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Manual de Comunicación Social

que promueve el uso del


Lenguaje Incluyente
y la No Reproducción
de Estereotipos e Imágenes
Denigrantes de Mujeres y Hombres
GOBIERNO MUNICIPAL DE PUEBLA

LUIS BANCK SERRATO


PRESIDENTE MUNICIPAL

C. ROSA MARÍA CARMONA RUÍZ


DIRECTORA DEL INSTITUTO MUNICIPAL DE LAS MUJERES
La reproducción total o parcial de esta obra incluido el diseño
tipográfico y de portada, sea cual fuera el medio, electrónico
o mecánico, no está autorizado, salvo la aprobación acordada
con el Gobierno Muncipal, en consecuencia habrá de citarse
completa la fuente.

9 SUR NO. 1508 COL. CENTRO C.P. 72000


PUEBLA PUEBLA
TELS. 01(222) 2 40 17 07
ÍNDICE
1. Presentación 7
2. El género y el lenguaje 13
2.1 Género y desigualdad 13
2.2 Estereotipos de género 15
2.3 ¿Qué es el lenguaje? 16
2.4 Discriminación en el uso del lenguaje 17
2.5 Androcentrismo en el lenguaje 20
2.6 Importancia del uso del lenguaje no sexista e incluyente 22
2.7 ¿Y la Real Academia Española (RAE)? 23

3. Marco nacional e internacional


del lenguaje incluyente y no sexista 27
4. Lenguaje incluyente y no sexista 33
4.1 Criterios del lenguaje sexista 33
4.1.1 Uso del genérico universal 33
4.1.2 Uso de los abstractos 34
4.1.3 Uso de los artículos y los pronombres 35
4.1.4 Uso de las diagonales y paréntesis 37
4.1.5 Uso de títulos académicos y ocupaciones 37
4.1.6 Uso de formas de cortesía 38
4.1.7 Uso de la arroba 40
4.1.8 Grupos en situación de exclusión 40

5. Imágenes incluyentes y no sexistas 45


6. Bibliografía 51
7. Glosario 53
1. Presentación
2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

1. Presentación
El lenguaje desempeña un rol determinante en la socialización entre mujeres y hom-
bres; con las palabras expresamos lo que cada uno percibe de la realidad: pensa-
mientos, creencias y valores. El lenguaje es un instrumento que forma la identidad
de cada uno de los miembros de una sociedad, ya que determina la cultura a la que
pertenecemos.

El lenguaje moldea nuestro pensamiento; a través de él no sólo transmitimos infor-


mación y conocimientos sino también cultura, valores y comportamientos. Por lo que
podemos afirmar que también los estereotipos de género, micromachismos y demás
actitudes violentas y sexistas, se transmiten y reproducen a través del lenguaje, pues-
to que éste es uno de los principales agentes de socialización con el que contamos.

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Como Institución creemos que se deben de sentar las bases para crear un lenguaje in-
cluyente que busque deconstruir la forma en la que percibimos el mundo, así como la
forma en la que nos desarrollamos en él. Se debe de transformar la manera en la que
vemos a mujeres y hombres dentro de nuestra sociedad; romper con los estereotipos
de género, los roles sexistas, las actitudes y etiquetas que limitan el desarrollo de
más del 50% de la población: creando un ambiente de inclusión y respeto en nuestra
sociedad.

El presente Manual es una acción que reafirma los esfuerzos realizados para el cumpli-
miento de la Norma Mexicana de Igualdad Laboral y No Discriminación NMX-R-025-
SCFI-2015 en relación al uso del lenguaje incluyente y no sexista. Como Ayuntamiento
estamos comprometidos a transformar nuestras normas de convivencia y estructuras
sociales para ser un municipio que comulga con la igualdad de género en todos los
ámbitos de desarrollo.

Empecemos con nombrar a las mujeres que han sido invisibilizadas por tanto tiempo
en nuestra sociedad. Prioricemos el reconocimiento de su trabajo, así como el de
aquellos grupos vulnerables cuyas necesidades han sido relegadas del debate públi-
co y creemos un ambiente de pluralidad que busque la creación de una sociedad más
igualitaria y justa.

Rosa María Carmona Ruiz


DIRECTORA DEL INSTITUTO MUNICIPAL DE LAS MUJERES

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2. El género
y el lenguaje
2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

2. El género y el lenguaje
2.1 Género y desigualdad
Género es un término derivado del inglés (gender), que entre las personas hispa-
noparlantes crea confusiones. En castellano género es un concepto taxonómico útil
para clasificar a qué especie, tipo o clase pertenece alguien o algo; como conjunto
de personas con un sexo común se habla de las mujeres y los hombres como géne-
ro femenino y género masculino. En cambio, la significación anglosajona de gen-
der está únicamente referida a la diferencia de sexos. En inglés el género es “na-
tural”, es decir, responde al sexo de los seres vivos ya que los objetos no tienen
gender, son “neutros”. En otras lenguas como el castellano, el género es “gramati-
cal” y a los objetos (sin sexo) se les nombra como femeninos o masculinos.1

Dentro de la academia feminista se ha reformulado el sentido de género para aludir a lo


cultural y así distinguirlo de lo biológico. Esta nueva significación se está empleando en
las ciencias sociales, aunque se topa con varias dificultades. La investigación, reflexión y
debate alrededor del género han conducido lentamente a plantear que las mujeres y los
hombres no tienen esencias que se deriven de la biología, sino que son construcciones
simbólicas pertenecientes al orden del lenguaje y de las representaciones.2

1 Lamas, Marta Diferencias de sexo, género y diferencia sexual Cuicuilco, vol. 7, núm. 18, enero-abril, 2000, p.0
2 Lamas, Marta Diferencias de sexo, género y diferencia sexual Cuicuilco, vol. 7, núm. 18, enero-abril, 2000, p.1

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Así se construye socialmente la masculinidad y la feminidad. Mujeres y hombres


no son un reflejo de la realidad “natural”, sino que son el resultado de una produc-
ción histórica y cultural, basada en el proceso de simbolización; y como “produc-
tores culturales” desarrollan un sistema de referencias comunes (Bourdieu, 1997).
De ahí que las sociedades sean comunidades interpretativas que se van armando
para compartir ciertos significados. El género entonces, se conceptualizó como el
conjunto de ideas, representaciones, prácticas y prescripciones sociales que una
cultura desarrolla desde la diferencia anatómica entre mujeres y hombres, para
simbolizar y construir socialmente lo que es “propio” de los hombres (lo masculi-
no) y “propio” de las mujeres (lo femenino).

Estas construcciones simbólicas entretejen un conocimiento tácito que es la base


de la interacción social ordenada y rutinaria, con la que las personas comparten
significados no verbalizados, ni explicitados que toman por verdades dadas. En
este entretejido tácito, el género es el elemento básico de la construcción de cul-
tura. Por tanto, el género produce un imaginario social con una eficacia simbólica
contundente y, al dar lugar a concepciones sociales y culturales sobre la masculi-
nidad y feminidad, es usado para justificar la discriminación por sexo (sexismo) y
por prácticas sexuales (homofobia).

Los papeles cambian según el lugar o el momento, pero, mujeres y hombres por igual son
los soportes de un sistema de reglamentaciones, prohibiciones y opresiones recíprocas.

Estas opresiones se acentúan a través de la transmisión generacional de una ideolo-


gía que tiene como propósito mantener el predominio de lo masculino sobre lo feme-
nino dentro de las instituciones sociales: el Estado, el ejército, la Iglesia, el Derecho, la
ciencia, el lenguaje y la educación. Como integrantes de una sociedad compartimos
una serie de ideas, creencias y prácticas “validadas por la generalidad”, en torno a lo
que se considera debe ser una mujer y lo que debe ser un hombre, y cuya reproduc-

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2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

ción favorece nuestra integración a la comunidad, o bien la inhibe cuando se rechaza.


