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EL G A U C H O .

Cada uno para si, y Dios para todos.


N.º. 26 BUENOS AIRES, 27 DE OCTUBRE DE 1830. (PRECIO 2 rs.

u
Facsímil del periódico El Gaucho" de Luis Pérez

POESÍA BIOGRÁFICA DE ROSAS TITULADA "EL


GAUCHO" PUBLICADA EN 1830, POR LUIS PÉREZ.(*)

En nombre de Dios comienza A los quince años cabales


Y la virgen del Rosario, Me alisté de miliciano
Para referir mi vida Por cierto en la compañía
Como gaucho del Salado Del capitán D. Juan Chano,

Nací de Juana Contreras, Luego que supe domar


Muger de Pedro Lugares; Salí buscando conchavo;
En el monte apredi á lér Y en las estancias de ROSAS
Por mandato de mis padres. Siempre jui pion afamado.

Y supe 1er y escribir, Bajé á la Guardía del Monte


Luego que cumplí doce años. Mascando vicios un día,
A domador aprendí Cuando en esto se aparece
Por tener de que vivir. Un sargento con partida.

(*) Publicada en El Gaucho, en los números: 1, 2, 3, 4. 5, 6. 9, 14, 15, 16, 17,


18. 19, 21, 22, 23, 24, 25, .26, 27, 28, 20, 30, 31, 32, 33, 34, 36, 38, 39 y 40.
HISTORIA LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS E S C R I T A . . .
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Vaya que estos mandarines Pero yo saqué mis cuentas, Pero yo saqué mi cuenta,
¡Güenas tardes!, dice, amigo.
Tienen muy bonita laya: Y dijo: el dirme no es nada; Y dije: en escureciendo
¡Muy güenas se las dé Dios!
Han de encontrar mucha gente Pero esto diablo de río Pancho Lugares irá
¿No me dirá en que se ocupa?
Que llevar á la batalla. ¿Cómo será la pasada? Mas de diez leguas huyendo.
Yo, señor, soy domador.
Toda la noche anduvimos Y así es que en estos momentos Así no más sucedió:
Muéstreme su papeleta
Aquí caigo aquí levanto: . Tomé por fin el partido Pues pasada la oración
A ver si es hombre ocupado:
Mozos todos domadores De seguir mis compañeros Le hice una pregunta al pingo,
Tendrá que entrar de soldado.
En aquel diablo de barco. Hasta que Dios sea servido. Y lo sugeté en Morón.
Porqué, amigo, si no tiene.
Pero al fin al otro lado Hice toda la campaña Llegué a lo de D. Marcos Rivas,
Yo lo contesté: ¡Por Cristo!
Al día siguiente llegamos, Voluntario de un cordel; Que había sido mi patrón,
Que en casa se me ha quedado,
Y como yeguas ariscas Siempre de caballerizo A quien todo le conté,
Traslomemos esta loma
A tierra todos saltamos. De mi señor coronel. Y me dijo esta razón.
Que aquí no más la he dejado.
En un arenal de Cristo Estuve en, Ituzaingó Mira, Pancho; en mi sentir,
Mas no queriendo el sargento
Dar crédito a mi ratón; Nos paramos en rodeo; Como todos por supuesto, Y acá en mi corto entender.
Ay no más me acomodaron Y así como quien trasquila Y también mojé mi corbo Partida de hombre cristiano
Enancado á un mancarrón. Nos arreglaron el pelo. En un rabudo por cierto. Es la que acabas de hacer.
Luego llegó un capitán, Y por fin en las aiciones, ¡Ojalá! Muchos soldados
A la ciudad me trajeron
Y á este quero, á este no quero, Donde me cupo ir á mi, Se portaran como vos.
Con otros criollos del pago,
Nos jueron entresacando De los más lerdos por cierto Desensillá tu caballo,
Que de leva en esos días
Como vacas del rodeo. Me parece no jui. Y tené confianza en Dios.
De uno en uno habían tomado.
A mí me tocó por suerte Luego que se hizo la paz Ay en la cocina hay leña,
Aquí comienza lo güeno
Ser soldado de á caballo: Volvimos a Buenos Aires, Y en aquella chuspa yerva,
De la vida de LUGARES:
Y así las horas no veía Y aquí comienza lo giieno Voy á sentir hacia el pueblo:
Más bien no hubiese nacido
De acomodármele á un bayo. De la vida de LUGARES. Tomá mate hasta que vuelva.
Para ver rigores tales.
Arrimaron unos pingos Ajustarnos y pagarnos. Un cimarrón había echado,
A RETIRO me llevaron,
Al parecer novatones; Pa recibirnos en triunfo, Cuando ya el patrón de vuelta
Y sas trás en un cuartel
Diciendo los de á caballo: Resolvieron el llevarnos; Llega; y me dice, ño Pancho,
Me samparon como á pobre
Enlacen los redomones. A la Recoleta á todos La revolución es. cierta.
Que nadie se acuerda del.
Ay no más salí yo al frente, El día treinta por cierto Pero descanse no más,
Después de pasar dos días
Y le dije á un compañero: Nos mandaron ensillar, Que tuavía no hay cuidado:
Sin comer, ni echar un trago,
Empriesteme, amigo, el lazo, Pero nunca nos formaron. Dorrego y ROSAS, me dicen,
Nos arriaron en tropilla
Verá enlazar á un guardiero. Caballos nos arrimaron; Que del pueblo han escapado.
Entro un cuadro de soldados.
I.o que llegamos al río Hice cortita la armada. El primero de Diciembre, Y si esto es cierto, Lugares,
En un burco nos metieron; Como siempre he presumido, Día muy bien señalado, Ese ejercito no es nada;
Y ay no más eché las tripas Y codo vuelto enlacé Nos trajeron á la plaza Por que dando un grito ROSAS,
Así que la vela dieron. Un alaran e mala cara. Para el mayor atentado. Hay gente como yeguada.

De soldado al otro lado Lo que tomamos caballos Dos años casi han pasado Así sucedió por cierto,
Disque á todos nos llevaban. Nos juimos al campamento De este maldito suceso, Puese creo en la madrugada
¡Mire qué diablos de modos Y luego que nos apiamos Y al recordarlo, paisanos, Ya se veía bien clarito
De juntar la paisanada! Yo me juí á mi regimiento. Que me estremesco confieso. A la gente alborotada.
Pero seguiré mi asunto, Una voz no más se oía,
¿No era mejor, nos decíamos, Lo que me vieron la laya
Y diré lo que entendí. Y los gauchos en tropel
Que para hacernos soldados Caballerizo me hicieron;
Cuando en la plaza formados Hacia NAVARRO tiraban.
Nos hubieran á las güenas Y á cuidar una tropilla
A todos los cuerpos vi. A unirse á D. JUAN MANUEL.
Convidado en nuestros pagos? Con un cabo me pusieron.
Lo que yo me vi tan suelto Conocí que á D. Dorrego Todo nuestro sentimiento
Pues ¿qué hombre, que tenga sangre
A matreriar empezé; (No me quisiera acordar) Era vernos desarmados:
De patriota en las venas,
Que estos diablos revoltosos Pero Dios no falta á nadie
A peliar no iría con gusto Y muchas veces confiero
Del juerte lo iban á echar. En los lances apurados.
Viendo atacada su tierra? Que en Resertar me pensé.
114 HISTORIA

Y asi fué que cada cual, En la inteligencia, amigo, Ay no más di vuelta el pingo El coronel D. Pinedo
Como Dios le dio á entender, Que, según mis circulares, Si aclaraba ó no aclaraba; A la derecha formó,
Enastaba su cuchillo Antes de cinco ó seis días Y antes de sudar el bayo Y Don izquierdo en seguida
Para hacer frente con él. Tendremos gente a millares. Vi á nuestra juerza formada. Ay no más se le paró.

