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REDES ATENCIONALES

Y SISTEMA VISUAL SELECTIVO

ALEJANDRO CASTILLO MORENO* Y ANGÉLICA PATERNINA MARÍN


UNIVERSIDAD DEL NORTE, BARRANQUILLA

Recibido: noviembre 18 de 2005 Revisado: febrero 17 de 2006 Aceptado: abril 18 de 2006

ABSTRACT
In this paper we checked the principal researches and theories to explain the attention system functioning.
We are going to start reviewing along time about the concept of attention, from filter theories and
resources distributor theories, to the current theories in which attention is conceived as a control system.
From this last point of view, we will emphasize on the attentional networks theory of Posner, that
proposes different systems to explain diverse aspects of attention, but they are related to each other. At
last in this paper, we will mention experimental results that have been important to characterize the
selective attentional mechanisms of the human visual system, using the attentional spotlight model for
this aim.

Keywords: Attention, attentional system, attentional networks, attentional spotlight, psychopedagogy.

RESUMEN
En este artículo revisamos las investigaciones y teorías que más han contribuido en la explicación del
funcionamiento del sistema atencional. Comenzaremos haciendo un repaso histórico del concepto de
atención, desde las ideas de filtro y de distribuidor de recursos, hasta las más actuales que la conciben
como un mecanismo de control. Desde esta última perspectiva destacaremos la teoría de las redes
atencionales de Posner, en la que se proponen sistemas diferentes que explican distintos aspectos de la
atención, pero que están íntimamente relacionados. En la última parte del artículo presentaremos aquellos
resultados experimentales que han permitido caracterizar al mecanismo atencional selectivo del sistema
visual, utilizando para ello la metáfora del foco atencional.

Palabras clave: Atención, sistema atencional, redes atencionales, foco atencional, psicopedagogía.

* Alejandro Castillo Moreno. Programa de Psicología, Universidad del Norte. Km 5 Antigua Vía a Puerto, Barranquilla, Colombia.
Teléfonos: (57-5) 3509291 – (57-5) 3509332. Correo electrónico: mcastillo@uninorte.edu.co.

Univ. Psychol. Bogotá (Colombia), 5 (2): 305-325, mayo-agosto de 2006 ISSN 1657-9267
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En la vida cotidiana los humanos recibimos estí- los que debían ser atendidos y la atención facilitaba
mulos procedentes de un gran número de obje- de alguna manera el procesamiento posterior de
tos y eventos, presentados todos ellos de forma tal información. Estas ideas llevaron a plantear teo-
simultánea. Sin embargo, sólo una pequeña parte rías basadas en canales de capacidad limitada
son relevantes para nosotros. Debemos atender (Broadbent, 1958; Deutsch & Deutsch, 1963;
únicamente a aquellos que utilizaremos para al- Treisman, 1964), donde la información pasaba a
canzar nuestros objetivos o metas, e ignorar los través de una serie de etapas que solo podían pro-
que pueden ser causa de distracción o interferen- cesar un número limitado de objeto estimulares.
cia. Los estímulos a los que atendemos los llama- Este “cuello de botella” era un filtro donde la in-
mos objetivos y a los ignorados distractores. La formación que pasaba era procesada a niveles pro-
atención selectiva es el proceso mediante el cual fundos mientras que el resto simplemente se
realizamos esta diferenciación. disipaba en los niveles anteriores. Este tipo de teo-
Las referencias a procesos atencionales se re- rías dio lugar a que la experimentación se centrara
montan a la antigüedad (véase Tudela, 1992), pero en cuestiones tales como el lugar donde estaba si-
su estudio sistemático no se produce hasta finales tuado el filtro atencional. Para algunos autores
del siglo XIX, cuando W. James (1890) define la (Broadbent, 1958) (Véase Figura 1) estaba situado
atención y establece una taxonomía. Es bien co- en las primeras etapas del procesamiento. Todos
nocido que James enfatiza la función selectiva de los estímulos que llegan al sistema sensorial son ana-
la atención (“Es la toma de posesión por parte de lizados según sus características físicas, pero sólo
la mente, de uno entre los muchos simultánea- uno atraviesa el filtro cada vez, es seleccionado, y
mente posibles objetos o series de pensamien- pasa al sistema perceptual de capacidad limitada.
tos.”), aunque también la vincula con la consciencia La contrastación empírica vino de estudios en los
y los objetivos del individuo. No es de extrañar, que se intentaba poner de manifiesto deficiencias
por tanto, que el aspecto selectivo de la atención atencionales sobrecargando el sistema mediante la
sea una de sus características más estudiadas en la manipulación de la cantidad de información que se
psicología moderna. presenta a los sujetos (Cherry, 1953; Posner, 1978)
En los años 50 y 60 la atención era normalmen- y de experimentos en los que se quería demostrar
te conceptualizada como un proceso facilitatorio. la serialidad en la identificación de estímulos
Algún mecanismo cerebral seleccionaba los estímu- (Sperling, 1960).

FIGURA 1. ESQUEMA DEL MODELO DE BROADBENT (ADAPTADO DE BROADBENT, 1958)

Electores

Sistema
regulado de
respuesta

Canal de
Almacén a Filtro capacidad
Sentidos corto plazo selectivo limitada

Almacén a
largo plazo

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Sin embargo, otros autores consideraron que zados semánticamente. La idea sería que todos
el filtro se encuentra en estadios de procesamien- los estímulos que llegan a los sistemas sensoriales
to posteriores (Deutsch & Deutsch, 1963; Van der pasan por todas las etapas de procesamiento hasta
Heijden, 1981) (Véase Figura 2). Apoyados en al- alcanzar su representación en memoria (Norman,
gunas evidencias experimentales provenientes de 1968). Una vez estas han sido activadas (lo que
estudios que utilizaban tareas de escucha dicótica significa que han sido procesadas semánticamente
(Lewis, 1970) y tareas Stroop, propusieron que el y categorizadas) procesos de arriba-abajo activan
filtro atencional no actuaba hasta que todos los más, o seleccionan, la representación mental del
estímulos (o al menos los más relevantes o fami- estímulo objetivo, con lo que es éste el que pasa a
liares de la escena) fueran procesados y categori- tomar el control de la acción.

FIGURA 2. ESQUEMA DEL MODELO DE DEUTSCH Y DEUTSCH SEGÚN LA VERSIÓN DE NORMAN

Sistema
Sentidos lingüístico

Mecanismos de Expectativas
análisis de los
estímulos

Memoria

Relevancia

Selección

(Adaptado de Norman, 1969).

Los modelos de filtro enfatizan un aspecto de En años posteriores comenzaron a surgir teo-
la atención, su función selectiva, pero tienden a ig- rías que postulaban un segundo proceso que ayu-
norar que esa función es necesaria sólo si se asume daría al facilitatorio en la tarea de selección. La
que el sistema de procesamiento es de capacidad idea consistía en que, al mismo tiempo que se pro-
limitada. Cuando el énfasis se traslada a la capaci- ducía la facilitación, los estímulos distractores pre-
dad, se produce tanto un cambio en los procedi- sentes en la escena con capacidad para interferir
mientos experimentales como en los modelos en el normal procesamiento de los objetivos son
explicativos. Kahneman (1973) (Véase Figura 3) inhibidos, es decir, su activación es reducida de
propuso que los sistemas de procesamiento tienen forma activa. Tanto estudios experimentales como
una cantidad limitada de recursos, los cuales pue- razones teóricas avalaban un mecanismo de este
den ser usados para la realización de diferentes pro- tipo. Entre estas últimas podemos destacar prin-
cesos o tareas. En este modelo, la atención es la cipalmente dos (Houghton & Tipper, 1994). Por
encargada de distribuir los recursos entre ellos, para un lado se puede argüir la ganancia en velocidad
que se ejecuten de manera adecuada, dependiendo en el proceso de seleccionar los objetivos de entre
del objetivo final del sujeto. Kahneman sugirió el todos los estímulos que llegan al sistema perceptual.
tradicional concepto de arousal (activación general) Si, al mismo tiempo que el estímulo objetivo co-
como un sistema que provee activación o recursos rrespondiente está recibiendo activación, los
no solo para actividades de carácter físico, sino tam- distractores presentes en la escena están siendo
bién para las psicológicas. inhibidos, o sea, se está reduciendo su nivel de