Éstas las aprendemos de distintas formas, desde las más explícitas y violentas hasta
las más sutiles, en la familia, la escuela, la comunidad, la cultura, los medios de comu-
nicación, así como aprendemos los castigos, las recriminaciones, los señalamientos,
las sanciones para quien no se ajuste a lo que se ha creído verdad incuestionable. En
consecuencia, socialización e ideología van de la mano en la aprobación y rechazo de
la formación de mujeres y varones y por tanto, son dos ejes estructurales en la repro-
ducción de estas opresiones.3

2.2 Estereotipos de género


Los estereotipos de género son ideas socialmente establecidas de cómo deben ser,
actuar y comportarse mujeres y varones. Se reproducen y transmiten a través de la so-
cialización desde el momento del nacimiento, no son innatos sino aprendidos y aun-
que es difícil debido a lo arraigados que están en la sociedad se pueden modificar.
Como menciona Josefa Quezada, estos estereotipos de género se irán reforzando
más tarde en la familia, la escuela, a través de las canciones, los materiales didácticos,
los libros de texto que todavía hoy transmiten y perpetúan los roles tradicionales que
han de desempeñar varones y mujeres.4 Los estereotipos de género son nocivos
cuando limita la capacidad de hombres y mujeres para desarrollar sus facultades per-
sonales, realizar una carrera profesional o tomar decisiones acerca de sus vidas y sus
proyectos viales.5

Uno de los mecanismos de reproducción de los estereotipos que discriminan e invi-

3 Guichard Bello, Claudia, “Manual de comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente”, 2015
4 Quesada Jiménez, J. Y López López, A.: “Estereotipos de género y usos de la lengua: un estudio en Educación Secundaria”,
en ENSAYOS, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº 25, 2010.
5 Naciones Unidas: Derechos Humanos Oficina del Alto Comisionado. “Los estereotipos de género y su utilización”.

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sibilizan a las mujeres es el lenguaje, que es el espejo de nuestras prácticas sociocul-


turales. Los estereotipos dominantes reproducen las percepciones de quien tiene el
poder y, como consecuencia, las relaciones desiguales entre los sexos.
“(…) los estereotipos sexistas no tienen su origen ni en los cromosomas ni en
las hormonas, son conductas que se adquieren a través del medio y del apren-
dizaje cultural. El uso del lenguaje va a ser, aunque él no sea sexista, uno de los
vehículos más importantes en la transmisión y configuración de dichos estereo-
tipos” (López Valero y Madrid Izquierdo, 1998:23).

El lenguaje es el medio fundamental para la expresión del pensamiento, por tanto,


es el vehículo para la expresión de nuestras ideas. A través del lenguaje nombramos,
interpretamos y creamos. El lenguaje refuerza y refleja la ideología patriarcal, aunque
también puede contribuir a modificarla. Por medio del lenguaje creamos identidad.

2.3 ¿Qué es el lenguaje?


El lenguaje funge como la vía central para el pensamiento y el medio más efectivo para la in-
teracción social, a través de un proceso cognitivo de recepción crea una imagen de cómo se
percibe al mundo y lo externa, de forma constructiva, a través de códigos, símbolos y signos
cobrando un significado especial en el contexto de las comunidades que los utilizan. 6

Las complejas facultades de representación y comunicación que intervienen en el len-


guaje son distintivas de los seres humanos y una de las claves del desarrollo de nuestra
especie. A través de la palabra, verbal o escrita, las sociedades transmiten ideas, sen-
timientos, modos de pensar y esquemas de percepción y valoración, perpetuando sus
usos y costumbres y consolidando las relaciones entre lengua, pensamiento y cultura.

6 CONAPRED, “10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje”, Segunda Edición, 2009.

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2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

Según García Meseguer “La primera función del lenguaje es la de ser un medio de co-
municación que permite expresar lo que pensamos y sentimos a otra persona” (García
Meseguer, 1988). El lenguaje es un sistema de comunicación con dos posibles funciones:
a) reproducir y b) transformar la realidad. Por medio del lenguaje se puede contribuir a
un cambio cultural en favor de la igualdad. Para ello se requiere que las personas se com-
prometan en modificar de manera progresiva tanto las prácticas personales como institu-
cionales para transmitir los mensajes. Si tenemos el convencimiento de que el lenguaje
rige el pensamiento y que a través del lenguaje no sólo se transmite información y co-
nocimientos sino también cultura, valores, comportamientos, etc. Se puede afirmar que
también los estereotipos de género se transmiten a través del lenguaje, puesto que éste
es un importante agente socializador, a través del cual desde el momento del nacimiento
niños y niñas reciben y asimilan mensajes distintos en función del sexo. Pero también el
lenguaje es cultural y aprendido, y por lo tanto, modificando el lenguaje se modificarán
estos estereotipos que perjudican tanto a mujeres como a varones.

“Por eso, si queremos cambiar cosas que se inserten dentro de las sociedades
en cuestión, tenemos que tener en cuenta el lenguaje como elemento de cam-
bio, y por supuesto atender a las situaciones comunicativas y sus componentes
como el lugar donde se va a influir de manera notable en el pensamiento de
las personas” (López y Encabo, 2008:76)

Lenguaje y pensamiento son, por lo tanto, indisociables; a través del lenguaje se in-
terpretan las cosas que pasan en la realidad.

2.4 Discriminación en el uso del lenguaje


En el lenguaje, la distinción entre lo femenino y lo masculino en sí misma no es indica-
tiva de sexismo ni de discriminación, ya que en ocasiones resulta necesario nombrar

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separadamente a las mujeres de los hombres.7 El uso del género gramatical cambia
de un idioma a otro. Por ejemplo: puente en alemán es un sustantivo femenino y en
español uno masculino. De acuerdo a Lera Boroditsky en “How language shapes the
way we think” el género de las palabras puede influir en los adjetivos que pensamos
de ello, en el ejemplo anterior sobre los puentes la lingüista menciona que los ha-
blantes alemanes son más propensos a calificar los puentes como “hermosos” o “ele-
gantes” con adjetivos propiamente femeninos, sin embargo a hablantes del español,
a la misma pregunta suelen describirlos como “fuertes” o “grandes”; características
construidas como masculinas. En inglés los artículos son neutros, al igual que algunos
sustantivos. 8 En el caso de la lengua española todos los sustantivos poseen género
gramatical, pero no todos aluden a realidades sexuadas.9
El sexismo se produce cuando estas distinciones se tornan jerárquicas y excluyentes,
valorando a una de las partes sobre la otra. El problema se ubica en las sociedades
y culturas cuando a la representación y significación de lo masculino se le asigna un
valor superior y universal que invisibiliza y descalifica lo femenino. 10 De modo que,
dentro del sistema lingüístico predomine una priorización de lo masculino, a partir de
la cual se percibe y se crea; a este fenómeno se le llama androcentrismo.

La visión que determina que el hombre es la representación de la humanidad en un


general absoluto, proviene de la diferenciación de los sexos -anteriormente aborda-
da- que infiere que las diferencias biológicas y funciones reproductivas de las mujeres
no son propias de los humanos, sino sólo de un sector de la población que no en-
cuentra relación con “la mayoría en el poder” (aun siendo la minoría en composición);
jerarquizando lo masculino sobre lo femenino. Esta práctica ha sido replicada dentro

7 CONAPRED, “10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje”, Segunda Edición, 2009.
8 CONAPRED, “10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje”, Segunda Edición, 2009
9 CONAPRED, “10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje”, Segunda Edición, 2009.
10 CONAPRED, “10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje”, Segunda Edición, 2009.

