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Vida de los
esclavos negros
en Venezuela
Prefacio de
ROGER BASTIDE
Carta-Prólogo de
JULIO LE RIVEREND
1984
CARTA A MANERA DE PROLOGO
7
uruz in~
hacia l(
sería u
disfra
por gravedad y sin basta
r'ilii!Dfllltlifa...( conexiones de al exp
y el f'fturo, que al mánd
7 dignafrca la concien. No
Jllfillfii:PI 4 ltz historia. A ello
qus la excluyen 0 la
Meadas, pero la pros-
C(IIflpte y sus epígonos. tora
de lo
fo.r platos rotos. Y a no
nacido hace
IIIBilmD. esclavista por de-
saludo a quien
vas.
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una ininteligible excurswn del autor --obligada para el leotor-
lzacia lo que fue y sin retorno posible. Porque, además, el retorno
sería wz despertar de incomprensión raiga!. Por eso, no necesitas
disfrazarte de amo o de esclavo para sentir lo que fue aquello:
basta cou aprehender que la explotación como sistema corrompe
al explotador y lo convoca a desaparecer, y forma al explotado, lla-
mdudolo a crearse wza nueva vida.
No es, por cierto, de las vetas menores de estas páginas esa
permane12te presencia de las transculturaciones que, si prejuicia-
das, no fueron menos reales y necesarias, y prefiguran la sociedad
actual, más dueña de sí en la medida que va de la mano conduc-
tora de quienes le conocen la cuna. Por donde se ve que esta vida
de los negros esclavos en Venezuela no es un compartimiento es-
tanco: desde ella entramos al mundo caribeño y circuncaribe11o,
sus prístinas similaridades y su vocación de síntesis. Esta América
Latina, mestiza y propia, ha de saber que la dignidad le viene de
todas las etnias despojadas de la podre de antaño y proyectadas en
haz hacia el futuro. Así está en tu obra.
Bien vistas, estas ideas, aquí apiñadas y sumarias no son mte-
vas. Sería injusto callar que ellas volaban como germen en nues-
tras conversaciones, durante los días reafirmadores de El Colegio
de México y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Lo
hemos de recordar siempre como una juventud decisoria que per-
dura sin quebranto. Allí, y a trancos, íbamos de uno a otro cabo
de las edades como vamos hoy, cada cual con lo suyo, soltando
cargas innecesarias o, aún más, indeseables, y acopiando lo nuevo,
porque sólo vivíamos -se vive- hacia el futuro.
¿Cómo decirte esto y muclw más, sin caer en un prologueo no
previsto? Termino. Dejo tu obra en mano de los lectores a las cua-
les nosotros, confabulados, hemos exigido estacionarse, impacien-
tes, en esta carta. Y si he aspirado a decir lo mío, motivado por tu
duradera maestría, estoy seguro que muchos de ellos, una vez ce-
rrado el libro y resumiendo sus impresiones, te enviarán mejores
cartas; las merecen tu ciencia y tu conciencia científica.
Un abrazo más de
Jm.to LE RnnRmw.
Habana, 1983
9
AL LECTOR
11
Octavio Ganni llegaron a conclusiones similares para el Sur ue
Brasil.
Pero si el doctor Acosta Saignes ha podido aportar tantos ele-
mentos nuevos a una historia de su país, es por no ser historiador,
sino antropólogo, y por haber renovado la historia por medio de
la antropología. Lo dice él mismo en términos excelentes. Resuci-
ta para nosotros la vida de los esclavos, con sus trabajos y sus su-
frimientos, sus danzas o sus revueltas, exactamente como hubiera
podido contárnosla un antropólogo del siglo XVI o XVIII, si hubiera
habido antropólogos en aquella época. Sus capítulos se integran en
el esquema propio de la antropología: las técnicas de trabajo, el
régimen alimentario, las enfermedades y la manera de curarlas,
el régimen matrimonial y la agrupación en cofradías, en fin, el
lugar ocupado por el esclavo africano o descendiente de africanos
en una sociedad multirracial de castas. Antropología histórica, por
cierto, que se preocupa por las diferencias de épocas, como la an-
tropología social de los pueblos llamados primitivos se preocupa
por las diferencias de lugares. Pero antropología esencialmente,
antropología que sigue la gran regla de Mauss, estudiando los he-
chos sociales como «hechos totales». Libro que abre caminos, por
consiguiente, y doblemente, ya que enseña al mismo tiempo todo
el beneficio que puede lograr la historia de un acercamiento con
la antropología, y todo lo g.ue gana también la antropología al
acercarse a la historia: se meditará, con respecto a este último
punto, la frase de nuestro autor sobre ese aspecto de técnica ex-
post-facto introducido de manera brillante por su obra en la antro-
pología social, que durante demasiado tiempo había permanecido
puramente sincrónica, bajo la influencia de los funcionalistas.
Acabo de leer la última página de la Vida de los esclavos negros
en Venezuela y admiro el arte de evocación desplegado por el au-
tor. La esclavitud transformaba hombres en cosas. Esos esclavos
de un pasado lejano, los vemos, en efecto, revivir ante nosotros
tan netamente como si fueran nuestros contempodneos, en su vida
cotidiana, desde su nacimiento hasta su muerte, así como en sus
grandes aventuras cimarronas; los seguimos en las olas dd mar,
en busca de las perlas, en las plantaciones bajo el sol ardiente o en
Jas casas de sus amos, después de los horrores dl'l barco twgrcro
y la venta en un puerto de la costa. Los compn·ndcmos y los qm·-
rcrnos. ¡Agradczcámoslo a Miguel Aeos!a Saigncs!
RoGI R HAs'tllll
INTRODUCCION
t'i
lia:lm1te el pen~ar de
del nazismo, pues
a quien dcsea-
Arellano More·
de los negros, en
d No ~ólo por simple vía psicologista, sino por la del abso-
esprecio _de los negros, seres humanos tan nobles y aptos
como cualesqmera
. . otros, . conformados en cada e t apa h"1st 6 nca
·
por. las condiCiones e_con?mico-sociales dominantes. Nadie puede
realiZar con verdad c1ent~fica generalizaciones tales. cEI negro .....
ar o cel ?lanco•, o ~el ~manllo», son denominaciones que hace tiem·
an po deJaro? las Ciencias sociales en su lugar. Los hombres no po·
ha ~ cuahdad~s o defectos por el color de la piel, sino por los
ta regtmenes sociales ?ondc viven y por el lugar que en ellos les co-
de rrespo?de. Pero d_eJcmos las refutaciones de expresiones racistas,
re extranJeras o naciOnales, y dediquemos atención a otros asuntos.
ri- Usamos la expresión «negro», solamente con un sentido históri·
co, debido a su abundancia en todas las fuentes. Para nosotros el
color d~ la piel u otro signo somático cualquiera, ningún sentido
peyoratiVO pueden tener. Los hombres se distinguen por cuanto
hacen, y no fundamentalmente por sus características corporales.
Nuestro título Vida de los esclavos negros en Venezuela, alude a la
existencia, durante la primera parte del siglo xvr, de los esclavos
indios. Era necesario diferenciarlos. Nuestro empleo, pues, de la
palabra cnegro•, se adapta a algunos usos tradicionales sin la me-
nor sombra de menosprecio. Por el contrario, intentamos aquí
mostrar el sufrimiento, el esfuerzo, la capacidad de los africanos
y sus descendientes.
Para estudiar la vida de los esclavos negros hemos recurrido
principalmente, como verá el lector, a las fuentes inéditas, a do-
cumentos del Archivo Nacional, de la Academia Nacional de la His-
toria o de otras procedencias, sin desdeñar naturalmente las fuen-
tes publicadas. Pero la mayor parte de los materiales proceden de
documentación inédita, debido a causas normales. Una es la no
utilización de ella por los historiadores del período colonial, en
muchos aspectos. Mientras se han escrito varias monografías acer·
ca de las rebeliones, a nadie se le ha ocurrido pensar en la utilidad
ele otros rasgos de la vida de los esclav?s. Otra es la ?ccc~idad de
ir directamente a las fuentes, pues qmenes han cscnto hbros ya
han realizado su elección entre los documentos, ya han discrimina-
do los que no les vengan a propósito para ~us prcjuido~ .o MI
desdén por los negros. En algunos casos, mcnc10na~1~os t r;¡(hcwm·~
recogidas entre los descendientes actuales de los a{l'll'nnos, obll'OI·
das en trabajos de cmnpo, en diversos lugares de Vcnczul'la.
Dimos un tratamiento múltiple a los materiales. Como sl' t1.1tn
ele un tema de ant10pologfa social e histórica, utiliznmos los mc_(to-
dol de esas ciencias para lu exposición de los mCIICI in les. Ant10po-
17
:
·.::e=~~:==~~·
. lia
del trueoo,
moc1o que babfan
puecido: dejado
aquellos en de
dioses Afn.
á para la rebeldfa, para la huida a los
ll
• .._, . . . la ftlllateDc:ia, para el contapo de la rebelión a los ln·
....,., ,._la cooperaci6n con ellos cuando fuese menester la
del- IICilwa o-la rebelión abierta.
Huaca babo lojera, pereza. desidia o abandono. Siempre resis-
tada, Kdva o pasiva; siempre el sueiio de una libertad futura·
llempre UDa IDdamable decisión de lograr algún día la liberación. EÍ
ftlllmea esclímlta no estimula a sus miembros. La iniciativa se
IUidtuye por la nldeza coactiva; los halagos sucumben ante la
crueldad; la rutbla productiva exprime al hombre y estanca el
Jm)lreiO; el mleclo rige sobre la actividad; la lucha perenne sustitu·
Jea la cooperación que sólo puede existir en sociedades igualitarias.
