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Facsímil del periódico El Gaucho" de Luis Pérez
Vaya que estos mandarines Pero yo saqué mis cuentas, Pero yo saqué mi cuenta,
¡Güenas tardes!, dice, amigo.
Tienen muy bonita laya: Y dijo: el dirme no es nada; Y dije: en escureciendo
¡Muy güenas se las dé Dios!
Han de encontrar mucha gente Pero esto diablo de río Pancho Lugares irá
¿No me dirá en que se ocupa?
Que llevar á la batalla. ¿Cómo será la pasada? Mas de diez leguas huyendo.
Yo, señor, soy domador.
Toda la noche anduvimos Y así es que en estos momentos Así no más sucedió:
Muéstreme su papeleta
Aquí caigo aquí levanto: . Tomé por fin el partido Pues pasada la oración
A ver si es hombre ocupado:
Mozos todos domadores De seguir mis compañeros Le hice una pregunta al pingo,
Tendrá que entrar de soldado.
En aquel diablo de barco. Hasta que Dios sea servido. Y lo sugeté en Morón.
Porqué, amigo, si no tiene.
Pero al fin al otro lado Hice toda la campaña Llegué a lo de D. Marcos Rivas,
Yo lo contesté: ¡Por Cristo!
Al día siguiente llegamos, Voluntario de un cordel; Que había sido mi patrón,
Que en casa se me ha quedado,
Y como yeguas ariscas Siempre de caballerizo A quien todo le conté,
Traslomemos esta loma
A tierra todos saltamos. De mi señor coronel. Y me dijo esta razón.
Que aquí no más la he dejado.
En un arenal de Cristo Estuve en, Ituzaingó Mira, Pancho; en mi sentir,
Mas no queriendo el sargento
Dar crédito a mi ratón; Nos paramos en rodeo; Como todos por supuesto, Y acá en mi corto entender.
Ay no más me acomodaron Y así como quien trasquila Y también mojé mi corbo Partida de hombre cristiano
Enancado á un mancarrón. Nos arreglaron el pelo. En un rabudo por cierto. Es la que acabas de hacer.
Luego llegó un capitán, Y por fin en las aiciones, ¡Ojalá! Muchos soldados
A la ciudad me trajeron
Y á este quero, á este no quero, Donde me cupo ir á mi, Se portaran como vos.
Con otros criollos del pago,
Nos jueron entresacando De los más lerdos por cierto Desensillá tu caballo,
Que de leva en esos días
Como vacas del rodeo. Me parece no jui. Y tené confianza en Dios.
De uno en uno habían tomado.
A mí me tocó por suerte Luego que se hizo la paz Ay en la cocina hay leña,
Aquí comienza lo güeno
Ser soldado de á caballo: Volvimos a Buenos Aires, Y en aquella chuspa yerva,
De la vida de LUGARES:
Y así las horas no veía Y aquí comienza lo giieno Voy á sentir hacia el pueblo:
Más bien no hubiese nacido
De acomodármele á un bayo. De la vida de LUGARES. Tomá mate hasta que vuelva.
Para ver rigores tales.
Arrimaron unos pingos Ajustarnos y pagarnos. Un cimarrón había echado,
A RETIRO me llevaron,
Al parecer novatones; Pa recibirnos en triunfo, Cuando ya el patrón de vuelta
Y sas trás en un cuartel
Diciendo los de á caballo: Resolvieron el llevarnos; Llega; y me dice, ño Pancho,
Me samparon como á pobre
Enlacen los redomones. A la Recoleta á todos La revolución es. cierta.
Que nadie se acuerda del.
Ay no más salí yo al frente, El día treinta por cierto Pero descanse no más,
Después de pasar dos días
Y le dije á un compañero: Nos mandaron ensillar, Que tuavía no hay cuidado:
Sin comer, ni echar un trago,
Empriesteme, amigo, el lazo, Pero nunca nos formaron. Dorrego y ROSAS, me dicen,
Nos arriaron en tropilla
Verá enlazar á un guardiero. Caballos nos arrimaron; Que del pueblo han escapado.
Entro un cuadro de soldados.
I.o que llegamos al río Hice cortita la armada. El primero de Diciembre, Y si esto es cierto, Lugares,
En un burco nos metieron; Como siempre he presumido, Día muy bien señalado, Ese ejercito no es nada;
Y ay no más eché las tripas Y codo vuelto enlacé Nos trajeron á la plaza Por que dando un grito ROSAS,
Así que la vela dieron. Un alaran e mala cara. Para el mayor atentado. Hay gente como yeguada.
De soldado al otro lado Lo que tomamos caballos Dos años casi han pasado Así sucedió por cierto,
Disque á todos nos llevaban. Nos juimos al campamento De este maldito suceso, Puese creo en la madrugada
¡Mire qué diablos de modos Y luego que nos apiamos Y al recordarlo, paisanos, Ya se veía bien clarito
De juntar la paisanada! Yo me juí á mi regimiento. Que me estremesco confieso. A la gente alborotada.
