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PROCESO DE EJECUCION

UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

CURSO:
DERECHO PROCESAL LABORAL
DOCENTE:
MAG.EDGAR ARIAS CUTIPA
ESTUDIANTES:
 ADUVIRI YUPANQUI, GINA
 CHIPANA CCAMAPAZA, LESLIE
 GIL QUISPE, ANGEL
 RODRIGUEZ JINEZ, LUCERO

TACNA – PERÚ
2018
2

DEDICATORIA

A nuestras familias, a esas personas maravillosas que hacen que la vida sea un
conjunto de acontecimientos hermosos que no se perderán hasta mi muerte.
3

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a nuestra universidad, a nuestros diferentes docentes que nos


motivan a ser mejores estudiantes de derecho y personas con ética y valores.
4

INTRODUCCION

El proceso de ejecución previsto en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N°


29497, en adelante NLPT, define la competencia en el conocimiento de dicho
proceso básicamente en razón a la cuantía, salvo el caso de la cobranza de los
aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, en cuyo caso la
competencia es exclusiva de los Juzgados de Paz Letrados, resultando irrelevante
el importe materia de cobranza.
La regulación prevista sobre el proceso de ejecución en la NLPT, requiere
establecer previamente qué debemos entender como proceso de ejecución y qué
como título ejecutivo, sobre aquello se tratará de definir su diferencia con el
proceso de conocimiento, su estructura y finalidad y en cuanto al título ejecutivo,
se tratará de verificar su contenido, es decir, la obligación que este puede contener
y la limitación de las defensas que contra el mismo, se puede generar.
Se revisará qué títulos ejecutivos ha señalado expresamente la NLPT, pueden ser
tramitados mediante el proceso de ejecución, haciéndose énfasis en los referidos
a la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, dado
que los mismos constituyen aproximadamente el noventa por ciento (90%) de los
expedientes que conocen los Juzgados de Paz Letrados, verificándose entonces
en ellos las incidencias que surgen en la cobranza de los referidos títulos
ejecutivos.
Finalmente, serán materia de análisis los supuestos de suspensión extraordinaria
de la ejecución, la multa por contradicción temeraria, definiendo para ello, lo que
se debería entender por conducta temeraria y distinguirla de la conducta procesal
de mala fe, para luego ingresar a la revisión del incumplimiento injustificado al
mandato de ejecución, en el caso de las obligaciones de hacer y no hacer y las
consecuencias que se proponen legislativamente y la forma de cálculo de los
derechos accesorios.
5

INDICE

Capítulo 1 ASPECTOS GENERALES .................................................................. 6


1.1. Proceso de ejecución ............................................................................. 6
1.2. Títulos ejecutivos. ................................................................................... 6
1.3. Requisitos ............................................................................................... 8
Capitulo 2 .............................................................................................................. 9
DISPOSICIONES COMUNES .............................................................................. 9
I. Mandato de ejecución ................................................................................ 9
II. Contradicción ........................................................................................... 10
III. Prosecución del trámite ........................................................................ 11
Capítulo 3 TITULOS EJECUTIVOS SEGÚN LA NLPT ....................................... 12
3.1. Artículo 57.- Títulos ejecutivos.............................................................. 12
a) Las resoluciones judiciales firmes ........................................................ 12
b) Las actas de conciliación judicial. ......................................................... 13
c) Los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia,
resuelven un conflicto jurídico de naturaleza laboral. .................................. 13
d) Las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes que
reconocen obligaciones. .............................................................................. 14
e) El documento privado que contenga una transacción extrajudicial; en
donde se hayan abordado asuntos laborales. ............................................. 15
f) El acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa. .............. 15
g) La liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones. ................................................................................. 17
1.4. Competencia ........................................................................................ 26
1.5. Suspensión extraordinaria de la ejecución ........................................... 26
1.6. Multa por contradicción temeraria ........................................................ 27
1.7. Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución .......................... 27
1.8. Cálculo de derechos accesorios ........................................................... 28
Capitulo 4 ............................................................................................................ 30
IMPLICANCIAS PENALES ................................................................................. 30
DOCTRINA ......................................................................................................... 32
ANEXOS ............................................................................................................. 35
CONCLUSIONES ............................................................................................... 54
RECOMENDACIÓN............................................................................................ 55
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................... 56
6

Capítulo 1
ASPECTOS GENERALES

1.1. Proceso de ejecución


La NLPT en el Título II, en su Capítulo V, desde el artículo 57 a 63, trata
sobre el proceso de ejecución.

En cuanto a la competencia el inciso 2º del artículo 1 de la NLPT, señala que los


procesos con título ejecutivo cuando la cuantía no supere las cincuenta (50)
Unidades de referencia procesal (URP) son competencia de los Jueces de Paz
Letrados; salvo cuando se trata de la cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones retenidos por el empleador, en cuyo caso los
Jueces de Paz Letrados son competentes con prescindencia de la cuantía.

Por su parte, el artículo 57 de la NLPT específicamente señala qué títulos


ejecutivos, van a ser tramitados mediante el proceso de ejecución. De esa forma,
debemos tener presente dos conceptos: el de proceso de ejecución y el de título
ejecutivo.

1.2. Títulos ejecutivos.


Para VINATEA y TOYAMA solamente se puede promover un proceso de
ejecución si el derecho del acreedor, que demanda (llamado ejecutante) está
contenido en el título ejecutivo donde conste que el deudor que es demandado
(llamado ejecutado) se obliga o es obligado a satisfacer cierto crédito. Cabe
7

precisar que los derechos contenidos en los títulos ejecutivos, y que habilitan a
iniciar un proceso de ejecución de estas características, no solamente pueden
referirse a obligaciones de dar sumas de dinero o bienes determinados, sino
también a obligaciones de hacer y de no hacer. Naturalmente, en los casos
regulados en este artículo las obligaciones a ejecutar deben estar referidas o
derivarse de una relación laboral.1

En línea de lo anteriormente señalado, mediante el proceso de ejecución se va


promover este, en virtud de títulos ejecutivos de naturaleza judicial o aquellos
como los señala LINO PALACIO citado por HINOSTROZA MINGUEZ,
denominados títulos ejecutivos extrajudiciales, los mismos que la ley, en razón de
tratarse de documentos que contienen una autodeclaración de certeza del
derecho proveniente del deudor o de la administración pública, asigna efectos
equivalentes a los de una sentencia condenatoria.2

Esto por cuanto, ya no existe un tratamiento diferenciado desde las modificaciones


realizadas al Código Procesal Civil por el Decreto Legislativo N° 1069 del 28 de
junio del año 2008, entre títulos ejecutivos y títulos de ejecución, ahora todos se
denominan títulos ejecutivos y así se refleja en la NLPT de fecha 15 de enero del
año 2010.

Siendo que cuando el artículo 690-A del Código Procesal Civil indica que a la
demanda se debe acompañar el título ejecutivo, además de los requisitos y
anexos provenientes en los artículos 424 y 425 y los que se especifiquen en las
disposiciones especiales, es por qué en este tipo de procesos señala PAREDES
INFANZÓN el contradictorio se invierte. La sola afirmación contenida en la

1
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.
2
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Procesos de ejecución”, Segunda Edición, Jurista Editores, página
16.
8

demanda y sustentada en el título que se adjunta es suficiente para que el órgano


jurisdiccional expida el mandato ejecutivo.3

De lo hasta aquí expuesto, los títulos ejecutivos deben contener como requisito
indispensable, una obligación cierta o veraz, expresa es decir indubitable y
exigible, por lo que, si está sujeta a plazo debe encontrarse vencido y si la
obligación está sujeta a condición, ésta debe haberse cumplido. Cuando se trata
de un título que contiene una obligación de dar suma de dinero, ésta debe ser,
además, líquida o liquidable mediante una simple operación aritmética.

1.3. Requisitos
Los requisitos del título ejecutivo para la procedencia de la ejecución son dos: en
primer lugar, la sentencia debe contener una obligación cierta, expresa y exigible;
en segundo lugar y cuando la obligación es de dar suma de dinero, la obligación
debe ser además líquida o liquidable mediante una operación aritmética (CPC,
art. 689).36 Tal operación, con miras a determinar exactamente el importe de la
deuda.

3
Obra citada. PAREDES INFANZÓN, Jelio. Página 361.
9

Capitulo 2
DISPOSICIONES COMUNES

I. Mandato de ejecución
Son tres los elementos que engloba el mandato de ejecución: la orden de
cumplimiento, la obligación a cumplir debidamente identificada y el apercibimiento
a aplicar en caso de incumplimiento.

Así, pues, de acuerdo con nuestro ordenamiento procesal: El mandato de


ejecución 4ordena el cumplimiento de la obligación contenida en la sentencia
dentro de un plazo de tres días, bajo apercibimiento de iniciarse la ejecución
forzada (CPC, art. 690-C y cuarto párrafo del art. 690-D). Si el mandato de
ejecución contuviera una exigencia no patrimonial, el juez deberá adecuar el
apercibimiento a los fines específicos del cumplimiento de lo resuelto (CPC, arts.
690-C y 715). Cumplido el plazo indicado: de haberse concedido una medida
cautelar y para ejecutarla, el cuaderno correspondiente se agregará al cuaderno
principal y se mandará que se realice una nueva numeración de los folios de este;
de lo contrario y a solicitud de parte, se dispondrá las medidas de ejecución
idóneas para la satisfacción de la pretensión amparada (CPC, art. 715).

4
El CPC emplea las denominaciones “mandato ejecutivo” y “mandato de ejecución”, en los artículos 690-C
y 715, respectivamente. En cambio, la NLPT alude únicamente a “mandato de ejecución”. En consecuencia
y en tanto que utilizada por la normativa procesal laboral, preferimos esta última: “mandato de ejecución”
10

II. Contradicción
La posibilidad de contradicción que asiste al ejecutado responde a su derecho de
defensa, aun cuando relacionada a supuestos específicos.
Entonces: Dentro de un plazo de tres días de notificado el mandato de ejecución,
el ejecutado puede contradecir la ejecución únicamente si aduce el cumplimiento
de lo ordenado o la extinción de la obligación- acreditada con prueba instrumental
- (CPC, punto 3 del tercer párrafo del art. 690-D). El juez rechazará la
contradicción sustentada en otras causales (CPC, quinto párrafo del art. 690-D)
La “extinción de la obligación”, concretamente, puede ser total o parcial y darse
por cualquiera de los modos previstos al efecto por el Código Civil (arts. 1220 y
siguientes): pago, novación, compensación, condonación, consolidación.
El juez dará traslado de la contradicción al ejecutante, quien deberá absolverla
dentro de tres días proponiendo los medios probatorios que desee. Con la
absolución o sin ella, el juez resolverá al respecto, observando las reglas para el
saneamiento procesal. Cuando el juez lo considere necesario o de requerirlo la
actuación de los medios probatorios, fijará día y hora para la realización de una
audiencia, que se llevará a cabo según las reglas determinadas para la audiencia
única (CPC, art. 690-E).La resolución que resuelve la contradicción puede ser
apelada dentro de un plazo de tres días, contados a partir del día siguiente a su
notificación (CPC, art. 691). Cuando esta resolución dispone el fin del proceso de
ejecución, la apelación se concede con efecto suspensivo5; cuando no, se
concede sin efecto suspensivo. 6 Si la resolución final firme declara fundada la
contradicción, el proceso de ejecución concluye.7

5
Cuando el recurso de apelación se concede con efecto suspensivo, “la eficacia de la resolución recurrida
queda suspendida hasta la notificación de la que ordena se cumpla lo dispuesto por el superior. Sin perjuicio
de la ejecución, el Juez que expidió la resolución impugnada puede seguir conociendo las cuestiones que se
tramitan en cuaderno aparte. Asimismo, puede, a pedido de parte y en decisión debidamente motivada,
disponer medidas cautelares que eviten que la suspensión produzca agravio irreparable.” (CPC, art. 368
inc.1).
6
2Cuando el recurso de apelación se concede sin efecto suspensivo, “la eficacia de la resolución impugnada
se mantiene, incluso para el cumplimiento de ésta.” (CPC, art. 368 inc. 2).
7
3Si el juez declara fundada la contradicción “dejará sin efecto el mandato de ejecución y, por ende, la
procedencia de la propia ejecución […].” (BELTRÁN, 2011, p. 617).
11

III. Prosecución del trámite


De no haberse formulado contradicción - o si formulada, fue rechazada mediante
una resolución firme - y sin más trámite, el juez preceptuará proseguir la ejecución.
12

Capítulo 3
TITULOS EJECUTIVOS SEGÚN LA NLPT
3.1. Artículo 57.- Títulos ejecutivos
Se tramitan en proceso de ejecución los siguientes títulos ejecutivos:
a) Las resoluciones judiciales firmes;
b) las actas de conciliación judicial;
c) los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia,
resuelven un conflicto jurídico de naturaleza laboral;
d) las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes que
reconocen obligaciones;
e) el documento privado que contenga una transacción extrajudicial;
f) el acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa; y
g) la liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones.

a) Las resoluciones judiciales firmes

Se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la demanda y dentro del


mismo expediente, es decir, si la demanda si hubiese iniciado ante una Sala
Laboral, es competente el Juez especializado de trabajo de turno, siendo que en
este caso ya no existe el turno, será competente el Juez especializado de Trabajo,
en forma aleatoria según su ingreso al Sistema Integrado Judicial (SIJ).

