La fábrica es un apilamiento de piedras o ladrillos que forman una estructura
estable. Las cargas se transmiten mediante esfuerzos de compresión entre las piedras, sin tracciones. Por otra parte, el peso propio de los elementos genera esfuerzos de rozamiento, que son suficientemente elevados, para evitar deslizamientos locales. De esta manera, la fábrica mantiene su forma y transmite las cargas hasta el terreno.
Boveda
Tanto en las antiguas bóvedas como en las modernas la solicitación predominante
en sus elementos es de compresión. Sus tensiones se asemejan a las de un arco, o un conjunto de arcos conformando una superficie. Las fuerzas de una bóveda se van transformando en un empuje horizontal que debe ser contrarrestado con el objeto de mantener la estructura en equilibrio. El elemento estructural suele ser un contrafuerte, o estribo. En algunas ocasiones se confía en más de un elemento de contrarresto. El problema a resolver cuando se emplean bóvedas es dimensionar correctamente los muros de contención de los permanentes empujes horizontales. Empujes que surgen desde la línea de unión entre la bóveda y el muro. Ésta es la razón por la que el diseño en planta de los edificios con grandes bóvedas era necesario considerar el contrarresto, por una o varias formas, de este empuje.