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Pagos, financiamiento y crédito

3.56 Conceptualmente, el momento en el que se incurre en un gasto es el momento en el que el comprador


contrae una obligación de pago: es decir, el momento del traspaso de la propiedad del bien o de la prestación
del servicio. El momento del pago es el momento en el que se salda el pasivo. Estos dos momentos coinciden
cuando el pago es inmediato y en efectivo, o sea, en billetes o monedas, pero la utilización de cheques, tarjetas
de crédito y otras facilidades de crédito hace que cada vez con mayor frecuencia el pago tenga lugar después
del gasto. Una complicación adicional es que el pago puede hacerse por etapas, con un depósito pagado por
anticipado. Dados el desfase temporal y la complejidad de los instrumentos financieros y los mecanismos
institucionales, puede ser difícil determinar con exactitud cuándo ocurre el pago. Ese momento puede incluso
no coincidir desde el punto de vista del comprador y del vendedor.

3.57 Para que haya coherencia con los datos de gastos que se utilizan como ponderaciones en los IPC, los
precios deben registrarse en el momento en que efectivamente se produce el gasto.

Compra a plazos
3.65 En el caso de los bienes duraderos comprados a plazos, es necesario distinguir la propiedad de
facto, o económica, del bien, de su propiedad jurídica. El momento de la adquisición es el momento en que se
firma el contrato de compra a plazos y el comprador toma posesión del bien duradero. A partir de entonces, es
el comprador quien lo utiliza y se beneficia con esta utilización. El hogar comprador se convierte en el
propietario de facto en el momento de la adquisición, aunque es posible que no obtenga la propiedad jurídica
hasta que el préstamo se haya pagado en su totalidad.

3.66 Por convención se considera, entonces, que el hogar compra el bien en el momento en que toma posesión
de él y que paga el precio total en efectivo en ese preciso instante. Al mismo tiempo, el comprador toma prestada
del vendedor o de alguna institución financiera que este determine una suma suficiente para cubrir el
precio de compra y los posteriores pagos de intereses. La diferencia entre el precio en efectivo y la suma de
todos los pagos que deben efectuarse es igual al interés total a pagar. A los fines del IPC, el precio pertinente
es el precio en efectivo que se paga en el momento de la compra, independientemente de que medie o no alguna
forma de financiamiento. El modo de abordar la compra a plazos es el mismo que en el caso del “arrendamiento
financiero”, mediante el cual una institución financiera compra activos fijos (por ejemplo, aviones) para fines
productivos y los arrienda al productor por toda o casi toda la vida útil del activo. Este constituye esencialmente
un método de financiar la adquisición de un activo mediante un préstamo y debe distinguirse del arrendamiento
de explotación, como el alquiler de automóviles por breves períodos. El tratamiento de la compra a plazos y del
arrendamiento financiero que acaba de exponerse es el que se utiliza tanto en la contabilidad de la economía
como en la de las empresas.

Clasificación del Consumo Individual


por Finalidades (CCIF)
3.162 Estructura de la CCIF. La clasificación internacional estándar de los gastos de consumo individual es la
Clasificación del Consumo Individual por Finalidades (CCIF). La CCIF es una clasificación funcional
que también se utiliza en el SCN 1993 y cubre los gastos de consumo individual realizados por tres sectores
institucionales: los hogares, las instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (ISFLSH) y el
gobierno general. Los gastos de consumo individual son aquellos que benefician a individuos u hogares.

3.163 La CCIF tiene 14 divisiones:


– Divisiones 01 a 12 que abarcan el gasto en consumo
final de los hogares.
– División 13 que abarca el gasto en consumo final
de las ISFLSH.
– División 14 que abarca el gasto en consumo individual
del gobierno general.
En la clasificación hay tres niveles de detalle:
– División o nivel de dos dígitos, por ejemplo 01.
Alimentos y bebidas no alcohólicas.
– Grupo o nivel de tres dígitos, por ejemplo 01.1
Alimentos.
– Clase o nivel de cuatro dígitos, por ejemplo 01.1.1
Pan y cereales.

3.164 Las 12 divisiones que abarcan los hogares consisten en 47 grupos y 117 clases, y se enumeran
en el anexo 2. Por debajo del nivel clase, los compiladores del IPC deben profundizar el grado de detalle
subdividiendo aún más las clases según las necesidades de cada país. Desde luego, si se mantiene la
estructura del nivel superior de la CCIF, existen claras ventajas en términos de comparaciones internacionales
y comparación de distintos usos de la CCIF (IPC, estadísticas de gastos de los hogares, agregados de las cuentas
nacionales).

3.165 Existen algunas clases en la CCIF que pueden incluirse o no en la mayoría de los IPC o para las cuales
los datos de gastos no se pueden recopilar directamente de los hogares. Por ejemplo, la CCIF tiene una clase
para los alquileres imputados a propietarios que ocupan sus propias viviendas, los cuales podrían quedar
excluidos de algunos IPC. La CCIF también tiene una clase para servicios de intermediación financiera medidos
indirectamente, que podrían estar excluidos de ciertos IPC debido a dificultades prácticas de medición. En
cualquier caso, los gastos en estos servicios no se pueden recopilar a partir de encuestas de presupuesto de los
hogares. Análogamente, la CCIF tiene un grupo para gastos en cargos por servicio de seguros que podrían
quedar comprendidos en los IPC pero que no se contemplan en las encuestas de hogares.

3.166 Tipo de producto. Las clases de la CCIF están divididas en: servicios (S), no duraderos (ND),
semiduraderos (SD) y duraderos (D). Esta clasificación suplementaria deja abierta la posibilidad a otras
aplicaciones analíticas. Por ejemplo, es posible que se requiera una estimación de las existencias de bienes de
consumo duraderos de los hogares, en cuyo caso los bienes de las clases de la CCIF clasificados como
“duraderos” brindan los elementos básicos para tales estimaciones.

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