Se trata entonces de aquellas decisiones judiciales autos y sentencias emitidas y


que tengan la condición de consentidas o ejecutoriadas, para ARÉVALO VELA
son aquellas que gozan de autoridad de cosa juzgada, es decir que contiene una
13

decisión inimpugnable, inmutable y coercible, no siendo ejecutables en esta vía


agrega el citado autor, las resoluciones judiciales expedidas en procesos referidos
a otras materias.8

Siendo que dichas resoluciones deben establecer una condena, es decir, aquellas
en la que se tenga que cumplir una obligación de dar, de hacer o de no hacer.

b) Las actas de conciliación judicial.

Son aquellos acuerdos totales o parciales a los que arribaron las partes, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 30 de la NLPT, teniendo las mismas
la autoridad de cosa juzgada y que se ejecutan exclusivamente también ante el
juez que conoció la demanda y dentro del mismo expediente. De igual manera,
que en el caso anterior si la demanda se hubiese iniciado ante una Sala Laboral,
sería competente el Juez Especializado de Trabajo, en forma aleatoria en la
medida que ya no existe el turno, como forma de determinar la competencia.

c) Los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia,


resuelven un conflicto jurídico de naturaleza laboral.

En palabras de ARÉVALO VELA, el laudo puede definirse como decisión final que
emiten los árbitros dentro de un proceso arbitral condenando a una de las partes
a cumplir una obligación de dar, hacer o no hacer.9

Sin embargo, debemos estar frente un laudo arbitral firme, por el cual se haya
resuelto un conflicto jurídico y no aquellos que resuelvan conflictos económicos
de naturaleza laboral, el que va ser tramitado conforme a la norma general de

8
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 251-252
9
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 252.
14

arbitraje, prevista en el Decreto Legislativo N° 1071, en los que no se haya


otorgado facultades de ejecución a los árbitros, según inciso 1) del artículo 67 del
referido Decreto Legislativo, pudiéndose tratar de laudos arbitrales firmes emitidos
en derecho o en equidad.

Por su parte, entre otro supuestos cuando estamos frente a una controversia
jurídica entre el empleador y el trabajador, ambos acuerden firmar un convenio
arbitral y la remuneración mensual del trabajador supere las setenta (70) unidades
de referencia procesal, el laudo arbitral que se emita, una vez firme, constituirá un
título ejecutivo.

d) Las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes


que reconocen obligaciones.
Se refiere a resoluciones firmes, es decir, aquellas contra las cuales ya no cabe
interponer recurso impugnatorio alguno en la vía administrativa, las que se
constituirán en títulos ejecutivos.

Estas resoluciones pueden ser emitidas por el Ministerio de Trabajo y Promoción


del Empleo o por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral –
SUNAFIL, a través de las cuales se reconocen obligaciones.

ELIAS MANTERO señala que las resoluciones administrativas por su propia


naturaleza pueden ser cuestionadas en la vía judicial a través del proceso
contencioso administrativo, siendo el requisito esencial de procedencia la
interposición de la demanda dentro del término de tres meses señalados en el
artículo 17 de la Ley N° 27584, (Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo). La interposición de la demanda no determina de por si la
interrupción de la ejecución, en cuyo caso se requeriría una medida cautelar, no
necesariamente fácil de obtener en razón de que los pronunciamientos de la
autoridad están premunidos de una presunción de legalidad, lo que hace difícil,
15

aunque no imposible, cumplir con el requisito de la apariencia del buen derecho o


verosimilitud de la obligación.

e) El documento privado que contenga una transacción extrajudicial;


en donde se hayan abordado asuntos laborales.
Son títulos ejecutivos en este caso las transacciones extrajudiciales, cuando las
mismas aborden asuntos laborales, no debe tratarse de aquellos casos en los
cuales ya existe un proceso judicial, sino previas al mismo y que contengan
concesiones recíprocas y no equivalentes.

En estos casos el Juez al calificar el título ejecutivo deberá observar especial


cuidado, es decir, verificar de lo expuesto en los documentos y en su caso requerir
a la parte, que señale si existe algún tercero que pueda afectarse con lo acordado
en la transacción extrajudicial, por cuanto, muchas veces mediante estos
documentos, se quiere generar supuestas obligaciones para otorgarles un
derecho preferencial y/o generar un derecho persecutorio y burlar de esa forma el
cobro de acreedores reales y no ficticios; así como, deberá apreciarse al calificar
el título ejecutivo, que el trabajador en la transacción no este renunciando a
derechos laborales.

f) El acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa.

La conciliación extrajudicial es el acuerdo de las partes para poner fin una


controversia evitando que la misma llegue a la vía judicial.10
Sobre la conciliación extrajudicial privada, esta posibilidad se encuentra prevista
en el artículo 7 de la Ley N° 26872 – Ley de Conciliación, que establece que la
conciliación en materia laboral se llevará a cabo respetando el carácter
irrenunciable de los derechos del trabajador reconocidos por la Constitución

10
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 255.
16

Política del Perú y la Ley. Se indica además que la misma será atendida por los
Centros de Conciliación Gratuitos del Ministerio de Justicia, Ministerio de Trabajo
y Promoción del Empleo y por los Centros de Conciliación privados para lo cual
deberán de contar con conciliadores acreditados en esta materia por el Ministerio
de Justicia. En la audiencia de conciliación en materia laboral las partes podrán
contar con un abogado de su elección o, en su defecto, deberá de estar presente
al inicio de la audiencia el abogado verificador de la legalidad de los acuerdos.

Por su parte, la Cuarta Disposición Final de la Ley de Conciliación, Ley N° 26872


señaló que la Conciliación Administrativa a que se refiere el Capítulo III del Título
III del Decreto Legislativo N° 910, Ley General de Inspección del Trabajo y
Defensa del Trabajador, mantiene su plena vigencia.

En ese sentido, el artículo 27 del citado Decreto Legislativo señala que el área de
Conciliación Administrativa, está destinada a promover el acuerdo entre
empleadores y trabajadores o ex trabajadores a fin de encontrar una solución
autónoma a los conflictos que surjan en la relación laboral. La asistencia del
trabajador y del empleador a la Audiencia de Conciliación es de carácter
obligatorio. La Audiencia de Conciliación puede ser solicitada por el trabajador, ex
trabajador, la organización sindical, por el empleador o por ambas partes. Para la
realización de la Audiencia de Conciliación debe notificarse a ambas partes, con
una anticipación no menor de diez (10) días hábiles.

Siendo que por su parte, señala el artículo 28 el plazo de caducidad en materia


laboral, se suspende a partir de la fecha en que cualquiera de las partes presenta
la solicitud de Audiencia de Conciliación y hasta la fecha en que concluya el
procedimiento.

Las partes, indica el artículo 29 pueden intervenir en la conciliación a través de


sus representantes o apoderados. La designación puede constar en una carta
17

simple, con la facultad expresa para conciliar, acompañada de la copia del poder
del otorgante.

Si el empleador o el trabajador no asisten a la conciliación por incapacidad física,


caso fortuito o fuerza mayor, deben acreditar por escrito su inasistencia, dentro
del segundo día hábil posterior a la fecha señalada para la misma. Admitida la
justificación se notifica oportunamente a las partes para una segunda y última
diligencia. La notificación en este caso se efectúa con una anticipación no menor
de veinticuatro (24) horas. Si en el plazo señalado en el primer párrafo del
presente artículo, el empleador no presenta la justificación pertinente o ésta es
desestimada, se aplica una multa de hasta una (1) Unidad Impositiva Tributaria
vigente, según los criterios que establece el Reglamento. Contra la resolución por
la que impone la multa, el empleador, dentro del tercer día hábil de su notificación,
puede interponer Recurso de Apelación, el que es resuelto en el término de diez
(10) días hábiles de su presentación, agotándose la vía administrativa.

Finalmente, en la conciliación sólo se levanta acta cuando las partes lleguen a un


acuerdo total o parcial del tema controvertido, en caso contrario únicamente se
expide una constancia de asistencia. Dicho acuerdo debe quedar reflejado en el
acta de conciliación que debe contener una obligación cierta, expresa y exigible
la que constituye título ejecutivo y tiene mérito de instrumento público.

g) La liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema


Privado de Pensiones.
La NLPT viene siendo implementada en nuestro país y no dudo que con éxito, sin
embargo, la misma fue diseñada bajo el criterio de especialidad y bajo el modelo
del Despacho Judicial Corporativo, conforme a la Resolución Administrativa N°
127-2012-CE-PJ de fecha 4 de julio del año 2012, dicho modelo requiere de al
menos un Juzgado de Paz Letrado y un Juzgado Especializado de Trabajo para
su funcionamiento.
18

Sin embargo, resulta ser que aproximadamente el noventa por ciento (90%) de
los expedientes que conocen los Juzgados de Paz Letrados, están referidos a la
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, situación
que se ha visto acentuada con lo acordado en el Segundo Pleno Jurisdiccional
Supremo en Materia Laboral, que en el Quinto Tema del mismo, en relación a la
competencia de los Juzgado de Paz Letrados, se precisó lo siguiente: “5.1. ¿Son
competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables?
El pleno acordó por unanimidad: Los juzgados de paz letrados no son
competentes para conocer pretensiones no cuantificables, pues de conformidad
con el artículo 1 de la Ley N° 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, sólo son
competentes para conocer pretensiones cuantificables originadas en demandas
de obligación de dar sumas de dinero y títulos ejecutivos, cuyas cuantías no sean
superiores a cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP). 5.2. ¿Son
competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables acumuladas con una pretensión cuantificada que sí es de su
competencia por la cuantía? El pleno acordó por unanimidad: En la Nueva Ley
Procesal del Trabajo, los juzgados de paz letrados no son competentes para
conocer pretensiones no cuantificables acumuladas con una pretensión
cuantificada que si es de su competencia por la cuantía; pues éstos únicamente
pueden conocer las materias expresamente señaladas en el artículo 1 de la Ley
N° 29497”; en conclusión, los juzgados de paz letrados no pueden conocer
pretensiones no cuantificables, aún estas estén acumuladas con pretensiones
cuya cuantía no supere las cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal, lo
que casi convierte a los mismos en órganos jurisdiccionales a exclusividad para
conocer la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones,
significando que la mayoría de las pretensiones sean conocidas por los Jueces de
Trabajo, los que tienen que afrontar una gran cantidad de procesos, atentando
con ello el principio de celeridad que inspira al nuevo proceso laboral, lo que hace
19

necesario una modificación legislativa al respecto, para que los Juzgados de Paz
Letrados asuman competencia frente a pretensiones no cuantificables acumulada
a una cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal,
dado que son órganos jurisdiccionales que han sido creados bajo el criterio de
especialidad en dicha materia.

