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Investigaciones empíricas sobre las

destrezas mentalistas:
El estudio científico y sistemáticos, son recientes, pero no
es reciente el interés por definir qué es eso que se ha dado
en llamar “la naturaleza humana”
EL HOMBRE: Es un ser social.
Es capaz de comunicarse con sus semejantes mediante
sistemas simbólicos.
Puede compartir bienes tangibles o intangibles con los
demás y cooperar con ellos.
Transmite a los compañeros de interacción sus
experiencias y estados internos, mediante recursos de
expresión y comunicación. Acumula sus experiencias y
conocimientos y ellos permite la cultura.
El hombre es un ser considerablemente astuto y
frecuentemente malévolo, capaz de engañar a los suyos y
a otros animales de forma elaborada y peligrosa.
El hombre es un animal político, como decía Aristóteles,
pero lo es en el mejor y en el peor sentido. Es un político
tan astuto como peligroso
La vida humana por las pequeñas políticas de los hombres:
por las complejas uniones entre ellos, las habilidades de
anticiparse a las conductas de los otros, las creencias
sobre los pensamientos y los deseos de los demás, pero
también, por los engaños y las mentiras. TODO ESTO
FORMA PARTE DE LA NATURALEZA HUMANA.
Los psicólogos naturales son experimentados, suelen ser
los que dicen la última palabra. Los psicólogos naturales
son los que son más capaces de entender lo humano.
NICOLAS MAQUIAVELO: Es una especie de manual de lo
que hemos denominado “psicología natural”
“El que engaña encontrara siempre, quien se deje engañar”
Maquiavelo dice que los hombres son simples.
Pero no, los hombres no son tan simples.
Se impone en los últimos años la idea de que una cierta
“inteligencia maquiavélica”, que permite esas simulaciones
y engaños, jugó un papel importante en nuestro origen
evolutivo.
El hombre: es tan astuto, porque no solo tiene una mente,
sino que saben que la tienen y que sis semejantes la
poseen también.
Podemos decir que el hombre es un “animal mentalista”
y gracias a eso también un animal político.
¿Qué quiere decir que sea mentalista?
Que para predecir, manipular y explicar su propia conducta
y la de los demás se sirve de conceptos mentales. De
conceptos tales como el de “creencias”, “deseo”,
“pensamiento”, “percepción”, “recuerdo”, etc.
EL HOMBRE: Posee un sistema conceptual especifico,
que está al servicio tanto de las formas complejas de
interacción y comunicación. Como de pautas elaboradas de
mentira y engaño (de relaciones competitivas). Es un
sistema tal que atribuye mente a los semejantes y al propio
sujeto que lo emplea, y permite definir la vida propia y
ajena como vida mental y conceptualizar las acciones
humanas significantes como acciones intencionales.
Este sistema se compone de elementos como las
(atribuciones de creencias, deseos, recuerdos, intenciones,
etc.
Permite usar estrategias sociales sutiles gracias a que
posibilita “ponerse en la piel del otro” o “calzarse sus
zapatos”.
El sistema da sentido a la actividad humana que no se
interpreta cotidianamente en función de patrones
fisiológicos, o con un lenguaje puramente conductual,
estados mentales, tales como creencias y deseos.
(Las creencias, los deseos, los pensamientos), son los que
se usan “de forma natural” en la interpretación de
interacciones humanas.
Definir la naturaleza y el desarrollo de ese subsistema
cognitivo que sirve de soporte a las interacciones humanas.
Ese dispositivo cognitivo ha recibido un nombre extraño:
“TEORIA DE LA MENTE”.
Una teoría de la mente: Es un subsistema cognitivo.
Que se compone de un soporte conceptual y unos
mecanismos de inferencia, que cumple en el hombre, la
función de manejar, predecir e interpretar la conducta.
Se trata del fundamento cognitivo tanto de las
destrezas maquiavélicas del hombre, como de sus
habilidades de cooperación comunicativa mas
especificas y complejas.
LA TEORIA DE LA MENTE. Nos hace tan grandiosos
porque por un lado podemos sentir por otros y al mismo
tiempo nos permite ser mucho más maliciosos que
cualquier otra especie.

