You are on page 1of 11

ANÁLISIS DEL DOCUMENTAL "LA CANTUTA: EN LA BOCA DEL

DIABLO" SEGÚN EL ESQUEMA DE J. BRYCE

ESQUEMA DE BRYCE

CASO: LA CANTUTA

A finales del día 17 y la madrugada del 18 de julio de 1992, tras un


clima bastante tenso dentro de la Universidad Nacional de Educación
Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta”, nueve alumnos y un catedrática
fueron arrastrados de sus habitaciones y posteriormente secuestrados
por acción de militares pertenecientes al llamado “Grupo Colina”.

CONTEXTO
La Cantuta de esos días

La Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle -más


conocida como “La Cantuta”- fue, desde su reapertura, en los años 80
un espacio en donde se presumían ciertas vinculaciones con grupos
radicales como Sendero Luminoso o el MRTA; hecho que incentivó la
formación de un prejuicio contra miles de universitarios que, por
pertenecer a una universidad nacional, eran usualmente detenidos
como sospechosos de subversión a la par que las universidades a las
que pertenecían eran intervenidas académica y administrativamente
por los gobiernos de turno.

Universidad La Cantuta en los años 90

Durante 1991, las Fuerzas Armadas ingresaron a las universidades


nacionales estableciendo bases de control militar, primero de facto y
luego amparados en una modificación a la Ley Universitaria efectuada
por el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori. En ese contexto de
intervención y control militar se produjeron graves violaciones a los
derechos humanos en perjuicio de centenares de universitarios,
principalmente en la Universidad Nacional del Centro de Huancayo.

A la par, se difundió por la televisión local un video que mostraba un


acto político-cultural en la universidad "La Cantuta" que invitó a
especular acerca del grado de control que tenía Sendero Luminoso en
la universidad. Es así que el 21 de mayo de 1991 el ex Presidente
Alberto Fujimori visitó la universidad provocando una reacción violenta
de los estudiantes que lo obligó a retirarse humillado del campus.

Al día siguiente tropas militares tomaron el control de la Universidad


Mayor de San Marcos y de la Universidad "La Cantuta", donde fueron
detenidos 56 estudiantes.

Entre los intervenidos estaban tres de los nueve estudiantes que


posteriormente serían ejecutados extrajudicialmente. Ese mismo día,
el Ejército estableció en "La Cantuta" un destacamento militar
dependiente de la División de las Fuerzas Especiales (DIFE) que se
denominó Base de Acción Cívica e impuso en la universidad un toque
de queda y un control militar de entrada y salida de los estudiantes.
Asimismo, y según documentos oficiales, el Servicio de Inteligencia
Nacional (SIN) destacó agentes operativos en diferentes
universidades nacionales y academias –entre ellas, la Universidad La
Cantuta-quienes informaban sobre las actividades de estudiantes y
docentes, así como sus orientaciones políticas e ideológicas.

El terrorismo, a la par, manifestaba con mayor énfasis sus acciones


por medio de los coches bombas y medidas de ese tipo. Uno de los
más duros atentados de Sendero Luminoso ocurrió el 16 de julio de
1992 cuando dos vehículos con más de media toneladas de
explosivos estallaron en el jirón Tarata, ubicado en el céntrico distrito
de Miraflores, Lima, donde murieron 22 personas, más de 100
quedaron heridas y cientos de viviendas fueron afectadas.

Entre las últimas horas del día 17 y la madrugada del 18 de julio de


1992, miembros del "Destacamento Colina" en coordinación con
efectivos de la base militar ubicada en la universidad "La Cantuta"
irrumpieron en las viviendas universitarias y, en presencia de medio
centenar de testigos, secuestraron a 9 estudiantes y un docente de la
universidad. Los alumnos fueron: Juan Mariños Figueroa (32),
Heráclides Pablo Meza (28), Robert Teodoro Espinoza (24), Armando
Amaro Cóndor (25), Luis Enrique Ortiz Pereda (21), Dora Eyague
Fierro (21), Felipe Flores Chipana (25), Bertila Lozano Torres (21),
Marcelino Rosales Cárdenas y el profesor Hugo Muñoz Sanchez (47).

1. CAMBIOS, EVENTOS O POLÍTCAS

La verdad del profesor y los nueve estudiantes desaparecidos

El 2 de abril de 1993 el ex congresista Henry Pease anuncia al pleno


del congreso el hallazgo de un sobre en su escaño, el cual contenía
documentos elaborados por el grupo COMACA, organización
compuesta por militares, que denunciaban la matanza de un profesor
y nueves estudiantes de la universidad La Cantuta. El documento
brindaba una descripción detallada de los hechos acontecidos, así
como la relación de las personas que habían participado en el
asesinato. Muchos de estos nombres pertenecían a los miembros del
Servicio de Inteligencia del Ejército y de la Dirección de Inteligencia
del mismo, los cuales también estaban relacionados con el grupo
COLINA.