Siempre acasaron los amos a los esclavos de perezosos, incapaces,
bulc:adores ele vida fácil. El régimen todo conducía a la ineficacia.
Bala esdavltud y la servidumbre, no es posible encontrar gratifica-
. _ sulcleDteL La producción bajo ellos es necesariamente limi-
tilllla. Se aplota al hombre bateosiftmeute y a la tierra en forma
m l'nl aiD tknk:l, sin cleacia Altolapirre y Duvale, al com·
J111r ........_ cleiii&Jo :xvm. apresaba con acierto:
.,._poco
.. loe .....,.""'S,
puede en jusdc:la ooncleune en aiMoluto la apatía
de que 1u Reladones hablan. Para que la acti·
'lllllld • del....te, nec:eaario ea que ele ella se espere al¡una acti·
9ldlld. tDe qa6 les senfa a k» pnederos el fomento de las crías
' a loe ~ el ....aeato de lu CQMchas, al DO encon-
...... qaWa lu CIQIIIPl'Ue en el ~ y llenrlas a los puer-
._ • OOitaba cul taro como lo qae por ellas obtenían?
como el lector
estudiado 1 verá. :drela rIVO a 1os cimarrones.
. Nunca ant~
•.....~_
en Affl..
la . a acti':l ad de ellos en todo su significado. Los
~a los deCimarrones
tres s' ¡ constituyeron
s· un mundo especia,
· ¡ extend'd
I o a
a las in- Ig os. m su estudio, se carece de un fundamento
tester la ..,,_,,rts,nlt~ para comprender el papel de los negros en la lndepen-
~r.;~~lell,CJB Y para: entender algunas fases de la dinámica social venezo-
re resis. Contranam~nte a lo asegurado por algún autor, según quien
futura· negros, al huir, se colocaban fuera de la historia colonial, afir·
lción. EÍ .'~~.JIIl8mc>s que tomab~n en ella otro papel, de tanta trascendencia
ativa se el de pro.d~cir para. la sociedad que los sometía. También
ante la >COnduce el anáhs1s de la v1da de los cimarrones a la necesidad de
:anca el una futura . nomenclatura adecuada a diversos fenómenos de la
SUs ti tu.
época colomal. J:?~beremos e~tudiar en el futuro el empleo de térmi·
nos como crebehon», ualzam1ento», «sublevación» usados hasta aho-
ra por historiadores, antropólogos y sociólogos ~n forma un tanto
confusa, como verdaderos sinónimos. El profesor Brito Figueroa
ba empleado en su reciente estudio sobre las rebeliones de los es-
clavos negros el término «guerrilla», cuyo significado debe tam·
bién analizarse y colocarse históricamente.
Sólo aludiremos a otro tema de significado resaltante para el
historiador y el especialista en ciencias sociales. ¿Debe el autor de
una obra sobre estructura social contentarse con la sola exposi·
ción de lo aprendido en la investigación, como sería grato a la ma·
yor parte de los cultivadores de las corrientes sociológicas nortea·
mericanas, neoagnósticos, paralizados siempre por el terror de las
n.loraciones cualitativas? Nuestra respuesta es no. Por eso expre-
samos nuestras opiniones sobre los caracteres del esclavismo y
por eso concluimos la obra con un intento de caracterización de la
estructura social venezolana alrededor de 1800. Para nosotros sería
imposible -y creemos que para todo científico social progresivo o
revolucionario, pues no se trata sólo de ubicación científica abs-
tracta, sino de colocación social y concreta frente a las realidades
históricas- el permanecer impasibles entre conocimientos como
los mostrados por el capítulo sobre los castigos de los esclavos.
Quien repasa el sadismo, la crueldad, el empecinamiento en la coac-
ción como único método de convivencia humana, propios del régi·
meo esclavista, no puede menos que terminar la lectura de los ma·
terlales donde se halla el memorial tremendo de los esclavos, con
lol ojos llenos de sangre y el corazón pleno de furor con.tm la i_gi~o
adnia. Y ello conduce, además, a preguntarse hasta cuando v1v1rá
porción de la humanidad sometida a Cl?ndicimws .1 \'Cces .st.'-
....~•J•••••w" a las de la csclavillld, pues todo régnucn de dnscl:i l'n cter-
23
.... u r-
os de
euclaJ
e tu-
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nenes
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md~
CAPÍTULO PRIMERO
EL TRAFICO DE ESCLAVOS
Los negros de mala entrada deberían ser indultados por los fal:-
torel, por el tiempo y precio que juzgasen conveniente. Pot· ca~a
nepo de mala entrada los ascntistas pagarían 33 pesos y un tcrcto,
.. iDdultárseles.
En caso de guerra, la Compaf'Ha debería retirar en el til·mpo de
39
alo y medio lOS peneoeada de Ju llllilla o de l!apafia, si allí se
hubiesen traDsporDdo y los ...W. DenrfaD distintivos suficientes.
El tratlldo ccmc:lufa uf:
LA TRATA EN VENEZUELA
3 nego.
por lo
en la tni-
tmuaron 11a de suplicar a S. M. haga a esta ciUllad ~~--~---~
·9~itíilíiMIII' a los contratadores de negros traigan a c!l•·• •. .~••·:~
!Xta ccn. -~i?,A:,illllllial y procurar hacer asiento de manera que tf..llllll*~llllili"·:~
lO y Pro- '';;J)~~-~- por cuatro años a Jos vecinos desta golt>crmll·l~l•i··
' que se ..,...,..,r_ _.pleen en la labor de las minas de oro( ... ] .-·.- -
introdu- los vecinos dcsta tierra puedan hacer la paga IM:r4111A1il
abor de en las reales cajas de Cartagena, la
.lncia se "•tiiiiiiMI y han de ser obligados a emplear a Jos
de de las dichas minas y no en otra cosa, ni se ._,..._ ...........,.11(
!;.'_.o'.'l1!•:11111. . . aobemación ...
El jefe por año
El subjefe por año
El tesorero por año
•••lO
...., .. . menos de cuatto ncgit)S po•·
para Caracas y ot•os sitios,
,~~~~~- .W, DO dmero sino frutos de
mites fijados en Cumaná y Maracaibo, para facil itar la
~n~ a~
Toda Ja costa venezolana quedó, para las OJ>erac·
Compaftfa inglesa, bajo el comando de Dudlcy Woobri~~~es de
tuvo algunos dolores de cabeza por el comportamiento d · En t•,
te de nombre Jonathan Sisson, quien recibió 22 negros ; ~n ~
Santo Domingo y los vendió en Maracaibo, sin cm·b.r ~lados t:!
ninguna clase a la di.rección ~cncrnl. Permanecía en Cu~tas de
el pretexto de prcvemr operaciOnes fraudulenta~ de lo hola d...~
pero según los informes de Woodbridge, justnmcntc él mi~-~
bfa trasladado 25 de allí a Barbados. La Dirección de la com 0 ~
resolvió que se tratase con toda clase de consideraciones ni~
te, en caso de que dccididicsc pronto rendir cuentas. Parn taso
contrario, autori;r.nba a Woodbridgc a proceder por todos los ~
dios legales.
Juan de U~ina, vecino de Caracas, Caballero de
rernttló a la Nueva España dos esclavas
Rosa, avaluadas en 3.200 reales, por lo qu~
te! de la derechos de exportación, 2.720 maravedíes .
. En 1/17 concluyó c~m una Real Orden de embargo con-
un agen. bieneS de los mglcses en la provincia de Caracas
~jados en
ele los del asiento de negros•. Se reflejaban en 1~
rentas d e íi!llllie~ti:>S internacionales. Se procedió a cumplir la or-
I.Z3o, con y en el acta se mencionan los bienes que
!andes es •DPaftila en La Guaira, así como 4 balandras. Para la
ismo ha: Sisson parece que había entregado ya cuentas sa-
ompañía sus operaciones, pues figuraba como factor de la
al agcn- nombt-e pidió alimento y sustento para ocho
lra caso dllttilrtci16n y 23 marineros y criados del Real Asiento.
los me- ordenó se les suministrase harina, biLcochos,
200 pesos del producto de una venta de negros, el
1719. Desaparecidas momentáneamente las tensio-
se devolvieron los bienes confiscados el 3 de
obediencia a una Real Cédula.:za
de Inglaterra presentó reclamación con·
Corona había concedido a don Juan Chourio,
lllfllaü.bo. quien se disponía a fundar una villa en Peri-
su intento se le había autorizado para introducir
·----·- cpiezas de Indias•. Los a....entistas recordaron
octava de asiento, era de su cxclush-a in·
l..tllltr'l[)(lllCC.IOn de esclavos. El 31 de julio de 1722, por
se dispuso que, efectivamente, Chourio ocurrie-
de Inglaterra y le comprase los negros que nece·
de los precios estipulados, que no podían ser más
pieza.
don Jonathan Sisson, quien continuaba como
Asiento de Inglaterra, hacía pingües negocios, im-
divcrsos. En abril de 1723 importó por l..n
de harina, 765 frascos de aguardiente y 400
pagando, naturalmente, el diez por ciento que
~~-I'Clnxmciia al derecho de alrnojarifuzgo. Para fine:;
Barbados t 12 arrobac; de harinu, 50 ha·
........a. 20 barrilitos de mantequilla, 4 harrilitos lk
~)IIJo,nc·íllcls de velas de sebo.~
habría de intervenir· como clcmcnh> mu)'
comercio de esclavos la Compaiiín Guipu:r.connn.
frerlte a In nueva situnción los n-;cntistns
.. - ,..._ a Sisson, como factor general, por S:unu
rec~1 C<.
