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y
la Matemática
Dora Musielak
Copyright © 2015 by Dora E. Musielak
Todos los derechos reservados.
El contenido de este libro no podrá ser
reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso
escrito del autor y editor
con la excepción de breves citas en una reseña del libro.
Octubre 2015
ISBN 0-9000000-0-0
Dora Musielak
www.amazon.com
A todos los que aman la matemática
Índice
Princesa Carlota y Profesor Euler
La Chica que Amaba a Newton
Da’Lau, La Princesa del Cosmos
Reina Dido y sus Círculos Dorados
Los Números Sagrados de Sofi
Mensaje de la Autora
1
Princesa Carlota y Profesor Euler
***
Profesor Euler mantuvo su promesa. Al pasar las
semanas, una por una sus cartas llegaron, llenas de
conocimientos sobre el mundo, el universo y el
alma humana. Eran cartas que la joven princesa
atesoraba y estudiaba diligentemente. Ella dominó
las ciencias físicas y los teoremas de la geometría;
aprendió sobre la naturaleza de la luz, la ciencia
del sonido, y de leer la sabiduría de Euler en sus
cartas, Carlota desarrolló su propia filosofía de la
vida.
A la edad de diecisiete años, Carlota era
conocida como la princesa más culta. Ella gobernó
su reino con gracia y amabilidad, y estableció
escuelas para que niñas y jóvenes podrían asistir
libremente, sin prejuicios, y aprender de los
profesores más eruditos.
Y cuando fue su turno para casarse, Carlota
eligió a un matemático joven muy inteligente, con
quien podría conversar sobre teoremas, sus
pruebas, y las leyes de la física. Ambos vivieron
por muchos años muy felices.
*****
2
La Chica que Amaba a Newton
dh/dt = v
d(mv)/dt = – mg
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3
Da’Lau, La Princesa del Cosmos
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4
Reina Dido y sus Círculos Dorados
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***
Sí, Sofi probó que todos los números enteros pares
mayores o iguales a 4 son la suma de dos números
primos. ¿Te preguntas qué pasó con su prueba
matemática? Pues bien, Sofi nunca la recuperó del
escondido subterráneo en la iglesia del padre
Pierre. Sin embargo, no me cabe duda que,
después de doscientos veinte años, su manuscrito
todavía está allí donde ella lo dejó, durmiendo
entre el polvo y telarañas bajo el piso de la
biblioteca al lado de la sacristía.
Si alguna día visitas Église Saint-Leu en
París, reza, por supuesto, pero mientras enciendes
una vela por favor recuerda a Sofi, piensa en su
prueba y sus sagrados números primos. Quién
sabe, quizá tu también un día encontrarás una
gloriosa musa matemática para guiar tus pasos
hacia la prueba de un elegante teorema, una prueba
tan profunda y hermosa que tu nombre será
grabado para siempre en los anales de
matemáticas junto con el de esos gigantes de la
ciencia tales como Euler and Germain.