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comportamiento sexual y social, al ser comunidades sarse porque quiere saber. Quiere al saber…(sic). El
cooperativas, sin macho dominante y en las que la proceso de masculinización se confunde con el apren-
hembra es sexualmente receptiva a lo largo de todo dizaje. Quizá el médico Shlain (1998), tenga pues
el año y no sólo durante el celo no obstante lo cual, cierta razón cuando afirma que la escritura consagró el
la autora señala que de modo intencionado a su pare- dominio masculino sobre la mujer. Pues, en su opinión
cer (pág. 57), se sigue usando el chimpancé común – la escritura y en especial la alfabética, permitió el paso
Pan troglodytes – como modelo evolutivo del género del mito - pensamiento femenino - a la ciencia - pensa-
Homo, porque ello permite consagrar el origen natural miento masculino - . Argumenta que, aunque el habla
del sistema patriarcal. se genera en el hemisferio izquierdo en el que residen
Así, lo que Hernando plantea es que como en las los centros de Brocca y Vernicke ligados al lenguaje, la
sociedades bonobo, las primeras sociedades humanas articulación verbal precisa de la activación de los mús-
debieron ser cooperativas, porque el mayor tamaño del culos controlados por ambos hemisferios. Pero, desde
cerebro de la cría humana precisó que éste culminara que las palabras escritas comenzaron a separarse del
su proceso de maduración en la fase postuterina, para lenguaje oral, aumentó el dominio del hemisferio iz-
lo cual las mujeres tuvieron que reducir su movilidad quierdo, que es el usado para leer y escribir. Y si todas
y afianzar, gracias a estro permanente, la vinculación las escrituras refuerzan un hemisferio cerebral sobre
del varón encargado de proveer mediante la caza, la el otro, la escritura alfabética es la que más acentua-
mayor movilidad y la asunción de mayores riesgos, damente lo hace, pues es la forma más abstracta de
la energía necesaria para el desarrollo de la cría, ta- escritura, ya que una palabra alfabética no tiene pare-
reas que etnográficamente asumen los hombres. Lo cido con la acción o el objeto que representa. Tal vez,
que la autora no explica o esta lectora no ha entendido si el autor tiene razón podría estar en ello alguna de las
suficientemente es si estas diferencias en la especiali- respuestas acerca del mayor proceso de individuación
zación de funciones entre hombre y mujer tienen una del mundo occidental.
base adaptativa o si son culturales. Me parece entender Hernando sostiene, en parte basándose en El amor
(pág. 62), que la autora lo atribuye a que, debido a la y occidente de Rougemont (1979), que paralela a la
fragilidad y dependencia de la cría humana la hem- mayor individuación del varón en la cultura patriarcal
bra se especializó en su cuidado, pero ello entraría en occidental, surge el culto a la Virgen Inmaculada como
contradicción con la afirmado en otro lugar (pág. 41), modelo ideal de sumisión, de mujer sin deseos sexua-
acerca de que el patriarcado no tiene que ver con la les propios y madre por excelencia. Sin embargo, la
capacidad reproductiva de las mujeres. polémica del inmaculismo, que se inicia en Francia
De acuerdo con el discurso de Hernando, las socie- y de ahí se extiende a toda Europa entre los s. XI al
dades cazadoras-recolectoras, como las bonobo, serían XVII, parte de la idea de que la sangre es detentadora
cooperativas, sin diferencias de poder entre hombres y de pureza o impureza y que la infidelidad y la villanía
mujeres, en tanto que en las productoras y en especial se transmiten. Así el inmaculismo, esto es, la ausencia
a partir de la especialización agraria, los hombres fue- de mácula o mancha, se relaciona con otros valores
ron gradualmente adquiriendo poder y desarrollando sociales más amplios como la fiabilidad, firmeza y
su individualidad. Para ello, de modo inconsciente, lealtad, y su ausencia, con la mancha o mácula. Todos
habrían negado su identidad relacional mediante dos estos valores morales que se quieren transmitir al or-
mecanismos: la existencia de relaciones desiguales de den social, hombres y mujeres, se les hace identificar
género y la adscripción a grupos de pares (pág. 110). con la Virgen María (Ruiz-Gálvez 2007 y 2009).