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FIGURA 3. MODELO DE KANHEMAN, 1973

Estímulos
Manifestaciones
diversas del
arousal
Arousal

Capacidad disponible

Disposiciones
permanentes
Política de
distribución de
recursos
Evaluación
Intenciones de las
momentáneas demandas de
capacidad

Actividades posibles

Respuesta

activación, la distancia –en términos activacionales– Los estudios experimentales que más han apor-
que los separa aumentará mucho más rápidamente, tado en la demostración de la existencia de un me-
con lo que la discriminación entre uno y otros se canismo inhibitorio han utilizado preferentemente
alcanzará antes. tareas tipo Stroop (Dalrymple-Alford & Budayr,
La segunda razón teórica que se puede desta- 1966; Neill, 1977) y de priming negativo (Castillo &
car es la dificultad que en algunos casos podría Catena, 2003; Marí-Beffa & Nievas, 2002). Por
darse en la selección, si actuara sólo el mecanismo ejemplo, Neill (1977) presentaba a los sujetos pala-
facilitatorio. El nivel de activación de un nodo o bras coloreadas y les pedía que respondieran al
neurona debe forzosamente tener dos límites físi- color de la tinta e ignoraran el significado de la pa-
cos, uno superior y otro inferior. Pues bien, si, labra. La presentación se hacía de forma serial. Los
por ejemplo, se presentan dos estímulos, uno resultados mostraron que cuando el sujeto debía
como objetivo y otro como distractor, que pro- responder a un color que era el mismo que desig-
ducen una alta activación en sus representaciones naba la palabra del ensayo anterior, la respuesta era
o nodos (por ser de brillo intenso, de grandes di- más lenta que cuando no había ningún tipo de rela-
mensiones, etc.) una buena discriminación no po- ción entre los dos ensayos. Este efecto parecía indi-
dría darse con solo activar más a uno de ellos, ya car que existía algún tipo de inhibición del significado
que alcanzaría el nivel máximo de activación rápi- de las palabras, lo que les hacía estar menos dispo-
damente, sin haber conseguido aún una distancia nibles si se les necesitaba en una ocasión posterior.
suficiente para la selección. Sin embargo, con un Esta demora en el tiempo de reacción ante un ob-
mecanismo encargado de inhibir el estímulo jetivo relacionado con un distractor precedente fue
distractor, esta dificultad no existiría. denominado priming negativo (Tipper, 1985).

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Este tipo de aportaciones llevaron a una re- Las redes atencionales


conceptualización de la atención, que pasó a ser En los últimos años la atención ha pasado de ser
considerada como un proceso complejo y flexi- considerada un mecanismo de procesamiento de
ble, que se adapta a las necesidades y exigencias la información, a ser considerada un mecanismo
que plantea al sujeto la tarea que está realizando. central de control de los sistemas de procesamien-
Se pasó de la metáfora de “filtro” a otras como to (Posner & Dehaene, 1994; Tudela, 1992). Este
“fuente de recursos” (Norman & Bobrow, 1975), mecanismo, distribuido en diferentes lugares del
“foco” (Posner, Snyder & Davidson, 1980) o sistema nervioso, ejerce sus funciones a través de
“foco con zoom” (Erikssen & Yeh, 1985). La idea procesos facilitatorios e inhibitorios. Actualmente
de foco atencional se fundamentaba en la existen- se han identificado tres sistemas atencionales se-
cia de un mecanismo que facilitaba aquellos estí- parados anatómica y funcionalmente (Posner &
mulos objetivos situados dentro de una región Raichle, 1994; Fan, McCandliss, Sommer, Raz, &
específica del mapa perceptual y permitía ignorar Posner, 2002; Callejas, Lupiañez & Tudela, 2004):
los estímulos distractores situados fuera de esta anterior, posterior y sistema de vigilancia. El estu-
región. La mayor activación de los objetivos les dio de estas tres redes nos permitirá revisar lo que
permitía pasar a fases de procesamiento poste- actualmente se conoce acerca de los sistemas aten-
riores. Las propiedades y funcionamiento de este cionales del cerebro humano.
supuesto foco atencional han sido aspectos muy El sistema atencional posterior parece estar re-
estudiados dentro del campo de la atención en lacionado con todo lo referente al control del pro-
los últimos años. Se ha investigado la forma del cesamiento espacial (Posner & Raichle, 1994). Sería
foco (Eriksen & Eriksen, 1974), el tamaño el encargado de centrar la atención en la posición
(LaBerge, 1983; Eriksen & Murphy, 1987), si puede del campo visual donde está situado el estímulo
ser dividido (Bichot, Cave & Pashler, 1999, objetivo. Para ello realiza las operaciones de
Cepeda, Cave & Bichot, 1998; Kramer & Hahn, desenganche de la atención del objeto en el que estaba
1995; Hahn & Kramer, 1998; Shaw & Shaw, 1977; centrada, movimiento por el campo visual hasta la
Sperling & Melchner, 1978; Umiltà, 1995), y algu- nueva posición y enganche de la atención en el estí-
nas otras cuestiones que veremos más adelante. mulo designado como objetivo actual. Estas tres
A continuación vamos a exponer el modelo acciones son realizadas por mecanismos que están
propuesto por Posner, actualmente considerado situados en distintas áreas cerebrales, a saber: lóbu-
como el más sólido y el que más apoyo experi- lo parietal posterior, colículo superior y ciertas áreas
mental ha recibido. talámicas (principalmente el núcleo pulvinar).
FIGURA 4. SISTEMA ATENCIONAL POSTERIOR

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Una vez la atención ha cambiado a la nueva lo- anterior sería un mecanismo ejecutivo, que haría cons-
calización y el contenido visual de esta zona ha sido cientes el objeto atendido y sus propiedades, y vela-
transmitido, el sistema atencional anterior entra en ría por el cumplimiento de las metas establecidas1 .
juego. La principal función de este mecanismo pa- También este mecanismo parece estar formado
rece ser la detección de objetos y el reconocimiento anatómicamente por varias áreas cerebrales, princi-
de su identidad. Se ha identificado esta segunda red palmente el cíngulo anterior, los ganglios de la base
de la teoría de Posner con la llamada Working memory y el córtex dorsolateral prefrontal, es decir, las áreas
(Baddeley, 1986), y esta, a su vez, se ha asociado con que forman parte del circuito del ejecutivo central
la consciencia. Así, parece que el sistema atencional (Funahashi, 2001) (Véase Figura 4).

FIGURA 5. EJEMPLO DE LA TAREA DE COSTOS Y BENEFICIOS

Ti
em
+ po +

A A

Ensayo válido Ensayo inválido

El tercer sistema que forma el mecanismo La red atencional posterior también parece estar
atencional es el llamado sistema de vigilancia: en- relacionada con la orientación de los sistemas
tra en funcionamiento cuando el sujeto debe estar atencionales en memoria, más en concreto con
alerta ante la aparición de un posible estímulo la exploración de imágenes recuperadas de la
objetivo. Durante este periodo parecen producir- memoria (Posner, 1980).
se una serie de cambios funcionales en el sistema Para el estudio de este tipo de orientación de
atencional que preparan el cerebro para la detec- los sistemas atencionales se ha utilizado una tarea
ción rápida del posible objetivo (entre estos cam- que posibilita separar este proceso de otros que
bios cabe destacar la inhibición que sufre el sistema están involucrados en operaciones de tipo visual
atencional anterior). Anatómicamente el mecanis- (Véase Figura 5). En un procedimiento típico,
mo atencional de vigilancia está formado por un ensayo comienza con un punto de fijación en
neuronas de norepinefrina del locus coeruleus que el centro de la pantalla, donde el sujeto experi-
proyectan principalmente en áreas de los lóbulos mental debe centrar su mirada. En las instruc-
frontal y parietal derechos. ciones se le pide que no mueva de ese lugar sus
ojos durante todo el experimento. A continua-
ción aparece un estímulo que indica en qué lugar
Sistema Atencional Posterior se presentará con más probabilidad el estímulo
Este sistema es el encargado de orientar la aten-
ción hacia la localización visual donde están si-
tuados los posibles estímulos objetivo. La 1
Las metas a las que aquí nos referimos no son metas conduc-
finalidad última de este alineamiento es el aumen- tuales, sino la realización del tipo de procesamiento que
sobre ese objeto estimular debe realizarse (p.e. análisis de
to en la eficacia del posterior procesamiento de alguna de sus características, comparación con otro objeto
los objetos situados en la posición visual elegida. en memoria, etc.)

