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UNMDP HUMANIDADES Introducción a la Filosofía

Práctico N°1
Platón: La apología de Sócrates
1. Diferenciar las “antiguas acusaciones” de “las acusaciones recientes” de los
nuevos acusadores que recaen sobre Sócrates. ¿Cuáles son por el consideradas
como más peligrosas? ¿Por qué? ¿Qué pruebas y argumentos presenta para su
defensa?
2. Identifica en el discurso de defensa los rasgos que caracterizan al personaje
Sócrates. ¿Cómo se diferencia del “sofista”? ¿En que reside su sabiduría?
3. ¿En qué consiste la misión encomendada a Sócrates por el dios Apolo? ¿Cómo
realiza la actividad asignada? ¿Qué función desempeña su daimon?
4. Analiza la propuesta de Sócrates al conocer el resultado de la votación que lo
condena a muerte. ¿Consideras que ese resultado fue positivo en algún sentido?
1) ANTIGUAS ACUSACIONES
Sócrates consideraba a estas como las más temibles ya que "ellas han sido las que
han predispuesto a la mayor parte de vosotros contra mi desde vuestra infancia,
haciéndoos creer falsamente que existía un Sócrates, especie de gran brujo, perito en los
fenómenos celestes, rebuscador de cuanto en la tierra acontece y capaz de hacer
prevalecer toda mala causa tornándola buena. (…) Pues es indudable que quienes les han
dado crédito están persuadidos de que las gentes entregadas a tales manejos no creen en
los dioses."

Según estos acusadores Sócrates comete delito al investigar los fenómenos


celestes y subterráneos, debido a que convierte el argumento más débil en el más
fuerte, instruyendo esto a otros, y sin creer en los dioses.
Sócrates para negar esta acusación critica a los acusadores de "acusar a un
ausente que nadie defendía”. Él decía que era tener “ que luchar como si dijéramos
contra sombras, y responder a todo sin poder hacer una sola pregunta".

Estos acusadores lo consideraban como una persona que se dedicaba a engañar


a la gente por su facilidad de palabra. Decían que Sócrates tenía un lenguaje
bastante elocuente. Y Sócrates para su defensa deja en claro que no posee un
lenguaje tan elocuente como para conseguir engañar a la gente que instruía
gratuitamente, sino que tiene dificultad para expresarse lingüísticamente.
"Yo por el contrario, nada diré que no sea verdad. Claro que. ¡oh, atenienses!, no será, por
Zeus, en un lenguaje exquisito como el suyo; en un lenguaje embellecido de locuciones y
términos escogidos y hábilmente aplicados. No, yo hablaré bien o mal tal cual las
expresiones me vengan a la boca…".

También estos acusadores eran los que divulgaban que Sócrates era sofista. En
su defensa, Sócrates, dijo que él era realmente un antisofista, alguien que
enseñaba, pero con un fin educativo, sin pedir dinero a cambio. Además explica
que no ha sido maestro de nadie, y que no ha ejercido magistratura alguna en la
ciudad, pero que fue miembro del Consejo.
ACUSACIONES RECIENTES
Según estas "Sócrates es culpable de corromper a los jóvenes, de no creer en los dioses
en los cuales cree la ciudad y de sustituirlos por divinidades nuevas".

Estos nuevos acusadores lo acusaban de no creer en los dioses. Y Sócrates


demuestra la falsedad de esta acusación usando el método dialéctico para hacer
caer en contradicciones manifiestas a uno de sus acusadores (Meleto), dejando en
claro que él cree en las divinidades. "-¡Que atrevimiento Meleto! Eres capaz y tal
llegarás de no creerte ni a ti mismo. (…) Estoy persuadiéndome de lo que ha querido ha
sido componer un enigma para probarme –Vamos a ver (se habría dicho) si ese sabio que
dicen es Sócrates burlo y de que me contradigo o si hago caer delante de todos- Pues está
que se contradice en su demanda de punta que, en suma lo que viene a decir es esto –
Sócrates es culpable de no creer en los dioses, aunque, sin embargo, cree en ellos- Y
decidme ¿No es esto una pura broma?".

Estos también acusaban a Sócrates de corromper a los jóvenes, por la cual


Sócrates afirmaba que eso era totalmente falso. La prueba es que ninguno de los
que se consideran sus discípulos (ni sus parientes) han presentado ninguna
denuncia por corrupción.
Sócrates demuestra, además, que su acusador no sabe de lo que está hablando,
pues nunca se ha interesado por la educación de los jóvenes y pretende decir que
el filósofo los corrompe con sus enseñanzas.

"Y esto que digo atenienses es tan verdadero como fácil de comprobar. Pues si realmente
me dedico a corromper a los jóvenes y anteriormente he hecho otro tanto. Forzosamente
algunos de entre ellos, al madurar habrían reconocido que de mi recibieron malos
consejos de su juventud y hoy se presentarían aquí para acusarme y hacerme castigar, y en
caso de que no quisieran hacerlo ellos mismos, algún miembro de su familia, padres,
hermanos, parientes, si en verdad yo hubiese perjudicado a los suyos no dejarían de
acordarse y de pedir reparación."

