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La máquina de habitar de Jacques Tati:

la casa po sitivista
Los ArpeI seoeoos ro 9 Q.d:> de la venta"'a
cescaser vEn:b la taevisK.n
--..'.-

I
En 1957. den años oeso.és de la muerte de Auguste Comle. Iati con- la idcntiflC8CÍÓll de la filosolia con la ciencia entendida ésta corro ojrre-a-
cluye la película Mon ancle dejándonos una de las critica s más inlel igen ~ ción do! pen samiento . Por otra parte. ~1. impugnación de l po sitivismo qUB
tos - y dlvemdas- de c uantas se hayan realizado a la lorma de pen sar, primero Husserl y Bergson, y de spués Heidegger y Merleau -Ponty llevan a
proyectar y habitar la casa propugnadas por la otoocca moderna, En cabo. en el intento de restabece r un roevo subje tivisrro o vitalisrno que
ella. COOlO sec.rerreote se recordará se cconspc-en dOS formas de permi ta da lJl marco a la tienda. oeseorcscerooo el carácter ideológi -
vivir: la oer to. monsiour Hulot - Iau- . en LIla vieja casa estrafalaria en el co da posítvisrro y de sus tecrocútcos de sarrollos soeces.
centro de la caxíad -París-, y la de la familii1 Arpe l, lorma oa por mo nsieur No os casual que este en frentamiento se reüeie simultáneamente en In
Arpel. propietario de una fábrica do plástcos. -Piasta- , su nuo. herma- pellcela y en la acción de algunos arqu itect os COI'1tra los dog mas rroder
na de Tañ. y un Úlico hijo que adora a su tÍO. La familia vive en ma casa ros en el seno rnsrro de sus instituciales. El rongreso CLAM 10. cele -
lXliféffli.-'lr con 1Il PEQ.Jeñ:> jardín en 1Il barrio elitista en la afueras. La n soo en D..Jtx-CMlik en 1956 y dedicado a los ' Prcoernas del hábitat
trema. sencilla en apariencia, consiste en contraponer estos dos est ilos hurnam ", significó la crisis definitiva de est a institución moderna de bido a
de vida a través de la mirada eje ese niño que adora pasea r con su tia y lo. contestación racical a los maestros po r parte de los miembros más
del desespe rad o intento ele los Arpe! por integrar a su hijo y a llulot en la j6venes -Bekerna. V8n Eyck, Smithson etc .- ejrupados en una orqaniza-
vida rrcdema. eco paralela. el Team 10. Lo que atacaban estos arquitectos no era otra
Iati. lJ1 artista períecccosta Ynvccoso. fue también en esta ocasión -al cosa que ese rencccosrro positivista qoe flota Yse esparce a lodas la
igual que en P/aytirnR (1967). otro agudo aná lisis de la ciudad rrodona- escalas en la erqtñecnra rrcder ra .
no sólo ac tor y encero- sino respcosabe do 18 escenogmlía imtc con La mayor liberta d de Taf le pe rmitió una clarividencia o intensidad satírica
Jacques Lagrange, lo cual significó la concepción y construc ción com - que desde de ntro del marco rorrnaüvo e institucional fabr icado por la
pleta de la casa de los Arpe! en Os esuxíos de la VtetOOle ro Niza (para rnodArndad quedará fatalmen te coroo-eoa a se lestirr(;¡r;al. precedente
P/aylime llegó a pu'y'€dnr y construir LJl() de los fr¡:gnentos de ciJdad de cambios que sólo más tarde podrán llegar a hacerse realidad.
moderna más ceeb acos c1fll cine). Este empeño no fue en absoluto gra- Por olla preferiremo s visitar las casas proyectadas po r el gran arquitec to
tuito : la comparación de os csuos do vida del matrimonio Arrel y monsieur q lJA 1If1(lÓ ;:¡ SAl' Tatí, intentand o encontrar cuánto hav 0 11 ellas d e nosotros
Hulot no se produce a través de los dif:llüg:)S LJ oooo-os expresadas por mismos; reconoc iéndonos como herede ros de aquella rrodemoad a tra-
los p-otagclnistas -a fin Y al cabo Tati veoe del coe rru:io y confía poco o vés de sus tópicos, (Ú) si creemos haberlos sooeeco. Somos precea-
nada en las paebas- . sino a través de las acec-es Y los marcos ñscos men te los arqu itect os los que más dificu ltades e-contrerros. am hoy,
que lo roooan. la arquitoc tura y el urtanssto . así COTO lo rucos. natura - pata iden tificar esos tópicos pues sin dodatomm la col umna vertebral 00
los o ertiñc a les. son en gran med id a induc tores do los corrooternentos. nuostro entrenamiento, de nesua formación Académica . Rec uérdese
causa y/o consccuencia univocarnente ligada a los mismos. Por ello , que quiz ás uno de los mayores kxjros de Comte y sus seguidores haya
toda la pebJIa puede ser percibida COOlO In l lección critica de arqui - sdo el JX)Sitivisrm académico francés, las EscuelaS PoIitécflicas. en
tecnsa en la que se enfrentan dos formas do pen sarla que SCXl tambión ClJ'yQS p-ograrnflS de estudioS al" pervive, oercrrooo si se quiere pero
dos formas ele vivirta. De hecho, como veremos más adelan te, la trama en gran medida intacto , el ideal posi tivista . Piénsese por tanto qua hemo s
101xcouce con gran fidelidad la pllYna entre dos filones dei pcnsamento sido entrenados clcqarrente en sus mótodos. q liA vernos a través de sus
clJy'8 in fluercia ha sido docisiva en el sigb xx. Por una parte la perviven- oos. Que aún es necesario en muchoS lugares desarrollar we enorme
da y extensión a la esfera de la vda privada del para1Í!}lla positivista. de gillTlasia de esa mirada para aprender 8 ver eco otros ojos. oaa apren-
la fe en el progreso y en el orden COOlO instru nentos de selvacón. pues- de r a olvidar. Y piénsese también , si se desea tener una perspectiva de \o
tos ambos a dispo sición del hombre por el desarrollo téc nico y científico: QIJ8 ello supone, que dE:! todos los filolles d el pensamiento que inlll1YefCln

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en mayor O menor medi da en el siglo xx -dosde Niotszche a l-leidAgger, misrro como Sumo Pontífice, algo que en rxincpo pocde parec er absu r-
desde James a Deleuzo- el posi tivismo, como sueño de la razón qUe es , do, cero que en definitiva es la cu lminación de l co-eameruo positivista y
no os sólo el ind uct or ind irect o de los episodios más atroc es de l siglo xx explca su carácte r dogmático y rcrsnco. su necesidad de presentarse
-Hroshma. Auscbwítz-. sino también la kíeocqía más superada , la úolca como úoica filosoüa posible.
