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Cápsula 1.
Escuelas de la administración
y la administración pública como ciencia
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I. LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA COMO SISTEMA Y LA GESTIÓN PÚBLICA
Con la Revolución Industrial (1760-1840), se consolida la ciencia de la Administración, época en que los estudiosos de los comportamientos
de la producción mecanizada, buscaron servirse del método científico para instaurar modelos teóricos que apoyaran el mayor
aprovechamiento de los recursos a través de una menor inversión de los mismos (economía), apoyados en sus sistemas de relación (inputs-
outputs) dentro de los procesos industriales (empresas privadas).
Los postulados y paradigmas generados bajo tales circunstancias sirven de apoyo también en el ámbito de la administración de lo
público.
Es preciso acotar, que el concepto práctico de administración como sistema (empirismo), ha estado presente a lo largo de la historia de la
humanidad, como el caso del concepto del derecho. El ser humano como ser eminentemente social, ha necesitado de un sistema o estructura
sobre el cual organizarse para tener mayores posibilidades de sobrevivencia y convivencia armónica; y como ser natural, comparte la
estructura sistemática de toda forma de vida. Es decir, la vida y las relaciones entre todo lo que existe se basa en relaciones sistémicas que
a su vez pueden ordenarse a través de niveles, especialidades o partes.
Chiavenato al respecto relaciona referencias históricas acerca de las magníficas construcciones erigidas durante la antigüedad en Egipto,
Mesopotamia y Asiría, atestiguan la existencia, en épocas remotas, de dirigentes capaces de planear y guiar los esfuerzos de millares de
trabajadores en obras monumentales que perduran todavía, como las pirámides de Egipto. Los papiros egipcios, atribuidos a la época de
1300 a. C., ya indicaban la importancia de la organización y de la administración de la burocracia pública en el antiguo Egipto. En China,
las parábolas, de Confucio sugieren prácticas para la buena administración pública¹. La civilización romana clasificó las acciones
administrativas (empresas) en tres tipos: Públicas, Semipúblicas y Privadas.
No obstante, como se ha mencionado, son las teorías de producción enmarcadas desde el punto de vista económico las que dan paso a la
ciencias administrativas que engloban los ámbitos de las empresas privadas y públicas.
1 Chiavenato, Idalberto. Introducción a la teoría general de la administración. McGraw-Hill, 7ma Edición. México, 2007. Pág. 24. Recuperado de: https://naghelsy.files.wordpress.com/2016/02/introduccic3b3n-a-la-teorc3ada-general-de-la-
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administracic3b3n-7ma-edicic3b3n-idalberto-chiavenato.pdf
1.1. Escuelas científica y clásica
Consolidan los primeros estadios de las ciencias administrativas y enfocan sus análisis desde
los aspectos de las tareas y la estructura, respectivamente.
La escuela científica es representada principalmente por los análisis y exposiciones realizadas por Frederick
Taylor (1856-1915), quien es considerado como el precursor de la administración moderna, sus observaciones han
tomado el nombre Taylorismo o administración científica del trabajo, cuyo sistema se basa en el cambio de la iniciativa
laboral del trabajador respecto de sus tareas (libertad de realizar el trabajo), por un método basado en el diseño de
programas enfocados en la obtención de la eficiencia de las tareas asignadas en la industria.
Por su parte la escuela clásica es representada principalmente por los análisis y exposiciones realizadas por
Henri Fayol (1841-1925), quien se apoya en los estudios de la administración científica realizados por Taylor desde su
perspectiva del proceso industrial, trasladándolos a la estructura organizacional completa de la administración de la
empresa, sus observaciones han tomado el nombre Fayolismo o escuela clásica de la administración, cuyo trabajo se
centra en la dirección empresarial, buscando economizar “tiempos muertos” y conseguir una óptima utilización de los
recursos.
Cuadro 2. Funciones, acciones y principios administrativos desarrollados por Fayol.
Fuente: Elaborado con base en información contenida en Rogers Ferret & Guzmán Betancourt. El Directivo Público Hoy. Pág. 12.
https://www.serviciocivil.cl/wp-content/uploads/2017/06/directivo_publico_hoy_final.pdf
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Figura 2. Cadena de mando y cadena escalar en el sistema de Fayol.
