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El artículo 92 del Código penal establece que “La reparación civil se determina
conjuntamente con la pena“; es decir impone la obligación al Juez de
determinar la reparación civil, en caso que considere responsable del delito al
procesado y por ende le imponga una pena, sin importar si esta es una pena
mínima o la máxima. Así una vez que se considere culpable al procesado el
Juez está obligado a determinar la pena y la reparación civil, ojo se exige, “la
reparación civil”. Por otro lado tenemos que el artículo 93 del Código Penal,
señala que la reparación civil comprende: “1. La restitución del bien o, si no
es posible, el pago de su valor; y 2. La indemnización de los daños y
perjuicios”; por lo cual, lo que nos importa en el presente análisis, es
centrarnos al segundo elemento a que se refiere la norma antes invocada, es
decir cuando señala que la reparación comprende también la indemnización
por daños y perjuicios. Para lo cual es de suma importancia tener en cuenta
lo que señala el mismo código adjetivo en su artículo 101°, que precisa “La
reparación civil se rige, además, por las disposiciones pertinentes del Código
Civil”. De igual forma debemos recordar que la indemnización por daños y
perjuicios, como se ha dicho, no es otra cosa que la reparación civil a favor
del dañado, esto es el derecho que tiene el dañado sobre el autor de una
conducta dañosa a que éste repare las consecuencias dañosas del delito.
INTRODUCCION
ASPECTOS PROCESALES:
1.2 Proceso civil
Uno de los presupuestos procesales para intervenir en un proceso
judicial, es ser parte procesal, esto es, la legitimación en la causa por activa.
Responsabilidad Civil, no escapa a dicho contexto, por ello, se considera
titular de este tipo de acción, todo aquel que ha recibido directa o
indirectamente un daño, esto es, la víctima, quienes sufren un daño propio
como consecuencia del hecho dañoso amparado o sus herederos, siempre
que sean titulares de intereses que se hayan visto afectados por la conducta
nociva del agente o causante del referido daño.
• La sana critica;
• El sentido común y,
• La lógica.
Allanamiento a la demanda
Consiste en aquella conducta desplegada por quien ostenta la calidad
de causante del daño (asegurado), efectuada en la contestación de la
demanda o su reforma, tendiente a aceptar de manera expresa, con el
propósito de extinguir una controversia jurídica, mediante la aceptación total
o parcial no solo de los hechos de la demanda, de las prestaciones, de los
fundamentos facticos en que sustenta el petitum respectivo, produciéndose
una claudicación procesal enderezada a evitar un desgaste inoficioso del
aparato judicial estatal, el que debe ser aceptado por el juez de primer grado,
si no militan los impedimentos contemplados en la Ley, dicho fenómeno surtirá
sus efectos plenos dentro del alcance señalado por quien lo propuso, esto es,
cuando el actor, en la instancia, reclamó la aplicación de las consecuencias
procesales que le son inherentes.
Excepciones:
En la oportunidad procesal prevista para contestar la demanda, la
aseguradora y el asegurado, puede proponer diversas excepciones, como
fundamento de su defensa, las cuales, particularmente en el caso de la
primera, puede aducir razones adicionales o simplemente no hacer referencia
a las expuestas en el texto de objeción.
CAPITULO II
PROCESO PENAL Y REPARACION CIVIL
LA REPARACIÓN CIVIL
A. Naturaleza jurídica
Como se sabe, aun se discute sobre la naturaleza jurídica de la obligación
resarcitoria proveniente del delito, así como la referente a la pretensión y a la
acción que se ejercita en el proceso penal (sea por el actor civil o por el fiscal)
con el fin de lograr la reparación del daño. Algunos sostienen que, por estar
vinculada al delito, la respuesta del ordenamiento jurídico está relacionada
con la sanción penal y consideran, sobre esta base, que tiene naturaleza penal
o de que se trata de una especie de tertium genus (tercera vía, al lado de las
penas y medidas de seguridad).