que ha sido devorada por el mismo dios OOI'1OS con el que pretendía dar- El pcstvsmo os, tembén. el origen de la sociología . El hombre y la socio-
nos UnidJd y Orden. Conté y sus acólitos seo hoy blstcea. y posible- dad entendidos como fenómenos naturales, 'sometidos a leyes naturales
rrente sólo desde la ceteza do que nuestras poscicoes serian distrllas invdriables", pasan a ser objeto del conocimiento científico. B inclivicluo se
sin haber nadado contra la corrionte qua inauguó el positivismo, podernos estudia corno una abstracción, como una pieza de un engranaje sujeta a
ahora proceder a L.na valorOCÓ"l relativamente ecuánime do su legado. ObServación y experrnentación, como un da to estadístico obietival~ que
Pero AJ..lQlJste Cornte y su occma no son ferórnenos etsecos. Si su se cJiluye en lIlOS ccroooeneotos previsibles: ' ... Ios roovifnientos da la
~ es tria descripción cientifica de la sociedad - "el carácter f\.rld¡] . sociedad o ocoso los del espíitu nme-o neoeo ser realmooto provís-
rren tal de la filosofía POSitiva es consoerar tocios los ferórreros como los. en cierta medida, pea cada época oetemoeoa y baP cada aspec-
sorrefoos a leyes re toaes irMviables, cuyo descubirrienlo preciso y su leyes natura les lo esencial, O:::luso en lo que p<J'0C€ a primera vista más desordenado".
reducción al mJr'lO' rcrec post)le es el rll de rocosos es fuerzos"- , esto invariables Si1 embargo, estos 8l'l.X'dados científicoS permanecerán en Comte en
objeti'vQ habrá encontrado en 0vYles OaPMn y su teoría de la evolución ese rivel. E:fi el de los eo.ocooos. como lJ18 aoeecóe a Q.J8 el pe-sa-
lI1 rrooeo especialmente reecsorse. pues sig1iHca ncnporc. la abs- ITlicnlo positivista se oessroe a la vez como ma ciencia, la sococca. y
usccóo centítca de las ciencias exactas a las bidógicas, en el torooo como tria religiéll, pero sin U1 desarrollo pclrTTlEn)Iizad, Que se confía a
00 la W:1a en el que el positivisfro oeie-oo insertarse. 9Jalmente Herbert los procesos sociales por veru. 8 1 esto y en tantas otras cosas P-J8de
Seo-ce. tarroón coetáneo, habrá a'y\.dado decisivamente a la caroi- verse sin ccoa la gran srnilitud y la profunda influencia Que esta doctma
dacóo clel ideal positivista. Su "E1voh_K:;ionisroo" haorá dado el paso de tere en el arquitecto modemo, incapaz en g-an medida de dolar oe con-
ligar las c iencias bioI6gicos a las humanas. explicando el r1esarrollo de la tenidos concretos a su apelación, a la irdustriatizaci6n y a la maquina;
cunm como si se tratara de un ser vivo sometido ::1 un ciclo vital -creci - ocepcz. tnmbión, do mirarse a si mísmo como un coonñco. I\doptn más
miento , juvenlucj, madurez ..,- Que en nada se diterenca del ciclo orgáni · bien la gestualidad de un poníñce que anunciase el advenimiento irYl1i ·
co del mundo natural. El ccoocmeoto y la e.mm del homlxe están nen te de una mu tación que le hubiese sido revelada .
inmersos en 01mundo natural y pueden estudiarse científicamente, Así, Ese es el mundo QlJC Tan observa y caricaturiza, osa vida feliZmente inser-
en el pensamerao ¡x)si tivisla la filosofía seria ante tocio un auxiliar del tra- tada en el orden y el prog reso científico enca rnada en los fvpel ; la eno-
bajo cientñco: tiene derecho a existir en la medida en que jus\lfica e inter - lec ón de una imposible vida armónica dedicad a a la plena irlserciéx l de
preta la ciencia, el vení adoro y rnadcro rnodo de conocimiento al Que el los ind MdlJOs en el engranaje maquínico social. esa parodi a de individ uo
hombre ha accedido en su evolución, una evolución que co m ienza Cf1 01 Que es el sujfJto estadístico de l po sitivismo.