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objetivo. Esta señal puede ser central o periférica. debe desengancharse de su antiguo objetivo. Pa-
Una señal central es aquella que indica la posi- rece que el sistema cerebral encargado de llevar a
ción del objetivo mediante un código determi- cabo esta operación está en el lóbulo parietal. Una
nado (por ejemplo, una flecha apuntando hacia fuente de evidencia importante son los estudios
el lugar elegido), mientras que la periférica se- con pacientes con daño cerebral y estudios que
ñala el lugar mediante la posición en la que se utilizan la Tomografía de Emisión de Positrones
encuentra (p.e. un cuadrado blanco en la posi- (PET). A continuación veremos con detalle estas
ción donde se espera aparezca el objetivo). Esta dos líneas de investigación.
señal se espera que anime al sujeto a mover su Una lesión en humanos del lóbulo parietal ori-
atención hacia el lugar indicado con el fin de me- gina el llamado síndrome clínico del neglect, con-
jorar el tiempo de reacción en la respuesta. Des- sistente en una incapacidad por parte del paciente
pués de un intervalo de tiempo aparece el de informar de estímulos situados en la parte con-
estímulo objetivo en una de dos posibles posi- tralateral a la lesión (DeRenzi, 1982). Este fenó-
ciones y el sujeto debe presionar una tecla tan meno también puede surgir cuando hay lesiones
pronto como lo detecte. La posición real del en otras partes del cerebro, como en el tálamo,
objetivo con respecto a la señalada previamente cerebro medio y algunos lugares de la corteza,
determina las dos principales condiciones expe- pero parece que es en el lóbulo parietal derecho
rimentales. El objetivo puede aparecer en el lu- donde las lesiones desembocan con más frecuen-
gar indicado por la señal previa (ensayos válidos) cia en neglect. Cuando estos pacientes realizan la
o puede aparecer en el lugar opuesto (ensayos tarea atencional expuesta anteriormente, surgen
inválidos). Si realmente ha habido, por parte del una serie de resultados que sugieren que el pro-
sujeto, una anticipación en la orientación de la blema se encuentra en la operación de desenganche.
atención hacia donde indica la señal previa, se Mientras que en los ensayos válidos los tiempos
espera que la respuesta en los ensayos válidos de reacción son similares a los encontrados en
sea más rápida -efecto facilitatorio- mientras que sujetos sanos, cuando el paciente con neglect debe
en los ensayos inválidos se espera un enlenteci- responder en un ensayo inválido en el que el obje-
miento en la respuesta -efecto inhibitorio-. Para tivo está en el lado contralateral a la lesión, sus
medir estos dos efectos, se comparan los tiem- tiempos de reacción suelen ser dos o tres veces
pos de reacción en estos tipos de ensayos con superiores, e incluso no llegar a responder. Este
otros en los que no aparece ninguna señal antici- resultado junto con el hecho de que no existen
pando la posición del objetivo (ensayos neutra- diferencias en los tiempos cuando la señal es
les). En un experimento bajo estas condiciones periférica o es central, parece indicar que el pro-
suelen encontrarse diferencias positivas entre en- blema está en que el sujeto no puede desengan-
sayos neutrales y válidos, beneficios, y diferen- char su atención una vez la ha fijado en un objeto
cias negativas entre ensayos neutrales e inválidos, situado en la misma cara de la lesión. Al igual que
costes. Estos dos efectos aparecen tanto en los en los estudios generales sobre neglect, se ha en-
tiempos de reacción (Posner, 1980) como en los contrado que este efecto de enlentecimiento en
errores de respuesta (Bashinski & Bachrach, 1980). los ensayos inválidos ocurre en ambos campos
A causa de esto la tarea ha sido denominada de visuales, y la única condición es que el movimien-
costos y beneficios. to que debe realizar el sujeto desde la señal hasta
Posner (Posner & Raichle, 1994) explicó los re- el objetivo vaya en la dirección opuesta a la de la
sultados de esta tarea partiendo de un sistema que lesión (Ladavas, 1987).
realiza tres operaciones cuando hay que mover la También los estudios con PET indican que el
atención de una localización a otra: desenganche, lóbulo parietal está implicado en procesos atencio-
movimiento y enganche del foco atencional. nales, más en concreto en los cambios del foco
Operación de desenganche. Antes de iniciar el mo- atencional. Corbetta, Meizin, Shulman y Petersen
vimiento hacia la nueva localización, la atención (1993) presentaban a los sujetos objetivos en mo-

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vimiento de tal manera que estos, para responder, movimiento ocular (Posner, 1978). En la tarea
debían mover su atención de izquierda a dere- atencional expuesta anteriormente, los sujetos de-
cha o de derecha a izquierda en alguno de los dos ben mantener, durante todo el ensayo, la mirada
campos visuales. Estos resultados se compararon fija en el punto de fijación, lo que puede confir-
con otro grupo de sujetos a los que se les presenta- marse registrando los movimientos oculares del
ban los mismos estímulos, pero el objetivo sobre sujeto. El hecho de que en los ensayos válidos la
el que debían responder permanecía fijo en el cen- respuesta sea más rápida que en los neutrales, in-
tro de la pantalla. Las imágenes obtenidas mues- dica que ha debido existir un movimiento
tran una activación del lóbulo parietal derecho atencional hacia el lugar señalado que ha anticipa-
cuando los estímulos aparecen en el campo visual do la aparición del objetivo.
izquierdo, y de ambos lóbulos parietales cuando es Parece que los sistemas cerebrales encargados
en el campo visual derecho donde aparecen los de los movimientos oculares están íntimamente
objetivos. Esta falta de paralelismo entre ambos relacionados con los movimientos encubiertos de
hemisferios puede explicar la evidencia clínica de la atención. Tanto animales como pacientes que
que los pacientes con daño en el lóbulo parietal tienen dañados los colículos superiores del cere-
derecho sufren un neglect más acusado que los que bro medio presentan problemas para realizar vo-
luntariamente movimientos oculares, sobre todo
tienen dañado el lóbulo parietal izquierdo.
en la dirección vertical (Rafal, 1998). En huma-
Por último, cabe destacar que los efectos que nos, los colículos superiores, se ven afectados por
produce el neglect en la visión también pueden ser una enfermedad llamada parálisis supranuclear
encontrados cuando al paciente se le pide que in- progresiva. Si estos pacientes realizan la tarea
forme sobre imágenes que tenga guardadas en atencional, se encuentra que, mientras en la direc-
memoria (Bisiach, 1992). Si le pedimos que ima- ción horizontal, no existen problemas para que
gine una escena o lugar conocido y que nos diga aparezca el efecto facilitatorio de los ensayos váli-
los objetos que hay en él, sólo prestará atención a dos, cuando la atención debe moverse vertical-
los situados en el mismo campo visual en el que mente, el efecto de validez aparece muy tarde. Esto
está la lesión. Si después le pedimos que cambie la parece indicar que el problema reside en la lenti-
perspectiva desde donde está imaginando la esce- tud con que estos pacientes mueven la atención
na por el lado contrario, ahora nos informará de desde la posición actual hasta la posición objetivo.
nuevo de los detalles situados en el mismo lado También se ha hallado que pacientes afectados por
de la lesión, que fueron los que anteriormente no parálisis supranuclear progresiva pierden el efecto
atendió. Esto parece demostrar que el mecanis- de inhibición de retorno, lo que apoya la hipótesis
mo que se ocupa del movimiento de la atención de que este tipo de inhibición está relacionado con
cuando se trata de la visión externa, es el mismo, el mecanismo responsable de los movimientos
oculares. Todos estos hallazgos apuntan a una re-
o al menos está en la misma zona cerebral, que el
lación entre los colículos superiores y los mecanis-
que se ocupa del movimiento atencional en esce-
mos encargados de los movimientos oculares y
nas imaginadas provenientes de la memoria.
atencionales.
Movimiento de la atención. Para que el objetivo
Operación de enganche. Una vez que la atención se
pueda ser procesado de forma adecuada el siste- ha situado en la posición en la que se encuentra el
ma atencional debe alinearse con éste, por lo que objetivo, la siguiente operación será facilitar el pro-
ha de moverse hasta situarse en la nueva posición. cesamiento de este estímulo por sistemas de proce-
Parecen existir dos formas de cambiar la atención samiento superior. A este mecanismo se le ha
de lugar: por un lado, cuando movemos los ojos identificado con las propiedades facilitatorias e
de una localización a otra, los sistemas atenciona- inhibitorias del foco atencional, por lo que los estu-
les son arrastrados por la mirada; pero también dios anatómicos se han centrado en las áreas talámicas,
puede haber movimiento atencional sin que haya implicadas en su control (Crick, 1992). Aunque en la

