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PANAMA
CATEQUESIS DE CONFIRMACION
¡QUÉ SEMANA!
Ya dijimos en la reunión anterior que dedicaríamos unos minutos a
compartir lo que nos ha acontecido desde que nos vimos la última
vez. ¿Alguien quiere compartir alguna vivencia de esta semana?
Y recordarán también que cada quien asumió un compromiso personal
para estos días que tenía que ver con nuestro grupo. Este puede ser un buen
momento para revisar si cumplimos o no dicho compromiso. ¿Alguien nos
quiere decir el compromiso que adoptó y qué tal le fue?
El otro día también nos presentamos diciendo cada quien nuestro nombre
y hablamos de los distintos grupos a los que algunos pertenecen. Hoy, para
seguir conociéndonos un poco más, vamos a recordar nuestros nombres y a
hablar un poco de nuestra familia (con quién vivo, dónde vivo etc)
Dialoguemos:
1.- ¿qué esconden estos mensajes que hoy se dan a los jóvenes?
2.- ¿Por qué estas ofertas de la sociedad a los jóvenes no nos conducen
a la felicidad?
-nadar contra la corriente
Siempre se ha dicho que una de las características de la juventud es su rebeldía,
su inconformismo con la realidad tal y como la vivimos. Pues bien, hoy más
que nunca los jóvenes necesitamos ser rebeldes y nadar contra la corriente sin
dejar arrastrar por estos caminos que la sociedad nos ofrece a los jóvenes y que
ya hemos visto que no nos hacen ser felices.
Sí, porque la felicidad está en otra parte y la encontramos por otros caminos.
Vamos a hacer un pequeño ejercicio para ver qué es eso de nadar contra la
corriente.
A cada uno de los mensajes que hoy nos envía la sociedad a los jóvenes vamos
a contraponer nosotros otro mensaje diferente:
A nosotros nos toca decidir: ¿vamos a ser de los jóvenes que se dejan
arrastrar por la corriente, o vamos a ser de los jóvenes rebeldes que se
resisten a que otros decidan nuestra vida por su cuenta y a que nos engañen
con falsas propuestas de felicidad?
LO PROFUNDIZAMOS:
Gente que ha navegado contra la corriente y que ha luchado contra las cosas
malas del mundo y que no se ha dejado arrastrar por la imposición de la sociedad
ha habido siempre en el mundo.
En el Antiguo Testamento encontramos a los profetas de Israel, gente fiel a Dios
que se rebeló contra las injusticias que había en su pueblo y que llevaban mucho
tormento y sufrimiento a los más pobres. Fueron gente que denunciaron los
males y que lucharon y anunciaron un mundo mejor y una salvación para todos.
- ¿Alguien recuerda el nombre de alguno de los profetas que aparecen
en el Antiguo Testamento?
Como los profetas de Israel, también hoy los cristianos, y muy especialmente
los jóvenes tenemos que rebelarnos contra los males que hay en la sociedad y
tenemos que luchar por un mundo mejor, por un Panamá mejor.
Vamos a ver cómo nos podríamos parecer nosotros a los profetas de Israel.
Y SE LO CONTAMOS A DIOS
Oración personal:
Contamos a Dios algo de lo que hoy hemos hablado, el compromiso que
hemos adoptado y lo que se nos ocurra decirle de nosotros.
Oración Comunitaria:
Señor nos llamas a ser profetas que denuncien el mal y la injusticia del
mundo.
Pero necesitamos de tu fuerza y de tu apoyo porque tú sabes bien que hoy
es muy fácil dejarse llevar. Hay, para nosotros los jóvenes, tantas cosas
atractivas que parecen ser la fuente de la felicidad, que nos resulta difícil no caer
en la tentación.
Los grandes profetas siempre se apoyaron en ti. Jeremías, Isaías,
Amós, Luter King, la Madre Teresa, monseñor Romero, el P. Héctor Gallegos
de Ti recibieron la fortaleza. Y hoy tantos y tantos otros profetas anónimos
siguen encontrando en ti la luz y la fuerza para seguir siendo profetas.
Danos a nosotros ese mismo ánimo, esa misma fortaleza para que
mejoremos con tu ayuda el mundo de hoy. Amén.
SOY IMPORTANTE
SOY PERSONA
Objetivos
--Que los jóvenes sean conscientes de que son personas, y que ese es el
valor más importante que todos poseemos.
--Que los jóvenes comprendan qué significa ser de verdad persona y se
esfuercen por vivir como personas de verdad.
Miramos nuestra realidad
En el tema anterior nos preguntábamos ¿quién soy yo? Tratábamos de
despertar nuestro interés por conocernos a nosotros mismos, saber
cómo somos y por qué somos de esa manera. Quizá nos dimos cuenta
de que pocas veces pensamos en nosotros mismos, y que si queremos
realizarnos como personas el primer paso es conocernos. Y que además
para conocernos necesitamos de la ayuda de los demás, que son los que
ven nuestra forma de actuar, y se dan cuenta de cosas de las que quizá
no nos damos cuenta.
En este tema vamos a continuar profundizando en el tema anterior.
Señalaremos algunas ideas fundamentales para responder a la pregunta
que nos hicimos en el tema anterior: ¿quién soy yo? Pero para entrar en
nuestro tema primero vamos a mirar nuestra realidad, para ver qué se
entiende por “ser persona” y si buscamos ser personas de verdad.
Leemos el siguiente hecho de vida y dialogamos sobre las preguntas
que se plantean.
Hecho de vida
Patricia era una joven muy trabajadora. Era tejedora y se esforzaba mucho. Sus
compañeras solamente sacaban tres cortes a la semana, mientras que ella sacaba
seis, y de mucha mejor calidad que los de sus compañeras. Por eso su patrón
estaba muy contenta con ella. Además, los sábados se iba a vender a la plaza
para ganar más dinero. Los domingos siempre se iba de paseo para divertirse.
Sus compañeras de trabajo la invitaron a participar con ellas en su grupo juvenil,
diciéndole que le iba ayudar mucho como persona, que iba a aprender muchas
cosas buenas que le iban a servir para su vida, para vivir con más felicidad. Pero
Patricia nunca quería participar. Sólo se dedicaba a su trabajo, a su venta y a
divertirse. Sus amigas le insistían y le insistían, pero no lograban convencer a
patricia. Estaban preocupadas porque veían que Patricia no parecía ser feliz.
Un día Vilma y Marilín, dos de sus compañeras de trabajo, encontraron a Patricia
que estaba triste y le preguntaron: ¿Qué te pasa, Patricia, que te vemos que estás
triste? --Nada-- les respondió. Vilma sabía que algo pasaba, por eso insistió: Sé
que te pasa algo, aunque no nos lo quieras decir. Entonces Marilín dijo: ¡Cómo
es que estás triste! Eres la mejor en el trabajo y la que más dinero ganas, tienes
una venta en el mercado y te va muy bien. Eres una persona importante. Patricia,
con voz triste, contestó: Mis papás siempre me han dicho que tengo que ser
alguien en la vida, y por eso me esfuerzo en hacer bien mi trabajo, y en ganar
mucho dinero para comprar muchas cosas. Pero a pesar de eso no soy feliz,
siento que me falta algo. Vilma dijo: Es que ser alguien, ser persona de verdad
es mucho más que tener dinero o tener muchas cosas.