g.1. La liquidación para cobranza:

Es un documento con mérito ejecutivo, emitido por una Administradora de Fondo


de Pensiones en el cual se determina el monto de los aportes adeudados por el
empleador.11

g.2. Normas que rigen la cobranza de aportes previsionales del


Sistema Privado de Pensiones:

Conforme a la modificatoria realizada por la Segunda Disposición Modificatoria de


la NLPT al artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-
97-EF, en la misma se señala que la cobranza se efectuará de acuerdo con el
Título II de la Sección Séptima de la NLPT, estableciendo a continuación reglas
especiales para dicha ejecución, es decir, que si bien el proceso de cobranza de
los aportes se tramita con arreglo a la NLPT, lo cierto es que existen en el Texto
Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de
Pensiones, reglas especiales que priman sobre las disposiciones generales que
son las establecidas por la NLPT.
Al respecto ELIAS MANTERO, señala que el proceso de ejecución de los adeudos
contenidos en la liquidación de cobranza que debe preparar la AFP, se debe llevar
a cabo de acuerdo con lo señalado en la NLPT. El tema está regulado por el
artículo 38 del D.S. 054-97-EF (Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema

11
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 257.
20

Privado de Administración de Fondo de Pensiones). Este dispositivo señala las


pautas especiales para la tramitación de la ejecución y las razones para sustentar
la contradicción de la ejecución.12

g.3. Resolución que pone fin al proceso:

Habíamos ya señalado que en el caso del proceso de ejecución de las


liquidaciones para cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones, el proceso no concluía con un auto sino con una sentencia.
Para ello debemos indicar que conforme a lo precedentemente expuesto, existen
dos supuestos:

 Con contradicción: Es supuesto está previsto expresamente por la referida


norma especial, que señala que formulada contradicción con la absolución
o sin ella, se emite sentencia e interpuesto el recurso de apelación, en este
caso, en aplicación supletoria del artículo 691 del Código Procesal Civil, en
el plazo de 3 días contados, desde el día siguiente a su notificación, la
resolución que se emite en revisión de los actuados, conforme se señala
en la norma especial, es la de una sentencia de vista
.
 Sin contradicción: El segundo supuesto que puede generar dudas sobre el
tipo de resolución a emitirse, es aquel en el cual no se ha formulado
contradicción y se emite resolución ordenando llevar adelante la ejecución,
supuesto no señalado en la norma especial, pero siguiendo la misma
lógica, si interpuesto el recurso de apelación contra la citada resolución,
está debe ser resuelta por el Juez de Trabajo por una sentencia, no puede
ser la resolución materia de apelación un auto sino una sentencia, por
cuanto dicha resolución también al igual que en el primer supuesto,

12
ELIAS MANTERO, Fernando. “Comentario Exegético de la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, En:
Actualidad Laboral. Número 476, Mes de Febrero, Año 2016, página 13.
21

resuelve llevar o no adelante la ejecución. Por otro lado, cualquiera sea la


posición que se adopte tratándose de una resolución que pone fin al
proceso de ejecución, interpuesto el recurso de apelación debe ser
concedido con efecto suspensivo conforme al artículo 371 del Código
Procesal Civil y no sin efecto suspensivo y sin la calidad de diferida, en
cuyo caso se remitirá un cuaderno de copias certificadas, lo que atenta
contra los principios de celeridad y economía procesal que inspiran al
nuevo proceso laboral, conforme al artículo I del Título Preliminar de la
NLPT.

g.4. Prueba tasada o libertad probatoria:

Surge de las normas especiales previstas en el artículo 38 del Texto Único


Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de
Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF, duda en cómo se debe
interpretar lo dispuesto en el inciso b) literales 1), 3) y 4) del referido artículo,
cuando señala que: “El ejecutado podrá contradecir la ejecución solo por los
siguientes fundamentos: 1. Estar cancelada la deuda, lo que se acreditará con
copia de la Planilla de Pagos de Aportes Previsionales debidamente cancelada;
(…) 3. Inexistencia del vínculo laboral con el afiliado durante los meses en que se
habrían devengado los aportes materia de cobranza, lo que se acreditará con
copia de los libros de planillas. 4. Error de hecho en la determinación de monto
consignado como deuda en la Liquidación para Cobranza, lo que se acreditará
con copia de los libros de planilla o de las boletas de pago de remuneraciones
suscritas por el representante del demandado; (…)”.

La norma examinada delimita en números clausus los supuestos que van a


permitir justificar y sustentar la contradicción a la ejecución de las Liquidaciones
para Cobranza emitidas por las Administradoras de Fondo de Pensiones en
22

ejercicio de la obligación que bajo responsabilidad le impone el artículo 37 de la


misma Ley del Sistema Privado de Fondo de Pensiones, que dentro de este marco
jurídico su mérito ejecutivo sólo va a poder ser válidamente enervado acudiendo
a cualquiera de las hipótesis taxativamente determinadas; empero no podría
también sostenerse que la acreditación de la configuración de cada supuesto
señalado se encuentre en estricto vinculado al mérito exclusivo y excluyente de
dichos documentos: planilla de pagos previsionales debidamente canceladas y
copia del Libro de Planillas o con las boletas de pago de remuneraciones, con lo
cual estaríamos implícitamente tipificando un supuesto de prueba tasada ajena al
ámbito y contornos del Principio de Libertad Probatoria bajo el cual se estructura
el Sistema Probatorio que acoge la Nueva Ley Procesal del Trabajo concordado
con el Código Procesal Civil.13

Pues en realidad la finalidad del citado artículo es relevar en forma enunciativa


cual es el instrumento que en forma directa, adecuada e idónea cumpliría con tal
propósito sin descartar que pueda ser alcanzado vía otros elementos de prueba o
sucedáneos probatorios que incidan en demostrar la cancelación de la deuda, la
inexistencia del vínculo laboral acusado o el error de hecho en la determinación
del monto consignado como deuda, salvo bajo la limitación procesal que se traten
sólo de documentos conforme el último párrafo del inciso b) del artículo 38 del
Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo
de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF que indica: “(…) No
se admitirá prueba distinta a los documentos. (…)”, lo cual por lo demás resulta
razonable y proporcional a la naturaleza del proceso de ejecución; de lo que se

13
GOZAINI, Osvaldo Alfredo. “La Prueba en el Proceso Civil Peruano”, Normas Legales, setiembre
1997, Página 146. Sobre el particular señala citando a Devis Echandía: “Para que la prueba
cumpla su fin de lograr la convicción del juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos que
interesan al proceso, en forma que se ajuste a la realidad, es indispensable otorgar libertad para
que las partes y el juez puedan obtener todas las que sean pertinentes, con la única limitación de
aquellas que por razones de moralidad versen sobre hechos que la ley no permite investigar, o
que resulten inútiles por existir presunción legal que las hacen innecesarias, o sea claramente
impertinentes o inidóneas”.
23

desprende que si es admisible cualquier documento cuyo mérito sirva para el


objetivo y propósito de probar el supuesto de contradicción denunciado, es decir,
otorgan la habilitación para respaldar la configuración de un supuesto de
contradicción en el mérito de cualquier documento que en forma valida, razonable
y proporcional sirva para demostrar su existencia con lo cual el sentido
interpretativo fijado se ve incluso respaldado desde un criterio de interpretación
sistemática.

g.5. Oportunidad de presentación de los medios de prueba

Si bien el inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema
Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto
Supremo N° 054-97-EF, señala que a la contradicción se deberá presentar
acompañada de la prueba instrumental que acredite sus fundamentos, salvo los
casos a que se refiere el numeral 2 del citado artículo (nulidad formal o falsedad
de la liquidación para cobranza) y el inciso 3 del artículo 446 del Código Procesal
Civil (referido a la excepción de representación defectuosa o insuficiente del
demandante o del demandado), suele suceder que la presentación de la
documentación que acredita la cancelación de la deuda, inexistencia del vínculo
laboral o el error de hecho en la determinación de monto consignado como deuda,
se realiza no con la contradicción, sino con la apelación, esto quedaría
solucionado de raíz, si como sucede con el Sistema de Planillas Electrónicas Web
(PLAME), los Jueces Laborales contaran con el Sistema AFP Net, sin embargo,
ello no se encuentra previsto, ni existe convenio alguno entre el Poder Judicial y
la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, pero que sin embargo, se hace
necesario por cuanto directamente se contaría con la verificación de haberse o no
realizado el pago de los importes materia de cobranza, es decir, se accedería no
sólo a lo declarado sino a lo efectivamente pagado y la oportunidad del mismo.
24

Mientras ello sucede, queda en manos del Juez de Trabajo, adopte alguna
alternativa de solución, la formal sería simplemente que al no haberse
acompañado las documentales con la contradicción y no encontrándose los
documentos presentados en alguno de los supuestos previstos en el artículo 374
del Código Procesal Civil, es decir, se trate de medios probatorios referidos a la
ocurrencia de hechos relevantes para el derecho o interés discutido, pero
acaecidos después de concluida la etapa de postulación del proceso o
documentos expedidos con fecha posterior al inicio del proceso o que
comprobadamente no se hayan podido conocer y obtener con anterioridad,
procederá a confirmar la sentencia apelada y ordenar se prosiga con la ejecución.

Sin embargo, también en justicia podría tomar la alternativa de admitirlo de oficio


los medios probatorios acompañados con el escrito de apelación, con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 22 de la NLPT, en cuyo caso podría afectar el derecho de
contradicción de la contra parte, o teniendo en cuenta el primer párrafo del artículo
III del Título Preliminar del Código Procesal Civil que indica que: “El juez deberá
atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de
intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica haciendo
efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz
social en justicia. (…)”. Para efectos de obtener un fallo justo, y no soslayar los
elementos fácticos que fluyen del proceso y obtener una decisión mucho más
analítica, exhaustiva e integral del caso y en la medida que resulta imprescindible
determinar con la mayor certeza, si la parte ejecutada, en base a los documentos
adjuntados a su recurso impugnatorio, resulta ser la obligada para atender el
monto devengado, ello a fin de evitar un posible enriquecimiento indebido por
parte de la ejecutante, podría ordenar que el Juzgado de Paz Letrado evalúe bien
los documentos aportados por la ejecutada en su escrito de apelación y los que
fueran necesarios, en tanto que los primeros no se consideraron para la emisión
de la resolución materia de apelación; tanto más, si el Juez de Paz Letrado puede
acceder a otros tipos de instrumentos tales como: Sistema de Planillas
25

