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Adicción a la dieta
Cueva, S. y Granda, C.
Docente a cargo
Favio Roca
Octavo ciclo B
Lima, 2018
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¿Qué es peor?
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Dedicamos el presente trabajo a nuestros padres, ya
que gracias a ellos seguimos adelante y a nuestra
alma máter, donde nuestros maestros nos instruyen
y encaminan en esta hermosa carrera.
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ÍNDICE
EPÍGRAFE
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN
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CAPÍTULO III: ESTRATEGIAS Y PROGRAMAS
REFERENCIAS
ANEXOS
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RESUMEN
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INTRODUCCIÓN
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factores predisponentes, aquellos síntomas físicos y alteraciones psicológicas
presentadas en el transcurso de la adicción, las fases en el que se desarrolla la
adicción a la dieta, los criterios diagnósticos para la anorexia nerviosa y la bulimia
nerviosa.
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CAPÍTULO I: ADICCIÓN A LA DIETA
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1.2. DEFINICIONES GENERALES
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y presentaban interacciones sociales anormales. Además, este efecto era más
acusado en hembras que en machos.
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1.3.4 Factores predisponentes socioculturales
Respecto a las alteraciones psicológicas, las personas suelen tener una gran
impulsividad y bajo autocontrol, esto los lleva a meterse en situaciones
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peligrosas o entrar en discusión con gran facilidad, teniendo grandes cambios de
humor. No hay una adecuada valoración de uno mismo, no se aceptan tal y como
son; esto puede contribuir a la aparición de síntomas depresivos. Por último, el
factor psicológico más importante en la anorexia y bulimia nerviosas es la
ansiedad, una ansiedad que se genera al estar en frente de la comida, cuando
van a controlar su peso o antes de realizar las conductas purgativas.
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brazos y espalda, pérdida de cabello, estreñimiento y debilidad muscular. Al
progresar, el cuadro se va agravando, pudiendo llegar a la muerte.
Según el CIE10:
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de peso propia del período de crecimiento.
b) La pérdida de peso está originada por el propio enfermo, a través de: 1)
evitación de consumo de "alimentos que engordan" y por uno o más de uno de
los síntomas siguientes: 2) vómitos autoprovocados, 3) purgas intestinales
autoprovocadas, 4) ejercicio excesivo y 5) consumo de fármacos anorexígenos
o diuréticos.
c) Distorsión de la imagen corporal que consiste en una psicopatología
específica caracterizada por la persistencia, con el carácter de idea
sobrevalorada intrusa, de pavor ante la gordura o la flacidez de las formas
corporales, de modo que el enfermo se impone a sí mismo el permanecer por
debajo de un límite máximo de peso corporal.
d) Trastorno endocrino generalizado que afecta al eje hipotalámo-
hipofisario-gonadal manifestándose en la mujer como amenorrea y en el varón
como una pérdida del interés y de la potencia sexuales (una excepción aparente
la constituye la persistencia de sangrado vaginal en mujeres anoréxicas que
siguen una terapia hormonal de sustitución, por lo general con pildoras
contraceptivas). También pueden presentarse concentraciones altas de
hormona del crecimiento y de cortisol, alteraciones del metabolismo periférico de
la hormona tiroidea y anomalías en la secreción de insulina.
e) Si el inicio es anterior a la pubertad, se retrasa la secuencia de las
manifestaciones de la pubertad, o incluso ésta se detiene (cesa el crecimiento;
en las mujeres no se desarrollan las mamas y hay amenorrea primaria; en los
varones persisten los genitales infantiles). Si se produce una recuperación, la
pubertad suele completarse, pero la menarquia es tardía.
Según el DSM-V:
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C. Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso o
constitución, influencia impropia del peso o la constitución corporal en la
autoevaluación, o falta persistente de reconocimiento de la gravedad del peso
corporal bajo actual.
Tipo con atracones/purgas: Durante los últimos tres meses, el individuo ha tenido
episodios recurrentes de atracones o purgas.
Según el CIE10
Según el DSM-V:
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mayoría de las personas ingerirían en un periodo similar en circunstancias
parecidas.
Está constituida por distintas pruebas que exploran los hábitos alimentarios,
pensamientos relacionados con ello y con el cuerpo y psicopatología asociada,
la percepción de la imagen corporal.
