Revista de Información y Debate ● Septiembre de 2006 Nº 23

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Dossier: La Constitución Europea hoy> El proyecto pretende cabalgar de nuevo -

Política exterior: la retórica frente a los hechos - La larga noche del “no” francés - Italia: ¿cuánto
puede durar la fiesta? - Polonia y el discurso antieuropeísta

Rusia: Las claves del gigante> La consolidación de un sistema autoritario - La política

exterior rusa en la posguerra fría - Luces y sombras en las reformas de Putin - La Comunidad
internacional ante Chechenia

Miradas: Las rutas de la izquierda> América Latina o la ruptura con el neoliberalismo -

Entrevista a Frei Betto (Brasil) - Las fuerzas progresistas en África - Europa: de la resistencia
a la propuesta
 Pueblos
Portada
Nº 23 (II época)
Septiembre de 2006
Periodicidad trimestral

Fundada en 1995
Segunda época ● 2002

Editada por
Pueblos
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Mª José Comendeiro Muiña nació en el barrio de Hortaleza, en Madrid, en los
Corresponsal en Centroamérica:
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Grado Superior de Fotografía en la Escuela de Arte nº 10 de Madrid y diversos cur-
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Mateos, Mauricio García, Leonor Hurtado, Cidaf, Este proyecto trabaja las distintas variantes de la comunicación entendida como un
Juan Pablo Crespo, Fundación Entre Mujeres, todo, ya sea el diseño gráfico, la fotografía, la ilustración o la escritura. El objetivo
Carmen Ariza, Diputación de Cádiz,
Beat “Tutu” Wehrle.
de la iniciativa es mostrar puntos de vista y posturas que normalmente no son visi-
bles en la sociedad actual, empleando para ello soportes tan dispares como camise-
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 Sumario
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4

Opinión: Comunicación y toma del poder (Pascual Serrano) . . . . . . . . . .5

6 Rusia: Las claves del gigante

La consolidación de un sistema autoritario (Jesús de Andrés) . . . . . . . . . .6
La política exterior rusa en la posguerra fría (Nora Sainz Gsell) . . . . . . . . .9
Luces y sombras en las reformas de Putin (Antonio Sánchez Andrés) . . .12
La Comunidad internacional ante Chechenia (Francesc Serra
i Massansalvador) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15

18 Comunicación
Colaboración, creación colectiva y nuevos movimientos sociales
(Pepe Madariaga) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
Bombas informativas (Ángeles Diez Rodríguez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21

24 Entrevista
Embajador Musa Amer Odeh, delgado general de Palestina en
España: “Para evitar que el pueblo palestino reaccione de forma
violenta, hay que protegerlo de Israel” (J. Pablo Crespo y Mercedes
F. Lagarejos)

27 Dossier: La Constitución Europea hoy

(Artículos de Ramón Fernández Durán, Carlos Taibo, David Antona González, Chris
Bambery y Mercedes Herrero de la Fuente)

43 Miradas: Las rutas de la izquierda

América Latina o la ruptura con el neoliberalismo (Fernando Buendía) . .43
Entrevista a Frei Betto, excoordinador de Movilización Social del
Programa Hambre Cero en Brasil (Sergio Ferrari y Beat “Tuto” Wehrle) . . . .46
Las fuerzas progresistas en África (Plácido Micó Abogo) . . . . . . . . . . . . . .49
Europa: de la resistencia a la propuesta (Miguel Riera) . . . . . . . . . . . . . . .52

54 Cooperación
África, en sangre viva (Carlos Gómez Gil) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
La Ley General de Subvenciones y las ONG (José Mª Medina Rey) . . . . .57
Entrevista a Irene García Macías, diputada delegada de la
Delegación de Solidaridad Internacional de la Diputación
Provincial de Cádiz
(Mercedes F. Lagarejos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .60

61 Cultura
Libros: Últimas conversaciones con Pilar Primo (Ramón Pedregal)
Pinturas de guerra. Dibujantes antifascistas en la Guerra Civil
española (Paula Cabildo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61
Notas sobre otras publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .62
Música: La frondosidad sonora del África Tropical (Enrique García) . . .63
Cine: Volver (Juan Vicente Monteagudo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
Superhombres... y supermujeres (Alejandro Pedregal) . . . . . . . . . . . . . . . .66

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 3

Editorial
Editorial
Inmigrar en verano
M
ientras millones de turistas se
encaminaban por tierra, mar
y aire hacia sus lugares de ve-
raneo, otros cientos de personas tam-
bién salían de viaje, pero con propósi-
tos bastante menos lúdicos: se embar-
caban en la dramática aventura de la in-
migración. El destino quiso que unos
y otros se topasen a la orilla del mar, y
que los que tomaban el sol y los que
llegaban abrasados por él confluyeran
en un mismo espacio y un mismo tiem-
po. Sus vidas paralelas intersecciona-
ron por unos instantes en las playas de
Canarias. Las imágenes del encuentro,
con los bañistas arropando con toallas
y dando de beber agua mineral a los re-
cién llegados, hablan también de que
no hay más que mirar cara a cara al
drama ajeno para que a uno se le olvi-
den muchos prejuicios.
Pero más allá de la buena voluntad
de estos ciudadanos de a pie, la masi-
va llegada de inmigrantes a Canarias
está provocando otro tipo de reaccio-
nes no tan edificantes. Casi 19.000
subsaharianos han arribado este año al
archipiélago y en torno a 500 han per-
dido la vida en el mar en su intento de
tocar la próspera Europa. Unas cifras
de escalofrío que deberían cuestionar-
nos sobre qué está sucediendo en Áfri-
ca, qué males endémicos se suman a
otros males coyunturales, y quiénes
son los responsables no ya de la mise-
ria de hoy (económica, política y so-
cial), sino de la que parece se va per-
petuar por decenios. Y sobre todo y tras
el anterior diagnóstico, qué soluciones
existen y cómo se pueden poner en
marcha. En vez de eso, la opinión pú-
blica y los responsables políticos se en-
frascan en discusiones que apenas ro-
zan la superficie del problema, anali-
zando sus consecuencias inmediatas
(casi todas económicas) o buscando al-
4 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
ternativas sobre la manera de poner el
tapón a las migraciones del Sur, un ta-
pón, por otro lado, que la pobreza re-
ventará a la vuelta de dos días.
Quizá una de las polémicas más
llamativas es la que se centra en cómo
está afectando a la industria turística de
Canarias la llegada de cayucos reple-
tos de inmigrantes. Y es que en vaca-
ciones, la gente no está para penurias,
que bastante tiene con las diarias. Aun-
que el peso de lo políticamente correc-
to, es decir, de que el vil metal no se si-
túe por encima del drama humano, ha-
ce que pocos se quieran pronunciar so-
bre el asunto, el que se hable de éste re-
sulta sintomático del tipo de sociedad
en la que vivimos y de cómo el capita-
lismo actúa sin pudor en nombre de
una praxis que nos ha hecho creer co-
mo nuestra y que se resume en que “el
negocio es el negocio”.
Pero hay otros temas que centrali-
zan lo que se ha dado en llamar “crisis
migratoria”. Entre ellos, la petición de
dinero a Europa para “frenar la inmi-
gración”, el reparto de inmigrantes por
la península porque en Canarias ya no
“caben” o el permiso concedido por
Senegal para que la Guardia Civil es-
pañola pueda “vigilar” sus aguas. Sin
olvidar perlas del tipo de que las llega-
das masivas que se están produciendo
se deben a que la economía española
va viento en popa. Todo un ejemplo de
lo que es aprovechar que el Pisuerga
pase por Valladolid.
Así las cosas y si no cambian, no
sería extraño que el verano que vie-
ne, nuevos bañistas deban atender
con buena voluntad y unas cuantas
toallas a nuevos inmigrantes exhaus-
tos y sedientos, a los que Europa sim-
plemente les ha puesto un poco más
difícil alcanzar la oportunidad de una
vida mejor.❑

Comunicación y toma del poder
L
os recientes foros sociales han
abordado un apasionante deba-
te en torno a la necesidad de la
toma del poder o no. Se trata de una
idea lanzada por el zapatismo donde,
rompiendo con la tradición de los mo-
vimientos guerrilleros que luchaban
por derrocar y desplazar gobiernos,
afirmaba que su objetivo no era tomar
el poder en México. Era la misma tesis
que defendía John Holloway en su li-
bro Cambiar el mundo sin tomar el po-
der. La discusión tomó total protago-
nismo en el último Foro Social Mun-
dial en Caracas, un país cuyo gobierno
se ha alineado con los principios alter-
globalizadores de los organizadores y
precursores de estos foros. De ahí la di-
ferencia entre quienes apuestan por in-
tentar cambiar las estructuras sin ne-
cesidad de alcanzar gobierno y quienes
piensan que ese modelo está agotado y
que, tomando los ejemplos de Vene-
zuela o Bolivia, es hora de aspirar a
otro mundo posible tomando las rien-
das gubernamentales.
Y hago esta reflexión para trasla-
darla a los medios de comunicación al-
ternativos. Hace diez años, las expe-
riencias en este ámbito pretendían sa-
car del silencio noticias, luchas y mo-
vimientos que los grandes medios es-
taban ignorando premeditadamente.
Algunos incluso los denominan me-
Opinión
Pascual Serrano*
dios de “contrainformación”, término
del que reniego porque, entiendo, su-
pone reconocerles a los comerciales el
patrimonio de la información.
Con el tiempo, y con el desarrollo
de algunas tecnologías de la informa-
ción, en especial Internet, hemos podi-
do comprobar que el despegue de los
alternativos ha sido tal que ya se nos
queda pequeño el reto de desvelar las
informaciones silenciadas. Podemos
aspirar a plantear un nuevo modelo y
un enfoque distinto de prácticamente
todos los acontecimientos de la agen-
da informativa. La experiencia nos ha
demostrado que incluso ante hechos
noticiosos predominantes, la demanda
de información diferente a la propor-
cionada por los grandes medios es
abrumadora. A la ciudadanía no le bas-
taba lo ofertado por los grandes medios
en acontecimientos como el 11-S, el
tsunami en Asia o el desarrollo de la
guerra de Iraq, a pesar de que eran te-
mas ampliamente abordados por los
medios masivos. Al mismo tiempo, pu-
dimos comprobar que estábamos en
condiciones de ofrecer otra informa-
ción, otro análisis y otra interpretación
diferente de todos esos hechos.
Si a todo ello, le añadimos la pérdi-
da de credibilidad de los medios domi-
nantes, podemos concluir que entrába-
mos en una nueva fase en la que debía-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 5
Opinión
mos plantearnos, lisa y llanamente, el
derrocamiento del predominio infor-
mativo de las grandes empresas.
Es decir, tal y como ha sucedido en
los foros sociales, aquel debate sobre
la toma del poder llega ahora a los me-
dios. Y de nuevo aparece Venezuela en
escena. Desde allí se crea un canal de
televisión internacional, Telesur, acom-
pañado también de otros medios pú-
blicos, que ya no eran ni medios co-
munitarios ni proyectos de movimien-
tos sociales como hasta ahora sucedía
con los medios alternativos. Eran me-
dios financiados por gobiernos que se
desmarcaban de los intereses comer-
ciales y que apostaban por una línea
editorial con franca sintonía con los
contenidos alternativos. De hecho, sus
directivos y profesionales proceden
mayoritariamente de esa cantera.
Por tanto, podemos concluir que
quizás va siendo hora de que pense-
mos en que un modelo informativo al
servicio de los pueblos, ajeno a los im-
perativos de la rentabilidad y los in-
gresos publicitarios, pueda ser predo-
minante y desplace a los actuales, ya
muy heridos en su credibilidad. O al
menos, que comiencen a enfrentarse
de igual a igual.❑
*Pascual Serrano es cofundador del periódico
electrónico Rebelión.org y asesor editorial
de Telesur.
Rusia
Las claves del gigante

La consolidación
de un sistema
autoritario

Jesús de Andrés*

Jesús de Andrés

Desde hace algunos meses, los medios de comunicación

occidentales insisten en que Rusia, dirigida con mano firme por el presidente
Putin, quien ha conseguido consolidar su poder en el Kremlin, se desliza de
forma suave pero inexorable hacia posturas inequívocamente autoritarias.
Los partidos y el Parlame

L
os datos que demuestran la de-
riva despótica de la Federación
Rusa, que este año conmemora
el decimoquinto aniversario de la caí-
da de la URSS, son incuestionables: re-
troceso de derechos y libertades, asfi-
xia de los medios de comunicación in-
dependientes, control legislativo de las
ONG, represión a personas y partidos
de oposición, amén de una política ex-
terior que recuerda viejos tiempos y
busca apoyos en países con escaso pe-
digrí democrático. Sin embargo, lo que
puede presentarse como un reciente gi-
ro autocrático, que responde a la vo-
luntad de controlar el poder por parte
de Putin, obedece a causas más pro-
fundas, más asentadas en el propio sis-
tema político ruso.
Un repaso a lo ocurrido en el últi-
mo año, pero sin ir más allá, confir-
mará el diagnóstico que una y otra vez
repiten los medios de comunicación:
Putin se ha quitado la careta, ha perdi-
do la bisoñez que caracterizó sus pri-
meros años de gobierno, ya no debe
nada a nadie y comienza a actuar con-
forme a sus principios políticos e ide-
ológicos, que no son otros que los que
recibió en sus años de formación en los
servicios secretos soviéticos, en el
KGB. El varapalo dado a la débil so-
ciedad civil rusa, en realidad una ente-
lequia que nunca ha llegado a articu-
larse, ha sido doble: si a finales de
2005 se aprobaba la ley sobre las ONG
para someterlas a un control guberna-
mental estricto que impida cualquier
conato de “revoluciones naranjas”, en
2006 se ha utilizado en distintos fren-
tes la política energética como arma
para cumplir el objetivo de consolidar
un régimen presidencial fuerte, un Es-
tado sólido no sometido a las debilida-
des que el control de la ciudadanía y de
los medios de comunicación trae apa-
rejado. La sumisión del Parlamento,
elegido en 2003 y totalmente al servi-
cio de la causa “putinista”, ha contri-
buido sin duda al cuadro descrito, tan-
to cuando ha renunciado mediante ley
a investigar en el futuro las actividades
del presidente, como cuando ha desti-
tuido al fiscal general, Vladímir Ustí-
nov, según todos los indicios por indi-
cación de Putin, en un capítulo más de
la inagotable lucha por el poder entre
distintos grupos de la élite rusa. Si a
ello añadimos la falta de transparencia
y la indisimulada parcialidad exhibidas
en los procesos electorales más re-
cientes (en las elecciones locales en
Moscú, por ejemplo), el mapa de dicha
deriva se completa.
Pese a todo, si volvemos la vista
atrás y hacemos balance de lo ocurri-
do en Rusia desde la desaparición de
la Unión Soviética la valoración tiene
que ser necesariamente otra. No se ad-

6 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


ento tienen un papel marginal en elsistema político ruso.
vierte una repentina caída a los abis-
mos del autoritarismo no porque no se
aprecien rasgos del mismo en el siste-
ma ruso, que los hay y muchos, sino
porque mantener esa hipótesis lleva
implícita la suposición de que hubo
un punto de partida inmaculadamen-
te democrático. No puede afirmarse,
si realizamos un simple ejercicio de
comparación, que la Rusia de Yeltsin
fuera menos autoritaria que la actual.
Desde la disolución de la URSS, Pu-
tin ha estado al frente del Estado ruso
los últimos siete años. Durante los
ocho primeros, en los que se asenta-
ron no sólo las estructuras de la nue-
va Federación Rusa sino también, es-
pecialmente, sus dinámicas políticas,
fue el hoy casi olvidado Yeltsin quien
condujo el timón en Rusia.
Los tiempos de Yeltsin
No es necesario profundizar en el aná-
Rusia
lisis del período con el lastre de legitimidad que ello su-
“yeltsinista” para pone, sino que fue creado a medida de
poder realizar una las necesidades políticas del entonces
valoración del mo- presidente Yeltsin: un sistema de rígi-
mento presente; es do presidencialismo, a pesar de su apa-
suficiente con re- riencia semipresidencialista, en el que
cordar que el mo- todo gira alrededor de la figura del pre-
delo entonces con- sidente y cuyos poderes desmedidos no
solidado poco te- tienen control y carecen de fórmulas de
nía que ver con equilibrio. Con ese traje abordó Yeltsin
una democracia los procesos de privatización y acu-
avanzada, garante mulación de capitales pendientes, se
de derechos y li- rodeó de una nueva clase política y
bertades, respetuo- sentó las bases del juego político. La
sa con las normas figura presidencial, que todo lo abar-
del Estado de de- ca, no dejó espacio alguno ni al Parla-
recho y capaz de mento, ni al gobierno, ni a los partidos
proporcionar bien- políticos. La ausencia de éstos ha im-
estar a sus ciuda- pedido que se articule un debate polí-
danos. Quizá no tico en términos ideológicos, que la so-
esté de más recor- ciedad canalice sus demandas y que se
dar que la actual renueven las élites. En estas circuns-
Constitución rusa tancias el único objetivo político, cla-
fue impuesta por ro está, ha sido conseguir, o, mejor di-
Yeltsin en otoño de cho, mantener la Presidencia.
1993, tras un auto-
golpe de Estado El conflicto del Cáucaso
que incluyó la di- A la pregunta de si existe autoritaris-
solución del Parla- mo en Rusia debe responderse, por tan-
mento -y su poste- to, de manera afirmativa aunque con
rior bombardeo- y un añadido: autoritarismo sí, pero no
la asunción de to- como algo nuevo, sino como una cons-
dos los poderes por parte del presiden- tante en el tiempo. De hecho, nada más
te; que el texto constitucional fue apro- puede esperarse de un sistema que se
bado en un referéndum celebrado en ha construido en dicha clave. Lo sor-
condiciones de excepcionalidad (las prendente, dadas las circunstancias, se-
características de un golpe de Estado); ría lo contrario. Siendo así, parece más
y que desde las estructuras estatales no interesante rastrear las políticas pues-
se ocultó que el único resultado posi- tas en marcha por Putin ya que tras
ble de dicha consulta era la aceptación ellas se asienta un programa político no
mayoritaria del mismo. De hecho, pro- siempre explícito que nos puede dar la
digio de ingeniería constitucional, el clave de hacia dónde se dirige real-
referendo se celebró el mismo día que mente Rusia y de cuáles son hoy en día
las elecciones parlamentarias que ele- sus objetivos.
gían al parlamento que dicha constitu- En este sentido, cabe destacar tres
ción debía articular, señal inequívoca líneas de actuación dirigidas a: recom-
de que un resultado negativo no entra- poner la unidad territorial bajo la batu-
ba en los cálculos de nadie. ta de un nacionalismo de corte ruso, re-
Aquel hecho fundacional, sobre el habilitar la imagen exterior e interior
que tantas veces se ha pasado de pun- del país y renovar el papel internacio-
tillas y sobre el que con toda seguridad nal de potencia que en todo momento
las futuras generaciones volverán, su- tuvo la Unión Soviética. Recomponer,
puso el establecimiento del actual sis- rehabilitar y renovar. Tres verbos com-
tema político ruso, el cual no sólo tu- puestos con un mismo pref ijo que
vo un arranque violento e impuesto, anuncia repetición y que en conjunto
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 7
Rusia
Las claves del gigante
deben leerse como el afán nostálgico
de reconstruir lo que Rusia fue, o sus
actuales dirigentes creen que fue, en el
siglo XX: una nación unida, un país or-
gulloso de sí mismo y una potencia in-
fluyente y respetada. Es decir, un vol-
ver a los tiempos soviéticos pero sin
Unión Soviética. Incluso en los sím-
bolos se aprecia esta querencia: la res-
titución de la bandera y el himno so-
viéticos no necesita ser explicada por
evidente.
Para la primera cuestión, Putin, te-
meroso y prevenido frente a que algo se-
mejante a lo que le ocurrió a la Unión
Soviética pudiera pasarle a la actual Fe-
deración, es decir, que se desintegre te-
rritorialmente, ha creado una nueva es-
tructura territorial, dividiendo la super-
ficie de Rusia en siete nuevos y grandes
distritos federales. El principal conflic-
to, el existente en el Cáucaso, donde
conviven siete repúblicas que suman
más de 100.000 kilómetros cuadrados y
casi siete millones de habitantes, se ha
tratado de contener aplicando ayudas y
fomentando el nacionalismo ruso. Cual-
quier iniciativa política que no parta de
la promoción de éste, sino que lo haga
desde la de cualquier otro, está conde-
nada a enfrentarse directamente con el
Kremlin. En el caso de Chechenia, cuyo
conflicto parece haberse enquistado in-
definidamente, se ha compaginado la re-
presión militar con la aplicación de las
políticas homogeneizadoras que acom-
pañan a la política de creación de los
nuevos distritos federales. Sin embargo,
y pese a algunas victorias puntuales, co-
mo la muerte de Shamil Basáyev, el gue-
rrillero checheno más buscado de Rusia,
no se ha conseguido todavía abrir un
frente esperanzador para la solución del
problema. En cualquier caso, la política
de reducir el número de territorios y de
hacerlos más homogéneos a través de
fórmulas administrativas ha tenido éxi-
to en la mayor parte del país pero ha fra-
casado en el Cáucaso. Hasta cinco uni-
dades administrativas habitadas por co-
munidades nacionales en las zonas de
Siberia y de los Urales han sido unidas
a provincias rusas, con su respectivo re-
feréndum de por medio, sin que eso ha-
ya supuesto ningún problema. Sin em-
8 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
“
Las tres líneas de actuación de Putin son
de potencia
“
recomponer la unidad territorial, rehabilitar
la imagen del país y renovar su papel
bargo, en el Cáucaso algún intento de es-
te tipo (como el que pretendió unir Adi-
gueia a Krasnodar) se ha visto abocado
al fracaso.
Imagen y sucesión
La segunda gran línea de actuación, la
rehabilitación de la imagen interior y ex-
terior de Rusia, ha sido uno de los ejes
fundamentales de las políticas de Putin.
No sólo ha sido necesario reconstruir la
imagen que los propios rusos tenían de
sus mandatarios, comenzando por la
que Yeltsin exhibió en sus últimos años,
desacreditada dentro y fuera de sus fron-
teras, sino también la mala imagen que
Rusia ha forjado en Occidente en los
tres últimos lustros: siempre asociada a
mafias, corrupción, pobreza y alcoho-
lismo. El papel de Putin durante la cum-
bre del G-8, celebrada en San Peters-
burgo en julio y dirigida por Rusia, con-
ciliador y erigiéndose en poco menos
que el garante de la estabilidad en el su-
ministro energético mundial, responde
al propósito señalado de mejorar su
imagen internacional. Pero si en el ám-
bito interno Putin ha seducido mayori-
tariamente a los rusos, que han visto
mejorar su situación económica y han
dejado de sentir vergüenza ajena de su
presidente, en la esfera internacional la
cosa es más compleja. A pesar de los es-
fuerzos, como el señalado de la cumbre
del G-8, sus relaciones con regímenes
como el iraní, a quien sin rubor alguno
se venden misiles antiaéreos por valor
de cientos de millones de dólares, o con
el venezolano, a quien también se su-
ministra de aviones de combate y ar-
mamento ligero, complican la situación.
La necesidad de conseguir una buena
imagen no siempre es compatible con el
objetivo de recuperar el poder y la in-
fluencia de antaño.
Precisamente este último propósito,
el de volver a ser lo que se fue, es el que
mayores consecuencias está teniendo pa-
ra el sistema político.Además, desde un
primer momento, se ha apoyado en un
objetivo superior: restablecer la grande-
za del Estado ruso. La particular ideolo-
gía del grupo dirigente que rodea a Pu-
tin, los denominados silovikí, miembros
de organismos militares, policiales y de
los servicios secretos soviéticos y rusos,
es tan simple como efectiva: el Estado
debe ser fuerte porque un Estado fuerte
permitirá ser grande al país y nada debe
impedirlo. La razón de Estado es el eje
de funcionamiento del sistema, algo a to-
das luces imposible de hacer casar con
los hábitos democráticos.
En cualquier caso, hay una línea en
el horizonte de Rusia que determina las
políticas que se aplican y las tres señala-
das en concreto: la finalización del man-
dato de Putin en 2008. Al igual que to-
dos los esfuerzos de Yeltsin fueron el
asegurar su reelección primero y la elec-
ción de un candidato fiel a continuación,
Putin se encuentra ahora en la tesitura de
tener que elegir a su sustituto, aquel que
garantice la supervivencia del entrama-
do político y económico construido a lo
largo de los últimos años. Si bien Dimi-
tri Medvédev, jefe de la Administración
del Kremlin, y Serguéi Ivanov, ministro
de Defensa, son los nombres que más
suenan, es muy posible que ninguno de
ellos alcance la meta y que en los próxi-
mos meses Putin dedique sus esfuerzos
a conseguir, al igual que hicieran con él
en su momento, algún candidato con
menos perfil y con mayores garantías.
Los rusos llamados a refrendar dicha
elección no pondrán mayores pegas ya
que, a pesar de todo, a pesar de los ele-
mentos autoritarios que caracterizan al
sistema político, cualquier ejercicio
comparativo es siempre ventajoso. Pue-
de parecer una paradoja, pero no deja de
ser cierto que nunca los rusos, con todos
los problemas señalados, habían tenido
un nivel democrático como el actual ni
unos derechos como que tienen hoy en
día, menguados e insuficientes, pero de-
rechos al fin y al cabo.❑
*Jesús de Andrés es profesor de Ciencia Política
de la Universidad Nacional de Educación
a Distancia (UNED).
 Rusia
La política exterior rusa en la posguerra fría
Nora Sainz Gsell*

P
ara la pri- de políticas occi-
mera de dentalistas a nivel
La política exterior de la Federación Rusa, heredera tras la disolución en
esas áreas, interno e interna-
1991 de la URSS, se diseñó sobre unas prioridades que darían lugar a la
Moscú formuló cional (iniciadas en
creación de grandes áreas de seguridad como medio de protección de los
unos objetivos de- la Perestroika), con
intereses rusos. Una, comprendida por las repúblicas de la antigua URSS,
finidos: el afianza- el doble objetivo de
determinó la elaboración del concepto del “extranjero cercano”. Otra,
miento de una zo- adecuar a la Fede-
constituida por zonas y actores de importancia política, económica y
na de influencia ración a los mode-
estratégica (Europa Occidental y Central, Oriente Medio, Estados Unidos,
que pusiese freno a los de organización
Japón) originó el del “extranjero lejano”.
la expansión de política, económica
potencias regiona- y social occidenta-
les (Irán, China y les (pluripartidis-
Turquía) y mun- mo, sufragio uni-
diales (Estados versal, economía
Unidos); la preser- de mercado, parti-
vación de una si- cipación en organi-
tuación de domina- zaciones económi-
ción económica cas internaciona-
mediante el control les) y de fomentar
de recursos y del la cooperación con
comercio; hacer sus actores (se con-
frente a eventuales vierte en miembro
amenazas exterio- del G-7, que se
res (terrorismo, transforma en G-8;
fundamentalismo se vincula a la
islámico); y la pro- OTAN, participan-
tección de los de- do en el Consejo de
rechos de los rusos Cooperación Euro-
Jesús de Andrés

residentes en esos Atlántico y en la

países. Para la se-
gunda área, los
propósitos fueron
difusos. Más que
Imagen de una de las nuevas puertas que conducen a la Plaza Roja.
políticas de plani-
ficación, las hubo
de reacción frente a los acontecimien-
tos que afectaban al área y a los acto-
res en cuestión (incorporación de los
países del antiguo bloque del Este a la
UE y a la OTAN, conflictos yugosla-
vos). El área no fue descuidada, pero
Moscú, ocupado en la transición polí-
tica y económica de la Federación,
privilegió la del “extranjero cercano”.
Objetivos en el “extranjero
cercano”
Los primeros años de la “nueva Rusia”
fueron de continuidad y de aplicación
Asociación para la
Paz; se adhiere al
Consejo de Euro-
pa).
La ruptura de la
afinidad entre polí-
tica exterior rusa y los intereses del
mundo occidental, que había caracte-
rizado la primera época del gobierno
de Yeltsin (1991-1999), se produce en
1994 como consecuencia, entre otras
razones, de la actuación de Moscú del
conflicto en Chechenia (primera gue-

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 9

Rusia
Las claves del gigante
rra). Paulatinamente, la Federación
comenzó a adoptar una política de
cierto aislamiento, enfocada en
destacar los intereses próximos, lo
que permite hablar de un proceso
de “rusificación” de la política ex-
terior, que sería consolidado por
Putin al asumir la presidencia
(1999). Dicho replegamiento, ate-
nuado coyuntural y estratégica-
mente tras el 11-S (2001) con la
excusa de la lucha contra el terro-
rismo internacional, se afianzaría
a partir de 2005. De ahí que la con-
solidación de áreas estratégicas de
Jesús de Andrés
seguridad y la dinámica de “rusifi-
cación” aparezcan como elemen-
tos definidores de la política exte-
rior rusa actual.
En la consecución de los obje-
tivos para el área del “extranjero
cercano”, que coincide con la ex
URSS, la Federación potenció, con di-
ferente éxito, marcos de cooperación
regional y bilateral que le permitiesen
materializar sus intereses. Así, la Co-
munidad de Estados Independientes
(CEI) constituyó la primera organiza-
ción impulsada por Moscú en 1991,
con el fin de convertirse en un espacio
de cohesión y de concertación de polí-
ticas entre las repúblicas (a excepción
de las Bálticas, participan todas). Sin
embargo, los conflictos que viven al-
gunos de los Estados (Georgia, Osetia
del Sur, Abjazia, Moldova, Trands-
niester, Tayikistán), los que afectan las
relaciones entre éstos (Armenia y Aze-
rabiyán por el Alto Karabaj) o a la pro-
pia Federación (Chechenia, Daguestán,
Ingushetia), así como los intentos de
las repúblicas (Georgia, Uzbekistán,
Ucrania) de diversificar sus relaciones
con otros actores (Estados Unidos, UE,
Turquía, Irán), la política de neutrali-
zar su participación (Turkmenistan ha
pasado a ser observador desde 2006) y
los procesos de transición política de
las repúblicas incidirían de manera ne-
gativa en la marcha de la CEI.
Economía y defensa
Desde el punto de vista económico, la
Federación, el gran socio comercial y
el principal mercado para la mayoría
10 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Rio Moscova a su paso por Moscú.
de las repúblicas, intentó potenciar
agrupaciones regionales: la Unión
Aduanera entre Rusia, Belarús, Ka-
zajstán, Kirguistán y Tayikistán en
1995, y el Espacio Económico Común
(Rusia, Belarús, Ucrania y Kazajstán)
son ejemplos, pero tampoco en este
ámbito la cooperación funcionó. Con
Putin, se adoptó una estrategia dife-
rente. Se puso en marcha una política
económica activa con las repúblicas,
ya fuese por medio de la reformula-
ción de algunos foros como la Comu-
nidad Económica Euroasiática (CEE)
en 2000 (que reemplaza a la Unión
Aduanera); por la emergencia de nue-
vos como la Organización de Coope-
ración Centroasiática -OCC- (Rusia,
Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y
Tayikistán) en 2001; o por la fusión de
éstos (la CEE y la OCC se convertirí-
an en un solo espacio desde principios
de 2006). El propósito de estas políti-
cas fue hacer más eficaz y rentable la
presencia rusa, particularmente, en la
región Caúcaso-Mar Caspio-Asia
Central, donde la existencia de recur-
sos energéticos (petróleo y gas) gene-
raría una gran competencia interna-
cional (otros Estados y empresas
transnacionales) para su control.
En materia de seguridad y defensa,
Rusia propició en el marco de la CEI
la firma del Tratado de Seguridad
Colectiva (Tashkent) en 1992. El
Tratado, del que no participarían
Ucrania, Moldova, Turkmenistán y
los Estados bálticos, y que en 1999
abandonarían Azerbaiyán, Georgia
y Uzbekistán, posibilitó la presen-
cia militar rusa de forma perma-
nente en algunos Estados, como Ta-
yikistán, la frontera más incierta de
la CEI, dada su proximidad a Afga-
nistán. Asimismo, la guerra afgana,
la situación en el Cáucaso y el te-
rrorismo internacional servirían
como catalizadores para replantear
las relaciones de seguridad en el
área, proponiendo Moscú, sobre la
base del Tratado, la creación en
2003 de la Organización del Trata-
do de Seguridad Colectiva (OTSC),
que se convertiría en la primera or-
ganización formalizada de seguri-
dad en la posguerra fría para el espacio
exsoviético (Armenia, Belarús, Kir-
guistán, Rusia y Tayikistán). En el mar-
co de la OTSC, los Estados encamina-
rían su cooperación en dos líneas: la
instalación de una Fuerza de Reacción
Rápida y un Programa Conjunto para
la Lucha contra el Terrorismo y el Ex-
tremismo (2005).
Al abordar las relaciones de la Fe-
deración con cada una de las repúbli-
cas por separado, se constata que han
sido oscilantes y de distinto calado.
Con Armenia, Belarús, Kazajstan, Kir-
guistán y Tayikistán se puede hablar de
relaciones privilegiadas. En el caso ar-
menio, la república es la aliada incon-
dicional de Moscú en el Cáucaso, que
a su vez es garante de su seguridad
frente a Azerbaiyán (con la que man-
tiene un conflicto abierto). En el bielo-
rruso, la afinidad Moscú-Minsk ha si-
do una constante. El proyecto de Unión
Política entre ambos Estados (1997), la
política antioccidental llevada a cabo
por Belarús y su posicionamiento crí-
tico, junto a Rusia, frente a las “revo-
luciones democráticas” (Ucrania,
2004; Georgia, 2004; Kirguistán,
2005) le convierten en el socio más
significativo de su frontera occidental.
En el caso kazajo, Estado con el que
comparte casi 7.000 Km de frontera,

Rusia ha mantenido unas relaciones
muy próximas (el gobierno de Astana
ha sido el más respetuoso de los cinco
centroasiáticos en cuestión de derechos
a las minorías rusófonas de su territo-
rio), ofreciéndole seguridad frente al
poderoso vecino que es China. En el
kirguizo, mantiene una estrecha cola-
boración en materia política y de se-
guridad. Hechos como la participación
de la Federación Rusa en la resolución
de la crisis política de marzo 2005, “la
revolución de los tulipanes”, y la rati-
ficación de acuerdos de defensa tras la
revuelta confirman esta línea. Por últi-
mo en el caso tayiko, se podría hablar
de un protectorado ruso.
Relaciones complicadas
Las relaciones con Georgia, Azerbai-
yán, Moldova, Ucrania y Uzbekistán
han sido más complicadas. En gene-
ral, estas repúblicas han procurado
privilegiar sus relaciones fuera del
marco de la CEI, distanciarse de Mos-
cú y afianzar sus vínculos con Occi-
dente, preferentemente con EEUU.
De las mencionadas, son la georgiana
y la ucrania las más enfrentadas a la
Federación. El apoyo ruso a separa-
tistas osetios y abjazos, que pone en
peligro la integridad del Estado geor-
giano, la política ambivalente de Tbi-
lissi frente al conflicto en Chechenia
(condenando y/o acogiendo a los se-
paratistas chechenos) y las excelentes
relaciones Tbilissi-Washington (ofi-
cializadas con la visita del presidente
de EEUU a Georgia en 2005) mues-
tran la complejidad de las relaciones.
Una situación similar se produce con
Kiev, luego de la famosa “revolución
naranja “ y del viraje occidental de la
política exterior ucrania (acercamien-
to a la UE, apoyo de la OTAN). Mos-
cú no duda en utilizar todos los me-
dios posibles para reencauzar esas re-
laciones, recurriendo a instrumentos
“diplomáticos” como el aumento de
precios de los suministros energéticos
(gas) o a la interrupción de los mis-
mos (política utilizada contra Ucrania
en 2005). Azerbaiyán, el gran pro-
ductor de petróleo después de Kajas-
tán, ha procurado diversificar los in-
“
La UE necesita a Rusia y a la CEI como
“
mercados suministradores de energía;
Moscú necesita a la UE para recuperar
su papel de potencia
versores (EEUU, Turquía, Irán, Italia,
Noruega) y las rutas de salida (turcas,
chinas, georgianas) de su principal
producto para distanciarse de la Fede-
ración y tener cierto margen de auto-
nomía política. El conflicto por la pre-
sencia militar rusa en Moldova
(Trandsniester) y la negativa a su re-
tirada constituye el principal escollo
en las relaciones Chisinau-Moscú
desde la independencia del Estado
moldavo. Hasta 2005, Uzbekistán, la
potencia militar centroasiática, man-
tuvo una clara posición prooccidental,
siendo el gran aliado de Washington
en la región. Las críticas de EEUU a
la situación de los derechos humanos
en este país de régimen autoritario,
tras las revueltas populares en Andi-
jan (mayo 2005) contra el gobierno,
precipitaron el cambio de estrategia
de Tashkent y el acercamiento a Mos-
cú (rubricado por un acuerdo de de-
fensa mutua).
Las políticas antirrusas de los paí-
ses mencionados dieron lugar a la for-
mación en 1997, con el apoyo esta-
dounidense, de un bloque regional, el
GUUAM (Georgia, Ucrania, Uzbekis-
tán y Moldova) encargado de gestio-
nar la cooperación política-económi-
ca y de consensuar estrategias comu-
nes frente a Rusia. Este foro se trans-
formaría en 2006, tras la salida uzbe-
ka y con el apoyo de la UE, en la Or-
ganización por la Democracia y el
Desarrollo Económico-GUAM.
Con Turkmenistán, denominado el
“país del gas”, neutral, aislacionista y
próximo a Irán, Moscú mantiene bue-
nas relaciones comerciales (es su prin-
cipal comprador de materias primas)
y, las políticas se desarrollan en el ám-
bito de la poca efectiva CEI. Respec-
to a las repúblicas bálticas, éstas for-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 11
Rusia
man parte del “extranjero cercano”,
pero la incorporación de las tres a la
UE y a la OTAN (lo que supone que
por primera vez la Federación “com-
parta fronteras” con países OTAN) las
dota de cierta excepcionalidad. Mien-
tras que con Lituania y Letonia las
cuestiones de fondo (fronteras, acce-
so a Kaliningrado, en el caso lituano;
situación de minorías rusófonas, en el
letón) fueron solucionadas tras las in-
dependencias, con Estonia mantiene
un contencioso por la situación de di-
chas minorías (encauzada su gestión
en el marco del CdE y de la Organi-
zación para la Seguridad y la Coope-
ración en Europa).
En la otra área, “el extranjero leja-
no”, se puede hablar de:
a) enfriamiento de relaciones con el
espacio atlántico. El tándem Mos-
cú-Washington contra el terroris-
mo en 2001, que posibilita la pre-
sencia militar estadounidense en la
CEI y, explicado en términos de
oportunidad y de justificación pa-
ra Rusia, su política de represión de
los conflictos caucasianos, se dilu-
ye con motivo de la guerra contra
Iraq, que Moscú critica abierta-
mente y con la ampliación de la
OTAN hacia el Este (se establece
un “cinturón de seguridad atlantis-
ta” a la Federación);
b) búsqueda de “nuevos” socios con
un acercamiento a la UE en una
política de mutua necesidad e inte-
rés por parte de ambos actores: la
UE, gigante económico, pero defi-
citario en recursos energéticos ne-
cesita a Rusia y a la CEI como
mercados suministradores; por su
parte Moscú necesita recuperar su
papel como potencia y su calidad
de “socio” comunitario le es útil.
Esta búsqueda de aliados lleva a la
aproximación a China en los temas
de separatismo y terrorismo;
c) vuelta a Oriente Medio, que se
plasma en la activa diplomacia de
Moscú durante 2004 y 2005.❑
*Nora Sainz Gsell es profesora titular de
Relaciones Internacionales de la Universidad
Autónoma de Barcelona.
Rusia
Las claves del gigante

Luces y sombras en las reformas de Putin

Antonio Sánchez Andrés*

Las modificaciones introducidas

por Putin en la organización de la
administración rusa, así como los
cambios aplicados en la política
económica interna hacen prever la
consolidación del país en los
próximos años a la vez que su mayor
presencia en el ámbito
internacional.