Electrónicas Web (para verificar la fecha de ingreso y cese de cada trabajador


afiliado) o solicitar a las partes información relevante respecto de lo peticionado,
concediéndole a la ejecutante el traslado respectivo para que pueda exponer los
argumentos que considere pertinentes a su derecho y a la ejecutada para que se
pronuncie sobre la situación de los aportes previsionales, que pretende desvirtuar
con la documentación acompañada con el escrito de apelación, preservando con
ello el derecho de contradicción de la parte ejecutante, contra la documentación
presentada; abonan a una solución en justicia el hecho de que el sistema de pagos
AFP Net, al efectuarse el mismo, solicita el ingreso mediante el sistema de la
planilla de pago, y el pago se puede efectuar con un comprobante con el cual se
hace efectivo directamente en las oficinas bancarias o inclusive debitado
directamente de las cuentas de la empleadora, mientras que por su parte, la
norma le exige la planilla de pagos de aportes previsionales (la que es ingresada
al sistema AFP Net) debidamente cancelada, (lo que puede acreditarse con el
comprobante de pago o el estado de cuenta en la que figure el débito en la cuenta
respectiva de la ejecutada), sin perjuicio de indicarse que por lo menos desde el
punto de vista normativo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo debería
permitir a todos los Jueces Laborales, el acceso a la información de las planillas
electrónicas.
26

1.4. Competencia
El artículo 58 de la NLPT determina la competencia para la ejecución de
sentencias. Tal competencia es exclusiva del juez que conoció la demanda - el
juez “de la demanda” - y se efectúa dentro del mismo expediente, es decir, sin
conformar un cuadernillo separado del cuaderno principal. De haberse iniciado la
demanda ante una Sala Laboral, la competencia, sin embargo, incumbe al juez
especializado de trabajo de turno. En este último supuesto y para demandar la
ejecución, la parte vencedora deberá solicitar a la Sala Laboral las copias
certificadas de los documentos judiciales que estime pertinentes

1.5. Suspensión extraordinaria de la ejecución

El artículo 60 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, indica que tratándose de la


ejecución de intereses o de monto liquidado en ejecución de sentencia, a solicitud
de parte y previo depósito o carta fianza por el total ordenado, el juez previo
traslado a la parte contraria entendemos, puede suspender la ejecución en
resolución fundamentada, esto dada su carácter extraordinario, siendo la citada
resolución impugnable. Es decir, no basta que se presenten todos los requisitos
señalados en la norma, sino que, una vez verificada la existencia de ellos, el juez
debe fundamentar porque ha decidido suspender la ejecución.

A diferencia de lo que sostiene VINATEA y TOYAMA que indican que el supuesto


de hecho del artículo 60, se refiere a los casos de ejecución de sentencia firme,
respecto tanto del capital como de los intereses, lo que señala literalmente la
citada norma, es que la suspensión extraordinaria de la ejecución, trata “de la
ejecución de intereses o de monto liquidado en ejecución”, por tanto, no se trata
entonces del capital, sino de los importes liquidados de intereses, de los costos
y/o de las costas e inclusive de remuneraciones devengadas.
27

1.6. Multa por contradicción temeraria


Si la contradicción no se sustenta en alguna de las causales señaladas en la
norma procesal civil, se impone al ejecutado una multa no menor de media (1/2)
ni mayor de cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP), esto apunta
a evitar los casos de temeridad que supone una conducta procesal objetiva
carente de fundamentos defendibles en derecho.

Esta multa es independiente a otras que se pudiesen haber impuesto en otros


momentos procesales, estas están referidas a las reglas de conducta en las
audiencias u otras aplicadas en el transcurso del proceso, como sería el caso de
la mala fe, impuesta por falta de razón procesal o abuso de maniobras dilatorias.

1.7. Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución


El artículo 62 de la norma Procesal Laboral, señala que tratándose de las
obligaciones de hacer o no hacer, a diferencia de las obligaciones de dar en las
que sí es posible emplear medidas coercitivas contra el deudor, generalmente el
empleador, para que cumpla con la prestación a su cargo, por ejemplo, con el
embargo de sus bienes u otro tipo de medidas cautelares; en las obligaciones de
hacer y de no hacer que están asociadas a la conducta o comportamiento del
obligado no es posible utilizar las mismas medidas de presión, ya que significaría
emplear violencia física, lo cual está prohibido por el ordenamiento jurídico, 14 en
ese sentido, habiéndose resuelto seguir adelante con la ejecución, el obligado no
cumple, sin que se haya ordenado la suspensión extraordinaria de la ejecución, el
juez impone multas sucesivas, acumulativas y crecientes en treinta por ciento
(30%) hasta que el obligado cumpla el mandato; y, si persistiera el incumplimiento,
procede a denunciarlo penalmente por el delito de desobediencia o resistencia a
la autoridad, previsto en el Código Penal en el artículo 368, tratándose de una
persona jurídica, quien sería denunciado sería su representante legal.

14
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 305.
28

Al respecto ARÉVALO VELA señala que este artículo tiene su fundamento en el


derecho a la tutela jurisdiccional efectiva de que goza toda persona, una de cuyas
dimensiones es el cumplimiento oportuno de los mandatos judiciales, es por ello
que se autoriza la utilización de medidas de coacción para que se dé cumplimiento
a lo ordenado por el Poder Judicial.15

1.8. Cálculo de derechos accesorios


Finalmente, en el artículo 63 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, señala que
los derechos accesorios a los que se ejecutan, como las remuneraciones
devengadas que son conocidas también como salarios caídos no percibidos por
el trabajador durante el periodo en que no prestó efectivamente servicios por
razón de haber sido despedido y encontrarse siguiendo un proceso para lograr su
readmisión en el empleo 16 y los intereses, se liquidan por la parte vencedora, la
cual puede solicitar el auxilio del perito contable adscrito al juzgado o recurrir a los
programas informáticos de cálculo de intereses implementados por el Ministerio
de Trabajo y Promoción del Empleo.

La liquidación presentada es puesta en conocimiento del obligado por el término


de cinco (5) días hábiles siguientes a su notificación. En caso de que la
observación verse sobre aspectos metodológicos de cálculo, es decir, la fórmula
o ecuación empleada, en este caso, el obligado debe necesariamente presentar
una liquidación alternativa.

Vencido el plazo el juez, con vista a las liquidaciones que se hubiesen presentado,
resuelve acerca del monto fundamentándolo.

15
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 265.
16
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 267.
29

Si hubiese acuerdo parcial, el juez ordena su pago inmediatamente, reservando


la discusión sólo respecto del diferencial.
30

Capitulo 4
IMPLICANCIAS PENALES
Quien incumple un mandato de ejecución dictado en el marco de un proceso
laboral de ejecución de sentencias, incurre en los delitos contra la libertad de
trabajo y de resistencia o desobediencia a la autoridad. El Código Penal establece:
Artículo 168: Delito contra la libertad de trabajo y asociación El que, mediante
violencia o amenaza, obliga o impide a otro a integrar un sindicato, es reprimido
con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años. La misma
pena se aplicará al que incumple las resoluciones consentidas o ejecutoriadas
dictadas por la autoridad competente; y al que disminuye o distorsiona la
producción, simula causales para el cierre del centro de trabajo o abandona éste
para extinguir las relaciones laborales. (Letras cursivas nuestras.) Artículo 368:
Delito de resistencia o desobediencia a la autoridad El que desobedece o resiste
la orden legalmente impartida por un funcionario público en el ejercicio de sus
atribuciones, salvo que se trate de la propia detención, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis meses ni mayor de dos años. En este
entorno: La tipificación penal del incumplimiento de un mandato de ejecución no
constituye a la denuncia penal en una “medida de ejecución”. A saber, la denuncia
penal pretende que se imponga una sanción al denunciado por la comisión de
hechos delictivos. En la otra mano, la medida de ejecución apunta al cumplimiento
de una sentencia firme que impone al ejecutado el cumplimiento de obligaciones
de dar, de hacer o de no hacer.
31

El delito contra la libertad de trabajo tiene carácter general y se aplica frente al


incumplimiento de cualesquiera mandatos de ejecución: relativos a obligaciones
de dar, de hacer o de no hacer. Por su parte, el delito de resistencia o
desobediencia a la autoridad se aplica frente al incumplimiento injustificado del
mandato de ejecución concerniente a obligaciones de hacer o de no hacer.
Naturalmente, nada impide la denuncia preferente por la comisión del delito contra
la libertad de trabajo antes que por la del delito de resistencia o desobediencia a
la autoridad. Cuando el obligado sea una persona jurídica, se denunciará a su
representante legal. Nada impide que el propio ejecutante sea quien plantee la
denuncia por la comisión de tales delitos ante el Ministerio Público. Al efecto,
deberá requerir al juez de la ejecución que le expida copias certificadas de las
piezas procesales necesarias, que obran en el expediente, y presentarlas con su
denuncia.
32

DOCTRINA

 Para el Juez Supremo ARÉVALO VELA, el proceso de Ejecución Laboral


es un conjunto de actos procesales a través de los cuales el acreedor de
un derecho persigue el cumplimiento por parte de su deudor de una
obligación de dar, hacer y no hacer, para lo cual sustenta su pretensión en
la existencia de un proceso previo, donde se ha declarado su derecho, o
del documento denominado título al cual la ley le otorga la presunción de
legitimidad.17

 En esa misma línea, ANACLETO GUERRERO señala que la finalidad del


juicio ejecutivo no consiste en lograr un pronunciamiento judicial que
declare la existencia o inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino
en obtener la satisfacción de un crédito que la ley presume existente, en
virtud de la peculiar modalidad que reviste el documento que lo comprueba.
Por ello, los dos extremos principales que ha de reunir el título son
suficiencia e integración; es decir, debe bastarse a sí mismo, sin que pueda
ser completado con prueba de otra índole, porque el título mismo es una
suerte de prueba.18

 Al respecto PRIORI POSADA señala que, el proceso de ejecución supone


partir de la certeza que genera el título ejecutivo, por lo que únicamente
corresponde ejecutar el derecho. Con ello, lo que se hace frente a una
demanda que cumple los requisitos es la emisión de un mandato de
ejecución que ordena al ejecutado cumplir con su obligación. Por ello, la
defensa que puede realizar un ejecutado es muy limitada: consiste

17
ARÉVALO VELA, Javier. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497”, Juristas
Editores, febrero 2011, página 249
18
ANACLETO GUERRERO, Víctor. “Manual de Derecho del Trabajo”, LEX & IURIS Grupo Editorial,
agosto 2015, página 772.
33

únicamente en oponerse al mandato de ejecución a través de una


contradicción.19

 Por otro lado, para VINATEA y TOYAMA en los procesos de ejecución ya


no se discute la existencia del derecho contenido en el título ejecutivo, pues
ya está reconocido en el propio título, aunque naturalmente se concede al
demandado, llamado ejecutado, mecanismos de defensa destinados a
cuestionar únicamente la validez del título o la exigibilidad de la obligación,
entre otros motivos taxativamente contemplados. Señalan además los
citados autores, que dicho proceso tiene por fin último la materialización de
las decisiones judiciales o de los derechos reconocidos por las partes, o
declarados por un tercero, satisfaciéndose así los intereses respecto de los
cuales se solicita tutela jurisdiccional.20

 Por su parte, PAREDES INFANZON señala que el proceso de ejecución es


uno diferente al proceso de conocimiento, tanto por su contenido como por
su estructura y finalidad, ya que aquel no parte del conflicto de derechos,
que es atendido más bien por este último, el que lo resuelve en forma
declarativa o constitutiva a través de una sentencia. El proceso de
ejecución no tiene por finalidad resolver un conflicto, por lo que en su
interior no existe debate posicional, ni actuación probatoria ni expedición
de una sentencia, sino por el contrario se inicia con la acreditación de un
derecho reconocido o declarado a través de un Título que se encuentre
pendiente de cumplimiento para luego de calificarlo debidamente se expida
un Mandato de ejecución que no permite la discusión del origen del