La adquisición de las habilidades para la lectura y Hernando avanza que a partir de la modernidad,
escritura habrían permitido a los hombres avanzar en algunas mujeres del mundo occidental han desarro-
el proceso de individuación mediante la adopción de llado herramientas de individuación e imitan actitudes
una herramienta que favorece a medio plazo los pro- del varón. Sin embargo y al contrario del varón, las
cesos de abstracción (Goody y Watt (1996:43 y ss), mujeres occidentales son conscientes de las contra-
mientras que tradicionalmente esta herramienta ha dicciones entre emoción y razón, entre mantener los
sido negada a las mujeres (pág. 121). Sólo algunas lazos relacionales que son el soporte de la sociedad, y
mujeres, como miembros de familias poderosas, ad- el desarrollo de aptitudes más egocéntricas, asociadas
quirieron esta herramienta en época premoderna y, se- a la individualidad. Resolver esta contradicción entre
ñala la autora, muchas de ellas hubieron de refugiarse fuerzas opuestas supone desarrollar lo que Almudena
en los conventos para poder conservar su autonomía y Hernando denomina (pág.155-157) Individualidad in-
libertad (pág. 127). Buen ejemplo de ello es Sor Jua- dependiente, que conjugaría al máximo ambas identi-
na Inés de la Cruz, que siendo mujer, culta a fuer de dades, la relacional y la individual y que sería superior
noble, pero bastarda, se refugia en el convento para a la Individualidad dependiente del varón, porque per-
huir del matrimonio y seguir su vocación intelectual. mitiría desarrollar al máximo todas las potencialida-
Como escribe Octavio Paz (1982:159): No quiere ca- des del ser humano, si bien a veces, con un alto coste
(pág. 158). Por el contrario, define la Individualidad por libre en la profesión. Y ha pagado más de una vez
dependiente, como contradictoria sin que sea cons- el precio.
ciente de dichas contradicciones, pues para afirmarse Solamente quisiera hacer unas pequeñas observa-
necesita basarse en la razón y desconoce las dinámicas ciones para acabar. En la página 128 se sitúa al car-
de la emoción por lo que precisa el papel de la mujer denal Cisneros en el concilio de Trento. Imagino que
como creadora de vínculos relacionales. Por eso en las es una errata, suya o de Ángela Muñoz de quien toma
sociedades patriarcales se crean normas sociales que la referencia, pues cuando se inauguró en 1545 el
identifican en todo momento el papel del hombre y de Concilio de Trento, Cisneros llevaba veintiocho años
la mujer (pág.165). muerto.
La autora aspira a una futura sociedad auténtica- Y un cariñoso tirón de orejas. Almudena critica el
mente igual, en que no exista el género porque no exis- dominio del inglés (pág. 181) porque obliga a aquellos
tan papeles asignados ni al hombre ni a la mujer y en el que no lo tienen como lengua materna, a pensar de
que el discurso legitimador de la desigualdad, que para manera emocionalmente limitada, pero cae en su pro-
la autora son las religiones (pág. 174), desaparezca. pia trampa al escribir interaccionar o interaccionado,
Pero, como escribía en su rima IV Bécquer, mientras en lugar de interactuar o interactuado, o mejor en es-
el corazón y la cabeza batallando prosigan… y mientras pañol, relacionarse porque interactuar es anglicismo
haya corazones, aunque sean los de los racionales cate- (págs. 20,30, 86 158 etc.), empoderar (pág. 168), en
dráticos de astrofísica que la autora menciona en algún lugar de dotar de poder, roles, en lugar de papeles, tal
lugar del libro, que alberguen anhelos de espiritualidad vez porque el subconsciente le está jugando una mala
que la razón no llena, no sé si seguirá habiendo religio- pasada y está pensando en inglés, no en español, su
nes como Institución, pero seguirá habiendo creyentes lengua materna.
en la trascendencia y no necesariamente como respuesta A pesar de este pequeño pellizco de chinchorrera,
a miedo irracional alguno. Porque como el libro reseña- el libro está muy bien escrito, es ágil y se lee con ame-
do reivindica, razón y emoción son inseparables y ni se nidad. Invito a quienes lean estas líneas a comprobarlo
puede racionalizar la emoción ni vivir de espaldas a ella. ellos mismos.
El libro es, en definitiva un magnifico fruto del pen-
samiento brillante, original y transgresor de alguien que Marisa Ruiz-Gálvez Priego
como sor Juana Inés, ha sido tan valiente como para ir Universidad Complutense de Madrid
marisar.gp@ghis.ucm.es
Nota
Referencias Bliográficas