U
na de las políticas más impor-
tantes que se está aplicando
por parte de la Presidencia ha
sido reconstituir la cadena de mando
dentro del Estado ruso, así como reac-
tivar su autoridad. Ésta se había roto
con la destrucción de las instituciones
soviéticas a principios de los años 90
y se transformó en una causa esencial
de la crisis económica que vivió el pa-
ís en la anterior década. La ruptura en
la cadena de mando aumentó el poder
Jesús de Andrés

de los gobernadores regionales, que

generó de facto la aparición de varios
países dentro de la propia Federación
Rusa. El eje fundamental de las refor-
mas en este ámbito se han orientado a
reducir el poder de los gobernadores
regionales, lo que se ha conseguido in-
troduciendo cambios institucionales
en los niveles federal y regional de la
administración del Estado.
Las reformas más importantes en
el nivel federal se refieren a las modi-
ficaciones introducidas en la forma de
elección de los miembros del Conse-
jo de la Federación. Desde 1993, se
designaba de manera automática co-
mo miembros del Consejo de la Fe-
deración al gobernador y al presiden-
te del Parlamento de las correspon-
dientes regiones. Por este motivo, ta-
les representantes regionales se trans-
Estación de metro convertida en espacio comercial.
formaron en una fuerza importante
defensora de los intereses de las re-
giones, que tenían la particularidad de
contar con un amplio margen de ma-
niobra al ser independiente su forma
de elección del poder central. Para de-
bilitar esta fuente de poder, Putin pro-

12 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


puso y consiguió imponer una nueva momento en que trataban de aplicar-
forma legal de interpretar la elección se en las regiones rusas, tales decisio-
de los miembros del Consejo de la Fe- nes presidenciales eran reinterpreta-
deración, por la que los nuevos repre- das por los gobernadores, según sus
sentantes regionales serían propues- propios intereses, de manera que el
tos por las cámaras de representantes resultado final tenía poca relación con
regionales, eligiendo un miembro pro- la voluntad presidencial expresada
cedente del poder ejecutivo y otro del inicialmente. Este tipo de problemas
legislativo. Es decir, se rompió el au- se transformó en un problema endé-
tomatismo de elección vigente hasta mico en la etapa Yeltsin.
el momento. Además, debido a las Inmediatamente después de la
mayorías que deberían reunirse para consolidación de Putin en la Presi-
designar a los representantes en el dencia rusa en las elecciones de mar-
Consejo de la Federación, se estima zo de 2000, se puso en práctica esta
que las personas reforma institucional. Consistió en la
elegidas tendrían subdivisión del territorio ruso en sie-
un menor peso te distritos federales, que pasaron a
político. ser administrados por unos delegados
Otra de las presidenciales, también conocidos
reformas más como supergobernadores. Éstos fue-
destacadas que ron elegidos directamente por el pre-
ha afectado a la sidente del país, es decir, por el pro-
administración pio Putin. La peculiaridad de estos
del Estado co- supergobernadores, además de no re-
rresponde a la presentar a los poderes regionales, es
creación de la fi- que se les ha ido dotando de compe-
gura de los su- tencias que antes se encontraban en
pergobernado- manos de los gobernadores de las 89
res. Esta figura regiones rusas oficiales. En particu-
puede ser una de lar destaca la atribución de compe-
las que tengan tencias referidas a las normas que ri-
mayor alcance gen a los funcionarios del Estado en
en la organiza- los distritos, inspecciones fiscales o
ción institucio- controles anticorrupción, así como al
nal estatal en el personal vinculado a las fuerzas de
futuro. El pro- seguridad del Estado no relacionado
blema esencial con el ejército.
que se pretendía Estas medidas suponían la redefi-
solucionar era el nición de la figura de los gobernado-
vacío existente res regionales, puesto que quedaban
entre el poder privados de parte de sus anteriores po-
ejecutivo central, testades. No obstante, aunque han au-
en concreto la mentado las competencias de los su-
Presidencia del pergobernadores, en la práctica se han
país, y los pode- encontrado bastante limitadas. Esta si-
res regionales, tuación se explica, por una parte, por
en particular, los la propia acción de los gobernadores,
gobernadores de que tienen una relación mucho más
las regiones. Tal vacío institucional estrecha con los poderes económicos
conducía a que las decisiones adopta- regionales y, por otra, por las restric-
das en el nivel presidencial dentro de ciones financieras que han coartado
la jerarquía de toma de decisiones del parte de las posibilidades de actuación
Estado ruso carecían de una estructu- de los supergobernadores.
ra administrativa adecuada para ser Así pues, las potestades formales
llevadas a la práctica. Más aún, en el de los gobernadores regionales se han
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 13
Rusia
ido reduciendo sensiblemente. No
obstante, la aplicación práctica de ta-
les limitaciones sólo se ha desarrolla-
do parcialmente. Por este motivo, en
la segunda mitad de 2004, se ha in-
troducido una reforma de gran alcan-
ce dentro de la reconstitución del po-
der de mando del Estado. Se trata de
que la elección de los gobernadores
dependerá en parte de la decisión pre-
sidencial, ya que los diversos candi-
datos deberán contar con la acepta-
ción del presidente del país.
La política económica
La nueva política económica, esen-
cialmente a través de programas a me-
dio plazo, se ha ido revisando progre-
sivamente. Los objetivos de los pro-
gramas han sido mantener un creci-
miento sostenido, combinado con un
aumento en la efectividad del tejido
productivo del país, junto con una ele-
vación en el nivel de vida de la pobla-
ción. Con estos objetivos de trasfondo,
las principales políticas aplicadas se
ponen de relieve a continuación.
El objetivo concreto de las políti-
cas coyunturales ha sido garantizar una
estabilidad a corto plazo. Ésta se ha en-
tendido como garantizar un equilibrio
presupuestario y mantener el valor de
la moneda respecto a las divisas exte-
riores. Las políticas coyunturales más
importantes son la presupuestaria y la
monetaria.
El objetivo principal de la política
presupuestaria es conseguir unas fuen-
tes financieras regulares y suficientes
para el Estado. El cumplimiento de es-
ta pretensión resulta una condición pre-
via para realizar cualquier tipo de po-
lítica económica. La política de ingre-
sos ha requerido la aplicación de una
reforma impositiva y arancelaria, pues-
to que constituyen las dos fuentes más
importantes de ingresos del presu-
puesto. Los gastos presupuestarios han
tenido como partidas prioritarias la de-
volución de la deuda exterior, las de ca-
rácter social, las de defensa nacional y
las vinculadas al sistema judicial.
Respecto a la política monetaria, el
Banco Central de Rusia es el organis-
mo que la pone en pone en práctica. El
Rusia
Las claves del gigante
objetivo de la política monetaria ha si-
do reducir el nivel de inflación y man-
tener un rublo fuerte respecto a las mo-
nedas extranjeras. En cuanto al primer
objetivo, el Banco Central de Rusia ha
estimulado la creación de nuevos ins-
trumentos para controlar la inflación y
en lo referido al segundo objetivo, el
rublo se ha mantenido en un régimen
de flotación, pero con intervenciones
puntuales para que el tipo de cambio
sea compatible con los objetivos pre-
vistos por el gobierno.
Los resultados de las políticas co-
yunturales han sido muy positivos. Se
ha conseguido equilibrar el presu-
puesto público, al tiempo que se ha
obtenido un flujo de recursos regular
y, más o menos, suficiente para el Es-
tado, con el que poner en práctica di-
versas políticas económicas. Asimis-
mo, se ha conseguido una estabilidad
en el valor del rublo que ha generado
confianza en la moneda nacional.
Respecto a las políticas estructu-
rales, se pueden agrupar en sectoria-
les e intersectoriales. Dentro de las
primeras, aparece la política agraria
y entre las medidas más importantes
aplicadas en este ámbito destaca la
desregulación de la tierra, de manera
que se permite legalmente su libre
compra-venta. Respecto a la política
industrial, se ha transformado en más
selectiva y sólo algunos sectores se-
rán objeto de intervenciones sistemá-
ticas. Un ejemplo clásico es la políti-
ca aplicada sobre la industria de de-
fensa, que está tratando de estimular
una reestructuración que la ajuste a
las necesidades nuevas del país. No
obstante, en sectores estratégicos pa-
ra el Estado, como se trata del rela-
cionado con la energía y, en particu-
lar, el petróleo, se han aplicado me-
didas esencialmente indirectas, pero
constantes.
El segundo tipo de políticas es-
tructurales son las intersectoriales
(horizontales). Respecto a la política
de competencia, se ha concentrado en
la reordenación de los monopolios
naturales: energía eléctrica, vías fé-
rreas y gas. Pero el interés y los re-
sultados han sido por el momento
14 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
“
Una de las políticas aplicadas desde
“
la Presidencia ha sido reconstituir
la cadena de mando del Estado ruso
y reactivar su autoridad
modestos. Aunque ha tenido lugar el
inicio de la reestructuración en la
energía eléctrica, en el ámbito de las
vías férreas las reformas han ido más
despacio, en el del gas no se han apli-
cado y, de hecho, no existe voluntad
política de reestructurar este último
tipo de actividades. En cuanto a la re-
ordenación del sector público, una de
las políticas más llamativas ha sido la
privatización. Esta se ha ido aplican-
do constantemente y se piensa seguir
llevando hacia delante.
En términos globales, la aplicación
de las políticas estructurales ha sido
más modesta y los resultados reales
son discutibles. Así pues, los limitados
resultados en estas políticas contrastan
con los muy positivos obtenidos en las
de carácter coyuntural.
Las reformas políticas se han ido
aplicando de manera no programada y
han tenido un alcance relativamente li-
mitado. No obstante, sí se han creado
las bases para que se consoliden y se
reconstituya la cadena de mando en la
economía rusa en los próximos años.
Esto puede conducir a un aumento en
la autoridad del Estado ruso y, con ello,
una mayor capacidad de intervenir so-
bre la economía.
No obstante queda pendiente qué
ocurrirá con la reforma en la función
pública, elemento esencial para que
las decisiones de poder ejecutivo pue-
dan ser llevadas a la práctica. Al mis-
mo tiempo, se ciernen ciertas dudas
sobre el alcance de la reforma judi-
cial, que aunque relativamente priori-
taria, en la práctica no se acierta a de-
finir cómo ejecutarla. Estas reformas
resultan esenciales para aumentar la
efectividad del aparato administrativo
y reducir parte de sus problemas, en
particular, la corrupción.
En cuanto a la política económica,
a corto plazo es previsible una estabi-
lidad económica. Sin embargo, resul-
ta necesario introducir unas políticas
estructurales realmente efectivas. A
este respecto, y teniendo en cuenta las
condiciones peculiares de Rusia, el
gobierno deberá hacer un esfuerzo
adicional para aplicar medidas en es-
te sentido, que en muchas ocasiones
deberán alejarse de las recomendadas
por los organismos internacionales.
Por ello, es probable que aparezcan
tensiones entre el poder ejecutivo ru-
so y los foros internacionales.
Adicionalmente, debido al alto
grado de descentralización económica,
el impacto de la aparición de posibles
crisis es previsible que tenga un alcan-
ce muy limitado y, desde luego, muy
alejado de los efectos negativos apare-
cidos durante la década de los 90. Es-
ta situación es más destacable en la
medida en que se considera que, aun-
que la economía rusa presenta una
cierta dependencia de la exportación
del petróleo o del gas, el resto de la
economía puede subsistir sin que sur-
jan problemas muy graves por culpa de
la alteración de los precios internacio-
nales del petróleo. No obstante, debe
señalarse que la consolidación de la
descentralización económica se puede
conseguir a través de un aumento indi-
recto en la protección externa del país
a través de la depreciación de la mone-
da. Sin embargo, este tipo de medidas
no tienen buena acogida por el gobier-
no ruso debido a prejuicios heredados
del pasado. Así pues, un reto de la po-
lítica económica futura es el de desvin-
cularse de parte de la concepción polí-
tica y económicas tradicionales.
En pocas palabras, es previsible
una consolidación política y econó-
mica de Rusia hacia finales de esta
década. Con esta nueva base, no re-
sultaría extraño que este país acre-
ciente el dinamismo de su actuación
en el ámbito internacional en los pró-
ximos años.❑
*Antonio Sánchez Andrés pertenece al
Departamento de Economía Aplicada de la
Universidad de Valencia.
 Rusia
La Comunidad internacional ante Chechenia
Francesc Serra i Massansalvador*

“Debemos ayudar a las autoridades rusas a escapar de la trampa que ellas mismas han
construido y en la que han caído, poniendo en peligro no sólo a los chechenos y a los rusos,
sino al mundo.”1

La opinión pública occidental, ese

actor difuso tan importante y, sobre
todo, tan útil para justificar acciones
de legitimidad dudosa, tiene motivos
para hallarse confusa ante la
situación actual en Chechenia.Y es
que las noticias que llegan a
Occidente desde esta conflictiva
región del Cáucaso ruso presentan
numerosas contradicciones e
incertidumbres.

P
Jesús de Andrés

or un lado, las versiones oficia-

les que emite el Kremlin hablan
de una normalización de la si-
tuación tras la “pacificación” que las
fuerzas del orden han realizado sobre la
región a partir de 1999, operaciones que
habrían librado a sus habitantes de una
situación de caos, violencia y desgo-
bierno por la aventura independentista
iniciada años atrás. Por otro lado, una
realidad testaruda viene mostrándose
tras los espectaculares ataques reivindi-
cativos de sectores resistentes cheche-
nos (o de otros pueblos caucásicos) en
varios lugares del Cáucaso o incluso en
Moscú. También tras las no menos es-
pectaculares acciones de represión y
control del ejército ruso o de la policía,
como el asesinato del presidente electo
de Chechenia, Masjádov, en marzo de
2005, o los escasos, pero persistentes,
testimonios de abusos que cometen las
1 Del manifiesto “El silencio sobre Chechenia”, pre-
sentado por V. Havel, D. Tutu, M. Robinson y
otras personalidades internacionales y publicado
en su versión española por El País, 6 de marzo
de 2006, p. 19.
Imagen del ejército ruso en Moscú.
fuerzas “del orden” sobre la población
caucásica, especialmente en Chechenia,
pero también, y de un modo preocupan-
te, en otras regiones vecinas, incluso so-
bre los habitantes de origen caucásico de
Moscú y otras ciudades rusas.
Dualidad de percepciones
Ante esta confusión o dualidad de per-
cepciones en la información que recibi-
mos, la imagen benéfica y beneficiado-
ra para los intereses de Moscú levanta
graves sospechas de subjetividad, cen-
sura y desinformación. Sin embargo, di-
cha imagen viene siendo refrendada por
tres factores contundentes que deberían
hacernos reflexionar: en primer lugar, el
peso de la información oficial apoyada
en estadísticas, pretendidamente cohe-
rente y sin apenas discusión en los me-
dios políticos y sociales rusos; en se-
gundo lugar, el apoyo a las acciones con-
tundentes y a la opacidad de la informa-
ción que reciben las autoridades rusas
por parte de las organizaciones interna-
cionales y de los gobiernos occidenta-
les; y, por último, el silencio que vierten
los medios de comunicación y las orga-
nizaciones no gubernamentales occi-
dentales sobre la región, en abierto con-
traste con lo que sucedió a raíz de la pri-
mera intervención rusa de 1994.
El control de V. Putin sobre los me-
dios de comunicación rusos nos puede
dar explicaciones sobre el silencio en
Rusia acerca de lo que acontece en Che-
chenia; del mismo modo, la recupera-
ción económica rusa en los últimos años
nos puede explicar (aunque no justifi-
car) el conformismo de la sociedad ha-

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 15

Rusia
Las claves del gigante
cia las políticas del presidente y una in-
genua benevolencia de dicha sociedad
hacia los medios expeditivos por los que
Putin les ha devuelto la sensación de in-
tegridad y soberanía territorial. Igual-
mente, y aunque tampoco sea moral-
mente justificable, podemos llegar a en-
tender la complicidad del sis-
tema internacional hacia las
actitudes autoritarias de una
RUSIA
Rusia que desea, más que
nunca, formar parte del club
de los poderosos. Una Rusia
Tere
k
hasta hace poco díscola y de
trato difícil a la que las poten-
cias reconocidas, que siempre
tienen cosas a hacerse perdo- INGUSETIA
nar, pueden pasar por alto al-
gunos cientos de miles de víc- OSETIA
DEL
timas a cambio de alcanzar su NORTE
ansiada estabilidad, que tantos
beneficios debería procurar al
planeta. Pero lo que resulta di-
fícilmente asumible es la Tebulosmta
complicidad silenciosa que GEORGIA4493 m.
los medios de comunicación
occidentales, las organizacio-
nes no gubernamentales y, en general,
eso que queremos reconocer como
“opinión pública occidental” mantienen
sobre una región del planeta cuyo dolor
clama al cielo, pero no aparentemente a
la existencia de detenciones arbitrarias
nuestras conciencias.
Violación de los Derechos
Humanos
La situación en Chechenia sigue pre-
sentando, tras más de seis años desde la
última intervención del ejército ruso, un
panorama asfixiante. Con una cifra de
muertos que oscila, según las fuentes,
entre los 150.000 y los 250.000, y va-
rios cientos de miles de desplazados,2 las
2 Según la Comisión de Derechos Humanos del
Consejo Económico y Social de Naciones Unidas
(CN.4/2004/77/Add.2), entre 400.000 y 600.000
personas se desplazaron como consecuencia de
la primera guerra de Chechenia (1994 y 1996);
otras 600.000 (incluidos desplazados por segun-
da vez) lo fueron a raíz del segundo conflicto, a
partir de 1999. Según el mismo informe, a princi-
pios de 2004 quedaban 140.000 desplazados
dentro de Chechenia y unos 113.000 en el resto
de la Federación Rusa, mientras que otros
162.000 refugiados de Chechenia, sobre todo de
origen ruso, habían obtenido el estatuto de “mi-
grante forzoso” en otras regiones de Rusia
16 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Terek
CHECHENIA
Grozni
Gudermes
Argun
Shali
Vedeno
DAGUESTÁN
“
Algunas ONG chechenas denuncian “
y torturas
violaciones a los Derechos Humanos si-
guen siendo frecuentes; algunas ONG
locales denuncian la existencia de de-
tenciones arbitrarias y torturas, así co-
mo que las desapariciones son un fenó-
meno habitual.3 Tras seis años de gue-
rra, no parece que se produzca una me-
jora tangible en las condiciones de vida
de la población chechena y en el trato
que reciben por parte de la administra-
ción y de los grupos militares y para-
militares a su servicio. Sin embargo, lo
más preocupante es la total impunidad
con que el Kremlin actúa en esta repú-
blica caucásica. Las ONG y los medios
3 Según la fundación Memorial, en 2005 es produ-
jeron 316 desapariciones en Chechenia, de las
cuales únicamente 151 concluyeron con libera-
ciones, y se hallaron 23 cadáveres de desapare-
cidos. La administración chechena reconoce úni-
camente 77 desapariciones.
de comunicación rusos tienen el paso
restringido a Chechenia, por lo que la
información es prácticamente imposi-
ble de recoger desde una perspectiva in-
dependiente; por otra parte, las noticias
que llegan están plenamente mediatiza-
das, como han demostrado reiterada-
mente los diferentes comicios
y referendos que, desde el año
2000, no han mostrado ningún
indicio de transparencia ni im-
parcialidad. Y, si el control que
ejerce el Kremlin sobre la opi-
nión pública rusa es práctica-
mente absoluto, en la esfera in-
Mar Caspio
ternacional pretende no serlo
menos. En este campo el Dere-
cho Internacional muestra una
de sus más notorias lagunas:
apenas existen mecanismos de
control sobre el respeto a los
Derechos Humanos más allá
de lo que consiente cada Esta-
do, lo cual redunda en la trági-
ca paradoja de que los gobier-
nos controlan todo lo que se les
pueda incriminar.
La paradoja es que, en teoría, la Fe-
deración Rusa mantiene un alto com-
promiso de cumplimiento de casi todos
los acuerdos y tratados vinculados a los
Derechos Humanos tanto en el ámbito
europeo como en el internacional. Pero
estos compromisos no cuentan con me-
canismos de supervisión o bien no se ac-
tivan o lo hacen de un modo limitado.
Únicamente se han producido, en 2005,
sendas condenas contundentes desde los
órganos pertinentes de supervisión de
los Derechos Humanos de Naciones
Unidas y del Consejo de Europa. En es-
te último caso, la condena ha implicado
sanciones económicas que Moscú se ha
comprometido a satisfacer, sin que ello
implique ningún correctivo jurídico o
político. Por su lado, la Organización pa-
ra la Seguridad y Cooperación en Euro-
pa (OSCE), en teoría el organismo polí-
tico internacional con mayor capacidad
e instrumentos para hacer respetar los
Derechos Humanos y los derechos de
las minorías, ha tenido un papel tan frus-
trante sobre el terreno que ha condicio-
nado el funcionamiento de la propia or-
ganización. De este modo, la cumbre de

la OSCE de Estambul, en noviembre de
1999, fracasó en su intento de consen-
suar una condena a Yeltsin por la segun-
da intervención rusa sobre Chechenia.
Como consecuencia, este órgano, que
tiene previsto reunirse cada dos años, no
ha vuelto a celebrar ningún encuentro.
El Grupo de Asistencia de la OSCE en
Chechenia, tras serias dificultades, cie-
rres y traslados, no recibió permiso pa-
ra prolongar sus actividades sobre el te-
rreno más allá de diciembre de 2002 y
tuvo que abandonar el territorio cheche-
no en marzo de 2003.
La postura de la Unión Europea
Sin embargo, la actitud más significati-
va es, sin lugar a dudas, la de la Unión
Europea y ello, por dos razones: por un
lado, debido a la intensidad que han ad-
quirido las relaciones entre Rusia y la
UE, consolidadas por un ambicioso
Acuerdo de Asociación y Cooperación
que entró en vigor en 1997, así como
por la Estrategia Común de la UE hacia
Rusia de 1999 (la primera que diseñó la
UE, ratificada en 2003). La segunda ra-
zón que hace que resalte el silencio de
la UE en lo que se refiere a Chechenia
es la insistencia comunitaria en consi-
derar los Derechos Humanos como un
valor a proteger, defender y expandir.
Desde que la UE se dotó de una políti-
ca internacional cohesionada, todos sus
órganos insisten en condicionar las re-
laciones externas de la UE a que sus
contrapartes se comprometan a hacer
respetar estos derechos. La combina-
ción de ambos factores (una relación es-
trecha con Rusia y la asunción de la de-
fensa de los Derechos Humanos en la
política exterior comunitaria) deberían
tener como consecuencia que la UE
presionara a Moscú en esta dirección.
La realidad, sin embargo, desmiente es-
ta tendencia.
De hecho, la actitud de la comuni-
dad internacional y de la Unión Euro-
pea hacia Rusia delata un juego estra-
tégico de mayor alcance, que contrasta
con otras actitudes históricas. De este
modo, durante la primera ofensiva del
ejército ruso sobre Chechenia se pro-
dujo una fuerte condena internacional
tanto desde la prensa y la opinión pú-
“
Tras seis años desde la última
intervención del ejército ruso en
“
Chechenia, los muertos oscilan entre
150.000 y 250.000, y hay cientos de miles
de desplazados
blica occidentales como desde las di-
versas organizaciones que velan por el
respeto a los Derechos Humanos y des-
de varios Estados tanto europeos como
islámicos. Las relaciones entre Rusia y
la UE se enfriaron hasta el punto en que
el Acuerdo de Asociación y Coopera-
ción, firmado en 1994, tardó tres años
en ser ratificado. Este clima enrarecido
tuvo como consecuencia que se acen-
tuara el clima ya existente en Rusia de
desconfianza hacia un mundo occiden-
tal al que se solía (y en gran medida to-
davía se suele) considerar el culpable
de todos los males por los que pasa Ru-
sia (desde la desintegración del espacio
considerado como el ámbito nacional
ruso hasta la patética situación econó-
mica, social e incluso demográfica del
país). Una Rusia descontenta y resenti-
da evoca inevitablemente a un enfren-
tamiento Este-Oeste que todo el mun-
do pretende evitar, especialmente habi-
da cuenta que Rusia sigue siendo la se-
gunda potencia nuclear del mundo. En
realidad, esta fase de recelo mutuo no
se pudo considerar como superada has-
ta que la sacudida económica de 1998
evidenció la necesidad de la compren-
sión y la ayuda de Occidente. Desde en-
tonces, las normas en las relaciones de
Rusia con el resto del mundo parecen
marcadas por una profunda discreción
y respeto hacia las sensibilidades rusas,
especialmente en lo que el Kremlin de-
fiende que son estrictamente “asuntos
internos”.
La principal víctima de estas nuevas
normas de conducta internacional es,
precisamente, Chechenia. Cuando se
produce la segunda intervención del
ejército ruso sobre la república caucási-
ca, en 1999, el silencio de los medios
occidentales es “ensordecedor”. A pe-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 17
Rusia
sar de que los métodos bélicos utiliza-
dos por los rusos no son esencialmente
distintos de los que hallamos cinco años
antes, y por lo tanto los abusos se reite-
ran, apenas hallamos algunas críticas en
la prensa occidental y prácticamente
ninguna desde las instituciones interna-
cionales. Destaca la condena vigorosa
que realiza la Asamblea parlamentaria
del Consejo de Europa, rápidamente
desautorizada por los Estados que con-
trolan la organización. En cuanto a la
OSCE, ya ha sido citada la situación de
impotencia en que se halló. Y en la
Unión Europea, que a aquellas alturas
ya era el socio comercial y político prin-
cipal de Rusia, choca la actitud de pasi-
vidad que adopta dicha organización en
el conflicto. Las declaraciones conjun-
tas que semestralmente emiten las cum-
bres UE-Rusia siempre incluyen algu-
na referencia al respeto hacia los Dere-
chos Humanos, así como documentos
claramente específicos sobre la materia,
pero estos compromisos son estricta-
mente simbólicos.
La Unión Europea está dando
muestras de un doble lenguaje en mate-
ria de Derechos Humanos. Por una par-
te, mantiene una alta retórica en su de-
fensa; por la otra, sacrifica su defensa
en bien de otras compensaciones como,
en el caso de Rusia, la estabilidad en sus
fronteras orientales y unas relaciones
comerciales también estables. Esta hi-
pocresía resulta especialmente grave
porque implica hacernos cómplices de
uno de los principales “agujeros negros”
de los Derechos Humanos que hay ac-
tualmente en el mundo. Ello, además,
redunda en una de les principales debi-
lidades de la Unión Europea: si no so-
mos capaces de hacer respetar los valo-
res básicos (europeos, pero también uni-
versales) que nos caracterizan ante unos
vecinos con los que se supone que com-
partimos grandes valores culturales y
políticos, difícilmente la UE podrá eri-
girse en un actor poderoso, coherente y
moralmente sólido ante el mundo y an-
te sus propios ciudadanos.❑
*Francesc Serra i Massansalvador es profesor
de Relaciones Internacionales en la Universitat
Autònoma de Barcelona.
Comunicación
Comunicación
Colaboración, creación colectiva y nuevos
movimientos sociales
Pepe Madariaga*

La colaboración en red, con modelo unidireccional y vertical que

todas sus variantes y formatos, se
presenta como la base operativa y
conceptual de una forma de
entender la organización que
encaja perfectamente con el
objetivo de favorecer la
deliberación social que le falta a la
democracia representativa.
predomina en los medios de comuni-
cación convencionales. Indymedia es
una red mundial que recibe y publica
informaciones y recursos multimedia
aportados por testigos directos y no
profesionales de los acontecimientos
que se producen en todo el planeta,
tanto los que aparecen en los medios
convencionales como los que ni si-
quiera son mencionados. Esta red

A
sumiendo la dificultad de que
Internet sirva por sí sola para
convocar y estimular inquietu-
des sociales, y reconociendo que se
impregna mucho más fácilmente de las
comerciales, la colaboración social
cuenta con servidores locales en múl-
tiples enclaves del planeta que sirven
de nodos para garantizar su principal
objetivo: potenciar una forma de co-
municación lo menos mediada posible,
interactiva, comunitaria y transversal,
mediante la construcción colectiva y
Archivo Pueblos

mediante fórmulas digitales encuentra

caminos mucho más prometedores y
con resultados palpables. Un fenóme-
no especialmente llamativo en este
sentido es el que plantean los sistemas
Peer to Peer (P2P), programas infor-
máticos que en su versión más lúdica
permiten el intercambio de archivos
musicales y de vídeo entre los usuarios
de Internet sin necesidad de la media-
ción de servidores, un modelo de trans-
misión que, si bien se aplica en gran
medida de modo comercial, recoge el
espíritu libertario de los orígenes con-
traculturales de Internet.
Pero sin duda son experiencias co-
mo la de Independent Media Center
(IMC), conocida popularmente como
Indymedia1, las que plantean las alter-
permanente de la noticia. Aunque ca-
da nodo tiene sus procedimientos,
cualquier internauta puede publicar su
información en el Indymedia que es-
coja, pasando por el único filtro de las
votaciones de los lectores, que son las
que determinan la ubicación más o me-
nos destacada de los artículos bajo la
supervisión de un equipo que no pue-
de censurar nada. En definitiva, se tra-
ta de una apuesta por lo que autores co-
mo Pierre Lévy (1999) o Derrick de
Kerckhove (1999) definen como inte-
ligencia colectiva o distribuida, este úl-
timo desde posiciones más tecnofílicas
y macluhanianas.
Linux, más que un sistema
bal, como la Asociación para el Pro-
greso de las Comunicaciones (APC)2,
así como de tipo local o regional, co-
mo Nodo 503, Liberinfo4, Barrapunto5
y muchas otras, participan del mismo
espíritu de colaboración que trata de
explotar los recursos digitales para
propiciar la distribución de competen-
cias en los procesos de información.
2 http://www.apc.org
3 http://www.nodo50.org/

nativas comunicativas más serias al operativo

4 http://www.liberinfo.net
Otras iniciativas similares a Indyme-
1 www.indymedia.org dia, con vocación participativa y glo- 5 http://www.barrapunto.com