La Nueva Gestión Pública (NGP) busca ordenar la gestión pública en torno a mandatos generales, centrados en los resultados esperados de las políticas
públicas y, en este esfuerzo, pone el énfasis en la planificación estratégica, en la definición de resultados cuantificables, en la evaluación del desempeño
y en la contractualización de las relaciones entre agentes públicos. Por otra parte, propone entregar mayor poder y autonomía a los gestores públicos
(caracterizados ahora como gerentes), a cambio de una mayor responsabilidad y exigencia en la obtención de resultados. 8
Se basa sobre el paradigma del gerencialismo, asumiendo que para mejorar la gestión es necesario otorgar mayor flexibilidad y autonomía a las
agencias y altos directivos. En lo funcional, la NGP implica dos cosas: (i) la separación entre las estructuras que diseñan las políticas públicas y aquellas
que las implementan, así como la separación entre el financiamiento y la provisión de bienes y servicios públicos; y, (ii) la delegación de la toma de
decisiones hacia niveles jerárquicos inferiores del Estado, como las agencias ejecutivas, los organismos regionales, los gobiernos subnacionales, etc., bajo
el supuesto de que estas instancias se encuentran más cercanas a los problemas y, por lo tanto, tienen más información para decidir correctamente.
Recomienda aumentar los mecanismos de control e introducir sistemas de pago por desempeño para mejorar la eficiencia en las acciones del gobierno. 9
Como elementos de aporte se resalta su orientación hacia los resultados. Hace uso de conceptos como: visión, misión, clientes, usuarios, etc.; y se apoya en
técnicas propias de este modelo, tales como: cuadro de mando integral, modelos de atención y medición de satisfacción de usuarios, etc.; lo cual ha
innovado el glosario y la cultura de la gestión pública.
Como crítica del modelo, se señala que "debilita los sistemas de servicio civil, promoviendo modalidades contractuales más flexibles y el uso de sistemas
de promoción y de remuneraciones basados en el desempeño (incentivos), asimilando su funcionamiento al de la gerencia privada."; además que excluye
de la gestión pública la dimensión política (politics) y gestiona el aparato público como si fuera una empresa.
6 Óp. Cit. Pág. 17
7 Chanduvi Vargas, Rodolfo. La Nueva Gestión Pública. Recuperado de: http://www.monografias.com/trabajos87/nueva-gestion-publica/nueva-gestion-publica.shtml#lagestiona#ixzz54s3bhW2S
8 Rogers Ferret, Roy; Guzmán Betancourt, Nelson. Óp. Cit. Pág. 18
9 Ibid.
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10 Ibid.
1.4. La Post Nueva Gerencia Pública
Después de una década de dominio intelectual de la NGP (en los 90), el entusiasmo por este enfoque comenzó a debilitarse, producto del
limitado impacto de su aplicación y de la generación de distorsiones en el funcionamiento de los Estados. Estos elementos han llevado al
desarrollo de nuevos enfoques de gestión pública, los que -a falta de mejores definiciones han sido englobados bajo la denominación de
neo-weberianismo, post-NGP o gobernanza en la era digital (DEG, por sus siglas en inglés). Dichos enfoques resaltan valores tales como la
gobernanza inclusiva, la democracia representativa y el ethos del servicio público y ¿destacan? aquellos instrumentos de gestión pública
que permitirían conciliar de mejor manera las obligaciones del servicio público con la capacidad para responder a las necesidades
heterogéneas y cambiantes de la ciudadanía (Pollit y Buckaert, 2004; Dunleavy y otros, 2006).
Entre estos modelos alternativos al modelo burocrático y al gerencialista surge el denominado “Nuevo Servicio Público” (New Public Service
–NPS– en inglés). Sus postulados sugieren que los directivos públicos deben enfocarse en servir y empoderar a los ciudadanos al momento
de gestionar las organizaciones e implementar las políticas (Denhardt y Denhardt, 2000).
Por su parte el modelo denominado “Nueva Gobernanza Pública” (New Public Governance–NPG– en inglés) es un enfoque que apela a
conceptos con abundante bagaje ideológico y cuya condición básica consiste en la creación, desarrollo y activación de formas de
asociación y de redes público-privadas, gubernamental-sociales. Este modelo político es viable principalmente en países democráticos y
con sociedades civiles fuertes y consolidadas. Esta forma de gobernar evoluciona a partir de formas participativas e interdependientes de
gestión, con fuerte base en la colaboración y la confianza. Como señala Osborn (2006), es un modelo que pone énfasis en la cooperación
entre el Estado y los actores no estatales, con el fin de lograr objetivos de política pública.
Fuente: Chiavenato, Idalberto. Introducción a la teoría general de la administración. Pág. 25. Recuperado de: https://naghelsy.files.wordpress.com/2016/02/introduccic3b3n-a-la-teorc3ada-general-de-la-
administracic3b3n-7ma-edicic3b3n-idalberto-chiavenato.pdf 9