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siguiente sección nos ocuparemos ampliamente de las instrucciones u objetivos a llevar a cabo con el
los estudios realizados sobre las propiedades del foco mismo (p.e. iniciar la secuencia de operaciones
atencional, aquí haremos un breve repaso sobre los necesarias para presionar o no una tecla depen-
datos anatómicos y las evidencias empíricas para la diendo de si es la palabra objetivo que se buscaba
existencia de esta operación. dentro de una lista). Debido a estas propiedades,
Tres tipos de datos neurofisiológicos relacio- a este sistema también se le ha llamado red ejecu-
nan áreas del tálamo (en concreto el pulvinar) con tiva (Posner & Raichle, 1994). La idea de la exis-
las operaciones de facilitación e inhibición que rea- tencia de un mecanismo de este tipo se ha basado
liza la atención para la selección de objetivos. Por principalmente en la evidencia de la habilidad hu-
un lado, se ha comprobado en monos que existen mana en reorganizar los procesos de pensamien-
células en estas zonas que aumentan su actividad to de acuerdo con las instrucciones o metas y en
cuando se realizan operaciones en las que se re- la incapacidad que muestran pacientes con daño
quieren movimientos encubiertos de la atención. cerebral en la zona del lóbulo frontal para realizar
Además, ésta se ve perjudicada cuando se inyecta conductas coherentes con un objetivo.
alguna sustancia que bloquee la actividad de estas El giro cingulado anterior y la corteza dorso-
células, enlenteciéndose la respuesta a objetivos lateral prefrontal (Funahashi, 2001) son las zonas
situados en el lado contralateral de la lesión. cerebrales en las que parece residir la mayor parte
En estudios con humanos que padecen lesiones del sistema atencional anterior. Por un lado, tienen
en el núcleo pulvinar también se han encontrado conexiones anatómicas con áreas necesarias para
déficits cuando realizan la tarea atencional referida realizar su función de control (desde las zonas
anteriormente (Rafal & Posner, 1987). En concre- perceptuales visual y auditiva, hasta áreas frontales
to, se produce un aumento en el tiempo de reac- y prefrontales, relacionadas con el mantenimiento
ción en ensayos válidos cuyo objetivo está situado activo de representaciones de eventos pasados,
en el lado opuesto a la lesión. Una vez descartadas working memory (Fuster, 2000). Por otro lado, estu-
explicaciones por problemas de tipo oftalmológi- dios con PET han revelado una clara relación en-
co, este enlentecimiento en la respuesta se ha atri- tre la activación de estas áreas y tareas en las que se
buido a un fallo en la operación de facilitar la requiere detección y selección de estímulos y de
localización donde aparecerá el objetivo. respuestas (Colmenero, Catena & Fuentes, 2001).
Por último, también estudios realizados con La activación del sistema atencional anterior apa-
PET han corroborado el papel atribuido al nú- rece cuando se requiere la detección de estímulos
cleo pulvinar. Esta zona se activaba cuando los visuales que deben ser discriminados a partir de su
sujetos debían responder sobre un objetivo que forma, color, movimiento o significado (Corbetta,
estaba rodeado de distractores, mientras que no Meizin, Dobmeyer, Shulman & Petersen, 1990);
lo hacía si este estímulo se encontraba aislado. La cuando aumenta el número de elementos a selec-
actividad en las áreas visuales no parecía sufrir cam- cionar y cuando hay poca práctica; y en los blo-
bio alguno entre un grupo y otro. Así, parece que ques conflictivos del la tarea Stroop (Pardo, Pardo,
de nuevo esta zona se relaciona con las operacio- Janer & Raichle, 1990; Botvinick, Braver, Barch,
nes necesarias para realizar la selección entre obje- Carter & Cohen, 2001).
tivo y distractores.
Sistema Atencional de Vigilancia
Sistema Atencional Anterior El tercer sistema que forma el mecanismo
La función asignada a este sistema es detectar y atencional es el encargado de mantener el estado
hacer consciente el objeto estimular que ha sido de alerta necesario cuando se requiere que el suje-
trasmitido por la red posterior del mecanismo to responda a estímulos de aparición infrecuente.
atencional. La detección de un estímulo incluye el Los estudios se han realizado con tareas de lar-
reconocimiento de su identidad y la realización de ga duración con objetivos muy separados en el

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tiempo o con tareas que utilizan señales de aviso por lo que una interrupción momentánea del siste-
(Parasuraman & Davies, 1984). Con estas tareas se ma atencional anterior parecería beneficiar la de-
ha comprobado que el organismo sufre una se- tección. La sensación a la que se ha asociado esta
rie de cambios que ayudan en la detección de la circunstancia es la de tener “la mente en blanco”,
señal. Entre los cambios orgánicos destaca el intentando evitar que cualquier estímulo o idea
enlentecimiento del ritmo cardíaco, mientras que interfiera en la detección de la señal.
en el cerebro se reduce la actividad eléctrica glo-
bal, a la vez que aumenta el flujo de sangre en
áreas como los lóbulos frontal y parietal derechos. Atención espacial
Estos cambios provocan una mayor velocidad en La posición de los estímulos en nuestro espacio
la detección de los estímulos objetivo, pero tam- visual es una propiedad que parece tener un lugar
bién aumenta el número de errores y de respues- preponderante en el procesamiento de éstos en el
tas anticipatorias. Este intercambio entre velocidad cerebro. Muchos experimentos apoyan esta afir-
y precisión sugiere que la alerta no mejora la cali- mación (Von Wright, 1968; Woods, 1984). El re-
dad del procesamiento del estímulo, sino la velo- sultado más frecuente muestra cómo la posición
cidad de las acciones (Posner, 1978). espacial de un objetivo es un indicador más efec-
El circuito que parece estar implicado en el tivo que cualquier otro (color, forma, significado,
mantenimiento del estado de alerta está forma- etc.) La velocidad de procesamiento y la detec-
do por neuronas norepinefrinérgicas que unen ción de un objetivo mejora considerablemente si
el locus couruleus con áreas del lóbulo frontal anteriormente a su aparición, una señal indica el
principalmente derecho (Posner & Petersen, lugar donde va a aparecer. Este tipo de resultados
1990). La implicación de la norepinefrina se ha llevó a suponer que la atención trabaja seleccio-
demostrado con estudios en los que su acción nando ubicaciones espaciales, facilitando el pro-
se ha bloqueado, administrando clonidina o cesamiento de los estímulos situados en estas.
guanfancina, y originándose una disminución en LaBerge (1983) presentaba a los sujetos palabras
la capacidad de los sujetos para mantener el es- de cinco letras. En una condición debían categorizar
tado de alerta. La implicación del lóbulo frontal la letra central y en otra la palabra completa. Oca-
derecho ha venido avalada principalmente por sionalmente aparecía un objetivo en una de las cin-
estudios con PET, en los que el flujo sanguíneo co posiciones y los sujetos debían responder lo
aumenta en estas áreas cuando el sujeto está en más rápidamente que pudiesen sobre su aparición.
estado de alerta, y estudios de casos clínicos, que Los resultados mostraron una función en V para
muestran deterioro en este tipo de conductas los ensayos en los que había que atender a la letra
cuando hay lesiones del lóbulo frontal (Posner central, mientras que no se encontraron diferen-
& Petersen, 1990). cias en los ensayos en los que la categorización
Un aspecto importante en el estudio del siste- debía hacerse sobre toda la palabra. LaBerge su-
ma de vigilancia es su relación con el sistema girió que un “foco atencional” era enfocado en la
atencional anterior. Cuando los sujetos están en posición central y facilitaba el procesamiento de
estado de alerta, al mismo tiempo que aumenta el cualquier estímulo que apareciera en esa posición.
flujo sanguíneo en los lóbulos frontales, disminu- La metáfora de foco de luz para explicar el
ye en áreas de este segundo sistema, en concreto funcionamiento del mecanismo atencional ha sido
en el cíngulo anterior (Cohen & cols., 1988). La ampliamente utilizada para dirigir la investigación
explicación que se ha dado a este hallazgo es la en este campo. Por esto nosotros la utilizaremos
siguiente: si el sistema necesita responder rápida- como guía en la exposición de la literatura más
mente a un objetivo que aparecerá en cualquier relevante sobre el tema. Sin embargo, no todos
momento, el procesamiento de otros estímulos los investigadores están de acuerdo con este su-
no relacionados con la tarea en sí, sólo puede pro- puesto, y sugieren la posibilidad de que la aten-
ducir interferencia y retraso en la detección de éste, ción también pudiera dirigirse a objetos