18 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


Lo que tienen en común estas organi-
zaciones y plataformas organizativas
es uno de los aspectos nucleares de la
presencia y efectos de las nuevas TIC
en nuestra sociedad global: Linux.
Desde los puntos de vista operativo,
conceptual y de los resultados, este
sistema operativo es quizás la mani-
festación contracultural más extendi-
da, consciente de sí misma, estable y
creciente de esta sociedad globalizada
y una de las más destacables que ha
experimentado la humanidad. Si en-
tendemos la contracultura como alter-
nativa a la cultura dominante, Linux se
presenta como una opción completa-
mente antitética de la hegemonía de
las construcciones y los procesos de
producción y consumo que inspira el
pensamiento único.
De hecho, Linux es algo más que
un sistema operativo que, aparte de ser
libre y gratuito, ofrece una seguridad y
una estabilidad funcionales mucho ma-
yores que las de los sistemas operativos
comerciales, incluido, por supuesto, el
hegemónico Windows de Microsoft. Es
además una alternativa conceptual y de
procedimiento de producción cultural
que se fundamenta en el trabajo en co-
laboración en red y en la superación del
marco tradicional de autoría desarro-
llado durante la era industrial. Linux es
la expresión más clara de una nueva éti-
ca, la del hacker, cuya esencia contra-
dice profundamente a los planteamien-
tos con los que se construyó la ética
protestante que identificó Weber. Esta
ética establece unas coordenadas nue-
vas para valorar el trabajo intelectual
que desplazan el objetivo del reconoci-
miento profesional, en cualquiera de
sus acepciones, por el de la pasión, cu-
yo resultado debería ser la gratificación
del entorno. Este cambio de matiz su-
pone, según Pekka Himanen (2001), el
origen de un nuevo espíritu, el de la era
de la información, radicalmente opues-
to al del industrialismo protestante. Se
trata de una concepción integral que
rompe con el viejo espíritu capitalista y
su idea de la propiedad que, contraria-
mente a las tesis de Jeremy Rifkin so-
bre la era del acceso (2000), se refuer-
za aún más que en la etapa industrial,
aplicándose de manera creciente en la
información y el conocimiento a través
de patentes, marcas, copyrights y todo
tipo de contratos. Según Himanen, lo
más interesante de este nuevo espíritu
es que no abandona en absoluto los me-
canismos del capitalismo, lo que lo
convierte en una corriente contracultu-
ral de la que no puede apartarse el mer-
cantilismo, pues forma parte de él. Co-
mo explica Himanen, “en realidad, pro-
pone una economía de libre mercado en
un sentido mucho más profundo que en
el léxico capitalista habitual, pero sin
dejar de ser economía capitalista”. (Hi-
manen, 2001: 79).
Modelos cerrado y abierto
Lo que distingue al modelo cerrado -
construido sobre la restricción del co-
nocimiento mediante la exaltación de
la propiedad intelectual- del modelo
abierto representado por Linux -basa-
do en la colaboración y la descentrali-
zación- queda recogido en la elocuen-
te metáfora que da título al ensayo del
hacker Eric Raymond La catedral y el
bazar (1998). Ambos espacios repre-
sentan dos formas opuestas de entender
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 19
Comunicación
la producción cultural y su distribución:
centralización, aislamiento e indivi-
dualismo frente al desorden abierto y el
intercambio horizontal. Y ambos mo-
delos conviven estrechamente aunque,
según Raymond, “es posible que a lar-
go plazo triunfe la cultura del software
libre, no porque la cooperación es mo-
ralmente correcta o porque la ‘apropia-
ción’ del software es moralmente inco-
rrecta [...], sino simplemente por que el
mundo comercial no puede ganar una
carrera de armamentos evolutiva a las
comunidades de software libre, que
pueden poner mayores órdenes de mag-
nitud de tiempo cualificado en un pro-
blema que cualquier compañía” (Ray-
mond, 1998, 27).
El espíritu del que habla Himanen y
que imbuye de creatividad efectiva al
bazar de Raymond es el mismo que ins-
pira el ideario y la actividad de movi-
mientos sociales como Wu Ming (antes
conocido como Luther Blisset), que du-
rante los últimos años se han especiali-
zado en buscar y aplicar nuevas fórmu-
las de la creación colectiva y acción po-
lítica. Aunque Wu Ming (que en chino
significa “sin nombre”) es un conjunto
de personas identificadas que, entre
otras acciones y obras, ha ejercitado con
notorio éxito la producción colectiva de
obras literarias y científicas6, la esencia
más profunda de su existencia es la “sin-
gularidad múltiple”. La idea de “condi-
viduo” aparece como fórmula para des-
construir los mitos cristalizados por y
para la reproducción del poder como el
de la fundación de EEUU o el del pro-
letariado, y construir un mito nuevo y
abierto que haga de la comunidad “una
síntesis de conflicto y cooperación, una
construcción interminable de situacio-
nes sin perdedores, porque la victoria
será el propio desarrollo del juego, así
como la estipulación de nuevas alianzas
temporales y la creación de reglas que
incluyan alianzas temporales y la crea-
ción de reglas que incluyan su flan-
queamiento y trasgresión”. (Luther
Blisset, 2000: 11-12).
6 Q, Manual de Guerrilla de la Comunicación,
Esta revolución no tiene rostro.
Comunicación
La cultura del código abierto se es-
tá extendiendo con el avance de las
nuevas TIC, y a pesar de los obstácu-
los socioculturales para que ese avan-
ce sea verdaderamente universal y
emancipador, surgen iniciativas de to-
do tipo animadas por la liberación de
conocimiento (frente a la liberalización
de los contenidos propugnada por in-
tereses más comerciales) y las ventajas
de los nuevos soportes digitales para
alcanzar “la supremacía del valor de
uso sobre el valor de cambio” (Levy,
1999: 60). Sin embargo, la gran con-
tradicción que vincula al modelo abier-
to con el cerrado, al bazar con la cate-
dral y a la identidad múltiple con el po-
der de la individuación es, como plan-
tea Pekka Himanen, la paradójica de-
pendencia de la información codifica-
da y cerrada respecto de la información
abierta y de libre acceso: “El dilema
ético al que se enfrentan las empresas
en la nueva economía de la informa-
ción consiste en que el éxito capitalis-
ta sólo es posible mientras la mayoría
de los investigadores continúen siendo
“comunistas” [...] Sólo mientras se ten-
ga libre acceso al saber científico, los
añadidos marginales que se hagan a la
información colectiva llevarán a es-
pectaculares beneficios individuales.
Esta paradoja se debe al hecho de que
la sociedad red no está determinada
únicamente por el capitalismo sino, en
un grado cuando menos igual, por el
‘comunismo’ científico”. (Himanen,
2001: 79-80).
El debate sobre la propiedad
intelectual
Efectivamente, aquí está el meollo del
debate sobre la propiedad intelectual
que una y otra vez aparece en los me-
dios de comunicación con un trata-
miento habitualmente marcado por el
sesgo de las industrias culturales a las
que pertenecen. Mientras que éstas de-
nuncian los “actos de piratería”, no se
hace ninguna referencia a que “el for-
talecimiento de los DPI [derechos de
propiedad intelectual] y la creciente
tendencia a considerar la información
como una mercancía propiedad de al-
guien pueden poner en peligro la exis-
20 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Comunicación
Bibliografía
BLISSETT, Luther (2000). Pánlco en las
redes. Teoría y práctica de la guerrilla
cultural. Madrid: Literatura gris.
LÉVY, Pierre (1999): ¿Qué es lo virtual?
Ed. Paidós Ibérica. Barcelona.
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gencias en conexión: hacia una socie-
dad de la web. Ed. Gedisa. Barcelona.
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hacker y el espíritu de la era de la in-
formación; prólogo de Linus Torvalds;
epílogo de Manuel Castells. Ed. Desti-
no. Barcelona.
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el Bazar”. Disponible en:
http://www.sindominio.net/biblioweb/te-
lematica/catedral.html.
RIFKIN, Jeremy (2000): La era del acce-
so: la revolución de la nueva economía.
Ed. Paidós: Barcelona.
WU MING (2002): Esta revolución no tie-
ne nombre. Ed. Acuarela. Madrid.
“
“
Las definiciones cada vez más laxas de
‘originalidad’ llevan a la privatización de
enormes conjuntos de información
tencia de las reservas existentes de ‘in-
formación pública’ [...], al fomentar su
apropiación por parte de individuos
con objetivos económicos, haciendo
desaparecer finalmente las conductas
que no se hallan basadas en motiva-
ciones monetarias” (Mateos, 2001).
Para evitar ese peligro silenciado
de privatización de los espacios de
información pública, han surgido fór-
mulas “legales” alternativas y hete-
rodoxas como el copyleft o creative
commons7. A través de la General Pu-
7 http://es.creativecommons.org/
blic License, producciones colectivas
como Linux quedan “protegidas” de
su apropiación por parte de intereses
comerciales, sometiendo cualquier
pieza de software que se le añada a
las condiciones de apertura, transpa-
rencia y publicidad. Las comillas de
“legales” y “protegidas” se deben a
que, obviamente, sólo las institucio-
nes públicas tienen la capacidad co-
ercitiva de establecer y aplicar nor-
mas, y, al parecer, por el momento,
favorecen a los intereses comerciales
y privados más que a la salvaguarda
de la accesibilidad y la transparencia
del conocimiento y la cultura. Como
concluye Mateos, “al aceptar defini-
ciones cada vez más laxas de ‘origi-
nalidad’, los registros de DPI permi-
ten la privatización de enormes con-
juntos de información a los que bas-
ta con añadir extensiones “propieta-
rias”. Los derechos de autor, tal co-
mo están planteados actualmente,
más que una garantía de reconoci-
miento del trabajo y del mérito de los
productores intelectuales y cultura-
les, constituyen un instrumento efi-
caz para la salvaguarda de los intere-
ses comerciales de las industrias cul-
turales. Sin embargo, el profundo
problema que supone la desprotec-
ción del trabajo creativo para la pro-
ducción cultural de una sociedad tan
sofisticada como la digital podría en-
contrar mejor solución si se articula-
ra, desde el punto de vista normativo
e institucional, como uno de los ele-
mentos imprescindibles de una polí-
tica comprometida con la universali-
dad del conocimiento y no con su
restricción8.❑
*Pepe Madariaga es profesor de Comunicación
de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid
y miembro de Aire Comunicación.
8 La libertad entendida únicamente en términos
comerciales lleva a permitir que las propias
empresas fabricantes de soportes digitales y
las entidades gestoras de derechos de autor
impongan sin justificación administrativa (ni
moral) la incorporación de un canon a los pro-
ductos de almacenamiento digital, es decir
CDs y DVDs vírgenes, en concepto de com-
pensación por copia privada. Más información
en http://www.todoscontraelcanon.es/
 Comunicación
Bombas informativas
Ángeles Diez Rodríguez*

“Cruentos ataques informativos volaron en pedazos miles de cerebros en toda Europa en el verano de 2006”
Inicio de una crónica aún por escribir

La propaganda es el arma más

destructiva de los gobiernos que
carecen o han perdido legitimidad y
que, en determinados escenarios, no
hacen uso de la fuerza física. Es
aquí donde los medios de
comunicación se convierten en
herramientas imprescindibles del
ejercicio del poder. Imposible
distinguir entre información y
propaganda.

M
ohamed Bakri, dos años des-
pués de la matanza de Jenin de
Alberto Arce

2002, filmaba un documental

entre las ruinas. Un chico sordo abría el
relato y sólo con gestos señalaba las pa-
redes perforadas, la tumba de su mejor
amigo, sus manos hacían el gesto de dis-
parar, luego se desplomaba, sus ojos se
llenaban de lágrimas; todo su cuerpo re-
cogía en pocos minutos el horror vivido
sin pronunciar una palabra. Ninguna pa-
labra podría resumir tanto horror.
Ni el de entonces ni el de los últimos
meses. Tal vez sólo podamos contar las
fechas: 1948, 1953, 1954, 1955, 1956,
1967, 1968, 1972, 1973, 1975, 1978,
1981,1982, 1983, 1985, 1990, 1992,
1994, 1996, 2001, 2002, 2003, 2004,
2006; cada año, a veces cada mes de ca-
da año, incluso cada día de cada mes es-
conde un sin fin de atrocidades cometi-
das por Israel1. Obliguémonos a buscar,
a esforzarnos por saber, -conocer cuesta,
no sirven los intermediarios-. Habrá que
escribir pormenorizados diarios en blan-
1 En cada una de estas fechas se produjeron ma-
tanzas por parte de Israel; las muertes cotidia-
nas producidas como consecuencia del régi-
men de ocupación israelí no están fechadas.
Edificio destruido en Beirut por los ataques israelíes del verano de 2006.
co, sólo con fechas que nos obliguen a
imaginar de nuevo qué hicieron ese año,
ese mes, ese día. Habrá que añadir mu-
chos días de los meses de julio, de agos-
to, de septiembre de 2006, cuando los is-
raelíes decidieron continuar el extermi-
nio de sus vecinos con técnicas más con-
tundentes. Otra vez no bastaba la asfixia
económica, ni los asesinatos ¿selectivos?,
ni la política de apartheid con su nueva
versión del muro de la vergüenza.
En el mismo documental de Bakri,
una niña recoge la única palabra que, con
una precisión científica, descubre la ver-
dadera naturaleza del Estado de Israel y
del pueblo que consiente dicho Estado:
“Son unos cobardes, nos tienen miedo”
dice, “si fueran valientes, no vendrían a
matarnos escondidos en sus tanques”. La
cobardía, el miedo deshumanizan para-
petados en tecnología punta de destruc-
ción, ocultos en sus chalecos anticríticos
-que paran cualquier disparo de humani-
dad con la acusación de “antisemita”-,
resguardados por el consentimiento oc-
cidental. No hay poder de destrucción
que no se acumule si no es para ser usa-
do. La falta de legitimidad y el miedo van
siempre unidos.
La consigna más “gebbelianamente”
repetida por los medios de comunicación
en la nueva coyuntura ha sido: “Res-
puesta desproporcionada”. Israel parece
haber respondido, según todos los me-
dios de comunicación, es decir, ha sido
atacado y ha respondido. El ataque, de
nuevo según los medios de comunica-
ción, se produjo con el “secuestro” de un
soldado israelí. El gobierno israelí se de-
fendió de esta aparente acusación de los
medios completando la afirmación:
“respuesta justificada”. Medios de co-
municación y gobierno israelí coincidie-
ron en la interpretación de los hechos ex-

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 21

Comunicación
cepto por una sutil diferencia: los medios
dieron por sentado, como un hecho cier-
to incuestionable, que la respuesta de Is-
rael estaba justificada, incluso antes de
que el embajador israelí ante Naciones
Unidas defendiera la guerra emprendida.
El punto de encuentro entre el poder
ilimitado de un Estado como el de Israel,
que utiliza la guerra y el terror para po-
der sobrevivir como Estado colonial, y
los medios de comunicación es el pro-
blema de la legitimidad, es decir, la jus-
tificación para el ejercicio del poder.
La legitimidad del poder
Un poder goza de legitimidad cuando
sus súbditos consienten y aceptan so-
meterse, no sólo a las leyes, sino a los
dictados de su gobierno y por tanto éste
no tiene que hacer uso de la fuerza para
someterlos -el famoso contrato social
roussoniano-. “El gobierno legítimo es
una forma de poder en la que no está
presente el sentimiento de miedo porque
los gobernantes han aprendido final-
mente a sostenerse a partir del consenti-
miento activo o pasivo de los goberna-
dos y, consecuentemente, a reducir en
proporción el empleo de la fuerza”, de-
cía G. Ferrero2. La historia de Israel, des-
de su imposición como Estado en terri-
torio palestino, ha sido la lucha constan-
te por conseguir legitimidad. Hacia el in-
terior, incapaz de someter a los palesti-
nos, el uso de la
fuerza ha sido sis-
temático; hacia el
exterior, la cons-
trucción de una
imagen de “Esta-
do democrático”,
el único de la zona
-nueva consigna
mediática-, utili-
zando hábilmente
el arsenal propa-
2 Historiador italiano
que estudió magis-
tralmente la revolu-
Carmen Ariza
ción francesa y los
principios de legiti-
midad en su obra El
poder. Los genios in-
visibles de la ciudad,
Tecnos, Madrid,
Imagen del muro del apartheid que recorre Gaza y Jerusalén.
1988.
22 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Comunicación
gandístico acumulado por las democra-
cias occidentales que siguen sirviéndo-
se de la excusa del holocausto para con-
sentir la política de exterminio israelí.
La legitimidad, lo que salva del mie-
do a ser derrocados a todos los gobier-
nos, es una construcción de las revolu-
ciones democráticas. Sólo si los ciuda-
danos consienten en que se ejerza el po-
der en su nombre, los gobiernos pueden
sentirse seguros. Pero ¿cómo conseguir
que los ciudadanos acepten políticas que
van en contra de sus más elementales ne-
cesidades? ¿Cómo conseguir que la po-
blación consienta una guerra o que un
gobierno no actúe contra otro que trata
de exterminar a un pueblo? Como seña-
lara W. Lippmann, el periodista estadou-
nidense que más clara y cínicamente des-
cribió la necesidad de controlar la opi-
nión pública para que pensara como de-
bía pensar, “la transmisión de informa-
ción relativa a entornos que desconoce-
mos se efectúa fundamentalmente a tra-
vés de palabras”. “No percibimos pri-
mero y definimos a continuación, sino al
contrario”. Por eso es tan importante con-
trolar la palabra, suministrar a los espec-
tadores los términos correctos para en-
tender una guerra.
La propaganda es el arma más des-
tructiva de los gobiernos que carecen o
han perdido legitimidad. Para que fun-
cione, siguiendo las enseñanzas de
Lippmann, es necesario que exista al-
guna barrera entre el público y los su-
cesos: “El acceso al entorno real debe
ser limitado antes de que alguien pueda
crear un pseudoentorno que le parezca
razonable o deseable” 3 Es aquí donde
los medios de comunicación se con-
vierten en herramientas imprescindibles
del ejercicio del poder.
Propaganda y persuasión
Quizá el mayor logro del capitalismo pa-
ra su expansión ilimitada es el desarrollo
de los instrumentos de influencia y per-
suasión. No sólo las agencias de inteli-
gencia financian estudios sobre la co-
municación y el comportamiento en las
universidades. Los gobiernos cuentan
con sus gabinetes de prensa, o como en
EEUU, con una secretaría de Estado pa-
ra la Diplomacia Pública (que busca in-
fluenciar a la opinión pública extranje-
ra)4. Pero a veces, no es necesario crear
una compleja maquinaria de propagan-
da, como hizo la Comisión Creel para
conseguir que los estadounidenses apo-
yaran la intervención de su gobierno en
la I Guerra Mundial, o contratar a una
agencia de relaciones públicas como Hill
& Northon para lograr el apoyo del pue-
blo a la primera guerra contra Iraq (ac-
ciones que incluyeron miles de dólares
para difundir noticias, contratar intelec-
tuales que pronunciaran discursos, fi-
3 W. Lippmann, La
opinión pública.
Langre, Madrid
2003, p. 52.
4 Según el artículo
aparecido en Red
Voltaire “Karen Hug-
hes asume la direc-
ción de la propagan-
da”, <http:www.vol-
tairenet.org/arti-
cle124529.html>
[Consulta, 4/08/06],
en relación al nom-
bramiento en abril
de 2005 de la nueva
jefa de la Diplomacia
Pública estadouni-
dense. En los diccio-
narios británicos la
expresión “diploma-
cia pública” aparece
como sinónimo de
“propaganda”.

nanciar publicaciones, artículos de opi-
nión en periódicos, investigaciones fal-
sas, etc.). A veces este despliegue no es
necesario porque las escuelas de perio-
dismo saben formar adecuadamente a los
futuros profesionales. Si no, ¿de qué otro
modo se explicaría tanta unanimidad en
las palabras y las consignas utilizadas,
por ejemplo, para referirse a los intentos
de invasión del Líbano por Israel como
“ataques a las guerrillas proiraníes de
Hezbollah” (Informativo de Radio Na-
cional, 9/08/06)? Todo un editorial en
una sola frase. A diferencia de EEUU,
que ha necesitado justificarse ante su po-
blación y hacer grandes inversiones en
propaganda interna, las inversiones del
Estado israelí se dirigen fundamental-
mente hacia el exterior -¡qué pueblo el
judío, capaz de tolerar tantos “errores”
de sus gobernantes!-.
Pero volvamos a la bomba mediá-
tica, perdón, la consigna “respuesta
desproporcionada”. Los gobiernos eu-
ropeos, el estadounidense y los medios
asumen la posición del atacante, dado
que consideran que éste está respon-
diendo. La foto se toma desde Tel Aviv,
desde Jerusalén, o desde Haifa, y las
imágenes son de los judíos “amenaza-
dos”, clase media, hombres y niños
blancos, cocinas llenas de electrodo-
mésticos como los nuestros, gente ci-
vilizada, tecnificada, como nosotros.
Están asustados por los misiles que
lanzan las “guerrillas proiraníes de
Hezbollah”. Mujeres y niños abrazados,
“miembros de la familia del colono Eli-
yahu Asheri se abrazan durante su fune-
ral, ayer en Jerusalén”5. Plano medio li-
geramente contrapicado; el fotógrafo y
nosotros somos el muerto. Sabemos có-
mo se llamaba. El mismo día, imágenes
en televisión sólo de Haifa. El reportero
reporta desde Jerusalén mientras nos
cuenta los cientos de cohetes lanzados por
Hezbollah. Se oyen ruido de cohetes, el
periodista está en riesgo, se encoge mien-
tras habla, mayores cotas de credibilidad.
La información sobre los muertos y des-
plazados del Líbano hoy no tuvo imáge-
nes. En el periódico, una foto de los bom-
5 Pie de foto, El País, 30/07/06; Pág. 6.
bardeos a Gaza previos a la invasión del
Líbano: “Jóvenes palestinos observan los
daños causados por los bombardeos is-
raelíes ayer en Jan Yunis, Gaza”6. Son ni-
ños y adolescentes; para el periódico, to-
dos son jóvenes, parece que sonríen (¿se-
rán fundamentalistas?) y muestran los
cascotes en el suelo producidos por una
bomba israelí. Plano picado; el fotógrafo
es Dios o su punto de vista es el del bom-
bardero israelí. Semanas después, conti-
núan las bombas informativas rebajando
un poco la intensidad pero no la frecuen-
cia. Olmert afirma que necesita “entre 10
y 14 días para lograr sus objetivos”, “sa-
car a los terroristas de sus guaridas”7.
También los medios de comunicación ne-
cesitan más tiempo. Tiempo para conver-
tir a los representantes palestinos y liba-
neses, democráticamente elegidos, en te-
rroristas islámicos. Los civiles son culpa-
bles de apoyar a Hamas o a Hezbollah, di-
ce Israel. Los civiles apoyan a Hamas y
Hezbollah, dicen los medios. El Líbano
está en ruinas. Los medios repiten “res-
puesta desproporcionada”. EEUU inten-
ta una resolución, rechazada por el go-
bierno del Líbano; EEUU y Francia in-
tentan una resolución, rechazada por el
gobierno del Líbano. La respuesta de Is-
rael sigue siendo desproporcionada, pero
menos. Pidamos la paz. La nueva con-
signa mediática que hará desaparecer la
distinción entre víctimas y verdugos, en-
tre agresores y agredidos. Todos unidos
por la paz. Concierto de Barenboim en la
Plaza Mayor. Se necesita más tiempo pa-
ra aterrorizar a los europeos, ¿quizá bom-
bas en aviones? La guerra contra Líbano
y Palestina sale de las portadas. La ame-
6 Pie de foto, El País, 30/07/06; Pág.5.
7 Titular y entradilla de El Mundo, 31/07/06;
Pág. 20.
8 Titular de El País, 11/08/06, Pág. 3.
“
Con la consigna “respuesta
“
desproporcionada” los medios asumen
la posición del atacante: Israel ha sido
agredido y ha respondido
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 23
Comunicación
naza es global, repite la locutora de TV5.
“EEUU está en guerra contra fascistas is-
lámicos”8, dice Bush. Los europeos en-
tienden mejor la amenaza fascista que la
terrorista.
A menor legitimidad mayor desplie-
gue mediático. ¿A qué tienen miedo los
israelíes? ¿Y los estadounidenses? ¿Y los
europeos? ¿Qué peligro representan los
palestinos? El peligro de ser un símbolo
que, como diría de nuevo Lippmann,
cumple la misma función que los privile-
gios para las jerarquías: preservar su uni-
dad. Los palestinos siempre han sido un
peligro para los israelíes ya que siempre
han evidenciado la falta de justificación
israelí. Se han convertido en un símbolo
de dignidad capaz de unir a los pueblos
árabes en torno a su causa, lo mismo que
Cuba para los latinoamericanos. Su dig-
nidad es un poder, más fuerte y poderoso
que las armas israelitas, más mortífero
que la alta tecnología de guerra de los es-
tadounidenses, el único imposible de ser
producido por la maquinaria capitalista.
Mientras que la historia de los pueblos
árabes está cuajada de derrotas, ellos re-
presentan la victoria posible. Ellos cuen-
tan, sin palabras, lo que no puede ser con-
tado ni comprado rompiendo toda la ló-
gica de la racionalidad económica, técni-
ca y política de Occidente.
En julio de 2006, entre las preguntas
de una encuesta del Centro de Investiga-
ciones Sociológicas (CIS) en España se
incluía la valoración de las profesiones.
El resultado: los militares y los periodis-
tas son las profesiones peor valoradas (por
ese orden) No es casual esta percepción.
En cualquiera de los casos, periodistas y
militares hacen uso de armas terrible-
mente destructivas; unos destruyen el
cuerpo, otros destruyen el alma; ambos
tipos de destrucción son complementa-
rios y esenciales para que el mundo siga
girando en la misma dirección. “¿Hasta
cuando los medios de comunicación se-
guirán llamándose medios de comunica-
ción?”, se preguntaba Eduardo Galeano
en un desgarrador texto sobre las guerras
de Israel y las de EEUU.❑
*Ángeles Diez Rodríguez es doctora en Ciencias
Políticas y Sociología, profesora de la
Universidad Complutense de Madrid y miembro
de Aire Comunicación.
Entrevista
Entrevista
Embajador Musa Amer Odeh, delegado general
de Palestina en España

“Para evitar que el pueblo

palestino reaccione de forma
violenta, hay que protegerlo
de Israel”
Juan Pablo Crespo y Mercedes F. Lagarejos*

La siguiente entrevista al embajador Musa

Amer Odeh fue realizada pocos días antes de
los ataques de Israel a Líbano, razón por la
que no hay referencia a los mismos en ella. Sin
embargo, considerábamos que las
declaraciones mantenían su interés por encima
de la coyuntura de los acontecimientos y de ahí
Mª José Comendeiro

su publicación. Para no obviarlos, se realizó

una entrevista complementaria a Majed Dibsi,
presidente de la Asociación Hispano Palestina
Jerusalén y experto conocedor de Oriente
Medio, en la que responde a algunas
cuestiones sobre la agresión y ocupación de
Musa Amer Odeh, delegado general de Palestina en España.
Líbano por parte de Israel.

¿
C
uál es su opinión sobre la si-
tuación en Cisjordania y
Gaza?
-Lo más destacado y grave son los pla-
nes del primer ministro israelí, Ehud Ol-
mert, de imponer su política y violar el
espíritu y la posibilidad de cualquier
proceso de paz. Lamentablemente, dis-
pone del apoyo incondicional de Esta-
dos Unidos y también puede aprove-
charse de la difícil situación por la que
está pasando el pueblo palestino. No
obstante, nosotros tenemos la esperan-
za y la confianza de que la Comunidad
internacional no va a abandonar a su
suerte al pueblo palestino y lo apoyará
hasta que alcance sus aspiraciones de
poner el punto final a la ocupación y
constituir un Estado independiente.
Mahmoud Abbas, presidente de Pa-
lestina, realizó una invitación a la paz al
gobierno israelí, convocándolo a unas ne-
gociaciones inmediatas. Pero, sin em-
bargo, los israelíes se escudan constan-
temente en el tema del terrorismo.
-Si para Israel Hamas son terroristas
y Abbas no representa al pueblo pales-
tino, ¿quién puede ser un interlocutor
válido en una hipotética negociación?
-Todo lo relativo a este tema está domi-
nado por la falta de seriedad. Primero,
descalificaron a Arafat como socio e in-
terlocutor, perdiendo una oportunidad de
oro porque se trataba de un líder incues-
tionable para alcanzar un acuerdo paz, de
cuya consecución, además, estaba total-
mente convencido. Aparte, era la perso-
na adecuada para lograrlo, ya que, por su
trayectoria y pasado, podía convencer al
pueblo palestino de la necesidad de la
paz. Pero el problema era y es que Israel
no quería ni quiere la paz. Abbas mues-
tra un programa muy claro, pero Israel,
lejos de tenderle una mano, ha puesto to-

24 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate

 Entrevista
dos los obstáculos posibles para que no Majed Dibsi, presidente de la Asociación Hispano Palestina Jerusalén
saliera adelante.
“Líbano ha sido el primer eslabón del plan de EEUU para
-A pesar de esos obstáculos, las exi-
gencias internacionales sólo parecen
erradicar la cultura de la resistencia”
dirigirse hacia Palestina. ¿No cree que
se podría hablar de un claro ejercicio
de cinismo?
¿
A dónde pueden conducir escaladas de agresión como la que ha llevando a ca-
bo Israel invadiendo Líbano?
-Como los propios hechos corroboran, el ataque israelí al Líbano fue planificado mucho tiem-
-Nosotros solicitamos que la Comunidad
po atrás. En primer lugar, por la extensión y la intensidad de la agresión, dirigida casi en su
internacional se enfrente a ese doble ra-
totalidad contra objetivos civiles e infraestructuras en todo el país, y en segundo lugar, por-
sero. A cualquier país se le obliga a cum-
que círculos próximos a los gobiernos de Israel y de EEUU así lo confirman. Por tanto, no es
plir a rajatabla todas las resoluciones de
cierto que el ataque fuera la respuesta a la captura de los dos soldados por Hezbollah, sino
la Comunidad internacional, incluso por
que los objetivos eran otros, de carácter estratégico, y obedecen al plan estadounidense de
la fuerza, salvo a Israel, que está por en-
reordenar lo que ahora califican de Nuevo Oriente Medio. Líbano era el primer y más débil
cima de la ley y cuenta con la ayuda in-
eslabón en esta estrategia. Desde que fuera “neutralizado Irak”, había que eliminar a Hez-
condicional de Estados Unidos. Preten-
bollah y con ello erradicar de una vez por todas la cultura de la resistencia, término que ha si-
demos formar un Estado palestino inde-
do eliminado del lenguaje mediático- político de EE UU y sus allegados, y sustituido por el
pendiente según la legalidad internacio-
más conveniente de “terrorismo islámico”. De esta forma, todas las organizaciones palesti-
nal, pero esta aspiración resulta imposi-
nas y Hezbollah aparecen definidas en sus listas como organizaciones terroristas y con ello
ble mientras exista la ocupación. Está cla-
deslegitiman su lucha. Otro elemento importante es que también había que forzar la aplica-
ro que el derecho acompaña a la causa
ción de la resolución de NU 1559, cuyo objetivo es desarmar a Hezbollah y acorralar a Siria
palestina, pero sin embargo no se puede
para que acate las condiciones israelíes y estadounidenses para una “pacificación de Orien-
hablar de justicia y establecerla mientras
te Próximo” y así preparar el asalto final contra Irán.
Israel la vulnere contando con la permi-
El fracaso de la agresión, reflejado en la derrota militar, política y moral de Israel por pri-
sividad internacional. En este sentido, un
mera vez desde su creación, ha supuesto un serio obstáculo en el camino de la menciona-
ejemplo es el dictamen del Tribunal de la
da estrategia. Esto presagia que EEUU e Israel puedan volverse más agresivos si cabe e in-
Haya sobre la construcción del Muro y
tenten, cuando las circunstancias se lo permitan y encuentren la excusa que necesitan, lan-
el efecto devastador que está teniendo so-
zar un ataque conjunto de envergadura que, de no frenarse a tiempo, podría desembocar en
bre la población palestina.
un conflicto de muy graves consecuencias para la paz y estabilidad internacionales.
Tenemos claro que nuestra causa es
justa y nos amparamos en las leyes in-
-La violencia en Líbano parece haber eclipsado los crímenes que Israel sigue come-
ternacionales, pero las potencias no pa-
tiendo en los Territorios Ocupados palestinos.
recen ser capaces de hacer que se cum-
-Hemos de imaginar que la causa palestina es la cuestión central, por tanto, la estrategia se-
plan. Este hecho lleva a reflexionar sobre
ñalada pretende liquidar esta causa de raíz, ignorar los derechos del pueblo palestino y con-
la alternativa de que los pueblos acaben
vertir a Israel en gendarme regional una vez fraccionado el mundo árabe en mini estados ét-
ejerciendo su poder.
nicos y confesionales sin identidad de ninguna clase. Por otro lado, Israel aprovecha la co-
yuntura del Líbano para estrechar aún más el cerco a los palestinos, no sólo con la intención
-Otra forma de plantear el conflicto es
de que se rindan, sino también para encubrir el fracaso del Líbano. De esta forma, el gobier-
considerar que las acciones violentas
no israelí recuperaría parte de la credibilidad perdida.
palestinas e israelíes tienen el mismo
carácter.
-Con Líbano destruido por Israel, una población sumida en otra crisis humanitaria y
-Así es; se intenta igualar a las víctimas
una Palestina ocupada, ¿cuáles son las claves de un futuro proceso de paz?
con los verdugos. Constituye un insul-
-Hablar de un proceso de paz sin determinar no sería realista. EEUU va a maniobrar en va-
to a la inteligencia comparar los primi-
rias direcciones a fin de ganar tiempo y aliados para su nueva táctica; ahora se acuerda del
tivos mísiles de Hamas con la maqui-
Consejo de Seguridad, pero no lo hace para establecer un proceso de paz conforme a la le-
naria de guerra israelí, que es una de las
galidad internacional, sino para promulgar resoluciones encaminadas a desarmar a los que
más avanzadas del mundo. Por otra par-
suponen un estorbo en su camino e imponer embargos a Siria, Irán, etc.
te, igual que se exige a los palestinos
que no hagan uso de su derecho a de-
fenderse, se tendría que exigir a Israel acción de la Comunidad; recuerde que y estalle en la calle. De alguna forma, la
que no continuase agrediendo al pueblo en su momento, Estados Unidos, lejos están empujando a hacerlo. Si se quie-
palestino. de condenar la acción, la justificó. A na- re evitar que el pueblo palestino reac-
Si sucesos como la matanza ocurri- die le extrañaría que la niña que perdió cione de manera violenta, hay que pro-
da en las playas de Gaza hubiese sido al a su familia en ese ataque, un día se tegerlo frente a las agresiones de Israel
revés, imagínese cuál habría sido la re- abroche un cinturón lleno de explosivos y poner fin a la humillación que sufre.