Por el contrario, otros afirman que, tratándose de la reparación de un daño
sujeto a las reglas del Código Civil, la obligación resarcitoria, así como la
pretensión que se ejercita en el proceso penal a fin de logra la reparación.
Naturaleza privada de la pretensión discutida en la acción civil
resarcitoria
Características:
Los actos del proceso son realizados por los órganos jurisdiccionales,
preestablecidos en la Ley; éstos acogen la pretensión punitiva del estado que
no puede juzgar y sancionar directamente sin un proceso previo y aplican la
Ley penal al caso concreto.
4. La reparación tiene que ver más con el autor y la vigencia de la norma que
con el agraviado y el daño ocasionado.
CAPITULO III
EL ACCIDENTE DE TRABAJO
El accidente de trabajo ha sido definido históricamente a través de encuadres
doctrinarios y legales que Lengua Apolaya define en tres etapas.
La segunda etapa buscó encasillar los accidentes a cierta tipología legal, con
el objeto de identificarlos como estados típicos de necesidad que deben ser
cubiertos por la Seguridad Social.
“Accidente de Trabajo (AT): Todo suceso repentino que sobrevenga por causa
o con ocasión del trabajo y que produzca en el trabajador una lesión orgánica,
una perturbación funcional, una invalidez o la muerte. Es también accidente
de trabajo aquel que se produce durante la ejecución de órdenes del
empleador, o durante la ejecución de una labor bajo su autoridad, y aun fuera
del lugar y horas de trabajo.”
Si bien los principios reseñados en ambas normas son los mismos, en el D.S.
N° 009- 2005-TR, el primer principio enunciado es el de la responsabilidad,
donde se indica que los trabajadores tienen derecho a que el Estado y sus
empleadores promuevan condiciones de trabajo dignas, siendo éstos los
garantes de que el trabajador goce de un estado de vida saludable, física,
mental y social; en la LSST, el primer principio enunciado es el de prevención,
a través del cual se establece que el empleador es el sujeto que está obligado
a garantizar, en el centro de trabajo, el establecimiento de los medios y
condiciones que protejan la vida, la salud y el bienestar de quienes presten
servicios dentro del centro de trabajo, con prescindencia de la naturaleza del
vínculo entre las partes.
El daño
Osterling, define como daño toda lesión que por dolo o culpa de otro, recibe
una persona en un bien jurídico que le pertenece. Así, dependiendo del bien
jurídico afectado, tenemos que existen dos tipos de daño: patrimonial y
extrapatrimonial.
Respecto del daño patrimonial, la doctrina del derecho identifica dos formas
en que se puede generar este tipo de daño: Daño Emergente y Lucro Cesante.
El primero comprende toda disminución efectiva del patrimonio ya existente;
mientras que la segunda comprende la pérdida de un enriquecimiento
patrimonial.
Antes de analizar cada punto, debemos precisar que para identificar los límites
de responsabilidad del empleador, debemos asumir que éste cumplió de
forma diligente con las obligaciones que la Ley le impone en materia de
prevención de riesgos laborales. Pues de lo contrario, cuando las causas del
accidente tienen su origen en el incumplimiento de las obligaciones del
empleador, éste deberá resarcir la totalidad de los daños generados, teniendo
como único límite, la capacidad de prueba que tenga el trabajador.
Daño Patrimonial
Daño Emergente
Lucro Cesante
Existe una discusión en cuanto a la definición del daño moral y del daño a la
persona; y la relación entre estos conceptos.
El nexo causal
El factor de atribución
El Código Civil Peruano, en los artículos 1318°, 1319° y 1320° diferencia los
factores de atribución de la responsabilidad civil, diferenciándolos entre culpa
y dolo.
Dolo: El artículo 1318° del Código Civil Peruano, establece que actúa con
dolo, quien deliberadamente no ejecuta una obligación. La culpa no está
referida a la intención del empleador; sino al conocimiento de la obligación, y
existe la presunción legal, de que toda persona (natural o jurídica) conoce el
contenido de la Ley. En consecuencia, si el empleador incumple con
cualquiera de sus obligaciones, incurre en dolo.