._,
4e
,.__t6
..... - . . . . IIRI,J actiw en 1730. Al año siguiente una
DOS informa sobre el aspecto intcrcs<~nte del ~rnac~
e.cJnoos: los pagos en frutos. Santiago Gómez Igua}o ha~rcc~
.._., en la provincia de Barinas, algunos negros a carnb ¡¡ ~
~ Pero las autoridades impedían el paso de e .te ~~ de 1
llliefa el centro. Conet reclamó, basado en las cláusulas del asi:
to, y se le concedió razón.
Al a6o siguiente hubo otra protesta de Collet. Comenzaban
;u.~,~;~~IGIIIB:IDI con la Guipuzcoana. Esta colocó guardias en las cmb: 1
;.~jiii:JP~~í8 ,del Real Asiento y se hubo de emitir una Real Cédula, con
de octubre de 1731, en la cual se «manda al referido ea.
ltW-.""L""" en adelante ni in.
evitar el contra.
••••Ja de 15 de julio
asistieran •al
ili!llbm~ciOJnes:•. La opos~
basaba en otra,
cual se prohibía
guardias a bor·
de Inglaterra,
la bao de tener los
auüJiar de Patton, y el médico de la factoría de La Guaira D .
Caw iDfonnaron que ya no había peligro. Las au toridnde~ a"•d
....; ordenaron la visita del médico del puerto, pero a I>Csaes~~a
su dictamen favorable, el Cabildo, ante el peligro de una epid: ~e
en tierra, deseaba tener plenas seguridades y nombró a dos m~~
cos especiales, quienes tampoco hallaron enfermedad alguna. A t
eJ dictamen también favorable de don Domingo Lópcz de Urru~ e
factor director del asiento por parte de S. l\1. Cntólica, Lardizáb~Í
ordenó el desembarco el 16 de julio.34
739 volvió «La !sabela», con un cargamento de 53 cnbc?.as
edad crecida y viejos•. Tal vez no can•zca <le
ampliamente,
arribada forzo.
atodos de cuen·
ban sido, natu·
.,._..provincias [ ... ) le parecía se hiciese presente
wmnrenir a~ asien~o de negros titulado Aristcgui
loM•Inlilo de Cádtz, surtiera aquellas provincias de los
cómodos como debe hacerlo consiguicntc-
a,..-~1• que V. M. se dignó concederle en Real Cédula
de 1773, ampliándole las que le habla dispensado
de junio de 1765 en que se aprobó el mencionado
•
-
UMJt;~ 2
el scnor ( ' to Burqutllo<;, dese
E lado Mmmd.1
"l"ata Du Prat, quien habfa tomado
\ he- necesarias para alojar las
l.Stos eaeblutos económicos debido a
d.ól ·,Jo~-· Qnno Saavedra aconsejaba que
• en • enviasen hacia Cuba, los ed'
rtes, ·iiiiiii!IIIB rleqo de resultar inútiles.
•latOI' ele Du Prat recibía desde
' en
in.
pre-
........
lo!t precios que 6ste asignaba a las
Al comenzar el afio de 1785 pidió el
c::.r.:u, a don Juan Ignacio de
ta HabaDa,
cio..
-·La que cubriese
Corona tomó algunas uJO•vu,,. ..._
111ema. como la de rebajar los deJ~ecl:tos•
JIIIIII"'O• para que descendiesen los .-n'""'_..
acrajeseD la atención de los hacen
.-o Di clase, se pagarían nueve pesos
, . , importante queda clara en carta
..,., de 1785. Se expresa, después de
--.rias, asf:
"*
60.000 pesos para que V. S. lo
de la carta de V. S.,
cb aqW desde Trinidad, 962 caoc~zas
-.oree...
le soluc:ton6 aquella crisis
81a'Ca0Cfa. Pero Urriza no
tiempo, pues, se presentaba, como problema
-~ .--miiiiDa. Ja necesidad de consumir lo que el propio
CONTRATA DE BARRY
- -- ~~ - ---- ---
Precio
Precio Precio Precio
Muleques Mulequmes
por pieza Mulccones
...... Negros Pesos Pesos Pesos
150
Pesos
Total 1.962
148 130
439 168 129 25
543 167 147
Total 982
-- ----- 73
CI!IJmle• atranjeru, mil mulas,
-IDO -~a~Ua, para retornar el producto
mes se c:lespacbó un barco hacia
CIIICaO que correspondfan a pagos de
1717 remitió el Intendente a las ~
~OilllleD por la cual se prorrogaba por seis
'M •so
~ de los negros habían sido educados en Cu ~~:.lfl!l~
a su desembarco en nota razonada que
la balandra
allí, fueron
17 hembras.
cargamentos
y regresaban
por don
5 de julio.
Ciarach.
d ~e cl9
eJa: .out:
babí·
ml'J* eaero Mateo Higgins reclamó que en 1790 habr
tllcldo SI...,. bozales en la goleta esp~ñola •La Clara•• da llltr~
. . . . . GnDada, y que en mayo de ese m1smo año, al re r CSde la
..... Jot Ministros le impusieron 12 %. Perdió su ap~t;~~ Con
. . . .,. .te. ac..,n tl
8D abril se publicaron algunas disposiciones relativas al tráfl
cMiedo con las costas africanas. El 17 de ese mes llegó a La G ~co
el bergantín cS. Pablo•, procedente de S. Tomás, con 64 n~a~~
boales que conducía a La Habana. Algunas averías y Ja csc~se~
de vfveres, que sólo alcanzaban a un saco de arro1. y un quintal d ·
pan de mala calidad, según el reconocimiento que se verificó le
Jdcleron arribar de paso a La Guaira. •e
Dep"os en la goleta
=
que se naveguen o truigan a esta dicha gobernación ~· pro\'incia de
...,.. que se repartan entre los vecinos de las ciudade!> de espaiiolc~
diGba ao~Jernación que son nuc\'C, es a saber: Santiago de I.eón, Coro,
Naeft Sqovia de Barquisimclo, Carora, el Toeuyo, la l.aguna de
la ciudad de Valencia del Rey y S. Sebasuán de los Reyes; por
* auen a la mayor parte de los \'ecinos de dichas ciudades de
1 hacienda y haber muchas minas en la dicha gobernación, que
,. escJavos no se labran. • Sobre pettción de Cnrora· Actas del
QMN¡; Caracas. 1,125.
del Cabildo de Caracas: J, 431.
·-..·--- del Cabildo de Caracas: I. 509.
del Cabildo de Caracas, 11, 16.
del Cabildo de Caracas, 11, 153.
del Cabildo de Caracas, 11. 136.
;\J~jí~~ de Cuentas de Francisco de la
Arclúvo de Indias.
el tomo 1 de la Sección de Reales Cédulas de Archho G neral de
11 encuentra una de la cual se m·isa que dos nav!os habían
11=r.=~ hacia Angola en bu::.ca de negros. Dcblan ser embargados
·~ donde tocasen.
General de la Nación. Reales Cédulas: Sección I, t. I, 2;
t. Vlll, 139.
y General de Real Hacienda, N.o 33. Archh·o General
1930, 1, 107.
de la Nación. Reales C.:dulas: Scccion ll, t. 111, 1
otra manera de
•los navíos de nc
11--'lltro o sin él, dcbicn·
.: ......... luego que llll'gan
paauen los dcre-
•40 ó50óm3s
t;ali-•1111 dempo corren
ltllllllllna y se mueren
• •• por una sol;~
-bcas;en hasta seiscientos negros ") se iban :.~guíen
es decir. que a fines del siglo XVI rccrudcc 1a pam
~::e¡ problema de las arribadas maliciosas, cada -vez más
-&ar Otro de los severos castigos que desde España se or-
k traSe. otra vez, en Células y prO\ isiones rcales.ll
1 ~estre
~•lialiOS visto en el primer capitulo, a fines del siglo xv1
~la ~~~~ildlm~:n legal medaante el cual se concedían licencias .1
:man aqu¡ esclavos y cesaron igualmente los intento<> por
llego un itíiildtuc:ioJnes del Reino de monopolizar la trata. En 1595 se
• Partido rJdilltellll8 de los •asientos», el cual se mantuvo durante todo
n el Pre- ello se originaron naturalmente cambios en las
as de es. l#·imdficio~;as y en la mala entrada de esclavos. Desde el pri-
Montero fl1"1matdo con Gómez Reyncl, se fijó el número de cscla·
h. como ~leberfan venderse en Indias. Como las condiciones eran
pera los asentistas, esto contribuyó, sin que lo hiciera
del todo, a la disminución del contrabando de esclavos.
mltores venezolanos, siempre ansiosos de mano de obra
constantemente al tanto de las arribadas mali·
Jos naufragios que solían ocurrir en las cercanías de las
el 30 de julio de 1604, los Oficiales Reales conocieron
un navío negrero perdido en la costa de Capatárida.
después de algún accidente, del cual quedaron sólo
en esta región, el buque había podido continuar hasta
donde se vendieron los esclavos en pública almoneda.