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 25

Entrevista
-Frente a la desprotección que sufre Pa-
lestina por parte de la Comunidad in-
ternacional, son numerosas las organi-
zaciones sociales que apoyan su causa.
-Desde luego hay que diferenciar entre la
postura de los gobiernos, cuyas decisio-
nes se ejercen desde unas consideraciones
y presiones internas y externas, y la acti-
tud de la sociedad civil a través de sus or-
ganizaciones. Esperamos la ayuda de los
primeros, pero sin duda, necesitamos con-
tar con el apoyo de las segundas a través
de la presión que pueden ejercer sobre sus
gobiernos. Quisiéramos que se produjera
un efecto similar al que se surgió en Esta-
dos Unidos durante la guerra del Vietnam,
con la influencia que el pueblo norteame-
ricano logró ejercer sobre su gobierno.
Esperamos que la sociedad civil europea
y española contribuyan a algo similar.
Nuestro pueblo vive una situación muy
complicada. No enfrentamos a un enemi-
go especial, que niega nuestra existencia
e intenta eliminar cualquier vestigio de
nuestra presencia. No en vano, la ocupa-
ción ha destruido por completo la econo-
mía palestina e intenta acabar con cual-
quier soporte de la sociedad.
-¿Hay prevista alguna acción de pre-
sión de carácter internacional?
-En primer lugar, estamos deseosos de
que el mayor número posible de per-
sonas visiten Palestina y conozcan de
primera mano nuestra realidad. Quere-
mos contactos recíprocos que permi-
tan realizar iniciativas de presión prác-
ticas y creativas. Por ejemplo, los sin-
dicatos de trabajadores de las universi-
dades británicas han decidido repudiar
a las instituciones académicas israelí-
es; a la vez se han puesto en marcha
campañas como el boicot a los pro-
ductos israelíes o fabricados en los Te-
rritorios Ocupados. Consideramos es-
ta línea de trabajo como una opción in-
teresante. No se puede olvidar que las
organizaciones internacionales contri-
buyeron decididamente a la caída del
apartheid en Sudáfrica y confiamos en
que puedan desarrollar un papel simi-
lar en el caso de Palestina, ejerciendo
toda su influencia para que Israel aca-
te de una vez por todas las resolucio-
nes de la ONU.
26 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Entrevista
Mª José Comendeiro
“
“
Es un insulto a la inteligencia comparar
los primitivos misiles de Hamas
con la maquinaria de guerra israelí
-¿Qué piensa de la suspensión de los
fondos de ayuda a Palestina por parte
de la Unión Europea?
-Vivimos este cerco económico a la po-
blación palestina desde la extrañeza y la
tristeza, ya que se la está castigando por
la opción política que ha escogido de-
mocráticamente. Bien al contrario, ten-
dría que contar con apoyo y ser alabada
por el ejemplo democrático que ha dado
al mundo. Estamos tratando este tema
con todas las partes implicadas para con-
seguir que se reanude la ayuda lo más
pronto posible. Está claro que la Comu-
nidad internacional mantiene una postu-
ra determinada ante el gobierno de Ha-
mas y también sobre el hecho de que su
gobierno sirva de excusa a Israel para
desarrollar sus acciones violentas.
-¿Cuál puede ser el futuro de las dis-
tintas sensibilidades políticas en Pa-
lestina? ¿Están condenadas a enten-
derse en favor de la causa?
-La idea es precisamente esa. Siempre
ha habido diferencias entre esas sensi-
bilidades, aunque también siempre he-
mos hallado el camino para resolverlas.
Hoy por hoy, la situación del pueblo pa-
lestino se puede calificar lamentable y
existe la voluntad inequívoca de encon-
trar un denominador común entre el
programa del gobierno y el de la OLP
(liderada por el presidente Abbas). Exis-
ten debates acalorados, pero estamos
convencidos de que las tensiones se po-
drán superar, entre otras cosas, para que
Israel no se aproveche de ellas y conti-
núe con sus planes.
Por otro lado, también es impor-
tante la idea de que Hamas evolucione
en su lenguaje hasta utilizar uno asi-
milable por parte de la Comunidad in-
ternacional. Palestina sólo se puede li-
berar si cuenta con un frente mundial
amplio y esto requiere un tipo de dis-
curso determinado. A la vez, hay que
buscar la colaboración de todos los es-
tamentos de la sociedad palestina. El
nuestro es un caso singular porque nos
hallamos bajo una ocupación y no se
puede perder de vista que la población
palestina no tiene libertad de moverse
y que más de la mitad de ella se en-
cuentra fuera de su tierra.
-¿Cuál puede ser el camino para lle-
gar a la paz?
-Lo más importarte es mantener al
pueblo palestino unido y crear unas
condiciones claras y necesarias para
que se produzca mediante una agenda.
No se puede establecer un proceso in-
alcanzable y difuso, sino un plan con
su comienzo y final, y encaminado bá-
sicamente a que se termine la ocupa-
ción. Estamos dispuestos a iniciar un
proceso de paz con la custodia y el
amparo de la Comunidad internacional
porque necesitamos su apoyo; quere-
mos establecer negociaciones serias
sobre la base de la legalidad interna-
cional.❑
*Pueblos.
Traducción: Majed Dibsi.
 19
Especial Dossier
¿Qué pasa con la Constitución Europea?
Valentín Bustos
Parlamento de Londres.
H
a pasado un año y medio de la aprobación por re-
feréndum de la Constitución Europea en España
y algo menos del rechazo francés y holandés,
también a través de consulta popular, al proyecto. No es
demasiado tiempo, pero parece que el tema y la propia
Constitución han caído en los abismos del silencio me-
diático y que responsables políticos y gobiernos prefie-
ren no tocarlo, al menos de cara a la opinión pública. Un
mutismo sospechoso que, lejos de llevarnos a pensar que
el proyecto se ha quedado en agua de borrajas, debe aler-
tarnos sobre que algo se está cociendo para hacerlo re-
gresar con nuevos bríos. El varapalo del “no” francés y
holandés puede haberlo malherido, pero, como señala uno
de los artículos incluidos en este dossier, no está ni mu-
cho menos muerto. En las cocinas de la UE se buscan
nuevas recetas que permitan su reconversión y posterior
aprobación, empleando para ello medios “democráticos”
(o no tanto) que no dejen resquicio a nuevos rechazos. Y
es que la Constitución representa un arma imprescindi-
ble para la consolidación y desarrollo de la Europa del
La Constitución Europea hoy
capital y la globalización, un instrumento demasiado
valioso como para que quede varado por la oposición
popular.
Pero a la actual situación de la Constitución en el
marco de la UE, hay que añadir los contextos políticos
particulares de cada país miembro y la influencia que
pueden tener en su destino final. Francia, Italia y Polo-
nia constituyen algunos ejemplos analizados en las si-
guientes páginas. También se examina una parte funda-
mental de la Constitución, la relativa a su política exterior.
Una política que hunde sus raíces en el militarismo y
unas relaciones comerciales que, por encima de todo, si-
guen beneficiando a los intereses europeos, o mejor di-
cho y de forma exclusiva, a los de su gran capital.
El futuro de la Carta Magna, las estrategias para su
imposición y las alternativas en caso de que se compli-
que esto último son todavía una incógnita. Es cierto que
las élites europeas no tienen totalmente despejado el
camino para sacarla adelante, pero también que lucha-
rán contra viento y marea para lograrlo.❑
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 27
La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
El proyecto pretende cabalgar de nuevo
Realidad Martín
La Constitución Europea ha estado
en la nevera durante un año, para
conservarla, aunque algunos
grandes actores (Gran Bretaña) la
hubiesen querido llevar a la
morgue, para sepultarla. Pero la
cumbre de Viena la ha intentado
sacar de ese estado de postración en
el que la habían sumido el “no”
francés y holandés. Era preciso
rescatarla, pues “Europa”, como
proyecto del capital y de poder, se
enfrenta a un mundo
crecientemente competitivo,
convulso y en crisis, y necesita dicho
instrumento para operar en él.
28 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
D
espués de haberse dado un año
de plazo de reflexión para eva-
luar qué hacer tras su rechazo
popular en Francia y Holanda, los
grandes países del euro (Francia, Ale-
mania, Italia y España), así como la
Comisión y el Parlamento europeos
habían consensuado la voluntad de re-
activar el proceso de ratificación. La
posición a este respecto de la Alema-
nia de Merkel (y de la “Gran Coali-
ción”1) había sido clave en este cambio
de actitud y la elección de Prodi en Ita-
lia, en menor medida, también. Son ya
15 los países que han aprobado la
Constitución (por referéndum, España
y Luxemburgo)2, entre ellos casi todos
los del Eurogrupo y alguno más lo ha-
1 Cabe recordar que los dos principales grupos
del Parlamento Europeo, el PPE y PSE, están
presididos por alemanes de la “Gran Coalición”,
y que Alemania tiene un peso institucional de-
cisivo en la UE.
2 Recientemente la ha aprobado Estonia.
Ramón Fernández Durán*
rá próximamente: Finlandia (octubre
2006), Portugal (2007) y República
Checa (sin fecha), aunque el resultado
de las últimas elecciones en este país
pone en peligro este deseo. A pesar de
ello, cinco miembros de la Unión
(Gran Bretaña, Dinamarca, Irlanda,
Polonia y Suecia) se muestran clara-
mente reticentes a aprobar la nueva
Carta Magna. Algunos porque han pro-
metido referendos que saben que van a
perder; otros porque, a pesar de no te-
ner previstas consultas populares, sa-
ben que existe un fuerte rechazo a la
Constitución y a “Europa” en sus so-
ciedades; y finalmente, otros también
porque además a sus estructuras de po-
der les gustaría que no se aprobase, ca-
so del Reino Unido y, en la actualidad,
Polonia (cuya mayoría gubernamental
es “eurofóbica”).
Pues bien, la cumbre de Viena
(mayo 2006) ha sentado ciertas bases
para volver a reactivar el proceso cons-
titucional. Una vez más ha sido Gran

Bretaña, seguida de Polonia, las que
han aguado la fiesta y han obligado a
dilatar el proceso, prorrogando otro
año más el periodo de reflexión. Ade-
más, es preciso guardar unas mínimas
formas “democráticas” para hacer tra-
gable a la opinión pública europea, y
en concreto a la francesa y holandesa,
lo que sus sociedades han rechazado.
Así, se piensa en cambiar el nombre de
la Constitución Europea y tal vez pres-
cindir de alguna parte no sustancial de
ella. El objetivo es facilitar su futura
aprobación parlamentaria en Francia y
Holanda, una vez celebradas las nue-
vas elecciones presidenciales y legis-
lativas respectivas, así como en el res-
to de los países de la Unión que aún no
han ratificado el texto. No será hasta
finales de 2008, a la conclusión de la
presidencia de turno francesa, que se
presentará el texto definitivo consen-
suado con el fin de abordar su aproba-
ción definitiva en 2009 (año de elec-
ciones al Parlamento Europeo), es
decir, tres años después de lo previsto,
si es que llega a buen fin.
Mientras tanto, habrá que exprimir
el Tratado de Niza, como dicen Chirac
y Merkel, y explicar a los ciudadanos
de la Unión el coste de la “No Europa”
(está prevista una campaña al respec-
to). Pero no está claro si los ciudada-
nos comunitarios lo comprenderán, so-
bre todo por las duras políticas
neoliberales que emanan de la Unión
(directiva Bolkestein y similares).
Frenazo a la ampliación
Igualmente, en Viena se ha contem-
plado frenar el proceso de ampliación
una vez que se incorporen Bulgaria y
Rumania (2007), al menos hasta que la
ratificación “constitucional” no termi-
ne. En nombre de la “capacidad de ab-
sorción” de la actual UE. Ello se justi-
fica, por parte de Francia como una
forma de atender la “petición” de la so-
ciedad francesa de frenar los “peligros
de la ampliación” (el fantasma del
“fontanero polaco”) con el fin de faci-
litar la aprobación del futuro texto
“constitucional”. En realidad lo que es-
tá en juego para los poderes europeo-
continentales es que no se puede seguir
ampliando “Europa” sin antes profun-
dizar en la estructura política (y mili-
tar) que define la Constitución. En es-
te tema también hay una oposición de
Gran Bretaña a que se frene la amplia-
ción de la UE, que en la actualidad
afectaría a Croacia y especialmente
Turquía. La Comisión se ha compro-
metido a hacer un informe sobre la
“capacidad de absorción” de la UE pa-
ra otoño, que será debatido en la cum-
bre de la Unión de diciembre de este
año.
Sin embargo, en Viena se ha apro-
bado una cláusula (a instancias del Rei-
no Unido) que diluye el compromiso
de aprobar el futuro texto por parte de
los países que hasta ahora no han rati-
ficado el actual. Esto puede generar
una situación compleja y abrir la vía
para una “Europa” (al menos) a dos ve-
locidades3. A finales de 2008 o princi-
pios de 2009, es muy probable que la
totalidad de los miembros del Euro-
grupo hayan aprobado ya la Constitu-
ción actual o el futuro texto (incluida
la próxima incorporada a la moneda
única, Eslovenia, que ya lo ha ratifica-
do). Portugal piensa hacerlo durante su
presidencia (segundo semestre de
2007) e Irlanda aprovecharía segura-
mente el cambio formal de texto para
sortear el referéndum prometido y
aprobar el nuevo tratado en el Parla-
mento. En ese caso, Dinamarca quizás
haría lo mismo, desembarazándose
también, no sin problemas, de la pro-
mesa del referéndum. Y Suecia es pro-
bable que acudiese a la vía parlamen-
taria para su ratif icación (no tenía
previsto convocar referéndum, a pesar
de la presión social al respecto). Los
dos países nórdicos, que están fuera del
euro (por rechazo popular), son dema-
3 Dentro de los que han aprobado la Constitución
hay países que están en el euro (de la antigua
“Europa de los Quince”), y países que están
fuera, los nuevos miembros de la Unión. Asi-
mismo, hay países que están en el espacio
Schengen, y países que no, y que todavía tie-
nen restricciones a la libre movilidad de sus ciu-
dadanos (también los del Este de la Unión). Las
tensiones entre estas dos “Europas” han sido
manifiestas en Viena.
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 29
La Constitución Europea hoy
siado vulnerables para aguantar el tipo
solos, pero tienen que vencer el recha-
zo ciudadano. El problema es cómo,
pues el coste político será alto. Así, tan
sólo quedarían Reino Unido y Polonia
al margen de la aprobación (ambos pa-
íses tienen fuertes vínculos con
EEUU). En estas circunstancias, es
factible que la futura Unión decida ti-
rar para adelante sin ellos, establecien-
do una estructura institucional a dos
velocidades, como mínimo (no todos
los que aprueben el nuevo texto for-
marán parte del euro, la bussiness class
comunitaria). Sin embargo, es proba-
ble que Polonia no pueda resistir la pre-
sión de Alemania, su poderoso vecino,
para que se sume al resto; son muchos
también los lazos e intereses que la
unen a la UE continental, aunque in-
tentará renegociar su peso en la toma
de decisiones.
De cualquier forma, esta “hoja de
ruta” puede verse alterada por la extre-
ma fluidez de los cambios en los esce-
narios noratlánticos y globales, por las
posibles agudas crisis que se dibujan
en el horizonte y por el propio rechazo
social a estos proyectos de poder. Lo
cual puede provocar que “Europa” se
vea obligada a construir su dimensión
político-militar de forma autoritaria o
bien que el propio “proyecto europeo”,
y el euro, puedan saltar por los aires4.
Los retos de la sociedad civil
Asistimos a la expansión de un tre-
mendo poder económico y sobre todo
financiero a escala europea y mundial
que manipula y utiliza un poder polí-
tico en crisis, asentado en gran medi-
da todavía en la estructura de un Es-
tado-nación cada día más endurecido,
a pesar de los intentos de crear una
“Europa” supraestatal (y militarista).
Ello se da en paralelo con un poder
4 Se ha llegado a especular con la posibilidad de
que Italia pudiera abandonar el euro si conti-
nuaba con sus fuertes desequilibrios económi-
cos (una deuda pública del 110 por ciento del
PIB, la mayor de los países del Eurogrupo), so-
lución que propugnaban sectores del gobierno
de coalición de Berlusconi (la Liga Norte) para
dinamizar la economía. La llegada de Prodi sig-
nifica un claro espaldarazo al euro.
La Constitución Europea hoy
ciudadano en general muy débil debi-
do a la existencia de una estructura so-
cial atomizada y estratificada, con
tensiones interétnicas e intercultura-
les, y colonizada y dividida desde las
estructuras de poder. Todo ello plan-
tea una enorme dificultad para reac-
cionar ante este estado de cosas y en
relación con los futuros escenarios de
crisis previsibles, así como para abrir
caminos de emancipación social. Los
instrumentos de los que se había do-
tado la llamada izquierda para influir
y transformar la sociedad en el siglo
XX atraviesan una profunda crisis, es-
to es, los partidos y sindicatos pro-
gresistas, que en general han sido co-
optados por las estructuras de poder.
Es más, es desde las propias institu-
ciones de la “democracia” desde las
que los distintos poderes actúan para
imponer sus intereses en detrimento
de lo social y del entorno ambiental,
local y mundial en el que desarrolla-
mos nuestra existencia.
Igualmente, se siguen promovien-
do proyectos de gobernabilidad dura,
“neocon”, en muchos territorios de la
UE. La cadena Fox y el resto del gru-
po Murdoch (uno de los principales so-
portes mediáticos de Bush y Blair) pla-
nea un amplio desembarco en los
países de la Unión (con el acompaña-
miento también de Aznar), que ya está
siendo intenso en los nuevos socios del
Este. Y es en éstos también donde se
están imponiendo últimamente diná-
micas neoconservadoras claramente
autoritarias. Murdoch pondrá también
su grano de arena para que fracase la
aprobación de la “Constitución Euro-
pea”5. Por otro lado, en las elecciones
italianas el desprestigio de la política
ha llegado a alcanzar niveles inimagi-
nables. El intento de convertir la polí-
tica en una verdadera chirigota, como
5 Recientemente ha saltado a la luz en Gran Bre-
taña el papel que cumplió Murdoch para que
Blair tomase la decisión de convocar un refe-
réndum sobre la Constitución Europea (luego
se echó a atrás, tras el “no” francés y holandés),
lo que indujo a Chirac a convocar el referéndum
(hasta entonces se resistía), lo que ha tenido
fatales consecuencias para la ratificación de la
Carta Magna (EL PAÍS, 29-6-06).
30 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Especial Dossier
“
La Constitución Europea no está muerta;
“
seguir articulando el rechazo social frente
a ella será una tarea importante para los
movimientos sociales
ha hecho Berlusconi, es una estrategia
para llegar a imponer modelos autori-
tarios. Es preciso estar alerta ante to-
dos estos intentos, como lo han hecho
importantes sectores de la sociedad ita-
liana, movilizados contra Il Cavaliere.
Pero la debilidad de los movimien-
tos sociales es a pesar de todo tan sólo
aparente, pues en el seno profundo de
lo social bullen muchos más procesos
de resistencia y transformación, no ar-
ticulados, y por supuesto contradicto-
rios, de lo que podemos percibir en la
superficie. Hay un profundo descon-
tento social y un enorme hartazgo po-
lítico, sobre todo con “Europa”, desde
donde se imponen las políticas neoli-
berales. Y sobre todo hay un gran re-
chazo al desmantelamiento del Estado
social y a la desregulación laboral sal-
vaje. En ocasiones, dichos procesos
irrumpen con inusitada fuerza, crista-
lizando súbitamente y sacudiendo to-
do el escenario político, aunque luego
vuelvan a remitir, retirándose de la es-
cena pública. El último episodio de la
rebelión social en Francia ha sido qui-
zás el más interesante y el que ha teni-
do una mayor trascendencia al conse-
guir la retirada del CPE (Contrato del
Primer Empleo) por parte del gobier-
no. La amplia y plural movilización so-
cial ha hecho recular al Estado. La di-
versidad social que ha sabido aglutinar
la protesta nos marca quizás un cami-
no a seguir en toda “Europa”, aunque
las situaciones en los países de la
Unión son muy diversas.
Vitalidad de las redes
La última cita del Foro Social Europeo
(FSE) en Atenas (mayo 2006) nos ilus-
tra también acerca de la vitalidad de las
redes sociales a escala europea y espa-
cios limítrofes. Y eso que mucho de lo
que se mueve y resiste no acudió a la
capital griega. Pero aún así, la asisten-
cia fue muy amplia y hubo una nutrida
presencia de representantes de países
de la Europa del Este, incluida Rusia,
así como de Turquía y, en menor me-
dida, Palestina. El hecho de que a una
cita así acuda una abundante represen-
tación de los países del Este tiene una
gran trascendencia, pues indica que se
están construyendo redes de resisten-
cia social en unas sociedades deses-
tructuradas y traumatizadas por el co-
lapso de los regímenes de socialismo
real y la feroz transición hacia el capi-
talismo salvaje. Los abultados flujos
migratorios Este-Oeste así lo indican y
la sangría poblacional (especialmente
juvenil) que ello implica hacen aún
más relevante la activación de lo social
que se está generando.
En Atenas el rechazo a la Consti-
tución Europea fue rotundo, al con-
trario que en otros FSEs anteriores en
los que la presencia de la “eurofílica”
CES (Confederación Europea de Sin-
dicatos) fue más amplia. El “no” fran-
cés y holandés ha sentenciado la par-
tida en este espacio de confluencia
plural. Y se manifiestan muchas ini-
ciativas diversas acerca de cómo ca-
minar hacia “otras Europas posibles”,
en las que el debate ecologista y anti-
patriarcal (hasta ahora en buena me-
dida ausente) parece que cobra poco
a poco fuerza. Pero había quizás un
excesivo optimismo acerca de que la
Constitución Europea estaba muerta.
Para nada es así y seguir articulando
el rechazo social a esta “Europa” se-
rá una tarea muy importante para los
movimientos sociales continentales en
los próximos años.❑
*Ramón Fernández Durán es miembro
de Ecologistas en Acción.
Nota: Este texto es un extracto del epí-
logo de la edición en inglés del libro del au-
tor: La compleja construcción de la ‘Euro-
pa’ superpotencia, que publican en
septiembre de este año Pluto Press y el
Transnational Institute de Ámsterdam.
 La Constitución Europea hoy
Especial Dossier

Política exterior:
la retórica frente a los hechos
Carlos Taibo*

E
n el artículo
3.10 del
Tratado
constitucional de la
UE se señala que la En el presente artículo el autor desgrana las líneas fundamentales que
“estricta observan-
cia y el desarrollo
del Derecho inter-
nacional, y en par-
ticular el respeto a
los principios de la
Carta de las Nacio-
nes Unidas” confi-
guran el objetivo de
la política exterior
de la Unión. Que la
aseveración incor-
Palula Cabildo
rica, por fórmulas
que rezuman un
manifiesto militaris-
mo. Reseñemos al
respecto que el tra-
caracterizan la política exterior de la UE y que están presentes en su
tado en cuestión
Tratado constitucional. Militarismo, dependencia de EEUU y
avala misiones mili-
preponderancia de los intereses comerciales en las relaciones con los
tares que, fuera de la
países del Sur son algunas de ellas.
UE, deben obedecer
el enunciado propó-
sito de mantener la
paz, prevenir los
conflictos y fortale-
cer la seguridad in-
ternacional (art. 40,
1; art. III-210, 1).
Significativamente,

pora dosis nada esas misiones po-

despreciables de re-
tórica lo demuestra,
y de forma palma-
ria, el hecho de que
semejante compromiso haya sido asu-
mido por Estados y fuerzas políticas que
en 2003 no dudaron en prescindir del
espíritu y de la letra de la Carta de Na-
ciones Unidas en lo que a Iraq respecta.
Y es que en el Tratado se palpa por do-
quier una dramática distancia entre la
práctica real que abrazan los Estados
miembros y la retórica enunciada. Al
amparo de ésta, en el art. III-193, 2 se
habla de la necesidad de “consolidar y
apoyar la democracia, el Estado de De-
recho, los derechos humanos y los prin-
cipios del derecho internacional”, de
“mantener la paz, evitar los conflictos y
fortalecer la seguridad internacional,
con arreglo a los principios de la Carta
de las Naciones Unidas”, de “fomentar
el desarrollo sostenible en los planos
económico, social y medioambiental de
los países en vías de desarrollo, con el
objetivo principal de erradicar la pobre- ceros Estados para combatirlo en su te-
za”, de “elaborar medidas internaciona-
les de protección y mejora de la calidad
del medio ambiente” o de “promover un
sistema internacional basado en la coo-
peración multilateral sólida y la buena
gobernanza”.
El militarismo
Si se trata de aislar un segundo rasgo de nocidas, un significado que es inevitable
los contenidos recogidos en el Tratado
constitucional, ése no es otro que la
apuesta, ahora nada impregnada de retó-
drán ser encomen-
dadas por el Conse-
jo de Ministros “a
un grupo de Esta-
dos miembros” (art. 40, 5). Por añadidu-
ra, el art. III-210, 1 señala que “podrán
contribuir a la lucha contra el terrorismo,
incluso mediante el apoyo prestado a ter-
rritorio”. El Tratado acoge, por lo demás,
una referencia, tan expresa como impre-
cisa, a la “prevención de conflictos”, ve-
rificada, eso sí, “con arreglo a los princi-
pios de la Carta de Naciones Unidas”
(art. 40, 1), y parece ignorar, de resultas,
que el término prevención incorpora hoy,
en virtud de circunstancias de todos co-
relacionar con las percepciones estraté-
gicas de los gobernantes estadouniden-
ses del momento.

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 31

La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
Para que nada falte, el Tratado pos-
tula de manera cristalina la necesidad de
proceder a la creación de una Agencia
Europea de Armamento, Investigación
y Capacidades Militares, “para deter-
minar las necesidades operativas, fo-
mentar medidas para satisfacerlas, con-
tribuir a determinar y, si procede, a
aplicar cualquier medida adecuada pa-
ra reforzar la base industrial y tecnoló-
gica del sector de la defensa, y partici-
par en la definición de una política
europea de capacidades y de armamen-
to”(art. 40, 3 y art. III-212, 1).
Hagamos mención, ésta sucinta, de
un tercer elemento vertebrador del di-
seño de la política exterior defendido
por el Tratado: en varias oportunidades
este último subraya el compromiso de
respetar las obligaciones que, contraí-
das por algunos miembros de la UE, se
derivan del Tratado del Atlántico Norte
(art. 40, 2, art. III-214, 4). Aun a costa
de adelantar argumentos al respecto y
habida cuenta de la condición, histórica
y contemporánea de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, de la
OTAN, se antoja harto difícil casar se-
mejante apuesta con un proyecto razo-
nablemente emancipador en lo que se
refiere a la tutela que Estados Unidos
ejerce, en el terreno militar, sobre la UE.
Señalemos, en cuarto lugar, que el
Tratado constitucional es portador de
consideraciones sobre la ayuda exterior
visiblemente impregnadas, una vez más,
de retórica. Así, la “erradicación de la
pobreza” se invoca como objetivo, sin
mayores precisiones, en el artículo 3.10
de aquél. El art. III-193, 2, por su parte,
reclama que se estimule “la integración
de todos los países en la economía mun-
dial, inclusive mediante la abolición pro-
gresiva de las restricciones al comercio
internacional”. No deja de ser ilustrati-
vo este cauteloso inclusive, que acaso re-
fleja dudas mayores en lo que atañe al
porvenir del enunciado general, obsce-
namente inserto en las percepciones pro-
pias de la globalización capitalista.
Supeditación a EEUU
Al calor de la agresión norteamerica-
na en Iraq, la primera mitad de 2003
32 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
“
La endémica falta de acuerdo entre los
“
países de la UE puede ser un
saludabilísimo elemento de contención
de sus políticas más agresivas
permitió que se reabriese un viejo de-
bate, de la mano del aparente resurgi-
miento frente a EEUU, de un horizon-
te independiente del lado de la UE.
Afirmar que ésta y Estados Unidos
blanden proyectos extremadamente
semejantes sería, a buen seguro, sim-
plificar los hechos. Al respecto quie-
nes saben de estas cosas gustan de re-
cordar, como botones de muestra, que
la actitud de la Unión con respecto a
Israel es menos generosa que la norte-
americana, que perviven serias dife-
rencias en lo que atañe a la pena de
muerte y a la justicia penal interna-
cional, o que los países europeos oc-
cidentales se muestran más propensos
a la preservación de mecanismos mul-
tilaterales. Emerge por momentos la
impresión, sin embargo, de que lo an-
terior no da para mucho o, lo que es
casi lo mismo, de que la subordinación
que Bruselas sigue mostrando para
con Washington es cualquier cosa me-
nos casual y pasajera.
Carente de un proyecto estratégico
propio y con notables divisiones inter-
nas, la UE ha mostrado desde mucho
tiempo atrás, en lo que a EEUU res-
pecta, una línea general de supedita-
ción. Aun con ello, la relación bilate-
ral con el gigante del norte americano
ha suscitado polémicas en el seno de
la Unión. Mientras unos se inclinan
por una franca colaboración entre las
dos instancias que nos ocupan, otros
reclaman una competición más aguda.
Esta última, que ha ido cobrando cuer-
po incipientemente en el terreno co-
mercial, apenas se ha revelado, sin em-
bargo, en el ámbito estricto de la
política exterior y menos aún en la de
los hechos militares.
Al margen de lo anterior y remi-
tiendo nuestra consideración a hechos
recientes, la oposición que Francia y
Alemania blandieron ante las opera-
ciones militares norteamericanas en
Iraq pareció recular un tanto una vez
las primeras bombas estadounidenses
cayeron sobre Bagdad. El mismo 20 de
marzo de 2003, París y Berlín estam-
paban su firma en un documento de la
UE que se limitaba a reclamar para la
ONU un papel protagonista en la re-
construcción posbélica en Iraq. Con el
paso del tiempo, Francia y Alemania
han ido bajando el tono de sus críticas
y parecen inclinarse por participar, de
manera más o menos activa, en el ne-
gocio que algunos auguran en el Iraq
de posguerra.
Si hay que guiarse por los datos
que acabamos de manejar, no debe
concederse muchas posibilidades a la
perspectiva de un renovado proyecto
que, en el seno de la UE, coloque a és-
ta en posición crecientemente inde-
pendiente con respecto a Estados Uni-
dos. El documento “Una Europa
segura en un mundo mejor”, presenta-
do en junio de 2003 por Javier Solana,
responsable de la PESC, era claro en
cuanto a los horizontes de futuro. Así
lo revelaban la aseveración de que la
primera línea de defensa a menudo se
halla fuera de las fronteras propias y el
designio de identificar amenazas -ar-
mas de destrucción masiva, terrorismo,
Estados fallidos- y postular respuestas
en forma de intervenciones a las que
no se dudaba en agregar el adjetivo de
“preventivas”. Era difícil que no se
apreciase en el documento en cuestión
la estela de la política norteamericana.
Los países pobres y la UE
La relación de la UE con los países po-
bres se ha visto marcada por políticas
nada edificantes, apenas ocultas tras un
lenguaje humanista que habla constan-
temente de estimulantes acuerdos de
asociación. En el quehacer cotidiano
de la Unión despunta, por lo pronto, un
activo proteccionismo, plasmado en
una progresiva reducción porcentual de
las importaciones procedentes de los
países pobres (del 6,7 por ciento del to-
tal en 1976 se pasó al 3,4 por ciento en

1998), en una merma
de las ayudas (del
0,37 por ciento del
PNB de la UE en
1988 se pasó al 0,23
por ciento en 1998),
en una defensa obsce-
na de los programas
de ajuste del Fondo
Monetario, en una
aceptación de la me-
cánica de la deuda ex-
terna y en un deterio-
ro constante, en fin,
de los términos del in-
tercambio en prove-
cho de las contrapar-
tes del Tercer Mundo.
Agreguemos, por
si todo lo anterior fue-
se poco, que entre un
60 y un 80 por ciento
de la ayuda a los paí-
ses pobres regresa en forma de adqui-
sición de equipos, de servicios y de sa-
larios, comúnmente altos, pagados a
los expertos europeos. La Unión otor-
ga, por lo demás, una clara preferencia
al libre comercio en detrimento del
desarrollo duradero. En nombre de la
ayuda que nos ocupa, sin ir más lejos,
se ha procedido a sustituir las importa-
ciones con precio garantizado proce-
dentes del Sur por importaciones sin
garantía alguna en lo que a los precios
respecta. Los beneficiarios, como no
podía ser menos, son las grandes em-
presas. Recordemos al respecto que la
Comisión hizo que el Consejo y el Par-
lamento de la UE aceptasen una nor-
ma que permitía sustituir por grasas ve-
getales el 5 por ciento del cacao
empleado en la producción de choco-
late, con grandes beneficios para trans-
nacionales como Nestlé y perjuicios
sin cuento para once millones de habi-
tantes del África occidental. Tampoco
está de más recordar que la UE no ha
dudado en segar la hierba del trabajo
de las empresas farmacéuticas sudafri-
canas, brasileñas o indias, para de esta
forma evitar que produzcan fármacos
con costes diez veces inferiores a los
generados en el Norte desarrollado.
Especial Dossier
Entre las firmas que, años atrás, litiga-
ron con Sudáfrica por esta cuestión ha-
bía 13 norteamericanas y 14 de la UE
- ocho alemanas, dos británicas, dos
francesas y dos danesas, además de
cuatro suizas-. Si de esta forma propi-
cia la UE el desarrollo económico y so-
cial de los países pobres, estamos obli-
gados a concluir que, pese a las
apariencias y por desgracia, la Unión
sí que tiene una política común, y muy
agresiva, en el terreno comercial.
No hay ningún motivo para afirmar
que la UE es, por su cara bonita, un
agente internacional ontológicamente
comprometido con la causa de la justi-
cia, la solidaridad y la paz. ¿En virtud
de que extraño razonamiento estaría-
mos obligados a aceptar que el núcleo
europeo del capitalismo global difiere
sensiblemente de sus competidores en
lo que a su conducta en el Tercer Mun-
do, por ejemplo, se refiere? ¿Alguien
piensa en serio que los proyectos que
han abrazado o abrazan gentes como
Blair -la agresividad al servicio del im-
perio estadounidense- o Chirac -la de-
fensa de un horizonte de hegemonía pa-
ra Francia- guardan alguna relación con
valores como los mencionados? La re-
tórica de la que la UE hace uso, ¿retra-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 33
La Constitución Europea hoy
ta mejor el sentido fi-
nal de sus querencias
que el contenido expre-
so de las políticas que
sus abanderados acari-
cian? Tras los innega-
bles logros de la Euro-
pa de los mercaderes,
¿hay alguna apuesta
consecuente por algo
que no sea la defensa
obscena de intereses,
aun a costa de arrinco-
nar respetables princi-
pios?
Rematemos con la
consideración de una
paradoja: el que a los
ojos de muchos se an-
toja uno de los males
endémicos de la UE
realmente existente -la
falta de acuerdo que,
en virtud de la preservación de los in-
tereses respectivos, muestran sus
miembros- bien puede ser un saluda-
bilísimo elemento de contención. Y es
que esa división traba, y poderosa-
mente, la irrupción de conductas abra-
sivas en las que los espasmos propios
de una lógica imperial encuentren aco-
modo. Entre tanto y como medida de
estricta prudencia, lo suyo es que guar-
demos las distancias con respecto a lo
que la UE puede ofrecer en el futuro.
No vaya a ser que, llevados del enco-
miable propósito de contrarrestar la in-
disputada hegemonía norteamericana,
alimentemos monstruos entregados a
la reproducción de muchas de las mi-
serias que rodean a esta última.❑
*Carlos Taibo es profesor de Ciencia Política
de Universidad Autónoma de Madrid.
Nota: Este texto es un extracto del pu-
blicado con el nombre “Tratado constitu-
cional y política exterior de la UE” en la
Revista Ágora; Presente y futuro de la
Unión Europea, nº 12 (Centro de Estudios
Políticos y Sociales), y en el libro La Cons-
titución destituyente de Europa, coordina-
do por Juan Carlos Monedero (Ed. La Ca-
tarata. Madrid, 2005).
La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
La larga noche del “no” francés
Ha pasado más de un año desde que
los franceses, seguidos por los
holandeses, rechazaron,
convirtiéndolo en papel mojado, un
“tratado” pomposamente bautizado
como Proyecto de Constitución
Europea. Con él se pretendía dar un
viso de legalidad a una Europa
neoliberal, empeñada en reducir o
simplemente suprimir las conquistas
sociales arrancadas tras décadas de
luchas.
F
rancia ha sumido a Europa,
con su rechazo al proyecto de
Constitución, en una crisis sin
precedentes. En la actualidad, no sólo
el futuro de Europa parece estar prác-
ticamente ausente del debate político
interior francés, sino que además, tan-
to la izquierda “institucional” (la di-
rección y la fracción del partido so-
cialista partidaria del “sí”) como la
derecha en el poder dan la impresión
de querer enterrar un proyecto caduco,
olvidando sus predicciones sobre las
desgracias que se abatirían sobre los
ciudadanos si rechazaban el Tratado.
Recordemos algunas de ellas: se para-
lizaría la economía, se dejaría de cre-
ar empleo, se alentarían los egoísmos
34 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
David Antona González
nacionales y, como llegó a afirmar el ca y las élites francesas volvieron a su
secretario general de Comisiones juego preferido, a lo que el general De
Obreras, Feliciano Fidalgo, “se des- Gaulle llamaba la politique politicien-
construiría Europa”. ne (la política politiquera). Es decir, a
algo que produce en los ciudadanos,
Explosiones cíclicas
El “no” a la Constitución, obtenido
tras una movilización sin precedentes
de las fuerzas políticas y sociales, in-
cluida el ala izquierda del Partido So-
cialista (P.S.), significó simplemente
que una mayoría de franceses no que-
rían una Europa a cualquier precio. Pe-
dían a sus gobernantes que en el mar-
co de una Europa social, se avanzase
hacia la solución de problemas como
el paro, la precariedad, el fracaso es-
colar, la marginación y el deterioro de
los barrios periféricos, la segregación
y la inseguridad social., etc. Problemas
derivados del desmontaje del Estado
social y de la crisis permanente en que
está sumido el país, que se inició en
los 80 con el paso progresivo de una
sociedad industrial a otra de servicios
y a una economía individualizada, con
valores contrarios a la solidaridad y a
la acción colectiva.
De hecho, tras el período que pre-
cedió al referéndum, una vez compro-
Paula Cabildo
bado el fracaso de los partidarios de
una Europa fuerte impulsada por el
tándem franco-alemán, la clase políti-

