sido due6o de esos esclavos, quienes pasaron a¡»
... clel Arcecli•no. pues se babfan fugado en 1794, en Puerto Ca-
';iliJ~=~- Huizi, los vendió sin su
• ...,arte sus derecho~ sob~
I!IJIJIIN'.IIIl!M•IIda en una finca n don
la legalidad d~ la
-~---~· ODteiDlCIO por lluizi u:t
de 35 aitos; M .II'IJ

llr;!:r.IPos» los nlcgal<l' 0'.


esclavos de su pcl·
que se t ransm it~ a
c::ulo3, vh;~do edtlbir el recibo del pago de alcabalas
. su'\-cn todas las efeetuarst' la venta de Tadeo, Maria P~~e ~ebia ha~er
-e Rp:ll"acjón de ve en el proceso ~e trata d na Y la mña.
' · · e un caso de petición de
'1.3 está QUieta y para .un m:atnmomo en el cual.no parecen mtervenir en
~ o azotes, ru de ~e~~umicntos de los esclavos, smo intereses de 1 • '
te descubre la situación irregular en que •a· vecesuspose am¡os.
an
a 1os ese1avos -v e Ómo se veían
. euvuclt<JS en sut1·¡ es
é Ramón, quien a la post re. re.d undaban
. en •unico pcrJ·u·1c10 d e esos t
·n José Hcrnán. it.unanc>s convcrt1t1os en simples btenes mueble:..
eron la e.~clava caso. que vale la pena conocer encontrarnos una cir.
\eces misa en parecida. Vamos a resumirlo. Domin~o Jos6, esclavo de
le» le permiten Vlrriel en el_ p~e?l o de Marasma (Capaya), desea con·
con otras com. , a pnnc1p10s de 1802, con Paula, esclava en una
de su casa y llllliMlda de don Pedro Ma nuel Martínez de Porras, en la feligre-
de incitar a la dc Ma_n~p.oral. Pero }a esclava estaba embargada,
que H ernán. de un h ttg10 de Martme;¡; de Porra~ con el presbi·
1
adqui riese ~isco Lázaro I..a n daeta. Virriel se muestra pronto a com·
. . . . esclava, ,en b cnefici? de Do.~ingo José y para. qu~ éste
. . . . casarse. Con tal mot1vo se dmge a la Real Aud1enc1a, en
. . . . de una solución, p ues cel embargo y tal va la hipoteca a
... estará afec ta impide el contrato sin autoridad del tribunal y
_.dmlento del acreedor... •. El presbítero Landaeta, quien ha·
W -.ndado a Ma rt íncz de Porras, se mostró dbpuesto a rc:ci·
fllliDI 300 pesos que Virriel ofrecía por la esclava, pero l\brtínet
• farras interpuso u n alegato a~egurando que el valor de la es·
- le correspo n día. El tribunal expresó:
6 detiene el m atrimonio con moth·o de la cuestión suscitada
el expresado d on Pedro y el Pbro. Landaeta, sobre el dcsti·
debe darse al dinero.• Mientras se llega a una solución de
embargo, consideró el tribunal que las diferencia~ de los
llllllltea nada deb ían influir sobre el matrimonio y aceptó Jos tres·
de Virriel, depositándolos en la perso~a u; don -~~i;
Sanz. Después de algún papeleo, la Aud1cnc1a d,·~1d1o
......._. a Martínez de Porras los 300 pesos, pues los ncc<'~ltaha
pago u rgente. N'aturalmente, Landaetn. protestó. Se :~l'<J­
Iitigantes u diversos recursos y ape_lac1~ncs, Y 1;~ ~~~dll'n·
'·~llalmcmte, el 24 d e mayo de 1802, conhrn~o _su dc~1,1on .a•~·
definitivamente y condenó en costas a V•rnd. quten d< b!.l
44 pesos a Mnrt fnc1. de Porn1s, por 17-J p,•so~. V ~~ pn•,h•·
.
qlll<' n hubo <k pagar
298 como p <'Jlltl'rll'l'l
. •
dt' ¡,"
' . d .· ·1 N·¡•l·¡ \ "lhl'I"OII J;¡.. pi ()•
alegatos qm• h ahJa mtro uuuo · '• • , •
de los conden rulos. F l dinero hubo tk im~n:~ar cahnlm~nt<
,1\3
UCIII de la Audiencia. Del matrimonio nada se ailadró .
• -:,.,... que los esclavos contrajeron nupcias bajo la pat ) t
~....... de vlrriel, quien tan humano se mostró, y el dis~tna.l
~--- Landaeta, quien
. . . ~~~J- d
habría podido compr-ar a su ,~ usto
. ~~ una
.-cJava con Jo que hubo e pag~r en costas. .
Bn ocasiones, no sólo recurnan _los amos <~ drv~r-sos subtcrfu.
Jios para que Jos esclavos no co~tr~J~Sen m_atrrmonro, como con
clerarlos envueltos en procesos JUdrcrales, srno secues traban y cas.
dpban, como se desprende d~ las órdenes que el ~bispo de Cara.
c:as transmitía en 1795 a los parroc~s. Despu;:s de ~rt.ar algunas drs.
posiciones de su antecesor, Monsenor Martt, cscnbr¡¡:

Los repetidos clamores y quejas que me han dac.lo acerca de


Jos continuos amancebamientos en que se hallan sumergidos lo~
lliliiiiW~: dc al¡u.Da$ bacieodas. a causa de que su~ amos, prctex-
·ff41111i._ pntatas [.tic] • deniepn a darles sus licencias
ífi.IM 'flwll a aj4IIIOI repartimleDtos, aunque éstos sean inme-
1 )IIIIICiata blloer Wla maridable y sin perjuicios en los m.
0;.1••• ....
~--
•- .a
a.pecdtCIII clueftos; y lo que es peor, los maltratan
ID de que le retn.lpn de tan santos fines ... orde-
........ a c:asuta.ll DO reau1tare impedimento ...
envfa un papcl, diciendo que d
t..WMif!nrlec:taa y que ~ 1 •• 1 no puc e compare
d d d . :u liJa a de,.,obedccc y no $e da cuenta
loial•iloíli a e v1v1r con su marido, caso de contrnl'r ma-
se trata de un el'clavo. El Teniente de J ...
· el pap~l rcc'b'd usttCI.t, mtl'n·
SI " . 1 t o es genuino, ordena no se saque al
rso, ~ubterfu. Chacao, pue'> corren nottcías sobre qu•· s d -.
'6 h· 1 "d'd . v • u ucn,t, para
J, como cons1• la um n. ·• t cet. 1 o em·tarlo a .\1amporul 0 a Capa .1
straban y cas. ~rfa Tcrc~n Av1la, ~nte la prohibición de enviar al J~~lavo
Jkpo de Cara. .111jiriDII" mtroducc un c~cnto en el cual explica su opo,.,tción por·
rr alguna ... dis. Clei>IIS''""uad de una persona libre y otra esclava es noto-
la mayo•· que puede haber». Recuerda cómo Jcgalrnentc
tienen dcr~cho o oponerse a los matrimonios de c'clavo~
1 ~ que
•iíaine
ésto~ stcmpre son perjudiciales cuando aquéll<l'i han
con hb1 es, pues como los esclavos nada poseen, hurladn .
. . . . alega, es peor cuondo la mujer es libre, pues «si los rn¡tridos
• tli asisten competentemente, por necesidad se proo;tituvcn, de
. . . . . que de un ca,amiento de esclavo con persona lib.re, son
__.. consecuencias la embriaguez, la holgazanena, el hurto, 11
pnllltución y el adulterio ...... Para concluir su documento escribe
llt~taesada: cPor último, mi esclavo Juan Isidoro contrajo impc-
. . .10 de públicn honestidad pnra el matrimonio con la referida
..... por haber celebrado anteriormente esponsales con María
.._.... Avila, hermnna de ésta.• En la Audiencia. el doctor Jos~
...._.. Díaz propuso se aceptasen los alegatos de la señora Avila,
, _ . _ esci&\'OS •sin la voluntad de sus amos no pueden mantener
ll.alllipción de su estado ni dar la debida educación a su familia•.
fll clictamen fue aceptado. Concluye el expediente con_una apela·
cMI de Felipa de J esús, la cual se acepta para ser tramllada.
:f11DC111'81mc1s cuál sería la nue,·a sentencia, pero nada de raro ten·
se hubiese confirmado la primera. pues exbtía manifiesta
IIII..ICia a creer que los matrimonios de escla,·os con libres pro-
todos los mnlc~ que la señora Adla mencionaba. ,\si lo dc-
llll.tna otros expedientes de la mi~ma época, como el del c~clavo
Estcvcs . . .
se dirigen la Real Audiencia en solicitud <k ltccnct.l ~.ar~
matrimonio con la morena libre Mclchora Ocho;l, en '~~~·
1