Ya la división tendría Gente, que por voluntad Llegué y la reconocí; Luego pegadito estaba
Poco más de mil y ciento; Vendrá á mostrarle á Lavalle, Y así que me cercioré Otra güeña división.
Cuando el Sr. la Madrí Que á un pueblo, libre á la juerza, Volví ande estaba el patrón, Que trujo D. Espinosa
Nos vino de parlamento. No se le manda que calle. Y se lo comuniqué. Casi al empezar la alción.

E1 gobernador finado Sí, señor; yo estoy seguro Entonces D. JUAN MANUEL, El coronel D. Ramirez
Le dijo a D. JUAN MANUEL,
Que la causa de las leyes Como que no le gustó, Mandaba la artillería.
ha de triunfar sin remedio Un oficial dejó al frente Con unos cuantos soldados
Que saliese á recibirlo,
De ese puñado de aleves. Morenos de infantería.
Y que tratase con él. Y así á Navarro tiró.
El patrón salió solito, Y así es que en treinta batallas, Diciéndome: usté, ñor Pancho, La indiada de los Cerrillos
Confieso contra mi gusto, En que nos puedan ganar, Se ha de haber equivocado; A un lado de la laguna
Y así es que hasta volvió, Con los libres en campaña No ha de ser de nuestra jente Con las otras divisiones
No se me quitó a mí el susto. No han de poder acabar. Con la que usté se ha topado. Formaban la media luna.
Llegó ande estaba el difunto, El patrón tomó cien hombres Venga con migo y verá El patrón de arriba abajo
Diciendo: ¡GOBERNADOR! Entre los q|ue vine yo; Cómo en todo se ha engañado. Arreglando caballadas,
Nuestra patria esta perdida; Y con la división grande No es posible que Dorrego Tan pronto estaba en la punta
Defendémosla, Señor. El gobernador quedó. No se haya ya retirado. Como en nuestras abanzadas.
Vueselencia sabe bien, Dicho y hecho, D. LAVALLE Porfiándole iba el patrón Yo como soldado viejo
Que yo en toda mi carrera Lo que á la Madrí escuchó, Sobro si era ó no la juerza; En la linea me fijaba,
Siempre sostuvo las leyes Atacarnos ese día Cuando en esto divisamos Y al verla formada en ala
Contra mi padre que fuera. Al momento resolvió. A Dorrego ú la cabeza. Confieso no me gustaba.
A la Madrí le he propuesto Hizo cuatro divisiones Velay lo tiene, Señor, Pero esperanzado en Dios,
Que se nombren diputados Y á NAVARRO enderezó; Le dije á D. JUAN MANUEL; Y en que la causa era güena,
Por ambas partes, y todo Y ay no más a la rompida Y así que lo conoció Todo lo disimulaba,
Quedará neutralizado, Con nosotros se topó. Enderezó á hablar con él. Y desechaba mi pena.
Pero por su resistencia Tendió unas cuantas guerrillas, Esa noche se nos vino
¿Cómo es esto dijo, amigo,
A tratar racionalmente Que á la carga se vinieron; Con dos pingos parejeros
Que usté no se ha retirado?
Ya me parece imposible Pero no pintaron mucho La ordenanza do D. Raus,
La gente toda en camino
Domesticar esta gente. Lo que nos reconocieron. Que Dios conserve en el cielo.
Sin habérsenos juntado.
Sin embargo, esperaremos D. JUAN MANUEL poco á poco Como el caso era apurado
A mas de eso, ni las armas
Con la gente preparada; Los venía trabajando; No era de fiar en cualquera,
Siquiera nos han llegado;
Siendo, a mi ver, lo mejor Mientras el gobernador Aunque engañar no sea fácil
Y Lavalle ya aquí encima
Ponernos en retirada. Pudiera irse retirando. A la gente montonera.
Perfectamente montado.
Por qué, Señor, si estos hombres Toda esa noche á una vista Este mozo nos decía
En fin, Señor, yo he cumplido
Cargan con toda su fuerza, Nos vinimos tiroteando, Que si la cosa duraba,
Con cuanto usté me ha mandado;
Son en número y en armas, Y algunos pingos por cierto La gente toda en tropilla
Mas á mí no me haga cargos
Superiores á la nuestra. Siempre le juimos mangeando. Si el suceso es desgraciado. En resertarse pensaba.
Y así yo soy de opinión Ay cerquita de NAVARRO El gobernador le dijo: Se presentó D. Lavalle
Que, antes de la madrugada, D. JUAN MANUEL me llamó. Todo está ya preparado; Con sus cuatro divisiones,
Mueva usté su división Para mandarme á saber Con el rebenque es bastante. Amenazando cargar
Poniéndose en retirada. Si Dorrego se movió. No hay de que estar apurado. Con sus bravos escuadrones.
Yo con cincuenta, ó cien hombres, Diciéndome: usté, ñor Pancho, Así preparado todo Lo que nos reconocieron
Me quedaré á entretenerlos, Vállase y vuelva volando A Lavalle lo esperamos, Se vinieron arrimando,
Y usté hará las divisiones A ver cuál es el camino Y en cuatro divisiones Y como a quien no le gusta
Con que hemos de defendernos. Que los nuestros van tomando. A toditos nos formaron. Los pingos venían sentando.
116 HISTORIA LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFÍA DE ROSAS ESCRITA. 117