Desaparecidos en La Cantuta

Ese mismo día se abre una comisión investigadora presidida por el ex


congresista Roger Cáceres. Con la denuncia de Pease el caso de La
Cantuta había dejado de ser un misterio para la ciudadanía.

2. SENTIMIENTOS ESPONTÁNEOS RESPECTO A LO LEÍDO U


OÍDO SOBRE ESOS TEMAS

Lucha sin pruebas

Incertidumbre. La información decía que las víctimas habían sido


secuestradas, asesinadas y

Sentimientos encontrados en la población

enterradas clandestinamente. No obstante, sin pruebas era imposible


corroborar nada. Aparecen en varios medios los familiares de las
víctimas, entre ellos Raida Cóndor y Gisela Ortiz, manifestando sus
sentimientos de dolor y de rabia ante los presuntos culpables.

3. EXPOSICIÓN EN LOS MEDIOS

La pieza clave: la revista Sí


Publicación del croquis de fosas por la Revista SI

Es en este clima adverso de incertidumbres, la revista Sí jugó un papel


fundamental en la investigación. Además de haberle hecho un
seguimiento al hecho, como todos los medios locales, indagó con sus
propios recursos la ubicación de las fosas donde supuestamente se
encontraban los cadáveres. El 8 de julio del 93 la revista publica un
croquis en el cual se indicaba el lugar donde habían sido enterradas
las víctimas. Ese mismo día, periodistas de la revista, junto con la
prensa local e internacional y la presencia de la fiscalía, exhumaron
los restos humanos enterrados.

Este hecho causó un gran impacto en los medios, pues si bien se


había comprobado el origen humano de los huesos hallados, no se
había afirmado que estos pertenecían al profesor y los nueves
estudiantes desaparecidos. Los medios comenzaron a elaborar sus
propias conjeturas no solo sobre los asesinados, sino también sobre
sus asesinos.

4. JUICIOS Y FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA

Supuestas vinculaciones con el terrorismo


De inmediato, las versiones de los estudiantes testigos de la
intervención militar que secuestró a los alumnos y profesor en La
Cantuta cobraron fuerza entre los familiares de las víctimas. Ellos
responsabilizaban directamente a los militares de este atentado. A
contraparte, los militares se encargaron de desacreditar a los
estudiantes al indicar la presencia de grupos izquierdistas en la
universidad; hecho que propició que se deslice otra versión que
sindicaba a los nueve estudiantes y el profesor como miembros de
Sendero Luminoso. Con ello se reforzó el prejuicio en la población de
que los estudiantes de universidades nacionales tenían tendencias pro
senderistas, incentivado por medios -principalmente periódicos- que
apoyaban al sistema.

El Peruano con referencia al caso La Cantuta


5. OPINIONES EXPRESADAS

¿Autosecuestrados?
Ante la gravedad del asunto, la congresista Martha Chávez amenazó
a los periodistas de la revistas Sí aduciendo que éstos iban en contra
de la administración de justicia. Asimismo, Gilberto Siura, congresista
del oficialismo, afirmó que todo se trataba de una "conspiración contra
el gobierno del presidente Fujimori". (Junio 1993).

Por otro lado, Gilberto Siura y Jaime Freundt, congresistas del


oficialismo, suscriben un dictamen en minoría, aprobado por la
mayoría oficialista, en el cual deslizan la posibilidad de que los
desaparecidos de La Cantuta, pudieron haberse "autosecuestrado".
(Junio 1993).

Paralelamente las representantes del grupo de familiares de los


desaparecidos, Raida Cóndor y Gisela Ortiz, aparecían en los
diferentes medios de comunicación exigiendo la captura de los
militares implicados en el caso.

6. INTERCAMBIO DE OPINIONES Y DEBATES PÚBLICOS

¿A quién creerle?
El 12 de julio de 1993, tres días después del hallazgo en Cieneguilla,
la DINCOTE (Dirección Nacional Contra el Terrorismo) pretende
desvirtuar el croquis y la investigación publicada en la revista Sí y
hacerla ver como una campaña montada por Sendero Luminoso para
desprestigiar al Estado. Por ello en una conferencia de prensa la
DINCOTE presenta al periodista Juan Jara y al evangelista Juan
Maella como senderistas.
Diario Expreso

Posteriormente, el Fiscal Cubas Villanueva confirmó la relación entre


los restos hallados en Cieneguilla y en la autopista Ramiro Prialé
(Huachipa) corresponden a un mismo caso: la matanza en La Cantuta.
Es aquí que los medios juegan un papel importante al exponer cada
uno de los pasos de la investigación otorgándole tal cobertura que
creaba expectativa en la ciudadanía

Familiares en una de sus numerosas audiencias

Frente a ello, los familiares de las victimas exigieron un estudio de


ADN para determinar la identidad de los restos humanos y la
participación de especialistas extranjeros en la investigación pues se
especulaba en los medios que la Fiscalía podía ser presionada por
altos mandos militares, debido a que el fiscal Cubas había recibido
llamadas intimidantes y la visita de los militares a su domicilio.