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2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

del lenguaje, donde se le ha asignado una carga de género a palabras y característi-


cas usualmente discriminatorias o sexistas.
El lenguaje sexista es una forma de discriminación indirecta cuyo impacto no es tan-
gible, pero daña la dignidad de las personas. El lenguaje no es en sí mismo sexista
o excluyente. Es su uso lo que lo convierte en una poderosa arma discriminatoria.11

Claudia Guichard, prioriza dentro del Manual de Comunicación no sexista, el aborda-


je de los conceptos de diferencia y desigualdad. Si bien, como ya se ha mencionado:
a partir de las diferencias biológicas se determina el sexo de las personas, éste no ha
tenido por qué entenderse como desigualdad. La diferencia no es sinónimo de des-
igualdad, sólo la desigualdad conlleva discriminación contra las mujeres.12

El sexismo es una forma de discriminación de un sexo por considerarlo inferior al otro.


Es una “actitud y conducta jerárquica y discriminatoria respecto de una persona por
motivos de su sexo o identidad sexual. Tanto los hombres como las mujeres pueden
hacer uso de comportamientos sexistas”.13

Esta categorización discriminatoria hacia las mujeres las ha excluido de los ámbitos
públicos de la sociedad; a nivel político, económico y laboral; así como el de acceso
a la justica. Esta exclusión se ha basado en una construcción social que adjudica roles
de género, primordialmente relacionados con el ámbito privado: crianza, maternidad,
cuidado del hogar, exclusivo de las mujeres, negándoles un espacio dentro del proce-
so de toma de decisiones, invisibilizando sus necesidades y prioridades como grupo
social. El poder no sólo existe en un ámbito político o económico, sino también en

11 Comisión Nacional de Derechos Humanos: Guía para el uso de un lenguaje incluyente y no sexista en la CNDH. Ciudad de
México. 2016
12 INMUJERES. Guichard Bello. Claudia: Manual de Comunicación No Sexista. Segunda Edición. Ciudad de México. 2015
13 Comisión Nacional de Derechos Humanos: Guía para el uso de un lenguaje incluyente y no sexista en la CNDH. Ciudad de
México. 2016

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un espacio social. El lenguaje al ser un conjunto de ideologías y manifestaciones de la


realidad, contiene cierta carga de poder. El lenguaje evoluciona de acuerdo a las ne-
cesidades de la sociedad, las cuáles evolucionan con el tiempo, sin embargo, si den-
tro del lenguaje o el discurso público las necesidades de las mujeres no se mantienen
presentes; no están dentro del proceso de construcción de la realidad y por tanto, no
se solventan ni se diseñan acciones para solventarlas.

2.5 Androcentrismo en el lenguaje


Una cultura androcéntrica consiste en ver el mundo desde lo masculino tomando al
varón de la especie como parámetro o modelo de lo humano.14 Esto tiene como con-
secuencia que las estructuras sociales, económicas y políticas respondan únicamente
a lo propuesto por los varones y a lo que ellos consideran, las mujeres necesitan. La
universalidad de la visión varonil ha moldeado la realidad a través del análisis de la his-
toria, la cultura, la ciencia y la tecnología. Olvidando las necesidades de las mujeres,
sin mencionar, la de otros grupos sociales que sufren mayores grados de discrimina-
ción como lo son los pueblos indígenas o la comunidad LGBT, evidenciando no sólo la
necesidad de incorporar la perspectiva de género, sino también de adoptar una visión
interseccional para el estudio de la sociedad.

Como lo perteneciente a los varones ha sido priorizado por aquello “de las mujeres”,
se generó una perspectiva, la cual definió los valores que han sido aceptados como
válidos, creando una cultura masculina o al menos, predominantemente masculina.
Como es mencionado por Alda Facio, en épocas recientes se ha priorizado el impor-
tante rol que juega el fenómeno de los términos “marcados” en la consolidación de lo
femenino y las mujeres como “lo otro”, lo no universal, lo particular y específico.15 Esto

14 Facio, Montejo Alda. “Cuando El Género Suena Cambios Trae”, 1992 p.11
15 Facio, Montejo Alda: “Feminismo, Género y Patriarcado” 2003

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2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

se basa en una crítica a la relación asimétrica entre dos categorías que son opuestamente
complementarias la una de la otra dentro de una categoría más general. Por ejemplo, los
términos “hombre” y “mujer” sirven para contrastar los miembros masculinos y femeni-
nos de la categoría más grande de “seres humanos”; y como tales se presentan como
opuestos complementarios. Al mismo tiempo, el término “hombre”, puede ser usado en
un sentido más general para contrastar a la especie humana como un todo, de cualquier
otra categoría. Así, los términos “hombre” y “mujer” también designan categorías que
están en una relación jerárquica, debido a que uno de los términos puede ser utilizado
para hacer referencia a la clase más amplia como un todo, en efecto, subsumiendo lo que
es el término opuesto a un nivel más bajo de contraste.16

Las acepciones femeninas de numerosas expresiones son diferencialmente peyorati-


vas y tienen connotaciones negativas, existe una ausencia de vocablos para referirse
a cualidades femeninas y voces insultantes para la mujer que carecen de equivalente
para el hombre, así como tratamientos de cortesía que recuerdan la dependencia
del hombre, junto con una identificación sistemática de persona con hombre y una
repetición insistente de los valores que caracterizan los estereotipos de género. La
definición se hace en función del masculino; la mujeres no aparecen como sujeto sino
como pertenencia de otros. La presencia de las mujeres en ejemplos y definiciones
de la RAE (Real Academia de la Lengua), es exigua, cualitativa y cuantitativamente, y
relativa a aspectos específicamente femeninos, casi nunca en relación a características
generales de la humanidad. Lo masculino antecede, oculta y subordina lo femenino,
función en la que el uso extensivo del masculino genérico es decisiva, concluyendo
que las interpretaciones y definiciones lingüísticas no son absolutamente neutras y
objetivas al seleccionar, clasificar y definir. Además, la apariencia objetiva y neutra
de los lenguajes asociados a los medios audiovisuales e informáticos contribuyen a

16 Facio, Montejo Alda. “Cuando El Género Suena Cambios Trae”, 1992 p.11

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reforzar más los mensajes sexistas implícitos (Gastaudi y Candioti, 1992).

En la mayoría de las culturas, las mujeres no existen, al menos no como protagonistas.