. 1 1 . ·o ncce''lt·io Doi\a ~1;uta


ama se mega a dar e e pcrmcs ·" · .•
••a.·P.¡n.,,v,.c: dcclam que según real orden. l·uan.do el amo 1.H~
*'
;t
('b · • · ((t(II ICn' 'IUtOJlt;\lll·l·
.. casar u u eschvo con per--o na t • ~ • 1 • •
la libertad. El riscal ordena compan·n·a :\kk hola _Y t•s~a.1t~
.. t'l
t 1 Valle dondt• uhrma hn b et· l 1.1 • < t1<> 'SJ)Ollsalcs
·
u>ll.•d•• t:~ •
1
r.•
atllmc:es 'lntcn;icnc don Fernando Kt')' Mullo/., l'Ullll'lll.tll l
2J~
de Carn~s. quien declara tiene arrendada la hacienda de la s ñ
Estc\·cs, donde reside el esclavo a cuyo matrimonio se opone e ora
• Pues,
c~Umdo ligado al aprovechamiento de sus jornales, se me
SIOnarfa un perjuicio irreparable, si matrimoniado con una
jer libre, subsistiese bajo dicho arrendamiento, pues 01
:a·
se;·
fácil el detenerlo en la hacienda, por la distracción que ocas- a
narfa la inclínación a su mujer e hijos, ni los frutos y dcrn~
artfculos de aquélla tendrían alguna segurid~d, . supuesto que C:.
tarían C"<pucstos al hurto, que es muy VCI"05lmll haga quien irn.
posibilitado por su misma condición de adquirir para la S\Jhs¡s-
tcncia de su familia, se le viene a la mano medios d<.: socorrer
aunque injustos e inicuos... '

En virtud de tal representación se negó por la Audiencia la li·


cencia al esclavo: •As11o orcl-.roa W. sellores Presidente, Rcgc0 •
te y Oidores y rubricaroa.•
No veían alpmos fndfpn. . a Jos eeclavos con mejores ojos que
los amos, según se desprellde ckt-OII'o disenso, cuyo expediente co-
mienza con la autorizld6a que eD S. Sebuti4n concede José Igna.
cio Gamarra, el 13 de eaero de 17.89, a su esclavo Miguel para con·
traer matrimonio coo Mlcaela Mileno Ya don Pedro Milano, copar·
tidpe en la posesi6a del --.o, babfa ciado su aven imiento. Pero
negó el suyo la maciJe ele la moa. De tal modo, la pieza siguiente
del expediente ea del propio e.:Jno, Mipel Anton io Cisncros, el
cual expone:

&clno ,.. -a••he del .._. cloa Pedro Gamarra y de don


Joe6 lll*lo Oeeen:a [...)coa t111pn10 c:onsentimiento de dichos
mis . _ , ...._. 11 Ollillllido de esponuJes con Micacla Milano,
bija ...,.._ . . JedMo Mu.ao y de RoaUa Castro, para cuyo
CODtra&o ...,... - ........ w¡ael, como • quien en prim.:r Jugar
le ...... ~..

IDI(*I~tl····--~- .la opoilld6G ele la madre de la novia Y


·• IIIUiV ele la c:a)lftaación de zamba, pue~ el
p ¡!JIIIIIIlta. Pero 8f¡W Yiene una airada int~r·
..:1•1111 declaPa J.clnto Milano, su muJ.:r
II'IIICJI1!&CIIa 1 "Uf'nddada para oponcr:;c, puc'
11r. consentimien to p;uu 131
lll.!tulll'lt.•••·tl8r castigado scvc.rnnH.' 1~1~'
-~-IIF J•IIIIIDII, con violencia saco a
da de Ll sea
se o ora
pone, Puc.-s,
t.ks, se rne "-
Jo ~·
con una mu.
. pues ni serb
6n que OC:tsio.
frutos y dernás
:.tpaesto que es-
haga quien irn.
para la subsis.
os de SOCorrer,

Otro sf, digo que a más de las causales que tengo npuestas
la mayor y más considerable es que el citado Miguel Ci~ncros
• reo de muchos crímenes: el primero, que padece la nota de
ladrón famoso, resistido a la justicia y último, es escalador de
drceles, como lo acreditan dos sumarios ...

!'fllpllts de aquella violenta declaración del indigcn;~ padre de


la Real Audiencia declaró sin lugar la prctcnstón del es·
mandó que la moza fuese trasladada a su ca~a. f'm~_:mtdt:
Remlgio Ochoa, Procurador de Pobres, _apelo ~tsn~tos d~
pero llevado de su natural impulstvo Y \'loknl<>, JW·
la casa de lt1 novia, hirió en una mano a 1:1 mudr.~· Y .arrar!·
a una de las dos mujeres, <Jlll' no ~JIIl't!a bte•: td.cn.~t·
el expedicntc, Hn vista de ello, se conlu:mo l,t ~' 11 '~'!'.~' 1
ae ordenó por 1.1 Real i\udic!1cia al T..:' 11 ~~·te d~¡:;:~,~~~r:~
!1.!'10&1tLiln, procediese n la dctcnctón de ( tsmtos, •
211
qu e ha resistido a la justicia y ha escalado las cárcclc
moso Y
Aparece frecuentemente en 1. os d".~~en sos. que lo . a5pirnntcs •a