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EAT(26): Eating Attitudes Test: creado por de Garner y Garfinkel
(1979), es un Cuestionario auto aplicado, que se le administra a la
persona afectada. Detecta personas con riesgo de padecer un
trastorno alimentario, es recomendable utilizar en poblaciones de
adolescentes y jóvenes. Identifica síntomas y preocupaciones
característicos de los trastornos de conducta alimentaria. Se
recomienda como prueba de filtro para determinar la presencia de
cualquier TCA. Las puntuaciones iguales o superiores a 30 indican un
posible trastorno del comportamiento alimentario.
Escala de Observación de Conducta Anoréxica, de Vandereycken
(1992), para padres y pareja (ABOS) (8) Es un cuestionario auto
aplicado que evalúa los conocimientos que la familia tiene sobre la
sintomatología. Tiene 30 cuestiones con una puntuación máxima de
60. Con 19 o más puntos hay alta probabilidad de enfermedad, las
alteraciones son significativas.
Escala de la evaluación de la imagen corporal de Garner: Garner,
Stark y friedman (1999), Se encarga de evaluar las distorsiones de la
imagen corporal de pacientes con trastornos de la conducta
alimentaria. Proporciona una imagen percibida de lo real y lo ideal, se
aplica a partir de los 19 años y se administra de forma autoaplicada.
Cuestionario de actitudes a la imagen corporal: Unikel, Juarez y
Gomez (2006), evalúa las actitudes de la persona tiene en relación el
ideal estético de delgadez, la creencia y la interiorización de esta.
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nutricionales. Este trastorno consiste en una obsesión patológica por la
alimentación sana o equilibrada. Suele comenzar inocentemente, como un
deseo para conseguir superar enfermedades, perder peso o mejorar la salud.
Qué comer, cuánto y las consecuencias de una mala alimentación son algunas
de las cosas que un ortoréxico tiene en mente. Suelen ser personas con normas
muy rígidas, si en algún momento no las cumplen se autocastigan con dietas
más estrictas como el ayuno, alaban sus éxitos, tienen un estricto autocontrol
para resistir la tentación y sienten superioridad hacia aquellos que no siguen sus
mismos hábitos alimentarios. Desplazan todo el significado de sus vidas hacia la
comida, y esto es lo que lo define como un desorden alimentario.
SINTOMATOLOGÍA:
- Preocupación excesiva por la calidad de lo que se come más que por el placer
y la necesidad de comer.
- Pensar durante más de tres horas al día en la dieta; en este tiempo se incluye
cocinar, hacer la compra, leer acerca de dietas, pensar si un alimento es sano o
no.
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- Ser cada vez más estricto con uno mismo; el ortoréxico se vuelve más rígido
en sus hábitos alimentarios lo que le provoca un gran placer.
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CAPITULO II: EFECTOS EN LA SALUD
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Acrocianosis: las partes distales (o acras) tienen un tono amoratado, un
color azulado, (dedos de manos y pies).
Por el vómito:
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En el aparato digestivo – esófago, estómago e intestino - hay también
daños como gastritis, reflujo gastro-esofágico por el cual el cuerpo se
acostumbra a vomitar espontáneamente, sin tener que hacer ningún
esfuerzo; diarreas y dolores abdominales.
Inflamación de la garganta.
Pérdida de electrolitos, Hipokalemia o Hipopotasemia: con calambres,
alteraciones cardiacas:
Aparece debilidad muscular, hormigueos y calambres por disminución de
sodio, en el aparato cardiovascular se da una disminución de la presión
arterial, aumento de la frecuencia cardíaca o taquicardia, aparición de
arritmias cardíacas, que, si son graves, pueden ocasionar paro cardíaco
y la muerte (que también puede darse debido a la pérdida de potasio en
sangre).
Irregularidades menstruales o ausencia de la menstruación.
Mareos, convulsiones.
Hipopotasemia.
Disminución de los reflejos.
Deshidratación.
Sed.
Baja autoestima.
Oscilaciones del humor y estado de ánimo.
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Depresión.
Ideación autolítica.
Falta de control de impulsos, impulsividad: promiscuidad, consumo de
alcohol, otras adicciones, ludopatía.
Trastorno de la personalidad: tipo límite o borderline.
Problemas emocionales.