Pero seguiré mi asunto, Una voz no más se oía,
¿No era mejor, nos decíamos, Lo que me vieron la laya
Y diré lo que entendí. Y los gauchos en tropel
Que para hacernos soldados Caballerizo me hicieron;
Cuando en la plaza formados Hacia NAVARRO tiraban.
Nos hubieran á las güenas Y á cuidar una tropilla
A todos los cuerpos vi. A unirse á D. JUAN MANUEL.
Convidado en nuestros pagos? Con un cabo me pusieron.
Lo que yo me vi tan suelto Conocí que á D. Dorrego Todo nuestro sentimiento
Pues ¿qué hombre, que tenga sangre
A matreriar empezé; (No me quisiera acordar) Era vernos desarmados:
De patriota en las venas,
Que estos diablos revoltosos Pero Dios no falta á nadie
A peliar no iría con gusto Y muchas veces confiero
Del juerte lo iban á echar. En los lances apurados.
Viendo atacada su tierra? Que en Resertar me pensé.
114 HISTORIA
Y asi fué que cada cual, En la inteligencia, amigo, Ay no más di vuelta el pingo El coronel D. Pinedo
Como Dios le dio á entender, Que, según mis circulares, Si aclaraba ó no aclaraba; A la derecha formó,
Enastaba su cuchillo Antes de cinco ó seis días Y antes de sudar el bayo Y Don izquierdo en seguida
Para hacer frente con él. Tendremos gente a millares. Vi á nuestra juerza formada. Ay no más se le paró.
Ya la división tendría Gente, que por voluntad Llegué y la reconocí; Luego pegadito estaba
Poco más de mil y ciento; Vendrá á mostrarle á Lavalle, Y así que me cercioré Otra güeña división.
Cuando el Sr. la Madrí Que á un pueblo, libre á la juerza, Volví ande estaba el patrón, Que trujo D. Espinosa
Nos vino de parlamento. No se le manda que calle. Y se lo comuniqué. Casi al empezar la alción.
E1 gobernador finado Sí, señor; yo estoy seguro Entonces D. JUAN MANUEL, El coronel D. Ramirez
Le dijo a D. JUAN MANUEL,
Que la causa de las leyes Como que no le gustó, Mandaba la artillería.
ha de triunfar sin remedio Un oficial dejó al frente Con unos cuantos soldados
Que saliese á recibirlo,
De ese puñado de aleves. Morenos de infantería.
Y que tratase con él. Y así á Navarro tiró.
El patrón salió solito, Y así es que en treinta batallas, Diciéndome: usté, ñor Pancho, La indiada de los Cerrillos
Confieso contra mi gusto, En que nos puedan ganar, Se ha de haber equivocado; A un lado de la laguna
Y así es que hasta volvió, Con los libres en campaña No ha de ser de nuestra jente Con las otras divisiones
No se me quitó a mí el susto. No han de poder acabar. Con la que usté se ha topado. Formaban la media luna.
Llegó ande estaba el difunto, El patrón tomó cien hombres Venga con migo y verá El patrón de arriba abajo
Diciendo: ¡GOBERNADOR! Entre los q|ue vine yo; Cómo en todo se ha engañado. Arreglando caballadas,
Nuestra patria esta perdida; Y con la división grande No es posible que Dorrego Tan pronto estaba en la punta
Defendémosla, Señor. El gobernador quedó. No se haya ya retirado. Como en nuestras abanzadas.
Vueselencia sabe bien, Dicho y hecho, D. LAVALLE Porfiándole iba el patrón Yo como soldado viejo
Que yo en toda mi carrera Lo que á la Madrí escuchó, Sobro si era ó no la juerza; En la linea me fijaba,
Siempre sostuvo las leyes Atacarnos ese día Cuando en esto divisamos Y al verla formada en ala
Contra mi padre que fuera. Al momento resolvió. A Dorrego ú la cabeza. Confieso no me gustaba.
A la Madrí le he propuesto Hizo cuatro divisiones Velay lo tiene, Señor, Pero esperanzado en Dios,
Que se nombren diputados Y á NAVARRO enderezó; Le dije á D. JUAN MANUEL; Y en que la causa era güena,
Por ambas partes, y todo Y ay no más a la rompida Y así que lo conoció Todo lo disimulaba,
Quedará neutralizado, Con nosotros se topó. Enderezó á hablar con él. Y desechaba mi pena.
Pero por su resistencia Tendió unas cuantas guerrillas, Esa noche se nos vino
¿Cómo es esto dijo, amigo,
A tratar racionalmente Que á la carga se vinieron; Con dos pingos parejeros
Que usté no se ha retirado?
Ya me parece imposible Pero no pintaron mucho La ordenanza do D. Raus,
La gente toda en camino
Domesticar esta gente. Lo que nos reconocieron. Que Dios conserve en el cielo.