Lo femenino existe sólo como “la hembra de”. A través del lenguaje se transmiten los
hábitos culturales. Las mujeres han sido invisibilizadas del quehacer humano ya que,
el lenguaje que es utilizado para transmitir esas construcciones sociales, está construi-
do de forma que se oculta tras la generalización de lo masculino y minimiza la existen-
cia de lo femenino frente al considerado “sexo fuerte”: De modo que las mujeres son
aisladas a un conjunto particular, mientras que los hombres siguen conformando el
campo de lo general. Alda Facio resalta que esta “especificidad” o “particularidad”
de lo femenino tiene un impacto negativo cuando es llevada al campo de los dere-
chos humanos. A partir de esta particularización se tiene que integrar el el principio
de igualdad de modo que se le garanticen a las mujeres los mismos derechos que
tienen los hombres y no otros derechos que necesitan las mujeres precisamente por
ser personas subvaloradas.17 Por tanto se vuelven “derechos de las mujeres” volvién-
dolos tan específicos y particulares que dejan de ser “derechos humanos”:

El castellano ha sido fiel reflejo de una sociedad en la que sólo figuraban los hombres,
manteniendo un carácter conservador. En la actualidad, el lenguaje continúa recono-
ciendo sólo a los hombres a través de diversos recursos lingüísticos, que invisibilizan,
excluyen, desvalorizan o subordinan a las mujeres.18

2.6 Importancia del uso del lenguaje no sexista e incluyente

17 Facio, Montejo Alda. “Feminismo Género y Patriarcado”, 2015.


18 “INMUJERES: Guichard, Bello Claudia. Manual de Comunicación No Sexista Hacia un Lenguaje Incluyente”, Segunda
Edición. 2015

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2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

El lenguaje no sexista e incluyente es una herramienta necesaria para crear y pro-


mover relaciones de respeto e igualdad entre los géneros, visibilizar a las mujeres, y
prevenir la violencia y discriminación contra cualquier persona.
Este lenguaje incluye toda expresión verbal o escrita que utiliza vocabulario neutro, expli-
cita lo femenino y diferencia de lo masculino. Este tipo de lenguaje busca dejar de repro-
ducir expresiones y palabras que denigran o discriminan a las personas; que reproducen
estereotipos de género; minimizan y frivolizan la violencia contra las mujeres.19

El lenguaje incluyente hace referencia a toda expresión verbal o escrita que utiliza
preferiblemente vocabulario neutro, o bien, hace evidente el femenino y masculino.

2.7 ¿Y la Real Academia Española (RAE)?


La Real Academia de la Lengua Española se ha mantenido reacia a aceptar el lenguaje
incluyente ya que lo consideran un “artificio innecesario desde el punto de vista lin-
güístico”, sin embargo, han introducido términos cibernéticos o palabras de la última
generación en un número superior a los 10,000 nuevos conceptos.

La RAE no toma en consideración el androcentrismo bajo el cual el lenguaje se ha


construido a lo largo del tiempo. Basa sus argumentos en un sinfín de reglas gramati-
cales que aventajan la facilidad y comodidad sonora a la deconstrucción de la forma
en la que la mayoría se comunica.

19 Comisión Nacional de Derechos Humanos: Guía para el uso de un lenguaje incluyente y no sexista en la CNDH. Ciudad de
México. 2016

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e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

Es importante recalcar que la RAE funge como autoridad descriptiva y no normativa


dentro del lenguaje; lo cual significa que la Academia no determina como se habla,
sino que describe como habla una determinada comunidad.

Cabe recalcar que a nivel nacional e internacional las priorizaciones de los derechos
humanos se anteponen a cualquier ordenamiento legal, como puede considerarse a
la RAE.

24
2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

3. Marco nacional
e internacional del
lenguaje incluyente
y no sexista

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2 . E l g é n e r o y e l l e n g u a j e

3. Marco nacional e internacional


del lenguaje incluyente y no sexista
Como principio jurídico, el derecho a la no discriminación fue reconocido por las Na-
ciones Unidas como una condición indispensable para la protección de los derechos
humanos en 1948.
Diversos Organismos Internacionales y Nacionales se encuentran comprometidos con
esta acción, por lo que han hecho la reglamentación necesaria para la creación de
medidas que promuevan y aseguren la adopción del lenguaje incluyente y no sexista.
A continuación, se presentan las principales normas establecidas en cuanto a lenguaje
incluyente:

 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículos 1 y 4.

 Consenso de Quito: 
Corresponde a la Décima Conferencia Regional sobre la


Mujer de América Latina y el Caribe, convocada por la CEPAL y realizada en
Quito, Ecuador, el 9 de agosto de 2007.

 Consenso de Brasilia: Es la Undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de


América Latina y el Caribe, organizada por la CEPAL, en Brasilia, el 16 de julio
de 2010.

 Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discri-


minación Racial. ONU, 1965. 


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L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

 Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los


Trabajadores Migratorios y de sus Familiares. ONU, 1990. 


 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


contra la Mujer, Convención Belém do Pará. Adoptada y abierta a la firma,
ratificación y adhesión por la Asamblea General de la Organización de Estados
Americanos, del 9 de junio de 1994, en Belém do Pará, Brasil, y entrada en
vigor el 5 de marzo de 1995.

 Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra


la Mujer (CEDAW). ONU, 1979. 


 Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, artículo 5.


ONU, 2006.

 Convenio 159 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la Rea-


daptación Profesional y el Empleo de las Personas con discapacidad, artí-
culo 4. OIT, 1983. 


 Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indí-


genas y Tribales en Países Independientes. OIT, 1989. 


 Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo sobre el Trabajo


Decente para las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos [en línea].
OIT, 2011.

 Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores. Última reforma publica-
da en el DOF, 20 de marzo de 2014. 


28
3 . M a r c o n a c i o n a l e i n t e r n a c i o n a l d e l
l e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

 Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Última reforma publica-


da en el DOF, 20 de marzo de 2014.

 Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, artículos 41 y 42. Mé-
xico, 2006.

 Ley de Migración. Última reforma publicada en el DOF, 30 de abril de 2014.

 Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe,


1995-2001. CEPALÁrea VII: Reconocimiento de la pluralidad cultural de la región:
Objetivo estratégico VII.6 Eliminar las expresiones sexistas del lenguaje y con-
tribuir a la creación de un discurso que exprese la realidad de las mujeres.

 Recomendación general No. 34. Aprobada por el Comité de la Convención


Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Ra-
cial (CERD). ONU, 2011.

 Reforma constitucional en materia de derechos humanos, publicada en el


DOF, 10 de junio de 2011.

 Resolución 14.1. Aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, en su


vigésimo cuarta reunión, apartado 1 del párrafo 2. ONU, 1987.

29
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

 Resolución 109. Aprobada por la Conferencia General de la UNES-


CO, en su vigésimo quinta reunión, párrafo 3. UNESCO, 1989.

 Recomendación General Nº 23 (16º periodo de sesiones, 1997)

30
3 . M a r c o n a c i o n a l e i n t e r n a c i o n a l d e l
l e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

4. Lenguaje
incluyente
y no sexista

31
4 . L e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

4. Lenguaje incluyente y no sexista


El lenguaje incluyente y no sexista es un medio para promover relaciones de respeto
e igualdad entre los géneros, visibilizar a las mujeres, y prevenir la violencia y discrimi-
nación contra cualquier persona.20
A continuación, se presentan una serie de recomendaciones para evitar reproducir
lenguaje sexista y adoptar un lenguaje incluyente y no discriminatorio en el uso diario
del lenguaje, así como en el profesional y/o institucional.

4.1 Criterios del lenguaje sexista


Dentro del idioma español diversas lingüistas y feministas han creado una propuesta
que busca cumplir con las sugerencias normativas, legales, académicas y feministas
que se han creado para deconstruir el lenguaje. A continuación se presentan las reco-
mendaciones predominantes dentro del idioma español, respaldadas y promovidas
por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Instituto Nacional de las Mujeres.

4.1.1 Uso del genérico universal

El genérico del universal existe cuando los sustantivos son utilizados con el género
gramatical masculino como universal para referirse a la totalidad de las personas. Este
uso refuerza la idea androcentrista que antes se mencionaba: el todo desde la pers-
pectiva masculina.

