ENSAYO

TEMA: Relación entre el Primer y Tercer Mundo en cuanto al Mejoramiento de cultivos, basado en el
Documental “El Futuro de la Comida”.

INTRODUCCIÓN

En principio la biotecnología e ingeniería genética ofrecen muchas posibilidades positivas a los

agricultores, gracias a estas ramas de la ciencia es más fácil la creación de cultivos más resistentes a
enfermedades y plagas, y por ende la reducción en cuanto al uso de fertilizantes. Además, con estas
mejoras se da la posibilidad de aumentar la calidad nutritiva de las variedades mejoradas genéticamente,
estos productos se han vuelto de gran importancia para el consumo alimentario local del Tercer Mundo.
Las nuevas tecnologías en cuanto a mejoramiento de cultivos ofrecen grandes oportunidades,
especialmente para la agricultura de los países en desarrollo. Con la biotecnología se ofrece aumentar
los rendimientos por hectárea de los cultivos además de la posibilidad de generar cultivos en suelos
donde la agricultura antes fue imposible.

Se dice que es la tecnología ideal para combatir el hambre. Sin embargo, se cuestionan algunas de estas
ideas optimistas. La más reciente, la Revolución Verde que, ha hecho que amentaran en gran número
las cifras de producción de alimentos, pero pese a esto esta revolución ha ampliado la brecha entre ricos
y pobres además de la generación de monocultivos y el desgaste de suelos agrícolas antes ricos en
microorganismos por el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos.

DESARROLLO

Este documental muestra la revolución en cuanto a producción de alimentos a partir de la aparición de

la ingeniería genética y biotecnología.

Mejoramiento de cultivos en el Primer Mundo

El documental nos muestra como es la posición de las grandes compañías multinacionales como es
Monsanto en estos países de primer mundo, sobre todo en Estados Unidos desde hace más de dos
décadas, en donde este tipo de empresas monopoliza la producción y uso de semillas, las cuales han sido
mejoradas genéticamente. Mediante la opinión de agricultores locales, se pudo evidenciar el desacuerdo
que muestran al ser víctimas de las políticas de Monsanto en cuanto al uso de sus semillas sin un permiso
o patente, se muestra el impacto en sus vidas y en su economía al tener que destruir sus reservas de
semillas o pagar la licencia por el uso de “su” tecnología si es que sus cultivos son contaminados con
estas cepas transgénicas. Este sistema de patentes no protege el conocimiento, sino que lo privatiza.

Estas empresas han desarrollado la “tecnología terminator”, que hace que las cosechas sean estériles, en
donde no se puede guardar parte de la cosecha para plantar la siguiente y es necesario volver a comprar
semillas todos los años, o que los cultivos se hagan dependientes de los fertilizantes de la empresa que
vende las semillas para poder germinar.
Además, se hace una investigación de los productos alimenticios que se encuentran en las tiendas y
supermercados estadounidenses desde hace ya varios años. Estos productos han sido alterados
genéticamente y patentados, pero en estos no se ha etiquetado su contenido transgénico, lo cual ha
atentado con el derecho de las personas a conocer de lo que se alimentan.

Mejoramiento de cultivos en el Tercer Mundo

En cuanto a la visión que tiene el Tercer Mundo sobre los transgénicos no es tan positiva, por lo cual,
en países como en México han preferido no aceptar la producción de alimentos transgénicos, por su
derecho a su soberanía alimentaria. En estos países se ha producido gran cantidad de cultivos de forma
natural, como lo es el maíz y la papa, las cuales presentan algunas variedades conocidas y que no han
necesitado la intervención de la ingeniería genética.

El problema del tercer mundo en cuanto al tratamiento de sus cultivos es que se ha vuelto dependientes
de los productos químicos para aumentar su producción, siendo estos en algunos casos tóxicos para los
seres humanos que tengan contacto con estos. Esta Revolución Verde que afecto sobre todo a países en
vías de desarrollo ha guiado a estos países al desgaste de suelos por el incremento de monocultivos; a la
pérdida de biota en el suelo por el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas de origen químico,
haciendo a los agricultores cada vez más dependiente de estos.

CONCLUSIONES

Por un lado el mejoramiento de cultivos ha traído grandes oportunidades a las personas de

independizarse del uso excesivo de productos químicos para lograr mantener sus cultivos sin daños,
además de la ventaja e aportar con propiedades alimenticias más reforzadas, sin embargo muchas
compañías multinacionales se han aprovechado de estas tecnologías para monopolizar la distribución de
semillas o cepas certificadas mediante patentes que han limitado a los agricultores locales al uso de sus
productos.

El resultado de los monocultivos que ha llevado a la pérdida de biodiversidad, es acción de las grandes
corporaciones que su único objetivo es lograr abarcar la mayor cantidad de áreas agrícolas para
implementar el uso de agentes químicos tóxicos que vuelven dependientes a los agricultores de alguna
u otra manera.

El uso indiscriminado de productos químicos tóxicos ha orillado a el aparecimiento de enfermedades,

tanto crónicas como graves en las personas que están expuestos a estos, ya que por un lado no se les ha
informado correctamente el uso y exposición a estos agentes químicos causándoles daños a corto o largo
plazo, por otro lado, la dispersión de estos productos tóxicos en el ambiente han sido la razón de daños
en el desarrollo de niños y personas que han sido expuestos indirectamente a estos.

Las transnacionales han monopolizado la alimentación para todas las personas alrededor del mundo,
haciendo que muchos agricultores junto con sus familias salgan de sus tierras por problemas de dinero
y falta de recursos.