Reales tenían órdenes reales de retener cualquier nú-
W'II!scllav,os. pues regía el asiento contratado con Ro?ríguez
áte había fallecido recientemente. Por ello :;e JUZgaba
accidentado, perteneciente a las cargazones. de Rodri-
en realidad a la Real Hacienda. Se encontro una solu·
a las autoridades de .Maracaibo vendiesen los ~e-
subido precio posible, para beneficio del real ernno.
los funcionarios de Caracas que la almoneda no
realizado en Coro, donde, aseguraban, 5e podían obtener
•lclos.13
. .IOCliO al margen del régimen de asicnt~s, ?.cu~i6 ~~ 1612,
Oiiate Mcndizábal en carta del ano saguacntc.
. .. . . . de irregulari·
343 piezas de
altregó 55 pesos
11Cia1ae, regulados en
• eor-
de venderlo. en esta dicha Provincia , como a st· es tamos m
del refcndo negro. Pedimos se sirva mandarlo asegurar en
11 Qrc:el ...
qued.a. allí sugerido, l?s propios esclavos, segurmncnte
no rectbmn buen. tratamtcnto, denunciaban a los amos. El
s en enero. ~e 1773, L~us Angel Romero, Teniente de Justicia de
CJI(IIDO. remtttó a l Capttán General un individuo «Bruno Moreno
ope. ( ••,) escla~o de don ~1 anucl Hcmándcz, vecino del pueblo de Ca·
~Ih- t;n~ta. dic1e~do que ~1cho su amo lo tiene de contrabando, quc al
n 22 tJempo del mdulto, d1cho su amo no lo quiso presentar .. . ». A con-
eso, :Je~CUC~lcia de tal acusación, el Capitán General ordenó el 30 de mar·
ente • aJsuiente que s~ abr iese cau~a contra Hernández.
~ el .l veces eran stmples guanhas de la costa quienes apresaban a
tnuel .-.os de reciente desembarco: el 14 de marzo de 1774, don Manuel
lJe Ap'eda, desde Puerto Cabello, ponía a la orden del Capitán Ce·
·)lenl un esclavo negro desembarcado de una goleta holandesa y
lfnsado por los guardias en el valle de Cuyagua.
AJaunos negros h uían desde las Antillas por causa del mal trato.
~ Cúpira comunicaba don Francisco Fajardo al Gobernador, el
15 de septiembre de 1775 : «En la boca de Tacarigua arribó un ne-
illgll!s en un bote, sin tener otra cosa que un remo y un pedazo
trapo por vela. [ ... ] Dice que se tiró huyendo del capitán, desde
Tortuga, isla española, que distará seis horas de navegación des-
y en ella están continuamente los ingleses haciendo
~.se ha
1 el dc-
·os Rca.
)S com.
CAPÍTULO lV
.,..,
da aa- al A
liáladdil~~==mal oazas
y la tarde, de ñame,
de carne salada en
W -::J=:::~
t~
y a \CCCS lnU)
a los tristes pa·
fllilljiiiNS no solían consumir.
maarilla, la \'irucla y el
leOS. lll.! R
.:l.:lOD cs. e dos, se trataban sus heridas con p~ utdllllílillil!l
dos de dos e-- jorar el aspecto lamentable que les dejaba la -::~=~~~
sentinas y se les acondicionaba de la mejor maoera para
Además de los artificios con que se procuraba meJ-:U ~==;,¿-:;~;
nao;, P<>r otra
m entre dh·er. to, los negreros empleaban determinadas fórmulas pela :
1Jcna hulllan.J reclamaciones. Una decta así, al negociar un esclavo: eOlio
los indccibh.•l con todas sus tachas buenas y malas, públicas y MCI'flt88 J
ente<;. El .irca todas aquellas por las que me lo podríais devolver...• Oln dedil:
la esclavo, era •Con todas sus tachas que tiene y puede tener, públicas y sec:ntM';
ulgadas de .::!J. y enfermedades y tales cuales ellos son.• Una tercera rezaba: cA16-
t ransportar gurándohls de borrachas, fugitivas, ladronas ni enfermas, nl que
tengan enle1medad de gota coral, ni otra falta pública ni aec:retL•
Y una í1ltima sostenía: •Os lo vendo por sano de cuerpo y que DO
es endemoniado ni tiene gota coral ni mal encubierto•, o bicD:
¡;:>'o.4i.J.vos- para cOuc no es fugitivo ni está endemoniado, ni tiene gota coral nl JDI1
las cade- encubierto... ,.2
bajo el Ya hemos conocido la clasificación que se hacia para la venta:
negros piezas, los que tenían siete cuartas de altura. Cuando no
gnllos. llegaba un esclavo a tal estatura. se completaba la pieza COD medi-
ia botella da de albrún chico, si lo habla. En caso de ser todos adultos, IC
de ñame, median las cuartas totales y se di\·idían por siete, para obteoer el
salada en número de piezas. Los menores, hasta los seis años, eran denoma.-
dos mulcquincs; de los seis a los doce. se les llamaba mulequa J
de esa edad a los dieciocho, mulecones. Cuando Uegaban los escla-
\OS, eran denominados bozales.
En general se dio este nombre a Jos que no hablaban sino lea-
guas africanas. En las ordenanzas de la Española, en 1518, se iD-
cluyó esta deftnición:
Esclavo Bozal es aquel que hubiere menos de un a6o que WIO
a esta isla, de Cabo Verde o Guinea. salvo si el tal esclavo fuere
ladino cuando de allí viniere, que baya C$tado alpn tiempo ~
c1do en Cabo Verde y en Santomé y que eo todos b demú ~
que sean cerrados de la dicha babia, estando eD esta laJa m4s de
un afto, sean tenidos por ladinos. ..s
Algunos autores opinan que el primer pais continental al cual
llegaron esclavos negros fue Panamá, donde ya 1e mencionan en
1513. A Venezuela llegaron en el primer cuarto delll¡lo XVI a Nueva
Cádiz, la ciudad de la isla de Cubagua, pues se IDcluyen replaclones
en las primeras Ordenanzas.
Durante el primer tercio del slllo XVI los oaYepDtes intentaron
109
i.tldl:mcfaclles-- que en nin·
COllllilrUáis pasar a la•
~o. ningún e~
trafdo de allá, n
con morisco, aunque
tlrante tal se¡urldad de la dicha deuda de los dic:bos IICifOI. Y lo alnDU'OD
la Reina de sus nombres ...s
'• En 1~34
mo CSCla En esa época hasta la venta de UD solo esclavo tanta era la
aegros en
tr en caJ.i.
escasez de la provincia de Venezuela, era motivo d~ UD asiento o
resolución especial. En el Libro Común y General de Hacienda se
encuentra esta partida:
le en nin· El 27 de marzo de 1565, tocaron a S. M. 12 pesos y un tomfn,
'lSar a la• por razón de cierta deuda que don Pedro de Ursúa debla a S. M.
ÜDgún CS· y procedió de un negro llamado Diego, que por informes pareció
allá, m ser del dicho Pedro de Ursúa y traído a esta Gobernación por el
aunque tirano l.opc de Aguirre y mandado a vender por justicia real.
Despul(S de vendido, el Licenciado Alonso Bernáldez mandó por
sentencia, como Gobernador de esta Provincia, que los dichos 123
pesos y un tomín se percibiesen por la Real Hacienda con cargo
a los Oficiales Reales de la Provincia (de Venezuela), como consta
en la sentencia. Gerónimo de la Peña, Teniente Gobernador, por
Diego Ruiz de Vallejo...6
1 7
cscla\ o en 1 hembra 7
· esta can.
r de dicho Mulecos Cuartas Pulgad<~s
de 7 u 8 1 6 2
motho 1 6 1
Ue d CÍ· 1 6 1
treinta 1 6 1
1 hembra 6 3
~
,del día 6
Mt!t~de=~·~~778~ otros afortunados negociantes logra.
de octubre, para exportar
~.IIIIUIIJaS
y retomar negros. He aqu( la lista de los
cautidad de productos que podrían embnrcar:
hubiese sido vendido varias veces poclfa 1Je.
wlor Imposible, si se acumulaban todol b IDa-
que corresponderfao a los traspasos. Esta obler-
a una breve enumeración de los impuestos que
lalrtesescla,vos. Además de lo que pagaban por las
• debúm pagar en los lugares de desembarco
Bate derecho, de origen árabe, correspondfa al
babfan llamado de puerto y conservó aquella de-
AII:Wriica. Desde 1509 se comenzó a cobrar por todas
que desembarcaban, el 7 % de almojarifazgo. Un
diciembre de 1720, pagaron José de Acevedo y Juan
ir41en!ICbo de almojarifazgo, 10.238 maravedíes. Introdu-
cS. José, Las Animas y S. Agustín•, 370 fanegas
de cazabe y un mulato esclavo, evaluados en 8 rea-
de sal, 12 reales cada carga de cazabe y 2.400 reales
Bra frec::ueate que lol eadaws fuesen depositados por sus due-
• ID8DO ele terceru penonas, para veri8car traDiaCdones di-
~;...___ Bu dJclembfe de 1789 se dirig(a don Josf GutWrrez al Go-
••dor a propóUto de UD CIISO tal:
T_,. • cllpóltto un eldavo que te dice _.ele don Manuel Ma-
., .---. r-- pira ...wne1o a don R.am6D Valdeapino y c::omo c!ate
• • - • • • · ao • ba poclldo ftl'l8car dlaba wata, por cuyo
- - .• .-aaatlraba - ml poder, - al ........ participo •
ti 6llo .-o .... lo ... ..,... ele ml lado par
..,................ • Alc::üll de a-t-a...._ a lo que ao he IMciD
127
r:.i]l..i!JilllliiiiL S61o, s1 hacer presente a V. S. que el r~:.cr¡do
abolo mortal y que, estando en la Prlsicn h
--r·• *
á.'liillilll- UD
mayor su maJ... lS ' a
-ac:
11
aefta1ar aquí que cuando existían du~as sobre negros
asf como cuando eran embargados, sm tener ingeren.