20 Comisión Nacional de Derechos Humanos: Guía para el uso de un lenguaje incluyente y no sexista en la CNDH. Ciudad de
México. 2016

33
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

Existen diferentes opciones que se pueden utilizar para hablar o referirse a colecti-
vos, grupos o plurales formados por mujeres y hombres sin incurrir en un uso sexista
o discriminatorio, como, por ejemplo, utilizar sustantivos colectivos no sexuados, las
palabras “personas o personal”; sustituir el grupo representado por sus funciones o
recurrir a la doble forma femenino-masculino:21

Expresión sexista Alternativa no sexista


El hombre descubrió el fuego… La humanidad descubrió el fuego…
Los derechos del hombre… Los derechos humanos…
Niños de la calle… La gente en situación de calle…
Los trabajadores El personal
Las enfermeras El personal de enfermería

4.1.2 Uso de los abstractos

Los abstractos refieren a la invisibilización de mujeres a través del uso de cargos,


puestos o nombramientos utilizados en masculino, por ejemplo:

Expresión sexista Alternativa no sexista


Enviar los documentos a los Enviar los documentos a las
coordinadores… coordinaciones…
Es responsabilidad de cada jefe Es responsabilidad de las
de departamento… jefaturas de departamento…

21 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009

34
4 . L e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

Se van a reunir todos los directores Se van a reunir los y las titulares de las
direcciones…

Si no se conoce el sexo de la persona a quien se hace referencia, evite el uso de los


pronombres masculinos y utilice las palabras “quien” o “quienes”:

Expresión sexista Alternativa no sexista


Será el juez el que lo determine… Quien juzgue determinará…
Tras la planeación, los administradores Tras la planeación, quienes administren
iniciarán el proceso… iniciarán el proceso…

4.1.3 Uso de los artículos y los pronombres

Los artículos se pueden utilizar para enunciar la diferenciación de género sin repetir el
sustantivo. Es recomendable alternar y cuidar la concordancia entre el último artículo
con el sustantivo:22

Expresión sexista Alternativa no sexista


Los trabajadores deben permanecer en Los y las trabajadoras deben permane-
su sitio de trabajo cer en su sitio de trabajo…
Los usuarios morosos deben… Las y los usuarios morosos deben…

Otro uso no sexista del lenguaje puede ser utilizado sustituyendo sustituir el genérico
masculino por los pronombres “nos”, “nuestro”, “nuestra”, “nuestros” o “nuestras”.

22 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009

35
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

Expresión sexista Alternativa no sexista


Es bueno para el bienestar
Es bueno para el bienestar de la humanidad….
del hombre…
Es bueno para nuestro bienestar…

Una alternativa para evitar las generalizaciones en masculino es utilizar la tercera per-
sona del singular o recurrir a formas impersonales, empleando el verbo en voz pasiva
refleja, es decir, con el verbo conjugado en tercera persona, precedido de la palabra
se, como se muestra en el segundo ejemplo.23

Expresión sexista Alternativa no sexista


Recomendamos que cuiden
A los visitantes les recomendamos sus pertenencias.
cuidar sus pertenencias. Se recomienda el cuidado
debido de sus pertenencias.

23 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009

36
4 . L e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

4.1.4 Uso de las diagonales y paréntesis

Las diagonales o paréntesis se utilizan cuando se desconoce si él o la receptora será


hombre o mujer.

Expresión sexista Alternativa no sexista


Querida: Querida/o:
Atenta: Atento(a):

4.1.5 Uso de títulos académicos y ocupaciones

El uso de los títulos académicos u ocupaciones es un error común dentro del lengua-
je, que evidencia la dificultad de reconocimiento dentro del área profesional para las
mujeres y puede ser en alto grado discriminatorio.

Expresión sexista Alternativa no sexista


La médico Margarita López… La médica Margarita López…
Margarita López, asesor
Margarita López, asesora del presidente
del presidente…

Se debe evitar el uso exclusivo del género gramatical femenino para las profesiones
tradicionalmente asociadas con las mujeres, ya que refuerza los roles de género aso-
ciando a las mujeres a tareas de cuidado. Una opción es anteponer la palabra “per-
sonal” al sustantivo:

37
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

Expresión sexista Alternativa no sexista


Las secretarias… El personal secretarial…
Las enfermeras… El personal de enfermería…
Las terapistas… El personal de terapia…

En gramática no existen sustantivos invariables. La feminización de las palabras está


determinada por los cambios en la realidad social y en el consenso de la comunidad
de hablantes. por ello, evite el uso exclusivo del masculino para nombres que tienen
su correspondiente género femenino, y use los artículos y concordancias correspon-
dientes:24

Expresión sexista Alternativa no sexista


La senador Marta Flores La senadora Marta Flores
La juez Mariana Gómez La jueza Mariana Gómez
La jefe de área Alma Mata La jefa de Área Alma Mata

4.1.6 Uso de formas de cortesía

Usualmente se utilizan los sustantivos “señorita/señora” para referirse a la mujer sol-


tera o casada, respectivamente; no obstante, para el hombre se ha utilizado “señor”
con independencia de su estado civil. Los hombres son reconocidos a partir de una
apropiación propia, mientras que las mujeres adquieren su determinación a través de
la relación que mantengan con los varones; siendo dependientes de ellos “para ser”.
Se sugiere utilizar el término “señora” sin distinción de edad o estado civil, a manera

24 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009

38
4 . L e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

de un vocablo de respeto para todas las mujeres, cuando el contexto de las formas de
cortesía lo permita y tal como se hace en otros países. Asimismo, al referirse a una mujer
casada, no debe utilizarse el apellido de su cónyuge ni usarse la preposición “de”.25

Expresión sexista Alternativa no sexista


Señora de Pérez Erika Gómez

Señora Pérez Señora Gómez

Señora Erika Gómez de Pérez

Cuando se dirige una invitación a una pareja, suele emplearse “Sr. Pérez y esposa” o
“Sr. y Sra. Pérez”, lo cual soslaya el hecho de que la mujer es una persona singular,
independientemente de la relación marital. En estos casos se recomienda incluir el
nombre y apellido de las personas, antecedido por la abreviatura “Sra.” o “Sr.”, o
bien referirse simplemente al nombre de cada uno de los cónyuges, como se muestra
a continuación.26

25 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009
26 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009

39
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

Expresión sexista Alternativa no sexista


Sra. Gómez y Sr. Pérez o Sra. Erika Gó-

Sr. Pérez y esposa o Sr y Sra. Pérez mez y Sr. Pedro Pérez o Erika Gómez y

Pedro Pérez

4.1.7 Uso de la arroba

La arroba fue erróneamente utilizada durante los principales debates sobre el lengua-
je incluyente, sin embargo actualmente se reconoce que el uso de este símbolo es
incorrecto y se incita a usar otros vocablos para recrear la igualdad y equidad entre
las personas.

Uso incorrecto Alternativa no sexista


Funcionari@s Funcionarias y funcionarios
Director@s Directoras y Directores
Maestr@s Las y los maestros…

4.1.8 Grupos en situación de exclusión

El lenguaje sexista discrimina a los grupos que no cumplen con los atributos asigna-
dos al hombre como representación de la humanidad, tales como grupos étnicos,
personas con preferencia sexual distinta a la heterosexual, personas que viven con VIH
sida, adultos mayores, migrantes, grupos religiosos y personas con discapacidad.27

27 CONAPRED: 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Segunda Edición. 2009

40
4 . L e n g u a j e i n c l u y e n t e y n o s e x i s t a

Se debe de evitar el uso de términos ofensivos que puedan atentar contra la dignidad
de estos grupos sociales. A continuación se presentan los términos correctos para
referirse a los mismos:

Uso incorrecto Alternativa no sexista


Minorías étnicas Las y los indígenas

Los indígenas Los pueblos indígenas


Personas no heterosexuales Persona homosexual

Personas de la Población lésbico, gay,

bisexual, transexual,

transgénero, travesti e intersexual la co-

munidad (LGBTTTI)
Enfermos de sida Personas con VIH
Los viejitos

Los ancianos Personas adultas mayores

Las personas de la tercera edad


Los mojados
Personas migrantes
Los braceros
Las sectas religiosas Grupos religiosos