coatra er nupcias pidan


. una .cahficac10n
E socml,
. semeJante n cotno
ve en el expediente antcnor. n ocas10nc!i 1as sentencias fa
:Cían a Jos intercsad_os; en otras, resultaban calificado., en un \ :
51
tus que no les com·en1a. Un caso rc~uelto favorable_mentc y en COrto
plazo fue el de José A':lselmo Urbma, za~1bo, qu1en _contrajo ma.
trimonio con Maria Feh~~· mulata.. escla\a del_ prcs_bltero donAn.
tolin Pérez.. Este. conccd1? c_l pe~m1so de matr~mon~o pre~tamcnte
a la moza y Urbma logro sm dificultad la cahficac1ón de «zambo
libre•. En cambio, en 1781, en Coro se juzgó en contra de un mulato
de nombre José Ubaldo, así: don Francisco Miguel de Cubas, vcci.
no de J\toruy, en Paraguaná, compareció ante la Real Audicnc¡a en
Coro y declaró que aquel mulato deseaba contraer matrimonio con
la esclava del ponente, llamada María Candelaria. El disenso uc
Cubas se basaba en que el padre del mulato no había dado su con.
sentimiento, pero, adem~ís, en su status social, pues, segün cxponla,
ces descendiente de la propia esclavitud, tenido y reputado púbhca.
mente por tal•. Como no había servido en la milicia, no podía
aspirar a que se le eximiese de tal condición.
El tribunal acogió, sin más, la petición de Cubas y ordeno la
cancelación de los esponsales contraídos y la suspensión de cual·
quier trámite matrimonial.
En ocasiones los amos concedían toda clase de garantías a cscJa.
vos o esclavas que deseaban contraer matrimonio con personas
libres, pero seguramente, y a juzgar por los expedientes examina·
dos, eso era la excepción. En 1801 encontramos muy fa\'orccida n
María Gerónima Ibarra, a quien su ama concedió unn amplia carta
de liberación, para que contrajese matrimonio con Jos.: Antomo
Barrios, vecino de Caracas. El documento decía:

En la ciudad de Caracas a 17 de enero de 1798, Matea lb.lrr.l


dijo: Que por cuanto María Gerónima su t•sclava e hiJa n:11urnl
de Mana Josefa, también su esclava, aquélla dt• edad 26 uño' ··
conmovia la otor¡ante por los particularCl> :o&:rvicios y el m.t&fl:l·

:n===~:::!: -
- · ·· - dempre le ha servido y asistido a ,u, en·
IIIUJitO. y aeaoc:Jos, iateresándost' l"tlllill
J e Cl0Diiderad6n a que desde que n.tdv la
atecUeDdo a que ahora trata de c:onl ra,·r
~ ct. la comparecientt', dl''d''
l• ••.- la da por Ubre y horra de csd.l\ 1111.1
. . ocao tal trate y contrate, tllll 1 1 11 ~ '
o las c.lrcc parezca en juicio, otorgue escritura, testamentos cod'
los a Pll'an'; • finalmente haga cuanto una persona lib • • Y_ ..
·mc-J'ant e a ._es • ..-.idulmh,re, pueda y debe ha re ~ no SUJeta a
0 . . h b' cer, usando de su hbertad como
5e!ltenaas f¡:¡~ naCJmJen1o u •era logrado haber ·d . .
c:ados en un dado el precio justo de su valor... nac• o (Sic] hbrc
'lle t sr,..
n e y en cono
en contrajo llla- concluir la pre sen tación
. . de estas muestra<, d.e d"ISCnso,, cxa.
$bltero don An- un caso por d emas cunoso y que mue~tra hast ·
::t:o pre'tamente •=-.¡¡~ilejlakliOS . s oc"alc
• s. m· fl uyen_ aun· sobre aquello<;
· quea los que!>Ufpunto
ren.
:;z6n de •zambo cJrcunstanctas
• relattvas a la inferioridad •oc· , 1a 1 e1e• 1os
m de un mulato lllllllldlluciJS se esgnmen po r estos cuando a sus intereses, dentro del
1

de Cubas, \CCJ· peral de lo ace_Pta~o socialmente, pueden ser favon1ble\.