19
PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos; SOTERO
GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal
del Trabajo”, Ara editores, 2011, página 278
20
VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. “Análisis y comentarios de la nueva
Ley Procesal del Trabajo”, Gaceta Jurídica, Primera Edición noviembre 2012, página 292-293.
34

derecho, sino únicamente la argumentación sobre la exigibilidad de la


obligación que contiene el título, la misma que en caso no tener fundamento
adecuado, induce al Juez a emplear todos los medios imperativos,
forzosos, coactivos o coercitivos que la Ley franquea para lograr el
cumplimiento de la obligación de parte del deudor y ofensor. Ello determina
que sea un proceso breve, expeditivo y conminatorio que no admite mayor
debate entre las partes, prohibiéndose los artículos de nulidad y la
concesión de medios impugnatorios con efecto suspensivo, hasta que no
se haya dado cumplimiento a la obligación ejecutada.21

21
PAREDES INFANZÓN, Jelio. “Análisis de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497”, Edición
2010, Editorial Multiservicios La esperanza S.A.C, página 360.
35

ANEXOS

Modelo de Demanda de Cumplimiento de Laudo Arbitral Laboral

SECRETARIO JUDICIAL :
NRO. EXPEDIENTE :
CUADERNO : PRINCIPAL
ESCRITO : 01-2018
SUMILLA : Demanda de ejecución de Laudo Arbitral
que resuelve un conflicto jurídico de naturaleza laboral

SEÑOR JUEZ (dependiendo de la cuantía puede ser un juez de paz letrado


o un juez especializado)22

SINDICATO DE (…)23, con registro sindical Nro. (…), debidamente


representado por su Secretario General (…), con DNI (…), con
domicilio real en (…), con domicilio procesal en (…), con domicilio
electrónico en la casilla judicial Nro. (…); a Ud., respetuosamente,
digo:

22
El artículo 1, inciso 2, de la Ley 29497 establece que “Los juzgados de paz letrados laborales
conocen de los siguientes procesos: (…) 2. Los procesos con título ejecutivo cuando la cuantía no
supere las cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP)”. También debe observarse el
artículo 2, inciso 5, de la Ley 29497 establece que “Los juzgados especializados de trabajo
conocen de los siguientes procesos: (…) 5. Los procesos con título ejecutivo cuando la cuantía
supere las cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP).”
23
El artículo 8 de la Ley 29497 establece que “8.2 Los sindicatos pueden comparecer al proceso
laboral en causa propia, en defensa de los derechos colectivos y en defensa de sus dirigentes y
afiliados. 8.3 Los sindicatos actúan en defensa de sus dirigentes y afiliados sin necesidad de poder
especial de representación; sin embargo, en la demanda o contestación debe identificarse
individualmente a cada uno de los afiliados con sus respectivas pretensiones. En este caso, el
empleador debe poner en conocimiento de los trabajadores la demanda interpuesta. La
inobservancia de este deber no afecta la prosecución del proceso.”
36

I.- DEL DEMANDADO Y SU DIRECCIÓN DOMICILIARIA


(Indicar la razón social o denominación del empleador), debidamente
representado por (…), con dirección domiciliaria para notificaciones en (...).

II.- PETITORIO
Como pretensión principal, solicitamos se emita mandato de ejecución
disponiendo la ejecución del Artículo Nro. (…) de Laudo Arbitral Nro. (…) que
establece lo siguiente: (…), bajo apercibimiento de dar inicio a la ejecución forzada
en caso de incumplimiento.

Como pretensión accesoria, solicitamos se disponga el pago de los


intereses legales, costas y costos del proceso.

III.- FUNDAMENTOS DE HECHO


1.- Nuestro sindicato actúa en defensa de los derechos colectivos de nuestros
afiliados que en Listado de Registro de Afiliados se adjunta a la presente.
2.- Iniciado el proceso de negociación colectiva para el año (…), este derivó en el
inicio de un proceso arbitral que concluyó en la emisión del Laudo arbitral Nro.
(…).
3.- Este Laudo Arbitral resolvió lo siguiente: (…)
4.- Sin embargo, de todos los puntos indicados el demandado no cumple ni ejecuta
lo dispuesto en el artículo (…) del referido Laudo que indica (…), razón por la cual
presentamos esta demanda.

IV.- FUNDAMENTOS JURÍDICOS


El Artículo 57, inciso c) de la Ley 29497 establece que “Se tramitan en proceso de
ejecución los siguientes títulos ejecutivos: (…) c) los laudos arbitrales firmes que,
haciendo las veces de sentencia, resuelven un conflicto jurídico de naturaleza
laboral”.
37

V.- MONTO DEL PETITORIO


El artículo cuya ejecución se pretende establece el pago mensual de la suma de
(…) que multiplicada por el número de afiliados asciende a la suma de (…), que,
a su vez, multiplicado por el número de meses de incumplimiento, esto es, (…)
hace la suma de S/ (…), más los intereses legales, costas y costos del proceso.

VI.- MEDIOS PROBATORIOS


1.- Lista de Registro de Afiliados a nuestro sindicato con la finalidad de acreditar
los afiliados que serán favorecidos con la defensa de los derechos colectivos que
ejerce nuestro sindicato. 2.- Laudo Arbitral Nro. (…) con la finalidad de acreditar
la existencia de un título de ejecución pasible de cumplimiento.

VII.- ANEXOS
1-A Acto de Reconocimiento de Junta Directiva emitida por la Autoridad
Administrativa de Trabajo.
1-B Acto de Registro Sindical
1-C Copia de Documento Nacional de Identidad del Secretario General.
1-D Listado de registro de Afiliados
1-E Laudo Arbitral Nro (…)

POR LO EXPUESTO:
A UD. pido admitir a trámite la presente demanda.

Arequipa, 02 de agosto de 2018.

(Firma del Demandante)


(Firma y Sello del Abogado del Demandante)
38

EXP. N.° 02598-2010-PA/TC


LIMA
LUIS ALBERTO
LALUPU SERNAQUE

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 11 días del mes de junio de 2013, el Pleno del Tribunal
Constitucional, integrado por los magistrados, Urviola Hani, Vergara
Gotelli, Mesía Ramírez, Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia, con el voto singular del magistrado Álvarez Miranda, que se
agrega,

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por Luis


Alberto Lalupu Sernaqué contra la sentencia expedida por la Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha 17 de diciembre de
2009, que confirmando la apelada declaró infundada la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 27 de enero de 2009 el recurrente interpone demanda de


amparo contra los Vocales integrantes de la Sala Laboral de Piura, Reyes Puma,
Rodríguez Manrique y Fernández Concha. Solicita que se declare la nulidad de la
resolución Nº 41 expedida por la Sala emplazada con fecha 3 de diciembre de
2008, mediante la cual el órgano judicial emplazado, revocando la apelada,
declaró fundado un pedido de nulidad interpuesto por el Poder Judicial en el
trámite de ejecución de una deuda por beneficios sociales declarada
judicialmente. Manifiesta que la resolución cuestionada al haber declarado
improcedente un embargo en cumplimiento de decisiones judiciales, viola sus
derechos a la tutela judicial efectiva y al debido proceso formal y sustantivo.

Según refiere el recurrente, en el trámite de un proceso de ejecución de


sentencia contra el Poder Judicial, luego de agotar todos los trámites de Ley y
ante la negativa de incluir en el presupuesto de dicho poder del Estado el pago de
la deuda de beneficios laborales que había sido declarada judicialmente, éste
presentó una solicitud de medida cautelar en forma de retención que debía recaer
sobre los ingresos propios del Poder Judicial. La medida fue otorgada por el
Juzgado que conocía la causa en ejecución y ejecutada con fecha 7 de agosto de
2008. Ante dicha situación el Poder Judicial a través del Procurador Público
presentó una solicitud de nulidad de medida cautelar que fue declarada infundada
39

en primera instancia; no obstante, dicha resolución fue apelada motivando la


resolución materia del presente proceso de amparo.

A fojas 314 se apersona el Procurador Público a cargo de los asuntos


judiciales del Poder Judicial y contesta la demanda. Propone la excepción de
incompetencia pues considera que en el presente caso, en la medida que “la
demanda trata sobre hechos donde se deben de actuar medios probatorios”,
“debió ser interpuesta de acuerdo a la materia - vía laboral” (sic). Con mayor
claridad aún el Procurador entiende que la presente demanda debe canalizarse
hacia la vía laboral pues considera que resulta de aplicación las reglas de la Ley
Procesal del Trabajo, “por estar el demandante bajo el régimen del Decreto
Legislativo Nº 728”. Al contestar la demanda el Procurador se refiere a los
derechos laborales, insistiendo en que para su protección el recurrente debe
acudir al proceso laboral y no al proceso de amparo.

A fojas 370 la Sala Especializada en lo Civil de Piura declaró infundada la


excepción deducida. Posteriormente, mediante resolución de fecha 12 de junio de
2009, la referida Sala declaró improcedente la demanda de amparo, tras
considerar que la resolución judicial cuestionada se encuentra debidamente
motivada por lo que no se puede alegar que la misma viola los derechos del
recurrente. La recurrida confirmó la apelada, reiterando los argumentos de primera
instancia.

FUNDAMENTOS

§1. Petitorio

1. Mediante el presente proceso el recurrente solicita que se deje sin efecto la


resolución judicial Nº 41 expedida por la Sala Especializada en lo Laboral de
Piura con fecha 3 de diciembre de 2008, en el trámite de ejecución de
sentencia que el recurrente tiene a su favor como consecuencia de un proceso
laboral por pago de derechos laborales y beneficios sociales seguido contra el
Poder Judicial. La referida resolución declaró fundada una nulidad deducida
por el Procurador del Poder Judicial y en consecuencia, revocando la decisión
de primera instancia, dejó sin efecto un pedido de embargo en forma de
retención solicitada por el recurrente.

El recurrente considera que la resolución judicial que dejó sin efecto el


embargo a su favor viola sus derechos al debido proceso, la tutela judicial
efectiva, la motivación de las resoluciones judiciales y la cosa juzgada;
sustenta el agravio en los siguientes argumentos: a) las cuentas embargadas
sí eran de dominio privado y, en consecuencia, son embargables conforme a
la jurisprudencia del Tribunal Constitucional; b) la resolución judicial
cuestionada no toma en cuenta la Ley Nº 26553 (Ley que crea el bono
40

jurisdiccional), que establece con precisión que los ingresos recaudados de


manera directa por aranceles solo en un 70% debe destinarse al pago de
magistrados y personal jurisdiccional, en consecuencia la Sala habría aplicado
una Resolución administrativa por encima de la ley. La resolución cuestionada
no estaría fundada en derecho; c) la resolución cuestionada a través del
presente proceso incurriría en “insuficiencia argumentativa”, toda vez que no
habría realizado una adecuada ponderación de los bienes y derechos en
conflicto, en concreto habría dado más valor, sin mayor fundamento jurídico, a
los bienes estatales en detrimento de los derechos laborales específicos, por
lo demás, sin tener en cuenta que, de este modo, se estaba vaciando de
contenido la tutela judicial efectiva y el propio sentido del Estado democrático
de derecho; finalmente, d) el recurrente también considera que la resolución
cuestionada atenta “indirectamente” contra la cosa juzgada, en la medida que
el embargo que éste solicitó tenía como propósito dar cumplimiento a una
sentencia ganada al propio Poder Judicial, la misma que al haberse anulado
hace inviable la posibilidad de lograr que se cumpla la sentencia a su favor que
ordena que el Poder Judicial cumpla con pagarle sus derechos laborales y
beneficios sociales ascendente a la suma de S/. 43,120.82.