Sin habérsenos juntado.
Sin embargo, esperaremos D. JUAN MANUEL poco á poco Como el caso era apurado
A mas de eso, ni las armas
Con la gente preparada; Los venía trabajando; No era de fiar en cualquera,
Siquiera nos han llegado;
Siendo, a mi ver, lo mejor Mientras el gobernador Aunque engañar no sea fácil
Y Lavalle ya aquí encima
Ponernos en retirada. Pudiera irse retirando. A la gente montonera.
Perfectamente montado.
Por qué, Señor, si estos hombres Toda esa noche á una vista Este mozo nos decía
En fin, Señor, yo he cumplido
Cargan con toda su fuerza, Nos vinimos tiroteando, Que si la cosa duraba,
Con cuanto usté me ha mandado;
Son en número y en armas, Y algunos pingos por cierto La gente toda en tropilla
Mas á mí no me haga cargos
Superiores á la nuestra. Siempre le juimos mangeando. Si el suceso es desgraciado. En resertarse pensaba.
Y así yo soy de opinión Ay cerquita de NAVARRO El gobernador le dijo: Se presentó D. Lavalle
Que, antes de la madrugada, D. JUAN MANUEL me llamó. Todo está ya preparado; Con sus cuatro divisiones,
Mueva usté su división Para mandarme á saber Con el rebenque es bastante. Amenazando cargar
Poniéndose en retirada. Si Dorrego se movió. No hay de que estar apurado. Con sus bravos escuadrones.
Yo con cincuenta, ó cien hombres, Diciéndome: usté, ñor Pancho, Así preparado todo Lo que nos reconocieron
Me quedaré á entretenerlos, Vállase y vuelva volando A Lavalle lo esperamos, Se vinieron arrimando,
Y usté hará las divisiones A ver cuál es el camino Y en cuatro divisiones Y como a quien no le gusta
Con que hemos de defendernos. Que los nuestros van tomando. A toditos nos formaron. Los pingos venían sentando.
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Y supuesto que escribís Y ansí yo soy de opinión Todo los Magdalenistas Estos no son hombres guenos,
De D. JUAN MANUEL la historia, Que es mejor para no errar, Hacían del distinción, Tienen mucha presunción.
Yo te ayudaré, aparcero, Que dejeis aquella historia Y admirados se quedaban ¡Ojala! yo me equivoque,
Al ver su disposición. Y que no tenga razón.
A recorrer tu memoria. Y la volváis á empezar.
Más adelante le contesta Lugares: Sobre el caballo era diablo, Más adelante veremos
Desde luego me conformo Despidiéndome en mi historia Por que era guen parador Si el VIEJO se equivoca,
Con comenzar desde atrás: Hasta mejor ocasión, En la gata y en el pato jamás: Y si en decir que eran malos
Y para que no lo estrañas En que empezare de nuevo Ni arroyo que lo atajara, En un pelo se engaño.
Asi lo voy a imprentar. A hacerles mi relacion. O hiciera volver atrás;
HISTORIA LUIS PEREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS ESCRITA... 119
a
Vamos ahora a nuestro cuento, Esta era el nombre que entonces D. JUAN MANUEL contestó El Cabildo había nombrado
Que esto después se verá; Le daban allá en el pago: Con esta simple razón: A Rodríguez general,
Y la verdad a toda luz Después se llamaba el Rubio, "Si la patria me reclama Y en San Vicente debía
Sin duda resaltará. Y hoy el patrón más amado. "Estoy a su decisión. Toda la gente esperar.
Era el patron tan seguro Soldado era miguelete "Yo, señores cabildantes, Como ansi lo habían dispuesto
En un consejo que diera, Cuando Cuiteló atacó, "Soy un simple ciudadano; Ansí no más sucedió,
Como son en el salir Y con un corto afilado "Estoy pronto a obedecer Y ansí fué que a San Vicente
En el cielo las estrellas. En la aición se distinguió. . "Como fiel americano". Martín Rodríguez llegó.
Lo mismo era cuando veía Después hasta el año veinte Esto dijo, y al momento Rodríguez le dijo a ROSAS
Algún hombre desgraciado, En su trabajo siguió: Los ojos se le empaparon; Amigo, estoy sorprendido.
Lo tomaba de su cuenta La patria se vió apurada, Y los cabildantes todos Usted ha formado un ejército
Y ya estaba soliviado. Y al momento lo encontró. Se tocaron y lloraron. Sin duda guapo y lucido.
En su desgracia venía Todo estaba desquiciado, "Vuestras órdenes espero, Entonces le dijo el viejo
De algún vicio arrugado, Todo era una compasión: Dijo, y los interrumpió; Esto no es nada, señor;
El a fuerza de consejos Las tropas eran muy pocas, "Dadme el gefe a cuyas órdenes El paisano quere maña
Luego lo daba enmendado. Y el gobierno sin timón. "Debo presentarme yo". Más bien que juerza y rigor.