El daño que se originan en función a los principios del Derecho Laboral y a las
normas de la Responsabilidad Civil, deben ser resarcidos o reparados por el
responsable del trabajo, esto decir, por el Empleador. Sobre ello, las normas
del Código Civil Peruano, no establecen ninguna limitación en la cuantificación
del resarcimiento, salvo la acreditación del mismo. En ese sentido, el
trabajador tiene derecho a exigir la reparación de cada uno de ellos en su
totalidad.
El lucro cesante puede ser cubierto de dos formas; el Seguro de Salud a través
del subsidio que se reconoce en el artículo 12° de la Ley N° 26790 hasta un
máximo de 11 meses y 10 días consecutivos, esto es 340 días. De forma
posterior, si la incapacidad del trabajador continúa, se evaluará el grado para
determinar si le corresponde una pensión por invalidez. Ambos conceptos
(subsidio y pensión por invalidez) estarían cubriendo el lucro cesante; no
obstante el trabajador deberá cubrir aquellos períodos en los que el trabajador
con ocasión al accidente estuvo imposibilitado de prestar servicios,
excediendo el subsidio y sin gozar de la pensión de invalidez; Sin embargo,
cuando el grado de invalidez del trabajador es menor al requerido para
acceder a la pensión, éste recibirá por única vez una indemnización calculada
en base al promedio de sus últimas remuneraciones.
Es preciso resaltar que no existe una técnica de cuantificación del daño moral
generalizada; no obstante este debe responder a los bienes jurídicos
afectados del trabajador afectado. Es decir, se deberá analizar el daño al
proyecto de vida, el porcentaje de menoscabo a la salud, el tiempo de
rehabilitación, el número de intervenciones quirúrgicas, las secuelas médicas,
entre otros. Aun cuando existen baremos para el cálculo de algunas
reparaciones, estas se efectivizan en función a criterios de daño corporal.
A nuestro entender el daño moral que, es un reflejo del daño a los bienes
jurídicos personalísimos del trabajador, es difícil de cuantificar; no obstante
cualquiera el monto que se fije como pago debe ser justificado y cumplir con
criterios de razonabilidad y proporcionalidad.
Finalmente, otro elemento que debe ser analizado en este punto consiste en
que nuestro sistema cuenta con un Procedimiento Administrativo Sancionador
específico para el incumplimiento de obligaciones laborales, que establece
montos específicos de multa en caso de verificarse el incumplimiento. Por ello,
el pago de la indemnización por daños y perjuicios en nuestro ordenamiento
no busca sancionar la conducta infractora del Empleador, sino resarcir el daño
ocasionado al trabajador.
DERECHO COMPARADO
Fijó como regla que el juicio sea oral y además público. Estableciendo las
figuras del querellante, del actor civil y de la víctima, incorporándose derechos
de protección a la víctima del ilícito y de que sea atendido e informado sobre
el estado del proceso.
BOLIVIA
Sin embargo resulta peculiar resaltar que si bien la víctima debería contar con
amplios derechos y facultades en su condición de protagonista del hecho
delictivo, esto se encuentra seriamente imitado dado el tratamiento marginal
que le otorga el Estado, ya que este le confiere todas las atribuciones al
Ministerio Público. En este sentido, se tiene que, ejecutado un hecho delictivo,
esta conlleva a formación de dos frentes, la primera la acción penal que busca
la reconstrucción histórica del hecho la cual tiene como objetivo la imposición
de una sanción penal o una medida de seguridad y la segunda que es una
acción de naturaleza civil que busca la imposición de una responsabilidad de
carácter civil.