41
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

Los minusválidos

Los discapacitados Personas con discapacidad

Personas con capacidades diferentes


Trabajadora del Hogar
Sirviente, Criado
Trabajador del Hogar
Personas de Color Población afrodescendiente

Afros Personas adrodescendientes

42
5. Imágenes
incluyentes y no
sexistas
5 . I m á g e n e s i n c l u y e n t e s y n o s e x i s t a s

5. Imágenes incluyentes y no sexistas


Claudia Richard en la segunda edición del manual de Inmujeres realizado en 2015
introduce como tema prioritario las la representación gráfica o visual incluyente y no
sexista; así como el lenguaje refleja nuestra percepción de la realidad, las imágenes
también lo hacen. Uno de los ejemplos más emblemáticos que buscó evidenciar fue
la representación del cuerpo humano desde un cuerpo masculino. Como este caso,
existen muchos otros en diversos medios. Por ejemplo, en textos de divulgación de
la ciencia, la representación visual androcéntrica de sujetos varones como hacedores
de la ciencia. Un ejemplo que puede ser utilizado para evidenciar esta problemática
puede ser dentro de la publicidad, ya que el sexismo se encuentra en la utilización de
mujeres sexualmente atractivas para promover la venta de vehículos, servicios de ta-
lleres mecánicos o ferreterías o ferias; o en páginas deportivas, pero sin ser deportis-
tas; y que cuando se les presenta como deportistas, aparecen en un número reducido
de imágenes, o en tamaños menores al resto, o hasta al final del material.28 De igual
modo roles relacionados con el hogar y el cuidado comúnmente son representados
con imágenes de mujeres.

En la actualidad, como indica Pilar Aguilar, las personas están tan inmersas en el
mundo audiovisual que asumen la cultura de la imagen sin analizarla (Menéndez y
Fernández, 2004: 25). En consecuencia, se hace imprescindible una búsqueda de
herramientas e instrumentos que permitan su discernimiento. La presencia icónica
supone que todas las imágenes son al mismo tiempo el eco de una presencia y una
ausencia. Si se entiende el género como construcción social, aparecen dos cuestiones
más abstractas pero fundamentales, como son la mirada y la violencia simbólica. Las
preocupaciones sobre la imagen no se limitan únicamente al uso de estereotipos,

28 Guichard Bello, Claudia, “Manual de comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente”, 2015

45
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

sino que también implican al carácter genérico de la visión. La mirada tiene género y,
por tanto, la mirada se puede examinar, analizar y evidenciar.

En el texto de 1975 de la norteamericana Laura Mulvey titulado Visual Pleasure and


Narrative Cinema afirma que el cine clásico propone al espectador una mirada funda-
mentalmente masculina. Así, las espectadoras son obligadas a identificarse con esa
mirada, lo que conlleva que: 1) el varón sea sujeto y el conductor de las narraciones
y 2) la mujer sea objeto pasivo en las narraciones. Además, según Mulvey, el papel
de la espectadora se limita a una identificación con el varón activo o con una mujer
pasiva. De esta forma, el varón mira y la mujer es mirada, dinámica que reproduce
las relaciones asimétricas sociales. La reproducción de esa asimetría no es sólo una
demostración de su existencia, sino que actúa en pro de su consolidación. (Cascoja
Virino Concepción, Martínez Pérez Natalia: 2016)

Esta dinámica no sólo puede verse reproducida dentro del cine, si bien resulta más
evidente en este contexto, esta fórmula existe en los mensajes no verbales que con-
tribuyen a reproducir y reforzar ideas y prejuicios sobre lo que es ser hombre o ser
mujer, y que restringen, por tanto, la actuación de cada uno y una sobre el mundo. 29

Una guía rápida para identificar si las imágenes que estamos compartiendo o dise-
ñando son sexistas son las siguientes:

 Cuando a las mujeres se les exhibe en cargos de menor categoría, y pocos


casos en situación inversa.
 Cuando se muestra a mujeres como seres poco inteligentes, tontas o ingenuas,
y más preocupadas por su aspecto físico, o como seres consumistas.

29 Guichard Bello, Claudia, “Manual de comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente”, 2015

46
5 . I m á g e n e s i n c l u y e n t e s y n o s e x i s t a s

 Al exhibirlas como seres ambiciosos y cegados por las pasiones, tal es el caso
de las gráficas de mujeres calculadoras y frías.
 Cuando se les muestra con una carga de maldad, como la mujer fatal.
 Al mostrarlas sólo como cuerpos u objetos sexuales. El enfocar sólo partes de
sus cuerpos con fines eróticos; la atención en aspectos de su vestimenta, acti-
tud, comportamiento, etc.
 Con la representación de hombres seguros de sí mismos desempeñándose en
el ámbito público, ajenos a emociones; o incapaces de desempeñar una labor
en el ámbito doméstico.
 En la representación de la súpermujer, aquella que es capaz de asumir las res-
ponsabilidades del ámbito doméstico, pero también las de su ejercicio profe-
sional.
 Al ser presentado el hombre como el referente único para enfrentar la realidad,
y, por tanto, las mujeres están ausentes de todos los actos capturados en las
imágenes.
 Cuando los personajes masculinos representan a la población y las mujeres
quedan excluidas o en un segundo plano o de relleno.
 Cuando los varones aparecen como los profesionistas, como la autoridad (en
el ámbito público y en el privado), o como los protagonistas en la ciencia, la
justicia, el derecho, el gobierno, etc., y se excluye a las mujeres de estas repre-
sentaciones.
 Cuando se muestra sólo a ellos ocupando cargos y desempeñando los diver-
sos oficios, pero no a ellas.
 Cuando el mayor número de imágenes corresponde a hombres, junto a la va-
riable de mayor tamaño.

47
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

¿Cómo re diseñar las imágenes?

 Las imágenes no cumplen sólo una función decorativa, sino que aportan un
significado no estereotipado desde el punto de vista de género.
 Se ha evitado el androcentrismo en las imágenes utilizadas, esto es, el uso de
la figura masculina a modo de genérico.
 Se ha tenido en cuenta una voluntad de representación igualitaria en la apari-
ción de alumnado, personal docente y personal de administración y servicios.
 Se ha evitado la ausencia de mujeres en ámbitos académicos y laborales don-
de su presencia es limitada, por ejemplo las ingenierías.
 Se ha utilizado la alternancia y la duplicidad para evitar la aparición de activi-
dades y espacios estereotipados.
 El cuerpo de las mujeres no aparece cosificado ni es utilizado como reclamo
publicitario.
 Las mujeres y los hombres aparecen realizando actividades similares tanto en
el ámbito académico como en las actividades de tipo cultural y deportivo.
 El tamaño y la composición de las imágenes de varones y mujeres son
similares.
Gracias a la transversalización de la perspectiva de género dentro de las áreas públi-
cas: económicas, políticas y sociales; se han creado equipos de feministas multidisci-
plinarios que han logrado transgredir el status quo y buscar la creación de condiciones
que propicien la igualdad de género. Estas medidas han impactado en situaciones
como el acceso a la justicia, el diseño de políticas públicas; en el área privada: la
conciliación de la vida familiar y laboral y la redefinición del concepto de familias, por
lo que la transformación del lenguaje no debería estar exento de deconstrucción. Se
deben erradicar las prácticas que mantienen las relaciones de desigualdad y discrimi-
nación entre mujeres y hombres y buscar los mecanismos que propicien un ambiente
de respeto, igualdad y reivindicación.