La teoría de la mente en antropoides y las


hazañas de Sarah:
En una de esas investigaciones David Premack y Guy
Woodruff planteaban a Sarah, una curiosa tarea. Primero el
chimpancé veía, en video, algunas escenas en que había
un hombre que se encontraba en una situación
problemática. Por ejemplo: El hombre trataba de salir de
una jaula, pero no podía. O en otro caso intentaba atrapar
un racimo de bananas que colgaba del techo de una jaula,
en que además había una caja. Después de cada escena,
se mostraban a Sarah 4 fotografías, y tenía que elegir de
entre ellas aquella que contenía la solución correcta al
problema. Sarah demostró que era capaz de seleccionar la
fotografía adecuada para cada una de las 4 escenas.
PREMACK Y WOODRUFF: Lo importante no era
solamente de que Sarah resolvía los problemas, sino el
hecho de que se daba cuenta de que el personaje tenía un
problema , le atribuía la intención o el deseo de
solucionarlo, predecía lo que tenía que hacer para
resolverlo.
Implica una capacidad muy sutil y compleja: La de
ATRIBUIR MENTE. Solo los seres con mente tienen
estados como las intenciones y los deseos.
SE TRATA DE ESTADOS QUE:
a) No son directamente observables.
b) Sirven para predecir la conducta de aquellos
organismos a los que se atribuyen.
Por eso son teóricos y cumplen una función predictiva, en
relación con el funcionamiento de la naturaleza. De ahí el
nombre de “TEORIA DE LA MENTE”.
Toda atribución de mente es: Una actividad teorica.
Los chimpancés superiores no “hablan” sobre la mente, ni
describen gramáticamente sus deseos, creencias, e
intenciones, pero quizás atribuyan implícitamente alguna
clase de mente a sus semejantes.
Como el hombre, en el caso de Sarah, los niños pequños
tampoco son consientes de que atribuyen mente, y quizás
lo hagan.
En psicología evolutiva, y en perspectivas cognitivas
recientes, es muy importante, diferenciar entre saber
algo y saber que se sabe algo. Es probable que los
chimpancés atribuyan mente (aunque quizá no tan
compleja como la que atribuimos las personas). Pero
nada indica que sepan lo que hacen. Tampoco los niños de
18 meses que han desarrollado la nación de “objeto
permanente”, saben que la tienen. Quise el chimpancé
tiene una “teoría implícita” de la mente, de forma parecida a
como pudiera decirse que el niño posee una teoría tacita de
objeto.

Teoría de la mente y engaño táctico:


Filosofo Daniel Dennel: Estableció 2 criterios para poder
justificar la atribución.
1) El organismo que posee una teoría de la mente
tiene que ser capaz de “tener creencias sobre las
creencias de los otros”.
2) Debe ser capaz de hacer o predecir algo en
función de esas creencias atribuidas y
diferenciadas de las del propio sujeto.
El mejor ejemplo de situación en que todo eso puede
relevarse es el engaño. En ciertas situaciones de engaño
se pone de manifiesto como un individuo “sabe” que otro
tiene una presentación errónea de una situación, y se
aprovecha de la situación en beneficio propio, gracias a
que predice correctamente la conducta del otro en función
de la representación errónea que este posee, y que el
individuo engañoso distingue de la propia.
La incorporación por la psicología del concepto de “teoría
de la mente”, el engaño se convirtió en el criterio principal y
banco de prueba de su desarrollo.
¿Enganñan los chimpancés de forma deliberada y que
sugiera una estrategia mentalista? Woodruff y Premack.
Dos de los chimpancés desarrollaron cierta capacidad de
ocultar información al experimentador competitivo.
Woodruff y Premack demostraron experimentalmente que
los chimpancés usan una capacidad de engaño que parece
implicar el uso de estrategias mentalistas.
Aparecen capacidades de engaño que parecen indicar una
cierta competencia de atribuir mente.
El engaño esta en cierto modo extendido por toda la
naturaleza.
Un ejemplo es el de ciertas especies de hormigas que
encizañan a otras, y que sirven de un procedimiento
aparentemente muy Maquiavélico para capturarlas. Las
hormigas tienen también una teoría de la mente, o al
menos una intuición mentalista.