mundo puramente animal, on los primates , El objetivo del pensamiento ¿Quión habita esta casa? ¿C uál es el sujeto que la act iva y la posee en
po sitivista os intonsiñcar Asta evoluc ión, llevar al hom bre hacia unn socie- su máxima intensidad? L1 (',,1,,8 positivista no os t á habitada po r un l'loico
dad perfec ta . sin conflictos , orgarlim da por 18 c ienc ia: traslada la tras- la fa m ili a modelo personaje ce ntral sino por una familia modelo -os Arp el- , Uf) maírünonb
cendencia de la rcli\Jión a In merercía de la vda. Por ello la teoría po siti- para ser exactos, de estricta moralidad ca lvinista , que kuetpretn 01pro -
vista terrr mará constltuyéndosa 011 una ' religión de la hum,lrl idad ', una greso material co rno una consecuenc ia directa de su mo ralidad y como
religión dod iC'....'l ( ía a hacer do l mundo el reino del orden y el prog reso . orden y progreso un destino, el de la felicidad ma terial, qu e culminará en un futuro ya pró -
Ocmte acabará escnbonoo su Catec ismo Poeitivlsta y se instaurará a sí ximo , tal y corno prometo 01 programa positivista, al que sac rifica en parte

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el presente. Lo sigificativu es que esta familia carece de rasoos peten- ficadO está con el positivisrOO de corso. el que perm~irá asimilar de foona
taes. la diferEnCia cono torra de siglificaciól ha soo to-sca. torna sintética la sociedad y la natuacza dentro de o-es idénticas \eyes de cre-
parte de un hoIisrno social gigante . Para llegar a ese futuc de progreso c imiento y dosertño . Las dos cementes de ta ortodoxa moderna. el fun-
es recesado subsumir al individuo -en Conte. fundador de la sociología, cionalismo y 01 orga nicismo. no serán otra cosa que las dos ca ras del
lo ind ividun.l es algo ab s tract o- en la Unidad de todo y de tod os , debe mism o pape l, un papel que Co rnte enurcla ast 'w humanidad en gene ·
ca pitular de pensar ante lo existen te. eliminar la función critica y enreqar- ral marcha a través do una sefie de etapas que la van perfeccionando en
se a las pautas impuestas por la indusbia/i¡ación y el positivisrro. kíeoo- su ser y en su coe de rraoea parecida a como el irxjividuo se desalToIla
gia superadora de la filosofa y filosofía trica y definitiva para m ruNO pasando {XX una sucesión de estados y de edades en su existencia 00-
rlUldo. Este sujeto ro es otro Que el hombre-lipo Iecorbusierano , la lanli- kJgica. B progreso social es necesarioe irresistible a 1,,1 manera de una ley
lia lipo estadística. ese constructo mental que perrüió a los arquitectos fisica'.
ortodoxos objetivar su ccroportamleoto socor y cuantif icarlo en acuolla a espacio do la rnooemkíad tend rá esa misma proyocción hacia adccn-
experiencia cas i ocner-te que fue el Edstenzmnimen te . ese aMelo casi completo de l pasado y tenderá a constituirse igual-
Frente él esta farnilia orgánica inmersa en una sociedad UllidiroccionaJ, rrente por leyes universales como propl1:Jrlél el cetedero positivista. por
roonsieur Huiol, el tío, habitante de Lfl fantástico laberinto fenoroonológi- el p lan, la planta romas que depositan en el funro próximo su aistahzaci6n. 8 pL-'ln, la p1a-
co e Ildil€fente a toda idea do pooeso. ac túa como m oessno. des- nific:acié.-. y su objetivación como técn ca de
velando cm su sola presencia la grotesca cod ificac ión sccíal. oeco-euu- con trol del c recimiento -e urbanisrro-. serán
yéndola en sentioo estricto . rnarutestacones culminantes de este tiempo
Monsieur Hu lot vive en el presente ; caca instante y situación es perc ibi- teleológico , pe rfecto . "rad iante' si se q uiere , El
do corno una experienc ia autónoma y con sentido en sí misma. Hulot trabajo so bre la planta se reproduce corno un
reo coce literalmente la epojé husserliana . el modo en el que el sujeto autorrorfisrno eescelar. de la casa a la c iudad .
lenomérlico se est abece frente al rro-oo Y sus obje tos , ron la misma haciendo explicito el trabajo, la tecoca propia
intensidad e ooceoca de m rir")o --de aIl el cama de su soco-o-. Po' del arquitecto . tan "necesaria e irrcsistitE
cootra . ux ías las acciones de lOs Ar¡::€Itionen su fu lC1amento y sentido como una Ioy tísica". 8 espacio de la casa. el
fuera de Clk'1S, apunlan a Uf] progresivo períecco re mento lóqco en el are y su memoria. por así dec irlo. apenas
ñerr oo , está n imnc rSl-lS en el tiem po teleológ ico dol positivismo que e l tiempo existen: han sido com pletamente eliminados
reprodoce . secclenzndo. el tiempo finalista de la fe c rsna na (y esto lo teleológico para proceder a una cuantificación rormativa.
