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ie [Ata (1444), Pew a A maar (1943-19 DP ek, buonrs (GLESIA CATOLICA Belgrano, Horacio, Moreno (ex secretario del arzobispo de La Plata, monsefior Chi- mento), ef padre Carlos Grandi y el capellin naval Victor Jorba Farias. 3 El Pueblo, 26 de septiembre de 1948, p. 1, La declaracién episcopal fue la més impor- tante pero no la tinjca, El cardenal Caggiano envié una carta personal a Perdn y su es- posa; ibidem, 29 de septiembre de 1948, p.1. El superior de la orden franciscana se present6 personalmente en la Casa Rosada, los mercedarios presentaron un manifiesto enérgico de repudio del atentado. La Unién Popular Cristiana (asociacién catdlica pe- ronista muy minoritaria) exigié al episcopado penas ejemplares para los inculpados. Muchas iglesias organizaron misas especiales. % Testimonio de Dumphy en Hugo Gambini, El peronismo y la Iglesia , Bs. As., CEAL, pp. 37-40. 57 Garcia de Loydi, op. cit, p. 59. 38 Democracia, 26 de septiembre de 1948, p. 3. 39 Las demandas de Dumphy para dar misa en otras iglesias fueron vanas, asf como su recurso a la Santa Sede. Cuatro aiios después abandonaba su condicién sacerdotal. 40 Testimonio de Florencio Amaudo (miembro de Ja comitiva); Buenos Aires, 13 de ju- lio de 1990. 41 REABA, marzo de 1948. FOTOCOPIADORA 974 CEHCE : _ CAPITULO S LA RELIGION EN LAS ESCUELAS (1): EL CATOLICISMO 4 EN EL PRIMER PROYECTO EDUCATIVO PERONISTA “La educaci6n era el nudo donde se cruzaban los zos de amistad entre la Iglesiay el gobierno.” “HISTORIA DEL PERONISMO: CLERO ¥ GOBIERNO", PRIMERA PLANS, “El pueblo pide una cosa: jensefianza religiosa!” ESLOGAN DE LOS MILITANTES CATOLICOS EN 1946. EL PRIMER EJE DE LA RELACION entre la Iglesia y el nuevo gobierno peronista estuvo situado en el Ambito de la educacién. Como vimos, el tema de la en- sefianza religiosa determin6 las tomas de posicién de 1a jerarquia frente al gobierno militar instaurado en 1943, y revelarfa toda su importancia politica durante la campafia de 1945-46, cuando Ja Unién Democrdtica perdié el fa- vor eclesiastico al incluir la ensefianza laica en su plataforma electoral. Aun- qué Ta imporancia de Ta ensefianza religiosa en este context ha sido men- cionada por Sarios autores, el tema ha merecido poca atencién més alld de esta coyuntur2 politica. Sin embargo fa educacidP era uno de los émbitos en los que los iriereses de la Iglesia y el gobiemo se cruzaban y uno de los po- cos en Jos gue es posible seguir la continuidad de esta relacion—En-si-mo- mento, la legalizacién de Ja a religiosa por Peron fue interpretada por la opusicis 5 : 20 8 exp plicito—= entre Perény [a jerarquia eclesidsti ce iia soaia ante sopado pote apo dane le campate presidencial. Apoyo politico contra ensefianza religiosa, tales serfan Tos tér pacto. La versi6n oficial, por su parte, presenté la como el cumplimiento légico de promesas electorales, La mayoria de los toriadores ha/circunscripto el tema del peronismo y la ensefianza religiosa a este tipo de ajdlisis, dejando de lado amplios interrogates complementarios. En primer lugar, el de-los limites del tema de la ensefianza religiosa en el dis- curso electoril: como vimos, las promesas de Perén habian side menos pre- 138 + PERON ¥ La IGLESIA CATOLICA cisas de lo que peronistas y antiperonistas afirmaron a posteriori. Pero ade~ més, si bien hay razones suficientes para ver una maniobra politica en la adopcién por Perén de esta causa de 1a Iglesia, tal lectura no da cuenta del significado de la cuestidn tanto en el peronisino como en el mundo catélico. La lectura politica de este debate serd compietada con un andlisis del ugar Ty en el proyecto educativo peroitista y de la cuestién educativa wists De ai puesta leducai en el contexto catdlico. a) La religidn en las escuelas piiblicas: contexto y circunstancias de su introducci‘in El régimen militar instalado en {943 e, declard inmedintamente favorable a Ja promocién del catolicismo, y la introduccién de Ta ensehanza TeNgIOsE En diciembre de @s¢ ano tue la Concreci6n prinfipal de sus printipios. ~~ Al tomar tal iniciativa, el gobierno r3mpia abiertamente con la tradi- cidn liberal que habia sido el-fundamento ile la educacién pablica argentina desde 1884, La Tey 1.420, fundamento del distema educative argentino, habja instaurad Ta educacién obligatoria laica yi gratuita en las escuelas piblicas. La ensefianza religiosa no quedaba excluide| a condicién de ser impartida fue- 1a de los horarios normales de curso, lo cuz! en fa préctica disminuyé amplia- mente su importancia. La ley 1420 sobrevivié al gobierno que la habfa instau- Fado, asf como a las grandes mutaciones dil cambio de siglo. Hasta 1930, no hubo modificaciones importantes en el apoyo oficial a la ensefianza gratuita, laica y obligatoria. Lejos de reformar la obra de la generacién del 80 en el ém- bito de la educacién primaria y scounderie, los dingentes politicos Sucesivos Ta consol ~"& partir de 1930,2l sistema educate nacional perdi6 gradualmente su cardct ‘on la hegemonfa de los iftelectuales nacionalistas antilibera- ies, sectores préximos al rradicionalismo'catélico y al fascismo pasaron a to- “Mar control de la educacion, y la obra dela generaci6n del 80 comenz6 a ser desmantelada. El laicismo, que era atin {uno de los rasgos caracteristicos del sistema educativo, fue atacada en los discursos y luego en Jas medidas legis lativas. En 1934, el Consejo Nacional d2 Educacién encaré una reforma de los programas de ensefianza primaria, incluyendo {a introduccién de “refe- rencias a Dios” en la educacién moral.s a primer experiencia de reintroduc- cién de la ensefianza religiosa tuvo laga* en la provincia de Buenos Aires en bajo el gobierno de Manuel Fresco. En 1943, luego del golpe de Esta- do de junio, el ministro del Interior ordené Ja intervencién de Tucumdn. El wero ores TAR Race Hen A WaLde

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