MITCHELL(1986) Ha diferenciado varios niveles de engaño


en la naturaleza:
1) Caminos morfológicos: Completamente pre
programados e inflexibles, como los que se producen
en algunas plantas (tomando por ejemplo, la
apariencia de abejas o avispas) engañando a algunos
insectos.
2) Hay un nivel superior de engaños pre
programados también pero que exigen
coordinaciones de percepciones y acciones.
Ejemplo: es el de la simulación de una lesión por un
pájaro perseguido por un depredador.
3) Un nivel más alto: Las formas de engaño que
pueden modificarse por aprendizaje.
Están pre programadas. Ejemplo: algunas aves
emplean “cantos aprendidos” para apartar a otras de que
ocupan un hábitat ya ocupado por ellas.
4) Las formas de engaño que implican una
elaboración cognitiva más compleja y flexible.
Alguna forma de conciencia:
ENGAÑO TACTICO: Táctico hace referencia a la
capacidad de modificar flexiblemente una parte de la
lista de comportamientos adaptándolos a un rol de
engaño.
Solo las formas de engaño táctico, que se acompañan
de notas de conciencia, pro positividad, intencionalidad y
flexibilidad permiten atribuir una teoría de la mente.
Las ventajas de poseer un sistema conceptual al servicio
del engaño son semejantes a la de los otros sistemas
conceptuales que se ponen en juego para comprender y
manejar el mundo en general: permiten hacer frente a
situaciones que no están previstas en los registros de la
evolución filogenética son inherentes “creativos” y
generalizados y otorgan a aquellos que lo poseen en
mayor grado, ventajas adaptativas tanto en relación con
otras especies (la “amenaza ecológica” que representa
el hombre se deriva , en parte de su pobre capacidad de
engaño inventivo y transformación tecnológica del
mundo), como con la propia especie (ya que los
organismos con mayor capacidad mentalista tienen
indudables ventajas reproductivas en comparación con
los menos “listos”).
Ello representa una nueva ventaja adaptativa para
aquellos que tienen más desarrollado ese subsistema
cognitivo que recibe el nombre de “teoría de la mente”

Teoría de la mente:
Es un subsistema conceptual que incluye la noción de
creencia. Es decir, la idea de que en otros organismos, o
en uno mismo, puede existir formas de representaciones
capaces de ser verdaderas o falsas. Esa noción junto
con la de intención y deseo constituyen los pilares de la
teoría de la mente.
Muchas de las conductas que se observan en los
chimpancés podrían explicarse como pautas de
manipulación de comportamientos o de estados de
interés perceptivos. Y no propiamente como acciones
diseñadas para manipular creencias.
Los chimpancés solo engañan después de un largo
entrenamiento de meses.