al Audiencia en ~o.s el cxtraordmano matrimonio de María Basilia Sequc-
.-;flrda hbre de_Caracas, con el esclavo Pedro Rafael Fons~:ca
QJilhn:ra ~1 c~pcdtente con la pe~ición de la interesada para que la
~ tmptda que don Antomo de Alcober, Teniente de Justicia
.. Valeocia, se lleve a España a su esclavo Pedro Rafael Fon~cc:~.
Jlla había pedido se le vendiese a otro amo o se le permitiese libe-
.... pagando la cantidad necesaria. El propietario había rehus;~­
loJio había traslada do a La Guaira. donde esperaba un navío para
1111 al viejo continente. María Basilia ofrece junto con el docu·
111110 los trescientos pesos que eran usualmente el valor máximo
• • esclavo.
lamediatamente ordenó la Audiencia el traslado del esclavo dcs-
dtiA Guaira y proveyó lo necesario para que se le participa~e al
'lllllea1e de Justicia que debía nombrar cper::.ona con poder ba'>tan-
• 4JU8 siga este juicio y reciba la citada cantidad y otorgue su
*
-.pGndiente carta d e liber tad•. Ordena la Real Audiencia a Ma·
Builia realice e l depó!.ito de los trescientos pesol> ofrecido~.
liD ella asegura no poseer más que cincuenta en efectivo y pant
. . .Jetar la cantidad entrega las escrituras y avalüo::. de una casa
... posee. Se a cepta esta especie de hipoteca y notilicado Alcobcr
• J.a Guaira, entrega sin dificultades el e~clavo y nombra pa;n
represente y reciba el valor correspo_ndicnte, a don rranets·
-~~~-- Al llegar aquí el lector del expedtentc e~pera un_a pr~n!n
'1!1'!!1111111111, pues como !.e ve, la Real Audiencia habta a.n :cthdo l~tctl·
las peticiones de la interesada y como hahta rc$pald.tdo
documentos d e pOSl'sión de un inmucbll• ~~~ pnlm,•sa de
faltnba , npa,·en tcmcntc, !.in o r,lpidos t 1.mutl'~ p;1ra ,·o.n·
una p;ull', el pago dd apot1crat1o ll 1 • Al•'(llll'l'
'
" JIOI (11 111
·.-·. 1 . " .:
boda. Mas Mana Basilí.1 s,·qucm ~1,1 una ~.11 ' ~"'~ n' 1
Introdujo e n la Audicnría 1111 l'sl'llto soqHt mknt<.:. l.l
2W
libre deseoSa de casarse, adjunta la partida de bautismo d
perdllllafad, quien había nacid~ en 1741. Como el juicio corría~
~ccmtaba, pues. cincuenta anos.. Además de eso, cuenta MaJia
~ su futuro esposo está «habitualmente enfermo y con d
QDebra',csw-as, que éstas le impiden el ejercicio per.sonal y por co~
tilizan•. Este esclavo, pues, de cmcuenta años y
~!1~:-!:'~!DO vaJe, según ella sostiene, trescientos pesos. La
ili benevolente con la parda libre, ordena un reco.
'1 el cirujano don José de Zúñiga certifica: •He cncon.
berDJas intestinales completas, con que vulganncnte Ha.
qaebnduras, la cual enfermedad hace a los hom bres inútiles
trabejar y cargar pesos fuertes y están expuestas sus vidas...•
su parte, el Ucenciado José Cabrera, Profesor de Medicina y
lll1cUco de la Casa de Misericordia, requerido por la Audiencia,
lflade: cSegún los dolores que siente en los huesos y ardor en la
orina, es indubitable padece de gálico o mal venéreo, originado de
uaa purgación que tuvo anteriormente y se ha suspendido ...•
El apoderado de Alcober, Omérez, naturalmente protestó. Para
~ no contaba el esclavo sino 35 años y todo era trampa de María
BasiUa, cpara con esto ver si logra un ínfimo avalúo, no conforme
a las habilidades que se hallan en el mulato, como son el de coet·
aero y barbero y fiel a su servicio•. El dictamen de los facultativos
fue, sin embargo, decisivo. La Real Audiencia ordena que en virtud
del diagnóstico del cirujano y del médico, se proceda al a\'alúo de
Pedro Rafael. Don Francisco Antonio I.aury, encargado de ello, pru·
dentemente no expresa •cuanto se pueda gastar en la curación de
las enfennedades de que dicen adolece el esclavo•, y lo tasa en
ciocuenta pesos. Es lo que paga María Basilia. Recoge las escritu·
na de su inmueble sin gravamen y queda con casa libre y esposo
Wtic:o Y herniado pero sabio en habilidades de barbería y cocina.
Y tal vez en alguna otra que María Basilia sabía apreciar.
El examen de los expedientes de matrimonio de esclavos no5
easela uaa parte de las tensiones sociales de la colonia. No sólo se
opcefan los amos a los matrimonios, sino que a éstos salían al p:~so
etraa opoafciones: la de quienes consideraban su significación so-
cial superior a las de los simples esclavos; la de quienes pensab:w
llaber
-·'-'vitud •IC'«Nfjdo en la escala de castas·, la de quienes. aun en la
b' 1
- • querfan que sus hijos libres mejorasen. Vernos tam ,,n
cdmo los valora sociales se aceptaban aun por algunos de los qu~·
~~-~i!lli:IY'IielldcM~ ClOil su vigencia, lo cual es fenómeno cnt,..
~ií~;ii;._IOCiedad;;ea donde los principios gcncr:tJ,•s
1111 de loa sectores dirlgentes. Pero mu,·ho'
~e. ~autiszn0 d ICIGDilDilD contra el sistema y lo desconoclan, ya lanzán.
JWCJo 00....,_ e
. .... en o ya organizando movimientos como el de
>. cuenta Mar¡a caso citado hemos visto cómo algunos indlgenas
rmo Y con dos a los esclavos, a pesar de que en muchos aspectos
.:>nal y por con. condición. Esto vino a ser más común en el si-
lC"Uenta años v tanto indios como negros hablan andado más uni-
!Dto.s pesos. Lá lll~'\c:J.u<> impuesto de las castas. Volvieron a estarlo
1rdena un rl'co- ~IJI'IlDl:c el proceso de la lndependencía.2
:a: •He encon.
ulgarml'nte na.
>mbres inútiles
as sus vidas ...•
de Medicina y
la Audiencia,
y ardor en la
ori6inado de
.~ ................. »
Para
d e María
conforme
el de cocí·
facultativos
que en virtud
al avalúo de
de ello, pro·
curac1ón de
y lo tasa_ en
las escntu·
re y esposo
y cocma.

. 1 · . Gcn<·t-ul
J Sotomayor: 1761. d la sección del Are'" 0 lid~
tD el fn dlce gcnct al los tom.os nfos• . d e donde hemos rcsun
dtulada • Disensos Y Matnmo '
comentados.
241
e \Pfn•Lo xn
LOS CASTIGOS

,¡r!lamo podrín hablar~c de castigos a quienes sufrían el peor ¡ .


de haber perd ido su l~bcrtad? Sin cmbnrgo, como no t~~
sólo de mantener reduc1do al esclavo, sino d.: hacerlo pro·
para ctms~·rvarlo era preciso impedir por todos los medios
ciillllriiÑ~r intento de fu ga, desde los comienzos del siglo X\J se esta·
las m:h crueles penas. Al referirse al tema, es preciso
•urerade:r sus raíces. No se trata aquí de piedad o crueldad pcr·
Se trota de un r..:gimen inicuo de producción cuya vida se
si no se logro un cabal funcionamiento, basado en la igno-
explotacíón del hombre por el hombre, no en las condiciO·

••erte UJiiJu,,u••n••:. de nuestra época, sino en las de un sistema que


los sere:. humanos en cosas y los trata como fieras m·
Muchos autores han asegurado, por una parte, que
fue benévola en el trato a los africanos y sus desccndu:ntcs
que en Venezuela hubo especial bondad por parte de
•cla.vi!aas. La simple comparación del régimen español con
otro es yn escarnio para la memoria de lo'> millones de
sacrificados durante la Colonia, pues re•;ulta absurdo Clt·
al régimen esclavista porque haya sido más o menos cruel,
posible justificar la tortura, la prh·ación de la libertad y la
porque se produzcan por medios más o menos sádicos o
La esclavitud no puede ser objeto de excusas y los cas·
no pueden en nuestra época ~er discul~a~o'> por
. Menos para explicar la esenCia. de u!l rcgm1cn en
envileció, no sólo a quienes lo padec1an, smo a qmcnc~

como ejemplo de q uienes en Venezuela han sostenido


de una esclavitud bien llevadera. un párrafo del doctor
:•lilillllila --e.crlbe al referirse a disposlcíoncs general
..,....!mente, donde nunca se apeló ni al a7ote d~
a Ja cruel c:arimba, sel'ial candente de uso en Olras
que • man:aba, como si fueran n:scs, a los cscl.lVos
fJIMDOcaSO. si se bufan. Esas leyes y órdenes [las uc P.~
• oblervaron con laudable solicitud y esmero .•
: entre qutcn
recient es
es, I>ero 1 donde
d los castigos
bcd. . eran má s scYeros y la Ycng:mu
a eso tcncta del esclavo terr"bl
llegado a d"IS. ver cómo sin proponérselo rcf~ta a ~r e~e~tc cruel ...•.
o de crudeza ocarrfa verdaderamente en v . 1 e) re) ele conocer
ulcncs la • . enezue a, a pesar de tantos
pll"ll q ' paz de la Colonia. alcan1.aba bicnavcn
a los esclavos, quedaremos en es pera d e que algún•
iot;tes generales
mues t re a su vez cuá) fue la verdadera vid· d 1
m al azote licl Sur.2 a e os ese1a·
~ uso en otras
n los escL'I\"Os . ~revc~en~e ~uanto ocurría en las Antilla:;. Dia7. So·
1es [las de Es: bistonar a . ese avJtu de los negros en Puerto Rico, nus
tero ... e Otro casi tgo frec uentemente aplicado a hombr.
1b · e~ y mu·
~~1A1ras f uee _oca abaJ O.~ Don Calletano Co\l y Toste fue
de ese. ttpo de castigo en la hacienda 1~"1 Vega, ue la
de Arcctbo. En aquella ocastón