Rompieron nuestros cañones Pero, amigo, por desgracia


el número 14 del día 1S de setiembre de ese mismo año comienza
Un juego tan acertado, Todo jué una confusión; Rosas.
Que al infierno hubieran ido Pues ni mudarnos mandaron
Si ay hubiéramos cargado. Antes de empezar la aicion. Dios y a la Virgen Por que era tan nadador,
pago he regresado, Y de corage tan lindo,
Pero por nuestra desgracia, Los artilleros y infantes Y que vuelvo a iscríbiniar Que andequiera se asolaba
A pie firme nos tubieron; Estaban tan mal armados, Como lo tengo ofertado Siempre atenido a su pingo.
Y ansí jue que sin trabajo Que las armas que tenían
Ay no mas los reunieron. Eran palos de duraznos. Ya que estamos, señor PANTA, Con esta capacidad
Conformes en opinión Se gano tal distinción,
Se volvieron á venir Y ansí jue que casi todos Comenzaremos la historia Que en el pago era de todos
Por nuestro costado izquierdo, Quedaron en la estacada. De nuestro amado patrón. Sin duda la admiración.
Y como faltaban armas ¡Mire que hazaña tan grande!
Consiguieron envolverlo. Matar gente desarmada. Pero para comenzar La esperiencia lo jue haciendo
Pidamos una protección Mas singular cada día;
Ya lo que estos se enredaron Pero Dios tenga en el ciclo
A la VIRGEN DE LUJAN. Y así a los veinte y cinco años
A los demás envolvieron, A D. Paroli el teniente.
Y mi pagre SAN RAMÓN. Todo trabajo entendía.
Menos a la división Bien hayga el hombre cabal;
Del coronel D. Pinedo. Ese si era hombre valiente. Del señor D. JUAN MANUEL Su consejo era mejor
A pie firme en el cañón De todos hoy conocido, Para poblar una estancia
Por que el hombre pudo en tiempo
Dos lanzazos le atracaron; Es el asunto, paisanos, Y lo mismo era hacendado
Con su cuerpo hacerse a un lado;
Y él gritando: no me rindo, Que tenemos emprendido. Tratando de la labranza.
Pero al fin cedió también
Por hallarse desarmado. En su ley murió, peliando. Vamos a escribir su vida, De plumario no digamos
Los Indios de los Cerrillos No quiero decir por esto Desde su tierna niñez, Por que era el ilustrao del pago,
También dos cargas sufrieron; Que él solo se distinguió, Permitiendo a todo el mundo Y ansi todos a el no más
Pero al fin como eran pocos Por que como él, otros muchos Nos desmienta sí así no es. Venian a consultarlo.
Resistirse no pudieron. Mostraron ser de valor.
De diez años ya en el campo Cuando iban a visitarlo
Así mismo los pingos Así que nos redotaron Todo gaucho lo quería Era de guen agasajo;
Nos hubieran ayudado, Cada uno jue por su lado; Pues en pialar y enlazar Y su conversación siempre
No era Lavalle se me hace Después verán en mi historia EL RUBIO se distinguió. Recaiga sobre el trabajo.
Quien nos hubiese ganado. Cual ha sido el resultado.
No había trabajo por juerte En una sola mirada
Yo por supuesto ay no más, Que aquel se le resistiera; A los hombres penetraba,
Siempre al lado del patrón Era popular, honrado Y aquel que le echaba un fallo
Lo seguí; porque soy firme Y buen hijo a toda prueba. Que esperanzas que se errara.
En nuestra federación. (1)
Era cristiano parejo De los sabios de la Tierra
(') A raíz de esta terminación en el número 10 de El Gaucho leemos un Y mozo sin presunción: Guena opinión no tenía;
•'Diálogo Entre Pancho Lugares y Panta el Nutriero, su compañero, en el cual se Amigo de sus amigos Estos no tienen acierto,
hace referencia a los versos publicados en el mismo periódico. El nutriero le expresa Y firme en su religión. Siempre a solas nos decía.
n Lugares:
Mira, Lugares del alma Ya sabes que hemos reñido A la edad de catorce años Estos nos han de enredar
Sus padres lo dedicaron Con sus malditas teorías:
Que en la historia que has llevado, Los dos juntos á su lado,
En decir algunas cosas Desde que el viejo mandaba A gobernar sus estancias Y si nó, tenga espera
Por que capaz lo encontraron. Y lo verán algún día.
Me parece que has dejado. El cuerpo de colorados

Y supuesto que escribís Y ansí yo soy de opinión Todo los Magdalenistas Estos no son hombres guenos,
De D. JUAN MANUEL la historia, Que es mejor para no errar, Hacían del distinción, Tienen mucha presunción.
Yo te ayudaré, aparcero, Que dejeis aquella historia Y admirados se quedaban ¡Ojala! yo me equivoque,
Al ver su disposición. Y que no tenga razón.
A recorrer tu memoria. Y la volváis á empezar.
Más adelante le contesta Lugares: Sobre el caballo era diablo, Más adelante veremos
Desde luego me conformo Despidiéndome en mi historia Por que era guen parador Si el VIEJO se equivoca,
Con comenzar desde atrás: Hasta mejor ocasión, En la gata y en el pato jamás: Y si en decir que eran malos
Y para que no lo estrañas En que empezare de nuevo Ni arroyo que lo atajara, En un pelo se engaño.
Asi lo voy a imprentar. A hacerles mi relacion. O hiciera volver atrás;
HISTORIA LUIS PEREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS ESCRITA... 119
a
Vamos ahora a nuestro cuento, Esta era el nombre que entonces D. JUAN MANUEL contestó El Cabildo había nombrado
Que esto después se verá; Le daban allá en el pago: Con esta simple razón: A Rodríguez general,
Y la verdad a toda luz Después se llamaba el Rubio, "Si la patria me reclama Y en San Vicente debía
Sin duda resaltará. Y hoy el patrón más amado. "Estoy a su decisión. Toda la gente esperar.
Era el patron tan seguro Soldado era miguelete "Yo, señores cabildantes, Como ansi lo habían dispuesto
En un consejo que diera, Cuando Cuiteló atacó, "Soy un simple ciudadano; Ansí no más sucedió,
Como son en el salir Y con un corto afilado "Estoy pronto a obedecer Y ansí fué que a San Vicente
En el cielo las estrellas. En la aición se distinguió. . "Como fiel americano". Martín Rodríguez llegó.
Lo mismo era cuando veía Después hasta el año veinte Esto dijo, y al momento Rodríguez le dijo a ROSAS
Algún hombre desgraciado, En su trabajo siguió: Los ojos se le empaparon; Amigo, estoy sorprendido.
Lo tomaba de su cuenta La patria se vió apurada, Y los cabildantes todos Usted ha formado un ejército
Y ya estaba soliviado. Y al momento lo encontró. Se tocaron y lloraron. Sin duda guapo y lucido.