Experimento de la “falsa creencia” y la


teoría de la mente del niño:
El hombre puede aplicar expresamente creencias y
deseos, o predecir abiertamente conductas, sirviéndose
del lenguaje. Las habilidades lingüísticas de los niños
abren una ventana muy directa para conocer cuando y
hasta que punto poseen un sistema conceptual de
intenciones, creencias y deseos, al que denominamos
“teoría de la mente”.
Pero las ventajas del lenguaje, quizás sean engañosas
porque pueden llevan a minimizar las capacidades
mentalistas de los niños pequeños y de organismos que
no poseen lenguaje.
El diseño de tareas que implican lenguaje es más
sencillo.
HEIZ Y WIMMER: Dos psicólogos evolutivos. Idearon
una ingeniosa tarea que sirviéndose del lenguaje
permitiera determinar el momento de desarrollo de la
teoría de la mente. SE TRATA DEL PARADIGMA DE
“LA FALSA CREENCIA”
PARADIGMA DE LA FALSA CREENCIA: Consiste en
una historia sencilla que se va contando al niño, al
tiempo que se representa muñecas y maquetas.
La historia es la siguiente: Dos personajes llamados
Pedro y Juan, están en una habitación, Uno de ellos
(Pedro) posee un objeto que el otro no tiene. Pedro
guarda el objeto, o lo esconde en un recipiente y se
marcha de la habitación. En su ausencia Juan cambia el
objeto de lugar.
Pedro vuelve a la habitación, y se le hace al niño la
pregunta:
¿Dónde va a buscar Pedro la bolita?
Para poder responder correctamente, el niño tiene que
darse cuenta de que Pedro posee una creencia falsa con
respecto a la situación, distinguiéndola de su propia
creencia (verdadera) acerca de la localización real del
objeto.
El niño tiene que representarse mentalmente no solo un
estado de hechos; sino también la capacidad de Pedro
de representarse a su vez, la situación en función de su
acceso informativo a ella. A esa capacidad de
“representarse una representación, en su calidad de
representación”- y sobre todo una creencia, una
representación que suele ser falsa o verdadera- se ha
considerado como el supuesto básico de la teoría de la
mente.
ZENNON Y PYLYSHTN: Llamo
“METAREPRESENTACION” A ESA COMPETENCIA.
Así como el engaño sirvió de criterio para aplicar una
teoría de la mente a los chimpancés, en los estudios con
niños, el criterio principal (pero no único) ha sido su
capacidad para detectar cuando alguien es engañado
objetivamente por una situación, con independencia de
la intención o no de engañar del personaje que provoca
“la falsa creencia”.
La discriminación clara de que alguien esta engañado
presupone, por una parte, la diferenciación entre los
estados.
Este experimento ha sido creado para determinar la
presencia o no de una teoría de la mente en el niño.
¿Cuándo demuestran los niños poseer una teoría de
la mente en la prueba de la falsa creencia?
Desde la investigación inicial de WIMMER Y PERNER:
Hay un momento temporal del desarrollo en torno a los 4
años y medio, en que los niños se muestran capaces de
predecir bien la acción “equivocada” del personaje
objetivamente engañado en la tarea de la falsa creencia.
Los niños de menos edad, aun cuando comprenden bien
y recuerden adecuadamente los elementos de la historia
(donde estaba el objeto “escondido” al principio y donde
está ahora, etc) tienden a cometer un “error realista”: No
toman en consideración el estado de creencia del
personaje, y suelen predecir que buscara el objeto
donde realmente esta, sin tener en cuenta que no ha
tenido acceso informacional al cambio de lugar de dicho
objeto.
Su predicción de la conducta del personaje se basa en lo
que ellos mismos “saben” sobre la situación real, y no en
lo que el personaje conoce. Se puede decir que cometen
el “error egocéntrico” de confundir su propio estado
mental con el del personaje de la historia.
Los mismos resultados que en el experimento original,
se han encontrado cuando se han cambiado algunos
aspectos de la situación de falsa creencia.
Por ejemplo: En una de las modificaciones se presenta
al niño un recipiente con aspecto de contener algo ( una
caja de fósforos) pero al niño se le muestra que dentro
de la caja de fósforos hay un caramelo, luego le muestra
una caja de golosinas, y dentro de la caja de golosinas,
se le muestra al niño que hay una lapicera.
Por último se le anuncia al niño que vendrá un
compañero de el al que se le preguntara por el contenido
del recipiente. La tarea del niño consiste en anticipar lo
que responderá su compañero.
La respuesta correcta seria: Anticipar que el compañero
tendrá la falsa creencia de que el recipiente guardara el
contenido “normal” y no el que realmente tiene.
Esta respuesta la da el 71% de los niños de 4 años. El
86% de los niños de 5 años y solo un 21% de los niños
de 3 años.
En esta tare se produce un proceso interesante, que
consiste en que el propio niño puede acceder a su
estado mental inicial. Para predecir el de otra persona:
esta es una persona de verdad y no un muñeco, como
en los experimentos anteriores.
Entre los 3 y los 5 años, y 4 y medio, los niños se hacen
capaces de entender estados de falsa creencia y por lo
tanto desarrollan una teoría de la mente, refinada que
incluye la noción de creencia.
SULLIVAN Y WINNER: El niño desarrolla un sistema
conceptual e inferencial (teoría de la mente).
Que sirve a la vez la teoría de la mente: Para predecir y
explicar la conducta ajena como para dar cuenta de la
propia.
Los intentos experimentales de facilitar las tareas de
falsa creencia, tratando de hacerlas accesibles a niños
de menos de 4 años y medio, han producido resultados
muy escasos.
En general las únicas operaciones efectivas han
resultado ser las demandas de que los niños respondan
directamente con acciones (y no con el lenguaje), y la
conclusión clara de “intenciones de engaño “en las
tareas.
Entre los 4 y los 5 años, los niños desarrollan un sistema
conceptual completo del que sirven para dar razón de su
propia conducta y de la ajena, y que incluye la noción
básica de creencia falsa. Por esa edad llegan a
diferenciar con claridad sus propios estados mentales de
los de otras personas, y se hacen capaces de definir los
contenidos de tales resultados mentales (creencias) en
función de las fuentes de acceso informativo que los
producen.
LAS INFERENCIAS sobre las creencias de otros
basadas en los datos que los niños poseen sobre su
origen ( es decir, sobre cómo han accedido a tales
creencias) permitieran, según el modelo generalmente
admitido, predecir adecuadamente la conducta
“equivocada” de las personas con creencias falsas.
De este modo, con arreglo a la explicación de la
capacidad mentalista infantil como una destreza “lógica”
o si se quiere decir “teórica”, los niños usarían la cadena:
“Acceso informativo al mundo “creencia”
“conducta”. : Para predecir la conducta en las
situaciones de falsa creencia.
Todo lo que vimos es la capacidad mentalista de los
niños.
Si fuera cierto que los niños emplean las atribuciones de
creencias falsas como guías para predecir
adecuadamente las conductas equivocadas de los
personajes en los experimentos citados, entonces cabria
esperar que existiera una relación alta entre las
respuestas a las dos preguntas siguientes:
¿Dónde buscara Pedro la bolita?
¿Dónde piensa o cree Pedro que esta la bolita?
La 1ra: (donde buscara Pedro la bolita)  PREGUNTA
DE PREDDICION.
La 2da (donde piensa Pedro que esta la bolita) 
PREGUNTA DE CREENCIA.
Los niños de 4 a 5 años tienen sistemáticamente a
responder mejor a la pregunta de Predicción que a la
pregunta de creencia.
Para poder contestar una es necesario responder la otra.
Es decir que los niños tienen que “razonar sobre
creencias” para predecir la conducta del personaje
equivocado.
Los niños podrían utilizar una lógica entendida de
creencias; aun antes de dominar bien la semántica
compleja de verbos mentales, tales como “creer” o
“pensar”. Así, sus peores respuestas a las preguntas
sobre creencias o pensamientos de los personajes
podrían reflejar una dificultad lingüística más que
conceptual.
Un índice importante en el uso de un sistema
conceptual, es el carácter general de las respuestas que
dependen de ese tipo de sistemas.
En una teoría de la mente, un subsistema de conceptos
e inferencias que aplica intenciones, deseos ,
creencias, no solo sirve para reconocer el engaño, sino
también para engañar mejor; no solo para engañar sino
también, para comunicarse con los semejantes usando
delicados procesos de adaptación a los procesos
mentales de estos.