§2. El control de resoluciones judiciales y el test de la intensidad

2. Respecto del control constitucional de las resoluciones judiciales, nuestra


jurisprudencia ha sido uniforme al considerar que el proceso de amparo es una
vía excepcional que solo ha de proceder en situaciones de arbitrariedad
manifiesta y cuando los recursos al interior del proceso hayan resultado
ineficaces. Así también el artículo 4º del Código Procesal Constitucional
recogiendo nuestra jurisprudencia estableció que el amparo contra
resoluciones judiciales solo procedía respecto “de resoluciones judiciales
firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva, que
comprende el acceso a la justicia y el debido proceso. Es improcedente cuando
el agraviado dejó consentir la resolución que dice afectarlo”.

3. En una de las decisiones que constituye ahora nuestro parámetro de control


para estos supuestos, dejamos también establecidos los criterios que, a modo
de pautas o principios, deben orientar el control que corresponde al Juez
Constitucional en la vía del proceso de amparo. En tal sentido en la STC. N.°
03179-2004-AA/TC precisamos que el control constitucional de una resolución
judicial debía tomar en cuenta tres criterios: a) razonabilidad; b) coherencia, y
c) suficiencia.

a) Examen de razonabilidad.– Por el examen de razonabilidad, el Tribunal


Constitucional debe evaluar si la revisión del (...) proceso judicial ordinario
es relevante para determinar si la resolución judicial que se cuestiona
vulnera el derecho fundamental que está siendo alegado. Si bien el criterio
41

razonabilidad ha sido desarrollado con contenido diferente en nuestra


jurisprudencia (Cfr. STC 090-2003-AA/TC o también la STC 0045-2004-
AI/TC), aquí este criterio expresa la necesidad de establecer un
límite razonable a la función de control que corresponde al Tribunal. De este
modo en este ámbito el criterio de razonabilidad permite delimitar el ámbito
del control, en la medida que el control de las resoluciones es también, en
buena cuenta, control del proceso.

b) Examen de coherencia.– El examen de coherencia exige que el Tribunal


Constitucional precise si el acto lesivo del caso concreto se vincula
directamente con (...) la decisión judicial que se impugna (...). En buena
cuenta se trata de un criterio de conexión entre el acto lesivo y el acto
materia de control. La exigencia de coherencia permite controlar la
legitimidad del juez constitucional a la hora de revisar una decisión judicial.
Solo serán controlables aquellas resoluciones directamente vinculadas con
la violación del derecho denunciado o delimitado en tales términos por el
juez constitucional, con base en el principio iura novit curia.

c) Examen de suficiencia.– Mediante el examen de suficiencia, el Tribunal


Constitucional debe determinar la intensidad del control constitucional que
sea necesario para llegar a precisar el límite de la revisión [de la resolución
judicial], a fin de cautelar el derecho fundamental demandado. El examen
de suficiencia permite, de este modo, fijar los límites del control, esto es,
hasta dónde le alcanza legitimidad al juez constitucional de conformidad
con lo que establece el artículo 1º del Código Procesal Constitucional a
efectos de hacer cumplir la finalidad de los procesos
constitucionales, “reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional”.

De este modo, en el ámbito del control de resoluciones judiciales resulta


relevante establecer: a) el ámbito del control (el proceso en su conjunto o una
resolución en particular); b) la legitimidad del control (solo resulta legítimo
controlar aquellas resoluciones o actos directamente vinculados con la
afectación de derechos), y c) la intensidad del control (el control debe penetrar
hasta donde sea necesario para el restablecimiento del ejercicio de los
derechos invocados).

4. El criterio intensidad del control juega un rol relevante en aquellas


situaciones en las que la violación de los derechos fundamentales se ha
producido como consecuencia del ejercicio de la función jurisdiccional. En tal
sentido, el proceso de amparo solo resultará una garantía procesal efectiva
para los derechos, si es que es capaz de retrotraer la actividad judicial hasta el
momento anterior a la violación de los derechos invocados, y ello solo será
posible si es que el Juez constitucional tiene legitimidad para anular o dejar sin
42

efecto, según sea el caso, todos y cada uno de los actos jurisdiccionales o
decisiones que hayan sido tomadas con desconocimiento de los derechos
fundamentales. Así, la intensidad del control hace referencia también a un
examen de ponderación entre preservar una resolución judicial en aras de la
seguridad jurídica que proyecta o enervarla para restablecer el ejercicio de
algún derecho de naturaleza constitucional que se haya invocado en el ámbito
de un proceso de amparo contra resolución judicial.

§3. El derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales como parte del


derecho a la tutela

5. En el presente caso, este Colegiado considera necesario un análisis en su


integridad del proceso de ejecución en el que se ha expedido la resolución
materia del presente proceso. En ese sentido uno de los derechos que invoca
el recurrente es el derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales como
derecho que forma parte de la tutela judicial efectiva contemplada en el artículo
139.3 de la Constitución en los términos en que este Colegiado tiene
desarrollado en su jurisprudencia.

6. El derecho a la ejecución de resoluciones judiciales como manifestación del


derecho a la tutela jurisdiccional efectiva ha recibido constante atención en el
desarrollo de nuestra jurisprudencia. Así tenemos establecido que:

Si bien nuestra Carta Fundamental no se refiere en términos


de significado a la “efectividad” de la tutela jurisdiccional,
resulta claro que la tutela jurisdiccional que no es efectiva no
es tutela. En este sentido, el derecho al cumplimiento
efectivo y, en sus propios términos, de aquello que ha sido
decidido en el proceso, forma parte inescindible del derecho
a la tutela jurisdiccional a que se refiere el artículo 139.3 de
la Constitución (STC 4119-2005-AA/TC Fundamento 64).

7. Pese a que nuestra jurisprudencia ha reiterado la relevancia del derecho a


la ejecución de las sentencias y de la obligación que este derecho genera en
los poderes públicos, conviene reiterar que se trata de un derecho que se
desprende no solo del derecho a la tutela judicial sino que emana directamente
de la cláusula del Estado democrático de derecho que recogen los artículos 3
y 43 de nuestra Constitución. De este modo, con el derecho a la ejecución de
las sentencias se juega también la propia independencia judicial, en la medida
que, si en el modelo del Estado constitucional de derecho, los jueces tienen,
llegado el caso, la última palabra, toda vez que es a ellos a quienes
corresponde definir el contenido y el límite de los derechos fundamentales, y
si estos no tienen las posibilidades reales de ejercer sus competencias hasta
concretar los derechos declarados o las pretensiones otorgadas a través de
43

sus decisiones, entonces el modelo mismo del Estado constitucional basado


en la dignidad humana y la tutela de los derechos fundamentales se pone en
cuestión.

8. De ahí que hayamos también establecido la especial relevancia que


adquiere la actuación de la propia judicatura en la actuación de sus decisiones.
El Juez de ejecución con su actuación en cada caso garantiza al mismo tiempo
la vigencia del principio de independencia judicial. En tal sentido tenemos
establecido que:

[...]la actuación de la autoridad jurisdiccional en la etapa de


ejecución de sentencias constituye un elemento
fundamental e imprescindible en el logro de una “efectiva”
tutela jurisdiccional, siendo de especial relevancia para el
interés público, dado que el Estado de derecho no puede
existir cuando no es posible lograr la justicia a través de los
órganos establecidos para tal efecto. Para ello, “la autoridad
jurisdiccional deberá realizar todas aquellas acciones que
tiendan a que los justiciables sean repuestos en sus
derechos [...] reaccionando frente a posteriores actuaciones
o comportamientos que debiliten el contenido material de
sus decisiones, pues sólo así se podrán satisfacer los
derechos de quienes han vencido en juicio, sin obligarles a
asumir la carga de nuevos procesos” (RTC 00922-2002-PA,
FJ 4).

9. Dada la relevancia que tiene la invocación del derecho a la ejecución de


resoluciones judiciales en el ámbito de actuación del propio Juez encargado
de ejecutarlas, este Colegiado también ha precisado que:

Respecto de los jueces, el glosado derecho exige un


particular tipo de actuación. Y es que si el derecho a la
ejecución de las resoluciones judiciales garantiza que lo
decidido en una sentencia o en una resolución judicial sea
cumplido, es claro que quienes las dictan, o quienes
resulten responsables de ejecutarlas, tienen la obligación de
adoptar, según las normas y procedimientos aplicables -y
con independencia de que la resolución a ejecutar haya de
ser cumplida por un ente público o no- las medidas
necesarias y oportunas para su estricto cumplimiento (STC
015-2001-AI/TC acumulados, Fundamento 12).

§4. Dimensión objetiva del derecho a la ejecución de las sentencias. El


especial deber de protección del Poder Ejecutivo
44

10. No obstante como también ha establecido nuestra jurisprudencia, recogiendo


el desarrollo contemporáneo de la doctrina de los derechos fundamentales, los
derechos fundamentales, en cuanto tales, no sólo son derechos subjetivos del
ser humano frente al Estado o frente a los particulares, sino también
constituyen el orden material de valores en los que se sustenta todo el
ordenamiento constitucional (Cfr. STC 0976-2001-AA/TC).

11. Respecto de la dimensión objetiva este Colegiado tiene establecido que en


esta dimensión los derechos fundamentales irradian su contenido a toda la
actividad del Estado y los entes privados, quienes no pueden promover actos
u omisiones que comprometan la esencia de los derechos fundamentales. En
tal sentido tenemos dicho que en el ámbito de la legislación, la dimensión
objetiva exige que tanto la expedición de las leyes como su interpretación por
parte de los poderes públicos o de los particulares:

[s]e realicen conforme a los derechos fundamentales (efecto


de irradiación de los derechos en todos los sectores del
ordenamiento jurídico) y, de otro, en imponer, sobre todos
los organismos públicos, un “deber especial de protección”
de dichos derechos. (STC 964-2002-AA/TC Fundamento 3).

Esto muestra, por otro lado, que la realización de los


derechos fundamentales y la garantía de su eficacia no
reposan solamente en que el Estado se abstenga de
interferir en el goce de los derechos, o que solo oriente su
actuación a proteger determinadas prerrogativas o derechos
subjetivos de los ciudadanos, sino que en muchos casos, la
realización de los derechos fundamentales requiere, de
parte del Estado, una serie de actuaciones positivas, en la
medida que colocan a los poderes públicos en calidad de
garante de su realización. De este modo, la dimensión
objetiva hace alusión a una serie compleja de competencias,
obligaciones de actuación positiva, garantías institucionales
y, sobre todo, una actitud de compromiso constante respecto
de vigencia efectiva.

12. En lo que concierne al derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales,


conviene prestar atención no solo a la dimensión subjetiva sino también a su
dimensión objetiva, en cuanto valor que expresa el grado de desarrollo de las
instituciones del Estado de derecho. En tal sentido, en cuanto valor objetivo
que emana de la cláusula del Estado democrático de derecho, la ejecución de
las sentencias importa un conjunto de obligaciones a los poderes públicos, en
especial, al Poder ejecutivo, en la medida que conforme al artículo 118.9 de la
45

Constitución, corresponde al Presidente de la República “cumplir y hacer


cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales”.

13. Debemos pues precisar a qué se refiere o qué obligaciones específicas se


pueden desprender de esta atribución que la Constitución confiere al
Presidente de la República. Por un lado esta cláusula establece que
corresponde al Presidente de la República “cumplir las sentencias y
resoluciones de los órganos jurisdiccionales”. La referencia parece inevitable
a resoluciones o sentencias que directamente vinculan al Presidente, tanto en
su condición de Jefe del Estado en los términos del artículo 110º de la
Constitución como en su condición de funcionario público de la máxima
jerarquía en el servicio a la nación, en los términos del artículo 39º de la
Constitución y también en cuanto representante del Poder Ejecutivo, conforme
al artículo 121º. De otro lado, sin embargo, tenemos que el referido artículo
118.9 de la Constitución también asigna al Presidente de la República la
atribución de “hacer cumplir” las decisiones jurisdiccionales. No se trata aquí
de una prerrogativa sino de un mandato, una obligación presidencial.

