EN LA HISTORIA
Reforma social y CONTEMPORANEA
democracia de partidos
1880/1930
Director y coordinador:
Gerardo Caetano
l Fundaci6n
Planeta MAPFRECapiruLo 1
La vida politica
GerARDO CAETANO
Introducci6n
En las paginas que siguen se analizara el proceso politico uru-
guayo durante el perfodo 1880-1930. Se trata del medio siglo en el
que se desplego el nticleo fundamental de la primera modernizacion
capitalista en el pafs, proceso que dejé fuertes consecuencias en di-
versas areas de la vida nacional. En primer lugar se brinda un relato
breve de la secuencia histérica principal de esas cinco décadas. A
continuaci6n se enfatiza el andlisis en algunos de los “asuntos” con-
siderados claves del perfodo. Finalmente, se focaliza el estudio en el
balance de la contienda entre las dos grandes “familias ideoldgicas”
de aquel Uruguay del “largo novecientos”, el “republicanismo soli-
darista” y el “liberalismo conservador” o “individualista”. Esta hoja
de ruta para el andlisis de este perfodo apunta a interpelar lo que
podria considerarse como la “matriz” mds cldsica y perdurable de la
democracia uruguaya.
1, La secuencia historica
La década “militarista” y su derrota
Luego de la renuncia del presidente Pedro Varela el 10 de marzo
de 1876, una comisién conformada por algunas de las figuras mas
connotadas de las elites empresariales fue literalmente a buscar al
coronel Lorenzo Latorre a su casa. Sabiéndose duefio de la situa-
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cin, el lider del incipiente ejército uruguayo no vacilé en “asumir el
mando” como “gobernador provisorio”. Solo tres afios después, el 1°
de marzo de 1879, fue designado oficialmente presidente de la Repu-
blica por una asamblea de dudosa representatividad. Si bien Latorre
instituy6 una “dictadura ejercida sin limites” en la que, como han
sefialado Pivel Devoto y Ranieri, “no se mantuvieron ni garantfas
ni formas constitucionales aun para los bienes fundamentales del
hombre, (como) la vida y la libertad”, fue este también un periodo
de refundacion del Estado uruguayo, de progresos técnicos, de afir-
maci6n de la propiedad privada, de honestidad y austeridad en la
administracién y de recuperacién econémica. Gobernarfa hasta el
13 de marzo de 1880. En su carta de renuncia ante la Asamblea Ge-
neral, Latorre confes6 desalentado: “Al retirarme a la vida privada
Ilevo el desaliento hasta el punto de creer que nuestro pais es un pais
ingobernable”. Al dejar el gobierno, Latorre compré una estancia
en la provincia de Buenos Aires y se fue a vivir a Argentina, donde
moriria a los 72 afios. Sus restos debieron esperar medio siglo hasta
que la dictadura civil militar los repatriara en 1975, en un intento de
reivindicaci6n de su figura.
El mismo 13 de marzo de 1880, Maximo Santos con su cons-
picuo 5° de Cazadores se puso a las 6rdenes del vacilante Francisco
Antonino Vidal, consolidando por fin la situacién del gobierno suce-
sor del coronel Latorre. El nuevo ministro de Guerra tenia a la saz6n
33 afios y, segtin Pivel Devoto, “era inteligente, posefa un sentido
politico dominado por la ambici6n y ansiaba la gloria y el poder fas-
tuoso”, Al avecinarse las trascendentes elecciones para la Camara de
Representantes de noviembre de 1881, el ambiente politico se cargo
paulatinamente de violencia, y no solo en el campo de la ret6rica:
hubo atentados, asesinatos, restricciones severas a las libertades pu-
blicas, en especial a la prensa opositora. Se coincide en atribuir la
responsabilidad por estos sucesos a seguidores de Vidal y Santos. En
este clima, empeorado por graves irregularidades en la formacién del
Registro Civico, tanto el Partido Nacional como el Partido Colorado
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