comparte también con el mat erialismo histórico). Un tiempo proyectado a la objelivdCiófl tioIóyica de la familia. lipo
hacia adoIante, erroésco. quo implica en dlX1a ma vaIoraGOl 001 dife- rredente el pI.-'1rl. el trabajo sobre la penta. La
rente del pasado Y del futllO: aq uél no será aira cosa q ue el recuento del raeva categoría dorrinante es , pea el arqt.i-
dolor acimctaco: tooo 10 que de él provenga tendr á una vaJoración infe- tecla posit ivista. "el metro cuadrado' , su opti-
rior a lo que el futuro prom ete . sera sólo valorado en 1m110 q ue matutes- mización mediante el transvase de las técni -
ta el esfuerzo de estadios interiores de la sccodad en Sl J lucha lineal l1Gcia cae de optimización de la prod ucciór¡ irKJustrial
el progreso. Los monumentos bistóricos desperdigados aleatcierrente propugnadas por Frederck W. Tavor en sus
en el nuevo París elel Plan Voisin dan buena cuenta de esta resírcñva rela- Principies of Scien tlfic M1nagement (1 911 ) al
ción con la rnem:::ria, ron el liempa genealógico. Es ta-nbién el tiempo del ámbito de la ¡xivaCidad. La ca sa como objeto
e'vüh..x::io"lisrno Ofgárico de Scece: el te-roo da.r...vliano que tal denti- de esnoo positivista experInentará en su

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i1tab" la disección tay\aista. la descomposición de 1000s los movinien- B espacio ha Qt.JOdado cuantrlicado. trmsformado en ¡:X-OOLX;IO de la
tos en t.ridades ninimas estLdiadas y co-oreeecas para reag.¡1fizar disección del movimiento. de la geornetria y la matemática. 8 ospacio
las toreas en esquemas carentes de inteterercias. pertoctemente coor- apenas existe como tal: será entendido como la res ex/ensa de Descartes
dinados. en la q ue se d espliega la visibilidad de una fam ilia iglJalit3ria, eficien te,
Los m tcos de Acxanoer Klein sob re la vivienda mínima, los ccrq rcsos salcdabe y trabajAdora Nada encon traremos de la intonsidad ssoreusta
CIAfv1 decicedos al Existenzm inimum , con sus pentas y superfic ies com- del tortuoso laberinto topológico de la casa fenorl'cr1Ol6gica de lTlonsieur
paradas son el trUlfo de esta redoccón cientifis la del espacio. B esque- I-k.JIo1 . ni de la 0SClI"3 ooerooa de la perpetuación de linaje de la casa

ma melodológico de KIein es U) perfecto coree-oc del oosecto posi- existencial. La casa positivista será la casa de la exposcón do uros
tivista de casa. Cuatro factores tos estadísticos. principios cientilicos, miembros frente a otros y de la farn~ia como unidad al exteío. Su aire ya
aspectos técnicos y constructivos-- conforman un proceso de loma de no será el denso aire sensorta tonornonológico sino que deviene rredi-
dec isiones en cadena arbceescente que CI jlrnina en la co nstrucci ón en calizado, higiél lico , Ull es pacio dos intectado proporcionado PJr la írare -
serie. La viviend a, paré) Klein, ha pasado o. ser un problema do I<-l indus- perercia . el asoleemcnto y la limpieza. El es pacio posi tivista es IUl espa-
tria que debo estooorse con el mismo espíritu que D.Jr'1lquier otro rxoce- do sin deoskíad: un espacio sin memoria, lanzado al futuro contra el
so mustria/: Aportaciones dentificas al problema de la vivienda; Ensayo pasado.
de un fTétodo gráfICO para la vaIcva<::.01 de plantas de pequeñas \'Men - Todo lo que mplica al espacio deriva en m:xalisrm: su ve-soae'ce es
das; La casa unifamiliar. Tipo orientado al sur , son líIulos elocuentes do su visibi lidad represiva, vinculable drecrerrent e a la d iatand ad y visibilidad públicas del
trabajo teórico. de la traslación que preten de impulsar de la figura del Paropñcón de Jeremías Beotbam. No queda en 18 casa lugar ni rincón,
arqu itecto tradicional al mqonlero industrial. para la desviación, rara 0 1 aíslamientc o el g OLO. L:.I espacio fluido do la
Fijemos nuestra atención en la cocina proyectada po r f\.Iklrgarette rrodemcíad positivista está asociado él la vigilancia, implica una total vin-
Schutte-Lihotzky para Ernst tvtay en Frankturt, en esa cocina que se ase - culación de la cuestión del espacio a una finalidad edlñcaüe, es un espa-
meja. lado al taller de lfi capotero o lJ) lomero , CUl su baleo do traba - 00 QJ8 cobra sentido en Lf1 futLro ootmeta.
p y sus ~tas. veámosIa incluso en los fotcgamas del croo PorJemos sintetilfl( lo dictn hasta ato a con est as palab'"as: en el esoa-
oerostrativo en los que ella misma aca-ece preparando algún plato, ele rroderro lo privado se expone, lo doméstico se anula, lo inlimO se
mostrando la eficacia de movimientos que perm ite. Véase ahora cómo castiga. Es esa visibilidad convertida en vigilancia - jnsopo rtable pera 01
ensena la C08<'l la señora ArpAl él su vec inas , con qué orgullo exp lica lo sujeto niet/<:ict liHr lo de la casa-patio; frontHlrnente corrjbatkía po r el so r
"funcional" que es su aprovechamiento - 'es muy práctico, tod o se cornu- existenclel que SO refugia tras los muros de su cctore-. lo que Iati expre-
nica (... J las hab itaciones están bien crentadas. todas dan al jardín"- . sará con admirable sarcasmo a través de las 'ventanas" del oormtceo del
O rorooescre de su hgiérOca cecease.oorcccezoca. Coroéese matrirncrio ArpeI. Arriba. cbnirlard::> lodo el entono. la ciudad de sus
su ambient e con la r lfoonalidad e n lensldad 5a1SOriaI del mercado y los igunIcs; el rnatriTolio dará kJgar a una <Yltropom:) flizacién de la casa
puestos callejeros en los que su niño se atoora a espakías de sus positivisla revelendo su profunda fundamentación en la vigilancia del
padres, gracias él la cord escerd enca de su lío. Cómo subraya Tati el orden y la un idad , La casa es una máquina de Vigilar,
descuido higiénico de es tos vendedo res o del barre ndero . que nunca Por ello no será ditícil entond er qu e si la casa po sitivista tiene algún espa-
aca ba do arrancar a trabajar, con la obsesión higiénica de madamo Arpel, cio l)f lvileg ~do éste será sin (1OOa el que representa a la familia como un
limpiando y persiguiendo con su plumero todo cuanto está a rrarc hasta todo O'gánico: el salón. el kJgar en el q ue se reaüza el sujeto positivista,
obtener Ul arTtiente hos¡:jtaIaio en el que el aire casi carece de partícu- en el Que su ideal espadaI de vistlilidad Y lransparencia Cljm¡r)a.