En su desgracia venía Todo estaba desquiciado, "Vuestras órdenes espero, Entonces le dijo el viejo
De algún vicio arrugado, Todo era una compasión: Dijo, y los interrumpió; Esto no es nada, señor;
El a fuerza de consejos Las tropas eran muy pocas, "Dadme el gefe a cuyas órdenes El paisano quere maña
Luego lo daba enmendado. Y el gobierno sin timón. "Debo presentarme yo". Más bien que juerza y rigor.
Su modo es lindo y calmoso, Las milicias con escándalo,
Lo nombraron y salió, Vamos no mas a peliur
Y, al parecer, muy callado; Así que juntas estaban,
Y en ese mismo momento Y a defender nuestra tierra,
Pero, amigo, en los conflictos Con sus mismos oficiales
Con siete hombres se marchó Que no se ha de ir cola alzada
Es osado como mil diablos. Sin pelear desertaban.
A formar su campamento. Esta vez la montonera.
El es noble y generoso, Una tras otras seguían De valde el pueblo se hallaba Marchamos al otro día
Y de corazón honrado, Aquí las revoluciones; De montoneros sitiado A eso de la madrugada
Pero en viendo una traición, Y en un día se contaron El atropella por todo Cuando vinieron los partcs
Pobre el que la haya jugado. Dos o tres gobernadores. Porque es guapo de rajado. Que se iban en retirada.
El aborrece al ladrón, A Soler lo redotaron
A eso de la media noche Ansí que a Luján llegamos
Al picaro no le da lado; En la Cañada de la Cruz;
A los Cerrilos llegó, Ya devisamos formados
Pero siempre favorece Y del jabón que le dieron,
Y con solo sus recursos A los cívicos del pueblo
Al paisano desgraciado. Corrió más que un avestruz.
Sobre cien hombres armó. Que Dorrego había juntado.
Sabe muy bien distinguir Cola alzada se largó Luego del Monte vinieron A sus órdenes marchamos
Cuando el hombre hace un delito; El guapetón general, Como ochenta milicianos, Sin dar guelta pura atrás
Y si el hecho es impensado, Y jue a levantar el pingo Y ansi fué que en día y medio Y le ganamos la aición
El lo ampara en un conflicto. Allá en la Banda Oriental. Tuvo doscientos armados. Cerca de San Nicolás.
De estos lances en su vida Dizque en la Loma del Diablo Por supuesto voluntarios En seguida trote largo
Ya la cuenta se ha perdido; Recién vino a resollar; Y bien amunicionados Nos juimos hasta Pavón;
Por que son tantos que no hay Diciendo: no estoy seguro, Y de oficiales completos Y ay no más también ganamos
Quien los haya retenido. Y mirando para atrás. Mozos esperimentados. Sin tropiezo la otra aición.
Y así es que ha sido su juerte En semejantes apuros Ya que los tuvo montados Aquí jué donde conocimos
El sacar de un hombre malo Llamó el cabildo al patrón, A Cuenos Aires voló, Lo acertado del patrón;
Un buen padre de familia Diciéndole: "usté es único Y al trote largo en un día Pues daba gusto el mirarlo
Y un honrado ciudadano. "De la patria Salvador. En la plaza se formó. Disponiendo entre la aición.
Vamos ahora a sus servicios "Es preciso, señor ROSAS, Su compadre La Madrid Todos los paisanos vieron,
Como ciudadano armado, "Que usté abandone el arado, Aquí lo estaba esperando. Sin que duda les quedara,
Y empezaremos su historia "Y que sirva a la provincia Con algunos voluntarios Que D. JUAN MANUEL era hombre
Desde que entró de soldado. "Como ciudadano armado. Que se estuvieron juntando. Que en ninguna se turbaba.
Estuvo en la reconquista "Usté es hombre de opinión Ay no más la proclamó Y ansí todos a una voz;
A Liniers incorporado. "En toda nuestra campaña; D. JUAN MANUEL de su jente Bien haiga el hombre, gritaban;
Y en un inglés ya puso "Sirva usté como hombre público Y salieron de rajado Diciendo: ahora si tenemos
Su faconsito el Pelado. "Que su patria lo reclama". Derechito a San Vicente. Quien gobierne la gauchada.
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"
De Rosario resolvieron Este le comunicaba Yo estoy en lo de Galindes Poco a poco jue tomando,
Que el VIEJO se retirara. La nueva resolución Con una corta partida; Como suelen decir, alas,
Trayendo toda su gente De haber nombrado a Rodríguez Espero que me conteste Y como mancarrón viejo
Porque iba a ser reemplazada. La junta gobernador. Para tomar mis medidas". Nos jue mostrando las mañas.

La despedida jué un luto El VIEJO entonces hizo alto "Muy pronto espero que usía Pero, amigo, como ha e ser.
Para todita la armada; Hasta quedar cerciorado: Me dé la contestación; Ansí es la revolución:
Pero ansí debió de ser No era el lance para menos Y si resuelve el venir El leal nunca vive más
Pues la campaña era larga. Viéndose de dos mandado. Sea con su división". Que lo que quiere el traidor.

Sin embargo él nos decía: El VIEJO leyó el oficio, Quien le había de decir
Lo que el patrón se apartó
Ya todo jué para atrás, "Si la junta lo ha nombrado, Y llamando un ayundanle. Al señor D. JUAN MANUEL,
Y de nala le sirvió Su nombramiento es legal Le dio la orden de aprontar Que este hombre que volvió al mando
Y es mi deber respetarlo". la división al instante. Su verdugo había de ser.
El refuerzo que fué más
La armada de Santa Fe, Ansí pasaron los días, "Dentro de una hora, le dijo, Quien que hubiese visto entonces
Al mando del Sr. LÓPEZ Cuando la noticia en esto La columna va a marchar; Aquel diablo todo roto,
Se vino sobre los nuestros Que estaban en la ciudad Que todo se encuentra pronto; Se había de persuadir -
Sin ningún temor al trote. En el mayor desconcierto. Mientras voy a contestar". Que dirá contra nosotros!

En el mismo Gamoral Luego en seguida ya supo Ansi se hizo, y al momento Pero después seguiré
Se toparon las armadas, Que al nuevo gobernador Todo se encontró arreglado. Mostrando su felonía;
Y nuestras fuerzas quedaron lo habían sacado pisando Esperando que se diera Vamos a lo principal
Por una revolución. La orden de estar a caballo. Que de esto hablaré otro día.
En un golpe redoladas.
Jue tanta la mortandá Que tres días nada más Ya que estuvo todo pronto, Ya que en la puente estuvimos,
Que muy pocos escaparon. Había durao su gobierno, Se fué el VIEJO a contestar, Rodríguez mandó al patrón
Porque ay los Santafesinos Y que el partió e Dorrego Asegurando a Rodríguez, Que lomara la ciudad,
Todo el resto nos echaron. Le había echao a los infiernos. Que en el acto iba a marchar. Quedando él en salvación.

El Gobernador finado Con esta noticia el VIEJO "Yo, señor excelentísimo, Con el VIEJO a la cabeza
Apenas pudo escapar Ya se puso en precaución; Le dijo, toda mi vida, Ansí a la ciudad marchamos
Y con muy pocos soldados Y como fiel a las leyes He conocido en la junta Y al llegar a la barranca
Formó su resolución. Lejítima soberanía". Las guerrillas se toparon.
Se tuvo que retirar.

Ya lo que se puso en Salto "Martín Rodríguez, nos dijo, Ella nombró a vueselencia, Hubieron algunos tiros,
Solo en el viejo pensó; Manda legítimamente; Y un tumulto lo ha quitado: Pero sin gran resistencia;
Y le hizo un chasque al momento La legislatura lo ha hecho, Yo estoy resuello a volverlo Y ansí jue que sin trabajo
Que en San Martín recibió. A su orden está mi gente". A su lejítimo mando. ( ' ) " Tomamos la Residencia.

Le decía "que solo él Hecha esta resolución, "Mañana estaré sin falta Tomada la Residencia
"La patria podía salvar; Ya supo D. JUAN MANUEL Donde ordena vueselencia; Tomó el VIEJO su medida,
"Que le reuniera gente Que había salido Rodríguez, Cuente con toda mi juerza. Y por diferentes calles,
"Y que lo juese a auxiliar". Derecho a ampararse de él. Y con mi pequeña influencia. Hizo avanzar sus partidas.
El patrón lo tiró todo, Dicho y hecho; a pocas horas Como todo estaba pronto Ansí juimos poco a poco
Y en menos de quince días Un oficio cala aquí, Para hacia el puente marchamos, Llegándonos a la plaza;
Como seiscientos paisanos Del Gobernador Rodríguez Y como lo había ofrecido Hasta que al fin la tomamos
Voluntarios ya tenía. Que al patrón le dice así: Al otro día llegamos. A rigor de nuestras lanzas.
Les nombró sus oficiales "Legítimamente he sido Rodríguez se le unió al VIEJO Rodríguez quedó repuesto
Y a su costa los armó; Nombrado gobernador; Cola caida como andaba: Y el cuerpo de colorados,
Y a todos de colorado Y de un modo tumultuoso Pues con cola e pato al pobre Jué del pueblo admiración
Con su plata los vistió. Me han privado del bastón". Le habían ganao la parada. Lo que vieron formado.