14. Resulta entonces relevante, atendiendo a las consecuencias subyacentes en


torno a la satisfacción del derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales,
establecer cuál es el contenido constitucionalmente plausible que se
desprende de este enunciado de la Constitución en su dimensión objetiva, esto
es, como obligación por parte del Poder Ejecutivo. Atendiendo a su significado
la expresión “hacer cumplir” alude o hace referencia a acciones orientadas a
lograr el cumplimiento de algo, en este caso, las decisiones jurisdiccionales.
Estas “acciones” no pueden reducirse, desde luego, a simples órdenes o
instrucciones ejecutivas que, llegado el caso, incluyen la autorización para la
actuación de la fuerza pública en la ejecución de alguna orden judicial. Desde
luego ello también forma parte de esta atribución del Presidente, la cual ejerce
a través de los Ministerios correspondientes, pero consideramos que otras
acciones son necesarias y quizá más relevantes a la hora de dar contenido a
la obligación de “hacer cumplir” las resoluciones judiciales.

15. Esto sobre todo atendiendo a la dimensión objetiva del derecho a la ejecución
de las resoluciones judiciales. Dada la problemática que supone hoy en día,
en el ámbito de la protección de los derechos fundamentales, este Colegiado,
en el ámbito de sus competencias y apelando al principio de colaboración con
los demás poderes del Estado, considera oportuno poner de manifiesto, con
carácter de ratio apelativa, alguna de las acciones necesarias que el Poder
Ejecutivo debe desplegar a efectos de dar contenido al mandato establecido
en el artículo 118.9 de la Constitución. Estas acciones deben desarrollarse en
forma progresiva, en la medida que permitirán atender de mejor forma el
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la ejecución de las
resoluciones judiciales. Su planteamiento en una sentencia de este Colegiado
46

no quiere interferir en las competencias que la Constitución reconoce a cada


Poder del Estado, sino por el contrario deben ser asumidas en el marco del
compromiso compartido que corresponde a los poderes públicos y, de manera
especial, a este Colegiado respecto de la consolidación de un modelo de
Estado que como anuncia nuestra Constitución en su artículo 1º pone al ser
humano y su dignidad en el centro de atención de la sociedad y del Estado.

16. En tal sentido, a partir de lo que establece el artículo 118.9 de la


Constitución, corresponde al Poder Ejecutivo un especial deber de protección
del derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales, lo que debe
concretarse en la creación de mecanismos efectivos y procedimientos
predecibles y claros que permitan vigilar de manera permanente el
cumplimiento oportuno de las decisiones de los órganos jurisdiccionales. En
este marco y dados los permanentes reclamos y demandas que tienen su
origen en la falta de procedimientos y normas adecuadas para hacer efectiva
la obligación contenida en el referido artículo 118.9 de la Constitución respecto
al cumplimiento de las sentencias, este Colegiado considera pertinente
exhortar al Poder ejecutivo a implementar medidas efectivas que garanticen
de mejor forma el derecho fundamental a la ejecución de las sentencias como
parte del derecho a la tutela judicial efectiva. Tales medidas, en línea de
principio, pueden comprender:

a) Iniciativas legislativas que el Poder Ejecutivo puede activar conforme a


sus competencias, remitiendo al Congreso de la República Proyectos de Ley
o directamente mediante la solicitud de delegación a que se refiere el artículo
104º de la Constitución. Estas medidas legislativas deberán crear un régimen
único para el cumplimiento de las sentencias, tanto nacionales como
extranjeras de manera que se establezcan con precisión los mecanismos
procesales y también las responsabilidades funcionales que correspondan
y, desde luego, la previsión de fondos que el Estado debe reservar para el
cumplimiento de las sentencias judiciales.

b) Reglamentos.- En el marco de su competencia reglamentaria, el Poder


Ejecutivo deberá reglamentar mecanismos previsibles y claros para efectos
de que los funcionarios de la Administración reconozcan sus competencias
y atribuciones en la ejecución de sentencias, estableciendo un régimen
unificado de sanciones a los funcionarios que no asuman como prioridad la
ejecución de sentencias que ordenan determinadas actuaciones por parte
de la administración, de manera especial, respecto de decisiones
jurisdiccionales provenientes de los procesos constitucionales.

c) Información.- Corresponde también al Poder Ejecutivo, en el marco de lo


dispuesto por el artículo 118.9 de la Constitución, establecer procedimientos
y mecanismos a efectos de organizar una base de información actualizada
47

sobre las sentencias que exigen determinadas actuaciones de los poderes


públicos. Las bases de datos públicas permitirán controlar los niveles de
cumplimiento de las sentencias, sirviendo a su vez como una variable de
medición sobre el grado de desarrollo de la institucionalidad del Estado
Democrático. Esta labor puede perfectamente ser asumida por el Ministerio
de Justicia en un esfuerzo por generar estándares aceptables en la defensa
de los derechos fundamentales que contribuyan, al propio tiempo, con el
control del plazo razonable en la ejecución de las sentencias judiciales.

d) Procedimientos y previsión presupuestaria.- Resulta también


indispensable que la administración establezca procedimientos claros que
no dilaten la ejecución de los fallos judiciales. Especial relevancia tendrá en
este punto el establecimiento de pautas que mejoren los procedimientos
actualmente vigentes, pues es claro que la propia modificación del Artículo
42º de la Ley Nº 27584, que en su momento mereció una sentencia
interpretativa de este Colegiado, ha sido insuficiente para afrontar los
problemas referidos a la ejecución de sentencias con obligaciones que
comprometen el presupuesto público.

Como se recuerda el mencionado Artículo 42 de la Ley del Procedimiento


Contencioso administrativo referido a ejecución de obligaciones de dar suma
de dinero, estableció en su momento que:

Las sentencias en calidad de cosa juzgada que ordenen el


pago de suma de dinero, serán atendidas única y
exclusivamente por el Pliego Presupuestario en donde se
generó la deuda, bajo responsabilidad del Titular del Pliego,
y su cumplimiento se hará de acuerdo a los procedimientos
que a continuación se señalan.

Este Colegiado declaró inconstitucional la frase “única y exclusivamente”,


quedando el texto en los siguientes términos: “Las sentencias en calidad de
cosa juzgada que ordenen el pago de suma de dinero serán atendidas por
el Pliego Presupuestario en donde se generó la deuda, bajo responsabilidad
del Titular del Pliego, y su cumplimiento se hará de acuerdo con los
procedimientos que a continuación se señalan: (...)”.(Expedientes
Acumulados N.os015-2001-AI-TC, Expediente N° 016-2001-AI-TC y
Expediente N° 004-2004-AI-TC, publicada el 1-2-2004).

17. Desde luego, con esta lista enunciativa y genérica de medidas sugeridas no
se pretende agotar todos los esfuerzos e iniciativas que pueden y deben ser
implementadas para superar la problemática referida al cumplimiento de las
sentencias judiciales. En el ámbito propio de sus competencias, el Poder
Ejecutivo tiene la plena libertad de establecer otros mecanismos que
48

coadyuven en esta dirección, sin descuidar, desde luego, la permanente


promoción de los valores constitucionales en el ámbito de la actuación de los
funcionarios públicos, lo que debe concretarse en acciones de capacitación y
difusión de los derechos fundamentales y principios democráticos que
permitan construir, al interior del propio Estado, una cultura funcionarial de
compromiso permanente con los derechos y sus exigencias. Este Colegiado
solo ha querido llamar la atención, a partir de la constatación de un nuevo caso
en el que, como pasaremos a analizar en seguida, se aprecia una actitud
renuente de un Poder del Estado, paradójicamente, esta vez, de parte del
propio Poder Judicial en la atención de una sentencia emitida por este mismo
Poder del Estado.

§5. Análisis del caso planteado

18. El análisis del presente caso a la luz de la tutela judicial efectiva y, en


concreto, a partir de la relevancia que adquiere una de sus expresiones, como
es el derecho a la ejecución de las decisiones jurisdiccionales, reporta los
siguientes elementos que este Colegiado debe valorar en su integridad, sobre
la base de los hechos que presenta la demanda.

a) El recurrente tiene a su favor una sentencia estimatoria que tiene la


calidad de cosa juzgada, tramitada en un proceso laboral por reintegro de
derechos laborales y pago de beneficios sociales. La sentencia fue
emitida en segunda instancia con fecha 16 de octubre de 2007.
b) Frente a esta decisión el Procurador Público a cargo de los asuntos
Judiciales del poder judicial, luego de agotados los recurso ordinarios al
interior del proceso, interpuso un “recurso de oposición”.
El juez del Primer Juzgado laboral de Piura declaró infundado este recurso
tras considerar que la demanda trata sobre derechos de “primer orden”
que son “objeto de atención prioritaria tanto por los particulares como por
el Estado conforme lo establece el artículo 23 de la Constitución. Por lo
que en el presente caso los fines protectores a las que se ocupa la
demandada deben servir para atender el interés particular del trabajador
cuya acreencia ha sido legítimamente reconocida” (considerando tercero
de la resolución de 26 de diciembre de 2007, adjunto a fojas 114).
c) El Procurador volvió a impugnar esta resolución y la Sala Laboral de Piura,
mediante Resolución de 4 abril de 2008, confirmó la resolución del Juez
de Ejecución. De este modo el recurrente había logrado hacer valer su
derecho tanto en un proceso laboral como también frente a este incidente
presentado ya en etapa de ejecución.
d) Luego de lo cual el recurrente, ante la renuencia por parte del Poder
Judicial de cumplir el mandato judicial dispuesto, agotado el plazo que
establece el artículo 42.4 de la Ley Nº 27684, solicitó una medida cautelar
a efectos de hacer efectivo el contenido del fallo a su favor. Atendiendo a
49

este pedido, mediante resolución Nº 30 de fecha 21 de julio de 2008, el


Primer Juzgado Laboral de Piura dispuso trabar embargo en forma de
retención hasta por la suma de S/. 43,120.82 (cuarenta y tres mil ciento
veinte nuevos soles con ochenta y dos céntimos). El Acta de embargo
consta a fojas 148 y la comunicación que confirma la retención por parte
del Banco de la Nación aparece a fojas 149).
e) Luego de ejecutado el embargo en forma de retención por el Juzgado
correspondiente, el Procurador Público presenta un nuevo documento
solicitando la nulidad de la resolución que ordena el embargo, la misma
que, una vez más, fue declarada Infundada por el Juzgado que estaba
llevando a cabo la ejecución de la sentencia. El Procurador volvió a apelar
de esta resolución, pero al haberse presentado en forma extemporánea,
mediante resolución Nº 35 de fecha 25 de septiembre de 2008, el Primer
Juzgado de Piura la declaró improcedente; posteriormente el Juzgado
constata que la resolución no habría sido notificada en la fecha dispuesta,
por lo que declara la nulidad de su propia resolución y concede la apelación
dejando en suspenso el embargo.
f) De este modo, mediante resolución que es materia del presente proceso
de amparo, la Sala Laboral de la Corte Superior de Piura, la misma que
declarando fundada la demanda del recurrente ordenó en su momento el
pago de los derechos y beneficios que le correspondían al trabajador, esta
vez sin embargo dejó sin efecto la resolución del Juez de ejecución que
había dispuesto el cumplimiento de la sentencia adoptando una medida de
ejecución a través del embargo de las cuentas del Poder Judicial.

19. Hemos querido deliberadamente exponer este largo itinerario que recoge el
trámite de ejecución de una sentencia cuando ésta debe ejecutarse contra un
Poder del Estado y contiene una pretensión dineraria. Esta exposición nos
coloca de manera concreta frente a la problemática de la ejecución de las
sentencias a la que aludíamos en términos abstractos en nuestros
fundamentos supra.