48
6. Bibliografía y
Glosario
6 . B i b l i o g r a f í a y G l o s a r i o

6. Bibliografía
 Bourdieu, Pierre. 1986. “The forms of capital”, Richardson, John, editor, Hand-
book of Theory and Research for the Sociology of Education, New York, Green-
wood Press.
 Comisión Nacional de los Derechos Humanos: Guía para el Lenguaje Inclu-
yente y no sexista de la CNDH. Unidad de Igualdad de Género. Ciudad de
México, 2016
 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Consultada en: http://
www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf.
 Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca. Consultada en:
http://www.e-local.gob.mx/wb2/ELO-CAL/ELOC_const_oax.
 Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer (CEDAW). Tomada de: http://www.cinu.org.mx/biblioteca/documen-
tos/dh/c_ elim_disc_mutxt.htm.
 Escrig Gil, Gemma y Sales Boix, Anna: Guía de tratamiento no sexista de la
Información y la Comunicación en la Universitat Jaume I. Unidad de Igualdad
de la Universitat Jaume I, 2011.
 Facio Montejo:Alda Cuando el género suena cambios trae (una metodología
para el análisis de género del fenómeno legal) / Alda Facio Montejo. - - 1a. ed.
- - San José, C.R.: ILANUD, 1992 156p.
 Guichard Bello, Claudia: Manual de comunicación no sexista. Hacia un lengua-
je incluyente: Instituto Nacional de las Mujeres INMUJERES. Segunda edición:
Abril de 2015
 Lamas, Marta Diferencias de sexo, género y diferencia sexual Cuicuilco, vol. 7,
núm. 18, enero-abril, 2000, p. 0 Escuela Nacional de Antropología e Historia
Distrito Federal, México

51
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

 Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. Tomada de: http://www.


cddhcu.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/262.pdf.
 Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas (2003). To-
mada de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/257.pdf.
 Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres. Tomada de: http://
www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/ LGIMH.pdf.
 Menéndez Menéndez, María Isabel y Fernández, Marta: TheEnd. Género en
primer plano”. Guía didáctica para el análisis no sexista de productos cinema-
tográficos. Colectivo Milenta Muyeres, Oviedo, 2004
 QUESADA JIMÉNEZ, J. y LÓPEZ LÓPEZ, A.: “Estereotipos de género y usos
de la lengua: un estudio en Educación Secundaria”, en ENSAYOS, Revista de
la Facultad de Educación de Albacete, Nº 25, 2010.
 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española (2001). Real Aca-
demia Española. Vigésima segunda edición.
 Rincón, Ana (coord.): ¿De qué habla Begira cuando habla de sexismo en la pu-
blicidad? VitoriaGasteiz: Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer, 1997.

52
6 . B i b l i o g r a f í a y G l o s a r i o

7. Glosario
Androcentrismo: Organización del orden simbólico y de las estructuras económicas y
socioculturales a partir de la idea del hombre como sujeto central y dominante.

Bisexualidad: Atracción erótico-afectiva y manera de autodefinición que se dirige


hacia hombres y mujeres por igual. Esto no implica que sea con la misma intensidad,
al mismo tiempo o de manera indiscriminada.

Discriminación contra la mujer: De acuerdo con la Convención sobre la Eliminación


de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en
inglés), es “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por
objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la
mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hom-
bre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas
política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.

Discriminación directa: Es la práctica de desprecio, anulación, menoscabo o restric-


ción del reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales, que afecta a personas o a grupos en particular.

Discriminación indirecta: Consiste en actitudes y prácticas que propagan ideas, teo-


rías o símbolos de superioridad de algún grupo o que alientan el desprecio hacia
personas o grupos determinados. Aun cuando el objeto inmediato y tangible de esas
actividades y prácticas no sea anular o limitar el acceso de las personas y los grupos
a los derechos y a las oportunidades, sí contribuyen a recrear las condiciones sociales
y culturales que legitiman su exclusión.

53
C o m u n i c a c i ó n S o c i a l q u e p r o m u e v e e l u s o d e l
L e n g u a j e I n c l u y e n t e y l a N o R e p r o d u c c i ó n d e E s t e r e o t i p o s
e I m á g e n e s D e n i g r a n t e s d e M u j e r e s y H o m b r e s

También se consideran discriminación indirecta aquellos actos que favorecen la ne-


gación de derechos y oportunidades al establecer condiciones que no puede cumplir
una parte específica de la población.

Diversidad sexual: Todas las posibilidades de asumir y vivir la sexualidad —distinta en


cada cultura y persona—, así como la práctica, la orientación y la identidad sexogenéricas.
Suele referirse a prácticas o identidades no heterosexuales. Es el reconocimiento de que
todos los cuerpos, todas las sensaciones y todos los deseos tienen derecho a existir y ma-
nifestarse sin más límite que el respeto a los derechos de las demás personas.

Derechos humanos: Derechos inherentes a todas las personas, sin distinción alguna
de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión,
lengua o cualquier otra condición. Son universales, interdependientes, indivisibles,
inalienables y progresivos.

Desigualdad de trato: Condición por la cual las personas tienen un acceso desigual
a bienes indispensables para la vida, servicios, oportunidades y otros recursos dentro
de una sociedad. Esa distinción en el trato que recibe una persona frente a otras pue-
de deberse a su posición social o económica, religión, sexo, preferencia u orientación
sexual, origen nacional o étnico, apariencia física o color de piel, entre otros motivos.
Ese trato desfavorable otorgado por la sociedad genera un desprecio inmerecido a
una persona o a un grupo de personas, por atribuirles características devaluadas, y tie-
ne como efecto desventajas y la limitación o impedimento en el acceso a la igualdad
real de trato, a oportunidades y derechos.

Estereotipo: Creencia comúnmente aceptada por un grupo o sociedad que asigna


modelos o atributos que caracterizan a determinado grupo poblacional, sobre el que
hay un acuerdo básico en relación con sus aspectos físicos, mentales o de comporta-
miento. Los estereotipos son negativos y suelen empobrecer y desfigurar la realidad
de acuerdo con los criterios de un supuesto “nosotros”.

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Estado: Organización política y jurídica de la sociedad que se generaliza como forma


de dominación poblacional y territorial autónoma respecto de otros Estados. El Esta-
do debe garantizar los derechos de las personas dentro de su territorio.

Estigma: Marca que hace parecer a una persona como inferior al resto y que produce
rechazo social. Se alimenta de percepciones sin fundamento lógico-racional. En la
actualidad, el estigma prevalece y se basa en una o más condiciones como la edad, la
clase, el grupo étnico, las creencias religiosas, las preferencias, orientaciones y prác-
ticas sexuales, entre otros.

Gay: Expresión alternativa a homosexual que se prefiere por su connotación política y


uso popular. Se utiliza como sinónimo de la identidad de los hombres homosexuales,
aunque algunas mujeres también lo utilizan. Es una construcción identitaria y resulta
también una manera de auto- denominación.

Género: Desde el punto de vista gramatical, el género es una categoría que permite
clasificar los nombres en masculinos y femeninos, y que en español no siempre se
asocia con la referencia extra- lingüística al sexo biológico. También es un conjunto
de ideas, creencias y representaciones sociales de la diferencia sexual entre hombres
y mujeres que suelen establecer relaciones desiguales de poder y un orden jerárquico
donde lo masculino (ser hombre) es superior a lo femenino (ser mujer). Además, alu-
de a las formas históricas y socioculturales en que mujeres y hombres construyen su
identidad, interactúan y organizan su participación en la sociedad.

Heteronormatividad: Conjunto de las relaciones de poder por medio del cual la


sexualidad se normaliza y se regla- menta en nuestra cultura y las relaciones hetero-
sexuales idealizadas se institucionalizan y se equiparan con lo que significa ser hu-
mano”.No sólo implica un prejuicio contra la homosexualidad, sino que constituye
un conjunto de normas sociales que ejercen presión para construir una sexualidad
idealizada.

