Imre Lakatos, nacido Imre Lipschitz (Debrecen, Hungría, 1922 - Londres, 1974),
fue un economista húngaro de origen judío que logró salvarse de la persecución
judicial nazi cambiando su apellido. En 1956 huyó a Viena escapándose de las autoridades rusas luego de la fallida revolución húngara abortada por los soviéticos y posteriormente se estableció en Londres, donde colaboró en la London School of Economics.
En sus comienzos se adscribió a la escuela de Karl Popper. Lakatos, en lo que él
denomina el falsacionismo sofisticado reformula el falsacionismo para poder resolver el problema de la base empírica y el de escape a la falsación que no resolvían las dos clases anteriores de falsacionismo que él llama falsacionismo dogmático y falsacionismo ingenuo.
Lakatos recoge ciertos aspectos de la teoría de Thomas Kuhn, entre ellos la
importancia de la historia de la ciencia para la filosofía de la ciencia. Lakatos cuestiona a Popper, pues la historia de la ciencia muestra que los científicos no utilizan la falsación como criterio para descartar teorías enteras, como Popper defendía, sino para hacer que éstas se desarrollen y perfeccionen. Y, por otra parte, la confirmación de los supuestos científicos también es necesaria, según Lakatos, pues nos permite mantenerlos vigentes.
Nació en Hungría, en donde estudió física y astronomía; sin embargo, durante
las purgas estalinistas de 1950 fue detenido y pasó seis años en la cárcel, de la que finalmente escapó a Inglaterra, en donde vivió el resto de su vida. En la Universidad de Cambridge obtuvo un segundo doctorado en filosofía de la ciencia; en Londres fue discípulo de Popper y su sucesor, al retirarse éste de su cátedra de lógica y método científico en la Escuela de Economía de Londres. Lakatos murió a los 52 años de edad en Londres.
El concepto central de Lakatos es por tanto el de Programa de
Investigación:“es una estructura que sirve de guía a la futura investigación tanto de modo positivo como negativo”. Veamos con algo más de detalle los conceptos básicos asociados al Programa de Investigación: Núcleo central: es la característica definitoria de un programa. Toma la forma de hipótesis teóricas muy generales que constituyen la base a partir de la cual se desarrolla el programa. Es infalsable, y no se le pueden atribuir las deficiencias explicativas de un programa. Cinturón protector: laberinto de supuestos que envuelve al núcleo central. Consta de hipótesis auxiliares explícitas que completan el núcleo central, de supuestos subyacentes a la descripción de las condiciones iniciales y de enunciados observacionales. Heurística negativa: exigencia metodológica de que el núcleo central quede intacto y no sea vea afectado por el desarrollo del programa. El científico debe decidirse por un programa y “tener fe” en su núcleo. La heurística negativa de un programa estipula que no se pueden rechazar ni modificar los supuestos básicos subyacentes al programa, su núcleo central. Está protegido de la falsación mediante un cinturón protectorde hipótesis auxiliares, condiciones iniciales, etc. Heurística positiva: indica las líneas de investigación, lo que se puede (y se debe) hacer. Es un “conjunto parcialmente articulado de sugerencias, o indicaciones sobre cómo cambiar y desarrollar las “variantes refutables” del programa de investigación, cómo modificar y refinar el cinturón protector “refutable”. Junto a estas hipótesis auxiliares, incluye el desarrollo de técnicas matemáticas y experimentales adecuadas. La heurística positiva está compuesta por líneas maestras que indican cómo se puede desarrollar el programa de investigación. Dicho desarrollo conllevará completar el núcleo central con supuestos adicionales en un intento de explicar fenómenos previamente conocidos y de predecir fenómenos nuevos. Los programas de investigación serán progresistas o degeneradores según consigan o no conducir al descubrimiento de fenómenos nuevos.