las en suspensión. Transformado en pieza oo-coet en exp-esió'l sinbófica de esta terna de

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vida, el salón crecerá hasta ocupar dobles y triples anuras en torn o a las que EMX:1uo la rrerrcda de algo - véense si no se croo 10.."> interkxea de las
Que gravita la casa, como una versión doméstica del Panoplicón. Pero el el salón p an óptico casas más otoooxe mente positivistas divulgados por los medios de olíu-
espacio interior privilegiado encon trará. recesererrente. su doble en el són-. está prohibido construir con materiales que no poseen en sí mis-
exteror: la terraza o el jaldín se pensaran a su imagen y semejanza; tan fT)()S t.n'l co-ocón moderna. Todas la"> técnicas industrializadas sem

sólo lila finay permeable hoja de vdrio los sepaea. En el exterior. al "aire mat eri ale s berwe-soas: el rTUO ya no será ro-ca más ese congk:merado masivo e
libre". en las terrazas cotosesoas: en el jadin de 1os,A¡pel, rau...eeza e ind us triales nerte cm el <JJ8\os antiguos se deferdian del cima exterior; sus pooe-
Iigiere. salud y Dr<XJeso trU1lan. la natlJ'aleza. la idea rultt-lal de natu- dades físicas deriv'dn en leyes y normativas para cada ma de las cuales
raleza. haa-a sido tam bién transfCffl\ada !XX" la IJisién centiñsta y. errulan· tXl material roustrial colabora en la coostaocóo de lJl ITIJO cerceo y
do las co-ceooo-es médicas entonces vigentes. participará do la casa y mñtcape que en sus mejores forrrulaciones. a imagen de la ceoena de
la ciLdad 00 (anta que sea capaz de proveer salud : el e;e he liotérmico eje heliotérmico rrontaíe. llegará a ser rrontaco en seco. La disección taycosta entra asr
polariza la casa pos itivista, se extiende por sus barrios - veáse en los e!efnentos ccroceeos más ligados El k'l tradición. Pero en el inta-
Hilt)E!rseimer- , orienta la organizaciÓn de las ciudades - veáse la Ville riO( tal complejidad es imecesería. Se trata do dm vida a un espacio car-
R-1diHUse. esa pesadilla de la razón en la que todas la construcciones do tes tero e higiénico, ba sado en la visibilidAd y que huye de W Akluier con-
una ciudad para tres millones de habñantes han skJo orientadas hacia el notación con lo insalubre o la rne rorla. /\s í, igual qua en el exterior el
sol-. La naturaleza servirá tan sólo él los deportas, él la salud y la higiene: espacio público ha pasaco a ser oe un fIlaterial continuo ncñtcrerclaoo.
quedará pera ello plana. reducida a "suporñcie verde' , res extcn&1 + eje superfic ie verde el bl anco sin propiedaoes. 01'verde', en el interior este material pasa a ser el 'blan-
helotérmlco. Fijémonos ehoa en el fardín de los Arpel con su pez-fuente ca" , una película qua lo recubre todo iroitororch demente. subrayando el
y su terrible codificación de usos y movimientos. , ,~'.,'. "" carácter geornétrico, de pura extensión. do los paramentos. capaz a su
extensión del salen al aire libre. siempre deslum - . ." _' ':--. vez de ck1r ur) carácter higiénico y luminoso a los espacios. Desde este
..~ .•.
brcnte. plenamente expoesto al sol. Y compárese - -e • punto de vista es proful"lC1orncnle coherente su irmatoriolidad consustan-
con los solares de los arrabales en los Que mon- : ¡" ¡c-.'.c..;..- - - - - ,-tt dc'll: la casa positivista es de un material neutro, el 'blanco". Ul malerial
seo t-UCIt ne-eta y divierte a su sobriro. esos .,,: rrodero. visible e ¡-¡legador. igualador al rnáxsro. eficaz desde el PlX1to
oesceroaoos que son verdaderas áreas de :: de vista tigiénco Y lc1rrhen cano desdensificador del espado.
mruldad donde se producen las torres más .t..::::"- r- ./ Parece n-.eeesario SlJh'ayar el gm prestigio del w kio; la casa positivista
intensas de soceszecón. Tan rneeira así las vid rio transp arente será de ta jas cuantas nos e cconeros aquéla que más vidOO emplee.
~ que l.o a reooccón 58Ldocienlirlca Todo lo que representa ef vidrio, desde sus p-ecosos de fatxic:ac::ic:'x Y
de la idea de naturaleza supone en la awad montaje hasta su transparencia. oonlritJuirán B hacer de él un material pri-
rnodcma, los límites de una visión utñtarista del vilegiado. Nótese que el vdrio en la ortodoxia moderna es siempre en
espacio público. matorial producido industrialmente, en serie, con un sumo grado de po r-
¿O lál es la rrvneoalkíad Que se corresponde con 1:." \ ( focción en sus propiedades métricas - pli1noidad , cote, erc-, totalmente
osta SIIlTIa do ros extenS<] y eje reñotérríco en la que cristalca espacial- transparente hasta la invisibilidad y capaz do dolar pasar la parte más salo-
monte el tiempo teleolóqico oosñrvista? En In casa posñrcista. obviamen- dable do la radiación 301m al interior, En pocos rrorrcntos tlat)r8 coirlcidi-
te, no cab en los rnatoriales naturales, las mismas piedras y troncos obto- do tan fellzrrente el asc enso oevalores ideolópicos - la visibilidad positi-
noos pera clarear el bosque con los que el refuqo existencial, ideerreo- vista- con la aparición de una tecnología y un material. como en este
te al menos, se levanta, Toda memoria tone un rango inferior: igufll que caso; si bien podríamalverse largamente esta idealimc ión del vidrio (pues
están prohibidos los recuerdos de los antepasados, cualquier mobiliario refleja lassuoerñces hasta Ifl opacidad, sus propededes lrente al sol son

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limitadas. su peteccón es relaflVa. es Ir¡}gil y se trata , además, en aigen, Las secuencias de Mon arde aíslan los momentos de la vida de los Arpe!