Compuesta la juerza ansina "Si usía quiere respetar Mas bien parecía un lechero En la plaza nos tuvieron
Hacia el norte enderezó; A la junta soberana, Que un señor gobernador; Como quien dice acampados,
Y a los tres días de marcha A la Puente de Barraras Pues cualquiera colorao Que digan si hubo desorden
Otro chasque recibió. Vendrá el día de mañana". Venía vestido mejor. Los que aquí se han encontrado,
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LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA
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Ya que el gobierno jué firme Después que el patrón prestó Que auxiliarían a Rodríguez Como en esta les jue bien
Y todo estaba ordenado, Servicios de esta importancia, Que con ellos no había nada, Hicieron varias dentradas,
Le dieron orden al VIEJO Empezó Martin Rodriguez Porque a batir los Ranqueles Llevando cuanto quieran
De retirarse al Salado. A crecer en arrogancia. Iba derecho la armada. Como dicen cola alzada.

Marchó con toda su gente, Lo que vio que su gobierno Los Pampas creyeron todo En el año veinte tres
Y a toda licenció; Estaba bien afirmado Cuando el Viejo lea decía, Por siete puntos vinieron,
Todo lo dejó tranquilo Ya no trató de otra cosa Nunca los había engañado Y a un tiempo por todas partes
Y en su estancia se metió. Que de hacer al Viejo a un lado. Y desconfiar no debían. A nuestras tropas corrieron.

Pero el pobre se engañó: En esta satisfacción En los Cerrillos se hallaba


Ansí que Martín Rodriguez
Por qué a un hombre de opinión A Rodriguez esperaron, A esa sazón el patrón;
Empezó a tener poder,
No es fácil hacerlo a un lado, Y bajo de paz un día Y dijo como ha de ser
Ya empezó a manifestar
Sin perder reputación. De sorpresa los tomaron. Esta ya es humillación.
Que no sabe agradecer..
Todo era tirarle al VIEJO Rodríguez creyó sin duda De esta mortandá tremenda No es justo que yo permita
Y no quererlo escuchar. Que se iba a hacer inmortal: Siempre algunos escaparon, Por que el gobierno sea malo,
El patrón lo conocía Pero el pobre no advertía Y en vengarse del patrón Que roben nuestras fortunas;
Mas sabía disimular. Que él mismo se echaba el pial. Desde ese instante pensaron. Y ansí voy a remediarlo.

A Rivadavia y Agüero A Rodríguez le salió Reunió porción de gente


El veía que la provincia Y con ella se marchó; •
Creyó que haciendo ministros Pero nunca espérese bien
Se encontraba amenazada; Se reunió con Arévalo,
Su gobierno era invulnerable La cuenta casi cabal;
Y más bien quiso sufrir Y ya el plan se combinó.
Y por siempre duradero. En recompensa de un mal.
Que dejarla abandonada.
El a sus solas decía Creyó que dando decretos Rodríguez se retiró Resolvieron de común
De Rodriguez las maldades; Que solo ellos entendían, Muy ufano con su aición: Ando habían de enderezar,
Y ansi en secreto sufría Otro mundo con solo esto Pero aquí sin duda fué Y la división más juerte
Para evitar otros males. Iban hacer en un día. Donde acabó su opinión. Resolvieron atacar.

Y a pesar de que Rodríguez El patrón los observaba El ayudado del VIEJO Ansí como convinieron
Sus consejos no escuchaba, Veía su persecución; Era el hombre mas querido; Ansí no más sucedió;
Siempre que hablaba con é1 Tuvo en su mano quitarlos Le hizo esa partida floja, Se les jueron a la carga
A hacer la paz lo inclinaba. Más le tuvo compasión. Y es el mas aborrecido. Y ay no más la redotó.

LÓPEZ estaba ofendido Resolvió por fin dejarlos Y si no; díganlo todos Con este frote los indios
Y no pensaba en tratar; Y a su estancia se marchó; Si en el campo puede haber Quedaron escarmentados,
Mas viendo a ROSAS metido Se ocupó de su trabajo Hombre más aborrecido Les quitaron las haciendas
Mudó al punto de pensar. Y a sus anchas los dejó. Que Martin el brigadier. Y todo quedó arreglado.

Siguió al patrón en su empeño; Rodrigues sabía bien Luego que se retiró El Viejo se retiró
Y mui pronto consiguió Como pensaba el patrón Después de hacer su traición. Otra vez a sus estancias,
La paz que deseaba hacer Sobre invadir a los indios, Se vinieron las indiadas Pero ni de cumplimiento
Y que luego se firmó. Y cual era su opinión. A vengarse del patrón. Le dio Rodríguez las gracias.

Que el Sr. LÓPEZ cedió Mas para ir siempre contra él En ochocientos veinte y uno Muchas veces intentaron
Solo por D. JUAN MANUEL, La guerra les declaró Las indiadas se vinieron: Los paisanos discontentos
No tiene duda: pues la hizo Y pa acabar de perderlo Entraron a los Cerrillos Conspirar contra Rodríguez
Luego que trató con él. Ansí lo comprometió. Y las botas se pusieron. Más no tenían elementos.

Y ansí fué que en una vez Lo llamó y le dijo: "amigo, Todo el ganado del VIEJO Pensaban en el patrón,
Que los hombres conversaron "Yo voy a espedicionar: Fue lo primero que arrearon; Y mucho lo procuraron;
Ya se quisieron, y al pronto "Asegure usté a los Pampas, El hombre estaba inocente Más de todo desistieron
Los tratados se ajustaron. "Que a elos no voy a pelear". Pero siempre se vengaron. Luego que lo conversaron.

Esta contrata sin duda El VIEJO les escribió Nada quizo hacer el VIEJO Es cierto que él con decencia
Dio a la patria nueva vida, Que se dejasen estar, Para recobrar su hacienda: Del gobierno reprobaba
Por qué jué con dignidad Que no hiciesen novedad, Dejó que se la llevasen Todas aquellas medidas
Por las dos partes concluida. Que el ejército iba a entrar. Sin dentrar en la contienda. Que creía desacertadas.
124 HISTORIA LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS E S C R I T A . . . 125