Su modo es lindo y calmoso, Las milicias con escándalo,
Lo nombraron y salió, Vamos no mas a peliur
Y, al parecer, muy callado; Así que juntas estaban,
Y en ese mismo momento Y a defender nuestra tierra,
Pero, amigo, en los conflictos Con sus mismos oficiales
Con siete hombres se marchó Que no se ha de ir cola alzada
Es osado como mil diablos. Sin pelear desertaban.
A formar su campamento. Esta vez la montonera.
El es noble y generoso, Una tras otras seguían De valde el pueblo se hallaba Marchamos al otro día
Y de corazón honrado, Aquí las revoluciones; De montoneros sitiado A eso de la madrugada
Pero en viendo una traición, Y en un día se contaron El atropella por todo Cuando vinieron los partcs
Pobre el que la haya jugado. Dos o tres gobernadores. Porque es guapo de rajado. Que se iban en retirada.
El aborrece al ladrón, A Soler lo redotaron
A eso de la media noche Ansí que a Luján llegamos
Al picaro no le da lado; En la Cañada de la Cruz;
A los Cerrilos llegó, Ya devisamos formados
Pero siempre favorece Y del jabón que le dieron,
Y con solo sus recursos A los cívicos del pueblo
Al paisano desgraciado. Corrió más que un avestruz.
Sobre cien hombres armó. Que Dorrego había juntado.
Sabe muy bien distinguir Cola alzada se largó Luego del Monte vinieron A sus órdenes marchamos
Cuando el hombre hace un delito; El guapetón general, Como ochenta milicianos, Sin dar guelta pura atrás
Y si el hecho es impensado, Y jue a levantar el pingo Y ansi fué que en día y medio Y le ganamos la aición
El lo ampara en un conflicto. Allá en la Banda Oriental. Tuvo doscientos armados. Cerca de San Nicolás.
De estos lances en su vida Dizque en la Loma del Diablo Por supuesto voluntarios En seguida trote largo
Ya la cuenta se ha perdido; Recién vino a resollar; Y bien amunicionados Nos juimos hasta Pavón;
Por que son tantos que no hay Diciendo: no estoy seguro, Y de oficiales completos Y ay no más también ganamos
Quien los haya retenido. Y mirando para atrás. Mozos esperimentados. Sin tropiezo la otra aición.
Y así es que ha sido su juerte En semejantes apuros Ya que los tuvo montados Aquí jué donde conocimos
El sacar de un hombre malo Llamó el cabildo al patrón, A Cuenos Aires voló, Lo acertado del patrón;
Un buen padre de familia Diciéndole: "usté es único Y al trote largo en un día Pues daba gusto el mirarlo
Y un honrado ciudadano. "De la patria Salvador. En la plaza se formó. Disponiendo entre la aición.
Vamos ahora a sus servicios "Es preciso, señor ROSAS, Su compadre La Madrid Todos los paisanos vieron,
Como ciudadano armado, "Que usté abandone el arado, Aquí lo estaba esperando. Sin que duda les quedara,
Y empezaremos su historia "Y que sirva a la provincia Con algunos voluntarios Que D. JUAN MANUEL era hombre
Desde que entró de soldado. "Como ciudadano armado. Que se estuvieron juntando. Que en ninguna se turbaba.
Estuvo en la reconquista "Usté es hombre de opinión Ay no más la proclamó Y ansí todos a una voz;
A Liniers incorporado. "En toda nuestra campaña; D. JUAN MANUEL de su jente Bien haiga el hombre, gritaban;
Y en un inglés ya puso "Sirva usté como hombre público Y salieron de rajado Diciendo: ahora si tenemos
Su faconsito el Pelado. "Que su patria lo reclama". Derechito a San Vicente. Quien gobierne la gauchada.
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De Rosario resolvieron Este le comunicaba Yo estoy en lo de Galindes Poco a poco jue tomando,
Que el VIEJO se retirara. La nueva resolución Con una corta partida; Como suelen decir, alas,
Trayendo toda su gente De haber nombrado a Rodríguez Espero que me conteste Y como mancarrón viejo
Porque iba a ser reemplazada. La junta gobernador. Para tomar mis medidas". Nos jue mostrando las mañas.
La despedida jué un luto El VIEJO entonces hizo alto "Muy pronto espero que usía Pero, amigo, como ha e ser.
Para todita la armada; Hasta quedar cerciorado: Me dé la contestación; Ansí es la revolución:
Pero ansí debió de ser No era el lance para menos Y si resuelve el venir El leal nunca vive más
Pues la campaña era larga. Viéndose de dos mandado. Sea con su división". Que lo que quiere el traidor.
Sin embargo él nos decía: El VIEJO leyó el oficio, Quien le había de decir
Lo que el patrón se apartó
Ya todo jué para atrás, "Si la junta lo ha nombrado, Y llamando un ayundanle. Al señor D. JUAN MANUEL,
Y de nala le sirvió Su nombramiento es legal Le dio la orden de aprontar Que este hombre que volvió al mando
Y es mi deber respetarlo". la división al instante. Su verdugo había de ser.