Varias reflexiones saltan a la vista, empezando por la actitud casi heroica que
hay que asumir para exigirle al Estado que cumpla una sentencia judicial,
pasando por la maquinaria que el Estado tiene a su disposición para obstruir
el acceso al derecho a la ejecución de las sentencias encarnada en esta
ocasión en la actuación de los Procuradores Públicos. La actitud de la
Procuraduría Pública en el presente caso muestra claramente un
comportamiento que no condice con los valores del Estado Constitucional
basado en los derechos. Hay pues la necesidad de un cambio de actitud de
los Procuradores Públicos, pues su presencia podría orientarse, en este tipo
de casos, antes que a interferir en el acceso a los derechos declarados por el
Poder Judicial, a la solución de los problemas de ejecución, sirviendo también
con su conocimiento técnico a que la propia Administración actúe con mayor
50

respaldo jurídico atendiendo los derechos reclamados. No consideramos,


pues, que la misión de los Procuradores sea siempre la de impugnar, incluso
sin tener razón. La pretensión de justicia con la que se compromete todo
operador jurídico en el marco del Estado constitucional no puede avalar este
tipo de comportamientos. En tal sentido, también en este punto queremos
llamar la atención del Poder Ejecutivo a estudiar mecanismos que permitan
cambiar este comportamiento.

20. De este modo el análisis que corresponde en el presente caso solo alcanza
su dimensión real, visto en su conjunto como proceso de ejecución para hacer
efectiva una sentencia. La resolución que se cuestiona denota, desde luego,
el agravio en concreto, pero la condición de “agravio manifiesto” en los
términos del artículo 4º del Código Procesal Constitucional, como veremos
enseguida, solo surge del análisis del proceso de ejecución que, como tal, ha
resultado ineficaz por acción del propio Poder Judicial. Es decir el propio Poder
Judicial ha sido incapaz de garantizar una tutela efectiva en los términos del
artículo 139.3 de la Constitución, con relación al recurrente. ¿Qué camino
queda pues al recurrente luego de agotar todos estos recursos?

Aquí es donde el proceso de amparo contra resolución judicial muestra toda


su potencialidad en la salvaguarda de los derechos que hayan sido
conculcados en el seno de un proceso judicial o, llegado el caso, como ocurre
en la presente causa, incluso en el trámite de ejecución. Si el proceso de
amparo no fuera el medio excepcional de defensa de los derechos
fundamentales, entonces, el derecho a la ejecución de las resoluciones
judiciales no tendría una garantía para su efectividad.

Hace falta pues analizar ahora el contenido de la resolución cuestionada para


llegar a la conclusión incontestable de que con la expedición de la resolución
cuestionada se ha vulnerado el derecho a la ejecución de las sentencias. En
efecto, a fojas 208 del cuaderno principal obra la resolución cuestionada, la
cual, en grado de apelación, estimó la nulidad formulada por el Procurador
Público a cargo de los asuntos del Poder Judicial, y revocó la resolución de
fecha 21 de julio de 2008, que trabó embargo en forma de retención hasta por
la suma de S/. 43,120.82, al considerar que al embargarse las cuentas
corrientes generadas por el cobro de las cédulas de notificación, aranceles,
etc. se estaría afectando un servicio público (administrar justicia), ya que el
personal encargado de tal tarea dejaría de percibir el concepto de bonificación
por función jurisdiccional, y se producirían graves consecuencias en el servicio.
Analizada la consideración descrita, este Colegiado considera que la
resolución cuestionada vulnera el derecho del recurrente a la ejecución de las
resoluciones judiciales, toda vez que, amparándose en una muy discutible
concepción de lo que constituyen los ingresos inembargables afectos al
servicio público de administrar justicia, ha impedido la ejecución de una
51

sentencia que ha adquirido la calidad cosa juzgada. Y es que, en virtud de la


Cláusula del Estado social de derecho (artículo 43º de la Constitución Política
del Perú), corresponde al Estado prestar el servicio público de administrar
justicia, así como proveer los recursos económicos necesarios para tal fin. Por
ello, en el caso concreto, la consideración vertida en la resolución cuestionada
resulta por decir lo menos controvertida al calificar de plano y sin mayor
análisis a los ingresos propios generados por el cobro de cédulas de
notificación, aranceles, etc. como ingresos afectos al servicio público de
administrar justicia.

Por tal motivo, resulta necesario restablecer el derecho vulnerado declarando


la nulidad de la resolución cuestionada, ordenando que el Poder Judicial, en el
marco de sus competencias, asuma esta vez en serio su papel de garante de
los derechos, también en aquellos casos donde se trata de hacerlos valer
frente al propio Poder Judicial.

21. Declarada la nulidad de la resolución que se cuestiona quedaría sin embargo


pendiente dar respuesta a la impugnación planteada por el Procurador Público
respecto de la medida de embargo. No obstante, conforme hemos
desarrollado supra, el asumir el control no solo de la resolución cuestionada,
sino del proceso en su conjunto, lleva a este Colegiado a evaluar el
comportamiento del órgano judicial a la hora de admitir el recurso de apelación,
luego de que éste fuera rechazado por extemporáneo. Este análisis nos
conduce a la resolución Nº 36 del cuaderno de ejecución, su fecha 9 de octubre
de 2008, la misma que atendiendo a la razón del secretario habilitó el recurso
de apelación interpuesto y declaró nula la resolución que lo había rechazado
inicialmente por extemporáneo.

Este Colegiado considera que a la luz de los hechos descritos, dicha resolución
resulta también nula, en la medida que la actuación del propio órgano judicial
permitió que el recurrente, luego de haber sido notificado con la resolución que
dejaba consentida la resolución que dispuso el embargo a su favor, fuera
notificado de la nulidad de la misma, con base en una razón por demás
cuestionable y atendiendo, además, a un pedido absolutamente
obstruccionista del Procurador Público respecto de la atención del derecho en
cuestión.

22. A mayor abundamiento cabe precisar, que la actuación del juez ordinario en
el presente caso pone en evidencia que la ejecución de una sentencia laboral
firme no se efectiviza en forma inmediata ni oportuna, pues podemos advertir
que ésta fue emitida el 16 de octubre de 2007 y a la fecha no se ha cumplido
con ejecutar en sus propios términos, situación que origina la afectación no
solo del derecho fundamental a la ejecución de los pronunciamientos
judiciales, contenido de la tutela judicial efectiva, sino también el derecho a la
52

efectividad de las resoluciones judiciales en un plazo razonable, ya que la


ejecución tardía o parcial constituye un claro acto de denegación de
justicia. En este sentido, resulta pertinente recordar que en la sentencia
del Caso López Álvarez vs Honduras, de fecha 1 de febrero de 2006, la
Corte Interamericana de Derechos Humanos afirmó claramente que “[e]l
derecho de acceso a la justicia implica que la solución de la controversia se
produzca en tiempo razonable; una demora prolongada puede llegar a
constituir, por si misma, una violación de las garantías judiciales”. Esto quiere
decir que la ejecución inmediata de una sentencia firme forma parte del
contenido del derecho de acceso a la justicia, que en el presente también viene
siendo vulnerado, en la medida que la sentencia a la fecha no se ejecuta.

Atendiendo a lo expuesto en el fundamento supra, este Tribunal establece que


los jueces que tienen la competencia de ejecutar una sentencia laboral firme
tiene la obligación de hacerlo en forma inmediata y en sus propios términos,
debiendo rechazar de plano cualquier actitud, comportamiento, conducta o
maniobra inoportuna (no propuesta en la oportunidad correspondiente),
obstruccionista y dilatoria. Para tal efecto, en la etapa de ejecución de una
sentencia laboral firme debe omitirse la realización de vistas de la causa, pues
en esta etapa ya no existe litis en controversia que dilucidar, salvo que sea
necesario y se encuentre debidamente motivado. Asimismo, en la etapa de
ejecución de una sentencia laboral firme, los jueces tienen que tramitar con
preferencia los expedientes que en esta etapa cuenten con mandato de este
Tribunal.

Es pertinente recordar a la luz de la jurisprudencia precisada la misma que


debe ser acatada y respetada por todos los jueces, que el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos en la sentencia del Caso Hornsby contra Grecia, de
fecha 19 de marzo de 1997, con relación a la ejecución de las sentencias
enfatizó que “será ilusorio si el ordenamiento jurídico interno de un Estado
contratante permitiera que una sentencia judicial definitiva y obligatoria
quedara inoperante en detrimento de una parte”.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo; en consecuencia NULA la


resolución Nº 36, expedida por el Primer Juzgado Laboral de Piura, su
fecha 9 de octubre de 2008, y NULA la resolución Nº 41, expedida por la
Sala Especializada Laboral de Piura, su fecha 3 de diciembre de 2008.
53

2. INVOCAR al Titular del Pliego Presupuestario del Poder Judicial a actuar


con lealtad y respeto a la Constitución y los derechos fundamentales,
acatando las sentencias de los Jueces del propio Poder Judicial,
enseñando con el ejemplo, el camino que deben seguir los demás poderes
del Estado en defensa de la independencia del Poder Judicial.

3. EXHORTAR al Poder Ejecutivo a implementar medidas a efectos de dar


cumplimiento al mandato constitucional contenido en el artículo 118.9 de la
Constitución y conforme al fundamento 16 de la presente sentencia.

Publíquese y notifíquese.

SS.

URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
54

CONCLUSIONES

 El proceso de ejecución es aquel referido a una serie o sucesión de actos


procesales, mediante los cuales se pretende hacer cumplir forzosamente y
consecuentemente materializar, lo contenido en el título ejecutivo.
 El título ejecutivo debe contener como requisito indispensable, una
obligación cierta o veraz, expresa o indubitable y exigible, es decir, si está
sujeto a plazo este debe encontrarse vencido y si está sujeto a condición,
esta debe haberse cumplido.
 Las normas especiales previstas en el T.U.O. de la Ley del Sistema Privado
de Administración de Fondo de Pensiones, priman sobre las generales
establecidas en la NLPT y en su caso, en el Código Procesal Civil.
 Cuando en la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones, no se formula contradicción y se emite resolución ordenando
llevar adelante la ejecución, interpuesto recurso de apelación el mismo
debe ser concedido con efecto suspensivo, al tratarse de una resolución
que pone fin al proceso.
 La acreditación de la contradicción en la cobranza de aportes previsionales
del Sistema Privado de Pensiones, no está supeditada al mérito exclusivo
y excluyente de ciertos documentos, pues ello sería contrario al principio
de libertad probatoria, siendo admisible cualquier documento siempre que
en forma válida, razonable y proporcional sirva para demostrar su
existencia.
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RECOMENDACIÓN

 Debe realizarse una modificación legislativa, para que los Juzgados de Paz
Letrados asuman competencia frente a pretensiones no cuantificables
acumuladas a una cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal, dado que son órganos jurisdiccionales creados bajo
el criterio de especialidad en materia laboral.
 Dado que un porcentaje significativo (90% aproximadamente) de la carga
que afrontan, los Juzgados de Paz Letrado de Especialidad Laboral, está
constituido por procesos de cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones retenidos por el empleador, hace que sea necesario
la firma de un convenio institucional entre la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP y el Poder Judicial, que permita que los Jueces Laborales
puedan acceder al Sistema AFP net, con lo cual en forma directa, podrían
verificar la existencia o no de la obligación, su cumplimiento y la
oportunidad del mismo, siendo que ello contribuiría hacer efectivo el
principio de celeridad y economía procesal que inspiran al nuevo proceso
laboral.
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BIBLIOGRAFÍA
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Trabajo, Ley N° 29497”, Juristas Editores, febrero 2011, página 249.
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