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Fortalecimiento de las

competencias directivas
Unidad 1

Estrategia Nacional de Formación Continua de Profesores de Educación Media Superior 2018


De acuerdo con Barrios (2005)1, el trabajo colaborativo en instituciones
educativas tiene varias ventajas específicas:

• La acción grupal suele ser más • Promueve, entre las y los


segura y efectiva que la gestión docentes, planteamientos
individual o la simple adición de comunes, así como criterios
acciones individuales. y principios de actuación
coherentes.
• Mediante la colaboración, se • Cuando las y los docentes
fortalece el apoyo pedagógico a comparten sus conocimientos
las y los estudiantes. sobre el trabajo dentro del aula,
• La colaboración mediante el sirve no sólo para un trabajo
trabajo en equipo, permite educativo en una sola
analizar problemas que son asignatura, sino para realizar
planes interdisciplinarios más
comunes, con mayores
allá de la rutina, ofreciendo
y mejores criterios. mejores herramientas
y ambientes para la construcción
de conocimiento, aspecto que
acercaría las prácticas a un
aprendizaje significativo.

1. (2005), Barrios, N. (2005). El aula como escenario para trabajar en equipo. Consultado en http://www.gestiopolis.com/aula-como-
escenario-para-trabajar-en-equipo/
Trabajo no colaborativo

La falta de trabajo colaborativo propicia la


pérdida de oportunidades de crecimiento
individual y colectivo, así como el desgaste
de valiosos recursos como lo son el tiempo y
la disposición de las y los docentes.

Cuando el trabajo en equipo auténtico se desarrolla de manera


deficiente y poco sistematizada en los planteles, el esfuerzo colectivo
pierde su potencial y, según Oviedo (2009), implica desarrollar trabajos
parcelados y actividades inadecuadas que afectan la comprensión y la
realimentación en las actividades planificadas.

Además, se desincentiva el
compromiso, afecta negativamente el
sentido de pertenencia, provoca una
escasa fluidez en las opiniones y
sugerencias compartidas para lograr
la excelencia. En sentido más amplio,
provoca un deterioro en la calidad
educativa.

Oviedo, E. (2009). Trabajo en equipo de los directivos y docentes para fortalecer la toma de decisiones.
Trabajo de Grado no publicado. Venezuela: UNERMB.
La dinámica de grupos no es estática ni tiene tiempos definidos, aunque
generalmente transita por cuatro etapas.

Formación

Rendimientos Polarización

Normalización

Las Academias no son la excepción de este proceso. En este


sentido, la labor de las y los directores es reconocer el momento en
el que se encuentran las Academias, aprovechar los tiempos y
características de la etapa correspondiente, trabajar en los desafíos
y planear el tránsito hacia la siguiente etapa.

SEMS (2015). Desarrollo de Mecanismos para el Trabajo Colaborativo. México: sep-sems. Consultado
en: http://www.sems.gob.mx/work/models/sems/Resource/12183/1/images/desarrollo_mecanismos_tc.pdf
1. Etapa de Formación:

El primer momento es de conocimiento y


reconocimiento del equipo. Aquí se definen los
marcos que regularán la conducta y las relaciones
de las y los participantes, y la manera en la que
será organizado el trabajo. Esta etapa inicial sirve
para generar confianza, buen clima laboral y
comunicar, de manera clara, la intención de la
organización para conformarse como una red de
aprendizaje y colaboración.
A lo largo de la vida de las Academias, suele haber variaciones en la
composición del equipo o bien, cambios en el entorno que modifican su
estructura. Momentos así, incluso el comienzo de un nuevo ciclo escolar,
nos pueden colocar en una etapa de formación o reconformación del trabajo
colaborativo.
Comúnmente, este ciclo El cambio de personal o de
se repite varias veces a sus responsabilidades, la
lo largo de la vida de los modificación de la
equipos de normatividad vigente y los
colaboración. La cambios en la composición
duración de todo el ciclo o la estructura de la
o de cada etapa no tiene comunidad escolar pueden
tiempos definidos, dar como resultado que
incluso todo podría nuevos ciclos empiecen, o
presentarse en una que haya presión hacia el
misma reunión o a lo tránsito (o la vuelta) a una
largo de todo el ciclo etapa.
escolar.
2. Etapa de Polarización:

A lo largo del trabajo en colaboración, suele haber


tensiones o enfrentamientos entre las y los miembros
del equipo. Estas situaciones son normales y es común
que haya personas que piensen distinto o hayan tenido
experiencias diferentes. No obstante, estos momentos
de polarización pueden ser enormes oportunidades para
abrir la conversación a nuevas ideas y explorar
críticamente las que están sobre la mesa.

El gran reto es convertir los momentos de tensión en espacios de diálogo


franco y respetuoso, donde la diversidad sea un elemento de fortaleza. Las y
los directores desempeñan un papel fundamental en esta etapa pues aquí se
sientan las bases para la actuación futura del equipo.