Pero clarito decía: Es verdad que las locuras Se comprometió con él ¡Sí señor! al m i s honrado,
Si intentan contra el gobierno Que en aquel entonces hicieron, A organizar la milicia, Al de mejor corazón,
Yo con todos mis recursos De la patria la existencia Y hacer la paz con los indios Al que nunca quizo creer
Salgo al punto a sostenerlo. Sin duda comprometieron. Que era entonces de justicia. Que le hacían revolución.
Y conozco sus ercesos. Y que si entonces el VIEJO Se obligó a poblar las guardias Al hombre que a sus amigos
Y también su falsedad: Hubiera tomado el mando, Que nos sirven de frontera. Enojado despidió,
Pero a pesar de todo esto La patria sería feliz Más no dándole recursos Por que le decían en tiempo
Sostengo su autoridad. Y no estubiera hoy llorando. La obra no fué por entera. Lo que no creyó y pasó.
Luego dentro Rivadavia; Pero como habrá de ser:
La milicia quedó entonces El patrón jue uno de muchos
Y si Rodríguez fué malo Esto jué siempre mejor
Del mejor modo arreglado; Que con tiempo lo anunció.
Este fué un poquito peor, Que de un modo tumultuario
Hasta que Lavalle vino Declarándole al finado
Más no pudo alentarlo. Voltear lo administración. Cuanto después sucedió.
A cometer su embarrado.
Los descontentos crecieron, Que nadie los respetaba Se hizo la paz con los indios Al hacer venir las tropas,
Y en la desesperación. Ni tenían opinión De que hasta ahora disfrutamos; DORREGO, del otro lado,
Se vinieron de copiado Lo conocieron bien claro Como debe ser; pues ellos El jue que se le opuso
A ampararse del potrón. Al hacer la convención. Son de nosotros hermanos. Pues que lo vió engañado.
Le dijeron que si acaso Y sino desmiéntame Lo admiración del gobierno DORREGO le contestó
El ayudar no quería. ¿Cómo es que el Emperador Jué entonces D. JUAN MANUEL Que no creyera tal cosa;
Los dejara; que ellos solos Hizo propuestas tan malas ¡Ojalá! que desde entonces Que esa acción nunca lo haría
El gobierno quitarían. No siendo él vencedor? Nos hubiera mandado él. Una juerza victoriosa.
El VIEJO les dijo no; Pero como había de ser Más no por cierto se crea El hombre era militar,
Jamás lo permitiré, Si lo jueron a buscar Que Dorrego mandó mal, Y era militar de honor:
Yo conozco que son malos Los que tanta bulla hicieron El nos hizo grandes bienes Pero el leal no vive más
Pero los puso la ley. Por acabar de ganar. Que el premio jue la crueldad. Que lo que quiere el traidor.
Ellos al fin sentirán Pero vamos adelante El, sin gravar a ninguno, El patrón siempre insistió,
Que el pueblo hace resistencia Que ya este tiempo pasó: Un ejército formó. Pidiéndole cnanto menos,
Y Rivadavia por sí Vamos a cuando DORREGO Que en menos de doce meses Que le diera algunas armas
Dejará la presidencia. Del gobierno se encargó. La paz más digna nos dio. Para precaverse de ellos.
Es preciso conformarse; Todo estaba en anarquía: Todo se movió al momento Le dijo: estuviera cierto
Porque una revolución Rivadavia renunció. Que Rivadavia bajó, Todo quedaría en nada.
Es peor que el sufrir Nadie quería mandar Y cada provincia al punto Siempre que nuestra milicia
Un gobierno de facción. Solo DORREGO admitió. La gente contribuyó. Estuviese bien armada.
Ansí jue que nada hicieron Es verdad que el desgraciado Entonces se vió bien claro Nada pudo conseguir
Entonces los descontentos, Vino, y le dijo al patrón: Que los que los pueblos quieren A pesar de sus clamores;
Porque el VIEJO le cruzó Si usté me ofrec ayudarme Es que lo mande un gobierno Y con este sentimiento
En esta vez sus intentos. Yo me encargo del bastón. Que en todo los considere. Suspendió sus pretenciones.
Pero el pago que le dio El patrón, le dijo: amigo, Y así de valde es cansarse; Sin embargo D. Manuel
El gobierno allá en secreto Si usté sigue con el pueblo Si ha de evitar el mal Siempre le dió facultad
Jué decretarle su muerte Puede contar con mi influjo Ha de ser viviendo todos De reunir la campaña
Más no lograron su intento. Sin disputa desde luego. En sistema federal. En caso de novedad.
En fin hicieron locuras Viendo el VIEJO que Dorrego Los esfuerzos que DORREGO Desconsolado así el VIEJO,
Cuantas se le ocurrió Se hallaba en grandes apuros, Hizo entonces ¿quién creyera? Al campo se retiró,
Hasta que al fin Rivadavia Procuró ayudarlo en todo Se convirtieron contra él Y esta precaución entonces
La presidencia dejó. Desplegando sus recursos. Y acabaron su carrera. A él y a la patria salvó.
Entonces todos decían Conocía que Dorrego Solo el infame Lavalle Llegó al fin el fatal día
Qne el patrón pronosticó Era patriota y honrado; Tal pago le pudo dar: En que Lavalle el malvado,
Como un verdadero apóstol Y juró desde ese instante Traicionó al más benemérito Hizo la revolución
Cuando antes nos lo anunció. No apartarse de su lado. Y lo mandó fusilar. Que todo lo ha desquiciado.
LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS ESCRITA...
126 HISTORIA

"Ustedes han procedido Si ella estaba pronunciada


Fugitivo D. Manuel Mal armados, por supuesto, De un modo tan general.
Porque su ejercicio era "De hecho contra el magistrado,
A 1a campaña salió, De un motín escandaloso
Trabajar en las estancias "Y todo buen ciudadano
Y cuando no había remedio No tuvo necesidad.
En las labranzas de tierras. "Debe haberlo reprobado".
Su engaño reconoció.
Ustedes han atacado Usté bien conocerá
Ya el Viejo se había marchado El coronel Lamadrí Que un gobierno aborrecido
Se anunció de parlamento, De las leyes lo sagrado
Es verdad que conociendo Con facilidad se quita
Que Lavalle tenia entonces Y a Dorrego sin demora Y todo buen ciudadano
Se debe oponer armado. Y no es necesario ruido.
Un ejército tremendo. Le vino el parte al momento.
Pero esto no es cierto, amigo,
Esto es un agravio infame
Pero a pesar de todo esto El gobernador entonces No hay tal aborrecimiento;
Que se debe reparar;
Nunca se desalentó, Le comisionó al patrón Usté lo conocerá
Y la autoridad legítima
Porq|ue siempre este hombre grande A que juese a recibirlo Sin que puse mucho tiempo.
En si recursos halló. Se debe desagraviar.
Dándole contestación.
¡Cómo! ¡que larguen las armas A más de eso, coronel,
El es firme como roca, Como a diez o doce cuadras Este movimiento es tal
Dos dos gefes se encontraron; Y que serán indultados!
Y juró morir primero, Que a todas nuestras provincias
Y como compadres que eran, ¿Cuál es el crimen que han hecho,
Que dejar de sostener Ha de ser trascendental.
Como amigos se abrazaron. De que han de ser perdonados?
Al gobernador DORREGO.
¿Que seria de nuestra patria En Dorrego han delegado
Así lo hizo, y al momento Eran los dos compañeros
Si esa jente se retira. Facultades especiales
Un ejército formó; De algunas otras campañas,
Que no conoce compadre Y esos gobiernos por fuerza
Y en lo de Pablo Galvan Y así todos esperábamos
Lo infame de la perfidia? Son otros tantos rivales.
DORREGO se le juntó. Que todo quedara en nada.
¿Qué usté no conoce bien Ellos no han de permitir
Allí los dos se abrazaron Ya que se había abrazado Un insulto tan atroz,
Se hicieron solos a un lado, Que han hecho un gran atentado,
Y DORREGO conoció Y esta guerra en esta vez
Y Madri le entregó al VIEJO Y que con ese motín
El mal que a la patria había hecho Ha de ser la más feroz.
Un grande oficio cerrado. Nuestra historia se ha manchado?
El no escuchar al patrón.
¿Qué no sabe usté, umigo Por otra parte, compadre,
Pero el caso ya era urgente, El sobrescrito decía: Los que a Lavalle hoy sostienen,
Señor Coronel Dorrego Que en un país civilizado,
No era para entretenerse, Abiertas las vias de hecho,
Esos motines no lo hacen
Ni ponerse a contemplar Y ya esto quería decir ¿Quién es el que los sostiene?
Sino pillos y malvados?
Lo que había dejao de hacerse. Que el asunto estaba feo.
Madrí le dijo "compadre Entre ustedes habrá unión
La campaña mostró entonces El VIEJO tomó el oficio, Mientras halla a quien batir;
Y en el sobre se fijó; Cuanto usté me dice es cierto,
Cual era su decisión; Pero en acabándose esto
Aparentó no fijarse Pero no tiene remedio
Pues en tropillas venían Todos se hun de dividir.
Y en su presencia lo abrió. Ya el movimiento está hecho.
Buscando la reunión.
A más de eso en la ciudad El gobierno uno por uno
Es verdad que daba pena El oficio decía así:
Toda persona decente Lo tienen que pretender,
Ver a todos desarmados, "El coronel Dorrego
Está por el movimiento, Y así las revoluciones
Pero también consolaba "Largue la juerza que tiene
Y esta es cosa corriente. Se tienen que suceder.
Verlos tan entusiasmados. "Y lo indulto desde luego.
Ya en esto pues no hay remedio Y esto ha de ser, presindiendo
En la Laguna de Lobos "Que todos estos paisanos De aspirantes más antiguos,
"Se retiren a sus casas; Preciso es subordinarse
Mil trecientos se formaron, De hombre que siempre han mostrado
"El general Lavalle lo manda" La opinión pública así es
Faltando la mejor gente Que quieren ser esclusivos.
(Asegurado en sus lanzas). Y nadie puede apartarse.
Que es la del Sud del Salado.
De hombres que creen que solo ellos
El patrón cabeceo entonces, Después de eso todos saben
Aquella era única juerza Al país deben dirijir,
Y le dijo a su compadre; Como usté se ha preparado;
Que entonces se hallaba armada; Y que según su conducta
"Esto me presagia, amigo, Suben que usté ha juntado indios
Pero estaba muy distante Así tienen que morir.
"Grandes torrentes de sangre. Y esto los tiene irritados.
Y nunca jue incorporada.
El patrón le dijo entonces: De hombres que para llenar
No habían indios de pelea "Esto es pedir imposibles, Un ambición desmedida
Compadre, usté está engañado,
Sino como unos doscientos, "Y es tirar mucho la cuerda: Jamás se paran en nada
La opinión no puede ser
Que estaban en los Cerrillos "Ustedes van a perder Aunque les vaya la vida.
Quien a Dorrego ha quitado.
Y jueron al campamento. "Sin remedio nuestra tierra.
LUIS PÉREZ Y LA BIBLIOGRAFIA DE ROSAS E S C R I T A . . . 129