deudas y litigios, Jos esclavos eran cncar·celados. En
una Real Provisión, dirigida al Teniente de Justicia
.,_..,._.. de la Victoria, para que fuesen extra ída~ del PQ..
tuviese, dos esclavas que debían ser embargadas
mU pesos de multa a doi\a Ana Bárhara Dml ,
las csctará'~
n-e. negrc,
!r In<>cren•
•lados. En
!e Justicia
las del po-
nb:u·gadas
u-a Dwz y
CScla\':lS
Totales
Capitanía Gen~.
usado >
Mujeres Número
Arará . 1
Arobí . 1
Congo 2
Chara. 1
Guachi 1
Guaza 1
Guinea 2
Luanga 17
Mina 12
Monda 1
Nago 4
Soso 1
Tarí 20
Totnl 64
145
de Curazao, una •que no ~e
cSlerraa y una •sin lugano. Resu.
lli!ldlllicios presentadas, encontramos los
N
.Nqo.
p
Popó.
o
Quibuto, Ouinenc. Ouisongo, OuisuiD.
S
Sape, Soso, Suchi, Sundi.
T
Tacanga, Tarf.
de
vocahabl~ Haussa .. S_egún Gilberto Freyre, los Haussa son
IIIIIIÍIIidi'JOS m1tas, Y qu1za de bereber.Zl
Qd1aetl. Baste. recordar, a. propósito de este gentilicio, que Ar·
tbiD' RaJDOS cons1dera la rcg10n de Guinea como una subárea del
CoPIO·
Gangá, Es de una importancia tan considerable -escribe- que algu·
nos investigadores la estudian separadamente del área del Congo.
Frobenius hace de ella ( ... ] el hábitat de su cultura atlántica. Esta
región fue la que suministró mayor número de esclavos al Nuevo
Mundo. Y sus culturas son consideradas como las más típicas
dentro de las culturas africanas, del mismo modo que, para la
antropología física, sus representantes humanos son los más puros
de la raza negra ...28
A M bvcs
1. • Ouinocntos esclavos
1a denominación de Tnr( entraron a México
las cercanías del Popó. Barbot menciona por
Tary y nos infonnn que era conocido por los
nombre del río Poupou. Hoy podemos ident
IO'a t,• -.. rio Mono, que desemboca en el Gran Popó. Es -===rl
COil la denominación de Tan fueron introducidos •
~~~;·b·~Pop6. Los situados inmediatamente al Norte de ~ •la
;c, derecha del Mono, sobre el afluente Ana, en el 8ar de
a-roa.
~~!~•m.. ......rteJ11ec:en n la Tribu Ana, de la misma familia
procedencia de estos negros que, como los .........
~-CIGIII.eDZ&I:'OD n entrar a México a fines del siglo X\'J •• •J
159
~ para navegar la laguna de Marncaibo en varias d
cbasta dos docenas de esclavos_ negros para la boga, Por:c-
deti7DM de Jos naturales, aunque ello!> todos l~s dfas de esta,~
lit~ para sus tratos•. Deseaba una concesión por diez nfi
ti moaopolio de la navegación en esa zona.2 os l
Los dueños de canoas con derechos a e:ttraer perlas presen
baD constantes peticiones al Cabildo, a fines del siglo )..YI. As(, d~
Sim6D de BoUvar, a nombre de los tra_!jcantcs de perlas, pedta al
Cabildo de Caracas, el 3 de marzo de b90, que no :;e les embarga.
leDo en caso de deudas, las canoas y esclavos dedicados a cst
actividad, es decir, deseaban un fuero, debido a la importancia qu!
para Ja Gobernación tenía en el Oriente el tráfico de ese producto
el cual llegó incluso a ~ccptarse como u~a vcrdad~ra moneda par~
toda clase de transacciOnes. Tal era la Importancia de las perlas
las probanzas de méritos se recordaba~
P!I!Milílllll el fomento de su obtención.
:• • • - - • • deiCII"fk:ios que en 1596 reJa.
• • • 'tiempo en Margarita y
~-... Según aseguraba,
Sevilla a la isla de
_ ,_._ de Peralta en un
negros y mucha ha-
·•·,
Mllcllhv, a principios del
de las cuales lo
fuDcionarios contra
........ Asf, el 26 de ~
kWI•IO de Contreras, fJS-
declaraba al Cabildo
ck San Juan ('n la comunidad de Acua Negro.
..,JIIII!oat•
por patrón a S.m Ju.tn Bautista Estado "1 a rae m.
tua libertad si descubría algún yacimiento de oro. En 1552
Villegas la mina de cNuesra Señora• y concedió la liberta;xploro
riormente al esclavo. llOste.
Otms minas descubrió Villegas también por medio de s
co: la de Chirgua. Cuando se extendió la fama de la \'eta d~ ~éc:u.
todos Jos individuos poseedores de esclavos decidieron acom u~.
a Villegas y así se fueron muchos desde el Tocuyo y ~ueva Psatiar
via. La condición era, siempre, la de poseer negros que labo eg().
Según la Residencia abierta a Villegas, en el Tocuyo no llegó ~a~en.
dar ningún esclavo negro, con perjuicio para los trabajos d~u~.
ro~ 3
Otro l'sclavo de Villegas, llamado Cris tóbal, logró adquirir ci,
ta notoriedad, pero prevalido del predicamento en que su a~~
le tenía, llegó a abusar de su condición. En Chirgua se atreyió a
azotar a una india y se le trasladó a Borbura ta, donde se le con.
denó severamente. Los trabajadores de estas minas fueron trasJa.
dados a las de Nueva Segovia posteriormente, con detrimento de
la población del lugar.?
Los negros expertos en minería recibían, a veces, no la libertad,
sino la autorización de gozar de las mismas garantías de los mi·
neros espafioles. Asf ocurrió en 1573, cuando Agustín de Ancona
hizo una petición al respecto, al Cabildo de Caracas. El 4 de fe-
brero de ese año rogó al Ayuntamiento cdarle licencia para que
traiga por minero, con su gente, a un negro suyo llamado Fran-
cisco [ ... ] Dieron licencia para que el dicho negro Francisco pue-
da andar por su minero en las minas que al presente se labran en
esta tierra y pueda gozar de las libertades que los demás mineros
gozan .. . •.•
Tan importantes eran los poblados que se fundaban alrededor
de las minas, cuyos habitantes eran principalmente negros, .qu7 el
Ayuntamiento de Caracas, el 4 de febrero de 1573, dictó la qgmcn·
te dis posición: cOrdenamos y mandamos que en el real o rcalc'
de minas que estuvieren poblados en todos los términos de cs!a
ciudad, haya un alcalde de minas, el cual sea elegido por el C:tbll-
do y éste tenga en razón o justicia los dichos reaks de mina~.~
Rlllllj iiJIIIilliism, ui españolea como m:gro~ e !li-
J61j
C.\1' IT lLO VII
que J& . . . . . . . . .:
al sitio de las nunas,
cuenta de
Cocorote, que dcscubrio
la Real Ha-
Bapda abundancia de
811JDeria, y habicndob
t4*~111J Fnacisc:o Martín, éste
~J.Ii-muaci<»n de Q\·iedo l
11 terreno y accptán·
11an dado diferente~
Mac-Phcrson, por
scubno do
•o ll
II'M•':"AI!IIIIIie se ve que, para el autor,
- pu encia_
Oporc_: Aroa y Cocorote, enteramente
a P4ra fuo. CIIIDblo, en el Informe geológico y . . . .,... ...
en cantidad u oo~Jre de Aroa, Estado Yaracuy,
seo Martín tal ea 19U, se dice:
~\"OS\ a~
uencia Pro. Las Minas de AJ"Oa descubiertas <$el lllo ICIIS por daD ~
1utor ., no de Oviedo, vecino de Bnrquisimeto. S. 1m 11 Gobemlldor de V•
lr o Paraje nezuela don Francisro Núiiez de M. . . tmpa6 a ~
:¡ue hay de con permiso del Rey. Su sucesor, doa. au; ~ ele P'uelmla-
de S. Fe. yor, continuó su beneficio hasta que •deta1DID6 dllriM eD U'ftiDo
dividen te damlento o empeño, en vista de rcsultu' ODII'OI& su aplot8d6D.
com·encen
las minas, Parece. por lo visto, que se identificann los ,aclmieDtos de
se encuen. Aroa y Cocorote, sobre todo si se tiene en c:ueata que eo este in-
forme no se nombra para nada a Cocorote.2
Sea como fuere, no interesa aquí ctiluddar el problema de la
existencia de uno o dos centros mineros, eo lo que ea hoy territo-
rio del Estado Yaracuy, mas nos ha puecldo iDdlspeosable .-..
lar cómo ya desde el siglo :wm esto era c:ueatl6a que preocupaba
a quienes debían realizar algunas tareas ldst6rlc:u. No es Impo-
sible que, aun estando en las cercanías de .Arca, las millas se e»
nominasen de Cocorote, por alguna raa1D toponfmica que abola
desc::onocemos. A nue:.tro propósito sólo intaesa aquf la ~
trucción del modo de vida en aquellas miDas, de DepOS e IBdloL
Como de todos modos, según se lec en la pord6o traascrlta de la
lteJación de Barquisimeto, la distancia eDtre .Arca y Coc:oiC* •
corta, aunque estén situados en valles cllfenDtel. dejamDI ¡lila
otros, o para oportunidad diferente, la i.cleutlfke<:l4a IUpOifdca.