según el diario Le Monde, una sensa-
ción de hastío, de déjà vu y que en ca-
so de prolongarse -eso lo apuntamos
nosotros- podría provocar una crisis
social aguda y abrir la puerta a expe-
riencias de tipo autoritario o populis-
ta, cuando no neofascista.
Francia, país equilibrado por ex-
celencia, dotado de unas instituciones
sólidas y una vida política intensa,
suele, sin embargo, pasar por perío-
dos de calma a los que suceden otros
de carácter casi sísmico, que sacuden
al país de forma profunda y generan
cambios que sirven a las élites y a la
clase política para “modernizar” el
país (sucedió tras la revuelta de ma-
yo del 68) y, de paso, poner al día sus
propias formas de dominación. El po-
litólogo Pierre Rosanvallon ha califi-
cado estos movimientos de “trombo-
sis” que paraliza durante un tiempo el
juego tradicional de los partidos y
hasta del propio movimiento sindical,
y permite la irrupción en la escena
política de otras fuerzas sociales (los
Especial Dossier
movimientos que se desarrollaron en
ese país a partir de los años 90). Por
ejemplo, fue la base de la CGT, el
sindicato mayoritario francés, la que
impuso a su dirección, partidaria del
“sí” a la Constitución, el voto en fa-
vor del “no”.
Luchas intestinas
Apagado el resplandor de los coches
incendiados en los barrios de la peri-
feria (deben aún quedar algunas bra-
sas sin extinguir y mucho rencor en
esos jóvenes, como lo prueban los en-
frentamientos habidos hace unos me-
ses con la policía en Montfermeil, al
norte de París) y olvidado el eco de las
movilizaciones estudiantiles, da la
impresión que la brecha entre las éli-
“
Olvidados los sucesos en los barrios
“
periféricos y las movilizaciones
estudiantiles, la brecha entre las élites
y el pueblo francés se ha ensanchado
tes y el pueblo francés se han ensan-
chado. De espaldas a esa realidad, tan-
to la izquierda institucional como la
derecha están ahora empeñadas en
sendas luchas intestinas en las que las
ideologías, los programas y el debate
político han sido sustituidos por una
competición en la que los aspirantes a
ceñirse en 2007 la corona de “monar-
ca republicano” intentan desplazar al
adversario.
La lucha entre el pupilo de Chirac,
Villepin, debilitado por su traspiés an-
te los estudiantes, y Sarkozy ha ad-
quirido con el último escándalo (el af-
faire Cleamstram, un turbio asunto de
corrupción en el que se quiso involu-
crar al ministro del Interior) tintes de
conspiración florentina. También Sar-
kozy, a finales del año pasado, dio un
tropezón al calificar de “chusma” a
los jóvenes de los barrios extremos,
lo que, unido a la muerte de dos jóve-
nes perseguidos por la policía, provo-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 35
La Constitución Europea hoy
có un incendio de proporciones ines-
peradas. Más tarde, Sarkozy supo uti-
lizar su puesto de ministro del Inte-
rior para forjarse una estatura de
hombre de Estado dinámico y eficaz,
capaz de enfrentarse con la delin-
cuencia y con las bandas de esos ba-
rrios para restablecer “el orden repu-
blicano” (según una encuesta
reciente, el 65 por ciento de los fran-
ceses le creen capaz de resolver esos
problemas de orden y de inseguridad,
incluido el de la emigración).
Como afirma Le Monde, comen-
tando esa actualidad que ocupa día tras
día las columnas de la prensa, la lucha
fratricida entre el trío (infernal) Chirac-
Villepin-Sarkozy “absorbe todo el oxí-
geno de la vida política”. Y añade: “El
proyecto político ha quedado reducido
a una simple lucha por el poder”.
El Partido Socialista
Su principal adversario, el Partido
Socialista, restaña aún las heridas
producidas en sus filas por la división
entre los partidarios del “sí” al pro-
yecto de Constitución europea, enca-
bezados por su primer secretario
François Hollande, y los del “no”, ca-
pitaneados por Laurent Fabius, nú-
mero dos del partido, de tendencia li-
beral, que dio un giro oportunista
hacia la izquierda para intentar con-
quistar el aparato del partido y eri-
girse en candidato único del P.S. a la
Presidencia de la República.
Esta formación sufre de una doble
contradicción: por un lado, ha careci-
do hasta ahora de una voluntad políti-
ca y de un proyecto ilusionante que la
distinga claramente de la derecha y
que aglutine y movilice al “pueblo de
izquierdas”; y, por el otro, sufre de
una plétora de candidatos a la Presi-
dencia, siete en total. El posiciona-
miento de cada uno de ellos, en su
mayoría viejos “elefantes” que ocu-
paron altas responsabilidades en el
partido y el gobierno, no ha dado lu-
gar hasta ahora (en espera de las pri-
marias que se celebrarán a finales de
este año) más que a enfrentamientos
y proclamas verbales.
La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
Al menos hasta la aparición hace
unos meses de una candidata de última
hora, Ségolène Royal, (admiradora de
las políticas de Blair y crítica hacia la
medida-faro del gobierno Jospin, la ley
de las 35 horas). De forma oportunis-
ta (y oportuna) ha lanzado por su cuen-
ta y riesgo una candidatura poco orto-
doxa, tanto por el contenido de su
no-programa, centrado en los proble-
mas de inseguridad y de lucha contra
la delincuencia (evidentemente, la de
los barrios marginales), como por los
medios utilizados en su campaña: la te-
levisión, las reuniones públicas e In-
ternet.. Mme Royal no es una princi-
pianta en estas lides: fuera del hecho
de ser la compañera del primer secre-
tario socialista François Hollande, otro
candidato, asume en estos momentos
la presidencia de la región de Poitou-
Charentes y ha ejercido importantes
responsabilidades en varios gobiernos
socialistas. La originalidad de su can-
didatura y de sus propuestas, lanzadas
a espaldas de las instancias del partido
y que han hecho chirriar los dientes a
más de un jerarca socialista, reside en
que se declara dispuesta a combatir a
Sarkozy sobre un terreno desatendido,
según ella, por la izquierda: “El terre-
no de las gentes que sufren”, la gente
de los barrios populares. Esas medidas,
afirma, “no contradicen la ideología
socialista” (aunque para el partido, in-
cómodo e irritado por sus declaracio-
nes, sigue siendo “mejor atacar las cau-
sas de la violencia, esencialmente el
paro y después, sólo después, castigar
mejor”).
De la delincuencia a la
reeducación
Si triunfan sus tesis, es de temer que la
batalla contra la derecha (Ségolène no
es la única que defiende dentro de su
partido esas ideas, aunque otros lo ha-
gan con más precauciones que ella)
no se desarrolle sobre los problemas
de fondo, estructurales, que aquejan al
país, sino sobre otros temas “priorita-
rios” que le están reportando una po-
pularidad fácil: firmeza frente a la de-
lincuencia de los jóvenes y una
36 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
defensa de la seguridad “como dere-
cho fundamental de la persona huma-
na”. El resultado no se ha hecho espe-
rar: en las encuestas de opinión,
Ségolène aparece ya como la candida-
ta preferida de los franceses para en-
cabezar una candidatura socialista. Y,
de cara a la futura elección presiden-
cial, las encuestas la sitúan sólo a dos
puntos del probable candidato de la
derecha, Sarkozy, y muy por delante
de los otros candidatos socialistas.
¿Quién, dentro de un electorado
popular castigado por la crisis (que en
2002, sintiéndose abandonado, entre-
gó sus votos a la derecha y a la extre-
ma derecha), podría estar en desacuer-
do con Mme Royal cuando afirma que
“si la familia, la escuela y el empleo
funcionan (no se molesta en decir có-
mo lograría ese milagro) se podrá eli-
minar lo que alimenta la delincuencia
“
Lamentablemente y a pesar de algunos
“
intentos, el movimiento social y los
partidos de izquierda que apoyaron el “no”
no han logrado federarse
de masa”? En su página web precisa
cuáles serían sus principales medidas:
la creación de establecimientos desti-
nados a reeducar a los jóvenes delin-
cuentes, dentro de un marco de disci-
plina militar; la puesta bajo control de
los subsidios (ayudas familiares del Es-
tado) de los padres incapaces de edu-
car y controlar a sus hijos; y, por fin, la
creación de cursillos de formación pa-
ra esos mismos padres.
Relanzar el debate
Ya hemos hecho alusión al papel pro-
tagonista jugado por los movimientos
sociales dentro de la campaña del
“no”, junto a las formaciones políti-
cas situadas a la izquierda del P.S.: el
Partido Comunista, la Liga Comunis-
ta Revolucionaria, Lucha Obrera, los
Verdes, etc. a las que se sumó un sec-
tor importante del Partido Socialista.
Recordemos, a propósito de estos mo-
vimientos, que frente a la indefinición
programática de la izquierda institu-
cional y a la crisis del sindicalismo, la
“fractura social” propició en Francia,
a partir de los 90, el surgimiento de
unos movimientos sociales, frecuen-
temente apoyados por la opinión pú-
blica, en lucha contra los problemas
del paro, la vivienda, los “sin pape-
les”, la emigración, los derechos de la
mujer, el derecho a un salario social,
en defensa de los servicios públicos,
etc. (lamentablemente y a pesar de di-
versos intentos, no parece que ese mo-
vimiento y los partidos políticos que
lo han apoyado hayan logrado fede-
rarse tras la campaña del “no”, ni lle-
gado tampoco a un acuerdo para pre-
sentar un candidato único a la
elección presidencial).
Es posible que la iniciativa in-
tempestiva de Mme Royal haya teni-
do un mérito esencial: lanzar dentro
de un Partido Socialista tentado por
ganar las elecciones a cualquier pre-
cio un debate de fondo que parece ha-
ber arrancado de su sopor a la direc-
ción y a los caciques del partido.
Tanto es así que el 6 de junio pasa-
do, en un clima tenso, agravado por
las acusaciones que le han sido diri-
gidas de oportunismo y derechiza-
ción (“se ha dedicado sobre todo a
copiar por encima del hombro de
nuestro rival, Sarkozy”), la dirección
del partido ha dado el toque final a un
documento programático que no ha-
ce referencia a las propuestas de Sé-
golène Royal y que subraya la inten-
ción del P.S. de “transformar la
sociedad”. En ese documento se cri-
tica “la ruptura liberal de Sarkozy” y
se apoya un “desarrollo solidario” pa-
ra “responder a la urgencia social”.
Y para poner fin a este intento de
análisis de las causas que propiciaron
la “larga noche” provocada por el “no”
francés”, señalaremos que el secreta-
rio del P.S., Hollande, excelente equi-
librista, declaró recientemente que
“para relanzar el proceso de construc-
ción europea era preciso ir más allá del
“sí” y del “no”.❑

Italia:
¿cuánto
puede durar
la fiesta?
Chris Bambery*
La victoria de Romano Prodi en
las elecciones celebradas a
finales del mes de mayo de este
año determinó el final de uno de
los gobiernos de derechas más
detestables de Europa. Pero, el
autor se pregunta, ¿es posible
que la coalición que batió a
Berlusconi mantenga viva la
presión sobre la reforma
liberal?
L
a estrecha victoria que consi-
guió el centro izquierda en las
últimas elecciones celebradas a
finales de la pasada primavera en Ita-
lia sirvió para reavivar el temor de las
clases dirigentes sobre el rumbo futu-
ro de economías clave europeas.
Mientras la escasa diferencia de
votos marcó el tema principal de los
comentaristas políticos, la aparente in-
capacidad de las clases políticas en Ita-
lia para conseguir introducir al electo-
rado un paquete de reformas
neoliberales llevó a pronosticar a los
economistas de derechas un colapso
de la economía. Actualmente la pren-
sa financiera estadounidense y britá-
nica califica a Italia como “el enfermo
de Europa”.
Italia tiene déficit presupuestario,
lo cual incumple una de las condicio-
Especial Dossier
Imagen del Parlamento italiano.
nes de pertenencia al euro. Muchas de
sus industrias clave, que incluyen ce-
rámica y textiles, han encontrando la
competencia de Europa del Este y Chi-
na, dificultando la comercialización de
su producción. En marzo pasado, la
Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) advir-
tió que Italia puede ser excluida de las
reuniones del G 8 (ocho países más ri-
cos del mundo excepto China) a causa
de su pobre desarrollo económico.
La situación económica
A escala global, Italia es el tercer país
con mayor volumen de deuda. El FMI
está reclamando que el nuevo gobier-
no aborde la situación de las finanzas
públicas. La deuda pública supera el
107 por ciento de su PIB frente a la bri-
tánica, cuya deuda significa el 42 por
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 37
La Constitución Europea hoy
ciento de su PIB. Un columnista del
Financial Times advertía sobre “un es-
tilo argentino de deuda por defecto”.
En 14 de los últimos 15 años, el creci-
miento económico se ha situado por
detrás de la media de la Unión Euro-
pea y en el último año, no se registró
crecimiento.
El hecho de que un cuarto de ita-
lianos reciban pensiones resulta una
señal obvia para los defensores del
equivalente europeo a un programa de
ajuste estructural. El anuario 2006 de
la OCDE prevé que para 2020 habrá
11 pensionistas por cada nueve traba-
jadores en Italia. Tales estadísticas se-
rán usadas por la clase dirigente como
pretexto para iniciar un ataque a los
trabajadores y sus pensiones.
Los dirigentes italianos temen que
su economía esté cayendo en picado.
La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
De esta forma, el nuevo gobierno de
Prodi se enfrenta a exigencias para
acometer una “reforma radical”.
Las elites dirigentes italianas e
internacionales estaban de acuerdo
en llevar a cabo una estrategia que
había sido continuamente rechazada
por la mayoría de los italianos: esta-
blecer un programa que contemplara
la reducción de salarios, incrementos
en la productividad, desregulación y
privatización, combinado con recor-
tes en el sistema de pensiones y bien-
estar social. Había desesperación de
esas elites por encontrar una “figura
Thatcher” que diera la batalla por
ellos. Con esas intenciones, cual-
quiera sería exculpado por pensar
que los partidarios del libre mercado
se alinearían detrás del hombre más
rico de Italia, Silvio Berlusconi, el
cual ansiaba su reelección. Pero su
opción fue excesivamente valorada
debido al fracaso en mantener tal
ofensiva y preferir, en su lugar, cen-
trarse en la defensa de sus propios in-
tereses personales y en evitar ser in-
culpado por los cargos de corrupción
que se le imputaban.
Sin embargo, algunos sectores de
esas mencionadas elites se mostraban
extremadamente entusiastas con la al-
ternativa de Romano Prodi. En una en-
trevista en la BBC una semana antes
de las elecciones, Prodi declaraba que
en Italia había que “liberalizar y pri-
vatizar”, poniendo como referencia
sus propios logros como comisionado
europeo. Otro grupo de esos sectores
de negocios, que no respaldaban ni a
Prodi ni a Berlusconi, proponía la cre-
ación de una gran coalición para “lle-
var a cabo reformas económicas que
serían irrealizables bajo ningún esce-
nario político”. Esto llevó a muchos
comentaristas políticos a prever que la
coalición de gobierno de Prodi
(L´Unione) se derrumbaría. La apues-
ta aquí era que si Prodi decidía imple-
mentar una agenda genuinamente ne-
oliberal, tal y como lo hizo después de
las elecciones de 1996, la izquierda
tendría que desmembrarse y con ello
abrir la puerta a esa gran coalición.
38 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
“
Todo el mundo sabe qué políticas
“
neoliberales hay que implementar, pero
parece que nadie sabe cómo llevarlas
cabo y ganar unas elecciones después
Desafiando obstáculos
En 1998, Prodi fue el primer ministro
en un gobierno de izquierda que metió
a Italia dentro de la Unión Monetaria
Europea (UME). Con el objeto de
cumplir con los criterios económicos
exigidos por Bruselas, Prodi presentó
un presupuesto que contemplaba unas
medidas de austeridad entre las que se
incluía un recorte de las pensiones, lo
que provocó una ola de huelgas y pro-
testas. Esto, unido a lo impopular de la
decisión del gobierno de entonces de
respaldar la guerra dirigida por Esta-
dos Unidos en la antigua Yugoslavia,
terminó por llevar a la coalición radi-
cal de Prodi, Rifondazione Comunis-
ta, a dejar el gobierno causando en úl-
tima instancia su derrumbe. Al final,
Italia se sumó a la UME sólo cuando
se relajaron las exigencias y fue acep-
tado el presupuesto presentado por Ita-
lia. Esto a pesar del hecho de que las
cifras guardaban muy poca relación
con la realidad.
Por su parte, Berlusconi regresó al
cargo en abril de 2001. El 20 de julio
de ese año, horas después de que la
policía italiana que vigilaba la cum-
bre del G 8 en Génova asesinara al
manifestante Carlo Giuliani, Berti-
notti, líder de Rifondazione, propuso
convocar una gran movilización en
Italia como respuesta, repitiendo ese
llamamiento en la televisión nacional
horas más tarde. Rifondazione asegu-
ró que en unas horas 300.000 italianos
sortearían toda clase de obstáculos pa-
ra manifestarse en Génova al día si-
guiente, para continuar organizando
en los próximos días protestas en to-
do el país. El partido organizó dos
años de vértigo donde se llegó a ver a
hasta tres millones de sindicalistas ita-
lianos manifestarse en Roma contra
Berlusconi, seis días de huelgas ge-
nerales de ámbito nacional y una asis-
tencia de 100.000 participantes en el
primer Foro Social Europeo celebra-
do en Florencia, que culminaría con
una manifestación de un millón y me-
dio de personas contrarias a la inmi-
nente guerra de Irak.
En los últimos dos años, Bertinot-
ti ha llevado al partido a una coalición
con el centro izquierda, justificándo-
lo con el daño que una victoria de
Berlusconi causaría a la democracia
en Italia. En el congreso del partido,
que tuvo lugar en el mes de marzo pa-
sado, fue respaldado por una mayoría
para continuar esta política. Esta de-
cisión se tomó desde un extendido pe-
simismo después de la percepción de
que, tras las huelgas y manifestacio-
nes masivas, Berlusconi permanecie-
ra en el cargo y la única forma de qui-
tarlo sería con los votos.
Inmediatamente después de las
elecciones, Rifondazione declaró or-
gullosa: “Nuestro partido ha incre-
mentado sus votos en todas partes, en
términos relativos y absolutos; hemos
pasado del 5 al 5,8 por ciento de re-
presentación en la Cámara Baja con
41 diputados de nuestro partido fren-
te a los 11 anteriores, y alcanzado el
7,4 por ciento en la Cámara Alta con
27 senadores frente a los tres existen-
tes. Esta es la mayor representación
parlamentaria jamás conseguida por
Rifondazione.”
En la misma noche electoral, Ber-
tinotti abordó los principales temas de
su programa y lanzó advertencias con-
tra un nuevo gobierno que continuara
aplicando políticas neo-liberales. Por
su parte, Cofindustria, la organización
italiana de empresarios, intentó que el
nuevo gobierno dejara intacta la ley
que concedía flexibilidad a las empre-
sas para el despido de trabajadores
(conocida como ley número 30), ale-
gando que era de vital importancia pa-
ra el arranque de la estancada econo-
mía italiana. Bertinotti respondió con
la necesidad de un “esencial, profun-
do reformismo” y resaltó que “la lu-

cha contra el empleo pre-
cario es la bandera del ma-
nifiesto de la Unione. Por
eso nuestro centro de aten-
ción lo pondremos en la
manera en que se moverá el
nuevo gobierno en este
asunto. Es un hecho que el
manifiesto explícitamente
cita la retirada de la ley nú-
mero 30.”
Todas estas sugerencias
que plantea Rifondazione
tratan de establecer una
frontera clara en su com-
promiso con la coalición
Unione para evitar coincidencias que
podrían llevar al partido a perder posi-
ciones, tal como sucedió en 1998. Pe-
ro, en un momento donde hay grandes
presiones, la pregunta es si mantendrán
lo dicho.
Los dos grandes partidos de la
Unione, Izquierda Democrática y la
antigua Democracia Cristiana del par-
tido de la Margherita, se muestran pru-
dentes. Tiziano Treu, un miembro de
Margherita, tildó de “arrebato ideoló-
gico” una propuesta del CGIL para
desechar la ley número 30. Mientras
tanto el diario La Stampa informaba
de la intención de Prodi de nombrar al
que actualmente es ministro de eco-
nomía, Tommasso Padoa Schioppa,
porque su “competencia en la materia”
se vería favorable por los mercados in-
ternacionales.
Asuntos decisivos en la
izquierda
Italia tiene la mayor izquierda de Eu-
ropa y entre 2001 y 2003 se vieron las
mayores movilizaciones de los movi-
mientos sociales y sindicatos. Cientos
de miles de personas en todo el país to-
maron parte en esas movilizaciones.
Gianmario Anselmo, profesor de estu-
dios italianos en la Universidad de Bo-
lonia, describe a los estudiantes en Ita-
lia como políticamente “orientados al
centro izquierda, o incluso más a la iz-
quierda. Muchos tienen fuertes con-
vicciones en la paz y en el medio am-
biente. Los jóvenes parecen estar
Especial Dossier
Manifestación contra la directiva Bolkestein.
contra la guerra en general, no sólo
contra la de Irak; no son marxistas en
el sentido clásico.”
Con ello aborda un problema au-
téntico. El viejo partido comunista ita-
liano fue, al inicio de la posguerra,
una fuerza atareada en evolucionar
desde el estalinismo a la socialdemo-
cracia tradicional. Desde 1944, época
en la que dirigía la resistencia anti-
fascista, acentuó su compromiso con
la democracia parlamentaria y la
Constitución italiana. Pero a la vez el
partido creó una amplia, aunque par-
cial, cultura marxista. Esto ha ido
progresivamente apagándose. Signi-
fica que hay muy poca solidez dentro
del movimiento en términos de ideas.
A resultas de ello, se da cierta clase de
eclecticismo liberal, la idea de que
“todo marcha”, además de la sospe-
cha de ciertos intentos, no de partidos
políticos, en hacer desaparecer las
prioridades tácticas y estratégicas.
Todo esto ha destapado la emer-
gencia de una alternativa a la decisión
de los líderes de Rifondazione de coa-
ligarse con la Unione. En el último
congreso de 2005, la oposición a Ber-
tinotti vino de aquellos que habían de-
nunciado la insistencia en formar par-
te del movimiento de Génova y de
quienes expresaron su oposición en un
árido estalinismo, más que de aquellos
que asociaron sus críticas a la entrada
en un gobierno con Prodi y a la nece-
sidad de poner énfasis en la oposición
al neoliberalismo y la guerra.
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 39
La Constitución Europea hoy
A la vez se vislumbran
cuestiones decisivas como
la votación para retirar a
las tropas italianas de Irak
y la promesa que la Unio-
ne hizo sobre la revocación
de la ley número 30. Cual-
quier vuelta atrás sobre es-
tas cuestiones repercutirá
ampliamente en la marcha
del debate dentro de Ri-
fondazione. Sobre la base
de mantenerse como cen-
tro de la izquierda radical
italiana, el partido necesi-
ta urgentemente reconsi-
derar su relación con los diferentes
movimientos sociales; de otra forma,
se esfumarán los apoyos conseguidos
en las protestas de Génova, especial-
mente de los estudiantes y jóvenes.
Entre tanto, en el bloque dirigen-
te, la imposibilidad de Prodi para lle-
var a cabo políticas genuinamente
neoliberales, unido a la victoria del
movimiento francés contra las leyes
laborales que pretendía imponer la
derecha han hecho extender la som-
bra y el pesimismo entre los defenso-
res del libre mercado. El primer mi-
nistro de Luxemburgo se mostró
honesto cuando dijo “todo el mundo
sabe qué reformas necesitamos im-
plementar, pero nadie sabe cómo lle-
varlas a cabo y ganar unas elecciones
después.” De hecho, la apuesta por
las grandes coaliciones no es más
que una constatación de las dificul-
tades que encuentran los partidos de
centro izquierda y centro derecha pa-
ra atraer votos cuando defienden la
agenda neoliberal. Lo que ocurra en
Italia será crucial para las expectati-
vas y el devenir de una Europa emer-
gente, y, desde luego, global.❑
*Chris Bambery es editor de Socialist Worker
y miembro del Comité del Worker Socialist Party.
Traducción: Juan Pablo Crespo.
Nota: Este texto es un extracto del ar-
tículo publicado bajo el mismo título en:
http://www.socialistreview.org.uk/article.ph
p?articlenumber=9737
La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
Polonia y el discurso antieuropeísta
Tanto en el ámbito político como en el
seno de la opinión pública, Polonia
mantiene una posición ambivalente
ante la Unión Europea (UE). Frente
al discurso proeuropeísta mantenido
por el anterior gabinete, los partidos
de la derecha que integran la actual
coalición gubernamental han
expresado sistemáticamente reservas
sobre el proyecto europeo. Sus
reticencias se centran ahora en el
texto constitucional, cuya viabilidad
continúa en entredicho tras el fiasco
de los referéndum en Francia y los
Países Bajos.
E
n esas fechas gobernaba
en Polonia la ex-comu-
nista Unión de Iz-
quierda Democrática
(UID). Pero los escán-
dalos, resultado de nu-
merosas tramas de co-
rrupción, habían hecho
descender su populari-
dad a un nivel tan bajo,
Almudena Mateos
que la principal aspira-
ción de este partido an-
te las elecciones legisla-
tivas de octubre de 2005
era no desaparecer co-
mo grupo parlamenta-
rio. El ingreso de Polo-
nia en la UE en mayo de 2004, que a
priori era considerado como el gran lo-
gro de la UID, no sirvió para cambiar su
tendencia a la baja. Es más, el entonces
primer ministro, Leszek Miller, cuya di-
misión había sido solicitada desde prin-
cipios de su legislatura, acabó por com-
prometerse a dejar el cargo un día
después de la entrada de su país en la
Unión. Su sucesor, Marek Belka, no lo-
gró recuperar la confianza de los votan-
40 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Vista del centro de Varsovia.
tes ni hacer crecer la adhesión de los ciu-
dadanos polacos a la Unión. Además, sus
planes para hacer coincidir el referéndum
sobre la Constitución Europea con la
elección presidencial de diciembre de
2005 fueron cancelados.
El triunfo de la derecha radical
La formación Ley y Justicia (LJ) ganó
por un estrecho margen las legislativas
de 2005 y consiguió que su candidato
Mercedes Herrero de la Fuente*
fuera el más votado en la segunda vuel-
ta de las presidenciales. A pesar de ello,
la LJ tuvo que formar gobierno en mi-
noría (156 de los 460 escaños parlamen-
tarios). Las negociaciones para formar
gabinete con el segundo partido más vo-
tado, la Plataforma Cívica (PC), centris-
ta y laico, fracasaron. A partir de ahí, la
derecha católica y defensora de los valo-
res familiares y patrióticos que represen-
ta la LJ comenzó a buscar aliados entre
los partidos de la derecha más radical.
Así, formó coalición de gobierno con los
nacionalistas ultracatólicos de la Liga de
Familias Polacas (LFP) y la Samoobro-
na, formación campesina de corte po-
pulista. Ambos partidos se caracterizan
además por su posición abiertamen-
te antieuropeísta.
Los líderes tanto
de la LFP como de Sa-
moobrona son dos per-
sonajes controvertidos.
El primero, Roman
Giertych, acusado de
antisemitismo y homo-
fobia por parte de sus
detractores, encabeza
los sectores más con-
servadores, mantenien-
do una posición beli-
gerante contra el
aborto y la eutanasia.
Su partido está vincu-
lado a la emisora católica Radio Marja,
cuyo carácter xenófobo y chauvinista ha
sido reprobado por el propio Vaticano. A
cambio del apoyo al nuevo gobierno,
Gyertych ha obtenido el cargo de minis-
tro de Educación. Mientras, Andrzej
Lepper, dirigente de Samoobrona, se ha
convertido en el nuevo ministro de Agri-
cultura. Desde los comienzos de su ca-
rrera política en 1992, Lepper ha organi-
zado numerosas protestas, algunas

violentas, para denunciar la situación de
los agricultores polacos. El ser condena-
do a 15 meses de prisión por difamar a
dos ministros en 2001 no le ha impedido
asumir su cartera ministerial.
Cabe preguntarse por qué la LJ ha
optado por aliarse con estos partidos,
considerados extremistas por una parte
de los electores. La razón más evidente
es el fracaso de los intentos anteriores,
pero a su vez es resultado de las dificul-
tades de los partidos polacos para llegar
a soluciones conjuntas. La máxima del
“todo o nada” hace difícil la negociación.
Esta falta de cultura democrática ha da-
do lugar a continuos conflictos, que han
acabado en una falta de credibilidad de
los poderes públicos y en la apatía de más
de la mitad del electorado.
Posición de los partidos
Ésta es la posición de los partidos que
gobiernan hoy Polonia frente a la UE
y, en concreto, frente a la Constitución
Europea.
• La formación LJ no está dispuesta
a la cesión de soberanía nacional
en determinadas materias. Como
defensora de los valores patrióti-
cos, cree que la Constitución Eu-
ropea no hace sino ahondar en es-
te conflicto y piensa que debe
limitarse el ámbito de la llamada
Cooperación Reforzada.
• La LFP rechaza la Constitución
Europea y denuncia que el go-
bierno adoptara la misma en con-
tra, según este partido, de la ma-
yor parte de la opinión pública.
Además ha sido muy crítica con el
Tratado de Adhesión (que define
las condiciones del ingreso de Po-
lonia en la Unión), denunciando
que contraviene la Constitución
polaca. Por ello, llegó a interponer
un recurso ante el Tribunal Cons-
titucional que en mayo de 2005
emitió un veredicto por el que ne-
gaba la inconstitucionalidad del
Tratado.
• Samoobrona ha seguido esa línea,
con un rechazo frontal de la Consti-
tución Europea precedido de críticas
al mismo Tratado de Adhesión.
Especial Dossier
“
Según el último Eurobarómetro, los
“
polacos se confiesan poco informados
sobre la UE y, en concreto, en lo que tiene
que ver con la Constitución
Principales reservas ante
la Constitución Europea
Incluso antes de convertirse de manera
oficial en miembro de la Unión, Polonia
ya se pronunció en desacuerdo con los
siguientes aspectos de la Constitución
Europea:
• La redacción del preámbulo, que no
reconoce de manera suficiente la
importancia de la tradición cristia-
na en la historia europea y su in-
fluencia en la evolución de Europa
hacia la unidad. Se trata de una as-
piración no sólo de los partidos de
la derecha, sino también del anterior
gabinete, integrado por la antigua
formación comunista.
• El nuevo procedimiento de toma de
decisiones en el Consejo. La ponde-
ración de votos establecida en el Tra-
tado de Niza favorecía a Polonia (y
España), colocando el número de sus
votos en este órgano en 27 (cerca de
los 29 de los socios con más pobla-
ción: Alemania, Gran Bretaña, Fran-
cia e Italia). Las tensiones entre los
países pequeños y grandes a la hora
de abordar las nuevas pautas del vo-
to por mayoría cualificada no favore-
cieron a Polonia (ni a España). El
nuevo mecanismo se basa en la doble
mayoría, de modo que se precisa el
voto del 55 por ciento de los miem-
bros, los cuales deben reunir al me-
nos el 65 por ciento de la población.
Polonia pedía que este segundo por-
centaje fuera mayor para reducir el
margen de actuación de los Estados
más pequeños (la mayoría de los
nuevos socios). También estaba en
desacuerdo con la minoría de blo-
queo, fijada en un mínimo de cuatro
países, que representen más del 35
por ciento de la población. Amenazó
con no aprobar la Constitución si no
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 41
La Constitución Europea hoy
se buscaba una alternativa a este prin-
cipio general. De modo que se adop-
tó el llamado Compromiso de Ioan-
nina, por el que si un grupo de países
que rechaza un acuerdo suma tres
cuartas partes de la minoría de blo-
queo, por la vía de la población o por
la del número de estados, el Consejo
hará todo lo posible por conseguir un
arreglo antes de votar.
• Por último, Polonia ha visto caer el
número de sus representantes en el
Parlamento. La reducción de los mis-
mos de 64 a 50 se acordó en las ne-
gociaciones previas a Niza a cambio
del aumento de votos en el Consejo.
Pero dado que esta ventaja queda
neutralizada por las novedades en la
toma de decisiones introducidas por
la Constitución, se ha sentido perju-
dicada. Al igual que España, espera
recuperar una parte de los 14 eurodi-
putados perdidos.
Indiferencia de la opinión
pública
La vuelta de Polonia a Europa era una de
las grandes aspiraciones de este país cuan-
do comenzó su complejo proceso de re-
formas en 1989. Su ingreso en la Unión
sólo 15 años después puede considerarse,
en teoría, un éxito. Pero tal logro parece
quedar bastante lejos del día a día de los
ciudadanos. Según el último Eurobaró-
metro, los polacos se confiesan poco in-
formados sobre la UE y, en concreto, en
lo que tiene que ver con la nueva Consti-
tución. El entusiasmo europeísta promo-
vido por la UID se ha reducido conside-
rablemente tras la salida de este partido del
gobierno. Además, los malos resultados
registrados en los referéndum de Francia
y Holanda han creado un clima de incer-
tidumbre, hasta el punto de que la consul-
ta popular prevista en Polonia para finales
de 2005 se ha aplazado sine die. Y dada la
actual coyuntura política, en la que los par-
tidos antieuropeos controlan el gobierno,
los resultados de dicho referéndum pue-
den ser bastante imprevisibles.❑
*Mercedes Herrero de la Fuente es doctora en
Relaciones Internacionales y profesora de
Periodismo Internacional en la Universidad
Antonio de Nebrija de Madrid.
La Constitución Europea hoy
Especial Dossier
Recursos
En Internet
- European Industrial Relations Observatory: www.eiro.ei
- Pagina web del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la Cons-
titución Europea: www.constitucioneuropea.es
- Portal interinstitucional sobre la Constitución Europea: www.eu-
ropa.eu/constitution/index_es.htm
- Página de representación permanente de España ante la UE (con
información del referéndum sobre la Constitución Europea en
España): www.es-ue.org/Default.asp?section=540&lg=2
- Real Instituto el Cano de Estudios Internacionales y Estratégicos.
Especial sobre la Constitución Europea: http://www.realins-
titutoelcano.org/especiales/constitucioneuropea/nuevo/
- Artículos sobre la Constitución Europea en la página de At-
tac Madrid: http://www.attacmadrid.org/indicedin/in-
dicedin.php?p=61
- “El proceso constituyente europeo y la ampliación hacia el Es-
te”. Estévez Araujo, José Antonio en: www.solidaridad.net
- “Las mujeres y la Constitución Europea. Un nuevo marco para
consolidar viejas desigualdades”. Hernando, Ana y Acevedo,
Luisa (Asamblea Feminista de Madrid) en: http://www.no-
do50.org/cse-madrid/web/article.php3?id_article=51
- “La Unión Europea y el quinto poder”. Altvater, Elmar en:
www.sinpermiso.info/articulos
- “Construyendo Europa manu militari”. Fernández Durán, Ramón
en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=27627
- “La directiva “Frankenstein”. Estévez, José Antonio en:
http://www.lainsignia.org/2006/abril/int_003.htm
- “¿Vuelve la Constitución Europea?”. Taibo, Carlos en: www.re-
belion.org/noticia.php?id=27507
Artículos y publicaciones
- “Presente y Futuro de la Unión Europea”. Agora, revista de Ciencias
Sociales, nº 12, 2005. Centro de Estudios Políticos y Sociales.
- “Business and the Constitution, why the constitutional treaty is
better thas Nicee form business”. Chapman, Peter. European
Voice, vol 10, nº 31. 2004.
- “America Limited vs Europe S.A”. Vercammen, Francoise. Im-
prexor, mars-avril, 2003.
- “La Constitución Europea del Capital. Materiales para el deba-
te”. CGT, Ecologistas en Acción. Balandre, 2004-2005.
- “Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Análisis del
Tratado de Constitución Europea”. Ministerio de Asuntos Ex-
teriores. Madrid, 2004.
- “Sobre la ampliación europea al Este. La nueva Europa aspira a
otra Europa”. Viento Sur, nº 71, noviembre, 2003.
42 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
- “De la Constitución Española a la Constitución Europea” Alde-
coa Luzárraga, F. Pasajes de pensamiento contemporáneo, nº
13, 2004.
Libros
- Cantaro, Antonio: Europa soberana: la constitución de la Unión
entre guerra y derechos. Editorial El Viejo Topo. Barcelona,
2006.
- Taibo, Carlos: Crítica de la UE. Argumentos para la izquierda
que resiste. Editorial La Catarata. Madrid, 2006. (Versión ac-
tualizada y ampliada de la misma obra de 2004).
- Fernández Durán, Ramón: La compleja construcción de la Eu-
ropa superpotencia. Colección Ensayo. Editorial Virus. Bar-
celona, 2005.
- Varios autores: La Constitución destituyente de Europa. Edito-
rial La Catarata. Madrid. 2005.
- Pedrol, Xavier y Pisarello, Gerardo: La Constitución Europea y
sus mitos. Editorial Icaria. Barcelona, 2005.
- Díaz Muñoz, Eloísa: El fraude de Europa: una Constitución sin
ciudadanos. Almuzara Editorial, 2005.
- Vidal Beneyto, J.: El reto de las constituciones de Europa. Edi-
torial Dykinson. Madrid, 2005.
- Chavarri Aricha, A. E.: Respuestas a la Constitución Europea.
Editorial Foca. Madrid, 2005.
- Alcoceba Gallego, A.: Fragmentación y diversidad en la Consti-
tución Europea. Editorial Tirant lo Blanch. Valencia, 2005.
- Pedrol, Xavier y Pisarello, Gerardo: La Constitución furtiva. Edi-
torial Icaria. Barcelona, 2004.
- Taibo, Carlos: No es los que nos cuentan: una crítica a la Unión
Europea realmente existente. Ediciones B, 2004.
- Pueyo Losa, J.: Constitución y ampliación de la Unión Europea:
crisis y nuevos retos. Editorial Tórculo. Santiago de Compos-
tela, 2004.
- López Castillo, A.: La Constitución Europea a debate. Editorial
Tirant lo Blanch. Valencia, 2004.
- Martínez, José Manuel: La Constitución Europea. ¿Qué papel
cumple en este momento? Una lectura crítica. Editorial Mi-
meo, 2004.
- Carnero González, C.; Martínez Iglesias, M. J.; Suárez Vázquez,
R.: La Constitución Europea, manual de instrucciones. Edi-
torial Espejo de Tinta, 2004.
- Pedrol, Xavier y Pisarello, Gerardo: La ilusión constitucional.
Editorial El Viejo Topo. Barcelona.
Redacción Pueblos.
 Miradas
Las rutas de la izquierda
América Latina o la ruptura con el
neoliberalismo
Fernando Buendía*

con Lucio Gutiérrez y SP

El mundo observa con en Ecuador, y la presiden-
atención el crecimiento de cia de Tabaré Vásquez con
la izquierda en América la Unidad de Izquierda en
Latina y el ascenso al Uruguay.
poder de algunas de sus Igualmente, son bas-
opciones que, aun tante indicativas las expec-
apostando por procesos tativas sobre los candida-
más o menos tos de izquierda reflejadas
revolucionarios o en las encuestas de inten-
reformistas, y ción de voto en los comi-
mostrando claras cios que se realizarán du-
diferencias entre ellos, rante el segundo semestre
comparten dos ejes del año 2006. Es el caso de
fundamentales: Nicaragua, donde Daniel
la democratización Ortega se mantiene en el
del Estado y la soberanía primer puesto de las prefe-
nacional. rencias electorales, a pesar
de que esta será su cuarta
postulación, mientras que