esclavos est aban atando a una pobre negra sollountc a


cuatro estacas en el suelo [ ... ) Amarrada la infeli.l boca abaJO
• el batey, el .capataz hizo vibrar en el aírc su látigo, d cuul
~ con la r.1b1za en la espalda üc la víctima. E~t:l l:uuó un gri·
to estridente [ .•. ) Seis veces descend1ó el focte sobre el cuerpo
de la esclnvn. Terminado el sacrificio, una negro~ ,·ieja [ ..] se
8Ce1"CÓ ll la víc tima y le lavó las heridas con aguas avinagradas,
c:arpdas de sal, que llevaba en una higüera. Aquel unge era para
mtar el tétanos y no perder la pieza. Terminada la operaCión,
dal esclavos \igorosos cargaron a la desfallecida africana [ .. J
81 cuartel hospital.

iDquirir sobre los motivos de tal castigo, el capataz infom1ó


mujer cestá en cinta y le ha dado por robarse el ba·
almacén y comérselo crudo•. La primera \'CZ que cometió
fue castigada a l cepo por espacio de d?~ días y el mayor:al
aplicarle la p ena de grillete y mono, s1 tncurrla en el m1s·
la tercera va. En caso como éste en que la delinc~entc
en es tado d e embarazo, se hacía un huyo en la ucrra
Val· el \'Ícntrc de la mujer y evitar que se penJicra la lutum
.En el ocasiones en qu e el foete partía la ca.rnc, ~e ~plu:a~a ~s:.
de Ala· y sal o una llll'l.cla de melao y cen1za usaüa pot lo.
·u 'l ·u - durante l1s la·
cicatrii'ar golpes y hcn as rec1 >l '" •
tos de su·
cepo, vira·
d el esclavo como e n Vencl.ucla l'SC acto d.: •11 otar a los l''davos
1
. • -. • •ha (UilS\.'1 \il•
' · •
en otros paf· •mcncat• el guarapo•, exp¡cswn que s~
245
~'ldllliiil• t!n uaa argolla o aro de hierro con un llerno que
.__....._MIUIII' una cadena a alguna pared y al mono. Jl te
trozo de madera como de t res arrobas que q5
pillete por medio de una cadena. El esclavo ~~
y ¡riUete, tenía que cargar aquel matll'R) a tOdos
que Iba hasta tanto se diera cumplim iento al C<~st g _
10
-~td<)Se expresión de cu anto 1os ducnos
• le contaron.
por el Prop¡0
-escribe-
• 1 . no .puede· incurr'r 1 en pena de rcprcn-

n un perno que a 1 .se :1\0


[ ) castigo,
> • , nen eru~ron
que oca•io .• de sangre
• al mono. l::ste pcoqm:r_,,a :·· l ~ra mantener lo, derechos del esclavo
:......,,.rl" a las vrolcnCias del amo hav al 1 d
roba>. que que- p d .• a o <1e cada (,o-
El C''<cla,·o ~s. un rocura or de pobr~s, quien atiende a toda, las
=dero a todos para hacer JUSticra a los cscla,·os que la
.:nto al ca~tJgo.
tos históricos no permiten hacerse las mismas ilu ·
De~n s. Pcn~cmos, además, cómo actuana ucntro de un
esclaVISta el Procur~dor de pobres, dcseo'o de gwnjcar'c
volunt~d de los senores y de obtener prebenda'>, dádivas
St no bastase para refutarlo la cita anterior de Hum·
~lllaOlllDlOS otra de este mismo viajero. «Un habitante de Cai·
a propósito de las regiones del Orinoco-, el se-
sido condenado hacía poco tiempo a cuatro año~ de
a cien piastras [sic.] de multa, por haber, en un arrebnto
atado por las p1ernas a una mujer negra a la cola de su
haberla arrastr.1do a galope por la sabana hasta que ella
dolor.• Según el propio Humboldt, para la época en que
'-l!llll!;il:>, muchos opinaban por un recrudecimiento ue la se·
esclavos, a causa de los sucesos de Santo Domingo,
veí:m un espejo muy cercano de cuanto podía ocu·