La teoría de la mente:
Es una adaptación a exigencias de relación
intraespecifica (relación establecida entre individuos de
la misma especie)
La teoría de la mente: se usa sobre todo para:
PREDECIR Y COMPRENDER LA CONDUCTA DE LOS
INDIVIDUOS DE LA MISMA ESPECIE HUMANOS.
-También se emplea para predecir las conductas de
otras especies.
-También sirve para explicar el funcionamiento de la
naturaleza en general.
-Los niños de 4 años y medio y 5, no solo predice bien
las conductas equivocadas de otros, sino que enseguida
son capaces de aplicar y aplicarse adecuadamente
creencias falsas.
Además predicen las emociones de las personas
teniendo en cuenta sus deseos, y desarrollan estrategias
sutiles pare producir engaño.

Significación progresiva en el desarrollo de la teoría de la


mente la de engañar.
La competencia de engaño se ha tomado como el
indicador principal del desarrollo mentalista en el
chimpancé.
¿Qué podemos decir del niño?
¿Cuándo y cómo comienzan los niños a engañar, y
como se desarrollan sus capacidades de engaño?
El sujeto tiene que inducir creencias falsas, con el fin de
manejar una situación y que ello debe implicar el empleo
pragmático de una lógica mentalista y representacional.

El engaño táctico en el niño:


Los niños de 3 y 4 años, a diferencia de los de 5 años,
encuentran dificultades para engañar, en situaciones.
Como dice PERNER “Esta dificultad especifica que la
mayoría de los niños de 3 y 4 años tienen con el engaño,
encaja perfectamente con el hallazgo de la mayoría de
los estudios de que los niños no comprenden la mente
como un sistema representacional antes de los 4 años.
Por eso mismo, no pueden comprender la clave del
engaño, es decir, la manipulación de las
representaciones mentales”.
EXPLICACION DEL ENGAÑO TACTICO: “La
comprensión de la mente como un sistema
representacional” y la capacidad de “manipular
representaciones mentales”.
ESTAS SERIAN LAS MARCAS DIFERENCIADAS
DEL ENGAÑO MENTALISTA.
EL ENGAÑO TACTICO no solo implica tener mente,
sino: “MENTALIZAR SOBRE LA MENTE”
LOS PROCESOS DE MENTALIZACION Otorgan
ventajas claras a aquellos organismos que pueden
utilizarlos para modificar o impedir los “planes” de otros
organismos, en secuencia a interacción competitiva, por
una parte exponen a menos peligros directos que otros
tipos de “planes” como los que reciben el nombre de
“sabotajes”, y que consisten en el impedimento físico de
la conducta de un competidor para impedir que acceda a
un incentivo. Por otra parte son: Inseparablemente
blandos, y se adaptan a las condiciones individuales de
los competidores. En el caso del hombre POR
EJEMPLO: Las formas de engaño táctico y mentira
pueden llegar a ser muy delicados en relación con sus
destinarios. Todo esto lleva a la hipótesis de que el
momento crítico de desarrollo del engaño táctico,
debería conducir con el de comprensión de la falsa
creencia.
Esa forma de acción competitiva exige “representarse
relaciones de representación como tales” que es lo
que define: la teoría de la mente.
- La mayoría de los experimentos con niños pequeños
confirman la hipótesis de la participación progresiva
entre el engaño y la comprensión de creencias falsas:
Estas dos van de la mano.

