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¿Cuáles son los factores más importantes para el éxito ministerial que un pastor
necesita atender?
Los factores más importantes que el pastor necesita atender para bendecir a la gente,
son los siguientes:
1. Su relación con Dios. Esta es la prioridad número 1, después viene todo lo demás.
2. El contenido de la predicación. Que sea bíblica, contextualizada, enfocada en la
misión, que responda a necesidades, que desafíe a desarrollar los dones, talentos y
capacidades, que provea sanidad, consejería y herramientas para el servicio.
3. La calidad de la enseñanza. Esta debe generar un plan a través del cual se pueda
discipular a cada uno de los que son parte de la iglesia. Con un orden, un conjunto de
enseñanzas fundamentales de la Biblia y vida cristiana práctica.
4. La integridad personal y familiar. Tiene relación con la conducta y estilo de vida, que
en definitiva da coherencia al mensaje proclamado que se brinda desde el púlpito y fuera
de él.
5. El manejo administrativo. Tiene que ver con la transparencia en las finanzas; llevar
registros contables, realizar informes periódicos a la congregación y en el nivel
institucional que corresponda, registro de miembros, libros de actas, inventario, etc., es
decir, rendir cuentas.
6. Las relaciones interpersonales saludables. Encontramos soporte en muchos textos
del Nuevo Testamento en relación a la vida de los cristianos, y por sobre todo, en quienes
ejercen el ministerio pastoral, teniendo su punto más alto en la manifestación del fruto
del Espíritu como reflejo del carácter de Cristo (Gálatas 5.22–23). Desde el punto de vista
psicológico, gozan generalmente de buenas relaciones interpersonales las personas que
hacen un buen uso de la inteligencia emocional.
Un texto bíblico que señala factores muy importantes para el éxito pastoral, lo
encontramos en 1 Pedro 5.1–4.
Partiendo de esta base y para una buena gestión pastoral, destacamos los siguientes:
Cuando decimos ¿Cómo?, nos lleva a pensar en acciones, estrategias, aquello que tiene
que ver con la práctica. Por supuesto que estas acciones y estrategias para que queden
bien establecidas, se deben escribir…
1. Oración intercesora: Para esto es necesario hacer dos cosas, primero contar con
información actualizada de pueblos que necesitan ser alcanzados, como asimismo de los
esfuerzos misioneros, y segundo, generar espacios de intercesión por misiones en la
iglesia y en diferentes maneras; culto, grupos pequeños, en las casas, etc.
3. Ofrendas Misioneras: En este aspecto es importante ser muy creativos, más allá
de las ofrendas de los cultos, se pueden realizar campañas, actividades especiales, o aún
sistemas de socios o compañeros de misión, realizando compromisos de fe para ser
efectivos y cubrir presupuestos que prácticamente ninguna iglesia local puede cubrir
sola. Cada país puede establecer la distribución de la ofrenda, una sugerencia es
distribuir en cinco partes iguales: iglesia local, distrito, región, nación y oficina de la
Superintendencia.
4. Adopción de misioneros: Cada iglesia local puede asociarse con otras iglesias y
de esta manera sostener en oración, acompañamiento y finanzas a una familia misionera
en el campo.
Ellos nos necesitan, nos esperan, nos consideran parte de su equipo...
Como pastor, ¿Qué debo hacer para tener una iglesia en constante crecimiento y
de alto impacto en la comunidad?
Para contestar esta pregunta es necesario partir de que una visión es una descripción
clara y sencilla de lo que Dios quiere que sea una congregación con una perspectiva a
futuro.
1. Desarrollar una visión clara, desafiante y realista, que surja de un diagnóstico real,
del estado de nuestras iglesias y comunidades.
3. Dar a conocer la visión por todos los medios posibles a la congregación, ya que
será el objetivo que se quiere alcanzar.
4. Involucrar a toda la iglesia local en el desarrollo de esta visión e iniciar los procesos
de cambios necesarios.
No hay manera de empoderar pro¬cesos de plantación de iglesias ni revitalización desde
fuera de la iglesia local. Es decir, si el pastor no tiene una visión enfocada en esto, el
liderazgo y los miembros de su iglesia tampoco la tendrán.
Cada pastor puede sentirse libre de utilizar el método y los materiales que mejor se
adecuen a su realidad para dar crecimiento a su iglesia local.
Pastores y líderes necesitamos reconocer los tiempos que corren, son de un constante
cambio, y a la vez, van generando importantes desafíos en la misión que nuestras
congregaciones enfrentan en el día a día. Los problemas sociales, la diversidad cultural,
el avance de la tecnología, entre otros, requiere de estar a la altura de las circunstancias.
Por eso es necesario RE- EDUCAR a nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos, y
ayudarlos de esta manera a un crecimiento espiritual, que les permita profundizar su
relación con Cristo.
¿Qué más podemos hacer para mantener, vigente, activo y actualizado el rol
docente de nuestras iglesias y ayudar a las personas en el crecimiento espiritual?
R5: REFLEJAR LA GLORIA DE DIOS en todo lo que somos, sentimos y hacemos
(Mente, Corazón y Manos) (1 Pedro 1:16).
Siendo luz y sal de manera práctica, manifestando acciones concretas de amor, tales
como:
¿Podrías escribir otras acciones en las que puedas reflejar la Gloria de Dios?
R6: RESPONDER EN ACCIÓN Cada uno de los cinco objetivos anteriores contará
con la estrategia y proceso de ejecución que garantice alcanzar los resultados
deseados. (Jn. 15:5).
La única manera de empezar es decidir hacerlo, y utilizar todos los recursos que
disponemos como Iglesia de Dios, entendiendo que somos protagonistas de un
movimiento global de evangelización.
Que la iglesia debe salir de sus cuatro paredes, para manifestar la gloria de Dios, ya que
los hombres verán las buenas obras y glorificarán al Padre que está en los cielos (Mat. 5:
14-16)
Estos conceptos son tan amplios e inclusivos, que nos llevan a pensar en una iglesia
cumpliendo una misión integral para las personas, cualquiera sea su condición.