L
a elección de la so- en Brasil la reelección de
cialista Michele Ba- Lula aparece como una op-
chelet, ocurrida a co- ción fuerte. Por su parte,
mienzos del 2006, junto a la en Ecuador, el respaldo
Mauricio García

histórica victoria electoral electoral de izquierda se

de Evo Morales como pre-
sidente de Bolivia, además
del resultado electoral en
Perú de Ollanta Humala,
que obtuvo cerca del 47,4 por ciento
de la votación presidencial y la banca-
da parlamentaria más numerosa (con
miembros de su partido UPP), así co-
mo los resultados electorales de Co-
lombia, donde el candidato de unidad
de la izquierda, Carlos Gaviria, del Po-
lo Democrático Alternativo, alcanzó
un significativo respaldo electoral del
22 por ciento ubicándose en segundo
lugar, -detrás de Uribe- confirman la
tendencia continental del electorado
latinoamericano de respaldar candida-
turas y movimientos políticos identi-
ficados con propuestas de cambio. Es-
te giro hacia la izquierda ya estuvo
presente en los años anteriores con la
emblemática victoria presidencial de
Ignacio Lula da Silva del PT como
presidente de Brasil, los reiterados
triunfos de Chávez en Venezuela, la
victoria -traicionada- de Pachakutik
encuentra dividido.
Capitalismo salvaje
y pobreza
Una lectura no triunfalista y más críti-
ca evidencia que esta ruptura -en al-
gunos casos radical- de la tendencia
política de las últimas décadas en
América Latina obedece principal-
mente al fracaso de las políticas eco-
nómicas y sociales neoliberales que
desde la década de los años 70 -con el
consenso de Washington- se aplicaron
obedientemente durante las dictaduras
y los gobiernos democráticos que les

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 43

Miradas
Las rutas de la izquierda
sucedieron. Ambos insertaron su ac-
ción en una lógica de desmantela-
miento estatal y de aperturismo indis-
criminado, basados en un control su-
pranacional cada vez más acentuado
(“Cartas de Intención” con el Fondo
Monetario Internacional, resoluciones
de la OMC, “condicionalidades” del
Banco Mundial, del Banco Interame-
ricano de Desarrollo y de los clubes de
acreedores, Acuerdos de Libre Co-
mercio (ALCA-TLC), etc.).
Aunque América Latina no cons-
tituye la región más pobre del mun-
do, sí es la que detenta la mayor bre-
cha entre ricos y pobres, y donde más
se agrandó esta polarización en estos
años de capitalismo salvaje. Así, por
ejemplo, en el caso de Brasil, la rela-
ción entre los que más tienen y los
que menos tienen, de acuerdo al in-
forme de Naciones Unidas del año
2003 sobre desarrollo humano, es de
300 a uno y en el caso de Ecuador, es
de 215 a uno. Mientras en los países
industrializados la clase media re-
presenta entre el 50 y el 60 por cien-
to de la población, en los
países latinoamericanos
representa menos del 20
por ciento del total y está
en proceso acelerado de
empobrecimiento.
Los cantos de sirena y
las promesas que los go-
biernos y las elites econó-
micas y políticas de Amé-
rica Latina utilizaron para
la implantación del neoli-
beralismo en sus países se
han silenciado ahora frente
a la profundidad de la caí-
da. Argentina, Bolivia, Pe-
rú, Colombia, Paraguay,
Nicaragua y los demás pa-
íses que asumieron obe-
dientemente los postulados
neoliberales, incluida la re-
nuncia a la soberanía mo-
netaria y la dolarización o
Leonor Hurtado
la convertibilidad moneta-
ria, se debaten en estos mo-
mentos en la peor crisis de
su historia contemporánea,
con sus economías des-
44 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
echas y sus poblaciones viviendo en
la pobreza y el desempleo.
Del radicalismo y el
posibilismo
Este ciclo que se abre en la región, sin
embargo, no significa la maduración
final de una nueva correlación de fuer-
zas favorable a la izquierda, sino que
constituye, principalmente, una opor-
tunidad histórica para su aceleración.
Efectivamente, el acceso a los medios
de poder gubernamentales (desde eje-
cutivos a parlamentos, pasando por
gobiernos seccionales) brinda un piso
“
El ciclo que se abre no significa la
maduración final de una nueva
“
correlación de fuerzas favorable a la
izquierda, sino una oportunidad histórica
para su aceleración
Campesino guatemalteco votando.
más elevado para operar cambios sus-
tanciales en el sistema político, en la
economía y en la sociedad que recor-
ten las uñas a las oligarquías locales y
a los sectores pro imperialistas crio-
llos, quienes están lejos de haber de-
bilitado sus medios de dominación,
sea en el aparato estatal o en las es-
tructuras de la sociedad civil.
Por otro lado, las expectativas cre-
adas por la nueva situación pueden
operar igualmente como elementos
adversos, en tanto que los votantes y
principalmente los movimientos so-
ciales afines, en los casos en que la
izquierda llega al gobierno, deman-
darán cambios sustanciales en el pla-
zo inmediato y pueden reaccionar
agresivamente si no ven que se pro-
ducen resultados concretos.
La fortaleza ideológica, orgánica y
política, además del prestigio y lide-
razgo (institucional y personal) que los
partidos y movimientos de izquierda
habrán acumulado será determinante a
la hora de imprimir los cambios que
una perspectiva programática alterna-
tiva pretenda impulsar. Por
ejemplo, la decisión toma-
da por Evo Morales y el
MAS de poner en marcha
la nacionalización de los
recursos hidrocarburíferos
bolivianos, afectando inte-
reses de corporaciones
transnacionales petroleras
como Repsol y Petrobras
significó un shock de gran-
des proporciones en la rea-
lidad boliviana, que activó
y radicalizó las posiciones
de respaldo del movimien-
to social, así como también
de las fuerzas opositoras al
evismo.
Sin embargo, la tenta-
ción de dejarse llevar por
el voluntarismo y forzar
las condiciones preexis-
tentes desatando procesos
incontrolados puede resul-
tar tan contraproducente
como dejarse seducir y co-
optar por el posibilismo
que puede llevar a la des-

movilización y frustración de las ex-
pectativas populares. Para la izquier-
da latinoamericana, fue tan descon-
certante lo ocurrido en Ecuador, don-
de se apostó el acumulado de muchos
años en una candidatura “inorgánica”
que traicionó las expectativas, como
también el excesivo conservadurismo
del gobierno petista en Brasil.
Un proyecto nacional
democrático
A pesar de ello, es posible identificar
dos grandes ejes programáticos sobre
los cuales transitan las reformas (con-
servadoras o revolucionarias) que im-
pulsa la izquierda latinoamericana: la
democratización del Estado y la so-
ciedad, por un lado, y la soberanía pa-
ra construir un proyecto nacional, por
el otro.
La desprivatización del Estado (y
de la sociedad) de manos de grupos
oligárquicos que, tradicionalmente,
han utilizado el poder público como
medio de acumulación de riqueza y
como patrimonio particular, sea en el
ámbito nacional o seccional, sea en el
ámbito judicial o del ejecutivo, sea en
el campo tributario o de la contrata-
ción pública, etc. significa efectiva-
mente un cambio de grandes dimen-
siones en la situación de cada país,
pues, generaría la “socialización”
efectiva de más de un tercio de la pro-
piedad, que, teniendo carácter públi-
co, siempre se ha manejado de forma
privada. Así quedarían garantizados
en mejor forma los derechos consti-
tucionales de las personas, fortale-
ciendo la calidad de las instituciones
y de los servicios básicos. Este es-
fuerzo de democratización, que, por
ejemplo, en Venezuela supuso en-
frentar a una mafia enquistada en el
sindicato de PDVSA, en Ecuador,
atacar al control oligárquico del sis-
tema judicial y en todos los países en-
frentar la corrupción, reúne un con-
junto de reformas, principalmente en
el ordenamiento político-institucio-
nal, que sólo han podido concretizar-
se plenamente mediante procesos de
Asamblea Constituyente (como en el
caso de Venezuela).
“
Pese al ascenso de la lucha social, aún
“
está lejana una configuración que
sostenga procesos de cambio estructural
sin retorno, más allá de lo espontáneo
La soberanía, asumida más allá de
la retórica como conjunto de medios
que dispone un Estado para ejercer su
autodeterminación, ha sido histórica-
mente recortada por siglos de colo-
nialismo y de dependencia. Los Esta-
dos latinoamericanos se hallan fuer-
temente mediatizados por la fragili-
dad de sus economías, encontrándo-
se enormemente endeudados, con
presupuestos pequeños y desfinan-
ciados, con necesidad de ingentes re-
cursos para invertir en el desarrollo
de sus infraestructuras y sus proyec-
tos de desarrollo, con un creciente
atraso tecnológico, con economías
volcadas hacia fuera y desestructura-
das internamente. En estas condicio-
nes, los gobiernos son presa fácil de
los chantajes de los organismos mul-
tilaterales, de las empresas transna-
cionales y de los países imperiales,
cayendo en la esfera de su influencia
y subordinación.
Los desafíos del futuro
Recuperar soberanía, empezando por
el control de los recursos naturales re-
novables y no renovables, así como de
los culturales, científicos y sociales,
que constituyen el patrimonio de un
país y con cuyo aprovechamiento pue-
den superarse dificultades de finan-
ciación y abrirse escenarios de nego-
ciación favorables, implica una sus-
tancial modificación sobre el papel
del Estado para que pueda reapro-
“
Recobrar soberanía implica la
“
recuperación por parte del Estado de
las competencias institucionales que han
venido recortándose a favor del mercado
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 45
Miradas
piarse de las funciones de director,
planificador, interventor y regulador
de la economía, recuperando así com-
petencias institucionales que han ve-
nido recortándose -a favor del merca-
do- en orden a un proyecto nacional.
A partir de la estrategia estadou-
nidense de la creación del Área de Li-
bre Comercio de las Américas (AL-
CA) que pretende dar el puntillazo fi-
nal al descentramiento de los Estados
y los países latinoamericanos, la iz-
quierda latinoamericana ha identifi-
cado otro espacio de privilegio: el de
la integración regional sobre la cual
van cobrando fuerza propuestas como
el ALBA (Alternativa Bolivariana pa-
ra las Américas), sustentada en la vo-
luntad del eje cubano-venezolano
(ahora también boliviano). El gigan-
tesco potencial petrolero venezolano
colocado a favor de este proyecto con-
tribuye a dinamizarlo para convertir-
se en una alternativa posible.
La dimensión de los desafíos que
la izquierda latinoamericana puede
plantearse en cada uno de los países y
en la región depende principalmente
de la fortaleza que poseen las organi-
zaciones sociales que actúan como el
soporte de la palanca. Fue la movili-
zación social la que derrocó a Gutié-
rrez en Ecuador y a Sánchez de Loza-
da en Bolivia, y fue la movilización
social quien defendió el gobierno de
Chávez en Venezuela -aún después de
derrocado-. Pese a que en estos años
se ha producido un ascenso significa-
tivo de la lucha social, inclusive has-
ta el nivel del estallido, aún está leja-
na una configuración que sostenga
procesos de cambio estructural sin re-
torno, más allá de lo espontáneo.
Como dice la letra de la trova cu-
bana: “La era está pariendo un cora-
zón, no puede más, se muere de dolor,
y hay que acudir de prisa pues se cae,
el porvenir...”; y como dice la consig-
na de la educación popular :”Despacio
que estoy de prisa”, éste es el momen-
to de la izquierda latinoamericana.❑
*Fernando Buendía es director de Proyectos
de la Fundación María Luisa Gómez de la Torre
de Ecuador.
Miradas
Las rutas de la izquierda
Entrevista a Frei Betto, ex coordinador de Movilización Social
del Programa Hambre Cero en Brasil

“Lula, Chávez y Evo son esperanzas de una

América Latina más libre, soberana y justa”
Sergio Ferrari y Beat “Tuto” Wehrle *

H
ace poco publicó La mosca
azul - Reflexiones sobre el po-
der. ¿Por qué este libro aho-
ra? ¿Representa un medio para “di-
gerir” la experiencia dentro del go-
bierno de Lula?
-Soy también un trabajador de la me-
moria. Por ejemplo, cuando escribí
Bautismo de Sangre, del que se ha he-
cho una película, me sirvió de terapia
para lo que fue mi período de preso po-
lítico (de1969 a 1973). Escribir mis ex-
periencias y reflexiones, organizando el
caos, me permite hacer más amena mi
propia locura... Por eso, luego de parti-
cipar en el gobierno de Lula, entre 2003
y 2004, sentí la necesidad de reflexio-
nar más profundamente sobre el cora-
zón del poder. Para ello releí los clási-
cos de la política: Platón, Aristóteles,
Beat “Tuto” Wehrle

Maquiavelo, Max Weber, etc. Y a la luz

de esos teóricos, traté de sistematizar la
experiencia que el Partido de los Traba-
jadores (PT) y la izquierda tienen en el
poder. Esto es lo esencial de La mosca
azul, título que se originó en el poema
Luego de pasar casi dos años en Planalto, la casa de gobierno de Brasilia, Frei de igual nombre de Machado de Assis,
Betto, religioso dominico, autor de 53 libros y militante social, renunció a su en el que cuenta la historia de un siervo
cargo de alta responsabilidad política en el gobierno de Lula a finales de 2004. que, picado por la mosca azul, se sien-
En ese laberinto de poder oficial, fue asesor especial del presidente de la te sultán de la corte.
República y coordinador de Movilización Social del Programa Hambre Cero, al
que define como una de las iniciativas más importantes de redistribución del -Situándonos en el presente y con las
ingreso en toda la historia del país sudamericano. De vuelta al llano, Betto elecciones muy cercanas, ¿qué pien-
continúa acompañando y asesorando a los movimientos sociales y ha publicado sa que va a pasar en Brasil?
su último libro, La mosca azul, una reflexión crítica y apasionada sobre el -Espero que Lula sea reelecto en octu-
ejercicio del poder. bre próximo. Si dependiese de mi voto,

46 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate

 Miradas
El complejo ejercicio del poder

“E
l poder intriga. Lo ejercí pocas veces: dirigente estu-
diantil, jefe de redacción. Más recientemente, en 2003
y 2004, como asesor especial del presidente de la Re-
pública con derecho a gabinete en Palacio de Planalto y una in-
fraestructura nada despreciable: secretarias, móvil, viajes aéreos, vi-
vienda, coche con conductor, todo pagado por el contribuyente”, se-
ñala Frei Betto en un artículo-reflexión sobre su último libro La mos-
ca azul. Éste, organizado en 31 capítulos, representa una mezcla de
testimonios, reflexiones, teorías y experiencias personales. Pero en
el fondo, la cuestión esencial es el complejo arte del ejercicio del po-
der, a partir del ejemplo brasilero, pero visto desde la perspectiva de
los valores y la ética planetaria y de su cosmovisión cristiana.
No por casualidad, comienza con la euforia popular por la vic-
toria de Lula (2003). Las señales de los tiempos; las luchas del pue-
blo brasilero. Y desemboca, 310 páginas después en la versión ori-
ginal en lengua portuguesa, con la relación entre fe y política; la
práctica liberadora de Jesús. Cristianismo y marxismo. Punto final:
la mística.
“La persona revestida de poder debería prestar atención a lo
que de ella dicen sus subalternos. Vox populi. Pero no es lo que acon-
tece en general. Prestamos más atención al juicio de los pares y su-
periores, en búsqueda del reconocimiento de quien tiene el poder de
ampliar nuestro poder”, sigue reflexionando el religioso dominico. Y
sanciona: “Dele a la persona una tajada de poder y sabrá, de hecho,
quién es ella. El poder, al contrario de lo que se dice, no cambia a las
personas. Hace que se revelen. El poder sube a la cabeza cuando
ya estaba destilado, en reposo, en el corazón”.
La fuerza de la esperanza
Y son las páginas nutridas en esta reflexión de fondo lo que le da
fuerza a La mosca azul, que analiza, entre otras tantas cosas, la ac-
ción del Partido de los Trabajadores en el gobierno (“tal vez el prin-
cipal error del PT una vez en el gobierno haya sido abandonar lo más
precioso que poseía: el apoyo de los movimientos populares”); los
grandes desafíos estratégicos que todavía siguen abiertos en ese
país sudamericano; la necesidad de continuar creyendo en los mo-
vimientos populares como reaseguro de cualquier proceso de cam-
bio estructural; y la esencial apuesta a la esperanza, temática que
ocupa alguna de las más bellas páginas del libro.
“Mi esperanza tiene raíces éticas: más que cualquier corrup-
ción, me avergüenza, como ser humano, la miseria colectiva. To-
dos tienen derecho a una vida digna. La desigualdad social me re-
pugna. Es una ofensa a la condición humana. Rechazo aceptar que
siempre fue así y no cambiará. Nadie escoge la pobreza. Ella pro-
viene de las estructuras injustas. Eso es lo que es necesario cam-
biar. Mi angustia es ver a los niños con barrigas hinchadas por pa-
rásitos sin derecho a una infancia feliz; las niñas condenadas a una
prostitución precoz; la madre que ve al hijo dejar la escuela para in-
gresar en el narcotráfico; el padre desempleado que no puede ali-
mentar la familia”.
Realidad versus utopía. Y a ella apuesta Betto nombrándola
“esperanza”: “La esperanza es un pájaro en vuelo permanente. Si-
gue adelante y encima de nuestros ojos, fluctúa sobre el cielo azul,
no se le opone ninguna barrera. Es así todo aquello que se nutre
de esperanza: el amor, la educación de un hijo, el sueño de un mun-
do mejor. La esperanza es como un ave fénix. Siempre renace de
las cenizas”.
Para Betto, los “valores” no se masacran en la cotidianeidad
política. Los ideales son sujetos de construcción y no objetivos lo-
grados. Y el compromiso humano no sirve de pretexto a las respon-
sabilidades políticas. Y aparece entonces la ternura profunda del ac-
tor-responsable. Y su conclusión es tajante: “El alivio (por haber de-
jado el gobierno federal en diciembre del 2004) no me exime de la
responsabilidad histórica que me vincula al gobierno del PT”.
Sergio Ferrari

Lula seguiría siendo presidente de Bra-

sil. Y esto es muy importante para ase-
gurar este proceso de consolidación de-
mocrática en América Latina.
Hoy el Norte es el Sur..., me ex-
plico: lo que hay de nuevo en la co-
yuntura mundial es el pueblo latinoa-
mericano. Cansado de las propuestas
neoliberales y de las fuerzas tradicio-
nales, elige candidatos populares, que
las elites, con sus prejuicios habitua-
les, caracterizan como populistas. Lu-
la, Chávez, Evo Morales son esperan-
zas de una América Latina más libre,
soberana y justa.
“ de la exclusión
“
Ser de izquierdas es mantener viva la
indignación y comprometerse con el fin
-Sin embargo, en lo que respecta a
Brasil, no son pocas las señales de
cierta desilusión de los sectores po-
pulares de cara al gobierno Lula...
-En estos años de gobierno de Lula,
se realizaron muchas cosas para los
más pobres. Sobre todo el Programa
Hambre Cero y a través del mismo, la
Bolsa de Familia, que es el mayor
programa de redistribución de ingre-
sos en la historia de Brasil y que hoy
beneficia a 8,5 millones de familias
que vivían en la miseria. Sin embar-
go, faltan las reformas prometidas
por Lula en la campaña electoral
2002. Me refiero a las reformas agra-
ria, del trabajo, tributaria y política.
Sin esas reformas de estructura, las
políticas sociales corren el riesgo de
quedarse sólo en propuestas mera-
mente compensatorias.
Durante todo este período el mo-
vimiento social nunca rompió con el

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 47

Miradas
Las rutas de la izquierda
gobierno, a pesar de mante-
ner una relación crítica y
presiones para que se supere
la contradicción entre políti-
cas sociales avanzadas y la
política económica ortodoxa,
neoliberal, dirigida sobre to-
do a beneficiar al gran capi-
tal especulativo. El superávit
de Brasil es del 4,25 por
ciento y los intereses se en-
cuentran en el 16,25 por
ciento, lo que impide que el
país crezca.
-Entrando en temas más
“universales”, los movi-
Beat “Tuto” Wehrle
mientos sociales ha acu-
mulado gran capacidad de
coordinación planetaria en
torno al Foro Social Mun-
dial. ¿Cómo interpreta es-
ta dinámica?
-El Foro Social Mundial
(FSM) es la mejor iniciativa de iz-
quierda desde la caída del Muro de
Berlín. Es ecuménico, reúne a todas
las personas, movimientos e institu-
ciones que apuestan por “otro mun-
do posible”. Mi única preocupación
es que algunos sectores quieran im-
poner una “camisa de fuerza” al
FSM. No le corresponde al FSM ser
una organización, tener un programa
de lucha. El Foro Social Mundial fo-
menta propuestas, que a su vez deben
ser implementadas por los movi-
mientos que participan en él.
-Más allá del Foro, existe una con-
cepción alter mundialista que in-
tenta consolidarse. ¿Cuáles serían
sus prioridades más urgentes?
-Creo que es necesario desencadenar
una gran ofensiva cultural a través de
los medios de comunicación y de la
movilización de los movimientos so-
ciales. Para denunciar el carácter ge-
nocida de la invasión de Irak y la
violación de los derechos humanos
en la cárcel de Guantánamo; para
confrontar la visión que identifica
islamismo con terrorismo; para com-
batir todos los fundamentalismos re-
ligiosos; para priorizar África como
48 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
“
“
El Foro Social Mundial es la mejor
iniciativa de izquierdas desde la caída
del Muro de Berlín
punto de la atención de la humani-
dad; para valorizar el proceso de de-
mocracia popular que se protagoni-
za hoy en América Latina; para pro-
fundizar la lucha por la protección
del medio ambiente. Éstas son algu-
nas de las banderas que me parecen
prioritarias.
-América Latina aparece hoy como
“un laboratorio de la utopía”.
¿Cuáles son los desafíos en esta co-
yuntura continental?
-Ayudar a los gobiernos populares del
continente a que se mantengan próxi-
mos a los movimientos populares,
asegurando su gobernabilidad, no só-
lo vía parlamento, sino sobre todo a
través de la movilización popular.
-En un mundo con valores tan mez-
clados y cambiados, ¿qué significa
hoy ser de izquierdas?
-Es mantener viva la indig-
nación y comprometerse con
los cambios que terminen
con la marginalización y la
exclusión. Nunca aceptar la
desigualdad social como al-
go natural, como el día y la
noche... Es una aberración el
contraste entre la opulencia
y la miseria. Nadie elige ser
pobre, sobrevivir privado de
los bienes elementales para
la dignidad, como la alimen-
tación, la salud, la educa-
ción, el techo y el trabajo...
La riqueza de unos pocos
hace la pobreza de muchos.
Somos todos hijos de la lo-
tería biológica. No escoge-
mos ni la familia ni la clase
social donde nacemos...
Un militante de izquier-
da es vulnerable a los erro-
res. Cuando se mueve por
presunción, por arrogancia, por am-
bición desmesurada. También se fa-
lla cuando se pierde el contacto di-
recto con aquellos que representan la
razón de ser de la causa: los pobres.
Un militante de izquierda puede per-
derlo todo -libertad, trabajo, vida-,
todo menos la moral. Si eso pasa, po-
ne en riesgo la causa que defiende y
encarna. Y le brinda así un inestima-
ble servicio a la derecha. El auténti-
co militante, como Jesús, Gandhi, el
Che Guevara, es un servidor. Dis-
puesto a dar su vida para que otros
tengan vida.
-Para terminar, una pregunta per-
sonal. Tras dejar responsabilidad en
el gobierno de Lula, ¿Pensó alguna
vez en, por ejemplo, dedicarse a la
oración y la contemplación?
-¡Ya me dedico a la oración! Lo que
pretendo hacer el tiempo que me que-
de de vida es orar, escribir, dar char-
las y conferencias, y asesorar a los
movimientos populares. Eso me al-
canza para ser muy feliz...❑
*Sergio Ferrari y Beat “Tuto” Wehrle son
colaboradores de E-CHANGER, ONG de
cooperación solidaria.
 Miradas
Las fuerzas progresistas en África
Plácido Micó Abogo*

oponía al capitalismo entendido como ca o política las exigencias de libertad,

Al abordar el tema de hacia dónde
camina la izquierda africana, surge
inmediatamente la pregunta de qué
entendemos por izquierda en África.
La respuesta es ardua y no parece
tener una contestación nítida o
unívoca; pero lo mismo ocurriría si
nos interrogáramos por la misma
cuestión en cualquier parte del
mundo. De ahí que debamos antes
preguntarnos por los rasgos
definitorios de la izquierda en general.
un sistema basado en la explotación del
hombre por el hombre.
En términos más generales, la iz-
quierda también se identifica con las
reivindicaciones de una mayor justicia
social, igualdad y libertad, aunque las
personas u organizaciones concretas
que las esgriman no adopten el mar-
xismo como filosofía inspiradora.
A raíz de estas consideraciones,
podemos afirmar que en África, al me-
nos desde las luchas por la indepen-
justicia social y respeto a los derechos
y dignidad humanos.
Pero la adscripción en la izquier-
da también ha venido por la simple
autodefinición ideológica como mar-
xistas de ciertas organizaciones; o al
contrario, por la acusación de comu-
nistas o marxistas de los adversarios
políticos. Y sobre todo por las rela-
ciones internacionales que los acti-
vistas u organizaciones africanas
mantuvieran con el bloque del Este
durante la Gue-
rra Fría. Convie-

D
urante el ne, por tanto, se-
siglo XX, ñalar que la
se enten- práctica no se
dieron como parte correspondía
de la izquierda a siempre con
aquellos grupos esas adscripcio-
más o menos or- nes teóricas, de-
ganizadas surgi- trás de las que
dos del movi- se escondían a
miento obrero del menudo intere-
siglo anterior en ses políticos
Europa y en otros oportunistas y
lugares, que rei- coyunturales.
vindicaban mejo-
ras en las condi- Las luchas
ciones laborales y por la inde-
una ampliación de pendencia
los derechos de El período que
va desde el ini-
Cidaf

los trabajadores
por parte del Esta-
do y de los em-
presarios capitalistas. Este movimien-
to dio lugar a los sindicatos, así como
a los partidos políticos socialistas, y es-
tuvo fuertemente inspirado por la filo-
sofía política del marxismo, que se
dencia hasta nuestros días, ha existido
siempre la izquierda. Siempre ha habi-
do personas y grupos que han asumi-
do como centro de su actividad públi-
cio de las luchas
por la indepen-
dencia de los pueblos africanos hasta
su consecución ha conocido diversas
manifestaciones de lo que llamamos
izquierda. En pocos casos existieron
personas o grupos organizados que se

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 49

Miradas
Las rutas de la izquierda
proclamaran comunistas, como el del
Partido Comunista de Suráfrica du-
rante la lucha contra el régimen del
apartheid. Otras personas y grupos
optaron por considerarse socialistas
sin o con Marx.
Lo más destacado de este periodo
fueron los movimientos nacionalistas
o de liberación nacional, que tenían
como meta principal el fin del colo-
nialismo y la independencia estatal de
las antiguas colonias. En el marco de
esta lucha, los líderes y organizacio-
nes africanas que, junto a la reivindi-
cación de independencias, denuncia-
ban la explotación de los trabajado-
res nativos y prometían la nacionali-
zación de las riquezas del país hasta
entonces en manos de los colonos y
explotados para el beneficio de las
metrópolis, fueron tildados de comu-
nistas y socialistas y, por ende, de pe-
ligrosos para los intereses presentes
y futuros (neocoloniales) de las anti-
guas potencias coloniales.
Muchas de estas personas fueron
eliminadas antes de las independen-
cias, como ejemplo Rubén Um Nyo-
be, líder y fundador de la Unión de
los Pueblos de Camerún (UPC), li-
quidado por las fuerzas de seguridad
francesas, o Amilcar Cabral en Gui-
nea-Bissao. Otros, nada más llegar al
poder, como el líder congoleño Pa-
tricio Lumumba, asesinado en una
conspiración urdida por responsables
belgas ante la pasividad de Estados
Unidos y la ONU. La misma suerte
corrieron Olimpio en Togo o Fran-
çois Tombalbaye en Chad, entre mu-
chos otros.
Como se ha señalado, muchos de
estos movimientos y personas no se
identificaban plenamente ni con la
derecha ni con la izquierda en Euro-
pa, ya que entendían que las razones
y objetivos de su lucha eran diferen-
tes a los de las organizaciones políti-
cas europeas, representantes al fin y
al cabo de los intereses coloniales.
Un ejemplo: el Congreso Nacional
Africano (ANC) de Sudáfrica, a pe-
sar de su oposición al capitalismo y
a la explotación inhumana del régi-
men del apartheid, no se adhirió for-
50 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
malmente a la Internacional Socia-
lista hasta 1995.
Las organizaciones y movimien-
tos que se vieron forzados a recurrir a
la lucha armada para la liberación de
sus pueblos y que encontraron apoyo
político y militar en algún país del
bloque del Este fueron def initiva-
mente clasificadas como comunistas
y en consecuencia, de izquierdas. És-
te fue el caso de las principales orga-
nizaciones políticas del África lusó-
fona: el Movimiento Popular de Libe-
ración de Angola (MPLA), que reci-
bió ayuda del régimen cubano, el
Frente de Liberación de Mozambique
(FRELIMO) y el Partido para la In-
dependencia de Cabo Verde y Guinea
(PAIGC). También es el caso de los
gobernantes que, para mantenerse en
el poder y defenderse del boicot po-
“
En la izquierda social africana se
incluyen las coaliciones de distintas
“
organizaciones en una campaña
transnacional por la transparencia
de las industrias extractivas
lítico y económico de las antiguas
metrópolis, buscaron la cooperación
con los países del Este, como Sekou
Touré de Guinea-Conakry, Macías
Nguema de Guinea Ecuatorial, Men-
guistu de Etiopía o Mathieu Kérékou
de Benín.
Sin embargo, a pesar de la eti-
queta de izquierdas, los regímenes
que encarnaron estos personajes y
sus grupos empezaron por abolir una
de las primeras manifestaciones de la
izquierda en el continente: el sindi-
calismo obrero. Lo mismo hicieron
con el pluralismo político, amén de
la sistemática violación de los dere-
chos humanos y la comisión de gra-
ves crímenes contra la humanidad,
dejando más que entredicho su con-
sideración como individuos o grupos
de izquierda.
Los antiguos partidos únicos
Con el inicio de las reivindicaciones
democráticas en el continente africa-
no a finales de los 80 y principios de
los 90, vuelve a ponerse de manifies-
to la existencia de una izquierda en
África, con la revitalización de orga-
nizaciones sindicales, asociaciones de
estudiantes, de defensa de derechos
humanos, etc., que en buena medida
protagonizan manifestaciones y huel-
gas en demanda de reformas demo-
cráticas y del establecimiento del plu-
ralismo político.
Al margen de su adscripción
ideológica, y salvo contadas excep-
ciones, los partidos-Estado en el po-
der en África se fueron convirtiendo
en defensores de los intereses las
transnacionales capitalistas, bien po-
sicionadas en muchos lugares estra-
tégicos del continente y verdaderos
obstáculos a cualquier transforma-
ción social y política.
Esta buscada e interesada ambi-
güedad ha permitido y sigue permi-
tiendo a muchos gobernantes mante-
nerse en el poder, no sólo con el apo-
yo de grupos internacionales pode-
rosos, sino también con el concurso
de partidos que se confunden con go-
biernos, como China, Cuba o Corea
del Norte. El presidente de Guinea
Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema,
y su partido PDGE es un buen ejem-
plo: amigo de los EEUU y defensor
de los intereses de las multinaciona-
les que explotan el petróleo del país,
amigo personal de Jacques Chirac y
de Aznar, también mantiene buenas
relaciones con la Cuba de Fidel Cas-
tro, el gobierno chino y el régimen de
Corea del Norte. Algo parecido ocu-
rre con los partidos gobernantes y
hegemónicos de Gabón, Camerún,
Togo, Burkina Faso, Guinea-Co-
nakry o Congo-Brazza. Otros, más
sinceros, se han decantado por la de-
recha y aspiran o forman parte ya de
las organizaciones internacionales de
partidos de derecha. En definitiva,
entre estos antiguos partidos únicos,
por desgracia todavía hegemónicos
en el continente, no hay nada de iz-
quierda.