El refuerzo que fué más
La armada de Santa Fe, Ansí pasaron los días, "Dentro de una hora, le dijo, Quien que hubiese visto entonces
Al mando del Sr. LÓPEZ Cuando la noticia en esto La columna va a marchar; Aquel diablo todo roto,
Se vino sobre los nuestros Que estaban en la ciudad Que todo se encuentra pronto; Se había de persuadir -
Sin ningún temor al trote. En el mayor desconcierto. Mientras voy a contestar". Que dirá contra nosotros!
En el mismo Gamoral Luego en seguida ya supo Ansi se hizo, y al momento Pero después seguiré
Se toparon las armadas, Que al nuevo gobernador Todo se encontró arreglado. Mostrando su felonía;
Y nuestras fuerzas quedaron lo habían sacado pisando Esperando que se diera Vamos a lo principal
Por una revolución. La orden de estar a caballo. Que de esto hablaré otro día.
En un golpe redoladas.
Jue tanta la mortandá Que tres días nada más Ya que estuvo todo pronto, Ya que en la puente estuvimos,
Que muy pocos escaparon. Había durao su gobierno, Se fué el VIEJO a contestar, Rodríguez mandó al patrón
Porque ay los Santafesinos Y que el partió e Dorrego Asegurando a Rodríguez, Que lomara la ciudad,
Todo el resto nos echaron. Le había echao a los infiernos. Que en el acto iba a marchar. Quedando él en salvación.
El Gobernador finado Con esta noticia el VIEJO "Yo, señor excelentísimo, Con el VIEJO a la cabeza
Apenas pudo escapar Ya se puso en precaución; Le dijo, toda mi vida, Ansí a la ciudad marchamos
Y con muy pocos soldados Y como fiel a las leyes He conocido en la junta Y al llegar a la barranca
Formó su resolución. Lejítima soberanía". Las guerrillas se toparon.
Se tuvo que retirar.
Ya lo que se puso en Salto "Martín Rodríguez, nos dijo, Ella nombró a vueselencia, Hubieron algunos tiros,
Solo en el viejo pensó; Manda legítimamente; Y un tumulto lo ha quitado: Pero sin gran resistencia;
Y le hizo un chasque al momento La legislatura lo ha hecho, Yo estoy resuello a volverlo Y ansí jue que sin trabajo
Que en San Martín recibió. A su orden está mi gente". A su lejítimo mando. ( ' ) " Tomamos la Residencia.
Le decía "que solo él Hecha esta resolución, "Mañana estaré sin falta Tomada la Residencia
"La patria podía salvar; Ya supo D. JUAN MANUEL Donde ordena vueselencia; Tomó el VIEJO su medida,
"Que le reuniera gente Que había salido Rodríguez, Cuente con toda mi juerza. Y por diferentes calles,
"Y que lo juese a auxiliar". Derecho a ampararse de él. Y con mi pequeña influencia. Hizo avanzar sus partidas.
El patrón lo tiró todo, Dicho y hecho; a pocas horas Como todo estaba pronto Ansí juimos poco a poco
Y en menos de quince días Un oficio cala aquí, Para hacia el puente marchamos, Llegándonos a la plaza;
Como seiscientos paisanos Del Gobernador Rodríguez Y como lo había ofrecido Hasta que al fin la tomamos
Voluntarios ya tenía. Que al patrón le dice así: Al otro día llegamos. A rigor de nuestras lanzas.
Les nombró sus oficiales "Legítimamente he sido Rodríguez se le unió al VIEJO Rodríguez quedó repuesto
Y a su costa los armó; Nombrado gobernador; Cola caida como andaba: Y el cuerpo de colorados,
Y a todos de colorado Y de un modo tumultuoso Pues con cola e pato al pobre Jué del pueblo admiración
Con su plata los vistió. Me han privado del bastón". Le habían ganao la parada. Lo que vieron formado.
Compuesta la juerza ansina "Si usía quiere respetar Mas bien parecía un lechero En la plaza nos tuvieron
Hacia el norte enderezó; A la junta soberana, Que un señor gobernador; Como quien dice acampados,
Y a los tres días de marcha A la Puente de Barraras Pues cualquiera colorao Que digan si hubo desorden
Otro chasque recibió. Vendrá el día de mañana". Venía vestido mejor. Los que aquí se han encontrado,
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LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA
121 DE ROSAS ESCRITA...
Ya que el gobierno jué firme Después que el patrón prestó Que auxiliarían a Rodríguez Como en esta les jue bien
Y todo estaba ordenado, Servicios de esta importancia, Que con ellos no había nada, Hicieron varias dentradas,
Le dieron orden al VIEJO Empezó Martin Rodriguez Porque a batir los Ranqueles Llevando cuanto quieran
De retirarse al Salado. A crecer en arrogancia. Iba derecho la armada. Como dicen cola alzada.