De hombres por fin, coronel, Cuando ya no pueda mas También se puede adoptar Se le acordó la palabra
Que la intriga es su pasión, He de ganar los infieles Si se quiere otro camino, Al señor D. J U A N MANUEL,
Y que la patria que tienen Y de ellos he de sacar Y este es reunir la junta Quien habló mas de media hora.
Es llenar su aspiración. Con quien sostener las leyes. Que fije nuestro destino. Fijados todos en él.

Esta es la verdad, compradre. De los indios que ahora tengo Los diputados son hombres Empezó por demostrar
No se quiera alucinar; Nadie tiene que tacharme; De probIdada y honradez, Que lo mas sensible era
Y esté cierto que a Lavalle DORREGO me mandó traerlos Y en sus luces hallaran La destrucción de Lavalle
Esos mismos lo ha de ahorcar. Y yo no debí escusarme. Nuestro remedio talvez. Fuese la fuerza afuera.

Esos hombres lo que han hecho A mas de esta todos elos Si esto se hace, camarada Pero que era necesaria
Es preparar el camino, Son indios domiciliados, JUAN MANUEL es hombre honrado, Y precisa condición,
Con un alevoso crimen Y para venir aqui Y trabajará por que Evitar á toda costa
Que yo desde ahora lo atino. Han tirado sus arados. Todo quede separado. El presentarse en acción.
Y ¿qué remedio, compadre? Proque, amigo, de mi patria Dijo que el no tener armas
Pero su intención, amigo,
La Madrid le contestó, Yo siento mucho los males, Era bastante razón,
Bien fácil es de acertar;
Digame usté lo que piensa Y es preciso vaya todo Y que á mas de esto faltaba
Ellos se sirven de ustedes
Franqueándome su opinión. Por las vias más legales. Darnos organización.
Para su plan desplegar.
Yo no encuentro otro de pronto, Yo no puedo ver, compadre, Y que así á su parecer
Y sino mire usté á Agüero
Hablando ti usté con confianza, Con calma las vias del echo, Lo mas acertado era
Mire lo que ha declarado:
Que es que ustedes me retiren Y por tanto ya lo he dicho Que el señor gobernador
Dice que el ha ido á San Roque
Al rio de la Matanza.. Cuanto se encierra en mi pecho. Al norte se dirigiera.
Porque ustedes lo han llamado.
Que el gobernador DORREGO Si se opta este arbitrio Que se llevase la gente
Y esto lo dice después,
Se campe sobre el Salado, La tierra quedará quieta Que al norte pertenecía,
Que todo el mundo está cierto
Que fijemos ocho días Y la gente reunía Y que al sud con los suyos
Que el movimiento de ustedes
Mientras se forme un tratado. Se retirará contenta. Del mismo modo se iria.
Por su consejo está hecho.
La Madrí contestó entonces Que si Lavalle seguía
Con que no hay pues que cansarse Esto es en la inteligencia
Que á Lavalle lo instruiría; Al gobernador Dorrego,
Ni vivir equivocado; Que si no hay inconveniente
Pero que estaba seguro D. JUAN MANUEL con su gente
Usté sabe y me conoce Que suspenderán las armas
De las fuerzas contendientes. Que por esto no entraría. Se acercarla hacia el pueblo.
Y no ignora que soy honrado.
Y si acaso no se puiere, Y que asi él lo que pensaba Y que si en otro sentido
A mas de esto usté no crea
Sigan las hostilidades, Que Lavalle, al otro día A D. JUAN MANUEL seguía
Que si ganan esta acción
Y ustedes responderán Se iría sobre DORREGO El señor gobernador
Han concluido con la guerra
Como autores de los males. Y que lo derrotaría. Al pueblo se acercaría.
Ni con la federación.
Más si se quieren tranzar Que en esto no tenia duda, Este plan se aprobó al punto,
Porque una y cincuenta mas Pero con la condición
Y las armas suspendemos. Pues que su tropa ere buena,
En que pudieron triunfar. Que hasta Navarro á DORREGO
Nombraremos diputados Y que á mas de esto también
No ha de ser lo suficiente Acompañase el patrón.
Para con quietud mandar. Y asi nos arreglaremos. De entusiasmo estaba llena.

Los que defienden las leyes Con cinco de cada parte D. JUAN MANUEL contestó: La noche estaba muy mala
Tienen en su corazón Amplia mente autorizados. Si nos derrotan, paciencia; Y nueva la caballada,
Amor á la autoridad Pueden fijarse las bases Pues que la fortuna es loca Y era preciso evitar
Y una firme decisión. Y tapar este atentado. Nos engaña la esperiencia. Cualquiera disaparada.

La libertad es un fuego Porque, compadre, no canse, La Madrí se fue á su campo Esta fue la razón porqué
Que no se puede apagar, Nuestra historia se ha manchado, Y al suyo se fue el patrón ROSAS se fue con DORREGO,
Y el que lucha por las leyes Y este es el único modo Como era justo, á dar cuenta Y que su gente para esto
Siempre acaba por triunfar. De quedar neutralizado. Ambos de su comisión. Era mejor desde luego.