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REDES ATENCIONALES Y SISTEMA VISUAL SELECTIVO 315

perceptuales. Fue Duncan (1984) el primero que un efecto facilitatorio cuando los distractores y los
planteó explícitamente la distinción entre estos dos objetivos eran del mismo conjunto e inhibitorio
tipos de teorías, ofreciendo algunas de las prime- cuando pertenecían a conjuntos opuestos. Pero es-
ras evidencias empíricas en favor de estas últimas. tos efectos disminuían según iba aumentando la
Actualmente hay una creencia generalizada de que distancia entre los estímulos, desapareciendo casi
la selección atencional actúa dependiendo del tipo completamente a partir de un grado de ángulo vi-
de tarea a realizar sobre el mapa espacial o sobre sual. Los autores concluyeron que estos datos apo-
la representación del objeto (p.e. Allport, 1989; yaban la idea de un foco atencional, en el que los
Humphreys & Riddoch, 1994). Incluso se ha apun- estímulos que caen dentro de él son procesados a
tado la idea de que ambos procesamientos pue- niveles superiores, pudiendo competir entre ellos
dan ser llevados a cabo simultáneamente, en por la respuesta, mientras que los que caen fuera
paralelo (p.e. Styles & Allport, 1986), reflejando del foco no son procesados. Además, el tamaño
los datos encontrados en estudios neurofisiológicos de éste es de un grado de ángulo visual.
en los que se ha demostrado la existencia de dos Sin embargo, pronto comenzaron a aparecer
vías paralelas que parten del área V1 (Ungerleider resultados que indicaban que este tamaño no era
& Mishkin, 1982; Posner & Raichle, 1994). Una fijo, sino que podía variar dependiendo de la ta-
de ellas proyectaría al lóbulo temporal inferior, y
rea a realizar (Eriksen & Yeh, 1985; Eriksen &
parece la encargada del procesamiento del qué (for-
James, 1986). De esta manera surgió la idea de
ma, color, orientación, textura, etc.), y otra lo ha-
una atención, no como foco, sino como lente con
ría hacia el lóbulo parietal posterior, analizando el
zoom. Esta nueva metáfora traía consigo, ade-
dónde, la ubicación espacial del estímulo.
más de un foco de tamaño variable, la explicitación
de que la potencia de procesamiento era unifor-
Tamaño del foco atencional me en todo el área focal e inversamente propor-
La metáfora de foco atencional llevó a los investi- cional a la extensión de dicha área. Los primeros
gadores a estudiar los rasgos de la atención selecti- estudios que apoyaban estos nuevos supuestos
va que son compartidos entre estos dos diferentes manipularon la extensión del foco antes de la pre-
conceptos. Características como la forma, la sentación de estímulos con distintos tamaños
divisibilidad, el tamaño, son importantes sólo des- (Larsen & Bundensen, 1978; LaBerge, 1983; Cave
de una postura radical en lo referente a la utilidad & Kosslyn, 1989). Por ejemplo, Cave y Kosslyn
de la metáfora. Sin embargo, seguir este patrón de (1989) pedían a los sujetos que respondieran si un
ideas nos puede servir para introducir los estudios estímulo que aparecía en pantalla era un rectángu-
y datos que han surgido en la psicología cognitiva a lo o un cuadrado. Manipularon la diferencia entre
partir de esta metáfora. Comenzaremos presentan- el tamaño que los sujetos esperaban tuviera el es-
do las principales aproximaciones al estudio sobre tímulo y su verdadero tamaño. Los resultados
el tamaño o la forma del foco atencional. mostraron un incremento en el tiempo de reac-
Las primeras investigaciones tenían como meta ción según aumentaba la diferencia de tamaños
descubrir el tamaño del foco. Por ejemplo, Eriksen entre el esperado y el real. Concluyeron que pare-
& Eriksen (1974) pidieron a los sujetos que se apren- cía existir un mecanismo que adaptaba el foco
dieran de memoria dos conjuntos distintos de le- atencional al tamaño esperado del estímulo, pro-
tras. A continuación se presentaban en el centro de duciéndose un retardo en la respuesta si éste de-
la pantalla letras, de una en una, y los sujetos debían bía ser cambiado posteriormente.
responder a qué conjunto pertenecían. A los lados Otros datos apoyaban la idea de un sistema con
de estas letras objetivo iban apareciendo otras, limitaciones en la cantidad de información que pue-
distractores, que podían pertenecer al mismo con- de ser procesada en un momento dado (Eriksen &
junto o al opuesto. Se manipuló la distancia de los James, 1986; Egeth, 1977; Castiello & Umiltà, 1990;
distractores al objetivo. Los resultados mostraron Shulman & Wilson, 1987). La idea, como ya he-