PARAGUAY
El Código Procesal Penal vigente ha innovado acertadamente la legislación
existente, dando un tratamiento distinto a la víctima de un hecho ilícito. Así
tenemos que en su art. 9° otorga a las partes el irrestricto derecho a la
igualdad asumiendo de esta forma concordancia con la norma constitucional
de la nación. En su Artículo 14 divide la acción en dos, en pública y privada y
es allí en donde menciona por primera vez que en caso de que la acción se
privada la víctima se encuentra facultada para incoarla. De otra forma del
artículo 27 al 30 establece la participación del actor civil, otorgándole las
prerrogativas necesarias para que pueda ejercer su derecho a la reparación
por el daño sufrido, encargándole la Procurador General de la Republica
cuando se trate de intereses del. Estado y al. Ministerio Público cuando se
trate de intereses difusos. Asimismo el art. 67 y siguientes considera como
víctima al directamente ofendido por el hecho criminoso, teniendo el derecho
de que apenas interponga la denuncia se le informe sobre sus facultades, a
que se le informe sobre el curso de las investigaciones y del proceso y en caso
de ser una acción pública puede a titulo de querellante adherirse al Ministerio
Público. Otro_ de los derechos de la víctima. es el que en caso el ente fiscal
prescinda de continuar con la acción penal, necesariamente debe de contar
con el consentimiento del agraviado pero además el Ministerio Público debe
de considerar que si bien se pone fin a la persecución penal, debe
necesariamente establecerse un monto reparatorio por cuanto este sólo le
pertenece a la víctima. Con la Finalidad de garantizar el cobro de una posible
indemnización, el agraviado puede invocar el art. 260 solicitando una medida
cautelar de índole real, afín de afectar los bienes del ofensor, para ello el
Código Procesal Civil sirve de fuente para su regulación. Emitida una sanción
penal corresponde requerirse el cobro de una reparación civil, hecho que se
tramita ante el mismo Juez que inició el proceso, dándole de esta forma
celeridad a la causa, así el titulo 11 en su artículo 502 prevé esta posibilidad,
para ello la misma norma establece que en vía de ejecución debe de utilizarse
el Código Procesal Civil. Otra de las virtudes del Código está el que tratándose
de delito de corte patrimonial o de delitos culposos, se puede extinguir la
acción penal a cambio de la reparación del daño, de esta forma la reparación
se convierte en un objetivo del proceso penal. Este Código busca en resumen
a diferencia del anterior un respeto por la víctima, atendiendo sus intereses,
su protección, dándole especial protección a través de la asistencia y auxilio,
otorgándole un tratamiento inmediato, evaluando el daño psicológico ele ser
necesario, lo cual permite concluir que !orlo ello debe de ir de la mano con los
montos reparatorios impuestos por los jueces, porque de lo contrario sería
letra muer
4. CORTE SUPREMA
8. CORTE SUPREMA
En tal sentido, la Corte señaló que si bien las instancias de mérito han
señalado que se encuentra acreditado con el protocolo de autopsia y el
certificado de defunción que la causa del deceso fue un infarto agudo de
miocardio, no se tuvo en consideración la edad del trabajador (44 años) y que
según la historia clínica no presentó antecedentes de padecer problemas
cardiacos.
Así, quedó acreditado que el causante falleció cuando se encontraba en la
faena de pesca, es decir, en ejecución de las órdenes impartidas por la
empresa codemandada, motivo por el que se entiende que el deceso
se produjo a consecuencia de un accidente de trabajo, más aún si la
codemandada no acreditó el cumplimiento de su deber garantista, esto
es, proporcionar los medios y condiciones que protejan la vida, salud y
bienestar de sus trabajadores.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
http://blog.pucp.edu.pe/blog/derysoc/2008/08/14/alcances-sobre-la-
reparacion-civil-en-nuestro-codigo-penal/
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/5E215C0A
5541C0E005257E7E00719D71/$FILE/art4.pdf
http://polemos.pe/la-indemnizacion-danos-perjuicios-los-casos-
accidentes-trabajo-enfermedades-profesionales-posible-exonerar-
responsabilidad-al-empleador/
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/8404/
ACUNA_ARESTEGUI_MARIA_LOS%20LIMITES_DE%20LA%20RES
PONSABILIDAD.pdf?sequence=1&isAllowed=y