La izquierda social y política
Es precisamente entre los partidos
políticos, movimientos sociales y
asociaciones, de alguna manera
opuestas o enfrentadas a los actuales
regímenes y dictaduras imperantes,
donde encontramos a la izquierda po-
lítica y social.
Podemos afirmar que existe una
izquierda social, organizada en forma
de sindicatos de trabajadores, organi-
zaciones de estudiantes, asociaciones
pro-derechos humanos, ONG a favor
de los derechos de la mujer etc., que
jugaron en su día un papel funda-
mental y precursor para el reconoci-
miento del pluralismo político y so-
cial en el continente, así como de la
apertura hacia la democracia.
En el mismo sentido debemos in-
cluir en esta izquierda social el fenó-
meno reciente de coaliciones de or-
ganizaciones no gubernamentales en
el marco de una campaña transna-
cional a favor de la transparencia en
las industrias extractivas: Publish
What You Pay. Exigen a las multina-
cionales que operan en el llamado
sector extractivo que hagan público
todo lo que pagan a los gobiernos y
que éstos a su vez declaren el dinero
que ingresan y el destino que le dan.
Paula Cabildo
El objetivo es lograr una mayor re-
distribución de las riquezas naturales
del continente.
Actualmente encontramos a la
mayor parte de la izquierda política
organizada en los partidos de la opo-
sición a los gobiernos del continente.
De entre estos, pocos hay que se con-
fiesen comunistas, si bien hay casos
como el del Partido Comunista de Se-
negal, poco representativo y que pre-
firió aliarse a las fuerzas de derecha,
a la sazón el Partido Demócrata de
Senegal del actual presidente Abdu-
lai Wade, para desalojar del poder al
Partido Socialista de Senegal (PS),
considerado referencia del socialismo
democrático africano desde las mis-
mas independencias.
La gran mayoría de los partidos
africanos que se consideran de iz-
quierdas son miembros o aspiran a
serlo de la Internacional Socialista
(IS). En esta organización, encontra-
mos representantes de la casi totali-
dad de los países africanos: desde el
Frente POLISARIO hasta el Frente
de Fuerzas Socialistas de Argelia, el
Partido Socialista de Marruecos, la
Asamblea Constitucional Democráti-
ca en el poder en Túnez pasando por
el ANC de Suráfrica, el MPLA de
Angola, el FRELIMO de Mozambi-
que, el SWAPO de Namibia, el CPDS
de Guinea Ecuatorial, el SDF de Ca-
merún, el Partido Social Demócrata
de Benín o el Frente Popular de Cos-
ta de Marfil.
Más que enumerarlos, resulta ilus-
trativo señalar que los partidos africa-
nos miembros de la IS gobiernan ac-
tualmente en Suráfrica, Namibia, An-
gola, Mozambique, Cabo Verde, Tú-
nez, Marruecos, Ghana y Costa de
Marfil. En este último caso, debido a
un conflicto civil, han de hacerlo con
un gobierno de unidad nacional. El res-
to se encuentran en la oposición.
Falta de solidaridad
A pesar de su pertenencia a la IS, cu-
yos postulados asumen, la política in-
ternacional de la mayoría de estos par-
tidos se caracterizan por una falta de
solidaridad con otros movimientos de
izquierda en otros países, lo que resta
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 51
Miradas
fuerza a la lucha por la igualdad y la
transformación social en el continente.
Muchos de los que están en el poder,
ya sea por las presiones de las institu-
ciones económicas internacionales o
por el apoyo que éstas suponen para su
mantenimiento en el poder, llevan a
cabo políticas neoliberales y acaban te-
jiendo alianzas con los demás poderes
africanos representantes del mal go-
bierno. Lo que hace que muchas veces
articulen discursos y prácticas que lle-
van a dudar de su condición de parti-
dos de izquierda.
Por otra parte, los partidos en la
oposición se enfrentan a serios proble-
mas de organización y de subsistencia
debido a los poderes autoritarios e in-
cluso dictatoriales a los que se enfren-
tan. A pesar de su pertenencia a la IS, la
mayoría se ven olvidados y encuentran
un escaso apoyo tanto político como
material por parte de sus homólogos de
la IS de los países democráticos, inclu-
so aun cuándo éstos se hallan en los go-
biernos de sus países. Hace algunos
años, de los entonces 15 países miem-
bros de la UE, 13 estaban gobernados
por partidos miembros de la IS, lo que
sin embargo no hizo cambiar apenas la
postura de los gobiernos ni de los pro-
pios partidos en lo que respecta al apo-
yo a la causa de la democracia y la soli-
daridad con los hermanos de África. Es-
ta actitud de indiferencia e insolidaridad
ha contribuido en buena medida a en-
friar el entusiasmo y las esperanzas con
las que muchos de esos partidos se ad-
hirieron a la IS.
Pese a todo, los partidos africanos
miembros de la IS son con mucha di-
ferencia los principales partidos porta-
dores del discurso de la libertad, de-
fensa de los derechos humanos, la de-
mocracia, la igualdad y la justicia so-
cial en el continente. Su actividad con-
tra el hambre, la pobreza, la discrimi-
nación de la mujer, la corrupción y a
favor de la resolución pacífica de los
conflictos está haciendo mella, si bien
a pasos lentos, en buena parte de los
países del continente.❑
*Plácido Micó Abogo es abogado y secretario
general de CPDS, principal partido de la oposición
en Guinea Ecuatorial.
Miradas
Las rutas de la izquierda
Europa: de la resistencia a la propuesta
Miguel Riera*

Con planteamientos que apenas han

ido más allá de la resistencia ante el
implacable avance del
neoliberalismo y marcada por la
desunión, la izquierda europea trata
de caminar hacia el futuro. La ruta,
en buena parte abierta por los
movimientos sociales, sólo parece
ser acertada si sindicatos, fuerzas
políticas y activismo social suman
energías, estrategias y destinos.

M
ientras las derechas europeas
(inclúyase aquí, a estos efec-
tos, no sólo a los partidos
conservadores, sino también a los de
Paula Cabildo

hegemonía interna socioliberal, y en

buena medida, también a algunos par-
tidos verdes) iban tejiendo tenaz, casi
silenciosamente, como mirando a otra
parte, la tela de araña en la que acaba-
ríamos todos atrapados y expuestos a
ser devorados por el sistema (como es-
tá ya sucediendo), las izquierdas, du-
rante años, se limitaban a hacer paten-
te su enfado. Protestaban, eso sí, pero
cada una por su lado.
A través del actual modelo de
construcción europea, siguiendo las
estrategias del FMI y sobre todo de la
OMC, en íntima interpenetración con
las grandes multinacionales y con el
modelo norteamericano como meta,
esas derechas, instaladas en los go-
biernos, han construido una Unión Eu-
ropea atlantista y neocolonialista, que
trata de competir en lo económico con
el primo norteamericano pero, eso sí,
aceptando su subordinación política.
Y por favor, que nadie caiga en la
trampa de creer que el proceso de des-
posesión en Europa es muy diferente
del de Estados Unidos; sólo difiere en
ritmos y maneras, pero el fondo de sus
actuaciones y de sus políticas es el
mismo. A estas alturas, y por poner un
ejemplo “fuerte”, resulta obvio que las
diferencias aparecidas en Naciones
Unidad con relación a la guerra de Iraq
han resultado ser un simple espejismo,
pues responden más a intereses geo-
políticos -y, por ende, económicos-
que morales o humanitarios, como
acredita la vergonzosa actuación de la
UE en Palestina.
El proyecto de la derecha
De modo que la derecha ha construido
el modelo, el marco en el que se han de
desenvolver las fuerzas políticas, sin-
dicales y sociales, y lo ha hecho, evi-
dentemente, en su propio beneficio, fa-
vorecida por fenómenos que quizá ni
siquiera había concebido, como la cri-
sis de la democracia, visualizable en la
creciente apatía ciudadana ante una
clase política que frecuentemente con-
funde a sus representados con meros
súbditos.
Por supuesto, hay resistencias: po-
líticas, sindicales y, sobre todo, socia-
les. Pero las derechas, a diferencia de
las izquierdas, tienen un proyecto y a
él se consagran incansablemente: per-
geñaron el AMI (Acuerdo Multilateral
sobre Inversión), pero, destapado el
pastel, tuvieron que retirarlo. No im-
porta, lo camuflaron en las rondas de
la OMC. No salió del todo, pero ahí
está la Bolkestein. Y si esta increíble
directiva comunitaria fracasa, se sa-

52 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


carán otro as de la manga, una y
otra vez, hasta que el objetivo sea
alcanzado.
Frente a eso, ¿qué hace la iz-
quierda europea? Pues, cuando no
existe un proyecto alternativo, lo
único que puede hacerse: aguantar,
resistir, tratar de capear el tempo-
ral con los menos daños posibles.
Los mimbres del cesto
Por otra parte, algunas izquierdas
políticas europeas han tratado de
poner en común sus esfuerzos. Lo
ha hecho en el Parlamento Euro-
Juan Pablo Crespo
peo -lo cual es decir bien poca co-
sa- la izquierda comunista (¿o de-
bería decir poscomunista?) agru-
pada en el Partido de la Izquierda
Europea. A pesar de tener tres par-
tidos representados en ella (IU, el
PCE y EUiA), la inmensa mayoría
de los ciudadanos españoles de a pie ni
siquiera saben que existe, lo cual bas-
ta para dar idea de lo que es: un fenó-
meno superestructural que no ha sido
por ahora capaz de descender a las es-
feras terrenales. También los partidos
herederos del trotskismo han creado su
internacional de nuevo cuño: la Iz-
quierda Anticapitalista Europea, en la
que hay participación española con la
gente de Revolta. Por su parte, los so-
cialdemócratas “fetén” (que, créanme,
los hay) están, salvo excepciones,
eclipsados, cooptados o integrados en
los partidos socioliberales.
Esos son los mimbres, bien canijos,
de la izquierda política realmente exis-
tente en el ámbito europeo.
En cuanto a los sindicatos, para
ellos la imagen anterior de la tela de
araña es, por desgracia, la más apro-
piada. No sólo los españoles, atrapados
en su dependencia de los presupuestos
generales del Estado: el problema es de
carácter general. Con una agravante: si
antaño alguien podía arrogarse el es-
tandarte de la solidaridad (y de la so-
lidaridad internacional), ese alguien
eran los sindicatos. Hoy, esa solidari-
dad internacional se ha evaporado y
los trabajadores de la Volkswagen ale-
mana, por poner un ejemplo, no están
muy preocupados porque se despida
Imagen del Foro Social Europeo de Londres en 2004.
gente en SEAT, salvo que sea un anti-
cipo de lo que les puede suceder a ellos
mismos. La globalización ha destrui-
do por completo la solidaridad, susti-
tuida por “el sálvese quien pueda”.
Innovar e intercomunicar
Hasta aquí el vaso medio vacío. ¿Hay
agua en el fondo?
Pues sí, algo de agua hay. Lo he-
mos visto en Francia, tanto en el refe-
réndum “constitucional” europeo co-
mo en el asunto del contrato laboral pa-
ra jóvenes; tanto en un caso como en
otro ha habido un despertar sindical,
empujado desde las bases, cierto, pero
asumido por las direcciones. A trancas
y barrancas, algunas iniciativas en el
Parlamento Europeo han sido impul-
sadas por esa izquierda que parecía
átona e inexistente. En algún país (Ale-
mania, entre otros) hay atisbos de una
“
La derecha ha construido su modelo
favorecida por la crisis de la democracia,
“
patente en la apatía ciudadana ante una
clase política que a menudo confunde
representados con súbditos
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 53
Miradas
reconstrucción social y política
con un crecimiento electoral sig-
nificativo de la izquierda. Que
Bertinotti haya aterrizado como
presidente del Parlamento italiano
es, además de sorprendente, un
signo de que algo se mueve, aun-
que no esté claro en qué dirección.
Hay supervivientes entre los restos
del naufragio.
Es necesario referirse, final-
mente, a esa maraña de organiza-
ciones, colectivos y grupos a los
que se ha bautizado con el nombre
de “izquierda social”, cuya parte
más numerosa y visible la consti-
tuye el llamado “movimiento de
movimientos”. En gran parte de él
hay ahora un cierto desánimo: ha
llegado el reflujo con la resaca de
las grandes manifestaciones con-
tra la guerra. En España, allí don-
de antes se reunían doscientos, ahora
se juntan pocos más de una docena. Y,
sin embargo, no hay razones para la
desmoralización: era lógico que esto
sucediera, tras la catarsis que signifi-
có -y por desgracia aún significa- la
anunciada invasión de Iraq. Lo impor-
tante es que el movimiento no se de-
tenga, que siga avanzando. Es la iz-
quierda de Porto Alegre y de Floren-
cia. La izquierda que, en estos mo-
mentos en que predominan el pesi-
mismo y el cansancio, ha reunido, en
el transcurso del Foro Social Europeo,
a 80.000 personas en Atenas, en una
de las mayores manifestaciones acon-
tecidas en Grecia en todos los tiempos.
Una izquierda viva, que continúa el
proceso de búsqueda, que descubre
que hay que innovar sobre la innova-
ción, que hay que intercomunicar los
islotes, despertar a los sindicatos, re-
descubrir la democracia.
De que esas tres izquierdas -la po-
lítica, la sindical y la social- conecten
entre sí depende en buena medida la
supervivencia de todas ellas (y si se me
apura, de la misma especie).
Huyamos por tanto de la melanco-
lía y sigamos llenando el vaso.❑
*Miguel Riera es el director de la revista
El Viejo Topo.
Cooperación
Cooperación

África, en sangre viva

Carlos Gómez Gil*

Las migraciones tienen la virtualidad de poner de manifiesto las

dramáticas carencias de los países emisores, pero también las
insuficiencias y contradicciones en los países de llegada, hacia donde se
dirigen los inmigrantes. África se desangra desde hace tiempo y en lugar
de intentar curar las heridas tratando de aplicar la adecuada medicación,
Paula Cabildo

sólo nos preocupa tener bien lejos su molesta sangre para no tener que
tomar conciencia de la magnitud del drama que allí se vive.

D
esde hace años, todos los in-
formes internacionales son
unánimes sobre la extrema
gravedad de la situación por la que
atraviesa el continente africano, hasta
el punto que los datos y cifras, por tre-
mendos que sean, han acabado por
anestesiarnos. Las hambrunas periódi-
cas, las pandemias, las catástrofes, las
interminables guerras han acabado por
ser el escenario de un continente que
vive en permanente tragedia. Y por si
fuera poco, toda África se aleja cada
vez más de unas corrientes globaliza-
doras demandantes de inversión, tec-
nología, conocimiento, información y
consumo, allí inexistente. De forma
que sus habitantes sólo pueden malvi-
vir entre esa pobreza que mata, consu-
midos por la deuda externa y las polí-
ticas neoliberales aplicadas con saña
por el FMI durante años, socorridos
por una caridad internacional que por
cada dólar que da como ayuda, cobra
dos en concepto de deuda. Y por si fue-
ra poco, el endurecimiento de las polí-
ticas migratorias que todos los países
occidentales han desplegado en los úl-
timos años ha llevado a encerrar lite-
ralmente a los africanos en sus países,
impidiendo con ello cualquier viaje
fuera del continente, para que se con-
suman así mejor en su propia salsa.
La responsabilidad
internacional
Lo llamativo es que haya todavía
quien se asombre de ver cómo la gen-
te arriesga su vida por salir de ese in-
fierno. Lo hicieron primero a través
de pateras, después saltando las alam-
bradas de Ceuta y Melilla, y ahora
arrojándose al mar en una navegación
tan incierta como desesperada para
llegar a las costas canarias. Y lo harán
mañana de cualquier otra forma, con
tal de escapar de un continente sin fu-
turo, porque no es sólo pobreza lo que
empuja a los africanos a salir de sus
países, sino una ausencia completa de
futuro para ellos y sus familias, la ca-
rencia absoluta de derechos y liberta-
des, y también su alejamiento de ese
paraíso tecnológico y de consumo tan
exuberante que la globalización ha
construido en los países occidentales
y que pueden ver en tiempo real a tra-
vés de las parabólicas y los medios de
comunicación accesibles en cualquier
lugar del planeta. Cuando el presi-
dente de Senegal pide pantanos a Es-
paña a cambio de aceptar repatriacio-
nes de inmigrantes, se olvida de que

54 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


en un país como el suyo, los cuarenta
ministros de su gobierno tienen el do-
ble del sueldo que un ministro en Es-
paña, por ejemplo, al tiempo que se
han creado carteras tan exóticas como
el ministerio de Ocio y Calidad de Vi-
da; por no hablar de una corrupción
galopante que sangra al Estado, mien-
tras la población sufre continuos cor-
tes de electricidad porque el gobierno
no paga a la principal empresa de
electricidad del país.
De lo que no hay duda es que,
desde todos los puntos de vista, lo
que buscan en la migración quienes
salen de sus países no lo encuentran
en las políticas de desarrollo y coo-
peración tradicionales que se vienen
proponiendo desde los países occi-
dentales y mucho menos en las polí-
ticas de sus propios países. Tenemos,
por tanto, que empezar a comprender
que emigrar es una decisión que po-
ne de relieve no confiar en los diri-
gentes políticos, en los gobiernos y
en la economía de un país, incapaz
de garantizar la vida y el sustento de
uno mismo y de sus allegados. Por-
que nadie emigra con la esperanza de
empeorar su situación, sino que lo
hace ante la perspectiva incierta de
poder mejorar su bienestar y el de los
suyos en otro lugar; y mientras esa
percepción no cambie de forma sus-
tancial en África mediante hechos
constatables, poco se podrá hacer pa-
ra detener las migraciones, algo que
no acabamos de comprender bien en
Occidente.
Y para que cambie esta percep-
ción se necesita que, de una vez por
todas, la comunidad internacional se
decida a promover una actuación am-
plia, ambiciosa y absolutamente ur-
gente sobre todo el continente y sus
gentes, algo que vaya más allá del so-
corro de emergencia ante catástrofes
y hambrunas, que supere la escala de
los microproyectos y que huya de la
tentación de considerar a África como
un simple mercado que hay que apro-
ximar hacia las corrientes globaliza-
doras o explotadoras de sus recursos.
No pocos responsables públicos,
cuando sentencian con rotundidad an-
te los medios de comunicación que la
solución a las migraciones masivas
de africanos pasa por la cooperación
para el desarrollo, desconocen en
profundidad el verdadero papel y el
funcionamiento que han tenido estas
intervenciones en las últimas déca-
das, el inmenso daño que han hecho
en África y el destino real de las mis-
mas. Pero también ignoran la dimen-
sión real de la ayuda al desarrollo que
los países donantes venimos hacien-
do en África, la construcción de unas
reglas económicas y comerciales que
no hacen sino empobrecer irremedia-
blemente a sus habitantes, al tiempo
que nos desentendemos de conflictos
y guerras que se eternizan, y que en
muchos casos hemos alimentado.
Todos los acuerdos firmados por
la comunidad internacional reciente-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 55
Cooperación
mente para mejorar, al menos ligera-
mente, la situación de pobreza en
África están siendo incumplidos. Así,
los pomposos Objetivos de Desarro-
llo del Milenio, a cinco años de su
aprobación y a diez de su finaliza-
ción, evidencian una vez más la dis-
tancia entre las palabras y los hechos.
Según datos del PNUD, reducir sim-
plemente a la mitad el hambre en
África sólo será posible al ritmo ac-
tual en el año 2150, alcanzar la edu-
cación primaria universal no se po-
drá conseguir hasta el año 2129 y re-
ducir la mortalidad infantil en dos
tercios, en 2165. Y todavía nos se-
guimos extrañando que la gente tra-
te de huir de África.
Las migraciones internas
Así las cosas, las oleadas de inmi-
grantes que llegan hasta Canarias no
son únicamente un problema de Es-
paña, sino que exigen una acción fir-
me y efectiva de toda la Unión Euro-
pea y de la propia comunidad inter-
nacional para que de una vez por to-
das se entienda el significado real de
esas avalanchas de inmigrantes. Los
problemas globales exigen de solu-
ciones globales. Preocupados como
estamos por salvaguardar nuestras
fronteras, olvidamos que las diáspo-
ras de dimensiones gigantescas se es-
tán produciendo en el interior del
continente africano, desde las zonas
rurales hacia las grandes ciudades,
con toda la carga explosiva que ello
tiene, al generar gigantescos cinturo-
nes de miseria y epidemias de di-
mensiones nunca antes conocidas.
De esta forma, las propias Naciones
Unidas estiman que en el año 2020
dos terceras partes de los habitantes
de África vivirán en estas megaciu-
dades, apareciendo como inmensos
espacios de generación de conflictos
demográficos, sanitarios y sociales.
Por tanto, podemos preguntarnos
si estamos comprendiendo adecua-
damente el significado de esas olea-
das de personas que llegan exhaustas
hasta nuestras costas; si la comuni-
dad internacional y las instituciones
internacionales están actuando co-
Cooperación
Cooperación
rrectamente para amasan ven-
evitar que este Objetivos Generales del Plan África diendo pasajes
éxodo de deses- hacia la muerte
peración se pro- * Contribución al afianzamiento de la democracia, el respeto a los derechos humanos, y su devolución
duzca o por el la paz y la seguridad. a los inmigran-
contrario, ali- * La lucha contra la pobreza y la contribución a la agenda de desarrollo de África. tes o a sus fami-
mentan con la * El fomento de la cooperación para regular adecuadamente los flujos migratorios. lias? Otro aspec-
gasolina de su * La participación activa en el desarrollo de la estrategia de la Unión Europea en África. to llamativo es
irresponsabili- * El refuerzo y la diversificación de los intercambios económicos, así como el fomento la incorporación
dad la velocidad de las inversiones, sin olvidar la creciente importancia estratégica de la región Subsa- de nuestros inte-
de estas migra- hariana, y en particular el Golfo de Guinea para nuestra seguridad energética y las opor- reses económi-
ciones; si nues- tunidades de negocio en el sector de hidrocarburos para las empresas españolas. cos, el fomento
tros responsables * El fortalecimiento de la cooperación cultural. de las inversio-
políticos (de uno * El incremento de la proyección política y de la presencia institucional de España en nes españolas
y de otro lado) la región. junto a nuestro
están haciendo (Plan África 2006-2008. Resumen Ejecutivo) interés por ase-
verdadera peda- gurarnos la
gogía política energía (petró-
para explicar a los ciudadanos la si- nistro y potabilización de agua supo- leo y gas natural) de los países de la
tuación de extrema gravedad que ne avanzar en el cumplimiento de región. Una vez más, se anteponen
atraviesa África en su conjunto y en compromisos internacionales absolu- intereses nada prosaicos a políticas
especial África Subsahariana. La- tamente decisivos. Si la situación en y prioridades que con frecuencia son
mentablemente, la respuesta a estas la región es dramática, la comunidad incompatibles con otras políticas de
preguntas no es precisamente positi- internacional tiene la obligación de desarrollo, paz, seguridad y estabili-
va. pasar de las palabras a los hechos y en dad en la región. ¿Compraremos el
materia de desarrollo, este Plan lo ha- petróleo y el gas de Nigeria, de Gui-
El Plan África ce de forma inequívoca. nea Ecuatorial o de Argelia a cambio
Y en este escenario, España acaba de Sin embargo, el Plan integra otros de hacer la vista gorda sobre las
presentar un pionero Plan África que, aspectos mucho más controvertidos crueldades de sus regímenes políti-
en medio de esta gigantesca crisis, no en dos aspectos considerados por el cos y las sistemáticas violaciones de
deja de producir una cierta sensación propio Plan como prioritarios. Por un derechos humanos contra sus habi-
agridulce. Es cierto que la disparidad lado, la visión que mantiene de “con- tantes? Pero qué tonterías decimos,
de objetivos que se fija este Plan exi- trolar los flujos migratorios” no pa- cuando llenamos el depósito de
ge de un análisis sereno, si bien, el so- rece corresponderse con una política nuestro coche no podemos andarnos
lo hecho de proponer una estrategia realmente compresiva hacia las cau- con remilgos, responderán muchos.
amplia de intervención sobre un con- sas y consecuencias de estas migra- Ahora bien, junto al derecho a
tinente históricamente abandonado ciones, sino ser una simple apelación emigrar, también habría que empe-
por la comunidad internacional y por para desplegar todo tipo de medidas zar a avanzar en la comprensión de
España, y donde el hambre, el subde- represivas, coercitivas y de castigo otro derecho básico y esencial, co-
sarrollo y la desesperación son el ho- hacia quienes vayan a emigrar. mo es el derecho a no emigrar, a no
rizonte vital para buena parte de sus ¿Cuándo se sustituirá la simple re- tener que abandonar forzosamente y
habitantes supone un punto y aparte patriación de los inmigrantes captu- sin desearlo el país donde uno nace
en el tradicional abandono de nuestra rados por la detención de los trafi- para poder sobrevivir; en definitiva,
diplomacia sobre esta región. Que Es- cantes y negreros junto a la incauta- el derecho al desarrollo que no es si-
paña asuma unos compromisos tan ción de las abultadas fortunas que no uno de esos derechos solemnes
importantes en materia de lucha con- recogidos por la comunidad interna-

“
tra la pobreza y el desarrollo median- cional. Mientras tanto, África se se-
te actuaciones pioneras en lucha con- guirá desangrando y nosotros segui-
tra el SIDA y las enfermedades infec- remos preguntándonos por las cau-
ciosas, educación básica través del Está claro que lo que buscan en la sas de tanta desesperación.❑
programa Vía Rápida Educación para
Todos, cobertura de necesidades bási-
cas, líneas novedosas de apoyo presu-
“
migración quienes salen de sus países
no lo encuentran en las políticas de
desarrollo y cooperación tradicionales
*Carlos Gómez Gil es doctor en Sociología,
profesor de la Universidad de Alicante
y director del Seminario y Observatorio
puestario en programas públicos, lu- Permanente de la Inmigración de esta
cha contra la pobreza urbana, y sumi- Universidad. cgomezgil@ua.es

56 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


La Ley General de Subvenciones y las ONG
La aplicación de la Ley
General de Subvenciones
no parece estar
adaptándose a las
necesidades específicas de
las ONG, que encuentran
numerosas dificultades
para el acceso a las
subvenciones del sector
no lucrativo, peligrando
así la supervivencia de las
Fundación Entre Mujeres
organizaciones más
pequeñas.
E
l 19 de febrero de 2005 era el pla-
zo máximo establecido por la
Ley 38/2003 General de Subven-
ciones -cuyo objeto es dar un tratamien-
to jurídico homogéneo a la relación jurí-
dica subvencional, independientemente
del tipo de actividad subvencionada- pa-
ra que todas las administraciones públi-
cas adaptaran sus bases reguladoras de
subvenciones a este nuevo marco legal.
La ley regula de una manera unifor-
me un panorama enormemente diverso
como es el de las subvenciones y, para
salvar ese obstáculo de adaptación a la
diversidad, establece que serán las bases
reguladoras de cada convocatoria con-
creta de subvenciones las que tendrán
que adaptarla e individualizarla en fun-
ción de las características de cada tipo de
subvención. Por tanto, la ley no trata del
mismo modo todos los temas, sino que
adopta diversas actitudes:
• En unos casos, regula de forma di-
recta y cerrada, de manera que cual-
quier programa de subvenciones ten-
Trabajadoras de un proyecto de empoderamiento de la Fundación Entre Mujeres de Nicaragua.
drá que adaptar esos puntos concre-
tos a lo establecido en la ley.
• En otros casos, da una regulación
más abierta, señalando varias opcio-
nes y dejando al criterio del órgano
gestor de las subvenciones concre-
tarlo de una u otra manera en sus ba-
ses reguladoras. Esto es lo que suce-
de, por ejemplo, con el sistema de pa-
go de la subvención, para el cual la
ley señala como criterio general el
pago posterior a la realización y jus-
tificación de la actividad subvencio-
nada, pero deja abierta la posibilidad
de que las bases reguladoras opten
por el pago anticipado o por el pago
fraccionado; o también con el siste-
ma de garantías, dejando a criterio
del órgano gestor establecer o no en
las bases reguladoras la constitución
de avales u otras garantías.
• En otras ocasiones, para el caso de
que las bases reguladoras no con-
templen nada al respecto, establece
una regulación subsidiaria que será
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 57
Cooperación
José Mª Medina Rey*
aplicable salvo que las bases regulen
de otra manera.
Además, el carácter general de la ley
se manifiesta también en el hecho de
que algunos aspectos de su regulación se
consideran legislación básica (según se
establece en la disposición adicional pri-
mera); esto significa que, sobre dichas
materias o aspectos, el Estado tiene com-
petencia exclusiva y por tanto sus pre-
ceptos son obligatorios en todo el terri-
torio del Estado. Por el contrario, res-
pecto a aquellos preceptos que en la ley
no se consideran legislación básica, aun-
que en la actualidad son también de obli-
gado cumplimiento, las comunidades
autónomas, en uso de las competencias
que les vienen atribuidas por la Consti-
tución, pueden establecer sus propias
normas legales, con una regulación di-
ferente a la establecida por la Ley Gene-
ral de Subvenciones, que serán aplica-
bles al ámbito territorial de su comuni-
dad autónoma.
Revisión de las bases reguladoras
Cooperación
De momento, el primer paso que se ha
dado ha sido que, tras la plena entrada en
vigor de la ley, todas las administracio-
nes públicas de ámbito nacional, auto-
nómico o local que tienen programas de
subvenciones han tenido que revisar las
correspondientes bases reguladoras de
subvenciones para adaptarlas al nuevo
marco legal. Y ante esta revisión de ba-
ses, el conjunto de entidades no lucrati-
vas de diferente tipología -asociaciones
y fundaciones dedicadas a actividades de
acción social en nuestro territorio, o a te-
mas medioambientales, o a defensa de
los derechos humanos, o a actividades de
cooperación al desarrollo- (en adelante
ONG) han encontrado dificultades im-
portantes para el acceso y gestión de sub-
venciones en el marco de la nueva ley, y
ello por dos motivos principales:
1. Porque la ley no da una respuesta
adecuada a la especificidad del sec-
tor no lucrativo.
2. Porque la interpretación y aplicación
de la ley que se está haciendo al re-
formar las bases reguladoras de sub-
venciones está siendo muy heterogé-
nea y, en muchos casos, poco adap-
tada a nuestra realidad.
Respecto al primer punto, la impre-
sión de conjunto es que no se ha tenido
en cuenta la especificidad de las entida-
des no lucrativas al elaborar esta ley. Es-
to es bastante claro cuando se examina
el concepto de beneficiarios que mane-
ja la Ley 38. Tienen la condición de be-
neficiarios de subvenciones las perso-
nas que hayan de realizar la actividad
que fundamentó su otorgamiento, es de-
cir, quienes reciban disposiciones dine-
rarias realizadas por administraciones
públicas sin que haya una contrapresta-
ción directa, para cumplir con un deter-
minado objetivo o para la ejecución de
un proyecto o actividad que tenga utili-
dad pública o interés social, o promue-
va una finalidad pública. Por tanto, se-
gún esto, tendrá la misma consideración
y trato, y deberá cumplir los mismos re-
quisitos y garantías, la subvención con-
cedida a una persona para poner en mar-
cha una PYME cuyos beneficios -aun-
que indirectamente puedan repercutir en
el conjunto de la sociedad- serán direc-
tamente para el lucro personal del be-
58 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Cooperación
neficiario, que la subvención concedi-
da a una ONG para desarrollar una ac-
tividad que beneficiará a colectivos des-
favorecidos y no al enriquecimiento de
la propia ONG. Y es que, en el caso de
la ONG, los verdaderos beneficiarios de
las subvenciones no son ellas mismas,
sino los colectivos de personas a los que
se dirige su acción.
Respecto al segundo punto, habría
que analizar caso por caso cómo ha ate-
rrizado la ley en las diferentes bases, y
eso eleva la casuística al millar. La pro-
liferación de problemas de aplicación ha
hecho que el Foro del Tercer Sector, que
aglutina a diferentes colectivos organi-
zados de ONG (Plataforma de Organi-
zaciones de Acción Social, CONGDE,
Plataforma de Organizaciones de In-
fancia, Coordinadora de Voluntariado,
Consejo de la Juventud, Red Española
de Lucha contra la Pobreza) haya man-
tenido conversaciones con el gobierno
solicitando una revisión legal que regu-
le de forma adecuada la realidad de las
subvenciones a ONG.
Frentes de acción
En la actualidad nos encontramos con
varios posibles frentes de acción en los
que, a mi entender, tenemos que traba-
jar de forma paralela todos los sectores
implicados, ONG y administraciones
públicas:
1. El primer frente es el de las bases re-
guladoras. La ley está vigente y es
aplicable a las subvenciones a ONG;
por tanto, las bases reguladoras se es-
tán adaptando al nuevo marco legal.
Pero la adaptación puede hacerse de
diversas formas:
• De una forma rigorista, descono-
ciendo las peculiaridades del tercer
sector, sin tener en cuenta el servicio
que prestan las ONG al interés gene-
ral y la responsabilidad que tienen los
poderes públicos a nivel nacional, au-
tonómico y local, de respaldar, apo-
yar y promover la acción de la socie-
dad civil organizada en aspectos tan
importantes para el bien común co-
mo pueden ser la acción social o la
cooperación internacional. Esta for-
ma de aplicar la ley está producien-
do que en algunos lugares las bases
sean muy perjudiciales para las ONG
e incluso pongan en peligro la conti-
nuidad de pequeñas asociaciones.
• De una forma adaptada a las nece-
sidades del sector, lo que supone de-
tectar aquellos aspectos en los que
la Ley 38 deja margen de maniobra
a las bases reguladoras y, al menos
en esos aspectos, buscar una regu-
lación que suponga un verdadero
apoyo a las ONG.
Como ya hemos señalado, este fren-
te tiene la dificultad de la enorme dis-
persión, ya que supone que las ONG te-
nemos que negociar, una por una, con
cientos de administraciones para con-
seguir el compromiso de unas bases lo
más positivas posible. Pero en este mo-
mento, en que ya están saliendo convo-
catorias de subvenciones con bases re-
formadas, no nos queda más remedio
que hacerlo, si queremos que la situa-
ción inmediata que se nos presente no
se convierta en un caos.
2. El segundo frente es el del desarrollo
reglamentario de la ley. Es cierto que
un reglamento no puede contradecir
a la ley a la que desarrolla, pero sí
puede aclarar puntos inciertos o pue-
de aclarar cuál debe ser la interpreta-
ción más adecuada en determinados
casos. Con fecha 25 de julio ha sido
publicado en el BOE el Real Decre-
to 887/2006, de 21 de julio, por el
que se aprueba el reglamento de la
Ley 38/2003. En su proceso de ges-
tación ha habido la oportunidad de
que representantes del Foro del Ter-
cer Sector comentemos con repre-
sentantes del gobierno algunos de los
puntos que más nos preocupan y, si
bien el reglamento responde al mar-
co establecido por la propia ley 38,
hay aspectos que han sido positiva-
mente matizados y orientados para
las entidades no lucrativas, como es
el caso de permitir que la justifica-
ción de estar al corriente en obliga-
ciones tributarias y de la Seguridad
Social se pueda hacer en inicio me-
diante una declaración responsable
(art. 24.7), o la exoneración -salvo
previsión en contra de las bases re-
guladoras- de la constitución de ga-
rantías (art. 42.2.d), la introducción
 Cooperación
tenor literal deja abierta la posibili-
Legislación básica
La disposición final primera de la Ley General de Subvenciones establece el carácter de legislación básica para dad de reglamentar este tipo de sub-
los siguientes preceptos: venciones incluso excepcionando al-
TÍTULO CAPÍTULO Art CONTENIDO
gunos de los principios establecidos
por la propia ley.
1 Objeto
2 Concepto de subvención 3. Por último, puesto que la vía regla-
3 Ámbito subjetivo mentaria no da adecuada respuesta a
I. Ámbito de aplicación 4 Exclusiones a la ley aspectos que se identifican como
5 Régimen Jurídico fundamentales para las ONG, habría
6 Régimen jurídico de las subvenciones de la UE
que pensar en una reforma del mar-
7 Responsabilidad por gestión fondos UE
8 Principios generales co legal que podría hacerse por dos
9 Requisitos para el otorgamiento (PARCIALMENTE) vías, dependiendo del calado de los
PRELIMINAR 11 Beneficiarios aspectos a regular:
DISPOSICIONES 12 Entidades colaboradoras • bien modificando la actual ley en
GENERALES 13 Requisitos para obtener condición de beneficiario o entidad
aquellos puntos que fuera necesario;
colaboradora
II. Disposiciones • bien creando una ley específica pa-
14 Obligaciones de los beneficiarios
comunes a las
15 Obligaciones de las entidades colaboradoras ra las subvenciones a entidades no
subvenciones públicas
16 Convenio de colaboración (PARCIALMENTE) lucrativas que responda a su pecu-
17 Bases reguladoras (PARCIALMENTE) liaridad; en principio, es este segun-
18 Publicidad de las subvenciones concedidas
do camino el que parece más ade-
19 Financiación de las actividades subvencionadas
20 Información sobre la gestión cuado y en el que el Foro del Tercer
21 Régimen de garantías Sector, en diálogo con el gobierno,
I. Procedimiento de está trabajando.
22 Procedimiento de concesión
concesión Lo que es cierto es que si no se ha-
I. PROCEDIMIENTOS DE
29 Subcontratación por los beneficiarios
CONCESIÓN Y GESTIÓN IV. Procedimiento de ce nada, si se multiplica el número de
30 Justificación de las subvenciones
gestión y justificación administraciones públicas que, al esta-
31 Gastos subvencionables.
36 Invalidez de concesión de subvención blecer sus bases reguladoras, hacen una
II. REINTREGRO I. Reintegro 37 Causas de reintegro interpretación y aplicación de la ley po-
40 Obligados al reintegro (PARCIALMENTE) co adaptada al sector no lucrativo, nos
45 Control si financiación con fondos comunitarios.
III. CONTROL FINANCIERO arriesgamos a que se produzca una pér-
46 Obligación de la colaboración
52 Concepto de infracción dida de tejido social, a que desaparez-
53 Responsables can un conjunto más o menos numero-
54 Supuestos de exención de responsabilidad so de pequeñas organizaciones que es-
I. Infracciones
55 Concurrencia con jurisdicción penal tán desarrollando tareas muy importan-
administrativas
56 Infracciones leves
IV. INFRACCIONES
tes beneficiosas para el conjunto de la
57 Infracciones graves
Y SANCIONES 58 Infracciones muy graves sociedad. Para que esto no se produzca
59 Clases de sanciones tienen que conjugarse dos factores:
65 Prescripción 1. Una manifiesta voluntad en los de-
II Sanciones 67 Procedimiento sancionador cisores políticos de las diferentes admi-
68 Extinción de la responsabilidad
nistraciones públicas para buscar un mar-
69 Responsabilidades
2ª Colaboración de la intervención del Estado con otras co normativo que sea promotor del sec-
DISPOSICIONES tor no lucrativo.
administraciones (PARCIALMENTE)
ADICIONALES
16ª Fundaciones del sector público 2. Un esfuerzo de encontrar las he-
rramientas técnico-administrativas ade-
de varias formas de justificación del cífico según lo dispuesto en la dis- cuadas para hacer efectiva esa voluntad
gasto, en algunos casos con simplifi- posición adicional 18 de la propia ley, política.
cación de la documentación a pre- y según reconoce la exposición de Si falla cualquiera de estos dos fac-
sentar, y la previsión del pago antici- motivos del reglamento. En ambos tores, no se conseguirá un sistema de
pado como criterio general (art. se reconoce la especificidad de la co- subvenciones adecuado para el sector de
88.2). Este desarrollo reglamentario operación internacional, que des- las ONG.❑
debería dar pie a una revisión o ajus- arrolla sus acciones en países dife-
te de las bases reguladoras. Además, rentes y situaciones muy diversas y
José Mª Medina Rey es director de Prosalus
en el caso de las subvenciones a con complicaciones añadidas. Aun-
y vocal de Financiación de CONGDE
ONG, también existe la posibilidad que no hay consenso sobre el senti- (Coordinadora de ONG para el Desarrollo
de un desarrollo reglamentario espe- do de esta disposición adicional, su España).