La explotación de las minas de Cocorote C!Qiloeaw4, ..... k
formación de Arellano Moreno en su libro Otfc..a • llllél•8dil:
v~laiUl, por 1620. Los libros que bemOl egmlpedp
chivo General de la Nación abarcan dellcle 1632
que se vea la acuciosidad con que se 11~ lu •••~
formar el contenido del índice del libro tltuli4o
lo.t que se hicieron en la mina de Coc010te
Hay listas detalladas sobre acero.
bueyes, brea. Siguen cnpítulos titulad
nccite;:~3EI~=~~:
CCIDipran .., cDe los cobres v:trindos»
•De loa esclavos que se mucreu•, "1
lol ettribos•, cLicm:o que se gasta»,
1'111•, •De las medicinas•, cDcl metal
ifiíl'-•ldcl••, •De los cueros de
Wlr.:.,,.IIO •:nae se consume., •Claras
llliiii...I "G - le llevan al PUerto clt
eros de
«Cla\"'s
erto de
contab¡.
erro en Echar a pelar para curtir, cubrir UD I'8I:IID JllN
maizal, hacer maquilas para cargar el ....._ .._.
ayuntar bueyes, zurrones para bajar el metal a la
callones de dos pares de fuelles, hacer 101111 para atllill•
biertas para cargar ban-as de cobre al Puerto, tapar
se coge en el conuco, hacer árganas en que carpr el
para la arria, hacer dos bastidores para reslldl' el fut•':diJ 1
hornos, para que no se queme la casa de la fuDcllc:I6D, JMS.a•• •
amarrar los bastidores en los hornos, tapar el carbdD
bonera, látigos para amarrar el corral, remelldar loa . . .._
de la carboneru, sogas para cabrias de las m6quiDu, blarl'
nes para cargar piedra de metal, tapar la c:arboDen del
sogas para las cimbras de los ingenios de la flmdk:!4n.
maíz que se coge en el conuco, por los .......,s: lnlllftll-
cargas maíz, mangas de fuelles para los iDpaios ea la fuiiMBcllllíl.
fuelles nuc,·os, cañones para los fuelles.
en los
5 laron
... en tne-
r el des.
s de gas.
s lo que
nue<;tras
materia
que \an
cont<lb,.
Arrieros Fabric:aaMI . .
Cargadores de cobre Fundicllnll ...
Boyero Fundldana di ._. .~t.-~r'!'~
Camarero Ho..-v~
Carboneros Minetoa de-la .-a
Carpinteros Sac~
Carreteros Serv. . . .
Conuquero Vaq~
Curtidores
AJTieros 5
Boyero l
Cargadores de cobre 5
Canoeros ó
Cortadores 4
Todo ello da un total de 35 indígenas. Como algunos est rf
aco.mpañados por sus mujeres y otros desempeñarían labore~ an
~e~antes a las señaladas, calculamos unos cincuenta indios en se.
VICIO. ser.
Nótese cómo en el número de esclavos negros, que era en totaJ
de 114, el número de hombres alcanzaba a 89 y el de mujeres sól
a 25. Se guarda así aproximadamente la proporción de una mujc~
p~r cada tres ~ombres, pautada por las le~es para las concentra.
cwncs de serv1dumbres de esclavos. Conv1cne también observa
cómo los indios libres trabajan en las mismas labores de los
gros. Sus condíciones no parecen haber sido muy superiores a las
n:
de los esclavos. Para la historia de la formación del pueblo vcnc.
zolano, y el estudio de los procesos de transculturación, importa
recordar cómo negros e indios desempeñan ocupaciones, conjun.
tamente, en las minas y en el campo. Los africanos aprendieron,
sin duda, de los antiguos habitantes muchas prácticas, en la com.
trucción de casas, en la manera de vencer las dificultades de la
selva. A su vez aportarían sus propios métodos. De allí nacieron
muchos de las características de nuestros campesinos.
Los empleados españoles o criollos de la mina recibían adelan-
tos en dinero o en productos. También los individuos pertenecien-
tes a otras castas, así como los indígenas. A los esclavos no se les
suministraba nunca dinero, sino objetos diversos. Una de la par.
tidas de gastos nos informa sobre un mulato: •Cuenta de Domin·
go de León, mulato que yo concerté para vaquero del hato de Aroa
y arriero y lo demás en que se ocuparen en el servicio de esta~
minas y sueldo que gaDa son 24 pesos en cada un año, 17 de sep-
tiembre de 1639.• A veces se contrataban obras especiales, adcmá.~ Sl
de los trabajos que los individuos debían realizar en la mina. El
4 de septiembre de 1663, asentaba el Administrador: e Pagué n ~i·
colás veinte pesos de a ocho rca·
Jes... por Ja manps de fuelles QUC hiZO
nuevas pua 1o1 pqos no se hacían l'n 1?
mina, lino a cobrar a alguna de las otict·
DU de la Fue muy frecuente qul'
kle 101 producto~ .dl'
alol•bu al precio ini.:tal.
IIN..Mic'',kiiJIO campanas. ahnirrrr~.
No figurn nuncJ
a{ parn lo~ indt·
tres rC'ale,
A \ C l' se
os esbo ..._
bhore~ '<lll eDtretabadinero a los indios,
dios Se. ~ de manutención. Anualmente
en ser.
quedos
mayo deque parece
1650, recibir,~~~!~!E!~
preferían fueron
por ejemplo,
e~ en total para pagar a los indios
lUJeres Sólo pre, y a los indígenas a \'eces. se
una lllujer ras de lienzo para confeccionar ropas.
concentra. camisetas•. El lienzo servía para cenoeJar Cl1WllM
n observar genas. como se ve en los siguientes aa.atos:
_de los ne. cEn seis días del mes de marw de 639, atiDIIo •
lores a las t\roa, socorrí a los dichos indios con ocho vara de
1eblo vene. raiión.•
importa
conjun. En 8 de junio de 639 años pa¡u6 y remaÑ a lol -a~•·olll!l!
todo lo que han trabajado en este dlc:bo Ido 1 el _ __
forma siguiente: A Fernando Piloto, cuatro ftl'al de a-
ocho que le dí en el socorro pasado, arriba amr.ido,
varas por cuatro meses y medio que ba .nido. A daD llflpit.]
cuatro varas y media, con que le ...... tDdo lo que • le
A Andrés Saruro, seis y media; a Alejmldro. - y media..
se les queda adeudando y montó este ptp""'DIO a 8
media...
En 29 de junio de 44 años recil*raD ptp loa IDdioe ........
a 6 \'aras de lienzo cada uno: don llfaiMII Guasamo. ftii:X..,
Macaisán, Clemente, Tomás, don SaDc:llo Artu, GabrieL
monta 42 varas este socorro.
...., audo • repartir a los esclavos y escla\as des A
. . . miDa J a loa indios del pueblo de S. Nicolás y del p~ l. tn
.. c... .. J los que sirven en el hato de A roa de s. M:~ llt
81 miamo cUa, mes y afio dicho, se gastaron más de 104 vaJrasla4.
Jleazo de algodón de la tierra... por no haber alcan7.ado el CT\1llt
para todos. d!.
lCJa, COn
s irnpuJ.
lS. Otros
lS o con
~ada so¡.
dad, de. C.\PÍll.!LO VIII
.ltos. Ta¡
tumbres EXPLORADORES, AGRICULTORES Y GANADBaOS
stizaban
~n todo~
condi. No sólo fueron los esclavos exploradores en busca de 1111-..
y ne. v»Jeron en solicitud de la mar del Sur, del Dorado, de puertae J
da men. ...,.das; de ríos y lagunas, de cumbres y quebradal. No bubD
~ sin esfuerzo de los negros. En 1549 salló de Marprlta
PraadscO Ruiz en un extraordinario viaje que termiD6 en 'EuDja.
Ba IU probanza, años después, se asentaba:
Para la dicha jornada salió con ocbe:Dta caballos y caa . . . -
y con muchas armas, así para se defeader ele los indios poi' c:u,a
tierras pasaba, como para abrir los JDODtes y sierras y para .._.
CGOaS y balsas [ ... ) En el dicho desc::ubrimieDto esbMercla dol
dos, hasta llegar a la ciudad de Tunja [ •••] ComierOa .-.ata
caballos de los que traían, entre los cuales se comleroa lal Cllbao
llos de dicho capitán Francisco Ruiz.
191
esta formación de Mari[ sobre Urarna Y
DOMESTICOS Y VERDUGOS
del-
cimarrón que huía a un cumbe sentíase Tlo Conejo; CUiiDiillla.
taba cacao no hacía sino rescatar de Tfo Tipe cuanto a
pertenecer, porque lo había culti\·ado y en patrimonio
pactas a la fuerza, al látigo, al cepo, al poder del I:W'IJIGCI.;
Asf pasaron Mandinga, Tío Conejo, Tfo 'l18re. a.ilelldl•
res a medias sobrenaturales ,. a medias eDC&ll'Didcmtll ·~~~9~
mundo venezolano. Nutnerm; las ansias DUDCa ftiiiCililu••
t8d de los esclavos hasta cuando comeazaroo a llepr
be auevos vientos, recientes concepci<JIIel, teorfas de llbi1114.
talda por el propio e::.fuerzo. Entonces el cooejo •· cadilldtl):~
CDDspirador, para seguir a Andresote, para ofr al
para ir tras Gual y España o para iac:orpol'an8. cliiiP*'~
lluates de la Independencia.