las consideraciones generales, aunque la' hemos ilus·


casos venezolanos, y remontémonos al siglo X\1, para re-
cómo ya era inhumano castigo no sólo el someter a cscla·
los negros, sino el modo como se efectuaba el tra~la~u n
cómo se les llevaba aquí de puerto en puerto. Los mdl·
sufrido igual suerte y los relatos acerca del trato. en
de los barcos eran semejantes para todo~ l~s. esclaws,
negros. De aquello habla escrito Las Casas, n:hru!ndose a
oriental de Venezuela:
.,_ a 1 acn nado de indios.
,... esta avet iguada verdad, que nunc . h q r• no c.:hcn a 1.1 nl.lt
,.
robados v snltt·ados, como he d te o, uc
' ·t • 1 d..:ntro um 1<" que
la 1ercia parle de los. .que . . meLa ~~
causa e~. •porque. ,mnu
.
tcmtarlos en sus trel ras. . · nrás
Ir MI lin es nwtll'~tcr mucha gente par.t s,~,.u •
más . e:;c lavo~. Y no llc\'llll o.:omida nr agua. ~rno po~o.
247
negros. Ya hemos visto cómo
...na.oa en su probanza de mé-ritos d. h b u n portu·
pescar. Miremos de cer~ la fa~n~ P~ cr1.enscfiallo
lldi t ó F B 1 • ..rn •1 cual en
~ r • my ~t~ omc c ont(¡ la \'ida llc los indi·
e pe[1as e~ u agua: dcblan t rabajn1· desde 13
-·n••rc•"' e ~1, en p cnnanentc Ia.bo¡· de armncar l<.~s
senta o en una barca, rec1bi,\ las p,·rla~ Y los
11do una • prc~tam.entc a buceo, apenas asomah;m i.1 c:1•
nbran a •a1re. Conuan pescado
• y cazabc
' y por 1~··
'"'"' 110\..-¡\CS,
do cas1 hb~ementc, dcb1 ~n contentarse con el l'l'po, dond,•
.:-o. Pero m1edo .a las hu1das. «Muchas veccs -lamcnt.tha
zambullensc a 1~ mar a su pesquería o l'jl'll tdo
y nunca tornan a sahr, porque los tiburones y ¡n;IITII·
dos especies de bestias marinas cruth:lí~itHas que sc
"""'t'r"' entero, los comen y matan ·"a
de los pescadores de perlas se volvían de color cla·
de lobos marinos•, y las heridas se convertían ccn
salitre.. .. . Rn es a tarea fueron rccmph11.atlo~ Jo<; intlí·
negros. En 1591 s e dictaron diversa~ di-;posiciunes
que huyesen, pues, más rebeldes que los indígenas,
trataban d e escapar en las canoa~. El Rey dispuso
de ellas, donde cabían doce hombres, fuese siem·
armado. Los negros pereclan ahogados como antes
Jos dueños desdeñaban el atemlerlos u recoger Jos
fue motivo de una Cédula Real, en el afio citatlo,
sino porque el descuido con los cadavcres en·
de nuevos esclavos, es decir. rcprescnt~ba un
lll!ltll~nl'\m'ico para los dueños y por ende para el hsco, .el
recoger el q uinto de las perlas. Tnl cédula dt~·
Por cuanto por pane de la Com •
la mlli'C:l al ruc- en Frnnci:l. n cu\ o cargo , p:uüa Real de Guinea,
· ' c'ta el asiento d 1 in
and~nt~. llamado esclavo~ negros en la' India< ' e a tro-
lZODJ ' JO mar.:ar no se pued .
· ~emtroducid
en descubrir lo s negro~ me ha hechoJ 1
rcla-
d
J.ZO. Ha~ta de tal MIIID4~ntc en perJuicio d el referido . , ' ' rnu U·
-ctam~nte con el los dueño~ dl'llo' de que se 1esas•~nt?· por el reccl<> que
ca,\lgará scvc. • 1
netana~ . El 3 de de llc,•arlos a marcar a la contad . 'amente a
de mi Real Hacienda . 'un.•, <·on as•~tcncm <le
· . . , ' quenendo mas padecer el ri·
dcnuncmtlos , de q_~c resulta perder mi Real Hacienda
sa bla (Cubagua) derechos y la compama lo que pudiera u 1·¡· .
1 u,,rsc v que u.
!sclavo, u n IOOlin se propuso ~l lado de Cartagena se marcari;~ñ veinte
-sona que tiene el y ést_e lo comumcó con mis ministros, por si ~e po<ha dar
aun de que no expedtente, no se h abta permttido, suplicándome fuese ~r­
hagáis poner mandar que todos los negros que los factore' dcscubrill-
cntrado con fraude, pasen a la contaduría en la mhma
que los que la compañia introduce sin que los oliciaks
Real Hacienda _puedan obligar a pagar derecho alguno,
pretexto , SI no es lo que voluntariamente quhicren
factores por vía de agasajo, ni los dueño' incurron en
por h aberse delatado, en el término que publicastn
para la m anifestación ( ..] he tenido por bien pcr·
como por la presente permito, la publicación de bandos
puertos de mis Indias y demás partes dellas, para que
del término q ue prefiriesen los [actores de la dicha in-
~oclt¡cc:ió~ de esclavos negros que están a cargo de la dicha
ÍII!Dpaflía real de Guinea, se manifiesten los negros mtroduc1dM,
género o persona, y quiero que ejccutandolo \'O-
no íncurran en pena alguna y puedan m:trt:llrse los
en esta forma como se marcan lo' de legl·
roducción, pagando los derechos que tocan a mi Re:1l

los indígenas lo cual se ve que el carimbar no era


. , ·
cucs~ión
de pi7ddad
e no podta ser omtll o
d e resistir- smo grave a su nto econom•co qu · ccomen· d a b a ' 1m
ca rgamentos perjuicio al fisco. Notemos que aqut se r cJ lo cu·•l
xvn y nada comp<mer a los n egros de mala entrada. acerca
os que e
los negro' h u•·
'.
leer aprendido .v~rias cosas; Ahora vem · 1 libcrtacl, , 1no por
Ma)or don compostc•ones, no solo por buscar a
d e la Com- bo.u . . ' 1 s rimero' tiemPO' del
General de Tri· concluyó ese proccdt mtcnto en °
P btcnchs en nu<'''
fech ada el 2 pues autores vl·nczol:mos n iegan sus ex · '
251
ocasiones el que entre los negrOs C!Ue
. . . . _ qae han enfermado en 1~ nav
. . m delembarc:o se hallan no sólo ~
. _ CIID pocas esperanzas de vida, y q~
dlllo ea que est4n, no es regular que satis.
de •tnlda. como si estuviesen enteramente
. . • este caso deberán constar lo~ negros que
dMe ea lu diligencias que se practiquen para
fiU8 se les exijan los derechos con propc>rct6n
de sanidad que tuvieren en aquel cntoll-
o algunos de los enfermos estu-
• •,tlbiOIIItluaentte no pueda mardr1clc, se
fM¡.íMJI:ta la cllllpncla para ejecutarlo d~pu~s.
t:••,;• ·• ClCIIIIela ea esto algWl fraude, se toma-
. .-.18•1M JII"'CMMCCoaea que parecieren bastantes
• ncl.amario por decomiso y pagarán
._.que hubiere lugar, si en el caso
1dlllll. .l* Oc al lo cledica al trabajo, o enagcn.,
lDleadeote A'--•
U.UO<¡ General y Ad . •
In de que en todas mm•straciones de Ca
. Partes co ra~-as
que se requiere y la con nste lo rderldo con
de tanta consecuencia... que se debe proceder en

d e carimbo
el • significab
1os negros a nada men os que la base
y el mcdi
o más cficat par.¡ su
marcas de plata duraron ha
el Rey prohibió marcar a 1 sta el 4 de noviembre
b úsqueda de métodos uos esclavos. m temor de
persuasivas en lo p~s~b¡:,r~~~~~~i~a~ ~ ~e~m
0
1
a anular el carimbo. El Intendente Se ndgor
íllcaciion,es
. a los puc r t os d e1 ·mterior, en enero de
aavc1785
ra
env1asen todas las marcas que hasta entonces ~~
Ea las Ordenanzas de Nueva Cádiz, de 1537, encont rarn
primeros castigos que se reglamentaron para los negros en~ lot
zuela; tno.
Se ordena y mand~ que cualquier OL"gro que se at1 arc
viere fuera de la scrv•dumbre de sus amos, a,¡ en es ta isla0 ~111-
en la de Margarita o en los otro' ténnínos y jurisd 1cttón dcol1l<l
. persona que a cargo 1o tu\'lcre
de cua1c¡u1cr . .
t•cmpo de <he e11dfas
3o

que le sean dados cien azotes, v si estuviere tiempo de z'C' •


dlas, que k sea desgobernado el pie derecho, v si e•tuv1ere :
renta ~lías yt-ndosc a tierra de infieles, que muera por dio,
cuatquJ<'J' m·gro que ~e tomase a brazos y aliare mano par0
dar a a lg1.in cristiano, le sean dados cien azotes y le corten :
mano dcrccha ... Js 1