Marchó con toda su gente, Lo que vio que su gobierno Los Pampas creyeron todo En el año veinte tres
Y a toda licenció; Estaba bien afirmado Cuando el Viejo lea decía, Por siete puntos vinieron,
Todo lo dejó tranquilo Ya no trató de otra cosa Nunca los había engañado Y a un tiempo por todas partes
Y en su estancia se metió. Que de hacer al Viejo a un lado. Y desconfiar no debían. A nuestras tropas corrieron.
Y a pesar de que Rodríguez El patrón los observaba El ayudado del VIEJO Ansí como convinieron
Sus consejos no escuchaba, Veía su persecución; Era el hombre mas querido; Ansí no más sucedió;
Siempre que hablaba con é1 Tuvo en su mano quitarlos Le hizo esa partida floja, Se les jueron a la carga
A hacer la paz lo inclinaba. Más le tuvo compasión. Y es el mas aborrecido. Y ay no más la redotó.
LÓPEZ estaba ofendido Resolvió por fin dejarlos Y si no; díganlo todos Con este frote los indios
Y no pensaba en tratar; Y a su estancia se marchó; Si en el campo puede haber Quedaron escarmentados,
Mas viendo a ROSAS metido Se ocupó de su trabajo Hombre más aborrecido Les quitaron las haciendas
Mudó al punto de pensar. Y a sus anchas los dejó. Que Martin el brigadier. Y todo quedó arreglado.
Siguió al patrón en su empeño; Rodrigues sabía bien Luego que se retiró El Viejo se retiró
Y mui pronto consiguió Como pensaba el patrón Después de hacer su traición. Otra vez a sus estancias,
La paz que deseaba hacer Sobre invadir a los indios, Se vinieron las indiadas Pero ni de cumplimiento
Y que luego se firmó. Y cual era su opinión. A vengarse del patrón. Le dio Rodríguez las gracias.
Que el Sr. LÓPEZ cedió Mas para ir siempre contra él En ochocientos veinte y uno Muchas veces intentaron
Solo por D. JUAN MANUEL, La guerra les declaró Las indiadas se vinieron: Los paisanos discontentos
No tiene duda: pues la hizo Y pa acabar de perderlo Entraron a los Cerrillos Conspirar contra Rodríguez
Luego que trató con él. Ansí lo comprometió. Y las botas se pusieron. Más no tenían elementos.
Y ansí fué que en una vez Lo llamó y le dijo: "amigo, Todo el ganado del VIEJO Pensaban en el patrón,
Que los hombres conversaron "Yo voy a espedicionar: Fue lo primero que arrearon; Y mucho lo procuraron;
Ya se quisieron, y al pronto "Asegure usté a los Pampas, El hombre estaba inocente Más de todo desistieron
Los tratados se ajustaron. "Que a elos no voy a pelear". Pero siempre se vengaron. Luego que lo conversaron.
Esta contrata sin duda El VIEJO les escribió Nada quizo hacer el VIEJO Es cierto que él con decencia
Dio a la patria nueva vida, Que se dejasen estar, Para recobrar su hacienda: Del gobierno reprobaba
Por qué jué con dignidad Que no hiciesen novedad, Dejó que se la llevasen Todas aquellas medidas
Por las dos partes concluida. Que el ejército iba a entrar. Sin dentrar en la contienda. Que creía desacertadas.
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Pero clarito decía: Es verdad que las locuras Se comprometió con él ¡Sí señor! al m i s honrado,
Si intentan contra el gobierno Que en aquel entonces hicieron, A organizar la milicia, Al de mejor corazón,
Yo con todos mis recursos De la patria la existencia Y hacer la paz con los indios Al que nunca quizo creer
Salgo al punto a sostenerlo. Sin duda comprometieron. Que era entonces de justicia. Que le hacían revolución.
Y conozco sus ercesos. Y que si entonces el VIEJO Se obligó a poblar las guardias Al hombre que a sus amigos
Y también su falsedad: Hubiera tomado el mando, Que nos sirven de frontera. Enojado despidió,
Pero a pesar de todo esto La patria sería feliz Más no dándole recursos Por que le decían en tiempo
Sostengo su autoridad. Y no estubiera hoy llorando. La obra no fué por entera. Lo que no creyó y pasó.
Luego dentro Rivadavia; Pero como habrá de ser:
La milicia quedó entonces El patrón jue uno de muchos
Y si Rodríguez fué malo Esto jué siempre mejor
Del mejor modo arreglado; Que con tiempo lo anunció.
Este fué un poquito peor, Que de un modo tumultuario
Hasta que Lavalle vino Declarándole al finado
Más no pudo alentarlo. Voltear lo administración. Cuanto después sucedió.
A cometer su embarrado.