Como fruto de las contradiccionea de la tacWIId • • •
GCroa oficios, opuestos a los domésticOI,eu.- ~~~- ·~··--·
..
a los esclavos: si las nodrizas daban la ~
IMp'Oc debfan ser st·pultureros. Ya diSide :::==-=~lrJI
N les habfa asignado a los cscla,•os
Madez de Ovicdo cuenta, a propú!>ilo - ·l•• ~-;-~~·•11!11-*•
entonces
~~-ICZAI)lano. quecruzahan
en 1537 en todas d·~~:;a:=~~~=~a
nnduvicron
el Tinaco. Llc\ab:m tres negros.
- • • a átos y alegaban, al
--icloaariDS, que aquéllos habfan
IDIIDG'ill ~ueiiOs negros a los en.
(
~vo. que pretcnd¡.¡ su
aftluado por perno, llero
IMIJIDCIGIIIo que andarse este rnismo
M!JM.ose de la servidumbre en
Ja de servir V, S., pre¡¡.
IOiicite sujeto que le com.
a mi servicio Y que entre
c:úcel, porque me temo
•.ataacl• veces sin el más leve
te dca su
to, I>Cro
te OUSrno
tun'!:lre en
S • Pre!i-
! le corn.
¡ue entre
me terno
más leve
!eño, en.
lo que
que en
poder
CAPÍTliLO X
FESTEJOS Y COFRADIAS
~
_.IIII'GI!IIMII•
~~;~~§§!!~~i~~~I,....
queen
les1as
suelen
de destreza,
CQil
-lllll~
adornar,
casas pa rricu·
altnrl'c; por
titulo de dcHtción,
de párvulos d ifun·
y h o m brl'!> r . 1
de mujcn·~ . :tdul·
IIJiilbiUiru y o tras ftlll'l..
d8 noche ni dl' th.t se
atremoses, col<>qu k>~
dfa en esta t•wd td '
o. 1.15 fic ta ~ del
' d~mostrnc 1ones
orque el Alcalde
• ma~or, su cotn.
como com·icnc:
l uernpo, que va
· Oñatc y el ~n
. en la Procesión
m que la rcprc.
t; Y que para ¡0
iámez y que Jos
des, se t'n.
Y que el re-
'.-....-....... no se nombra allí a Jos esclavos, su presencia queda im-
eran quienes actuaban en los arrabales y en lo~ cnrn-
y, como los indios, bailaban en cuanta ocasión
interesante resulta el conocer las ideas de aquel pi-
las fiestas populares. Sus cquimeras• no eran sino las
el de rcgu-
sobre libertad que por entonces comen1aban a es-
regoca-
Siglo X\ JJJ,
entre los esclavos e indígenas. Durante las tres últimas
del siglo XVIII encontramos gran?c~ esruerw~. por eso,
en Caracas,
en lo posible reuniones, para hmatar 1:1~ relaciOnes de
to Oficio te- estratos sociales, para aislar a los esclavos. Duartc
ejemplo, don
escribe a tal propósito:
uial de Gua-
Con la \Cnida del primer Intendente don José de Abalos, en
1m, y de don Esteban Femández de León, quien trajo luego e~
car6cter de Director General de la renla de tabaco, csaancad
ea 1779, Caracas cambió de aspecto y de costu~brcs [ .], El car-
Daval se modificó. Después de oír misa el domrngo, los esclavos
1e di'llertían baftándose con agua de olor, pintur:~s. Y haciendo
1110 de todo, mdusive las consabida~ jeringas; pero todo entre
ellos y nada más . .3
i,~={l=l~t:;:::: .... ,
lal JIIII'GI, simbiosis de nugu
,.. mm...deladeIOiidarid
los propio nn
d P
Y Villa de Cura ea la Noche Buena propia la c:.d-. ele un •ldlii•IIIIIID
secba de t:lbaco · a través de medio país.
lnistros encarga: Occidente fue S. Benito. Con sus e~
distintos, se le honró, no en junio sino a finea ~
las fiestas pascuales, regocijo de las clases &CI)IIliDdlldllti \;~
aspectos de la bailaban desde las tierras bajas del Lago de MIIIW»•'·1::>.
IS Y sociólogos las cumbres merideñas y valles trujiUanos. ~
pectos progre. promesas, hacían sonar extrañas 8autas coa 1&
nayor explota. prolongadas romerias al son de los tambor.-
e los escla-vos También allí se estremecían las colectividadel al
de la produ c~ que llegaron a impresionar a sectores no esclPoe,
las di. el culto.
s. Pero éstos estas fiestas tuvieron el sentido de conservar la concia-
Si bien se solidaridad. Los amos, sabedores de cómo la resistencia
:,estas po- tiene un límite, no se atrevian a impedir en los campoa
de S . Juan, tales festejos. Incluso añadian ciertas aparieoclu de
los escla\os pues durante algunas horas baclan concebir a los nepos
deidades ca~ de mandar, o de que sus santos eran tan poderosos que
. .)Uab¡m la autoridad de los amos. Restos de ceremcmias coa
se han conservado en Venezuela. En 1956 pudimos preo
durante las fiestas de S. Benito en Betijoque, cómo el
cuando se marcha del pueblo, después de haberlo bonndo
presencia durante una noche y parte de un dia, entra. COG-
en andas. en la cárcel y liberta a quienes hayan sido ap,.
durante su fiesta . Los gobemantes de ese afio cumpUan el
rito, el cual tendía a mantener en los esclavos el CODftlll-
de que S. Benito era mis poderoso que los terratenlea-
eac:~v·istiaS. Con lo cual, a la postre, S. Benito resultaba COD-
•modo a la resignación de quienes tanto le reverendaban 1
•n•L&wa<~::.
ciudades desaparecieron, a fuerza de prohibi~,
toques de tambor de los esclavos Y negros Ubres.
imaginar a los chimbdngueles sonando en c:aracas ~
del siglo xvm, cuando hoy sólo se les encuentra~
de la República. O que en Carora se escucharaD
tambores africanos. En 1795 debfa obtenerse
ta':
:C:des
Of.
permiso. El 12 de abril de este afio, •:: Gobemador:
y el Procurador General de Carora ped1an
ció delta ciudad • ha acostumb•
Por cuanto desde la fundn ° Bautista eo la ,.......
do celebrar In fiesta. de su ~a~~ .-mdD [ . ) y ID
quJa de ella con nusa, t<~rc1a I R - - Y
a..:-1••• ....,., c:omeclias. carreras a caballo
. -.....1"11111. rqocijos, sin que jamis seha)/
.U.Stos algunos[ ... ] siendo siempre a co~
lllalldl• 1 Sfndico Procurador e~ costo de las funcio.
, fuegos y comedias que hacen a lU
....,Ojos a costa de los vec.:inos que volun.
b que les parecen. Mas porque en este año
dichos Alc:alcles representar t res comedía~ en 1)
11empre se )la acostumbrado [ ... ] suplican rcnllída.
1. ee sirva concederles su lice ncia para pulsar tam.
• • • tres comedias y algunos saraos o fandan l!o~, •
as a caballo •parrandea _cm~ suc; negros•, dicen alli; se emborrach a
más se h:l,~ día 24 de J ~nto Y cuando celebran el día de S. Pedro
Slcmprc a <'os- el 29 del m1smo mes. S . J uan acude p resuroso a con-
de la" func1o. Pero todos le dicen, desde tiempos colo-
e h:let"n a su va, S. Juan. Ya tu santo pasó.» S. J uan llora de t ris-
lOS QUC' 'liO)un. r.'lllelpecbo, y sus lágrimas son la lluvia de esos días buena
~ en e<tc año cosechas. s.incretismo de algún antiguo dios afri~ano de
.:t::nedia" en J.¡ con el Batmsta, pues sólo son lágrimas las gotas pluviales
1 can rend1cta. f'Cireenc:tas de la gente primitiva.
a pulsar tam. prohi.bicion~s, reglamentos, admoniciones y castigos,
mdango~ .• defcndtcron Siempre su música y sus cantos, que hoy
a través de su s descendientes, e l folklore venezolano,
en 1799, anotaba en Cumaná:
1, 412.
1941; l, 426. 1 f lkl
Dueatro trabajo cLas cofradlas nepu Y e O ore•.
IIUeltro traba jo • Las cofradlas neiP"lls y el folklore•. f
DUeltro trabajo • Las cofradías ne¡ras Y el folklore•, PI~ re.:
lot libros del Archivo Nacional donde hemos enc:ontra o
• • • • de las cofradlas de Caracas.
