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Ap (s) Final FDH

Unidad 3
VEZZETTI

1. ¿Qué cuestiones implica la memoria social?.


2. ¿Cuáles son los elementos fundamentales de la “memoria de la dictadura” y de la
“memoria de la democracia”.

Respuestas:

1) La Memoria Social (MS) es una idea o concepto recurrente de la conciencia social y política. Es
propia del ciclo abierto por la restauración democrática, donde se recupera el trauma del Terrorismo
de Estado y se evoca a los desaparecidos. En tal sentido, tiene una impronta (si puede decirse)
“refundadora”, ya que la evocación del pasado traumático tiene fundamentos de conocimiento
(saber/intervenir en la apropiación pública del pasado) y de “recuperación”, desde un abismo, de
degradación del Estado y desintegración de la sociedad; como una forma de enfrentar a las fuerzas
que, desde el propio aparato estatal, buscan clausurar/sepultar ese pasado.
La MS “tiende a presuponer una recuperación del pasado que involucra a los
protagonistas, de modo que (…) se establece una cierta equivalencia entre los actores de los
acontecimientos y los sujetos de la memoria”. Por ello, plantea que “una historia de las
representaciones /imágenes/mitos que mantienen vivo el tiempo pretérito, se hace a la vez posible y
necesaria”.
Al estar vinculada con lo imaginario, hechos traumáticos, la MS depende de un escenario
atravesado por el antagonismo y la amenaza de fragmentación/disolución, armando desde allí
relatos y fijando formas.
No es un simple registro de hechos pasados revelados como “verdad vivida”, un registro
sistemático de hechos,; sino, más bien, la MS tiene una dimensión compleja, atravesada por los
antagonismos y las creencias.

2) La Dictadura/régimen/Terrorismo de Estado se analiza desde la excepcionalidad, de la lucha


guerrillera y también por las formas de represión. También, la vuelta de la democracia es vista como
excepcional e incomparable a cualquier período anterior. En ambos casos, hubo intención de romper
con el pasado.
Memoria de la Dictadura: En un marco de desorden generalizado, los dictadores evocan a Roca y
la Campaña del Desierto para darle a su tarea de exterminio el sentido de “refundación de la
Nación”, para devolverle la integridad amenazada por las fuerzas de “una renovada forma de
salvajismo”: crisis interna económica y social, ERP, Montoneros, zurdos, etc).
Existe “el automatismo de una historia repetitiva en la que, frente al vacío e incertidumbre,
los fantasmas del pasado venían a acogerse en las representaciones de ese presente” (VEZZETTI,
p. 374).
Hay una autoexaltación de un estamento que se consideraba ungido, preservado más allá de
la historia, pensándose en una sociedad preparada para asimilar la idea de “reconstrucción” a partir
del ejercicio de formas autoritarias de gobierno; en las cuales, obviamente, muchos derechos
(libertad de elección, de pensamiento, política, etc) quedan suprimidos en poro de lograr esa
mentada “restauración”.
Impera en el imaginario la idea de concebir a las FFAA como un actor separado o extraño a
la sociedad. En tal sentido, la Dictadura tuvo rasgos propios que fueron novedosos en la vida
política argentina. Lo importante es el hecho de que ante esa fragmentación /convulsión que
afectaba al país, se reforzaba la creencia (es más, algunos la deseaban) de la intangibilidad sagrada
del sector castrense como principio de orden ajeno a la sociedad.
En momentos de producirse el golpe el 24Mar1976 la imagen que imperaba no era la de la
Dictadura, sino más bien la situación que ésta “vendría a remediar”: caos generalizado tras la
muerte de Perón (lucha facciosa en el peronismo, violencia ilegal, etc) cerraban en la sociedad las
esperanzas abiertas en 1973. Entonces, las esperanzas de “restauración del orden” se reorientaban al
sector militar, al que buena parte de la sociedad le confería la responsabilidad de recuperar sus
valores preferidos: autoridad, familia, disciplina, etc.
Memoria de la Democracia: Tiene como condición la cancelación (al menos simbólica) del tiempo
o régimen anterior. En tal sentido, se constituye en una contramemoria de la Dictadura, donde la
recuperación del pasado se establece como base de un nuevo origen: el Juicio a las Juntas surge
como ejemplo de ello (fijación/ reconocimiento del pasado) y de la estricta administración de
Justicia.
Una primer condición de rememoración integrada a la demanda de justicia era que ese
trabajo sobre el pasado adoptara la posición de las víctimas y no la de los victimarios: fue mérito de
las Madres y Organismos de DDHH poner en conocimiento público hechos aberrantes que
sucedieron en medio de la vida de todos.
La llegada/recuperación del Estado de Derecho y el consenso alcanzado respecto a la vuelta
de la democracia en 1983 encontró en la memoria de la Dictadura (muy a pesar de los militares) un
elemento fundamental como escena fundadora de la democracia argentina, repudiando la ilegalidad
y el Terrorismo de Estado.
En esta memoria hay un rechazo y proyección del mal (recordando/juzgando los crímenes
militares y la Guerra de Malvinas). La “democracia recuperada”devuelve a la sociedad una imagen
tranquilizadora, donde la vida se desarrolla bajo la Ley, el Derecho y las garantías que de ello
emanan.
La ruptura con el pasado de la Dictadura tiene fortalezas y debilidades: la condena justa del
pasado sirve como legitimación del presente. En tal sentido, puede afirmarse que ese trabajo de
reconstrucción es positivo. Pero encuentra su límite a partir del momento en el que es casi
imposible fundar una tradición común que considere aunque sea reformada, alguna escena anterior.

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