de una roca natuml generall"Tl8rlte translúcida). Pero nada de ello oesna- en grandes unidrtdes sin cone xión . Los planos oeocaoos a la c irculac iórl
rá el encanto y el prestigio de asta conjunción de tmns parer cía exterior y eñciente en <1utom óvil, los planos ded icoclos al traba jo sistemático en la
superñcies blancas rredcalízadas en el interior que dan lugar él I;:¡ mate- lábr ica , los de la vida familiar en la casa, o la larga sec..u ercia de la fiesta
rialidad postbasta y dan form a a su afán por lograr tna l.J.z ceqexxa y en el ~....din. cada tJl<l ron sus njoos esoecucos. son u-wiades aso-o-
saludable. PJo electo de la visibilidad. mas no sólo coenatcqráfkas sino también en la vida do los />,rpel; sólo
La oxtli bición de la visibilidad de I<:l lmnilia induce su integración en un «onsccr Hulot las afrave sa sin solución de continuidad . rrezclándotas y
eng mnélje superior colectivo . La visibilidod del salón se rep roducirá en lél c orlfund ién(jofas.
ele la casa y ésta en el bloque colec tivo. donde la casa posi livista e-eco- bloque colectivo Esta s largas socuencias aisladas reproducen la ciudad rrodema. son
frerá su oestoo más natt.x~ : OO"á la lnica de las aq uí roseóecas que Carta de Atenas Atenas. el g an libro de la ciu-
una materialización direc ta de la Cart a de
acepte ''vúhJltariarnente" coostnnse en una coIectNidad . La familia se dad positivista elabora do durante el Congreso CLAM celebr ado en aquel
mea él sí misma c orno célula do un ceqarusrro social StJp8fior, utilizand o íransauárvíco que viajaba desde Marsollfl él Aten as en 01año ' 93..'1. En
para ello el falanslerio corro li na referencia en la que so rnanifiestan los él qoedan consaqradas la Habitación, 01 Esparcimiento, el Trabajo y la
vincul os del positivismo con 01soc:ialismo utópico (Comte no só lo fundó Circul ación cano las cateqcdas C8 f)aC8S de 0'g..-1l1izarel conocimiento do
la sccooca: fue eotes discípulo de Sanl-SiTKJnl. Entiéndase bien: es la la Gran CUJad . Cada ma de eIas se separa ro el tiempo Yen el esoa -
casa posit ivista la l.r1ica que encuentra su cul minación en el bloque res i cio optimizando asi la rxcducliví<"k1d general de la sociedad ind us trial. Con
dnf1Cial; son los arqu itectos modernos los uocos qua encuentran 18 leg i- estas unidad es m inimHs la m ano del gran pontífice , Le Cor busier. creará
timación de sus ideas de vvionoa en SlJ capacidad para da r terma al blo- un encadenado orgc1nico final: las pie/as previamente rñsecclonadas
que residenciéll. adoptarán una organ ización antropom6rlica en la Ville Radieuse. En eüa
Pero al estar la casa positivista y el bloque residEn:;ial a limados por el el resunado de la fe cientifica es la restit ución del cuerpo del individuo en
imp erat ivo moral do que lo ccecñco sea el valor superior, el dest ino últi- un gran cuerpo social en el que reina la unidad y el orden ; un cuerpo
mo (le la vverda será rnodear y resolver el es pacio pú blico , hacer ciu - tl igiénico y s~I I LK ja ble exp uesto al eje heliot érrnlco.
dad . ~BtP. es en definitiva 01proyecto ñost-eoo. de cuyu ooumsmo social .... , ,," Lo neoooco. la disección connnca sirve así a la
part icipa proft.rr:lament e el posiñvisno : construir c iudad. construir el creación de ma sociedad org<inica. petecterren-
espacio pútjico él través de la vivier da, te ordenada. que deroesna en el espIerdor de
B bloque colectívo permitirá, además. ce rrando el circulo. la síntesis entre su perfección la necesidad de una doctrina con -
lo omáruco y lo maqr mico . el evolccooisrro y la ind ustrialización , ser á a tñcc de la c iudad : el urb anismo.
18 vez expresión c uimir ente do la metáfora org;'lnica de la sociedad -~'1 Técni ca de planificación de ese c uerpo orgánico,
cél ula y el organisrno-. y orcdocto do lfi8 industrialiZación o.e fabrica en
serie coetos tipo para fémihas tipo: ias leyes lYnutables de k'1 rotoneza
.. • forma de alcanzar la plenltu::l de la soceded. el
otaresro trasíeoa la ateocón al metro cuadrado
se reprococen en la soc iedad y son los cienññcos y los arquitec tos y a la planta desde k'1 casa obrera a la ciudad
modernos, qUH vabaien n su imagen y semejanza, los que poseen los entera sin modifica r un áplce su técn ic a provee -
conocimien tos esenciales para perfeccooer este esquema. La ciudad de tua . La ciudad de los Arpe! será así 1If13 gran
1os,A¡pel. la ciLdad del posñwísrro . se construye sobe el rrooeo de per- máqLW"ia planifICada , coa utopía social positivista
feccionamiento científico quo TayIor inventó para la irdustria, la disoc:ción Que sólo en Brasilia se habra materializado con la
del tiempo y del esosco en unidades mínimas autónomas optenzedas. pure za deseada PJl' los modorros. En Brasilia

7"
..
sea de nuevo la planta la que nos reve le el simholismo que da origen a por un cuno mezquIno cid pasado. se ignoren las reglas de la justicia
la ciudad: el g<r1 sueño h.J'T"IiYO, voL-1r, se hace realidad g-aciasa la cien- soxr, escribirá en la Carta de Atenas. Sin duda esta insensibilidad.
cia , al igJaI que el sueño de la citdad petecta se materialiZa g-acias a la proclucto de los valores positivistas, marcará el conervo del lin de la
disciplina cenuca del Lrtlanisroo: una doblo rretátoa. rmQuinica yorgá- ciudad moderna y servirá a la critica sistemática que otras tornas de
rica. el avión y el ave, despliega sus alas al pie de la selva amazónica pensar y habitar aq uí est udiadas irán poniendo a punto en la segunda
construyendo lo q ue sin (1udn es un grnn y - ¿por quó no?- monstruoso mitad del siglo xx.