No obstante, el hallazgo de llaves permitió la identificación de tres de


los estudiantes desaparecidos: Juan Gabriel Mariños Figueroa, José
Mariños y Armando Amaro Cóndor.

El 2 de noviembre de 1993, la revista Sí proporciona mayores detalles


de la investigación y en base a tales evidencias la Fiscalía denunció a
11 oficiales y subalternos del Ejército. Esta medida recibió la negativa
sistemática de las instituciones de las Fuerzas Armadas a los órganos
jurisdiccionales para poner a disposición del fuero civil a los militares
implicados en el caso. En consecuencia, los involucrados fueron
juzgados por un fuero militar.

7. CRISTALIZACIÓN: MOVILIZACIÓN DENTRO DE LA SOCIEDAD

La unión hace la fuerza

Con los hechos evidenciados por distintos medios sobre el caso La


Cantuta, la sociedad empieza a organizarse en diferentes grupos
como:
La Cantuta: No a la impunidad “Los familiares no callarán”.
Conformado por todos los familiares de los 10 asesinados y dirigido
por Gisela Ortiz Perea que solicitan la detención y cárcel inmediata
para los asesinos.

Marcha

Los acusados también se organizan, concretamente no en un grupo


específico pero sí rechazan totalmente la acusación que se les imputa,
por ello los generales y militares acusados como, Hermoza Ríos,
niega rotundamente las acusaciones hacia él y sus colegas.

8. ACCIONES DE GRUPOS Y MOVILIZACIONES


"No a la impunidad de los asesinos de La Cantuta"
Reacciones de familiares y grupos organizados

La formación de los grupos genera una consolidación de sus


opiniones, por ello el sector de los afectados unidos en el grupo “La
Cantuta: No a la impunidad” realizan marchas en contra del
presidente Alberto Fujimori acusándolos de ser el principal culpable de
estos asesinatos, por otro lado el general Hermoza Ríos pasea con
sus tanques por la ciudad tratando de amedrentar a los civiles y en
especial a la comisión investigadora del Congreso.

Respuesta de los familiares y grupos afines

Otra manifestación relevante y que generó respuestas sociales fue la


denuncia del general Rodolfo Robles hacia quien fuera el autor
intelectual de los hechos: el comandante Santiago Martín Rivas.
Frente a esto se suscitó la respuesta del sector acusado al considerar
que "es burdo el intento de incriminar al Ejército peruano en una
supuesta violación de derechos humanos, utilizando maliciosamente
para ello documentos apócrifos y fraguados, por un pequeño grupo
opositor de congresistas"; estas palabras fueron dichas por Howard
Rodríguez Málaga, comandante de la I Región Militar.

9. RESPUESTA DEL SISTEMA


Presos sueltos a la orden del día

Los constantes reclamos y rechazo, enfocados en marchas y huelgas


por la parte afectada en el caso La Cantuta, abren paso a la
investigación hacia las personas involucradas en el hecho. Así, una
consecuencia directa de este hecho es la aprobación de la Ley Nª
26291, más conocida como la Ley de la Cantuta. Este estatuto se
aprobó por el temor de que la Corte Suprema defina la competencia
de la investigación a favor de los acusados, siendo ratificado por el
presidente Alberto Fujimori el 10 de febrero de 1994.

Fujimori en el 95, tras reelección

La reciente ley promulgada se concretizó con la sentencia de los


oficiales y subalternos acusados del asesinato de los 9 estudiantes y
un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta” el
21 de febrero de 1994.

Con la reelección de Alberto Fujimori en el año 1995 se aprueba la Ley


Nº 26749 -más conocida como la Ley de Amnistía o de Impunidad
para los familiares de los asesinados en La Cantuta- con la cual se
ordena la liberación de todos los oficiales y soldados acusados de
crímenes durante la lucha antiterrorista, así como a los presos por el
caso Cantuta.