De Vries Diseño una tarea de escondite en la que los


niños tenían que ocultar un objeto para que no se hiciera
con él un competidor, y demostró que los más pequeños (3
y 4 años) no intentaban ninguna estrategia de engaño. Y a
edades mayores, se producía un crecimiento que daría
finalmente a la capacidad de “tener en cuenta que los otros
pueden tener en cuenta le propia perspectiva”. Esa
competencia repetitiva (la habilidad de representarse, en la
representación del otro”) sería una condición importante
para el desarrollo de estrategias que se logran de engaño
mentalista.

Peskins Experimento de la pegatina:


Los resultados de Peskins permiten diferenciar 3 momentos
evolutivos relativamente claros en el desarrollo del engaño
táctico.
3 MOMENTOS EVOLUTIVOS EN EL DESARROLLO DEL
ENGAÑO TACTICO:
1) A los 3 años los niños parecen incapaces de emplear
el desarrollo del engaño táctico, aunque tenga un
costo y ellos deban sufrir por ese costo.
EJEMPLO: el competidor que se queda con la pegatina y
así sucesivamente.
2) Momento en que se da una transición (paso de un
momento a otro). A los 4 años, en el los niños no
suelen emplear desde el principio estrategias de
engaño táctico, pero en muchos casos pueden llegar a
elaborar en función de la experiencia.
3) Fase en la que el engaño se utiliza con más
4) facilidad y naturalidad.

La etapa de los 2, la de transición: corresponde con la


encontrada en los experimentos sobre falsa creencia (con
los muñecos, con las cajas)

Beate Sodian Los niños pueden emplear una


abstracción física, un sabotaje, para impedir que el
competidor se haga con el objeto deseable.
Los niños de 3 y 4 años son mucho más capaces de
emplear el sabotaje, que el engaño. Mientras que los de 4 a
5 años se mostraban capaces de engañar en más del 80%
de los casos.
-La dificultad de los niños pequeños para utilizar estrategias
de engaño e abstenerse de señales emocionales
reveladoras.
- Los niños de 3 años eran más incapaces a la hora de
engañar, que los de 4 y 5 años. Y menos capaces de
ocultar expresiones emocionales que informaban al
competidor la situación real del osito.

Desarrollo de la capacidad de engaño


táctico en el niño:
Entre los 4 y los 5 años, los niños reflejan; en situaciones
experimentales, una capacidad de engañar que no
muestran a edades menores. A diferencia de los de más de
4 años y medio, los niños más pequeños ofrecen, una
imagen de conmovedora e igual inocencia, que parecería
expresar una especial incapacidad de manipular estados
representacionales de otros en beneficio propio. No quiere
decir que no tengan la intención de impedir la conducta
perjudicial de sus competidores. Perno no son capaces de
empelar estrategias mentalistas, de manipular las fuentes
informativas de sus competidores, para impedirlo o
equivocar las conductas de estos.
La falsa creencia  se partía de la cadena:
ACCESO INFORMATIVO CREENCIA CONDUCTA
Para explicar la capacidad de los niños para predecir
conductas equivocadas. En los de engaño se supone
implicada esa misma cadena.
El niño de 5 años es relativamente capaz de manejar
información que proporciona o no a un competidor
(mediante tácticas que indicación falsa, inhibición
expresiva, etc.). Para crear en el competidor una creencia
falsa que le lleve a una conducta equivocada, pero
beneficiosa para el propio niño.
La comprensión de la falsa creencia, se convierte en la
clave explicativa del desarrollo del engaño.

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