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 59

Cooperación
Cooperación
Irene García Macías, diputada delegada de la Delegación de Solidaridad Internacional de
la Diputación Provincial de Cádiz

“Queremos cooperar de forma más

estrecha con el norte de Marruecos”
Mercedes F. Lagarejos*

¿
C
uáles son vuestras principa- da fase está siendo realizada en la actuali-
les líneas de actuación? dad. El objetivo del plan es movilizar a la
ciudadanía activa de la provincia de Cádiz
Diputación Provincial de Cádiz

Las líneas principales de cooperación que (pueblos de menos de 20.000 habitantes)

seguimos vienen marcadas por la legisla- para que pongan en marcha iniciativas de
ción vigente en materia de cooperación, sensibilización solidaria en sus respecti-
por situaciones que requieran ayudas de vos pueblos y comarcas, contando con el
emergencia y por la propia idiosincrasia apoyo de la Diputación Provincial de Cá-
de nuestra corporación. diz y de las ONG.

-¿En qué campos trabajáis? -¿Qué actuaciones tenéis previstas pa-

-Uno de los objetivos de la Diputación de no del Programa de Naciones Unidas pa- ra el futuro?
Cádiz es apoyar a proyectos de coopera- ra el Desarrollo, y los del África Subsa- -Nuestro plan para el futuro es seguir me-
ción al desarrollo a través de ONG, lo que hariana. jorando y avanzando en estructuras par-
se realiza fundamentalmente a través de ticipativas donde estén representados to-
una convocatoria de subvenciones para -¿De qué presupuesto disponéis? dos los actores sociales, y continuar con
proyectos. Otro objetivo se refiere a los -El presupuesto para 2006 destinado a la la formación para ONG y personas inte-
convenios de colaboración directa con en- Delegación de Solidaridad Internacional resadas en la solidaridad y la cooperación
tidades públicas de otros países y del es de 882.000 euros. De esta cantidad, las al desarrollo a través de fórmulas cómo-
nuestro. Además se establecen ayudas de partidas más destacables son las dedica- das y accesibles como la teleformación.
carácter humanitario destinadas a zonas das a Convocatorias de Cooperación al Otro objetivo a medio-largo plazo es
afectadas por catástrofes naturales. Otros Desarrollo y de Sensibilización o Educa- el cooperar de forma más estrecha con el
fines son contribuir a la sensibilización ción para el Desarrollo, la destinada a los norte de Marruecos, conveniando con
de la provincia de Cádiz en temas rela- Convenios y las de Ayuda de Emergencia. ONG que realicen proyectos allí y si-
cionados con la solidaridad, colaborar con guiendo con la línea de colaboración que
los ayuntamientos de la provincia en el -¿Contáis con la participación ciu- desde hace años mantenemos con el Ins-
asesoramiento técnico, y considerar el en- dadana en el desarrollo de vuestras tituto de Empleo y Desarrollo Tecnológi-
foque de género y cultura en actividades acciones? co de la Diputación de Cádiz, a través del
relacionadas con la cooperación. -Somos conscientes de la responsabilidad Proyecto Interreg III. Como parte de este
que tenemos como administración públi- plan, queremos incluir dentro de la con-
-¿En qué países operáis? ca de fomentar la participación ciudada- vocatoria anual de subvenciones destina-
-Basándonos en lo recogido en la Ley na y de hacer políticas adecuadas a los in- da a sensibilización proyectos realizados
14/2003 Andaluza de Cooperación, en el tereses y necesidades de la ciudadanía. Es- en la zona, que hasta ahora sólo iban di-
Plan Director de la Cooperación Espa- ta participación la canalizamos a través de rigidos a la provincia de Cádiz. Con esta
ñola y en las directrices del PNUD, se convenios de colaboración con entidades medida creemos que contribuiremos a
han considerado como áreas geográficas públicas y ONG, y con la creación de es- fortalecer lazos y a plasmar por escrito las
prioritarias los países de Iberoamérica, pacios de encuentro y de reflexión con dis- relaciones informales, pero intensas, que
los del norte de África y de Oriente Me- tintos actores sociales. Una experiencia en mantenemos ambas zonas del Estrecho
dio, clasificados como Desarrollo Hu- este sentido ha sido la puesta en marcha de Gibraltar.❑
mano Medio y Desarrollo Humano Ba- en 2005 del Plan de Sensibilización Soli-
jo, según el índice de Desarrollo Huma- daria “Pueblos Solidarios”, cuya segun- *Redacción Pueblos.

60 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate


Últimas conversaciones con Pilar Primo
Antonio Prometeo Moya ● Caballo de Troya ● Madrid ● 2006
Ocho entrevistas y diversos textos intercalados que hacen una labor meta-
fórica conforman este título de Antonio Prometeo Moya. En ellos, la mujer
que dirigió el brazo “femenino” falangista se nos muestra explicativa, de-
fensiva y rendida. Explicativa, digo, porque recorre los recuerdos en algu-
nos momentos con claridad y cuando no es así, resulta interesante intuir las
razones de por qué. Quizá pensaba que al exponer sus argumentos lo pasa-
do había perdido algo de dureza. Lo cierto es que saca a relucir apellidos de
gentes hoy reconocidas y dignas, gentes fascistas que lo mismo pegaban ti-
ros que ponían dinero para hacer la guerra contra la democracia republica-
na. Hoy liberales de pro y capitalistas básicos. Dos apellidos: Garrigues y
Walker. ¿Les suenan? Otros, preparadores de brebajes (quién sabe si será ca-
sualidad): Larios. Preparadores del brebaje más popular con gas: presiden-
te de cervezas Mahou. Costurero de alto standing, admirado modisto: Ba-
lenciaga. Artistas con proyección: Ladrón de Guevara. Del bello canto: Mi-
guel Fleta. De la cátedra y el Museo Nacional: Martín Almagro Bosch. Es-
taciones de Metro: Suanzes. Sonetos a José Antonio, fundador de Falange:
Antonio Tovar, Pedro Laín Entralgo, Gonzalo Torrente Ballester,
Eugenio D´Ors, Gerardo Diego, Luis Felipe Vi-
vanco, Luis Rosales, Manuel Machado,
Eduardo Marquina, Ignacio Agustí, José
María Alfaro Polanco, Álvaro Cunqueiro,
Leopoldo Panero,... la lista de personajes,
hoy de las capas altas de la sociedad (inclu-
yendo el apellido Borbón), hace pensar en
cuánto nos falta por saber de lo que hay bajo el
suelo que pisamos.
Pilar Primo muestra un lado defensivo al
referirse a los asesinatos, a los fusilamientos, de
los que nunca sabe nada; el resultado es la ima-
gen de una mujer que proviene de la moral del des-
echo. Da la explicación más transparente de la lle-
gada de la monarquía, como grupo de poder que junto a otros financió el
golpe, después habla de la guerra y seguidamente del mantenimiento del
franquismo para sostenerse en el programa fascista como continuador del
régimen. Llama “chusma”, “gentuza” a los “no españoles”, a los republi-
canos. Y es que los “españoles” son obedientes de la jerarquía económica,
militar- fascista y religiosa.
Entre las labores de las que se encargó Pilar Primo estuvo la “reeduca-
ción” de la mujer: canastillas, bolillos, cocina... Y sobre su papel, realiza una
aclaración: la posición subalterna con respecto al hombre era, dice, “estra-
tégica”. Su visión de España estaba representada en la revista que promovía
y donde las y los “grandes de España” decían a los demás cómo vivir.
Habla Pilar Primo, Prometeo-Moya la hace hablar, de las cárceles de
mujeres, los robos-secuestros de los niños que quitaban a las “rojas” para
entregarlos a familias fascistas y de otras tantas cosas de interés. Aparece
rendida por momentos, la vemos confundida, y en ocasiones, se niega a
contestar y desvía la conversación. Las entrevistas, realizadas en 1990, tam-
bién nos descubren a un Prometeo Moya escéptico con el sistema, que ma-
nifiesta como el proceso histórico ha roto las ilusiones de las nuevas gene-
raciones y como la entrevistada se acoge a esta circunstancia para declarar
su visión fascista del mundo.
Se trata de un trabajo que pone a prueba al lector, que debe deducir,
comprender guiños, aprender a escuchar e interesarse por aspectos de nues-
tra Historia poco conocidos. Son notas de lo que fue la época fascista, pe-
ro son las que ligan las partes y explican sus contenidos y su dirección. En-
tre ellas, las hay grotescas, pero las hay que no tienen nada de humor y que
más vale no olvidar jamás.
Ramón Pedregal Casanova
Cultura Libros
●
Pinturas de guerra. Dibujantes antifascistas en la Guerra
Civil española
Miguel Sarró, “Mutis” ● Traficantes de Sueños ● Madrid ● 2005
Pinturas de guerra. Dibujantes antifascistas en la Guerra Civil espa-
ñola apareció las pasadas navidades publicado por Hermanos de la Cos-
ta, Clismón y Traficantes de Sueños. El libro ha encontrado ensegui-
da una acogida muy favorable tanto entre el público (va por la segun-
da edición) como entre la crítica. Tal acogida se debe, seguramente, no
sólo a la calidad del trabajo, sino a su originalidad: al no haberse rea-
lizado nunca una obra semejante y reflejar una parte poco estudiada de
nuestra Historia del Arte no puede sino hacerse notar como positiva y
necesaria.
Aunque hemos hablado de la Historia del Arte, no vamos a encon-
trar en este trabajo un libro como los que se suelen incluir en esta dis-
ciplina. El autor, Miguel Sarró, “Mutis”, no es historiador y estamos por
decir que ha demostrado que tampoco le hace falta, ya que sabe muy
bien de lo que habla al trabajar él mismo como ilustrador político. “Mu-
tis” es un dibujante que desde las páginas de periódicos como Diago-
nal, CNT, Rojo y Negro o Molotov ha ido construyendo, viñeta a viñe-
ta, el planeta protestón, hecho de
trazos sencillos y muy directos,
habitado por los mismos persona-
jes que nuestro propio planeta:
capitalistas, obreros, sin pape-
les... a los que hace hablar con
franqueza. Resultaría imposi-
ble reseñar Pinturas de Guerra
sin recordar que durante su
gestación, el autor se dedicó
a la misma labor que la que
presenta en la obra y que se hace eviden-
te a lo largo de sus páginas. Nos deja claro en sus dibu-
jos, con los que acompaña y complementa el texto y las obras de los di-
bujantes de la época, que ha reflexionado y admirado la tarea de estos
últimos. Admiración por la gente que pone su granito de arena para ha-
cer las publicaciones y la propaganda social y política mejores, más
atractivas y legibles; por aquellos que ponen a trabajar imaginación y
lápices para, con los medios de que disponen (a veces sólo multicopis-
tas), diseñar un tríptico, un cartel, una pegatina lo más llamativos posi-
ble para que quien los vea se una a la causa que proclaman.
Tras una introducción personal en la que habla del nacimiento del
proyecto y de algunos de los momentos más emocionantes del mismo,
como los encuentros con algunos de los pocos dibujantes que aún que-
dan vivos, “Mutis” parece desaparecer del libro, que se abre a un reco-
rrido bastante exhaustivo por nombres y publicaciones.
Con una calma difícil de mantener ante historias terribles, como la
del dibujante fusilado por una historieta, o entrañables, como la de los
artistas que se ayudaban en los ambientes hostiles de la guerra y la pos-
guerra, nos va informando de cómo se imprimía desde el frente, quién
dibujaba en cada lado, la vida de los artistas durante la guerra y qué fue
de ellos en la inmediata posguerra (el exilio, la cárcel, los campos de
refugiados). Y si la gran mayoría de los reseñados son prácticamente
desconocidos, el capítulo dedicado a las mujeres ilustradoras descubre
un mundo insospechado. “Mutis” no habla apenas de los dibujos: los
presenta sin emitir juicios sobre ellos. Recupera muchos trabajos de la
época y el lector ha de ver con cuáles se queda, cuáles son sus favori-
tos.
Esperemos que en el futuro tengamos ocasión de disfrutar todos es-
tos trabajos con los colores que se merecen; por ahora, nos tendremos
Paula Cabildo
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 61
Cultura Libros
●
Nuevas publicaciones
Flexibles y precarios. La opresión
del trabajo en el nuevo capitalismo
europeo
Joaquín Arriola y Vasapollo - El Viejo
Topo - Barcelona - 2006
La flexibilidad y la precariedad son las se-
ñas distintivas de la “nueva economía” que,
en aras de la competitividad, fomenta un
desarrollo destructivo y la pérdida de bien-
estar de los trabajadores. Sin embargo, es-
tos últimos pueden recuperar algunos de los
enormes beneficios que obtienen los capi-
talistas y que hasta ahora sólo se han que-
dado en sus manos. Las formas para con-
seguirlo son las que articulan y dan conte-
nido a esta obra.
Éstas no son las Torres Gemelas
María Acaso - La Catarata - Madrid -
2006
El presente libro nos muestra la impor-
tancia de la alfabetización visual a la vez
que nos invita a reflexionar y a mantener
un espíritu crítico frente a las imágenes
que nos llegan a diario. Tras analizar los
mensajes creados a través de ellas, la au-
tora ofrece las claves para diferenciar en-
tre lo que nos trasmiten y lo que nos quie-
ren trasmitir.
Discurso sobre el colonialismo
Aimé Césaire - Akal - Madrid - 2006
El colonialismo y el racismo representan
vectores consustanciales al capitalismo y,
por tanto, a la modernidad occidental. En
la obra se analiza como su proyecto de so-
ciedad está marcado por la construcción de
protocolos y teorías intelectuales que se ba-
san en la invención y la reproducción del
propio capitalismo.
América Latina y la Unión Europea.
Estrategias para una asociación
necesaria
62 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Cultura
Christian Freres y José Antonio
Sanahuja (coords.) - Icaria Antrazyt -
Barcelona - 2006
Una veintena de analistas de ambos lados
del Atlántico examinan las relaciones entre
la Unión Europea y América Latina, ob-
servando las limitaciones y obstáculos que
las dificultan pero también las estrategias
que pueden impulsarlas para la consecu-
ción de metas comunes tales como la de-
mocracia, la paz, la lucha contra la pobre-
za y la protección de los derechos huma-
nos. Se trata de estimular unos vínculos cu-
yo desarrollo se ha visto estancado después
del 11-S y los cambios que ha motivado en
la agenda internacional.
Trabajo sexual: reconocer
derechos
Magdalena López Precioso y Ruth
Mestre i Mestre - Ediciones La Burbuja
- 2006
Las autoras del libro examinan el tema de
la prostitución no como un hecho asilado,
sino integrado en una sociedad patriarcal,
androcéntrica y capitalista como la nuestra.
Partiendo de esta base, se preguntan sobre
las “compensaciones” que reciben las mu-
jeres dentro de las relaciones sexuales de-
nominadas “legitimas” y sobre la impor-
tancia de que se ganen el sustento sin el
control masculino.
Contadora y Esquipulas
(2ª edición)
Augusto Zamora - Sepha - Madrid -
2006
Tras el triunfo de la revolución sandinista,
EEUU intentó que procesos similares no
prosperaran en América Latina a la vez que
torpedeaba la propia experiencia revolu-
cionaria en Nicaragua. En el presente libro
se explican las negociaciones de Contado-
ra y Esquipulas desarrolladas con el fin de
frenar una posible invasión del país por par-
te de los norteamericanos.
Geopolítica, guerras y resistencia
Heriberto Cairo y Jaime Pastor -Trama
Editorial - Madrid - 2006
Un conjunto de estudios que permiten ob-
servar cómo los discursos contribuyen a
la construcción de conflictos y hacen in-
teligible la guerra para la sociedad. En
ellos, los autores profundizan en los me-
canismos discursivos de la dominación y
los contradiscursos que ofrecen las resis-
tencias al poder.
Cine y desarrollo.
Materiales didácticos
Lorena Chamizo, Rocío Rodríguez,
Lucía Calderón, Eva Guijarro y Jorge
Calderón - Editorial Popular - Madrid -
2006
Un trabajo de miembros de Sodepaz arti-
culado como material didáctico para el
profesorado y el alumnado de la ESO. A
través de él se pretende generar el debate
y la capacidad analítica y crítica sobre el
subdesarrollo de los países del sur, los
grupos dominantes del norte, la inmigra-
ción, la mujer y la pobreza, o la soberanía
alimentaria.
El soberano y el disidente. La
democracia tomada en serio
Paolo Flores d´Arcadis - Ediciones de
Intervención Cultural - España - 2006
La democracia está herida. La política, es
decir, el espacio público, se ha convertido
en algo privado, ocupado por una clase
política única dominada por intereses cor-
porativos. Partiendo de esta premisa, el
presente texto aborda cómo pasar de esta
democracia falsa a una formal y más cer-
cana a la libertad.

La frondosidad sonora del África Tropical
Los sonidos y ritmos
surgidos del corazón
selvático y su costa
atlántica, desde el
Golfo de Guinea
hasta los desiertos
del sur, sus danzas y
ritos, y el continuo
trasiego con las
poblaciones
hermanas de la otra
orilla americana han
dado lugar a estilos
Enrique García
modernos llenos de
vitalidad que han
resultado muy
influyentes en la músi-
ca actual.
E
l país más poblado del conti-
nente, Nigeria, está habitado
por tres troncos étnicos prin-
cipales. Por un lado, los hausa del
norte son musulmanes, emparenta-
dos con el pueblo shongai y en la
corte del emir utilizan la larga trom-
pa kakakai y un violín de una cuerda,
el goje. Los ibo, que viven al sureste,
también usan la música en su faceta
ceremonial, tienen flautas, liras y la
cítara obo, y fueron permeables al
high life venido de Ghana. Entre los
yoruba, que habitan en el sur y la
capital, cabe destacar los dumdúm,
una familia de tambores. Los cantos
que llevaron los misioneros han deri-
vado en el gospel local, las fanfarrias
de viento y los inmigrantes brasile-
ños aportaron nuevas fusiones, todo
estimulado porque Lagos posee un
gran mercado musical propio.
Con la suma de guitarras y per-
cusiones yoruba nace el juju, que
alcanza su plenitud en los 80 con
Ebenezer Obey y King Sunny Ade.
Es una música con un sedoso e insis-
tente ritmo que incita a moverse.
Posteriormente eclosionó el fuji, con
menos guitarras y cantos musulma-
nes, que enfervorizan a la bailadora
audiencia. Al margen de esto, desde
los 60, un activo personaje creaba su
música propia: el afrobeat. Se lla-
maba Fela Kuti, estudió saxo y tomó
contacto con el soul y el jazz en
América, además de con los
Panteras Negras. De vuelta en Lagos
formó una agrupación de sonido
abrumador -varios baterías, nutridos
coros, otros saxos arropando al suyo
y sus proclamas contra la corrup-
Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 63
Cultura Música
●
Enrique García
ción-. Encarcelado por ello,
fue un personaje clave en
su país hasta su muerte de
Sida en 1997. Sus
temas, de veinte minu-
tos a media hora, no
eran muy comerciales:
bajo un ritmo obsesivo
de percusiones y vien-
tos iba tejiendo un clí-
max sobre el que saltaba
su potente voz, el saxo y
los coros en ceremonias
interminables. Escuchando
a Fela Kuti se tiene la idea
de que siendo una música
tremendamente evolucio-
nada, se está sintiendo la
pura esencia de África. Tras años de
estar ignorado, este estilo ha vuelto
a emerger con Tony Allen, que fue
uno de los percusionistas Kuti, y
uno de sus hijos, Femi Kuti, que
sigue la estela de su padre.
Camerún, habitado por 200
etnias y colonizado por portugue-
ses, alemanes, ingleses y franceses,
tiene un folklore variopinto: flautas
mandara en las montañas, celebra-
ciones banún en la sabana y el ritmo
makossa, surgido a partir de cantos
de niños y retomado por Manu
Dibango, quien lo convirtió en soul
makossa. Siendo saxo y prolífico
creador, ha hecho rumba, salsa y
colaborado con otros músicos afri-
canos. Preceptor suyo es Francis
Bebey, compositor, musicólogo y
artista en muchas facetas.
El bikutsi es otro ritmo más fre-
Cultura Música
●
Bebey, compositor, musicólogo y
artista en muchas facetas.
El bikutsi es otro ritmo más fre-
nético acompañado de xilófonos
njang. Con él triunfaron Les Têtes
Brulées. Como diva del canto tradi-
cional persiste Ann Marie N’Zié y un
bajista y cantante excepcional es
Richard Bona.
En la República Centroafricana
destacan los “cantos para pensar”,
historias susurradas con algún ins-
trumento de cuerda. Mención aparte
merecen los pigmeos del interior de
la selva: los aka y efé en
Centroáfrica, bibayak en Gabón,
baka en Camerún, etc. Sus polifoní-
as constituyen una joya musical des-
conocida; niños que hacen jodel
(alternancia del canto agudo-bajo
como los tiroleses) a diferentes
voces simultaneas, acompañadas de
palmas y algún tambor que a su vez
forman polirrítmos entrelazados. En
fin, un maremagnum sonoro de gran
dificultad interpretativa y delicada
belleza. Para ellos no son cantos,
sino ceremonias específicas para
cazar y otros usos prácticos.
La zona de los Congos
El corazón tropical lo habitan pobla-
ciones bantú que en la República
Democrática del Congo componen
450 etnias. Esto supone una rica
reserva cultural: tambores de tron-
cos (orquestas “de madera”), arcos
de boca, dúos de likembes (nombre
de la danza en esta zona) y el ele-
mento coral muy desarrollado son
tesoros a descubrir. Pero su aporta-
ción más actual es la rumba congo-
leña o sukús, elaborada en
Kinshasha durante el siglo pasado.
El continuo tráfico con la costa
americana la hace permeable, desde
primeros de siglo, a los estilos de las
Antillas, chachachá, son, bolero,
beguine, cuyos ritmos reconocen
como propios. Los mezclan con los
autóctonos maringa o kwasa-kwasa
y lo trasvasan a su lengua, el linga-
la, que resulta más onomatopéyica
que el francés o el español. La
rumba se convierte en el baile
64 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Cultura
moderno de África. La explosión
viene con la independencia y la sus-
titución del piano por guitarras eléc-
tricas; así, establecida como cantos
que son respondidos por coros melo-
sos (estructura de son montuno), se
va dividiendo en dos partes: una
tranquila y otra -la que verdadera-
mente llamamos sukús- que se va
acelerando con fraseos continuos de
guitarra en un frenesí rítmico impa-
rable. ¡Hay que ver como se lo pasan
los africanos desde que tienen guita-
rras eléctricas! Destacaron dos
orquestas: la African Jazz, liderada
por Joseph Kabasele, y luego Tabú
Ley Rochereau, cuyo guitarrista, Dr.
Nico se cotizó como solista; la O.K.
Jazz, fundada por Franco Luambo,
el gran ídolo durante décadas hasta
su muerte en 1989. Era un gran
improvisador a la guitarra, llenando
de animación a las masas de danzan-
tes. En su banda militaron estrellas
como Sam Mangwana, que llevó la
rumba a Mozambique mezclándola
con estilos locales, y el genial guita-
rrista Mose “Fan Fan”. En los 70 y
80 nuevos artistas como Zaiko
Langa Langa, Pepe Kallé y Papa
Wemba hacen que se sienta el sukús
en Europa. Otros congoleños han
seguido una trayectoria personal
como Ray Lema, con fusiones de
todo tipo en Europa, y Lokua Kanza,
guitarrista que es ahora uno de los
cantautores de más éxito. Otras ten-
dencias más desmadradas que mez-
clan ritmos antiguos y electrónica se
reflejan en el grupo Konono Nº 1.
En la otra República del Congo
(Brazzaville) participaron asimismo
del sukús Les Bantous de la Capital,
con Papá Noel a la cabeza, mientras
que Wendo Kolosoy se mantiene
como uno de los pioneros de la
rumba tranquila. Hace unos años se
creó un grupo de percusiones que
añade una batería logrando un efec-
to apabullante: Les tambours de
Brazza. Varios artistas participan en
el colectivo de rap Biso na Biso.
En Gabón predominan los fang y
entre multitud de instrumentos de
arco, sonajas y percusiones destacan
los troncos ahuecados que se emple-
an para transmitir mensajes; además
son populares el acordeón y la guita-
rra. Frente a la rumba, Pierre
Akendengue se mantiene como estu-
dioso y divulgador de las tradiciones
del país. De la Guinea Ecuatorial y su
cultura nadie se había acordado hasta
1997 cuando Manuel Domínguez y
su editora Nube Negra grabó a intér-
pretes tanto en el país como inmigra-
dos aquí. La mayoría son bubis de la
isla, Bioko. Las Hijas del Sol, dúo
femenino de impactantes juegos
vocales, han trascendido internacio-
nalmente; otros son Malabo Street
Band, con fusiones más modernas, y
la cantante Muana Seipi. Barón Ya
Buk-Lu es el único fang procedente
de la zona continental.
Angola, que se independizó en
1975 y vivió 20 años de guerra,
sufre la disgregación de su pobla-
ción entre víctimas y exiliados. De
Luanda, la capital, son ritmos como
la semba, influenciada por la samba
brasileña, o la coladera, con ele-
mentos del fado y la salsa. Pioneros
desde los 60 fueron la Orquestra Os
jovens do Prenda, nutrida banda con
trompetas y marimbas. Waldemar
Bastos desarrolla su carrera entre
París y Brasil, con su poesía doloro-
sa y su voz melancólica; Bonga es
otro cantante algo más rítmico. Una
reunión de viejas y nuevas glorias ha
configurado la Banda Maravilha.
Sobrevive la capoeira, esa danza
acrobática que resulta ser más ango-
leña que brasileña, y el berimbau
que la acompaña, arco percutible
que no es amazónico, sino uno de
los más característicos del África
Central, que aquí se llama ungo.
Un olvidado país es Sao Tomé y
Príncipe, dos islas frente a Gabón
que los portugueses repoblaron con
deportados, aventureros y esclavos,
dando lugar a una población mestiza
cuyo estrato cultural más importante
es su teatro popular y la danzo-
congo, ambos anclados en relatos del
siglo XVI, que escenifican con ves-
tuarios pseudo-históricos exagerados
en sus colores y elementos.❑
 Cultura Cine
●
Regreso a La Mancha
A
ntes de comentar la pe- Una cinta de actrices
lícula Volver, de Pedro Su último trabajo es Volver, pe-
Almodóvar, quisiera in- lícula que nos habla de la mujer
formar sobre una resolución del y de la familia. Con su particu-
Tribunal de Defensa de la Com- lar estilo, Almodóvar siempre
petencia (TDC) que impone nos regala un cine divertido y en
una multa de 2,4 millones de esta ocasión, un cine más cerca-
euros a cada una de las distri- no por las muchas referencias
buidoras de cine norteamerica- manchegas que hay en la cinta.
nas que operan en nuestro país: En ella se nos cuenta el devenir
Walt Disney, Sony Pictures, de una familia en la que sólo hay
Hispano-Fox Film, United In- mujeres, todos los hombres han
ternacional Pictures y Warner muerto. Raimunda (Penélope
Sogefilms. La resolución dice Cruz), la protagonista, es una
que han infringido la ley “al ha- mujer emprendedora y valiente
ber concertado sus políticas co- que ha guardado en silencio du-
merciales hacia los exhibidores rante años un terrible secreto
de cine, repartiéndose, como que la llevó a enemistarse con su
consecuencia de dicha concer- madre, mientras que Paula (Yo-
tación, una parte sustancial del hana Cobo), su hija, su “espejo”
mercado de distribución cine- y soporte, será la que dé co-
matográfica”, es decir, el 75 por mienzo, con el asesinato de su
ciento del mercado. En los últi- padre, la tragicómica historia. La
mos días de junio, los cuatro eliminación del único hombre
grandes grupos de exhibición Volver que quedaba en la familia dará
de este país, Cinesa, Ábaco, paso a una narración coral fe-
Yelmo y Cinebox, se negaron a Dirección y Guión: Pedro Almodóvar ● menina en la que también parti-
proyectar una película de Dis- Fotografía: José Luis Alcaine ● cipa la hermana de Raimunda,
ney hasta que la distribuidora Música: Alberto Iglesias ● Actores: Penélope Sole (Lola Dueñas), que regen-
rebajase los porcentajes que co- Cruz, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Carmen Mau- ta una peluquería ilegal que sir-
bra a estos exhibidores (sobre el ra, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Leandro Ro- ve de escenario a momentos
55 por ciento de la recaudación, vira y Antonio de la Torre muy divertidos de la película.
cifra alejada del 45 por ciento Será Sole la que avisará a su her-
que cobran en el resto de la mana de que Agustina (Blanca
UE). En definitiva, se trata del juego sucio de estas empre- Portillo), una vecina en el pueblo, le ha comunicado la muer-
sas imperialistas norteamericanas que ahogan nuestro cine te de la tía Paula (Chus Lampreave). Por último, la madre de
y el de otras culturas. Raimunda, Irene (Carmen Maura), surgirá del pasado como
Es la primera vez que reseñamos en esta página una pe- un fantasma y dará la explicación sobre el suceso que, ocu-
lícula de Pedro Almodóvar. Y ya iba siendo hora porque se rrido años atrás, convulsionó a la familia.
lo merece por varias razones. Se trata del director de cine es- Pedro Almodóvar nos confirma en Volver que es un gran
pañol más internacional que hemos tenido después de Luis director de actrices, una cualidad que ya había mostrado en
Buñuel, aunque no todo su cine nos guste. Además posee una anteriores películas y que avala el premio recibido en Can-
carrera meteórica y ha recibido gran cantidad de premios, in- nes por las protagonistas. Pero además de bordar una histo-
cluso el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por To- ria redonda que nos retrotrae a la maravillosa ¿Qué he hecho
do sobre mi madre. Desde Pepi, Luci, Bom ..., que iniciaba yo para merecer esto?, Almodóvar nos regala en la cinta una
“la movida madrileña”, pasando por Laberinto de Pasiones, estética colorista sin par en el cine occidental y para cuya
Entre tinieblas, ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, La consecución ha sabido rodearse de buenos profesionales de
ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Áta- la fotografía y de la música.❑
me, ...etc., hasta llegar a La mala educación su filmografía
es extensa, singular y muy original. Juan Vicente Monteagudo

Información y debate ● PUEBLOS ● Septiembre ● 2006 ● 65

Cultura Cine
●
Superhombres... y supermujeres
El ocio es la norma
cultural de la sociedad
que habitamos. Adaptarse
a esto, sin embargo, no
tiene porqué menguar la
autonomía y exigencia
crítica hacia el fenómeno
de la cultura, ni mucho
menos aceptar los
eufemismos comerciales
como elementos de juicio
válidos. Entre otras cosas
porque algunos pueden
resultar incluso hirientes.
A
costumbramos a escuchar, sobre
todo en periodos del año como
las vacaciones, las diferentes ma-
neras de definir al cine como “familiar”,
“para adolescentes” o “para niños”. Y por
lo general, si realmente ese fuese el ob-
jetivo de los productores, el resultado pa-
recería estar más destinado a poner en
duda la capacidad intelectual del desti-
natario (familias, adolescentes y niños)
que a satisfacer las verdaderas inquietu-
des y demandas intelectuales medias de
cualquiera de ellos.
Los ejemplos son inagotables y se re-
piten todos los años. Parece que lo im-
portante fuese no perder de vista que, al
fin y al cabo, lo del trabajo no está tan
mal y que no se nos ha perdido nada ahí
fuera durante el resto del año. Este vera-
no, además, hemos tenido la ración típi-
ca de superhéroe y la no menos tradicio-
nal de remake en un solo producto: Su-
perman. Lo interesante en este sentido
no es sólo la lamentable falta de imagi-
nación en lo que se refiere a títulos y tra-
mas procedentes del “amigo americano”,
que alarma incluso a los más alienados,
sino en cómo se comercializan ciertos
productos. El Superman de ahora parece
haber enfurecido a ciertos estratos de los
republicanos más conservadores al ha-
berse “vendido” a valores más universa-
les que el american way y haber aban-
66 ● 2006 ● Septiembre ● PUEBLOS ● Información y debate
Cultura
donado las barras y estrellas. Entiendo
que por un lado, habría que dudar de la
universalidad del debate que acompaña
a la película, ya que los intereses de aque-
llos ultraconservadores americanos pa-
recen estar lejos de la cuestión cultural
que se le plantea a la mayoría de los eu-
ropeos, por muy conservadores que és-
tos sean. Pero además parece ser que el
reclamo histórico que hacen aquellos
resulta falaz teniendo en cuenta que el
Superman originario era un salvaguar-
da próximo al proletariado y las clases
más desprotegidas que “varió” su sentir
ideológico con motivo de la Segunda
Guerra Mundial. Más interesante que
todo esto hubiese sido haber centrado la
confusión desde una perspectiva de ma-
yor calado filosófico, como por ejem-
plo, preguntando al espectador qué
comparte el superhéroe al que nos refe-
rimos con los fundamentos de la filoso-
fía de Nietzsche y su consecuente pos-
tura ética. Desde este planteamiento, el
debate quizás acabase siendo esperpén-
tico y surrealista, pero sin lugar a dudas,
también más original y divertido. Hacer
del musculoso Superman, cargado de
virtudes físicas y morales, una especie de
Zaratustra en ropa interior ajustada saca-
da de una tienda del Barça profesando la
“voluntad de poder” por el mundo ase-
guraría probablemente tanta taquilla co-
mo la del remake que nos ha
bombardeado, pero con un
toque de ingenio que no hu-
biera pasado desapercibido y
que le habría asegurado a la
cinta un espacio en lo que a
aportación cultural se refie-
re.
Por suerte, también ha
Mª José Comendeiro
habido una alternativa nacio-
nal del cine veraniego. La
onda expansiva del “cine
caspa” parece ilimitada y
siempre hay directores y pro-
ductores con voluntad de ser
“el siguiente”. No hay escrú-
pulos a la hora de sacrificar todas las po-
sibilidades que da el medio cinemato-
gráfico y los gastos que conlleva. El re-
sultado, efectivamente, suele ser cómico,
pero no por lo que muchas veces sus cre-
adores entienden por comedia, sino por
la diferencia que hay entre su intención
cómica y el resultado. Claro que, pensa-
do con frialdad, de cómico tiene poco: re-
írse del machito de turno que para ser
más que nadie se acaba tropezando y
abriendo la cabeza puede resultar cómi-
co, pero la desgracia y el dolor están ahí.
Es difícil pensar con frialdad cuando el
calor aprieta, pero alguien debería ayu-
dar a levantarse a muchos de estos “ma-
chitos” que, para ser más que nadie, nos
arruinan las expectativas cinematográfi-
cas del verano.
En definitiva, que los superhom-
bres, los de verdad, así como las super-
mujeres, las de verdad, son los que tie-
nen que superar el insulto que la indus-
tria emplea contra ellos y ellas, sean
miembros de “familias”, sean “adoles-
centes” o sean “niños”, y combatir co-
mo mejor pueden las tormentas cultu-
rales que suelen acompañar al calor del
verano. Después de haberse ganado
unas merecidas vacaciones... ¿es esto lo
que realmente se han ganado?❑
Alejandro Pedregal