sueño de 18 razón , Al igual que la epelacón do Comte él una vida positiva ca rec ía de peora-
Vernos reprod uc ido s en la escala de la c iudad los rrecanisrros provee- ma esoecsco. que se confiaba a un deserro üo posterkx. el maqu inismo
tuales de k'1 casa. El gran documen to será de nuevo la pL-1nta, su ootrra. rncx::Jorno ca-ece de cualquier reflcxión rrecénca de l confort. También su
zación mediante la disección de los momentos equilibrados -el zoring- Y omm rmtcric'll está ligada a lI1a visión más estótca que práctica del eco -
su restitución 'inal orgáica e higiénica. Pero lootJién podemos entonder fort, teseoa ro k'1 KiP..aIilació'l de las técoces Yrnatenaes ntustrializadoS.
el proyecto de la casa corno ma traslación de la cu1ad: el proyecto de Expresa. cuanto más. el gozo de vivir en lI1a época en la que se han
la casa rx:>siIMsta se resuelve en el zoning. un mícrozoni"g brindado al sol microzon;ng com prend ido , al fin. las ta o..as de la rnaq uinil ac ión y aspira a realizarlas en
que descompo ne la poza s para restituirlas en un engranaje rrocánico y el intericr (le la casa. La c esa de los Arpel eq xesa biefl este aflhelo y sus
orpáaico do máxima eñcooce: la famosa "máqu ina do vivir' , Ese micro - fmltacknes. poniendo en ovldcrcu a través del fallo sisterrétco de sus
zoning es. sin doda. el elemento que pe¡vive esco rd kíc y agazapado en eutornatísrros -en la coc ina . en la puort a oc receso. en flI ~1 rdi n, en la
m xnas de las propuestas que pretenden roelízerso en contra de la orto- puert a del gamje ...- Ia incompetencia téc nica y sus consecuencias. Una
doxia moderna. Es precisamente este 9..";QLJCrTla ñocooat que se repro- de ellas será sin duda la rréxsna fijación de las ac tividades que mpono
d uce en lo pJbIico Y kJ privado, el rcceo d lJO de la ITxxiemebj que j au esa mecarización; de ICIfTlH qoe no tanto los objetos visbIes, el mobi lia-
supo pcoe- en evidencia rrc....strándolo como el verdadero rrecerasrro rio, como las escasamente desarrolladas instalaciones energéticas de la
de retroalimen tac ión del sistema macunco. casa. obligarán a una rutina en alguna med ida escleweoora. sometida a
Poro el rnJQuir Vsrno de la casa pos itivista es tamool de ceréctc simbóli- el arquitecto loo designios del arquitecto . Que nace <~ habitante incaprv ele rOCOl' lslr\JÍr
co , neyner (Jnnham, al Teu¡Íf¡Ydi':>"BtíO arqUllcx;fónico en la era eje la mÁqui- b experiencia tl el espac io a íravós do dosarrotos y vinc ulas personaliza
na (19m) ha descrito con proceó n los límites de os i-1rquitoc lo8 y urban is- dos , Lo qu e deja de tener presen cia en 13 casa positivista os tod a cultura
tas mcx:Iernos frente al recto técnico do lél irdu8triaJización: ' ... prrxJujoron ma terial desplegada en la consinccón del yo, cua lquier atisbo de indivi·
uro arquitectura de la era srecóoce sao en el son/ido de que CXYlStruyeron dualización del espacio. sustituido po r la presencia autoritaria y fantasma-
sus rraumentos en una ea fTE!C<:irk:::a y expes;von uf"la actJ/ud ante la górica de otro Que d rige invisiblemente sus pau tas de oooj.cta privada:
rrr'JQ.JIna. en el sentkJo en CfJ€ uro pcxiia ~ en Sl.Xio trarcés Y dts - el arq..itecto rroosro. ¿Ojén no ha sentido al ver M lio esa oesesose-
cur pdífica frarcesa. pero hablaroo sierrf:xe en ingkás0. El erqotecto es gan le presencia. continua y latente. Que. si se quiere voIuntark'1fT"lElr1te, tra -
serrare lJl nnsta fasci1ado ante 1Il maquinismo cuya rrecénca oescooo- rea a los ArpeI, hasta anular tod a bíootétca iniciativa? Entremos en el do -
ce, un turista Que se em beosa cal la belleza ele! transatlántico en el que mitorio de su hijo incapaz de personalizar ese espacio en el que ya todo
deci<Je vi8~J r pera poníñc..ar sobre la ciudad . poro que 8S inm p¡:v de r-os- ha sido previsto por otro y entenderemo s hasta quó punto la mecenea-
trnr una misma sonsitJjlicbd frente a k'1 rnem x ia histórica. de la ciudnd. mien - eco -a monos la imperfect a- es un lastre para la apropiación del espa-
tras visita distraídamente Córcega y Atenas eLJborardo Sil ciodad ideal . c io. Comparémoslo cm el despiste de Hulot en su casa beclerdo que el
A este nnsta no le terrblará el puso aa-m ¡YOplq18 la oesmccóo del vidrio refleje el sol en do termoaoa dirección para Iogfar el cento de los
peseoo en ,,,,,,, de la lógica fTl8CllJOca social: "No puede pamt<5€ que p¡'ljaros, Y oiga"ros por el contra-ÍQ los ruidos de lodos los rnecanisr"roS

so 8'
de la ca sa posit ivista. ¿No P-S su idea de confort purament e visibilista? concepción de la arquitect ura : cómo, tras est a visita a la casa de los
¿No hay en su medicaliZaci6n del ambionl e lXl oIvdo p ote-oc elel coi- 1vpeI, mirar a la exper iencia moderna sin rencor.