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mos comentado, es que cuando el foco atencional Johnston & Dark, 1986). Recientemente, la metá-
tiene un tamaño reducido, la información que cae fora de gradiente ha ido cambiando a causa de
dentro de él es fuertemente procesada, mientras resultados en los que se demuestra que es la carga
que si el rango es más amplio, se emplean menos informativa, y no la distancia espacial, el factor
recursos en cada una de las localizaciones u objetos crítico en el declive de la atención (Lavie, 1995).
estimulares del área abarcada. Uno de los experi- También se ha sugerido que los datos que apoyan
mentos más significativos en apoyo de esta idea lo los modelos de gradiente pueden ser explicados
realizaron Shulman y Wilson (1987). Ellos presen- si asumimos que los sujetos son imprecisos al si-
taban a los sujetos letras grandes hechas a partir de tuar el foco atencional en un lugar exacto del es-
muchas pequeñas (al igual que los estímulos usados pacio. Si la localización precisa del foco varía de
por Navon, 1977). En unos ensayos pedían a los un ensayo a otro, la media de los resultados en
sujetos que identificaran las letras grandes y en otros todo el experimento simularía la existencia de una
las pequeñas. Justo después de cada ensayo, tenían atención con gradiente.
también que responder sobre un enrejado sinuosi-
dal, compuesto por líneas gruesas (baja frecuencia Forma del foco atencional
espacial) o por líneas finas (alta frecuencia espacial). En una rigurosa interpretación de la metáfora de
Su predicción era que si la atención realmente fun- atención como foco de luz o lente zoom, la forma
ciona como un foco que adapta su tamaño y su de ésta debería ser redonda u ovalada. Sin embar-
resolución espacial a las necesidades del momento, go, los objetos perceptuales rara vez se presentan
el cambio entre dos tareas que requieren distinta de esa forma, bien al contrario suelen ser figuras
resolución espacial será más lento, ya que se necesi- complejas, a menudo solapadas con otros estímu-
tará un tiempo de adaptación. Los resultados con- los distractores. Así, para que el estímulo objetivo
firmaron la hipótesis, encontrándose respuestas más pueda ser seleccionado, el foco atencional debería,
lentas en los ensayos en los que la resolución espa- en principio, poder adaptarse a cualquier forma.
cial que se requería para las dos tareas era diferente. Algunos modelos sugieren que el área seleccionada
Uno de los últimos aportes en esta línea de puede efectivamente tomar cualquier forma (Logan,
investigación ha sido poner en duda el supuesto 1996), sin embargo esta posibilidad apenas ha sido
de que el tratamiento de la información que cae explorada experimentalmente.
dentro del foco atencional es totalmente unifor- Uno de los primeros estudios fue el realizado
me en él. Muchas investigaciones han encontrado por Podgorny & Shepard (1983). Ellos presenta-
datos que respaldan la idea de un sistema que tie- ban a los sujetos una matriz de celdas de 3x3. De
ne un pico atencional en el centro del área focal, ellas, cuatro o cinco eran ensombrecidas. A conti-
nuación aparecía un punto y los sujetos debían
con una disminución continua según nos alejamos
responder si estaba en el área ensombrecida o no.
del centro (p.e. Shulman, Wilson & James, 1985;
Los resultados mostraron que los sujetos respon-
Downing & Pinker, 1985; LaBerge & Brown,
dían más rápidamente cuando el área ensombre-
1989; Eriksen & James, 1986; Henderson &
cida era más compacta (formas rectangulares o
Macquistan, 1993). En estos modelos de gradiente cuadradas), lo que permitió a los investigadores
también existe una limitación de recursos, integra- concluir que la atención no podía, o le era más cos-
da dentro de una estructura en la que la cantidad toso, ajustarse a áreas irregulares. Debido a que
de recursos destinados a un estímulo dado de- estos resultados pueden ser explicados por causas
pende de la distancia entre su localización espacial no atencionales, en años posteriores se realizaron
y el centro del área focal. Por lo tanto, el modelo experimentos para definir si realmente la forma
de gradiente predice que la interferencia entre un de la atención era circular. Eriksen y James (1986)
distractor y un estímulo objetivo disminuye en pedían a los sujetos que identificaran una letra
función de la distancia entre ellos (LaBerge, 1995; objetivo incluida, con otros siete distractores, en

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REDES ATENCIONALES Y SISTEMA VISUAL SELECTIVO 317

una formación circular. El objetivo solo podía recieron datos que apuntaban otra posible explica-
aparecer en los lugares que con anterioridad eran ción de este fenómeno (Posner, 1980; Eriksen &
señalados. En una de las condiciones todos los Yeh, 1985): no había una autentica división atencional,
lugares eran marcados, mientras que en la otra solo sino un rápido desplazamiento del foco entre las
la mitad de ellos (siempre situados de forma con- distintas ubicaciones, esto es, un foco dinámico.
tigua). En los resultados no aparecieron diferencias Actualmente, sin embargo, parece haber suficien-
significativas entre las dos condiciones, lo que per- tes evidencias que apoyan la idea de la divisibilidad
mitió concluir que la atención no puede seleccionar del foco atencional bajo ciertas circunstancias. Por
solo la mitad del círculo, sino todo él, por lo que ejemplo, Castiello y Umiltà (1992) demostraron que
podemos deducir que su forma es ovalada. se puede atender dos zonas separadas espacialmente
Sin embargo, también se encuentra en la litera- cuando éstas se encuentran cada una en un campo
tura evidencia a favor de un foco que puede adap- visual hemisférico distinto. Aunque se criticaron es-
tarse de forma más flexible a las exigencias de la tos resultados arguyendo la posibilidad de que las
tarea. Joula, Bouwhuis, Cooper y Warner, (1991) medias encontradas se produjeron porque los suje-
presentaban a los sujetos tres anillos concéntricos, tos atendían en cada ensayo a una zona distinta, la
de distinto tamaño, con ocho posibles posiciones presentación de las distribuciones de los tiempos
cada uno en las que podría aparecer el objetivo. de reacción y las varianzas permiten excluir esta ex-
En el resto de posiciones se presentaban estímu- plicación (Castiello & Umiltà, 1992). Esta crítica, sin
embargo, es un referente en todos los experimen-
los distractores. Antes de cada ensayo, uno de los
tos cuyos datos parecen apuntar a que ha habido
anillos era señalado como el lugar más probable
una división atencional por parte de los sujetos.
de aparición del objetivo. Se observó un efecto
facilitatorio de los ensayos válidos (el objetivo Otro aspecto que parece influir decisivamente
aparecía en el anillo señalado) sobre los inválidos en los datos es la aparición de estímulos distractores
igual para todos los anillos. Esto significa que cuan- situados entre las dos zonas a atender. Kramer y
Hahn (1995) propusieron que la causa por la que
do el sujeto esperaba la aparición del objetivo en
algunos experimentos no han podido encontrar una
el anillo central o en el mayor y este aparecía en
división atencional genuina es porque en sus ensa-
uno de menor tamaño, el tiempo de reacción au-
yos los estímulos aparecían repentinamente, captu-
mentaba significativamente. Si la teoría de que el
rando automáticamente la atención. Kramer y Hahn
foco atencional tiene forma circular fuera correc-
(véase también Hahn & Kramer, 1998) sugieren que
ta, el tiempo en responder a un estímulo situado la captura de la atención por parte de estímulos
en, por ejemplo, el anillo intermedio debería ser distractores que aparecen repentinamente, puede
igual, o acaso mayor, que el tiempo en responder dificultar o imposibilitar a los sujetos mantener su
a uno situado en el anillo inferior. Por ello, los au- atención dividida entre las dos zonas objetivo. Para
tores concluyeron que la atención puede tomar comprobar esta hipótesis presentaron a sus sujetos
cualquier forma, incluida, como en este experi- una tarea en la que debían responder si dos letras
mento, la forma de anillo. eran iguales entre sí o no. En la pantalla aparecían
cuatro recuadros alineados. Los de los extremos
estaban destinados a los objetivos y los centrales a
Divisibilidad del foco atencional
letras distractoras que los sujetos debían ignorar.
El debate sobre si la atención visual puede o no En una condición todos los estímulos aparecían de
atender simultáneamente a dos zonas separadas forma repentina dentro de estos recuadros, mien-
espacialmente, mientras ignora los estímulos situa- tras que en la otra condición las letras se formaban
dos entre ellas, ha acompañado a la metáfora de la a partir de movimientos de segmentos de figuras
atención como foco prácticamente desde sus ini- que ya estaban en pantalla. Como se predijo, sólo
cios. Los primeros experimentos parecían mostrar en la condición en la que los estímulos aparecían de
que esta división espacial es posible (p.e. Shaw & forma repentina, los distractores centrales influye-
Shaw, 1977; Shaw, 1978). Sin embargo, pronto apa- ron en la respuesta a los objetivos.