10. CAMBIOS POLÍTICOS TRAS RESPUESTA DEL SISTEMA

Hacia un nuevo debate público


Contraparte. Apoyo a Ley de Impunidad

El 21 de febrero de 1994, el Consejo Supremo de Justicia Militar


sentenció a diez de los autores a sentencias de prisión entre 1 y 20
años. Mas, sorpresivamente, luego de la reelección de Fujimori en
abril de 1995, el Congreso aprobó la Ley Nº 26749 conocida como la
"ley de amnistía", que ordenaba la liberación de todos los oficiales
policiales, soldados y civiles presos o acusados por crímenes civiles o
militares durante la lucha antiterrorista. Es así como el 15 de julio el
Consejo Supremo de Justicia Militar ordenó la liberación de todos los
individuos presos por la matanza de La Cantuta, abriéndose
nuevamente el debate público.

DESPUÉS DE LA CANTUTA...

La Ley de Amnistía fue abrogada luego del final del gobierno de


Fujimori en 2000. Asimismo, el 21 de marzo del 2001 Nelly Calderón,
otrora Fiscal de la Nación, presentó cargos contra el ex presidente
Alberto Fujimori al considerarlo uno de los "coautores" de las
masacres de La Cantuta y de Masacre de Barrios Altos de 1991.

Juicio al ex presidente Alberto Fujimori

Durante el juicio a Alberto Fujimori, se presentaría evidencia de que al


menos uno de los estudiantes fue identificado como miembro de
Sendero Luminoso. Sin embargo, la Sala Penal Especial de la Corte
Suprema de Justicia finalmente determinó que ninguno de los
estudiantes ni el profesor del caso La Cantuta tenían vínculos con
algún grupo subversivo. Es así que el 7 de abril de 2009 Fujimori
recibió una pena de 25 años de prisión efectiva al considerársele
involucrado en estos delitos de lesa humanidad.

LA CANTUTA AHORA

Por motivo de la conmemoración de los 19 años del autogolpe de


estado realizado por el ex presidente Alberto Fujimori y al encontrarse
como postulante a la presidencia de la república la hija del ex
mandatario sentenciado, el diario La República distribuyó
gratuitamente el documental 'En la boca del diablo', el cual relata
cómo se realizó la investigación periodística que denunció la masacre.
El documental es protagonizado por el experimentado reportero
Edmundo Cruz -miembro del equipo periodístico que denunció el
luctuoso hecho- reconstruye la investigación de 1993 al recorrer los
distintos escenarios vinculados a la masacre, así como la obstrucción
a la investigación por parte del gobierno de Fujimori.

Documental
CONCLUSIONES
En el caso La Cantuta, el proceso de la opinión pública cumple un
papel importantísimo pues todas las repercusiones que ha tenido,
tanto en el fuero civil como en el militar, no se hubieran realizado si los
medios y la presión interna de los familiares -y la sociedad en general-
no hubieran empujado al sistema a revelar los verdaderos hechos.

Como se ve en el esquema, la opinión pública se forma a partir de la


exposición de los hechos y las conjeturas previas de los propios
medios, mas no es solo una masa irracional que se desborda a partir
de las opiniones ajenas de un grupo sino que, en el momento en que
las evidencias se ponen sobre el tapete, esta opinión pública toma
cuerpo propio, demanda, exige información a la vez que elabora sus
propias conclusiones y juicios previos, los cuales -si bien es cierto
están en cierta manera alimentados por opiniones externas- se han
formado por sí solas en una conjugación de sentimientos removidos a
la par que crece la necesidad por saber qué es lo que ocurría en el
país.

La opinión pública en el caso La Cantuta adquiere importancia por dos


motivos:

Por la coyuntura que se desarrollaba -recordemos que el hecho


aconteció en medio de un país subordinado a la dictadura
acompañado por el medio que provocaba la guerra interna- se logró
formar un cuerpo de opinión que no pudo ser reprimido sino que
levantó su voz en protesta a lo que se vivía. En este punto es
necesario resaltar que, pese a las condiciones adversas, la opinión
pública lograr ejercer presión en el sistema a fin de lograr cambios en
el país –como lo significarían las investigaciones libres y el
esclarecimiento eficiente de los delitos-. Es decir, en este contexto la
opinión pública movilizó al país.

El proceso de formación de la opinión pública no es roto en ningún


momento. Si bien es cierto que tardaron años en esclarecer del todo el
caso La Cantuta y que fue interrumpido –e incluso atacado- reiteradas
veces con la finalidad de aplacar cualquier intento de quebrar el
régimen de ese tiempo, lo interesante e incluso admirable es que son
tantas las ganas de la ciudadanía de saber la verdad que el enterarse
de los hechos por medio de los medios solo significaron el primer paso
de una gran “bola de nieve” que no se detuvo ante ninguna presión –ni
siquiera cuando se mostró una nueva injusticia con la llamada Ley de
amnistía- sino que abrió pasa a la continuidad de un nuevo círculo de
opinión.

You might also like