Además de todo lo anterior también era acusado por introducir nuevas divinidades.
Como respuesta a eso Sócrates realiza un análisis de la verdadera naturaleza de
su dios personal, que es la base de sus creencias en las divinidades de la ciudad.
De hecho, Sócrates creía en demonios y los denominó "hijos de Dioses".
2) Sócrates era un ateniense que nunca quiso dedicarse a la política ni salir de su
pobreza. Según el oráculo de Delfos no existía un hombre más sabio que él, pero
él lo interpretó diciendo que quien cree que no sabe nada es quien más cerca está
de la sabiduría, no los que creen que todo lo saben. Era un hombre impulsado por
su interior a buscar la verdad, y dedicó toda su actividad a examinarse a sí mismo
y a los demás respecto al bien del alma, la justicia y la virtud en general. El decidió
dedicarse a reflexionar sobre sí mismo y sobre la vida del hombre en la ciudad.
Pensaba que de los seres y objetos de la naturaleza nada podía aprender; sólo de
los hombres que viven en la ciudad. El entiende la filosofía como un diálogo que
hace posible la búsqueda colectiva de la verdad. Estaba convencido de que cada
hombre posee dentro de sí una parte de la verdad, pero a menudo sólo puede
descubrirla con ayuda de los otros. Rechazaba, por tanto, que alguien posea ya la
verdad y que ésta pueda ser encontrada de forma individual. Fue alguien que
centró toda su atención en los problemas éticos, en examinar cuál era la esencia
de la virtud y cómo enseñarla. Su sabiduría reside por así decirlo, en que él “solo
sabe, que no sabe nada”, en reconocer que su sabiduría no tiene valor alguno.
Consistía en una sabiduría tal vez puramente humana . Para él a los sabios más
notables les faltaba lo que el dios consideraba más importante para el que busca
la verdad; mientras que otros, tenidos por seres inferiores o menos sabio o más
ignorantes, estaban más capacitados para emitir un juicio más sensato.
Lo que diferencia a Sócrates de los sofistas es que:
 Lo sofistas cobraban por sus enseñanzas, en cambio, Sócrates no tenía
interés en el ganar dinero.
 Los sofistas a la hora de hablar utilizaban el discurso, en cambio, Sócrates
utilizaba el dialogo.
 Sócrates reconoce su propia ignorancia, y los sofistas asumen que su
conocimiento es verdadero y total.
 A los sofistas le interesaba el poder , no la verdad , en cambio , a Sócrates
le interesaba la verdad y no el poder.
 Lo sofistas escribieron gran cantidad de obras, en cambio, Sócrates no
escribió nada.
 Sócrates cree que se conoce por la razón y los sofistas tienen una actitud
censista (de los sentidos).
3) La misión encomendada a Sócrates consistía en descubrir la verdad de las
cosas, en confundir a aquellos sofistas que creían conocer la verdad y que
merecían ser considerados amos o líderes del pueblo. Es a través de esta
búsqueda como Sócrates les demuestra a estos que él es el más sabio y que el
conocimiento siempre va más allá de lo que se sabe. Pero a su vez el afirma que
no sabe nada diciendo “solo sé que no sé nada”. Para llevar a cabo esta misión
Sócrates decide “ir de puerta en puerta por las casas de todos aquellos que gozaban de
gran reputación” como lo eran los políticos, poetas y artesanos y los pone a prueba,
utilizando la mayéutica, el cual es un mecanismo de hacer que las personas se
den cuenta de las cosas que sabe y cuales no saben.
El daimon de Sócrates lo disuadía pero nunca le daba órdenes, le decía lo que
debía hacer y lo que no debía hacer.
4) Después del veredicto:
Sócrates propone un castigo alternativo que no le generara popularidad. Como se
considera benefactor de Atenas, dice que deberían participarlo en las comidas
del Pritaneo, uno de los edificios que albergaba a miembros de la asamblea. Esto
era un honor reservado a atletas y otros ciudadanos importantes.
Considera después como pena el pago de una multa de una mina de plata
(100 dracmas), pues no tenía suficiente dinero para pagar una multa mayor. El
jurado, considerándolo una suma muy pequeña comparada con el castigo
propuesto por la acusación, opta por la condena a muerte. Los amigos de
Sócrates, Platón, Critón, Critóbulo y Apolodoro, se disponen a aumentar la suma
inicial a 30 minas, pero la asamblea no ve esto como una alternativa, por lo que se
deciden por la pena de muerte bebiendo veneno o Cúcuta.

La alternativa propuesta por Sócrates enfadó al jurado. 360 votaron por la


sentencia a muerte, y solo 141 votaron en favor de la multa de 3.000 dracmas.
Sócrates, entonces, responde al veredicto, refiriéndose primero a los que votan
por su muerte. Afirma que no ha sido la falta de argumentos por su parte lo que ha
dado resultado a su condena, sino su repulsión por rebajarse a las habituales
prácticas sentimentalistas que podían esperarse de cualquiera que se encuentra
ante una condena a muerte e insiste, de nuevo, que la cercanía de la muerte no
exime a uno de seguir el camino de la bondad y la verdad. Profetiza que críticos
más jóvenes y severos seguirán sus pasos, sometiéndoles a un examen más
riguroso de sus propias vidas.

Para aquellos que votaron a su favor dice que su "daimon" no quiso detenerle en
su discurso pues consideraba que era la forma correcta de actuar. Como
consecuencia, la muerte debe ser una bendición pues, o constituirá la aniquilación
(trayendo paz a todas sus preocupaciones) o una migración a otro lugar en el que
conocer las almas de gente tan famosa como Hesíodo y Homero o héroes
como Odiseo, con los que puede continuar su labor de preguntar todo.
Sócrates concluye la Apología diciendo que no guardará rencor contra los que le
han acusado y condenado, y en un acto de total confianza les pide que cuiden de
sus tres hijos mientras éstos crecen, asegurándose de que éstos pongan lo bueno
por delante de su propio interés.
Al final de todo, Sócrates dice: "Es hora de irse, yo para morir, y vosotros para vivir.
Quién de nosotros va a una mejor suerte, nadie lo sabe, solo los dioses lo saben"
De alguna manera Sócrates acepta la muerte dejando a más de un ateniense en
jaque.

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