Los descontentos crecieron, Que nadie los respetaba Se hizo la paz con los indios Al hacer venir las tropas,
Y en la desesperación. Ni tenían opinión De que hasta ahora disfrutamos; DORREGO, del otro lado,
Se vinieron de copiado Lo conocieron bien claro Como debe ser; pues ellos El jue que se le opuso
A ampararse del potrón. Al hacer la convención. Son de nosotros hermanos. Pues que lo vió engañado.
Le dijeron que si acaso Y sino desmiéntame Lo admiración del gobierno DORREGO le contestó
El ayudar no quería. ¿Cómo es que el Emperador Jué entonces D. JUAN MANUEL Que no creyera tal cosa;
Los dejara; que ellos solos Hizo propuestas tan malas ¡Ojalá! que desde entonces Que esa acción nunca lo haría
El gobierno quitarían. No siendo él vencedor? Nos hubiera mandado él. Una juerza victoriosa.
El VIEJO les dijo no; Pero como había de ser Más no por cierto se crea El hombre era militar,
Jamás lo permitiré, Si lo jueron a buscar Que Dorrego mandó mal, Y era militar de honor:
Yo conozco que son malos Los que tanta bulla hicieron El nos hizo grandes bienes Pero el leal no vive más
Pero los puso la ley. Por acabar de ganar. Que el premio jue la crueldad. Que lo que quiere el traidor.
Ellos al fin sentirán Pero vamos adelante El, sin gravar a ninguno, El patrón siempre insistió,
Que el pueblo hace resistencia Que ya este tiempo pasó: Un ejército formó. Pidiéndole cnanto menos,
Y Rivadavia por sí Vamos a cuando DORREGO Que en menos de doce meses Que le diera algunas armas
Dejará la presidencia. Del gobierno se encargó. La paz más digna nos dio. Para precaverse de ellos.
Es preciso conformarse; Todo estaba en anarquía: Todo se movió al momento Le dijo: estuviera cierto
Porque una revolución Rivadavia renunció. Que Rivadavia bajó, Todo quedaría en nada.
Es peor que el sufrir Nadie quería mandar Y cada provincia al punto Siempre que nuestra milicia
Un gobierno de facción. Solo DORREGO admitió. La gente contribuyó. Estuviese bien armada.
Ansí jue que nada hicieron Es verdad que el desgraciado Entonces se vió bien claro Nada pudo conseguir
Entonces los descontentos, Vino, y le dijo al patrón: Que los que los pueblos quieren A pesar de sus clamores;
Porque el VIEJO le cruzó Si usté me ofrec ayudarme Es que lo mande un gobierno Y con este sentimiento
En esta vez sus intentos. Yo me encargo del bastón. Que en todo los considere. Suspendió sus pretenciones.
Pero el pago que le dio El patrón, le dijo: amigo, Y así de valde es cansarse; Sin embargo D. Manuel
El gobierno allá en secreto Si usté sigue con el pueblo Si ha de evitar el mal Siempre le dió facultad
Jué decretarle su muerte Puede contar con mi influjo Ha de ser viviendo todos De reunir la campaña
Más no lograron su intento. Sin disputa desde luego. En sistema federal. En caso de novedad.
En fin hicieron locuras Viendo el VIEJO que Dorrego Los esfuerzos que DORREGO Desconsolado así el VIEJO,
Cuantas se le ocurrió Se hallaba en grandes apuros, Hizo entonces ¿quién creyera? Al campo se retiró,
Hasta que al fin Rivadavia Procuró ayudarlo en todo Se convirtieron contra él Y esta precaución entonces
La presidencia dejó. Desplegando sus recursos. Y acabaron su carrera. A él y a la patria salvó.
Entonces todos decían Conocía que Dorrego Solo el infame Lavalle Llegó al fin el fatal día
Qne el patrón pronosticó Era patriota y honrado; Tal pago le pudo dar: En que Lavalle el malvado,
Como un verdadero apóstol Y juró desde ese instante Traicionó al más benemérito Hizo la revolución
Cuando antes nos lo anunció. No apartarse de su lado. Y lo mandó fusilar. Que todo lo ha desquiciado.
LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS ESCRITA...
126 HISTORIA
De hombres por fin, coronel, Cuando ya no pueda mas También se puede adoptar Se le acordó la palabra
Que la intriga es su pasión, He de ganar los infieles Si se quiere otro camino, Al señor D. J U A N MANUEL,
Y que la patria que tienen Y de ellos he de sacar Y este es reunir la junta Quien habló mas de media hora.
Es llenar su aspiración. Con quien sostener las leyes. Que fije nuestro destino. Fijados todos en él.
Esta es la verdad, compradre. De los indios que ahora tengo Los diputados son hombres Empezó por demostrar
No se quiera alucinar; Nadie tiene que tacharme; De probIdada y honradez, Que lo mas sensible era
Y esté cierto que a Lavalle DORREGO me mandó traerlos Y en sus luces hallaran La destrucción de Lavalle
Esos mismos lo ha de ahorcar. Y yo no debí escusarme. Nuestro remedio talvez. Fuese la fuerza afuera.