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También Bichot, Cave y Pashler (1999) han ¿recorre todos los puntos intermedios procesan-
encontrado, en tareas de búsqueda visual, que los do, aunque sea sucintamente, los estímulos que hay
sujetos pueden atender dos zonas espaciales dis- en el trayecto, o salta de un lugar a otro sin reco-
tintas. En definitiva, parece que cuando se dan las rrer la zona intermedia? El primer estudio sobre
condiciones necesarias la atención sí puede ser divi- el tema lo realizaron Shulman, Remington y Ma-
dida, pero que esta situación es muy inestable, pro- lean (1979). En cada ensayo presentaban un obje-
bablemente por la cantidad de recursos que se tivo, que podía aparecer en ambos lados de la
requieren, y cualquier demanda, especialmente si pantalla, sobre el que los sujetos debían responder.
es de carácter exógena, devuelve el sistema a un Previamente presentaban una señal que indicaba
estado unifocal. dónde aparecería más probablemente. En algu-
nos ensayos, de forma esporádica, el objetivo en
lugar de aparecer a la distancia habitual, lo hacía en
Movimiento del foco atencional
una localización que se encontraba entre el punto
Son varios los aspectos que se han estudiado en de fijación y el de la señal. En los ensayos inválidos
relación a cómo la atención visual se desplaza a tra- también el objetivo podía aparecer en esta situa-
vés del espacio. Uno de ellos es su relación con los ción intermedia. Manipularon el tiempo entre la
movimientos oculares. Aunque suele coincidir la aparición de la señal y la aparición del objetivo. El
orientación de la atención con la de los receptores resultado más interesante fue que la facilitación que
sensoriales (en particular con la fóvea retiniana), existe se encuentra en los ensayos válidos con respecto a
amplia evidencia en la literatura a favor de una in- los neutrales e inválidos apareció con intervalos de
dependencia relativa entre ambos (Posner, 1978; tiempo más cortos en la posición intermedia que
Posner, 1980). Por ejemplo, Posner (1980) com- en la de la señal. Esto llevó a los autores a propo-
probó que, sin que se produzca ningún movimien- ner que la atención, cuando se desplaza, pasa por
to ocular, los sujetos tienden a detectar más todos los puntos intermedios.
rápidamente objetivos cuya posición de aparición
Sin embargo, las conclusiones de este estudio
ha sido señalada previamente, que aquellos en los
se cuestionaron tanto por problemas metodoló-
que no aparece señal de aviso alguna. Esta ganancia
gicos como por la difícil interpretación de algu-
de tiempo en los ensayos válidos ha sido interpre-
nos de los resultados colaterales, principalmente
tada como un movimiento encubierto de la aten-
los referidos a las diferencias encontradas entre
ción hacia el lugar donde va a aparecer el objetivo.
las dos localizaciones de los ensayos inválidos
A pesar de que la atención pueda moverse de (Eriksen & Murphy, 1987; Yantis, 1988). Esto hizo
forma independiente al movimiento ocular, exis- que aparecieran un buen número de investigacio-
ten datos que relacionan ambos. Según Posner y nes tratando de resolver la cuestión. La mayoría
Petersen (1990), estos dos movimientos son lleva- utilizaron métodos parecidos a los de la investiga-
dos a cabo por las mismas estructuras cerebrales, ción recién comentada. Por ejemplo, Murphy y
concretamente las que forman parte de la red Eriksen (1987) situaron en la posición intermedia
atencional posterior. Además, parece que en algu- un distractor, razonando que si la atención pasaba
nos casos la atención ejerce de guía para el movi- por este punto, la ejecución debería verse afecta-
miento ocular. Por ejemplo, Stelmach, Campsall y da, mientras que si la atención saltaba hasta la lo-
Herdman (1997) comprobaron que la amplitud de calización del objetivo, la presencia o no de un
los movimientos oculares durante la lectura se ajus- estímulo distractor no debería afectar. Los resul-
ta para adaptarse a la estructura de la nueva infor- tados apoyaron esta segunda hipótesis, por lo que
mación, lo que parece indicar que la atención se los autores concluyeron que la atención se mueve
adelanta para preparar este movimiento. de forma discreta, sin pasar por puntos interme-
Un segundo aspecto estudiado es la naturaleza dios. Otros experimentos más recientes y con
discreta o continua del movimiento atencional. mayor rigor metodológico también apuntan en
Cuando la atención se desplaza entre dos puntos, esta dirección (p.e. Chastain, 1992). La idea que

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REDES ATENCIONALES Y SISTEMA VISUAL SELECTIVO 319

actualmente se tiene es que parece que un cambio tipos diferentes de estímulos: en la fóvea, núme-
atencional espacial se implementaría en el cerebro ros, y en la parafóvea, letras. La tarea atencional
como un decremento en la actividad de un con- era detectar el siguiente estímulo que apareciera
junto de neuronas cuyos campos receptivos cu- en la secuencia numérica después de la aparición
brieran la zona atendida anteriormente, junto con de una letra objetivo. La tarea motora consistía en
un incremento en la actividad de un nuevo con- apretar un botón en cuanto se detectara la apari-
junto de neuronas relacionadas con la nueva loca- ción de esta letra objetivo. En anteriores experi-
lización a atender (Motter, 1994; Schall, Hanes, mentos habían comprobado que mientras la
Thompson & King, 1995). realización de la tarea motora sí alteraba la tarea
El tercer aspecto que vamos a tratar con rela- atencional, esto no ocurría a la inversa. Así, utiliza-
ción a los movimientos atencionales es la velocidad ron los tiempos de reacción de la tarea motora
con que se producen. La pregunta es si cuando la como índice de la detección del objetivo. Manipu-
atención debe desplazarse de un punto del espacio laron la distancia entre la localización del flujo de
a otro, el tiempo que emplea es proporcional a la letras y la de números. Una vez sustraído el tiem-
distancia que los separa o es fijo, independiente- po de detección del objetivo (tarea motora), no se
mente de ésta. El primero en explorar esta línea de obtuvo efecto de la variable distancia sobre el tiem-
investigación fue Tsal (1983). Presentaba a sus su- po de reacción en la tarea atencional. Así, parece
jetos dos letras que debían identificar. Podían apa- que la mayoría de los resultados en la literatura
recer en seis posiciones, tres a la derecha del punto apunta a que los cambios de atención en el espacio
de fijación y tres a la izquierda, alineadas horizon- se realizan a saltos, sin pasar por las localizaciones
talmente. Antes presentaba una señal que indicaba intermedias, y empleando el mismo tiempo, inde-
en qué lado aparecería, con más probabilidad, el pendientemente de la longitud del salto.
objetivo. Manipuló la diferencia de tiempo entre Un fenómeno que ha sido muy estudiado, y que
la aparición de la señal y la del objetivo (SOA). está relacionado con los movimientos atencionales,
Como en todos los experimentos de este tipo, es el de la inhibición de retorno. Cuando los inves-
para todas las localizaciones el tiempo de reac- tigadores comprobaron que si antes de la aparición
ción aumenta según aumenta el SOA, hasta alcan- de un objetivo, al sujeto se le indicaba su lugar de
zar una asíntota. Se supone, que la asíntota en el aparición mediante una señal periférica (un estímulo
tiempo de reacción corresponde con el tiempo que aparece en la misma localización), sus tiempos
que tarda el sujeto en desplazar su atención hasta de reacción mejoraban. Pero cuando manipularon
la localización señalada. Los resultados mostra- el intervalo entre la aparición de los dos estímulos
ron asíntotas más altas para las distancias mayo- se observó que si era superior a los 300 m los suje-
res. Esto llevó al autor a proponer que la atención tos tardaban más en responder. Este fenómeno fue
se movía con una velocidad constante. Sin em- denominado como inhibición de retorno, ya que
bargo, también este experimento fue objeto de se produce un enlentecimiento en el procesamien-
críticas metodológicas (ver Yantis, 1988), lo que to de estímulos que están situados en una localiza-
llevó a otros autores a continuar con la investiga- ción previamente atendida (Posner & Cohen, 1984).
ción. En años posteriores, y utilizando métodos El efecto responde a una conducta adaptativa que
parecidos, se obtuvieron datos a favor de un foco impide que, en la exploración de una escena, ins-
atencional que se mueve por el espacio a saltos, peccionemos de forma reiterada un mismo lugar,
siendo el tiempo que tarda el mismo para todas ya que se supone que en períodos tan cortos de
las distancias (Remington & Pierce, 1984; Sagi & tiempo no debería haber cambios significativos de
Julezz, 1985; Eriksen & Webb, 1989; Kwak, la información en esa localización. Aunque en la
Dagenbach & Egeth, 1991). Un resultado idénti- actualidad todavía existen discrepancias con respecto
co, pero utilizando una aproximación diferente, a su naturaleza (por ejemplo, Milliken, Joordens,
obtuvieron Sperling y Weichselgartner (1995). Ellos Merikle & Seiffert, 1998), la mayoría de los autores
presentaban a sus sujetos, de forma continua, dos sostienen que la inhibición de retorno es principal-