Intervino el Rey, a travá de una adula, p a ra poner fin


de c:utrar a los esclavos fu¡itivos. Decla a sí:
far a1at0 DOS 1011101 ~ que eo la provincia de Tie-
• llll'llle. llllmada CasdUa de 0.0, bay hecha ordenanza usada
r ......... pua qae b JIIIIIW que se alzaren les corten los
llllwilllíw ......... y qae la w -.Ido c:ort4rselos a algunos y
_ . , dlllo, lo 111M de _. Cilla IIIIIJ' clelbooesta y de mal ejrnr
J1o. • ..... CICI'a. ............... [ ...] probibimos y deknclcmos
. . . . . . . . . . y de w¡af • ........, ea maoera alguna no se
.._.. la dldla JIIIÍá de CIIIIW b dlcbos miembros genital~ .
Qlll abeoluto desdén por aquell3
Pe de Bogotá resolvió sobrt
. ~ncont rarno de ~usticia, le capen 1 .] Se
; negros en \~ los ctudad de Santa Fe\' dpn:gonc Püblicamc:nte m
<'nc.
desta Rcal Aud 1c:ncaa P. se en Prov•uoncs p:¡rn todo
, cumphr y ejecutar... ara que las Ju•ticlas lo ha¡;an
e se alza~c o <'stu.
e~ esta. IS)a COil)o
unsdtcctón dclla
·~po de dic1 día:
ttcmpo de V<.>int~
• st estu\·icrc cua.
auera por l'llo, 0
Izare mano Para
es Y le corten la

para poner fin


así:

de Tic- se probare que algún negro o loro echó mano a las armas
usada español, aunque no hiera con ellas, por 1:~ pnmcra \tz
cien azotes y clave la m:~no, y por la segunda se la
y si no fuere defendiéndose y habiendo cch:~do pnmero
a la espada el español.

XX del título VI del mismo libro, se prohibió que des-


o de cla\'ar la mano. ~e lle,·ascn Jo, presos a la
que tuderan que purgar otras faltas. Pero no era
,.;....,.,,,¡;¡,. sino para que pudiesen reponer~c los hendos de
continuase :su explotación. Así se revela con la recomen-
la Ley XV del titulo \'lll del libro VII, en la cual se

Audiencias, Alcaldes del Cnmen, Gobernadores. Co-


y Alcaldes .Mayores, moderan las pen3' en que lncu·
jugadores y otros delincuentes Y por c,ta causa no se
·n~ y porque no les
los delitos y excesos como com~c " uc
el arbitrio en ellas, sino su ejecución, manJamos q .
. 1, .• · v ordenanzas con
moderen y guarden y ejecuten 1as c~cs •
a derecho, que es nuestra voluntad.'7
merados [uc el de a7o·
m ás común, además de los enul L ' XXI del titulo V
I*:Ue Jncia agravado pot· otros. En a ey
255
JIIWIDda de Tierra Firme
.._..._ .__.___ )
han sucedido

muchas IIIU(:.
'1 _......, •..........,. por os negros CJnurrone:; fiiQd
• lol thminos y arcabucos. Y para r<'mediarlo
4IIMI el uegro o negra ausente del servicio de su amo
m:¿
dfal, Je sean dados en el rollo cincuenta a,_otes y que :
alado desde la ejecución hasta que se ponga el sol; v si
tuwtere mú de ocho dlas fuera de la ciudad un:¡ lcsua, le ·S(';J"-
dadol den azotes, puc~ta una calza de hierro al pie, con un
ramal, que todo pese doce libras y descubicrtarn.:ntc la tr:u~
por tiempo de dos meses y no se la quite, pena de dosc cntrJ\
JZOW por la primera vez y por la segunda otros do\dcnto~ ~
37
1

... y DO se quite la calza en cuatro meses y si su amo se la


quitare, Incurra en pena de cincuenta pesos [ ... ] Si andu\'iescn
auteDtes del servicio de sus amos más de seis meses con los
nepos ahados, o cometido otros deUtos graves, ~ean ahon:ados
huta que mueran naturalmente.....