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placenteras, irritabilidad, etc. (González, Merino, López, García, y Migallón,
(2000)
Cuellar y Furio (2012) mencionan estudios que indican que hay diferencias
de funcionamiento en el cerebro entre las personas que padecen trastornos
alimentarios. Las personas con Anorexia o Bulimia presentan respuestas
alteradas ante el placer y la recompensa y se preocupan más de lo normal por
las consecuencias de sus acciones, por lo que son propensas a desarrollar
comportamientos obsesivos que desembocan en el trastorno alimentario. El
sistema de recompensa del cerebro está formado por varias estructuras que
regulan y controlan el comportamiento y tienen como estimular la práctica de los
hábitos necesarios para la supervivencia, como es este caso, comer. Las
personas que no padecen el trastorno cuentan con un patrón normal de
activación del sistema de recompensa del cerebro, con diferencias marcadas
entre una respuesta positiva y una respuesta negativa. Sin embargo, el sistema
de recompensa cerebral de las personas que sufren estos trastornos no
distingue entre ambos tipos de respuesta, lo que explica la dificultad que suelen
presentar para experimentar el placer, como el disfrute de la comida.
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personas con un patrón de activación del sistema de recompensa que no esté
alterado.
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Adicionalmente, la prevalencia en el año 2002 de anorexia nerviosa y bulimia
nerviosa fue de 0.1% y 0.8% respectivamente.
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CAPÍTULO III: ESTRATEGIAS Y PROGRAMAS
Garcia (2005) menciona que gran parte de los síntomas desaparecen con la
desnutrición sin necesidad de otro tipo de intervención en ocasiones. Se conocen
factores que suprimen la ingesta: glucagón, colesterol, calcitonina,
somatostatina, bombesina, neurotensina y factores que aumentan la ingesta:
betaendorfinas, neuropéptido Y, péptido YY, déficit de serotonina, noradrenalina
o dopamina. Los neuropéptidos implicados en la anorexia son: serotonina,
noradrenalina, colecistocinina y péptido y. La serotonina tiene un papel
fundamental, visto como posible marcador. Existe respuesta eficaz a fármacos
inhibidores de recaptación de serotonina, mejor respuesta en bulimia nerviosa,
mala respuesta a estos fármacos cuando el peso es muy bajo.
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Es importante contar con otros apoyos como: los autorregistros sobre todo
en pacientes bulímicas, pero también en paciente con anorexia, con ellos
obtenemos mucha información y podemos ir regulando la dieta según veamos
los registros, conocer los hábitos, ayudarles con lecturas apropiadas, en paciente
con purgas el objetivo es disminuir el número de purgas en primer lugar y no
tanto corregir una dieta, así como establecer vínculos entre los atracones y
determinadas circunstancias o sentimientos.
Tratamiento farmacológico:
Gran parte de los síntomas desaparecen con la renutrición sin necesidad de otro
tipo de intervención en ocasiones. Conocemos factores que suprimen la ingesta;
glucagón, colesterol, calcitonina, CRT, somatostatina, bombesina, neurotensina
y factores que aumentan la ingesta: betaendorfinas, neuropéptido Y, péptido YY,
déficit de serotonina, noradrenalina o dopamina. Los neuropéptidos implicados
en los TCA son: serotonina, noradrenalina, colecistocinina y péptido Y. La
serotonina parece tener un papel fundamental, visto como posible marcador,
parece estar implicado en la etiopatogenia de TCA y otros trastornos que son
comórbidos. Hay respuesta eficaz a fármacos Inhibidores de recaptación de
serotonina, mejor respuesta en Bulimia Nerviosa, mala respuesta a estos
fármacos cuando el peso es muy bajo.
FARMACOS ÚTILES
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atípicos (risperidona, olanzapina, quetiapina…). No tienen indicación en
TCA. Generalmente más apropiados cuando hay un trastorno grave de la
personalidad.
- ANTIIMPULSIVOS: Mejoran el estado de ánimo. Eficaces cuando existen
trastornos del control de los impulsos. Evitan la hiperactividad y la
impulsividad. Disminuyen el círculo atracón purgas. Muy útiles en el
control de los atracones y la obesidad. Los más utilizados topiramatos y
zonisamida.