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Homofobia: Es la aversión, miedo o intolerancia hacia las personas que no cumplen con
el papel establecido para cada uno de los sexos o géneros. Se expresa en rechazo, discri-
minación, ridiculización y otras formas de violencia que dan pie a prácticas que pueden ser
violatorias de los derechos humanos. Se hace extensivo para incluir el rechazo a todas las
expresiones sociales que no cumplen con los roles y las prácticas tradicionales de género.

Homosexualidad: Deseo o práctica de relaciones sexuales-erótico-afectivas entre


personas del mismo sexo o género. Este término se acuñó en 1868, en Alemania,
durante los debates en torno a la ley prusiana contra la sodomía. Luego, se utilizó
en el Reino Unido como parte de ensayos históricos que apelaban a la existencia de
prácticas homosexuales desde la Antigüedad.

Identidad: Designa aquello que es propio de una persona o grupo y lo singulariza.


Las expresiones de la identidad varían en función de las referencias culturales, pro-
fesionales, religiosas, geográficas y lingüísticas, entre otras. A pesar de su vaguedad
semántica, la utilización del concepto de identidad permite esclarecer las relaciones
entre la persona y su entorno.

Identidad sexogenérica: Concepto y sentimientos que se tienen de uno mismo como


ser sexual. Cada persona la define de acuerdo con su estilo de vida, sus prácticas y
deseos sexuales, su adscripción de género, su preferencia sexual, actitudes y manifes-
taciones de comportamiento.

Igualdad sustantiva: Es el acceso al mismo trato y oportunidades para el reconoci-


miento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Interculturalidad: Proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos de


personas en el que las opiniones, proposiciones, experiencias, conocimientos y prác-
ticas alternativas rompen el discurso de la cultura dominante, recuperando espacios
para las personas más invisibilizadas. La interculturalidad no es un concepto o repre-

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sentación abstracta y mental de una cosa, sino un proceso social en el que no se per-
mite que un grupo cultural esté por encima de otro, favoreciendo en todo momento
la integración de las distintas culturas a través del diálogo y la coexistencia armónica
de las diferencias y desigualdades construidas a lo largo de la historia entre diferen-
tes grupos socioculturales, étnico-raciales, de género y de orientación sexual, entre
otros. La interculturalidad contribuye a la construcción de sociedades que asuman las
diferencias como parte de la democracia y que sean capaces de construir nuevas re-
laciones humanas, verdaderamente igualitarias, entre las personas que forman parte
de diferentes grupos sociales, lo que supone empoderar aquellos que históricamente
han sido considerados inferiores.

Intersexualidad: Presencia en la anatomía de una persona de órganos sexuales que


corresponden a características de ambos sexos o estructuras que son difíciles de de-
finir o resultan ambiguas desde la lógica que reconoce sólo dos sexos.

Lenguaje: Conjunto de signos y símbolos que nos permiten crear y transmitir un men-
saje. Es una capacidad exclusiva del ser humano (los animales sólo tienen sistemas de
comunicación) que lo capacita para abstraer, conceptualizar y comunicarse. Los seres
humanos podemos crear un número infinito de proposiciones a partir de un número
nito de elementos y también recreamos la lengua, por ejemplo, a través de esquemas
y mapas conceptuales. La representación de dicha capacidad en la forma de un códi-
go es lo que conocemos como lengua o idioma.

Lenguaje incluyente: Conjunto de usos del lenguaje que permite la construcción


de discursos orales, escritos y visuales que reconocen la igualdad entre las mujeres y
los hombres; elimina los usos y expresiones sexistas y discriminatorios del lenguaje;
manifiesta la diversidad social; visibiliza y nombra de manera adecuada a los grupos
y personas históricamente discriminados y contribuye a equilibrar las desigualdades.
El uso incluyente del lenguaje no impide respetar las normas gramaticales de nuestro
idioma, sino que aprovecha las posibilidades lingüísticas que ofrece para que todas

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y todos podamos ser nombrados y considerados de una manera respetuosa y digna,


libre de prejuicios, estigmas y discriminación. Es una herramienta concreta y efectiva
para incorporar una perspectiva de igualdad y no discriminación en la comunicación
de acciones, programas, políticas públicas, leyes o cualquier otro texto, con la funcio-
nalidad de reconocer, incluir y valorar la diversidad de la población.

Lenguaje sexista: Aquellos usos del lenguaje que invisibilizan a las mujeres, las subor-
dinan, las humillan y estereotipan.

Lesbiana: Mujer que se relaciona erótico-afectiva-amorosa-vitalmente con mujeres.


Se utiliza como sinónimo de la identidad de las mujeres homosexuales. Es una cons-
trucción identitaria y resulta también una manera de autodenominación.

Orientación sexual: Deseo o atracción erótico-afectiva hacia otras personas. Existe


a lo largo del continuo que va desde la heterosexualidad exclusiva hasta la homose-
xualidad exclusiva e incluye diversas formas de bisexualidad. Puede manifestarse en
forma de comportamientos, pensamientos y fantasías o deseos sexuales, o en una
combinación de estos elementos.

Patriarcado: Etimológicamente significa “el gobierno de los padres”. En los estudios


de género se refiere al sistema de relaciones sociales caracterizado por la distribución
desigual del poder entre hombres y mujeres, en el cual los varones tendrían pree-
minencia en varios aspectos sociales, principalmente la participación en el espacio
público y la atribución de estatus a las distintas ocupaciones de hombres y mujeres
determinadas por la división sexual del trabajo.

Prejuicio: Noción que, sin estar respaldada en una experiencia directa o información
comprobable, orienta de manera negativa la percepción de una persona o un grupo.

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Roles de género: Normas o papeles socialmente asignados a las personas, determi-


nados por su sexo biológico y según los cuales se debe comportar cada sexo (mujer/
femenino-hombre/masculino). Cada persona los asume o no al construir su identidad,
afectividad y autoestima.

Sexismo: Es la discriminación hacia las personas de un sexo por considerarlo inferior


al otro. Alude a un conjunto de nociones, expresiones y prácticas sociales que, con
base en la diferencia sexual, legitiman y avanzan la desigualdad social entre las per-
sonas. Quienes han sido históricamente discriminadas son las mujeres. También es
considerado una valoración asimétrica entre ser hombre o mujer, o entre lo masculino
y lo femenino; generalmente se traduce en prácticas discriminatorias hacia un sexo
(casi siempre las mujeres) por considerarse inferior al otro.

Transexualidad: Condición humana por la que una persona, habiendo nacido con
un sexo biológico determinado, tiene una identidad de género (sexo psicológico)
distinta a la que le corresponde, de acuerdo con los patrones sociales y culturales
predominantes. La condición de ser transexual no depende de si se realiza o no la
reasignación sexo-genérica.

Transgénero: Condición humana por la que una persona tiene cualidades y compor-
tamientos de género (el ser masculina o femenina) que no coinciden con su sexo, de
acuerdo con los patrones sociales y culturales predominantes, por lo que se identifica
o adopta los del sexo opuesto. El uso del atuendo del sexo opuesto es la conducta
más ostensible de la transgeneridad.

Travestismo: Es una identidad en la que una persona de determinado sexo biológico


utiliza la vestimenta socialmente asignada al sexo opuesto. El travestismo puede im-
plicar un deseo transexual del individuo en el que anhela que se le reconozca como
una persona del sexo contrario, o bien, puede presentarse por diversos motivos que
implican el uso temporal de esa vestimenta y sólo en contextos determinados.

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