CAPiTULO XI
Para el siglo XVII había quedado establecido que los amos de-
bflll dar toda clase de facilidades a los esclavos que descaran
ClllfSO. En esto, como en tantos renglones que aparentemente so-
Jac:loDaban las Leyes de Indias o las Reales Cédulas, o las Prag-
m6dcas, mucha distancia había de lo teórico a lo real; de la dispo-
ski6D emitida en España a la realidad cumplida en América. De lo
mo a lo pintado, de la letra muerta a la ejecución real y verda-
clen, Iba una tremenda distancia de sufrimiento, de dolor, de
esfae:rzo muchas veces inútil, realizado por los esclavos que tra-
lllla de acogerse al espíritu de la ley que se suponía vigente y
...,._te~ Ya el propio obispo don Diego de Baños y Sotomayor,
ea • •Constituciones Sinodales», redactadas en 1687, denuncia-
ba las transgresiones, que se verificaban contra las disposiciones
de la Corona, e incitaban a los párrocos a velar por la recta apli-
'*'dD de cuanto concernía al matrimonio de esclavos. En el ca-
..., •Del matrimonio de esclavos e indios» establecía:
227
.e casen, 0 a casarse con quien los amos quieren, COnf
~ con Jo dispuesto por el Santo Concilio de Trcnt or.
Lim-se mandamos que los dichos amos, mayordomos 0 Y
~.. ' . 1 • • enco.
nderos y demás personas que v1o entaren e •mpidiercn la
me
lun tad de los contrayentes, en la conformidad referida. incu Vl).
lpso faeto en pena de excomum"ón mayor, v1tae. sententiae. y!Tan
or.
denamos a nuestros curas, que llegando a su noticia que
105
tales esclavos o indios se quieren casar, siendo voluntad de
3m.
bos. los amonesten y casen, y SI• 1os amos, encomenderos 0 rna.
yordomos lo embarazasen, nos den cuenta o al Vicario del Par.
tido, paro que proceda con censuras y otras pen:ts, hasta que s
consiga y los dichos curas lo cumplan y ejecuten, pena de cua~
tro pesos de a ocho. Y si después de casados los castigaren por
haberlo hecho, los declaramos por incursos en dichas penas y
mandamos a nuestros vicarios les hagan causa...•
,......lóD
juaio, sin saber su paradero. Se presenta ahora con
de casamiento.
•"•*
!111!1••
pncdcar las diligencias que conduzca n n \ Cri·
que pretente contraer con María Polonia [ ... ]•.
ecude José Ramón al Alcalde de Primera Elec·
IUa amos están dispuestos a comprar a ¡\lana
IIIDI» DO han permitido salir de las diligencias
~~•JIIIIItklllle la venta a los amos d e él. • por h:•llar·
a Dú siempre fuera dr. r,la
en Puerto Cabello, en
que estando uqu• ll'l11:0
iftldeDtoe Pllllii:O mi vida ( ... ] ».
lliiiii5~~~ •para
La rcspuc,ta
conon·r la'
l' '
jurfdlca, y un.a l'O·
6n, cscla\o de Gobernador y Capitán General
se le ha hu'd • en 1a cual declara
amos que ten- fue ta ~-~ dos veces, por conseJo de Morón
- m len ama de .\tarla Polonia como lo
el dueno. actual
. . de .José
·. Ramó n. 0 uc u' pesar de
esclav-a a un . d es
. d e pnnc1p10s
.. _de Jumo ha.,ta
- • el 15 d e Jll
. 1'10, no
nmgun c?sllgo. Respecto de las '>alid.'ls alega: •lla·
alguna dificultad en esto, ya temerosa de que se me
:sidad de plei. ya recelosa de tr~to ilícito con su pretendiente y vu
1 de los esda. que no es ella s~no el varón quien debe diligenci~1 r
, si los amos " Añade la duen~ que. 1~ esclava •dese<• pretexto
blo, o cuando la calle, faltando a nu serviCIO, y para comunicarse tor·
, permitiendo Jos hombres, como sin duda haría en los tiempos de
tedan marital- ocultaciones». Ai\adc que, además, cuando la esclava se
de Maria Po- Auditor no habló de matrimonio, pues lo que desea es
Ramón por de su antiguo amo, Morón, quien, con su mujer, le
Otro sf, digo que a más de las causales que tengo npuestas
la mayor y más considerable es que el citado Miguel Ci~ncros
• reo de muchos crímenes: el primero, que padece la nota de
ladrón famoso, resistido a la justicia y último, es escalador de
drceles, como lo acreditan dos sumarios ...
:n===~:::!: -
- · ·· - dempre le ha servido y asistido a ,u, en·
IIIUJitO. y aeaoc:Jos, iateresándost' l"tlllill
J e Cl0Diiderad6n a que desde que n.tdv la
atecUeDdo a que ahora trata de c:onl ra,·r
~ ct. la comparecientt', dl''d''
l• ••.- la da por Ubre y horra de csd.l\ 1111.1
. . ocao tal trate y contrate, tllll 1 1 11 ~ '
o las c.lrcc parezca en juicio, otorgue escritura, testamentos cod'
los a Pll'an'; • finalmente haga cuanto una persona lib • • Y_ ..
·mc-J'ant e a ._es • ..-.idulmh,re, pueda y debe ha re ~ no SUJeta a
0 . . h b' cer, usando de su hbertad como
5e!ltenaas f¡:¡~ naCJmJen1o u •era logrado haber ·d . .
c:ados en un dado el precio justo de su valor... nac• o (Sic] hbrc
'lle t sr,..
n e y en cono
en contrajo llla- concluir la pre sen tación
. . de estas muestra<, d.e d"ISCnso,, cxa.
$bltero don An- un caso por d emas cunoso y que mue~tra hast ·
::t:o pre'tamente •=-.¡¡~ilejlakliOS . s oc"alc
• s. m· fl uyen_ aun· sobre aquello<;
· quea los que!>Ufpunto
ren.
:;z6n de •zambo cJrcunstanctas
• relattvas a la inferioridad •oc· , 1a 1 e1e• 1os
m de un mulato lllllllldlluciJS se esgnmen po r estos cuando a sus intereses, dentro del
1
. 1 · . Gcn<·t-ul
J Sotomayor: 1761. d la sección del Are'" 0 lid~
tD el fn dlce gcnct al los tom.os nfos• . d e donde hemos rcsun
dtulada • Disensos Y Matnmo '
comentados.
241
e \Pfn•Lo xn
LOS CASTIGOS
d e carimbo
el • significab
1os negros a nada men os que la base
y el mcdi
o más cficat par.¡ su
marcas de plata duraron ha
el Rey prohibió marcar a 1 sta el 4 de noviembre
b úsqueda de métodos uos esclavos. m temor de
persuasivas en lo p~s~b¡:,r~~~~~~i~a~ ~ ~e~m
0
1
a anular el carimbo. El Intendente Se ndgor
íllcaciion,es
. a los puc r t os d e1 ·mterior, en enero de
aavc1785
ra
env1asen todas las marcas que hasta entonces ~~
Ea las Ordenanzas de Nueva Cádiz, de 1537, encont rarn
primeros castigos que se reglamentaron para los negros en~ lot
zuela; tno.
Se ordena y mand~ que cualquier OL"gro que se at1 arc
viere fuera de la scrv•dumbre de sus amos, a,¡ en es ta isla0 ~111-
en la de Margarita o en los otro' ténnínos y jurisd 1cttón dcol1l<l
. persona que a cargo 1o tu\'lcre
de cua1c¡u1cr . .
t•cmpo de <he e11dfas
3o
de Tic- se probare que algún negro o loro echó mano a las armas
usada español, aunque no hiera con ellas, por 1:~ pnmcra \tz
cien azotes y clave la m:~no, y por la segunda se la
y si no fuere defendiéndose y habiendo cch:~do pnmero
a la espada el español.
,.:!ti
"-1¡¡¡¡ !E;.; . ;
~:,.no a ali\1ar el
en sl~~t~:~:
mataduras de las
J;a;~;;~~~~~~~=~=:~
' desde que el 4 de
Curiepe, al
• agtlsto de l 574
do
~~~~-
:medi3rio
de su a mo
m:::¿
LZ~ y C'Ua.
·:a el soi·QUe .~te
U J ' y SI CS.
al~· le sean
Pe, con un
=c::te la t -
u de ·~"a
. .doscie:~tos
' doscientos azo.
su amo se la
S! and:J\"'ese¡¡
meses con los
aborc:~dos
259
El 25 de junio era una fecha muy ¡>articul:tnnente
pan Jos nearos esclavos de los rcp:ntímlentos de Barlov:a
tolamente porque en ese dfll terminaba su dcscanw y su al 0• n,
antes de entregarse a sus diarias y recias tare-as, sino ~
tambim para esa fecha -la del encierro de s . Juan- PPorq-Jc
ban ellos sus planes, con ansia de libc:r:•c•ón. Esto. empcro'tp;¡r¡.
pre fracasaba y descubiertos sus autores, eran sal\ajemen;e&Jc:::,
tados y metidos en cepos. donde modan. En l'l Ya guar.tbó, S ~~
entraba Igualmente el Cambullón., correspondiente t, mbié ~
EnciciTo dtl S. Juan. El Cambullón era l" pat te thmde1 se rr al
sentaba la dureza de los amos blancos en los rcparti111i~ntas. P~
prcscntábasc: en el Cambullón el caso del negro escla\'o a qu,c¡¡
el ~>~Jtot· comendador le quita su comp:uicra y cuanuo aqud k
reclama airado, el comendador manda que lo encepen d~ cabcla
y le pongan una soga al cuello, mientras al son de los tambore
se les obliga a cantar: 1
Cambullón,
ya lo ves,
cómo matan a un hombre
por su mujer.
...............,.,....
Cambul16ft. Cambul16n,
si no. te~ lliMa
de los voceros de
de éstos, Y la
erdos de sus
la auténtica wr·