,.:!ti
"-1¡¡¡¡ !E;.; . ;
~:,.no a ali\1ar el
en sl~~t~:~:
mataduras de las

J;a;~;;~~~~~~~=~=:~
' desde que el 4 de
Curiepe, al
• agtlsto de l 574

do
~~~~-
:medi3rio
de su a mo
m:::¿
LZ~ y C'Ua.
·:a el soi·QUe .~te
U J ' y SI CS.
al~· le sean
Pe, con un
=c::te la t -
u de ·~"a
. .doscie:~tos
' doscientos azo.
su amo se la
S! and:J\"'ese¡¡
meses con los
aborc:~dos

son los p· tronos ele lo< Jcscendicntcs de :~fn


eyar.tVenTres
zu 1.1 en 0 < c-idcn'<', $.111 ll<:lito, en tus Est.•dos
U\ San AFJ tomo, ~ t•n • s cosl.l< or cnt.lli's, S ,lll Ju,lll
aqul dos lunlb<>J l.'S dL n•• rlovcn•o ('11 un Oll'JliQUC• pr't'pa
d lt Nod1<' Buc n.1 dt• <;,111 Joo,m en ( uncpc.
era posible someter a los esclavos a cárceles, pero esto
cuando bufan, pues de lo contrario los amos los po-
a los castigos ya conocidos. Como la mayor parte de
particulannente en los !>iglos X\'I y XVII, eran de
paredes, si no cxisúa una rigurosa vigilancia: podían
rotas. Esto producía constantemente r;solucwne<> de
y de otras autoridades. En el Ayuntamtcnto de Cara·
lo siguiente el 15 de junio de 1624:
Cabildo, propuso el señor Gobernador don Ju~n de
que por petición de don García de Loaysa, nlguactl ma;
dudad en la cual hace relación del estado en ~uc esta
póblica' desta ciudad y así mismo habiéndola \'tsto, por
ojos su merced y quest:i tan fácil de quebrantar qu~
u ~o veces 1~ han quebrantado, de modo quclcu~.'1
. della Jo hace con ·•e• '
o negro que se quiera sa ltr . . h c:\rccl
confiriese cómo y de quti se hana la dtc a ~ •
pasible sea ·
de modo que quede firme cuan10
257
En esta cl.rcel de mi cargo se halla preso un negro
dkle la" esclavo y estar huido y haber vendido en e\la j Qtlt 1t
Cilda - burros que por el precio en que los vend:ó se \ ~
coaodJDiento que no pueden ser sino hurtados, porque pud e;
aJer •tos diez a doce presos, los vendió en cuatro, ti que
eec:aJ6 la cárcel el mes próximo pasado, llevándose co. :':1)
par de grillos con que estaba... n el

IUiiaJied:lr las huidas, algunos funcionarios celosos hnst.a COn¡.


peculio instnunentos para las prisiones: c:n 27
~~==~ 1793, desde Siquisique, Manuel Santelit. part tl-
1 General: eMe fue forzoso costear de mi propio bo~
pesos, para mandar construir tres pare~ de gn...;os
11-~4:.1-11'1 dos pares de esposas, de la mejor fortaleza . ..z. '
el aJclo XVJU, UDa cán::el de corrección. !\oticla sobre
-;:::=~-: carta de L6pez de Quintana al Gobernador,
r.il de 17M:
- - . . . la ._. Aud.,..... acompafto a V. S. te u.
.. ~ d 1 f t par ella IICei'C& de los alimentos que r.e
'¡Jiij...illll• a 101 ets'hW que • bailan en la cl.rcel de como
• w *tad • alju de sus amos, con apre
1=~~:-::::~~,·~-=-:~,-=~~-=par
1lleDes
ramaequivalente a loquead:'.;
de dicha alimentadón
::es agrD\-ados D
:anuel de T · esde
crreros al
buques negreros. En scptie b
gobierno en La Guaira av·~ r;: de d1cho ailo, c1 <:o-
peligro consiguiente de 'qu:sh e mal estado de \arias
consultado, atribuyó a la f 1~ycsen los lx1t.ales. Don
"eSO un negro de solidez y el Intendente Saa~e~ de buen~s dnucntos
dido en esta . q~c se ros de la Real Hacienda d ra re~lvio asc.~orursc
los vendió se J ~I1Sdic. las cajas reales habían cost:a~ <?uaira. Según alir·
' 1no en
dos , porque PUdi casa, en reciprocidad a la C0 sie~pre lo, dc\pcr·
'"D cuat
~ ro, el quecndo
lll -IW~a. quien había cedido al era ¡ 0 ompanfa de Filipina~.
levándose con s1go· <'le albañil, pidió 280 pesos por lo: rca\ los alquil<;res. Con·
""""u"' y así alistaban para bue~r~eegrí~~~c?¡nS~J?do~ por
aoJ~rn~cnto
::U.:Iiá,·••"'it'ar·fan los africanos en su mortal viaJ·e a lea p1 ovmc1a de
celos?~ hasta com.
pns1oncs: en 27 era la benevolencia de los gobernadores q cd . .
Santeliz partici. relieve en la siguiente noticia: • u a una \Ct.
de mi propio boJ.
pares de grillos Bl Marqués de _la Torre, Gobernador que fue de Caracas [ .. 1
~i~·===~i~ sentencia [ ... ] en 29 de junio de 1n1 [ ... ] por Jo cual
•• ,.24 '

Noticia sobre ~; al zambo reo Pe.dro J osé Hipó~ito a doscientos azotes y


al Gobernador, diez aftas en los trabaJOS de las fortificaciones del castillo de
Juan de Ulúa [en Veracruz, México] a ración y sin sueldo [ .. ]
ejecutó dándole por las calles públicas [ ...] por manos de
los doscientos azotes [ ...] El Fiscal es de parecer que
apruebe dicha sentencia, sin embargo de la benignidad de ella.
de mano de 1780...27

era la vida de los esclavos, idealizada por historiadores que


llecbo sino prolongar hasta nuestros días Jos criterios de Jos
coloniales. Junto a sus yersiones idílicas, los propios
conservado hasta nuestros días vivo recuerdo de la
antepasados esclavos. En Curiepe hemos n•cogido la
de cómo en los ingenios se castigaba a los negros obli·
a permanecer muchas horas dentro de una estrecha cáma·
cual debían estar de pie, pues sus dimcnsion~s no J?~r·
cosa, instalada junto a las calderas. No parcela s~fic1en·
encierro, el impedimento de reposo. Se somella a un
debilitamiento por el calor excesivo, a lo~ pobres co.nd~·
me informaron, aseguraban haber VI~to tal recmto.
poco desaparecidos. .
del castigo se encuentran en el folclor de c~c. m1sn~o
D&tural de él, Fernando Madriz Galindo, ha escnto " t.tl

259
El 25 de junio era una fecha muy ¡>articul:tnnente
pan Jos nearos esclavos de los rcp:ntímlentos de Barlov:a
tolamente porque en ese dfll terminaba su dcscanw y su al 0• n,
antes de entregarse a sus diarias y recias tare-as, sino ~
tambim para esa fecha -la del encierro de s . Juan- PPorq-Jc
ban ellos sus planes, con ansia de libc:r:•c•ón. Esto. empcro'tp;¡r¡.
pre fracasaba y descubiertos sus autores, eran sal\ajemen;e&Jc:::,
tados y metidos en cepos. donde modan. En l'l Ya guar.tbó, S ~~
entraba Igualmente el Cambullón., correspondiente t, mbié ~
EnciciTo dtl S. Juan. El Cambullón era l" pat te thmde1 se rr al
sentaba la dureza de los amos blancos en los rcparti111i~ntas. P~
prcscntábasc: en el Cambullón el caso del negro escla\'o a qu,c¡¡
el ~>~Jtot· comendador le quita su comp:uicra y cuanuo aqud k
reclama airado, el comendador manda que lo encepen d~ cabcla
y le pongan una soga al cuello, mientras al son de los tambore
se les obliga a cantar: 1

Cambullón,
ya lo ves,
cómo matan a un hombre
por su mujer.

...............,.,....
Cambul16ft. Cambul16n,
si no. te~ lliMa

Ja de Jos \'OCCI OS d<


dukura de éstos, Y la
loa recuerdos de ~u '
COD la auténtit·a ""
.nk:ulartn~te s
ntos de Bar-Io\·~lll
desca!lSO y su to, llQ
lS h---
.... """"• sr.no llleg>< •
.....
de S. Ju:m- Porque
n Esto • empero Ptepar¡.
.
!'lall ·-• • • Slr-
"'"\:lJement •..,.
el Yaguarabó se lllo.
" · iu;t:
pon d -~te tamb'é :¡
1 n ~~
parte d oode se
os repan·1 . rcprc.
Ullcntos. R.c. cuas: 1953. 11.
:legro escla,·o a q UICQ
. de Encinas: 1946; III, 389.
ra y cuando aquél k d.: Cubagua: 1961; 11, 15.
lo encepen de cab~1;¡ lrdiiiiiDZ~lS . de Nuc\'a Cádi> de 1537. Publicada' l'll e l llolclín d~ lJ
ll•storl.l, n.• 160. Archivo General de la NacJoll. Svtc•on ll•
son de los tamborc,
Nac. Sección Intendencia de Ejercito y Real Hacienda,
Sección Intendencia de Ejército y Real Jl.lcirnda,
de Bartol_omé de Santillán•. Copias de Documentos dd
. Na! Hl,h., Caracas tomo X.
de 1'\uc,·a Cádiz '• Bol. de la Acad, Nal. de la liiWJria,
de Encinas: 1946; IV, 387; •Acuerdos de la Audiencia del
Granada•, 19~8; 11, 319.
l<;(llrdiiD&DZ2lS de Villegas en 1552. Publicada~ en • Fuero Indígena \'ene-
evitar el contag¡o d" la huida, reiteradamente el Con'eJO de In·
autoridades regionales o locales prohibieron que entrasen n<-gros
a los pueblos indios. \'éanse las Ordenanza~ de M~rida, publica·
Indígena Venezolano•.
1935, 69.
Gral. Nac. Sección Gobernac1ón v Capitanía General, I..XXX 102.
y
Gral. Nac. Sección Gobernación Capitanía General, XL\'lll. 69.
del Cabildo di' Caracas•. V, 317.
Gral. Nac. Sección Gobernación y Capitanía General, XX,XIX, 258.
Gral. Nac. Sección Gobernación y Capitanf~ General; X. 50.
Gral. Nac. Sección Gobernación y Cap1ta~•a General, LIX, 272
Gral. Nac. Sección Intendencia de E¡érCltO Y Real Hacienda,

de los voceros de
de éstos, Y la
erdos de sus
la auténtica wr·

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