Y asi es que yo por mi parte Mas: en dándole color Lo que el VIEJO llegó al campo Antes de marchar quedaron
Como amigo le aseguro De alguna legalidad. Se le presentó á DORREGO. En que el coronel Izquierdo
Que mientras tenga recursos No sera tanta la herida Se citó á junta de guerra, Sacase doscientos hombres
De DORREGO he de ser muro. Causada á la libertad. Que se juntó desde luego. Para maniobrar con ellos.
HISTORIA
LUIS PEREZ Y LA BIBLIOGRAFÍA DE ROSAS ESCRITA... 131

La maniobra era ponerse Lavalle se dirigía


Encima del enemigo, ¿Como quedaría el VIEJO Que así lo suponía él;
Siempre con rumbo á Navarro,
Y evitar que en la cruzada Cuando vio en línea formados Pues no podía persuadirse
Y nosotros á una vista
No juesemos sorprendidos. Como seiscientos paisanos Que un ataque hacia la ley
Sin dejar de tirotearlo
Sin mudar y mal armados? Quedase sin carrejarse.
Observando asi á Lavalle Por supuesto que el patrón
Nada había que temer, La línea era mal formada, Pero en fin se iba dispuesto
Se retiraba confiado
Y de este modo podiamos Todo era una confusión; A obedecer y no más;
En que ya estaría lejos
Descansar y comer. Por uno y otro costado Lo mismo si fuera por guerra,
El Gobernador finado.
Gente había en el pelotón. Que si fuera por la paz.
Marchamos, y al aclarar Y que la gente del Sud
El patrón se sorprendió, Para afuera había tirado, Otros mudando caballos Pero con la condición
Cuando vió que Izquierdo iba Pues, antes de dispararse Por retaguardia se hallaban, Que si por la paz entraba,
Incluso en la formación. Así lo habían acordado. Y por fin que iba á pelearse El su espada colgaría,
Casi todos ignoraban. Pero la tierra dejaba.
Le preguntó por que causa Mas cual sería su sorpresa
La orden no se había cumplido; Como cosa de cien indios Que el no quería ser testigo
Cuando se avistó Navarro,
E Izquierdo le contestó También estaban formados De los males de su patria,
Y vio que el Gobernador
Que contra-órden habia habido. Todo el plan había variado En los caballos en marcha Y que así lo mejor era
En que habían trasnochado. Irse lejos á llorarla.
Dijo que el Gobernador
¿Como quedaría el VIEJO
Había determinado Otros se habian alejado Que es verdad que él no esperaba
Cuando vio en línea formados
Que echara algunos bomberos, A toda priesa á mudur Que el cuerpo convencional
Como a seiscientos paisanos
Y él marchara incorporado Así que fueron impuestos Dejase de castigar
Todo era una confusión;
Que era tiempo de pelear Una acción tan criminal.
Viendo entonces el patrón
Sin mudar y mal armados?
Que el señor Gobernador Así cargó el enemigo, Que el creía que el motín
La linea era mal formada,
Nada sabia de cierto, Y su impulso recebimos, Los pueblos amenazaba,
Por uno y otro costado
Tomó el partido mejor. Y bien claro se verá Y que el cuerpo soberano
Gente había en el pelotón.
Porqué entonces no vencimos. Oponerse le tocaba.
Apartó cien hombres buenos
Otros mudando caballos
Y con ellos se marchó, Derrotada nuestra gente Que ellos eran diputados
Por retaguardia se hallaban,
Y asi fue que á las tres leguas Y por fin que iba á pelearse Pudo juntarla el patrón. De los pueblos de la Unión,
A Lavalle descubrió. Casi todos ignoraban. Pues bien claro se advertía Y que estos nunca consienten
Su buena disposición. Vivir en degradación.
Esto era muy necesario,
Como cosa de cien indios
Pues nuestra gente cansada Mas el viejo juntó algunos Llegó el VIEJO á Santa Fé,
Tambien estaban formados
Necesitaba comer, Y les dijo que se fueran, Y como era de esperar,
En los caballos en marcha
Y mudar caballada. Pero con la prevención Encontró en la Convención
En que habían trasnochado.
Que las armas escondieran. Solo un modo de pensar.
Luego que vio que Lavalle
Otros se habían alejado Todos fuego respiraban
Hacia Navarro venia Les dijo comunicasen
A toda priesa á mudar Contra los amotinados,
Le avisó al gobernador A todos esta medida,
Así que fueron impuestos Y traidores á la patria
La dirección que trahia. Y que esperasen las órdenes
Que era tiempo de pelear. Fueron ay declarados.
Que él les comunicaría.
Asi siguió dando partes, Asi cargó el enemigo,
Diciendo no había cuidado, Y su impulso recibimos, Que e1 tiraba á Santa-Fe Fuera de la ley pusieron
Y previniendo a Dorrego Y bien claro se verá A ver la resolución A Lavalle y sus secuaces,
Que se fuera retirando. Porqué entonces no vencimos. Que tomaba en este caso Y le encargaron al VIEJO
Ay nuestra Convención. Que nos lo cominicase
Le decía que siguiera Derrotada nuestra gente
El plan que estaba acordado; Pudo juntarla el patrón, Que áú ella le correspondía Este voto fué dictado
Pero que le despachase Pues, antes de separarse Como cuerpo Soberano Con la opinión de los pueblos,
La gente de hacia el Salado. Así lo habían acordado. Dar las órdenes, y á todos Y el Cuerpo Convencional
Oponerse á los tiranos. Obró con conformidad de ellos.
Que se fuera paso á paso Más cual seria su sorpresa
Que el a la vista trairia Que si esta se pronunciaba Entonces D. JUAN MANUEL
Cuando se avistó Navarro,
Al fanfarrón de Lavalle Por que la guerra se hiciera. A los del sud ordenó
Y vio que el Gobernador
Embromando noche y día. El con todos sus recursos Que se reuniesen pronto
Todo el plan había variado.
Pronto estaba á obedecerla. Para hacer oposición.
132 HISTORIA

Los paisanos entusiastas; Pero, apesar de todo esto


Sus órdenes admitieron La guerra hubiera cesado
Desenterraron sus armas, Si la contención un medio
Y en grupos se reunieron. De acabarla hubiera hallado.

En la campaña no se oia D. ESTANISLAO LOPEZ


otra voz que VIVA ROSAS! Y nuestro amado patrón.
Y hasta las pobres paisanas Puteaban arbitrios honrosos
Ayudaban generosas. Pa' entenderse en la cuestión.

En dirección del Salado Y así fué que Santa Fé


Los grupos se dirigieron. A la primer circular
Donde había reuniones A Lavalle contestó
Que nunca se deshicieron. Que estaba pronto á tratar.

Ellas andaban errantes Que el congreso cuadrilatero


Desde la acción de Navarro Le propuso se juntase,
A pesar de que Lavalle Y que todos estuviesen
Todo lo creía acallado. A lo que él determinase.

Pero Lavalle ostinado,


La contestación que dio
Fué invadir á Sania Fé
De donde apenas salió. (A)

(A) En esta cuarteta termina la biografía de Rosas. En los números posteriores no


se hace ninguna mención a estos tersos.

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