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320 ALEJANDRO CASTILLO MORENO Y ANGÉLICA PATERNINA MARÍN

mente atencional y que, además de inhibir localiza- periodos de tiempo. Inmediatamente después
ciones, el efecto se produciría también sobre obje- aparecía la palabra objetivo, que estaba relaciona-
tos, aunque estos estén en movimiento (Tipper, da o no semánticamente con la previa. Los tiem-
Weaver, Cameron, Brehaut & Bastedo, 1991; pos de reacción mostraron efecto de facilitación
Tipper, Weaver & Houghton, 1994). solo en palabras relacionadas si estas aparecían en
la localización objetivo. Estos datos llevaron a los
investigadores a concluir que las palabras situadas
Procesamiento fuera del foco atencional
en la periferia no reciben procesamiento alguno,
El procesamiento de los estímulos que no están al menos de carácter semántico. Pero también hay
situados dentro del foco atencional viene condi- evidencia a favor del procesamiento de estos estí-
cionado por el tipo de foco que suponemos que mulos. Por ejemplo, Eriksen & James (1986) com-
existe (Cave & Bichot, 1999). Si suponemos que probaron que una letra distractora podía interferir
tiene una forma de haz de luz (con zoom o sin él), en la respuesta al objetivo, aun estando en posicio-
con unos límites definidos, los estímulos que cai- nes periféricas. Además, cuanto más cerca estuvie-
gan dentro o fuera de su zona de influencia deben ron los dos estímulos mayor fue la interferencia,
recibir un procesamiento cualitativamente diferen- lo que apoya la idea de un foco atencional con
te. Probablemente sólo los estímulos atendidos gradiente.
pasarán a sistemas de procesamiento superiores,
Aunque todavía no se ha resuelto definitiva-
mientras que los demás, o no serán procesados, o
mente la cuestión, los datos parecen apuntar a un
este procesamiento se limitará a rasgos determi-
procesamiento diferente entre los estímulos aten-
nados. Para que este modelo funcione adecuada-
didos y no atendidos, y a la necesidad de tener en
mente, el foco deberá poder moverse con rapidez
cuenta el tipo de tarea con que se estudia. En la
por el espacio, para facilitar los estímulos objeti-
literatura se puede observar que los datos prove-
vos situados en distintos lugares. El otro punto de
nientes de experimentos con tareas semánticas re-
vista es el que considera la atención como un sis-
chazan la idea del procesamiento de estímulos
tema encargado de facilitar el procesamiento de
periféricos (p.e. Johnston & Dark, 1986; Kahne-
los estímulos situados en un área determinada, pero
man & Chajczyk, 1983), mientras que en tareas no
sin límites definidos. Es el modelo de gradiente.
semánticas sí parece existir ese gradiente de pro-
En este caso todos los estímulos son procesados
cesamiento o facilitación (p.e. LaBerge & Brown,
de la misma forma, pero los situados en el centro
1989; Henderson & Macquistan, 1993; Handy,
del área recibirán un plus de facilitación que irá
Kingstone & Mangun, 1996). Por tanto, se puede
disminuyendo según nos alejamos a la periferia.
asegurar que los estímulos situados en la periferia
Este tipo de atención no deberá moverse tan rá-
del foco atencional son procesados, como míni-
pidamente por la escena ya que todos los objeti-
mo, a nivel de rasgos físicos y espaciales, y que su
vos van a ser procesados, y deja la selección de
procesamiento semántico es, al menos, débil
estos para sistemas superiores de procesamiento.
(Johnston & Dark, 1986; Cave & Bichot, 1999;
Los primeros intentos de investigar el tipo de Catena, Castillo, Fuentes & Milliken, 2005).
procesamiento que reciben los estímulos situados
en la periferia no lograron discriminar entre estas
dos posibles explicaciones (p.e. LaBerge, 1983; Conclusión
Downing & Pinker, 1985). Sin embargo, los estu- En este trabajo hemos presentado dos de las áreas
dios dirigidos a contrastar ambas hipótesis, han más importantes en la actualidad de la investiga-
aportado evidencia a favor de las dos. Por ejem- ción en atención. La primera es la teoría propues-
plo, Dark, Johnston, Myles-Worsley & Farah, ta por Posner. Las tres redes atencionales permiten
(1985) presentaban palabras previas en dos posi- explicar y solucionar algunos de los problemas
bles localizaciones (una de ellas señalada como que se han encontrado en la explicación científica
lugar de aparición del objetivo) durante cortos de los mecanismos atencionales. Un primer apor-

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REDES ATENCIONALES Y SISTEMA VISUAL SELECTIVO 321

te es que las limitaciones de capacidad que esta- estudios se ocupan de demostrar propiedades de
ban en la base de las primeras propuestas han la atención relacionados con ella, como son tama-
pasado de ser una cuestión relacionada con los ño, forma, movimiento, etc. Esta metáfora ha reci-
sistemas de procesamiento de la información, a bido muchas críticas (Fernandez-Duke & Johnson,
ser una limitación de la red atencional anterior. Y 1999; Cave & Bichot, 1999), pero ha sido una bue-
son las propiedades que surgen de su propio fun- na guía de estudio, produciendo una gran cantidad
cionamiento las que producen esas limitaciones de datos que han permitido caracterizar su funcio-
conductuales. En segundo lugar destaca la amplia namiento. Sin lugar a dudas, el principal problema
interacción que se propone entre las tres redes aten- que existe en el área es la falta de una teoría que
cionales. Ya hemos hecho mención de éstas, su- unifique todos estos resultados, y que proporcione
brayando la influencia continua entre la red una explicación válida a las relaciones con los siste-
posterior y la anterior y el efecto de la activación mas de procesamiento posteriores. Los autores
de la red de vigilancia y las dos anteriores. confían que los anteriormente citados estudios de
En tercer lugar está la importancia que Posner neuroimagen faciliten ambas integraciones.
y su teoría le han dado a la neurociencia, como un
aliado imprescindible de la psicología cognitiva. Referencias
A partir de sus estudios, muchos científicos se Allport, D. A. (1989). Visual attention. En M. I.
ocuparon y preocuparon en introducir correlatos Posner (Ed.), Foundations of cognitive science.
neurales en sus teorías psicológicas. Esto produjo Cambridge, MA: MIT Press.
un enriquecimiento de éstas y un ajuste en algunos
Baddeley, A. D. (1986). Working memory. Oxford,
conceptos. Aunque el tema es demasiado amplio
England: Clarendon Press.
como para abordarlo aquí, comentar que esta re-
volución ha llegado a tal extremo que actualmente Bashinski, H. S. & Bacharach, V. R. (1980). Enhance-
las investigaciones y las publicaciones más desta- ment of perceptual sensitivity as the result
cadas y citadas en atención son estudios de imá- of selectively attending to spatial locations.
genes mentales. En todos los principales Perception and Psychophysics, 28(3): 241-248.
laboratorios del mundo existen aparatos de Bichot, N. P., Cave, K. R., & Pashler, H. (1999).
neuroimagen, y los investigadores en atención se Visual selection mediated by location: Fea-
están convirtiendo en expertos neurocientíficos. ture-based selection of noncontiguous lo-
Pero estos mismos cambios están producien- cations. Perception and Psychophysics, 61,
do, a nuestro entender, un efecto negativo sobre 403-423.
la teoría de las redes atencionales. Los estudios de Bisiach, E. (1992). Understanding consciousness:
neuroimagen buscan principalmente encontrar las Clues from unilateral neglet and other dis-
causas de la conducta, y, si se analiza detallada- orders. En A. D. Milner y M. D. Rugg (Eds.),
mente la teoría de Posner, se encuentra que ésta The Neuropsychology of Consciousness. Academic
tiene más rasgos de una teoría descriptiva que de Press.
una explicativa, con pocas predicciones que ex- Broadbrent, D. E. (1958). Perception and communica-
plorar. La falta de utilidad en este campo, pensa- tion. London: Pergamon Press.
mos, predice un abandono futuro no muy lejano, Botvinick, M. M.; Braver, T. S.; Barch, D. M.;
que será más brusco en tanto aparezca otra teoría Carter, C. S. & Cohen, J. D. (2001). Con-
general más integrada con los nuevos datos flict monitoring and cognitive control. Psy-
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También en este artículo hemos revisado los Callejas, A., Lupiañez, J. & Tudela, P. (2004). The
datos referentes a la atención visual selectiva. Como three attentional networks: On their inde-
hemos visto, este campo está dominado por la pendence and interactions. Brain and cogni-
metáfora del foco atencional, y la mayoría de los tion, 54, 225-227.

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