PJ1to de los ssmuos se-sones -olores, SOlidos, tacto- QJ8 coreo- Es oI:M:> q ue ruestra viSIta a la casa de jos A1pel es sesqeca y parcial.
neo a.Jak::luier positJe idea de enbente? que podría hacerse lXl anáhsis bien d istinto de la casa posi tivista, explicar
La sonOOdad metálica e irritante de la casa de los Arpel -que reproou- la situación histórica , la explosi6n dem ográfica asociada a la n-dustnali-
ce la de la fábrica no por casuaüoa d- . es así expresión de una imper- zacóo. el carácter progr esista de tanta s experiencias, el benefi c io en la
fecta e idolatrada mecanización que se expande po r toda la casa cakíad de vida üevadc a ca bo a través (te esas mismas re<julaciones y
hacendo ca da vez más y más dihcil ni plac er, el descanso , la intimi- leyes, 01 sHntido resistente de la rrooorrucao tren te a las tendenc ias
da n , RocuÁrdese có mo tlrna Tati el momento eje la máxima relajac ión más brutales riel cap italismo salvaje... Todo 0110 os irrepr(x ;héÜlle pe ro
en In casa de los Arpel. La televisión , 01 gran totem del mcbüario nos obliga a adoptar la postura del historiador tradic ional y no nos con-
moderno, polariza la posición de los Arpe! en sus sillas-estructura, sen - rJ1IJHVe . Conmueve y emociona el cuidado en el detalle despleg ado po r
tados justo en el qui c io de sus ventanas. co ntiouemente levantándose , fat i 81construir esta casa, al desarroüer un distrit o completo do una CiIJ-
ni dentro ni fuera pe ro de espaldas al exterior, en una posición invero - dad de los nejoco s en P/aytime. Conmueve el hecho puro y SImple de
símil y ridícula , erqcstosereote incómoda . Esta escena cotkñena de q ue aquella fantástica iluninaci6n llamada rrooerrusrro se haya corNer-
la vida entregada a la le positivista deviene metáfora cometa de los !ido no en hisloria abstrac ta , sino en roestra propia traocóo. en el lugar
límites que encon traremos en la casa positivista. de su s formas de en el que nuestras vidas se han desarrollado. CorYrueve que es ta ciu-
pensarla Y vivirla. dad , ba sada en o ocoos cuya so la rrerción repele nue stro ente ndí-
Pero quiZás el problema que la arquitectura arrastra aún hoy para supe- miento , haya sido el marco ya no de nu est ro entrenamiento como pro -
rar esta casa, para aprender a olvida r sus grandes limitaciones, no sea fesionHle s sino corno persona s: el marco de nuest ras vidas. Y sólo así.
sólo la influencia del positivismo vlqente en los sistem as de formac ión entend ido como aq uello contra lo que nos hornos formado, ' nadando
dHI arq uitec to , sino su profund a capacidad de po nctrución en la me c á- en contra de su corronte". corwertido en una difíc il tradic ión viva, s610
nlc a productiva a través de las normativas q ue nos doló en he rencia. normativas así pedorros entender y com partir ese amor, ese cuidado dosplegado
ouzas sea ésa la gran herramienta para ta pervivencla de unos modos modernas por Tan. Probablemente nos identifiquemos no con rnonsiour l-lulot ni
de pensar y proy ec tar la vivienda en los Que nadie cr ee, per o con los con los Arpe! , sino con lo que represen ta el hijo, a ca ba llo entre dos clu-
q ue lodos están cond enados a actuar. Sólo quien conña en que tan to dades q ue le son ajenas, saItardo de una a o tra. no sólo tscarrcrac. Él
la sociedad como la nansaleza están regidas por idénticas leyes es el protagonista, el q ue explica la ambigua posición de l atí frente al
puede trabajar con el ah inco de los modernos para fabricar este lega- Jll.n:io que nos ha sido dado . Es a través de su mente como podemos
do de no rmativas mineralizadas. Iglk')l que los erqonecros oet Team 10 entender e identificar no s con la be lleza de las mejores proposiciones
expe rimentaron dif icu ltad es para superar la ort odoxa moderna desde posmvatas sin c ompa rtir ni uno so lo de sus argumentos : ¿quién no ha
el interior de la modernidad. los arquit ectos actuares permanecen en sentido In belleza de las obras más radicales de Le Cortoec y sus
m uchos lcqaros y países atmpao os en esa jaula hered ad a . La tarea seguidore s? ¿Qu ién no c osco-o. ni siquiera JX)r una temporada , vlvir en
de q uien qu iera camhlar su for ma ele pe nsar y proyectar vivien das os UmJ de estas tcnánc as máqmnas para vivir? ¿Quién es incapaz de valo -
íeunblen la de cómo escapar al ma rco, no s610 epistemológico sino mr la casa de los Arpel corno una do las grandes pie/ as de arquitec tu-
también normativo, do la mooemdar j. De momento aquí nos conten- ra de nuestro siglo, con su horrible fuente. su cocina de ho spita l, sus
taremo s con un ob jetivo má s modest o : cómo escapar a una valora - ventanas -ojo dalinianas , su cactus podado y mutilado por monsieur
ción simplista y reqatwa de esta fantástica y también un idirecc ional HuIot? ¿Ouién, en definitiva, permanece impasi ble ante el despl ieg ue de

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ilusión y belleza, de fe en el progreso, de una ciudad como Brasilia,
capital de un país en el que aún hoy ondea escrito en su bandera el Picasso de vacaciones: la casa fenomenológica
lema que fue el/eit motiv del credo positivista: "Orden y Progreso"?
Como el nirio de los Arpe!, nos sabemos condenados a esta fascinación
eíecca oor el mundo del que venimos, que nos ha hecho como somos,
que nos ha dado las normas con y contra las que vivir; lo que siempre se
ha denominado "tradiCÓl".

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