Esos hombres lo que han hecho A mas de esta todos elos Si esto se hace, camarada Pero que era necesaria
Es preparar el camino, Son indios domiciliados, JUAN MANUEL es hombre honrado, Y precisa condición,
Con un alevoso crimen Y para venir aqui Y trabajará por que Evitar á toda costa
Que yo desde ahora lo atino. Han tirado sus arados. Todo quede separado. El presentarse en acción.
Y ¿qué remedio, compadre? Proque, amigo, de mi patria Dijo que el no tener armas
Pero su intención, amigo,
La Madrid le contestó, Yo siento mucho los males, Era bastante razón,
Bien fácil es de acertar;
Digame usté lo que piensa Y es preciso vaya todo Y que á mas de esto faltaba
Ellos se sirven de ustedes
Franqueándome su opinión. Por las vias más legales. Darnos organización.
Para su plan desplegar.
Yo no encuentro otro de pronto, Yo no puedo ver, compadre, Y que así á su parecer
Y sino mire usté á Agüero
Hablando ti usté con confianza, Con calma las vias del echo, Lo mas acertado era
Mire lo que ha declarado:
Que es que ustedes me retiren Y por tanto ya lo he dicho Que el señor gobernador
Dice que el ha ido á San Roque
Al rio de la Matanza.. Cuanto se encierra en mi pecho. Al norte se dirigiera.
Porque ustedes lo han llamado.
Que el gobernador DORREGO Si se opta este arbitrio Que se llevase la gente
Y esto lo dice después,
Se campe sobre el Salado, La tierra quedará quieta Que al norte pertenecía,
Que todo el mundo está cierto
Que fijemos ocho días Y la gente reunía Y que al sud con los suyos
Que el movimiento de ustedes
Mientras se forme un tratado. Se retirará contenta. Del mismo modo se iria.
Por su consejo está hecho.
La Madrí contestó entonces Que si Lavalle seguía
Con que no hay pues que cansarse Esto es en la inteligencia
Que á Lavalle lo instruiría; Al gobernador Dorrego,
Ni vivir equivocado; Que si no hay inconveniente
Pero que estaba seguro D. JUAN MANUEL con su gente
Usté sabe y me conoce Que suspenderán las armas
De las fuerzas contendientes. Que por esto no entraría. Se acercarla hacia el pueblo.
Y no ignora que soy honrado.
Y si acaso no se puiere, Y que asi él lo que pensaba Y que si en otro sentido
A mas de esto usté no crea
Sigan las hostilidades, Que Lavalle, al otro día A D. JUAN MANUEL seguía
Que si ganan esta acción
Y ustedes responderán Se iría sobre DORREGO El señor gobernador
Han concluido con la guerra
Como autores de los males. Y que lo derrotaría. Al pueblo se acercaría.
Ni con la federación.
Más si se quieren tranzar Que en esto no tenia duda, Este plan se aprobó al punto,
Porque una y cincuenta mas Pero con la condición
Y las armas suspendemos. Pues que su tropa ere buena,
En que pudieron triunfar. Que hasta Navarro á DORREGO
Nombraremos diputados Y que á mas de esto también
No ha de ser lo suficiente Acompañase el patrón.
Para con quietud mandar. Y asi nos arreglaremos. De entusiasmo estaba llena.
Los que defienden las leyes Con cinco de cada parte D. JUAN MANUEL contestó: La noche estaba muy mala
Tienen en su corazón Amplia mente autorizados. Si nos derrotan, paciencia; Y nueva la caballada,
Amor á la autoridad Pueden fijarse las bases Pues que la fortuna es loca Y era preciso evitar
Y una firme decisión. Y tapar este atentado. Nos engaña la esperiencia. Cualquiera disaparada.
La libertad es un fuego Porque, compadre, no canse, La Madrí se fue á su campo Esta fue la razón porqué
Que no se puede apagar, Nuestra historia se ha manchado, Y al suyo se fue el patrón ROSAS se fue con DORREGO,
Y el que lucha por las leyes Y este es el único modo Como era justo, á dar cuenta Y que su gente para esto
Siempre acaba por triunfar. De quedar neutralizado. Ambos de su comisión. Era mejor desde luego.
Y asi es que yo por mi parte Mas: en dándole color Lo que el VIEJO llegó al campo Antes de marchar quedaron
Como amigo le aseguro De alguna legalidad. Se le presentó á DORREGO. En que el coronel Izquierdo
Que mientras tenga recursos No sera tanta la herida Se citó á junta de guerra, Sacase doscientos hombres
De DORREGO he de ser muro. Causada á la libertad. Que se juntó desde luego. Para maniobrar con ellos.
HISTORIA
LUIS PEREZ Y LA BIBLIOGRAFÍA DE ROSAS ESCRITA... 131