3. Etapa de Normalización:
Después de los momentos de tensión, llega
una etapa de calma donde los conflictos,
deseablemente, son superados, se establecen
normas (explícitas o implícitas) de
comportamiento y se encuentran métodos de
trabajo colaborativo. Es justo en ese momento
donde se establecen, de manera más clara,
los compromisos del equipo y se abren las
oportunidades de planeación de las tareas y
de involucramiento de las y los participantes.
Idealmente, en esta etapa se implementan los
mecanismos para facilitar y fortalecer el trabajo
colegiado.
4. Etapa de Rendimientos:

Una vez alcanzado un nivel de normalización más


o menos estable, donde ya se encontraron
formas, mecanismos y se instauraron reglas
desde y dentro del equipo, es momento de
trabajar efectivamente en el cumplimiento de las
metas. Aquí empiezan a verse materializados los
esfuerzos.

Es una etapa importante para la cohesión del equipo. Todas y


todos participan de los logros alcanzados y se les motiva para
continuar trabajando en colaboración. Asimismo, vale la pena
hacer una reflexión sobre el trabajo desempeñado y los
resultados obtenidos: La retroalimentación abre nuevas
posibilidades y maneras de colaborar.
Para que las agrupaciones de trabajo se conviertan en verdaderos
equipos de colaboración, deben considerar ocho elementos
indispensables:

Propósito

Objetividad Habilidades
individuales

Trabajo en Reglas y
Respeto
equipo normas

Estímulos
Comunicación positivos

Buena
actitud
1. El propósito del equipo: El trabajo del colectivo únicamente
obtiene buenos resultados si sus esfuerzos están
encaminados a una meta común y todas las y los participantes
la tienen clara. En las Academias, muchas veces, tendemos a
Propósito pensar que todos conocen el objetivo o saben hacia dónde
dirigir sus esfuerzos; no obstante, no debemos dar esto por
sentado. Es necesario hacer un esfuerzo para hablar en voz
alta de los objetivos generales y específicos de la Academia y
que todas las y los docentes estén conscientes de ellos.

2. Habilidades de las y los colaboradores: Todas las


personas somos diferentes, nacimos con distintas
características, crecimos en diversos contextos y
aprendimos mediante experiencias diferentes. En un Habilidades
equipo de colaboración deben reconocerse las diferencias individuales
en conocimientos y habilidades, y se debe aprovechar la
diversidad para construir espacios de aprendizaje colectivo.
Lo mismo debería suceder en las Academias: Por un lado,
el reconocimiento de la diversidad y las ventajas que ella
ofrece y, por el otro, el aprovechamiento de las distintas
experiencias para el logro del fin común.
3. Reglas y normas: Para que el trabajo sea eficiente,
Reglas y el establecimiento de un marco específico de acciones
normas y comportamiento es fundamental. Este marco estructurará
las relaciones de los integrantes del equipo y establecerá
ciertas acciones esperadas.

4. Estímulos: El reforzamiento positivo y el reconocimiento


de las acciones deseables fungen como motivadores de Estímulos
las y los docentes y mantienen su disposición a seguir positivos
colaborando.

5. Actitud de quien ejerce el liderazgo: La disposición es algo


que se contagia. Muchas veces la actitud de los equipos
Buena
refleja las propias actitudes de las y los líderes; por ello, las y
actitud
los directores deben ser los primeros en mostrar apertura al
trabajo en equipo y disposición para la colaboración, y deben
transmitir esto a los líderes de las Academias que guiarán el
trabajo colaborativo de las y los docentes.
6. Comunicación eficiente: La comunicación en cualquier
relación es importante, pero para el logro de metas comunes
en un equipo de colaboración es fundamental. No basta con
Comunicación dejar por escrito o decir en voz alta las actividades o acuerdos,
es necesario que la comunicación sea efectiva. Es decir, que
las y los miembros del equipo puedan expresar sus puntos de
vista y escuchen de manera activa a los demás. Asimismo,
como líderes de equipos debemos asegurarnos que los
mensajes son claramente entendidos por todos.

7. Respeto: No es posible establecer relaciones sólidas y


duraderas si éstas no están basadas en el respeto, lo que es
indispensable para el establecimiento de espacios de
aprendizaje y colaboración; pues se deben construir Respeto
ambientes donde las y los integrantes del equipo se sientan
con la libertad de participar sin ser juzgados o agredidos,
donde la diferencia sea entendida como diversidad y ésta
enriquezca el trabajo colaborativo.

8. Objetividad: Es normal que haya ciertas personas que logren


un vínculo más fuerte o cercano que otras; sin embargo, al
Objetividad trabajar como equipo se debe fomentar la objetividad, es decir,
la cercanía de las relaciones personales no deben afectar las
decisiones que tienen que ver con la labor del equipo.

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