- ANSIOLÍTICOS: en pacientes jóvenes se deben evitar siempre, o limitar
su tiempo de uso. Los utilizamos para disminuir la ansiedad frente a las
comidas. Utilizar los de vida media o larga. HORMONAS,
CORRECTORES METABÓLICOS, VITAMINAS Y MINERALES: solo en
caso de deficiencias. Los estimulantes del apetito se utilizarán en caso de
pérdida de apetito (recordar que es una huelga de hambre) y con
colaboración de las pacientes (ciproheptadina). Mucha atención a la
posibilidad de osteopenia y osteoporosis.
- El INGRESO HOSPITALARIO en paciente de corta edad el seguimiento
debe de ser muy cercano, pues es fácil la progresión hacia un deterioro
psico-físico grave. los objetivos del ingreso hospitalario son: Evitar la
muerte del enfermo por descompensación o deshidratación,
Estabilización médica y psicopatológica pero no la curación.
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crecimiento físico y emocional de sus hijos, evitar el castigo, no caer en el
chantaje afectivo y desarrollar un estilo educativo asertivo (actitud agradable,
pero definida y segura de sí misma), que favorezca el desarrollo y la autonomía
de cada miembro de la familia.
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A pesar de este esfuerzo terapéutico, en muchos casos se observa que,
en el momento del alta, el paciente no se encuentra todavía lo suficientemente
preparado, por lo que, algunos especialistas, sugieren que esta fase de
tratamiento debería iniciarse aún en régimen hospitalario, para consolidar mejor
el mantenimiento del peso, al tiempo que se delimita el control ambiental
progresivamente (en vez de bruscamente). El paciente podría pasar cortos
periodos de tiempo en casa, que irían aumentando). Con o sin hospitalización,
los programas de intervención en esta fase deben incluir las siguientes
estrategias:
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En este programa se lleva a cabo diferentes actividades para concientizar e
implicar a las personas, empresas e instituciones en la promoción de la salud y
prevención de los TCA.
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generando las sinergias necesarias para conseguir los resultados esperados.
Para ello desde la Dirección General de Promoción de la Salud se vienen
fortaleciendo las capacidades del personal de salud en aspectos de promoción
para la alimentación y nutrición saludable. Poniendo atención a factores que
condiciona en ocasiones a llevar dietas restrictivas para acercarse a un patrón
ideal de belleza, influenciado por los modelos sociales del momento, y puede dar
lugar a serios trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia y
vigorexia). Por ello, es muy importante trabajar a nivel familiar y la escuela
aspectos relacionados con la autoestima, el respeto y amor por su cuerpo, al
mismo tiempo adoptar adecuados hábitos alimentarios y de vida.
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CAPÍTULO IV: INVESTIGACIONES CIENTIFICAS
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seleccionadas mediante un muestreo probabilístico bietápico por conglomerados
y estratificado según régimen de gestión del colegio (público o privado), y se les
aplicó el Inventario de Conductas Alimentarias (ICA) de Zusman (2000). Los
resultados mostraron un 16.4% de casos con uno o más trastornos alimentarios
y un 15.1% de la población en situación de riesgo.
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de universidad pública de Ensenada, B.C. Se utilizaron el Cuestionario de
Alimentación y Salud y la EFRATA de Gómez-Peresmitré; así como el Inventario
de Ansiedad de Beck y Steer y para variable de inicio de pubertad se midió en
manera de autoreporte. En los resultados se encontraron que el riesgo de bulimia
es mayor cuando el grado de ansiedad es alto y la edad de la pubertad se
presenta a "destiempo"; el riesgo de anorexia sólo se incrementa cuando la
ansiedad es alta. Los resultados son congruentes con la literatura previa y se
discuten en el marco de esta.
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REFERENCIAS
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Gardner, R.M., Stark, K., Jackson, N., & Friedman, B.N. (1999). Development
and validation of two new scales for assessment of body-image.
Perceptual Motor Skills, 87, 981-983.
González, E., Merino, B., López, C., García, A., & Migallón, P. P. A. (2000).
Nutrición saludable y prevención de los trastornos alimentarios. Madrid:
Ministerio de Sanidad y Consumo
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Organizacion Mundial de la Salud (Ginebra). (1992). Cie 10. Trastornos mentales
y del comportamiento: descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico.
Meditor.
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Unikel, C., Juárez, F. & Gómez, G. (2006). Psychometric properties of the
Attitudes Towards Body Figure Questionnaire in Mexican female students and
patients with eating disorders. European Eating Disorders Rewiew, 14, 430-435.
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